— ¡Buenas tardes Benito! Hace mucho tiempo que no te veía.

— Sí, lo sé. Pero es que esto de la presidencia no es un trabajo fácil.

— Es verdad. Oye, ¿Cómo era que llegaste a ser presidente?
— Pues todo empezó con mi antecesor: Félix Zuloaga, que se rebeló contra el
gobierno liberal mediante plan de Tacubaya que después guía a la constitución
para elaborar una nueva el principal motivo de este conflicto fue que el grupo
conservador la iglesia católica y gran parte del ejército rechazaban la constitución
porque afectaba a sus fueros y propiedades. Por ello los conservadores lucharon
para defender sus privilegios y los de la iglesia. Por otro lado los liberales
defendían el cumplimiento de la constitución.
— Tengo un tío que era liberal, ellos pretendían que en México se estableciera una
república democrática, libre de la influencia de la iglesia la cual se conformaría de
tres poderes legislativo ejecutivo y judicial.
— Así es, mientras que los conservadores creían que una monarquía constitucional
era lo mejor para el país la cual gobernaría.
— Bueno, y a todo esto ¿cómo fue que se llamaba la guerra?
— La guerra de reforma también llamada guerra de los tres años, y se inició en 1858
cuando Félix Zuloaga se rebeló y dividió a la población en dos bandos durante la
lucha ambos ejércitos recurrieron al reclutamiento forzoso para hacer cada vez
grandes.
— Esta lucha fue la más brutal de todas, las guerras que el país vivió durante el siglo
19.
— Así es. Pero bueno, el punto era que como la guerra era inevitable entre liberales y
conservadores, el presidente Ignacio Comonfort se vio obligado a dejar el país de
acuerdo con lo establecido en la constitución y lo sustituí. Finalmente los liberales
vencieron y en 1861 hice mi entrada triunfal a la Ciudad de México para establecer
su gobierno y promulgué las llamadas leyes de reforma con el propósito de limitar
aún más la influencia de la iglesia católica.
— Esas me las sé, son 4, ¿No?:

•Las propiedades de la iglesia pasarían a ser bienes de la nación.

• Los nacimientos, matrimonios y muertes sólo podrían reconocerlos el registro civil.

• El gobierno administra hospitales, cementerios y establecimientos de beneficencia

• Si la intervención de la iglesia establecía la libertad de culto la cual garantizaba que cada

persona pudiera elegir su religión

— Es correcto. Fue un placer haber hablado contigo, pero me tengo que ir. ¡Te veo
después!