Actividad 1- Currículum e ideología

Ávalos Viviana
Eslava Vargas Helman Yefren
Guevara Araque Yenifer Andrea
Sandoval Rosero Lisbeth Isabel
Torres Montaña María de los Ángeles

Facultad de educación, Universidad de Tijuana

Planeación y desarrollo curricular
Doctora Torres León Alejandra
Julio del 2023

1
 1. ¿Qué es el currículum?

Es inevitable pensar que, en el acto de enseñar, se debe partir de una planeación

intencionada que permita guiar el mismo acto.

Teniendo en cuenta la primera lectura, (Grundy, 1991), Producto o praxis del curriculum,
ésta se basa en las ideas de los tres tipos de interés según los planteados por
Habermas: técnico, práctico y emancipador. Esencialmente, el interés técnico se ocupa
del control, el interés práctico de la comprensión y el interés emancipador de la
emancipación y la capacidad que tienen los individuos de ser dueños de sus propias
vidas y decisiones, liberándose de faltas conciencias. Bajo esta premisa, se retoman las
ideas de Aristóteles, quien no habla de intereses, sino de disposiciones humanas
técnicas y prácticas mediados por la ética.

Aristóteles plantea que existe un Eidos, que son las ideas, la tekné que es la habilidad,
la poietiké hace alusión al hacer o el crear, esto tiene que ver con el interés práctico que
es la forma como se llevan las ideas a la acción, desembocando en un producto. Con
esta fundamentación se plantean algunas definiciones de currículum:

“Conjunto interrelacionado de planes y experiencias un estudiante lleva a cabo bajo la

orientación de la escuela” (Marsh y Stanford, 1984)

“Todas las experiencias planeadas que la escuela prepara para ayudar a los alumnos a
alcanzar los resultados de los aprendizajes señalados y que corresponden a lo mejor de
sus habilidades”. (Neagly y Evan, 1967)

“Un programa de actividades que han de realizar profesores y alumnos diseñados en la

medida que los alumnos alcancen en la mayor medida posible, determinados fines y
objetivos educativos de otro tipo propios de la enseñanza”. (Barrow, 1984)

2. ¿De qué forma el currículum se articula con la ideología?

Para resolver este interrogante, es necesario clarificar el concepto de ideología:

La ideología traduce, desde nuestro punto de vista, una visión del mundo, una
perspectiva sobre las cosas, acontecimientos y comportamientos, pero siendo al

2
 mismo tiempo conscientes de que esta concepción del mundo es una
construcción sociohistórica y que, por consiguiente, es relativa, parcial y necesita
de una reelaboración permanente, para evitar caer en un absolutismo que impida
la reflexión y favorezca la dominación de los hombres y las mujeres… cada
ideología tiene sus liturgias, técnicas y tácticas… (Torres, 1998)

En este sentido, las ideologías se articulan con el currículo, porque dota a los actores
educativos de identidad y pertenencia a una institución, permite establecer las
limitaciones, posibilidades y alcances en los objetivos propuestos, es una estructura que
permite la transformación de los educandos en su paso por una institución educativa
específica.

La ideología es coherente al currículo en el estado actual político y económico actual

específicamente en coherencia con el análisis que realiza Gramsci Gramsci de los tres
momentos de desarrollo de una ideología hegemónica: primero el currículo es un lugar
donde se exponen los intereses, y éstos pueden ser asimilados como los objetivos y las
estructuras curriculares que nos imponen desde el Ministerio de Educación, en
coherencia con objetivos económicos brindados por la OCDE; en segundo lugar
menciona que mas o menos la totalidad de las clases apoyan las exigencias de la
economía, en este punto vemos cómo estos procesos curriculares y de evaluación
externa son apoyados por el mismo Ministerio y las Secretarias de Educación y son de
estricto cumplimiento por parte de las instituciones educativas; y en tercer lugar, la etapa
hegomónica que implica que los objetivos económicos, políticos y morales de una clase
concreta son asumidos por todas las partes restantes y se utilizan por parte del estado
para determinar modelos de actuación y de relaciones de producción y distribución
acordes con tales objetivos. Este último ítem es el más peligroso, pues vemos que el
currículo nacional se encuentra alieado con objetivos económicos y políticos sectarios
que pretenden continuar la cadena de creación de colegios que produzcan obreros que
sirvan al capitalismo actual. De ahí nacen los colegios técnicos que egresan estudiantes
que van a trabajar directamente a las empresas con las que se realizan convenios.

Sin embargo, no todo está perdido, es importante hacer ver esta realidad educativa y
proponer cambios que desde los currículos permitan crear instituciones que se dediquen
a producir conocimiento y permitan la creación de ciudadanos críticos, conscientes de
su realidad y la forma como pueden modificarla. Los currículos son la varita mágica que
al ser bien orientados pueden cambiar el funcionamiento entero de los países.

3
 3. ¿De qué forma podemos tomar en cuenta aspectos de clase, raza y género
en el diseño curricular?

Para resolver esta pregunta, estoy de acuerdo con la pedagogía dialogante, tal como lo
plantea (Freire, 1997) “la verdadera educación es el diálogo, y este encuentro no puede
darse en el vacío, sino que se da en situaciones concretas de orden social, económico
y político”. En este sentido, es necesario partir de una pedagogía de reconocimiento de
la educación para liberación a través de práctica de la libertad, y partir del
reconocimiento de cada contexto, que permita un debate real en las aulas de clase sobre
aspectos que sean realmente interesantes para el alumnado, como lo son las clases
sociales, la raza y el género. En este sentido, la pedagogía dialogante debería ser el
modelo educativo de las instituciones, bajo el cual se trazan los demás aspectos
curriculares educativos.

4
Referencias

Freire, P. (1997). La pedagogía del oprimido. Madrid, España: Siglo XXI editores.
Grundy, S. (1991). Producto o praxis del currículo. Madrid, España: Ediciones Morata.
Torres, J. (1998). El currículum oculto. Madrid, España: Ediciones Morata.