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UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS

(UNIVERSIDAD DEL PERÚ, DECANA DE AMÉRICA)

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES


AMÉRICA PRECOLOMBINA

NUEVAS INTERPRETACIONES ACERCA DE LA CAÍDA DE LAS


CIUDADES MAYA

Docente:
Cabanillas Delgadillo, Virgilio Freddy

Alumnos: Códigos:
Dorado Huanay, Alfredo 17150001
Pala Arroyo, Victor Manuel 17150134
Toro Fustamante, Ronaldiño 17150135

Ciudad Universitaria, julio del 2019


ÍNDICE

1. Introducción
2. Problema de investigación
3. Objetivos
3.1 Objetivo general
3.2 Objetivos específicos
4. Marco teórico
5. Capítulo 1: La sociedad maya
5.1 Aspectos generales
- Ubicación
- Cronología
5.2 Organización
- Política
- Social
- Económica
5.3 Manifestaciones culturales
- Arte
- Arquitectura
- Calendario
- Escritura
- Religión
-
6. Capítulo 2: Análisis de las nuevas interpretaciones acerca de la caída de las
ciudades maya
7. Conclusiones
8. Bibliografía
9. Anexos
1. Introducción

La cultura maya es una de las principales civilizaciones que se desarrolló en el


área mesoamericana. Hasta la actualidad la palabra maya constituye un elemento
que denota la identidad a muchos pueblos que aún subsisten en el área
Mesoamérica. Cuando hablamos de su “desaparición” nos referimos al pueblo
que construyó los grandes monumentos que hoy son los principales atractivos
turísticos de países como México o Guatemala. Al mismo que elaboró
grandiosas obras de arte y proezas de ingeniería. Por ello en el presente trabajo,
primero haremos una descripción general de la cultura, conocer a esta para
poder explicar las teorías de su desaparición. Haremos un recuento de las
antiguas teorías para contrastarlas con las nuevas. Esto nos permitirá dilucidar
que tanto han variado a lo largo de los años y que tanto se diferencian. El criterio
que utilizamos para poder determinar que teoría es nueva o que teoría es antigua
se basa en un aspecto cronológico, Tiene como hito el año 2000 hacia adelante
para las nuevas y para atrás a las antiguas. Esto por el hecho de que durante la
transición al siglo XXI hay un nuevo enfoque al momento de explicar las
posibles causas de la desaparición de los mayas. La demarcación esta también
representada por nuevos hallazgos arqueológicos que fueron determinantes para
conocer más aspectos de la cultura en sí. Esto es importante porque nos permite
una mejor comprensión de la cultura ya que de los mayas podemos conocer
muchas cosas gracias a que estos pueblos lograron transmitir su legador en
representaciones simbólicas (jeroglíficos), pero poco sabemos en cuanto a su
desaparición, las causas durante mucho tiempo constituyeron enigmas para los
investigadores esto por la complejidad misma de la cultura y de la zona en
donde se desarrolló.
2. Problema
¿Por qué razones las nuevas interpretaciones se han sobrepuesto a las antiguas
teorías sobre la caída de las ciudades mayas?

3. Objetivos

3.1 General

Contrastar las teorías antiguas con las nuevas interpretaciones acerca de la caída
de las ciudades mayas.

3.2 Específicos

- Analizar las características y contenidos principales de cada teoría acerca de la


caída de las ciudades mayas.

- Identificar las particularidades de cada teoría para contrastarlas.

4. Marco teórico

El término “colapso” se ha usado mucho para explicar el fin de las ciudades maya.
En este trabajo nosotros definiremos “colapso” de las ciudades maya como el
proceso de abandono de estas.
a) Abandono de las ciudades
Abandonar como significado propio, es dejar o desatender un lugar en el que
habitaste. Siguiendo la línea del trabajo, el abandono de las ciudades mayas parte de las
diversas dificultades y factores que fueron propensos. Al respecto, Alvarado, menciona
que “una supuesta degradación ambiental producida por cambios climáticos aunada a un
explosivo incremento poblacional”. (2013, párr. 3). Fue un aspecto-factor que provoca
el abandono de las diversas ciudades maya ya que, al verse desfavorecidos ante el clima
y la producción para su población, optan por salirse, lo que llevará a su posterior caída.
Al perder sus prácticas que fueron llevadas por largos periodos, y al caer en la densidad
demográfica, los mayas se vieron con la necesidad de abandonar las ciudades para
buscar otros lugares y establecerse. Para ello, necesitaban tierras productivas, donde los
efectos para su recomposición sean favorables.
Los diversos factores que se han planteado sobre el abandono de las ciudades
mayas ha sido uno de los enigmas de los investigadores y sobre el que indagan
constantemente. En tal sentido, al discutir sobre el abandono de las ciudades mayas se
dice que estas cayeron entre los años 850 d.C. y 925 d.C., coincidiendo con las sequías.
Así, años de cosechas escasas habrían disminuido de manera gradual su influencia
política y conducida a la desintegración y posterior abandono de la sociedad de sus
ciudades. En tal sentido, se dice que “los mayas, como todas las grandes
civilizaciones, dependían en gran medida de los cultivos para su poder económico y
para sostener su enorme fuerza de trabajo”. (Wylie, 2016, párr. 25). Esto llevará al
abandono de las ciudades al no ser tan productivas, para el abastecimiento de su
población y el sustento del Estado.

b) Colapso
El colapso está muy asociado al abandono de las ciudades, por eso vimos
conveniente definir primero lo que nosotros entendemos como abandono. Hecho esto,
nos quedaría establecer a qué nos referimos con “colapso”.

La Real Academia de la Lengua española define “colapso” como


destrucción, ruina de una institución, sistema, estructura, etc. en primera acepción. Para
el caso de las ciudades maya, muchos autores entienden colapso como el abandono de
las ciudades, las causas de esto no nos incumben ahora, pero sí el debate sobre la
utilización del término. Los críticos de este uso argumentan principalmente que la
palabra “colapso” tiene una connotación homogénea y de proceso en el corto plazo.
Demarest afirma que lo que les ocurrió a las ciudades maya al final del clásico, no fue
un colapso, sino más bien un “declive”, transformación o desaparición de su sistema
político. Su argumento principal es que no todas las ciudades sufrieron dicha
declinación, sino solo las que poseían características e instituciones asociadas a un
sistema político (2001, pág. 391), por lo tanto “colapso” o “declive” (en este trabajo
ambos términos serán sinónimos) no deben ser entendidas como procesos homogéneos
que sucedieron en todo el territorio maya. En este sentido, el abandono de las ciudades
sería una manifestación de despoblamiento, lo cual a su vez es una consecuencia del
“declive” o “colapso”.
Para conocer a profundidad a la cultura maya también es necesario hablar sobre
el concepto de “ciudades-estado” ya que es el tipo de organización en el cual estos
pueblos vivieron. Los mayas, se esparcieron por el norte de Centroamérica, la Península
de Yucatán y el sureste de México. Tuvieron un sistema de ciudades-estado similar al
de los griegos, siendo de las más importantes Chichén-Itzá, Uxmal, Palenque y
Calakmul en México, Copán en Honduras, así como Tikal y El Mirador en Guatemala.
Hay que aclarar que este concepto principalmente es conocido por referir a las ciudades
griegas, esto no quiere decir que haya sido igual para los mayas, ya que ambas culturas
tuvieron diferencias notables. En términos generales, una unidad política maya
característica del período Clásico al respecto Pozuelo (2006) menciona que

…estaba constituida al menos por una ciudad que ejercía como capital y en la
que vivía la dinastía gobernante, los nobles y un número indeterminado de linajes
subordinados con ocupaciones intelectuales y especializaciones artesanales. En el caso
de un territorio muy pequeño, es posible que existiera únicamente un centro de
integración política, pero un estado de extensión media incluía otros focos de población
con sus propias administraciones locales, que imitaban las pautas de la capital y
reproducían, aunque a tamaño reducido, los edificios civiles y religiosos.(pág. 81)

El control efectivo del territorio fue muy precario, la autoridad se difuminaba a


medida que se alejaba de la capital, al tiempo que sus estructuras administrativas se
solapaban en los centros provinciales dependientes. A raíz de esta debilidad estructural,
responsable de la inestabilidad de las entidades políticas, las fronteras fueron muy
sensibles a la disminución o el aumento del poder de la capital y, en consecuencia,
notablemente fluidas. Se estima que la extensión media de las diferentes unidades
políticas abarcaba un radio de unos 25 kilómetros alrededor de la capital; por lo general,
las guerras se dirimieron entre ciudades vecinas; tampoco hay indicios de que en los
matrimonios de las élites participasen miembros de ciudades muy alejadas.

