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Carrera : Letras

Asignatura: Antropología cultural


Curso : 3°
UNIDAD 1- LA ANTROPOLOGÍA Y EL ESTUDIO DE LA CULTURA
TEMA: La pluralidad de las teorías antropológicas.
1. Las teorías evolucionistas.
1.1. El evolucionismo cultural
(lineal)

El evolucionismo cultural es una


teoría de finales del siglo XIX
sustentada por dos científicos. Por
un lado, Lewis Henry Morgan (1818-
1881), y por Edward Burnett Tylor.
(1832-

Morgan consideraba que todas las sociedades humanas evolucionaban a lo largo de un


proceso común, desde las simples comunidades de cazadores y recolectores hasta las
civilizaciones alfabetizadas.

La hipótesis central de esta teoría es que cada cultura tiende a desarrollarse siguiendo
el mismo patrón de evolución, sin importar el continente de origen. Las culturas
humanas evolucionaron de especies simples a seres más complejos, a través de la
diferenciación del trabajo, siendo el camino de desarrollo, lo observado en el cuadro, es
decir, salvajismo -barbarie - civilización. En ese momento, la cúspide de la civilización
estaba representada por la era victoriana.

A. Salvajismo: los seres humanos eran nómadas, que se dedicaban a la


recolección de frutos, y utilizaban la piedra de manera rústica.
B. Barbarie: En esta etapa aparece la agricultura y los pueblos se vuelven
sedentarios. A su vez, las invenciones se van haciendo más directas en sus
relaciones con las necesidades primarias. (uso de la rueda, domesticación de
animales, construcción de viviendas tipo palafitos). Se elige un jefe entre los
miembros de la tribu.
C. Civilización: Invención de la escritura. De la organización en bandas, clanes,
tribus a la conformación de grandes estados y el desarrollo tecnológico.
Metodología utilizada: Los evolucionistas del siglo XIX recopilaron datos de misioneros
y comerciantes, organizando los datos recogidos de segunda mano, para aplicarlos a los
resultados en una teoría general a todas las sociedades. Puesto que las sociedades
occidentales eran dominantes debido a su poder militar y económico en comparación
con sociedades tecnológicamente simples y arcaicas como en el caso de los aborígenes,
pusieron a aquellas sociedades en el más alto rango de la civilización.

1.2. Evolucionismo social. Edward Burnett Tylor (1832 -1917)

Tylor desarrolló su particular enfoque evolutivo en la antropología de la religión, y creó


su propio esquema de secuencias. Fue el primer titular de una cátedra de Antropología
en Gran Bretaña (1896) así como el primer autor de un Tratado de antropología general,
“Primitive Culture” (1871).

Sus ideas parten de un esquema evolutivo que, bajo el influjo racionalista de la época,
otorga una unicidad instrumental a la cognición humana, superpuesta a un eje temporal
donde la organización social y la cognición recorren un progresivo desarrollo hacia las
formas actuales de la razón, tanto en lo moral como en lo científico.

Tylor propuso una ruta unilineal: desde el animismo hasta el politeísmo, luego al
monoteísmo y finalmente a la ciencia. En la visión de Tylor, la religión se retiraría
conforme la ciencia proporcionara explicaciones cada vez mejores. Tanto Tylor como
Morgan estaban interesados en las supervivencias, las prácticas que sobreviven en la
sociedad contemporánea de las etapas evolutivas más tempranas.

La creencia en fantasmas en la actualidad, por ejemplo, representaría una supervivencia


de la etapa del animismo, la creencia en seres espirituales. Las supervivencias se
tomaban como evidencia de que una sociedad particular había transitado por etapas
evolutivas más tempranas.

Se trata de una reivindicación del “primitivo”, si tomamos en cuenta ciertos prejuicios


de la época. El primitivo deja de ser un ignorante preso del error, para ser parte de un
eslabón necesario en la cadena evolutiva de la razón y el orden social. Tylor concibe una
ciencia primitiva, donde dominan mecanismos erróneos, pero rico en potencial
científico hacia la búsqueda del conocimiento.

Metodología: la propuesta de Tylor fue el método comparativo: investigar "el desarrollo


de las instituciones (…) sobre la base de la tabulación y la clasificación". Su objetivo era
estudiar "la formación de las leyes del matrimonio y el parentesco", y para ello analizó
datos recopilados sobre 350 pueblos, "que abarcaban desde insignificantes hordas
salvajes a grandes naciones cultas".

