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CONSUMISMO

¿Qué es el consumismo?

Se conoce como consumismo, sobreconsumo o consumo irresponsable a una dinámica de


consumo exacerbado de bienes y servicios, es decir, a la tendencia a consumir en demasía, de
manera exagerada o frenética, sin prestar demasiada atención a si lo comprado es realmente
necesario o no.

Al mismo tiempo, el consumismo es una doctrina sociocultural y una creencia, que propone la
adquisición de posesiones materiales como la única vía hacia la satisfacción personal, y que
distinguen entre las personas en base a su mayor o menor capacidad de consumo.

El consumismo es una tendencia presente en las sociedades capitalistas postindustriales,


especialmente en aquellas cuyos ciudadanos poseen altos ingresos y por lo tanto mucha
capacidad de consumo.

Por otro lado, el consumismo es radicalmente opuesto al consumo responsable o a la


sustentabilidad: quienes practican el consumismo (“consumistas”) no se preocupan por la
perdurabilidad de la sociedad ni por el daño ecológico que su modo de vida ocasiona, sino que
se entregan al frenesí de la compra y la acumulación.

Por otro lado, el consumismo suele ser promovido por el marketing y la publicidad, ya que el
consumo constante y masivo crea demanda allí donde no la había o había poca, y provee a las
empresas de un escenario ideal para sus productos. En cambio, muchos sectores sociales,
ecologistas y progresistas critican las posturas consumistas y las acusan de llevar adelante un
despilfarro cuyas consecuencias serán dramáticas para las generaciones venideras.

Causas del consumismo


Entre las causas principales del consumismo nos encontramos:

 Compra a crédito: Significa adquirir el producto hoy y pagarlo en el futuro, teniendo


usualmente que cancelar un gasto financiero (intereses) adicional al precio de la
mercancía.
 Publicidad: Es un tipo de comunicación audio y/o visual del marketing que emplea
mensajes patrocinados e impersonales para promocionar o vender un producto, marca
o servicio. Lo que hace la publicidad es tratar de convencer al público de realizar una
compra, aunque esta no sea estrictamente necesaria.
 Diseño de los productos (obsolescencia programada): Muchas mercancías son
fabricadas con un tiempo de vida muy corto. Por ejemplo, se recomienda usar un
cepillo de dientes solo por unos meses. De igual modo, esto es notorio en el mercado
tecnológico, donde siguen saliendo nuevas versiones, por ejemplo, de teléfonos
inteligentes que ofrecen las mismas funciones, solo que con un mayor calidad. Ya sea
en la resolución de las fotografías que toma, en la velocidad del Internet, o en la mayor
memoria para almacenar datos, u otra característica.
 Presión social: En ciertos círculos sociales se puede decir que se ejerce presión para
el consumo de determinados productos. Por ejemplo, un adolescente que ve que todo
sus amigos tienen una consola de videojuegos pedirá eso como regalo a sus padres.
Asimismo, cuando una persona va a asistir a un evento muy importante podría verse
incentivada a comprar una nueva prenda.

Tipos de consumo
Consumo y consumismo no son necesariamente sinónimos, y para entender esta
diferencia, puede ser útil establecer los distintos tipos de consumo que se dan en el
seno de nuestras sociedades postindustriales, muchos de los cuales están justamente
dirigidos e impulsados por la publicidad y por el marketing, así como por los eventos
sociales y políticos. Nos referimos a:
 Consumo experimental. Se llama así a la adquisición de un producto o servicio que
se desea probar, que no se conoce de antemano y que por lo tanto puede desembocar
en un consumo ocasional o habitual, o simplemente no repetirse en el tiempo. Es lo
que ocurre cuando aparece un nuevo producto o una nueva marca en el mercado.
 Consumo ocasional. También llamado consumo intermitente, no se rige por patrones
sino que es esporádico, casual, dependiendo de la disponibilidad de los bienes o
servicios demandados y de la situación financiera, social e individual del consumidor.
Consumo habitual. También llamado consumo regular, es aquel que se lleva a cabo
con frecuencia, en el que uno o varios bienes son consumidos de manera continua y
constante, como los productos básicos o de primera necesidad. Los alimentos, por
ejemplo, suelen estar en esta franja.
 Consumo extraordinario. A esto se refiere quien habla de “compras nerviosas” o
“compras impulsivas”, y suelen darse en los momentos previos a un gran evento de
importancia política, social o histórica, o bien en los momentos inmediatamente
posteriores. Son una forma de reacción defensiva de los consumidores, y suelen
caracterizarse por hacer foco en bienes básicos y fundamentales, o en aquellos que
corran riesgo de escasear.
 Consumo responsable. Lo exactamente contrario al consumismo: una forma de
consumir que es consciente de las consecuencias de la compra de un producto, tanto
en la vida individual como social y medioambiental, y que privilegia productos seguros y
de poco riesgo a aquellos que brinden un placer inmediato y momentáneo a un costo
muy alto para las generaciones futuras.

CONSECUENCIAS DEL CONSUMISMO

Las consecuencias del consumo irresponsable pueden ser muy positivas para la industria y la
economía local, y a la vez pésimas para el medio ambiente y para la salud de los seres
humanos. Algunas de ellas pueden ser:

 Crea demanda donde no la había, o incentiva la demanda de un producto


determinado por encima de otros, especialmente aquellos de bajo precio y baja
calidad. Esto contribuye a la mala distribución de la riqueza, pues usualmente son las
clases medias y bajas las que consumen de manera continua bienes baratos
producidos en masa, invirtiendo su dinero en objetos que no duran nada y que brindan
poco beneficio.
 Producción continua y excesiva de basura, ya que los residuos de los productos,
especialmente los de vida breve, se acumulan en el medio ambiente y pueden tardar
miles de años en descomponerse. Esto, a su vez, causa estragos en el delicado
balance biótico del planeta.
 El consumo masivo de productos industrializados de baja calidad, especialmente los
alimenticios, trae consigo consecuencias en la salud individual, familiar y regional,
causando enfermedades como la obesidad y la diabetes.
 La preferencia masiva de ciertos productos por encima de otros, especialmente los de
un solo uso por encima de los más duraderos, conducen al desbalance económico y
comercial entre países y regiones enteras, empujando los ciclos del capitalismo hacia
crisis más frecuentes y agudas.

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