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FICHA DE PERSONAJE

INFORMACIÓN BÁSICA
Nombre: Katsuo Goda
Género: Hombre
Edad: 42 años (En 1985)
Ocupación: Yakuza (Sicario, traficante de drogas, estafador)
Arquetipo: Coprotagonista

DESCRIPCIÓN FÍSICA
Complexión: A medio camino entre ectomorfo y mesomorfo, forma del tronco trapezoidal,
complexión atlética sin ser excesivamente musculoso, también es delgado, por lo que se
marcan mucho sus músculos..
Etnia: Asiática, de nacionalidad japonesa, sangre pura japonesa.
Marcas: Tiene 3 cicatrices en la cara, una gran cicatriz en el pectoral causada por arma blanca
y otra entre los pectorales por una cirugía de corazón, puñaladas en los costados, arañazos en
la espalda, cicatrices de operaciones en las piernas por una protesis de femur y colocación de
tornillos en las pelvis, heridas de balas…
Look: Normalmente suele peinar su cabello con cantidades ingentes de gomina hacia atrás,
pues es un peinado sencillo, rápido y práctico. Viste con una camisa burdeos de seda mal
abrochada, que deja al aire los tatuajes de sus pectorales, una chaqueta negra sin planchar y
holgada, pantalones rectos de vestir negros y mocasines brillantes y relucientes de color negro
también. Lleva en la muñeca izquierda un reloj Cartier plateado con un grabado, y un mechero
metálico altamente oxidado. Sus armas habituales son una katana negra y roja de herencia
familiar, una daga que guarda en los calzoncillos por la espalda y una Desert Eagle dorada muy
hortera por dentro de la chaqueta. Es racista con las personas, no con los lujos.
Expresión por defecto: Aparentemente es una persona amargada e infeliz, lo cual lo refleja
constantemente con su ceño fruncido y una leve muesca de asco y soberbia en la boca.
Otros datos: Mide 1.77 m., sus ojos son color miel, con destellos dorados y castaños, su
cabello es castaño oscuro, prácticamente negro y ondulado. Su piel es de un tono durazno
oscuro, por las horas que pasa bajo el sol de un lado para otro. Tiene los dientes amarillos,
torcidos, y además un colmillo de oro.

PERSONALIDAD
Temperamento: Es de temperamento colérico. Es irascible, independiente, dominante, de
emociones intensas. Tiene problemas de control de la ira, es maleducado, cortante, distante,
egoísta, acosador, materialista y derrochador entre otras muchas cosas. No suele mostrar
vulnerabilidad ante los demás, le cuesta mucho establecer vínculos emocionales con otras
personas, pero cuando lo hace, realmente se implica de forma profunda en la relación y
desarrolla un sentimiento de prole. Tiene un fondo noble, leal y protector con quienes ama
sinceramente, y serán prioridad por encima de cualquier otra cosa, junto con sus propios
intereses personales. No habrá cosa que le duela más que el hecho de que un ser querido lo
desprecie y humille. Por norma general, le molesta la compañía de los demás, huye de sus
problemas y traumas con adicciones y vicios varios. Además, odia la autoridad y las normas
impuestas.
Rarezas: Le dan miedo los escarabajos, en especial el rinoceronte y el asiático. No tiene
estudios, no puede mear si alguien lo mira y no puede estar en un asiento donde ha estado
alguien recientemente y está caliente. Siempre pone la caja de cigarros en el lado izquierdo de
las mesas, cada vez que bebe de un vaso, lo gira al posarlo sobre la mesa. Es racista,
xenófobo, machista, misógino, capacitista, le sacan de sus casillas los viejos, paralíticos y todo
aquello que lo entorpezca. Sin embargo, siente cierta compasión por los mestizos, a los que
trata de forma paternalista incluso, por haberse quedado “a medio camino de ser un japonés de
verdad.” Practica en secreto como sacar la pistola como los vaqueros de sus películas
favoritas.
Motivación: Proteger a su familia de las amenazas del mundo de la mafia.
Temor: Quedarse sin tabaco. Perder la audición, porque sería vulnerable a la hora de pelear y
no podría escuchar la voz de sus seres queridos. Sabe aplicar sus conocimientos de artes
marciales en las peleas callejeras.
Factor X: Es muy diestro con las pistolas y las espadas, su forma de conducir es temeraria pero
efectiva a la hora de perseguir o huir de la pasma. Tiene una amplia red de contactos que le
deben favores. Es buen negociador, sabe hacer chantaje y meter en enredos a personas que
realmente no tienen la culpa, además de ser manipulador.
Momentos clave en su evolución: El primer momento clave de su vida el suicidio de su madre
cuando tenía 15 años, por una gran depresión causada por las continuas infidelidades de su
marido y la responsabilidad de acarrear con la familia sola. Esto le arrebató a Katsuo la poca
inocencia que le quedaba y la única persona que lo trataba con dignidad. El segundo momento
clave fue el nacimiento de sus hijas en 1986, punto en el que comprendió que a veces la vida
decide darle una segunda oportunidad a los marginados, y que por primera vez en muchos
años sentía que había algo de belleza en la suya.
Debilidades: Tiene ceguera parcial del ojo izquierdo, por lo que se ayuda mucho de la audición
a la hora de luchar. No puede hablar de sus padres, en especial de su madre, ni soporta que le
echen en cara su alcoholismo, se enfada muchísimo cuando se lo dicen.
Fortalezas: A pesar de lo que puede parecer, es constante en su trabajo, no para hasta que su
víctima cae desangrada. También es perfeccionista, no se permite fallar en lo único que sabe
hacer y que le da sentido a su vida. Es una persona que se fija en los detalles, otra cosa es que
le interese usar esa información.

