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LA SOLIDARIDAD REFELJADA EN LA UNIDAD

Pero nuestro Señor Jesucristo nos permite conocer por medio de su palabra cual es su
anhelo para su pueblo, para su iglesia: QUE TENGAMOS UNIDAD, QUE SEAMOS
UNO así como nuestro Dios es perfecto en unidad, es decir que aun en este tiempo de
división y de falta de unidad, nuestro Dios quiere que nosotros sus hijos estemos unidos,
que como hijos de DIos seamos agentes de unidad no de división

Este es el llamado que se nos hace como iglesia en el nuevo testamento, que estemos
unidos, que fomentemos la unidad (1 Corintios 1:10)

La palabra de Dios nos muestra las bendiciones o beneficios de la unidad: 

 En la unidad hay victoria (1 Cronicas 19:11-13) 


 En la unidad hay poder (Mateo 18:19) 
 En la unidad hay fortaleza (Eclesiastes 4:12)
 En la unidad hay paz y bendición (Salmo 133:1 y 3) 

Si un entrenador entrara al vestuario y viera que su equipo estuviera


discutiendo, probablemente pararía la discusión y se sentaría, diciendo:
“Recordemos por qué estamos aquí. Recordemos lo esencial”. La unidad
del equipo se relaciona a aquellas metas compartidas que son esenciales.

En 1 Corintios 1:10, Pablo reprendió a los cristianos en Corinto a causa de


su denominacionalismo. Fundamentalmente dijo: “Recordemos lo
esencial”. En Efesios 4:4-6, presentó los siete “unos”—los siete esenciales
que son el fundamento en que se puede tener unidad, nuestros principios
vitales. No se puede tener unidad cristiana si se descarta esos siete “unos”.

Así que nos unimos a Cristo cuando somos bautizados en Él. Toda unidad
espiritual fluye de arriba hacia abajo. Pero algunas veces nos encontramos
en un equipo en el cual no nos gusta alguien. Tal animosidad no puede
existir en un equipo. Si existe, perderemos. Podemos ser expulsados del
equipo.

En el cristianismo, Dios unifica en un cuerpo a gente de antecedentes


diferentes. Algunos han crecido en el cristianismo. Otros conocen la verdad
después de haber estado en diferentes religiones. Algunos son educados;
otros no lo son. Algunos tienen dinero e influencia; otros no. ¿Cómo
podemos conservar la unidad vertical y también mantener nuestra unidad
horizontal?

Consideremos dos pasajes. Filipenses 2:3-5 dice: “Nada hagáis por


contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a
los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo
propio, sino cada cual también por lo de los otros. Haya, pues, en vosotros
este sentir que hubo también en Cristo Jesús”. Segunda Timoteo 2:24-26
dice: “Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para
con todos, apto para enseñar, sufrido; que con mansedumbre corrija a los
que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para
conocer la verdad, y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a
voluntad de él”.

Cómo Tener Unidad


 Sea fiel a Jesucristo y Su Palabra; tenga en cuenta la Regla de Oro
(Mateo 7:12).
 Dé preferencia a los demás (Romanos 12:10).
 Sea paciente (Hechos 24:4). Otros pueden no tener el conocimiento
que usted tiene.
 No sea discutidor (2 Timoteo 2:24). No trate de ganar las discusiones;
nosotros debemos desear ganar almas.
 Sea amable. Tenga cuidado de lo que dice y de la manera en que lo
dice (Efesios 4:32).
 Reconozca que otros—incluso los que no son cristianos—pueden
mostrarle una nueva perspectiva de cierto punto en la Palabra de
Dios. Busque entender primero, luego ser entendido.
 Lleve la carga por una milla más (Mateo 5:41).
La respuesta que da la Biblia
La Biblia nos anima a dar de lo que tenemos de forma voluntaria y
 

con el motivo correcto. Cuando lo hacemos, no solo se beneficia la


persona que recibe, sino también nosotros (Proverbios 11:25; Lucas
6:38). Jesús dijo: “Hay más felicidad en dar que en recibir” (Hechos
20:35).
 ¿Cuándo es correcto dar?
 

 ¿Cuándo es incorrecto dar?


 

 Textos bíblicos que hablan sobre dar


 

  ¿Cuándo es correcto dar?


Dar de forma voluntaria produce buenos resultados. La Biblia dice:
 

“Que cada uno haga tal como lo ha resuelto en su corazón, no de


mala gana ni como obligado, porque Dios ama al dador alegre” (2
Corintios 9:7).
Dios espera que quienes lo adoramos demos de corazón (Santiago
 

1:27). Si ayudamos a los necesitados, estamos colaborando con


Dios, y él se considera en deuda con nosotros por nuestros actos de
generosidad (Proverbios 19:17). La Biblia dice que Dios nos
recompensará (Lucas 14:12-14).
  ¿Cuándo es incorrecto dar?
Cuando lo hacemos por motivos egoístas. Por ejemplo:
 

 Para impresionar a otros (Mateo 6:2).


 

 Para conseguir algo a cambio (Lucas 14:12-14).


 

 Para comprar la salvación (Salmo 49:6, 7).


 

Cuando apoyamos prácticas y hábitos que Dios no


 

aprueba. Por ejemplo, estaría mal darle dinero a alguien para


apostar o para emborracharse o drogarse (1 Corintios 6:9, 10; 2
Corintios 7:1). También estaría mal darle dinero a alguien que
puede trabajar, pero no quiere (2 Tesalonicenses 3:10).
Cuando nos impide cumplir con las responsabilidades que Dios
 

nos da. La Biblia dice que el cabeza de familia debe proveer lo


necesario para los suyos (1 Timoteo 5:8). No sería correcto que por
darles a otros descuidara a su familia. Además, Jesús desaprobó a
quienes se negaban a cubrir las necesidades de sus padres
envejecidos porque decían que sus bienes eran “una dádiva
dedicada a Dios” (Marcos 7:9-13).

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