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LAS OPORTUNIDADES

DE LA DIGITALIZACIÓN
EN AMÉRICA LATINA
FRENTE AL COVID-19
Jesus Facundo Rivera Garcia
Impacto de la pandemia de
COVID-19 en la economía global
La pandemia planteo un desafío al sistema socioeconómico mundial,
afectando tanto a economías avanzadas como a países emergentes,
represento un replanteamiento de prácticas sociales y sistemas
productivos.
Numerosos analistas anticipan un estancamiento o recesión global,
por ejemplo:

Fitch estima una reducción de $850 billones en el PIB global de


2020.
Perspectiva global de crecimiento del 1.3% (revisable a la baja).
China experimenta una caída del 5% en el PIB en el primer
cuatrimestre.
Italia y España prevén una contracción anual del PIB del 2% y 1%
respectivamente.
El FMI pronostica una recesión global peor que la crisis financiera
de 2008 y 2009.
América Latina y el Caribe verán una reducción del PIB del 1.8%.
Tecnología en la lucha contra
el COVID-19

Las tecnologías digitales han desempeñado un papel clave en


contrarrestar el aislamiento y facilitar el funcionamiento de los sistemas
económicos durante la pandemia.
El uso de aplicaciones móviles y sistemas de información respaldados por
tecnologías digitales ha sido fundamental para controlar y mitigar la
propagación del COVID-19.
Estas tecnologías ofrecen transparencia y confiabilidad en la información,
miden la propagación del virus, actualizan datos en tiempo real y
contribuyen a aplanar las curvas de contagio.
En América Latina y el Caribe, hay una oportunidad para utilizar
aplicaciones y tecnologías más avanzadas como drones, inteligencia
artificial y 5G en la detección y control del virus.
América Latina debe evaluar su preparación en infraestructura digital y
nivel de digitalización para enfrentar eficientemente los desafíos de la
pandemia.
Desafíos de la infraestructura digital en
América Latina frente al COVID-19
Se abordan los desafíos que enfrenta América Latina en términos de
su infraestructura digital y nivel de digitalización para enfrentar la
pandemia del COVID-19. Preguntas clave surgen:
1. ¿Puede la digitalización mitigar el impacto disruptivo del COVID-
19?
2. ¿Qué tan avanzada está la implementación de plataformas
digitales para control sanitario, transacciones y educación?
3. ¿Puede el sistema productivo migrar hacia cadenas de
suministro basadas en información digital?
4. ¿Las redes de telecomunicaciones pueden soportar el teletrabajo
masivo?
5. ¿Puede el Estado funcionar eficientemente mediante la
digitalización de procesos administrativos?
La infraestructura de telecomunicaciones es vital y el acceso a
Internet y tecnologías de la información es un derecho humano. Sin
embargo, la crisis revela brechas en el acceso digital para grupos
vulnerables.
Es necesario universalizar el acceso y realizar inversiones en
infraestructura digital de calidad.
El desarrollo del ecosistema digital en salud, educación, trabajo y
comercio es crucial para mantener la dinámica socioeconómica
de los países.
Acciones para fortalecer la
infraestructura digital frente al COVID-19
Se presentan acciones clave para fortalecer la infraestructura digital y
maximizar su potencial en la pandemia del COVID-19. Las iniciativas
recomendadas incluyen:
1. Flexibilizar restricciones temporales en infraestructuras de banda ancha
y estaciones base móviles.
2. Optimizar el uso del espectro radioeléctrico para resolver problemas de
enrutadores wifi.
3. Promover políticas de uso responsable y reducir la saturación de las
redes.
4. Establecer acuerdos público-privados para garantizar servicios críticos
y acceso gratuito a información oficial.
5. Salvaguardar la integridad de la infraestructura y proteger los derechos
de los ciudadanos.
6. Impulsar la digitalización para fortalecer la sostenibilidad del
ecosistema productivo y las cadenas de suministro.
7. Estimular la innovación en el trabajo remoto.
8. Desarrollar aplicaciones y soluciones digitales para el control de la
pandemia.
9. Implementar soluciones digitales avanzadas en salud, educación y
desarrollo productivo.
10. Universalizar el acceso a redes de alta capacidad y actualizar políticas
y regulaciones.
Estado del Ecosistema
Digital de la región
El estado del ecosistema digital en América Latina y el Caribe se
encuentra en un nivel de desarrollo intermedio en comparación
con otras regiones del mundo. Aunque ha habido avances
significativos en los últimos 15 años, la región aún muestra
rezago en comparación con Europa Occidental, América del
Norte, Europa del Este y los Estados Árabes.
El índice de desarrollo del ecosistema digital de la región es de
49.925 en una escala de 0 a 100. Esto indica que la región está en
una posición más avanzada que África y Asia Pacífico, pero está
rezagada en comparación con otras regiones mencionadas.
Además, la tasa de crecimiento anual del índice en América
Latina y el Caribe es moderada en comparación con otras
regiones. Entre 2004 y 2018, la tasa anual de crecimiento
compuesto del índice fue del 6,21%, la más baja entre los países
emergentes.
Estos resultados muestran que los países industrializados tienen
tasas de crecimiento anuales más bajas, lo que indica un mayor
desarrollo del ecosistema digital. Por ejemplo, Europa Occidental
crece al 4,28% anual y América del Norte al 3,94%.
De acuerdo con los datos de
Ookla/Speedtest, se han observado

