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El director del coro de la Diócesis de Roma, Mons.

Marco Frisina,
ofreció diez consejos para que los coros cumplan bien su misión
y no cometan errores en Misa.

El sacerdote y autor libro “Mio canto é il Signore” (Mi canto es el


Señor) hizo estas recomendaciones en diálogo con el diario
Avvenire de los obispos italianos, en el marco del tercer
encuentro internacional de coros, realizado del 23 al 25 de
noviembre de 2018 en Roma.

1. El coro acompaña, no es protagonista

El presbítero recuerda que si bien el coro es una realidad muy


presente en las parroquias, “puede caer en algunas tentaciones
que ofuscan su eficacia”, ya que su principal misión es
“acompañar”.

“El coro no es un elemento extraño a la asamblea sino que hace


parte del pueblo de Dios que vive la celebración. Su tarea es
acompañar a la comunidad en la alabanza a Dios a través
del canto”.

Teniendo esto en cuenta, dijo Mons. Frisina, el coro debe “de


estar acompañado por la misma comunidad porque está a su
servicio y no puede ser autorreferencial”.

2. La Misa no es un concierto

El canto litúrgico “no es una exhibición”, precisa el sacerdote.


Por ello, en la Misa “debe evitarse el ‘efecto concierto’ porque la
liturgia no es un espectáculo sino verdad”.

“Si el coro está llamado a dar lo mejor de sí, todo debe suceder
de acuerdo a un espíritu de servicio”, precisó.

3. Escoger bien los cantos

Los cantos, explicó, deben escogerse de manera adecuada para


que estén en relación al tiempo litúrgico: “Un canto de
Cuaresma es distinto a uno pascual y los de Adviento no son
equiparables a los de Navidad”, dijo.
“El Misal y la Liturgia de las Horas indican qué contenido debe
haber en los cantos o qué cosas deben inspirar. El asunto de la
elección adecuada es esencial porque el canto debe mover a la
oración dentro de la Misa”, resaltó.

4. Cantos que no sean complicados y que tengan


referencias espirituales

Mons. Frisina alienta a preferir “melodías no muy complejas ni


complicadas sino fáciles de aprender para la asamblea”.

De preferencia que “sean cantos con un texto de calidad,


posiblemente nutrido de la Biblia o con referencias a los escritos
de los padres de la Iglesia o las oraciones de los santos”,
agregó.

5. Que los cantos gregorianos tengan su espacio

El sacerdote también señaló que se puede recurrir al patrimonio


musical de la historia de la Iglesia, en particular al canto
gregoriano que “puede ser indudablemente utilizado cuando la
comunidad aliente su uso ya que no es siempre fácil”.

Ciertamente, precisó el director del coro de la Diócesis de Roma,


el canto gregoriano “es el modelo que nos muestra cómo debe
ser un canto litúrgico a parte de la relación con la Palabra”.

6. ¿Con o sin guitarra?

Para el presbítero, la guitarra es “un instrumento ligero y


delicado que difícilmente logra insertarse en una celebración
numerosa donde está un presente un coro grande. En estos
casos se necesita un sostén armónico más sólido, es decir, el
órgano”.

Sin embargo, “en una pequeña comunidad donde no hay


órgano, la guitarra puede ser un sucedáneo pero por la
necesidad”. Si se usa, “no debe tocarse como se hace en la
música pop”, precisó.

7. No a las grabaciones o pistas


El sacerdote también refirió que, cuando en una iglesia no haya
coro o cuando la asamblea sea difícil cantar, es mejor
permanecer en silencio que poner alguna pista o grabación.

“El canto grabado es falso porque proviene del plástico como las
flores artificiales. El canto litúrgico es expresión de un pueblo
verdadero y por lo tanto no puede ser construido”, dijo el
presbítero.

8. No usar cantos que no sean litúrgicos, especialmente


en matrimonios

Mons. Frisina indicó también que no se debe usar cantos que no


sean litúrgicos como aquellos de películas conocidas,
especialmente en los matrimonios.

Cuando eso sucede, lamentó, “es fruto de la ignorancia y de la


superficialidad de los esposos que no tienen claro el sentido
litúrgico del sacramento que celebran”.

9. Prepararse bien

Toda celebración, exige del coro “siempre una adecuada


preparación incluso si los cantos son conocidos y ya se han
entonado en ocasiones anteriores”.

10. Enseñar a cantar

“La música sacra abre al misterio, toca el corazón, acerca a los


alejados, no necesita traducciones. Une y eleve, de allí su poder
extraordinario. Por eso tenemos que aprender y enseñar a
cantar porque hoy se canta poco en nuestras iglesias y las
asambleas no están acostumbradas a expresarse con el canto”,
concluyó el sacerdote.

En la mayoría de parroquias hay un coro o un ministerio de


música que son los encargados del servicio litúrgico durante
los domingos en la Santa Misa, sin embargo, el coro o
ministerio a veces no cumple como debe ser su misión de
ser músicos de Dios. A continuación les dejaré 5 consejos,
tanto litúrgicos como espirituales, para aquellos que le
sirven a Dios a través de la música.

1. Reconocer que somos


instrumentos del Señor

Tal vez nos hemos topado en el coro con algún cantante o


un músico que quiere ser la estrella, el que salmodie
solamente en Pentecostés, o en alguna otra solemnidad,
aquel que siempre quiere figurar en el coro, que su voz
resuene más que la de los demás, el que quiere hacer solos
de guitarra en la misa, etc…
Para aquellos músicos, les quiero dedicar este primer
consejo que es espiritual: la Santa Eucaristía, no es un acto
en el cual nosotros demostramos nuestros dotes y talentos
a los demás. Es un sacramento en el cual Cristo se hace
presente, en cuerpo alma y divinidad bajo las especies
del Pan y del Vino. Por lo tanto, la misa no es un concierto.
El centro de la Misa es Cristo, la estrella es Él.

Para contrarrestar este problema, les recomiendo la oración


de san Francisco de Asís: «Señor hazme un instrumento de
tu paz…» Si buscas la fama, los aplausos, los fans, estás
perdiendo el tiempo. Inviértelo en algo mejor, aunque no
hay nada mejor que cantarle a Dios.

2. Discernimiento
Como músicos de Dios, debemos discernir todo el tiempo,
tanto en el diario vivir, como en el servicio litúrgico, para
poder cumplir con excelencia nuestra misión de músicos
católicos. Es difícil, pero no imposible, ser buenos músicos
de Dios. Acudir constantemente a los sacramentos, la
lectura diaria de la Palabra de Dios y el rezo del santo
rosario es de vital importancia espiritual.

El discernimiento para los cantos se da siempre y cuando


se abra el corazón a la acción del Espíritu Santo antes y
durante del servicio litúrgico. Discernir qué canto hacer para
que se relacione con las lecturas del día, con el Evangelio,
con la reflexión del sacerdote. La pregunta para discernir
los cantos es: ¿qué quiere decirnos el Señor hoy? No
podemos realizar cualquier canto, el primero que nos
llegue, o el que es más bonito. Nada de eso. Los cantos,
han de ser siempre producto de la inspiración divina en los
músicos y no de sus gustos personales.

Recuerda no convertir la Misa en un concierto, debes hacer


bien tu trabajo, nunca te alegres por hacer las cosas a
medias, planifica siempre los cantos para el servicio y
tampoco critiques algún canto, porque es muy viejo o el
ritmo parece fúnebre. Recuerda siempre que es Dios
quien habla cantando.

3. Ora y estudia
La oración es el combustible de nuestro corazón, sin
ella, no podemos seguir el camino en el Señor. Un
cristiano que no dedique un momento de su día a la oración
está perdiendo su batalla espiritual. Debemos orar todos los
días, comunicarnos con Dios en todo lugar y en todo
momento. No buscar excusas, para no orar. «Quien dice
que no ora por falta de tiempo, no le falta tiempo sino amor»
(San Juan Pablo II).

