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Breve Panorama de historia constitucional argentina

Desde el descubrimiento hasta 1820 (Ed. 2020)


Carlos Marucci1

1. LOS EUROPEOS

En el siglo XVI de la era cristiana, exactamente en 1516, los charrúas presenciaron asombrados
la llegada de tres carabelas al inmenso río que hoy llamamos de la Plata (nombre del cual derivaría
siglos después el nombre de nuestro país). Era Juan Díaz de Solís, piloto mayor de Castilla, cuya misión
consistía en encontrar un paso hacia el mar del Sur (el océano Pacífico), descubierto por el portugués
Núñez de Balboa en 1513. Solís, frente a la inmensidad de este río lo llamó Mar Dulce. Este intrépido
español desembarcó en tierras charrúas para capturar algún hombre y llevarlo a Castilla, pero encontró
la muerte a manos de los valerosos guerreros de la tierra.

En esos tiempos, portugueses y castellanos competían por el descubrimiento de tierras y rutas


que enriquecieran su poderío. Prontamente después de la llegada de Cristóbal Colón (1492), a la zona
que hoy pertenece a Bahamas, se suscita un conflicto entre Portugal y Castilla. Los primeros alegan
tener prioridad sobre esos territorios, debido al Tratado de Alcazobas de 1479, que selló la paz entre
ambos reinos y entre otras disposiciones, repartió los territorios del océano Atlántico, adjudicándose a
los reyes de Portugal todas las tierras descubiertas y que se hallasen en adelante “de las islas Canarias
para abajo contra Guinea”, por tanto, la expedición colombina había invadido la zona exclusiva de
Portugal y rompió el statu quo luso-castellano.

Ahora se replanteaba el tema del reparto del mundo conocido y por conocer, y, siguiendo una
tradición política medieval muy utilizada por Portugal durante todo el siglo XV, Castilla recurrió a la
autoridad papal para reafirmar sus derechos y solucionar el conflicto.

Colón informa en Barcelona a los Reyes Católicos de la protesta portuguesa. El rey consorte de
Castilla, Fernando de Aragón, actúa rápidamente. Necesita un título que dé a Castilla el mar del Norte y
Oeste de las Canarias. Aprovecha que ocupa el pontificado un aragonés -Alejandro VI, Borja (italianizado
en Borgia)- para gestionar un título que abata las pretensiones de Portugal. No le somete un arbitraje,
pues, la otra parte ignora que ha recurrido al Papa; quiere poner al rey de Portugal ante el hecho
consumado de una bula favorable a Castilla. Alejandro VI cumple perfectamente; el 3 de mayo de 1493
dicta dos bulas, Inter Caetera o bula de donación, y Eximiae Devotionis; al día siguiente, 4 de mayo, da la
segunda Inter Caetera o bula de demarcación, y posteriormente otras dos: Piis Fidelium del 25 de julio y
Dudum Siquidem del 25 de setiembre.
Con la Inter Caetera se le otorgaba la posesión, a Castilla, de las nuevas tierras, siempre que no
pertenecieran, por bulas anteriores a otro soberano. En el mes de junio de 1493, el Papa dictó la segunda
bula Inter Caetera con fecha atrasada del 4 de mayo, concediendo a Castilla y León, la posesión de las
tierras descubiertas que se encontraban al occidente de una línea imaginaria (Norte-Sur) que pasaría a 100


1
Profesor Titular interino de Historia Constitucional, cátedra II, Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, U.N.L.P.
2

leguas al Oeste de las Islas Azores o de Cabo Verde.


Juan II de Portugal no aceptó la decisión papal expresada en las bulas, ya que ello vulneraba
derechos portugueses que creía firmes; además la delimitación del “mar portugués” a 100 leguas a contar
desde Cabo Verde haría dificultosa la navegación hasta el cabo de Buena Esperanza que Bartolomé Díaz
aconsejaba hacer alejada de la costa.
Una comisión portuguesa llega en mayo de 1494 al castillo de la Mota, donde estaban los Reyes
Católicos, para solucionar diplomáticamente el problema. Los portugueses sólo pueden gestionar que se
lleve más allá la línea alejandrina, y esto como gracia especial. Las negociaciones se seguirán en el castillo
de Tordesillas, que dará nombre al tratado, aunque éste se firma en la cercana ciudad de Arévalo el 7 de
junio de 1494.
Los Reyes Católicos convienen en llevar la línea a 370 leguas de la más occidental isla del Cabo
Verde2, debiendo pedirse al Papa la correspondiente rectificación de las bulas, que haría el pontífice Julio
II en 1506.
No por esto acabaron los problemas: los portugueses pretendían que se usara la legua marina
castellana que era más grande que la portuguesa. No obstante, España tendría el dominio del
hemisferio occidental y Portugal del oriental. Se había concretado así un verdadero reparto del mundo
entre estas dos coronas. No obstante, el nuevo mundo no sería en exclusividad para castilla, con este
tratado los portugueses pudieron establecerse en el territorio de Brasil.

Volviendo al río de la Plata, en 1519, Hernando de Magallanes, al servicio del rey Carlos I de
3
España , retomó la misión que Solís no pudo completar. Así, en 1520, llegó al estrecho que conecta los
dos grandes océanos, navegó ese paso, que hoy lleva su nombre, y llegó a la Especiería (extremo
Oriente)

Cinco años después, Sebastián Gaboto, repitió el camino de Solís. Llegó al Mar dulce, luego
remontó el río Uruguay, en cuya orilla oriental funda el fuerte de San Salvador. En el otoño de 1527
entró en el río Paraná4, hasta el Carcarañá, y allí fundó el fuerte Sancti Spiritus, primera fundación
española en nuestro país. Este intrépido explorador, navegó el alto Paraná y después el Paraguay, hasta
la altura del rio Pilcomayo, pero la hostilidad de los naturales, lo obligaron a regresar al Sancti Spiritus.
El sitio que los originarios pusieron al fuerte lo terminó destruyendo. En 1529, los sobrevivientes
partieron a San Salvador.

2. EL PRIMER ADELANTADO

En el verano de 1536, llega con una poderosa flota (14 naves y 1 300 hombres) al río de Solís, el
primer adelantado español, Pedro de Mendoza. El adelantado que viene a las Indias Occidentales es una
institución que toma del viejo derecho castellano algunas modalidades, pero la realidad del
descubrimiento lo transformó en algo distinto. Lo característico del oficio, es que en Indias está destinado
a ser ejercido en territorios no conquistados todavía, o cuya conquista no ha concluido, de tal manera que
se dirige al descubrimiento y población de vastas e importantes comarcas. Las funciones del nuevo

2
La línea queda en el Meridiano 46º 36’.
3
Nieto de la Isabel y Fernando, hijo de la reina Juana, ya podemos hablar de una penísula unificada y denominarla España.
4
Nombre aborigen que significa “parecido al mar”.
3

adelantado comprenden, por lo tanto, la jefatura militar de las huestes, la dirección política del territorio,
y la justicia superior del distrito.
La misión de Pedro de Mendoza, consistía en impedir que los portugueses llegaran a las
fabulosas tierras del Rey Blanco, que se suponían localizadas en el sur del Perú.

En la desembocadura del Riachuelo, erige como campamento estable, el puerto de Santa María
del Buen Aire5. Los habitantes del fuerte no la pasaron bien, su maltrato a los originarios de la zona,
derivó en un sitio por parte de pampas y charrúas. En 1537, muy enfermo por la sífilis, Mendoza retorna
a España6 y deja el mando a Juan de Ayolas.

En agosto de aquel año, Juan Zalazar de Espinosa y Gonzalo de Mendoza, fundan sobre el
Paraguay, cerca de la desembocadura del Pilcomayo, el puerto y casa fuerte de Nuestra Señora de Santa
María de la Asunción, que se convertirá en el centro de la conquista española en el Plata.

Juan de Ayolas, termino sus días trágicamente en una emboscada de los indios payaguáes,
cuando regresaba de su expedición al alto Perú, donde encontró la Sierra de la Plata. Lo sucedería en
el mando Domingo Martínez de Irala, este vasco de intrépido carácter, iba a convertirse en el primer
caudillo que conocieran las tierras sudamericanas del Plata.

Irala, dispuesto a reforzar la Asunción, manda a despoblar en 1541, el campamento del Buen
Aire y trasladar a la primera toda su población.

3. SANTIAGO DEL ESTERO

En el frenesí exploratorio y de conquista, parte desde el Perú, una expedición hacia el sur, al
mando del capitán Juan Núñez del Prado. Esta expedición fundará a orillas del río Salí (o del Estero)
una ciudad. Allí se construirá la primera iglesia y el primer cabildo, y se empieza con la catequización
de los aborígenes. Los cabildos traducían la existencia de una ciudad7, dándole una jerarquía política
que la distinguía de las simples agrupaciones urbanas. Al fundarse la ciudad, se nombraba un gobierno
municipal integrado por los colonos afincados en la misma; la pertenencia a una ciudad, en calidad de
partícipe de su gobierno, calificaba al colono, asignándole una jerarquía sobre la cual se estructuraba
la sociedad indiana: la vecindad.

El cabildo era un organismo colectivo, cuyos miembros eran designados por el fundador de la
ciudad, y que luego se renovaba totalmente cada año por elección que hacían los mismos cabildantes
salientes. Se componía de dos alcaldes ordinarios y un número variable de regidores que en nuestro
país nunca paso de seis8. Estos y aquellos se reunían para tratar los asuntos generales bajo la


5
Homenaje a la patrona de los navegantes, Nuestra Señora del Buen Aire.
6
No logra llegar a la península, muere dos meses después de su partida, en el mar.
7
La fundación de ciudades fue una actividad programada y reglamentada, Felipe II en 1573 dicta una detallada Instrucción
sobre poblamiento, conocida como “Provisión del Bosque de Segovia”.
8
Recop. IV,X,2 disponía que en las ciudades principales de las Indias hubiera doce regidores, y en las demás seis. Pero esta norma
no siempre se cumplió, habiendo ciudades que sólo tenían cuatro regidores. Sus miembros eran legos, la única condición era la de
ser vecino.
4

presidencia del gobernador, su teniente, o el alcalde de primer voto en ausencia de los funcionarios
reales.
Existe controversia acerca del significado de la denominación “cabildo”. Según Eduardo de la
Cruz –a quien consideramos una de las más altas autoridades en el estudio de la temática-, “cabildo”
desciende del latín capîtûlum, “reunión” de monjes o canónigos” según el “Diccionario etimológico de
la lengua castellana” de Joan Corominas. Cabildo significa entonces, reunión, que se aproxima a la
tradición hispana, que llamaba ayuntamientos a los gobiernos comunales, porque ayuntar es juntar9.
El cabildo tenía dos categorías de miembros: los electivos (alcaldes y regidores) y los oficiales reales
(alférez y fiel ejecutor). Los primeros se renovaban anualmente y los otros por decisión de quien los
había nombrado10. Básicamente, sus funciones eran el gobierno de la ciudad y la judicatura.

En 1553, Francisco de Aguirre, traslada la ciudad a su actual emplazamiento. Santiago del


Estero, se convierte así en nuestra capital interior, de ella partieron varias corrientes colonizadoras.
Esta ciudad será productora de algodón, colocando su producción en la rica ciudad de Potosí.

Para 1554, el rey Carlos I, ha prohibido las conquistas y ordenado el poblamiento de lo


conquistado, como asimismo repartir los indios en “encomienda”11, como se venía haciendo en el resto
de las Indias12.

4. LAS INSTITUCIONES

El Consejo Real y Supremo de Indias, tuvo la competencia sobre todo el continente, en el orden
político y administrativo. A esta institución se debió la preparación de leyes y ordenanzas, como así
también la propuesta de funcionarios destinados a gobernar las Indias. Además, fue dotada de
competencia jurisdiccional, como supremo tribunal de apelación para las sentencias dictadas por la
Casa de Contratación y las Audiencias indianas.

La Real Audiencia de Buenos Aires fue creada en 178313 y con anterioridad, las provincias del
río de la Plata dependían de la Audiencia de Charcas. La Audiencia, tenía funciones judiciales (la más
importante en su ramo), administrativas y de gobierno. En caso de ausencia del Virrey le tocaba suplirlo,
ello, nos da una idea de la importancia de esta institución americana. Le tocaba velar, también, por el
orden y el buen gobierno de su distrito.

Con el transcurso de los años, se fue elaborando un complejo cuerpo legal para el gobierno del
reino de Indias, que, a partir de 1567, se denominaron “recopilaciones”. Estaba previsto en tal


9
De la Cruz, Eduardo; Los reinos de Indias. El comienzo de América 1492-1800; La Plata; Ed. UCALP; 1999; p. 496.
10
De la Cruz, Ob. cit., p. 499
11
La reina Isabel había establecido que los indios, hombres libres, estaban bajo su tutela, y que debían ser educados y
evangelizados, para ello, decidió encomendar la tenencia a los castellanos establecidos en el Nuevo Mundo. La “encomienda”
derivó en un sistema de trabajo personal de los originarios hacia los españoles, que no cumplió con el objetivo que pretendió
la reina. Antes de su muerte, Irala, dictó unas Ordenanzas sobre repartimientos y encomiendas.
12
Los reinos de Indias occidentales, pertenecían a la corona castellana y esa fue la denominación oficial del continente que
descubriera Cristóbal Colón en 1492, y que lleva el nombre de América, en homenaje a Américo Vespucio (o Amerigo Vespucci
1454-1512).
13
Pero fue inaugurada en 1785.
5

legislación que los magistrados y funcionarios podían dejar de cumplir las leyes vigentes si en algún
caso concreto las estimaban perjudiciales.

La unidad de gobierno más importante y extenso era el reino, a cargo de un funcionario que
encarnaba el poder del estado castellano en Indias. El virrey14, de él se trata, representaba al propio
rey y gozaba de sus preeminencias y se le debía idéntico respeto; sus funciones eran administrativas,
legislativas, militares, judiciales, de hacienda y religiosas. Estas enormes atribuciones solo se restringían
por la periodicidad de sus funciones y el juicio de residencia donde debía dar cuenta de su desempeño.

Además de Nueva España (Méjico) y Perú, los dos reinos clásicos de Indias establecidos en el
siglo XVI, hubo virreyes en Nueva Granada (Colombia) y en el Río de la Plata, en el siglo XVIII.

Cada reino era, a su vez, dividido en áreas políticas menores que tenían a su frente un
gobernador, máxima autoridad política, judicial y militar del territorio a su cargo.

Como quedara dicho, para el gobierno de la ciudad, estaban los cabildos, integrados por dos
alcaldes (o jueces), varios regidores y una serie de funcionarios encargados de tareas policiales, de
abasto, de peticionar por el común, de custodio de la cárcel, etc.