La ausencia de centralización política y la tendencia a la atomización de los


estados mayas hizo necesaria una tupida y dinámica red de alianzas. La existencia de
múltiples rasgos culturales comunes (como elementos arquitectónicos y estilísticos y
tipos de cerámica) y la presencia de objetos procedentes de otras regiones en los ajuares
funerarios de las élites atestiguan la realidad de estas alianzas en toda el área de la
cultura maya. Tales objetos posiblemente fueron obtenidos en calidad de regalos o
intercambios durante visitas o aportados por los pactos matrimoniales, que tanta
importancia tuvieron.
5. Capítulo I: La sociedad maya
5.1 Aspectos generales

- Ubicación y cronología

La civilización maya es sin duda la más fascinante de las antiguas culturas


precolombinas. Ciertamente, en ninguna de ellas se halla un esplendor artístico e
intelectual comparable al alcanzado por la cultura maya durante el llamado «Viejo
Imperio» o periodo Clásico (250-900 d.C.), resultado de un desarrollo que había
empezado al menos en el siglo IV a.C. y que tuvo su principal foco de irradiación en la
ciudad de Tikal, tan impresionante por sus dimensiones como por su monumental
urbanismo. Lo que hoy llamamos civilización maya era en un conjunto de muchos
pueblos distintos que ocuparon parte de lo que hoy es Guatemala, Belice, Honduras y
México.

La sociedad maya es una de las civilizaciones más complejas de Mesoamérica,


y ha sido necesario dividir su evolución en varias fases para hacer más comprensible su
estudio: Época Arcaica (24000-3000 a. C.), Preclásico (2000 a. C. - 250 d. C.), Clásico
(250-900 d. C.) y Postclásico (900- 1200 d. C.) (Pozuelo, 2006) Estas fechas son
meramente orientativas ya que hasta que los mayas empiezan a erigir estelas con fechas
en su calendario no se encuentran testimonios reales en el tiempo. Además, al igual que
sucede en Perú con el desarrollo de las civilizaciones, las divisiones temporales no
constituyen un bloque cerrado en cuanto a fechas, porque los mayas no pasan del
preclásico al clásico de un día para el otro.

Época Arcaica (5000-3000 a. C.)

El desarrollo de la cultura Maya inició aproximadamente hace 5,000 años,


cuando se calcula que se conformó el primer idioma, conocido como Proto-Maya. A
partir de ese momento se ha establecido una cronología que permite ubicar los sitios
arqueológicos en unidades temporales, para así interpretar los procesos sociales y
políticos que se dieron hasta la conquista española en el siglo XVI. Se puede definir a
este periodo como el momento en que se formó el grupo Maya en sí. Las poblaciones
son bastante simples, con características semi-nómadas, que aprovecharon recursos
silvestres mediante la recolección de plantas y la cacería de animales. Tomó varios
siglos para que estas sociedades descubrieran la agricultura y la utilizaran como
principal medio de subsistencia. Es por ello que se calcula que el maíz, frijol y las
calabazas se empezaron a cultivar alrededor del año 3,500 a.C. Las herramientas son
predominantemente de piedra y materiales perecederos, como canastas y tecomates o
guajes.

Preclásico (2000 a. C. – 250 d. C.)

Este periodo es muy largo en el tiempo y en el cual encontramos una


subdivisión en tres fases: Preclásico Temprano, Medio y Tardío. Otro punto es que
durante este periodo los mayas son influenciados por otras culturas de Mesoamérica lo
que sentará las bases de la cultura maya clásica.

Preclásico Temprano: Las ciudades mayas se asientan unas encima de otras de


manera constante, esta es una característica que ha de tomarse en cuenta por el hecho de
que una edificación puede contener elementos del preclásico y del clásico lo cual
complica la ubicación temporal del monumento. Este periodo indica el momento en que
las sociedades mayas contaron con rasgos culturales propios que los distinguen de otros
grupos mesoamericanos. Las sociedades son ya aldeas agrícolas sedentarias, por lo que
aparece por primera vez la cerámica.

Preclásico Medio: Se caracteriza fundamentalmente por la aparición de los


primeros cacicazgos mayas, provocado por una intensificación del comercio entre los
mayas y otras culturas importantes que se desarrollaban en Mesoamérica, especialmente
con los olmecas. “La influencia que la cultura olmeca ejerció sobre los mayas tiene un
valor incalculable” (Pozuelo, 2006, pág. 24) por lo que es común encontrar elementos
iconográficos asociados a esta región. Es en este momento cuando aparecen las
primeras expresiones de poder político en la forma de objetos de arte, en especial
esculturas en piedra. El final de este período se ubica entre los años 400 y 300 a.C., que
coincide con el abandono de los centros olmecas.

Preclásico Tardío:

En este momento se encuentran centros monumentales que albergaron miles de


personas, cuya arquitectura denota un alto grado de organización laboral. El uso del arte
como medio de legitimación política alcanza un alto grado de desarrollo, tanto en las
esculturas como en elementos arquitectónicos, y se inicia el uso de la escritura. La
iconografía del Preclásico Tardío es altamente rica en símbolos, por lo que evidencia la
existencia de sistemas religiosos institucionalizados que se basaron en narrativas
mitológicas, para la elaboración de grandes ceremonias públicas. La gran cantidad de
asentamientos de distintas escalas indica que la organización territorial ya es jerárquica,
donde un centro mayor tiene dominio sobre otros menores a su alrededor.

Periodo Clásico (250-900 d. C.)

Temprano y Medio: 250 – 700 d. C.

En este período florecieron otras ciudades como Copán en el valle del río
Montagua y Palenque en el río Usumacinta, en parte por lo abundante de las aguas y los
bosques. En todo caso, Palenque es la ciudad de mayor esplendor cultural, gobernada
por el más sobresaliente de todos los Ahau11 ( rey) durante 80 años en el siglo VII,
Hunab Pakal, quien demás dejó instrucciones precisas a su hijo para la construcción de
su tumba con sarcófago y la famosa pirámide de las Inscripciones sobre la misma.

Impresionantes testimonios arquitectónicos en el palacio real, donde la calidad


interior de la construcción muestra decoraciones de estuco barrocas al mejor estilo de
otras civilizaciones como la europea con grandes adelantos tecnológicos como
instalaciones sanitarias, baños de vapor y el uso de vigas y columnas. (Infante, 2006)

Alrededor de río Usumacinta, por un viaje entre la selva con las comodidades
del mundo moderno se encuentran 3 ciudades tesoro, dos de las cuales tienen acceso por
el río únicamente, Yaxchilán y Piedras Negras y una por carretera manejada por los
Lacandones12 llamada Bonampak. Yaxchilán es famosa por sus dinteles, estelas y
frisos de piedra tallada con gran maestría y en excelente estado de conservación; su
acrópolis y la gran plaza en medio de la selva son una experiencia alucinante hoy, su
apogeo data del siglo VIII d.C. Bonampak en cambio, siempre aliada de Yaxchilán y
Palenque conserva además de una gran plaza y una acrópolis dignas de un imperio, los
más bellos e importante frescos de todo el Mayab, dibujos magistrales donde se pueden
ver a estilo de los mejores testimonios del mundo pintados con una policromía
espectacular, las grandes celebraciones de la ciudad que floreció en el 700 d.C. “La
aparición de la escritura jeroglífica es el rasgo más destacado del periodo clásico, y al
mismo tiempo de esto apareció la monarquía hereditaria, una nueva institución que
dotaría a la cultura maya de gran simbolismo y desarrollo guerrero”. (Pozuelo, 2006,
pág. 28)
Clásico Tardío: 600-900 d. C.