El principal error que Tylor atribuye a la magia, es la indistinción que efectúa al no


separar discriminadamente los componentes intrasubjetivos (ideativos, imaginarios) de
los que llegan al campo perceptivo desde un “afuera” material y objetivo (realidad
positiva). Este primer gran error arrastra consigo las cadenas causalísticas generadas por
la cognición humana pues, al no efectuar una diferencia cualitativa entre dichos niveles
fenomenológicos, el “hilo de Ariadna” producido en la asociación de ideas se pierde en
los laberintos de las distintas experiencias humanas:
Principios del evolucionismo social, en los que el método comparativo juega un papel
subsidiario:

 la unidad psíquica de la especie humana


 la historia de la humanidad como un desarrollo dividido en etapas uniformes
 la teoría de las supervivencias
 el método comparativo.

2. El “Particularismo Histórico”. Franz Boas (1858-1942)

Boas fue uno de los más destacados opositores a las ideas del racismo científico, muy
populares en aquel momento, que defendían la raza como un concepto biológico y
afirmaban que el comportamiento humano era explicable mediante la tipología de las
características biológicas.

Metodología

Boas empezó utilizando el método comparativo de Tylor, pero con un fin distinto. Se
preguntó por qué tribus con diferentes lenguas comparten rasgos culturales
(costumbres, creencias, mitos, folclore…). Interpretó las semejanzas en el folclore de
distintos pueblos como producto de la difusión y no de la aparición independiente.

La evolución de la cultura de una tribu era, según él, un problema histórico en el que
debía averiguarse qué era original y qué había sido tomado prestado.

Boas sugirió que fenómenos aparentemente similares podían tener causas (históricas,
ambientales y psicológicas) complejas y diversas. Para distinguir lo que había sido
resultado de la invención independiente de lo que se había trasmitido a través de
difusión propuso aplicar un nuevo método: el método histórico. Este método consistía
en:

1. Estudiar detalladamente la historia y la forma de vida de una tribu o grupo humano:


lengua, costumbres y relación con el medio.

2. Realizar un análisis histórico de los grupos vecinos dentro de un área geográfica.

3. Buscar leyes del desarrollo cultural (algo sobre lo que Boas era escéptico).

El particularismo histórico rechazaba la comparación y la generalización en favor de un enfoque


histórico individualizado. En este rechazo, el particularismo histórico se enfrenta a la mayoría de
los enfoques que le han seguido.

“La cultura es un agregado de elementos foráneos (obtenidos mediante difusión), pero


una totalidad integrada (genio, espíritu de un pueblo), que condiciona sus elementos de
manera particular”. (Boas)
El relativismo cultural

Una vez desautorizado el modelo evolucionista, las culturas no podían ser


evaluadas según criterios universales, como pretendía el evolucionismo. Cada
cultura constituía un modo integrado de vida, con su propia tradición y su
propio equilibrio entre emoción y razón. Desde este punto de vista no se podía
decir que unas culturas tuviesen más valor que otras. El valor que los
occidentales atribuían a su cultura (civilización) se debía, según Boas, a las
emociones subjetivas con las cuales la asociaban. Era su propia tradición
cultural la que los llevaba a considerarla superior (etnocentrismo).

El relativismo, entendido como la suspensión de juicio de acuerdo con un estándar


externo o a priori, se convirtió en la premisa fundamental del método antropológico.

Boas, sin embargo, no fue un practicante radical del relativismo. Creía en la existencia
de valores universales: razón, libertad y solidaridad. El conocimiento de otras culturas
debía producir una mayor tolerancia y acercarnos a esos otros valores universales.

3. Teorías funcionalistas

Otro reto al evolucionismo (y al particularismo histórico) vino de Gran Bretaña. Los


funcionalistas posponían la investigación de los orígenes (a través de la evolución o la difusión)
y en su lugar se centraban en el papel de los rasgos y prácticas culturales en la sociedad
contemporánea. Las dos principales corrientes del funcionalismo están asociadas con Alfred
Reginald Radcliffe-Brown y con Bronislaw Malinowski, un antropólogo polaco que enseñó
principalmente en Gran Bretaña.

3.1. Bronislaw Malinowski

Tanto Malinowski como Radcliffe-Brown se centraron en el presente en lugar de en la


reconstrucción histórica. Malinowski hizo un trabajo de campo pionero entre gente viva. Se le
suele considerar el padre de la etnografía en virtud de sus años de trabajo de campo en las Islas
Trobriand y era un funcionalista en un doble sentido. En el primero de ellos, enraizado en su
etnografía, Malinowski creía que todas las costumbres e instituciones de la sociedad estaban
integradas e interrelacionadas, de modo que, si una cambiaba, las restantes también lo harían.
Cada una, por tanto, era una función de las otras. Una consecuencia de esta creencia era que la
etnografía podía empezarse por cualquier parte y que con el tiempo se llegaría al resto de la
cultura. Así, un estudio de la pesca de los trobriandeses terminaría por conducir al etnógrafo al
estudio de todo el sistema económico, el papel de la magia y de la religión, el mito, el comercio
y el parentesco. El segundo sentido del funcionalismo de Malinowski se conoce como
funcionalismo de las necesidades. Él creía (1944) que los humanos tenían un conjunto de
necesidades biológicas universales y que las costumbres se desarrollaban para satisfacerlas. La
función de cualquier práctica era el papel que jugaba en la satisfacción de esas necesidades
biológicas universales, como la necesidad de alimento, sexo, cobijo, etcétera.
3.2. Historia conjetural. Radcliffe-Brown