Resiliencia de
cambios importantes en los índices de
velocidad promedio y latencia en Internet
en cuatro países latinoamericanos durante
las últimas semanas de marzo.
La velocidad y latencia de la banda ancha infraestructura digital
fija han experimentado volatilidad,
probablemente debido a los picos de
acceso a Internet y cambios en el
comportamiento y flujo de tráfico de las
personas que pasaron del trabajo o
estudio a sus hogares.
En términos de velocidad de banda ancha
fija, Brasil y México han mantenido una
velocidad estable, mientras que Chile ha
experimentado una marcada disminución
en marzo. Ecuador ha experimentado una
disminución constante desde febrero. En
cuanto a la latencia de banda ancha fija,
Brasil, Chile, Ecuador y México han
experimentado un incremento gradual, lo
que indica una erosión en la calidad del
servicio. ancha móvil ha sido estable en
todos los países, pero a niveles
extremadamente altos.
Resiliencia de Ha habido un aumento del 80% en las cargas de PCs a la
nube y en las videoconferencias, lo que ha llevado a una

infraestructura saturación de las bandas de espectro no licenciado.


Se sugiere que los reguladores examinen la posibilidad de
ampliar el espectro no licenciado en las bandas

digital superiores de 5 GHz y 6 GHz.


Las redes de telecomunicaciones suelen dimensionar su
capacidad en función del uso promedio y no de los picos
de consumo, lo que puede ocasionar problemas de
saturación en situaciones de alta demanda.
El incremento en la demanda debido al teletrabajo, la
educación virtual y el entretenimiento puede afectar
gravemente la calidad de las conexiones.
Algunas empresas y gobiernos están tomando medidas
para hacer frente a esta situación, como ofrecer más
datos y velocidad, fortalecer la capacidad de transmisión
de datos y reducir la calidad de video en los servicios de
transmisión en línea.
En América Latina, los efectos de la saturación de las
redes pueden ser más significativos debido a la
dependencia del tráfico internacional y a la falta de
desarrollo en la infraestructura de conectividad.
Resiliencia de hogares digitales
La digitalización de los hogares ha sido fundamental
para enfrentar la pandemia, ya que permite a las
personas realizar tareas cotidianas sin contacto físico.
Sin embargo, existe una brecha digital entre países y
dentro de ellos, lo que afecta la igualdad. En la región,
el 67% de la población utiliza Internet, pero hay
diferencias significativas según el nivel
socioeconómico y la ubicación geográfica. En general,
la conectividad es mayor en áreas urbanas y en
países más desarrollados digitalmente. Los adultos
mayores y los menores de 15 años enfrentan desafíos
en el acceso a servicios en línea, lo que limita la
educación en línea y otros servicios relevantes. Los
ingresos también influyen en el acceso a Internet, con
una brecha significativa entre los segmentos más
ricos y más pobres de la población. Además, la
calidad de la conexión a Internet en América Latina
está rezagada e Es necesario seguir impulsando
políticas de universalización de la conectividad e
inversión en infraestructura digital.
Resiliencia de la
producción
La digitalización de la producción es fundamental para mantener la economía
funcionando durante la pandemia. Para lograr una resiliencia en el sistema
productivo, todos los actores involucrados en la cadena de suministro deben
tener un alto nivel de digitalización. No es suficiente que las empresas
manufactureras utilicen la tecnología para realizar compras de insumos de
manera digital, también deben estar preparadas para interactuar con empresas
logísticas, tener información sobre la trazabilidad de las mercancías en tránsito
y facilitar la eficiencia en el transporte de productos al interactuar con
operadores portuarios y aduanas.

