INSTRUCTORADO DE YOGA PARA NIÑOS Y JÓVENES

MÓDULO 1 | APÉNDICE

Las tres cualidades de la materia: las 3 gunas

Las Gunas son las tres cualidades de las que está compuesto
el Universo físico, según la metafísica del Yoga. La palabra
Guna se podría traducir por soga o cuerda, y por lo tanto como
acorde si pensamos a las cuerdas como cuerdas de instrumentos
musicales. Puede considerarse que son diminutas cuerdas, millones
de veces más pequeñas que un átomo, que vibran cada una con
una frecuencia determinada.

Son elementos inseparables que se combinan en diferentes

proporciones para formar todos los objetos materiales. Estas
cualidades se denominan Tamas (la oscuridad), Rajas (la actividad
y las sensaciones) y Sattva (la inteligencia).
En el Bhagavad Gita, el Ser Absoluto nos dice de dónde
proceden: “Has de saber que todas las manifestaciones de sattva,
rajas y tamas emanan de mí. Aunque ellas están en mí, yo no estoy
en ellas”.

Aunque el párrafo anterior parezca confuso, no lo es, sino que se

trata de una explicación profunda y concisa de lo que son las
Gunas. Pensemos que el Plano Superior es Luz, es Autoconciencia y
es la más alta de las vibraciones. Si identificamos a las Gunas con
los colores primarios (rojo, amarillo y azul), todos entenderíamos
que estos colores emanan del blanco (la luz) por lo que están en
el blanco, pero el blanco no está en ellos.

Para poder percibir los colores en el plano material es

imprescindible la oscuridad. Por ello Tamas es la base del Universo
físico, pues sin ella éste no existiría. Tamas es también el silencio,
la ignorancia, la vibración más baja y la cuerda que forma los
elementos con más densidad.

Cuando los seres llegamos a este plano físico, entramos en la

llamada “ilusoria ignorancia”. Y aunque nacemos tamásicos, nuestra
evolución impregna ya nuestro temprano desarrollo y el proceso no
se detiene. Es un perfeccionamiento progresivo en el que
vamos convirtiendo lo tamásico en rajásico, y
lo rajásico en sáttvico. La falta de desarrollo en una persona

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puede hacer que se mantenga en un estado tamásico durante toda

su vida.

Una persona rajásica tiene que trascender cualquier apego a la

actividad y posteriormente a la sensibilidad para convertirse
en sáttvica.

Las gunas: alimentación y hábitos

La liberación que buscamos en Yoga trasciende a las tres cualidades de
la materia. Cuando logramos la liberación, nos liberamos también de las
3 gunas. Sin embargo, dijimos que Yoga es la meta, pero también el
camino. Para practicar la mayoría de las técnicas yóguicas, necesitamos
incrementar la guna Sattva, que es la que casualmente más escasea en la
sociedad moderna. Es decir, necesitamos volvernos más tranquilos, más
equilibrados, más inteligentes, más conscientes y más felices.
Los sabios afirman que nos alimentamos de todo lo que ingresa por los
sentidos. Por eso, además de incrementar Sattva en la comida,
buscaremos incrementarla a través de diferentes hábitos. Y si lo que
buscamos es Enseñar Yoga, es importante que encarnemos y
vivenciemos eso que buscamos transmitir. Por lo tanto, es importante
observar nuestros hábitos y tratar de incrementar aquellos que
fomenten Sattva, ya que los niños se nutrirán de aquello que logramos
transformar en nosotros mismos.
Las tres Gunas (sogas), siempre están luchando por obtener la
supremacía en nuestro interior, y para ganar poder y disminuir a las
otras dos, buscan alimentarse constantemente.
Como decíamos, no solo la boca come y el estómago digiere, sino que
cada estímulo sensorial es un “alimento” que la mente consciente
(manas), subconsciente e inconsciente (citta), el ego
(ahankara) y el discernimiento inteligente (buddhi) tienen que
“digerir”. Si queremos aumentar nuestro Sattva tenemos que ver,
escuchar, oler y sentir cosas sáttvicas.

Los alimentos sáttvicos son aquellos que son creados y sustentados por
la fuerza cósmica de Sattva (luz, bondad, armonía, equilibrio, pureza) y
no están influenciados por las fuerzas cósmicas de Rajas (pasión,
inquietud, deseo) o Tamas (oscuridad, inercia, ignorancia), o la influencia
de éstas es mínima.

