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EL TINGLADO DE ANTÓN PERULERO

De: Sergio Arrau Castillo


Ingresan la actriz y el actor 1 y 3. Realizan acción pantomímica que recuerda una
estampa limeña antigua. Una tapada es seguida y piropeada por un galancete a su vez
un vendedor los molesta ofreciendo sus mercancías; una vieja beata se escandaliza con
los requiebros del galancete y la coquetería de la tapada. La acción es interrumpida
por el actor 2 que ingresa actuando juglarescamente.
ACTOR 2: He aquí el tinglado de la antigua farsa. La que alivió en posadas aldeanas el
cansancio de los trajinantes.
ACTOR 3: ¡No!
ACTRIZ 1: Eso no sirve para comenzar.
ACTOR 2: ¿Cómo qué no? Es de los "intereses creados", lo mejorcito que ha escrito
Benavente.
ACTOR 3: No tiene nada que ver con nuestro espectáculo. Aunque eso del "tinglado"
me gusta da idea de escenario rústico.
ACTOR 2: ¡Claro! Por eso lo encuentro muy apropiado como introducción.
ACTOR 1: ¡Español!
ACTOR 2:' ¿Qué dices?
ACTOR 1: Digo que Benavente es español.
ACTOR 2: ¿Y qué?
ACTOR 1: Nuestro espectáculo se refiere exclusivamente a lo peruano y Benavente es
español.
ACTOR 3: Exactamente. Todo lo que se representa aquí deberá ser peruano.
ACTOR 2: Bueno, pero... finalmente, ¿Cómo vamos a comenzar?
ACTOR 1: Quedamos que sería con el Himno...
ACTOR 2: ¿Nacional?
ACTOR 1: El Himno a Wiracocha.
ACTOR 2: No. Es demasiado brusco.
ACTRIZ 2: Comenzando por el título... hasta ahora no se sabe cómo se va a llamar la
obra.
Entra actor 3 con sombrero emplumado y una larga capa. Estos dos elementos
constituirán las características físicas del personaje llamado “Antón Perulero”
ACTOR 3: ¡El tinglado de Antón Perulero!
ACTOR 1: ¡Buena idea! Peruleros se llamaba a los peruanos en España durante la
Colonia.
ACTRIZ 1: Y esa capa y sombrero que has puesto vienen a pelo con el personaje.
ACTOR 1: ¿Saben qué? Se me ocurren que todos podríamos hacer el personaje de
Antón poniéndonos esta capa y el sombrero.
ACTRICES: ¿Incluyendo nosotras?
ACTOR 1: ¡Por supuesto! Nadie tiene la exclusividad del personaje. Y será él quien
explique y sitúe los acontecimientos.
ACTOR 2: De acuerdo. Pero hay que partir desde el principio. ¿Cómo comenzaremos al
fin?
ACTRIZ 2: Así. (Se dirige al público) Señoras y señores: Tenemos el agrado de
presentarles "El Tinglado de Antón Perulero". (Señalando al actor 3 que se adelanta
hacia el público)
ACTOR 3: Sí, mis amigos. Soy Antón Perulero. Perulero, o sea... peruano. En este
tinglado mostraremos lo más significativo del teatro peruano del pasado. (Actriz 2 le
quita el sombrero y capa y se los coloca)
ACTRIZ 2: (Como Antón perulero). Serán fragmentos de obras teatrales, que serán
comentadas por especialistas en la materia, y que aclararán, nos situarán... (Actor 1 hace
sonar un gong. luego ingresan lenta y ritualmente).
ACTOR 1: ¡Ah, Wiracocha, Señor del Universo!
ACTRIZ 1: "Que este sea Hombre, que este sea Mujer" dijiste.
ACTOR 1: Sagrado Señor, de toda luz naciente del Hacedor.
ACTOR 2 Y 3: En el mundo de arribas o en el mundo de abajo o a un lado del mundo,
está tu poderoso trono
ACTRIZ 2: Señor, tus siervos a ti con sus ojos manchados desean verte.
TODOS: Poder de todo lo existente, único creador del hombre, diez veces he de
adorarte con mis ojos manchados.
ACTOR 2: Fue un poema quechua, llamado "Himno a Wiracocha".
