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UNIVERSIDAD PRIVADA DEL NORTE

CARRERA DE INGENIERÍA DE MINAS

Curso:
TÓPICOS EN COSTO DE MINERÍA
Trabajo:
RECURSOS
Docente:
Ing. Eduardo Manuel Noriega Vidal
Estudiante:
José Antonio Castro Ruiz

Trujillo – Perú
2022 - II
CONTROLES DE RIESGOS DE SALUD OCUPACIONAL, EVALUACIÓN Y
CONTROLES DEL MEDIO AMBIENTE
EVALUACIÓN DE RIESGOS AMBIENTALES
Es claro que no todas las organizaciones tienen la misma capacidad para
afectar al medio ambiente. Empresas de servicios, del sector de la educación,
financiero o deportes y entretenimiento, aunque pueden hacer mucho por
mejorar su relación con el medio ambiente, no tienen preocupaciones tan
graves como industrias en general, explotación de minerales, químicos,
transporte o plásticos.
La tarea es un tanto más compleja en las segundas, por supuesto. Unas y
otras, sin embargo, deben considerar como mínimo en su evaluación de
riesgos ambientales, lo siguiente:
 Eliminación de desechos y aguas residuales.
 Emisiones de carbono, micropolvo u otras sustancias que pueden
esparcirse por el aire.
 Almacenamiento de productos químicos, tóxicos o sustancias peligrosas
para la salud o el medio ambiente.
 Disposición definitiva o eliminación de desechos líquidos.
 Impacto de materias primas o insumos como metales, plásticos o
aquellos potencialmente radioactivos, tóxicos o contaminantes.
 Capacidad de empaques y envases para biodegradarse.
 Regulación vigente sobre uno, algunos o todos los puntos mencionados.
Con esto en mente podemos avanzar en la evaluación de riesgos ambientales,
para lo cual, podemos adoptar la siguiente guía práctica de cuatro pasos.
La evaluación de riesgos ambientales pretende identificar amenazas y
establecer las consecuencias de que esa amenaza se materialice. Pero también
considera la probabilidad de que el riesgo cause daño.
Hasta ahí es una definición que sirve para cualquier evaluación de riesgos en
cualquier área. Sin embargo, cuando se trata de gestión ambiental se puede
llevar a cabo la tarea en cuatro etapas:
1. Identificar los riesgos específicos
Los riesgos ambientales son relativamente fáciles de identificar. Son
aquellos que de una u otra forma afectan negativamente el aire, el agua,
la vegetación, la fauna o cualquier otro elemento del ecosistema. Saber
cuáles son es relativamente fácil. Pero, ¿dónde encontrarlos?

Hacer seguimiento a los procesos, a las personas o a las actividades es


una forma efectiva de hacerlo. Las tres fuentes combinadas, sumadas a
entrevistas y observación directa, permitirán alcanzar el objetivo con
rapidez.
Algunas tareas o eventos son obvios: la disposición de desperdicios o
sustancias tóxicas, peligrosas o, tan solo, de composición química es uno
de ellos. La forma en que se expelen gases que pueden contener
emisiones de carbono u otra clase de contaminante, o la acumulación y
almacenamiento de determinadas materias primas también proveen
información valiosa para identificar riesgos en esta etapa.
2. Evaluar el impacto de la amenaza
El impacto de un riesgo va mucho más allá de la afectación directa al
medio ambiente que, por supuesto, es muy importante y es lo primero
que debemos evitar. Pero las consecuencias pueden ser mucho más
amplias: infracciones regulatorias, daños a la propiedad privada,
afectaciones a la salud humana en trabajadores o en miembros de una
comunidad, afectación a las finanzas del negocio, deterioro de la
reputación…
La magnitud del impacto suele ser considerada en términos
cualitativos o cuantitativos. Ambas metodologías son importantes y las
dos tendrían que utilizarse siempre anteponiendo el impacto directo
sobre el medio ambiente y el impacto social causado por la ocurrencia
del riesgo.
3. Evaluar la probabilidad de ocurrencia
Las personas encargadas de tomar decisiones se enfocan mucho más en
la probabilidad que en el impacto negativo, por alto y grave que este
último sea. Conocemos, por ejemplo, las consecuencias devastadoras
que tendría el impacto de un meteorito sobre la tierra. Sin embargo, la
escasa probabilidad de que tal hecho ocurra es tan baja, por no decir
inexistente, que tal amenaza no nos preocupa.

La credibilidad de la evaluación de riesgos está soportada en gran


medida en la precisión con la que se informe sobre la probabilidad o la
frecuencia de ocurrencia de cada uno de los riesgos identificados. Por
ello, es importante adoptar modelos matemáticos que permitan ofrecer
información precisa y argumentable sobre la probabilidad.

