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Gonzalo Cardaldas Olmo

Relaciones Exteriores de España


UCM
29/10/2021

COMENTARIO DE LA PELÍCULA “BIENVENIDO MISTER MARSHALL” (LUIS


GARCÍA BERLANGA, 1953)

La película a comentar, clásico de clásicos del cine español, narra de forma satírica la
historia de un pequeño pueblo de las profundidades de la España franquista en la década
de los 50. Durante esta etapa de la posguerra, en Europa se vivía un periodo de
reconstrucción económica, impulsado desde los Estados Unidos a través del llamado
Plan Marshall. Pero España no formó parte de estos planes de reconstrucción, debido a
los estrechos lazos que había tenido el régimen franquista con la dictadura nazi, que
llevó a que el resto de los estados occidentales aislaran a España del contexto
internacional. Sin embargo, en un momento de recrudecimiento de la Guerra Fría,
España, que era evidentemente más proclive al bloque occidental, ve cómo se produce
un retorno de embajadores y contactos con el exterior. La película muestra las
dificultades socioeconómicas que España vivía y más concretamente la España rural,
una dificultosa situación provocada por un período de autarquía económica, contada a
través de una crítica social, así como de una crítica a Estados Unidos, encarnando un
considerable antiamericanismo en ciertos personajes.

El pequeño pueblo en el que se enmarca la película, Villar del Río, recibe la noticia de
que los americanos van a visitar su olvidada localidad, motivo por el cual se les ordena
que la adornen para dar una buena impresión a los americanos. La noticia corre como la
pólvora, pero un poco distorsionada, pues creen que esta visita será semejante a la de los
Reyes Magos. Con el pueblo engalanado imitando a un pueblo andaluz, y habiendo
pedido ya los regalos que recibirían de los americanos, éstos llegan al pueblo. Pero al
contrario de lo que se esperaba, los coches americanos pasan de largo sin siquiera
detenerse en Villar del Río. El pueblo queda consternado, pero el final de la película da
un mensaje de optimismo, mostrando al pueblo de vuelta al trabajo, ganándose el pan
por ellos mismos sin ayudas exteriores.
La llegada de los americanos genera discordancias ente la élite caciquil de Villar del
Río. Por un lado, se encarna un antiamericanismo propio de la cultura española, que
varía según la época pero que siempre ha estado vivo. El cura ve a los americanos como
herejes, como personas sin una moralidad cristiana que por el contrario caracteriza a la
tradición y cultura española. El hidalgo los ve como indios, como nativos tribales que
van en taparrabos, frente a la superioridad de una gloriosa y civilizada España. Ambos
comparten el temor de una pérdida de la identidad y cultura española. Estos dos
personajes representan una careta retrógrada del régimen franquista, que ha basado una
intención en un anhelo, por encima de la realidad. El anhelo de una España imperial,
grande, como potencia mundial y vanguardia de los valores cristianos. A pesar del
enorgullecimiento del sentimiento español que reniega de la ayuda americana, las
necesidades económicas, los deseos del pueblo y de parte de la élite son más fuertes, por
lo que el pueblo castellano se prepara para la llegada de los americanos, disfrazándose
de pueblo andaluz, que representa la imagen folklórica que se exporta desde España al
resto del mundo.

En suma, para la época en la que se realizó esta película, España recibió una limitada
ayuda económica en términos relativos, principalmente centrada en el ámbito
empresarial y financiero. La opinión pública, así como las propias instituciones
franquistas, se movían entre la preservación de la cultura española que veían amenazada
por una idea prejuiciosa que se tenía sobre los americanos, y la necesidad
socioeconómica que se vivía. Inicialmente, este acercamiento diplomático sirvió para un
aperturismo que se materializaría final y formalmente con la entrada de España en la
ONU en 1955. Pero aquellos que vivían las verdaderas penumbras de una devastada
España, no vieron pasar por sus manos esa ayuda exterior, de modo que la vida siguió
tal y como había sido hasta la llegada de los americanos, siendo conscientes de que
nadie les salvaría de aquella situación, y tendrían que ser ellos mismos por sí solos los
que sacaran adelante a sus familias.

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