Según Radcliffe-Brown (1962/1965), aunque la historia es importante, la antropología social


nunca podía esperar descubrir las historias de los pueblos sin escritura. (Antropología social es
como se llama a la antropología cultural en Gran Bretaña.) Desconfiaba tanto de las
reconstrucciones evolucionistas como de las difusionistas. Puesto que toda la historia era
conjetural, Radcliffe-Brown urgió a los antropólogos a centrarse en el papel que juegan hoy
determinadas prácticas en la vida de las sociedades. En un conocido ensayo, Radcliffe-Brown
(1962/1965) analizó el papel prominente del hermano de la madre entre los bathonga de
Mozambique. Un sacerdote evolucionista que había trabajado allí previamente había explicado
el especial papel del hermano de la madre en esta sociedad patrilineal como una supervivencia
de un tiempo en el que la regla de filiación había sido matrilineal. (Los evolucionistas unilineales
creían que todas las sociedades humanas habían pasado por una etapa matrilineal.) Puesto que
Radcliffe-Brown creía que la historia de la sociedad bathonga sólo podía ser conjetural, explicó
el especial papel del hermano de la madre con referencia a las instituciones del presente en
lugar de con el pasado de esa sociedad. Radcliffe-Brown defendía que la antropología social era
una ciencia sincrónica en lugar de diacrónica, es decir, que estudia sociedades tal como existen
en la actualidad (sincrónica, en el momento) en lugar de a través del tiempo (diacrónica).

Otras teorías son:

1. Estructural-funcionalista. (Radcliffe-Brown y Edward Evan Evans-Pritchard)


2. Configuracionismo. (Benedict y Mead)
3. Neoevolucionismo (Leslie White y Julian Steward)
4. Materialismo cultural (Marvin Harris)

A manera de cierre de la primera parte de la historia de las principales teorías antropológicas,


podemos decir que:

Las perspectivas evolucionistas, en especial las asociadas a Morgan y Tylor, dominaron los
primeros pasos de la antropología. El comienzo del siglo XX estuvo marcado por diversas
reacciones al evolucionismo del siglo XIX. En Gran Bretaña, los funcionalistas como Malinowski
y Alfred Reginald Radcliffe-Brown abandonaron el historicismo especulativo de los
evolucionistas en favor de estudios de las sociedades vivas de la actualidad. En Estados Unidos,
Boas y sus seguidores rechazaron la búsqueda de etapas evolutivas en favor de un enfoque
histórico que trazaba los préstamos entre culturas y la difusión de rasgos culturales por áreas
geográficas. Los funcionalistas y los boasianos veían las culturas como algo integrado y regido
por patrones.

En cambio, especialmente los funcionalistas veían las sociedades como sistemas en los que las
diversas partes trabajaban juntas para mantener el todo. A mediados del siglo XX, tras la
segunda guerra mundial y el colapso del colonialismo, hubo un revitalizado interés por el
cambio, incluidos nuevos enfoques evolucionistas. Otros antropólogos se concentraron en los
fundamentos simbólicos y en la naturaleza de la cultura, utilizando enfoques simbólicos e
interpretativos para descubrir símbolos y signifi cados pautados. Hacia la década de 1980 los
antropólogos habían pasado a estar más interesados por la relación entre la cultura y el
individuo, y por el papel de la acción (agencia) humana en la transformación de la cultura. Hubo
también un resurgir de enfoque históricos, incluidos aquellos que veían las culturas locales en
relación con el colonialismo y el sistema mundial. La antropología contemporánea está marcada
por su creciente especialización, basada en temas e identidades especiales. Como reflejo de tal
especialización, algunas universidades se han alejado de la visión holística, biocultural de la
antropología.

Fuentes de consulta

Kottak, Conrad Ph. (2011). Antropología cultural. 14° edición. Mc Graw Hill.
García Canclini, N. (2004). Diferentes, desiguales y desconectados. Mapas de la
interculturalidad. Gedisa, Barcelona, 223 p
Geertz,
C. (1973). El impacto del concepto de cultura en el concepto de hombre.
La interpretación de las culturas (4359). Bs. Aires: Ed. Gedisa.

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