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GEOMORFOLOGIA

La geomorfología es la rama de la geología y de la geografía que estudia las formas de la superficie terrestre
y los procesos que las generan.
El término geomorfología proviene del griego: γῆ, ge, es decir, geos (Tierra), μορφή o morfeé (Forma) y
λόγος, logos (estudio, conocimiento). La geomorfología está muy relacionada tanto con la geografía física
como con la geografía humana (en lo que se refiere a los riesgos naturales y la relación del hombre con el
medio).
El geógrafo americano William Morris Davis desarrolló la
teoría de la creación y destrucción del paisaje, a la que llamó
ciclo geográfico o ciclo de denudación. En ella explica que
las formas de la superficie terrestre es el resultado de un
balance dinámico —que evoluciona en el tiempo— entre
procesos constructivos y destructivos.
El ciclo de denudación tiene su inicio en el momento en
que la corteza continental es rápidamente levantada por
fuerzas del interior de la tierra. Con anterioridad a este
proceso, el fragmento de corteza levantado debía ser un
mar o una plataforma continental poco profundos. Una vez
levantado por encima del nivel del mar, los agentes
fluviales inician su ataque. En el periodo de juventud, lo
afluentes excavan las tierras elevadas, produciendo gran
cantidad de relieves erosiónales, con valles poco definidos,
divisorias profundas, pendientes condicionadas por la
tectónica y en general gran energía potencial. Cuando el
paisaje adquiere un aspecto accidentado, montañoso, con
formas de moldeado más nítidas, se considera que ha
entrado en el periodo de madurez. Con el paso del tiempo,
los relieves disminuyen de altura, y las pendientes se hacen
más suaves. Progresivamente las laderas se cubren de un
horizonte de alteración (regolito) y los relieves adquieren un
aspecto ondulado. Al final, en la etapa de senectud, el relieve disminuye hasta un punto en el que sólo
queda una superficie rebajada casi plana, denominada penillanura.
Si la penillanura, por alguna causa geológica, sufriera una nueva elevación, el ciclo comenzaría de nuevo
(rejuvenecimiento del relieve).

DESENCADENTANTES DE LOS PROCESOS GEOMORFOLÓGICOS


El relieve terrestre va evolucionando en la dinámica del ciclo geográfico mediante una serie de procesos
constructivos y destructivos que se ven permanentemente afectados por la fuerza de gravedad que actúa
como equilibradora de los desniveles; es decir, hace que las zonas elevadas tiendan a caer y colmatar las
zonas deprimidas. Estos procesos hacen que el relieve transite por diferentes etapas.
Los factores desencadenantes de los procesos geomorfológicos pueden categorizarse en cuatro grandes
grupos:
• Factores geográficos: entre los que se consideran los factores abióticos de origen exógeno, tales como el
relieve, el suelo, el clima (presión, temperatura y vientos) y los cuerpos de agua (agua superficial, con la
acción de la escorrentía, la acción fluvial y marina, o los hielos en el modelado glacial).
• Factores bióticos: El efecto de los factores bióticos sobre el relieve suele oponerse a los procesos del
modelado, especialmente considerando la vegetación, sin embargo, existen no pocos animales que
colaboran con el proceso erosivo
• Factores geológicos: tales como la tectónica, el diastrofismo, la orogénesis y el vulcanismo, son procesos
constructivos y de origen endógeno que se oponen al modelado e interrumpen el ciclo geográfico.
• Factores antrópicos: La acción del hombre sobre el relieve es muy variable, dependiendo de la actividad
que se realice, en este sentido es muy difícil generalizar, pudiendo incidir a favor o en contra de los procesos
erosivos.
Aunque los distintos factores que influyen en la superficie terrestre se ven incluidos en la dinámica del ciclo
geográfico, sólo los factores geográficos contribuyen siempre en dirección al desarrollo del ciclo y a su fin
último; la penillanura. Mientras que el resto de los factores (biológicos, geológicos y antrópicos) interrumpen
o perturban el normal desarrollo del ciclo.

