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Espondilolistesis

La espondilolistesis es el desplazamiento de una vértebra en relación con la vértebra


subyacente. El desplazamiento anterior (anterolistesis) es más frecuente que el posterior
(retrolistesis). La espondilolistesis tiene múltiples causas. Puede aparecer en cualquier parte
de la columna y es más frecuente en las regiones lumbar y cervical. La espondilolistesis
lumbar puede ser asintomática o causar dolor al caminar o estar de pie durante mucho
tiempo. El tratamiento es sintomático e incluye fisioterapia con estabilización lumbar.

Hay cinco tipos de espondilolistesis, clasificados según la etiología:


 Tipo I, congénita: causada por agenesia de la carilla articular superior
 Tipo II, istmica: causada por un defecto en la parte interarticular (espondilolisis)
 Tipo III, degenerativa: causada por degeneración articular, como ocurre cuando se
asocia con artrosis
 Tipo IV, traumática: causado por fractura, luxación u otra lesión
 Tipo V, patológica: causado por infección, cáncer u otras anomalías óseas
La espondilolistesis suele afectar las vértebras L3-L4, L4-L5 o, más comúnmente, las
vértebras L5-S1.
Los tipos II (ístmica) y III (degenerativa) son las más comunes.
El tipo II suele aparecer en adolescentes o adultos jóvenes atletas con un traumatismo
mínimo; su causa es el debilitamiento de los elementos lumbares posteriores por un defecto
congénito en la porción interarticular (espondilolisis). En la mayoría de los pacientes más
jóvenes, el defecto es el resultado de una lesión por uso excesivo o una fractura de estrés en
la cual los pares L5 constituyen el nivel más común.
Además, la forma degenerativa tipo III puede ocurrir en pacientes > 60 años con artrosis;
esta forma es seis veces más común en mujeres que en hombres.
La anterolistesis requiere defectos bilaterales cuando representa una espondilolistesis de
tipo II. En el tipo III (degenerativo) no se encuentra un defecto en el hueso.
Espondilolistesis
La espondilolistesis se clasifica de acuerdo con el porcentaje de la longitud del cuerpo
vertebral que se subluxa una vértebra sobre las vértebras adyacentes:
 Grado I: 0 a 25%
 Grado II: 25 a 50%
 Grado III: 50 a 75%
 Grado IV: 75 a 100%
La espondilolistesis se evidencia en radiografía lumbar simple. La radiografía lateral se
utiliza para su clasificación. Se pueden hacer vistas en flexión y extensión para comprobar
si hay aumento del ángulo o movimiento anterógrado.
La espondilolistesis leve a moderada (anterolistesis ≤ 50%), en especial en pacientes
jóvenes, podría causar escaso o nulo dolor. La espondilolistesis puede predisponer al
desarrollo de una estenosis de los forámenes. La espondilolistesis suele ser estable con el
paso del tiempo (es decir, permanente y de grado limitado).
¿Cómo se diagnostica?
Para verificar si hay espondilolistesis, el médico le hará preguntas acerca de sus síntomas y
le realizará un examen. Si el médico sospecha espondilolistesis, probablemente hará
radiografías. También podrían hacerle una tomografía computarizada (CT, por sus siglas en
inglés) o una resonancia magnética (MRI, por sus siglas en inglés).
Síntomas:
 Dolor, aunque el 50% de la espondilolistesis cursan de forma asintomática. El dolor
se debe a una elongación del LVCP (ligamento vertebral común posterior) o tensión
de la duramadre.
 Alteraciones de los reflejos
 Marcha con flexión de cadera y de rodillas.
 Contractura de la musculatura isquiotibial.
 Aumento de la lordosis lumbar favoreciendo el desplazamiento y el cizallamiento.
Tratamiento de la espondilolistesis
Preferible evitar la operación, si la espondilolistesis no es grave, los resultados pueden ser
excelentes. Los ejercicios de gimnasia y el fortalecimiento de los abdominales y
paravertebrales dan mayor estabilidad a la columna lumbar. A largo plazo, el disco
subyacente de la espondilolistesis se degenera, y va disminuyendo gradualmente hasta
desaparecer y llega a tocarse las dos vértebras con la consiguiente osificación.
Es importante que el fisioterapeuta trabaje la elongación de los músculos isquiotibiales para
aliviar la tensión que se produce en la zona baja de la espalda. De igual manera el programa
de ejercicios debe tener una intensidad gradual e ir aumentando progresivamente, ya que de
lo contrario se podría causar un efecto perjudicial.

 Reposo temporal
 Restricción de las actividades que ocasionaron el inicio de los síntomas
 Terapia manual, movilizaciones vertebrales
 Crio-termoterapia
 Ejercicios de estiramiento
 Terapia de movimiento (Método Pilates, Mézières…)
 Estimulación eléctrica transcutánea
 Ejercicios de fortalecimiento
 Infiltración 
 Órtesis vertebral, tipo corsé, en algunos casos.

