ejemplos más directos de tejidos esqueléticos o tejidos conjuntivos de sostén. Para poder soportar el peso y no deformarse, contienen no sólo fibras como el tejido conjuntivo, sino una sustancia fundamental, que es sólida en el cartílago y calcificada en el hueso. Características del tejido óseo El tejido óseo se considera como un tejido conjuntivo especializado, constituyente principal de los huesos de los vertebrados. Está compuesto por células y componentes extracelulares calcificados que forman la matriz ósea. Este tejido se caracteriza por su rigidez y por presentar una gran resistencia a la tracción, a la compresión y a las lesiones. Células del hueso El tejido óseo se renueva y se reabsorbe continuamente, esto ocurre gracias a la actividad de sus células específicas. Estas células se denominan osteoblastos, y son responsables de la formación de tejido óseo nuevo. Los osteocitos son los osteoblastos maduros y desarrollan una actividad menor. Los osteoclastos se encargan de reabsorber o eliminar la materia ósea. Células osteoprogenitoras El tejido óseo se origina a partir de células de origen mesenquimal (como todos los tejidos conectivos). A partir de las células mesenquimales que se organizan hacia una diferenciación en células formadoras de hueso, se forma una colonia celular con potencial más limitado para proliferar y diferenciarse, estas son las células osteoprogenitoras. Células osteoprogenitoras Las células osteoprogenitoras cuentan con potencial para diferenciarse en condroblastos o en osteoblastos. Las células osteoprogenitoras persisten hasta la vida postnatal y se hallan en casi todas las superficies del hueso. Durante la fase de crecimiento de los huesos, las células osteoprogenitoras son más activas; aunque también aumenta su actividad cuando hay reparación de lesiones óseas. Osteoblastos Son células osteoformadoras que se encargan del mantenimiento, el crecimiento y la reparación del hueso. Son los encargados de sintetizar los componentes de la matriz ósea. Entre sus características celulares se destaca que posee un retículo endoplasmático y un aparato de Golgi muy desarrollados. Además sus mitocondrias concentran fosfato de calcio. Osteoblastos Sus mitocondrias concentran gránulos de fosfato de calcio. Estos gránulo son transferidos a vesículas que posteriormente pasarán al medio extracelular para poder acumular fosfatos y calcio. Se acumulan progresivamente hasta que se rompen, y las partículas liberadas se fijan a las partículas de colágeno en forma de cristales de hidroxihapatita, produciendo la mineralización de la matriz. Una vez que los osteoblastos están rodeados por la matriz, pasarán a denominarse como osteocitos. Osteocitos Son las células del hueso maduro y ya formado. Se presentan bajo tres estados funcionales: osteocitos latentes, osteocitos formativos y osteocitos resortivos. Se localizan en lagunas del hueso y emiten prolongaciones a través de canales presentes en la matriz. Se comunican unos con otros a través de uniones comunicantes (conductos). Estas células poseen la capacidad de síntesis y reabsorción de la matriz. Osteoclastos El osteoclasto es una célula multinucleada que degrada y reabsorbe huesos. Al igual que el osteoblasto, está implicado en la remodelación de hueso natural. La parte de las células que no está en contacto con el hueso es pobre en orgánulos y posee filamentos de actina. También es donde se encuentran los núcleos. La otra parte de las células, que está en contacto con el hueso, se caracteriza por la presencia de numerosas prolongaciones citoplasmáticas que se denominan borde plegado o borde fruncido. Osteoblastos y Osteocitos Como se supone que los osteoblastos y los osteocitos carecen de capacidad mitótica (son células que ya no pueden dividirse) resulta que a medida que disminuye la cantidad de osteoblastos durante los procesos de remodelación continua del hueso, son las células osteoprogenitoras que proliferan y se diferencian las que proveen de nuevos osteoblastos para el tejido. Tipos de tejido óseo
Se distinguen dos zonas óseas con
características diferentes y sin un límite neto, éstas representan dos formas diferentes de estructuración del tejido óseo:
-El tejido esponjoso o areolar
-El tejido compacto o denso Tejido esponjoso o areolar El hueso esponjoso constituye la mayor parte del tejido óseo de los huesos cortos, planos y de forma irregular.
El tejido esponjoso de los huesos de la pelvis, las
costillas, el esternón, las vértebras, el cráneo y los extremos de algunos huesos largos es el único reservorio de médula ósea roja y por lo tanto, de hematopoyesis en los adultos. Tejido compacto o denso Se encuentra en la capa externa de los huesos largos, en el exterior y en el interior de los huesos planos y en distintas zonas en los huesos cortos, según cada hueso en concreto. Es un tejido duro, denso y frágil. Al observarlo al microscopio destacan estructuras cilíndricas, denominadas osteonas, formadas por capas concéntricas de laminillas óseas, donde se encuentran insertos los osteocitos. Tejido compacto o denso En el interior de la osteona hay un canal, el conducto de Havers, por donde circulan vasos sanguíneos, linfáticos y nervios. Los vasos sanguíneos aportan los nutrientes necesarios a las células de los huesos y conducen las hormonas que controlan el aporte de calcio.
También aparecen canales que conectan unos
conductos de Havers con otros. Estos se llaman conductos de Volkmann. La unidad estructural del tejido óseo compacto es el Sistema de Aversar u osteona. Este tipo de hueso se localiza en la diáfisis de los huesos largos. Cartílago El tejido cartilaginoso, o cartílago, es un tipo de tejido conectivo especializado, elástico, carente de vasos sanguíneos, formados principalmente por matriz extracelular y por células dispersas denominadas condrocitos. La parte exterior del cartílago, llamada pericondrio, es la encargada de brindar el soporte vital a los condrocitos. Células del Cartílago Las células propias de este tejido se llaman condrocitos Estos provienen a su vez de las células llamadas condroblastos, que se encuentran presentes en el pericondrio (parte externa del cartílago). Poseen REG y Golgi bien desarrollados, así como muchas vesículas, las cuales son indicios de su actividad secretora.
Condroblastos: se encargan de la síntesis y secreción de la
matriz cartilaginosa. Son pequeños y fusiformes. Se dividen con cierta frecuencia y están aislados. Al diferenciarse crecen y se vuelven más esféricos, desarrollan el aparato de Golgi y el RER, y van adentrándose en la matriz cartilaginosa, diferenciándose en condrocitos. Condrocitos: son maduros, más grandes, conforme más al centro de la matriz, son más redondeados. Se encargan de mantener la matriz. Localización y funciones del cartílago El cartílago se encuentra revistiendo articulaciones, en las uniones entre las costillas y el esternón, como refuerzo en la tráquea y bronquios, en el oído externo y en el tabique nasal. También se encuentra en embriones de vertebrados y peces cartilaginosos.
Los cartílagos sirven para acomodar entre sí algunos
huesos, para amortiguar los golpes al caminar y al saltar, para prevenir el desgaste por rozamiento y, por lo tanto, para permitir los movimientos de la articulación. Es una estructura de soporte que otorga cierta movilidad a las articulaciones.