5. LA FUNDACIÓN DE BUENOS AIRES

Los españoles de Asunción, sentían la necesidad de establecer en el camino hacia España, una
base más al sur. El plan se llevó a cabo, cuando el gobernador interino, Juan de Garay, encabezó una
expedición hacia el río de la Plata con apenas 66 personas, que, al pasar por Santa Fe, se agregaron
algunas más y, el 11 de junio de 1580, pudo fundar la ciudad de la Trinidad y puerto de Santa María de
Buenos Aires15.
En el último cuarto del siglo XVI, se fundaron las ciudades de Salta (1582), Corrientes (1588), La
Rioja (1591), Jujuy (1593) y San Luis (1596).

En 1617, el Consejo de Indias dispone la separación de las provincias de Buenos Aires y


Paraguay. La nueva provincia comprenderá Buenos Aires, Santa Fe, Concepción del Bermejo y
Corrientes.

6. EL NOMBRE DE LA ARGENTINA

Ya desde los albores del poblamiento de nuestra región, comenzó a utilizarse el vocablo
“argentina”. Un cura y poeta, misionero en el Paraguay, que vino con la expedición del adelantado Ortíz
de Zárate (a fines del s. XVI), compuso el poema Argentina y conquista del río de la Plata, se trata del
arcediano Martín del Barco Centenera.


14
El vocablo “virreinato” es una corrupción introducida en el siglo XVIII; el correcto es “reino” tratándose de la jurisdicción de
un virrey. “Virreinato” se refiere al tiempo en que un virrey ejerció sus funciones.
15
El objetivo de la fundación fue militar, se trataba de una fortaleza antes que una ciudad cabeza de territorio.
6

Unos años más tarde, aparece el primer historiador del descubrimiento y colonización del río
de la Plata, el asunceño Ruíz Díaz de Guzmán, que en 1612 publica en Charcas una obra histórica
titulada La Argentina.

7. EL REINO DEL RIO DE LA PLATA

En 1776, el rey Carlos III, crea el Reino del río de la Plata, el


último de los fundados en Indias. Una necesidad estratégica fue la que
determinó su creación, debido a la penetración portuguesa sobre la
provincia de Río Grande.

Las provincias de Buenos Aires, Tucumán, Paraguay, Cuyo y el


Alto Perú quedarían comprendidas en el nuevo “virreinato” (Ilus. 1) y,
a cuyo frente se pondría a don Pedro de Cevallos, que llegó a América
con una flota de 100 naves y una fuerza de casi 19 000 hombres, para
tomar posesión militar de Río Grande, Santa Catalina y la Colonia del
Ilustración 1 Sacramento.

8. LA SITUACIÓN ECONÓMICA

Después de la paz de Versalles, en 1782, por la que se pone fin a la guerra de España con
Inglaterra, en la pampa, la ganadería toma impulso debido a la exportación de cueros, mientras el
interior artesanal e industrioso decae. Las nuevas condiciones del mercado internacional se hacen
sentir en el Plata. El asiento de negros hace sentir sus efectos, pues los esclavos van desplazando la
mano de obra indígena. La habilitación del puerto de Buenos Aires, va orientando la economía y las
finanzas hacia la salida que aquel ofrece hacia España por el comercio legal y, a Inglaterra por el
contrabando.

A mediados de 1778, don Juan José de Vértiz, que ya había sido gobernador de Buenos Aires,
asume como segundo Virrey del río de la Plata. Fue una gestión eminentemente municipal, inaugura
el alumbrado público, el teatro de la Comedia y los paseos públicos de la ciudad de Buenos Aires.
Durante su gestión se instala la aduana para fiscalizar el comercio legal, que las reformas borbónicas
han inaugurado para el puerto de Buenos Aires. No tardan mucho los ingleses y criollos en encontrar
el modo de burlar la fiscalización de la aduana: traspasan disimuladamente los barcos ingleses a
testaferros españoles que tienen en la costa de Brasil y cambian de bandera, momentáneamente, hasta
descargar la mercadería.

Durante la gestión del tercer Virrey, Marqués de Loreto, se estableció el libre comercio de
negros en el río de la Plata, cuyos principales proveedores, de tan aberrante comercio, eran los ingleses,
que los trocaban por cueros de la región.
7

El Virrey interino Antonio Olaguer Feliú (1797-1799), le tocó hacer frente al bloqueo del río de
la Plata por la marina británica, debido a las guerras en el continente europeo. Para impedir la
paralización del puerto, solicitó y obtuvo de la Corona, la libre franquicia de tráfico comercial.

9. LA POLÍTICA BRITÁNICA

Francisco Miranda, político venezolano, ha sido llamado con justicia, el


precursor (Ilus. 2). Así es, tempranamente buscó la independencia de las
colonias hispanoamericanas, para ello, trató de convencer a las autoridades
británicas que la separación de los pueblos americanos de la metrópoli
española era beneficioso a los intereses de Inglaterra.

El asunto fue tratado a alto nivel del gobierno británico (1803), entre
ellos, alguien que el río de la Plata conocerá muy pronto: el comodoro Home
Ilustración 2
Riggs Popham. Pero los avatares de la guerra con Francia, y las buenas
relaciones de Londres con España, postergaron dos veces la invasión inglesa
a nuestras tierras.

En 1804, en víspera de nuevo estado de guerra entre ingleses y españoles, el comodoro


Popham recibe órdenes de ponerse en contacto con Miranda, para ultimar detalles de la expedición
invasora. A fines de ese año, España declara la guerra a Gran Bretaña. Asimismo, los franceses acaban
de coronar como su emperador a Napoleón I.

El 21 de octubre de 1805, el almirante Nelson vence a la escuadra franco-española en Trafalgar


y Gran Bretaña queda “dueña” de los mares. Ahora puede lanzarse sobre las colonias de sus enemigos.

La nueva situación desvía la expedición de Popham al Cabo de Buena Esperanza en sud África,
demorando nuevamente la invasión al río de la Plata. El 18 de enero de 1806 los holandeses se rendían
ante William Carr Beresford16.

10. LA INVASIÓN INGLESA

Popham, que mantenía correspondencia con Miranda, una vez tomado el Cabo, se dio a
convencer a los jefes militares ingleses que habían ido en su escuadra, de que era el caso de aprovechar
para llevar un ataque contra Buenos Aires. Logró convencer a los jefes militares y pudo disponer de un
ejército de 1 500 hombres, con los cuales, llevados en cinco buques, emprendió la primera invasión
inglesa contra el río de la Plata. Popham afirmaba que serían abiertos los mercados de sud América a
Inglaterra, privando así a Napoleón de los tesoros que sacaban para él los españoles. La aventura era
muy arriesgada y sin instrucciones del gobierno inglés emprendió la expedición colonialista.

La escuadra inglesa ancló en la playa de Quilmes el 25 de junio de 1806 y sin dilación comenzó
al desembarco del ejército, bajo el comando del General Carr Beresford. Nadie los incomodó siquiera.


16
La posesión de la colonia del Cabo de Buena Esperanza fue formalmente ratificada por el Congreso de Viena en 1815.
8

El virrey Sobremonte, no disponía ni de una pequeña tropa organizada para defender la ciudad. Logró
reunir apenas mil hombres mal armados que, al día siguiente, comandados por el brigadier Arcos,
fueron a cerrar el paso a los ingleses. Pero a los primeros tiros se desbandaron.

Un día después, los ingleses entraban directamente en la ciudad, victoriosos. El general


Beresford se instaló en el Fuerte, en lugar del Virrey, que se había retirado a Córdoba con el propósito
de formar un ejército y salvar parte del tesoro a su cargo, tesoro que le fue arrebatado por los
británicos. Beresford declaró que confirmaba a todas las autoridades y empleados, y les hizo jurar
fidelidad al rey de Gran Bretaña.

Sobremonte trató de organizar un ejército en el interior, pero se le


adelantó Santiago de Liniers (Ilus. 3), encargado del fuerte de la Ensenada, que
se propuso efectuar la reconquista. Liniers pasó a Montevideo, donde el
gobernador Ruíz Huidobro, no obstante tener órdenes de Sobremonte para
esperar sus directivas, facilitó armas y hombres destinados a la reconquista de
Buenos Aires.

Liniers volvió con cerca de mil hombres armados y logró desembarcar


Ilustración 3 en el puerto de las Conchas (muy al norte de la ciudad). Reforzado con algunas
milicias, pudo avanzar con 1 600 hombres hasta los Corrales de Miserere (Plaza Once) y desde allí,
intimó la rendición de los ingleses. Rechazada la intimación, Liniers avanzó con sus fuerzas y con el
masivo apoyo de la población. Asediado en Retiro, Beresford se rindió el 12 de setiembre de 1806.

11. LA SEGUNDA INVASIÓN

No terminó 1806 sin que se tuvieran ya los primeros anticipos de la esperada segunda invasión:
desde diciembre se halla en Maldonado el Brigadier ingles Auchmuty con 4 500 hombres; tras unos días
de fútiles escaramuzas el invasor se dirige por mar a Montevideo; el 20 de enero de 1807, los ingleses
desembarcan en el Buceo y de inmediato toman contacto con la ciudad amurallada y fortificada; el 2 de
febrero, tras recios combates, logran abrir una brecha en la muralla; al día siguiente la ciudad es suya; lo
será por ocho meses, durante los cuales los conquistadores la transformarán en base de una penetración
mercantil que esperan muy vasta, abarrotándola de géneros.

Auchmuty no quiere repetir las audacias de Beresford. Pide refuerzos a Londres y el 10 de mayo
llega a Montevideo el Teniente General Whitelocke; ahora los soldados británicos destacados en el Plata
llegan a 10 000 y, la toma de Montevideo ha sido completada con la de la Colonia. El 28 de junio 8 000
soldados ingleses desembarcan en Ensenada, acompañados de 18 cañones (la anterior invasión sólo había
traído dos); el 1 de julio están en Quilmes, el 2 cruzan el Riachuelo.

Ya hace meses que Buenos Aires ha venido preparándose para la nueva amenaza. La caída de
Montevideo provocó una nueva agitación en el Cabildo de Buenos Aires, que propuso el reemplazo de
Sobremonte; la Audiencia consideró preferible lograr del dos veces derrotado virrey una delegación
definitiva en la Audiencia misma. La salida propuesta disgusto tanto a los capitulares como a Liniers.
Finalmente se delega en Liniers la defensa de la ciudad y el regente de la Audiencia, Muñoz y Cubero,
9

atenderá los de gobierno, administración y hacienda.

Nuevamente las calles y azoteas se revelan amigas de los defensores, y el grupo británico que
ha combatido en los accesos meridionales de la fortaleza se rinde. Al día siguiente Whitelocke, pide
tratar una tregua; Liniers no acepta sino negociaciones de rendición, que finalmente son entabladas.
El 7 de julio se firma el tratado, por el cual se concede a los ingleses 60 días para abandonar Montevideo
y se dispone el intercambio de los prisioneros, incluidos los británicos de la primera invasión.

El héroe de la jornada ha sido Martín de Alzaga (Ilus. 4), rico comerciante


vascongado y alcalde de primer voto en el cabildo porteño; junto con él es la
institución capitular la que adquiere un prestigio nuevo. En tanto, Liniers recibirá,
en mayo de 1808, de la Corona su designación de Virrey interino, fechada en
diciembre del año anterior.

Ilustración 4
Los ingleses dejan Montevideo antes de que se cumpla el plazo, su inmensa flota
-240 barcos mercantes y de guerra-, toda a la vela era una ciudad en medio del mar.
Pero estas naves se marchan vacías; los depósitos de los mercaderes montevideanos, en cambio, están
llenos de mercancías capaces de arruinar con su concurrencia a los comerciantes de Buenos Aires. Ya en
octubre la noticia llega a Potosí, provocando catastrófico derrumbe de precios.

Además de haber probado el comercio con Inglaterra, la otra consecuencia que deja este episodio,
es la creciente militarización. Surge un nuevo actor social, el ejército criollo, con cinco mil de estos últimos,
agrupados en patricios y arribeños, en el de pardos y morenos, entre otros, que se oponían a los tres mil
que integraban los cuerpos peninsulares.

Además, esta proeza, la de una colonia al sur del continente, que sola se las arregló para
rechazar dos veces al potente invasor inglés, dejo en evidencia la propia fuerza y el desamparo al que
la sometía España.

12. LA CRISIS DE ESPAÑA

Tiempos difíciles para el virrey Liniers, la repercusión de los sucesos en España, signarían la
inestabilidad de su gobierno.

La Alianza entre España y Francia pronto se rompería, al revelarse ésta última como
invasora de aquélla. En efecto, tras el plan para apoderarse de Portugal, pergeñado por
ambos gobiernos, Francia ocupará el norte de España.

Ello ocasiona una crisis en el gobierno español, que por presión del pueblo y la nobleza
obliga a abdicar a su rey, Carlos IV, y la asunción al trono del príncipe de Asturias,
Fernando (Ilus. 5). Pero Napoleón dueño de la situación, hace que la casa de Borbón,
Ilustración 5 reinante en España desde el inicio del siglo XVIII, le ceda el trono a su hermano José
Bonaparte. Con ello, el país, perdía su independencia.
10

Pero el pueblo español, recogiendo la herencia de su derecho regio, reasume la soberanía, ante
la ausencia del legítimo monarca, y la delega en juntas provinciales, que pronto se resumirá en la de
una sola, con sede, primero en Aranjuez y luego en Sevilla.

Pero la guerra en la península se vuelve favorable a los franceses que, para enero de 1810,
tienen casi todo el control de la misma, obligando al gobierno español a refugiarse en la isla de León
bajo la protección de la escuadra inglesa.

13. LA HORA DE LA REVOLUCIÓN

Llegados a este punto del relato, creo que debemos ahondar en los motivos que dieron lugar a
la ruptura entre América y la metrópoli. Siempre me pareció reveladora la memoria del Conde de
Aranda producida en 1783 (veintisiete años antes de la revolución hispanoamericana) que, con
magnífica síntesis decía: “… el dominio español en las américas no puede ser muy duradero, fundado
en que las posesiones tan distantes de sus metrópolis jamás se han de conservar largo tiempo. En el de
aquellas colonias ocurren aún mayores motivos, a saber: la dificultad de socorrerlas desde Europa
cuando la necesidad lo exige17; el gobierno temporal de virreyes y gobernadores que la mayor parte van
con el mismo objeto de enriquecerse; las injusticias que algunos hacen a aquellos infelices habitantes;
la distancia de la soberanía y del tribunal supremo donde han de acudir a exponer sus quejas; los años
que se pasan sin obtener resolución; las vejaciones y venganzas que mientras tanto experimentan de
aquellos jefes… Todas estas circunstancias, si bien se mira, contribuyen a que aquellos naturales no
estén contentos y que aspiren a la independencia, siempre que se les presente ocasión favorable.”

No terminaba allí la predicción de Aranda, refiriéndose a Estados Unidos decía: “… la nueva


potencia formada en un país donde no hay otra que pueda contener sus proyectos, nos ha de incomodar
cuando se halle en disposición de hacerlo… Mañana será gigante, conforme vaya consolidando su
constitución y después un coloso irresistible en aquellas regiones…”.18

El cuadro aún se agrava, a mi criterio, por las reformas económicas que la corona española
aplica para salvar la situación de España. Básicamente el plan consistía en: reducir a las américas,
nuevamente, a un lugar de extracción de recursos vía impuestos y, destruir su industria, forjada durante
el siglo XVII, para convertirla en un mercado de consumo para la producción española. Claro que, no
podía esperarse que, con mansedumbre bovina, los descendientes de aquel intrépido linaje que
conquistó el continente, aceptasen esta nueva imposición.

14. EL ÚLTIMO VIRREY ANTES DE LA REVOLIUCIÓN

El 11 de febrero de 1809, la Junta Central de España e Indias retira la confianza a Santiago de


Liniers y nombra en su lugar Baltazar Hidalgo de Cisneros (Ilus. 6). Este virrey además de poner orden
en el Plata, debía conducir la política de alianza con el nuevo socio de España, Inglaterra. A cambio de


17
Parece que hubiese previsto también la invasión inglesa de 1806.
18
Martínez Díaz, Nelson; La independencia hispanoamericana; Madrid; Ed. Historia 16; 1989; p. 173.
11

la ayuda militar y económica, el país ibérico, se comprometía a abrir los puertos de sud América al
comercio británico19.

Hubo algún intento de resistir a Cisneros, Manuel Belgrano y Cornelio Saavedra instaron a
Liniers a no entregar el mando. Pero la revolución carecía de jefe, y el nuevo virrey se instala en Buenos
Aires.

El 13 de mayo de 1810, llega a Montevideo una fragata inglesa con noticias de España. La
península estaba prácticamente en su totalidad ocupada por los franceses, la suerte del gobierno
provisional de España era incierta.

Cisneros, creyó conveniente no ocultar las novedades sino darlas a conocer oficialmente,
acompañadas de una proclama dirigida a los pueblos del Virreinato: en caso de la pérdida total de
España, de “no tomar determinación alguna que no sea previamente acordada en unión de todas las
representaciones de esta capital a que posteriormente se reúnan las de sus provincias dependientes,
entretanto que de acuerdo con los demás virreyes se establece una representación de la soberanía del
Sr. Dn. Fernando VII”.

Las noticias conmocionaron a la ciudad. Ante la alternativa de no existir ninguna autoridad en


la península, impulsó a aquellos argentinos que soñaban con un gobierno propio, a contactar a los jefes
militares20, que en su totalidad eran criollos, a efectos de dar el golpe definitivo al agonizante sistema
español. Así, un grupo de estos revolucionarios, le solicitó al alcalde de primero voto un cabildo abierto
para tratar la grave situación de la península y sus derivaciones en América.

El Virrey, quien tenía la última palabra para la autorización de dicha asamblea, se vio perdido
cuando los mandos militares le restaron su apoyo y, mostraron su completa inclinación por favorecer
el pedido del mismo Saavedra y Belgrano hecha al alcalde Lezica.

15. LA HISTORICA JORNADA

El marte 22 de mayo, se llevaría a cabo la reunión vecinal, en el largo y estrecho corredor


exterior del piso alto del Cabildo de Buenos Aires (Ilus. 6), solo estaba invitada la “clase principal del
vecindario”, según lo ordenaban las leyes de Indias.

El obispo de la catedral, Benito Lué, pronuncia un discurso fiel al virrey y a la doctrina del
centralismo borbónico. Nada debía cambiar, mientras quede un territorio en la península libre de la
ocupación francesa y existiera un gobierno a nombre del legítimo rey.

El abogado Juan José Castelli, rebate el argumento del clérigo, con las leyes del reino: ausente
el monarca, la soberanía retrovierte al pueblo para que este elija un nuevo monarca o gobierno. Ello
parecía muy osado a esa altura y, José Escalada propuso que debía resolverse la siguiente cuestión:
“¿Si se ha de subrogar otra autoridad a la superior que obtiene el Excmo. Sr. Virrey, dependiente de la

19
Ello de acuerdo al tratado Canning – Apodaca.
20
Las fuerzas militares estaban constituidas por los cuerpos voluntarios levantados durante las invasiones inglesas, unificados,
de hecho, en la jefatura de Cornelio Saavedra, jefe de los patricios.
12

soberana que ejerza legítimamente a nombre del Sr. Dn. Fernando VII, y en quién?”. Finalmente,
después de una larga discusión, entre el Fiscal de la Audiencia Genaro Villota y Juan José Passo, sobre
la facultad de esa asamblea vecinal para desplazar al virrey, se votó.

El fiscal de la Real Audiencia, Dr. Genaro Villota, aceptando hipotéticamente el punto de


partida, opuso a la teoría de Castelli, que ella encerraba la soberanía de todos los pueblos del virreinato
en un sólo municipio, el de Buenos aires. Esgrimió la sólida doctrina de la verdadera representación de
los pueblos, la cual, aun admitiendo que España se perdiese, no podía ejercerse por una sola provincia
sino por todas las provincias representadas, por sus diputados en congreso, abogando así por el
derecho de las mayorías legales, y negó a una minoría la facultad de estatuir por sí lo que a todos
interesaba y competía. Concluyo que debía aplazarse el voto hasta tanto que todas las partes pudiesen
ser consultadas, sin perjuicio de que se asociasen al virrey dos miembros de la Audiencia por ser una
corporación que derivaba igualmente de la soberanía del monarca.

Juan José Passo, contestando al fiscal, presentó a Buenos Aires como una "hermana mayor"
que en grave emergencia de familia asume la gestión de sus negocios 21, con el propósito de ser útil a
sus administrados cuyos intereses, porque son comunes, son solidarios, sin perjuicio de consultar a
todos oportunamente. Partiendo de la base de que las provincias y los pueblos de todo el virreinato
debían ser consultados y que sólo el voto de sus diputados congregados debía estatuir definitivamente
sobre la forma de gobierno, sentó como premisa, que para que esa consulta fuese legítima, era
indispensable que fuese "libre", y que no podía serlo si la elección se verificaba bajo la influencia de los
empeñados en contrariar tales propósitos. Concluyó declarando que Buenos Aires haría la convocatoria
a dicha reunión de las provincias.

Así, llegamos al voto por la cesantía del Virrey y la reversión de su poder al Cabildo para que
designara una junta de gobierno, sobre la fórmula que propusiera Cornelio Saavedra, quien advirtiera
que no debe olvidarse “que es el pueblo quien confiere la autoridad y mando”, haciendo presente la
doctrina de la soberanía del pueblo.

El miércoles 23 de mayo, el cabildo, que asume el poder vacante, encargado de elegir la junta
de gobierno hace su último intento por impedir la revolución. Es así, que designa una junta de gobierno
presidida por Baltazar de Cisneros, acompañado por cuatro vocales, Saavedra, Castelli, Incháurregui y
Solá22, que habían votado la deposición del virrey. El día 24, por la tarde, juró la Junta. Pero apenas
corrió la noticia de que el virrey seguía al mando, la conmoción en los cuarteles fue grande, los jefes
del cuerpo de Patricios se entrevistan con Saavedra para imponerlo de lo grave de la situación. Lo
propio sucede en el bando de Castelli. La situación es insostenible. A la noche la junta renuncia, texto
que redacta Castelli en el Fuerte, ante Cisneros, que viendo la partida totalmente perdida renuncia
también.


21
Así, Passo toma del derecho privado la teoría de la gestión de negocios ajenos, complementando la teoría de derecho
Público que enunciara previamente Castelli.
22
Para algunos José Santos Icháurregui y Juan Nepomuceno Solá, representaban la tendencia intermedia en esta revolución,
no obstante que votaron la destitución del Virrey. Ver Halperin Dongui, Tuli; Historia argentina. De la revolución de
independencia a la confederación rosista; Buenos Aires; Paidós; 1980; p. 47.
13

La ciudad amaneció amotinada, las milicias urbanas se imponían a la clase vecinal23. El viernes
25, la multitud irrumpe en la sesión del Cabildo. Los vecinos, comandantes y oficiales presentan un
petitorio con los nombres de aquellos que debían integrar la junta gubernativa.

A las ocho de la noche los componentes de la Junta Provisional de Gobierno de la Provincias del
río de la Plata a nombre del Sr. Don Fernando VII, pasan al fuerte a hacerse cargo de sus puestos. Fueron
los primeros gobernantes de la Patria: presidente y comandante general de armas: teniente coronel
Cornelio Saavedra, jefe de patricios; vocales: Juan José Castelli (abogado), Manuel Belgrano (abogado),
Miguel Azcuénaga (militar), Manuel Alberti (sacerdote de San Nicolás), Domingo Matheu
(comerciante), Juan Larrea (comerciante); secretarios: Juan José Passo y Mariano Moreno (abogados).

Podría decirse que, más allá de las discrepancias sobre el alcance del movimiento, las
tendencias de la “gente principal” de Buenos Aires, coincidían en un programa común: “gobierno
propio y comercio libre”24.

16. LA CONTRARREVOLUCION

Los principales focos contrarrevolucionarios habrían de manifestarse en Montevideo, Córdoba,


Paraguay y el Alto Perú25. En Córdoba, la resistencia fue aplastada militarmente, siendo fusilados el ex
virrey Liniers, el Gobernador Gutiérrez de la Concha y el jefe de milicias coronel Allende, por orden del
secretario de guerra de la Junta, Mariano Moreno.

En el Alto Perú, las fuerzas revolucionarias, al mando de Castelli triunfaron en la batalla de


Suipacha (7 nov. 1810), cuyo efecto será el pronunciamiento, de las grandes ciudades de la región, por
la revolución. Era una oportunidad magnífica para avanzar hasta Lima, núcleo de la autoridad española,
pero la orden de Moreno establecía que no debía atravesarse el río Desaguadero.

Absurdamente las indicaciones del secretario de la Junta, establecían que la revolución no


debía salir de los límites de la Provincias del río de la Plata. Ello le permitió a las tropas españolas del
Perú reunir un ejército de 8 000 soldados contra 6 000 de Balcarce y Castelli, que día a día veían mermar
el apoyo popular debido al comportamiento antirreligioso de Bernardo Monteagudo.

Así, el 20 de junio de 1811, se enfrentan en la batalla de Huaqui, conocida también como del
Desaguadero, las tropas comandadas por el general Antonio González Balcarce y las tropas realistas del
Perú al mando del general José Manuel Goyeneche. Después de la tremenda embestida realista, los
patriotas trataron de atrincherarse, pero fueron barridos con fuego de artillería de los nuevos obuses
recibidos desde Lima y, cuando la resistencia de la caballería se agotó, la batalla finalizó con el triunfo
realista, poniendo fin a la primera expedición al Alto Perú, perdiéndose toda la región que se levanta
contra los “porteños”, menos la revolucionaria Cochabamba.


23
El cabildo era gobernado por los súbditos que ostentaban el título de vecino: español, cristiano viejo, propietario y jefe de
familia.
24
Ello en contraposición a la política del monopolio, es decir, solo comerciar con la metrópoli. Esta fue la política que las
grandes potencias (España, Inglaterra y Francia) aplicaron con sus colonias en América.
25
Actual Bolivia.
14

Goyeneche avanza hacia Cochabamba, donde se organizó la resistencia revolucionaria al


mando del recientemente nombrado general del Rivero. Pero sobreviene la traición. Los ejércitos se
enfrentan en Sipe-Sipe el 18 de agosto, no hay batalla, del Rivero se pasa al campo enemigo. Goyeneche
entra en Cochabamba y puede proseguir su marcha hacia el sur.

Mientras tanto, Belgrano es comisionado al mando de un ejército para actuar sobre Paraguay.
Las tropas al mando del gran patriota, son vencidas en Paraguarí y Tacuarí, haciendo imposible la
influencia directa de la Junta en esa provincia. En el mes de octubre se suscribirá un tratado de
confederación entre Paraguay y la Junta de Buenos Aires.

A principios de 1811, llegó a la Banda Oriental Francisco Javier Elío, designado Virrey del río de
la Plata por el Consejo de Regencia26. El 12 de febrero, el Virrey declara la guerra a la Junta instalada
en Buenos Aires.

17. LA REVOLUCIÓN EN LA BANDA ORIENTAL

Fue entonces cuando en la campaña de la Banda Oriental y Entre Ríos se produce el


pronunciamiento por la revolución.

El 26 de febrero de 1811, con lo que se conoce como el Grito de Asencio27, comenzó la


revolución en la otra orilla del río de la Plata. El capitán José Gervasio Artigas28 (Ilus. 6) se levantó en
la campaña oriental, a la cabeza del gauchaje en apoyo de la revolución,
poniéndose al servicio de la Junta. Este capitán, pronto sería reconocido por
el pueblo oriental como su líder y guía. Se convertirá en el caudillo argentino
de mayor prestigio en el litoral, levantará a las masas e infundirá un aliento
popular a la revolución. Asimismo, será el precursor del federalismo en la
América española.

El 18 de mayo, Artigas, vence a los realistas29 en la batalla de La


Piedras. Fundamental para la continuación de la revolución y ponerle un freno
Ilustración 6
a los realistas. Ello, determinó que las tropas leales a la Junta pusieran sitio a
Montevideo. De esta forma, quedaba claro que la campaña oriental se manifestaba leal a la revolución
y, la ciudad portuaria de Montevideo todavía era fiel a España y antirrevolucionaria.


26
Autoridad que había subrogado a la Junta Suprema, conocida como la Junta “Central” de Sevilla.
27
Decisión tomada por los criollos de la Banda Oriental a orillas del arroyo Asencio, de ahí su nombre, de emprender las
primeras acciones revolucionarias. Sus comandantes fueron Pedro Viera y Venancio Benavides, quienes ocuparon la población
de Mercedes en la madrugada del 28.
28
Capitán de Blandengues asignado a la plaza de Colonia.
29
Fuerzas anti revolucionarias, leales al Consejo de Regencia.
15

18. LA PRIMERA CRISIS

Durante el año X, han ido arribando a Buenos Aires los diputados


representantes del resto de las provincias30. Ellos venían a integrarse al nuevo
gobierno31, pero según Mariano Moreno (Ilus. 7), su misión era la de formar un
congreso que decidiera sobre la constitución del estado. A la opinión del secretario
de la junta, sólo se le une el otro secretario, Juan José Passo.