¿Estudiar? sí hay que estudiar, pero… ¿estudiar qué?


Música, liturgia, magisterio de la Iglesia, vida de santos, hay
mucho por estudiar. En el coro, se debe dar algunas
nociones musicales a todos los integrantes, se debe
estudiar el Catecismo de la Iglesia Católica, el Concilio
Vaticano II, el «Musicam Sacram», entre otros documentos
eclesiales, que hablen sobre la música.
4. No ser superficiales

La misión de los músicos de Dios no es solamente cantar la


misa, la hora santa, los conciertos, etc. El coro debe
enseñar a las demás personas, música y canto. De igual
modo también pueden dar charlas sobre liturgia y música –
según el nivel de formación que lleven– en otras parroquias
a coros o ministerios que se están iniciando en este
hermoso servicio. Además procurar en realizar visitas a los
ancianatos y hospitales para llevar la alegría del Evangelio.

El coro también debe ayudar en la organización de


procesiones en Semana Santa, las novenas decembrinas,
las fiestas patronales entre otras actividades
parroquiales. El coro o ministerio no solo canta la Misa
los domingos.
5. Cantar al Señor, más que con la
voz, con la vida misma

Cantemos al Señor el cántico del amor

«Cantad al Señor un cántico nuevo, resuene su alabanza


en la asamblea de los fieles. Se nos exhorta a cantar al
Señor un cántico nuevo. El hombre nuevo sabe lo que
significa este cántico nuevo. Un cántico es expresión de
alegría y, considerándolo con más atención, es una
expresión de amor. Por esto, el que es capaz de amar la
vida nueva es capaz de cantar el cántico nuevo. Debemos,
pues, conocer en qué consiste esta vida nueva, para que
podamos cantar el cántico nuevo. Todo, en efecto, está
relacionado con el único reino, el hombre nuevo, el cántico
nuevo, el Testamento nuevo. Por ello el hombre nuevo
debe cantar el cántico nuevo porque pertenece al
Testamento nuevo

Nadie hay que no ame, pero lo que interesa es cuál sea el


objeto de su amor. No se nos dice que no amemos, sino
que elijamos a quien amar. Pero, ¿cómo podremos elegir, si
antes no somos nosotros elegidos? Porque, para amar,
primero tenemos que ser amados. Oíd lo que dice el
apóstol Juan: El nos amó primero. Si buscamos de dónde le
viene al hombre el poder amar a Dios, la única razón que
encontramos es porque Dios lo amó primero. Se dio a sí
mismo como objeto de nuestro amor y nos dio el poder
amarlo. El apóstol Pablo nos enseña de manera aún más
clara cómo Dios nos ha dado el poder amarlo: El amor de
Dios dice ha sido derramado en nuestros corazones. ¿Por
quién ha sido derramado? ¿Por nosotros, quizá? No,
ciertamente. ¿Por quién, pues? Por el Espíritu Santo que se
nos ha dado.

Teniendo, pues, tan gran motivo de confianza, amemos a


Dios con el amor que de él procede. Oíd con qué claridad
expresa San Juan esta idea: Dios es amor y quien
permanece en el amor permanece en Dios, y Dios en él.
Sería poco decir: El amor es de Dios. Y ¿quién de nosotros
se atrevería a decir lo que el evangelista afirma: Dios es
amor? Él lo afirma porque sabe lo que posee.
Dios se nos ofrece en posesión. Él mismo clama hacia
nosotros: «Amadme y me poseeréis, porque no podéis
amarme si no me poseéis.»

¡Oh, hermanos! ¡Oh, hijos de Dios! Germen de


universalidad, semilla celestial y sagrada, que habéis
nacido en Cristo a una vida nueva, a una vida que viene de
lo alto, escuchadme, mejor aún, cantad al Señor, junto
conmigo, un cántico nuevo. «Ya lo canto», me respondes.
Sí, lo cantas, es verdad, ya lo oigo. Pero, que tu vida no dé
un testimonio contrario al que proclama tu voz.

Cantad con la voz y con el corazón, con la boca y con


vuestra conducta: Cantad al Señor un cántico nuevo. ¿Os
preguntáis qué alabanzas hay que cantar de aquel a quien
amáis? Porque, sin duda, queréis que vuestro canto tenga
por tema a aquel a quien amáis. ¿Os preguntáis cuáles son
las alabanzas que hay que cantar? Habéis oído: Cantad al
Señor un cántico nuevo. ¿Os preguntáis qué alabanzas?
Resuene su alabanza en la asamblea de los fìeles. Su
alabanza son los mismos que cantan. ¿Queréis alabar a
Dios? Vivid de acuerdo con lo que pronuncian vuestros
labios. Vosotros mismos seréis la mejor alabanza que
podáis tributarle, si es buena vuestra conducta».

De los Sermones de San Agustín, obispo (Sermón 34, 1-


3.5-6; 41, 424-426).
Por último, les comparto una oración de san Ignacio de
Loyola:

«Señor, enséñame a ser generoso; enséñame a servirte


como mereces: a dar y no contar el costo, luchar y no hacer
caso de mis heridas, trabajar y no hacer caso de mis
heridas, trabajar y no buscar descanso, desgastarme y no
pedir recompensa, más que conocer que hago tu voluntad.
Amén».

Hace algunos años pertenecí a un coro, pero por algunas cuestiones lo tuve que
dejar y dedicarme a otras cosas en el campo de la evangelización. Sin embargo,
he seguido formándome y es por ello que me gustaría compartir contigo algunos
puntos para reflexionar y brindar un mejor servicio al Señor. El coro en la Misa es
muy importante, pero lo es también conocer el sentido de ésta y participar
bien.

Debes saber que para estar en un coro no solo es importante cantar bonito,
también es necesaria la formación litúrgica. La Misa tiene su forma y secuencia
y la Iglesia, además de madre, también es sabia maestra pues tiene casi dos mil
años guiándonos hacia el camino correcto para nuestra santificación. La Iglesia
es quien enseña de qué forma se debe llevar a cabo un acto litúrgico. Te
comparto aquí algunos puntos que a veces se nos pasan a quienes forman (o
formamos en algún momento) parte de un coro parroquial.
 

1. La Misa lleva su propio tiempo, no el nuestro


 

La Instrucción General del Misal Romano nos dice en su número 37 que hay
cantos que son en sí mismos ritos, como por ejemplo el “Gloria”, el salmo
responsorial, el “Aleluya”, el “Santo” y algunos otros. También este mismo número
explica que hay cantos que acompañan un rito, como lo son el canto de entrada,
de la presentación de las ofrendas y el de comunión. El coro debe respetar estos
tiempos y no extender los cantos más de lo necesario. El canto de entrada,
por ejemplo, tiene la función de acompañar la procesión de entrada de los
ministros (Cf. IGMR, 47). Entonces pues, debe extenderse lo que dura la
procesión de los ministros y la incensación del altar (cuando la hay). Una vez
terminado este rito, el canto de entrada debe concluir, evitando añadir estrofas
innecesarias. Otro ejemplo es el canto de comunión: debe durar lo que dura la
distribución de la comunión a los fieles, no debe prolongarse hasta la purificación
de los vasos sagrados.

