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La autora busca su rostro en conversaciones y bibliotecas pero solo encuentra fragmentos que la hieren, reflejando partes de su cara como un ojo o labio. Aunque ha cambiado de piel y uñas, siempre recuerda un tiempo pasado de paisajes cuadriculados y gentes con partes del rostro mal puestas. Finalmente, la autora se da cuenta de que un día morirá sin saber cómo es realmente su rostro.
La autora busca su rostro en conversaciones y bibliotecas pero solo encuentra fragmentos que la hieren, reflejando partes de su cara como un ojo o labio. Aunque ha cambiado de piel y uñas, siempre recuerda un tiempo pasado de paisajes cuadriculados y gentes con partes del rostro mal puestas. Finalmente, la autora se da cuenta de que un día morirá sin saber cómo es realmente su rostro.
La autora busca su rostro en conversaciones y bibliotecas pero solo encuentra fragmentos que la hieren, reflejando partes de su cara como un ojo o labio. Aunque ha cambiado de piel y uñas, siempre recuerda un tiempo pasado de paisajes cuadriculados y gentes con partes del rostro mal puestas. Finalmente, la autora se da cuenta de que un día morirá sin saber cómo es realmente su rostro.
en las conversaciones con los míos, Claribel Alegría en los salones de conferencia, en las bibliotecas. Malogrados los ojos Todos como yo Oblicua la niña temerosa, rodeando el hueco. deshechos los bucles. Necesito un espejo. Los dientes, trizados. No hay nada que me cubra la oquedad. Cuerdas tensas subiéndome del cuello. Solamente fragmentos y el marco. Bruñidas las mejillas, Aristados fragmentos que me hieren sin facciones. reflejando un ojo, Destrozada. un labio, Sólo me quedan los fragmentos. una oreja, Se han gastado los trajes de entonces. Como si no tuviese rostro, Tengo otras uñas, como si algo sintético, otra piel, movedizo, ¿Por qué siempre el recuerdo? oscilara en las cuatro dimensiones Hubo un tiempo de paisajes cuadriculados, escurriéndose a veces en las otras de gentes con ojos mal puestos, aún desconocidas. mal puestas las narices. He cambiado de formas Lenguas saliendo como espinas y de danza. de acongojadas bocas. Voy a morirme un día Tampoco me encontré. y no sé de mi rostro y no puedo volverme.