Ilustración 7 En la votación del 18 de diciembre, se resuelve que los diputados del interior

se incorporarían a la Junta, motivo que decide a Moreno a presentar su renuncia.

Con esta decisión, se formó lo que la historiografía ha designado como la Junta Grande. En mi
opinión, fue un gran momento y una importantísima decisión, pues con ella se integraba el país interior
y el puerto, en un gobierno que tuviera en cuenta los intereses de todos. Tanto es así, que el nuevo
gobierno, permitirá que las provincias se autogobiernen a través de la elección de juntas principales en
las capitales de provincia32, abandonando el esquema centralista de la ordenanza de intendentes de
1782, por la cual, la capital imponía los gobiernos a las provincias.

19. LOS SUCESOS DEL 5 Y 6 ABRIL DE 1811

La clase vecinal porteña, había impuesto como reemplazantes de Moreno y Alberti (fallecido),
a los porteñitas Hipólito Vieytes y Nicolás Rodríguez Peña respectivamente, y de esa manera había
recuperado la iniciativa tras la salida de Mariano Moreno.

Sin embargo, nuevas fuerzas emergían con la nueva situación. La revolución despertaba fuerzas
que habían estado latentes durante años, todos se sentían partícipes del movimiento. Cada uno
reclamaba su lugar en el nuevo orden. Así, la gente de la periferia y de las quintas de Buenos Aires se
hacía presente, ocupando la plaza de la Victoria, y exigiendo el gobierno único de Saavedra. Esto último
no fue posible, el propio Saavedra no lo aceptaría.

El movimiento contó con el apoyo de varios cuerpos militares. El resultado derivó en la


incorporación a la Junta de los representantes de ese movimiento popular, con Joaquín Campana,
Atanasio Gutiérrez y Juan Alagón, pero con el desplazamiento de Vieytes, Azcuénaga, Larrea y
Rodríguez Peña. Es decir, la división era patente e irremediable: una conducción de los hombres del
interior y de los arrabales, era intolerable para la desplazada facción porteñista de comerciantes
vinculados al comercio con Inglaterra.


30
Gobernaciones Intendencias, según la división realizada por la Real Ordenanza de Intendencias de 1782.
31
Así lo establecía la circular del 27 de mayo, que el mismo Moreno había firmado.
32
Reglamento de Juntas Principales y Subordinadas para el gobierno y administración de las Provincias, 10 de febrero de 1811.
16

20. LA SEGUNDA CRISIS

Entre el 22 y 23 de setiembre de 1811, se entablaron tratativas entre


33
la Junta y los jefes de la oposición porteñista, decidiéndose la creación de un
poder ejecutivo compuesto por tres vocales, bajo las reglas que debería
establecer la Junta Conservadora34 (nuevo nombre de la Junta de gobierno).
Este ejecutivo de tres miembros, será conocido por la historiografía como
“Triunvirato”, el cual se integró con Juan José Passo (Ilus. 8), Feliciano Chiclana
Ilustración 8 y Manuel Sarratea.

Las reglas de funcionamiento del nuevo gobierno, se plasmarían en el Reglamento orgánico,


sancionado por la Junta el 22 de octubre, el texto preparado por el deán Gregorio Funes35, es elemental
e incompleto, pero sienta las bases de la organización gubernamental sobre el principio republicano de
separación de poderes.

En el Reglamento, la Junta se reserva el derecho de resistir aquéllas que se opongan a la libertad


de los pueblos; así como, la facultad de declarar de guerra, hacer la paz, aprobar tratados de límites,
de comercio, establecer nuevos impuestos, la creación de tribunales o empleos y el nombramiento de
los individuos del Poder Ejecutivo (triunvirato), en caso de muerte o renuncia de los que le componen.

En lo que respecta al Poder Ejecutivo, tenía a su cargo la defensa del estado, la organización de
los ejércitos, la libertad civil, la recaudación e inversión de los fondos del estado, el cumplimiento de
las leyes y la seguridad en las personas y los bienes de todos los súbditos. Quedaba encargado además
de la celebración del congreso general de los diputados de las Provincias. Podía desinar a sus propios
secretarios, he, más importante fue Bernardino Rivadavia. Se le prohibía interferir en la labor del poder
judicial, y mantener arrestado a ningún individuo más de 48 horas sin someterlo a juez competente.
Finalmente se establece la responsabilidad del ejecutivo ante la Junta Conservadora y se limitaba a un
año la duración del mandato de sus miembros.
El poder judicial sería desempeñado por la Audiencia y alcaldes de los cabildos.

Dice Vicente Fidel López, que el hecho de haber establecido que el “Ejecutivo responde a la
Junta Conservadora de su conducta pública”, produjo gran indignación entre los adversarios a la Junta36.
Fue la excusa de la capital para terminar con el gobierno surgido en mayo de 1810, que
paradójicamente encontraba excluidos de su composición a sus originales mentores. Así, el Triunvirato
–con la anuencia del cabildo-, en noviembre, declaró nula y disuelta la Corporación de la Junta
Conservadora. En Cabildo porteño dando otro golpe, no podían soportar un gobierno de provincianos
y representantes de las clases populares de Buenos Aires, debían ser ellos quienes gobernasen las
Provincia Unidas.


33
Saavedra ha partido hacia el norte para hacerse cargo del ejército, quedando a cargo de la presidencia Matheu.
34
Junta Conservadora de la Soberanía del Sr. Feranando VII y de las leyes nacionales, en cuanto no se oponenal derecho
supremo de los Pueblos Americanos, tal era el nombre.
35
Su fuente fue el Decreto de reglamentación provisorio de las Cortes reunidas en Cádiz.
36
López, Vicennte Fidel; Historia de la República Argentina; Buenos Aires; Editorial Sopena; 1964; Tomo II, p. 352.
17

Se instalaba un gobierno único con suma de poderes, dirigido exclusivamente por la elite
porteña y, cuyo hombre fuerte era el secretario Bernardino Rivadavia.

21. EL TRIUNVIRATO

El gobierno del Triunvirato, el 26 de octubre, prescindiendo de lo ya establecido por la Junta


Conservado, sanciona un decreto de libertad de imprenta, por el cual se abole la censura previa para
las publicaciones, con excepción de las eclesiásticas. Asimismo, el 23 de noviembre, da a conocer un
decreto por el que estatuye reglas de procedimiento para jueces y policías, dirigidas a garantizar la
libertad e intimidad de las personas contra la actuación arbitraria del estado, tales como el juicio previo,
la sentencia legal y la inviolabilidad de la morada.

Examinemos algunas de las disposiciones del decreto de seguridad individual, que representa
un hito histórico de gran valor, pues sienta las bases constitucionales de las garantías individuales y
recoge el pensamiento iluminista de la época, aunque su aplicación sólo estuviera reservada a la “parte
principal de la población”, como ya veremos.

En la fundamentación del decreto se expresa que: “Todo ciudadano tiene un derecho sagrado
a la protección de su vida, de su honor, de su libertad y de sus propiedades. La posesión de este derecho
…, es lo que se llama seguridad individual”. Con claridad, señala lo que otras declaraciones
establecieron como derechos naturales de las personas, y que éstos, deben ser protegidos por el
estado.

La primera garantía para proteger la libertad, es el establecimiento del juicio previo a la pena o
expatriación (forma legal de proceso) y, la obligación de fundar las sentencias en el texto expreso de la
ley (art. 1). Habilita la detención previa a la condena, estableciendo como requisito, la existencia de
semiplena prueba o indicios vehementes del crimen, informándose al imputado los motivos de su
detención y, poniéndolo a disposición del juez competente (art. 2).

El decreto establece que, para la requisa de los papeles privados, embargo de bienes o el
allanamiento de una morada, se necesita orden de juez y deben hacerse con la moderación debida
(arts. 3 y 4). El imputado (reo en las palabras del decreto) que resulte detenido preventivamente, no
podrá permanecer incomunicado más allá del término de diez días o después de su declaración
(confesión dice el decreto) ante el juez (art. 5). Una disposición que pasará a la constitución de 1853
(palabras más o menos), dice que: “Siendo las cárceles para seguridad –garantizar la pena privativa de
libertad- y no para castigo de los reos, toda medida que, a pretexto de precaución, solo sirva para
mortificarlos, será castigada rigurosamente” (art. 6). Garantiza la libertad ambulatoria, de
permanencia y de salida del país (art. 7), como así también, extiende estos derechos y garantías a todos
los habitantes (ya veremos que no funcionó así) del territorio y los que en el futuro se instalen en él
(art. 8).37



37
Recomiendo para nuestra formación jurídicia, la lectura del libro de Cesare Beccaria, De los delitos y de las penas, de 1764.
Refleja la influencia de la ilustración en el derecho penal.
18

Finalmente prevé el estado de excepción, es decir la suspensión de estas garantías que, en


nuestra constitución de 1853, se nombra como estado de sitio: “Solo en el remoto y extraordinario caso
de comprometerse la tranquilidad pública o la seguridad de la patria, podrá el gobierno suspender este
decreto mientras dure la necesidad, dando cuenta inmediatamente a la asamblea general –que no
existía- con justificación de los motivos, y quedando responsable en todos los tiempos de esta medida”
(art. 9).38

Anulado el reglamento republicano de la Junta, el 22 de noviembre, el Triunvirato sancionará


el Estatuto Provisional del Gobierno Superior de la Provincias Unidas del Río de la Plata a nombre de
Fernando VII. Era un breve texto de nueve artículos que ponía todos los poderes (suprimía la
separación) en manos del Gobierno Superior. Los triunviros, serían reemplazados en caso de ausencia
por el Secretario de Gobierno (léase Rivadavia) y los secretarios serían inamovibles (léase Rivadavia
sería inamovible)39.

El Triunvirato temeroso de la influencia de Saavedra entre el pueblo de las orillas de la ciudad


y en la propia oficialidad, lo destituyó de su cargo militar y lo obligaron a permanecer en territorio
sanjuanino.

En lo político, el Triunvirato, volverá al centralismo borbónico, anulará las “juntas provinciales”


y nuevamente las autoridades de provincias serán designadas desde la capital. El 13 de enero de 1812,
crea el gobierno-intendencia de Buenos Aires, designando a Miguel Azcuénaga como titular.

En ese mismo mes, a través del Reglamento de Institución y administración de Justicia, suprime
la Real Audiencia y crea la Cámara de Apelaciones, compuesta por tres letrados y dos vecinos, que
durarían dos años en sus cargos.

Paradojicamente, y en contraposición con el decreto de seguridad individual, que consagraba


la defensa en juicio, el gobierno crea la Comisión de justicia (2 de abril), esta comisión no dependía de
los órganos judiciales, sino del gobierno-intendencia que lo delegaba en el jefe de policía. La
competencia territorial de esta Comisión, estaba en los suburbios y la campaña, donde residía el
elemento “popular” de la población. Debía proceder sumarísimamente sin atenerse a formas
procesales y “sin dejarse arrastrar por principios de humanidad”, para la vigilancia de las afueras de la
ciudad. Podía aplicar todas las sanciones: desde ahorcar en el primer árbol que encontrase, a enlistar
forzadamente en el ejército a todo el que quisiera, sin más formalidad que comunicarlo al gobierno.
Como puede apreciarse, existen dos justicias. Para aquellos que habían protagonizados los sucesos de
abril de 1811, ahora les caía todo el peso de la represión policial40.


38
Podemos encontrar antecedentes en Francia, con el decreto de la Asamblea Constitucional del 8 de julio de 1791 y luego
se estableció en la Constitución de 1799. Recomiendo la lectura del libro de Giorgio Agamben, Estado de excepción.
39
Rivadavia ocuparía permanentemente desde el 26 de febrero de 1812 uno de los sitiales del gobierno triple: por renuncia
de Chiclana, en febrero, seguida del cese de Paso en mayo, ausencia de Pueyrredón (5 de abril) y continuada por la ausencia
de Sarratea en la Banda Oriental (1 de mayo) hasta la caída del gobierno el 8 de octubre de 1812.
40
La Comisión de justicia, sera abolida por el Estatuto de 1815 (Sec. IV, capítulo III, art. 1).
19

En lo económico, el gobierno dirigido por Rivadavia, libera el comercio de importación,


permitiendo a los comerciantes ingleses ingresar sus artículos sin restricción alguna. Esta franquicia
permitió a los comerciantes británicos llevar a cabo una política de dumping41, que arruinó los talleres
artesanales del interior.

22. EL ARMISTICIO CON EL VIRREY ELÍO

En abril de 1811, el embajador inglés Lord Strangford42, presiona para que se inicien
negociaciones de paz entre la Junta y el virrey Elío. En julio las naves españolas bombardean Buenos
Aires y el 19 de ese mes, llegan las primeras noticias del desastre de Huaqui. El gobierno alarmado por
la situación accede a negociar con el virrey. En octubre el ejército del Norte, reducido a una división
comandada por Díaz Vélez, se encontraba famélico, sin armas y sin municiones, instalado en Tupiza,
debe retirarse en enero de 1812 a Jujuy ante la proximidad de Goyeneche. Afortunadamente, contaba
con el apoyo de la caballería gaucha de Güemes, que los protege durante su marcha hacia el sur.

Los orientales protestaron por el posible acuerdo, pero el 7 de octubre culminaron las
negociaciones. Sería el primer Triunvirato –designado el 28 de setiembre- el que suscribiría el
armisticio con Elío, el 20 de octubre, en Montevideo.

Ambas partes reconocían los derechos de Fernando VII, la retirada de las fuerzas juntistas de la
Banda Oriental y del este entrerriano, reconociéndose la autoridad de Virrey en toda la Banda Oriental.
Con este armisticio el gobierno instalado en Buenos Aires, perdía el rumbo inicial de movimiento de
mayo, pero afortunadamente aquel movimiento no había nacido para extinguirse por un acuerdo
inconsulto.

El pueblo oriental es el primero en reaccionar, pues quedaba a tiro de las represalias realista,
reunidos en un congreso en la Quinta de la Paraguaya43, en las afueras de Montevideo, decidieron
retirarse más allá de la línea del armisticio, al interior de Entre Ríos; se produjo, así, el éxodo del pueblo
oriental conocido como la redota (derrota)44, se suman las familias del norte que huyen del invasor
portugués, aliado de España. Se suman las familias del norte que huyen de la invasión portuguesa45, la
redota se transforma en la inmigración de un pueblo entero.