2. No todo canto es litúrgico

Hay cantos sumamente bonitos y que suenan muy «ad hoc» a la situación o
incluso al Evangelio, sin embargo nuestra tarea como coro es la de investigar
si lo que cantamos es apropiado para la liturgia. La Iglesia nos da una pauta
para discernir esto en el documento titulado Musicam Sacram en el número 4 y
dice:
 

«Se entiende por música sagrada aquella que, creada para la celebración del culto
divino, posee las cualidades de santidad y de perfección de formas, de aquí
podemos inferir que para que un canto sea apropiado para la Liturgia debe
haber sido escrito en música y letra para la celebración» (MS, 4).

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Entonces debemos evitar cantos que, aun siendo católicos, no hayan tenido esta
finalidad e intención a la hora de ser creados. Mucho menos cantos de otras
denominaciones del cristianismo. No te desanimes, hay infinidad de cantos al
alcance de todos que pueden ir supliendo los no litúrgicos que tienes en tu
repertorio.

3. El canto debe ser fiel al texto que presenta

No porque un canto diga “Gloria a Dios”, o “Aleluya”, o “Cordero de Dios” significa


que se puede usar en la Santa Misa. El canto debe ser fiel al texto que presenta,
por ejemplo:
«Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por
tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te
damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso Señor, Hijo
único, Jesucristo.  Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el
pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo,
atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad
de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo,
con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre, Amén».

Nosotros no podemos modificar oraciones antiquísimas de la Iglesia para


que el canto suene mejor o más bonito (cfr. Sacrosanctum Concilium, 121).
Repito: no te desanimes si algún canto en tu repertorio no es fiel al texto original
de la oración, busca suplirlo con alguno que sí lo sea.

4. No existe canto para el rito de la paz


En agosto del 2014 la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los
Sacramentos expidió un documento titulado «El Significado Correcto del Rito de la
Paz» en donde se pide expresamente en el sexto punto: «De todos modos, será
necesario que en el momento de darse la paz se eviten algunos abusos tales
como: La introducción de un “canto para la paz”, inexistente en el Rito romano»
porque el rito de la paz debe ser un momento breve que no distraiga a la
asamblea de quien es importante y en ese momento se encuentra en el altar.

5. El «Cordero de Dios» comienza cuando el sacerdote fracciona el pan

Este canto no acompaña la paz, este canto acompaña la fracción del pan. La
IGMR nos dice en el número 83: «La invocación acompaña la fracción del pan, por
lo que puede repetirse cuantas veces sea necesario hasta cuando haya terminado
el rito. La última vez se concluye con las palabras danos la paz».

6. No basta solo con que nuestro cuerpo esté presente


A veces a quienes pertenecemos a un ministerio de música o coro parroquial
se nos olvida que también participamos en la Eucaristía, no por estar atrás del
templo o al lado nos podemos distraer o hacer otras cosas, pues el milagro de
amor más grande ocurre frente a nosotros. Además, si es domingo el precepto es
«oír Misa entera todos los domingos», no solamente estar presente. Participa no
solo cantando sino también oyendo a Dios en el Evangelio y la homilía, si ya
has logrado esto ayuda a otros a que también lo hagan.

7. Somos servidores de la Iglesia, no estrellas


De seguro esto ya lo sabes, pero creo necesario y prudente mencionarlo. El
servicio que presta el coro debe llevarse a cabo con humildad, pues no
estamos ahí porque somos los mejores ni porque deseamos
sobresalir. Recuerda, el centro en la Misa es Cristo, no nuestra voz. Debemos
buscar servir, no sobresalir ni ser aplaudidos (mucho menos dentro de la Misa)
pues los dones que tenemos son dados gratuitamente por Dios y debemos
ponerlos al servicio del otro para gloria de Dios.

Con estos consejos no pretendo imponerte mi idea sino mostrarte qué es lo que
enseña la Iglesia, quien es increíblemente sabia… ¡muchísimo más que nosotros!
Tampoco pretendo motivar tu deserción del coro sino todo lo contrario: motivarte a
crecer y brindar un mejor servicio. Te invito a leer los documentos aquí citados y a
compartirlos con otros. No olvides que «en el trato que le demos a la liturgia se
decide el destino de la fe y de la Iglesia», J. Ratzinger. Te mando un abrazo y mis
oraciones. Por favor, no te olvides de rezar por mí.
  
