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En su libro El poder del pensamiento positivo, Norman Vincent Peale habla sobre el
poder de la vibración. Él dice que la vibración puede ayudarnos a sanar, transformar y
tener éxito. Peale explica que cuando vibramos a cierta frecuencia, podemos atraer lo
que queremos en la vida. Por ejemplo, si queremos atraer el amor, debemos vibrar a
una frecuencia alta. De igual forma, si queremos atraer el éxito, debemos vibrar en una
alta frecuencia.
Pitágoras creía que estas vibraciones podían usarse para curar y transformar tanto a
personas como a objetos. Creía que ciertas vibraciones podían cancelar otras, creando
armonía. También creía que ciertas vibraciones podrían ayudarnos a lograr el éxito en
la vida.
Hoy, sabemos que Pitágoras estaba en algo. Los estudios han demostrado que la
vibración puede tener un efecto poderoso tanto en nuestra salud física como mental.
Por ejemplo, se ha demostrado que la exposición a ondas sonoras de baja frecuencia
promueve la curación y la relajación.
Hoy sabemos que todo en el universo está formado por átomos que se encuentran en
un estado constante de vibración. Estas vibraciones crean energía que puede
aprovecharse para la curación, la transformación y el éxito.
También hay una creciente evidencia de que la vibración puede ayudarnos a alcanzar
nuestras metas y alcanzar nuestro máximo potencial.
Hoy sabemos que todo en el universo está formado por átomos que se encuentran en
un estado constante de vibración.
El poder de la vibración está bien documentado en los campos de la medicina y la
psicología. Los estudios han demostrado que ciertas frecuencias pueden ayudar a
aliviar el dolor, reducir el estrés y promover la curación. Las terapias vibratorias se
están volviendo cada vez más populares a medida que las personas buscan formas
naturales de mejorar su salud y bienestar.
También hay una creciente evidencia de que la vibración puede ayudarnos a alcanzar
nuestras metas y alcanzar nuestro máximo potencial.
En su República, Platón planteó que el mundo estaba compuesto por cuatro elementos:
tierra, aire, fuego y agua. También creía que estos elementos estaban en un estado de
vibración constante. Esta teoría fue posteriormente ampliada por otros filósofos y
científicos, quienes postularon que todo en el universo está en estado de vibración.
En su tratado de física, Aristóteles planteó la idea de que el mundo está compuesto por
una serie de vibraciones. Creía que estas vibraciones eran la clave para comprender el
universo y descubrir sus secretos.
Las ideas de Aristóteles sobre la vibración fueron ignoradas en gran medida durante
siglos, pero ahora se sabe que todo en el universo vibra a una determinada frecuencia
y que estas vibraciones se pueden medir y utilizar para comprender e influir en el
mundo que nos rodea.
En su diálogo con Menón, Sócrates postula que todo aprendizaje es en realidad solo
una cuestión de recuerdo. Lo que consideramos como nuevo conocimiento es
simplemente información olvidada que se nos recuerda a través del proceso de
cuestionamiento. Esta idea se puede extender a la noción de vibraciones y cómo nos
pueden afectar a nivel físico, mental y espiritual.
En su obra sobre filosofía natural, Tales de Mileto planteó que el principio fundamental
del universo era la vibración. Creía que todo lo que existe está compuesto de materia
que está en un estado constante de movimiento y que este movimiento genera
vibraciones.
Estas vibraciones, creía, son las que dan lugar a todos los fenómenos que vemos en el
mundo que nos rodea. Esto incluye no solo el mundo físico sino también el reino
espiritual.
Las vibraciones están en todas partes y, según los egipcios, tienen el poder de sanar,
transformar y ayudarnos a tener éxito. Al comprender cómo funcionan las vibraciones,
podemos aprovechar su poder para mejorar nuestras vidas.
Las vibraciones son creadas por ondas de sonido, que viajan a través del aire y hacen
que los objetos vibren. La frecuencia de la vibración determina su tono, o qué tan alto o
bajo es el sonido. Los sonidos de tono alto tienen una frecuencia más alta que los
sonidos de tono bajo.