El 19 de noviembre, José Artigas46 escribe, “El gobierno de Buenos Aires abandona esta Banda
a su opresor antiguo; pero ella enarbola a mis órdenes el estandarte conservador de la libertad.
Síganme cuantos gusten, en la seguridad de que yo jamás cederé”. La gravitación creciente de los


41
Consiste en vender más barato que el competidor para arruinarlo.
42
Percy Clinton Sydney Smythe, sexto vizconde de Strangford, embajador de Inglaterra ante los reyes de Portugal, en ese país
y Brasil; es conocido en nuestra historia simplemente como Lord Strangford.
43
Ubicado en la actual esquina de 8 de octubre y Garibaldi.
44
Los orientales permanecieron en su exilio hasta septiembre de 1812.
45
Portugal era aliado del Consejo de Regencia español.
46
José Artigas fue una figura que la historiografía liberal ha mantenido en la penumbra más vergonzosa, debido -seguramente-
a su oposición a los intereses que representaba la élite porteña. Pero lentamente va adquiriendo la dimensión que le es debida,
a quien, con gran esfuerzo y patriotismo marcó el rumbo de la república federal de base democrática.
20

intereses porteñistas en la conducción de la Revolución, traerían aparejada una variación sustancial en


las relaciones de la autoridad central y el Jefe de los Orientales.

Pero el armisticio resulta efímero, en marzo, la escuadra española bombardea Buenos Aires.
Reiniciadas las hostilidades, el presidente del Triunvirato, Sarratea, irá en persona a ponerse al frente
del ejército en la Banda Oriental. Con ello, las diferencias entre Artigas, defensor de la autonomía
oriental y Sarratea, representante de la prepotencia centralista, no tardarían en estallar. El
enfrentamiento entre las fuerzas populares y autonómicas que representaba Artigas y, la elite
centralista de la portuaria Buenos Aires, perdurará por lo menos en su primer ciclo, hasta el año 20, en
que las tropas federales vencen al gobierno central en la batalla de Cepeda.

A tal punto llega la prepotencia del gobierno, que expulsa de la capital a los diputados del
interior, acusándolos infundadamente de conspiración. Incluso llega a la injusticia de encarcelar a
Gregorio Funes, haciendo caso omiso de sus fueros de diputado de Córdoba, siguiéndole un largo
proceso.

23. LA ESCARAPELA NACIONAL

Ya hemos hablado de Manuel Belgrano (Ilus. 9) , el sacrificado vocal de la Junta


que se hizo militar por las necesidades de la patria, ahora, aparece con una
propuesta de unidad e identidad. Efectivamente, cuando marchaba con su
ejército hacia la villa del Rosario, propuso al gobierno la creación de una
escarapela (13 de febrero de 1812), que unificase a las distintas fuerzas que
peleaban bajo las órdenes del gobierno.

Ilustración 9 El Triunvirato, impactado por la noticia que recién se conocía de la


declaración de la independencia de Venezuela, declarada por el congreso de
Caracas el 5 de julio de 1811, aceptó la propuesta de Belgrano. Pero fue más allá, creando la escarapela
nacional de las Provincias Unidas del río de la Plata color azul-celeste y blanco, de uso obligatorio para
las tropas, pero pudiéndola llevar cualquier paisano “como distinción de nuestro actual sistema”.

Ello parecía el paso anterior a la inminente declaración de independencia. El mismo Belgrano,


obviamente, creyó en ello, a tal punto que elevó la escarapela a bandera “nacional”. Como dice un
historiador, “todos eran independentistas, menos el Triunvirato, que no quería, o no podía,
desprenderse de la tutela de Strangford”. 47

Tal fue el entusiasmo de Belgrano, que el 27 de febrero, al bautizar la batería Independencia –


sugestivo nombre por cierto-, levantó a modo de bandera una gran escarapela blanca y celeste. El
blanco (plata) simbolizaba el río que daba nombre a la tierra, agregado al azul del escudo de Buenos
Aires, aunque Belgrano dice “celeste”, que no es un color de la heráldica sino un tono del azul.48


47
Rosa, José María; Historia Argentina; Buenos Aires; Ed. Oriente; 1973; T. II, pág. 352.
48
Esta bandera fue adoptada por el Congreso el 25 de julio de 1816. El mismo Congreso estableció en 1818 los colores de la
bandera en blanco y azul con un sol. El decreto 10.302/44 del gobierno de facto estableció los colores en “celeste y blanco”.
21

Ello significaba una declaración virtual de independencia y le restaba al Triunvirato, margen de


maniobra para negociar el apoyo inglés, que aliado de los españoles en Europa, no admitía la
independencia de la colonia. Así, se le ordenó a Belgrano (4 de marzo) “que hiciese pasar por un rapto
de entusiasmo el suceso de la bandera blanca y celeste enarbolada, ocultándola cuidadosamente”.

24. LA BATALLA DE TUCUMAN, LA BANDERA y LA CAMPAÑA DEL NORTE

La actividad de Belgrano es incesante, ahora el gobierno lo traslada y, el 26 de febrero de 1812,


recibe el mando del maltrecho Ejército del Perú que viene en retirada. Con el objeto de restablecer
moral y militarmente a ese grupo de hombres, Belgrano, se establece en Salta. Allí se percata, que
parte de la población es adversa a la revolución, desde el obispo que pasaba información a los
españoles, como asimismo los ricos comerciantes. También la clase vecinal jujeña le era hostil.

En mayo de ese año, para festejar la gloriosa fecha del día


25, se oficia un te deum, donde el canónigo Juan Gorriti bendice la
bandera celeste y blanca (Ilus. 10). En su discurso, Belgrano se
dejaba llevar por un entusiasmo independentista: “… El 25 de mayo
será para siempre memorable en los anales de nuestra historia, y
Ilustración 10
vosotros tendréis un motivo más de recordarlo cuando veis en él,
por primera vez, la bandera nacional en mis manos que ya nos distingue de las demás naciones del
globo…”.

Informado el Triunvirato de aquel acto, Rivadavia –igual que en marzo-, reprende al ex vocal
de la Primera Junta. El gobierno instalado en Buenos Aires había perdido el rumbo revolucionario.

Mientras tanto el ejército español del general Goyeneche, triunfa en Cochabamba (27 de mayo
de 1812), y se dirigía hacia el sur. El ejército patriota, instalado en Jujuy, no estaba en condiciones de
resistir y Belgrano se ve forzado a dar la orden de retirada (29 de julio), empleará la táctica de tierra
arrasada, el enemigo no debería encontrar nada ni a nadie en su camino. El éxodo hacia Tucumán, del
pueblo jujeño, empezó en los primeros días de agosto. El 13, Belgrano entraba en Tucumán. Aquí la
situación es distinta, el pueblo y las clases altas apoyan al ejército patriota. El entusiasmo y las súplicas
de los tucumanos, inclinó al Belgrano a desobedecer al Triunvirato, que le había ordenado bajase hasta
Córdoba. El heroico Jefe escribía al gobierno explicando su desobediencia: “..y en caso desgraciado
me encerraré en la plaza hasta concluir con honor… Mis compañeros están llenos del fuego sagrado del
patriotismo y dispuestos a vencer o morir con su general”.

Se organiza la resistencia, y los 1 800 patriotas enfrentarán a los 3 000 soldados españoles.
Inesperadamente, sin disciplina y orden, pero con coraje y arrojo se ganó. Actuaciones destacadas
como la de Díaz Vélez y Dorrego, fueron decisivas para ganar la jornada (24 de setiembre).

El ejército español se repliega y atrinchera en Salta, Belgrano decide enfrentarlo y logra la


rendición de los españoles el 20 de febrero de 1813.

Belgrano se estableció en Potosí organizando el Alto Perú. Pero los españoles redoblaron la
apuesta, ahora nombraron como jefe a un verdadero militar –uno de los mejores hombres de armas-,
22

al general Joaquín de la Pezuela. El español, sorprendió al ejército patriota en Vilcapugio (1 de octubre),


obteniendo la victoria aunque no decisiva.

El encuentro final sería en la pampa de Ayohuma (14 de noviembre), el exceso de confianza de


los patriotas les costará la batalla. Ambas derrotas, entregaron el Alto Perú a los españoles y Belgrano
debió replegarse a Jujuy.

25. LA CAIDA DEL TRIUNVIRATO

La asamblea general, prevista en el Estatuto Provisional, se instaló el 4 de abril de 181249. No


fue lo dócil que se esperaba, se había declarado "suprema", y entendía que a ella le tocaba declarar la
independencia50. Corta fue su vida, el 6 de abril, el Triunvirato la disolvió "por ser nula, ilegal y
atentatoria a los derechos de los pueblos, contra la autoridad de este Gobierno y contra el Estatuto
Constitucional jurado, reconocido y sancionado por la voluntad de la Provincias Unidas...
comprometiendo de un modo criminal los intereses de la patria" 51. La orden fue que se disolvieran o
las penas llegarían hasta la del último suplicio (por el bando de 3 de abril).

La disolución de la Asamblea se debía al terminante veto del ministro inglés en Río de Janeiro,
Lord Strangford, a una "independencia prematura".

En octubre de 1812, el descrédito del gobierno es total, su centralismo y su oposición a la


independencia, lo hacían resistido tanto por los patriotas del interior como por los lautarianos52 de la
capital.

En abril, Rivadavia (Ilus. 11), a cargo del Triunvirato, como hemos visto,
disolvía una asamblea convocada por él mismo, cuando esta se disponía a declarar
la independencia y a ponerle límites a las atribuciones del poder ejecutivo.

El 8 de octubre, la Logia Lautaro, con San Martín a la cabeza, movilizó a los


Granaderos a caballo, a los Arribeños, comandaos por Ortíz de Ocampo, y los
artilleros hacía la plaza de Mayo53, con el objeto de destituir al gobierno y
Ilustración 11
estableciendo que habían comparecido en el lugar para “proteger la libertad del
Pueblo, para que pudiese explicar libremente sus votos y sus sentimientos, dándoles a conocer de este
modo que no siempre están las tropas para sostener los gobiernos y autorizar la tiranía”

De este movimiento surgió el llamado Segundo Triunvirato, integrado por Nicolás Rodríguez
Peña, José Antonio Álvarez Jonte y Juan José Passo. Independencia y constitución, fue el lema de la


49
El 5 de abril elige al reemplazante de Paso, Juan Martín de Pueyrredón y a su suplente al Dr. Díaz Vélez.
50
Influenciada por la Independencia de Venezuela: 5 de julio de 1811.
51
Nuevamente los "intereses de la patria", y otro golpe de estado, por el demócrata Rivadavia y su grupo.
52
Logia Lautaro, sociedad secreta controlada por masones, creada en 1812 con el arribo a Buenos Aires de oficiales del ejército
español que se plegaban a la revolución, como José de San Martín y Carlos M. de Alvear.
53
Esta es la antigua plaza Mayor, que desde 1808 se llamó plaza de la Victoria, en conmemoración del triunfo en las invasiones
inglesas, luego de 1810, la parte que daba al Fuerte –lugar de residencia de las autoridades-, pasó a llamarse 25 de Mayo.
23

revolución de octubre. Tenían los ejemplos de Venezuela y Cádiz respectivamente, pero nada de ello
se concretaría, sencillamente porque Inglaterra se opuso y porque los serviles y timoratos acataron.

26. EL COMBATE DE SAN LORENZO

Desde la sitiada Montevideo –declarada por España como capital provisional del Virreinato del
río de la Plata-, salían con frecuencia una escuadra en dirección al río Paraná que asolaba dichas costas.
Es entonces, cuando el gobierno encomienda al recientemente creado regimiento de Granaderos –al
mando de José de San Martín-, que protegiese la costa, de Zárate hasta Santa Fe.

Los granaderos marchaban de noche, para ocultarse de los


españoles. San Martín, personalmente, vestido de poncho y
sombrero campesino, vigilaba la costa. El 30 de enero de 1813
estaban en Rosario. El 31 los españoles anclan cerca del puerto de
San Lorenzo. San Martín enterado de los planes españoles -estos
estaban en la creencia de que solo se iban a enfrentar a milicianos
Ilustración 12 lugareños sin instrucción militar-, oculta a sus granaderos en el
convento esperando el desembarco español que se producirá en el
amanecer del 3 de febrero. La carga de la caballería patriota es fulminante y los arroya en minutos (Ilus.
12). Actuaciones heroicas como la de Buchardo, que consiguió arrebatarle la bandera a los españoles,
la de Manuel Díaz Vélez, el capitán Justo Bermúdez y la del soldado Juan Cabral54, le dieron a este
combate –bautismo de fuego de los granaderos- una gran trascendencia y aseguró las costas del
Paraná de las depredaciones españolas.

27. LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII

El nuevo gobierno convoca a una Asamblea General55, en la que deberían estar representadas
las ciudades con cabildos, con el objeto de declarar la independencia y de dar al país una organización
institucional de carácter general.

La Asamblea inaugura sus sesiones el 31 de enero de 1813, en un clima de optimismo y


esperanzas. Se autoproclama soberana, no reconoce ninguna autoridad sobre ella, y se lanza a una
obra legislativa, que muchos historiadores no dudan en calificar como propias de un país
independiente. Exigió su reconocimiento a todos los pueblos y ejércitos. Artigas, que recibió la
correspondiente circular por intermedio del Gral. José Rondeau, solicitó de éste suspender "por ahora,
el reconocimiento y jura" de la Asamblea y, al mismo tiempo le hacía saber que había invitado a todos
los pueblos de la Banda para reunirse, por medio de sus diputados, el día 3 de abril, en el paraje
denominado Las Tres Cruces.

La Asamblea, en mayo aprueba la Marcha Patriótica (devenida en el himno de los argentinos),


encargada a Vicente López y Planes. También declara Fiesta Cívica el 25 de mayo. No se conoce con


54
Juan Bautista Cabral, de origen zambo, algunos cuentan que le salvó la vida a San Martín durante la batalla. Según Mitre el
grado de sargento le fue reconocido post mortem.
55
Se prefirió el término asamblea al modo francés y no corte como era la tradición española.
24

exactitud la fecha en que adoptó el sello distintivo de la Asamblea que, conformado por las manos
cruzadas, la pica, el gorro frigio, laureles y el sol naciente sobre un campo inferior de plata y superior
azul, es hoy el escudo argentino. La Asamblea adoptó su propia bandera: blanca con el escudo. Esto
último a pesar de que en los cuerpos militares de Buenos Aires y en el sitio de Montevideo, se utilizaba
la azul y blanca.

También prohibirá los tormentos y los azotes a los niños en las escuelas. Por otro lado, la
necesidad de constituir una fuerza naval, la impulsan a otorgar patentes de corso56.

