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El Meliorismo

El Meliorismo es la posición opuesta al pesimismo llamada también


optimismo relativo, que parte de la base de que aunque se acepte que en el
mundo las cosas andan mal, que los valores de mayor jerarquía, como
verdad, belleza, perfección, justicia y otros, no se den en los hechos,
siempre la vida presenta elementos que es posible y conveniente
desarrollar, y que peor sería aceptar las cosas como están. Esta tesis ha sido
desenvuelta con sagacidad por los autores norteamericanos, en especial el
sociólogo Lester Frank Ward, inventor del término, quien se expresa así:
«El optimismo puede decirse que es la tesis; el pesimismo la antítesis, y el
meliorismo la síntesis de la relación del hombre con el universo. El
optimista dice: no hagas nada, porque nada hay que hacer. El pesimista
dice: no hagas nada, porque nada se puede hacer. El meliorista dice: haz
algo, porque hay mucho que hacer y se puede hacer».

El meliorismo por su parte, nos señala y sugiere mantener una


conducta que apunte a tomar lo mejor de las ideas con el fin de hacer de
esta selección una síntesis superior, una suma sinérgica de ellas.
En masonería, el meliorismo consiste en que lo mejor de la
espiritualidad del iniciado sea lo que fluya hacia el medio en que éste se
encuentra, lo que también tiene una connotación axiológica, de valores, ya
que cuando decimos “lo mejor” se trata que emerja lo bueno, el bien
personal y el bien común.
Justamente la ceremonia de iniciación y la praxis masónica pretenden
estimular los sentimientos más nobles del iniciado, hacerlos emerger,
superlativizar los sentimientos de fraternidad, tolerancia, caridad, justicia,
etc., que en mi opinión no deben estar sujetos a consensos.
El hombre en la sociedad profana busca sin cesar sensaciones nuevas
y corre de una a otra, siendo su finalidad permanente la distracción,
haciéndose de esta manera imposible encontrar el camino del conocimiento
espiritual. La estimulación de los sentimientos nobles contrarrestan esta
situación y permiten al hombre tener la fuerza de conocer.

”el hombre cuyos sentimientos son nobles, puros, intensos y


profundos experimenta algo que no es capaz de experimentar otro
con sentimientos más pobres”.
Rudolf Steiner |

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