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Arquitectura: todo lo que

debes saber de esta


disciplina
Definida como la técnica de proyectar y construir edificios para
satisfacer necesidades humanas, la arquitectura es una de las
disciplinas más importantes. de 2021

Todo lo que tienes que saber sobre la historia de la arquitectura.


La arquitectura es una disciplina definida como el arte y la técnica
de proyectar y construir edificios para satisfacer las necesidades
del ser humano, a través de la forma, la funcionalidad y los
preceptos estéticos, es considerada una de las bellas artes.

De acuerdo con cada periodo histórico, la arquitectura incorpora


elementos que reflejan la estética y los valores sociales y
culturales, diferenciándola dentro de las distintas corrientes de
estilo, las cuales podemos observar en la actualidad.
A continuación, explicamos todo lo que debes saber sobre la
arquitectura:

¿Qué es la arquitectura?
El concepto arquitectura proviene del latín architectura que, a su
vez, tiene origen en el griego, y puede definirse como el arte y la
técnica de proyectar y construir edificios para satisfacer las
necesidades del ser humano, a través de la forma, la funcionalidad
y los preceptos estéticos.

De acuerdo con el período histórico, es posible hablar de distintos


tipos de arquitectura.

Heydar Aliyev Center por Zaha Hadid, un ejemplo de arquitectura contemporánea.


Historia de la arquitectura
La arquitectura nació junto con el hombre de la prehistoria, durante
el Neolítico. Al abandonar la vida nómada, la arquitectura se
desarrollo en forma de viviendas estables y recintos
ceremoniales que poco a poco fueron evolucionando en elementos
simbólicos presentes en el contexto sociocultural.

A medida que las sociedades se hacían más complejas y extensas,


surgieron los primeros núcleos urbanos cerrados. De esta forma
nacieron las altas culturas de Medio Oriente: Mesopotamia y
Egipto, que legaron numerosas obras arquitectónicas, de las que
destacan, por ejemplo, los sistemas de irrigación, los zigurats, los
templos y las pirámides.

Los antiguos griegos y romanos perfeccionaron la arquitectura,


sentando las bases de la arquitectura clásica y convirtiéndola en
punto de referencia para los siglos venideros. Durante esta etapa se
desarrollaron los arcos y columnas estilizadas, se trabajó la piedra
caliza y el mármol, los sistemas de irrigación y acueductos, ciudades
saneadas y se dio origen al concreto.

La arquitectura es una disciplina intrínsecamente ligada a la historia


y así como cualquier otra forma de conocimiento histórico, está
sujeta a las limitaciones y fortalezas de la ciencia. Existen diversas
perspectivas en relación a su estudio, los periodos estudiados corren
paralelos a los de la historia del arte.

Arquitectura contemporánea
La arquitectura contemporánea tiene un marco temporal más
difuso, sin embargo, suele considerarase a partir de la década de los
sesenta y los setenta. Esta corriente busca la innovación, incorpora
elementos eclécticos y juega con formas y volúmenes.

La arquitectura contemporánea utiliza materiales como el hormigón,


el acero y el vidrio, así como la piedra natural y la madera sin
tratamiento, para acabados más rústicos. Algunos de sus más
grandes exponentes son Frank Gehry, Zaha Hadid y Norman
Foster.

Arquitectura moderna
La arquitectura moderna surgió en el siglo XX, entre el final del
Neoclasicismo y la llegada del Art Nouveau y el Art Decó, con la
Escuela de Bauhaus para consolidarse en el Congreso Internacional
de Arquitectura Moderna en 1928.

La experimentación, la ruptura de principios arquitectónicos del


pasado, el uso de la geometría y el uso de paletas neutras forman
parte de esta corriente. Los arquitectos utilizaron las nuevas técnicas
constructivas con hormigón, acero, cristal y madera, siendo algunos
de los máximos exponentes Le Corbusier, Frank Lloyd Wright y
Ludwig Mies van der Rohe.

Catedral de San Vito, en Praga, un ejemplo de arquitectura gótica.


Getty Images
Arquitectura gótica
La arquitectura gótica se desarrolló durante los siglos XII al XV de
la Edad Media, poniendo énfasis en la ligereza estructural y la
iluminación de las naves del interior del edificio, fundamentalmente
en catedrales, monasterios e iglesias.