PROCESOS MORFOGENÉTCIOS:
Son los procesos originados en la superficie del planeta que modelan el paisaje. Los principales procesos
exógenos son: la meteorización, la erosión, el transporte y la sedimentación

LA METEORIZACIÓN
La meteorización es la fragmentación o descomposición de las rocas que se encuentran en la superficie
terrestre. Este fenómeno puede ser:
a) Meteorización física o mecánica:
En los climas áridos, las rocas expuestas al Sol y a temperaturas elevadas se dilata por la noche, las
temperaturas muy bajas hacen que se contraigan. Estos cambios bruscos de temperatura producen grietas
que, al profundizarse, pueden provocar la ruptura de la roca. Las raíces de las plantas y algunos animales que
cavan o hacen túneles, van rompiendo las rocas.
b) Meteorización química:
Se produce por alteración de algunos componentes, generalmente, en zonas de clima cálido y húmedo. Ej. la
oxidación de minerales de hierro que da origen a los suelos rojizos, característicos de la provincia de
Misiones

LA EROSIÓN
La erosión es el proceso de arranque de materiales por los procesos geológicos. Es el mecanismo geológico
de denudación de los continentes. Se ve favorecida por la meteorización, alteración y disgregación previa de
las rocas. Se mide en masa de material rocoso arrancada por año por unidad de superficie (por ejemplo, en
T/Km2 año), o como una disminución de nivel por año (por ejemplo, en cm/año).
El tipo dominante e intensidad de la erosión están condicionados por distintos tipos de factores:
- Climáticos:
 Relacionados con el ciclo hidrológico, comenzando por el impacto sobre el suelo de las gotas de
lluvia, y continuando por la fuerza de arrastre del agua de escorrentía en vertientes o en los canales
de la red de drenaje.
 Relacionados con las variaciones en la temperatura
 Relacionados con el impacto o arrastre del viento
- Topográficos:
 Orientación del terreno, que controla la eficacia de los agentes climáticos
 Inclinación y longitud de la pendiente, que condiciona el carácter de la escorrentía
- Factores propios del suelo:
 Textura y granulometría, estratificación, porosidad, permeabilidad, humedad, composición de las
partículas minerales y tipo de cobertera vegeta.
 Grado de meteorización
- Actividad antrópica

EL TRANSPORTE
El transporte es la movilización de los fragmentos de roca meteorizados se realiza mediante un agente de
transporte, un fluido.
La energía de transporte varía de unos sistemas a otros, y de unas condiciones morfoclimáticas a otras,
reflejándose en el material transportado y en las estructuras impresas en los sedimentos.
Así el estudio de los caracteres texturales y estructurales de los sedimentos nos informa sobre el agente de
transporte (dirección, distancia recorrida, duración del proceso…).
El detrito a transportar está sujeto a tres tipos de fuerzas:
- Fuerzas de empuje: fuerza ejercida por el flujo sobre el clasto, y por tanto, de sentido contrario a las de
resistencia del sólido al flujo. Se ven incrementadas por el choque entre partículas
- Fuerzas de sustentación: tienden a elevar el detrito y mantenerlo en suspensión por efecto de la
turbulencia. Cuanto mayor sea el clasto, mayor tendrá que ser la fuerza de sustentación.
- Fuerzas de fijación, definidas por el peso, rozamiento por deslizamiento, rozamiento por rodadura,
rozamiento por pivotación y por las fuerzas de atracción entre las partículas.

Para que se inicie el movimiento se tiene que cumplir:


Fuerza de empuje > fuerza de sustentación >fuerza de fijación

En función de las relaciones existentes entre estas tres fuerzas, el transporte de los materiales puede
realizarse de distintas formas (las tres primeras con el clasto en contacto con el lecho - tracción):
- Deslizamiento. Se produce cuando al aumentar la velocidad, las fuerzas de sustentación equilibran a las de
fijación, y el detrito comienza a desplazarse deslizándose por el lecho en la dirección del flujo. Es el tipo de
transporte que menor energía requiere.
- Rodadura. Al aumentar la velocidad, también aumenta la fuerza de empuje y sustentación. En el momento
en que las fuerzas de empuje igualan a las de fijación el clasto girará, desplazándose rodando.
- Saltación. Si sigue aumentando la velocidad, las fuerzas de sustentación se hacen mayores que las de
fijación, y el clasto se incorpora a la corriente y viaja en suspensión inmerso en el fluido, hasta que al
ascender entra en una zona de menor turbulencia, en la que las fuerzas de sustentación disminuyen,
predominando las de fijación, y el clasto cae. El avance se produce a modo de saltos.
- Suspensión. Cuando las fuerzas de sustentación son suficientemente grandes como para mantenerse
superiores a las de fijación, el detrito viaja suspendido en el seno del fluido de forma continua
- Transporte químico. Este es independiente de los anteriores. Cuando el fluido tiene capacidad de
disolución (agua) y pasa a través de materiales solubles, se produce el transporte de los iones procedentes
de la roca, en disolución. Esta forma de transporte no está condicionada por la cinética del agente
transportador.

Efecto del transporte. Los efectos del transporte se reflejan tanto en el cauce por donde se transporta el
material, como en el propio clasto desplazado. En el caso del cauce, se producirá una erosión sobre el fondo
que puede ser física o química. En el clasto transportado se producirá un desgaste caracterizado por dos
factores: intensidad del impacto sobre el cauce y características intrínsecas del grano (naturaleza,
composición, estructura, etc.). El proceso puede ser físico (choque, trituración y picoteado del grano) o
químico (disolución, hidratación o hidrolización). El transporte de materiales puede hacerse a través de los
ríos (transporte fluvial), por corrientes marinas y de turbidez, mediante oleaje, transporte glaciar, eólico y
gravitacional (deslizamiento, caída de bloques o desplazamientos).

LA SEDIMENTACIÓN
La sedimentación es la acumulación de los materiales trasportados por un agente geológico. La deposición
se produce en unas condiciones ambientales de las que queda una impronta en el registro sedimentario.
Para poder reconstruir el ambiente deposicional se ha recurrido al concepto de facies sedimentaria, que es
una definición de una secuencia completa de sedimentos de cada tipo de ambiente, diferenciándose de
otras facies por la composición, la edad y las características estructurales y texturales.
La sedimentación puede producirse por dos procesos:
 decantación: caída o precipitación de los clastos al fondo. Ocurre cuando la corriente que los
transportaba se detiene, o cuando las partículas se han formado en el mismo fluido que permanece
en reposo, como los esqueletos calcáreos de los organismos microscópicos del plancton.
 acrección cinética: se produce cuanto los clastos que están siendo transportados tropiezan con un
obstáculo que los detiene y se acumulan unos sobre otros. En cualquier caso la acumulación se
produce en zonas deprimidas, por pérdida de energía y efecto de la gravedad.
Al estudiar los depósitos sedimentarios pueden observarse una serie de caracteres resultado de sus
condiciones de formación:
 Procedencia de los materiales: mediante el estudio de la composición de los clastos puede
determinarse el área de origen, o al menos el tipo de roca erosionada, así como las condiciones
existentes durante la erosión
 Agente de transporte. Cada agente determina unas estructuras sedimentarias características. Por
ejemplo, el transporte por medio acuoso o eólico selecciona los tamaños, mientras que en el
transporte por hielo no se produce selección, dado que éste engloba fragmentos de muy distintos
tamaños.
 Duración del transporte, que determina el grado de redondeamiento de los clastos, que depende así
mismo de la naturaleza del material y del tamaño del clasto.
 Factores ambientales del lugar de la sedimentación, particularmente importantes en el caso de
sedimentación en cuencas endorreicas por precipitación química de materiales disueltos.
La sedimentación puede ocurrir después de un recorrido realizado por un agente de transporte, en cuyo
caso se habla de sedimentación alóctona, o puede ocurrir en el mismo sitio en que se formó el material, en
cuyo caso se habla de sedimentación autóctona

MODELADO FLUVIAL

El agua es el principal agente modelador de la superficie de la Tierra. El agua se encarga de


los procesos de erosión, transporte y sedimentación, bien de forma estructurada, canalizada
por ríos y arroyos, o bien de forma difusa cuando se trata de escorrentía superfical no encau-
zada. El agua actúa sobre la superficie terrestre de forma constante e incesante, poco a poco,
o bien de forma catastrófica en episodios puntuales y repentinos. Los episodios catastróficos
relacionados con el agua suponen generalmente riesgos para las poblaciones. Estos riesgos
suelen tener relación con dos procesos: inundaciones producidas por desbordamiento de
los ríos y por deslizamiento de laderas y taludes.