El año 600 d. C. marca la transición entre los periodos tempranos y tardíos,


coincidiendo con la caída de Teotihuacán, durante esta etapa la civilización maya
alcanzó su mayor crecimiento poblacional y su complejidad social, así como su máximo
desarrollo artístico e intelectual. Caracteriza de este período el crecimiento máximo de
los centros ceremoniales, así como su proliferación en todo el territorio maya. El
aumento demográfico es evidente y el incremento de la producción agrícola a través de
la agricultura intensiva y con el sistema de chinampas en las tierras bajas permite la
construcción de obras públicas monumentales, grandes complejos arquitectónicos como
templos, palacios, tumbas, caminos. Estos últimos intensifican el intercambio comercial,
tanto de materias primas como de productos artesanales, lo que en conjunto produce el
auge global de la economía.
La cerámica decorada denominada Tepeu es la más importante en las tierras
bajas, pero a la vez destaca otro foco de producción de cerámica de pastas finas que se
desarrolla independientemente en el área de Laguna de Términos, entre otros tipos de
menor rango en el norte y  este de la península.
En la pintura mural se genera un estilo que parece originarse en las tierras bajas,
pues el ejemplo más temprano proviene del edificio B XIII de Uaxactún, lugar muy
cercano de Takal, en donde ya se ha señalado que existió una tradición desde el
Preclásico. La culminación de este estilo se da en las pinturas de Bonampak, en la
cuenca del Usumacinta, pero también se encuentra ampliamente representado en la
región Puuc en Mulchic, Kiuic, Xkichmook, Santa Rosa Xlapak, Dzibilnocac, Sacnicté,
Xnucbec y Uxmal. En la zona nororiental de la península también hay ejemplos en el
Templo de la Lechuza, en Chichén Itzá, y en la estructura denominada El Cuartel, en
Cobá.
Igual que en las pinturas de los períodos anteriores, la figura humana constituye
el motivo principal de este estilo de Clásico Tardío, misma que reproduce el tipo físico
maya clásico, con nariz aguileña, deformación craneana y ojos estrábicos. También
mantiene la tendencia al naturalismo a través de las proporciones, las líneas suaves de
contorno y los colores, que se apegan a los que en la realidad tienen los objetos
representados, con una riquísima paleta en la que sólo están ausentes las combinaciones
de rojo y azul, tales como el malva, el solferino o el morado.
Posclásico (900 – 1200 d. C.)
Durante este momento de la historia maya los principales escenarios estuvieron
ubicados al norte del sector mesoamericano donde se “concentró la mayor población,
mientras que el corazón de la selva que un día fue donde floreció esta cultura quedo
prácticamente olvidado” (Pozuelo, 2006, pág.32) La influencia mexicana llego hasta el
norte, siendo más visible en Chichén Itza donde aparee un tipo tolteca desconocido
hasta entonces. Aunque luego el poder de Chichén Itza fue usurpado por la ciudad de
Mayapan, mientras que en las tierras bajas se crearon ciudades más pequeñas. Este
periodo llego a su fin en 1521 cuando cayó el imperio azteca y los conquistadores
españoles comenzaron a ocupar todo el territorio. Para este momento, la civilización
maya clásica que tanta riqueza cultural y artística había alcanzado, tan solo era un mero
recuerdo ocupado ya por el silencio de la selva.

5.2 Organización

- Política.
Si hablamos de la organización política maya, debemos mencionar a sus
ciudades-estado. Estas tienen su mejor desarrollo en el periodo clásico maya (300-900
d. C.), pero su origen se encuentra en el periodo preclásico, cuando surgieron las
primeras aldeas y centros ceremoniales. Hacia el 1600 a. C. Este auge de las ciudades-
estado acabó en el periodo posclásico. Las teorías acerca de la causa de este suceso son
varias. En el presente trabajo, el objetivo principal, como establecimos en la
introducción, será comparar esas teorías. De allí la importancia de realizar este acápite
sobre la organización social y política maya antes de ir directamente al objetivo del
trabajo.

Cada ciudad maya eran estados independientes. Por la distribución


arquitectónica (Templos- pirámide con hogares establecidos alrededor) de cada una se
puede colegir que la independencia no solo era política sino también cultural. Este
ordenamiento es reflejo de una sociedad estratificada. Además, cada ciudad maya estaba
gobernada por una élite.

…controlado por la figura de un jefe, sacerdote o ‘halachuinic’: el verdadero hombre.


Era éste un gobierno teocrático. El poder político se transmitía por herencia, solo entre
la clase de los nobles, y se requería de una preparación especial para ser un buen
gobernante. (Vargas, 2003, pág. 6)
De acuerdo con Stuart, citado por Vargas (2003, pág. 7), las ciudades estado
maya más representativas serían:

1. Palenque
2. Uxmal
3. Tikal
4. Copán

Los límites de estas las constituían obras defensivas, pero también había
calzadas y caminos que las comunicaban. Fuera de estos límites vivían los campesinos y
el resto de la población que sustentaba la ciudad con su trabajo. Por otro lado, la
interacción e influencia entre las ciudades se daba por medio de alianzas matrimoniales,
militares y guerras, para extender sus poderíos. Cuando un gobernante ganaba una
guerra se convertía en señor de otro (s) señor (es), así estos sean últimos hayan sido
descendientes legítimos de largos linajes. No obstante, a pesar de estos conflictos,
ninguno de los estados fue lo suficientemente poderoso militarmente como para unificar
todos los estados mayas bajo uno hegemónico.

En este sentido, la visión antigua de las ciudades mayas, que las idealizaba como
cultura pacífica y dedicada a la agricultura, dio paso a otra en la que las ciudades tenían
enfrentamientos constantes entre sí e internamente se daban pugnas entre las familias
nobles por la sucesión. De esto se desprende que el sector militar era uno de los
principales y que formaba parte de la élite gobernante. Por esto fue importante que los
soberanos se identificaran con los dioses a través de los rituales. Algunos de los cuales
se hacían para mostrar su poderío sobre los pueblos conquistados (Del Carmen, 2000,
págs. 20-21). La guerra se puede apreciar en la cotidianeidad (economía, política y
religión) de los pueblos maya.

- Social.

Así como para hablar de la organización política maya debimos mencionar a las
ciudades-estado, para tratar su organización social es necesario explicar su
estratificación social.

Como dejamos anteriormente, la sociedad maya estaba gobernada por una élite
que trasmitía el poder a través de un sistema de herencias. La familia dinástica
gobernante de cada ciudad-estado encabezaba la pirámide social. “…de estas familias
provenían los reyes, sacerdotes, jefes locales, especialistas en calendarios, escribanos y
jefes guerreros.” (Vargas, 2003, pág. 7). A ellos les seguían los comerciantes, muy
ligados a la nobleza, y el resto de los plebeyos: los trabajadores, los artesanos,
agricultores, cazadores y los pescadores. Por último, tenemos a los esclavos: prisioneros
de guerra, delincuentes, etc. En resumen, “…la sociedad se halla dividida en dos clases
principales -élite y pueblo-, aunque con muchas variedades por su especialización”.
(Alcina, 2009, pág. 57)

Esta estratificación se puede apreciar en la distribución de las casas alrededor de


la pirámide-templo. Esta constituía el centro de la urbe y las casas más cercanas a esta, y
en forma concéntrica, estaban destinadas a los gobernantes y sus familias, como
también a los dioses y antepasados que los legitimaban (Del Carmen, 2000, pág. 16).
Hacia los exteriores se encontrarían los sectores, como mencionamos arriba,
comerciantes, funcionarios, entre otros, ligados a estas familias. Los gobernantes,
halach uinic, eran seguidos por los sacerdotes, ahau can, y estos por el pueblo, ah
chembal uinicoob, el cual era fundamentalmente agrícola y que “proporcionaba los
contingentes necesarios para la realización de las construcciones ceremoniales, palacios,
monasterios, juegos de pelota, etc.” (Hernandez, 1981, pág. 108). Este sector se ubicaba
en el área rural, donde “los núcleos habitados seguían apareciendo con una densidad
cada vez menor, sin que existiese de hecho un corte tajante entre ciudad y campo.”
(Alcina, 2009, pág. 51)

Organización familiar. “La organización social se fundaba en la familia


extendida y exogámica… En esta era importante contar con la mayor cantidad posible
de miembros, pues significaba… mayor fuerza de trabajo y… el fortalecimiento de la
comunidad misma” (Del Carmen, 2000, pág. 27). Mientras el individuo crecía era
incluido en los diversos rituales. “Evidentemente, el sexo, y… la condición social de la
persona fueron factores que determinaron las características particulares de los
complejos ritos del ciclo de vida y las condiciones de su propia existencia” (Del
Carmen, 2000, pág. 27).

Económica

Los mayas basaron su economía principalmente en el comercio de la agricultura, pero la


