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DEFINICIÓN DE ALGAS

Las algas son plantas que suelen vivir en el medio acuático y que pueden


ser pluricelulares o unicelulares. Mientras que algunos expertos ubican las algas en el
grupo de las plantas inferiores, otros sitúan estos organismos entre los protistas (es decir,
no los consideran plantas, animales ni hongos).
Puede decirse que las algas son eucariontes ya que tienen
células que disponen de un núcleo verdadero. Además son
seres fotótrofos: disponen de la capacidad de utilizar los rayos
solares como fuente energética.
Estos organismos carecen, en cambio, de órganos y de tejidos.
La mayoría de las algas se nutren exclusivamente de
manera autótrofa, sintetizando las sustancias que requieren para subsistir a través de
elementos que no son orgánicos (en este caso, la luz del sol). Sin embargo,
algunas especiestambién apelan a la alimentación heterótrofa.
La especialidad de la botánica centrada en el análisis de las algas se denomina ficología,
aunque también suele ser mencionada como algología. Cabe destacar que, entre los
múltiples géneros de algas, hay varios que son aprovechados por el ser humano en
diferentes contextos.
Existen algas que son empleadas como comida. Las algas rojas del género Porphyra, por
ejemplo, se conocen como nori y se usan con frecuencia en la gastronomía japonesa. Por lo
general estas algas se secan y se cortan en tiras para que puedan utilizarse en la elaboración
de sushi, enrollando pescado y arroz.
Una de las razones por las cuales las algas gozan de gran popularidad en el ámbito de la
gastronomía es que poseen interesantes propiedades nutricionales. Además, pueden
usarse de muchas maneras y la lista de platos en los que se aprovecha es realmente
interminable, dado que se trata de un ingrediente de gran importancia en la cocina china,
coreana, noruega, irlandesa e islandesa, además de la ya mencionada japonesa.
Cabe mencionar que el número de especies de algas reconocidas por el ser humano supera las
25 000; sin embargo, tan sólo una pequeña fracción de ellas pueden ser comercializadas para
uso gastronómico. A grandes rasgos, podemos decir que tienen un considerable contenido en
vitaminas y minerales (como magnesio, calcio, hierro, yodo, potasio y fósforo). Algunas de
ellas también aportan un alto valor de proteínas, por lo cual suelen aparecer con frecuencia en
los platos vegetarianos.
Si bien las grandes cadenas de supermercados tienen entre sus productos alimenticios alguna
que otra especie de algas, las tiendas donde suele haber una gran variedad son los herbolarios,
o bien cualquiera que se dedique específicamente a satisfacer las necesidades nutricionales de
las personas veganas.

Con respecto a la forma en la que se venden, las algas pueden


venir en polvo, deshidratadas, en conserva o frescas, y el precio varía
considerablemente de un caso a otro.
El modo de empleo de cada una también es diferente. Por ejemplo, antes de usar las algas que
se comercializan frescas debemos asegurarnos de quitarles toda la sal; para ello hay que
sumergirlas en agua y remover, un procedimiento que debemos repetir tres veces. Habiendo
completado este paso, podemos proceder a cocerlas en agua hirviendo (nótese que el tiempo
necesario para cada especie es diferente). Finalmente, debemos escurrirlas y agregarlas a la
preparación; es importante señalar que el agua puede reaprovecharse.
Por otro lado se encuentran las algas deshidratadas, las cuales suelen venderse en pequeños
trocitos, fáciles de agregar a sopas y guisos. Basta con echarlas con el suficiente tiempo para
que se hidraten, ya que no requieren ningún tratamiento especial. Si deseamos usarlas para
complementar otros platos, pero no cocerlas junto con los demás ingredientes, entonces
podemos dejarlas un buen rato en agua fría.
Las algas también pueden emplearse para la producción
de biocombustibles, fertilizantes y productos cosméticos. A nivel industrial, se
incluyen en distintos procesos.

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