La probabilidad de ocurrencia del evento iniciador o causa raíz de un


problema es usualmente determinada por ingenieros o expertos en el
área en la que ocurre el evento. Ellos son lo que en otros campos se
denominan como “propietarios del riesgo”, y nadie conoce mejor la
periodicidad o la probabilidad de que ocurra un evento que
desencadene otros, generando un riesgo de alto impacto.

Así como recomendamos la incorporación de elementos matemáticos


para estimar la probabilidad es importante incorporar soluciones
informáticas, como software o aplicaciones diseñadas para cumplir con
tal tarea específicamente. En esta era de Transformación Digital son
muchas las organizaciones que encuentran muchos beneficios en la
digitalización y automatización de sus Sistemas de Gestión, y los de
Medio Ambiente o de Riesgos, no son la excepción.

La probabilidad de exposición al peligro debe ser igualmente


considerada en una evaluación de riesgos ambientales. En la industria
petrolera, por ejemplo, los derrames de crudo son un incidente
recurrente que por supuesto repercute sobre el medio ambiente de
forma directa y con extrema gravedad. Pero este tipo de accidente tiene
un alcance determinado, que se mide mediante la distribución temporal
y espacial de los agentes peligrosos.
Finalmente, la probabilidad de que receptores se afecten con el riesgo
es el tercer factor a evaluar en esta categoría. Por receptores se
entienden seres humanos, especies animales y vegetales. Todos los
seres vivos, sin importar su especie o su condición, son susceptibles de
ser receptores de la afectación de un riesgo.
4. Categorizar y caracterizar el riesgo
Varios modelos de evaluación de riesgos o matrices permiten realizar
esta tarea, que básicamente consiste en reunir la información
recopilada en las tres etapas anteriores y, con base en ella, establecer
un perfil del riesgo y una posición en una lista categorizada de estas
amenazas, siendo la primera la que mayor atención requiere y la última
la menos estimable.
En este punto los Sistemas de Gestión digitalizados y automatizados
tendrán mayores oportunidades de contar con información precisa y
rápida. De la eficiencia con que se categoricen los riesgos dependerá el
éxito de la evaluación de riesgos ambientales.

PROPUESTA DEL PROCEDIMIENTO TÉCNICO ADMINISTRATIVO PARA LA


EVALUACIÓN DE RIESGOS AMBIENTALES
Los Gobiernos Regionales son las autoridades que pueden proceder de
oficio o a solicitud de parte, la evaluación de riesgos sobre espacios
físicos vulnerables a peligros de origen tecnológico (antropico) o como
consecuencia de un origen natural, que puedan generar problemas
ambientales; el deterioro va desde leve hasta significativo, estos alteran
los ecosistemas, áreas naturales, entre otros; ante estos problemas
identificados o conflictos generados, la autoridad tiene la obligación de
atender estos asuntos ambientales, a través de sus Gerencias de
recursos naturales y Medio Ambiente o aquella que funcionalmente
opere con el tema ambiental. El Gobierno Regional podrá solicitar la
participación de las Direcciones Regionales de los sectores competentes
e involucrados, con la finalidad de poder contar con el asesoramiento e
información necesaria para poder realizar su evaluación, asimismo para
el caso de Gobiernos Locales involucrados. Una vez convocado los
profesionales, estos se constituyen y conforman el Equipo Técnico
Multidisciplinario de Evaluación de Riesgo Ambiental, recopilan y
validan la información, identifican los peligros, analizan, evalúan y
caracterizan el riesgo, finalmente generan el informe técnico, el mismo
que es presentado a sus Gerencias de Recursos Naturales y Medio
Ambiente del Gobierno Regional para los fines correspondientes

En la primera fase del estudio es preciso definir la composición,


experiencia y conocimiento de los miembros del equipo de trabajo, de
tal forma que se garantice una adecuada evaluación de riesgos
ambientales.
Metodología análisis y evaluación de riesgos ambientales
A. Descripción de la metodología
La guía de evaluación de riesgos ambientales propone un modelo
estandarizado para la identificación, análisis y evaluación de los
riesgos ambientales que generan las actividades productivas en un
área geográfica, así como la consecuencia de los peligros naturales