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Tamas
Los alimentos tamásicos son muy difíciles de digerir, y aún si se digieren,
dejan residuos tóxicos que son difíciles de eliminar. Congestionan el
cuerpo y lo desvitalizan. Dejan el cuerpo pesado y la mente embotada.
Cuando la mente y el cuerpo se vuelven tamásicos, la persona sólo
quiere seguir comiendo, a pesar de sentirse saciada, y luego, sin
energías, desea dormir. Cuando las obligaciones le exigen esfuerzo y
dedicación a la persona influenciada por Tamas, el mal humor y el
desánimo se manifiestan inevitablemente. No resisten el estrés.
Gradualmente, pensamientos negativos y emociones perturbadoras
invaden la mente y el corazón, y sentimientos de cólera, odio, temor o
aflicción, afloran deprimiendo a la persona.

Ejemplos de imágenes tamásicas: un lugar desordenado o sucio, una

escena cruel, un alimento podrido, una persona desmejorada por la
enfermedad, un cadáver, una película de terror, un cuerpo mutilado,
sangre, un matadero, la carnicería, un video trágico, un tornado, un
tsunami, una inundación, un incendio, u observar todo lo que implique
destrucción.

Sonidos tamásicos: un insulto, una mentira despiadada, una crítica

ofensiva, una gemido desesperado, la música desafinada, estridente,
violenta o depresiva, una discusión violenta, etc.

Olores tamásicos: el olor de los deshechos corporales, el olor de la

comida podrida, el olor de un río contaminado, el olor de ciertas fábricas
que procesan ciertos materiales, el olor de un cadáver en
descomposición, el olor a humedad.

Sensaciones táctiles y generales tamásicas: un golpe doloroso, un corte

corporal, el calor o el frío extremos, el quemarse la piel, el quebrarse un
hueso, un esguince, vomitar, la sensación de estar intoxicado o enfermo,
la sensación de haber comido en exceso o algo nauseabundo, la
pesadez, el sueño, la depresión, la desesperanza, el miedo, el ataque de
pánico, la confusión, etc.

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Alimentos y substancias tamásicos:

1. Carnes en general (excepto la carne fresca de caza, de ave y el
pescado fresco)
2. Huevos de cría comercial
3. Quesos duros o curados
4. Fiambres de todo tipo (encurtidos y chacinados)
5. Enlatados, conservas, vinagre, pickles
6. Alimentos congelados
7. Alimentos industrializados, preparados con azúcar blanca
refinada , saborizantes y conservantes como galletitas, masas,
facturas, tortas, golosinas y productos de pastelería (excepto que
sean de producción casera hechos con harina integral y azúcar sin
refinar)
8. Exceso de pan y pastas
9. Exceso de grasas
10. Lácteos de producción industrial
11. Gaseosas, bebidas alcohólicas y jugos envasados
12. Comida rápida, comida chatarra, snacks
13. Drogas legales (algunos fármacos estupefacientes, cigarrillos,
etc) e ilegales (marihuana, cocaína y sus subproductos, etc.)
14. Alimentos pasados, muy maduros o muy verdes, mal
preparados o cocinados y servidos en un estado de ánimo muy
negativo.
15. Exceso de alimentos de cualquier tipo

Hábitos que fomentan Tamas:

1. Dormir en exceso o a horas inadecuadas, o dormir menos de lo
necesario
2. Comer en exceso o a cualquier hora
3. Exceso de actividad sexual
4. No trabajar lo suficiente, no tener un pasatiempo agradable o no
realizar alguna actividad noble
5. Trasnochar habitualmente
6. Relacionarse con personas muy críticas, crueles, malintencionadas,
negligentes, descuidadas, deprimidas, etc.
7. Ver películas de terror, presenciar escenas violentas, escuchar
o participar en discusiones muy agresivas
8. Ver demasiado la televisión
9. Frecuentar lugares donde se promueve la ilegalidad, el vicio y la
estupidez
10. Música depresiva o agresiva
11. Falta de estímulo físico, mental, emocional o intelectual
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Rajas
Ejemplos de imágenes rajásicas: una casa lujosa o un palacio, una
escena erótica o excitante, un plato de comida delicioso, una persona en
actitud provocativa, un video musical intenso, una película de acción o
dramática, contemplar una tormenta fuerte, un cuadro muy colorido, los
colores muy fuertes.