La arquitectura gótica tuvo su origen en Francia y se difundió a


través de sus catedrales, a pesar de no tener la misma aceptación
en Inglaterra e Italia. Algunos elementos de este estilo son la altura,
la bóveda de crucería y al arco apuntado, como se aprecia en
la Catedral de San Vito en Praga y la Catedral de San Esteban en
Viena.

Arquitectura barroca
La arquitectura barroca floreció entre finales del siglo XVI y
mediados del XVIII en Italia y Francia, para luego expandirse en
Europa y América Latina. Inicialmente utilizada para expresar el
triunfo de la Iglesia Católica Romana sobre la Reforma Protestante,
este estilo se utilizó en palacios de regímenes absolutistas. El
estilo Rococó y Churrigueresco también surgieron en esta etapa.

La simetría de la arquitectura renacentista, columnas torcidas,


exagerada ornamentación, abundancia de ventanas y edificios
estructurados en amplias naves,** son algunas de las características
de este estilo, como se aprecia en la Plaza de San Pedro en Roma
y el Palacio de Versalles en París. Gian Lorenzo Bernini,
Domenico Fontana y Miguel Ángel son algunos de los máximos
exponentes.
La Iglesia La Madeleine en París, es una muestra de arquietctura neoclásica.
Getty Images

Arquitectura neoclásica
La arquitectura neoclásica surgió en Francia a mediados del siglo
XVIII, como una contrapropuesta al estilo barroco, con formas
generadas por los griegos y los romanos, a excepción de las
medidas del cuerpo, reinventadas por los franceses.

Las líneas rectas, menor contraste de volúmenes y ornamentación,


así como la simetría, los dinteles, columnas y frontones triangulares,
aparecen generalmente en los edificios neoclásicos, como el Museo
Nacional del Prado en Madrid y la Iglesia La Madeleine en París.
Arquitectura bizantina
La arquitectura bizantina se desarrolló alrededor de 395 cuando el
emperador itálico Teodosio I El Grande dividió el imperio romano y
Constantinopla surgió como capital del oriente. Este estilo es una
confluencia de estilos griegos, helenísticos, romanos y
orientales, que destaca en iglesias, capillas, mausoleos y
monasterios.

Los materiales más comunes fueron la piedra y el ladrillo, sin


embargo, el interior las edificaciones estaban cubiertas de mosaicos
con teselas, mármoles, cerámica vidriada y láminas de oro y plata.
La cúpula sobre pechinas, el arco de medio punto y la columna con
un capitel troncocónico son algunos de sus elementos, como se
aprecia en la Iglesia de Santa Sofía en Estambul, Turquía.

El Palazzo Ducale en Venecia es un ejemplo de arquitectura Renacentista.


Getty Images
Arquitectura renacentista
La arquitectura renacentista surgió en Italia en el siglo XV, al ser
el epicentro del Renacimiento. Su primera expresión arquitectónica
fue el domo de la Catedral de Florencia por Filipo Brunelleschi,
rompiendo con la arquitectura medieval.

Gracias a la invención de la imprenta, los tratados de León Battista


Alberti, Andrea Palladio y las ideas de Vitruvio, se convirtieron en la
biblia de los arquitectos de los siguientes 400 años. Los principios
matemáticos de la arquitectura y el planeamiento urbano fueron
esenciales en esta época, como se muestra en la Catedral de San
Pedro en El Vaticano y el Palazzo Ducale en Venecia. Donatello y
Miguel Angel fueron algunos de sus exponentes.

Arquitectura colonial
La arquitectura colonial surgió en el continente americano,
específicamente en América Latina, durante la época de la
Conquista española hasta la independencia de las colonias en el
siglo XIX.

Basado en el arte religioso, este tipo de arquitectura trazó el


urbanismo de las ciudades con inspiración romana, con plazas e
iglesias como punto de referencia. Aunque tuvo distintas etapas,
este estilo tuvo gran influencia del estilo barroco y el
plateresco, siendo la Catedral de Santo Domingo en República
Dominicana y los templos y conventos de órdenes religiosas en
México un ejemplo de ello.
Zona arqueológica de Chichen Itzá en Yucatán, ejemplo de la arquutectura prehispánica en México.
Getty Images

Arquitectura mexicana

Arquitectura prehispánica
La arquitectura prehispánica se refiere a las edificaciones de las
culturas precolombinas antes de la Conquista española. Estas
culturas dejaron un legado de un ingenio arquitectónico de hace casi
2,000 años.