A pesar de que muchas empresas latinoamericanas tienen acceso a Internet, la


proporción de aquellas que utilizan plataformas digitales en su cadena de
suministro es relativamente baja. Incluso independientemente del grado de
adopción de Internet, muchas empresas, especialmente las pymes, no han
incorporado la tecnología en su cadena de aprovisionamiento. Por ejemplo, en
México, según datos del INEGI, solo el 19% de las pymes adquieren insumos por
Internet.

Las barreras a la digitalización en la cadena de suministro también se extienden


a los canales de distribución. El cuadro 11 proporciona estadísticas sobre el
porcentaje de empresas latinoamericanas que han implementado canales de
venta digitales o han desarrollado sitios web.
Resiliencia del Estado
La resiliencia del Estado frente a la pandemia se basa en su capacidad para
mantener sus procesos administrativos y continuar brindando servicios
públicos. Algunos servicios públicos son esenciales y su continuidad no
depende tanto del nivel de digitalización, como la seguridad y la salud
pública. Sin embargo, la digitalización de otros servicios puede aumentar la
capacidad del Estado para enfrentar el COVID-19. Un ejemplo de esto es el
procesamiento de comercio exterior, que está relacionado con el análisis de
las cadenas de suministro.
En los últimos años, se han realizado avances en la simplificación y
digitalización de los procesos aduaneros, incluyendo el desarrollo de
ventanillas únicas de comercio exterior. Sin embargo, los países de América
Latina y el Caribe aún están rezagados en comparación con las mejores
prácticas internacionales. Esto se refleja en el tiempo necesario para procesar
la documentación requerida para el comercio exterior.
Otra métrica que puede proporcionar una perspectiva sobre el nivel de
digitalización de los servicios públicos (y su resiliencia) es el índice de
desarrollo de gobierno electrónico.

Resiliencia de las
infraestructuras tradicionales.
La resiliencia de las infraestructuras tradicionales
desempeña un papel fundamental en el desarrollo
económico de un país o región, al permitir el desarrollo
de ventajas competitivas y garantizar la prestación
eficiente de servicios públicos. Por ejemplo, el desarrollo
integrado de redes viales, infraestructura portuaria,
servicios de transporte de carga, energía,
telecomunicaciones y abastecimiento de agua y
saneamiento ha contribuido al éxito de industrias como
la vitivinícola y frutícola en Chile, aumentando su
participación en el mercado mundial.
Soluciones
digitales para
Las soluciones digitales, como el teletrabajo, la
educación a distancia y las aplicaciones en
línea, han sido importantes para enfrentar el
enfrentar el COVID-19. Sin embargo, en América Latina y el
Caribe existe una brecha digital que crea

