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FERNÁNDEZ: (Tratando de convencer) Ingeniero, entonces estoy decido a quedarme aquí.

ECHECOPAR: (Enojado) De ninguna manera, tú tienes una familia a la que sustentar, debes cuidar
a tus padres.
BENTÍN: (Servicial) Ingeniero, no puedo decirle que me quedaré a su lado, pues el miedo me
consume, pero si en algo le puedo ayudar cuente conmigo.
ECHECOPAR: (Decidido) Bien (Habla a través del megáfono) Atención, queridos colegas, lamento
informarles que la quebrada está creciendo constantemente y se teme que suceda un aluvión.
Se escuchó un gran alboroto por miedo.
ECHECOPAR: Sin embargo (esperanzador) existe la posibilidad de que puedan escapar, pero
deberá ser a pie, pues el tren deberá ir a por los trabajadores del túnel dos; así que adelante corran,
dejen todo y salgan inmediatamente.
La gran cantidad de trabajadores empezaron a correr sin mirar atrás, un par de tropezones y
siguieron avanzando hasta que ya no se logró ver nada.
ECHECOPAR: (Feliz) Al menos ellos llegarán sanos y salvos a sus hogares (Sonríe)
FERNÁNDEZ: (Lo mira) Lo ve ingeniero, usted también puede salvarse.
ECHECOPAR: (Decidido) Claro que no, debo asegurarme que los demás salgan a salvo, además…
(suena la radio)
SOTO: (Temeroso) Ingeniero.
ECHECOPAR: (Coge la radio y responde) Soto, que noticias tienes.
SOTO: (Alterado) Ingeniero, la quebrada ha duplicado su crecimiento en la mitad del tiempo que
teníamos predispuesto.
ECHECOPAR: (Preocupado) ¿Cuánto tiempo nos queda?
SOTO: (Se calla durante un momento y agrega con miedo) Poco menos de una hora.
ECHECOPAR: (Piensa durante unos segundos y menciona) Volaré el túnel en cuanto todos estén
afuera a salvo.
SOTO: (Tratando de convencer) Ingeniero, no puede destruir algo en lo que viene trabajando tantos
años, este proyecto beneficiará a muchas personas.
ECHECOPAR: (Enojado) Y también cobrará la vida de muchos, si no es destruido.
SOTO: (Triste) ¿Es su decisión ingeniero?
ECHECOPAR: (Decidido) Nunca he estado tan seguro como ahora, además te pido que tú también
abandones el lugar y vayas con los demás.
SOTO: (Enojado) No, usted me ha dado una gran oportunidad al permitirme trabajar en este lugar,
estos mapas, rutas, piedras y tierra se han ganado todo mi cariño, si abandono el lugar sería cobardía
y yo no quiero hacer eso.
ECHECOPAR: (Triste) Escúchame, yo me quedaré aquí, tu eres muy joven tienes una vida por
delante, en cambio yo ya he vivido mi vida. Huye, Soto, ¡HUYE!
SOTO: (Decidido) No lo haré.
ECHECOPAR: (Tratando de convencer) Hazlo, aunque sea por mí, no le debes tu lealtad a este
proyecto ni a su gente, habrá más oportunidades, pero si te quedas aquí todas las puertas se te
cerrarán.
SOTO: (Triste) Está bien, lo haré, pero siempre y cuando usted también salga de este lugar.
ECHECOPAR: (Con gran culpabilidad) Lo haré, pero ponte a salvo.
Luego de esto Echecopar corta la radio y mira a Fernández y Bentín.
FERNANDEZ: (Preocupado) ¿No lo hará verdad?
ECHECOPAR: (Decidido) He tomado mi decisión… Ustedes deberían irse ya.
FERNÁNDEZ: (Triste) Fue un placer conocerlo y trabajar con usted (le da una palmada en el
hombro)
BENTÍN: (Triste) No lo olvidaremos ingeniero…
Fernández y Bentín se retiran corriendo y don Echecopar camina pensativo por todo el lugar
recordando como inició con entusiasmo la obra. Mientras tanto Soto logró salir del lugar y al no ver
al ingeniero se preocupa.
SOTO: (Asustado) ¿Y el ingeniero?
Fernández y Bentín se miran y dicen a la vez: ¡Se ha quedado!
Soto, los miró y luego de negar con la cabeza saco la radio y se contactó con Echecopar.
SOTO: (Preocupado) Ingeniero ¿Dónde se encuentra?
ECHECOPAR: (Triste) Estoy en la central.
SOTO: (Nervioso) No ingeniero, no puede estar ahí, todos están fuera, no puede ser cierto.
ECHECOPAR: (Alegre) Así que todos salieron (ríe) que bueno saber que ellos sí podrán salvarse.
SOTO: (Con miedo) No ingeniero. Debe salir inmediatamente de ese lugar.
ECHECOPAR: (Melancólico) Dile a todos que fue un honor tenerlos como compañeros, dile que
sigan con sus vidas y que me dio mucho gusto convivir con ellos.
SOTO: (Desesperado) ¡INGENIERO!
ECHECOPAR: (Con lágrimas en los ojos) Cuídate mucho hijo y también a tu madre, perdón por no
haberte encontrado antes…
SOTO: (Tratando de entrar en la cueva) ¡PADRE!
Apenas empieza a correr el túnel detona y los escombros vuelan en el aire, las piedras se derrumban
y el silencio comienza a reinar en el escenario.

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