ACTOR 3: No es teatro, aunque como lo ritual religioso está íntimamente ligado al
teatro.
ACTOR 1: Pero teatro, propiamente tal, si hubo en la época incaica (Las actrices
entregan libretos a los actores). Garcilaso Inca de la Vega dice: (Lee) "El argumento de
las Tragedias versaba siempre sobre hazañas militares, sus batallas y victorias"
ACTOR 2: (Como Antón Perulero) "Ollantay" es una notable obra teatral de origen
incaico que hallegado hasta nosotros
ACTOR 1: El tema es incaico, pero toda su forma es española.
ACTOR 2: Es muy anterior a la llegada de los españoles.
ACTOR 1: No, señor. La escribió un cura español. En quechua sí, pero...
ACTOR 2: ¡Es obra incaica, caramba! (Entra Actor 3)
ACTOR 3: Vamos, no discutan.
ACTOR 2: Este no respeta ni Antón Perulero
ACTOR 3: Infórmate mejor, pues, antes de hacer el personaje.
ACTOR 1: No es así. El cura la creó enterita.
ACTOR 2: iBasta! (Al público). ¿Ya ven?, hay dudas respecto a su origen. Mejor dicho,
no hay dudas. es, decir... algunos creen... ¡Ya me enredé! En cualquier caso, el
"Ollantay" es un monumento del teatro peruano, tan importante, salvando las distancias,
como "Hamlet" y "Edipo Rey".
Se escucha el gong y los actores se retiran, ingresan las actrices con aditamentos
incaicos. Actriz 1 hace de Coya y Actriz 2 de Cusi-Coyllur
COYA: ¿Desde cuándo esta tan triste Cusi-Coyllur, imagen del sol? ¿Desde cuándo te
ha abandonado el gozo y la alegría? Dime: ¿Has amado a Ollanta? ¿Eres su compañera?
¿Estás ya desposada con él? ¿Has elegido a ese Inca por esposo?
CUSI-CUYLLUR: ¡Ay, Madre mía! ¿Cómo no he de llorar? Desde el día que entré
aquí, la luna se vistió de luto; el sol se oscureció como si estuviera cubierto de ceniza.
Una nube tempestuosa vino a anunciar mi pesar, y aún la hermosa estrella del amor dejó
de emitir sus fulgores.
ACTOR 3: (Ingresa como Antón perulero) El general Ollanta, plebeyo ennoblecido por
sus valerosos servicios, enamorado de Cusy-Cuyllur, hija de Pachacútec, es rechazado
por éste cuando solicita a la princesa por esposa. (Salen las actrices y actor 3. ingresa
actor 1 como Ollanta y el actor 2 como Pachacútec).
OLLANTA: Bien sabes, poderoso Inca, que desde mi infancia te he acompañado,
procurando siempre tu felicidad. Mi valor te ha servido para que impongas tu poder a
millares de pueblos. Mira que Mira que soy tu siervo. He de estar siempre contigo si me
concedes a Coyllur.
PACHACÚTEC: Ollanta, eres plebeyo; quédate así. Recuerda que has sido. Miras
demasiado alto.
OLLANTA: ¡Arrebátame de una vez la vida!
PACHACÚTEC: Yo debo ver eso. ¡Sal de mi presencia! (Se retira).
OLLANTA: ¡Ah, Ollanta! ¡Así eres correspondido! Tú que has sido el vencedor de
tantas naciones. Tú que tanto has servido. ¡Ay, Cusi-Coyllur, esposa mía! Ahora te he
perdido para siempre. iAh, Cusco, hermoso pueblo! Desde hoy en adelante he de ser tu
implacable enemigo. El fuego se elevará allí y dormirás en la sangre. iTú, Inca, estarás a
mis pies!
Gong, sale actor 1 ingresa actor 3. al tiempo que ingresa actriz 1.
ACTRIZ 1: (Como Antón perulero). Han sido fragmentos de "Ollantay", obra clásica
del teatro peruano.
ACTOR 3: Pero ya lo español desplaza totalmente lo autóctono, ¿no es cierto?
ACTRIZ 1: Así es. Y eso se ve en el teatro, fiel reflejo de la vida cotidiana. (Ingresan
actor 2 como mercachifle y actriz 2 como panchita).