cacería de animales salvajes y coleccionar productos del bosque también eran
actividades importantes.
La agricultura Maya también se basó en cosechar maíz. Importantes trabajos de campo
fueron cortados y quemados, al preparar la tierra para plantar. Este tipo de agricultura
extensa requería una tierra abundante, desde que bajó la productividad de la región de la
tierra karstic con una capa de mantillo delgado en la cumbre. Para hacer esto fue
necesario cambiar las tierras plantando cada cuatro años. (Ed. Sonia G. Benson, 2005,
pág. 4 parrafo 3)
El aumento de la población durante los Períodos Clásicos Tempranos y Tardío en Tikal,
forzó a los gobernantes a encontrar las alternativas para las cosechas alto-
productivas.  Se introdujeron métodos intensivos que hicieron uso de irrigación en
Tikal, por medio de los canales y las tierras elevadas relacionadas con la agricultura
hidráulica que se complementó con jardines de vegetales, árboles frutales. Su intensiva
agricultura, que usó las técnicas especiales asociadas con la ingeniería hidráulica,
también se planeó cuidadosamente, cuando la ciudad entera se construyó para colectar
agua en inmensos depósitos, llamados chultunes, que eran silos cavados bajo el
subsuelo recubierto con estuco para prevenir la absorción de agua. Ésta fue una gran
hazaña de la ingeniería Maya, impulsada por una necesidad económica.
Estudios de agricultura y almacenamiento (en chultunes) realizados en Tikal han
demostrado el uso continuo del ramón que fue usado para preparar tortillas, panes
dulces o una avena espesa.  “Su importancia dietética ha sido comprobada, el cual tiene
un alto nivel proteínico y contenido calórico”. (Ed. Sonia G. Benson, 2005, pág. 5
parrafo 2) También era fácil de preservar para los largos períodos de tiempo, almacenó
en chultunes (silos o sitios para el almacenamiento construidos por los antiguos Mayas)
dónde no tenía moho solamente de 6.5% contenía de agua. El maíz y frijoles tienden a
enmohecerse más rápido que el ramón, debido a su alto contenido de agua.  El ramón
era un producto ampliamente aceptado, así como el maíz, frijoles, calabaza, pimiento,
batata, yuca, jicama y varias plantas medicinales y comestibles.  Éstos fueron
consumidos ampliamente, mientras fueron surgiendo del entorno en Tikal no era tan
hostil como se pensaba y esos otros productos agrícolas debieron de haber sido
cultivados en la región, también.
Diariamente los suplementos dietéticos básicos de maíz, los frijoles y ramón incluyeron
la carne de animal, pescado, productos del mar, cosechas de la raíz y frutas
locales.  Esta diversa dieta, junto con productos cultivados a través de ambos  sistemas
agrícolas extensos e intensivos, enriqueció la subsistencia de la población de Tikal.
“Las alianzas políticas, organizadas a través de los matrimonios reales, eran un medio
de preservar la paz entre los diferentes sitios pero también estimuló la operación de
rutas comerciales establecida entre estos estados de la ciudad”. (Vargas, El misterio
maya, 2005, pág. 7)  El comercio fluyó de un lugar a otro, cuando estas alianzas
aumentaron el grado de interacción entre las diferentes regiones. Esto aumentó la
interacción, que a su vez, significaba nuevas rutas comerciales e intercambios de
productos. Así se aseguraban disponibilidad de productos de primera, aún entre sitios
distantes.  El comercio era una actividad fundamental para los Mayas de Tikal. Las
investigaciones arqueológicas han demostrado que subsecuentemente los tiempos
tempranos que el género popular y los materiales crudos circularon a través de Tikal y
otros sitios en la región Mundial Maya de los distantes lugares,  como Yucatán, el
océano pacífico y el Mar caribeño dónde la sal, conchas, caracoles y espinas de
mantarraya, mientras la obsidiana, el jade, las plumas del quetzal, el moledor de piedra
y otros artículos vinieron de las regiones montañosas guatemaltecas.

5.3 Aspectos culturales

La cultura maya es una civilización mesoamericana que desarrolló en diversos


aspectos como los sociales, políticos, económicos y culturales. En este punto, se
abordará la parte cultural que a la vez se caracteriza por su arquitectura, arte, calendario
que está relacionado con lo astronómico, la escritura y la religión.

Lo mencionado, se abordará de manera general para que se pueda entender el


contexto cultural maya, ya que el objetivo del trabajo está orientado hacia lo que se verá
en el capítulo posterior.

- Arte maya

El arte que se desarrolló


en la civilización maya se divide
en tres etapas: el Preclásico, en
esta primera parte del periodo del
arte maya, hay un desarrollo
poco elaborado, por ejemplo, la
alfarería incipiente. Durante la
segunda parte que viene a ser el

(Velásquez, 2017)- Los gobernantes de las


ciudades aliadas Calakmul y Toniná juegan a la
pelota.
periodo Clásico es donde se da su apogeo o florecimiento cultural, es aquí donde se
manifiesta su mayor producción de tallados de esculturas de bajos o altos relieves. Para
ello, utilizaron diversas herramientas y elementos que sirven para esculpir y realizar las
esculturas que eran hechas de piedra, madera, etc. Asimismo, para la época que se está
abordando se hacen templos, palacios, pirámides, estelas, etc., ello se logró con el
mejoramiento de las técnicas que eran usadas durante el Preclásico. Para el Posclásico,
se menora a comparación con el Clásico, es decir, durante este periodo no hay una
producción en cantidad, en cuanto a esculturas y retratos del día a día de la cultura
maya, debido a que estos abandonaron las principales ciudades significativas que fueron
hechas durante el Clásico.

El arte en la cultura maya está representada por símbolos de su cosmogonía, las


cuales están evidenciadas en las diversas construcciones, estelas, estatuas, etc. Además,
que en dichas representaciones se aprecia la cotidianeidad de los mayas, es decir,
mediante el arte se apreciaba la vida que estos desarrollaban en el día a día. En
consecuencia, “el arte maya es un reflejo de su estilo de vida y cultura”. (Torres, 2009).

Por tanto, resulta decir que gracias al dominio que los mayas tenían de las
herramientas y elementos usados para la elaboración de los objetos que estos querían
representar para sus diversos usos que se daban. Por ejemplo, los mayas tenían cerámica
de uso diario como para realizar las ceremonias, y este era el principal objeto que servía
para los sacrificios y de ofrendas.

Los mayas dominaron a la perfección el arte de la técnica alfarera, siendo


capaces de elaborar magníficas cerámicas policromas, que además de su alto valor
estético constituyen una fuente indispensable para el conocimiento de muchos aspectos
de su pasado histórico, y del complejo mundo de sus creencias mítico-religiosas.
(Vargas, 2003, pág. 8).

En resumen, resulta
pertinente decir que, gracias
a la cultura maya y a lo que
plasman en su cerámica,
esculturas, etc., sobre su
vida cotidiana. Se puede
entender el día de hoy con
los descubrimientos como
pensaban y cómo vivían
(Moreira, 2018)- Monolito Chac mool
estos, cuáles eran sus dioses, además, de las funciones que cumplen en la vida de los
mayas.

- Arquitectura maya

La arquitectura
maya se caracteriza por ser
compleja, ya que dentro de
estas representan
variedades de estructuras
gigantescas hechas de
piedra caliza, la cual era
identificada porque era el
sello a todo lo que
realizaba la cultura maya.
Además, de los
(Schwen, 2015) – Pirámide de kukulkán
edificios que eran
construidos y adornados con mascarones y cresterías talladas en piedra y estuco.
Generalmente, eran pintados de color rojo, por la gran cantidad de piedra caliza
disponible en las tierras mayas. Los objetos que eran usados para la construcción de las
impresionantes pirámides y palacios mayas, eran la cal y la mezcla de diversos objetos
como la madera y la paja lo cual conllevará a realizar a lo que se llamará los
“Complejos Triádicos”, estos fueron elaborados durante el periodo Preclásico.

Durante el periodo arquitectónico maya se puede encontrar los elementos que


estos usaban para llevar a cabo dicha actividad, además, de caracterizarlos. Estos eran
las plataformas ceremoniales, que era un escenario para las ceremonias públicas;
estaban las pirámides que en realidad vendrían a ser la superposición de varias
plataformas, la cual tuvo una función funeraria secundaria. Así también, se puede
identificar el templo, el cual es de planta cuadrangular con muros verticales de tres o
cinco entradas que conducen a varias piezas, pasando por un pórtico. Otro de ellos era la
cestería que era un elemento importante en la arquitectura maya, y este consiste en una
alta construcción situada sobre el techo del templo, la cual hace resaltar la verticalidad
del conjunto pirámide-templo y la idea de acercamiento al cielo. Asimismo, se
encuentra la Bóveda maya, y esta a su vez es denominada como falsa.

Por otra parte, la


construcción que se daba a
gran escala era establecida
mediante un eje
predeterminado en
congruencia con ciertos
puntos notables de
observación astronómica y
ello también depende de la
ubicación y la
disponibilidad de los
recursos naturales. La
ciudad crecía conectando
grandes plazas con las
numerosas plataformas
(Lamudi, 2017)- La ciudad de Tikal
que formaban los
cimientos de los edificios mayas, por medio de las calzadas. En el corazón de las
ciudades mayas existían grandes plazas rodeadas por sus edificios gubernamentales y
religiosos más preciados, como la acrópolis real, grandes templos de pirámides, y
ocasionalmente canchas de juego de pelota. Inmediatamente afuera de este centro de
rituales estaban las estructuras de los menos nobles, templos más pequeños, y santuarios
individuales. Esencialmente, mientras menos sagrada e importante era una construcción,
mayor era el grado de privacidad. Mientras se añadían más estructuras, y las existentes
se reconstruían o remodelaban, las grandes ciudades mayas parecían tomar
una identidad casi aleatoria que contrasta profundamente con otras grandes ciudades
mesoamericanas y su construcción rigurosamente regida por dos ejes perpendiculares.

- Calendario- Astronomía
El calendario maya representa en realidad un amplio sistema compuesto de un
conjunto de ciclos distintos, aunque íntimamente entrelazados, cada uno con sus propios
propósitos rituales, astronómicos, agrícolas u otros aspectos. “El calendario maya no
puede considerarse un ente homogéneo, pues durante sus largos siglos de historia no
estuvo exento de todo tipo de reformas, innovaciones, variaciones e idiosincrasias
emanadas de las distintas tradiciones regionales” (Pallán, 2012).