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Consulta:

A mi me gustan mucho, sobretodo los de Marcos Witt y de Rabito que son


evangélicos. Yo creo que no tiene nada de malo porque hablan del mismo
Dios y escucharlos es practicar el ecumenismo que el Papa nos esta
invitando. Además se siente mas bonito que con las alabanzas católicas.
________________________________________

Respuesta:

Vayamos por partes, ya que no es así de sencillo, ni fácil, el afirmar que es algo
bueno que el católico se la pase escuchando cantos protestantes sin ningun
criterio a seguir. En primer lugar, pensando en el catolico común, que
normalmente es la mayoría, y en los que están ya en algún grupo pero que no
tienen una sólida formación en la fe no es nada recomendable.
Algunas de las razones que nos confirman esto son las siguientes:

1.- Cualquier tipo de canción o canto que lleve "letra" siempre llevará la
huella del autor que la compuso. En el caso de los cantos protestantes es
igual.

No se puede separar la "teología" o creencias de los hermanos separados de la


letra de sus cantos. Pensar así es algo muy ingenuo. En muchas ocasiones el
católico canta las alabanzas y al mismo tiempo adquiere "frases" e "ideas" al puro
estilo protestante. Un ejemplo de esto es oir repetidamente en algunos laicos
católicos "la sangre de Jesus nos cubre", exactamente eso decia Lutero, mientras
que nosotros creemos que no solamente nos cubre como algo meramente externo
sino que nos transforma interiormente y nos santifica. Estas y otras frases como:
"solo Jesús salva"; "somos salvos por la fe" "soy salvo" "no hace falta nada mas
que Cristo" "las religiones no salvan" son absorbidas por escuchar cantos
protestantes, radio protestante, predicaciones protestantes, Televisión protestante
etc.

Esto facilita que poco a poco se pierda la "identidad" del católico. La realidad nos
enseña que muchas veces asi fué como algunos empezaron y despues terminaron
en una secta pues se crea un ambiente de admiracion, donde la base de la fe es
el sentir bonito o la emoción. E incluso hay compositores católicos que tienen
alabanzas con errores muy marcados sobre la fe por la influencia evangélica.
Hace algún tiempo algo similar a esto lo afirmó el P. Zezinho que es uno de los
grandes compositores de música católica y decía que era necesario que se
cuidara mas este aspecto y se revisará la letra de los cantos que se componen sin
ninguna asesoría.

2.- Desafortunadamente hay católicos "comprometidos" que la razón que


usan para decir que "no tiene nada de malo" es que les ‘gusta´ esa musica.
Esta forma de pensar es con criterios muy malos, pues hace a un lado cualquier
criterio objetivo y su unica base es el "gusto" o sentimiento, como si lo que
importara es que se escuchese bonito. Se parece al católico que escucha la
prediciacion protestante porque tambien le "gusta" y siente bonito. Esta actitud no
tiene nada que ver con el auténtico ecumenismo sino mas bien se trata de un
ecumenismo ingenuo donde se hacen a un lado las orientaciones del magisterio
para la aplicación del mismo. Nunca ha leído la "Unitatis Redintegratio" ni la "Ut
unum Sint" ni el directorio sobre el ecumenismo y piensa que esta practicando el
ecumenismo al oir cantos protestantes. Con razón hay tanta confusión hasta en
gente que da un servicio dentro de la Iglesia Católica.

3.- Cuando un catolico comprometido escucha continuamente los cantos


evangélicos lo que hace muchas veces es divulgar esas ideas y las
divisiones.

Qué le podría contestar a alguien que lo escucha y le dice que donde puede
comprar ese cassette? Acaso le va a decir: vaya hermano a una libreria
protestante, ellos cantan muy bonito? En realidad sería una falta de coherencia
entre lo que predica y lo que cree.