Hidrodinámica básica
Una corriente fluvial es una masa de agua que se desplaza, debido a su energía potencial, desde
puntos de mayor energía (mayor cota topográfica) a los de menor. Se denomina nivel de base el
punto en que esta energía se anula (el mar, otro río confluente, un lago...).
El agua del río, durante su des-
plazamiento, vence unos roza-
mientos externos e internos. La
velocidad del agua es máxima en
la zona central y mínima en los
bordes y fondo por el rozamiento
con las paredes (Figura 1).
X fricciones externas
Dependen en buena medida del
rozamiento de la lámina de agua
con el lecho del río, que varía de
acuerdo con la carga de fondo
por él transportada y con la rugo-
sidad de este mismo fondo. La rugosidad del lecho del río es otro factor importante. En los tramos
bajos la rugosidad de los bordes de los cauces es menor que en los tramos altos, y las aguas transcurren sin
encontrar grandes resistencias.
X fricciones internas
Supone una utilización de la potencia bruta mucho mayor que la dedicada por el río a resolver las
fricciones externas, y en general toda la potencia empleada para una y otra (PF) es del orden de diez veces
superior a la empleada en el transporte (PT). El desplazamiento de unas láminas de agua sobre otras
consume gran energía. En régimen turbulento, las fricciones son todavía mayores. La carga (materiales
transportados desde el punto de erosión) que transporta el río aumenta la viscosidad del agua, y por lo tanto
las fricciones internas.

Estadios evolutivos de un río


Los cauces fluviales tienden a adquirir un perfil longitudinal que suponga el mínimo gasto de ener-
gía posible, es decir, el menor desgaste de la potencia bruta. Así, la corriente pretende establecer
una pendiente, denominada pendiente o perfil de equilibrio, que sea justamente la necesaria para
el transporte de la carga. Naturalmente, dicho perfil es totalmente teórico, e inalcanzable, pero no
obstante los ríos tienden a aproximarse a él.
Los ríos modifican su perfil, sobre todo, cuando discurren por una llanura aluvial, ya que sus mate-
riales, altamente movilizables, permiten un fácil y rápido ajuste a las condiciones del flujo, bien por
erosión o por sedimentación. Un análisis diacrónico de la evolución de los ríos nos lleva a distinguir
unas etapas o grados de evolución: estadios de juventud, madurez y senectud.
X Estadio de juventud
Ríos de carácter torrencial, lejos de su perfil de equilibrio, por lo que producen una intensa erosión
vertical, profundizando sus valles, que adoptan un perfil en uve. La red fluvial está mal definida y
poco desarrollada, y en todo el sistema arterial de ríos y afluentes se desencadena una intensa erosión
remontante. Esta fase juvenil acaba cuando los ríos adquieren su teórico perfil de equilibrio o al menos están
próximos a lograrlo. En definitiva, las características más acusadas de esta fase juvenil son: perfiles
transversales en uve e intensa erosión vertical y recesiva.
X Estadio de madurez
En él predomina la acción erosiva lateral, formación de meandros y ensanchamiento de los valles
fluviales hasta formar amplias llanuras de inundación. La red fluvial se adapta paulatinamente a las
características litológicas y estructurales de la cuenca hidrográfica. En suma, esta fase se caracteriza por la
erosión lateral y rebajamiento del relieve entre divisorias.
X Estadio de senectud
En su etapa de senectud, no solo el río, sino también el relieve, ha alcanzado un estado de equilibrio muy
avanzado. El perfil de los ríos se ha regularizado en grado sumo, las laderas presentan su perfil de equilibrio,
las diferencias de cota en el terreno se han reducido extraordinariamente, de tal forma que el relieve se
aproxima a una penillanura. El relieve queda reducido a ondulaciones sumamente suaves, casi
imperceptibles, que separarían vastas vegas fluviales. Los ríos que circulan por talesvegas tienen
equilibrados los procesos de erosión, transporte y sedimentación.
Esta apacible configuración del paisaje es en realidad teórica, pues se necesitan enormes periodos
de tiempo de calma tectónica, orogénica, climática, etc., para conseguirlo.
La erosión fluvial
La erosión en un río se
produce cuando la energía (o
potencia bruta) de una
corriente fluvial es ma-
yor que el sumatorio de
potencia fricción (la
empleada en salvar
fricciones) y potencia de
transporte
(la empleada en transportar
materiales).
Esta toma tres modalidades:
vertical, recesiva o
remontante, y lateral.
X Erosión vertical
La erosión vertical es el resultado de un conjunto sumatorio de procesos:
Abrasión, ejercida por la carga de fondo transportada por el río. Así, el movimiento giratorio he-
licoidal que puede tomar la corriente en algún punto debido a la rugosidad del lecho hace girar
los cantos que transporta. El resultado es la formación de profundas cubetas con forma circular
en el fondo del cauce, que reciben el nombre de marmitas de gigante o pilancones