En lo que hace a su obra de carácter social, decretará la libertad de vientres, declarando libres
a los hijos de esclavos nacidos después del 31 de enero de 181357. Y en lo que respecta a los pueblos
originarios, suprimirá el tributo que pagaban “los indios, nuestros hermanos”, así como la mita,
yanaconazgo, encomienda y otros servicios personales.58

También suprimirá los títulos de nobleza, aunque en el río de la Plata no hubiese nobleza. Y
prohíbe la exhibición de escudos de armas o distinciones de nobleza en las fachadas de las casas.

En materia económica se inspira por una concepción librecambista, beneficiando a los


comerciantes ingleses en detrimento de nuestras manufacturas y, de las reservas que la región poseía
en oro y plata amonedados y en lingotes, que era con lo que se pagaba la importación. El 23 de junio,
se aprobó la libre exportación de las monedas y lingotes de oro y plata, permitiendo la “fuga” de divisas.
Concordantemente, a propuesta de Larrea, se sancionó la ley de minería, el motivo fue habilitar la
explotación de la riqueza mineral por los extranjeros, sin cobrarseles franquicias, sumado a la libre
exportación, el negocio era redondo. También fijó las contribuciones (impuesto) inmobiliarias.

Hablando de monedas, la Asamblea mandará acuñar monedas, sustituyendo la imagen real por
su sello con la leyenda “en unión y libertad”, y en el reverso, un sol inca con la orla “Provincias Unidas
del Río de la Plata”, esto para las de plata, las de oro diferían solo en el reverso.

No obstante esta obra, que yo no me atrevería a adjetivar de independentista, la tan ansiada


declaración de independencia, nuevamente se posterga59. Es que la dirección política que ejerce Carlos
de Alvear de la política local y, en consecuencia de la Asamblea (fue su primer presidente), se alinea
con las directivas británicas que van en el sentido antes mencionado de impedir la independencia de
las colonias de su aliada España en la lucha contra Napoleón. El temor a perder el apoyo inglés, se


56
Autorización de un país en guerra a propietarios de naves particulares para actuar bélicamente contra el país enemigo. Esta
práctica fue abolida por la Declaración de derecho marítimo de Paris en 1856.
57
No debe confundirse con la abolición de la esclavitud que se producirá con la entrada en vigencia de la Constitución de
1853.
58
He de notar que, en el territorio argentino, no existían mitas ni yanaconazgos, y las encomiendas que funcionaron en los
territorios de Salta del Tucumán y Córdoba ya se habían extinguido.
59
En vísperas de la instalación de la Asamblea, cuando se sabe con certeza que no habrá independencia, Juan José Passo –
miembro del Triunvirato-, trama un golpe para formar otro congreso que sí la declare. Pero el plan es denunciado por las
máximas jerarquías militares de filiación lautariana y Passo será destituido. Ello no es muy conocido en nuestra historia y
merece la pena que recordemos a tan ilustre patriota.
25

agravó en 1814 con la restauración de Fernando VII en el trono español, que rápidamente se reveló
como un déspota y juró aplastar el movimiento hispanoamericano iniciado en 1810.

Y puesto que no declaró la independencia, archivó los diversos proyectos de constitución que
se habían elaborado de acuerdo a la convocatoria original.

Cuatro fueron los proyectos constitucionales que, en el estado actual de las investigaciones, se
saben existieron: 1. el de la Comisión oficial, designada por el gobierno en noviembre de 1812; 2. el de
la Sociedad Patriótica; 3. el que lleva como fecha la del 27 de enero de 1813 (anónimo); y 4. el titulado
Plan de una Constitución Liberal Federativa suscrito con las iniciales "F.S.C."60. La Asamblea, a su vez,
designa una comisión para que proyectara la constitución, ésta no llegó a expedirse.

El proyecto de la Comisión Oficial está inspirado en la constitución española de 1812. Establecía


que el estado, denominado Provincias Unidas del Río de La Plata, era "una República libre e
independiente"; le fijaba su territorio en la comprensión del antiguo Virreinato y, mantenía la
organización local anterior. El poder ejecutivo -tomado de la Constitución francesa de 1795- sería
ejercido por un "directorio" de tres miembros, los que no podrían ser nativos de una misma provincia;
durarían seis años, reemplazándose uno cada dos; serían electos por un consejo de estado de diez
miembros. El poder legislativo, que residía en el congreso, era bicameral: un reducido Senado, de un
senador por provincia y una sala de representantes con mandato por dos años, ambos elegidos por
asambleas provinciales. Y, el poder judicial, independiente, lo formaban una Corte Suprema, un tribunal
superior en cada provincia, jueces letrados en las ciudades y alcaldes legos en los pueblos. El sistema
electoral establecía asambleas de parroquia que designaban electores para formar las asambleas de
partidos (municipio), y éstas, asambleas provinciales. Se fijaba la edad de 18 años para adquirir la
ciudadanía y ejercer el voto; y como causales de suspensión de la ciudadanía la de ser jornalero, peón,
o sirviente a sueldo y la de no saber leer o escribir, esta última para después de doce años de vigencia
de la constitución. Esta última cláusula, da lugar al establecimiento de una república oligárquica o de
plutocrática61.

El proyecto de La Sociedad Patriótica estaba inspirado en la Constitución francesa de 1795 y en


la norteamericana de 1787. Denomina al Estado Provincias de la América del Sur que se han reunido
con las del Río de La Plata, tal vez en la esperanza de una unión sudamericana. Sustituye la organización
de los cabildos locales por "prefectos" a la manera francesa. El ejecutivo lo tiene un presidente,
acompañado de un vicepresidente, elegido por tres años por las asambleas electorales; habría cuatro
ministros: interior, relaciones exteriores, hacienda y guerra. El legislativo, sería bicameral; en el judicial
se establecía el juicio por jurado. El sistema electoral era de dos grados, con las denominaciones
francesas: asambleas primarias que elegían asambleas electorales. El haber nacido en las Provincias
Unidas daba la condición de ciudadano americano; había también ciudadanos naturalizados, pero no


60
Alfredo Galletti, menciona además un proyecto de constitución provincial para la Banda Oriental, pero lo que existió es una nota,
en ese sentido, adosada al proyecto federal, firmada “F.S.C.”. Según J.M. Rosa, este proyecto se encontró entre los papeles de la
Asamblea.
61
Plutocracia es una forma de oligarquía en la que una sociedad está gobernada por la minoría formada por sus miembros
más ricos. El primer uso coonocido del término se debe a Jenofonte. Igual fórmula empleará la constitución unitaria de 1826.
26

podían serlo los nativos de España hasta que ésta reconozca la independencia. Fijaba la edad cívica de
20 años y se establecían idénticas causales de suspensión de la ciudadanía que las del proyecto oficial.

El proyecto fechado el 27 de enero de 1813 (que algunos llaman Anónimo), es una pieza
sustancialmente igual al proyecto de la Comisión Oficial. Es muy probable, por tanto, que haya sido
redactado por un miembro de la misma y hasta, quizás, podría considerársele un texto definitivo de la
Comisión antedicha, con refundiciones del de la Sociedad Patriótica, como opina el Dr. Emilio Ravignani.

El cuarto proyecto es el único de inspiración federal. Como se ha dicho aparece suscrito con
las iniciales "F.S.C.", lo que lleva a opinar al académico uruguayo Ariosto González que podrían
corresponder a Felipe Santiago Cardozo, diputado artiguista a la Asamblea de 1813, que trabajó un
proyecto de constitución. Se señala su fuente en el Acta de Confederación Norteamericana de 1777,
en la Constitución federal de 1787 y en la del estado Massachusetts. El proyecto consta de 64 "Artículos
de Confederación y Perpetua Unión" y de una nota sobre los "puntos principales de la Constitución
Provincial". Organiza un poder legislativo bicameral dividido en senado y sala de representantes, electo
el primero por las provincias, y la otra, por los pueblos, proporcionalmente a la población. El poder
judicial sería independiente y se confía a una Corte Suprema y a jueces territoriales. El poder ejecutivo
se compondrá de un presidente, que ejercerá su oficio durante el término de dos años, debiendo ser
removido en ese término preciso, sin que por ningún motivo o causa sea reelegido. Cada Provincia
designa su candidato y el cargo se saca "en suerte". Luego se consagra en forma detallada y minuciosa
los derechos de las provincias.

28. EL SUGIMIENTO DEL FEDERALISMO y LA INDEPENDENCIA ORIENTAL

Artigas convoca, en el mes de abril de 1813, el Congreso de Peñarol o de Tres Cruces, que se
constituirá en el acto fundacional del federalismo argentino. Allí se plantea si, se reconocerá a la
Asamblea antes de que el gobierno central reconozca la soberanía particular de los pueblos, que ha
sido el objeto de la revolución; estudiar si debe la Banda Oriental llevar más diputados a la Asamblea,
de acuerdo a su antiguo derecho y; finalmente crear un gobierno propio.

Los orientales, fueron los primeros en interpretar que aquella retroversión del poder al pueblo,
de la que se habló en las jornadas de mayo de 1810, tenía un destinatario concreto62 y que no era solo
una referencia abstracta al “pueblo”. El segundo estadio de ese razonamiento, consistía en que esos
pueblos, sin abdicar de su soberanía particular, se integraran en el conjunto de la Nación. Ese es el
espíritu del federalismo rioplatense.

Dijo Artigas en el congreso de Tres Cruces: “Si somos libres, si no queréis deshonrar vuestros
afanes casi divinos, y respetáis la memoria de vuestros sacrificios, examinad si debéis reconocer la
Asamblea por obediencia o por pacto. No hay un solo motivo de conveniencia para el primer caso que
no sea contrastable con el segundo, y al fin reportaréis la ventaja de haberlo conciliado con vuestra


62
Poblaciones con Cabildo.
27

libertad inviolable… Esto, ni por asomo se acerca a una separación nacional: garantir las consecuencias
del reconocimiento no es negar el reconocimiento…”

Así le habló Artigas a los congresales (Ilus. 16), y dejó


sentadas las bases de la posición federal: unión por pacto, en
un pié de igualdad entre los pueblos de una misma nación. Los
orientales entienden que deben llevar más representantes a la
Asamblea, de acuerdo al antiguo derecho indiano. Con ello,
entendían defender la existencia soberana y autónoma de su
Ilustración 16
provincia, creada por sí y ante sí, durante el éxodo. En consecuencia, del carácter
adquirido de Provincia compuesta de pueblos libres, el novel Gobierno de la provincia exigió de las
autoridades de su territorio –Cabildo y comisionados- el juramento de la independencia de los reyes
españoles, según un texto adaptado de la Constitución de Massachusetts. En ese momento, y de esta
forma, el heroico pueblo oriental se adelantaba a la declaración de la independencia respecto de los
demás pueblos integrantes de las Provincias Unidas63. Y también, deja clara la vocación independentista
del federalismo argentino, cuando otros todavía titubeaban y merodeaban las alfombras de las grandes
potencias, como sí la actuación del pueblo en las invasiones inglesas no hubiese dejado lección alguna.
Artigas, se constituye de esta manera en el intérprete cabal del espíritu de la revolución de mayo.

Para concurrir a la Asamblea, los diputados artiguistas contaron con instrucciones que debían
guiar su actuación en la misma, que pasarón a la historia como las “Instrucciones de Artigas”. Nosotros
estudiaremos el texto clásico de 20 artículos, firmado por José Artigas64. Pueden tomarse como sus
fuentes, la obra de Manuel García de Sena, La independencia de la Costa Firme justificada por Thomas
Payne treinta años ha, el libro contiene: en forma fragmentada artículos de Thomas Payne, el texto de
la declaración de independencia de EE.UU., el Pacto de Confederación y Unión Perpetua de 1777,
Constitución federal 1789, las constituciones de Massachusetts, Virginia, Nueva Jersey y Pensilvania.

Asimismo, consideramos que las instrucciones no son contradictorias, como opinan algunos
autores, en primer lugar, recordamos que en ese tiempo la ciencia constitucional estaba en ciernes y,
en segundo lugar, le daban un margen de maniobrabilidad a los mandatarios para desenvolverse en la
asamblea, pero siempre respetando las autonomías provinciales.

Las instrucciones responden al motivo de convocatoria: independencia y constitución, esos


serán sus temas. Entonces, en el artículo primero propondrá “la declaración de la independencia65
absoluta de estas Colonias, que ellas estén absueltas de toda obligación de fidelidad a la Corona de
España y familia de los Borbones y que toda conexión política entre ellas y el estado de la España es y
debe ser totalmente disuelta”.


63
Debo aclara que ese era el deseo también de las provincias de Tucumán, Jujuy y Potosí, que instruyeron a sus diputados en
ese sentido.
64
Para nosotros carece de relevancia discutir quien fue su autor, es el texto fundacional del federalimos y ya.
65
Ello debío pesar, en la asamblea dominada por la Logia, a la hora de rechazar a los diputados federales, que aparecían
como inoportunos.
28

No admitirá otro sistema que el de confederación para el pacto recíproco con las provincias
que forman nuestro Estado (art.2). Las provincias entrarán en una liga de amistad con cada una de las
otras para su mutua y general felicidad, obligándose a asistir a cada una a las otras contra toda
violencia, o ataques hechos sobre ella o sobre alguna de ellas por motivo de religión, soberanía, tráfico,
o algún pretexto cualquiera que sea (art. 10). La provincia oriental retendrá su soberanía, libertad e
independencia (atribuciones características de una confederación), [y] todo poder, jurisdicción y
derecho que no sea delegado expresamente por la confederación a las Provincias Unidas juntas en
congreso (art. 11). La Banda Oriental tendrá su constitución territorial y tiene el derecho de sancionar
la general de las Provincias Unidas, que forman la Asamblea Constituyente (art. 16). Se reserva el
derecho para levantar los regimientos militares que necesite, nombrar los oficiales, reglar la milicia de
ella para la seguridad de su libertad por lo que no podrá violarse el derecho de los pueblos para guardar
y tener armas (art. 17). Propone que deben establecerse clausulas constitucionales que aseguren la
inviolabilidad de la soberanía de los pueblos, aniquilando el despotismo militar (art. 18). En mi opinión,
no sólo estaba fresco los abusos que el ejército porteño al mando de Manuel Sarratea había cometido
en la provincia oriental, sino que, recoge el pensamiento de varios norteamericanos e ingleses, que
consideraban a los ejércitos permanentes una amenaza a la libertad, siendo las milicias populares la
única forma segura de poder militar a la que un gobierno popular puede recurrir. Fue James Harrington,
en su libro Commnwealth of Oceana, el que expusiera esta idea66.

Además, consideraba indispensable que la sede del gobierno de la Provincias Unidas no debía
estar en Buenos Aires (art. 19). Consagra la libertad de comercio interprovincial y propon que no existan
preferencias portuarias (art. 14). Con esta última clausula, desnudaba el problema elemental, el
privilegio portuario de Buenos Aires que generaba un privilegio rentístico, teniendo el monopolio del
comercio exterior. Por ello, solicitara que se habiliten dos puertos en la Banda Oriental, en Maldonado
y en Colonia del Sacramento (arts. 12 y 13).

