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ESTUDIO BÍBLICO
¿Sabías que Dios escucha los pensamientos de tu corazón?
Y luego que termina toda esa etapa en donde Elohim discierne el corazón
de Sara, los pensamientos del corazón de Sara, cuando Dios hizo la promesa a
Abraham, o le restableció - o confirmó: reconfirmó la promesa de que tendría
un hijo por medio de Sara…
Por eso es que Dios juzga el corazón; y las acciones de las personas
serán juzgadas de acuerdo a las intenciones del corazón con las cuales fueron
hechas esas obras o fueron manifestadas esas acciones de las personas.
Proverbios, 4:20-23
“Hijo mío, está atento a mis palabras; Inclina tu oído a mis razones.
No se aparten de tus ojos; Guárdalas en medio de tu corazón; Porque
son vida a los que las hallan, Y medicina a todo su cuerpo.
Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la
vida.”
DAMAS DE BENDICIÓN
Dr. William Soto Santiago
Sábado, 11 de julio de 2015
Valencia, Venezuela
Algunas veces las personas hablan y no saben que Dios oye, y que las
palabras de las personas…, los pensamientos, suenan más fuerte, se oyen
más fuerte que las palabras. Así que si los pensamientos son escuchados allá,
las palabras también; y antes de que la persona hable, ya el pensamiento de lo
que va a hablar ya fue escuchado allá.
Cuando Sara se rió, Dios le dijo a Abraham: “¿Por qué se ha reído Sara
tu mujer?”; y Sara dijo: “Yo no me he reído”, pero en el corazón ya se había
reído.
Porque Dios, vean ustedes, los pensamientos del corazón los ve y los
oye; y las palabras, pensamientos del corazón, palabras del corazón, Dios las
escucha. Dios escucha cómo piensa la persona, y discierne los pensamientos y
las intenciones del corazón; la intención que hay en cada pensamiento, Él
también la sabe.
Así que no solamente tenemos que vigilar lo que hablamos, sino lo que
pensamos también, de modo que esté de acuerdo a la Palabra de Dios.
Hablemos conforme a la Palabra de Dios y pensemos conforme a la Palabra de
Dios, porque Dios escucha tanto lo que hablamos como también lo que
pensamos.
Por eso también pedimos perdón por los pensamientos malos, negativos,
que vienen a nosotros, y le pedimos perdón a Dios. El enemigo también trata
de meter pensamientos malos, y entonces no le podemos dar lugar a que el
enemigo los coloque; porque si los coloca y usted los acepta, entonces sembró
una semilla que va a crecer y a producir un fruto.
Por lo tanto, los pensamientos negativos, malos, usted los rechaza. No
deje que el enemigo siembre cosas malas. Porque si deja que las siembre y
usted acepta esos pensamientos que no son de Dios, usted aceptó una semilla
que no es de Dios, la cual va a nacer, a crecer y a producir fruto.
Toda persona que viene a vivir a este planeta Tierra tiene un récord en
el Cielo, los Ángeles de Dios se encargan de llevar el récord de todas las
personas; y aun los pensamientos del corazón de las personas son escritos en
el Cielo. Cuando se saben estas cosas, entonces hasta para pensar hay que
saber pensar.
Por lo tanto, hay que entender estas cosas, conscientes de que Dios
juzga el corazón y conforme al corazón de las personas; por lo tanto, Dios
juzga conforme al pensamiento del alma de las personas.
LA VIDA ETERNA
Dr. William Soto Santiago
Domingo, 8 de septiembre de 2013
Cayey, Puerto Rico
Y nadie quisiera que sus pensamientos, en los cuales hay cosas positivas
pero hay cosas negativas también, queden registrados en el Cielo; y solamente
hay una forma de borrar, una sola forma de borrarlos: y es con la Sangre de
Jesucristo nuestro Salvador. No hay otra forma para borrar nuestros
pensamientos negativos. Pidiéndole perdón a Dios, pidiéndole perdón a Cristo,
para que con Su Sangre nos limpie de todo pecado; esa es la única forma.
Y recuerden que cada persona dará a Dios cuenta por sus pensamientos,
porque Él discierne los pensamientos de nuestro corazón, y pagará a cada uno
de acuerdo a los pensamientos de su corazón.
Porque Dios no mira las apariencias exteriores, para decirle a Ud. que
está bien; sino que Él mira la intención de su corazón, y El ve cuál es la
intención del corazón suyo, cuando Ud. hace esas cosas que hace
exteriormente. Y de la abundancia del corazón, habla la boca; y del corazón
salen los buenos pensamientos, pero también los malos.
Es como cuando Ud. toma un fruto que lo ve muy bonito por fuera, y
cuando lo abre, por dentro está lleno de gusanos, podrido, dañado; ¿qué es
eso? el problema no está en el fruto, el problema está en el árbol, está en las
raíces del árbol, allá está el problema; por eso es que entonces el árbol es
malo aunque tenga apariencia bonita, pero por dentro está malo. Entonces, eso
es lo que el Señor mira.
EL GALARDÓN DE ABRAHAM
Dr. William Soto Santiago
Miércoles, 24 de mayo de 2000
San José, Costa Rica
Por eso es que Jesús hablando acerca de mirar con mala intención a
una mujer dice: “Cualquier hombre que mirare a una mujer para codiciarla (o
sea, que la codicie en su corazón), ya adulteró en su corazón.” Vean cómo se
ve delante de Dios esta situación, porque Dios ve lo que está dentro del
corazón de las personas, y juzga lo que está dentro del corazón.
Ahora, Sara no se había reído exteriormente con sus labios, pero Dios
juzga el corazón. Y una persona puede pecar delante de Dios y no hacer nada
físicamente, pero si en su corazón lo hace: delante de Dios ha pecado, porque
ha sucedido dentro de su alma, de su corazón el hecho. Y Dios juzga el
corazón, porque Dios mira el corazón.
Por eso en una ocasión Jesús dijo que Moisés había dicho: “No
cometerás adulterio”, pero Jesús dijo: “Mas yo os digo que cualquiera que mira
a una mujer para codiciarla en su corazón, ya adulteró en su corazón”. ¿Por
qué? Porque Dios mira el corazón y ve lo que pensó esa persona allá en su
alma; y aunque no halla efectuado el acto exteriormente, físicamente, ya lo
efectuó en su alma; y Dios juzga conforme a la intención del corazón de la
persona, porque Él es el que escudriña los pensamientos y las intenciones del
corazón.
Así que podemos ver que conforme a las intenciones del corazón y al
pensamiento del corazón de Sara, Dios juzgó y dijo que Sara se había reído; y
Dios se molestó allí con Sara, pero no mató a Sara porque era la esposa de
Abraham y por medio de ella Abraham tendría el hijo prometido.