„ Acción hidráulica, debido a la velocidad de la corriente, que ahonda cada vez más en el cauce.
„ Por último, disolución en materiales solubles (yesos, sales, calizas, etc.), que puede producir una
intensa erosión química.
X Erosión recesiva o remontante
Los ríos y arroyos tienden a ampliar sus cuencas hidrográficas por la continua erosión remontante
de sus aguas. Las divisorias hidrográficas no son, pues, estáticas, sino que tienden a trasladarse aguas
arriba.
X Erosión lateral (meandros)
El río también tiende a ensanchar su valle, para lo cual ejerce una erosión lateral. La prueba más clara
de la existencia de esta erosión la constituye la formación y evolución de los meandros. Los mean-
dros son originados como consecuencia de un equilibrio entre pendiente topográfica, y distintos
factores: velocidad, carga,
caudal, etc. Suelen formarse en
los tramos medios o bajos de los
ríos.
La acentuación de la curva es
debida a que en la orilla cóncava
hay una activa erosión, en tanto
que en la convexa hay
sedimentación, lo que da lugar a
pequeñas playas fluviales. Según
muestra la Figura 2, el flujo de agua al entrar en la curva choca contra la orilla cóncava, erosionándola.
La existencia de las corrientes hace que los materiales sean transportados desde la orilla cóncava a la
convexa. Como este fenómeno ocurre tanto en la entrada como en la salida de la curva, el meandro tiende a
estrangularse y abandona el cauce fluvial, en cuyo caso recibe el nombre de meandro abandonado.
Existen dos tipos principales de meandros:
„ Meandros divagantes de llanura aluvial: son los meandros libres instalados en extensas llanuras
aluviales. No tienen posición fija y sufren los tres procesos descritos en su evolución.
„ Meandros encajados: son de posición fija y reciben su nombre por estar profundamente encaja-
dos en el fondo de un valle de paredes abruptas.
Transporte fluvial
El transporte lo realiza el río de
diversas formas: disolución, sus-
pensión, saltación y rotación
(Figura 3). El transporte por disolución y
suspensión puede producirse
simultáneamente en toda la masa de agua.
El transporte fluvial supone un
gran desgaste de los clastos, que muestran
superficies pulidas
cuando ha actuado suficiente
tiempo. En general, la carga que puede
transportar un río es proporcional al caudal, y se compone del volumen de materiales que pone en
movimiento o evacúa.
Sedimentación fluvial
La sedimentación y formación de depósitos de un río tiene lugar cuando la energía del río disminuye y se
hace insuficiente para transportar toda la carga; entonces parte de ella es depositada. Las manifestaciones
de estas deposiciones constituyen fundamentalmente las llanuras aluviales actuales y las terrazas fluviales.
FORMAS RESuLTANTES
Llanuras aluviales
También se las conoce como llanuras de inundación o de acreción. La llanura aluvial comprende el
cauce o canal por donde discurre el agua en épocas de estiaje y los depósitos, de superficie plana y
uniforme, acumulados y sedimentados durante las crecidas, tanto actuales como pasadas (Figura 4).
Los elementos típicos que se pueden distinguir en una llanura de inundación son:
„ Los meandros estrangulados: forman lagos
pantanosos (yugos de buey u ox-bows).
„ Los scrolls o ciénagas: situadas en la orilla convexa
de los meandros, depositadas en épocas de
crecida en la llanura de inundación.
„ Los derrames o splays son acumulaciones arenosas
depositadas por las aguas de crecida cerca
del cauce.
En el propio cauce se depositan ba-
rras de materiales detríticos que en
épocas de estiaje dividen el cauce
en múltiples brazos (cauces anasto-
mosados). Los sedimentos are-
nosos dispuestos en capas en las
curvas convexas de los meandros
se denominan barras semilunares o
point-bars.

