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ACTIVIDAD INDIVIDUAL

1. El estudiante expondrá a modo individual algunas de las problemáticas o


aciertos construidos en comunidad, deberán indagar sobre notas de prensa
(periódicos, revista o publicaciones municipales o departamentales) que
evidencien la problemática/experiencia de éxito o acierto de la comunidad y
que sean del orden regional; además de caricaturas políticas-igualmente
del orden regional-que den cuenta de la crítica política que los caricaturistas
han realizado para “denunciar” o resaltar tal problemática y subirlas en el
foro participación individual.

 Violencia en Palmira (homicidios, extorción, secuestros, violencia


sexual)
 Conflicto escolar ,
 Problemas ambientales (Amenaza de la minería afecta los ríos de
Palmira)

2. En dicho foro, el estudiante anexara la nota de prensa o la caricatura y


justificará su elección relacionándola con las problemáticas o aciertos en
comunidad.

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Violencia en Palmira, la ‘Ciudad de Dios’ de Colombia

Palmira, a escasa media hora de Cali, se está convirtiendo en un hervidero


de bandas que matan hasta por deporte.

Los horrendos crímenes que han quedado registrados en los diarios y de los
que se habla ‘sottovoce’ en la ciudad han acabado con la imagen ‘señorial’
que alguna vez tuvo Palmira.
Palmira es una ciudad  en desarrollo y epicentro del boom azucarero en el Valle
del Cauca. Su ubicación estratégica la convirtió en puerto seco y corredor obligado
entre el convulsionado norte de Cauca y Cali.

Pero desde hace dos años la violencia parece que se enquistó en esta urbe donde
viven 296.000 personas. Desde 2010 los homicidios crecen por encima de los 200
casos al año y la tasa de muertos por cada 100.000 habitantes supera con creces
la de ciudades más grandes como Bogotá, Medellín y Cali.

Quizás la violencia que azota a Palmira no difiera en nada del fenómeno de


inseguridad urbana porque estos tiempos se enquistó en el resto del país a raíz de
la expansión del microtráfico; pero la diferencia está en que, en este caso, y
gracias a una investigación de las autoridades, se sabe con pelos y señales el reto
al que se enfrentan con esas bandas, la manera escandalosa como operan, el
poder que ostentan y el terror que imparten.

SEMANA tuvo acceso a docenas de audios de una investigación que desde


agosto de 2011 desarrollaron miembros de la Sijin y el CTI de la Fiscalía, con los
que este año lograron desarticular al menos tres de las seis oficinas de cobro que
azotan a Palmira, capturar a unas 26 personas y acusarlas de cerca de 19
homicidios. "Tienen tal poder que se dan el lujo de rechazar ayuda de otras
bandas como los Urabeños y los Rastrojos", dijo un investigador.

Gracias a esas interceptaciones telefónicas, hoy las autoridades cuentan con un


grueso expediente donde los delincuentes ordenan y planean crímenes, controlan
el negocio del narcotráfico y detallan extorsiones. La mayoría de esas pruebas son
tan contundentes y escalofriantes que los criminales optaron por aceptar los
cargos. 
Palmiranos consultados por esta revista coincidieron al afirmar que el problema
hizo metástasis, "a los comerciantes nos extorsionan y la cifra varía de acuerdo
con el genio del jefe de la banda, y el que no paga se va o lo matan", dijo una
fuente que pidió reserva de su nombre.

La verdad es que este año han ocurrido episodios escandalosos que dan serias
señales de la descomposición social que enfrenta esa ciudad. Por ejemplo, en
marzo un policía murió cuando quedó en medio de una balacera entre dos bandas
que se peleaban el dominio territorial. En abril la ciudad fue sorprendida con dos
descuartizamientos y en mayo hubo conmoción tras el aterrador caso de
intolerancia en el que un joven decapitó a su hermano y huyó con la cabeza.

Para Martha Walteros, directora del Observatorio del Delito, un esfuerzo público y
privado donde se analizan las estadísticas de criminalidad en la ciudad, el
fenómeno es de fondo y no de simples medidas policiales, "la cultura de resolver
los problemas por cuenta propia, el irrespeto a las normas y el uso masivo de
armas de fuego, lo empeoran", concluyó la señora Walteros.

Aunque este año las cifras de asesinatos cedieron, el problema delincuencial


sigue latente y es tan alarmante que la propia Consejería para la Seguridad y
Convivencia Ciudadana, que lidera el caleño Francisco Lloreda, debió realizar
cuatro reuniones en esa ciudad y poner en marcha planes integrales. María
Eugenia Muñoz, secretaria de Gobierno de Palmira, reconoce la gravedad de la
situación, pero advierte que "están trabajando para resolverlo".

Llama la atención que esa ciudad cuenta con una buena representación política al
tener un senador y dos diputados; además, es el fortín político de reconocidos
barones electorales del Valle. Pese a esa figuración, hoy no cuenta ni siquiera con
un fiscal especializado para investigar crímenes y la Policía trabaja con las uñas
para atacar los 134 puntos de expendio de bazuco detectados por las autoridades
y que a diario facturan en promedio un millón de pesos.
CARICATURA

Escogí esta caricatura, ya que refleja lo que esta pasando en nuestro país, frente a los casos de
inseguridad y extorsión que se vive día a día.

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