DETALLES
Intereses: Los coches europeos de lujo, las armas, el alcohol, la pornografia casera, las
carreras de caballos (es decir, apostar en ellas), ver combates de sumo y de perros, coleccionar
relojes de marca, las películas del salvaje oeste de los años 50 y 60, sobre todo las de Clint
Eastwood. Le gustan los bollos al vapor y las galletitas con formas de animales.
Vicios: Es sumamente alcohólico, adicto al tabaco y ludópata. Todas las mañanas desayuna un
cigarro y una buena copa de Jack Daniels con hielo, lleva haciéndolo desde que tenía 17 años
y será así hasta que muera. A veces está tan borracho, que confunde la colonia con alcohol y
se la bebe sin inmutarse. La adrenalina de apostar en cualquier cosa, el sexo, conducir rápido,
todas las actividades que llevan un riesgo implícito le ayudan a huir de sus verdaderos
problemas, incapaz de enfrentarlos hasta que tiene 43 años.
Preocupaciones: Le preocupa no tener dinero en la cuenta, por lo que muchas veces encadena
trabajos menores y chapuzas con tal de tener algo que derrochar, sin importarle siquiera si
tendrá para comer o vivir. Muchas veces las prostitutas se aprovechan de que es un manos
rotas para sacarle más pasta de la que corresponde. Tiene la idea conspiranoica de que los
americanos los van a invadir y les van a quitar sus costumbres ancestrales, terminarán lo que
empezaron en la II GM, pero después de conocer a la que será su esposa poco a poco bajará
la intensidad de su racismo.

TRASFONDO
Creencias: Es un hombre de ideales políticos muy de derechas y profundamente conservador,
nacionalista e imperialista incluso. Es homófobo, pero de esos que dicen “a mi me da igual,
mientras no los tenga cerca ni salgan en la tele. No me meto en la cama de nadie, pero que no
me contagien el sida ese.” Pasa tres kilos de rendirle culto a los ancestros, pero tiene un altar
discreto para su madre escondido en un armario. Ella es la única en el mundo que merece que
la recuerden.
Traumas: Viene de una familia desestructurada y abusiva, en el contexto de la posguerra en
Japón. Su padre es un maltratador, abusador, alcohólico y racista, y eso se lo inculcó a él
desde que era niño. Tampoco le permitió tener hobbies, ni disfrutar de aquellas cosas que le
gustaban como a cualquier niño/ adolescente. Se culpa constantemente del suicidio de su
madre, de que no fue lo suficiente buen hijo para ella, de que pudo haber evitado que la familia
se acabara de romper. Tiene un gran complejo de inferioridad con respecto a su hermano
gemelo, que le quitó el derecho del primogénito, la herencia familiar y a su prometida, al menos
desde su punto de vista.
Estilo de vida: Se levanta a la hora de comer, con resaca, después de haber estado toda la
noche de parranda en la discoteca (siempre de los últimos en irse), desayuna un buen copazo
y después mira si tiene algún recado en el mensáfono. Si es así, normalmente se tira todo el
día haciendo recados que otros no han sido capaces de completar, si no, se va de bar en bar
hasta que llega la noche, y vuelve a las discotecas del barrio rojo de Shinjuku, que es por
donde se mueve su clan. Y así en un bucle infinito de alcohol, drogas, y si está de buen humor,
o de mal humor, depende de como se mire, va a cualquier prostíbulo pasar un buen rato o
desquitarse con las trabajadoras del local. Alguna de las prostitutas lo conoce por ser un cliente
habitual, por desgracia. Busca cariño maternal y consuelo en ellas cuando está especialmente
borracho, y pone la cabeza en su regazo mientras le acarician el pelo y le dicen que lo
aprecian.

