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Espondilolistesis
Espondilolistesis
Reposo temporal
Restricción de las actividades que ocasionaron el inicio de los síntomas
Terapia manual, movilizaciones vertebrales
Crio-termoterapia
Ejercicios de estiramiento
Terapia de movimiento (Método Pilates, Mézières…)
Estimulación eléctrica transcutánea
Ejercicios de fortalecimiento
Infiltración
Órtesis vertebral, tipo corsé, en algunos casos.
Espondiloartrosis
Una espondiloartrosis, como cualquier forma de artrosis, es un proceso de desgaste del
cartílago de la articulación. Las superficies del cartílago de las articulaciones vertebrales
están expuestas a fuertes cargas. Al aumentar la edad se reduce la capacidad regenerativa
del cartílago, con lo cual se reduce la distancia entre las vértebras. Como consecuencia, se
reduce la movilidad de la espalda, y las personas afectadas sufren dolores considerables. Se
forman espolones óseos (espondilofitos), que pueden surgir en el marco del proceso de la
enfermedad en los bordes de los cuerpos de las vértebras. Si estos llegan a tocarse en algún
momento, forman nuevas uniones óseas entre los cuerpos de las vértebras. Esto ocasiona
una modificación de la forma de la columna vertebral, que finalmente comienza a ponerse
rígida. Por la interacción poco armónica de las articulaciones se modifica la posición de las
diferentes vértebras, y el paciente sufre fuertes dolores.
Si el médico habla de una espondilosis (spondylosis deformans), se trata de un concepto
general para una serie de enfermedades degenerativas de la columna vertebral. Esto
significa que adicionalmente puede haber otras enfermedades, y la espondiloartrosis es una
parte de un complejo de enfermedades.
Entre los demás factores de riesgo se cuentan un fuerte sobrepeso y falta de movimiento.
Diagnostico.
Existen diferentes pruebas a la hora de determinar el diagnóstico definitivo de la
espondiloartrosis. El medico iniciará la consulta realizando unas preguntas al paciente y a
continuación someterá a este a un examen físico que incluirá:
Comprobación de la amplitud de movimiento en la zona problemática.
Prueba de reflejos y fuerza muscular para saber si existe presión sobre nervios de
la médula espinal.
Observación: si la compresión de la médula está afectando al paciente al caminar.
Tratamiento.
La espondiloartrosis se trata de un proceso degenerativo por lo tanto no existe un
tratamiento concreto para revertir esta enfermedad.
Sin embargo, existen algunos tratamientos orientados al alivio del dolor:
Autocuidado
Fisioterapia
Terapias adyuvantes (quiropráctica y acupuntura)
Procedimientos mínimamente invasivos con inyecciones o cirugía
Medicamentos
Ejercicios
Fisioterapia
Cirugía
Espolón calcáneo.
Los espolones son calcificaciones producidas en el talón como consecuencia, generalmente
de una fascitis plantar crónica.
Los espolones no son sino una calcificación que produce una excrecencia ósea
puntiaguda sobre el calcáneo, la parte inferior del hueso del talón.
La principal causa de espolones es una fascitis plantar que se ha vuelto crónica, debido a un
diagnóstico tardío o un tratamiento inadecuado. Esto es debido a que el organismo acumula
calcio en las zonas dañadas para recuperar el tejido. No obstante, recordemos algunas de
las causas de la fascitis plantar y, por consiguiente, de los espolones:
Edad
Sobrepeso u obesidad
Gestos deportivos excesivos o práctica deportiva intensa (especialmente correr,
balonmano o baloncesto)
Usar un calzado inadecuado
Pies planos
Sobrecarga de los tendones
Pasar largos periodos parados
Diagnóstico y tratamiento.
El espolón se puede diagnosticar con una radiografía lateral del calcáneo, No obstante, sería
recomendable realizar otras pruebas, como análisis de sangre, para descartar otras
enfermedades como artritis reumatoide, espondilitis anquilosante o gota.
Al ser consecuencia, en la mayoría de casos, por una fascitis plantar, el tratamiento para
espolones calcáneos plantares sueles pasar por:
Dejar de hacer o disminuir la práctica de actividad física
Terapia física: Que incluye la aplicación de calor, frío o incluso el tratamiento con
ultrasonidos (para tratar de disolver las calcificaciones)
Medicamentos: Ya sea mediante la aplicación de vendajes con pomadas de
cortisona, anestésicos locales o antiinflamatorios o por la infiltración de dichos
medicamentos en la zona afectada.