Sonidos rajásicos: un halago pretencioso, una mentira “piadosa”, un

comentario inquietante o sorprendente, una palabra provocadora, una
carcajada, una risotada exagerada, un gemido de goce sexual, los ruidos
de una ciudad, el bullicio de la gente, un grito de alegría, una música
emocionante o excitante, la música fuerte.

Olores rajásicos: el olor corporal, el perfume fuerte, el olor intenso de

ciertos alimentos, el olor de la comida muy sazonada, el olor fuerte de
algo que se quema.

Sensaciones táctiles y generales rajásicas: un masaje fuerte, el placer de

rascarse, el estímulo del agua fría cuando hace calor, el placer del agua
caliente cuando hace frío, el padecer hambre o sed, las sensaciones
corporales de la excitación sexual, el orgasmo, la euforia, la inquietud, el
llanto liberador, la catarsis, la danza intensa.

Los alimentos rajásicos estimulan la mente y el cuerpo. Bajo la

influencia de Rajas, la persona se siente muy enérgica y termina
exigiéndose más de lo que le conviene, pasando por alto las señales del
cuerpo como el hambre, la sed, la transpiración excesiva, el incremento
exagerado de la frecuencia cardíaca y el ritmo respiratorio, la inquietud,
el nerviosismo, la euforia, la excitación exagerada y la necesidad de
parar, relajarse y descansar. En algunos casos, la excesiva autoconfianza
se transforma en sentimientos de omnipotencia, llevando a la persona a
tomar decisiones equivocadas que complican sus días. Bajo la influencia
de Rajas, la persona parece gozar de una elevada autoestima y de un
alto nivel de energía, y con frecuencia es impaciente, ansiosa e
imprudente. Hablan demasiado, tratan de hacer muchas cosas a la vez, y
así consumen sus reservas energéticas hasta llegar al agotamiento
psicofísico (Tamas) El deseo natural se transforma en un fuerte anhelo o
en obsesión. Poco a poco, va creciendo la codicia, la lujuria, la ambición

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de poder, de prestigio, de honor, de fama, de gloria, de dinero, de sexo,

de lujo, de confort, de éxito, de más, de más, de más... ¡y nunca alcanza!

Los alimentos rajásicos son fuertes. Su sabor siempre es intenso: muy

salados, muy dulces, muy picantes, muy agrios, muy astringente, muy
calientes o muy fríos, y demasiado condimentados.

Alimentos y substancias rajásicos:

1. Algunas carnes de caza (conejo, liebre, aves, venado, cordero)

2. Pollo de campo criado a granos y huevos naturales de gallinas que
comen granos
3. Pescado fresco
4. Demasiadas proteínas en general (incluso el uso exagerado de
legumbres)
5. Uso excesivo de ajo y cebolla
6. Especias picantes como el pimentón picante, cayena o paprika,
pimientas, ajíes o chiles (el jengibre es una excepción), salsas
picantes y exceso de especias, sal y condimentos en general
7. Uso excesivo de café, té, mate, cacao, guaraná, kola, coca, efedra,
ginseng
8. Bebidas energizantes (speed, red bull) y bebidas colas
9. Ciertos productos para adelgazar que contienen estimulantes
químicos como efedrina o anfetaminas, medicamentos que
contienen cafeína sintética
10. Derivados de la efedrina, metanfetamina, LSD, éxtasis, y varias
drogas de diseño con propiedades estimulantes

Hábitos que fomentan Rajas:

1. Dormir menos de lo necesario (también fomenta Tamas)
2. Comer menos de lo necesario
3. Exceso de actividad sexual
4. Exceso de trabajo, someterse a estrés permanente
(demasiadas responsabilidades)
5. Exceso de estímulos sensoriales (demasiada vida social, reuniones,
fiestas, ruido, tensión, viajes, gente, cine, teatro, recitales, charlas
permanentes, hablar demasiado, etc.)
6. Uso permanente de dispositivos móviles o computadoras
7. Ver mucha televisión, series o películas de acción, suspenso,
dramas o pornografía
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8. Relacionarse demasiado con personas muy sensuales,

ambiciosas, eufóricas, pasionales, nerviosas o agresivas
9. Escuchar demasiada música o leer demasiadas novelas
10. Exceso de actividad física, mental, emocional o intelectual

Para salir del sopor de Tamas y llegar a la claridad de Sattva es

necesaria la fuerza de Rajas

Sattva
Ejemplos de imágenes sáttvicas: un amanecer, un atardecer, un cielo
estrellado, contemplar la luna, un bello paisaje, un lugar agradable,
limpio y ordenado, un rostro armónico, un cuerpo bello y
proporcionado, una sonrisa sincera, una foto o pintura de una persona
santa o de una deidad, un símbolo religioso significativo para uno, una
flor, una fuente con frutas, un árbol frondoso, una planta exuberante.