El calendario maya era


controlado por la casta
sacerdotal ya que estos eran los
que poseían conocimientos
matemáticos y astronómicos
que interpretaba de acuerdo a
cosmovisión religiosa.
Asimismo, este constituye la
expresión de la importancia (Centro de Estudios del Mundo Maya, 2001)-
que tenía el tiempo para los Calendario de 260 días: Tzolkin
mayas, de manera que logró
establecer una historia cíclica en base a los movimientos de astros como el Sol, la Luna
y Venus, los cuales eran contemplados desde observatorios astronómicos construidos
para tal fin. Los mayas
desarrollaron según los
estudios alrededor de 20
calendarios, los más
conocidos eran el Haab o
civil y el Tzolkin que si se
fusionan forman un ciclo
que se repite cada 52 años,

(Centro de Estudios del Mundo Maya, 2001)- Calendario


y este será llamado rueda
de 365 días: Haab calendárica o cuenta
larga. El primero se basaba en el ciclo solar, compuesto por 365 días y se repartían en
19 meses. Este a su vez era empleado por los mayas para marcar los ritos ceremoniales
colectivos y las temporadas para la siembra de cultivos, aparte de definir el
temperamento de las personas de acuerdo a la fecha de su nacimiento. El segundo
calendario importante de los mayas era el Tzolkin, el cual estaba establecido por 260
días por los movimientos del Sol y la Luna. La principal función que cumple este
calendario, es la de fijar el comienzo y la terminación de festividades religiosas,
además, de calcular el periodo de lluvias e incluso para predecir el futuro de las
personas en base al día de nacimiento. En suma, “el calendario maya fue, sin duda, uno
de los logros culturales más importantes”. (Ruiz, 2011).

- Escritura maya

La escritura maya,
también llamado
jeroglíficos, fue el sistema
usado por la civilización
mencionada en
Mesoamérica. Está
compuesta de un conjunto
de glifos que se pintaban
en cerámicas, muros, o
códices; además, de
tallarse en madera o piedra
(Leveratto, 2014) – Antigua escritura maya
o se moldeaban en estuco.
Los glifos tallados y moldeados también se pintaban, aunque con frecuencia la pintura
se deterioraba hasta llegar a perderse. Estos glifos eran logográficos, es decir, que cada
símbolo representaba un ente o concepto, como el jaguar. La escritura maya por lo
general se agrupa en bloques de columnas en dos cuadras de ancho, y que cada uno de
estos se organizan de arriba hacia abajo y de izquierda a derecha. Cada bloque tiende a
corresponder a un sintagma nominal o un verbo.

En los estudios que se ha realizado sobre la escritura maya, se ha manejado


diversas teorías-hipótesis, una de ellas, creía que esta derivaba de los olmecas, pero con
los nuevos descubrimientos ello ha cambiado. Es así que se dice “hasta hace poco se
pensaba que los mayas habían adoptado el sistema de escritura de los Olmecas o
epiolmecas. Sin embargo, descubrimientos recientes hacen posible que los mayas hayan
sido los inventores de la escritura Mesoamericana”. (Portillo, 2016). Aunque, se dice
que los mayas probablemente hayan heredado algunos elementos de la escritura antigua
de los Olmecas, con cambios significativos hechas en el periodo preclásico maya.

Por otra
parte, estudiar la
escritura maya
resulta
complicado ya
que contaba con
diversas
combinaciones lo
que hace que se
conviertan en un
gran número de
símbolos
gráficos y que
(Etnias, 2018) – Escritura maya
al interpretarse
se puedan identificar como palabras completas o solo verlos como conceptos. Además,
los escribas mayas no se conformaron con las reglas y símbolos que trabajaban, sino
que por motivos estéticos e incluso para hacer de la escritura más difícil y con ello la
lectura de estos se tornaban complicadas, usaron otros recursos como el denominado
modelo- cabeza, a este se le dice así debido a que siempre aparece la cabeza de un
animal, de un hombre o de un grotesco ser mixto. En suma, el famoso sistema de
escritura jeroglífica de los mayas era una sofisticada combinación de pictografías que
representaban objetos e ideogramas que expresaban conceptos más abstractos lo que
hacía de esta una escritura compleja. Asimismo, los mejores conservados de la escritura
maya se encuentran en los monumentos de piedra ya que estos podían sobrevivir al
tiempo y así no se pierda la tradición de dicha cultura.
- Religión maya

La religión
que tenían los mayas
se basaba en una
jerarquía de varios
dioses. En tanto, que
se dice que una de las
manifestaciones más
importantes de la
cultura maya era su
religión ya que a
través de esta se
(García, 2010) – El inframundo maya
puede penetrar en el
pensamiento del hombre y responder a las innumerables interrogantes que dan sentido a
lo mencionado. Es así que, la religión maya se puede describir como tradicionalista,
estable debido a que mantuvo sus ideas, los mitos, los ritos y las grandes expresiones
artísticas religiosas a lo largo de los siglos. Además, que esta se inspiró en el medio
natural y se proyectó hacia el universo perceptible y no perceptible, incorporando los
elementos procedentes del ámbito celestial.

La religión maya se podía identificar en diversos campos y uno de ellos es en el


ámbito político y este a la vez estuvo al servicio del sistema de relaciones sociales de
una comunidad estratificada. Asimismo, esta fue una mezcla entre el animismo y
teísmo, a la vez que estuvo dirigida por los miembros de los linajes reales. Se puede ver
a la religión como la expresión sagrada de la ciudad, que están representadas en su
arquitectura, la iconografía de sus monumentos y el simbolismo de los colores. Además,
la religión maya se caracterizaba por ser altamente ritualista que se enmarcaba en el
transcurso del tiempo; otorgaba importancia al estudia sobre un mundo paralelo al de
los humanos, situado debajo de la superficie de la tierra en el cual residían temporal o
permanentemente los difuntos y los dioses. Para no perder toda la tradición que se había
creado en cuanto a la religión maya, estas ciudades utilizaban la escritura ya que veían
pertinente mantener lo que se mencionó: la tradición. Por ello, la escritura jeroglífica se
usaba principalmente para registrar y conservar los fragmentos escogidos de la doctrina,
es así que, a los signos de escritura se les consideraba como los poderosos talismanes y
vehículos de comunicación con el otro mundo.

En suma, no es posible hablar de la religión maya son mencionar a los gobernantes, ya


que su papel de estos es fundamental, tanto en la administración de la doctrina, como en
la fijación de los principios dogmáticos, especialmente los rituales que se practicaban.
Es así que, se menciona que “toda religión configura su propio tejido social. Los
gobernantes del Mayab clásico dirigían la religión desde los puestos más importantes de
la organización del clero, pero muy especialmente se constituían en motores y objetivos
de la acción religiosa misma”. (Rivera, 2005, pág. 18)
6. Capítulo 2: Nuevas interpretaciones acerca de la caída de las
ciudades maya

9.1 Teorías antiguas: el colapso maya

El colapso maya ha sido muy discutido por los arqueólogos, historiadores,


antropólogos, etc. Estos no llegaban a un consenso hasta finales del siglo XX. En esta
parte del capítulo 2 se pretende abordar sobre las teorías que ya no tienen vigencia, las
cuales serán rebatidas la siguiente parte. Por tal motivo, primero, se puede mencionar
que gracias a los diversos estudios que se han hecho sobre la caída de las ciudades
mayas, por parte de la arqueología se ha podido establecer los diversos factores que
influyen en su caída. Por ello, Miguel Ríos señala:

Gracias a la arqueología conocemos la forma, distribución y contenido de los


edificios, ya sean templos, palacios, juegos de pelota, &c. También nos aportan datos
los enterramientos y los objetos encontrados en ellos; otras informaciones se han sacado
de la iconografía de las esculturas, pinturas, murales, vasijas, &c. Por último, la
configuración y los depósitos de las cavernas y pozos naturales (cenotes), así como los
datos que proceden de los jeroglíficos (en conchas, recipientes, dinteles, estelas) son
también de gran valor (Rios, 2007, párr. 2).

En cuanto a lo mencionado se puede identificar de manera breve las


construcciones que posteriormente abandonarán los mayas. Para ello, se analizará las
teorías que se dieron y cómo a la vez estas tienen un carácter unicausal, es decir, las
llamadas catastróficas ya que propone como causa el desastre natural y estos son:
terremotos, epidemias, cambios drásticos de clima y plagas. En segundo lugar, las
características del medio como: el ambiente natural y esto se refiere a las condiciones o
la alteración por el uso de las riquezas del área.