MERCACHIFLE: Ay fardo de mi vida, ¿Dónde te has ido que muriendo me dejas
huérfano el grito? ¡Mal haya cuánto te he dado, dura Panchita, por tus caricias falsas
mis puntas finas! ¡Ay de mí! ¿Cómo he dado, sin que me abismen, a los diablos mis
cajas de serafines? ¿Dónde iré? ¡Que me muero!
PANCHITA: Cierra los labios, que por tus atadillos tienes mis brazos.
MERCACHIFLE: Ya con tus dulces favores recobro mejor caudal, si está de ansias y
pucheros nuestros pechos, tas con tas.
PANCHITA: Toda soy tuya, y en mí, a intereses de beldad, mercader de amor. (Se
retiran coqueteando).
ACTRIZ 1: (Al público). Ha sido un fragmento del entremés para la comedia "La
Rodoguna de Peralta y Barnuevo. (Entra actor 3 como fraile).
FRAILE: iOh tiempos, oh costumbres, quien pensara que hay hombres de tan viles
intenciones que estando en posesión de vista clara, ¡afectan ceguedad en sus acciones!
ACTRIZ 2: ¿Por qué tan triste, Fray Francisco? ¡Como, pues! Ud. Que es el más alegre,
el más ingenioso, el mejor improvisador de Lima.
ACTOR 1: ¿Será tan bueno como dicen?
ACTOR 2: ¿Quiere comprobarlo? Póngale el más difícil pie forzado que se le ocurra y
ahí mismito le hace una décima.
ACTOR 1: Veremos, dijo un ciego.
ACTRIZ 1: ¡Más respeto con el padrecito, señor!
ACTOR 1: Disculpe padre. No quise ofenderlo.
FRAILE: No hay cuidado, hijo. ¿Quieres que te improvise una décima?
ACTOR 1: Si está con ánimo...
FRAILE: Siempre lo estoy. ¿Cómo quieres que termine la décima?
ACTOR 1: Con la siguiente frase: Salero sin sal si no.
ACTRIZ 2: ¡Jesús, las cosas que se le ocurren a este Señor!
ACTOR 1: A ver si se la puede
ACTOR 2: Difícil, pero Fray Francisco...
ACTRIZ 2: ¡Miren, parece que el padre se inspiró!
FRAILE: Escuchen:
La mujer en el querer
Es un salero con sal, Que es salero universal
El amor de la mujer;
Más si da en aborrecer
Aquello que más amó, No tiene sal, digo yo,
Porque es la mujer, se infiere, Salero con sal, si quiere
Salero sin sal, si no.
ACTOR 1: iBravo, padre! ¡Qué ingenio increíble el suyo!
ACTRIZ 1: Sin duda está bendito por Santa Rosita.
ACTRIZ 2: Fray Francisco, si es capaz de componer una décima con el pie forzado que
se me ha ocurrido, me comprometo a... ¿Qué penitencia me pondrías si pierdo, padre?
Es decir, ¿Si usted gana, padre?
FRAILE: Que comulgues los primeros viernes, hija.
ACTRIZ 2: Así lo hare, padre...
FRAILE: Bien, entonces dime...
ACTRIZ 2: Siempre que Ud. Gane, pues padre.
FRAILE: Se comprende. ¿Cuál es?
ACTRIZ 2: Pero yo no creo que vaya a poder...
FRAILE: ¡Dame de una vez el pie, caramba!... Digo, hija mía.
ACTRIZ 2: ¿Qué le dé el pie? ¿Cuál? ¡Ah si claro! La décima debe terminar con la
frase: "Y no pudo decir ñe"
ACTRIZ 1: ¿Qué...?
ACTOR 1: ¿Qué es eso?
ACTOR 2: ¿Qué significa "Ne"?
ACTRIZ 2: ¿Puede o no puede, padrecito? "Y no pudo decir ñe".
ACTOR 1: Nadie podría hacer algo con una frase que no tiene pies ni cabeza.
ACTOR 2: Esta la hizo de adrede para no comulgar los primeros viernes.
FRAILE: Escuchen:
Preñada estaba una niña
Y en riesgo de mal parir,
Y vínole a conseguir
por antojo de una piña;
En la casa hubo gran riña,
La joven dijo: me empre...