Sonidos sáttvicos: el canto de los pájaros, el fluir del agua en un arroyo

o el sonido de las olas en un mar tranquilo, el sonido del viento suave en
los árboles, una palabra amable, un comentario amoroso, una canción
dulce, una melodía agradable, un mantra correctamente pronunciado,
una oración sincera, la palabra de la persona santa, la enseñanza de la
persona sabia, el comentario alentador de un amigo, la sugerencia
amable de un instructor, la música tranquila o relajante, el sonido sutil
que puede percibirse en el silencio.

Aromas sáttvicos: el aroma de la tierra, el aroma de las hierbas, el

aroma de las flores, el aroma de la playa, del mar o de la arena, el aroma
suave del alimento natural, el aroma perfumado de un templo, un
sahumerio suave en un lugar ventilado, una fragancia suave y fresca.

Sensaciones táctiles y generales sáttvicas: una caricia tierna, un masaje

suave, un toque amoroso, la brisa fresca en verano, el calor suave en
invierno, un baño tibio o cálido, la temperatura moderada, la saciedad
de haber comido o tomado algo nutritivo en su justa medida, la
sensación de alegría que produce la vitalidad, la sensación energética
que produce la salud, el placer de relajarse, caminar sobre el pasto
suave, descansar sobre una superficie mullida, la sensación de equilibrio
y estabilidad corporal, mental y emocional, disfrutar de una asana,
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observar la respiración tranquila, una buena clase de Yoga, la paz

mental, la alegría del corazón, la claridad de los sentidos, la percepción
intuitiva, el entendimiento, la comprensión de los diferentes aspectos
de la existencia o de la naturaleza de la realidad, la realización personal,
la compasión, el amor, etc.

Alimentos sáttvicos
1. Frutas frescas y frutos secos
2. Semillas oleaginosas y nueces
3. Vegetales, verduras y hortalizas frescas de todo tipo, color y forma
(excepto el ajo y la cebolla, a menos que se usen por separado y en
pequeñas cantidades), crudas o debidamente cocidas.
4. Cereales integrales bien cocidos o germinados
5. Legumbres en pequeñas cantidades (germinarlas es lo mejor,
especialmente en verano)
6. Lácteos frescos de vacas bien cuidadas, sin procesos industriales
complejos ni conservantes artificiales
7. Jugos de frutas y vegetales frescos
8. Hierbas, especias suaves, sal de roca o marina y algas para saborizar
9. Té de hierbas como infusión (el mate cocido y el té verde, aunque
contienen un porcentaje pequeño de cafeína, si se toman en
pequeñas cantidades, pueden considerarse aptos dentro de una
alimentación yóguica)
10. Azúcar sin refinar (mascabo) y miel pura para endulzar (no se debe
cocinar con miel)
11. Levadura de cerveza, polen de flores, jalea real, espirulina, lecitina
de soja y ginseng de buena calidad, pueden usarse en pequeñas
cantidades como tónicos energizantes. Productos ayurvédicos como
Brahmi, Tulsi, Ashwagandha, Shatavari y Chyawanprash, son
excelentes tónicos rejuvenecedores y vitalizantes energéticos,
aunque difíciles de conseguir por ahora.
12. Agua mineral, agua mineralizada o agua filtrada. No usar con
frecuencia el agua potable o de la canilla.

Fuente: Adaptación de dos textos de Leandro Castro y Pedro Maria Lopez Pereda

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Actividad: Observa las 3 gunas durante tu semana.

1. Realiza una descripción de un día "normal" de tu vida con las

diferentes actividades que realizas. e indica qué gunas
prevalecen en cada momento.

2. Si tuvieras que indicar en porcentajes la proporción de gunas de

los que un día de tu vida se compone, ¿Cuáles serían esas
proporciones? ¿Cambian esas proporciones durante el fin de
semana?

3. ¿Puedes observar alguna relación entre aquello de lo que te

alimentas y cómo te sientes luego? Recuerda que alimento es
TODO aquello que entra por los sentidos

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