HISTORIA
Nació el 16 de julio de 1943 en Chiyoda, Tokio, junto con su hermano gemelo Kentaro. Ambos
tuvieron una infancia dura por culpa de la reconstrucción de la ciudad luego de la guerra, donde
la yakuza ayudó especialmente y comenzó a ganar prestigio y poder. Kentaro, al ser el mayor
debía cargar con la responsabilidad de ser el heredero de la familia Goda, mientras que Katsuo
intentaba ser un niño como los demás. No iba a la escuela ni al parque, no jugaba, no podía
leer ni ver películas. Su padre, el señor Hideyoshi, se encargó de minar su autoestima con
brutales palizas, y manipulaba a su hermano para que no pudieran entablar relación alguna.
Pasaron los años, y cuando tenían 11, nació Takeshi, el pequeño. Un niño que no debía haber
nacido, pero allí estaba, en medio de la gran crisis matrimonial de los Goda después de haber
descubierto Noriko, su madre, la primera infidelidad, con la hermana menor de un compañero
del clan. A partir de ahí, todo fue cuesta abajo. Katsuo despreciaba a su familia a excepción de
Noriko, la estimaba tanto que incluso la ayudaba con los recados, aunque fuera indigno para un
hombre. Cuando entró en la pubertad, resignado con su destino, realizó la prueba de iniciación
para pertenecer oficialmente a la Yakuza. Ahora era un “shatei”, un hermano menor, y no había
vuelta atrás. Precisamente, su primera cicatriz, la que le atraviesa la nariz, se la hizo su primera
víctima antes de morir. Más tarde, cuando estaba en plena adolescencia, sucedió lo que acabó
de romperlo por completo como ser humano. Encontraron a su madre colgada de un árbol, con
una nota en el bolsillo. Ahí confesaba los problemas mentales por los que había pasado, las
vejaciones y violencia que había soportado durante años, y el profundo odio y rencor que
sentía hacia un marido del que no se pudo divorciar. Hideyoshi la ordenó incinerar y no volvió a
casarse.
A los 17 años, conoció a Setsuko. Iba a bachillerato, ya que pertenecía a una familia de bien,
todos médicos y enfermeros. Ella quería estudiar medicina en la Universidad de Tokio,
pediatría. Aunque su relación comenzó tímidamente, a ella no pareció importarle que fuera un
delincuente. Más tarde, la relación salió a la luz, y sus padres no la aceptaron, pero Katsuo los
convenció, prometiendo que la cuidaría a cualquier precio y que le daría una buena vida. Pero
Setsuko era consciente de que no. Ya sabía que tenía un hermano mucho más prometedor que
él, por lo que empezó a verse con ambos en secreto. Lo que jamás se hubiera imaginado es
que Katsuo, 4 años después, le pediría matrimonio. Para ella, eso era una renuncia absoluta,
pues debía abandonar el mundo civilizado, renunciar a su familia, para convertirse a la mafia y
no volver a ser la misma nunca más. Y sin embargo, decidió seguirle el juego, porque a pesar
de todo, le tenía cierto cariño. Katsuo, meses después, descubrió a ambos manteniendo
relaciones mientras supuestamente él no estaba en casa. Montó en cólera, y no le dirigió la
palabra a ambos por muchos años, ni asistió a su boda, ni al nacimiento de sus hijos. Vió como
su hermano le acababa de arrebatar lo poco que le quedaba y se regocijaba en su desgracia
teniendo 3 hijos con aquella sucia y manipuladora arpía.
Pasaron 21 años. Un día, como otro cualquiera, iba de aquí para allá con su coche,
completando la mierda que los demás le dejaban a él. Estaba dispuesto a encender un cigarro,
cuando sintió algo pesado chocar contra el morro del coche. No era nada más ni nada menos
que una muchacha rubia, que más tarde descubriría que se trataba de Michelle Baker, una
estadounidense de 18 años que había logrado una beca deportiva para estudiar en Tokio. Casi
la mata por poner en peligro la integridad de su capó, y luego de matar a unos cuantos esbirros
de un clan enemigo, se volvería a topar con ella en su bar de confianza. A partir de ahí,
comenzó a interesarse en acostarse con ella, aunque no quería admitir que le parecía cuanto
menos curiosa, pues era la primera vez en mucho tiempo que alguien le hablaba sin miedo a
morir, con una abrupta sinceridad. Semanas más tarde, acabaron intimando, y como
consecuencia de ello, Michelle se quedó embarazada. De gemelas.

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