El procedimiento descrito en esta guía es de aplicación para evaluar el


nivel de riesgo que pudiese generar daño al ecosistema a los aspectos
sociales y económicos de la población en una zona determinada. Se
puede tener en:
• Etapa de cierre de una planta industrial o minera;
•Etapa de operatividad de actividades productivas y/o
constructivas;
• Etapas de funcionamiento y mantenimiento de las actividades de
la organización proponente, tanto en las condiciones normales de
operación, como en situaciones accidentales;
• Etapa de abandono de pasivos ambientales; entre otros.
B. Análisis de riesgos ambientales
Los lineamientos y criterios a definirse son prioritarios, ya que
permiten establecer las bases técnicas, denotar los límites de la
evaluación, determinar el tipo de información, así como otorgar con
claridad que criterios y/o decisiones el evaluador debe de considerar
en situaciones no contempladas, todo ello permitirá alcanzar una
óptima evaluación del riesgo ambiental. El evaluador antes de iniciar
la identificación deberá recopilar toda la información de gabinete y
campo que sea necesaria, con este marco se podrá discernir el
problema central, posteriormente con facilidad desarrollará la
identificación de las fuentes de peligro, cada peligro identificado
deberá ser ingresado en el correspondiente cuadrante de la matriz.
Deberían elaborarse, establecerse y revisarse periódicamente
procedimientos para supervisar, medir y recopilar regularmente los
datos relativos a los resultados de la SST. Esta actividad es
fundamental en muchos ámbitos y puede estudiarse para establecer
qué funciona y qué puede mejorarse. Deberían asignarse las
responsabilidades, la obligación de rendir cuentas y la autoridad en
materia de supervisión a los diferentes niveles de la estructura de
gestión.
La selección de indicadores de eficiencia debería llevarse a cabo en
función del tamaño de la organización, la naturaleza de su actividad
y los objetivos de la SST.

Habría de considerarse la posibilidad de recurrir a mediciones, tanto


cualitativas como cuantitativas, adecuadas a las necesidades de
la organización. Las mediciones deberían:
 Basarse en los peligros y los riesgos que se hayan
identificado en la organización, los compromisos asumidos
en el contexto de la política de SST y los objetivos en la
materia, y
 Servir de apoyo al proceso de evaluación de la organización,
incluido el examen de la dirección.
La supervisión y la medición de los resultados deberían:
 Utilizarse como medio para determinar en qué medida se
cumplen la política y los objetivos y se controlan los riesgos
en materia de SST;
 Incluir supervisiones, tanto activas como reactivas, y no
basarse únicamente en estadísticas sobre accidentes del
trabajo y enfermedades e incidentes profesionales, e
 Incluirse en un registro.
La supervisión debería:
 Prever el intercambio de información sobre los resultados de la
SST;
 Aportar información para determinar si las medidas ordinarias de
prevención y control de los peligros y los riesgos se aplican y
funcionan adecuadamente;
 Servir de base para la adopción de decisiones que tengan por
objeto mejorar la identificación de los peligros y el control de los
riesgos, así como el sistema de gestión de la SST.
La supervisión activa debería comprender los elementos necesarios para
establecer un sistema proactivo e incluir:
 la supervisión del cumplimiento de planes específicos, de los
criterios de eficiencia establecidos y de los objetivos fijados;
 la inspección sistemática de los sistemas de trabajo, las
instalaciones, la fábrica y los equipos
 la vigilancia del medio ambiente de trabajo, incluida la
organización del trabajo;
 la vigilancia de la salud de los trabajadores, cuando proceda, por
medio de una vigilancia médica o de un seguimiento médico
apropiados de los trabajadores con miras al diagnóstico precoz de
señales o síntomas de daños para la salud con el fin de averiguar
la eficacia de las medidas de prevención y control, y
 el cumplimiento de la legislación y los reglamentos nacionales
aplicables, los convenios colectivos y otros compromisos que haya
suscrito la organización.
La supervisión reactiva debería abarcar la identificación, la notificación y
la investigación de:
 los accidentes del trabajo y las enfermedades y los incidentes
profesionales (incluido el control de las ausencias acumuladas por
motivo de enfermedad);
 otras pérdidas, por ejemplo, daños a la propiedad;
 deficiencias en las actividades de seguridad y salud y otros fallos
en el sistema de gestión de la SST, y
 los programas de rehabilitación y de recuperación de la salud de
los trabajadores.
 Investigación de los accidentes del trabajo y las enfermedades y
los incidentes profesionales y su efecto en la seguridad y la salud
 La investigación del origen y causas subyacentes de los accidentes
del trabajo y las enfermedades y los incidentes profesionales
debería permitir la identificación de cualquier deficiencia en el
sistema de gestión de la SST y estar documentada.

Las investigaciones deberían llevarlas a cabo personas


competentes, con la participación adecuada de los trabajadores y
sus representantes.
Los resultados de tales investigaciones deberían comunicarse al
comité de seguridad y salud, cuando exista, y el comité debería
formular las recomendaciones pertinentes.
Los resultados de la investigación, además de las
recomendaciones del comité de seguridad y salud, deberían
comunicarse a las personas competentes para la adopción de
medidas correctivas, incluirse en el examen que realice la
dirección y tomarse en consideración en las actividades de mejora
continua.

Las medidas correctivas resultantes de estas investigaciones


deberían aplicarse con el fin de evitar que se repitan los
accidentes del trabajo y las enfermedades y los incidentes
profesionales.

Los informes elaborados por organismos de investigación


externos, como los servicios de inspección del trabajo y las
instituciones de seguro social, deberían considerarse de la misma
manera que las investigaciones internas a los efectos de la
adopción de decisiones, respetándose los requisitos de
confidencialidad.

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