Teorías catastróficas:

Primero se verá sobre la caída de las ciudades mayas como un azote de terremoto que
obligó a estos pueblos a que abandonaran sus construcciones. Al respecto, Mackie
(1961), menciona que:

Con base en las evidencias que obtuvo en el sitio de Benque Viejo (Honduras
Británica), propone como causa el azote de un terremoto. La evidencia, arqueológica
mostró que la caída de los edificios había sorprendido a los ocupantes, que las
construcciones fueron ocupadas después del terremoto por grupos que no se
preocupaban por limpiar el lugar de los desechos que habían quedado como causa del
sismo, evidencia que el autor toma para aseverar que los grupos que ocuparon el sitio
después de la catástrofe eran campesinos. (Citado en Fonseca, 1978, pág, 492).

En cuanto a lo mencionado por el autor, se puede decir que la caída de las


ciudades se debió a un gran terremoto, y con ello se interpreta la ruptura de la
organización social de las diversas ciudades habitadas por los mayas. Además, de la
incapacidad de volverse a reconstruir; por consiguiente, se llevaría a cabo el desalojo de
las ciudades ya que, al verse incapaces de seguir constituyéndose como un grupo sólido
y seguir con sus tradiciones como una civilización, serán propensos a lo que se llama: el
colapso maya.

Por otra parte, se identifica una teoría más que se basa en el catastrofismo. Esta
se centra en la acción de los huracanes que los cronistas del Yucatán han identificado
durante el siglo XV. Estos mencionan que se dieron devastadores huracanes que
llevaron a los mayas a deshabitar las diversas ciudades por temor a que se repitan
nuevamente en los lugares que estos habitaban. En general, al identificar las dos teorías
catastróficas, la del azote de un terremoto y la del huracán, estos se pueden identificar
como ocurrencias esporádicas. Al respecto, Adams, menciona que “ninguna zona, que
sepamos, se ha abandonado permanentemente por estos fenómenos” (Citado en: Ríos,
2007, párr. 51)

El siguiente bloque abordará las teorías sobre la caída de las ciudades maya
desde las enfermedades. El que formula dicha hipótesis es Spinden (1928) en su libro
Civilizaciones Antiguas de México y América Central, donde menciona que “hay
razones para pensar que la rápida aparición de la fiebre amarilla pudo haber tenido su
lugar en la catástrofe” (Citado en Ríos, 2007, párr. 54). Otra de las enfermedades
mortales fue la malaria, debido a que durante la época no había cura para esta. Es así,
que este autor identifica que uno de los problemas para la civilización maya fue las
enfermedades y al hablar de la fiebre amarilla supone que esta estuvo durante la época
Clásica, es decir, en pleno esplendor de las ciudades mayas, y al darse tal suceso
comienza a decaer demográficamente lo que conllevará a un colapso de sus ciudades.

Otra de las teorías catastróficas es la pérdida de las cosechas debido al ataque de


plagas de insectos, lo cual impide el sustento de alimentos. Los mayas, al no poder
contrarrestar las plagas, invocaban a sus dioses por medio de los chamanes. Sin
embargo, al no obtener resultados, abandonaron sus ciudades, lo que las llevaría al
colapso. En resumen, las hipótesis de las teorías catastróficas en su momento plantearon
una crisis de las ciudades maya que la población no llegó superar, y que llevaría a
deshabitarlas, lo que desembocaría en sus colapsos.

- Teorías ecológicas

Por otro lado, se ha identificado teorías que se basan a las causas ecológicas
como el principal factor de la caída de las ciudades mayas. Una de ellas, es la que se da
debido al agotamiento del suelo por el uso excesivo. El colapso agrícola limitaría a los
individuos producir sus propios alimentos. Al respecto, Cook (1921), menciona que

La agricultura de milpa era esencialmente destructiva con el suelo y acarreaba


varios efectos nocivos, entre ellos la rápida invasión de las hierbas […] su argumento
era que una vez que una población depende del sistema de roza y quema se ha
desarrollado ya lo suficiente para que tenga que hacer una reducción al mínimo en el
tiempo de espera entre cosecha y cosecha, lo que supone un rápido y desastroso declive
en la fertilidad del suelo. (Citado en Ríos, 2007, párr. 39).

De esta cita podemos decir que al usar reiteradamente el mismo suelo para las
cosechas, este perdería con el tiempo la fertilidad que tenía. Los mayas, al verse
propensos a desabastecerse de alimentos, prefieren abandonar sus ciudades, para buscar
nuevas tierras donde habitar, pero estas deberían ser fértiles para que se puedan
abastecer de alimentos que necesitaban. Para reforzar esta teoría, Sanders (1962),
menciona que “un uso excesivo del sistema swidden llevó al colapso agrícola y, así, al
colapso cultural”. (Citado en Ríos, 2007, párr. 41). Para llegar a esa conclusión hace un
estudio sobre el problema del colapso maya con nuevos datos, es decir, hace
estimaciones de las poblaciones en base a datos suministrados por la ecología cultural.
Por ejemplo, para Quintana Roo, el Petén y el valle Belice durante el periodo Clásico, a
estos los compara con los asentamientos actuales, por eso llega a decir que, mediante lo
dicho, los sistemas agrícolas deben ser los mismos.

Asimismo, otro de los autores que defiende esta teoría es, Marris (1987),
menciona que en “el colapso maya no caben dudas de que el proceso esencial lo
constituyó el agotamiento del terreno frágil y de los recursos boscosos hasta un punto
tan grave que, para su regeneración, es preciso dejar de explotarlos durante varios
siglos”. (Citado en Ríos, 2007, párr. 42).
Una teoría que deriva de las teorías ecológicas es la llamada “La hierba de la
sabana”. En esta se dice que los desmontes y la quema afectó a las siembras o cultivos
de estos grupos. Al respecto, Morley menciona que:

La creación de la hierba de sabana como el principal factor al hablar del colapso


maya. Con sus palabras: «los desmontes y quemas repetidas de grandes extensiones,
con el objeto de usarlas para las siembras del maíz, iban convirtiendo gradualmente los
bosques primitivos en praderas hechas por el hombre», en sabanas artificiales. El
proceso llegó a un punto en el que la agricultura, tal como la practicaban los antiguos
mayas no podía realizarse. No disponían de nada para hacer que el suelo volviera a ser
fértil. El colapso económico, afirmaba, precipitó los disturbios sociales, la
desorganización del gobierno y una incredulidad religiosa. (Citado en Ríos, 2007, párr.
46).

En tal sentido, se puede decir que al estar sus siembras expuestas a los
desmontes y las quemas que se daban de un momento a otro, estos eran propensos a
quedarse sin alimento al no poder reponerse de las pérdidas que sufrían. Lo que llevaría
a un declive de las diversas ciudades, al no poder abastecer a su gente de los alimentos
principales.

- Teoría de la evolución

Lo que se está mencionando derivaría en lo que se llamará “causas evolutivas"


de la caída de los mayas. Esta consiste en el colapso cultural, debido a las limitaciones
del potencial agrícola inherentes a los mayas. Respecto a ello, Meggers (1954),
menciona que “el colapso de la civilización maya fue, prima facie” (citado en Ríos,
2007, párr. 53). Con ello hace referencia al límite que tenían con la agricultura y al estar
propensos a producir poco alimento para su población, esto les conllevaría al fracaso de
sus ciudades y a un posterior abandono de estas.

- Teoría de la estructura social

Al hablar de las teorías que producen el colapso de las ciudades maya, no se


puede obviar la que aborda la estructura social. Esta hace referencia a los diversos
problemas que tuvo la sociedad maya. Para esto Thompson (1984) propone tres tesis
sobre la posible decadencia de las ciudades debido al conflicto a nivel estructural
(Citado en Ríos, 2007, párr. 61):

 Hubo revueltas campesinas debido a motivos económicos, principalmente por el


excesivo incremento de las cargas tributarias que las minorías gobernantes
impusieron al campesinado.
 Mercenarios que procedían de la zona central de México llegaron con un propósito
de control social, creando una atmósfera militar y aumentando el secularismo.
 Apareció una desazón moral, resultando de estas nuevas ideologías.

Estos tres elementos unidos hacen que las ciudades mayas se desestabilicen por
los conflictos internos y eso llevará al fracaso del sistema social desde dentro, es decir,
desde los gobernantes hacia el pueblo. Asimismo, hay autores que refuerzan esta teoría,
uno de ellos era Kidder (1950), este menciona que, “al incremento excesivo de las
demandas de la clase dirigente sobre el resto de la sociedad maya hubieran creado una
separación cada vez mayor entre las clases sociales y, al final, todo terminará en
revueltas”. (Citado en Ríos, 2007, párr. 62). Otro de los autores que refuerza esta teoría
es Altschuler (1958). Este menciona que, “la sociedad aristocrática, basada en
relaciones parentales, se había debilitado al enfrentarse con la necesidad de sofocar la
revolución”. Con relación a lo dicho por Thompson, que trata de explicar el colapso
maya, debido a que las minorías de los gobernantes perdieron influencia ideológica
sobre el campesinado. Al respecto, Rivera (1985), menciona que “la idea es muy
interesante, puesto que hay vestigios de destrucción deliberada en el momento del
abandono”. (Citado en Ríos, 2007, párr. 63). Es así como esta teoría se dividió en dos
grupos para que se pueda entender la caída o colapso de las ciudades mayas, una de
ellas está caracterizada por las rebeliones sociales internas y la otra que se mencionará
en el otro punto, sobre las invasiones. Como ya se explicó, las rebeliones resultaron, de
las crecientes demandas de las clases dirigentes sobre los campesinos, por ello, estos
grupos llevarán a cabo “una rebelión y por último al colapso que debió haber sido
avivado por la pérdida del control jerárquico”. (Fonseca, 1978, pág. 500).