Promoverá la libertad civil y religiosa en toda su extensión (art. 3). Según Reyes Abadie, ello no
implica libertad de cultos –principio ajeno al caudillo, a su pueblo y a la época- sino que es sinónimo de
“libre determinación”, de autonomía provincial en lo religioso y de las autoridades eclesiásticas de
España, con el propósito de impedir que el poder central detentara la plenitud de las atribuciones
estatales del patronato, y se atribuyera la provisión de los curatos y las rentas eclesiásticas, invadiendo
así la autonomía provincial67.

Como el objeto y fin del gobierno debe ser conservar la igualdad, libertad y seguridad de los
ciudadanos y los pueblos, cada Provincia formará su gobierno bajo esas bases, a más del Gobierno
Supremo de la Nación (art. 4). Tal como lo enseñara John Locke y figura la declaración de la
independencia norteamericana, los gobiernos están para proteger los derechos naturales de los
ciudadanos; también los vimos en el decreto de seguridad individual. Esos gobiernos tendrán la división
tripartita de poderes: ejecutivo, legislativo y judicial (art. 5) y, jamás podrán estar unidos y serán
independientes (art. 6), ello nos lleva a una forma de gobierno republicana (art. 20).


66
Morgan, Edmund; La invención del pueblo; Buenos Aires; Siglo XXI Editores; 2006; p. 165.
67
Reyes Abadie, Washington; Artigas y el federalismo en el rio de la Plata; Buenos Aires; Hyspamércica Ediciones; 1986; p.122.
29

La Asamblea que no aprueba en modo alguno la política de los orientales, y con la excusa de
que los diputados no han sido designados de acuerdo al decreto del Triunvirato, rechaza la
incorporación de estos a su seno. Con ello se abre una profunda herida, y se inicia un camino de
desencuentros que nos llevan a la guerra interna entre el poder central y los pueblos litorales.

29. EL AÑO XIV y EL DIRECTORIO

En Europa las fuerza aliadas68, resultan vencedoras contra la Francia


de Napoleón (Ilus. 17), invirtiendo la situación precedente. Este hecho
produce la caída del régimen napoleónico y la firma de la Paz de París. El
antiguo emperador es trasladado a la isla de Elba bajo la vigilancia de los
triunfadores en la confrontación bélica.

Fernando VII, que había pactado con Bonaparte, el año anterior, su


Ilustración 17
regreso por medio del tratado de Valencay, vuelve a ocupar el trono español
y revoca las leyes liberales69 adoptadas por las Cortes Constituyentes, e inicia su primer período
absolutista de su reinado.

En este año XIV, también se inician las reuniones que integran conjuntamente el denominado
Congreso de Viena, que, bajo la dirección del canciller austríaco Metternich, pretende recomponer el
mapa político de Europa y, devolver las posesiones de ultramar (colonias) a sus antiguos poseedores,
tal como se encontraban antes de la guerra desatada por Francia.

Mientras tanto, en nuestro país, en enero la Asamblea reanuda las sesiones y recibe un pedido
del Triunvirato, de concentrar el poder en una sola persona. Accede al pedido y de acuerdo al Estatuto
del 26 de enero, designa con el título de Director de Estado a Gervasio Posadas, que duraría 2 años,
acompañado por tres secretario y, asistido por un Consejo de Estado de nueve miembros.

El nuevo gobierno, influido por Alvear70, está dispuesto a negociar con Fernando VII y a hacer
desaparecer toda oposición interna a su política. Seguidamente dispone una ofensiva militar contra
los pueblos litorales que comienzan a agruparse en torno a José Artigas. El Directorio está dispuesto
a imponer su dictatorial autoridad a sangre y fuego, aún contra los pueblos hermanos de la misma
Nación.

Esta absurda política, no hace más que revelar contra ese régimen ignominioso a los pueblos
de nuestra mesopotamía. El 10 de marzo, las milicias correntinas se sublevan contra el delegado del
Directorio y eligen su propio gobernador. Y el 20 de abril, el Cabildo de Corrientes resuelve declarar la
independencia bajo el sistema federal y a José Artigas su Protector.

En la capital, por decreto del 1 de marzo, se designaba jefe de la marina, al irlandés Guillermo
Brown. Este bravo marino, conseguirá la primera victoria naval de la revolución en la batalla de Martín


68
Gran Bretaña, Rusia, Austria, Prusia, Würtemberg, Baden y Hesse.
69
Entre ellas la Constitución de Cádiz de 1812.
70
El director Posadas era su tío.
30

García (15 de marzo). Y en mayo, Brown vence a los españoles realistas en la batalla de El Buceo. Esta
victoria ponía a Montevideo cercada también por mar, en situación insostenible y, el 23 de junio, debe
capitular. La capitulación de Montevideo, salvó al río de la Plata de la invasión española que preparaba
Fernando VII para reconquistar sus posesiones en estas tierras.

Volviendo a los desatinos del gobierno y la pérdida del rumbo independentista, comisiona a
Rivadavia y Belgrano para viajar a Europa y felicitar a Fernando VII por su regreso al trono. Pero en
instrucciones reservadas le encomiendan a Rivadavia, buscar el protectorado de alguna potencia
europea de primer orden. Manuel de Sarratea, ya tenía avanzada la negociación con el ex monarca
español Carlos IV, para establecer una monarquía en el río de la Plata, coronando al hijo de aquel,
Francisco de Paula. Pero la nueva situación europea, después de la segunda derrota de Napoleón en
1815, puso fin a tan absurda idea.

30. EL AÑO XV y LOS PRONUNCIAMIENTOS

La situación del Director Posadas era insostenible al empezar el año XV. La sublevación del
ejército del norte, el desprestigio por la misión de Belgrano y Rivadavia, y los triunfos artiguistas en el
litoral, determinaron su renuncia ante la Asamblea, que decide nombrar a Carlos de Alvear en su
reemplazo.

El nuevo director duraría poco, su política consistió en perseguir a los opositores71, y se inclinó ante
la corte británica ofreciéndole la Provincias Unidas como colonia. Ofrecimiento que los ingleses no
aceptaron. En parte, por la doctrina Castlereagh de mayo de 1807, base fundamental del imperialismo
comercial inglés en el Plata, ganar mercados de consumo y productores de materias primas, que no
requería dominio directo y, consistía en presentarse como auxiliares y protectores. Y, por otra parte; la
política que se estaba desarrollando en Viena, por las cual los estados respetarían las posesiones coloniales
de sus aliados.
Por su parte, en el bando federal, la influencia de Artigas, en este año, se extenderá hasta
Córdoba e incluso Buenos Aires. El 8 de enero, con el triunfo de Fructuoso Rivera en Guyabo, termina
la invasión directorial a la Banda Oriental y comienza ese predominio político del que hablamos. Artigas
ordena levantar en todos los pueblos libres de la opresión del gobierno central una bandera “blanca en
medio, azul en los extremos y en medio de estos unos listones colorados, signo de distinción de nuestra
grandeza, de nuestra decisión por la república y de la sangre derramada para sostener nuestra libertad
e independencia”.

A principios de abril, las tropas del gobierno se sublevan en Fontezuela, el 13 se pliegan los
oficiales y el 15, una revuelta en la capital destituye a Alvear y a la Asamblea (del año trece). El Cabildo
asume el gobierno, y elige como Director a José Rondeau, aunque no se encontraba en la capital, lo
que coloca como interino a Álvarez Thomas, que solo tendría el mando militar, reservándose el político
para el propio Cabildo de Buenos Aires. El hecho de que, el Cabildo de Buenos Aires, asumiese la
soberanía política lo hacía aparecer como un movimiento local de la capital, despertando el recelo de


71
El 28 de marzo sancionó un decreto por medio del cual se imponía la pena de muerte a quienes atacaran al gobierno,
divulgaran noticias falsas, etc.
31

los pueblos. Entones, se designó un órgano llamado Junta de Observación, que convocaría a un
congreso a reunirse en Tucumán. La medida cayó bien como paso destinado a borrar el centralismo de
la anterior Asamblea. Pero, ya veremos, que las expectativas se vieron defraudadas.

Lo sucedido en Buenos Aires no fue un hecho aislado. También en el mes de abril, Santa fe,
derrota a las tropas del directorio y elige en forma autónoma a Francisco Candioti como gobernador.
Lo propio hizo el Cabildo de Córdoba eligiendo a José Javier Díaz y adhiriendo al artiguismo. En tanto,
el 22 de abril, en Mendoza se rechaza al enviado del gobierno y en mayo una asamblea elige a José de
San Martín.

Los pueblos, se pronunciaban contra los abusos de poder central, encabezado por el Director
de estado.

Entre tanto, los Pueblos libres, se reunieron el 29 de junio, en lo que se llamó el Congreso de
oriente o de Arroyo de la China (Concepción del Uruguay), integrado por la Banda Oriental, Corrientes,
Entre Ríos, las Misiones, Santa Fe y Córdoba. No existen actas de este congreso, se supone por la
correspondencia de Artigas, que su primer acto fue jurar la independencia. Luego, se discutió que
actitud adoptar frente al congreso a reunirse en Tucumán. Decidieron enviar una diputación a Buenos
Aires para dialogar con el Director, el destrato de Álvarez Thomas y la propuesta de la independencia
de la Banda Oriental del resto de las provincias, puso fin a la permanencia de los artiguistas en Buenos
Aires. Tiene su lógica, en poco tiempo Álvarez Thomas lanzaría una ofensiva militar contra el litoral.
Nada había cambiado.

31. EL CONGRESO DE TUCUMAN

Como consecuencia de la convocatoria hecha por el movimiento de abril de 1815, se reunirá


en Tucumán, el segundo congreso de tipo constituyente72. El Congreso se inaugurará el 24 de marzo
de 1816 con la presencia de la representación de nueve provincias. Las provincias litorales73,
enfrentadas con el Directorio, no asistirán y, en cambio habrá representación del Alto Perú (Mizque,
Charcas, Cochabamba, Potosí), que se encontraba en poder de los españoles. La emigración dispersa
del Alto Perú encontró la forma (tolerada, por cierto) de ingresar al Congreso sin tener ninguna
representación: algunos se autodesignaron, exhibiendo un poder sin vigencia, otros, radicados en
Buenos Aires74. Este grupo de diputados, conjuntamente con el de Buenos Aires, formaron la mayoría
que dirigiera la política del congreso. Apoyaron la política del directorio de unirse a Portugal, si al
mismo tiempo conseguían el mantenimiento de un ejército en el norte que posibilitase recuperar el
Alto Perú.

El 3 de mayo, el Congreso elige como director de estado a Juan Martín de Pueyrredón, quien
llevaría adelante las negociaciones con la Corte de Portugal para integrar las Provincias Unidas a ese
reino. Mientras tanto, toleraría la invasión de Portugal a la Banda Oriental, iniciada ese año, con tal de


72
El primero fue la Asamblea de año XIII.
73
La Banda Oriental, los peublos del Entre Ríos, Corrientes y Santa fe.
74
Orsi, Rene; Historia de la disgregación rioplatense; Buenos Aires; Peña Lillo; 1969; pág. 196.
32

que elimine a Artigas y sus políticas populares de federalismo y democracia e, igualdad social y
económica.

El Congreso, invita a Manuel Belgrano, recién regresado de su nefasta misión a Europa, para
que expusiera cual era la situación allí. Derivó en un debate acerca de la forma de gobierno, la opinión
común se inclinaba por la monarquía, forma de gobierno predominante en el mundo occidental, a
excepción de Estados Unidos. La voz disonante del Congreso la constituyó Tomás Anchorena, por
Buenos Aires, que se inclinó por el sistema de gobierno republicano.

En cuanto al otro gran asunto, los diputados cedieron a


las presiones de San Martín, Güemes, Belgrano y el propio Artigas,
y el 8 de julio se resolvió tratar la independencia, y el día 9 votaron
“la independencia de las Provincias Unidas en América del Sud de
la dominación de los reyes de España y su metrópoli” (Ilus. 18).
Esta fórmula debió completarse en el acto de juramento, por una
Ilustración 18 más completa, que agregara “y de toda otra potencia extranjera”.
Esta propuesta del diputado Pedro Medrano, tenía como objetivo ocultar y sofocar el
rumor popular que señalaba a los hombres del gobierno como dispuestos a entregar el país a los
portugueses.

En mi opinión, la independencia, solo se declaró para facilitarle a Portugal la anexión de la


Provincias Unidas, debido a la política del Congreso de Viena, que era contraria a que un estado se
quedará con colonias de otro. La ingenua jugada suponía que Portugal no se anexaría una colonia
española, sino, un estado independiente. El rey de Portugal, comprendió rápidamente que ello era
insostenible frente a la política europea (inglesa) y desistió del proyecto.

Oficialmente esta es la fecha de nuestra declaración de independencia, seis años separan la


gloriosa revolución de mayo de la formal declaración. Ella fue el fruto de la lucha de un pueblo que,
levantado en armas, con el liderazgo de hombres como Castelli, Belgrano, Artigas, Güemes, Brown y
San Martín, entre otros, luchó por su libertad.

32. EL CONGRESO EN BUENOS AIRES

El director Pueyrredón debió marchar a Buenos Aires, pues temían que allí también comenzara
a prender las ideas del federalismo. En enero del 17, el Congreso, también se trasladó a Buenos Aires.
De esta forma se inauguraba un segundo período de actividad política que habría de durar poco más
de tres años.

Como dice el historiador José Luis Busaniche, respecto a la política del Director y el Congreso:
“La política pública consistió en adoptar posiciones que pudieran tomarse como expresión de
solidaridad con Artigas y con los pueblos que repelían la invasión; la reservada, en contemporizar con
la corte de Portugal pero guardando cierto decoro como cuerpo político que había declarado la
33

independencia de la Nación; la reservadísima consistía en echar el alma a la espada y aceptarlo todo,


hasta aquello que comprometía visiblemente la independencia declarada y la honra de nueva Nación”75.

Por su parte, Artigas, sin apoyo del gobierno nacional, en enero de 1817 es vencido en el
potrero de Arapey, lo que le allanó el camino a las fuerzas portuguesas para entrar en Montevideo el
día 20 de ese mes.

El año 17, encuentra a Belgrano en Tucumán al mando del Ejército del Norte, recordemos que
el Alto Perú se perdió a manos de los realistas, después de la batalla en los campos de Sipe-Sipe el 29
de noviembre de 1815. Por su parte, San Martín cruzó la cordillera de los Andes y vence a los realistas
en la batalla de Chacabuco el 12 de febrero.