La madre le dijo: ¿Qué...?
Y tal fue el grito que dio
Que la niña mal parió
Y no pudo decir ñe.
ACTRIZ 1: Pero este padre es el demonio... ¡Perdón, padrecito! Mea culpa, mea culpa.
ACTOR 3: (Como Antón Perulero) Ahora del "Entremés del justicia y litigantes", del
Ciego de la Merced, apreciaremos un fragmento. El entremés, o sea pieza teatral corta.
Entran actor 1 como alcalde y las dos actrices. se retira actor 3
ACTRIZ 1: Señor alcalde, vuestra merced no se fatigue que, con las dos, la provisión no
habla, para eso es el favor que aquí se entabla, para que toda su merced lo deje y de oír
nuestras quejas no se queje.
ACTRIZ 2: Si, mi amo, está nuestro negocio muy ardiente, y caliente, caliente, que se
ha de componer breve al instante, porque esto a todo el barrio es importante.
ALCALDE: Yo la justicia soy, y ajusticiado, porque estoy santo cielo, tan ahogado que
teniendo este caso ya en la mano, en que estriba la vida de un cristiano.
ACTRIZ 1: Sepa que yo, mi señor, y esa... señora nos hemos resondrado antes de ahora,
y todo ha dimanado de remoquetes que ella me ha tirado una gallina al suyo se pasó, ya
que es vecina; y si más que por esto contra mí todo el barrio en arma ha puesto.
ACTRIZ 2: Sí, señor, mi querella bien la fundó o había de quejarme a todo el mundo; si
siendo yo señor, mujer casada, con una hija doncella y bien guardada, que tan feliz ha
sido que hasta ora, por fortuna, no ha parido; se pone a maltratarnos de razones
poniendo mi honradez en opiniones, con un compadre mío, con quien vivo y su ejemplo
recibo. Y a la pobre de mi hija, a la inocente, también le quita el crédito.
(Ambas mujeres se atacan teniendo en medio al alcalde, que lleva la peor parte)
ACTRIZ 1: Redoblan los tambores
ACTRIZ 2: Ya lo sé. Pero, ¿Por qué?
ACTRIZ 1: ¡Ah, ya comprendo! (al público). Señoras y señores, niñas y niños: estamos
en el siglo XIX.
ACTRIZ 2: (Susurra) En el XXI, sonsa.
ACTRIZ1: ¡IXI, he dicho! Llegó el momento de la emancipación.
ACTRIZ 2: ¡Ah, claro! Siglo XIX... Comienza la época republicana. (Tocan silbatos.
ingresan los actores con elementos de payasos. ellas tararean música circense).
ACTOR 1: Cuando de España las trabas en Ayacucho rompimos, otra cosa más no
hicimos que cambiar mocos por babas.
ACTRIZ 1: (lee) "La sátira es innata en el carácter limeños", dice Raúl Porras. "Brota
espontáneamente de la conciencia popular. Ningún pueblo como el de Lima poseerá en
más alto grado el don de percibir el ridículo".
ACTRIZ 2: (lee) "De ahí esa cierta inestabilidad de la conciencia pública, que tan
pronto crea ídolos como los caricaturiza".
ACTRIZ 1: (lee) "De ahí el desarraigo de los ideales que no encuentran una base
duradera en la opinión...".
ACTRIZ 2: (lee) "De ahí también ese eterno descontento limeño del presente, que
levanta oposiciones”
ACTRIZ 1: (lee) "Nuestros satíricos se han burlado de todas las instituciones
republicanas". (Se coloca en actitud de maestra. los otros actores se disponen como
alumnos, alguno de ellos entre el público).
ACTOR 1: (Como Antón Perulero) En el teatro florece la comedia de costumbres, que
describe y satiriza a la sociedad. Felipe Pardo y Aliaga escribió tres obras de teatro, en
las que predomina el color local y la descripción de las costumbres peruanas, como la
"Constitución Política" en verso.
ACTRIZ 1: ¡Poder Ejecutivo!
ACTOR 2:
El que consiga
En el Perú ocupar puesto tan alto,
Jefe es legal, si sube por intriga;
Usurpador, si sube por asalto.