- Teoría de las invasiones

Por último, se verá la teoría sobre la invasión. En esta se menciona que “en
ciertos lugares de Chiapas y Petén, por ejemplo, a orillas del río de la Pasión, se han
descubierto rasgos inequívocos de la comparecencia de gentes extranjeras coincidiendo
con el final de la actividad constructiva del Periodo Clásico” (Ríos, 2007, párr. 64). Por
tal motivo, investigadores dicen que fue una causa por la cual se hunde la civilización
maya ya que estos “bárbaros” abatirán con la sociedad floreciente, tanto en las
manifestaciones políticas como religiosas. Para reforzar, esta teoría sobre los invasores,
Cowgill (1964), menciona que “los invasores proceden de México. Su llegada supuso
un rápido descenso de la población debido al hambre, a las guerras y a la esclavitud.
Posteriormente, un pequeño grupo se consolidó en el poder estableciendo su capital en
Chichén Itzá”. (Citado en Ríos, 2007, párr. 65). Debido a ello, se puede decir que esta
élite al forzar a la población a trasladarse de las tierras bajas a la zona próxima de
Chichén Itzá, estos no podían recomponerse, debido a que los grupos ya estaban
sometidos a los grupos invasores y estaban debilitados internamente. Guliáev (1985) se
ve inclinado hacia esta teoría, pues “relaciona la ruina de las ciudades clásicas mayas
con la invasión de las tribus foráneas: Varias oleadas de conquistadores llegados del
litoral del golfo de México y del México Central destruyeron el país antaño floreciente”.
(Citado en Ríos, 2007, párr. 66). Otros autores que opinan lo mismo son Adams, Sabloff
& Willey (1967):

La invasión procedía de Altar de Sacrificios y de Seibal. La evidencia procede


de los nuevos tipos de alfarería y de motivos artísticos que se encontraron sobre el tema
en Seibal, lugar donde los dirigentes, con patrones iconográficos no pertenecientes al
Período Clásico maya, aparecen en los monumentos del siglo IX durante un
florecimiento tardío del centro. (Citado en Ríos, 2007, párr. 67).

Continuando con la teoría sobre la invasión que sufren los mayas, Ibid menciona
que:

Las luchas deben haber redundado en muchas muertes así como en la


destrucción y desorganización de las prácticas agrícolas (dadas las condiciones de
delicado balance y continuo cuido requerido por la milpa), y aunque pudo haber habido
un intento por restaurar el balance hombre- naturaleza, las luchas con la selva pudieron
haber sido demasiado para una población diezmada y debilitada, a lo que se pudo unir el
hecho de que los nuevos líderes no estaban familiarizados con las tierras y prácticas
agrícolas locales. (Citado en Fonseca, 1978, pág. 502).

Con lo mencionado, se puede llegar a la conclusión de que las teorías se


encuentran relacionadas ya que estas nos llevan a la caída demográfica. Ya sea a través
de las teorías catastróficas, ecológicas o las invasiones, porque todas estas nos derivan a
la pérdida de individuos ya sea por el sometimiento que pueden realizar los nuevos
gobernantes, liderado por los invasores, o por las catástrofes (terremotos, huracanes o
plagas); también por la teoría del ecologismo, debido a la pérdida de las tierras que
producen alimentos, o al desafío del monte de la sabana que corresponde la pérdida de
las tierras fértiles debido a la quema o porque se produce grandes cantidades de
desmontes, lo que no les permite cosechar y contribuir con su población que era grande.
6.2. Actuales interpretaciones sobre la caída de las ciudades maya

Las actuales teorías sobre la caída de las ciudades mayas tienen como base
muchas de las ideas que hemos presentado en todo el subcapítulo anterior. Como
veremos más adelante, los actuales esquemas no suelen atribuir el colapso maya a una
sola causa, sino que enriquecen sus esquemas con nuevos factores.

Desde hace mucho tiempo las teorías “antiguas” habían establecido el siglo X
como el siglo del colapso maya. Sin embargo, autores como Christopher Jones, Arthur
Demarest, entre otros. Antes de mencionar algunas de estas teorías debemos señalar que
el colapso debe ser entendido como un proceso gradual, y que no tuvo las mismas
características para todas las ciudades, sino que cada una de estas tuvo un proceso
propio, pero no desligado de los de las otras ciudades.

Muchas de las teorías se centran en la demografía y el estrés ecológico al final


del clásico para explicar el colapso maya. Estas teorías enfatizan en que el aumento
demográfico produjo una crisis del sistema agrario maya, el cual además era muy frágil
ecológicamente. Según Demarest, estas teorías seguirían la idea maltusiana de que las
poblaciones son propensas a crecer y por lo tanto a agotar más rápido sus recursos
(2001, pág. 392).

Otro punto del debate gira en torno al término “colapso”. Demarest afirma que
lo que les ocurrió a las ciudades maya al final del clásico, no fue un colapso, sino más
bien un “declive”, transformación o desaparición de su sistema político. Su argumento
principal es que no todas las ciudades sufrieron dicha declinación, sino solo las que
poseían características e instituciones asociadas a un sistema político basado en estados
teatrales dominados por los reyes sagrados K´ul Ahaw (Demarest, 2001, pág. 391). Esos
estados son los de la Tierras Bajas del Sur (ver anexo 2). Por otro lado, más adelante
indicará que “en algunas de las regiones del sur de las Tierras Bajas, esta desaparición
fue acompañada por el despoblamiento de las grandes ciudades, una reducción drástica
de la arquitectura pública, y otros cambios dramáticos” (pág. 391).

Para esquematizar esta explicación, Demarest muestra un cuadro que llama


“Causalidad en los colapsos de las civilizaciones” (2001, pág. 402).
Dicho esquema plantea que existen causas básicas o de origen que están ligadas
a problemas o “fallas” en las instituciones políticas, económicas o ecológicas y las
estructuras sociales. Estos problemas, a su vez, están relacionados con las características
internas de las sociedades o el sistema político.

Para enfatizar más en el aspecto gradual y los patrones complejos del colapso un
estudio publicado, según National Geographic, en las actas de la Academia Nacional
de Ciencias de Estados Unidos, demostró mediante dataciones de radiocarbono en
yacimientos arqueológicos de Ceibal, en Guatemala (ubicada en las Tierras bajas del
sur, ver anexo2), que.

“los dos periodos de colapso -el Clásico y el Preclásico- siguen patrones


similares… No es únicamente un colapso simple, sino que existen varias oleadas de
derrumbe. Se encuentran en primer lugar oscilaciones más pequeñas, ligadas a la guerra
y cierta inestabilidad política, y luego llega el colapso mayor, en el que muchos centros
urbanos fueron abandonados. Después, parece ser que hubo una cierta recuperación en
ciertos lugares, tras la que se produjo un nuevo colapso” (Rodríguez, 2017, párrafo 5).

La idea de una repetición de los patrones en el colapso maya es muy novedosa.


Si bien el estudio no se pretendió descubrir las causas del colapso, su aporte estriba en
presentar una cronología bastante precisa sobre las oscilaciones en el desarrollo de las
ciudades maya.

Ahora presentaremos algunas teorías expuestas recientemente para explicar este


colapso.

- El comercio y las rutas de intercambio

Christopher Jones (1999), postula que el abandono de las ciudades en el 900 se


debió, en parte, a un cambio en el sistema de intercambio comercial. Los mayas habían
acumulado riqueza al convertirse en los proveedores de productos de importación para
las “civilizaciones del oeste” (ver mapa 1), los cuales eran productores de granos. Esto
habría potenciado el desarrollo de ciudades que basaron su riqueza en tal comercio;
hablamos de “Kaminaljuyú, Tikal, Copán, Palenque, Cobá, Chichén Itzá y otras
ciudades mayas, situadas en puntos defensivos estratégicos para el transbordo o el
control de las rutas comerciales lógicas” (Jones, 1999, pág. 10 ). En este sentido, desde
los inicios del clásico, el transporte de mercadería como el jade se realizaba por vía
terrestre atravesando dichas ciudades. Sin embargo, durante en el siglo IX, se desarrolló
un sistema fluvial de transporte por canoas que ahorraba la travesía de atravesar la selva
del área central maya. La actividad comercial que había entre el área sur y el área norte,
una productora de alimentos y la otra de materiales con valor simbólico
respectivamente, entre otros, se vería beneficiada, pues el nuevo sistema fluvial
permitía, transportar más recursos, hacer viajes más largos, reducir el tiempo de viaje,
etc.