En diciembre, el Congreso sanciona un Reglamento provisional, hasta el dictado de la


constitución. Este Reglamento estable al catolicismo como religión de estado; otorga la ciudadanía a
partir de los 25 años, pero nuevamente aparecen clausulas clasistas que suspenden el voto a quienes
sean asalariados, no tengan propiedad u oficio lucrativo (art. 2 del cap. V, Secc. I). Podríamos destacar
la cláusula que dice que es deber del Cuerpo social, aliviar la miseria y desgracia de los ciudadanos,
proporcionándoles los medios de prosperar, o instruirse (art. 2, cap. VII, Secc. I). El poder legislativo
residirá en el Congreso y, el ejecutivo en el director del Estado que nombra el mismo congreso hasta la
sanción de la constitución. El poder judicial residirá, en el inexistente, Tribunal de recursos de segunda
suplicación, nulidad e injusticia notoria. En cuanto a las gobernaciones intendencias, sigue vigente la
Real Ordenanza de intendentes y suprime la Junta Superior de Hacienda, instaurada por las reformas
borbónicas. Se abre las elecciones a todos los ciudadanos para elegir los cargos en el cabildo de las
ciudades. Finalmente reproduce las disposiciones de los decretos de seguridad individual y el de
libertad de imprenta de 1811.

Para 1818, Juan VI de Portugal, no ha querido ratificar el tratado que negociara Manuel García
en abril de 1817, para coronar a un infante de la familia de Braganza en el río de la Plata. Una decepción
para Pueyrredón y el Congreso. Pero a fines de agosto de ese año, llega a Buenos Aires el coronel
francés Le Moyne, quien negocia con Pueyrredón la coronación del Duque de Orleans. El Congreso
aprueba la idea y, como dice Fermín Chávez estábamos frente a un verdadero sarampión monárquico
y orleanista, del que no se libraron ni San Martín ni O´Higgins76. Meses después partía hacia Francia el
comisionado Valentín Gómez para continuar las tratativas monárquicas.

33. LA CONSTITUCIÓN DE 1819

Pueyrredón le prometió a los franceses que el Congreso sancionaría una constitución lo más
monárquica posible. Pero era imposible realizar esa idea abiertamente, sin duda la elite gobernante
distaba años luz del pueblo de la patria.


75
Busaniche, José Luis; Historia argentina; Buenos Aires; Ediciones Solar; 1984.
76
Chávez, Fermín; Historia del país de los argentinos; Buenos Aires; Theoría; 1991; p. 131.
34

Siempre pesó y pesa aún, sobre esta constitución –a pesar de su contenido-, la sospecha de su
proclividad monárquica, sospecha que se asienta en el propio manifiesto del 22 de abril77 y, hasta en el
mensaje que el año anterior enviara Pueyrredón, aconsejando la sanción de una constitución de ese
tipo, que no chocara “en modo alguno a los principios generalizados y recibidos en las cortes europeas,
que forman la política del siglo”78.

Fu sancionada con el objeto confeso de “poner término a una lucha escándalos, entre el
Gobierno Supremo y muchos pueblos de los de su obediencia”, decía el citado manifiesto. Ello se
traduce en la esperanza de los constituyentes de poner fin al proyecto federal que amenazaba el
régimen de unidad desde las tierras litorales

La constitución fue sancionada en abril de 1819, fue elaborada por la comisión del congreso
que integraron Bustamante, Passo, Sáenz, Serrano y Zabaleta. Sus fuentes pueden rastrearse en la
constitución española de 1812 y en la francesa de 1791.

Su sistemática es la siguiente, seis secciones, divididas en capítulos, un apéndice y un


manifiesto que se anexaba al final. La declaración de derecho particulares, se ubica al final de la sección
V, antes del procedimiento de reforma constitucional. Carece de una sección de declaraciones, solo se
aprecia en la sección I, el establecimiento de la religión católica como culto del estado. No se
encuentran entre sus disposiciones, mención alguna a la forma de estado y ni a la de gobierno. Al
respecto podríamos decir que, al no plantear innovaciones respecto del primero, mantenía el
centralismo que ya conocemos. Respecto de lo segundo, la constitución tiene división de poderes,
responsabilidad de los gobernantes (juicio político) y periodicidad de los mandatos, a mi entender es
una constitución republicana.

El Poder legislativo es bicameral, una Cámara de representantes, compuesta por diputados


elegidos por el pueblo en forma directa en proporción a la población (art. 4), durando cuatro años (art.
6). La otra cámara era el Senado, que se componía por senadores de provincia, cuyo número será igual
al de las provincias; tres senadores militares; un obispo, y tres eclesiásticas; un senador por cada
universidad y el director de estado saliente (art. 10), durarán doce años, excepto el exdirector que
permanecerá hasta ser reemplazado (art. 14).

Establecía el juicio político para los integrantes de los tres poderes, a los ministros del ejecutivo,
los gobernadores, arzobispos u obispos, generales del ejército, jueces superiores de las provincias y
embajadores. Por las siguientes causas; por haber cometido delitos de traición, concusión,
malversación de fondos públicos, infracción de la constitución, u otros que según las leyes merezcan la
pena de muerte (art. 8). Este es un procedimiento de orden constitucional, que juzga el desempeño
de los funcionarios públicos de alto rango (no es un proceso judicial), la cámara de diputados acusa al
funcionario ante el Senado, que es quién realiza el juicio público (art. 18) y si cuenta con los dos tercios
de votos puede dictar sentencia contra el acusado, únicamente al efecto de separarlo del empleo, o


77
Maniesfo del soberano congreso constituyente de la Provincias Unidas en Sud América al dar la constitución, redactado
por el Deán Gregorio Funes.
78
Ravignani, Emilio: Asambleas constituyentes argentinas; Buenos Aires; Peuser; 1937; T. VI, 2 da. Parte; p. 721
35

declararlo inhábil para volver a ejercer cargos públicos (art. 19). Luego de su destitución, si ha cometido
un delito comprendido en las leyes comunes, será el poder judicial el encargado de juzgarlo.

El poder ejecutivo se compondría de un ciudadano con el título de Director del Estado (art. 56);
duraba cinco años en el cargo (art. 60) y en caso de enfermedad, acusación o muerte administraba
provisoriamente el Poder ejecutivo el presidente del Senado (art. 61). Sería elegido por las dos cámaras
del Congreso reunidas a mayoría absoluta de votos (art. 62 y 63). Podía ser relecto por una vez,
necesitando para ello las dos terceras partes de los votos de las cámaras.

El Poder judicial, se encuentra en la Sección IV. El Supremo poder judicial estaba ejercido por
una Alta Corte de Justicia, compuesta de siete jueces y dos fiscales (art. 92), designados por el Director
del Estado con consentimiento (acuerdo) del Senado (art. 94). Requerían para su designación, ocho
años de ejercicio como abogados. Y duraban en el cargo, mientras dure su buena conducta (art. 102).

La Sección V, la reserva para los derechos. Primero se refiere a los derechos de la Nación, donde
deja sentado que la soberanía reside en el pueblo, que se delega en los altos poderes (sistema
representativo) y que éstos no pueden mezclarse (art. 105). Además, establece que ninguna autoridad
es superior a la ley (art. 107).

En el capítulo II, establece los derechos particulares. Los ciudadanos serían protegidos en el
goce de los derechos de su vida, reputación, libertad, seguridad y propiedad. Nadie puede ser privado
de alguno de ellos sino conforme a las leyes (art. 109). Establece la igualdad ante la ley y que ella,
favorecerá igualmente al poderoso como al miserable para la conservación de sus derechos (art. 110).
Ratifica la libertad de prensa (art. 111). Consagra el principio de no interferencia estatal en las acciones
privadas de las personas, que si no ofenden el orden público ni perjudican a un tercero, quedan exentas
de la autoridad de los magistrados (art. 112). En el art. 113, sienta el principio de legalidad al establecer
que, ningún habitante será obligado a hacer lo no manda la ley, ni privado de lo que ella no prohíbe.

Entre los arts. 114 y 122, reproduce las disposiciones del reglamento de seguridad individual
de 1811. También, vuelve a ratificar la igualdad de derechos para los originarios y la abolición de los
sistemas de trabajo forzado. Novedosamente, abole el tráfico de esclavos y, prohíbe su introducción
en el territorio del Estado.

Prevé la reforma constitucional, su mecanismo la ubica entre las constituciones rígidas, es decir,
con un procedimiento agravado respecto del que se emplea para sancionar las leyes. Si bien, la reforma
la realiza el Congreso, es necesario para ello mayorías especiales (arts. 130 a 134).

A pesar de las esperanzas puestas en esta constitución, por el círculo del Congreso, no tuvo
vigencia. Como dice Galletti, resultó ajena a las necesidades reales de la Nación, quedó enteramente
divorciada de las instituciones que el país necesitaba. En definitiva, un fracaso total y completo79. Pero
queda para nuestro análisis como antecedente constitucional y modelo del paradigma racionalista de
constitución.


79
Galletti, Alfredo N.; Historia constitucional argentina; La Plata; Librería Editora Platense SRL.; 1987; Tomo I, p. 377.
36

34. HACIA EL FINAL DEL DIRECTORIO

El año 19, se iniciaba con otra invasión militar sobre el litoral, por parte del directorio,
específicamente contra Santa Fe. Esta provincia era ya gobernada por el general Estanislao López.
Pueyrredón moviliza el Ejercito del Norte y le ordena al Ejercito de los Andes que viniese de Chile con
sus tropas, pero San Martín, no obedecería.

Como se puede apreciar, es un arrebato demencial el de la élite gobernante en la capital,


descuidar las fronteras con lo realistas para acabar con los Pueblos Libres.

Pero el gobernador de Santa Fe vence a las tropas del directorio. Los derrotó a todos, a Bustos,
Balcarce, Viamonte y Paz.

Mientras tanto, en París, Valentín Gómez obtenía un relativo éxito. Si bien, los franceses
apoyaban el proceso monárquico, no aceptaban que fuese el duque de Orleans el candidato, pues
estaba unido a las familias reales de Francia y España, y podía eventualmente aspirar al trono de
Francia. Los franceses le proponen al duque de Luca, Carlos Ludovico de Borbón y Parma, hijo de María
Luisa de Borbón duquesa de Luca (sexta hija del rey Carlos IV).

En abril, Belgrano, al mando del Ejercito del norte, le escribe a Pueyrredón, dando cuenta de lo
difícil que sería vencer a las fuerzas federales. Pueyrredón suspende las hostilidades y acepta que
Belgrano se junte con los delegados de Estanislao López. Pactan en San Lorenzo (12 de abril)
preliminarmente un armisticio que “sellaría para siempre la concordia entre los pueblos hermanos”. El
acuerdo debía ser ratificado por Artigas que, por el momento, veía con agrado, pues interpretaba que
ello obligaría al Directorio a prestarle auxilio en su lucha contra el invasor portugués. Pero los delegados
del Directorio (Álvarez Thomas y Julián Álvarez), darán por tierra con las expectativas de Artigas, al
informarle al delegado oriental Pedro Larrechea, que no se implicaban en dicha guerra, “mientras el
territorio oriental no reconoce la unidad y dependencia del gobierno general”80.

El círculo gobernante no quería la conciliación, confiaba que el duque de Luca, llegaría con un
ejército francés que derrotase a la Liga de los Pueblos Libres. No obstante, el 15 de mayo, reitera la
orden al general San Martín para que vuelva con el ejército, éste responde unos días después con su
renuncia.

Otro que va a renuncia es Pueyrredón, el 9 de junio presenta su renuncia ante el Congreso, que
nombra a José Rondeau hasta que asuman las autoridades de la constitución. Rondeau, confirma a San
Martin al mando del ejército de los Andes, con amplias facultades.

Artigas insiste en que el gobierno central le declare la guerra a Portugal, pero el silencio expresa
la negativa. Los recursos de guerra se van extinguiendo frente al poderoso ejército portugués.

Como si fuera poco, en setiembre, trasciende de que se planea modificar la constitución para
introducir la monarquía. Ello indigna a los federales, la palabra “traición” comienza a circular.


80
Rosa; Ob. Cit.; T. III, p. 244.
37

Romperán el armisticio de San Lorenzo e invadirán Buenos Aires, con sus recursos le harán la guerra a
Portugal. Pero Artigas, ocupado en defender su provincia, delega en Francisco Ramírez, comandante
militar de Concepción del Uruguay, como su lugarteniente al frente de la campaña contra el directorio,
a quien se uniría bajo sus órdenes el gobernador de Santa Fe.

En octubre, Rondeau, vuelve a ordenar a San Martín y Belgrano que lleguen hasta Buenos Aires
y le pide a los portugueses que arremetan contra Artigas en la Banda Oriental. La infamia más completa.

Belgrano está estacionado en Tucumán, enfermo mortalmente, la pequeña guarnición que lo


acompaña se subleva y deponen al gobernador intendente Felipe Botello, convocan a Cabildo abierto
y eligen gobernador a Bernabé Aráoz.

El grueso del ejército del Norte, está en Córdoba al mando del general Francisco de la Cruz, se
pone en marcha en diciembre, el 5 de enero de 1820, se subleva en la posta de Arequito, sublevación
que encabeza el general Juan B. Bustos y los comandantes José M. Paz y Alejandro Heredia. No querían
formar parte de la guerra civil.

El ejercito de los Andes, reunidos sus oficiales en Rancagua, dejarán de lado la orden de
Rondeau y continuarán los preparativos para su expedición al Perú. El 9 de enero, un cuerpo del ejército
que permanecía en San Juan, los “cazadores de los Andes”, se sublevan contra el directorio, y su
comandante Mariano Mendizábal proclama la autonomía federal con él como gobernador.

Rondeau se halla en Pergamino con lo que se denominó Ejército de observación, unos 1500
veteranos con poca instrucción militar. El Congreso designa a Pedro Aguirre, alcalde de primer voto en
el cabildo, como delegado sustituto.

El 1 de febrero, Ramírez y López, derrotan fácilmente al ejército del directorio al mando de


Rondeau, en la cañada de Cepeda. Con el triunfo federal se acabaron las tratativas monárquicas para
siempre y, el oligárquico y aportuguesado directorio y congreso.

Pero el triunfo tuvo un costo terrible, el fin de Artigas, sería derrotado en Tacuarembó, por el
invasor lusitano, en la mañana del 22 de enero de 1820. Y más tarde, sería traicionado por Ramírez y
López. Con él se acababa el proyecto más lúcido de una república federal y democrática.

FIN

BIBLIOGRAFIA

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Aires; Lexis Nexis; 2007.

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38

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Hyspamérica Ediciones; 1986.

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