Pero diga la Carta lo que diga,
Bien por legalidad,
Bien de ella falto.
Se pone una especie de banda presidencial y sube a un practicable.
ACTRIZ 2: (Como Antón Perulero) Pero es sin duda Manuel Ascencio Segura nuestra
gran figura teatral, nuestro gran autor, padre de la comedia peruana. Su obra más
notable es "Ña Catita".
entra actriz 1 como catita; luego actor 1 como alejo
ALEJO: (aparte) Aquí Na Catita. ¡Cáspita! Desollando está algún prójimo.
CATITA: ¡Hola! ¿Cómo va la brújula?
ALEJO: Si sigue el viento tan próspero, pronto echaremos el áncora.
CATITA: ¿De veras?
ALEJO: De un modo sólido van las cosas a su término.
CATITA: El ataque ha sido sófero según lo ha expuesto la Sílfide.
ACTOR 1: (Convirtiéndose en Antón Perulero) Ña Catita es una vieja astuta e
interesada una beata hipócrita celestinesca
Entra actor 2 como Juan, actriz 2 como doña Ruffina y actor 3 como Jesús
JUAN: ¡Señora, basta de majaderías!
CATITA: ¡Quite, que me da calor!
JUAN: No se exponga usted.
RUFINA: (aparte) ¡Qué lisa!
CATITA: Mejores habían de ser, no tan sucias, tan mezquinas.
JESÚS: ¡Vamos!
CATITA: ¡Váyase usted a la... porra! Espantajo. ¡Sin camisa! Muñecón. ¡Matusalén!
Sale y concluye la acción
ACTRIZ 2: ¡Ah, Don Manuel Ascencio Segura! Sus obras siguen vivas y son
profundamente peruanas.
ACTOR 1: En la visión del teatro peruano que estamos haciendo no se ha visto otra
cosa que comedias.
ACTRIZ 1: ¿Y el Ollantay?
ACTOR 1: Esa fue la excepción.
ACTRIZ 2: ¿Acaso los autores peruanos no escribieron dramas?
ACTOR 3: Por supuesto que sí. Y hasta tragedias.
ACTOR 1: ¿Entonces? ¿No creen que deberíamos representar algo de esos géneros?
ACTOR 2: (Como Antón Perulero) Lo que ocurre es que los dramas, con temas
mitológicos, bíblicos o históricos, poco tienen que ver con la realidad peruana.
CELEDONIO: (soñando) ¡Que me mata mi mujer! ¡Socorro, favor, auxilio...!
(DESPIERTA) Pero, hombre, si estoy soñando... ¡Cacho con el sueñecito! ¡Qué
pesadilla!
PERICO: (despierta de golpe) ¿Me llama usted, tío?
CELEDONIO: No, hombre, si no te llamo.
PERICO: Me pareció... ¡Qué apetito, que hambre siento...!
CELEDONIO: iSchstl, no grites.
PERICO: Lo que me da rabia es que mi vestido, se empeñó.
CELEDONIO. No fui yo quien se empeñó; quien se empeñó fue el vestido.
PERICO: ¡Un terno tan bien cortado! Tan elegante y gracioso.
CELEDONIO: Grasiento dirás, sobrino. Además, ese chaqué antes que tuyo fue mío,
¡Con el que me casé!
PERICO: ¿Con él...? ¿No fue con mi tía...?
CELEDONIO: Al ir al templo a casarme, me hallaba con el vestido ¡Qué mala salió!
PERICO: ¿La tela?
CELEDONIO: No, mi mujer.
PERICO: ¡Ah!
ACTOR 1: (Como Antón Perulero) El argumento de "La de 4 mil giras alrededor del
extravío de un billete de lotería que juega con la enorme suma, para aquel entonces, de
cuatro mil soles y de los presuntos ganadores: Celedonio (Actor 3 Saluda) y su sobrino
Perico (Actor 3 Saluda).
CANUTO: Pues bien, respondan aquí, señores: ¿No es verdad que ustedes creen haber
ganado la suerte?
CELEDONIO: ¡Claro!
PERICO: Pues claro.
CANUTO ¿Cuál es el número?
CELEDONIO: ¡El cincuenta mil quinientos!
CANUTO: ¡Mentira!
PERICO: ¿Qué?