Terrazas fluviales
Si un cauce se encaja sobre la llanura aluvial dejando
retazos de rellano adosados a las laderas del
valle, se forman las terrazas, que son, por tanto, acumulaciones aluviales antiguas, abandonadas por
la incisión del río, que quedan a mayor cota topográfica que el cauce actual y fuera del alcance de
las crecidas.
Hay dos tipos fundamentales de terrazas:
„ Las escalonadas o colgadas. En ellas la incisión del cauce ha sido superior al espesor de la llanura
aluvial abandonada, por lo que en el escarpe aflorarán los materiales que constituyen el sustrato:
es decir, los materiales del fondo y paredes del valle fluvial (Figura 5a).
„ Las encajadas o solapadas. La incisión
o encajamiento no ha llegado a so-
brepasar el espesor de la llanura de
inundación, por lo que en el escarpe
afloran los acarreos fluviales que la
constituían (Figura 5b)

riEsGos dE avEnida E inundación:


mEdición, PrEdicción y PrEvEnción
AvENIdAS E INuNdACIONES
Es el proceso natural por el cual el flujo de agua en un río rebosa el cauce. Las inundaciones tienen
relación con características propias de la cuenca hidrológica, además de la cantidad e intensidad de las
precipitaciones. Por lo general, se producen como resultado de procesos tormentosos o precipitaciones
anómalas extraordinariamente fuertes.
En los ríos podemos encontrar inundaciones en la zona de cabecera o zona de valle. Las inundaciones en la
zona de cabecera tienen lugar en los tramos altos de los ríos, y responden casi siempre a precipitaciones
muy elevadas durante tiempos muy pequeños. Suelen originar las riadas. Las inundaciones de valle cubren
zonas mucho más amplias y suelen producirse tras periodos largos de grandes lluvias, y ocurren con más
retardo temporal que las de cabecera. La magnitud de la inundación tiene relación con la superficie y el tipo
de cuenca de drenaje.
Estudio de los canales de un rio.
Estaciones de aforo
Las estaciones de aforo tienen por objeto facilitar la medida del caudal o aforo de los ríos. El caudal
de un río se calcula como el producto entre la velocidad del agua y la sección de paso:
Q (m3/s) = V (m/s) × S (m2)
Cuando se pretende aforar un río en régimen natural, uno de los principales problemas es conocer
la sección transversal del lecho del río debido a los cambios que continuamente experimenta, bien
por sedimentación, erosión o crecimiento de maleza y vegetación. Para evitar estos problemas, las
estaciones de aforo están acon-
dicionadas con una sección de
obra que garantiza una superfi-
cie constante en el tiempo (Fi-
gura 6). A partir de una sección
fija, la determinación del caudal
resulta muy sencilla.
Las estaciones de aforo pueden
ser muy sencillas, o bien dispo-
ner de tecnología todo lo com-
pleja que se requiera, incluso
para la medición de parámetros
químicos del agua.