Los egipcios creían que ciertas frecuencias tenían poderes especiales. Usaron cuencos
de sonido y otros instrumentos para crear vibraciones que creían que podían curar
enfermedades, alejar los malos espíritus e incluso traer éxito en los negocios y el amor.
Se dice que los sacerdotes del antiguo Egipto aprovecharon el poder de la vibración
para curar la mente, el cuerpo y el espíritu. Cuando vibramos a una frecuencia más
alta, atraemos cosas positivas a nuestras vidas. Podemos usar la vibración para
sanarnos a nosotros mismos, manifestar nuestros deseos y crear la vida que
queremos.
Hoy, la ciencia está comenzando a respaldar las creencias de los antiguos egipcios
sobre el poder de la vibración.
El poder de la vibración es algo que muchas culturas antiguas han entendido y utilizado
durante siglos.
Según la masonería, las vibraciones son una fuerza que puede usarse para el bien o
para el mal. Depende de cada individuo decidir cómo usar este poder. En el libro "Las
enseñanzas secretas de todos los tiempos" del autor Manly P. Hall, hay una sección del
libro dedicada al tema de la vibración. Afirma que hay dos tipos de vibraciones:
constructivas y destructivas. Las Enseñanzas Secretas de Todos los Tiempos también
afirman que todo en la naturaleza vibra.
Las vibraciones se pueden usar para curar dolencias físicas, traumas emocionales e
incluso relaciones negativas. Cuando vibramos a una frecuencia más alta, atraemos
cosas positivas a nuestras vidas. También podemos usar vibraciones para repeler la
energía negativa.
Ya sea que creas en el poder de la vibración o no, no se puede negar que es una
fuerza poderosa. Hay mucho más en la vibración de lo que se ve a simple vista o del
oído. Somos seres en constante vibración, y todo lo que nos rodea está en estado de
vibración.
Los masones han entendido desde hace mucho tiempo el poder de la vibración y lo
utilizan en sus rituales y ceremonias. Al cantar ciertas palabras o sonidos, pueden
elevar sus propias vibraciones y conectarse con lo Divino. La “Palabra” o el “Nombre”
de Dios en Hebreo es Agla. Cuando cantas esta palabra, eleva tus vibraciones y te
conecta con lo Divino. De hecho, todas las oraciones no son más que vibraciones. Lo
mismo ocurre con la entonación del Nombre Inefable de Dios o Tetragramaton. Las
vibraciones del nombre o la palabra pronunciada por un Maestro son mucho más altas
que las pronunciadas por una persona promedio. Cuando las vibraciones del nombre
dicho por un Maestro se combinan con nuestras propias vibraciones, crean una
vibración aún más alta que puede provocar el despertar de nuestra Conciencia.
Según Max Heindel, las vibraciones pueden tener un efecto poderoso en nuestras
vidas. Heindel explica que todo en el universo está en estado de vibración. Esto incluye
nuestros pensamientos, emociones y cuerpos físicos. Al alinear nuestras propias
vibraciones con las del universo, podemos acceder a una poderosa fuente de energía y
sanación.
El poder de la vibración no es solo algo en lo que creen los rosacruces, es algo que
puedes experimentar por ti mismo.
Los herméticos creen que podemos influir en nuestra realidad a través del poder de la
vibración. Al elevar nuestra propia vibración, podemos sanarnos a nosotros mismos,
transformar nuestras vidas y crear éxito.
Si bien algunos pueden ver esto como una tontería de la Nueva Era, en realidad hay
mucha evidencia científica que respalda el poder de la vibración. Los estudios han
demostrado que todo, desde nuestros pensamientos hasta nuestras emociones, crea
vibraciones que se pueden medir.
¿Entonces, cómo funciona? Todo en el universo está hecho de energía, que vibra en
diferentes frecuencias. Nuestros pensamientos y emociones también son energías, y
cada uno de ellos vibra a una determinada frecuencia. Cuando alineamos nuestros
pensamientos y emociones con el resultado deseado, comenzamos a atraer
experiencias y circunstancias que coinciden con esa frecuencia.