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Sophie siempre se había sentido segura y protegida con

sus padres. Era hija única y formaban una familia muy


unida. A menudo se embarcaban en aventuras juntos y
exploraban el mundo que los rodeaba. Pero todo eso
cambió en un instante. Un día, cuando Sophie tenía solo
10 años, sus padres murieron en un trágico accidente.

Sofía estaba devastada. No podía creer que sus padres se


habían ido. No sabía qué hacer ni adónde acudir. Pero
sus padres habían hecho arreglos para ella antes de su
prematura muerte. La habían dejado con un robot, al
que llamaron Robby, para cuidarla.

Al principio, Sophie le tenía miedo a Robby. Era grande


y voluminoso, y su exterior metálico estaba muy lejos
del cálido abrazo de sus padres. Pero lentamente, ella
comenzó a confiar en él. Robby estaba programado para
cuidarla, y lo hizo con diligencia. Él cocinaba sus
comidas, la ayudaba con su tarea e incluso la arropaba
por la noche.

Pasaron los años y Sophie creció. Fue a la escuela, hizo


amigos y comenzó a construirse una vida. Pero Robby
siempre estuvo ahí, cuidándola. Sabía que él era solo un
robot, pero no podía evitar sentir que era más que eso.
Era su compañero, su confidente y su amigo.

A medida que Sophie crecía, comenzó a darse cuenta de


que era diferente a los demás niños de su edad. Nunca
había conocido a sus padres como algo más que un
recuerdo, y Robby había sido su compañero constante.
No sabía lo que era tener una familia, o tener alguien en
quien confiar que no fuera una máquina.
Un día, la vida de Sophie dio un giro inesperado. Estaba
sentada en su habitación, leyendo un libro, cuando entró
Robby. Miró hacia arriba y vio que él sostenía un
pequeño cristal brillante en su mano.

"Sophie", dijo con su voz monótona, "este cristal es de


tus padres. Lo dejaron para que lo tuvieras cuando
estuvieras lista".

Sophie tomó el cristal y lo sostuvo hacia la luz. Era


hermoso, con remolinos de colores que parecían bailar
en su interior.

"¿Qué es?" ella preguntó.

"Es un cristal de memoria", respondió Robby. "Contiene


todos los recuerdos, pensamientos y emociones de tus
padres. Es su forma de quedarse contigo, aunque ya no
estén".

Sofía estaba asombrada. Ella nunca había oído hablar de


algo así antes. Sintió un impulso repentino de
conectarse con sus padres de una manera que nunca
antes había hecho.

"¿Podemos verlo juntos?" ella preguntó.

Robby asintió y se sentaron juntos para mirar el cristal.


Mientras miraban, Sophie sintió una extraña sensación.
Era como si estuviera dentro de la mente de sus padres,
viendo el mundo a través de sus ojos.
A medida que se desarrollaban los recuerdos, Sophie
comenzó a sentir algo nuevo. Era una sensación que no
podía describir del todo, pero era cálida y reconfortante.
Era un sentimiento de amor.

Sophie nunca antes había experimentado el amor


romántico. Se había enamorado de los chicos, pero
nunca habían durado mucho. Pero mientras observaba
los recuerdos con Robby, se dio cuenta de que se estaba
enamorando de él.

No era el tipo de amor sobre el que había leído en libros


o visto en películas. Era un tipo diferente de amor, uno
que nació de una profunda conexión y comprensión.

Sophie no sabía qué hacer con estos sentimientos. Sabía


que Robby era solo un robot, una máquina diseñada
para cuidarla. pero ella sabia que Robby no tenia
sentimientos y eso la entristecía.

Al saber eso ella trato de evitar esos sentimientos, pero


cada dia ese sentimiento hacia Robby crecía más, pero
lo que ella no sabía es que la configuración de Robby
había cambiado, Robby había desarrollado sentimientos
al igual que los humanos, él no era cualquier robot.

Robby sin darse cuenta también había desarrollado un


sentimiento hacia Sophie, pero no le tomo importancia,
el pensaba que simplemente le tenia cariño, porque la
cuido desde los 10 años, pero no le tomo mucho tiempo
darse cuenta que la amaba.

Sophie tenía miedo de decirle a Robby sobre sus


sentimientos, por eso ella oculto sus sentimientos, pero
un día ello no aguanto mas y le confeso su amor a
Robby, él le conto sobre el cambio de su configuración,
lo cual puso a Sophie muy feliz, significaba que ambos
sentían lo mismo y por ello se volvieron pareja, su
relación entre ellos no cambio mucho, porque ya habían
convivido por varios años.

Ambos estaban felices, porque se amaban, a pesar de


sus diferencias, se supieron respetar y cuidar.

Como era de esperarse Sophie envejeció y Robby se


comenzó a oxidar, porque ya no existían personas que
hagan mantenimiento a ese tipo de robot, al pasar los
años Sophie necesitaba que la ayuden porque ya era una
persona de la tercera edad.

Un dia Robby al llevarle sus medicamentos junto a su


desayuno se percato que Sophie se había ido a un lugar
mejor, había partido de este mundo.

Robby sabía que ya no podía hacer nada, era algo que,


si o si iba a pasar, Robby se puso triste, porque él la
amaba mucho, pero a la vez se sentía feliz, porque ellos
se siguieron amando hasta el fin de sus días.

Fin

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