Clasificación de deslizamiento
Los tipos más comunes de movimientos de ladera pueden enmarcarse en alguna de las siguientes
categorías: caída, deslizamiento y flujo.
Caída
Hace referencia a la caída de rocas, generalmente de forma individual, que se acumulan al pie del
talud o ladera.
Deslizamiento
Puede referirse a deslizamientos en sentido estricto, deslizamiento del suelo o bien al desprendi-
miento de roca.
„ Deslizamiento: se produce un desprendimiento de bloques cohesivos de material blando a favor
de una superficie curva o plano rotacional.
„ Deslizamiento del suelo: los materiales superficiales se desprenden sobre una superficie inclina-
da con un sustrato rocoso, o bien a favor de un sedimento cohesivo.
„ Desprendimiento de roca: se refiere a la caída de grandes bloques de roca a favor de una super-
ficie plana, generalmente planos de estratificación, fracturas o planos de esquistosidad.
Flujo
Los fenómenos de flujo son los que más variedades presentan. Estos pueden ser:
„ Avalancha: hace referencia a un flujo granular en materiales muy variados. Pueden ser de hielo,
nieve, materiales sueltos o rocas. Se caracteriza por presentar un movimiento muy rápido pen-
diente abajo.
„ Arrastre: es un movimiento lento de los materiales ladera abajo.
„ Flujo de tierra: movimiento ladera abajo de una masa de material parcialmente cohesiva pero
con deformación interna. Suele tener cierto contenido en humedad.
„ Flujo: movimiento de una mezcla fluida de materiales con bastante contenido de lodos y agua.

FACTORES quE CONTROLAN LOS dESLIzAMIENTOS


La estabilidad de una ladera depende de la resultante de las fuerzas que actúan, es decir, de las
fuerzas impulsoras, las responsables de que el material se mueva hacia abajo, y las fuerzas de resistencia,
que son aquellas que se oponen a dicho movimiento. Ambas fuerzas están controladas por la interacción de
las variables que se comentan seguidamente.
Materiales geológicos
Controla las características texturales, composicionales y de estructura interna de la ladera. En general las
diferentes combinaciones de dichas características van a permitir establecer patrones de comportamiento
de las laderas y definir posibles deslizamientos según la clasificación antes establecida.
Conociendo el patrón del comportamiento geológico de los materiales, resultará más sencillo tomar
las medidas preventivas en cuanto a la estabilidad de las laderas.
Topografía y pendiente
La pendiente del terreno es el grado de inclinación de su superficie y uno de los factores más importantes
desencadenantes de los deslizamientos. En general, se puede afirmar que a mayor pendiente, mayor
facilidad para que tenga lugar el deslizamiento, con independencia del tipo de material de que se trate.
Clima
El clima influye en las temperaturas, precipitaciones y en la distribución espaciotemporal de estas.
El papel de las precipitaciones es de gran relevancia en el estudio de deslizamientos. En general, a
mayor cantidad de agua, mayor probabilidad de que se produzca el deslizamiento.
Presencia o no de vegetación
La vegetación afecta a la estabilidad de laderas por las siguientes razones:
„ Proporciona una cubierta vegetal que impide la erosión por efecto del agua de lluvia.
„ Permite que el agua se infiltre poco a poco hacia niveles profundos, y no de forma repentina.
„ Las raíces actúan como un agente estabilizador, aportando cohesión a los niveles más superfi-
ciales.
„ Añade peso a las laderas.
Agua
El agua sobre las laderas actúa de modos diferentes:
„ Puede saturar el suelo, aumentando el peso del material.
„ Disminuye o aumenta las fuerzas de cohesión entre partículas.
„ Genera hendiduras y zonas favorables para el deslizamiento.
„ Recarga los acuíferos muy superficiales contribuyendo a que el agua subterránea empuje la
ladera.
„ Modifica el comportamiento de las arcillas.
Tiempo
Interviene en cuanto a la duración de la actuación de determinadas fuerzas. De modo directo influye
en los procesos de infiltración del agua, meteorización física y mecánica, desarrollo de vegetación,
etc.

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