La arquitectura prehispánica está estrechamente relacionada con


su cosmovisión, religión, geografía y mitología, siendo el edificio
que define este periodo el basamento para el templo, conocido como
pirámide.
Este tipo de construcción con perfecta simetría se caracteriza por el
uso del adobe y la piedra caliza, su forma y accesos de escaleras
para llegar a la cima, así como la decoración con esculturas talladas
en piedra. Las zonas arqueológicas de Teotihuacán y Chichén
Itzá, son grandes ejemplos de la arquitectura prehispánica.

El Papalote Museo del Niño se ha convertido en uno de los recintos más emblemáticos del
corazón de la Ciudad de México.
Jaime Navarro

Arquitectos mexicanos
Hablar de arquitectura mexicana implica conocer distintas corrientes
y etapas, sin embargo, existen arquitectos que han marcado
la arquitectura mexicana contemporánea. A continuación,
mencionamos algunos de los más destacados:
Luis Barragán Uno de los precursores de la arquitectura moderna,
Luis Barragán es el único mexicano que ha recibido el Premio
Pritzker de arquitectura en 1980. Gracias a su estilo minimalista,
algunas de sus obras más importantes son el Convento de las
Capuchinas Sacramentadas en Tlalpan, las Torres de Satélite y el
desarrollo ecuestre Los Clubes de San Cristóbal.

Juan Sordo Madaleno Aprendiz de Luis Barragán, Ricardo


Legorreta y José Villagrán García, este arquitecto es el autor de
obras como la Torre Anáhuac, el Hotel María Isabel, el Palacio de
Justicia, Plaza Universidad y Hotel Presidente InterContinental.

Ricardo Legorreta Las obras de Ricardo Legorreta se caracterizan


por el balance entre la arquitectura tradicional y contemporánea. El
manejo de las proporciones, colores radiantes y el carácter
monumental de sus edificaciones se muestran en el Hotel Camino
Real de la CDMX, el Palote-Museo del Niño y el Centro Nacional de
las Artes.

José Villagrán García Creador de varias teorías de la arquitectura


modernista, fue el autor de grandes obras como el Estadio Nacional
de la Ciudad de México. El Instituto Nacional de Cardiología, el
Rastro de la Ciudad de México y el Museo e Instituto Superior de
Arte en Ciudad Universitaria, son algunas de sus edificaciones.

Pedro Ramírez Vázquez Presidente del Colegio Nacional de


Arquitectos y presidente del Comité Organizador de los Juegos
Olímpicos de 1968, este arquitecto es el autor del Museo Nacional
de Antropología, el Estadio Azteca, la Nueva Basílica de Guadalupe
y el Palacio Legislativo de San Lázaro.

Juan O´Gorman O’ Gorman introdujo en México la arquitectura


funcionalista, siendo una de sus obras más destacadas la Casa
estudio Diego Rivera y Frida Kahlo, y el Museo Anahuacalli.
Además, participó en la realización de la Biblioteca Central de
Ciudad Universitaria.
Mario Pani Mario Pani fue promotor de la arquitectura funcionalista y
sus obras cuentan con un estilo internacional. Fue autor del proyecto
de la Unidad Habitacional Tlatelolco, Ciudad Universitaria y su torre
de Rectoría, el Conservatorio Nacional de Música y el Hotel Plaza
sobre Paseo de la Reforma.

El urbanismo es una disciplina complementaria a la arquitectura, ya que toma en cuenta la estructura de la


ciudades.
Getty Images
Arquitectura y urbanismo
Existe una relación estrecha entre la arquitectura y el
urbanismo, al ser disciplinas complementarias. Mientras que la
arquitectura se refiere al arte y la técnica de proyectar y construir
edificios para satisfacer las necesidades del ser humano, el
urbanismo se define como el estudio de la planificación y ordenación
de las ciudades y del territorio.

Dado que el urbanismo abarca todos los elementos de una ciudad


como las calles, las áreas verdes y el entorno urbano en general, un
buen proyecto de arquitectura debe hacer antes un estudio de
urbanismo para que las nuevas edificaciones revaloricen el lugar
donde serán construidas. De esta manera, no solo es posible tener
ciudades estéticamente bellas, sino que mejoren la calidad de vida
de sus habitantes.

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