El inicio de las obras está documentado en 1401, bajo el reinado de Martí l’Humà y se atribuye su

concepción al maestro de obras Arnau Bargués, continuadas desde 1411 por el también maestro de
obras Guillem Abiell (2). El lugar elegido fue el barrio del Raval que desde la guerra con Castilla del 1357
quedó incluido en el nuevo recinto amurallado, junto a edificios como las Atarazanas, el monasterio de
Sant Pau del Camp y los entonces Hospitales de en Vilar, de Colón y el de Santa Margarita, que quedaron
protegidos. En el Raval, lugar de huertas y campos de cultivos, fue posible localizar la extensión idónea
para la ambiciosa empresa, una finca entre las calles del Carme y Hospital, calles estructuradores del
Raval que confluían (confluyen) junto a la puerta de Sant Antoni. El barrio del Raval debe en gran parte
su actual estructura urbana en la construcción del conjunto hospitalario.

El extraordinario conjunto gótico fue proyectado a partir de cuatro cuerpos de planta baja y piso
ordenados en torno a un gran patio, modelo de agrupación que nos recuerda las estructuras monásticas
erigidas alrededor de un claustro, imagen formal enfatizada por las galerías laterales del patio que lo
ordenan formal y funcionalmente a la manera de un claustro. El cuerpo meridional, el más cercano a la
calle Hospital, que debería haber cerrado el patio por el sur nunca fue construido (3), por lo que el
conjunto pasó a tener planta en forma de "U" abierta por el sur. La construcción del hospital se inició
por la planta baja del ala de levante, prosiguió por el resto de plantas bajas y por la segunda planta del
ala de levante. Acabada esta la construcción se ralentizó i la planta superior de la nave occidental no fue
terminada hasta el 1511. En los extremos de esta "U" fueron construidas en 1585 las escaleras
monumentales de acceso a la planta alta que aún hoy podemos contemplar, una a cada lado del
conjunto.

El Hospital fue ampliado hacia el sur con la adición de nuevos cuerpos como el que hoy (y por poco
tiempo) alberga la Escola Massana. En estos suelos antiguamente se ubicaba el antiguo hospital de
Colom, una de las instituciones que se integró al nuevo conjunto hospitalario, por lo que se
conservaron algunas de sus antiguas dependencias como la capilla gótica del hospital, hoy sala de
exposiciones conocida como "La Capella". Esta fue construida en 1444 sobre los restos de una
primera edificación románica y fue profundamente remodelada en el siglo XVIII, como evidencia su
fachada en la calle Hospital, inequívocamente barroca, decorada con una imagen alegórica de la
caridad obra de Pere Costa . No confundir con la puerta renacentista cercana de acceso al patio
construida en 1518 en la calle del Hospital, que cierra por el sur el recinto y de gran interés
compositivo.

Las ampliaciones hechas hacia el norte son posteriores, pero de no menor interés: entre los años
1.629 y 1.680 se construye la Casa de Convalecencia (actual sede del l'Institut d'Estudis Catalans)
del que debemos destacar su extraordinario patio, una de las obras maestras del barroco civil
catalán en nuestra ciudad conjuntamente con el claustro barroco del convento de la Mercè (hoy
Capitanía General, 1637 hasta 1651) de dimensiones y factura similares, antecedentes del  Pati
Manning de l'antiga Casa de Caritat, de más modestas dimensiones y construido en el siglo XVIII.
Ante la Casa de Convalecencia, al este, se construyó entre los años 1760 y 1764 el Colegio de
Cirugía (actual Academia de Medicina), obra del arquitecto Ventura Rodríguez. Otros edificios
fueron construidos en los siglos XVII y XVIII en el suroeste (Sant Joan i Sant Josep Oriol, que se
mantienen, mientras que los cuerpos en la calle de las Egipcíaques fueron derribados
recientemente). Los edificios destinados a enfermerías situados al este con fachada a la plaza de la
Gardunya son del siglo XVIII y principios de XIX. Hoy acogen mayoritariamente dependencias de la
Biblioteca de Catalunya.

Una vez sustituido el conjunto hospitalario de la Santa Cruz por el de Sant Pau en el nuevo recinto
del Eixample, con el advenimiento de la república se busca un nuevo destino para los edificios. Con
el traslado el Ayuntamiento había adquirido su propiedad, y pactó con la Diputación la cesión de
gran parte de los espacios a cambio de la financiación de las obras de rehabilitación de todo el
conjunto. De este pacto nació la nueva sede de la Biblioteca de Cataluña, creada en 1907 como
biblioteca del Institut d'Estudis Catalans, en ese momento ubicada en el Palau de la Generalitat. Las
obras de rehabilitación del conjunto fueron encargadas al arquitecto Adolf Florensa, que finalizó en
1939, año de inauguración de la Biblioteca de Catalunya.

La última de las intervenciones se llevó a cabo en 1998 con la construcción de un edificio anexo de
cuatro plantas en la calle de Egipcíaques, destinado a servicios, al que se llega desde el vestíbulo
de la planta noble de la biblioteca por el llamado puente de cristal, así como la construcción de
varios almacenes subterráneos situados bajo el nuevo jardín urbanizado frente a esta calle. Hoy en
día todos los usos a que se destinan los diferentes edificios que conforman la primitiva "U" son de
equipamiento cultural: La Biblioteca de Catalunya ocupa las tres alas de las plantas altas y los
correspondientes accesos y servicios en la planta baja, donde también se ubican la Biblioteca Sant
Pau y Santa Creu del Ayuntamiento de Barcelona, y desde 2006 el espacio escénico destinado de
manera intermitente a representaciones teatrales del grupo residente la Perla 29.