Espondiloartrosis
Una espondiloartrosis, como cualquier forma de artrosis, es un proceso de desgaste del
cartílago de la articulación. Las superficies del cartílago de las articulaciones vertebrales
están expuestas a fuertes cargas. Al aumentar la edad se reduce la capacidad regenerativa
del cartílago, con lo cual se reduce la distancia entre las vértebras. Como consecuencia, se
reduce la movilidad de la espalda, y las personas afectadas sufren dolores considerables. Se
forman espolones óseos (espondilofitos), que pueden surgir en el marco del proceso de la
enfermedad en los bordes de los cuerpos de las vértebras. Si estos llegan a tocarse en algún
momento, forman nuevas uniones óseas entre los cuerpos de las vértebras. Esto ocasiona
una modificación de la forma de la columna vertebral, que finalmente comienza a ponerse
rígida. Por la interacción poco armónica de las articulaciones se modifica la posición de las
diferentes vértebras, y el paciente sufre fuertes dolores.
 
Si el médico habla de una espondilosis (spondylosis deformans), se trata de un concepto
general para una serie de enfermedades degenerativas de la columna vertebral. Esto
significa que adicionalmente puede haber otras enfermedades, y la espondiloartrosis es una
parte de un complejo de enfermedades.

La espondiloartrosis es una típica enfermedad de la vejez, pero también puede aparecer en


personas más jóvenes.
 
Algunas causas típicas:
 Hernias discales
 Enfermedades inflamatorias de la espalda
 Tumores
 Osteoporosis
 Malas posturas (hiperlordosis)
 Escoliosis
 Edad
 causas hereditarias
 sobrecargas posturales
 Crecimiento óseo (presionando la medula espinal)

 
Entre los demás factores de riesgo se cuentan un fuerte sobrepeso y falta de movimiento.

La espondiloartrosis puede aparecer en todas las zonas de la columna vertebral. Sin


embargo, en la mayoría de los casos se ve afectada la columna lumbar, porque esta área
recibe una carga especialmente grande debido a su forma.
 
Entre los síntomas más frecuentes se cuentan:
 Dolores sordos en la zona enferma de la espalda
 Limitación de la movilidad
 Dolores que irradian hasta las piernas
 Tensiones musculares
 Dolor al realizar movimientos

Diagnostico.
Existen diferentes pruebas a la hora de determinar el diagnóstico definitivo de la
espondiloartrosis. El medico iniciará la consulta realizando unas preguntas al paciente y a
continuación someterá a este a un examen físico que incluirá:
 Comprobación de la amplitud de movimiento en la zona problemática.
 Prueba de reflejos y fuerza muscular para saber si existe presión sobre nervios de
la médula espinal.
 Observación: si la compresión de la médula está afectando al paciente al caminar.

Tratamiento.
La espondiloartrosis se trata de un proceso degenerativo por lo tanto no existe un
tratamiento concreto para revertir esta enfermedad.
Sin embargo, existen algunos tratamientos orientados al alivio del dolor:
 Autocuidado
 Fisioterapia
 Terapias adyuvantes (quiropráctica y acupuntura)
 Procedimientos mínimamente invasivos con inyecciones o cirugía
 Medicamentos
 Ejercicios
 Fisioterapia
 Cirugía

Es importante detectar la enfermedad a tiempo y aplicar un tratamiento para


la espondiloartrosis dirigido a aliviar el dolor y aumentar la capacidad para funcionar de la
columna vertebral. Fortalecer los músculos de la espalda y el abdomen, minimizar la
rigidez y mejorar la flexibilidad son los tres objetivos básicos del tratamiento. Además es
importante seguir los siguientes consejos:
 Realizar ejercicios de fortalecimiento, aeróbicos y de flexibilidad.
 Perder peso y llevar un estilo de vida saludable.
 No estar mucho tiempo de pie o sentado.
 Utilizar sillas con respaldo y evitar posturas inadecuadas.
 Evitar esfuerzos y no cargar peso.

Espolón calcáneo.
Los espolones son calcificaciones producidas en el talón como consecuencia, generalmente
de una fascitis plantar crónica. 
Los espolones no son sino una calcificación que produce una excrecencia ósea
puntiaguda sobre el calcáneo, la parte inferior del hueso del talón.
La principal causa de espolones es una fascitis plantar que se ha vuelto crónica, debido a un
diagnóstico tardío o un tratamiento inadecuado. Esto es debido a que el organismo acumula
calcio en las zonas dañadas para recuperar el tejido. No obstante, recordemos algunas de
las causas de la fascitis plantar y, por consiguiente, de los espolones:
 Edad
 Sobrepeso u obesidad
 Gestos deportivos excesivos o práctica deportiva intensa (especialmente correr,
balonmano o baloncesto)
 Usar un calzado inadecuado
 Pies planos
 Sobrecarga de los tendones
 Pasar largos periodos parados

Diagnóstico y tratamiento.
El espolón se puede diagnosticar con una radiografía lateral del calcáneo, No obstante, sería
recomendable realizar otras pruebas, como análisis de sangre, para descartar otras
enfermedades como artritis reumatoide, espondilitis anquilosante o gota.
Al ser consecuencia, en la mayoría de casos, por una fascitis plantar, el tratamiento para
espolones calcáneos plantares sueles pasar por:
 Dejar de hacer o disminuir la práctica de actividad física
 Terapia física: Que incluye la aplicación de calor, frío o incluso el tratamiento con
ultrasonidos (para tratar de disolver las calcificaciones)
 Medicamentos: Ya sea mediante la aplicación de vendajes con pomadas de
cortisona, anestésicos locales o antiinflamatorios o por la infiltración de dichos
medicamentos en la zona afectada.

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