COVID-19 desigualdades en el acceso a estas


tecnologías. La falta de conectividad y
dispositivos adecuados limita su
aprovechamiento. A pesar de esto, se han
implementado herramientas digitales en
diferentes ámbitos, como el trabajo, la
educación, los trámites y el entretenimiento,
aunque no todos pueden acceder a ellas de
manera equitativa.
Datos, drones, robots y
plataformas al rescate
El surgimiento del COVID-19 planteó un desafío de salud pública a nivel mundial.
En China, se utilizaron diversas tecnologías para combatir la propagación del
virus, como análisis de datos, inteligencia artificial, robots de atención médica y
drones para la entrega de suministros médicos.
Por ejemplo, se implementó el Alipay Health Code, que asigna códigos de color
a las personas según su estado de salud para regular su movimiento. También
se integró inteligencia artificial en sistemas de control en estaciones de tren y
aeropuertos para detectar aglomeraciones y fiebre en las personas.
Además, se han desarrollado cascos inteligentes capaces de detectar fiebre a
distancia y robots para la desinfección de lugares públicos.
En América Latina, algunos países como Ecuador, Colombia y Argentina han
adoptado soluciones tecnológicas similares, como aplicaciones móviles para
monitorear la salud de los usuarios y realizar diagnósticos.
Estas soluciones digitales no solo ayudan a combatir la pandemia, sino que
también facilitan el teletrabajo, la educación a distancia y los servicios en línea.
5G
El despliegue de la tecnología 5G en China y Corea del
Sur ha tenido un impacto significativo en la lucha
contra el COVID-19. Ambos países han aprovechado el
potencial del 5G para mejorar la comunicación, el
intercambio de datos y la implementación de
estrategias para controlar la propagación del virus.
En China, se han utilizado plataformas digitales y
servicios de atención médica en línea para aliviar la
carga de los hospitales y facilitar el acceso a la
atención médica. La tecnología 5G ha permitido
establecer una red integrada entre hospitales y clínicas
en diferentes ubicaciones, lo que ha posibilitado realizar
diagnósticos remotos y brindar tratamiento a distancia.
Además, se han implementado sistemas de monitoreo
de temperatura corporal con imagen térmica 5G en
lugares públicos para detectar posibles casos de
contagio.
Apps y sistemas de información
El uso de aplicaciones móviles y sistemas de información respaldados por
tecnologías digitales ha desempeñado un papel importante en el control y
mitigación de la pandemia de COVID-19 en diversos países.
Estas soluciones se centran en la información y transparencia, trazabilidad y
diagnóstico, así como en la prevención, control y mitigación del virus.
Se han desarrollado aplicaciones móviles públicas y privadas en diferentes
países para facilitar la autoevaluación y el seguimiento de la salud de los
ciudadanos.
Estas aplicaciones identifican posibles contagios,
proporcionan instrucciones en tiempo real y conectan a los
usuarios con profesionales de la salud.
Sin embargo, el uso de estas tecnologías también plantea
desafíos en términos de privacidad y protección de datos
personales, por lo que es necesario abordar adecuadamente
estos aspectos al implementar soluciones digitales.
Teletrabajo
El teletrabajo ha experimentado un aumento significativo durante la
pandemia de COVID-19 debido a la necesidad de mantener la continuidad
de las operaciones empresariales mientras se practica el distanciamiento
social. Las empresas han recurrido a plataformas virtuales y herramientas
de colaboración para facilitar la comunicación y la coordinación entre los
empleados que trabajan desde casa.
Grandes empresas tecnológicas como Google, Microsoft y Cisco han
respondido a esta demanda ofreciendo acceso gratuito o mejorando sus
servicios de colaboración y videoconferencia. Google ha proporcionado
características avanzadas de Hangouts Meet de forma gratuita,
permitiendo reuniones con un mayor número de participantes y capacidad
de grabación. Microsoft ha ofrecido su versión premium de Teams de
forma gratuita, eliminando restricciones y mejorando la capacidad de
programación de videoconferencias. Cisco ha ofrecido su herramienta de
colaboración Webex de forma gratuita, eliminando límites y
proporcionando un período de prueba para nuevos usuarios.
La telesalud, o salud a distancia, se ha vuelto crucial
durante la pandemia de COVID-19. Permite mitigar la
propagación del virus, proteger a los grupos
vulnerables y reducir la carga sobre los sistemas de TELESALUD
salud.
La telesalud aprovecha plataformas y herramientas
digitales para facilitar el monitoreo, el tratamiento y el
seguimiento remoto de los pacientes.
Entre las mejores prácticas internacionales se
encuentran:
Audio/videoconferencia: Permite a los médicos
entrevistar a los pacientes sin necesidad de
desplazamiento.
Telediagnóstico: Se utilizan avances tecnológicos
para complementar los métodos tradicionales de
diagnóstico.
Sistemas de información electrónicos de salud
(HIS): Estas herramientas permiten acceder
rápidamente a la información médica de los
pacientes.

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