CELEDONIO: Está en el diario.
CANUTO: ¡Aquí está el derrotero!
CELEDONIO: ¡Ah! ¡Es trescientos en vez de quinientos, sobrino!
PERICO: ¡Tío!
CELEDONIO: ¡Ve, ve!
CANUTO: El cincuenta mil trescientos…
MARTHA: ¿Quién lo tiene?
CANUTO: ¡Yo!
RUFA: ¡Tú!
TODOS: ¡Él!
MARTHA: ¿Dónde?
CANUTO: En este pantalón que es mío, aquí. (señala a Perico)
PERICO: ¿Aquí?
CANUTO: ¡Éste es! (Acude a revisar a Perico)
CELEDONIO: ¡Maldita sea mi suerte!
PERICO: ¡Se me revienta la hiel!
CANUTO: ¡Éste es! (saca el billete de lotería)
RUFA: ¡Maridito mío!
MARTHA: ¡Su marido!
CELEDONIO Y PERICO: ¡Su mujer!
CANUTO: Señora... un momento... Yo...
RUFA: ¿Le hablas de "usted" a tu mujer?
CANUTO: (aparte) Bah: soy rico y nada tomo (A Rufa) No soy esposo de usted.
RUFA: ¿Lo niegas porque eres rico?
CANUTO: No; usted es esposa...
RUFA: ¿De quién?
CANUTO: De mi amigo Celedonio.
RUFA Y MARTHA: ¡Él!
PERICO: (APARTE) Mi tía.
CELEDONIO: (APARTE) Mi mujer.
RUFA: Pero tú... ¿Usted no me dijo?
CANUTO: Fue una broma.
RUFA: ¿Una broma eh? Va usted a ver como en broma le araño toda la piel.
CANUTO: Pero vamos a cuentas: ¿Cómo se llamaba su marido?
RUFA: Él era Celedonio Albino.
CANUTO: Entonces, el señor es.
CELEDONIO: (aparte) Albino, te fuiste al agua (para todos) ¡Ea! ¡Yo Soy! Bien, ¿Y
qué?
RUFA: ¿Tú? (lo huele) ¡Sí! ¡Es el mismo! ¡Ay, infiel! Maldito idolatrado.
CELEDONIO: ¡Ea! ¡Basta de candidez! ¡La rechazo a usted, señora!
RUFA: ¿Rechazas a tu mujer?
CELEDONIO: Es que estamos divorciados.
RUFA: ¿Divorciados? ¿Y por quién?
CELEDONIO: ¡Por una alta dignidad eclesiástica!
RUFA: ¿Cuál es?
CELEDONIO: El cardenal... de este brazo, que, aunque a veinte años que fue, se me
encona todavía cuando la recuerdo a usted.
RUFA: Perdóname lo pasado.
CELEDONIO: ¡Jamás!
MARTHA: ¡Perdone usted!
PERICO: ¡Tio!
RUFA: Tú eres mi sobrino. ¡Dile que no sea cruel!
PERICO: ¡Perdón!
CELEDONIO: ¡Nunca!
RUFA: ¿Me lo niegas? ¡A ver...! ¡Repítelo...! ¡A ver! ¿Sí? Pues toma... (lo pellizca)
CELEDONIO: ¡Ay!
PERICO: ¿Qué ha sido?
RUFA: Nada.
CELEDONIO: Nada, ¡Qué ha de ser! ¡Que otro cardenal ahora nos une por segunda
vez!
MARTHA: ¡Ea, en paz!
CANUTO: ¡Viva la paz!
RUFA: ¿Me perdonas?
CELEDONIO: ¡Ya se ve! ¡Pides perdón de tal modo!
CANUTO: Me parece un sueño haber ganado la suerte
CELEDONIO: Para suerte mi mujer. ¡Suerte china! iAh no! Si hay otra pendiente
TODOS: ¿Hay otra? ¿Cuál es?
CELEDONIO: La del autor de esta obra (se coloca el sombrero y la capa)
CANUTO: Que lo silben... a mi qué.
ACTOR 3: (Como Anton Perulero) El autor a los actores les ha confiado que ansía otro
cuatro mil mejores.
TODOS: Vuestros aplausos, señores, que son la gran lotería.
TELÓN

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