El consumismo, también llamado consumo irresponsable o sobreconsumo
es una tendencia a comprar bienes o servicios de forma acumulativa y que va más allá de las necesidades básicas de una persona.
Existen 4 tipos de consumismo que se distinguen según la frecuencia de compra y
la motivación del individuo:
Consumismo ocasional: Sucede cuando el acto de consumismo se
produce en pocas ocasiones y se trata, sobre todo, de ocasiones especiales. dependiendo de la disponibilidad de los bienes o servicios demandados y de la situación financiera, social e individual del consumidor. Consumismo experimental: Se produce cuando el comprador se interesa en probar el funcionamiento de los nuevos productos del mercado y quiere hacerlo antes que otras personas. Consumismo habitual: Los casos de consumismo habitual son aquellos que se generan de forma recurrente, ya forman parte del estilo de vida de una persona o de una familia completa. Un ejemplo de estos son los alimentos. Consumismo extraordinario: Se genera cuando se realizan compras nerviosas ante un evento extraordinario en la sociedad o en la vida del comprador. Son una forma de reacción defensiva de los consumidores, y suelen caracterizarse por hacer foco en bienes básicos y fundamentales, o en aquellos que corran riesgo de escasear.
Causas del consumismo:
La fuerza social y psicológica de los medios publicitarios y el marketing, capaces de incentivar el consumo de ciertos bienes mediante estrategias de seducción a las que todos somos, en alguna medida, vulnerables. Las facilidades que ofrecen ciertos productos desechables, cuyo uso es inmediato y luego van a la basura, sin importar que sus desechos y residuos puedan permanecer (como en el caso de los plásticos) cientos de años contaminando el medio ambiente. La obsolescencia programada de muchos productos, especialmente los tecnológicos, que obedecen a la lógica consumista de verse obligado a comprar uno nuevo cada cierto tiempo, para así mantener la industria andando. La cultura de la novedad y la innovación, que nos recompensa social y emocionalmente sólo si tenemos el último modelo de un producto o servicio
Consecuencias del consumismo:
Crea demanda donde no la había, o incentiva la demanda de un producto
determinado por encima de otros, especialmente aquellos de bajo precio y baja calidad. Producción continua y excesiva de basura, ya que los residuos de los productos, especialmente los de vida breve, se acumulan en el medio ambiente y pueden tardar miles de años en descomponerse. El consumo masivo de productos industrializados de baja calidad, especialmente los alimenticios, trae consigo consecuencias en la salud individual, familiar y regional
La preferencia masiva de ciertos productos por encima de otros, especialmente los
de un solo uso por encima de los más duraderos, conducen al desbalance económico y comercial entre países y regiones enteras