Esta explicación muestra que el colapso no fue uniforme en todas las áreas
maya, sino que algunas de ellas –las que estaban en el centro- fueron las más afectadas
por el cambio en el sistema comercial. Por el contrario, otras ciudades fueron las que se
beneficiaron con este proceso, entre ellas tenemos a Chichén Itzá, que “asumió el
dominio donde Tikal y las demás ciudades lo perdieron, y logró gran parte de la misma
riqueza, pero con una ubicación más acorde con la tecnología de su época” (Jones,
1999, pág. 11).

Para mostrar un caso en específico tenemos a la ciudad maya de Cancuen. Esta


ciudad tuvo un periodo de esplendor entre el siglo VIII Y IX. Este éxito se debió
principalmente a que controlaba una gran ruta comercial (ver anexo 1). Como lo
muestra la siguiente cita:
“La naturaleza compuesta de Cancuen es reflejada no solo en el tamaño
desproporcionado de su palacio, sino en la gran cantidad de estructuras elaboradas para
las élites sub-reales…” (Demarest, Woodfill, Barrientos, Monterroso, & Fahsen, 2007,
pág. 42)

Sin embargo, la ruta comercial colapsaría por esa época (Siglo IX) y en el 800 d.
C. Cancuen sería destruido y parte de su realeza ejecutada. Pero esta ciudad no fue la
única sino que, “a lo largo de la ruta occidental, la mayoría de sitios estaban siendo
abandonados en esta época, dejando solamente los enclaves del Clásico Terminal de
Ceibal, Altar, Machaquila y Punta de Chimino.” La ciudad de Cancuen, fronteriza y
militarizada para el control de la ruta cayó “finalmente junto con todo este sistema de
transporte e intercambio comercial” (Demarest, Woodfill, Barrientos, Monterroso, &
Fahsen, 2007, pág. 42).

Como es de suponer, la guerra endémica entre los señores gobernantes daría


lugar a un movimiento de migraciones, que a su vez había desestabilizado estas áreas e
incrementando el patrón regional de estrés (Demarest, 2001, pág. 393). En la ciudad de
Petexbatun (al centro, ver mapa 1), por ejemplo, “la evidencia es de un Colapso en
estado de guerra…Dado que en solo 60 años la región fue ampliamente despoblada, esta
rápida reducción en la población debe haber incluido migraciones”.

Explicaciones como esta dialogan con la postura de Jones, quien finalmente dirá
que

“El verdadero colapso de la civilización maya no ocurrió en 900 DC, sino


cuando los aztecas establecieron sus puestos de control en el territorio maya, en el siglo
XV, y finalmente cuando Cortés y sus tropas capturaron a Moctezuma en 1519.” (1999,
pág. 11)

Pero, si bien algunas ciudades declinaron, o “colapsaron”, antes que otras, para
el año 1100 Chichen Itzá, dio el último aliento de la civilización maya antes de enfrentar
su propio declive. Con esto queremos decir que el declive de los reinos maya fue un
proceso gradual y lento. O, como lo explica Demarest,

“…empezando tan temprano como 760 DC en Petexbatun, y basado en


problemas fundamentales, los reinos Maya Clásicos empezaron a desintegrarse en un
caos (como en Petexbatun) o a fragmentarse en pequeñas unidades (como en Copan y
en Tikal), o se reinventaron como enclaves militares con formas modificadas del
sistema del K´ul Ahaw (como en Ceibal y Chichen Itza)” (2001, pág. 395).
- La relación población/subsistencia

Otro de los autores que revisamos fue Culbert. Para él no se puede encontrar la
causa directa que llevo al colapso maya, pues de lo que se trata realmente es de un
sistema de variables conectadas en complicados circuitos de retroalimentación. Cosas
como las catástrofes naturales, guerras, epidemias, etc. son eventos, rasgos del colapso,
pero por sí solos no constituyen causas. En este sentido, Culbert se enfoca en la relación
población/subsistencia. De acuerdo con esta, los rasgos más claros del colapso fueron
“la desaparición de la mayoría de las características distintivas de la vida de las élites y
la magnitud de la pérdida de población” (Culbert, 1995, pág. 667).

Si bien existen múltiples factores para el colapso maya, ni uno tiene tanta
importancia como el factor ecológico, es decir, un desbalance entre la cantidad de
población y los recursos disponibles producido por la degradación ambiental. Dice
Culbert sobre esta idea: “Es difícil imaginar cualquier otra causa que pueda dar cuenta
de la magnitud en la pérdida de población, especialmente de la población de clase baja.
Las guerras y los disturbios sociales pueden ser muy destructivos, pero no destruyen
tanta gente sobre un espacio tan extenso” (Culbert, 1995, pág. 668). Una epidemia
tampoco parecer la explicación más certera, pues las poblaciones suelen recuperarse aún
de las peores pestes (como el caso europeo). Sin embargo, debemos tener claro que el
factor ambiental no es el único, pero sí el más importante para explicar el colapso maya.

Culbert centró su estudio para las tierras bajas del sur (ver anexo 2). Como ya
hemos visto, y volvemos a recalcar, en esta zona fue donde se desarrolló el colapso
inicialmente. La parte norte, las tierras bajas del norte, sufrieron un declive posterior,
bajo otros factores. En las nuevas teorías sobre el colapso de la cultura maya, cobra vigencia
el argumento de que éste se debió a la concurrencia de factores tanto internos como externos.
El factor desencadenante fue el agotamiento del suelo, provocado por el intenso cultivo del
maíz para alimentar a una gran población. “La escasez de este alimento básico bien pudo
provocar un aumento de las enfermedades por deficiencias alimenticias, ocasionando una
disminución de la población y el abandono de los centros urbanos”. (Vargas, 2005, pág. 13)
Esta falta de alimento pudo provocar rebeliones internas de los campesinos que habitaban en
la periferia de las ciudades-estado contra la clase noble y sacerdotal dominante. Un imperio
como el maya, debilitado por los factores internos ya citados, bien pudo ser presa fácil de la
invasión de los pueblos indígenas de México –factor externo- que provocó muerte, hambre,
esclavitud, avallasamiento de la población y el derrumbe de la cultura maya. En ese sentido
vemos que a diferencia de las teorías anteriores al siglo XXI el enfoque ya no se basa
en el catastrofismo, hecho que se deriva de que una civilización tan compleja como los
mayas no podía simplemente desaparecer por algún desastre natural. La simultaneidad
de causas provocó una crisis generalizada en los principales recintos mayas y en
consecuencia una gran pérdida de la población.

- La sequía

La idea de Culbert sobre la fragilidad ecológica de las zonas maya parece ser una
buena explicación. Un artículo publicado en Science el 30 de agosto del 2018 y que ha
sido muy difundido por la prensa (National Geographic, El Mundo, El País, ABC, la
BBC) ha demostrado que entre el siglo IX y X, periodo que coincide con el del colapso
de las ciudades maya como vimos antes, una sequia prolongada habría llevado al
debilitamiento de muchas ciudades en el área maya. El artículo en concreto se titula
Quantification of roughs during the collapse of the classic Maya civilization
(Cuantificación de la sequía durante el colapso de la civilización maya clásica)
(Science, 2018), en este se explica que “Un descenso anual medio de las precipitaciones
de casi un 50% con respecto a las condiciones actuales. Fue una de las épocas de sequía
más severas de los últimos 10.000 años en esta zona” (López, 2018, párrafo 4).

El método para determinar esto es la reconstrucción paleoclimática, el cual


consiste en el

“análisis de isotopos estables de oxígeno e hidrógeno en moléculas de agua


contenidas en yeso, un mineral que se forma en algunos lagos durante periodos
relativamente secos debido a la intensa evaporación … El yeso nos permite reconstruir
las características que tenía el lago y las condiciones climáticas que predominaron
cuando se formó este mineral” (López, 2018, párrafo 6-7).

Con esto se determinó que durante el periodo mencionado hubo un descenso de las
precipitaciones anuales de un 40 a 55 por ciento y también de la humedad en un 7 por
ciento. La sequía habría sorprendido a los mayas en un momento en que estaban débiles
políticamente. Quizás una causa de esta debilidad en el poder habría sido el cambio del
sistema comercial que planteó Christopher Jones. La debilidad también se expresó en
las expresiones artísticas.
CONCLUSIONES
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11.Anexos
Anexo 1:

Mapa 1. Las rutas del intercambio ribereñas y terrestre del mundo Maya. Imagen
obtenida de: Demarest, A., Woodfill, B., Barrientos, T., Monterroso, M., & Fahsen, F.
(2007), pág. 30.
Anexo 2

Mapa 2. Imagen obtenida de:


https://www.biografiasyvidas.com/historia/cultura_maya.htm
Anexo 3

Mapa 3. Imagen obtenida de Demarest (2001), pág. 401.

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