4.- Además, si alguien acepta escuchar los cantos, entonces tambien tendría
que aceptar las predicaciones protestantes y la literatura protestante,

Pues la musica solamente es un medio de transmisión, el lenguaje oral es otro y el


impreso otro mas. El resultado es un relativismo eclesial donde ser católico es
tener puesta "una camiseta mas" y cambiarla cuando ya no le guste.

5.- San Pablo dice: "todo me es permitido, pero no todo me es provechoso".

Esto es un camino a seguir para la persona que de verdad esta comprometida con
el Señor Jesucristo. Hay cosas que aunque no fueran malas dice el apóstol, aun
asi, no las haría. La razon es que con tal de ganar gente para Jesucristo lo puede
dejar de hacer.

6.- De hecho uno de los ganchos que usan las sectas es precisamente el
canto apara traer a la gente. Es como el "quesito" que se le pone al raton en
la trampa.

Normalmente cuando hacen una "secta" nueva lo primero que compran es el


"sonido" para la música. Un ejemplo de como se trata de atraer a la gente es
Marcos Witt, que se la pasa en congresos de todas las sectas evangélicas, hasta
de las mas anticatolicas y antiecuménicas. El Católico despistado va para sentir
bonito y termina engrosando las filas de una secta religiosa.

7.- Fonovisa: ¿Musica ´cristiana´ o musica protestante?


De hecho el "truco" ha funcionado muy bien y han logrado engañar a algunos
medios de comunicacion, incluyendo a Fonovisa, univision, telemundo... que
afiman promover musica cristiana cuando en realidad se trata de musica
protestante.

Tambien ´hablan´ que tal artista es cristiano cuando en realidad se trata de un


´protestante´ mas. Hay algunos que incluso, que como buenas sectas que son,
afirman que ellos son ´cristianos´ como diciendo que los catolicos no lo son. Se les
olvida o no saben que es peor, que ninguna de esas iglesias protestantes existia
antes de el año 1517. La verdad es que muchos locutores, entrevistadores... no
por salir en los medios de comunicacion se convierten automaticamente en
personas preparadas y mucho menos en lo religioso.

Tanta ignorancia hay en algunos medios de comunicacion que hace poco salieron
en una premiacion para la mejor musica cristiana y se trataba en realidad de puros
protestantes. Ni modo. Como dice el dicho. De que los hay, los hay... y mientras el
catolico no proteste, hable y escriba para aclarar las cosas la confusion ira
aumentando. Los mismos catolicos que trabajan en los medios de comunicacion
deberian de hablar y aclarar la manipulacion y "expropiacion" de la palabra
´cristiano´ que las sectas estan haciendo.

Personalmente hable hace tiempo a fonovisa y una de las encargadas de venta en


Estados Unidos era precisamente una protestante interesada en promover a
artistas protestantes y no le importaba en absoluto el promover a los autores y
artistas catolicos. Protestantes disfrazados e infiltrados diciendo que promueven
"musica cristiana". Ojala y el catolico, con este tema, sea mas astuto y listo para
no dejarse engañar tan ingenuamente.

¿ Por qué escuchar cosas diferentes a nuestra fe teniendo tesoros espirituales de


cantos tan grandes en la Iglesia Católica? (Martín Valverde; Silvia Mertins; Jorge
Gomez; Sandy Calderas; P. Zezinho; P. Cesareo Gabaraín. P. Emilio y muhos
mas

¿ Por qué en vez de eso no invertimos tiempo y dinero en alabanzas y


predicaciones católicas para profundizar en nuestra fe?

¿Qué no sería mejor cantar la fe que recibimos de Nuestro Señor por medio de la
Iglesia que El nos dejó?

Cantos católicos hay excelentes. En cualquier libreria los hallarás. Algunos CD´s
de alabanzas católicas que te recomiendo los encontraras aqui

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