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¿Qué es el consumismo?
Al mismo tiempo, el consumismo es una doctrina sociocultural y una creencia, que propone la
adquisición de posesiones materiales como la única vía hacia la satisfacción personal, y que
distinguen entre las personas en base a su mayor o menor capacidad de consumo.
Por otro lado, el consumismo suele ser promovido por el marketing y la publicidad, ya que el
consumo constante y masivo crea demanda allí donde no la había o había poca, y provee a las
empresas de un escenario ideal para sus productos. En cambio, muchos sectores sociales,
ecologistas y progresistas critican las posturas consumistas y las acusan de llevar adelante un
despilfarro cuyas consecuencias serán dramáticas para las generaciones venideras.
Tipos de consumo
Consumo y consumismo no son necesariamente sinónimos, y para entender esta
diferencia, puede ser útil establecer los distintos tipos de consumo que se dan en el
seno de nuestras sociedades postindustriales, muchos de los cuales están justamente
dirigidos e impulsados por la publicidad y por el marketing, así como por los eventos
sociales y políticos. Nos referimos a:
Consumo experimental. Se llama así a la adquisición de un producto o servicio que
se desea probar, que no se conoce de antemano y que por lo tanto puede desembocar
en un consumo ocasional o habitual, o simplemente no repetirse en el tiempo. Es lo
que ocurre cuando aparece un nuevo producto o una nueva marca en el mercado.
Consumo ocasional. También llamado consumo intermitente, no se rige por patrones
sino que es esporádico, casual, dependiendo de la disponibilidad de los bienes o
servicios demandados y de la situación financiera, social e individual del consumidor.
Consumo habitual. También llamado consumo regular, es aquel que se lleva a cabo
con frecuencia, en el que uno o varios bienes son consumidos de manera continua y
constante, como los productos básicos o de primera necesidad. Los alimentos, por
ejemplo, suelen estar en esta franja.
Consumo extraordinario. A esto se refiere quien habla de “compras nerviosas” o
“compras impulsivas”, y suelen darse en los momentos previos a un gran evento de
importancia política, social o histórica, o bien en los momentos inmediatamente
posteriores. Son una forma de reacción defensiva de los consumidores, y suelen
caracterizarse por hacer foco en bienes básicos y fundamentales, o en aquellos que
corran riesgo de escasear.
Consumo responsable. Lo exactamente contrario al consumismo: una forma de
consumir que es consciente de las consecuencias de la compra de un producto, tanto
en la vida individual como social y medioambiental, y que privilegia productos seguros y
de poco riesgo a aquellos que brinden un placer inmediato y momentáneo a un costo
muy alto para las generaciones futuras.
Las consecuencias del consumo irresponsable pueden ser muy positivas para la industria y la
economía local, y a la vez pésimas para el medio ambiente y para la salud de los seres
humanos. Algunas de ellas pueden ser: