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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL


“RÓMULO GALLEGOS”
AREA DE POSTGRADO
ESPECIALIZACIÓN EN CIENCIAS PENALES Y CRIMINOLÓGICAS

FACTORES QUE INCIDEN EN MEJORAS DE LA SEGURIDAD


CIUDADANA PARA LA CONVIVENCIA Y LA PAZ SOCIAL
EN EL MUNICIPIO PIAR DEL ESTADO BOLÍVAR.

Trabajo Presentado como Requisito para Optar al título de


Especialista en Ciencias Penales y Criminológicas.

Autor:
Abg. Ennis Rafael Maurera
Tutor: Abg. Emiliano Ibarra.

San Juan de los Morros, junio 2021


ii

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA


UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL
“RÓMULO GALLEGOS”
AREA DE POSTGRADO
ESPECIALIZACIÓN EN CIENCIAS PENALES Y CRIMINOLÓGICAS

FACTORES QUE INCIDEN EN MEJORAS DE LA SEGURIDAD


CIUDADANA PARA LA CONVIVENCIA Y LA PAZ SOCIAL
EN EL MUNICIPIO PIAR DEL ESTADO BOLÍVAR.

Trabajo Presentado como Requisito para Optar al título de


Especialista en Ciencias Penales y Criminológicas.

Autor:
Abg. Ennis Rafael Maurera
Tutor: Abg. Emiliano Ibarra.

San Juan de los Morros, junio 2021


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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA


UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL
“RÓMULO GALLEGOS”
AREA DE POSTGRADO
ESPECIALIZACIÓN EN CIENCIAS PENALES Y CRIMINOLÓGICAS

Ciudadano(a):
Coordinador(a) y demás miembros
De la Comisión Técnica de Trabajo
De Grado de Especialista
Universidad Rómulo Gallegos
Su Despacho.
APROBACIÓN DEL TUTOR

Por la presente, hago constar que he leído el Proyecto del Trabajo de Grado,
presentado por ciudadano Ennis Maurera, Titular de la Cedula de Identidad
12052623 aspirante a optar al Grado de Especialista en Ciencias Penales y
Criminológicas, Mención que otorga la Universidad Nacional Experimental de los
Llanos Rómulo, y cuyo titilo es: FACTORES QUE INCIDEN EN MEJORAS DE
LA SEGURIDAD CIUDADANA PARA LA CONVIVENCIA Y LA PAZ
SOCIAL EL MUNICIPIO PIAR DEL ESTADO BOLÍVAR. Considero que dicho
trabajo de Grado, reúne los requisitos y méritos suficientes para ser sometido a la
presentación pública y evaluación por parte del Jurado Examinador que se designe.
En la Ciudad de_____________________________, a los___________del mes
de_____________ de ______________.

____________________
Abg. Emiliano Ibarra
C.I.4982331
Teléfono: 0414-4865092
Dirección de Correo:
iv

Emilianoibarra240@gmail.com
DEDICATORIA

A Dios, para que los hijos de esta Patria

Sean como árboles en su juventud y

Se empinen frente a la adversidad.

A mi Madre (Delvalle Maurera) que Dios

Me la siga

Bendiciendo con vida y salud.

A mi Padre, (+) por ser un ejemplo de trabajo.

Que Dios lo tenga en la Gloria…

A mi Esposa, por su dedicación y tolerancia.

A mis Hijos, porque su vida sea dedicada

A exaltar los mejores valores.


v

RECONOCIMIENTO

De forma muy especial quiero agradecer la colaboración, de aquellos


seres que sumaron esfuerzos incondicionales, a saber: 
 
A la Universidad Nacional Experimental “Rómulo Gallegos”, fuente
de motivación, trabajo, constancia, experiencia, por brindarme la oportunidad
de crecer aún más como profesional y persona.  
 
A mi Tutor de Contenido, Dr. Emiliano Ibarra, por su mística y
disposición de contribuir con el enriquecimiento de este trabajo.  
 
A mi Tutor Metodológico, Profesora Rosa Melania Méndez por su
invalorable aporte, su orientación fue trascendente para adecuar el trabajo a
las normas metodológicas.  
 
A todos mis Profesores, quienes ejecutaron una labor imperecedera,
por los conocimientos y valores transmitidos. 
 
A mis Amigos y Compañeros, por su apoyo moral y respaldo
incondicional durante el tiempo de duración de la Especialización. 
 
 
 
A todos ustedes, ¡Gracias! 
vi

INDICE GENERAL

PP.
LISTA DE CUADROS..........................................................................................vii
LISTA DE GRÁFICOS.........................................................................................ix
RESUMEN..............................................................................................................xi
INTRODUCCIÓN................................................................................................... 1

CAPÍTULO

I. EL PROBLEMA......................................................................................... 4
Planteamiento del problema......................................................................... 4
Objetivos de la Investigación....................................................................... 9
Justificación del estudio............................................................................... 9

II MARCO TEORICO................................................................................... 11
Antecedentes de la investigación................................................................. 11
Bases Teóricas.............................................................................................. 18
Bases Legales............................................................................................. 100
Operacionalización de las variables............................................................108

III MARCO METODOLOGICO..................................................................110


Tipo de Investigación..................................................................................110
Diseño de la Investigación..........................................................................111
Población y muestra....................................................................................111
Técnicas e instrumentos de recolección de datos......................................113
Validez y confiabilidad...............................................................................114
Técnica de análisis de datos........................................................................116
Limitaciones del estudio.............................................................................116

IV ANALISIS Y PRESENTACION DE RESULTADOS............................118

V CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES..........................................137
Conclusiones...............................................................................................137
Recomendaciones........................................................................................140

REFERENCIAS....................................................................................................142
ANEXOS ...............................................................................................................145
vii

CURRICULUM VITAE......................................................................................154

LISTA DE CUADROS

CUADRO P.p

1-Operacionalización variable……………………………………………………...108
2-Escala del Coeficiente de Confiabilidad..............................................................115
3- Distribución porcentual de las respuestas emitidas por la muestra
Seleccionada con respecto al ítem 1. Dimensión: Protección Integral.
Indicador: Protección Ciudadana. 118
4- Distribución porcentual de las respuestas emitidas por la muestra
Seleccionada con respecto al ítem 2. Dimensión: Protección Ciudadana.
Indicador: Espacios públicos. 119
5- Distribución porcentual de las respuestas emitidas por la muestra
Seleccionada con respecto al ítem 3. Dimensión: Protección Ciudadana.
Indicador: Seguridad Ciudadana. 120
6- Distribución porcentual de las respuestas emitidas por la muestra
Seleccionada con respecto al ítem 4. Dimensión: Protección Ciudadana.
Indicador: Organismos de seguridad. 121
7- Distribución porcentual de las respuestas emitidas por la muestra
Seleccionada con respecto al ítem 5. Dimensión: Protección Ciudadana.
Indicador: Violencia e inseguridad. 122
8- Distribución porcentual de las respuestas emitidas por la muestra
Seleccionada con respecto al ítem 6. Dimensión: Violencia
Indicador: Violencia física. 123
9-Distribución porcentual de las respuestas emitidas por la muestra
Seleccionada con respecto al ítem 7. Dimensión: Violencia
Indicador: Violencia psicológica. 124
10-Distribución porcentual de las respuestas emitidas por la muestra
Seleccionada con respecto al ítem 8. Dimensión: Violencia
Indicador: Agresión. 125
11-Distribución porcentual de las respuestas emitidas por la muestra
Seleccionada con respecto al ítem 9. Dimensión: Violencia
Indicador: Agresión. 126
12-Distribución porcentual de las respuestas emitidas por la muestra
Seleccionada con respecto al ítem 10. Dimensión: Espacios públicos
Indicador: Inseguridad ciudadana. 127
13-Distribución promedio de las repuestas emitidas por la muestra
Seleccionada con respecto al ítem 11. Dimensión: Espacios públicos.
Indicador: Personal policial. 128
14-Distribución porcentual de las respuestas emitidas por la muestra
Seleccionada con respecto al ítem 12. Dimensión: Espacios públicos.
Indicador: Personal policial. 129
viii

15-Distribución porcentual de las respuestas emitidas por la muestra


Seleccionada con respecto al ítem 13. Dimensión: Espacios públicos.
Indicador: Vigilancia permanente. 130
16-Distribución porcentual de las respuestas emitidas por la muestra
Seleccionada con respecto al ítem 14. Dimensión: Valores humanos.
Indicador: Respeto y solidaridad. 131
17-Distribución porcentual de las respuestas emitidas por la muestra
Seleccionada con respecto al ítem 15. Dimensión: Valores humanos.
Indicador: Convivencia social. 132
18-Distribución porcentual de las respuestas emitidas por la muestra
Seleccionada con respecto al ítem 16. Dimensión: Valores humanos.
Indicador: Convivencia social. 133
19-Distribución porcentual de las respuestas emitidas por la muestra
Seleccionada con respecto al ítem 17. Dimensión: Valores humanos.
Indicador: Convivencia social. 134
20-Distribución porcentual de las respuestas emitidas por la muestra
Seleccionada con respecto al ítem 18. Dimensión: Valores humanos.
Indicador: Convivencia social. 135
21-Distribución porcentual de las respuestas emitidas por la muestra
Seleccionada con respecto al ítem 19. Dimensión: Valores humanos.
Indicador: Convivencia social. 136
ix

LISTA DE GRAFICOS

GRAFICO P.p
1- Distribución promedio de las respuestas emitidas por la muestra
Seleccionada con respecto al ítem 1. Dimensión: Protección Integral.
Indicador: Protección Ciudadana. 118
2- Distribución promedio de las respuestas emitidas por la muestra
Seleccionada con respecto al ítem 2. Dimensión: Protección Ciudadana.
Indicador: Espacios públicos. 119
3- Distribución promedio de las respuestas emitidas por la muestra
Seleccionada con respecto al ítem 3. Dimensión: Protección Ciudadana.
Indicador: Seguridad Ciudadana. 120
4- Distribución promedio de las respuestas emitidas por la muestra
Seleccionada con respecto al ítem 4. Dimensión: Protección Ciudadana.
Indicador: Organismos de seguridad. 121
5- Distribución promedio de las respuestas emitidas por la muestra
Seleccionada con respecto al ítem 5. Dimensión: Protección Ciudadana.
Indicador: Violencia e inseguridad. 122
6- Distribución promedio de las respuestas emitidas por la muestra
Seleccionada con respecto al ítem 6. Dimensión: Violencia
Indicador: Violencia física. 123
7-Distribución promedio de las respuestas emitidas por la muestra
Seleccionada con respecto al ítem 7. Dimensión: Violencia
Indicador: Violencia psicológica. 124
8-Distribución promedio de las respuestas emitidas por la muestra
Seleccionada con respecto al ítem 8. Dimensión: Violencia
Indicador: Agresión. 125
9-Distribución promedio de las respuestas emitidas por la muestra
Seleccionada con respecto al ítem 9. Dimensión: Violencia
Indicador: Agresión. 126
10- Distribución promedio de las respuestas emitidas por la muestra
Seleccionada con respecto al ítem 10. Dimensión: Espacios públicos
Indicador: Inseguridad ciudadana. 127
11- Distribución promedio de las repuestas emitidas por la muestra
Seleccionada con respecto al ítem 11. Dimensión: Espacios públicos.
Indicador: Personal policial. 128
12-Distribución promedio de las respuestas emitidas por la muestra
Seleccionada con respecto al ítem 12. Dimensión: Espacios públicos.
Indicador: Personal policial. 129
13-Distribución promedio de las respuestas emitidas por la muestra
Seleccionada con respecto al ítem 13. Dimensión: Espacios públicos.
x

Indicador: Vigilancia permanente. 130


14-Distribución promedio de las respuestas emitidas por la muestra
Seleccionada con respecto al ítem 14. Dimensión: Valores humanos.
Indicador: Respeto y solidaridad. 131
15-Distribución promedio de las respuestas emitidas por la muestra
Seleccionada con respecto al ítem 15. Dimensión: Valores humanos.
Indicador: Convivencia social. 132
16-Distribución promedio de las respuestas emitidas por la muestra
Seleccionada con respecto al ítem 16. Dimensión: Valores humanos.
Indicador: Convivencia social. 133
17-Distribución porcentual de las respuestas emitidas por la muestra
Seleccionada con respecto al ítem 17. Dimensión: Valores humanos.
Indicador: Convivencia social. 134
18-Distribución porcentual de las respuestas emitidas por la muestra
Seleccionada con respecto al ítem 18. Dimensión: Valores humanos.
Indicador: Convivencia social. 135
19-Distribución porcentual de las respuestas emitidas por la muestra
Seleccionada con respecto al ítem 19. Dimensión: Valores humanos.
Indicador: Convivencia social. 136
xi

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA


UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL
“RÓMULO GALLEGOS”
AREA DE POSTGRADO

FACTORES QUE INCIDEN EN MEJORAS DE LA SEGURIDAD


CIUDADANA PARA LA CONVIVENCIA Y LA PAZ SOCIAL
EN EL MUNICIPIO PIAR DEL ESTADO BOLÍVAR.

Autor: Ennis Maurera


Tutor: Abg. Emiliano Ibarra
Año:2021
RESUMEN
La investigación tiene como objetivo, realizar una descripción de los factores que
inciden en el mejoramiento de la Seguridad Ciudadana para la convivencia y la paz
social en el municipio Piar del estado Bolívar. De las principales tendencias en
materia de prevención situacional desde el campo de acción del gobierno local en la
promoción del espacio público seguro. Mediante la identificación de factores
situacionales que influyan de manera positiva en el mejoramiento de la seguridad
ciudadana y con ello fomentar la convivencia y paz social en el municipio Piar del
estado Bolívar; también se sustentó bajo las premisas de la Constitución de la
República. Este estudio se enmarcó en una investigación de campo de tipo
descriptiva. La población está conformada por cien (100) personas entrevistadas en
uno de los lugares públicos de mayor afluencia de transeúntes como lo es la Plaza
Bolívar, ubicada en el Casco Central de la Ciudad. La muestra seleccionada es el 10%
de la población. Los datos se recolectaron a través de técnica de la Encuesta y como
instrumento se empleó un cuestionario constituido de diecinueve (19) ítems con
alternativas de respuestas dicotómicas SI-No. La validez se hizo a través de expertos
y la confiabilidad mediante la aplicación del Coeficiente de Kuder Richardson
(Kr20), el cual arrojó como resultado 0.8. Para analizar los datos, se aplicó la
estadística descriptiva mediante la presentación de cuadros y gráficos circulares a
través del análisis estadístico de frecuencia y porcentaje por ítems. Los resultados
indican que se debe vigorizar la seguridad ciudadana para garantizar condiciones de
calidad y seguridad para el uso y disfrute de todos los grupos poblacionales. En
sentido contrario, si los espacios se encuentran en situación de abandono físico y
social, y generan sensaciones de inseguridad. Todo esto enmarcado bajo la Línea de
Investigación Sociología criminal.
xii

Palabras claves. Seguridad Ciudadana, delincuencia, Inseguridad, Convivencia, Paz


social.
1

INTRODUCCION

La seguridad ciudadana es una de las principales preocupaciones de la población


en América Latina, y es un obstáculo para el desarrollo humano sostenible, que se
basa en la ampliación de las opciones de vida y la libertad efectiva de las personas,
independientemente de sus circunstancias, por lo que la seguridad ciudadana es un
componente consustancial a toda estrategia de desarrollo. Al respecto el Estado
Venezolano, se ha comprometido en la adopción de un proyecto de nación que busca
promover el desarrollo integral del país, en lo social y en lo económico que se
sustenta en una planeación estratégica e involucra la participación activa de los
Poderes y las organizaciones en un contexto incluyente y participativo, procurando
que la población disfrute en un nivel acorde con sus expectativas de una vida digna,
segura y saludable que mejore en cada generación y que garantice el bienestar futuro,
todo ello en un ambiente de paz, protección de la vida y los bienes, sana convivencia,
respeto por los derechos humanos y sostenibilidad de los recursos naturales.
Sin embargo, históricamente, Venezuela no ha contado con un modelo de
seguridad formulado para atender las demandas individuales y sociales de protección
de los derechos vulnerables ante la violencia delictiva. Tampoco el tema de seguridad
era tratado como tal en las agendas de las políticas públicas del área, hasta que en la
década de los noventa se comienza a promover una Legislación sobre seguridad
ciudadana, en consonancia con la elevación de las tasas delictivas, una situación socio
económica y política expresiva de dificultades, y una tendencia regional que le da
cada vez mayor importancia al tema. Pasada esta década, esta legislación, como
marco jurídico de la seguridad no se dictó, aunque en el 2001 si se promulgó una
legislación sobre coordinación de seguridad ciudadana, cuya caracterización se ha
abordado en otro espacio.
2

En la Constitución de 1999, si se recoge la tendencia regional y el posicionamiento


del tema de seguridad ciudadana, de tal modo que en su texto por primera vez se
introduce tangencialmente esta noción y se dan algunas pautas para su desarrollo.
Igualmente, en El Plan de desarrollo Económico y social 2001-2007, que soporta el
desarrollo humano sustentable a través de cinco equilibrios básicos: Internacional,
político, social, territorial y económico, se recoge como parte de sus ejes dentro del
equilibrio social la cuestión de la seguridad ciudadana. Sin embargo, en el Plan de la
Patria 2019-2025, se plantean políticas y programas de seguridad ciudadana, con la
intención de proteger a las comunidades y que el pueblo disfrute de una sana
convivencia, libre y seguro en los espacios donde desarrolle sus actividades.

Por consiguiente, la Seguridad Ciudadana es la acción integrada que desarrolla


el Estado, con la colaboración de la ciudadanía y de otras organizaciones de interés
público, destinada a asegurar su convivencia y desarrollo pacífico, la erradicación de
la violencia, la utilización pacífica y ordenada de vías y de espacios públicos y, en
general, evitar la comisión de delitos y faltas contra las personas y sus bienes. Es por
eso que, en este estudio se resalta la importancia de los factores que inciden en
mejoras de la seguridad ciudadana, con la intención de afianzar la sana convivencia y
la paz, las cuales son valores imprescindibles en la sociedad, para crear espacios en
las comunidades confiables, libres, seguros.

El estudio consistirá en una investigación tipo descriptivo, sustentada en un diseño


de campo que tiene como propósito diagnosticar los factores que inciden en el
mejoramiento de la seguridad ciudadana en el municipio Piar del estado Bolívar. Este
propósito arroja, algunos objetivos específicos que se desean alcanzar para lograr la
meta de diseñar la propuesta principal. Con el hecho que son preocupante los
problemas que resultan de esos factores situacionales que inciden en la convivencia y
paz social en este Municipio.
La Investigación está estructurada en V capítulos, los cuales se describen de
acuerdo a la Investigación en el Capítulo I, el planteamiento del problema, la
justificación de la Investigación, los objetivos para lograr el fin que se persigue;
3

general y específicos. El Capítulo II estructurado por el marco teórico en el cual están


los antecedentes relacionados al tema, las bases teóricas que constituyen los
conceptos básicos de las variables en estudio, la fundamentación teórica de aquellos
enfoques o corrientes desarrolladas por autores sobre el tema tratado en la
Investigación. Además, la sustentación de documentos legales o bases legales.

El Capítulo III contiene el marco metodológico el cual contiene el tipo y diseño de


Investigación, nivel de la investigación, población y muestra, la validación y
confiabilidad técnicas e instrumentos para la recolección de datos, el análisis de los
Resultados. El capítulo IV constituye el análisis e interpretación de los resultados,
donde se describen cada uno de las variables en estudios con sus respetivos ítems.

El Capítulo V proporciona las conclusiones y recomendaciones al problema de


Investigación, además se evidencian las referencias bibliográficas utilizadas en el
trabajo y anexos.
CAPITULO I

EL PROBLEMA

Planteamiento del Problema

El espacio público es el espacio de apropiación social por excelencia para el


ejercicio democrático, donde se articula la continuidad de la experiencia urbana a
través del encuentro, el intercambio y la participación, facilitando las transacciones
sociales.  Estas cualidades de articulación, si bien consiguen fomentar la equidad, la
movilidad y la accesibilidad, se ven amenazadas por el creciente fenómeno de la
violencia y la inseguridad. Más allá de los datos de victimización, la simple
percepción de inseguridad tiene un impacto importante sobre el buen desempeño de
la institucionalidad pública. Para los gobiernos locales de nuestra región, esto se
traduce en una mayor dificultad para gestionar los espacios colectivos que posibilitan
la interacción ciudadana.

En tal sentido, la ciudad constituye el espacio público que integra aspectos físicos,
territoriales y funcionales en estrecha conexión con las relaciones sociales que son
construidas mediante la sociabilidad, la expresión política, la articulación de las
voluntades colectivas y el conflicto. Esto permite la identificación de sus habitantes
con el otro y a la vez con su propio entorno, de modo que la ciudad, el espacio
público y la ciudadanía son elementos que están estrechamente relacionados.
En la actualidad el espacio público y los vínculos sociales se han visto afectados
por una serie de fenómenos tales como la exclusión social, la fragmentación urbana,
la pobreza estructural y significativamente, la emergencia de la violencia y la

4
5

delincuencia que en los últimos años ha alcanzado índices alarmantes.


Particularmente, estas dos últimas derivan en hechos de victimización y la instalación
del temor en la población que han afectado diversos aspectos de la vida cotidiana,
sobre todo en lo relativo a las relaciones sociales y la confianza en el entorno.
La configuración del espacio público -no solo en términos simbólicos, sino
también territoriales- es por antonomasia un espacio de interacción y encuentro para
la ciudadanía. El problema de la segregación espacial urbana, sumada a las crecientes
tasas de criminalidad comienzan a generar estigmas territoriales, es decir, zonas de la
ciudad en donde la probabilidad de ser víctima de delitos es mayor, debido al
abandono del espacio público, a su vulnerabilidad, al diseño urbano no adecuado que
favorece la acción delictual o al control que ejerce el delito sobre él, todo lo cual
deriva en riesgo y mayor percepción de temor.
Cadena et all (2018) en su artículo Factores determinantes de los Delitos de Mayor
Connotación Social en la Región Metropolitana de Chile, sostienen que “El ítem
seguridad pública (delincuencia, asaltos y robos), históricamente se encuentra entre
las principales inquietudes de las personas. Prueba de ello, es que según cifras de la
última encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP) de agosto de 2016, dicho
factor se ubica en el primer lugar de las preocupaciones que más afectan a la
ciudadanía chilena, con un 52%, seguida por salud y corrupción”. En el referido
artículo consideran además que la delincuencia, indudablemente ha sido un tema
prioritario al momento de discutir y diseñar las políticas públicas, todas las cuales
requieren información adecuada para su debida implementación.
En este sentido, la XI versión de la “Encuesta Nacional Urbana de Seguridad
Ciudadana” (ENUSC) realizada por el Instituto Nacional de Estadísticas de Chile
(INE) durante el año 2014, evidenció que el 25,0% de los hogares ha sido víctima de
algún delito durante los últimos doce meses. Por otro lado, los hogares victimizados
que denunciaron al menos un delito en los últimos doce meses representan un 40,4%
en 2014. Junto con la medición de victimización, la Encuesta Nacional Urbana de
Seguridad Ciudadana, mide la percepción de inseguridad y reacción frente al delito.
En esta dimensión, se observa que entre 2013-2014 la proporción de personas que
6

percibe que la delincuencia aumentó en el País durante los últimos doce meses se
incrementó en 8,9 puntos porcentuales entre ambos años.
Al mismo tiempo, la proporción de personas que creen que serán víctimas de
delito en los próximos doce meses aumentó en 5,5 puntos porcentuales. Al comparar
el período de enero a marzo del año 2015 respecto del mismo período del 2014, los
delitos de mayor connotación social a nivel nacional presentaron una disminución del
-1,8%, cuya frecuencia absoluta corresponde a una baja de 2.567 casos delictuales
durante el año 2015 respecto al 2014. No obstante, los delitos que presentan un
aumento importante durante este periodo son Otros Robos con Fuerza (8,2%), Robo
en Lugar No Habitado (6,6%) y Robo con Intimidación (3,4%). Las mayores bajas se
presentan en los delitos de Homicidio (-8,2%), Lesiones (-7,0%) y Robo por Sorpresa
(-6,1%).
Un estudio pionero es el desarrollado por Rivera, Núñez y Villavicencio (citado
por Cadena et all (2018); el cual está basado en datos regionales. En él se muestra que
los delitos con potenciales beneficios económicos, tales como robo, drogas y estafa,
tienen su origen principalmente en motivaciones económicas e incentivos negativos
tales como la misma fuerza policial. Por el contrario, delitos en los cuales hay
agresión física de por medio (violación, homicidio y violencia), responden
principalmente a factores de contexto y elementos ajenos a los incentivos
económicos. Respecto de los elementos de contexto físico, cierta evidencia indica que
las farmacias y paseos peatonales aumentan la probabilidad de delito en Chile. Le
siguen en importancia, lugares de comercio masivo y bancos.
Añes et all (2011) en su artículo “La política criminal en Venezuela. Especial
referencia a la conflictividad social en torno al delito de secuestro”, señalan: La
inseguridad en Venezuela, ha pasado de ser un sentimiento a una realidad innegable.
De acuerdo a las estadísticas oficiales publicadas por el Instituto Nacional de
Estadísticas (INE) en el año 1999 se registran 44 casos de secuestro, lo que representa
una tasa de 5.15 por cada 100.000 habitantes, mientras que en el 2006 se registraron
232 casos equivalentes a una tasa de 20.74 por cada 100.000 habitantes. El año 2009
terminó con una cifra sin precedentes en cuanto a los secuestros reportados en todo el
7

país. Datos aportados por la reciente Encuesta Nacional de Victimización y


Percepción de Seguridad Ciudadana 2009 (INE, 2010), computan una alarmante cifra
de 16.917 casos reportados en ese período.
Cedeño (2012) en su obra “Los factores de riesgo que promueven los altos índices
de criminalidad en la ciudad de Caracas: Breve diagnóstico y líneas de acción”.
Según el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas, durante el
período 2000 – 2011 han fallecido en el Área Metropolitana de Caracas (AMC)
30.825 ciudadanos, lo cual representa el 22% de los homicidios ocurridos en el país
en la última década y cerca del 1% del total de los habitantes de esta Área. Esta
situación se mantiene durante 2012, en donde se proyecta la ocurrencia de 3.973
asesinatos que ubicaría la tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes en 118
(cálculos propios basados en acumulado hasta octubre 2012).
Sostiene además que los contextos urbanos inseguros son otro de los muchos
factores que contribuyen a la criminalidad en la capital. Dependiendo del crimen, la
geografía cambia. Los homicidios se concentran en las zonas populares, pero así
también el grueso de la victimización de robos genéricos. La encuesta de
victimización nacional realizada por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) en el
2009, muestra este fenómeno claramente cuando 60% de los habitantes del Área
Metropolitana de Caracas, dicen sentirse inseguros en espacios públicos de sus
comunidades y fuera de ellas, y si se añade el transporte público, más del 80% de los
ciudadanos del mismo espacio sienten miedo cuando salen de sus casas.
 Roberto Briceño León, director del Observatorio Venezolano de Violencia
(OVV), presentó el informe anual de esa organización no gubernamental, para el año
2018, en el que se indica que el estado Bolívar ocupa el tercer lugar con mayor tasa
de muertes violentas en el País, por cada 100 mil habitantes, fallecen 107 personas. El
gobierno local tiene un rol relevante como entidad política responsable de la toma de
decisiones colectivamente vinculantes a nivel territorial, por lo cual le compete velar
por la integridad del espacio público en conjunto con las comunidades que en él
habitan. En este sentido, ante las demandas de la ciudadanía afectada por el delito y la
8

violencia, surge la necesidad de implementar medidas orientadas a su prevención y


control efectivos para permitir el desarrollo de una ciudad más segura e inclusiva.
En este orden de ideas, en donde la prevención situacional del delito constituye
una alternativa de intervención para la reducción de éste, en los espacios públicos
urbanos, debido a que permite establecer medidas que tienen como objetivo reducir la
victimización y con ello la percepción de temor. La ciudad de Upata, Municipio Piar,
ubicada hacia el sur del estado Bolívar, no escapa a esta realidad, toda vez que los
índices delictivos se incrementan cada día más. La delincuencia ha invadido todos los
espacios, ya no es seguro pasearse por las plazas, avenidas, centros comerciales,
canchas deportivas, parques; ni ningún otro sitio, donde las personas podían caminar
y pasear sin ser víctimas de actos delictivos.
En la actualidad el comercio cierra sus actividades a las 6:00pm., por temor a ser
víctimas de la delincuencia. Las plazas y parques se observan solos, ya no es seguro
caminar seguros por la ciudad. Estos espacios se observan solos, deteriorados, sin
alumbrado público; lo que contribuye de alguna manera a facilitar la comisión de
actos delictivos. Habría que preguntarse ¿A qué se debe que los espacios públicos de
la Ciudad de Upata municipio Piar del estado Bolívar se encuentren desolados?; ¿De
qué manera el abandono y la falta de mantenimiento de los espacios públicos influyen
en el incremento de la actividad delictiva; ¿Cuáles son esos factores situacionales que
pueden incidir en el mejoramiento de la seguridad ciudadana y con ello mejorar la
convivencia y la paz social dentro del Municipio Piar?
En función de lo anterior, el presente trabajo tiene como propósito realizar una
descripción de las principales tendencias en materia de prevención situacional desde
el campo de acción del gobierno local en la promoción del espacio público seguro.
Mediante la identificación de factores situacionales que influyan de manera positiva
en el mejoramiento de la seguridad ciudadana y con ello fomentar la convivencia y
paz social en el municipio Piar del estado Bolívar.
9

Objetivos de la investigación

Objetivo General
Diagnosticar los factores que inciden en el mejoramiento de la seguridad
ciudadana para la convivencia y la paz social en el municipio Piar del estado Bolívar.

Objetivos Específicos
Identificar las causas que afectan a que los espacios públicos de la Ciudad de
Upata Municipio Piar del Estado Bolívar se encuentren desolados.
Determinar de qué manera el abandono y la falta de mantenimiento de los espacios
públicos influye en el incremento de la actividad delictiva.
Describir los factores situacionales que pueden incidir en el mejoramiento de la
seguridad ciudadana y con ello mejorar la convivencia y la paz social dentro del
Municipio Piar.
Interpretar las teorías que sustentan la influencia de los factores situacionales en la
prevención del delito y fomento de la convivencia y la paz social.

Justificación de la Investigación

La seguridad constituye uno de los valores superiores de calidad de vida. El objeto


de la seguridad ciudadana, como función a cargo del Estado a través de los órganos
de seguridad radica en la protección de las personas frente a situaciones que
constituyan amenazas, vulnerabilidad o riesgos para su integridad física, sus 7
propiedades, el disfrute de sus derechos y el cumplimiento de sus deberes. Garantizar
la seguridad ciudadana es una función del estado que se ejerce en los ámbitos
Nacional, Estadal y Municipal. La preocupación demostrada por el Estado por
erradicar diversas causas y condiciones generadoras de delitos u otras
manifestaciones de conductas delictuales, se expresan de forma clara y palpable en la
10

implementación de un conjunto de políticas y misiones sociales aplicadas en los


últimos años. Esta investigación tiene como propósito principal determinar los
factores situacionales que inciden en el mejoramiento de la seguridad ciudadana en el
municipio Piar del estado Bolívar; todo ello en virtud, que en la actualidad existe una
tendencia a que los espacios públicos están siendo tomados por personas
inescrupulosas dedicadas a la actividad delictiva, motivado a que en su gran mayoría
se encuentran en franco deterioro; lo que conlleva a que la ciudadanía no tenga lugar
para el esparcimiento y la recreación de manera segura.
El estudio es pertinente, por cuanto la situación planteada es un problema que
afecta no solo a la población de Upata, sino a otros municipios del Estado, así como
al resto del País, puesto que no es un secreto que cada día más los índices delictivos
aumentan y que los espacios públicos son los lugares de mayor ocurrencia. Situación
que pone en grave peligro la seguridad ciudadana de sus pobladores, en consecuencia,
un incremento de los índices delictivos a nivel local, regional y nacional. De igual
manera, las políticas de seguridad ciudadana que pudiera implementar el gobierno
local que contribuirá a la disminución de índices delictivos en los espacios públicos y
con ello garantizar la seguridad ciudadana de los habitantes del municipio Piar.

La importancia de esta investigación radica en la necesaria recuperación de la


ciudad y sus espacios para el buen desarrollo de las actividades sociales, económicas;
ambientales y culturales, además de permitir una mejor calidad de vida para sus
habitantes y una oportunidad para fortalecer la seguridad y con ello la gobernabilidad
local. Es por ello, que se señala la necesidad fundamental de la conformación del
servicio de seguridad comunal, a los fines de brindar una respuesta novedosa a los
ciudadanos, atendiendo permanentemente las necesidades colectivas e individuales en
materia de seguridad ciudadana, mediante la prevención, disuasión y articulación de
estrategias institucionales y sociales comunales.
CAPITULO II

MARCO TEÓRICO

Antecedentes de la investigación

El marco teórico representa el grupo de teorías y conceptos que se utilizan para


formular y desarrollar un argumento, es decir, las ideas en que se fundamentará la
investigación. En tanto que la revisión de literatura se refiere a los estudios, artículos,
libros, publicaciones, entre otros a los que se recurre. En este capítulo se presentan las
bases teóricas que sustentarán la investigación, la cual quedó conformada por los
siguientes aspectos: Antecedentes, bases teóricas, legales y el glosario de términos.
Arias (2016) define el marco teórico o referencial como “El producto de la revisión
documental-bibliográfica, y consiste en una recopilación de ideas posturas de autores,
conceptos y definiciones, que sirven de base a la investigación por realizar” (p.106).
En tal sentido, la revisión bibliográfica arrojó como resultado la localización de
varios estudios cuya temática sitúa el problema y lo que se ha realizado en relación a
Seguridad Ciudadana para la convivencia y la paz social, iniciando con los
antecedentes que son los trabajos previos a la presente investigación y guardan
relación con el mismo, igualmente presenta las bases teóricas haciendo énfasis en
diversos autores que tratan el tema las bases legales que sustentan la investigación.
Por consiguiente, se describen a continuación:
Para Gabaldón (2007) en un trabajo titulado, Seguridad ciudadana, confianza
pública y policía en Venezuela, demostró en este estudio que: Las encuestas de
victimización y opinión pública muestran un incremento de los delitos violentos
y de la desconfianza en el sistema de justicia penal. El marco constitucional y
legal que se ha venido desarrollando desde 1999 enfatiza un concepto muy

11
12

amplio de seguridad, que incluye tutela amplia de derechos y satisfacción de


necesidades indefinidas. El plan piloto de seguridad ciudadana enfatiza la
vigilancia ostensiva y la disuasión mediante acciones de ocupación territorial
transitoria. La disminución de ocurrencias delictivas es dudosa. Se propone un
marco de reflexión e investigación incorporando criterios de transparencia y
participación que contribuyan a generar corresponsabilidad y a reducir la
violencia. Según esta misma encuesta de victimización, aunque la percepción
de seguridad, en general, supera a la percepción de inseguridad para las horas
del día, los estratos sociales más aventajados tienden a sentirse más seguros que
los menos aventajados. También los más aventajados declaran poseer en mayor
medida armas para su protección que los menos aventajados. Sin embargo, los
primeros creen más probable que los segundos que serán víctimas de un acto
delictivo próximamente y que el victimario podría ser un funcionario policial.

Las estadísticas oficiales, como es sabido, no reflejan con exactitud el alcance y


manifestaciones de la criminalidad real, aunque constituyen un indicador importante
de la activación del control social formal. Los datos arriba mencionados sugieren que,
mientras la delincuencia aumenta en términos cuantitativos y en gravedad, la
población se muestra insatisfecha y desconfiada frente al sistema de justicia. Los
grupos más pobres y desvalidos están mayormente expuestos a un conflicto entre el
incremento de la victimización delictiva y las respuestas frente al delito, en particular
por parte de la policía, que suponen incremento de la coacción con victimización
subsiguiente. Esta tensión pareciera ser difícil de resolver dentro del marco
puramente formal de la reglamentación legal.

Para Mendoza (2008) del Instituto de Urbanismo de la Universidad Central de


Venezuela, en su artículo “Seguridad ciudadana de los espacios públicos: iniciativas
comunitarias para mejorar la calidad de vida”, sostiene:
En la actualidad, podemos observar como el miedo a ser víctima del delito ha
llevado a que áreas consideradas públicas (calles de urbanizaciones) sean
cerradas por un grupo de personas, restringiendo, de esta manera, el libre
acceso por medio de vigilancia privada o barreras físicas. No obstante, también
se observa que lugares destinados a la recreación, al encuentro y al intercambio,
como plazas, calles y aceras, sufrieron una transformación en su uso, es decir,
dejaron de cumplir la función original para el cual fueron construidos. Algunas
de estas áreas dejaron de ser utilizadas por el deterioro, por la inseguridad que
sienten los usuarios (transeúnte y residentes cercanos) y posiblemente porque
están siendo ocupados para desarrollar otro tipo de actividades, dentro de las
13

que destaca el comercio informal. Estas transformaciones en el uso de los


espacios de la ciudad, llaman nuestra atención, y nos lleva a preguntarnos si la
pérdida o transformación de los espacios públicos se encuentra relacionada con
la (in)seguridad.

En este sentido, para la presente ponencia analizaremos como la inseguridad influye


en el uso de los espacios públicos, así como las formas de organización y
participación que tienen comunidades, que habitan los alrededores de estos lugares,
para buscar soluciones y alternativas a la problemática.
De esta experiencia podemos concluir que existen muchos elementos que
contribuyen al incremento del sentimiento de inseguridad, algunos se relacionan
con el auge delictivo, otros con el mantenimiento físico de los lugares y muchos
con ambos. Es importante destacar que la percepción de inseguridad influye en
uso de los espacios de la ciudad, sobre todo en aquellos que se encuentra
deteriorados o tomados por otros, para desarrollar distintas actividades. En el
caso de la economía informal podemos observar, al pasearnos por la ciudad,
que ha tomado gran parte de estos espacios. Sin embargo, vemos que la
población de San Pedro está creando soluciones viables en contraparte a las
situaciones surgidas. Igualmente, vemos que las autoridades municipales han
tomado medidas para retirar de los espacios públicos a los vendedores
informales. En el caso de los espacios para la recreación y el esparcimiento,
como plazas y parque visualizamos que tienen un uso diferente para el cual
fueron diseñados. Es decir, sirven como área donde pernoctar y realizar todo
tipo de actividades a lo que se suman las condiciones de deterioro que
presentan. En este sentido, se establece un vínculo entre el deterioro, la soledad
de las calles y el crimen, planteamiento que surge del enfoque de ventanas
rotas, en donde el deterioro urbano, la presencia de extraños se relaciona con el
crimen. Provocando un sentimiento de miedo, rechazo e inseguridad en los
habitantes.

Por lo anteriormente expuesto, se puede inferir que en efecto el deterioro de los


espacios públicos, aunado al cambio en la utilidad para lo cual fueron creados incide
en el incremento de la actividad delictiva, generando en la comunidad sentimientos de
inseguridad hacia el entorno.
García, F. (2009), tituló su trabajo especial de grado “EL Modelo de Policía
Comunal como Estrategia en la Seguridad Ciudadana”, Instituto de Altos Estudios de
la Defensa Nacional “Gran Mariscal De Ayacucho Antonio José De Sucre” para optar
al Grado de Magíster Scientiarum en Seguridad y Defensa de la Nación, en el cual su
14

objetivo principal consistió en formular una propuesta de un Modelo de Policía


Comunal como estrategia en la solución de problemas en materia de Seguridad
Ciudadana en las Comunidades. Cuya estrategia metodológica fue destinada a
materializar la concepción de democracia participativa, precepto constitucional que
permite a través del principio de la corresponsabilidad, incorporar la comunidad y la
institución policial garante del Estado moderno, en la prevención del delito, en
conjunción con otros Órganos de Seguridad Ciudadana.
Este trabajo se relaciona con el siguiente estudio, ya que presenta alternativas que
para mejoras la seguridad ciudadana para la convivencia y la paz social el municipio
Piar del estado Bolívar. En tal sentido, es necesario fortalecer los vínculos entre los
Cuerpos de Policía y las comunidades, de tal manera que se abarquen los principios
que tienen que ver con la organización, gestión, desempeño, coordinación,
cooperación, y acoplamiento de las policías dentro del marco de una acción
convergente para la realización de las políticas públicas de Seguridad Ciudadana y así
se pueda garantizar y asegurar la paz social, la convivencia, el ejercicio de los
derechos y el cumplimiento de la ley.
De Castro, L. (2009). Presentó un artículo titulado “Inseguridad Ciudadana un
Estudio en el Municipio Maracaibo del Estado Zulia”. Dicho artículo tiene el
propósito de ofrecer algunos elementos que contribuyan a explicar qué factores
inciden en la “sensación de inseguridad”, tiene el propósito de ofrecer algunos
elementos que contribuyan a explicar los factores que inciden en la sensación de
inseguridad que enfrentan las personas frente al delito y los efectos que provocan en
el comportamiento de los ciudadanos de una muestra de la población del Municipio
Maracaibo. Se utilizo una metodología de tipo descriptiva de campo, con un diseño
no experimental descriptivo. Se utilizó un muestreo no probabilístico accidental,
elaborando un cuestionario para la recolección de datos, validada por un grupo de
expertos y la confiabilidad fue obtenida a través del Kuder-Richarson obteniendo un
índice de 0,88. Quedando la muestra conformada por 852 personas, de las cuales 432
manifestaron no ser victimizadas y 420 victimizadas.
15

Por lo cual los resultados arrojaron que en ambos grupos hay presencia de
sensación de inseguridad. Encontrándose diferencias estadísticamente significativas
en relación a que existe mayor sensación de inseguridad en la población que ha sido
víctima de algún delito. La relación existente entre esta investigación y la que se está
realizando, es la inseguridad plasmada en actos delictivos tales como robo, hurto,
drogadicción, violencia domestica desorden público entre otros, los cuales juegan un
rol cotidiano que atentan contra los derechos de los ciudadanos que habitan en dicha
comunidad por tanto es menester realizar una investigación que aporte datos que
coadyuven a la prevención del delito, garantizando a su vez el buen desarrollo de la
convivencia y la paz en esta comunidad objeto de estudio.
Por otro lado, Gómez G. (2010), en su trabajo de grado Titulado: “Proyecto sobre
seguridad y participación ciudadana en la prevención y lucha contra el delito.
(IUPOLC) cuyo objetivo fundamental fue proponer un programa sobre seguridad y
participación ciudadana en la prevención y lucha contra el delito en el Sector El
Mijaú (La Victoria) Estado Aragua, el cual se fundamenta en la problemática que
tiene el sector y la seguridad ciudadana. La investigación se llevó a cabo en dicho
sector y en la Comandancia Policial del mismo. Para el trabajo en referencia se utilizó
una investigación de tipo descriptivo, de la cual se seleccionó una muestra
conformada por cuarenta (40) funcionarios de dicha Comandancia, esta fue
seleccionada a través del muestreo probabilístico estratificado al azar simple, a la cual
se le aplicó una encuesta.
El investigador concluyo que se debe organizar en las comunidades la
participación ciudadana en el desarrollo de programas y acciones que propicien
acercamiento entre la Policía y los servidores públicos, sociedad y planteles
educativos para elevar el nivel de instrucción de los mismos. Esta investigación tiene
relación con el estudio realizado ya que trata de una propuesta que involucra el ente
Policial y las Comunidades.
Aguilar (2014) realizó un trabajo para optar al título de Master en Curriculum
Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán, Tegucigalpa, Honduras,
titulado Las estrategias de seguridad ciudadana y su relación con el nivel de
16

participación de la comunidad, autoridades municipales y policiales: un estudio en el


municipio de Santa Bárbara. Cuyo propósito estuvo dirigido a analizar las estrategias
de seguridad ciudadana y su relación con el nivel de participación de la comunidad,
autoridades municipales y policiales, empleadas para garantizar la seguridad de los
habitantes. Para lo cual concluyó: La participación ciudadana, es un tema de interés
especialmente para los ciudadanos, sin embargo, existe poco interés por parte de la
ciudadanía en el tema de seguridad, por lo que las autoridades deben construir
programas cuyo fin sea informar de forma periódica, permanente a la comunidad; los
ciudadanos desconocen su responsabilidad como tales para involucrarse en la
búsqueda de alternativas de solución especialmente para el tema de Seguridad
Ciudadana.
En tal sentido, las autoridades municipales deben mostrar mayor interés en el
tratamiento de esta temática (seguridad ciudadana) y buscar la integración de los
ciudadanos a fin de plantear alternativas de solución y la implementación de los
respectivos programas que se crean desde el estamento central o municipal.
Es necesario que todos los actores sociales se integren en un solo equipo para
lograr el bien común de la comunidad, y desarrollar procesos de orientación y
educación hacia aquel sector de los ciudadanos que no están involucrados en las
actividades comunitarias, bajo el liderazgo de las autoridades municipales.
Al respecto, se tiene que efectivamente la participación de todos es de relevante
importancia para la prevención del delito, toda vez que las autoridades municipales
deben ejercer mayor liderazgo ante los demás actores sociales presentes en el
Municipio, integrando a los ciudadanos en primera instancia y luego los comercios,
instituciones educativas, entre otros; para lo cual deben actuar con transparencia,
rendición de cuentas de forma periódica, permitir las auditorías sociales, actuar con
respeto a las leyes de la República y consecuentemente lograr el desarrollo
comunitario.
Fomentar la creación de un Departamento de Relaciones Públicas Municipales,
con el objeto primordial de mantener una comunicación directa con los ciudadanos y
miembros de organizaciones no gubernamentales y sociedad en general; vínculo que
17

debe ser constante para informar a través de: conferencias de prensa, boletines
informativos, asistencia a reuniones comunitarias, visitas a barrios y demás
dependencias del municipio a fin de identificar las necesidades de seguridad en los
espacios públicos, así como presencia en medios de comunicación masiva (radio y
televisión).

Para Muggah (2014) del Instituto Universitario de Altos Estudios Internacionales


(The Gradúate Institute, Geneva (IHEID), publicó un artículo titulado “El auge de la
seguridad ciudadana en América Latina y el Caribe” arguyó que:

Las ciudades y los estados de América Latina y el Caribe están entre los más
violentos e inseguros del planeta. La tasa regional de homicidios es por lo
menos tres veces mayor a la media mundial y los ciudadanos registran una alta
sensación de inseguridad. Ocho de los diez países más violentos del mundo
fuera de zonas de guerra están en esta región. Una de cada 4 personas
asesinadas cada año es brasileña, colombiana, mexicana o venezolana. Y más
de 40 de las 50 ciudades más peligrosas del mundo están ubicadas en América
Latina.Considerando que esta situación obedecía a las entidades públicas, en
especial los proveedores de seguridad y de justicia penal, rutinariamente ejercen
sus funciones de manera ineficaz o inapropiada, lo cual exacerba la violencia y
socava el desarrollo. Y al usar el término Estado, es importante especificar las
instituciones policiales, judiciales y penales. En América Latina y el Caribe, la
seguridad interna no solo la proveen las entidades del orden público, sino que
también participan los militares. Sin embargo, la presencia de soldados en las
calles puede generar mensajes contradictorios y resultados caóticos, incluidos la
violación de derechos humanos y de libertades civiles básicas. Si bien en
algunos barrios esto ha tenido acogida, el legado histórico de los soldados en las
calles de América Latina es complicado.
El segundo de estos conceptos es el de ciudadanía activa. No solo la policía,
sino también los ciudadanos desempeñan un papel clave en el desafío de
garantizar la seguridad ciudadana. Por un lado, pueden exigir a los funcionarios
públicos que rindan cuentas sobre el cumplimiento adecuado de su función de
brindar seguridad. Por el otro, el éxito de muchas políticas de seguridad pública
depende de la colaboración positiva entre la población y la policía. Aunque a
menudo se confronta una tradición de negligencia y maltrato sistemático para
brindar información, para diseñar e implementar una política policial eficaz es
esencial encontrar maneras de fomentar la colaboración entre la policía y la
población. Para ser efectivos, en colaboración con las fuerzas del orden público,
los ciudadanos deben hacerse cargo de su propia seguridad. La idea de que los
ciudadanos se hacen responsables de sí mismos y de otras personas puede ser
18

descrita como «autorregulación» y «regulación mutua». No implica


vigilantismo o linchamientos, aunque vale decir que estas prácticas reciben un
alarmante respaldo en algunos lugares de América Latina y el. Tampoco
requiere la creación de milicias o fuerzas paramilitares, o la inversión en más
cárceles. Más bien, subraya la importancia de crear espacios que faciliten a la
ciudadanía el trabajo conjunto con la policía y los grupos cívicos para
garantizar la seguridad en los centros laborales, los vecindarios y los hogares.

De lo que se infiere, que es de vital importancia para el fomento de una política de


seguridad ciudadana efectiva, la presencia y participación activa de todos los actores,
es decir de las autoridades locales, de los entes de seguridad y de los ciudadanos.

Bases Teóricas

Con relación a las bases teóricas, Pérez (2015) sostiene “Se conoce como tales al
conjunto actualizado de conceptos, definiciones, principios etc., que explican la teoría
principal del tópico a investigar. Surgen de la revisión bibliográfica vinculada con el
tema seleccionado” (p.65). En relación al autor, las bases teóricas le dan un ajuste a
los conceptos que tienen que desarrollarse en la problemática dando un orden y
equilibrio al mismo y un aporte de expertos en la materia.

Concepto de Seguridad
La seguridad es un concepto dinámico en constante elaboración, su origen es del
latín: securitas/securus; sine: sin; cura: preocupación, problema. Al sustantivo
“seguridad” se agregan implícita y explícitamente los adjetivos “nacional”, “pública”,
“ciudadana”, democrática”, “humana”, lo que constituye una evolución conceptual.
Se trata de connotaciones colectivas, ya sea que se trate de la seguridad de la nación,
del énfasis en la protección de los espacios públicos, de la ciudad, de la población,
etc. (que más adelante se abordan). “En un sentido genérico, seguridad significaría
estar libre de preocupaciones o problemas; sentirse a salvo de cualquier daño que
pueda ser causado por otras personas o circunstancias”. En términos operativos es
19

poseer control sobre cualquier tipo de riesgo, amenaza o vulnerabilidad, y estar


preparado para prevenirlos, contenerlos y enfrentarlos.
En este sentido se incluye un enfoque contemporáneo sobre seguridad donde se
define un campo especifico al cual hace alusión el Ex Secretario de las Naciones
Unidas Kofi Annan, en el marco de la Declaración de Milenio retoma ese conjunto de
aspiraciones y las plasma en el concepto siguiente: “La seguridad humana […] en su
sentido más amplio, involucra mucho más que la ausencia de conflictos. Incorpora el
tema de los derechos humanos, la buena gobernanza, el acceso a la educación y la
salud, además de asegurar que cada individuo tenga las oportunidades y la capacidad
de elección necesaria para el cumplimiento de todo su potencial.
Por consiguiente, cada paso en esa dirección es también un paso hacia la reducción
de la pobreza, el crecimiento económico y la prevención de los conflictos. La libertad
frente a las privaciones y el miedo y la libertad de las futuras generaciones de heredar
un ambiente natural y saludables, son las dimensiones que, en forma interrelacionada,
componen la seguridad humana, y, por lo tanto, la seguridad nacional.” (KOFI
ANNAN, 2010).
Desde una perspectiva democrática progresista, la seguridad ciudadana implica
asumir la gestión de los conflictos sociales a fin promover una mejor convivencia
entre las personas. Apunta a disminuir los riesgos y temores que obstaculizan las
relaciones sociales. Y de manera enfática procura promover una convivencia humana
mediada por la solidaridad antes que por el mero cálculo individual. Incluye la
protección personal y la de los bienes, pero no se agotan ahí, puesto que va más allá
para favorecer la (re) construcción de la confianza y la interacción entre los miembros
de la sociedad.
Es importante destacar antes de continuar con el desarrollo del tema, la Línea de
Investigación en criminología, la cual es un enfoque individual para determinar el
objeto de estudio. En tal sentido, éste está enmarcado en la Línea de Investigación
de la Sociología criminal. La cual es una rama de la sociología general que estudia el
delito como una conducta desviada, sus causas, formas, desarrollo, efectos y su
relación con otros hechos sociales para poder detectar conductas que pueden ser
20

delictivas. Por consiguiente, en esta investigación se pretende el análisis delictivo


con independencia de las características biológicas, morales, y psicológicas de cada
delincuente para determinar patrones de comportamiento. Toda la prevención de
conductas antisociales que proporciona la ciencia procede de la aplicación científica
de sus conocimientos a los objetos de estudio

Seguridad Ciudadana
La seguridad Ciudadana, en los ámbitos de los órganos del estado y de las
políticas que deben propender a proteger los derechos y la convivencia pacífica, tiene
estrecha relación con las conductas humanas lesivas de derechos e intereses y
disruptivas de la cooperación social mayor gravedad, esto es, las infracciones penales.
De aquí la relevancia de los diagnósticos y propuestas sobre las tendencias delictivas
en materias de políticas estatales para la seguridad ciudadana.
La seguridad Ciudadana es definida en el artículo 55 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela (1999) como un derecho de protección frente a
situaciones de amenaza, vulnerabilidad y riesgo de integridad física, la propiedad el
disfrute de los derechos y el cumplimiento de los deberes. El Articulo 326, al hablar
de la seguridad de la Nación en general, indica que ella se fundamenta en el principio
de corresponsabilidad entre el estado y la sociedad civil, con lo cual introduce, como
elemento fundamental para la seguridad ciudadana, la participación del pueblo.
El Articulo 332, vincula la seguridad ciudadana al orden público, a la protección
de personas, hogares y familias, al apoyo a las autoridades y al aseguramiento del
disfrute pacifico de las garantías y derechos constitucionales, señalando como
órganos encargados de garantizar a la policía uniformada y de investigaciones y a las
respuestas frente a emergencias y desastres. Este mismo artículo dispone de que estos
órganos serán de carácter civil y que operan mediante competencias concurrentes
entre el Ejecutivo Nacional, los Estados y Municipios.
La coordinación de los órganos ejecutivos de la Seguridad ciudadana ha sido
regulada con el Decreto con Fuerza y Rango de Ley de Coordinación de Seguridad
Ciudadana, del 20 de septiembre del 2001. El concepto de seguridad ciudadana fue
21

ampliado para incluir sosiego, certidumbre y confianza para la protección de


integridad física y propiedades (artículo 1, aparte 2)La formulación y Evaluación de
políticas nacionales en esta materia corresponde al Consejo de Seguridad Ciudadana,
integrado por el Ministro de Interior y Justicia, su Viceministro de Seguridad
Ciudadana, un representante de los Gobernadores, uno de los Alcaldes y los
Coordinadores del Cuerpo de Policía Nacional, del Cuerpo de Investigaciones
Penales, Científicas y Criminalísticas, de los Bomberos y de la Organización
Protección Civil y Administración de Desastres.
Con la Aprobación de este Decreto mencionado anteriormente, debería
corresponder al Consejo General de la Policía la Definición, planificación y
coordinación de las políticas publicasen materia del servicio policial y del desempeño
profesional de la policía. Este Consejo es presidido por el Ministro de Interior y
Justicia cuenta con representación de gobernadores, alcaldes, del Ministerio Publico y
de Defensoría del Pueblo (Articulo 24). Específicamente, el Consejo General de
Policía debería formular políticas públicas y planes de Seguridad Ciudadana nivel
Nacional y diseñar sus lineamientos generales a nivel estadal y municipal, dado que
los Gobernadores y alcaldes son también autoridades de seguridad nacional.
Dicho Proyecto ha Previsto un Comité de asesoría Técnica para los estándares de
prestación de servicio policial, separando la función de definir políticas de seguridad
que correspondan a las autoridades políticas de los distintos niveles territoriales, del
cumplimiento de los estándares, procedimientos y protocologos de desempeño
policial y a los directores y oficiales con comando en los diversos cuerpos policiales.
De este modo se propone la progresiva uniformización de los procedimientos
policiales, mientras se establece un marco sustantivo y material de actuación en
función de políticas y planes previamente definidos. Si esto se llega aplicar, sería
factible definir y evaluar objetivos; instrumentos y resultados para el control de la
actividad delictiva y la seguridad ciudadana.
Por otro lado, la Organización de los Estados Americanos define la seguridad
ciudadana como la inexistencia de violencia y delito, salvaguardada por el Estado:
22

La seguridad ciudadana es concebida por la Comisión como aquella situación


donde las personas pueden vivir libres de las amenazas generadas por la
violencia y el delito, a la vez que el Estado tiene las capacidades necesarias para
garantizar y proteger los derechos humanos directamente comprometidos frente
a las mismas. En la práctica, la seguridad ciudadana, desde un enfoque de los
derechos humanos, es una condición donde las personas viven libres de la
violencia practicada por actores estatales o no estatales. (p.3)
Sin embargo, y en concordancia con el análisis histórico del término, hace énfasis en
el carácter preventivo y de colaboración con la ciudadanía de las actuaciones del
Estado y no una actividad reactiva ante la comisión del delito.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (2009), en el Informe sobre
Seguridad Ciudadana Y Derechos Humanos, Declara que:
La seguridad ha sido desde siempre una de las funciones principales de los
Estados. Indudablemente, con la evolución de los Estados autoritarios hacia los
Estados democráticos ha ido evolucionando también el concepto de seguridad.
El concepto de seguridad que se manejaba antes se preocupaba únicamente por
garantizar el orden como una expresión de la fuerza y supremacía del poder del
Estado. Hoy en día, los Estados democráticos promueven modelos policiales
acordes con la participación de los habitantes, bajo el entendimiento de que la
protección de los ciudadanos por parte de los agentes del orden debe darse en
un marco de respeto de la institución, las leyes y los derechos fundamentales.
Así, desde la perspectiva de los derechos humanos, cuando en la actualidad
hablamos de seguridad no podemos limitarnos a la lucha contra la delincuencia,
sino que estamos hablando de cómo crear un ambiente propicio y adecuado
para la convivencia pacífica de las personas. Por ello, el concepto de seguridad
debe poner mayor énfasis en el desarrollo de las labores de prevención y control
de los factores que generan violencia e inseguridad, que en tareas meramente
represivas o reactivas ante hechos consumados. (p.15)

Sin embargo, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo aporta una


definición inicial calificando la seguridad ciudadana de aquella seguridad
humana que previene contra el delito súbito contra las personas y su patrimonio:
La seguridad ciudadana es una modalidad específica de la seguridad humana,
que puede ser definida inicialmente como la protección universal contra el
delito violento o predatorio. Seguridad ciudadana es la protección de ciertas
opciones u oportunidades de todas las personas su vida, su integridad, su
patrimonio contra un tipo específico de riesgo (el delito) que altera en forma
"súbita y dolorosa" la vida cotidiana de las víctimas. (p.10)
23

Al atentar contra la vida, la integridad o el patrimonio de sus víctimas, los delitos


enumerados arriba impiden el ejercicio de una libertad concreta, sacrifican una
opción legítima o destruyen una oportunidad de realización humana: la inseguridad
ciudadana es una negación flagrante del desarrollo humano. Pero además de este
impacto inmediato, los delitos en cuestión afectan negativamente otras variables o
procesos económicos, sociales y políticos que a su vez facilitan el desarrollo humano.
En resumidas cuentas, el concepto de seguridad ciudadana diseñado como bien
jurídicamente protegido y que engloba a varios derechos de las personas tomadas en
conjunto, se ha ido perfilando considerando que hoy en día la convivencia pacífica en
una sociedad se encuentra amenazada por la existencia de tensiones y conflictos que
generan conductas violentas y que han surgido por diferentes causas. Entre las que
podemos señalar a dos de ellas que son complementarias, una es la crisis económica
que afecta a la mayor parte de los países del mundo y la crisis de valores, que han
generado pobreza, marginalidad, desempleo, drogadicción, alcoholismo, corrupción,
pérdida de identidad, pérdida de confianza entre otros.
Pero también podemos señalar que la vida colectiva de los seres humanos, en
cualquiera de sus modos de expresión, necesita de un orden. La finalidad de este
orden consiste en hacer posible que cada uno de los integrantes de la comunidad
pueda alcanzar la mayor realización posible en su condición de persona, mediante la
promoción de un ambiente de vida caracterizado por la armonía, la paz y la vivencia
cotidiana de la seguridad, abriéndose paso así a la expresión de toda la potencialidad
que contiene la libertad humana, en su creatividad material o espiritual, lo que da
origen a la felicidad.
Por otra parte, Sebastián Cox (2002) sostiene que la seguridad ciudadana es “…un
asunto de interés público, es decir, de interés y participación activa para todos los
sectores de la sociedad…”. Así mismo, plantea tres ámbitos donde considera que se
debe intervenir de forma complementaria y simultánea. Estos ámbitos son 1º.
Gobierno (instituciones a nivel central y local); 2º. Justicia (Legislación que garantice
los derechos y deberes de los ciudadanos) y 3º. Población (participación y
organización de las comunidades). La postura del autor llama nuestra atención porque
24

concibe que la seguridad ciudadana es un problema que debe ser abordado por todos
los actores involucrados, es decir, la comunidad y las instituciones públicas deben
trabajar de forma cogestionada para encontrar estrategias que permitan garantizar la
seguridad a través de la disminución de la inseguridad.
Todas estas nuevas formas de criminalidad y la delincuencia común ya existente,
han determinado el surgimiento de una ciudadanía mortificada y descontenta, que en
todo momento expresa su desacuerdo con los sistemas de Gobierno de turno y sus
autoridades, con pronunciamientos y protestas en masa que a su vez también generan
conductas delictivas o delitos de masas, en las que siempre las víctimas forman parte
del mismo pueblo, o sea el "Pueblo comete delitos contra sí mismo", bloqueando
carreteras, calles, aeropuertos, daños a la propiedad, robos agravados, asesinatos en
masa a presuntos infractores de la ley, y otras manifestaciones violentas conducentes
a una “Nueva forma de inseguridad en la población”.
La floreciente economía globalizada tiene como consecuencias funestas un mayor
uso y abuso del alcohol, las drogas, la prostitución infantil, el terrorismo y también
el fraude. Estas nuevas formas de criminalidad han obligado a que los Gobiernos
reordenen sus políticas de Seguridad dando origen a la concepción de Seguridad
Ciudadana.
Hablar de la seguridad en el espacio público supone diferenciar varios conceptos
para comprender el alcance de este término que definimos a continuación,
basándonos en la publicación editada por el Gobierno de Chile “Espacios urbanos
seguros. Recomendaciones de diseño y gestión comunitaria”. La seguridad ciudadana
objetiva es el conjunto de sistemas de protección de la vida y los bienes de los
ciudadanos ante los riesgos o amenazas provocados por distintos factores. Está
vinculada tanto a factores sociales de respeto a la vida, la integridad física y
patrimonio de los otros, como al libre ejercicio de las libertades, económicas,
políticas y sociales necesarias para el normal funcionamiento de la sociedad y la
comunidad.
En el ámbito de las políticas de reducción de la delincuencia, suele dársele un
sentido más acotado: ausencia de delincuencia y de temor a ella. Se restringe así a las
25

amenazas a las personas y los bienes derivadas de la actividad delictiva. La seguridad


ciudadana subjetiva, es la sensación de temor que tiene un individuo ante riesgos que
puedan ocasionarse en un futuro que es incierto. Genera arquetipos, roles,
expectativas y estigmatizaciones respecto al tema de la seguridad.

La seguridad como necesidad básica


Según la pirámide de Maslow, citado por García (2013) sostiene que la seguridad
en el ser humano ocupa el segundo nivel dentro de las necesidades de déficit. Según
la teoría de las necesidades de Bronisław Malinowski, la seguridad es una de las siete
necesidades básicas a satisfacer por el ser humano. Para explicar esta frase, es
importante recurrir a la definición de valor. “Los valores son principios que nos
permiten orientar nuestro comportamiento en función de realizarnos como personas.

Pirámide de Maslow, jerarquía de necesidades.

Factores de la seguridad ciudadana


Los factores de la seguridad ciudadana se muestran: En el riesgo objetivo de sufrir
un delito, La percepción sobre el propio riesgo personal, Las condiciones ambientales
y el nivel de confianza que se tiene en la policía y en el sistema penal.

-El riesgo objetivo de sufrir un delito


Cada grupo social tiene una vulnerabilidad distinta según su estructura de edad,
género, clase social, área de residencia (urbana o rural), o de pertenencia a un grupo
26

étnico. Tener un perfil socio demográfico como el del delincuente, se ha


argumentado, aumenta el riesgo de ser víctima de un delito. Sin embargo, esta
situación de riesgo depende también de otras variables tales como la precipitabilidad
(ponerse en situaciones de riesgo, provocar), la oportunidad (crear situaciones de
riesgo/beneficio), el atractivo (ser un buen objetivo, tener riquezas), o indefensión
(posibilidades políticas, económicas o culturales para protegerse). Cuestiones como el
estilo de vida (salir de noche, ambientes frecuentados).

- La percepción sobre el propio riesgo personal:


El cual no tiene necesariamente que coincidir con el riesgo objetivo de ser víctima
de un delito.
- Las condiciones ambientales:
Este factor se encuentra asociado a signos de deterioro físico de un barrio
(suciedad, roturas, deterioro) y sociales (borrachos, vagabundos y pandillas). Está
relacionado con la información que se dispone sobre el delito y las víctimas. La
victimización de personas próximas o conocidas, suele tener contribuir a generar o
incrementar el miedo objetivo. Los medios de comunicación también ayudan a
generar un miedo difuso a la delincuencia. Se ha argumentado que las consecuencias
son mayores cuando más sensacionalistas y violentas son las noticias sobre los
delitos.

Concepto de Seguridad Ciudadana en Latinoamérica


En Colombia, la Seguridad Ciudadana significa “Estado de bienestar y
convivencia social en el que se encuentran protegidos los ciudadanos en su vida,
honra y bienes, garantizándose el ejercicio de sus libertades y derechos
fundamentales”.
En Chile: “Una particular condición social caracterizada por la certidumbre de que
cada ciudadano siente acerca del respeto a sus derechos de tal forma que se genera un
sentimiento de tranquilidad individual y colectivo, a la vez que colabora eficazmente
al desarrollo social”
27

En Argentina:” Proceso preventivo dual del Gobierno y la Sociedad civil con la


finalidad de reinsertar a los grupos marginados, recuperar la confianza y la
consolidación en las comunidades, y el fortalecimiento de las organizaciones de la
sociedad civil dentro del marco de los Derechos Humanos”.
En Bolivia: “Acciones organizadas, integrales y coparticipativas llevadas a cabo
por el estado y el Pueblo, tendientes al resguardo de la vida, la paz y el bienestar
social, con el pleno respeto de los Derechos Humanos”.
En Uruguay: “Parte de la seguridad Humana que debe ser garantizada por el Estado
y el Pueblo para vivir con dignidad, siendo imprescindible para esto tener acceso a la
salud, educación, paz, calidad de vida, garantía de llevar una calidad de vida diaria,
segura y participativa”.
En Perú: la Seguridad Ciudadana,” Según la Ley 2933 del Sistema Nacional de
Seguridad ciudadana es “El accionar integral que desarrolla el estado, en
colaboración de la ciudadanía, para asegurar su convivencia pacífica, erradicar la
violencia y utilizar las vías y los espacios Públicos, para las buenas prácticas
ciudadanas, y de esta forma contribuir a la prevención de la comisión de hechos
delictivos.
28

La Convivencia y la Paz Social


La palabra convivencia es de origen latín, formado por el prefijo “con” y, la
palabra “vivencia”, que significa acto de existir de forma respetuosa hacia las demás
personas. Esta necesita una pluralidad de personas. En la vida del ser humano, desde
que nacemos es fundamental la socialización entre los individuos y, es por ello que
las áreas de psicología y medicina, afirman que es imprescindible la interacción con
otros seres humanos para la salud mental y la integridad física de la persona y de
quienes lo rodean, fundamental para lograr el equilibrio del individuo y su
desenvolvimiento en su vida personal, profesional y social.
La convivencia se puede llevar en diferentes ámbitos como: trabajo, hogar,
espacios públicos, escuela, entre otros. Es de destacar, en una convivencia es
fundamental existir y tener en cuenta los siguientes valores: el respeto, la honestidad,
la tolerancia, la solidaridad, entre otros y, normas y códigos de comportamientos que
hacen una buena convivencia.

En relación a lo anterior, cuando respetamos a los otros, nos respetamos a nosotros


mismos y podemos exigir respeto para con uno, ser honestos es fundamental en
cualquier relación, pero primordial para convivir con los demás, porque ser honestos
nos hace fiables y de confiar para los demás, del mismo modo debemos tolerar a los
demás y sus ideas y ser solidarios en los momentos de dificultad. Sin embargo,
cuando aparecen los problemas de convivencia entre las personas pueden generar
conflictos y enfermedades mucho más graves que afectan la salud de aquellos que
comparten o tienen vida en común, como la propia intolerancia entre ellos que a su
vez conlleva o puede generar graves problemas de ansiedad, depresión, estrés y hasta
depresión extrema que puede ocasionar el suicidio en alguno de los que conviven.

Dichos problemas de convivencia son actualmente desdichas que viven muchas


familias alrededor del mundo, que se viven entre padres e hijos, parejas, suegros o
suegras y nueras o yernos que hacen la vida del día a día insoportable, para ello los
29

especialistas de la psicología recomiendan tratamientos de aceptación propia y


aceptación hacia los demás, para luego hacer terapias familiares en las que se digan
las cosas que molestan a unos y a otros y canalizar las diferencias y aceptar aquello
que no se puede cambiar y transformar aquellas que son viables.

En consecuencia, La Convivencia es la acción de convivir (vivir en compañía de


otro u otros). En su acepción más amplia, se trata de un concepto vinculado a la
coexistencia pacífica y armónica de grupos humanos en un mismo espacio. Por lo
tanto, para generar un ambiente que propicie buenas relaciones interpersonales en una
comunidad, quienes la conforman deben tener muy claro, que tanto el respeto como la
solidaridad son dos valores imprescindibles para que la convivencia armónica sea
posible.  Los valores son pautas para la transformación social y la realización de la
persona. La convivencia es algo más que la mera coexistencia o tolerancia del otro.
Es el respeto mutuo y la aceptación de unas normas comunes, otras opiniones y
estilos de vida y la resolución por medios no violentos de las tensiones y disputas;
también son la clave de una buena convivencia en la sociedad en la que vivimos, que
debe basarse en ellos para Desarrollarse de manera próspera.
El ser humano no puede vivir aislado de los demás y, a pesar de definirse como el
ser más perfecto de la naturaleza, tiene carencias que lo limitan y lo hacen vulnerable
y sensible a los efectos del ambiente natural, físico y social que lo rodea. Por
supuesto, existen distintos niveles o tipos de convivencia:
-Convivencia social: La convivencia social consiste en el respeto mutuo entre las
personas, las cosas y el medio en el cual vivimos y desarrollamos nuestra actividad
diaria. Decimos de la importancia de las leyes para que éstas regulen y garanticen el
cumplimiento de esa convivencia social.
-Convivencia familiar: Es aquella que se da entre los miembros de una familia.
-Convivencia escolar:  Es la interrelación entre los miembros de un plantel escolar,
la cual incide de manera significativa en el desarrollo ético, socio-afectivo e
intelectual del alumnado y de las relaciones que establecen entre sí y con el personal
docente y directivo.
30

-Convivencia humana: Es aquella que se vive en toda la raza humana sin tener
ningún vínculo de ningún tipo. El ser humano no es un ser solitario sino todo lo
contrario, somos seres sociales. Necesitamos de los demás para vivir mejor y poder
desarrollarnos. Sin embargo, estos otros seres a los que necesitamos, son diferentes.
La diversidad es la clave de la humanidad, todos somos humanos y diferentes, esta
característica, ésta diferencia es lo que nos alimenta y nos hace crecer como personas,
pero también es la diferencia la que provoca el conflicto.
-Convivencia ciudadana: “Es la cualidad que tiene el conjunto de relaciones
cotidianas que se dan entre los miembros de una sociedad cuando se armonizan los
intereses individuales con los colectivos y por lo tanto los conflictos se desenvuelven
de manera constructiva”.
-Convivencia democrática: Significa vivir “con” el que piensa distinto o que tiene
distinto idioma, cultura, raza, religión en armonía sin que los derechos de una persona
avancen sobre los derechos de los demás. Para respetar la convivencia democrática
hay una obligación moral y subjetiva, que es la que nos cabe como integrantes del
género humano y que está basada en que todos los seres humanos deben tener un trato
igualitario sin importar las diferencias de origen.

Valores para la Convivencia
Serían aquellos valores que, según García (2019) de desarrollarse, “facilitarían la
relación con otras personas y aumentarían su nivel de bienestar. Algunos serían: la
solidaridad, la tolerancia, el respeto, la justicia, el diálogo, la paz, en tal sentido, son
lo que suele mover la conducta y el comportamiento de las personas; orientan la vida
y marcan la personalidad” 
- La palabra “valor” remite a “lo que importa”.
- Los valores son las reglas por las que una persona se rige en la vida. Nos marcan
una “línea de actuación”.
- Nos impulsan a hacer o no hacer ciertas cosas.
- Los valores están presentes y determinan la mayoría de nuestras decisiones, ya sean
pequeñas o muy importantes.
31

-Todas las personas tienen valores que les ayudan a “orientar sus vidas”.

La convivencia y la seguridad:
Es la condición de libertad en la cual los ciudadanos ejercen sus derechos,
libertades y deberes sin sentirse víctimas de amenazas y así poder gozar de adecuadas
condiciones de bienestar y tranquilidad. La inseguridad ciudadana amenaza la calidad
de la democracia y la propia gobernabilidad y para enfrentar este fenómeno se debe
tener una visión de conjunto y de largo plazo donde las causas son un factor que se
tienen que trabajar en forma paralela a sus efectos.
La convivencia ciudadana es, una responsabilidad compartida, porque, en primer
lugar, en tanto que convivencia, es una convivencia cualificada -pacífica- que es lo
que estamos dispuestos a asumir como convivencia y el logro de la convivencia
pacífica es una tarea que no puede delegarse, es inseparable de la participación en los
asuntos que a todos los miembros de la misma sociedad afectan y, en segundo lugar,
es una responsabilidad derivada, porque, en tanto que ciudadana, es una convivencia
especificada, es decir, cumple las condiciones de la convivencia y, además, es relativa
a un espacio de convivencia que le es propio –el espacio cívico, ciudadano-, que, de
acuerdo con lo que llevamos dicho, no es sólo un espacio del individuo formado en su
relación con el estado, sino un espacio de formación e interacción del individuo con y
frente al Estado, pero con el otro en un marco legal territorializado de derechos y
libertades. La responsabilidad compartida y derivada identifica a la sociedad civil
como agente moral y requiere el desarrollo cívico como objetivo.

Las reglas de convivencia en el espacio público


Para Páramo y Cuervo, (2006) hacen referencia de “las reglas del espacio público,
se hace énfasis en los mecanismos de regulación del comportamiento que observamos
de las personas en sus interacciones con el ambiente físico y las que establecen los
individuos entre sí, formas de actuación que contribuyen a darle carácter al tipo de
lugar en el que se dan tales transacciones entre individuos” (p.32). En los procesos de
interacción entre las personas se logran identificar reglas de carácter social, moral y
32

jurídico. Las reglas sociales podrían entenderse como las que socialmente debe
seguirse, y a las cuales se deben ajustar las conductas, tareas y actividades de las
personas. “Su incumplimiento no implica una sanción institucionalizada, aunque sí
algún tipo de recriminación o reproche social” (El cumplimiento de normas y reglas
sociales, 2008). Estas pueden que no se encuentren escritas en ninguna parte, pero
pueden provenir de la interacción entre iguales y regir conductas sociales hasta llegar
a definir, con su cumplimiento, la pertenencia a un grupo social determinado.

La Paz

Tiene que ver con la capacidad que tenemos como seres humanos para cambiar
las situaciones violentas y destructivas, en acciones de diálogo, de comunicación y de
tolerancia para resolver cualquier conflicto. El cambio está en nosotros mismos, como
individuos nuestras relaciones deben estar determinadas por el amor, la justicia, el
respeto, la tolerancia y la igualdad. El miedo a lo desconocido es la raíz de toda
forma de intolerancia y de violencia. La violencia en sus distintas formas y
manifestaciones es reprobable, con la que hemos construido las relaciones sociales en
todo el mundo. Violencia derivada de la intolerancia, de la lucha por el “poder” de la
necesidad de controlarnos unos a otros; de ese absurdo deseo de querer anular la otra
verdad. Que los demás piensen como creemos que deben actuar. Muchos hechos
violentos que ocurren diariamente en el mundo, ni siquiera son visibilizados. La no
violencia es una condición necesaria para vivir en paz, para convivir en sociedad, y
para alcanzar el desarrollo de nuestra ciudad.

De esta manera, Paz significa educar bajo el término de no violencia. Respetar,


conocer, promover y garantizar los derechos humanos y las libertades fundamentales,
con el fin de eliminar cualquier conflicto e incluso amenaza de guerra, no es una tarea
sólo del Estado, sino que también nos incluye a todos. Sin el reconocimiento a estos
derechos no puede haber paz. Dentro de este marco, la Paz social es aquella en donde
todos los individuos podemos convivir de manera pacífica, en donde juntos
propongamos soluciones específicas a nuestros problemas, reconociendo la
33

importancia que tiene en nosotros fomentar el diálogo y la tolerancia en el mundo


entero, con la esperanza de vivir lejos de la guerra y de cualquier tipo de violencia.

El concepto tradicional y el concepto amplio de seguridad.


La problemática de la seguridad es multicausal y plurisocial, además de ser
universal. No existe una solución única, sino diversas soluciones para cada uno de los
aspectos del problema y muchas de ella exceden la competencia y el margen de
gobernabilidad de los gobiernos locales, quienes sin embargo, por diversos motivos,
están tomando un protagonismo cada vez mayor en el diseño de políticas de
seguridad y al hacerlo advierten que solo se puede construir una política que aumente
el nivel de efectividad si se cuenta con la participación e involucramiento real de
todos los actores sociales.
Los Municipios sienten el crecimiento de la demanda ciudadana de seguridad e
inmersos en una formal, informal y creciente descentralización de responsabilidades
sin recursos y teniendo como marco la globalización y el achicamiento de los estados
nacionales, asumen, dentro y en algunos casos fuera de sus posibilidades jurídicas y
fácticas, la necesidad de dar respuesta a la misma.
La consecuencia de lo expresado en los párrafos anteriores es la creciente
existencia de planes municipales de seguridad ciudadana que incorporan una noción
del término mucho más amplia que la supuestamente cubierta por el accionar
nacional y de estados, una noción que entiende a la seguridad como elemento
ineludible para el desarrollo comunitario, que no solo tiene que ver con la realidad
preventiva o defensiva ante el delito, sino con un sentimiento que hace a la plenitud
del individuo en su vida de relación comunitaria y a las posibilidades ciertas de
desarrollo personal y comunal. De este modo estamos siendo testigos de un cambio
progresivo y novedoso en la noción de seguridad que parte de un concepto tradicional
restringido hacia un concepto amplio y abierto.
Cabe considerar, cuatro formas de aproximación a la problemática en estudio. La
primera aproximación reduce el problema de seguridad al de reforma y control del
acto policial; existe otra aproximación más amplia que nos habla del complejo
34

concepto de seguridad formado por el sistema judicial, el sistema policial y el sistema


penitenciario; otra visión más novedosa aún, la llamada visión multiagencia,
incorpora al sistema anterior los planes sociales como sistema complementario de
prevención y contención y por último, la concepción a la que adherimos entiende que
a los cuatro elementos se les debe agregar uno más: la participación social.
No se trata de escamotear, sustituir o delegar las responsabilidades del Estado que,
en materia de seguridad, como bien jurídico público de carácter superior sería
imposible desde la lógica del estado moderno. Por el contrario, el actuar del estado a
través de la justicia, el sistema penitenciario, la policía y las políticas sociales debe
ser profesionalizado y mejorado en su calidad. Pero el moderno concepto de
seguridad, como elemento básico para mejorar la calidad de vida de una sociedad
requiere la consideración, resolución y atemperación de una serie de problemáticas
complejas que sólo puede conseguirse en el delicado entramado que constituyen los
nuevos espacios de participación público-privados.
Para que haya efectivo desarrollo, la gente debe tener cierta situación básica de
bienestar (alimentación, salud), adecuados conocimientos y destrezas (cultura,
educación), oportunidades de acción (democracia, libertad, seguridad) y, además,
utilizar creativamente sus recursos (producción, comercio). En consecuencia, el
desarrollo no solo tiene como objeto al ser humano, sino que el ser humano es el
principal agente del desarrollo. Partiendo de esta premisa un enfoque participativo
resulta vital en cualquier estrategia de desarrollo humano, lo que implica
descentralización de la gestión e incremento de la participación de la ciudadanía.
Seguridad Urbana y Prevención Situacional:
Según la Unidad Técnica de Prevención Situacional de la Subsecretaría de
Prevención del Delito del Ministerio del Interior y Seguridad Pública de Antofagasta,
chile: “La política de seguridad urbana contribuye a garantizar la seguridad en el
espacio público, promoviendo la revalorización de la ciudad como escenario y
soporte físico para el desarrollo y cohesión social de las comunidades” (s.p)
En este sentido, la Prevención Situacional es un enfoque que pretende disminuir
las oportunidades para la comisión de delitos y la violencia, y reducir la percepción
35

de inseguridad de la población en determinados espacios urbanos, a través de


estrategias orientadas a modificar ciertos factores y condiciones de riesgo físico
espaciales, generando además la creación o regeneración de espacios públicos de
calidad, seguros, integradores, que acoja la diversidad de funciones y usuarios. En
este contexto, las intervenciones urbanas de seguridad se enfocan principalmente a:
- Reducir oportunidades para cometer delitos, incrementando el esfuerzo y
percepción de riesgo para el potencial infractor.
- Reducir la percepción de inseguridad de la población en determinados espacios
urbanos.
- Facilitar el control social de la comunidad sobre espacios urbanos comunes.
Así, la prevención situacional se logra a través de estrategias de manejo de
condiciones físicas y medioambientales que facilitan la ocurrencia de delitos y
percepción de temor mediante:
- Observación de atributos espaciales que puedan favorecer la oportunidad de delito
y la percepción de temor.
- Identificación de posibles lugares en los cuales se cometen determinados delitos.
- Modificación de circunstancias espaciales que impactan en mayor o menor medida
en las relaciones sociales y perceptivas generadas en ese espacio.
En consecuencia, la reacción social ante el delito es usualmente de alarma y
miedo, exaltados, manipulados y aprovechados en ocasiones tanto mediáticamente
como por los operadores políticos e institucionales, al punto que la literatura
especializada explica que la dimensión subjetiva de la seguridad (el miedo a ser
víctima de delito) es usualmente mayor que su dimensión objetiva (la verdadera
probabilidad de ser víctima de delito conforme a los indicadores reales de
ocurrencia). El recurso acostumbrado del poder penal y por tal, de las políticas
públicas en este contexto, se expresa con medidas reactivas, represivas, irracionales
en definitiva punitivitas, que aumenta la carga de violencia que recibe la sociedad por
varios frentes, uno de la propia delincuencia, y otro de la acción punitiva del estado.
Este panorama se imbrica a la construcción del concepto de seguridad y a la
formulación del modelo que responda a la demanda individual y colectiva.
36

El marco Constitucional ofrece una referencia política y jurídica válida para


emprender la reflexión y discusión sobre los conceptos que deberían articularse a un
modelo de seguridad que tutele lo más eficazmente posible los derechos expuestos
por la acción violencia delictiva, en el entendido de que el cometido de la reducción
de la violencia delictiva pasa por reducir también la violencia del sistema penal en
cuyo escenario se magnifica o extravía.
De modo que la perspectiva Constitucional que se adopta asume el concepto de
Estado Constitucional de Derecho, Democrático, social y de Justicia, que responde al
ideario de la Constitución de 1999; cuando teóricamente profundiza los cometidos de
la democracia en tanto que la Constitución como norma.
Para ello, de entrada, se acepta el concepto hoy Constitucionalizado de Seguridad
Ciudadana dado que ofrece una delimitación que excluye de su contenido otras
opciones de mayor calado, como es la seguridad pública, o ambición, como lo es el
de la seguridad de la Nación, o abiertamente comprometidos con la dominación,
como sería el de la seguridad “hemisférica” o Seguridad “global”.
Al respecto de lo anteriormente dicho, encamina una interpretación jurídica del
concepto de Seguridad ciudadana funcional a la tutela de los derechos que tiene como
cometido reducir las fuentes de falsa “legitimación” normativa de la violencia
institucionalizada del sistema penal en aras de su mayor racionalización y
humanización, a la vez que torna más eficaz la dirección de Las políticas penales al
concentrarse a la protección directa de la vida, a la integridad y los derechos más
vulnerables de las personas ante la violencia delictiva bajo la premisa de que el
aumento del fortalecimiento del estado constitucional como estado de garantías( de
los derechos obviamente) es directamente proporcional a su eficacia en la reducción
de la violencia delictiva.

La Seguridad Ciudadana y la Participación Comunitaria

Admitir que la policía por sí sola no puede refrenar la ola de criminalidad y


desorden y asumir el control social, es también reconocer que otros grupos y
asociaciones deben hacerse cargo de su parte de responsabilidad en la prevención y
37

solución de problemas que afectan a su comunidad. Pero el desarrollo de estrategias


de cogestión requiere repensar la administración centralizada del Estado y, más
particularmente, el concepto de orden y el funcionamiento de la administración de
justicia y de la policía. Algunos gobiernos locales han puesto en práctica estos
enfoques, por ejemplo, en Francia y Bélgica, para apoyar las estrategias de
intervención y los cambios derivados de las recientes reformas en la gestión de la
seguridad urbana; vale decir, la descompartimentación del funcionamiento
administrativo tradicional, la responsabilidad geográfica y los contratos de acción
entre actores.
Como una de las principales soluciones de la criminalidad y la inseguridad supone
la participación de los afectados, la policía debe adoptar el principio de actuar para y
con los ciudadanos locales. La eficacia de la policía en asuntos locales depende en
gran medida de las condiciones sociales del área involucrada y en este marco la
información aparece como un factor clave para el arraigo de prácticas policiales
sólidas. La policía debe comenzar por forjar asociaciones activas y duraderas que le
faciliten un conocimiento más acabado de las particularidades de cada territorio en
materia de delitos, transgresiones y desórdenes públicos, lo que implica la consulta a
los residentes locales y su participación activa. Para fomentar la participación y
movilización comunitaria, la policía debe reconstruir la vigilancia comunitaria,
adoptar actitudes y comportamientos proactivos, respaldar la solidaridad local y
responder a las necesidades de la población (Vourc’h & Marcus 1996).
La policía desempeña un papel esencial en el diseño y puesta en marcha de
iniciativas provenientes de las organizaciones barriales o de programas y también en
el apoyo a las colectividades para que puedan resolver por sí mismas los problemas
de delincuencia y comportamientos transgresores, en colaboración con las
autoridades locales, las ONG, los ciudadanos, las cámaras de comercio, entre otras.
Resulta imprescindible que el programa de policía comunitaria se realice en debida
coordinación con el municipio.
Pero la policía también debe identificar y atacar las causas primarias del
comportamiento criminal, a fin de reorientar las actividades de patrullaje, disminuir
38

las demandas reiteradas de atención y prevenir la reincidencia. De esta forma puede


reinvertir el tiempo en otras tareas que ayudan a la gente a desarrollar sus propios
medios de control, seguridad y desarrollo social comunitario. Las intervenciones
articuladas en torno a la resolución de problemas, el hacer circular y compartir la
información, la participación de los ciudadanos en comités de elaboración y puesta en
marcha de proyectos de prevención y de seguridad, la acción concertada y asociativa,
son componentes vitales en el éxito de una misión policial preventiva.
El proceso interactivo, entre policía y comunidad, constituye una oportunidad ideal
para desarrollar relaciones de confianza y un conocimiento más sólido de los medios
que permiten resolver de manera eficaz los problemas locales en función de las
demandas de los ciudadanos. Para la policía, es una nueva manera de pensar y
garantizar la seguridad cotidiana, que privilegia la comprensión y aceptación de las
prioridades locales. Esto se logra principalmente a través de tres enfoques
innovadores: la territorialización de la acción policial en el nivel comunal, una acción
policial orientada a la resolución de problemas y un enfoque comunitario.

Políticas Públicas de Seguridad


Son las actividades planificadas, dirigidas y coordinadas por el estado para
entender la problemática delictiva y para adoptar medidas tendentes a minimizar los
efectos de la criminalidad. A los efectos de este documento, se revisaron Las Líneas
Generales del Plan de Desarrollo económico y Social de la Nación (2001-2007) lo
cual represento la formulación para definir las líneas maestras del control de
criminalidad por parte del estado, así como los planes específicos que se han
adoptados en los últimos años para enfrentar la delincuencia, especialmente en el
ámbito urbano.
Dentro del marco de propuestas de políticas públicas para el control de la
criminalidad y la violencia se requiere articular un discurso coherente, fundamentado
en la investigación, diagnóstico y seguimiento, que defina objetivos precisos,
protocologos de intervención, seguimiento y sinergia organizacional para obtener
resultados apropiados.
39

Seguridad Humana
La seguridad humana se trata de un concepto emergente en el ámbito de la política
internacional que supone el compromiso de los estados nacionales a desenvolverse,
en situaciones de conflicto internacional, dentro del marco del Derecho Internacional
Humanitario, este compromiso es análogo al que los estados deben a sus propios
ciudadanos en materias que afecten sus derechos y libertades. El valor principal de
este concepto reside en modificar la preocupación de la seguridad al complementar el
concepto tradicional focalizado en el Estado con un enfoque centrado en las personas,
de manera de minimizar los efectos negativos que surgen en un contexto de crecientes
inseguridades y tensiones. Con ello se introduce una sensibilidad distinta en el
tratamiento del tema de la seguridad, ya que se promueve una aproximación
comprensiva y se considera su carácter multidimensional. Este enfoque sirve de
referente para el manejo de problemas característicos de la era de la globalización.
Especialistas y académicos en seguridad internacional han denominado a la
seguridad humana como una noción más allá del espectro de la seguridad. El debate
actual sobre la re conceptualización de la seguridad, a raíz del fin de la guerra fría, ha
generado una intensa discusión que incluye nuevos sectores, nuevos actores, y
novedosas concepciones. En ese sentido, se han desarrollado tres posturas que
auxilian en la comprensión de la evolución de la noción de seguridad, a) Clásica o
tradicional, orientada a privilegiar la seguridad del Estado, básicamente por medios
militares; b) Ampliacionista, engloba aspectos militares, políticos, económicos,
sociales y medioambientales con un enfoque antropocéntrico; y c) Crítica, cuestiona
las dos anteriores al señalar que se sustentan en el principio de seguridad como una
realidad objetiva, sin objetar su carácter subjetivo
En síntesis, los tres obstáculos más preponderados con respecto a la seguridad
humana son: La preocupación por la seguridad o protección de los individuos y sus
comunidades, particularmente de los sectores más vulnerables; los conflictos,
amenazas y violencias de distinto tipo (conflictos interestatales, disolución estatal,
violaciones de derechos humanos, terrorismo, crimen organizado, u otros.); la
40

pobreza y las situaciones de exclusión económica. La visión de seguridad humana


que se transmite a partir de los diferentes informes es aquella que implica vivir en
condiciones de justicia, equidad, libertad, tolerancia, salubridad.

Política criminal, seguridad


La criminología teórica es el discurso que pretende explicar etiológicamente la
criminalización y con ello supone que puede aportar los elementos teóricos necesarios
para la prevención en los casos particulares (clínica criminológica o criminología
clínica), como también proveer los elementos para una “planificación general
preventiva” a la que suele denominarse política criminal. La expresión política
criminal se utiliza desde los albores del siglo pasado con diferentes acepciones, pero
no cabe duda que siempre ha estado subordinada a la idea de “delito” preponderante
en la época. Comúnmente se entiende a la política criminal como la política estatal de
lucha contra el crimen; la selección de los medios para luchar contra el delito.
Cuando abandonamos un punto de vista causalista del delito y comprendemos,
conjuntamente con los teóricos actuales, que el hilo conductor de la criminología es el
poder y por ende la política, no tendría sentido distinguir entre “criminología” y
“política criminal”, ya que ésta no podría ser definida como la política estatal de
lucha contra el crimen, sino que pasaría a ser la ideología política que orienta al
control social punitivo. La noción de política criminal como «lucha contra la
delincuencia» se encuentra en los discursos oficiales y electorales y es presentada en
ellos, como una de las soluciones a problemas sociales característicos de la época
actual en los países subdesarrollados.
Cabe analizar la función social y económica de la misma y su recepción por parte
de los candidatos políticos en búsqueda de las líneas de escisión del electorado “Hoy
en día cuando está en crisis la idea del Estado moderno y su legitimación basada en el
ficto consenso social, también está en crisis la idea de un derecho penal homogéneo,
igualitario, correctivo de conductas y defensor de valores sociales. Sucede entonces,
que este Estado -cuestionado, en América latina, se achica hasta prácticamente
desaparecer, abriendo paso a un mercado desregulado y a la globalización como el
41

destino indiscutido del mundo; sin embargo, el derecho penal cuestionado crece, se
utiliza para tapar dramas sociales y se presenta en el discurso oficial y electoral como
un bastión para resolver conflictos generados por las nuevas políticas liberales. Cabe
preguntarse ¿dónde quedó el liberalismo en el sistema penal?” Si reflexionamos sobre
la realidad del sistema penal en Argentina, por ejemplo, vemos que los puntos en
crisis no son pocos.
Desde la opinión pública que reclama mayores penas y los medios de
comunicación que maximizan el pedido; el rating que tiene en la violencia un
condimento seguro; los discursos ambiguos de los políticos del oficialismo y de la
oposición; el descrecimiento generalizado que padece el Poder Judicial; la burocracia
del sistema; los crecientes proyectos de Ley con nuevos tipos penales; la
desconfianza en la policía; la corrupción; el debate diario sobre la pena de muerte; la
construcción de nuevas cárceles y finalmente la atroz realidad de las prisiones, de las
que todos hablan pero muy pocos conocen. Todos los puntos mencionados deben ser
tenidos en cuenta por un Estado que pretende delinear una determinada política. Hoy
se puede decir que no existe en Argentina un plan nacional de política criminal y
estamos muy lejos de ello. Las medidas que se aplican, ante situaciones coyunturales,
son rápidas e improvisadas, cuando no falsas y carecen de un estudio serio,
cualitativo y pormenorizado de todas las cuestiones anteriormente citadas. El
resultado es altamente negativo y merece un análisis.
En este contexto, la política nacional de seguridad ciudadana representa un
indicador de las prioridades y valores del Estado y de los objetivos del sistema
político como parte del sistema social global. Se pudiera ponderar en cuanto a su
eficiencia en la prevención de la criminalidad y la violencia, en la legitimidad de los
medios empleados y sobre todo, por el respeto a los derechos humanos. (Núñez,
2006:346-347).

Los Organismos de Seguridad Ciudadana


En el ordenamiento jurídico venezolano existen diversas figuras que garantizan la
seguridad y defensa de la nación, de igual forma surge la necesidad de la creación o
42

perfeccionamiento de figuras que garanticen la seguridad ciudadana, y estos órganos


deben estar conformados por los ciudadanos y ciudadanas que forman parte de la vida
civil del país. En este sentido La Constitución Patria hace mención de una serie de
instituciones a los cuales les corresponde velar por dicha seguridad, dentro de estos
organismos están: El Cuerpo Uniformado de Policía Nacional, El Cuerpo de
Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, El Cuerpo de Bomberos y
Bomberas y Administración de Emergencias, Protección Civil y Administración de
desastres. Esta serie de órganos son de carácter civil, pero los mismos pueden
adscribirse a Ministerios cuya naturaleza sea similar. La competencia de creación de
algunos de estos órganos le corresponde a los Estados y Municipios.

La Criminalidad
Es el conjunto de ocurrencias registradas en una jurisdicción en un momento
determinado. Estas ocurrencias pueden determinarse mediante registros oficiales,
como estadísticas policiales, judiciales, penitenciarias, de salubridad publica, y
registros no oficiales, como los de organizaciones de protección de los derechos
humanos, de las empresas, así como de las encuestas de victimización y de
autorrevelación, que exploran entre víctimas y victimarios las tendencias, contante y
modalidades de la actividad delictiva. Delincuencia y Criminalidad se considerarán
como sinónimos, pues la legislación no establece ninguna distinción conceptual entre
delitos y crímenes, si bien estos últimos tienden a asociarse a las formas más graves
de delincuencia.
El crimen en Venezuela es un problema generalizado que afecta a todo el
país. Esta fue clasificada como la nación más insegura del mundo por Gallup en
(2013) en donde Naciones Unidas expone que este tipo de problemas se debe a la
mala situación política y económica del país. En 2008, varias encuestas indicaban que
el crimen era la principal preocupación de los votantes. Encuestas realizadas en 2014
por esta misma encuestadora, mostraron que sólo el 19% de los venezolanos se sentía
seguro caminando solo durante la noche, con casi un cuarto de los encuestados
43

indicando que ellos o algún miembro de su familia habían sido atracados en el último
año.
 Las mayores tasas de crimen se encuentran en los 'barrios' o 'ranchos' al caer la
noche. Delitos menores como robo de carteras son frecuentes, especialmente en el
sistema de transporte público en Caracas. Como resultado de los altos niveles de
delincuencia, los venezolanos han visto obligados a cambiar sus formas de vida,
debido a las grandes inseguridades que experimentan continuamente. En 2009
el Gobierno de Venezuela creó un cuerpo de seguridad llamado Policía Nacional
Bolivariana y la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad. En mayo de
2013, el Presidente Maduro inició el Plan Patria Segura con el objetivo de reducir el
crimen y garantizar la seguridad en todo el país, aunque el plan tuvo que ser
reiniciado un año más tarde después de la destitución del ministro del Poder Popular
para el Interior, Justicia y Paz.
Las cifras de 2018 demostraron que Venezuela es actualmente el país más violento
del mundo (sin un conflicto bélico) ya que el país tiene una tasa de homicidios de
81,4 por cada 100.000 habitantes, con un total de 23.047 personas asesinadas durante
el año 2018, esto sumado a que la capital Caracas está considerada como la ciudad
más violenta del mundo, con una tasa de homicidios de 89 homicidios por cada
100.000 habitantes, la más alta del mundo. Según un documento publicado en España
(2003), sobre “Las drogas, la delincuencia y la violencia: los efectos a nivel micro
social”, Los delitos relacionados con el uso indebido de drogas son en su mayoría no
violentos y con frecuencia menores.
Los delitos económico-compulsivos para obtener drogas, como el robo y el hurto,
son más comunes que la agresión violenta inducida por las drogas. No obstante, los
efectos de las drogas ilícitas, la delincuencia y la violencia son sumamente
perjudiciales para las comunidades locales a nivel micro social, ya que los miembros
de esas comunidades tienen que vivir en medio de mercados de drogas ilícitas donde
siempre están presentes la delincuencia y la violencia, y la amenaza de la
delincuencia y la violencia. 
44

Violencia
La Organización Mundial de la Salud (2005) en su estudio Informe Mundial sobre
la Violencia y la Salud define la violencia como” El uso intencional de la fuerza o el
poder físico, de hecho, o como amenaza, contra uno mismo, otra persona o un grupo
o comunidad, que cause o tenga posibilidades de causar lesiones, muerte, daños
psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones”, a diferencia de la criminalidad
definida por Gabaldón (2006) como:
El conjunto de ocurrencias delictivas registradas en una jurisdicción, en un
momento determinado. Estas ocurrencias pueden determinarse mediante
multiplicidad de registros cuantitativos, como estadísticas policiales, judiciales,
penitenciarias, de salubridad pública, empresariales, de derechos humanos o
encuestas de victimización o de autorrevelación, así como inferirse de estudios
de casos o de áreas geográficas determinadas. (p.45)

Dentro de este marco de conceptos y el válido intento de comprensión del


fenómeno es adecuado mencionar el trabajo de Emile Durkheim (1893) desarrollado
a través de una sociología que sigue al modelo científico para identificar los procesos
sociales nacidos en el contexto de una economía industrializada signada por crisis
laborales y económicas además de los conflictos emergentes entre empresarios y
trabajadores. La anomia surge entonces como un efecto directo de la ausencia de
normas o la obviedad de las mismas. El delincuente entonces es para Durkheim “un
agente regular de la vida social” cuya función es revitalizar la cohesión grupal sobre
los valores admitidos por la sociedad. Por ende, el castigo penal es “hacer
comunidad”. Tras el crimen, existe una reacción y posterior a la misma, una cohesión
que ratifica las normas del grupo social.
Transitados muchos años de exploración sociológica se refutan las ideas
tradicionales sobre el origen del crimen con las investigaciones de Gary Becker
(1968) quien conceptualizó al delincuente como un ser racional que mide costos y
beneficios antes de realizar el delito, precisando los riesgos de sus acciones delictivas
(ir preso, por ejemplo) calculando al mismo tiempo las posibles ganancias; dicho en
otras palabras, el crimen es una actividad económica rentable. Al profundizar
rigurosamente en las opiniones de los economistas, Becker supone que el sujeto
45

comete un delito si la utilidad que espera obtener supera a la que podría lograr
mediante otras actividades que requieran la inversión de su tiempo y esfuerzo. Ello
conduce a relacionar inevitablemente el número de delitos perpetrados con el número
de probabilidades de ser capturado, años de condena y otras variables que difieren de
forma significativa entre las personas.
Un aumento de cualquiera de estos factores puede reducir la utilidad del acto
vandálico y, por consiguiente, disminuir la cantidad del mismo. De esta propuesta se
entiende que para alcanzar la erradicación del crimen en un determinado grupo social
se deben aumentar las posibilidades de captura, condenas y castigos de tal modo que
las ganancias esperadas nunca excedan a las generadas por actividades legales. Al
revisar estas explicaciones y confrontarlas. Al revisar estas explicaciones y
confrontarlas con la problemática actual se hallan interesantes coincidencias entre las
mismas y los sucesos que ocurren en la sociedad venezolana donde se está
registrando una criminalidad en alza que no respeta acuerdos ni regulaciones, en un
ambiente de incertidumbre donde cohabitan grupos “anómicos” caracterizados por el
irrespeto a la vida, al control social, leyes y normas, que ignoran los principios de
sana convivencia, respeto y tolerancia, controlando espacios geográficos de zonas
específicas en las que prohíben la circulación de organismos de seguridad y
restringen el acceso para visitantes y extraños, semejante en algunos aspectos a la
famosa “Corte de los Milagros” del París Medieval descrita por Víctor Hugo y Valle
Inclán en sus obras.

Casi la mitad de los habitantes del país se encuentra en las ciudades, llena de
espacios denominados comúnmente barrio y rancho donde existen condiciones de
discriminación, exclusión social, desempleo, violencia, pobreza y deserción escolar,
como efecto de las desigualdades sociales que para algunos expertos son factores que
predisponen a la aparición de la criminalidad. Dentro de este ambiente, emerge la
figura del malandro, un héroe folklórico nacional benefactor de una colectividad a la
cual brindaba su protección y también las ganancias obtenidas a través de sus
acciones hamponiles, despertando rechazo y admiración.
46

 Tipos de violencia

Violencia psicológica
La violencia psicológica es aquella que produce daños afectivos, morales y
psicológicos sobre la persona sin que medie la fuerza física, lo que hace mermar su
autoestima. Por ejemplo: culpabilizar, amenazar, coaccionar, espiar, ignorar al otro,
desacreditar al otro, hostigar, acosar, aislar, irrespetar la opinión, etc. Incluye la
agresión verbal por medio de insultos y descalificaciones. Para Torres (2001), la
violencia psicológica o emocional se puede presentar antes, durante, o después de la
violencia física; su representación son los gritos, los insultos, las amenazas, el
aislamiento, las acusaciones sin fundamento, la atribución de culpas, la ridiculización
de la víctima, el rompimiento de promesas y la intimidación, así como el ejercicio de
acciones destructivas a objetos, personas o pertenencias de la víctima.

Violencia física
Se refiere a toda forma de violencia que la que se usa la fuerza física, y que causa
dolor, daño, heridas y hasta la privación de la vida: empujar, golpear, halar el cabello,
quemar, torturar, mutilar, herir, etc. Para “Es el uso de la fuerza física para provocar
daño, no accidental; o con algún tipo de arma u objeto que pueda provocar o no
lesiones ya sean internas, externas, o ambas.” Este tipo de violencia se reconoce con
mayor facilidad; deja lesiones en el cuerpo que, pueden ser permanentes, provocar
alguna discapacidad o incluso causar la muerte. El miedo que experimenta la víctima
ante la posibilidad de que se repita el episodio violento, puede mantenerla en un
estado de tensión que genera malestares físicos como dolores de cabeza, trastornos
gastrointestinales, taquicardias, etcétera

Violencia sexual
Es aquella violencia que denigra la integridad sexual de una persona, sea que haya
contacto genital o no. Se entiende que la integridad ha sido vulnerada toda vez que la
víctima no da su consentimiento expreso. La violencia sexual abarca: coerción,
47

amenazas, intimidación y uso de la fuerza, violación, acoso, abuso, explotación


sexual, trata de personas, prostitución forzada, etc.

Violencia económica o patrimonial


Es la violencia que se ejerce contra una persona (especialmente de hombres a
mujeres), en las cuales se vulneran sus derechos económicos por medio de la
perturbación de la posesión o propiedad de sus bienes, así como por medio de la
sustracción, destrucción deliberada y retención de bienes, herramientas de trabajo,
documentos personales, bienes y valores.

Violencia simbólica
Se refiere al uso de aquellos símbolos que denotan superioridad del victimario
sobre la víctima, y que expresan dominio de fuerza.

Violencia en las comunidades, las calles y los espacios públicos

En ámbitos comunitarios son comunes las situaciones que atentan contra la


convivencia pacífica de la ciudadanía y que generan violencia. La violencia en áreas
públicas puede incluir delitos callejeros, asaltos, balaceras, violencia relacionada con
pandillas, violencia vial o, incluso, violación, asalto sexual u homicidios. De acuerdo
con el Informe Regional de Desarrollo Humano 2013-2014, por delito callejero se
entienden “los actos motivados por afán de lucro, como hurtos y robos de pequeña
cuantía, que suelen ocurrir en lugares públicos y pueden involucrar, en algunos casos,
amenazas de violencia, golpes o lesiones contra las víctimas (…) estos delitos son los
que atentan con más frecuencia contra la seguridad de los ciudadanos” (PNUD, 2013,
p. 75).

Este mismo informe, señala que la inseguridad que las personas experimentan en
la calle “genera el abandono de los espacios públicos en las ciudades, propicia la
aparición de barrios cerrados y provoca desplazamientos de personas y comunidades”
(PNUD, 2013, p. 97). Otra de las consecuencias de esta violencia es que los barrios,
48

colonias y espacios públicos pueden ser tomados ilegalmente por delincuentes


comunes, pandillas y otros grupos delictivos.

Kaplan, (2006). La violencia tiene su raíz en una relación de poder desequilibrada,


donde quien se encuentra en una posición superior busca forzar la voluntad del otro
mediante métodos coercitivos para obtener fines propios; se entiende como un acto de
poder, que se ejerce contra el otro u otros individuos y se puede manifestar mediante
agresiones físicas, verbales, psicológicas, económicas y sexuales

Causas de la violencia

La violencia es un fenómeno complejo que tiene múltiples causas y, a la vez, estas


causas se relacionan entre sí. Desde el punto de vista del diseño e implantación de
políticas públicas para combatir la violencia, es necesario identificar los factores de
riesgo del comportamiento violento. Al analizar los factores de riesgo y protección
consideramos útil distinguir aquéllos que operan a los siguientes niveles: individual,
del hogar, comunitario o de la sociedad. Al analizar la conducta violenta utilizando un
prisma temporal, los factores asociados a la violencia se pueden organizar en:
predisposiciones biológicas y antecedentes sociales, características situacionales y
evento desencadenante.

Factores Biológicos

Los factores genéticos y biológicos, así como el consumo de bebidas alcohólicas y


drogas, aumentan la predisposición a exhibir conductas agresivas y violentas. Se
piensa que las influencias genéticas, si se documentan, involucrarán varios genes y
fuertes interacciones con el medio ambiente (Reiss y Roth, 1993). Pero los estudios
demuestran cada vez más que existe un vínculo entre la violencia y anomalías
cerebrales y neurobiológicas, la gran mayoría de ellas prevenibles. Factores que
aumentan la actividad o reactividad del cerebro (traumas) o disminuyen su capacidad
moderadora de impulsos (abuso o abandono infantil, abuso de alcohol o drogas)
aumentan la capacidad del individuo para responder en forma violenta (Perry, 1996).
49

La Conducta Aprendida.

La conducta violenta se aprende y la primera oportunidad para aprender a


comportarse agresivamente surge en el hogar, observando e imitando la conducta
agresiva de los padres, otros familiares o incluso personajes que aparecen en
programas de los medios de comunicación masiva (Bandura, 1973). Las reacciones
de los padres que premian las conductas agresivas de sus hijos y el maltrato infantil
por parte de ellos son algunos de los mecanismos mediante los cuales los niños
aprenden, a una temprana edad, a expresarse en forma violenta (Berkowitz, 1996). El
niño aprende a asociar estímulos agresivos con conductas violentas y a responder con
violencia a frustraciones u otros eventos nocivos. A pesar de que los niños que han
sufrido abuso no necesariamente repiten cuando crecen el tipo de abuso
experimentado, y que los adultos violentos no necesariamente han tenido una niñez
sufriente, los estudios muestran una relación significativa entre la victimización
durante la niñez (tanto los niños que son maltratados, como los que son testigos del
abuso crónico de otros familiares) y la propensión posterior a conductas violentas
(Dahlberg, 1998). La violencia también se aprende en la escuela y la calle.

Factores Demográficos.

La edad, la densidad poblacional y el género influyen en la violencia por medio de


mecanismos distintos y pueden servir para predecir, en forma muy general, las
tendencias de violencia en la sociedad. En Latinoamérica, como en otras regiones del
mundo, los homicidios son perpetrados mayormente por hombres jóvenes. Entre los
factores que predisponen a los jóvenes a escoger actividades violentas se encuentran
las altas tasas de desempleo juvenil, la impunidad en el sistema judicial y el acceso
fácil al alcohol, las drogas y las armas de fuego. A esto se le puede añadir la cultura
de violencia en los medios de comunicación, que lleva a la imitación de la violencia y
a la disminución de las inhibiciones sociales. El crecimiento y aumento en la
densidad poblacional, especialmente en las grandes ciudades, aumentan el estrés, la
frustración y el anonimato que instigan la conducta violenta (Calhoun,2005). Una de
50

las pocas diferencias entre los sexos que surge antes de los dos años es la conducta
agresiva. Las niñas son menos agresivas que los niños (Maccoby y Jadelin, 1974).

Factores económicos

El enfoque económico del crimen se basa en el trabajo de Becker (1968), según el


cual el agresor realiza una decisión racional al incurrir en actividades ilegales o
violentas, después de examinar el costo-beneficio de las mismas y tratar de
maximizar su beneficio. Es decir, dadas las valoraciones y objetivos del agresor
potencial, éste responde al beneficio esperado y al castigo esperado del
comportamiento violento. Diversos estudios empíricos en el continente dan soporte a
la afirmación de que la violencia (medida utilizando tasas de homicidio, robo y
violación) responde a cambios en el castigo esperado (Banco Mundial, 2001). Otro
grupo de estudios económicos se concentra en los beneficios del crimen y la
violencia, encontrando, en el caso de los actos violentos con motivación económica,
que a mayor desigualdad de ingresos el beneficio esperado dado por la diferencia
entre el ingreso de la víctima y el ingreso del agresor, y por lo tanto la probabilidad
de conductas violentas, es mayor (ibidem).

Aun cuando no existe evidencia empírica concluyente con respecto al impacto de


la pobreza sobre la violencia, algunas condiciones que están presentes en situaciones
de pobreza, tales como el hacinamiento y el desempleo, incrementan
significativamente la probabilidad de violencia (Buvinic et al., 1999). Fajnzylber et
al. (2001) realizan un estudio sobre los determinantes macroeconómicos de la
violencia a nivel mundial, empleando un panel de 45 países durante el periodo 1970-
1994. El modelo estimado explica gran parte de la variación de la tasa de homicidios
y la variación de la tasa de robos a nivel mundial. Sus resultados indican que la tasa
de crecimiento del PIB reduce la violencia, la desigualdad de ingresos incrementa
significativamente la violencia y la tasa de violencia en el pasado determina en forma
importante la tasa de violencia presente.
51

Factores protectores. El capital social

Las instituciones efectivas de control social cumplen un papel central en disuadir


el comportamiento violento. Estas instituciones incluyen la policía y el aparato
judicial y penal en el sector público, así como las iglesias y las organizaciones
sociales y comunitarias en el sector privado.

En América Latina, la debilidad de las instituciones de control social en el sector


público, y la consecuente impunidad de la conducta criminal es vista por muchos
como uno de los factores de riesgo principales de las altas tasas de violencia criminal
(Sanjuan, 1998). Aunque hay evidencia creciente de que la severidad de las penas no
tiene un efecto de disuasión significativo, la probabilidad de ser aprehendido y
procesado puede tener impacto y la probabilidad de actuar en forma violenta aumenta
en la medida en que los costos o incentivos negativos disminuyen.

Un papel similar de control social juega las instituciones y grupos privados que
fomentan lo que hoy se llama el capital social, entendido como las características de
la organización social, incluyendo la confianza, las normas y las redes sociales, que,
al facilitar acciones coordinadas, pueden mejorar la eficiencia del funcionamiento
social (Putnam, 1993). Por lo cual se puede concluir que las comunidades con poco o
deficiente capital social deben ser más susceptibles a la violencia. Las altas tasas de
migración parecen contribuir a la reducción del capital social, puesto que representan
una ruptura de los vínculos comunitarios. La reducción del delito puede contar con
más éxito cuando las soluciones involucran la participación comunitaria. Asimismo,
la atención y prevención de la violencia doméstica puede ser más efectiva cuando
existen fuertes redes sociales. El estudio de la relación entre el capital social y la
violencia es de carácter reciente y confronta el problema de la doble causalidad
existente entre ambas variables.

Situación actual de la violencia


52

Cuantificar la violencia o construir indicadores precisos de magnitud para cada


una de sus múltiples manifestaciones presenta dificultades importantes. Algunas
fuentes de información son los organismos de seguridad, estadísticas judiciales y las
estadísticas de salud, las cuales presentan notable subregistro. Entre las estadísticas
oficiales, la más confiable y utilizada es la tasa anual de mortalidad bruta por
homicidios por cada 100 000 habitantes. Sin embargo, las estadísticas de homicidio
deben interpretarse con cautela, puesto que son muy sensibles a revisiones en la
metodología de recolección que han sido comunes a muchos países de la región. El
homicidio es el acto violento de mayor gravedad, pero su relación con otros actos
violentos no es necesariamente lineal y en muchos países la incidencia de delitos
contra la propiedad, sobre los que se tienen pocas estadísticas confiables en
Latinoamérica, no guarda una relación directa con el homicidio.

Adicionalmente, existen hechos violentos, como la violación y la violencia


doméstica, que rara vez son denunciados, incluso si son reconocidos por el sistema
legal como crímenes. La falta de denuncia se debe, en parte, a la falta de capacidad —
real o percibida por la población— de las autoridades para combatir el
comportamiento violento y dar protección a la víctima contra futuras represalias por
parte de los agresores. Es por ello que además de las estadísticas oficiales es
necesario contar con encuestas de victimización, así como con encuestas especiales
para detectar la violencia doméstica.

Agrega Hernández (2007) que “el hurto es manifiestamente un delito de lesión,


pues la apropiación de la cosa ajena lesiona efectivamente el vínculo entre ésta y su
titular, pero una cosa muy distinta es que sea un delito de resultado, para lo cual lo
único decisivo es si, además de la conducta de apropiación, el tipo requiere que esa
conducta produzca algo distinto de ella misma, cual no es el caso”. (p.6). La conducta
de apropiación tiene efectos que podrían sugerir la presencia de un resultado, como,
por ejemplo, la pérdida de la cosa por el titular o la lesión del bien jurídico. Pero para
que estos efectos técnicamente constituyan un resultado se requiere que además de
ser exigidos por la ley, sean distinguibles y separables de la conducta misma. Si no se
53

logra el desposeimiento no implica que no se consuma, sino que no se ha desarrollado


íntegramente la conducta típica, lo que desplaza de la frustración a la tentativa.

Agresión
El concepto de agresión se ha empleado históricamente en contextos muy
diferentes, aplicado tanto al comportamiento animal como al comportamiento
humano infantil y adulto. Procede del latín “agredí”, una de cuyas acepciones, similar
a la empleada en la actualidad, connota “ir contra alguien con la intención de
producirle daño”, lo que hace referencia a un acto efectivo.
Con respectos al concepto de agresión, para Díaz Aguado, Martínez & Martín,
(2004). No existe una definición universal del concepto de agresión, aunque se puede
decir que, desde la perspectiva de la psicología social, se considera agresión cualquier
conducta que intenta dañar o lastimar a alguna persona, a uno mismo o a un objeto,
de manera intencional. También Franzoi, (2007) expresa que sin involucrar
necesariamente el ejercicio del poder (como en la violencia). Se pueden distinguir dos
tipos de agresión: la instrumental, que se refiere a la conducta dañina usada
intencionalmente para alcanzar alguna meta, y la hostil, donde la conducta dañina es
desencadenada por el enojo con el objetivo de causar daño a la víctima. (p.499).
Para Delgado (2007), el espacio público es un campo donde confluyen múltiples y
diversos escenarios, es un lugar de encuentro y socialización, en el que “cada cual
puede gozar de los placeres de la pura sociabilidad, vida relacional sin objeto
concreto” (p.225); pero, al mismo tiempo, es como el ámbito donde “se puede ejercer
el derecho a hablar y a hacer con relación a los asuntos públicos” (Ibid.), un lugar
donde coinciden y se confrontan relaciones de poder y búsqueda y ejercicio de
libertades individuales y colectivas (Fuentes y Peña 2011, 31). Por tanto, el espacio
público, pensado como el lugar donde se concreta la cosa pública, que es para todos,
en donde se espera no existan restricciones explícitas de acceso para nadie (Valcárcel
1997, 185)

La Criminalidad
54

 Es el conjunto de todos los hechos antisociales cometidos contra la colectividad.


Jurídicamente, es el conjunto de infracciones de fuerte incidencia social cometidas
contra el orden público. En sentido restringido, conjunto de infracciones y de
infractores registrados en tiempo y espacio determinados. La idea de criminalidad
puede emplearse respecto a la circunstancia que convierte a un acto en criminal.
También refiere a la cantidad de crímenes que se cometen en un lugar y en un
momento concreto y a la acción de cometer crímenes. Los crímenes se vinculan a
los delitos: las conductas típicas que resultan antijurídicas y que son susceptibles de
un castigo penal. Quien comete un delito, viola la ley.
Por lo general el concepto de crimen se asocia a un delito de gravedad que atenta
contra la vida. La criminalidad, en este sentido, alude a los delitos más graves.
Anualmente se realizan distintos informes y estudios para conocer cuáles son los
países que cuentan con mayores índices de criminalidad. Así, por ejemplo, entre esas
naciones podemos destacar que se encuentran Honduras, El Salvador, Costa de
Marfil, Venezuela, Belice, Jamaica o Guatemala, por ejemplo. La seguridad es una de
las necesidades humanas básicas y más valoradas por las personas porque si no se
cuenta con la misma es imposible poder desarrollar una vida normal y tranquila.
Por caso es que los estados deben destinar recursos y políticas para poder asegurar la
seguridad de sus ciudadanos y por ende combatir la criminalidad que tanto daño
realiza.
En tanto, cuando los índices de seguridad de una nación son bajos y positivos ello
nos hablará de una sociedad avanzada que podrá desarrollarse conforme. La
seguridad es tan importante que existe una disciplina que justamente tiene la misión
de estudiar todos los aspectos inherentes a la criminalidad. La criminología se ocupa
de comprender y explicar los actos criminales para poder desarrollar soluciones o
propuestas que reduzcan su impacto en la sociedad. En ella intervienen otras ciencias
como la sociología, el derecho y la psicología.

La Criminalidad desde el punto de vista Sociológico:


55

Dentro de un marco de referencia que permita un acercamiento desde el punto de


vista sociológico con la criminalidad, deben señalarse algunos aspectos esenciales. En
primer lugar, hay un patrón de conducta que aplica un código propio el cual justifica
plenamente la acción delictiva perpetrada. Se niega el sentimiento de culpa, la
responsabilidad, el daño y la víctima, se condena a quienes condenan el acto punible
y, por último, se mantiene intacta la apelación a lealtades superiores, fenómeno
psicológico ya estudiado en las Técnicas de neutralización previas de Matza y Sykes
(1957/2004). En segundo lugar, se busca el ansiado reconocimiento en el campo
social, mediante la relación de pareja, música, vestimenta, lenguaje, modus operandis,
tatuajes, armas de fuego y cantidad de asesinatos. En tercer lugar, dentro de este
submundo están las cárceles venezolanas junto a los pranes, estrategas de una
criminalidad sin límites, llena de excesos y teatralidad, donde el poder ejercido sobre
otros es el sello que los distingue.
Con un notorio descaro que reta sin disimulos a la opinión pública, cada uno de
estos personajes relata sus andanzas en el hampa criolla gracias al uso de internet y
las redes sociales usadas como plataforma comunicacional de imágenes,
pensamientos, amenazas, insultos y canciones expresadas a través de una singular
estética adornada con un lenguaje signado por frases y vocablos que los identifican
entre sí. Salsa, tecno, rap, vallenato, hip-hop y otros ritmos forman parte de sus
cotidianidades.

Para Roux (1994), las ciudades son escenarios de relaciones múltiples y variadas
en todos sus ambientes posibles: mercados, plazas, calles, parques, vecindarios,
trabajos, entre otros. Al interior de estos espacios actúan cotidianamente los
habitantes, por lo cual es probable que en ese grupo de interacciones se lleguen a
expresar conflictos y que éstos se conviertan en violencia cuando se resuelven por
vías incorrectas. Existen dos perspectivas para analizar la relación ciudad-violencia.

En la primera se ignora lo urbano y la ciudad con respecto a la violencia,


desconoce cómo pueden influir en la violencia ciertos factores típicamente urbanos
como la segregación, la alta densidad residencial, la carencia de espacios o de bienes
56

y servicios públicos. En la segunda, en cambio, se plantea la violencia como resultado


de las características de un proceso de urbanización acelerado que se expresa en la
falta de servicios y equipamientos, en el desempleo, en una alta migración, en crisis y
pérdida de valores tradicionales. Sin embargo, no se ha encontrado una correlación
directa entre el tamaño de la ciudad, la calidad y la cobertura de los niveles de
violencia; no hay tampoco explicaciones que demuestren que el cambio de valores
tradicionales conduzca a una mayor criminalidad.

Carrión, (1994) propone una tercera perspectiva para analizar la relación ciudad-
violencia, con base en la percepción de los efectos de la violencia sobre la ciudad.
Como consecuencia de la violencia en las ciudades, el comportamiento de la sociedad
se transforma y aparecen estados de ánimo como la angustia, el aislamiento, la
desconfianza y la agresividad en los individuos. La ciudad construida pierde espacios
públicos y se generaliza la urbanización privada-amurallada que segrega aún más.

Roux (1994), por su parte, apoya estos efectos de violencia en las ciudades. Para
él, la violencia produce sensaciones de inseguridad, indefensión y temor. La violencia
se traduce en comportamientos de recelo, desconfianza y aprensión. Incita a la
privatización de la seguridad de los ciudadanos, lo cual posibilita la aparición de
empresas de salvaguarda y vigilancia, y se multiplican el uso de alarmas y el empleo
de escoltas. Como consecuencia de la inseguridad, los centros de numerosas ciudades
se convierten en lugares fantasmas porque los ciudadanos, por temor al atraco, no los
pueden disfrutar. Los parques y demás espacios sociales pierden su carácter de
públicos.
57

la vida en la ciudad, transitar por la calle o tomarse un café, produce paranoia y


puede volverse todo un reto convivir en una ciudad donde prosperan la inseguridad y
la violencia. cabe señalar que, dentro del estudio de la violencia, y en especial de la
violencia urbana, varios investigadores han considerado importante el estudio de las
características del espacio físico de las ciudades como elemento asociado al riesgo de
la violencia. es muy común que la gente evite calles escasamente alumbradas y
colonias en estado de deterioro, considerando que resultan ser objetivos más
vulnerables en esos lugares.

Inseguridad y Criminalización
El deterioro generalizado, social y físico, que crea una imagen de abandono y
marginalidad, incide desfavorablemente en la percepción de centros histórico y las
zonas centrales, acentuándose la tendencia a ‘criminalizarles’ y mitificarlos como
lugares peligrosos. La ciudad tradicional es cada vez menos usada en su sentido de
socialización a través de sus espacios públicos que ofrecieron en sus orígenes la
posibilidad de interactuar con el otro, de hacer confluir la diversidad, de poder
cruzarse en una calle o plaza con los vecinos, de ser disfrutados por niños y jóvenes.

La percepción de inseguridad ciudadana constituye un concepto que corresponde al


campo de las representaciones sociales e imaginarios colectivos (Carrión, 2007). Para
Curbet (2006) la inseguridad ciudadana incluye dos componentes: la inseguridad
subjetiva y la inseguridad objetiva. La primera se define como el sentimiento de
amenaza personal, el cual no necesariamente corresponde con la vulnerabilidad real
de la persona que la experimenta (Carrión, 2007). La segunda comprende un análisis
objetivo de la probabilidad de ser víctima de algún delito (Dammert, 2005). En una
visión comparativa hecha por el Banco Interamericano de Desarrollo sobre la
percepción del aumento de la delincuencia en Latinoamérica en 2006, por ejemplo,
Perú se encontraba entre los países que presentaban una percepción más pesimista
con respecto a este fenómeno (Basombrío, 2007).
58

Las posibilidades de intercambio se reducen en gran medida acentuadas por la


inseguridad que provoca el ambiente inmediato y por ende aumenta el sentimiento de
individualidad. Los vecinos no se conocen, los niños no juegan en la calle ni sus
escuelas quedan en el barrio. La vida se hace de puertas para adentro, coartándose la
socialización. Por otro lado, otro fenómeno asociado al espacio público es el
comercio ambulante, conocido también como “informal”, al que se le puede ver
desde ópticas diametralmente opuestas; solo una cabal comprensión de los intereses
tan diversos que confluyen en su dinámica podría comenzar a dar soluciones
convincentes. Cuando se le clasifica como ambulante, se le relaciona con la tradición
de los tianguis de la época prehispánica, que aportan una riqueza étnica y cultural de
absoluta legitimidad. Observados en su carácter de “informalidad”, se les adjudica un
signo de ilegitimidad y usurpación. Pero en cualquiera de los dos casos, constituyen
generalmente una alternativa económica de empleo y adquisición de bienes para las
capas más desfavorecidas de la sociedad.
En el contexto neoliberal excluyente, quedan marginados del mercado laboral una
gran cantidad de sectores sociales, lo cual supone que esta modalidad de
autogeneración de empleo está signada por lógicas de subsistencia, de ahí su
denominación como economía de la pobreza. Se trata de pobres produciendo para
pobres. En tal sentido, el espacio público es una conquista democrática. La conquista
implica iniciativa, conflicto y riesgo, pero también legitimidad, fuerza acumulada,
alianzas y negociación. Pero el espacio público también ha sido invadido por otros
agentes altamente nocivos que atentan contra su esencia haciéndolo hostil: el
automóvil privado, la contaminación atmosférica, la publicidad. Triada generada por
una forma de vida predadora e insostenible.
Por consiguiente, para contrarrestar los problemas que afecta el desarrollo de una
óptima convivencia ciudadana el estado lleva a cabo metodologías como por ejemplo
los Planes Integrales de Convivencia y Seguridad, que son es un conjunto de
estrategias trazadas de manera conjunta por las autoridades competentes de un
Departamento, Distrito o Municipio, para atender las problemáticas y los hechos que
atentan contra la convivencia y la seguridad ciudadana de dichos territorios.
59

La Delincuencia
La característica principal de la delincuencia es que es un fenómeno social,
multicausal y multidimensional, que se expresa mediante una conducta que
quebranta un orden social o legal determinado. Según Filippo Grispigni (1928) el
delito es aquella conducta humana disruptiva, que pone en grave peligro la
convivencia y la cooperación de los individuos que constituye una sociedad, y que
está descrita como tal en las normas que constituyen el ordenamiento jurídico de un
país. Consecuentemente, la comisión de actos delictivos acarrea responsabilidad y la
sociedad tiene el derecho - y el deber – de identificar a quienes cometen esos actos y
hacer exigibles las responsabilidades que se deriven de ello.
En consecuencia, la delincuencia es concebida como quebrantamiento de la Ley y
el delincuente como el que delinque. Sociológicamente hablando puede examinarse
como los procesos y fenómenos que integran una forma particular de
la conducta social humana que transgrede el funcionamiento de un sistema social
dado y que representa para él daños de mayor o menor nivel. Otro concepto lo
describe como todo aquello relacionado con las acciones delictivas y con los
individuos que las cometen, conocidos como delincuentes. La palabra, como tal,
proviene del latín delinquentia.
Los delincuentes son personas que cometen delitos, es decir, que realizan acciones
contrarias a lo que establece la ley y el derecho, y que por ellas son penados por el
sistema de justicia de cada país, lo que implica el cumplimiento de castigos o
sanciones dependiendo de la gravedad de la falta.
La Delincuencia se clasifica de varias formas, sin embargo, los conceptos referidos
para este tema son la:
- Delincuencia común:

La delincuencia común es aquella que opera sin estructuras organizativas, sino


mediante individuos o grupos de individuos que cometen delitos menores o graves,
principalmente con el objetivo de obtener dinero o artículos de valor. No son
delincuentes especializados. Los delitos van desde el robo, la ratería, los asaltos, las
60

estafas, el carterismo, las violaciones, el robo y hurto de vehículo, el vandalismo y


otras faltas contra la propiedad.

-Delincuencia urbana:
Como delincuencia urbana se conoce aquella que ocurre dentro de los términos de
los núcleos poblacionales o ciudades. El espacio urbano, especialmente las grandes
ciudades, son lugares donde se concentra gran parte de la población debido a su poder
económico y financiero, lo cual también atrae a los delincuentes, que hacen de las
ciudades su principal campo de acción. Por esta razón, es en las grandes ciudades
donde aparecen los principales problemas de seguridad.
Finalmente, en el ámbito jurídico está integrada por relaciones sociales antagónicas
a lo preceptuado por la Ley Penal y evidencia contradicciones sociales, diferencias y
desproporciones en el desarrollo social definidos como procesos y comportamientos
de carácter delictivo. En general, la delincuencia constituye un conjunto o sistema de
conductas delictivas o determinadas infracciones grupales o individuales de la Ley
Penal.

Causas de la Delincuencia.
Las causas de la delincuencia han variado con el paso de los años y con el
desarrollo de las sociedades, de ahí que los criminólogos se hayan hecho eco de
diversas corrientes para darle explicación a este fenómeno, en ocasiones
contradictorias entre sí. El desarrollo del pensamiento criminológico pudiéramos
distinguirlo como tradicional, contemporáneo y de control social. La distinción se
basa en grandes rasgos respecto al enfoque de las diferentes etapas investigativas de
las ciencias criminológicas en aras de estudiar la naturaleza, extensión y causas del
crimen; las características de los criminales; los problemas de detención y castigo de
los delincuentes; operatividad de las prisiones y de otras instituciones carcelarias; la
rehabilitación de los convictos, tanto dentro como fuera de la prisión; la reinserción
social de los ex reclusos y la prevención del delito.

La perspectiva tradicional se basaba en el estudio de las causas del delito


considerándolas individuales, morfológicas, psicológicas-biológicas y antropológicas
61

en su primera etapa. En un segundo momento advirtió la importancia del medio o


entorno que rodea al individuo (económico, religioso, familiar, escolar). La visión
contemporánea analizó el origen de la criminalidad en quienes hacen, aplican y
ejecutan la Ley. Por último el control social viene a desplegar sus funciones en aras
de la disminución de las causales delictivas a través de las instituciones como la
familia, la escuela, el Estado, entre otras.

La delincuencia como toda conducta humana es resultado de


la interacción constante con el medio que le rodea, enfrentando el sujeto la realidad
externa con la manifestación de una posición determinada. La valoración personal de
una decisión a toma se expresa en la conducta concreta del individuo. De todo esto se
infiere que el estudio del hombre delincuente tiene que partir de la correlación entre
las circunstancias, objetivas que no dependen de él, como su formación y aquellas
otras que él puede variar o modificar como pudiera ser la decisión del sujeto de llevar
a cabo determinada acción para satisfacer una necesidad personal y esta puede ser
correcta o no.

Prevención y Control

La prevención del delito o prevención de la delincuencia es el intento de reducir


los delitos y disuadir a los delincuentes. El término se aplica específicamente a los
esfuerzos de los gobiernos para disminuir los delitos, aplicar la ley y mantener la
justicia penal. Las soluciones requeridas para resolver el problema de la violencia son
múltiples; no existe una solución única que sea aplicable a todos los casos. Las
distintas propuestas se pueden dividir en dos grandes grupos: a) las acciones dirigidas
a controlar la violencia, cuyo enfoque suele ser apoyado por la criminología y la
perspectiva judicial; y b) las acciones dirigidas a prevenirla, que han sido apoyadas
por la epidemiología y la salud pública (BID, 1999).

Estos enfoques suelen considerarse como posiciones opuestas. Para solucionar el


crimen violento, la primera busca la solución en más policías y prisiones, la segunda
en el combate a la pobreza. En algunos países industrializados, los datos indican que
62

la prevención puede llegar a ser más eficiente que las políticas de control (Buvinic,
Morrison y Shifter, 1999).

En América Latina suelen predominar los programas de control al igual que en


algunos países industrializados, y sólo recientemente en estos países se han
implementado las acciones de prevención. Dentro de las estrategias urbanas y las
políticas públicas, está surgiendo una esperanza con respecto a la reducción del
crimen violento. Algunas ciudades han comenzado a acercarse holísticamente al
fenómeno y al parecer sus estrategias han permitido reducir el delito, tanto en el corto
como en el largo plazo. La prevención exige que se adopten medidas allí donde esté
la causa del problema y es importante determinar los factores responsables del delito
y de la inseguridad

Las distintas acciones que se llevan a cabo pueden dividirse en aquellas que
modifican los factores estructurales, las que modifican los factores sociales, las que se
centran en factores específicos (programas puntuales), las que buscan modificar un
conjunto de factores (programas integrales) y las acciones que van dirigidas al total
de la población (prevención primaria), a los grupos de alto riesgo (secundaria) o a las
víctimas y agresores (terciaria). La prevención primaria va dirigida a reducir los
factores de riesgo y a aumentar los factores de protección en diversos grupos de
población (mujeres adultas, escolares en secundaria). La prevención secundaria se
centra en grupos de alto riesgo de desarrollar conductas violentas (jóvenes en
situación de desventaja social y económica). La prevención terciaria trabaja con
individuos que han sido víctimas o han manifestado conductas violentas, para evitar
que reincidan.

  Existen diversos ámbitos institucionales donde las acciones de prevención pueden


tener lugar: la familia, la escuela y los centros de desarrollo infantil; las
municipalidades, los centros de salud, la policía y las agencias del ministerio público.
Por otra parte, existen espacios donde se puede dar la violencia en forma recurrente,
63

incluyendo zonas residenciales, lugares donde se hacen negocios con dinero,


almacenes, plazas, parques y otros sitios públicos utilizados para la venta de drogas.

Control Policial.

Dentro de las acciones de control están aquellas que contemplan el incremento de


las probabilidades de captura de los delincuentes violentos o de elevar las penas al
declararse la culpabilidad por algún acto delictivo. Hernández (2002) expresa: “En un
principio, se considera que estas medidas disuaden el comportamiento violento,
aunque, por lo que se ha visto, esos impactos son débiles. Estas políticas se orientan
casi exclusivamente a anular la posible comisión de delitos, recurriendo a medidas
estrictas técnicas, como sistemas de vigilancia y mecanismos de seguridad. (p.25)

En tal sentido, las políticas de control pueden dividirse a su vez en aquellas que
utilizan las acciones policiaca, legislativa y penitenciaria.

-Acción policial: entre estas políticas de control se encuentran las que se relacionan


con una respuesta más rápida a las llamadas telefónicas de emergencia. También se
tiene el patrullaje aleatorio, que se implementa con el propósito de crear una
presencia permanente de la policía. Incrementar el número de detenciones es otra
posibilidad de control y con ella se busca responder a crímenes reportados u
observados en vez de centrar los esfuerzos en personas en alto riesgo de cometer
ofensas. En varios países de América Latina un ejemplo de política de control podría
ser el policía comunitario, que intenta fomentar los vínculos entre la comunidad y la
policía mediante los comités vecinales, que sugieren las prioridades para combatir el
delito en su comunidad. Para que este tipo de programas funcione es necesario que la
sociedad tenga confianza en la policía y para ese fin son necesarias la capacitación y
profesionalización de las fuerzas policiacas, así como la erradicación de la corrupción
(BID, 1999).
64

-Acción legislativa: dentro de las estrategias legislativas para tratar de controlar los


índices delictivos y de violencia se encuentran las siguientes: el incremento en la
probabilidad de encarcelamiento o endurecimiento de las penas, toques de queda,
prohibiciones en la venta de alcohol, prohibiciones para portar armas y
criminalización de la violencia doméstica.

-Acción penitenciaria: en este rubro son de especial importancia los programas de


rehabilitación con respecto a la disminución de la reincidencia de los ofensores. Los
programas que tienen impactos positivos son los que se orientan a modificar
características vinculadas al comportamiento delictivo (actitudes antisociales, abuso
de sustancias, educación trunca o de pobre calidad), así como aquellos que cuentan
con profesionales calificados y con formas de enseñanza acordes con las capacidades
de los reos. Es importante señalar que estos programas no funcionarán si no se
cambian las condiciones de hacinamiento y sobrepoblación que existen en los penales
y si no se brindan los recursos necesarios para ponerlos en marcha (BID, 1999).

Con respecto a la primera opción, es importante considerar el alto costo que


implica la construcción y el mantenimiento de las cárceles debido a la existencia de
sentencias más largas y a la mayor probabilidad de condena; esto puede resultar
muchas veces más costoso que implementar otro tipo de acciones.

Por otro lado, en el Discurso de apertura de la Clínica de Seguridad celebrado en


Medellín Colombia, Alvarado (2017), Menciono un proyecto de transformación
urbana y social que logró reducir los índices delictuales en un 42% en la Ciudad de
Medellín, puesto en práctica por la alcaldía, dicho Proyecto fue denominado La Línea
verde. Dada la inseguridad que vivimos en América Latina y el Caribe nos urgen más
proyectos como la Línea Verde, afirmo.

El crimen y la violencia condicionan nuestras decisiones diarias. Dónde vivimos,


por dónde transitamos, dónde invertimos, y qué hacemos o dejamos de hacer un fin
de semana.  Es decir, afectan nuestra calidad de vida y nuestro bienestar. Sin
65

embargo, aún queda mucho trabajo para que estos gobiernos locales puedan proveer y
garantizar seguridad ciudadana más efectivamente. La buena noticia es que hoy
tenemos ejemplos de ciudades de América Latina y el Caribe que asumieron la
seguridad como área prioritaria de su gestión.  Medellín, Bogotá, Quito, San Salvador
y otras han demostrado que, con un fuerte liderazgo, y un enfoque de gobernanza
compartida entre lo nacional y lo local, pudieron reducirlos niveles de criminalidad.
Desde el BID hemos estado involucrados en más de una docena de reformas de
policías, y hemos invertido en más de 30 programas de prevención de la violencia a
nivel local.

La seguridad como objetivo del policía comunal


La seguridad es un estado en el cual los peligros y las condiciones que pueden
provocar daños de tipo físico, psicológico o material son controlados para preservar la
salud y el bienestar de los individuos y de la comunidad. Es una fuente indispensable
de la vida cotidiana, que permite al individuo y a la comunidad cumplir con sus metas
deseadas. Un nivel de seguridad óptimo necesita que los individuos, las comunidades,
gobiernos y otros interventores creen y mantengan las siguientes condiciones, y esto,
sea cual sea el nivel de vida considerado:
-Un clima de cohesión y paz social, así como de equidad, que proteja los derechos y
libertades tanto a nivel familiar, local, nacional como internacional.
-La prevención y el control de heridas y otras consecuencias o daños causados por
los accidentes.
-El respeto a los valores y a la integridad física, material o psicológica de las
personas.
- El acceso a medios eficaces de prevención, control y rehabilitación para asegurar la
presencia de las tres primeras condiciones.
Señala Kris Bonner, (Costa Rica 1997):
La política de seguridad ciudadana, integrada dentro de la política municipal
global es la respuesta administrativa al gran problema de la inseguridad y a la
creciente demanda de una razonable seguridad policial por parte de los
ciudadanos y las empresas (…) Esto no se limita a la represión propia de la
66

seguridad objetiva (infracciones) y a la reducción de posibles inseguridades


(riesgos), sino que se concentra principalmente en la reducción de la
inseguridad subjetiva o sensación de inseguridad. (p. 55).

Según el autor, la seguridad está presente en el ámbito laboral, vial, alimenticio,


político y económico. Desde la infancia, el sentirse seguro es algo necesario para
conseguir el perfecto desarrollo y la felicidad total del individuo. Ésta debe dirigirse a
enfrentar una doble dimensión: la objetiva, referida a los hechos concretos de
violencia que se producen y, la subjetiva, que tiene que ver con la percepción y las
representaciones sociales que la ciudadanía se hace del problema. Ejemplo de ello son
la imagen que se hace de la ciudad, el barrio, la comunidad, por otro, las propias
valoraciones o sensaciones que la población tiene de sí misma. Por eso, una
organización social dedicada a la seguridad ciudadana debe de actuar en dos niveles
para generar un conjunto de normas e instituciones que protejan a la ciudadanía. Todo
ello con la finalidad de que la ciudadanía se sepa viviendo en un orden privado y
público, a través de un entorno que satisfaga la seguridad y fortalezca el estado social
de derecho.

La Institución Policial y la Comunidad:


Bettiol (2003) asegura que:
Las relaciones entre los cuerpos policiales y la ciudadanía están calificadas no
solo por el ámbito de la legalidad definido por las normas, sino por el contexto
social específico en el cual se desempeñan las funciones de la policía. En
buena parte de la criminología contemporánea los estudios sobre la policía
están orientados por la tendencia a conocer los aspectos más relevantes de la
relación policía-ciudadano, y la importancia que se ha encontrado, tienen entre
otras cosas, las opiniones y las expectativas ciudadanas en el desempeño y
actuación en general de la policía. Ambos lados de la relación se ven
influenciados el uno con el otro, generando cambios en las expectativas, en los
roles y, por ende, en el resultado final del trabajo policial y de las formas de
participación ciudadana. (p 91).

Si bien es cierto que muchos de los principios que orientan el trabajo de policía
están determinados por normas formales previstas en instrumentos legales de distintas
índoles, también es cierto que aquellos que no están definidos en reglamentos se
67

desarrollan a través de unas normas informales que son forjadas en la rutina diaria del
policía y que dan cuerpo a una subcultura policial. Estas normas tienen por objeto
cumplir con tareas que el funcionario asume como obligatorias, toda vez que la
ciudadanía espera de él, su mejor desempeño.
La Institución policial, puede llegar a justificar su trabajo en las expectativas de la
comunidad, por tanto, la comunidad se convierte en un ente responsable, al menos
parcialmente, de la actuación policial, sin embargo, es necesario saber: ¿qué esperan
en una situación específica? Ello haría posible constatar el grado de satisfacción que
tiene la comunidad acerca del trabajo policial, ya que de haber insatisfacción se
crearía entre la policía y la comunidad una distancia caracterizada por la desconfianza
de la segunda sobre la primera y por un posible exceso de autoritarismo de ésta sobre
aquella. Estas variantes de la relación podrían estar calificadas por factores ajenos a
ella, como podrían ser, entre otros, el carácter más o menos democrático del régimen
político dominante en una sociedad determinada y el papel que cumplan los cuerpos
policiales frente a un gobierno en particular, la satisfacción de la comunidad con el
trabajo policial puede ser medida, entre otras formas, a través de la confianza del
ciudadano en la institución policial y ésta, por la decisión del ciudadano de llamar a la
policía.
Chinoy, E. (2013: 81), expresa que una comunidad “Es un grupo o conjunto de
individuos, seres humanos, que comparten elementos en común, tales como un
idioma, costumbres, valores, tareas, visión del mundo, edad, ubicación geográfica,
estatus social, roles”. Por lo general, en una comunidad se crea una identidad común,
mediante la diferenciación de otros grupos o comunidades (generalmente por signos o
acciones), que es compartida y elaborada entre sus integrantes y socializada.
Generalmente una comunidad se une bajo la necesidad o meta de un objetivo en
común.
En términos de administración o de división territorial, una comunidad puede
considerarse una entidad singular de población, una mancomunidad, un suburbio, etc.
En términos de trabajo, una comunidad es una empresa. La participación y
cooperación de sus miembros posibilitan la elección consciente de proyectos de
68

transformación dirigidos a la solución gradual y progresiva de las contradicciones


potenciadoras de su autodesarrollo. Actualmente se habla de “policía y comunidad”,
particularmente en las grandes ciudades, como una forma de acoplar el trabajo
policial a lo que la gente desea, y de eliminar tensiones entre los ciudadanos y la
policía, incluyendo la violencia, los perjuicios, el distanciamiento y el manejo
puramente legalista de los problemas.
Se busca un modelo que permita acercar los vecinos a la policía, y que actúe más
en sintonía con las necesidades de la gente, que con las pautas internas y burocráticas
de funcionamiento. El estudio adelantado por la Comisión Nacional para la Reforma
Policial (Gabaldón y Antillano, 2007) destaca que “Los ciudadanos no acuden a la
policía sino cuando se trata de hechos graves que ocurren en el espacio público.
Factores como el tipo de delito (el robo, hurto y lesiones y otros hechos que lesionan
en forma directa a la víctima) así como la relación con el victimario influyen en la
probabilidad de acudir a la policía…”. Por otro lado, con el desarrollo de las grandes
ciudades, el deterioro de las relaciones interpersonales, la poca comunicación, la
propagación de la delincuencia callejera y el desorden en determinadas zonas, se hace
muy presente la necesidad de que los propios vecinos colaboren restableciendo ese
orden, y que procuren a la policía para resolver las situaciones más graves,
resolviendo por su cuenta los hechos menores.
El dilema fundamental de la denominada relación entre la policía y la comunidad
es un balance entre el mantenimiento del orden y el mantenimiento de la legalidad.
Mayor orden no significa mayor legalidad necesariamente, por lo tanto, apego estricto
a la legalidad no implica necesariamente satisfacción ciudadana, si ello produce
impersonalidad, antagonismo y lentitud en el control de lo indeseable. La seguridad
de nuestra Nación es responsabilidad del Estado y descansa esencialmente en el logro
de un verdadero acuerdo de convivencia entre el Estado y la Sociedad Civil, y no en
la confrontación permanente. Se trata de articular armónicamente los recursos del
Estado con la Sociedad Civil en todas sus expresiones, para convalidar el principio de
corresponsabilidad y así satisfacer el reclamo diario del ciudadano, que es la
seguridad de la vida y sus bienes.
69

La Policía Comunitaria.
La policía comunitaria es un mediador que pone mayor énfasis en la prevención
con mayor autonomía y responsabilidad, al servicio de la comunidad, lleva su
inclinación a la se enfoca en solucionar los problemas que aquejan a los vecinos. Los
policías debían detectar los principales problemas de inseguridad y definir una
estrategia para confrontarlos trabajando junto con la comunidad.
Para Anthony Butler (2007) la policía comunitaria es “un tipo de policía que toma
como punto de partida las necesidades e intereses de las comunidades locales y que
entrega una respuesta que fomenta la colaboración para con ellos y asegura a la
comunidad que hay un compromiso para mejorar su calidad de vida”. A nivel
estratégico y político hay una necesidad de extender la definición significando: “Un
reconocimiento en la filosofía, misión y estructura organizacional que admite las
necesidades e intereses de la comunidad y que busca servir dentro de la capacidad y
los recursos de las fuerzas policiales que se encuentran con esas necesidades.
Se requiere un compromiso a la consulta, que es el fundamento sobre el cual se
basa el avanzado proceso de planificación y sobre el que se miden las subsiguientes
revisiones de desempeño y responsabilidad”. Para el Coronel de la Policía Nacional
del Perú Benedicto, Jiménez Bacca, “la Policía Comunitaria” es: Una filosofía y no
una táctica específica, basada en un concepto proactivo y descentralizado, y diseñada
para reducir los niveles de delincuencia, el desorden y por extensión la sensación de
inseguridad, mediante la inmersión intensiva del policía en la misma comunidad
durante un periodo prolongado de tiempo, de manera que los residentes de la misma
desarrollen la confianza suficiente para colaborar con la policía, proporcionándole
información y cooperación.
Con este modelo se tiene mayores probabilidades de mejorar la calidad de vida de
los vecinos, aumentar el nivel de Seguridad Ciudadana y de disminuir el miedo al
delito. Sus componentes son la colaboración ciudadana y la solución de problemas. El
modelo de Policía Comunitaria ha alcanzado prestigio mundial, pues no tiene límites,
sino que ha traspasado las fronteras y culturas policiales trascendiendo realidades
70

urbanas y rurales a nivel, estadal, nacional e internacional y efectivamente, es posible


encontrar programas de Policía Comunitaria a nivel mundial. Pues la policía
comunitaria el enlace entre la sociedad civil y el cuerpo de la Policía Nacional,
Estadal o Municipal. Cuya función básica es de orientación para la solución de los
problemas que afectan a la sociedad de manera pacífica.
La Policía Comunal o Comunitaria es entendida como una filosofía y una
estrategia organizacional que propicia una nueva asociación entre la comunidad y la
policía. Se basa en la premisa de que tanto la policía como la comunidad deben
trabajar juntas para identificar, priorizar y resolver problemas tales como: drogas,
inseguridad, desórdenes públicos y morales, en general la decadencia de la
comunidad con el objetivo de mejorar la calidad de vida de esa área”, Trojanowicz,
(2004).

Objetivos del Servicio de Policía Comunal


Este servicio policial debería funcionar mediante la aproximación a los vecinos en
espacios geográficos más reducidos y con un contacto cara a cara más personalizado,
a fin de intervenir eficientemente en la identificación de problema y soluciones
utilizando el dialogo y la comunicación, cuando sean procedentes, así como la
identificación y procesamiento de infractores en forma más efectiva, utilizando el
soporte y apoyo de la población en cada sitio afectado. Su propósito fundamental es
atender la seguridad de la comunidad, tanto en la ciudad como en el campo, con
estrecha coordinación con los Comités de Seguridad y de Prevención Integral de los
Consejos Comunales y con consulta permanente y seguimiento con todos los
residentes de un sector geográfico determinado.
De esta manera el Servicio de Policía comunal está llamado a constituirse en
estrategia para desarrollar una nueva relación entre los Cuerpos de Policía y las
comunidades del país, fortaleciendo al mismo tiempo la eficacia y eficiencia policial
en la prevención y control del delito (art. 10 LOSPCPNB), para tal fin se definen los
siguientes objetivos:
71

-Actuar preventivamente sobre las causas del delito, de la violencia y de la


inseguridad para garantizar a la ciudadanía una mejor calidad de vida.
-Actuar sobre las consecuencias del delito, de la violencia e inseguridad,
especialmente en la atención a las víctimas y a los mecanismos que permitan
contribuir a la restauración de la paz social.
-Conocer de la mejor manera los lugares, actores sociales, realidades sociales y
culturales de la comunidad (art. 48 LOSPCPNB), con la finalidad de obtener los
elementos necesarios para la elaboración de diagnósticos participativos, la ejecución
de planes y proyectos de seguridad.
-Promover y fortalecer los vínculos entre los Cuerpos de Policía y la comunidad, con
la finalidad de garantizar, asegurar la paz social, la convivencia, el ejercicio de los
derechos y el cumplimiento de la ley.
-Obtener la información de otros servicios del cuerpo de policía y aportarles datos de
interés operativo para garantizar la seguridad ciudadana en las localidades donde
opera este servicio.
-Estimular y contribuir a la autorregulación de la comunidad, para controlar y
prevenir situaciones que generan inseguridad y violencia o que constituyan amenazas,
vulnerabilidad y riesgo para la integridad física de las personas, sus propiedades, el
disfrute de sus derechos y el cumplimiento de sus deberes (art. 55 de la CRBV)en
consonancia con el mandato definido en el Art. 5 de la LEFP y los principios de
universalidad e igualdad y participación ciudadana establecidos en los Art. 13 y 16 de
la LOSPCPNB.
-Servir de orientador a la comunidad hacia otras instituciones del gobierno nacional,
estadal, y/o municipal, según su ámbito de competencia para exigir respuesta a las
necesidades y realidades que se presenten.
Con relación al servicio de policía comunal, es fundamental tener presente que, en
dicho servicio, los funcionarios no deben sustituir a la comunidad en su relación con
otras instituciones del Estado responsables de brindar servicios públicos y garantizar
los derechos sociales a la población. Solamente cumplirán funciones de orientación.
De igual manera, pueden dictar charlas sobre drogas, organizar brigadas juveniles,
72

entre otras; esto con el fin de ganar confianza con la comunidad aun cuando ésta no
sea la función principal. Para cumplir con los objetivos anteriormente señalados, el
Servicio de Policía Comunal debe tener en cuenta los siguientes aspectos:
-Factores condicionantes de inseguridad, delito y violencia.
-Coordinación con los Jueces de Paz que hacen vida en la comunidad para
acompañarlos en sus responsabilidades.
-Conductas individuales o colectivas que puedan desencadenar delitos, violencia o
situaciones de inseguridad.
-Atención a las víctimas, promoviendo la reparación simbólica y cuando sea posible,
la reconciliación entre otras medidas posteriores a la ocurrencia del delito.
-En el campo de los servicios públicos actuar como orientadores y facilitadores de las
iniciativas de la comunidad en la búsqueda de soluciones mancomunadas entre éstas
y las instancias del Estado en el ámbito que correspondan. Por ende, la policía no
debe asumir el rol de liderazgo o de representante de la comunidad, primero porque
no es su función y luego porque de no lograrse la solución inmediata o a corto plazo
de los problemas, la policía puede perder la legitimidad que se ha ganado con la
proximidad.
-La presencia de la policía en la comunidad debe tener fines disuasivos y de
prevención.
Los funcionarios en el Servicio de Policía Comunal deben tener la capacidad de
pensar por sí solos, cumpliendo con sus funciones de acuerdo al entorno del sector
(apegados en todo momento a la ley, normas y reglamentos).

El Rol de la participación Ciudadana: Seguimiento y Control:


El control de la delincuencia amerita la adopción de planes que permitan definir,
evaluar, corregir y reprogramar las iniciativas gubernamentales conforme a
parámetros, indicadores y medidas sustentables en el tiempo, pues de otro modo será
difícil formular, discutir y modificar políticas públicas sobre seguridad ciudadana
orientadas por el conocimiento informado. Ciertas condiciones son necesarias para
que este proceso pueda avanzar y consolidarse.
73

Es necesario en primer, lugar disponer de información confiable. Por otro lado, es


importante fomentar una cultura del debate democrático orientado por la información
oportuna y veraz. Muchos de los temas relativos a la delincuencia y el control están
orientados por criterios opináticos, poco sustentados en evidencias con elementos
retóricos y melodramáticos, cuando no genéricos y superficiales, que poco
contribuyen a decisiones orientadas por el conocimiento. Finalmente, es
indispensable involucrar a la comunidad organizada a los planes de seguridad
ciudadana, mediante canales efectivos de participación, con orientación y formación
técnica. La investigación, difusión y discusión pública es necesaria para la
conformación de una sociedad pluralista y orientadas por los principios de
humanismo, la justicia y la ponderación de los intereses en función de los valores
compartidos

Las políticas de seguridad como parte integrante de los planes de desarrollo


local.
Los problemas sociales de fondo que llevan una persona a cometer un delito, a la
sociedad a percibir una conducta como delictiva (situación que se da claramente en el
robo con armas y no por ejemplo en la estafa), y a las agencias de control social a
punir, es claro que no se solucionan aplicando más pena, ni poniendo más policías en
las calles. La solución aplicable es mucho más sencilla y simple de lo que
imaginamos, tiene que ver más con la solidaridad y el respeto por la diversidad que
con la represión; tiene que ver más con el diálogo y la conciliación que con la
privación; tiene que ver más con la solución humana de los conflictos que con el ius
puniendi del Leviatán.
El incorporar al presente estudio los temas esbozados, en forma enunciativa y más
que sintética, tiene como pretensión introducir al lector en la realidad
latinoamericana, donde la inseguridad y la sensación de inseguridad que se vive en
las grandes ciudades es moneda corriente y llevarlo por estos senderos a reflexionar
sobre la dimensión de la problemática y sobre su estrecha relación con la
marginalidad y la pobreza.
74

Marco Referencial para la Prevención Situacional en Entornos Urbanos:


El marco referencial adoptado para la Prevención Situacional aplicada en el
contexto nacional, considera antecedentes teóricos y conceptuales de la criminología
ambiental desarrollada en las últimas décadas a nivel internacional, como también el
aporte de urbanistas que han abordado la temática de inseguridad en los centros
urbanos, entre las que destacan:
Desde la criminología ambiental:
a) Teoría de las ventanas rotas (Wilson y Kelling, 1966): Explica el miedo, desorden
social y falta de control social; plantea el desorden social y las incivilidades físicas y
sociales como causas del temor, lo que redundaría en una reducción del control social
y luego en el delito. Hace referencia también a la teoría de la desorganización social
de Hunter (1978) que establecía cierta relación entre incivilidad, miedo al delito y
también de manera independiente a la anterior, con el crimen, lo cual explicaría el
fenómeno contradictorio de altos niveles de temor y bajos índices de delitos.
b) Teoría de las actividades rutinarias (Cohen y Felson, 1979): Plantea tres elementos
interrelacionados para que se cometa un crimen, un autor motivado (el victimario), un
blanco atractivo (las personas o la propiedad) y la ausencia de guardianes habilitados
(otros que ejerzan un control natural sobre el lugar). La convergencia de 6 estos tres
elementos en el tiempo y el espacio, ya sea por factores físicos o sociales, facilitan o
limitan la ocurrencia de hechos delictivos.
c) Teoría de elección racional (Clarke y Cornish, 1985): Explica el comportamiento
criminal como el resultado de una elección racional; por tanto, las posibilidades de
reducir los hechos delictivos se focalizan en el análisis del proceso de decisión del
probable agresor, estableciendo estrategias que reduzcan las oportunidades de
cometer un delito en un contexto determinado.
d) Teoría de patrones: Señala que existe un lugar y tiempo preciso en que se producen
los delitos, atendiendo a los movimientos y actividades diarias de víctimas y
victimarios. Esto significa que la oportunidad de delinquir depende del que una
75

persona con inclinaciones delictivas seleccione blancos atractivos de delitos, en el


contexto de los desplazamientos habituales de los habitantes.

Desde el urbanismo y la inseguridad

a) Jane Jacobs y “Vida y muerte de las ciudades americanas” (1961): Plantea una
postura opositora a la planificación racionalista de la época, proponiendo que la
ciudad debe contar con medio ambientes abiertos, mixtos y permeables. Propone
además que los habitantes puedan pasar y ocupar todos los espacios, justificando que
ese mayor dinamismo contribuye en aumentar los ojos que miran a la calle y de este
modo se acrecienta el control social.
b) Oscar Newman y el “espacio defendible” (1972): Basándose en estudios empíricos
a las viviendas públicas de altura en San Luis, Estados Unidos, propone la teoría del
espacio defendible, planteando que la relación de los factores físicos y sociales
influyen en la comisión de delitos. Este arquitecto plantea además que los residentes
de un conjunto habitacional que controlan las zonas que se encuentran a su alrededor,
incluyendo el espacio público, pasillos, aéreas recreativas, escaleras, entre otros
(Newman, 1972), aumentan el control social del espacio, disminuyendo los delitos.
c) C. Ray Jeffrey y la “prevención del delito mediante el diseño medioambiental”
(CPTED; 1972): Este concepto fue ocupado en 1972 y trata sobre el espacio y las
condiciones que facilitan o restringen la posibilidad que se efectúe un delito; junto a
esto plantea que es posible disminuir la probabilidad de estos, a través de la
modificación de las características del entorno físico mediante estrategias basadas en
el diseño ambiental y la inclusión de principios básicos como vigilancia,
territorialidad, control de accesos y participación comunitaria.
En este sentido, el medio ambiente urbano puede influir en el comportamiento
criminal particular y general de dos maneras: físicamente (proporcionando el entorno
en donde las personas se desenvuelven) y socialmente (proveyendo las relaciones
sociales a la que responden los individuos).
76

d) Bill Hillier y la “sintaxis espacial”: Plantea que una alta densidad poblacional en
las aceras, pese a que puede causar el anonimato para el delito a personas, contribuye
a evitar delitos que afectan a las viviendas. A la vez critica a la postura de Jacobs
sobre los espacios abiertos, mixtos y permeables, refiriéndose a esta como una
solución abierta, ya que, en lugar de contribuir a evitar el crimen, lo facilitaría; como
también la solución cerrada de Newman, pues no necesariamente tener el control de
un espacio y una densidad baja de peatones por la acera es sinónimo de una
disminución de las tasas delictuales. Focalización territorial y factores de riesgo físico
e) Las intervenciones en Prevención Situacional deben ser orientadas a territorios con
las siguientes características y responder a los siguientes criterios de focalización:

La inseguridad ciudadana en la actualidad


Para Basombrío, C. (Perú 2004), define la inseguridad ciudadana como el temor a
posibles agresiones, asaltos, secuestros, violaciones, de los cuales podemos ser
víctimas. Hoy en día, es una de las principales características de todas las sociedades
modernas, y es que vivimos en un mundo en el que la extensión de la violencia se ha
desbordado en un clima generalizado de criminalidad. Entre las causas de inseguridad
que se detectan, está el desempleo que vive una gran cantidad de personas; las
personas que atentan contra los bienes y la integridad física de los ciudadanos lo
hacen frecuentemente, por no tener un empleo estable que les garantice ingresos
suficientes para mantener a su familia.
De igual manera, se identificó la pobreza como otra causa que puede generar
agresividad, además, altos índices de delincuencia que generalmente se ubican en las
zonas marginales de la ciudad; la falta de educación es otra causa. La escasa y,
muchas veces, inexistente educación de los ciudadanos genera delincuencia,
agresividad y, por supuesto, inseguridad en aquellas personas que se mantienen al
margen, pero que son los que sufren las consecuencias de esta situación. Puede
afirmarse que, cuanta menos educación y cultura tengan las personas, más propensas
a la delincuencia y al crimen serán.
77

El ministro de Interiores, Justicia y Paz, Miguel Rodríguez Torres (2014) señaló


“La inseguridad en Venezuela es un problema de todos, el Gobierno tiene que diseñar
las políticas para construir una sociedad de paz, pero su ejecución y la estructura ética
nace de la sociedad. Es un problema que debemos enfrentar todos “
De igual forma, Para Freddy Marcial Ramos (2014), la inseguridad pública en
nuestra nación y la mayoría de los países del mundo, se ha venido convirtiendo en las
últimas décadas de este siglo, en un verdadero flagelo de afectación social ético
moral, ya que es una preocupación constante de la mayoría de los seres humanos que
habitan en los países desarrollados y los que están en vías de desarrollo, excepto los
musulmanes. Se debe destacar que hay una serie de causas como lo son la desunión
familiar, su descomposición moral, la carencia de acertada escolaridad, la pérdida de
la fe religiosa o valores morales, el consumo de drogas y la inducción permanente de
los medios de comunicación de masas a la prostitución, la criminalidad, la agresión y
la distorsión conductual; estructuran parte del formato de vida para la construcción o
formación del delincuente y por consiguiente de la inseguridad pública.
La selectividad temática de la inseguridad como una de las principales
preocupaciones en las sociedades contemporáneas, ha ocurrido en distintos momentos
y circunstancias del acontecer nacional; sin embargo ésta constituye una situación que
viene presentándose desde los últimos años cada vez con mayor frecuencia,
observándose una tendencia a diferenciar el tratamiento clásico de la delincuencia y
su compleja etiología con respecto a la dinámica que permite estructurar sistemas de
seguridad ciudadana. En ese sentido se abre una nueva dimensión frente al tema de la
delincuencia, que incluyen procesos sociales distintos a los que determinan la
actividad delictiva, lo cual implica revertir la noción de una sociedad vista como
víctima pasiva del "azote" criminal y pasar a observar los procesos y capacidades de
la sociedad civil para efectuar acciones preventivas.
Por otra parte, las sociedades contemporáneas que han tematizado las condiciones
sociales de incremento de las tasas de criminalidad y la elevación de la tasa de temor,
en términos de "inseguridad" colectiva y han planteado la necesidad de enfrentarla,
son todas sociedades complejas y urbanas, lo cual obliga a adoptar puntos de
78

observación suficientemente amplios y relacionales que permitan incorporar una


diversidad de variables y considerar simultáneamente la multiplicidad de
interacciones entre las diferentes estructuras de la sociedad actual. Como
consecuencia de lo anterior, ya no es posible encarar los problemas que afectan a la
sociedad compleja desde una sola estructura de toma de decisiones, o de intercambio
económico en el mercado, o exclusivamente desde un punto de vista educativo o
religioso.

Lugares con alta concentración delictual:


Lugares en que exista una alta concentración de delitos de mayor connotación
social, específicamente contra las personas en el espacio público y delitos contra la
propiedad, como viviendas, comercio o vehículos, entre otros (se excluyen delitos
relacionados a homicidio o violación, pues las estrategias de prevención situacional
son limitadas en disminuir su ocurrencia). Para este caso, es necesario contar con
información delictual de las policías referidas a denuncias y detenciones, estadísticas
comunales de seguridad ciudadana y mapas de concentración delictual.

Lugares con alta percepción de inseguridad


Referida a la sensación personal o colectiva de temor a ser víctima de un delito o
incivilidad. Ésta pueda afectar las condiciones de seguridad de determinados grupos
etarios y de género, y sobre los cuales pueda ser efectiva la intervención a desarrollar.
Para ello se debe recurrir al levantamiento de información cualitativa y cuantitativa,
que dé cuenta de los índices de temor de las personas en ciertos espacios.
En este sentido, es necesaria la aplicación de al menos un instrumento
perceptivo, como encuesta de percepción de temor o marcha exploratoria de
seguridad.

Elementos que inciden en la percepción de inseguridad de los habitantes


a) Control visual del entorno
- Deficiente iluminación
79

- Vegetación no balanceada y/o no mantenida


- Obstrucción de visibilidad por elementos físicos
- Lugares trampa o espacios recovecos
b) Control social
- Falta de vigilancia natural
- Espacios abandonados, descuidados o anónimos
- Falta de consolidación de espacios públicos
- Falta de sentido de territorialidad y pertenencia
c) Desorden Social
- Acumulación de basura
- Graffitis en muros
- Consumo de alcohol
- Venta y consumo de droga
- Vandalismo, peleas callejeras o acción de pandillas
- Ocupación del espacio público por grupos negativos
d) Soporte Social
- Falta de espacios de uso comunitario
- Falta de articulación y organización comunitaria
- Conflictos comunitarios y/o sociales
- Falta de participación ciudadana.

La Comunidad
Chinoy, E. (2013), expresa que una comunidad “Es un grupo o conjunto de
individuos, seres humanos, que comparten elementos en común, tales como un
idioma, costumbres, valores, tareas, visión del mundo, edad, ubicación geográfica,
estatus social, roles”. Por lo general, en una comunidad se crea una identidad común,
mediante la diferenciación de otros grupos o comunidades (generalmente por signos o
acciones), que es compartida y elaborada entre sus integrantes y socializada.
Generalmente una comunidad se une bajo la necesidad o meta de un objetivo en
común. En términos de administración o de división territorial, una comunidad puede
80

considerarse una entidad singular de población, una mancomunidad, un suburbio, etc.


En términos de trabajo, una comunidad es una empresa. (p.81)
En tal sentido, la participación y cooperación de sus miembros posibilitan la
elección consciente de proyectos de transformación dirigidos a la solución gradual y
progresiva de las contradicciones potenciadoras de su autodesarrollo. Actualmente se
habla de “policía y comunidad”, particularmente en las grandes ciudades, como una
forma de acoplar el trabajo policial a lo que la gente desea, y de eliminar tensiones
entre los ciudadanos y la policía, incluyendo la violencia, los perjuicios, el
distanciamiento y el manejo puramente legalista de los problemas. Se busca un
modelo que permita acercar los vecinos a la policía, y que actúe más en sintonía con
las necesidades de la gente, que con las pautas internas y burocráticas de
funcionamiento.
El estudio adelantado por la Comisión Nacional para la Reforma Policial
(Gabaldón y Antillano, 2007) destaca que “Los ciudadanos no acuden a la policía
sino cuando se trata de hechos graves que ocurren en el espacio público. Factores
como el tipo de delito (el robo, hurto y lesiones y otros hechos que lesionan en forma
directa a la víctima) así como la relación con el victimario influyen en la probabilidad
de acudir a la policía”. Por otro lado, con el desarrollo de las grandes ciudades, el
deterioro de las relaciones interpersonales, la poca comunicación, la propagación de
la delincuencia callejera y el desorden en determinadas zonas, se hace muy presente
la necesidad de que los propios vecinos colaboren restableciendo ese orden, y que
procuren a la policía para resolver las situaciones más graves, resolviendo por su
cuenta los hechos menores.
El dilema fundamental de la denominada relación entre la policía y la comunidad
es un balance entre el mantenimiento del orden y el mantenimiento de la legalidad.
Mayor orden no significa mayor legalidad necesariamente, por lo tanto, apego estricto
a la legalidad no implica necesariamente satisfacción ciudadana, si ello produce
impersonalidad, antagonismo y lentitud en el control de lo indeseable
81

Participación ciudadana y articulación comunitaria:

Para Roger, H (199) “La participación es la capacidad para expresar decisiones que
sean reconocidas por el entorno social y que afectan a la vida propia y/o a la vida de
la comunidad en la que uno vive”. El término participación social o ciudadana puede
ser conceptualizada desde diferentes perspectivas teóricas, así puede referirse a los
modos de fundamentar la legitimidad y el consenso de una determinada población,
por ejemplo, participación democrática o también puede referirse a los modos de
luchar contra las condiciones de desigualdad social y para cuya superación se necesita
impulsar la participación.

Desde una perspectiva colectiva, el concepto participación aparece como aquella


intervención que requiere de un cierto número de personas cuyos comportamientos se
determinan recíprocamente. De acuerdo a esto, participar es sinónimo de intervención
colectiva. La comunidad se hace parte de las distintas etapas del proceso, dado que el
habitante es el mayor conocedor en la sensación de seguridad e inseguridad urbana
respecto de su espacio, y este conocimiento intuitivo es un factor clave en el diseño
de una estrategia situacional. Él reconoce los lugares que le generan amenaza o
inseguridad. El habitante urbano (vecinos, escolares, comerciantes, entre otros) debe
hacerse parte en las distintas etapas del proceso, participando en el diagnóstico,
elaboración de la estrategia, ejecución y posterior evaluación del proyecto. Los
habitantes desarrollan sentido de pertenencia, identidad y valoración por el espacio
común. En los lugares en los cuales los vecinos y actores locales tienen un rol
preponderante en el orden, cuidado y limpieza de su espacio público más próximo,
los apropia y empodera respecto a evitar malas prácticas en él, reduciendo las
posibilidades de ocupación por parte de grupos negativos y previniendo posibles
conflictos, que puedan degenerar en espacios deteriorados propicio para el anonimato
y una alta concentración de delitos.
82

Mejoramiento de equipamiento público


Esta tipología considera el mejoramiento de la seguridad en equipamientos
públicos (escuelas, centros de salud, entre otros), construcción o mejoramiento de
equipamiento comunitario deportivo y recreativo, como también infraestructura de
pequeña escala referida a paradas de transporte público o refugios peatonales; todos
orientados a consolidar y/o recuperar espacios para el uso de la comunidad, tales
como:
- Recuperación y/o mejoramiento de espacios públicos de uso social como
equipamiento deportivo, artístico o cultural, que garantice uso y actividad.
- Mejoramiento del entorno donde se emplaza el equipamiento comunitario, referido
a áreas verdes, juegos infantiles e iluminación entre otros.
- Construcción o reparación de redes de paraderos y refugios peatonales.
- Mejoramiento de la seguridad en equipamientos públicos y comunitarios tales como
sedes sociales, clubes deportivos, juntas de vecinos, escuelas o consultorios entre
otros. Espacios sin uso y destinos definidos, carentes de control social por
desocupación, despoblamiento y/o por falta de actividad. - Infraestructura
comunitaria en desuso y con falta de mantención.
- Infraestructura comunitaria que, por su disposición y emplazamiento dentro del
barrio, facilite lugares trampa o recovecos hacia el espacio público.
- Mobiliario urbano en el que su ubicación genere espacios de reunión no deseados,
actos de vandalismo, consumo de drogas u otros efectos nocivos para el barrio, así
como también que obstaculice desplazamientos peatonales y campos visuales en un
espacio público.
- Infraestructura de transporte público sin mantención o en estado de deterioro. -
Elementos que incidan en la percepción de inseguridad de los habitantes ante la
espera de transporte público en condiciones desfavorables del espacio público.

Condiciones estructurales que parecen contribuir a la delincuencia.


Dentro de las condiciones estructurales que inciden en las actividades delictivas,
se pueden mencionar las siguientes:
83

- Las penurias económicas. Las conclusiones apoyan el argumento de la teoría de


desorganización social de que a las comunidades con recursos económicos bajos se
les dificultará más controlar su entorno y contrarrestar la delincuencia y otras
conductas antisociales. El desempleo y la marginalidad socioeconómica aumentan la
delincuencia, pero no en todas partes ni en todos los delitos. De igual modo, puede
esperarse una mayor delincuencia en las áreas de ciudades donde los habitantes
cuentan con más escolaridad, pero aquí tampoco aplica para todos los delitos. Estos
resultados eran de esperarse, ya que los niveles de educación superior pueden
funcionar como generador de delincuencia, lo que quiere decir que los delincuentes
saben dónde viven las víctimas potencialmente adineradas (Brantingham y
Brantingham, 1993).
Una de las principales lecciones es que el “problema de la delincuencia” no
implica un solo un tipo de problemática, sino muchos y diferentes, y sus soluciones
varían dentro de cada ciudad y de ciudad a ciudad.
-La segunda principal condición estructural o factor de delincuencia es la
inestabilidad residencial. La importancia de la migración interna variable parece
decisiva. Este fue el único factor de desestabilización social que se probó en el
análisis de nivel tanto interurbano como intraurbano, y en todos los estudios de caso.
Es de importancia decisiva porque su efecto condicionó el lugar y el tipo de delito. A
nivel interurbano, la migración interna fue el factor de riesgo para los delitos contra la
propiedad y lesiones, pero fue factor de protección contra homicidios. Otros estudios
han llegado a resultados similares. Por ejemplo, Martínez et al. (2008) encontraron
que mayores niveles de migración conllevan efectos positivos inesperados, como el
impulso al desarrollo económico y la construcción de una nueva dinámica de la
comunidad. Esto demuestra claramente que la inestabilidad residencial tiene efectos
locales y requiere mayor atención en las políticas públicas contra la delincuencia,
pese a que no pueden formularse generalizaciones para las ciudades de la región.
-La principal condición estructural asociada a la delincuencia es una combinación de
desintegración familiar, ausentismo escolar y estructura de edad de la población. La
supervisión de los padres, la asistencia a la escuela y la integración familiar, todo ello
84

vinculado a la estructura de edad, puede contribuir a controlar la delincuencia y la


violencia entre zonas habitacionales.
-Finalmente, el consumo de alcohol es otro factor relacionado con la delincuencia. 
Este hallazgo no es universal; no obstante, estudios realizados a nivel individual han
revelado una correlación entre el consumo del alcohol y la conducta delictiva.

Espacio Público

Se llama espacio público, al espacio de propiedad pública, dominio y uso público.


Es el lugar donde cualquier persona tiene el derecho a circular en paz y armonía,
donde el paso no puede ser restringido por criterios de propiedad privada, y
excepcionalmente por reserva gubernamental. Las ciudades tienen todo tipo de
espacios públicos: calles, plazas, estaciones, puertos, jardines... Estos lugares son
frecuentados por los ciudadanos que necesitan desplazarse a través de algún medio de
transporte. Son espacios de uso común. Todos ellos son de titularidad pública, es
decir, pertenecen a la administración del estado, que es el estamento que debe velar
por su mantenimiento. Así mismo, la administración regula los usos de los distintos
espacios públicos. Esto quiere decir que los ciudadanos pueden utilizar libremente
estas zonas, pero con algunas restricciones.
En tal sentido, la administración tiene la obligación de regular los espacios
públicos. Por ello, hay toda una serie de normas de obligado cumplimiento para los
ciudadanos. Si una norma que afecta al espacio público se infringe por parte de un
individuo, éste tendrá que asumir alguna sanción. En situación normal, el espacio
público es un lugar compartido y abierto, en el que los ciudadanos interactúan y se
relacionan. Para que la convivencia en el espacio público sea pacífica, las fuerzas
de seguridad de un estado ( principalmente la policía ) tienen que realizar acciones de
vigilancia. Es una manera de garantizar las libertades de todos y una convivencia
equilibrada.

La idea de espacio público no es simplemente un concepto urbanístico y técnico.


Hace alusión a los derechos y libertades civiles. El tipo de actividades
85

y costumbres que se realizan en el espacio público reflejan la personalidad de un


pueblo, sus inquietudes y costumbres. Tal sentido, como lo plantea Marrero
Guillamón (2008), el espacio público es también un espacio de comunicación basado
en formas de adaptación y cooperación, al respecto, el autor argumenta que se trata de
un orden de visibilidades, contenedor de una pluralidad de usos o una pluralidad de
perspectivas y que implica, por ello mismo, una profundidad.
Por otro lado, un espacio público representa un orden de interacciones. Acá
interesa destacar el planteamiento de La Llata (2010), para quien …el espacio realiza
su condición de público cuando alguien lo camina. La razón de la labor del diseño
urbano se concreta en el momento de la praxis social del espacio. Sin embargo, las
interpretaciones que el transeúnte hace del espacio público pueden ser muy diversas y
pueden o no coincidir con los usos que se les quiera dar.

Teorías que sustentan la influencia de los factores situacionales en la prevención


del delito y fomento de la convivencia y la paz social.
Antecedentes de la prevención del delito mediante el diseño urbano Las primeras
teorizaciones de prevención de la delincuencia mediante el diseño surgieron durante
las décadas de 1960 y 1970 (Clarke, 1997, citado en Hedayati et al., 2012), surgiendo
este interés académico por la preocupación que causaba el problema de la creciente
delincuencia en la década de 1960 (Lab, 2014). En 1971, el criminólogo y sociólogo
Dr. C. Ray Jeffery fue el primer autor en utilizar la frase conocida como crime
prevention through environmental design, que se traduce como prevención del delito
mediante el diseño ambiental, donde describía la relación entre el diseño urbano y la
delincuencia (Fenelly & Crowe, 2013). Sin embargo, este interés se inició con la
investigación de Jane Jacobs (1961, citado en Fenelly & Crowe, 2013), en su libro
The Death and Life of Great American Cities, en el cual describió las relaciones
existentes entre la delincuencia y el diseño urbano.
La obra de Jacobs destacó la importancia de aumentar la identidad territorial y la
vigilancia natural. Más tarde, Oscar Newman (1972, citado en Fenelly & Crowe,
2013), en la que se conoce como la teoría del espacio defendible, demostró que existe
86

una relación entre la gestión del espacio y el diseño y la delincuencia en los entornos
residenciales, así destacó la importancia de la vigilancia natural, el control de los
accesos y el sentimiento de territorialidad latente.

Teoría de los “Ojos en la calle”


Orientada a facilitar la organización del medio ambiente urbano a un mejor
mecanismo de vigilancia natural. Es decir, se debe garantizar, a través del diseño
urbano, la facilidad para realizar el mecanismo de vigilancia natural por parte de la
comunidad que habita un espacio determinado (Salazar, 2007; Lab, 2014). Se
entiende por vigilancia natural la habilidad de ver y ser visto y de sentir confianza en
el espacio urbano, tanto por sus características físicas como por las personas que lo
habitan (Rau & Castillo, 2008)
Jane Jacobs (1961, citado en Lab, 2014) se centró en la decadencia urbana y en
los entornos naturales y sociales y su impacto en la delincuencia y la desviación. La
urbanista pensaba que la planificación urbana moderna, en concreto la diferenciación
y segregación de los espacios residenciales respecto a otro tipo de espacios, debilitaba
la capacidad de los residentes para gestionar y regular los usos de su propio espacio.
La urbanista también era muy crítica con el hecho de que los diseños de planificación
urbana se centraban en el automóvil, reduciendo y marginando los espacios
peatonales y con el consiguiente abandono de la calle. Para la autora, la seguridad en
la calle es un objetivo que no se alcanza solamente a través del sistema policial, sino
que depende del control social informal que deriva del uso e interacciones ocurridas
en la calle. De todo ello se deduce que, aquellas calles con gente son calles seguras,
mientras que las calles desiertas son inseguras (Medina, 2010).

Teoría del “espacio defendible” (Óscar Newman)


Oscar Newman (1972, citado en Medina, 2010), arquitecto y consultor para el
Departamento de Viviendas Públicas de la Ciudad de Nueva York, pensó que para
reducir la delincuencia y el miedo al delito era necesario diseñar los espacios urbanos
de forma que pudieran aumentar la vigilancia natural. Newman define el concepto de
87

espacio defendible como el modelo para ambientes residenciales que cohíbe el delito
a través de la creación de la expresión física de una comunidad social que se defiende
a sí misma, con el objetivo de crear un ambiente en el que el sentimiento de
territorialidad latente y de comunidad de los residentes puede traducirse en su
responsabilidad para garantizar un espacio habitable seguro, productivo y bien
mantenido (Medina, 2010: p.20.). En la medida en que los delincuentes perciban
estos sentimientos y prácticas, éstos serán disuadidos de cometer delitos en dicho
lugar (Medina, 2010)

Teoría de las ventanas rotas


La teoría de las ventanas rotas intenta explicar cómo a partir de este desorden en un
barrio, se crea un ambiente que reduce el control informal y aumenta la delincuencia.
Los indicadores físicos y sociales conllevan a una desorganización social, la cual
provoca el aumento de ansiedad a las personas que pasan por estas zonas. La
actividad normal en la calle se reduce y, con ello, la vigilancia y el control informal.
Por lo tanto, aumentan las oportunidades para delinquir (Redondo & Garrido, 2013).
Varios autores (Hunter, 1978; Skogan, 1990; Taylor y Gottfredson, 1986; Wilson y
Kelling, 1982, citado en Lab, 2014) señalaron que los indicadores de desorden y
trastorno físico (incluyendo las ventanas rotas, edificios abandonados o deteriorados,
basura, vandalismo y grafiti), así como los indicadores sociales (personas ebrias,
pandillas…) puede promover activamente a la actividad delictiva.

Teoría de la elección racional


Formulada por Wilson y Herrnstein (1985, citado en Redondo & Garrido, 2013), y
por una versión diferente de Clarke y Cornish (1985, citado en Redondo & Garrido,
2013). Redondo y Garrido (2013) explican que todos ellos interpretaron la acción
delictiva como primaria y fundamentalmente el resultado de una elección racional5 y
no como una respuesta a la frustración o como producto de las influencias sociales o
del aprendizaje de hábitos delictivos (sin negar la influencia de éstas últimas como
88

antecedentes). Argumentaban que los sujetos consideraban costes y beneficios y


debían asumir un cierto riesgo de ser detenidos y castigados.

Teoría de las actividades rutinarias


Esta teoría de Lawrence Cohen y Marcus Felson (1979, citado en Redondo &
Garrido, 2013) también es conocida como teoría de la oportunidad. Estos autores
establecieron que los cambios importantes dados en las sociedades modernas en sus
actividades rutinarias dan una gran oportunidad a la delincuencia (multitud de
desplazamientos de un lugar a otro, aumento del tiempo fuera de casa, numerosos
movimientos del dinero, numerosos movimientos de propiedades visibles y
materiales…). Es decir, que han aumentado las posibilidades de contacto directo entre
personas, muchas de ellas, en lugares públicos. Esta organización espacio-temporal
de las actividades sociales favorece la delincuencia. Cohen y Felson (1979, citado en
Lab, 2014) explican que las actividades rutinarias en las actividades diarias de las
personas dan lugar a la convergencia de tres factores, los cuales, en caso de darse
simultáneamente, aumenta la probabilidad de que ocurran delitos; en caso contrario,
cuando falta algún elemento, dificulta el delito:
Delincuente motivado para el delito, Objetivo o víctima apropiada y la Ausencia de
eficaces protectores.

Teoría del “patrón delictivo”


Los autores Brantingham y Brantingham (1981, citado en Redondo & Garrido,
2013) realizaron esta teoría como una integración de teorías sobre el ambiente físico y
la motivación del delincuente. Sostiene que el comportamiento criminal se ajusta a
los patrones en términos de cuándo y dónde se produce el crimen (Brantingham &
Brantingham, 1993b, citado en Lab, 2014). Los factores necesarios para que aumente
la probabilidad de delito son: 1) un individuo motivado; 2) actividades rutinarias del
delincuente: su vida diaria le ofrece oportunidades para el delito y le enseña modos de
hacerlo y 3) un suceso desencadenante (p.e. observar una casa con grandes setos y
ventanas abiertas)
89

La Seguridad Ciudadana y las Políticas Públicas en Venezuela:


El marco constitucional y la consecuente regulación de aspectos sociales, políticos
y civiles entre otros, implica la ampliación del campo de acción del Estado, en el
sentido en que se ve incrementada su actividad e intervención en algunos asuntos.
Esto implica importantes transformaciones en las distintas áreas de acción del Poder
Público Nacional y en la estructura del Estado venezolano en general. En el proceso
de reforma del Estado y en la redefinición de un sistema tendente a garantizar la
seguridad personal de los ciudadanos, las políticas públicas juegan un papel
fundamental, y se propone considerarlas para este estudio como unidad de análisis, no
sólo del sector público y del Estado nacional en general, sino del Gobierno Nacional
en particular, siendo éste considerado como la unidad estratégica del sistema político
(Bouza-Brey, 1996) y como un instrumento para la realización de las políticas
públicas (Lahera, 2002).
Si bien la seguridad ciudadana es una responsabilidad concurrente de los distintos
ámbitos políticos territoriales del poder público, la política nacional de seguridad
ciudadana representa un buen revelador de las prioridades y valores del Estado en el
tratamiento específico de la materia y en general, de los objetivos del sistema político
como parte del sistema social global. Al fin y al cabo, “lo importante para caracterizar
a un gobierno no son los criterios tradicionales de quién y cómo se ejerce el poder,
sino el contenido de las políticas públicas”.
Ciertamente cuando se habla de seguridad ciudadana, se ven involucrados
distintos actores: distintas instancias públicas y privadas, organizaciones
gubernamentales y no gubernamentales, y sobre todo la sociedad civil como parte
importante para la solución de los asuntos públicos; sin embargo -y muy
especialmente- son las actividades desarrolladas por (y desde) el Estado las que
ponen a prueba la coherencia política e institucional de todo el sistema, por cuanto el
desarrollo de la política de seguridad requiere de la intervención de una multiplicidad
de organismos, y en su debida articulación, el Estado tiene una gran responsabilidad.
Específicamente a los organismos del Poder Público Nacional (Asamblea Nacional,
90

Ministerio del Interior y Justicia, Ministerio Público y Tribunales de la República


entre otros) les corresponde desempeñar un papel fundamental en el desarrollo de la
política nacional de seguridad.
En ese sentido, se entiende que una política nacional de seguridad ciudadana
comprende -en sentido restringido- todos aquellos programas, proyectos y actividades
destinadas a disminuir los índices de criminalidad, llevados a cabo por el gobierno
nacional, a través de cualquiera de las ramas del Poder Público. Claro está que
cualquier aproximación al estudio de la acción gubernamental, también debe
comprender los resultados o consecuencias que esas políticas generen, pues como
señala Lahera, citado por Núñez (2006) “si no se miden los resultados, éstos no se
pueden diferenciar de los fracasos” (2002:274)

Políticas Públicas
Existen muchas definiciones sobre las políticas públicas, sin embargo, para efectos
de la presente investigación citaremos a varios autores; así: Los gobiernos no son más
que conjuntos de organizaciones –ministerios, concejalías, empresas públicas,
juzgados, escuelas, hospitales, etcétera– que combinan recursos –normativos,
humanos, financieros y tecnológicos– y los transforman en políticas, en programas
públicos, en servicios, en productos, para atender los problemas de los ciudadanos,
controlar sus comportamientos, satisfacer sus demandas y, en definitiva, lograr unos
impactos –objetivos– sociales, políticos y económicos (Rase.1984).
Las políticas públicas son el conjunto de objetivos, decisiones y acciones que lleva
a cabo un gobierno para solucionar los problemas que en un momento determinado
los ciudadanos y el propio gobierno consideran prioritarios. Desde este punto de
vista, las políticas públicas se pueden entender como un proceso que se inicia cuando
un gobierno o un directivo público detecta la existencia de un problema que, por su
importancia, merece su atención y termina con la evaluación de los resultados que
han tenido las acciones emprendidas para eliminar, mitigar o variar ese problema. El
proceso o ciclo de construcción de las políticas públicas comprende las siguientes
91

fases: Formulación de las alternativas de solución, Adopción de una alternativa,


Implantación de la alternativa seleccionada, y Evaluación de los resultados obtenidos.
Para esclarecer lo que implica una política pública, es preciso definir lo referente a
lo que se entiende por el término política: Entiéndase la política como ciencia y arte
de gobernar que trata de la organización y administración de un Estado en sus asuntos
e intereses. Una política es un comportamiento propositivo, intencional, planeado, no
simplemente reactivo, casual. Se pone en movimiento con la decisión de alcanzar
ciertos objetivos a través de ciertos medios: es una acción con sentido. Es un proceso,
un curso de acción que involucra todo un conjunto complejo de decisiones y
operadores. La política también es una actividad de comunicación pública. La política
real, en tanto lucha por el poder en función de intereses y ventajas, se expresa y
efectúa en el proceso de elaboración de políticas.

Estrategias de Seguridad en Venezuela


Cuando se remite a los múltiples significados que conlleva la palabra-Seguridad
Humana-, es necesario preguntarse cómo se construye la seguridad en las vidas
cotidianas, en torno a qué factores individuales y socio-culturales se define la
seguridad, la de nuestros familiares, de los trabajos, de la ciudad, el lugar territorial
por el cual las personas se desplazan diariamente, cómo se construye un tejido social
capaz de responder en forma conjunta, como comunidad, a las necesidades de
seguridad y protección que se requiere como ciudadano.
La seguridad es una creación cultural que hoy día implica una forma igualitaria
(no jerárquica) de sociabilidad, un ámbito compartido libremente por todos. Esta
forma de convivencia representa el fundamento para que cada persona pueda
desplegar su subjetividad en interacción con los demás. Está en juego no sólo la vida
de la persona individual, sino igualmente la de la sociedad. El miedo ante el delito
común o la violencia tiene una larga historia, pero alcanza dimensiones alarmantes a
raíz de los procesos de urbanización e industrialización. La violencia se traslada del
campo a la ciudad, donde el desarraigo de los emigrantes, las desigualdades sociales y
la inestabilidad laboral favorecen la delincuencia. Autores de comienzo de siglo
92

destacan cómo el trabajo febril fomenta la desorganización de la familia tradicional,


el abandono de niños y la aparición masiva de vagos y mendigos; todo ello acentuado
por el alcoholismo, la drogadicción, la prostitución y la frecuente impunidad.
El temor provocado por el deterioro del antiguo orden de convivencia toma
cuerpo en las llamadas clases peligrosas las cuales surgen cuando están ―influyendo
en las tendencias de la violencia los factores típicamente urbanos, como la alta
densidad residencial, la carencia de espacios cívicos, la escasez de bienes y servicios
públicos, y la segregación urbana. En este último caso, por el prejuicio existente de
que los pobres son delincuentes, la segregación residencial actúa como un factor
adicional de incremento de violencia: el movimiento de los pobres por la ciudad los
convierte en posibles delincuentes o, al menos, sospechosos, porque su
extraterritorialidad los delata. Más que la criminalidad (acotada) es la violencia
(difusa) la que imprime a la percepción social su malignidad.
La sociedad venezolana a través de sus gobiernos ha ido generando diversas
herramientas y estrategias para controlar la delincuencia, la violencia (en sus distintas
modalidades) y generar sistemas sociales que aseguren el orden social.
Históricamente las estrategias de control social, han sido más bien de orden represivo
y coactivo. Sin embargo, la evolución de los conceptos de seguridad exige un rol más
protagónico de la sociedad civil en esta temática que incluye una nueva orientación
donde la prevención, la participación ciudadana, la apertura de espacios públicos
mediante la implementación de programas de desarrollo constituyen los mayores
desafíos para tratar la temática, poniendo énfasis en aumentar el acceso a la justicia,
que tienen derecho los ciudadanos más vulnerables de nuestra sociedad.
Durante los últimos periodos de gobierno el tema de la Seguridad pasó de ser un
problema local propio de las instituciones de seguridad (Policía Nacional) a ser un
tema toral desde los abordajes en los programas de campaña política hasta llevar a
candidatos a la silla presidencial; que posteriormente por los compromisos adquiridos
se plantearon ciertas estrategias que se planificaron, implementaron y que al cabo del
final de cada gobierno fueron abandonadas por diferentes causas como el desinterés
institucional (policía nacional y sus componentes) al reconocer que los programas
93

poseían tinte político, carencia de recursos económicos, otros. Por lo que es


imperativo describir algunas estrategias:

Cero Tolerancia
Consiste en el control que debe imponerse a la delincuencia de menores, a las
escuelas que están en decadencia e incluso en el ámbito laboral con el propósito de
controlar conductas desviadas. Hoy lo más común es referirse a ella como sinónimo
de una política criminológica basada en la transformación gerencial de la policía, el
cambio de orientación de lo reactivo a lo proactivo, el acercamiento con las
comunidades, el uso eficiente de la tecnología y la rendición de cuentas. Con ello se
busca cumplir los objetivos primordiales de la policía: restablecer el orden y elevar la
calidad de vida de los ciudadanos, sancionando todos los delitos o faltas
administrativas por pequeñas que sean, proporcionándole a la gente espacios urbanos
limpios y seguros. Esta estrategia fue empleada durante el periodo como alcalde de
Nueva York, EE.UU. Señor Rudolph Giuliani (1990-1997), y la tomo como modelo
también en Honduras el presidente Ricardo Maduro (2002-2006).
Inicialmente esta estrategia de seguridad era conocida como el enfoque de las
ventanas rotas, la iniciativa por la calidad de vida tiene sus antecedentes en la teoría
de las ventanas rotas de los criminólogos J. Wilson y G. Kelling, la cual sostiene que
tolerara las infracciones y delitos menores genera un ambiente que propicia la
comisión de delitos más graves. De ahí la importancia que sean debidamente
sancionados los delitos, por menores que parezcan.

Comunidad más Segura


Esta estrategia está orientada, a la construcción de seguridad ciudadana integral,
en las comunidades y en alianza con los organismos policiales, establecerán una
fuerza policial en las comunidades que se integraran plenamente a ésta, cumplirá
funciones de prevención y control, con este programa se da inicio formal a lo que
pasaría a conocerse como policía comunitaria o de proximidad. El objetivo de éste
94

programa es, que los ciudadanos, en complementariedad con los órganos del Estado,
sean los constructores de sus propias condiciones de seguridad, dentro de este
programa se establecen políticas y estrategias las que se detallan a continuación:
- Construcción de seguridad integral.
-Estímulo a la participación ciudadana
-Énfasis en la prevención.
-Coordinación entre la acción estatal y la acción ciudadana.
-Impulso a la policía comunitaria.
-Descentralización y fortalecimiento de la gestión municipal.
-Descentralización policial.
-Información completa y veraz a los medios de comunicación
social y a la ciudadanía.

Estrategias de Comunidad más Segura


-Profesionalización creciente de la policía.
-Acercamiento de la policía a la comunidad, hasta lograr su integración en esta.
-Activación del sistema estadístico delincuencial.
-Activación de los comités comunales de seguridad ciudadana, con funciones de tipo
exclusivamente preventivos.
-Involucramiento de toda la estructura social existente en la comunidad.
-Priorización de la formación y capacitación orientada al
desarrollo de la conciencia ciudadana.
-Ejecución de programas de prevención y rehabilitación de adictos.
-Ejecución de proyectos comunales de desarrollo local.
-Estímulo del voluntariado comunal.
-Énfasis en la rehabilitación de jóvenes delincuentes.
-Ejecución de un programa de ejecución de valores.
-Administración eficiente e imparcial de la justicia.
-Transparencia en todas las gestiones.
-Colaboración de los medios de comunicación social con el proceso de reducción de
la violencia.
95

-Rendición de cuentas por parte de todos los actores participantes

Programas de Gobiernos Locales


Independientemente de las políticas que adopta el gobierno central para hacerle
frente a las diferentes manifestaciones de violencia que se suscitan en el país, es
importante que el gobierno local emprenda programas, con la finalidad de establecer
estrategias para atacar este flagelo, entre los que podemos destacar los siguientes:
-Proyectos de Paz y Convivencia para el Municipio.
-Proyecto de Formación de una Liga de Deportes para jóvenes y adultos.
-Proyectos de Formación en trabajos productivos y de oficio que sean remunerados y
beneficien al ciudadano y su entorno.
Los objetivos para estos proyectos deben ser plateados en promover la vida en
convivencia y la paz apoyando la prevención de la violencia y la reducción de los
índices de inseguridad, criminalidad e impunidad en el Municipio Piar en este caso.

Espacios Públicos bajo observación al sur del Estado Bolívar.


Los espacios públicos destacados en los once Municipios (El Callao, Piar, Pedro
Chien El Palmar, Angostura del Orinoco, Gran Sabana, Caroní, Cedeño, Raúl Leoni,
Roscio, Sifontes, Sucre) que conforman el Estado Bolívar. están las plazas y espacios
turísticos más destacados como lo son la Plaza Bolívar de Upata Municipio Piar,
también han surgido en los últimos veinte años plazas en este mismo municipio como
la Plaza del Ejercito ubicada en la Avenida Valmores Rodríguez, la Plaza Francisco
de Miranda ubicado al final de la Avenida Raúl Leoni y colinda con la troncal 10 que
va hacia la Ruta de la Gran Sabana o Parques como el Bicentenario entre otros.

Municipio Piar del Estado Bolívar: Upata


Upata nombre aborigen que proviene desde antes del Descubrimiento y la
Conquista de América: para algunos especialistas en lenguas indígenas como el Padre
Buenaventura Carrocera y Fray Cesáreo de Armellada, significa “MI
TIERRITA”,”MI PEQUEÑA REGION”,”MI TERRUÑO”, “MI CASA”. El Arecuna
96

u otras tribus llaman PATA al sitio donde ponen su planta, que les pertenece por
derecho legítimo, su lugar, su país, su casa, su patria. (p.13).
Por otro lado, el romancero popular y muchos escritores y folcloristas atribuyen a
Upata, el significado de “ROSA DE LA MONTAÑA” y que dicho nombre proviene
de la hija del Cacique Yokoima, jefe de la tribu indígena de los Arinagotos, antiguos
habitantes que ocuparon los terrenos donde está hoy día el Municipio Autónomo Piar
del Estado Bolívar. También uno de los que le atribuye a Upata el significado de
“ROSA DEL BOSQUE”, es el escritor Guariqueño Celestino Peraza, quien vivió
muchos años en Guayana y el cual en su libro Leyendas del Caroní, destaca algunos
pasajes de la Villa de Upata refiriéndose al origen de su nombre. En síntesis, del
nombre Upata, es un vocablo indígena que proviene del idioma Pemón,
correspondiente a la familia lingüística Caribe.
La actual Upata, se caracteriza por una serie de elementos y factores que
condicionan su desarrollo integral, llevándola a convertirse de un pueblo a una
Ciudad dotada de los servicios públicos e instituciones más indispensables, razón por
la cual, hoy día, una ciudad con grandes avances en el aspecto económico, social.
Educativo, cultural y urbano que hacen de ella una ciudad. Tiene una superficie de
18.175 km² y una población de 127.476 habitantes aproximadamente, posee tres
parroquias: Upata, Andrés Eloy Blanco y Pedro. Su crecimiento poblacional es como
consecuencia de una acelerada inmigración provenientes de distintos puntos del país
y del estado Bolívar. Prueba de este crecimiento poblacional están los numerosos
barrios y sectores populares que se han instalado en Upata, violando todo tipo de
ordenanzas urbanísticas lo que a la larga resulta muy preocupante para su futuro
desarrollo y esparción urbana. Sin embargo, en la actualidad y en este nuevo siglo, el
Municipio Piar Upata, está atravesando un desequilibrio en lo que se conoce el
mantenimiento de los espacios recreativos, culturales y de esparcimiento a
consecuencias del descuido de los organismos competentes y de la falta de conciencia
por parte de los ciudadanos.
Los pobladores del municipio Piar mencionaron una vez más, y ante la vista está
la falta de atención por parte de las instituciones públicas en cuanto a la recuperación
97

en el aspecto social y de seguridad de la Plaza Bolívar, lugar que forma parte de la


historia de la localidad, misma que fue inaugurada un 7 de julio de 1962, siendo parte
de varias obras emprendidas por el gobierno del presidente de la República Rómulo
Betancourt, para aquel entonces. Para estos tiempos, la antigua plaza, sirvió de
escenario para la celebración de las fechas históricas como el 1° de Mayo Dia
Internacional del Trabajador, en una acción cívica de protesta del pueblo upatense.
Para ese entonces la plaza tenía un diseño en su construcción muy bien detallada con
barandas y tubos de hierro forjados, con columpios para los niños, con áreas verdes
por todas partes y columnas alrededor con faroles del siglo XIX que daban un aire
típico y colonial y en el centro el busto de Simón Bolívar. Donde según historiadores
se percibía un ambiente acogedor de respeto y valores por los ciudadanos.
En este sentido, estos espacios recreativos que anteriormente podían visitar, donde
los domingos escuchaban la retreta de la Banda Municipal Juan Vicente Gutiérrez, así
como en fechas patrias los actos por parte de las instituciones públicas, aunado a las
actividades culturales, y la asistencia de los feligreses a las misas de la Iglesia San
Antonio de Padua, pero, desde hace más de cinco años, estas costumbres pasaron a
segundo plano, ya que muy poco son practicadas. De la misma forma está sucediendo
con los demás espacios antes mencionados.
Estos espacios de esparcimiento público son utilizados por “nuevos inquilinos”
para vender productos y, en los peores casos, hasta de sitios de pernoctan antisociales
que están a disposición de cometer atracos, robos, amedrentamiento a los transeúntes.
También se pueden observar grupos de personas que han escogido estos espacios
públicos para ingerir bebidas alcohólicas y otras sustancias toxicas lo que ocasionan
que vulneren la paz social de los que visitan o transitan por allí, permitiendo una
pérdida de los valores que origina un malestar general para la buena convivencia.
Si bien desde la alcaldía se emiten decretos para defender los espacios públicos, es
poco o nulo el apoyo recibido por parte de los cuerpos de seguridad para mantener
estos lugares sin los “visitantes”, En varios de los casos estos son denunciados como
irrespetuosos, al momento de ocupar las zonas frontales de varias casas familiares
98

ubicadas en los alrededores de las plazas o parques; sin que exista un verdadero lugar
para el recreo y el sano compartir en familia.
En esta oportunidad Andrade (2019) quien es cultor, artista, docente y habitante de
la localidad mencionó que un abandono por parte de las autoridades esta la plaza
Bolívar, ya que a pesar de los arreglos que se le han hecho las personas no se sienten
seguras, han ocurrido actos delictivos, robo, falta de respeto a la Estatua del
Libertador “Simón Bolívar”, donde personas han pintado y dañado el panteón
Nacional; también están indigentes y vendedores ambulantes que rodean la plaza. De
igual forma también se ha visto afectada la Antigua Casa de la Cultura hoy Dia
denominada Complejo Cultural, que se ubica frente esta plaza Bolívar, pues ha
bajado la asistencia de estudiantes, cultores entre otros a este sitio por temor a ser
víctima de la delincuencia.
Por su parte, Damota (2019), añadió la necesidad de realizar un plan de
recuperación de estos espacios que son para los ciudadanos, y el sano esparcimiento,
la Municipalidad debe organizar estrategias para junto a los organismos de seguridad
(Policía, guardia Nacional u otros) realicen seguimiento y control de estos sitios y
garanticen la seguridad de las personas que visitan. Esto debe hacerse porque según
su opinión, el sano esparcimiento y recreación permiten una vida saludable sino por
el contrario, las personas cada día se sienten más estresadas y menos relajadas y los
niños y jóvenes necesitan disfrutar de estos lugares que son destinados para ese fin.

Situación actual de algunos lugares públicos del municipio Piar del estado
Bolívar.
La plaza El Ejército o plaza El Soldado, como algunos prefieren llamarla, es según
el cronista oficial de Upata, maestro Ángel Romero, uno de los escasísimos lugares
que tienen los upatenses para su esparcimiento desde que fuera construida en 1998.
La inauguración fue saludada “con júbilo” por la multitud que en ese entonces se
congregó en el recién creado espacio público. No se tiene información precisa del
artista que erigió la estatua del Soldado selvático que preside este espacio
recreacional junto con un viejo tanque de combate, aunque sí la certeza de que es un
99

icono militar controvertido al momento de hoy. Como se ventilará en las redes


sociales, esta fue literalmente bañada con escarnecedora pintura rosada en la
madrugada del 23 de mayo de 2017, en medio de la sostenida represión de los
componentes armados del Estado a las continuas protestas civiles que agitaron a
Venezuela. Antes de esta simbólica reprimenda ciudadana, la escultura había sido
repintada varias veces sin la debida autorización de los organismos que tendrían que
velar por el patrimonio cultural de la ciudad.
El estado de conservación de la plaza va de bueno a regular con tendencia a mayor
deterioro, pues la municipalidad realiza eventuales jornadas de mantenimiento; estas
últimamente han sido superficiales por «falta de recursos». Sin embargo, en los
últimos años ha sido azotada por la creciente inseguridad: el 25 de julio de 2016 la
prensa local daba cuenta de un doble homicidio en este espacio público.
El concejal Carlos Alberto Ascanio, integrante de la Comisión Permanente de
Deportes, para ese entonces, aseguró que los homicidios registrados en las cercanías
del Simón Chávez (estadio situado frente a plaza El Ejército), se deben “a que el
principal complejo deportivo de la ciudad es utilizado para realizar fiestas, minitecas,
templetes y fines distintos para lo cual fue construido”.

Plaza Van Praag de Upata en el 2013.


La plaza Van Praag, ubicada en la avenida Bicentenario de Upata, otro espacio de
recreación, hoy día luce desierta, sin alumbrado público, sim mantenimiento alguno,
dispuesta a malhechores que atacan y roban causando un desequilibrio y desajuste
emocional a las personas que pasan cerca. Todo esto sucede sin que algún organismo
de seguridad tome en cuenta esta situación. Al igual los fines de semana pernotan
personas con vehículos y sonidos estrepitosos causando contaminación sónica e
interrumpiendo la tranquilidad y la paz de los que habitan y pasan por el lugar.
Es importante resaltar que esta plaza hace menos de un año fue remodelada por la
Alcaldía del Municipio Piar, se colocaron bombillas, aceras, pisos, bancas, parque
recreativo para los niños, pero todo esto fue hurtado, dañado, por personas
inconscientes e inescrupulosas. En consecuencias de todo lo antes mencionado, se
100

puede deducir que se necesita una organización de estrategias de seguridad ciudadana


que permita mejorar la convivencia y paz social en el Municipio Piar.

Bases Legales

Está investigación se fundamenta legalmente, en los siguientes documentos:


Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, Plan de la Patria 2019-2025,
La Ley Orgánica de la Seguridad de la Nación.
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999):
Artículo 2:
Venezuela se constituye en un Estado democrático y social de Derecho y de
Justicia, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico y
de su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la
democracia, la responsabilidad social y en general, la preeminencia de los
derechos humanos, la ética y el pluralismo político. (p.01)

En la Carta Magna del 1999, se consagra por primera vez a nivel constitucional la
seguridad ciudadana, tal como establece el precitado artículo, donde el aumento de la
inseguridad de las personas, no solo en las calles, sino en su propia casa, ha dado
lugar a que el legislador intervenga y ofrezca una esperanza al mejoramiento de la
protección policial, incluso prevé la participación ciudadana en su defensa.

Artículo 3:
El Estado tiene como fines esenciales la defensa y el desarrollo de la persona y
el respeto a su dignidad, el ejercicio democrático de la voluntad popular, la
construcción de una sociedad justa y amante de la paz, la promoción de la
prosperidad y bienestar del pueblo y la garantía del cumplimiento de los
principios, derechos y deberes reconocidos y consagrados en esta Constitución.
(p.02)

En relación a este artículo, es primordial para el estado, garantizar que toda


persona se le respete su dignidad, sus principios, derechos y deberes con la finalidad
de crear una sociedad justa garante de la paz, que viva en armonía, prospera, libre,
sostenible, sin miedo, que se sienta segura en cualquier espacio donde se encuentre.
101

Artículo 20:
Toda persona tiene derecho al libre desenvolvimiento de su personalidad, sin
más limitaciones que las que derivan del derecho de las demás y del orden
público y social. (p.04)

Cabe considerar, que cada ciudadano puede desarrollar su personalidad en


cualquier espacio siempre que respete y conozca hasta donde la ley le permite sus
derechos y su relación con la sociedad sea dentro de lo legal.
Artículo 55:
Toda persona tiene derecho a la protección por parte del Estado, a través de los
órganos de seguridad ciudadana regulados por Ley, frente a situaciones que
constituyan amenaza, vulnerabilidad o riesgo para la integridad física de las
personas, sus propiedades el disfrute de sus derechos y el cumplimiento de sus
deberes. La participación de los ciudadanos y ciudadanas en los programas
destinados a la prevención, seguridad ciudadana y administración de
emergencias será regulada por una ley especial. (p.11)
En correlación con este artículo, los cuerpos de seguridad del Estado
respetarán la dignidad y los derechos humanos de todas las personas. El uso de
armas o sustancias tóxicas por parte del funcionario policial y de seguridad
estará limitado por principios de necesidad, conveniencia, oportunidad y
proporcionalidad, conforme a la ley. La carta magna constituye la primera base
legal de la presente investigación, en tanto que establece con claridad en este
artículo que toda persona tiene el derecho a ser protegida por parte del Estado a
través de los órganos de seguridad ya sean nacionales, estadales o municipales,
y esta protección abarca su integridad física y sus bienes de todo tipo de acto
violento que los amenace. De igual manera, establece este artículo que las
comunidades pueden y deben participar en los distintos programas y planes de
prevención que permitan evitar el delito, la delincuencia y la violencia en todos
sus aspectos.
De los órganos de seguridad ciudadana
Artículo 332.
El Ejecutivo Nacional, para mantener y establecer el orden público, proteger a
los ciudadanos y ciudadanas, hogares y familias, apoyar las decisiones de las
autoridades competentes y asegurar el pacífico disfrute de las garantías y
derechos constitucionales, de conformidad con la ley, organizara:
Un cuerpo uniformado de policía nacional.
Un cuerpo de investigaciones científicas, penales y criminalísticas.
Un cuerpo de bomberos y bomberas y administración de emergencias de
carácter civil.
Una organización de protección civil y administración de desastres.
102

Plan de la Patria 2018-2025

El plan de la patria en sus artículos:

I.5.4. Potenciar el arraigo de la población y la valoración de todos los


territorios sociales como espacios de vida y producción cultural."

2.3. Construir una sociedad igualitaria y justa garantizando la protección


social del pueblo."

2.3.3. Propiciar las condiciones para el desarrollo de una cultura de recreación y


práctica deportiva, tanto masiva como de alto rendimiento, liberadora,
ambientalista e integradora en torno a los valores de la Patria, como vía para la
liberación de la conciencia, la paz y la convivencia armónica.

2.7.6.Desplegar en sobremarcha las políticas y programas de seguridad


ciudadana contenidos en la Gran Misión Cuadrantes de Paz, concebida como
política integral, multiagencial y territorializada de seguridad ciudadana, para la
transformación de los factores estructurales, situacionales e institucionales,
generadores de la violencia y el delito, para reducirlos, así como el
fortalecimiento de los cuerpos de seguridad del Estado, y las capacidades para
la atención a las víctimas, aumentando la convivencia solidaria y el
disfrute del pueblo en el libre y seguro ejercicio de sus actividades

Ley Orgánica de Seguridad de la Nación


Artículo 3
Defensa integral, a los fines de esta Ley, es el conjunto de sistemas,
métodos, medidas y acciones de defensa, cualesquiera sean su naturaleza
e intensidad, que en forma activa formule, coordine y ejecute el Estado
con la participación de las instituciones públicas y privadas, y las
personas naturales y jurídicas, nacionales o extranjeras, con el objeto de
salvaguardar la independencia, la libertad, la democracia, la soberanía, la
integridad territorial y el desarrollo integral de la Nación. (p.09)

Así mismo establece en su artículo 23, lo siguiente: Artículo 23.


De acuerdo con lo previsto en la Constitución y las leyes, el
Ejecutivo Nacional organizará un cuerpo uniformado de policía nacional,
un cuerpo de investigaciones científicas, penales y criminalísticas, un
cuerpo de bomberos y una organización de protección civil que atenderá
las emergencias y desastres, las cuales, sin menoscabo de las funciones
específicas que se les asignen, deben trabajar coordinadamente a los fines
de garantizar la preservación del orden interno. (p.18).
103

Ley Orgánica del Servicio de Policía y del Cuerpo de Policía Nacional


Bolivariana 2008 (LOSPYCPNB)
Artículo número 3,
Define el servicio de policía de la siguiente manera: El Servicio de
Policía es el conjunto de acciones ejercidas en forma exclusiva por el
Estado a través de los cuerpos de policía en todos sus niveles, conforme a
los lineamientos y directrices contenidos en la legislación nacional y los
que sean dictados por el Órgano Rector, con el propósito de proteger y
garantizar los derechos de las personas frente a situaciones que
constituyan amenaza, vulnerabilidad, riesgo o daño para su integridad
física, sus propiedades, el ejercicio de sus derechos, el respeto de sus
garantías, la paz social, la convivencia y el cumplimiento de la ley.

Es por ello que el servicio de policía es fundamental en todos los niveles para
la comunidad en general, para prevenir todo tipo de hecho de violencia que altere
el orden público y el buen funcionamiento para así evitar que se deteriore la
calidad de vida de la sociedad en general, se entiende que los órganos policiales
pueden usar cualquier táctica, técnica, programa o plan que le sirva para prevenir y
minimizar el delito, actos delictivos y la violencia en todos sus aspectos,
involucrando lo más posible a las comunidades.
De igual forma el Artículo 4, de la citada Ley establece que son funciones del
servicio de policía ...el proteger el libre ejercicio de los derechos humanos, las
libertades públicas, para garantizar la paz social, prevenir la comisión de delitos,
facilitar la resolución de conflictos mediante el diálogo, la mediación y la
conciliación. (p.15).
En concordancia con lo antes mencionado, el Articulo 16, establece el Principio
de Participación Ciudadana y especifica que:
104

“Los cuerpos de policía atenderán las recomendaciones de las


comunidades, los consejos comunales y las organizaciones comunitarias
para el control y mejoramiento del Servicio de Policía…”. Destacándose
de tal artículo que las policías deben trabajar en conjunto con las
comunidades e intercambiar opiniones y planes estratégicos de
prevención con el fin de mejorar continuamente el servicio policial y así
atender con eficiencia y eficacia los problemas que se susciten dentro de
las comunidades que conlleven a prevenir cualquier tipo de alteración al
orden público. (p.22)

 
Del Servicio de Policía Comunal (Capítulo V), De la naturaleza del Servicio de
Policía Comunal (LOSPCPNB)
Artículo 47.

El Servicio de Policía Comunal es profesional, predominantemente


preventivo, proactivo, permanente, de proximidad, comprometido con el
respeto de los valores, la identidad y la cultura propia de cada comunidad.
A fin de dar cumplimiento a este servicio los cuerpos de policía, en el
ámbito de su competencia, podrán crear núcleos de policía comunal.

Articulo48.
Se establece como propósito del Servicio de Policía Comunal garantizar y
asegurar la paz social, la convivencia, el ejercicio de los derechos y el cumplimiento
de la ley.
En correspondencia, la comunidad tiene el derecho a ser consultada y participar de
las decisiones sobre las prioridades de las instituciones relacionadas con la seguridad
ciudadana. En tanto que la policía tiene, por su parte, la obligación de rendir cuentas
de su trabajo sin que esto implique afectar la seguridad de algunas aéreas de trabajo
policial sobre las que debe existir información reservada. Es importante resaltar que
la influencia de la comunidad en las estrategias del Servicio de Policía Comunal tiene
como contrapartida su obligación de colaborar con el trabajo de la policía en la
prevención del delito, a partir de los principios de la democracia participativa,
corresponsable y protagónica establecidos en la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela.
105

Ley de Reforma de la Ley Orgánica del Servicio de Policía y del Cuerpo de


Policía Nacional.

Esta Ley tiene por objeto regular el servicio de policía en los distintos ámbitos
político-territoriales y su rectoría, así como la creación, organización y competencias
del Cuerpo de Policía Nacional, con fundamento en las normas, principios y valores
establecidos en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Cuyos
fines están establecidos en su artículo 4, al respecto:
Artículo 4. Son fines del servicio de policía:
Proteger a los ciudadanos, hogares y familias, el libre ejercicio de los
derechos humanos, el pacífico disfrute de las garantías y derechos
constitucionales, las libertades públicas y garantizar la paz social.
Prevenirla comisión de delitos. Apoyar el cumplimiento de las decisiones
de las autoridades competentes. Controlar y vigilar las vías de circulación
y el tránsito. Facilitar la resolución de conflictos mediante el diálogo, la
mediación y la conciliación.

Por otro lado, Los Derechos Humanos son el conjunto de normas y


recomendaciones para que cada persona de una sociedad promueva el respeto y una
serie de valores por medio de la enseñanza, educación y práctica que van
encaminados a la dignidad humana y a una excelente convivencia. Tomando como
referencia estos fundamentos se encuentran los siguientes pasos. En primera instancia
se halla «el ser», lo cual significa las respuestas a las preguntas de ¿Quién eres? ¿Qué
quieres? ¿A dónde quieres llegar? En segundo lugar, está «el ser humano», en este
paso se puede encontrar ya de una manera más física al hombre. El tercer paso es la
«dignidad», el valor espiritual que cada persona requiere para alcanzar la felicidad. Y
el cuarto y último es «el deber ser del ser humano», las responsabilidades que son
básicas para llegar a la felicidad cumpliendo deberes frente a la sociedad. Se definen
de manera breve los derechos humanos, que para su profundización se ahondará en el
estudio de la Constitución a partir del artículo 11, en donde se encuentran «los
derechos fundamentales, sociales, económicos, culturales, colectivos y del medio
ambiente».
106

El Consejo Nacional de Prevención y Seguridad Ciudadana


Fue Creado mediante Decreto número 6.640, publicado en la Gaceta Oficial de la
República Bolivariana de Venezuela con fecha 17 de marzo 2019. Es una instancia
Interinstitucional plural, técnica y participativa, presidida por el Vicepresidente
Ejecutivo de la Republica y tiene como objetivo articular los esfuerzos de los
distintos actores e instituciones públicas y privadas para la formación de una política
pública nacional de seguridad ciudadana a ser ejecutada por los diversos niveles del
gobierno.
Lo integran representantes de los Ministerios del Poder Popular para las
Relaciones Interiores y justicia, Educación, Educación Superior, Salud y protección
Social, Comunicación e información, Ciencia, Tecnología e industrias intermedias,
Planificación y Desarrollo, Ambiente, Obras Públicas y Vivienda, Deporte, Cultura,
Mujer y Comunas, Por el Ejecutivo Nacional, de la asamblea Nacional, por El Poder
Legislativo nacional, Del Tribunal supremo de Justicia, Por el Poder Judicial y del
Ministerio Publico y la Defensoría del pueblo por el Poder Ciudadano, además de una
Representación de Gobernadores y Alcaldes, Consejos Comunales, Misiones
Sociales, Artistas, Deportistas, organizaciones no Gubernamentales, Iglesias, Sectores
Universitarios y medios de comunicación.
Constituyo el primer estudio a escala Nacional y con amplia cobertura de regiones
urbanas y rurales, promovido por el estado dentro de la perspectiva de recabar
información confiable y con prioridad sobre la problemática delictiva y la
inseguridad.
Las encuestas de victimización sirven para determinar el volumen y características
de los ecos delictivos cometidos durante un periodo de tiempo en una determinada
jurisdicción. El registro de victimización a la percepción de los ciudadanos sobre la
seguridad, la policía y los mecanismos de participación, control y supervisión.
107

Sistema de Variables
Para que los expertos puedan validar el instrumento, en el caso particular, el
cuestionario, se hace necesario la operacionalización de la variable, entendido esto
como el procedimiento que realiza el investigador para verificar el cumplimiento de
los objetivos trazados, de tal manera que ello le permita asegurar que el cuestionario
está bien elaborado.
Al respecto Arias (2015) sostiene: “Variable es una característica o cualidad;
magnitud o cantidad, que puede sufrir cambios, y que es objeto de análisis, medición,
manipulación o control en una investigación” (p. 57)
108

CUADRO 1
Operacionalización de las Variables

Objetivo General: Diagnosticar los factores que inciden en el mejoramiento de la


seguridad ciudadana para la Convivencia y la Paz Social en el Municipio Piar del
Estado Bolívar.
Variable Definición Dimensión Indicador Ítems Instru
mento
Nominal
. Seguridad “Es la protección Protección Protección 1-5
Ciudadana. integral que integral Ciudadana.
desarrolla el Espacios C
estado, en Públicos. U
colaboración de la Organismos E
ciudadanía, para de seguridad. S
asegurar su 6-9 T
convivencia Víctima de I
pacífica, erradicar Violencia robo o hurto O
la violencia y Física N
utilizar las vías y Agresión A
los espacios R
Públicos, para las Espacios Inseguridad I
buenas prácticas públicos Personal 10-13 O
ciudadanas, y de policial.
esta forma Acciones de
contribuir a la vigilancia
prevención de la
comisión de
hechos ilícitos
(delitos y faltas).
109

Convivencia  Es la acción por Valores Respeto


y la la cual los Humanos Solidaridad. 14-15
Seguridad individuos pueden Social
vivir en sociedad. Paz
Esta acción es Convivencia
indispensable social
para lograr vivir
en armonía Fortalecer la
compartiendo convivencia 16
valores humanos
y para enfrentar Espacios
este fenómeno se públicos para
debe tener una la 17
visión de convivencia y
conjunto y de la paz.
largo plazo donde
las causas son un Factores que
factor que se afectan la 18-19
tienen que convivencia y
trabajar en forma paz social.
paralela a sus
efectos.

Fuente: Maurera (2021)


CAPITULO III

MARCO METODOLÓGICO

En este Capítulo se desarrollan aspectos importantes de la investigación, la cual es


una actividad que busca descubrir lo desconocido en situación de incertidumbre, esto
implica introducirse en campos amplios y complejos, lo cual permite establecer una
relación entre el investigador y el objeto de investigación. Existen variedad de
métodos que suministran alternativas para alcanzar, un fin determinado, los cuales
deben aplicarse de manera dinámica y flexible. En relación a la postura descrita, se
reseña la metodología que se siguió en el desarrollo de la investigación. Tamayo y
Tamayo (2006), señalan que la metodología “es de gran importancia en la
investigación, pues el planteamiento de una metodología adecuada garantiza que las
relaciones que se establecen y los resultados o nuevos conocimientos obtenidos
tengan el grado máximo de exactitud y confiabilidad” (p. 175). De allí que, en el
presente capitulo se describe el procedimiento metodológico que se seguirá para el
desarrollo de la investigación.

Tipo de Investigación

El tipo de investigación es descriptivo, lo que permite el enfoque sobre realidades


de los hechos y sus características fundamentales para lograr una excelente y correcta
interpretación. En tal sentido Arias (2016) corrobora la correspondencia con las ideas
presentadas, al sostener: “La investigación descriptiva consiste en la caracterización
de un hecho, fenómeno, individuo o grupo, con el fin de conocer su estructura o
comportamiento” (p.24

110
111

La forma como se realizó esta acción y el carácter mismo de la realidad


determinarán la modalidad a utilizar, de esta forma se podrán alcanzar las metas que
caracterizan el problema planteado.

Diseño de la investigación
Arias (2016) sostiene que el diseño de investigación “Es la estrategia general que
adopta el investigador para responder al problema planteado. En atención al diseño, la
investigación se clasifica en documental, de campo y experimental” (p.27)
En ese sentido la investigación estuvo enmarcada bajo un diseño de campo, al
respecto el Manual de Trabajos de Grado de Especialización y Maestría y Tesis
Doctorales, de la Universidad pedagógica Experimental Libertador (UPEL, 2016) la
define como:
El análisis sistemático de problemas en la realidad, con el propósito bien sea
de describirlos, interpretarlos, entender su naturaleza y factores
constituyentes, explicar sus causas y efectos, o predecir su ocurrencia,
haciendo uso de métodos característicos de cualquiera de los paradigmas o
enfoques de investigación conocidos o en desarrollo. Los datos de interés
son recogidos en forma directa de la realidad; en este sentido se trata de
investigaciones de datos originales o primarios. Sin embargo, se aceptan
también estudios sobre datos censales o maestrales, no recogidos por el
estudiante, siempre y cuando se utilicen los registros originales con los
datos no agregados; o cuando se trate de estudios que la construcción o uso
de series históricas, y en general la recolección y organización de datos
publicados para su análisis mediante procedimientos estadísticos, modelos
matemáticos, econométricos o de otro tipo (p. 18).

En el caso objeto de estudio, el investigador recoge la información directa de la


realidad.

Población y Muestra
Población:
Para Pérez, (2015) sostiene que “La población es el conjunto finito o infinito de
unidades de análisis, individuos o elementos que se someterán a estudio; pertenecen a
la investigación y son la base fundamental para obtener la información” (p. 70)
112

De esta manera, la población es el total de individuos o elementos a quienes se


refiere la investigación, es decir, todos los elementos que se van a estudiar, por ello
también se llama universo Con el basamento anterior, el universo de estudio es una
población finita, destinado a diagnosticar los factores que inciden en el mejoramiento
de la seguridad ciudadana para la convivencia y la paz social en el municipio Piar del
estado Bolívar. Y se encuentra referida a los ciudadanos que hacen vida en los sitios
públicos de la ciudad de Upata. En esta materia, es necesario plantear lo que afirma
Balestrini, (2006) “no es posible extraer conclusiones en relación a una población, si
previamente no se identifican con precisión la naturaleza de las unidades que la
integran”. (p.137). En tal sentido, la población está conformada en este estudio por
los primeros 100 (cien) ciudadanos que circulan en la Plaza Bolívar de la Ciudad de
Upata municipio Piar del estado Bolívar.

Muestra:
Según Balestrini (2006): Es una parte de la población, o sea, un número de
individuos u objetos seleccionados científicamente, cada uno de los cuales es un
elemento del universo. La muestra es obtenida con el fin de investigar, a partir del
conocimiento de sus características particulares, las propiedades de una población.
Una vez que el investigador concluye cuál es la propuesta de investigación y con ello
a quién y qué va a estudiar, debe entonces calcular el número de individuos
necesarios para su estudio, un número que resulte suficiente para responder a la
pregunta planteada, acorde al tipo de diseño de la investigación y que evite costos,
dificultades y una estimación inadecuada del fenómeno. La Muestras NO
probabilísticas Accidental es la adaptada para este estudio. Según Robledo (2008), Se
obtiene sin ningún plan preconcebido, resultando las unidades escogidas producto de
circunstancias fortuitas, en este caso entrevistar a las primeras personas que pasan por
un cierto lugar a una hora determinada.
En esta investigación la muestra estuvo conformada las primeras 20 personas a ser
entrevistadas en uno de los lugares públicos de mayor afluencia de personas como lo
113

es la Plaza Bolívar, ubicada en el Casco Central de la Ciudad. Al respecto Arias


(2016) sostiene: “La muestra es un subconjunto de un universo o población” (p. 110)
El anterior planteamiento se basa en que el principio de las partes representa el
todo y por tal refleja las características que definen a la población de la cual fue
extraída, ello indica que es específica.
En este sentido la población fue inferior a 100 y por ello no se hará necesario
aplicar ninguna técnica especifica de muestreo.

Técnica e Instrumento para la recolección de Datos


Es importante resaltar que no es lo mismo la técnica que el instrumento de
recolección de datos, al respecto Arias (2016) sostiene:
Las técnicas de recolección de datos son las distintas formas o maneras de
obtener la información, son ejemplos de técnicas: la observación directa, la
encuesta en sus dos modalidades: oral o escrita (cuestionario), la entrevista,
el análisis documental, análisis de contenido, etc. (p. 111)

Mientras que los instrumentos “Son los medios materiales que se emplean para
recoger y almacenar la información. Ejemplo: fichas, formatos de cuestionario, guía
de entrevistas, lista de cotejo, escalas de actitudes u opinión, grabador, cámara
fotográfica de video (ob.cit. p. 111)
Para recabar los datos requeridos en esta investigación se aplicará la técnica de la
encuesta y como instrumento el cuestionario, al respecto Villafranca (1996) citado
por Pérez (2015) señala: “Consiste en obtener información, opiniones, sugerencias y
recomendaciones, mediante técnicas como la entrevista y el cuestionario”; y el
cuestionario “Se diferencia de la entrevista porque para aplicarlo se necesitan la
persona entrevistada y entrevistador. Con la técnica del cuestionario la persona
encuestada responde por escrito y puede hacerlo sin la presencia del encuestador” (p.
73)
El cuestionario se aplicará a las 100 personas a ser entrevistadas, quedará
estructurado de la manera siguiente: (18) ítems con alternativas de respuestas
dicotómicas (SI-NO), distribuidos En la primera parte los cinco (05) primeros ítems,
las respuestas aportan datos sobre la apreciación que tienen sobre la seguridad
114

ciudadana y la protección ciudadana de los espacio públicos de la ciudad de Upata


Municipio Piar, estado Bolívar y sobre el uso que se le da a los mismos; la segunda
parte con (04) número de ítems, tiene relación con la violencia en los espacios
públicos. La tercera parte del cuestionario son (04) ítems que tratan sobre los
Espacios públicos y la seguridad Ciudadana. La cuarta parte estructurado de (05)
ítems referentes a la Convivencia y los valores humanos.

Validación y Confiabilidad

De acuerdo a Omonte (2012), “la validez en términos generales, se refiere al grado


en que un instrumento realmente mide la variable que pretende medir”. (p. 240), en
tal sentido con propósito de medir los diversos indicadores planteados en el esquema
de la operacionalización de variables, se elabora dirigida por las personas a ser
entrevistadas en uno de los lugares públicos de mayor afluencia de la ciudad, ubicada
en el Casco Central de la Ciudad de Upata municipio Piar del estado Bolívar. Se
aplicará una prueba piloto a cinco (20) de los individuos, esto permite la corrección y
redacción para su mayor comprensión y determinar su alcance. Se realiza la validez
de confiabilidad a través de juicios de expertos.
Según Galán (2007), “la confiabilidad es una condición para que exista validez”
(p. 135). De hecho, la confiabilidad del estudio logra a través del análisis de la
investigación, lo cual permite internalizar las bases teóricas. La misma se determina a
través del Coeficiente KR20, puesto que el mismo requiere de una sola aplicación y
se basa en la medicación de la consistencia de la respuesta que darán las personas
consultadas.
Confiabilidad
Respecto a la confiabilidad del instrumento, Ruiz (2004), la define como “grado
en que su aplicación repetida al mismo sujeto produce iguales resultados” (p. 80). De
este modo, con la finalidad de obtener y/o determinar el nivel de confiabilidad del
instrumento, se aplicó una prueba piloto a una población de diez (20) personas con
características similares a la población original.
115

En relación a la prueba piloto, Tamayo y Tamayo (2008), refiere que “nos permite
ver las diferencias existentes en torno al diseño metodológico y nos lleva a la
realización de los ajustes necesarios e igualmente pondrá de manifiesto las ventajas y
desventajas en torno a la investigación que se realizará posteriormente”, (p. 125);
considerando tal afirmación se puede deducir que dicha prueba permitió detectar las
fallas del diseño metodológico antes de llevar a cabo la investigación. Una vez
realizada la prueba piloto, los resultados obtenidos de dicha prueba se llevaron a una
matriz de confiabilidad para obtener el índice de confiabilidad mediante el coeficiente
de Kuder Richardson (KR20), técnica de confiabilidad que se aplica a instrumentos
de ítems con dos alternativas de respuestas.

K – R20 = K 1 - ∑ p.q/items
K–1 ST2 (aciertos)
Donde:
KR20 = Coeficiente de Kuder y Richardson
K = Números de Ítems
∑ p.q
= Sumatoria de proporciones de aciertos por desaciertos
ST2 = Varianza del total de aciertos.

Cuadro 2
Escala del Coeficiente de Confiabilidad
Rangos Magnitud
0,81 – 1,00 Muy Alta
0,61 – 0,80 Alta
0,41 – 0,60 Moderada
0,21 – 0,40 Baja
0,01 – 0,20 Muy Baja
Fuente: Balestrini, M (2016)
116

Técnica de Análisis de Datos

Las técnicas de análisis de datos facilitan la interpretación de los datos obtenidos


para solucionar el problema en cuestión, en este mismo orden de ideas, Arias citado
por Tamayo y Tamayo (2008), dice “Que no basta con recolectar los datos ni
cuantificarlos adecuadamente. Una simple colección de datos no constituye una
investigación. Es necesario analizarlos, compararlos y presentarlos de manera que
realmente lleven a la confirmación o al rechazo de las variables”. (p.126). La
información que se obtuvo se procesó y analizo utilizando la estadística como
herramienta de análisis, así lo sostiene Bunge (2003), afirmando que la estadística
“Es un instrumento que se orienta a la recolección, organización y análisis de datos
numéricos o de observaciones. (p.1).
Recolectados los datos se procedió a la tabulación de los mismos mediante la
presentación de cuadros y gráficos estadísticos, con la finalidad de facilitar su análisis
e interpretación, utilizando la técnica de análisis estadístico denominado, distribución
de frecuencia relativa porcentual. En este sentido Hernández, Fernández y Baptista
(2010) refieren, “Las frecuencias relativas son los porcentajes de casos en cada
categoría de las variables, bajo un conjunto de puntuaciones absolutas” (P.350). Por
medio de la distribución de frecuencia se clasificaron los datos procediendo así su
tabulación, agrupándolos por indicador para luego realizar el cuadro resumen por
cada variable. En cuanto a los gráficos se diseñaron a partir de los datos arrojados por
los cuadros de la tabulación para visualizarlos de mejor manera. Finalmente se hizo
un análisis, que permitió contrastar la realidad encontrada con la teoría que
fundamenta la investigación.

LIMITACIONES DEL ESTUDIO


Según Balestrini (2014)” Son obstáculos que eventualmente pudieran presentarse
durante el desarrollo de la investigación.” En tal sentido se presentaron algunas
limitaciones en el desarrollo de este estudio:
La falta de cooperación de los encuestados al suministrar la información.
117

Escasos estudios a nivel nacional y regional, vinculados con el tema a investigar,


sobre todo en los últimos cinco años.
La fiabilidad y veracidad de los datos que pudieran suministrar los entrevistados,
por tratarse de un trabajo con un componente subjetivo muy importante.
La empatía que pudiera existir al entrevistar a los grupos involucrados
El diseño de la investigación será netamente descriptivo, y no experimental, lo cual
limita el establecimiento de relaciones causa-efecto
CAPITULO IV

ANALISIS Y PRESENTACIÓN DE RESULTADOS

Una vez que se ha aplicado el instrumento a la muestra seleccionada, se han


codificado los datos y se han transferido a una tabla (agrupados por indicadores) con
sus porcentajes respectivos y gráficos, se procede a analizarlos, en este sentido se
muestran a continuación, los hallazgos de la investigación.
Cuadro 3
Distribución porcentual de las respuestas emitidas por la muestra seleccionada
con respecto al ítem 1. Dimensión: Protección Integral. Indicador: Seguridad
Ciudadana.

Ítem Si % No % Total
1 2 10 18 90 100
Media 10 90 100
Fuente: Maurera (2021)

Gráfico 1. Distribución promedio de las repuestas emitidas por la muestra


seleccionada con respecto al ítem 1. Dimensión: Protección integral. Indicador:
Seguridad Ciudadana.

118
119

En relación al cuadro y grafico presentado se tiene que el 90% opina que no hay
protección ciudadana en los lugares públicos de la ciudad de Upata Municipio Piar
del estado Bolívar, mientras que solo un 10%, afirma que hay protección ciudadana
en los sitios públicos. Según la pirámide de Maslow, citado por García (2013)
sostiene que la seguridad en el ser humano ocupa el segundo nivel dentro de
las necesidades de déficit. En la teoría de las necesidades de Bronisław Malinowski,
la seguridad es una de las siete necesidades básicas a satisfacer por el ser humano.
Para explicar esta frase, es importante recurrir a la definición de valor. “Los valores
son principios que nos permiten orientar nuestro comportamiento en función de
realizarnos como personas.

Cuadro 4
Distribución porcentual de las respuestas emitidas por la muestra seleccionada con respecto al
ítem 2. Dimensión: Protección Ciudadana. Indicador: Espacios públicos.
Ítem Si % No % Total

2 2 10 18 90 100

Media 10 90 100
Fuente: Maurera (2021)

Gráfico 2. Distribución promedio de las repuestas emitidas por la muestra


seleccionada con respecto al ítem 2. Dimensión: Protección Ciudadana. Indicador:
Espacios públicos.
120

Un 90% opinaron que no se sienten protegidos en los espacios públicos que visita
en la Ciudad, mientras que un 10% afirmo sentirse protegidos al frecuentar estos
sitios. Respecto a los espacios públicos, Tal sentido, como lo plantea Marrero
Guillamón (2008), el espacio público es también un espacio de comunicación basado
en formas de adaptación y cooperación, al respecto, el autor argumenta que se trata de
un orden de visibilidades, contenedor de una pluralidad de usos o una pluralidad de
perspectivas y que implica, por ello mismo, una profundidad.

Cuadro 5
Distribución porcentual de las respuestas emitidas por la muestra seleccionada
con respecto al ítem 3. Dimensión: Protección Ciudadana. Indicador: Seguridad
Ciudadana.
Ítem Si % No % Total
3 2 10 18 90 100
Media 10 90 100
Fuente: Maurera (2021)

Gráfico 3. Distribución promedio de las repuestas emitidas por la muestra


seleccionada con respecto al ítem 3. Dimensión: Protección Ciudadana. Indicador:
Seguridad Ciudadana.

Tal como lo señala el cuadro y el grafico, el 90% considero que no hay seguridad
Ciudadana en la Ciudad, mientras que un 10% afirma lo contrario, es decir Por otra
parte, Sebastián Cox (2002) sostiene que la seguridad ciudadana es “…un asunto de
interés público, es decir, de interés y participación activa para todos los sectores de la
sociedad…”. Así mismo, plantea tres ámbitos donde considera que se debe intervenir
de forma complementaria y simultánea. Estos ámbitos son Gobierno, Justicia
121

Población. La postura del autor llama nuestra atención porque concibe que la
seguridad ciudadana es un problema que debe ser abordado por todos los actores
involucrados, es decir, la comunidad y las instituciones públicas deben trabajar de
forma cogestionada para encontrar estrategias que permitan garantizar la seguridad a
través de la disminución de la inseguridad.

Cuadro 6
Distribución porcentual de las respuestas emitidas por la muestra seleccionada
con respecto al ítem 4. Dimensión: Protección Ciudadana. Indicador: Organismos
de seguridad.
Ítem Si % No % Total
4 4 20 16 80 100
Media 20 80 100
Fuente: Maurera (2021)

Gráfico 4. Distribución promedio de las repuestas emitidas por la muestra


seleccionada con respecto al ítem 4. Dimensión: Protección Ciudadana. Indicador:
Organismos de seguridad.

A cerca del ítem que indaga sobre la protección ciudadana está en manos de los
organismos de seguridad pública de la ciudad, el 80% opinó que no están en manos
de los organismos de seguridad, mientras que un 20% considero que si lo están. En
este contexto, Núñez (2006) manifiesta que la política nacional de seguridad
ciudadana representa un indicador de las prioridades y valores del Estado y de los
objetivos del sistema político como parte del sistema social global. Se pudiera
ponderar en cuanto a su eficiencia en la prevención de la criminalidad y la violencia,
122

en la legitimidad de los medios empleados por los organismos que actúen y sobre
todo, por el respeto a los derechos humanos.

Cuadro 7
Distribución porcentual de las respuestas emitidas por la muestra seleccionada
con respecto al ítem 5. Dimensión: Protección Ciudadana. Indicador: Violencia e
inseguridad.
Ítem Si % No % Total
5 18 90 2 10 100
Media 90 10 100
Fuente: Maurera (2021)

Gráfico 5. Distribución promedio de las repuestas emitidas por la muestra


seleccionada con respecto al ítem 5. Dimensión: Protección Ciudadana. Indicador:
Violencia e inseguridad.

La pregunta vinculada a este indicador, determino que el 90% Considera que los
espacios públicos de la Ciudad son focos para la violencia y la inseguridad y un 10%
opino que sí. Al respecto, Gabaldón (2006) expresa que la violencia es: El conjunto
de ocurrencias delictivas registradas en una jurisdicción, en un momento
determinado. Estas ocurrencias pueden determinarse mediante multiplicidad de
registros cuantitativos, como estadísticas policiales, judiciales, penitenciarias, de
salubridad pública, empresariales, de derechos humanos o encuestas de victimización
o de autorrevelación, así como inferirse de estudios de casos o de áreas geográficas
determinadas. La percepción de inseguridad ciudadana constituye un concepto que
corresponde al campo de las representaciones sociales e imaginarios colectivos.
Cuadro 8
123

Distribución porcentual de las respuestas emitidas por la muestra seleccionada


con respecto al ítem 6. Dimensión: Protección integral. Indicador: Seguridad
Ciudadana.
Ítem Si % No % Total
6 18 90 2 10 100
Media 90 10 100
Fuente: Maurera (2021)

Gráfico 6. Distribución promedio de las repuestas emitidas por la muestra


seleccionada con respecto al ítem 6. Dimensión: Protección integral. Indicador:
Seguridad ciudadana.

De acuerdo al ítem N°6, el 90%, Conoce de qué trata la seguridad ciudadana,


mientras que un 10% manifiesta no conocer ese concepto. Sebastián Cox (2002)
sostiene que la seguridad ciudadana es “…un asunto de interés público, es decir, de
interés y participación activa para todos los sectores de la sociedad…”. Así mismo,
plantea tres ámbitos donde considera que se debe intervenir de forma complementaria
y simultánea. Estos ámbitos son 1º. Gobierno (instituciones a nivel central y local);
2º. Justicia (Legislación que garantice los derechos y deberes de los ciudadanos) y 3º.
Población (participación y organización de las comunidades). La postura del autor
llama nuestra atención porque concibe que la seguridad ciudadana es un problema
que debe ser abordado por todos los actores involucrados, es decir, la comunidad y
las instituciones públicas deben trabajar de forma cogestionada para encontrar
estrategias que permitan garantizar la seguridad a través de la disminución de la
inseguridad.

Cuadro 9
124

Distribución porcentual de las respuestas emitidas por la muestra seleccionada


con respecto al ítem 7. Dimensión: Violencia Indicador: Violencia física.
Fuente: Maurera (2021)
Ítem Si % No % Total
7 16 80 4 20 100
Media 80 20 100

Gráfico 7. Distribución promedio de las repuestas emitidas por la muestra


seleccionada con respecto al ítem 7. Dimensión: Protección Ciudadana. Indicador:
Violencia física.

Los resultados evidencian que un 80% durante el último año ha sido víctima de
robo o intento de robo en los espacios públicos que visita, y un 20% expresa que no.
En referencia a este hecho, Hernández (2007) agrega que “el hurto es
manifiestamente un delito de lesión, pues la apropiación de la cosa ajena lesiona
efectivamente el vínculo entre ésta y su titular, pero una cosa muy distinta es que sea
un delito de resultado, para lo cual lo único decisivo es si, además de la conducta de
apropiación, el tipo requiere que esa conducta produzca algo distinto de ella misma,
cual no es el caso”. En tal sentido, los delitos de hurto y robo poseen una estructura
típica común. En relación con la conducta, ésta debe consistir en una apropiación, que
debe ser ejecutada sin voluntad del dueño de la cosa apropiada y con ánimo de lucro.
En relación con el objeto material de la acción, debe tratarse de una cosa corporal,
mueble, ajena, susceptible de apropiación y de apreciación pecuniaria.

Cuadro 10
125

Distribución porcentual de las respuestas emitidas por la muestra seleccionada


con respecto al ítem 8. Dimensión: Violencia Indicador: Violencia psicológica.
Ítem Si % No % Total
8 16 80 4 20 100
Media 80 20 100
Fuente: Maurera (2021)

Gráfico 8. Distribución promedio de las repuestas emitidas por la muestra


seleccionada con respecto al ítem 8. Dimensión: Violencia. Indicador: Violencia
física.

Tal como lo señala el cuadro y el grafico, un 80% expreso que ha víctima de


violencia psicológica en algún sitio público de la ciudad. Mientras que un 20%
expresa que no lo ha sido. En consecuencia, Kaplan, (2006) manifiesta que “la
violencia tiene su raíz en una relación de poder desequilibrada, donde quien se
encuentra en una posición superior busca forzar la voluntad del otro mediante
métodos coercitivos para obtener fines propios; se entiende como un acto de poder,
que se ejerce contra el otro u otros individuos y se puede manifestar mediante
agresiones físicas, verbales, psicológicas, económicas y sexuales. La violencia
psicológica es aquella que produce daños afectivos, morales y psicológicos sobre la
persona sin que medie la fuerza física, lo que hace mermar su autoestima. Por
ejemplo: culpabilizar, amenazar, coaccionar, espiar, ignorar al otro, desacreditar al
otro, hostigar, acosar, aislar, irrespetar la opinión, etc. Incluye la agresión verbal por
medio de insultos y descalificaciones.

Cuadro 11
126

Distribución porcentual de las respuestas emitidas por la muestra seleccionada


con respecto al ítem 9. Dimensión: Violencia Indicador: Agresión.
Ítem Si % No % Total
9 18 90 2 10 100
Media 90 10 100
Fuente: Maurera (2021)

Gráfico 9. Distribución promedio de las repuestas emitidas por la muestra


seleccionada con respecto al ítem 9. Dimensión: Violencia. Indicador: Agresión

Los resultados arrojados en el ítem 9, visualizan que el 90% ha sido víctima de


Agresión en algún espacio público de la ciudad, por el contrario, el 10% dijo que no.
Al respecto, Díaz Aguado, Martínez & Martín (2004) afirman que “no existe una
definición universal del concepto de agresión, aunque se puede decir que, desde la
perspectiva de la psicología social, se considera agresión cualquier conducta que
intenta dañar o lastimar a alguna persona, a uno mismo o a un objeto, de manera
intencional continua. También Franzoi, (2007) expresa que sin involucrar
necesariamente el ejercicio del poder (como en la violencia). Se pueden distinguir dos
tipos de agresión: la instrumental, que se refiere a la conducta dañina usada
intencionalmente para alcanzar alguna meta, y la hostil, donde la conducta dañina es
desencadenada por el enojo con el objetivo de causar daño a la víctima. (p.499). En
tal sentido, los resultaron arrojaron que si hay un alto porcentaje que han sido
víctimas de agresión por lo que se hace necesario destacar la importancia del estudio
y visualizar con detenimiento las causas porque se producen estos hechos.

Cuadro 12
127

Distribución porcentual de las respuestas emitidas por la muestra seleccionada


con respecto al ítem 10. Dimensión: Violencia Indicador: Agresión.
Fuente: Maurera (2021)
Ítem Si % No % Total
10 18 90 2 10 100
Media 90 10 100

Gráfico 10. Distribución promedio de las repuestas emitidas por la muestra


seleccionada con respecto al ítem 10. Dimensión: Violencia. Indicador: Agresión

Las respuestas al ítem N°10 arrojan que un 90% ha denunciado alguna agresión
sufrida a algún organismo de seguridad ciudadana por el contrario el 10% manifiesta
no haber denunciado. Precisemos, antes que nada, que Franzoi (2007) expresa que
“sin involucrar necesariamente el ejercicio del poder (como en la violencia). Se
pueden distinguir dos tipos de agresión: la instrumental, que se refiere a la conducta
dañina usada intencionalmente para alcanzar alguna meta, y la hostil, donde la
conducta dañina es desencadenada por el enojo con el objetivo de causar daño a la
víctima”. Gabaldón (2006) también afirma que: El conjunto de ocurrencias delictivas
registradas en una jurisdicción, en un momento determinado, estas ocurrencias
pueden determinarse mediante multiplicidad de registros cuantitativos, como
estadísticas policiales, judiciales, penitenciarias, de salubridad pública, empresariales,
de derechos humanos o encuestas de victimización o de autorrevelación, así como
inferirse de estudios de casos o de áreas geográficas determinadas. (p.45). En tal
sentido, si no se denuncian estos hechos, no se dejan precedentes.
Cuadro 13
128

Distribución porcentual de las respuestas emitidas por la muestra seleccionada


con respecto al ítem 11. Dimensión: Espacios públicos Indicador: Inseguridad
ciudadana.
Ítem Si % No % Total
11 16 80 4 20 100
Media 80 20 100
Fuente: Maurera (2021)

Gráfico 11. Distribución promedio de las repuestas emitidas por la muestra


seleccionada con respecto al ítem 11. Dimensión: Espacios públicos. Indicador:
Inseguridad.
En relación al cuadro y al gráfico, el 80% ,afirman que las autoridades deben
tomar acciones urgentes para disminuir la inseguridad ciudadana en los espacios
públicos de la ciudad. Por el contrario, el 20% dice que no. Al respecto Curbet (2006)
“la inseguridad ciudadana incluye dos componentes: la inseguridad subjetiva y la
inseguridad objetiva. La primera se define como el sentimiento de amenaza personal,
el cual no necesariamente corresponde con la vulnerabilidad real de la persona que la
experimenta. La segunda comprende un análisis objetivo de la probabilidad de ser
víctima de algún delito. Por consiguiente, el deterioro generalizado, social y físico,
que crea una imagen de abandono y marginalidad, incide desfavorablemente en la
percepción de centros históricos y las zonas centrales, acentuándose la tendencia a
‘criminalizarles’ y mitificarlos como lugares peligrosos
Cuadro 14
Distribución porcentual de las respuestas emitidas por la muestra seleccionada
con respecto al ítem 12. Dimensión: Espacios públicos Indicador: Personal policial
Ítem Si % No % Total
12 4 20 16 80 100
Media 20 80 100
129

Fuente: Maurera (2021)

Gráfico 12. Distribución promedio de las repuestas emitidas por la muestra


seleccionada con respecto al ítem 12. Dimensión: Espacios públicos. Indicador:
Personal policial.

El 80% de los encuestados manifestaron de acuerdo a el ítem N°12 que la ciudad


no dispone de un personal policial en calidad y cantidad adecuada para un alto
estándar de seguridad ciudadana, mientras que un 20% expresa lo contrario. En
consecuencia, Trojanowicz, (2004). Considera que la Policía Comunal o Comunitaria
es entendida como una filosofía y una estrategia organizacional que propicia una
nueva asociación entre la comunidad y la policía. Se basa en la premisa de que tanto
la policía como la comunidad deben trabajar juntas para identificar, priorizar y
resolver problemas tales como: drogas, inseguridad, desórdenes públicos y morales,
en general la decadencia de la comunidad con el objetivo de mejorar la calidad de
vida de esa área”. La policía desempeña un papel esencial en el diseño y puesta en
marcha de iniciativas provenientes de las organizaciones barriales o de programas y
también en el apoyo a las colectividades para que puedan resolver por sí mismas los
problemas de delincuencia y comportamientos transgresores, en colaboración con las
autoridades locales, las ONG, los ciudadanos, las cámaras de comercio, entre otras.
Cuadro 15
Distribución porcentual de las respuestas emitidas por la muestra seleccionada
con respecto al ítem 13. Dimensión: Espacios públicos Indicador: Personal policial
Ítem Si % No % Total
13 2 10 18 90 100
Media 10 90 100
130

Fuente: Maurera (2021)

Gráfico 13. Distribución promedio de las repuestas emitidas por la muestra


seleccionada con respecto al ítem 13. Dimensión: Espacios públicos. Indicador:
Personal policial.

Los resultados a este ítem, indican que el 90% de los encuestados opinaron que no
se siente protegido por la policía cuando visita o se encuentra en un espacio público
(plazas, calles, estaciones u otros), sin embargo, un 10% opinan que sí. En tal sentido
Para Butler (2007) expresa que la policía comunitaria es “un tipo de policía que toma
como punto de partida las necesidades e intereses de las comunidades locales y que
entrega una respuesta que fomenta la colaboración para con ellos y asegura a la
comunidad que hay un compromiso para mejorar su calidad de vida”. A nivel
estratégico y político hay una necesidad de extender la definición significando: “Un
reconocimiento en la filosofía, misión y estructura organizacional que admite las
necesidades e intereses de la comunidad y que busca servir dentro de la capacidad y
los recursos de las fuerzas policiales que se encuentran con esas necesidades. La
policía comunitaria es “un tipo de policía que toma como punto de partida las
necesidades e intereses de las comunidades locales y que entrega una respuesta que
fomenta la colaboración para con ellos y asegura a la comunidad que hay un
compromiso para mejorar su calidad de vida.
Cuadro 16
Distribución porcentual de las respuestas emitidas por la muestra seleccionada
con respecto al ítem 14. Dimensión: Espacios públicos Indicador: Vigilancia
permanente.
Ítem Si % No % Total
14 18 90 2 10 100
131

Media 90 10 100
Fuente: Maurera (2021)

Gráfico 14. Distribución promedio de las repuestas emitidas por la muestra


seleccionada con respecto al ítem 14. Dimensión: Espacios públicos. Indicador:
Vigilancia permanente.

Según las respuestas emitidas por los encuestados el 90% expreso que, si
considera que para que la convivencia en un espacio público sea pacífica, la policía
tiene que realizar acciones de vigilancia permanente, mientras que un 10% manifiesta
que no, a esto Hernández (2002) expresa: “En un principio, se considera que estas
medidas disuaden el comportamiento violento, aunque, por lo que se ha visto, esos
impactos son débiles. Estas políticas se orientan casi exclusivamente a anular la
posible comisión de delitos, recurriendo a medidas estrictas técnicas, como sistemas
de vigilancia y mecanismos de seguridad.” El crimen y la violencia condicionan
nuestras decisiones diarias. dónde vivimos, por dónde transitamos, es decir, afectan
nuestra calidad de vida y nuestro bienestar. (Gabaldón y Antillano, 2007) destaca que
“Los ciudadanos no acuden a la policía sino cuando se trata de hechos graves que
ocurren en el espacio público. Factores como el tipo de delito (el robo, hurto y
lesiones y otros hechos que lesionan en forma directa a la víctima) así como la
relación con el victimario influyen en la probabilidad de acudir a la policía…
Cuadro 17
Distribución porcentual de las respuestas emitidas por la muestra seleccionada
con respecto al ítem 15. Dimensión: Valores humanos. Indicador: Respeto y
solidaridad.
Ítem Si % No % Total
15 18 90 2 10 100
132

Media 90 10 100
Fuente: Maurera (2021)

Gráfico 15. Distribución promedio de las repuestas emitidas por la muestra


seleccionada con respecto al ítem 15. Dimensión: Valores humanos. Indicador:
Respeto y solidaridad.

En referencia a este ítem, el 90% dijo que si Considera que el Respeto y la


Solidaridad son dos valores imprescindibles para que la convivencia armónica sea
posible, mientras que el 10% considera que no. Al respecto, García (2019) asegura
que, de desarrollarse los valores para la convivencia ciudadana, “facilitarían la
relación con otras personas y aumentarían su nivel de bienestar. Algunos serían: la
solidaridad, la tolerancia, el respeto, la justicia, el diálogo, la paz, en tal sentido, son
lo que suele mover la conducta y el comportamiento de las personas; orientan la vida
y marcan la personalidad”. En tal sentido, Los valores son pautas para la
transformación social y la realización de la persona. La convivencia es algo más que
la mera coexistencia o tolerancia del otro. Es el respeto mutuo y la aceptación de unas
normas comunes, otras opiniones y estilos de vida. Esta se puede llevar en diferentes
ámbitos como: trabajo, hogar, espacios públicos, escuela, entre otros.

Cuadro 18
Distribución porcentual de las respuestas emitidas por la muestra seleccionada
con respecto al ítem 16. Dimensión: Valores humanos. Indicador: Convivencia
social.
Ítem Si % No % Total
133

16 18 90 2 10 100
Media 90 10 100
Fuente: Maurera (2021)

Gráfico 16. Distribución promedio de las repuestas emitidas por la muestra


seleccionada con respecto al ítem 16. Dimensión: Valores humanos. Indicador:
Convivencia social.

Los resultados arrojaron que el 90% afirman que el cumplimiento de las Leyes
garantiza y regulan en la convivencia social, mientras que un 10% no considera que
sea así. En consecuencia, a esto para Páramo y Cuervo, (2006) hacen referencia de
“las reglas del espacio público, se hace énfasis en los mecanismos de regulación del
comportamiento que observamos de las personas en sus interacciones con el ambiente
físico y las que establecen los individuos entre sí, formas de actuación que
contribuyen a darle carácter al tipo de lugar en el que se dan tales transacciones entre
individuos” (p.32). En los procesos de interacción entre las personas se logran
identificar reglas de carácter social, moral y jurídico. La convivencia se puede llevar
en diferentes ámbitos como: trabajo, hogar, espacios públicos, escuela, entre otros. Es
de destacar, en una convivencia es fundamental existir y tener en cuenta los
siguientes valores: el respeto, la honestidad, la tolerancia, la solidaridad, entre otros y,
normas y códigos de comportamientos que hacen una buena convivencia.

Cuadro 19
Distribución porcentual de las respuestas emitidas por la muestra seleccionada
con respecto al ítem 17. Dimensión: Valores humanos. Indicador: Convivencia
social.
Ítem Si % No % Total
134

17 18 90 2 10 100
Media 90 10 100
Fuente: Maurera (2021)

Gráfico 17. Distribución promedio de las repuestas emitidas por la muestra


seleccionada con respecto al ítem 17. Dimensión: Valores humanos. Indicador:
Convivencia social.

El 90% de las personas emitieron que si consideran que el mejoramiento en la


seguridad ciudadana en los espacios públicos contribuye a fortalecer la convivencia
social y la paz de los individuos que hacen vida en estos lugares. Mientras que un
porcentaje de 10% emite que no. En tal sentido, Según la pirámide de Maslow, citado
por García (2013) sostiene que la seguridad en el ser humano ocupa el segundo nivel
dentro de las necesidades de déficit. Según la teoría de las necesidades de Bronisław
Malinowski, la seguridad es una de las siete necesidades básicas a satisfacer por el ser
humano. Para explicar esta frase, es importante recurrir a la definición de valor. “Los
valores son principios que nos permiten orientar nuestro comportamiento en función
de realizarnos como personas. Por consiguiente, la convivencia ciudadana es, una
responsabilidad compartida, porque, en primer lugar, en tanto que convivencia, es una
convivencia cualificada -pacífica- que es lo que estamos dispuestos a asumir como
personas que viven en una sociedad.
Cuadro 20
Distribución porcentual de las respuestas emitidas por la muestra seleccionada
con respecto al ítem 18. Dimensión: Valores humanos. Indicador: Convivencia
social.
Ítem Si % No % Total
135

18 18 90 2 10 100
Media 90 10 100
Fuente: Maurera (2021)

Gráfico 18. Distribución promedio de las repuestas emitidas por la muestra


seleccionada con respecto al ítem 18. Dimensión: Valores humanos. Indicador:
Convivencia social.

Según las respuestas dadas por los encuestados, el 90% afirma que los espacios
públicos facilitan y fortalecen la convivencia y la paz social, mientras que un 10%,
consideran que no. Por consiguiente, según. En situación normal, el espacio público
es un lugar compartido y abierto, en el que los ciudadanos interactúan y se relacionan.
Para que la convivencia en el espacio público sea pacífica, las fuerzas de seguridad de
un estado (principalmente la policía) tienen que realizar acciones de vigilancia. Es
una manera de garantizar las libertades de todos y una convivencia equilibrada. La
convivencia se puede llevar en diferentes ámbitos como: trabajo, hogar, espacios
públicos, escuela, entre otros. Es de destacar, en una convivencia es fundamental
existir y tener en cuenta los siguientes valores: el respeto, la honestidad, la tolerancia,
la solidaridad, entre otros y, normas y códigos de comportamientos que hacen una
buena convivencia.

Cuadro 21
136

Distribución porcentual de las respuestas emitidas por la muestra seleccionada


con respecto al ítem 19. Dimensión: Valores humanos. Indicador: Convivencia
social.
Ítem Si % No % Total
19 19 95 01 05 100
Media 95 05 100
Fuente: Maurera (2021)

Gráfico 19. Distribución promedio de las repuestas emitidas por la muestra


seleccionada con respecto al ítem 19. Dimensión: Valores humanos. Indicador:
Convivencia social.

El 95% de las respuestas fueron afirmativas con respecto a que, si consideraba que
la droga, el alcohol, el desempleo, promueven la criminalidad y afectan la
convivencia social en los espacios públicos, pero un porcentaje bajo 05%, considero
que no. Al respecto, Según un documento publicado en España (2003), sobre “Las
drogas, la delincuencia y la violencia: los efectos a nivel micro social”, Los delitos
relacionados con el uso indebido de drogas son en su mayoría no violentos y con
frecuencia menores. Los delitos económico-compulsivos para obtener drogas, como
el robo y el hurto, son más comunes que la agresión violenta inducida por las drogas.
No obstante, los efectos de las drogas ilícitas, la delincuencia y la violencia son
sumamente perjudiciales para las comunidades locales a nivel micro social, ya que los
miembros de esas comunidades tienen que vivir en medio de mercados de drogas.
CAPITULO V

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

En este capítulo se presentan las conclusiones generales de la investigación,


derivados del análisis e interpretación de los resultados. Así mismo se plantean las
recomendaciones que permiten mejorar el problema analizado.
                           
CONCLUSIONES

La seguridad es un derecho fundamental cuya protección está encomendada al


Estado Venezolano como garantía de la convivencia democrática y la paz social. Sin
embargo, la inseguridad es uno de los problemas que más aqueja y preocupa al
venezolano en su vida diaria. Este es uno de los temas más debatidos en los espacios
académicos y políticos en la actualidad, dado su impacto en la convivencia social y el
paulatino incremento de las cifras delictivas en el país. La magnitud del concepto,
lleva a entender la seguridad como un conjunto de acciones y previsiones adoptadas y
garantizadas por el Estado con el fin de asegurar una situación de confianza y
garantía, de que no exista ningún peligro ni riesgo en el territorio de un país, sea en
sus estructuras, en sus organismos públicos y privados, ni en la población en general,
frente a amenazas o agresiones que se presenten o puedan presentarse.
Así, la seguridad ciudadana es un concepto jurídico con implicaciones en el
ámbito político, social y económico, pues no solo está relacionado con la
delincuencia, sino con aspectos como el empleo, la educación, vivienda, el acceso a
los servicios públicos, y en general con el ejercicio pleno de los derechos humanos,
dentro de un marco de respeto de la constitución y las leyes. En este sentido, la

137
138

seguridad ciudadana se constituye en un valor importante para la vida social, ya que


se entiende como la libertad que tiene todo individuo de satisfacer sus necesidades y
convivir sin peligro, daño o riesgo a su vida y patrimonio. En tal sentido, la Ley de
Coordinación de Seguridad Ciudadana la ha definido como “el estado de sosiego,
certidumbre y confianza que debe proporcionarse a la población, residente o de
tránsito, mediante acciones dirigidas a proteger su integridad física y propiedades”.

A pesar de este entorno negativo, de alta conflictividad, el binomio policía-


ciudadano sigue estando en la agenda de la discusión de las políticas de seguridad
ciudadana en cualquier país y sociedad. En los países latinoamericanos vivimos en
permanente tensión entre lo que permitimos y prohibimos a la policía, aunque
cerramos los ojos a lo que se permite y prohíbe la policía misma. Este no es un tema
que tenga que ver sólo, ni incluso preferentemente, con normas jurídicas, sino con
pautas culturales y organizacionales, legitimidad acordada al sistema de control
formal y mecanismos benignos y malignos de control informal. Por consiguiente, es
imprescindible mucha más investigación sobre estos aspectos, si queremos
comprender mejor la construcción de la seguridad, la definición de la ciudadanía y el
desempeño de la policía en nuestras sociedades, con el fin de incrementar la
corresponsabilidad y apuntar hacia la reducción de la violencia.
En este sentido urge convocar a un gran programa de investigación-acción,
concentrado fundamentalmente en áreas geográficas reducidas, que permita la
recopilación y procesamiento de datos sobre desempeño policial, iniciativas sociales
y comunitarias para incrementar la seguridad y efectos apreciables sobre la incidencia
delictiva, de modo que la adopción de políticas y planes cuente con la racionalidad,
transparencia y participación ciudadana necesarias para generar confianza y
sustentabilidad. Una sociedad es insegura si no tiene garantizadas las oportunidades
para desarrollarse. El desafío en el marco de los condicionamientos que impone el
proceso de globalización mundial es lograr para las comunidades formas de
crecimiento y desarrollo con justicia social, adaptando objetivos y políticas a los
cambios vertiginosos de la era del conocimiento.
139

Para eso es imprescindible que el estado asuma la responsabilidad de otorgarles


seguridad a los ciudadanos en una tarea que va más allá de evitar delitos y erradicar la
violencia. En función de lo anterior, el presente trabajo realiza una descripción de los
Factores que inciden en mejoras de la Seguridad Ciudadana para la Convivencia y la
Paz Social el Municipio Piar del estado Bolívar.
De las principales tendencias en materia de prevención situacional desde el campo
de acción del gobierno local en la promoción del espacio público seguro. Mediante la
identificación de factores situacionales que influyan de manera positiva en el
mejoramiento de la seguridad ciudadana y con ello fomentar la convivencia y paz
social en el municipio Piar del estado Bolívar. Según los datos arrojados en la
investigación previo análisis se concluye que: no existe Protección ciudadana en los
lugares públicos de la Ciudad objeto de estudio, que no se sienten Protegidos los
ciudadanos en los espacios públicos que visita en la Ciudad, al igual que en un
porcentaje muy alto consideran que no hay seguridad Ciudadana en la Ciudad, que
los espacios públicos son focos para la violencia y la inseguridad porque han sido
víctima de robo o intento de robo en los espacios públicos.
Por otro lado, las autoridades deben tomar acciones urgentes para disminuir la
inseguridad ciudadana en los espacios públicos, porque la ciudad no dispone de un
personal policial en calidad y cantidad adecuada para un alto estándar de seguridad
ciudadana, por tal razón, no se sienten protegidos por la policía cuando visita o se
encuentra en un espacio público (plazas, calles, estaciones u otros). Además,
consideran que para que la convivencia en un espacio público sea pacífica, la policía
tiene que realizar acciones de vigilancia permanente. En consecuencia, hoy más que
nunca, resulta indispensable la toma de conciencia por parte de todos los actores
sociales involucrados con la finalidad de promover un intercambio de propuestas
encaminadas a soluciones efectivas. Es menester señalar que la seguridad es un
derecho fundamental que jamás puede ser vulnerado. Los resultados emitidos en este
estudio, buscan que prevalezca el Estado de Derecho plasmado en la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela.
140

RECOMENDACIONES

Actualmente la seguridad ciudadana no es vista como una función única y


exclusiva de la policía, sino que se ha convertido en una tarea en manos de diversas
instituciones públicas, organizaciones no gubernamentales y la comunidad en general.
De esta manera, la responsabilidad del problema del delito se ha trasladado de la
esfera estatal a la social.
Es recomendable que el Estado ajuste las reformas judiciales para los delitos de
robo, asalto, violencia ciudadana, además, la aplicación de modelos de policía que
trabajen con la comunidad a través de consultas y mejorar la relación con las
organizaciones comunales. Estos modelos incluyen a una policía que identifica y
responde ante los factores de riesgo inmediato para la violencia (reportar fallas en el
alumbrado, por ejemplo). Una estrategia de control de la violencia que ha dado
buenos resultados ha consistido en modificar el estilo de patrullaje, pasando éste de
ser aleatorio a concentrarse en las zonas de alta concentración del delito y durante
ciertas horas del día. Estas estrategias policiales requieren reformas profundas en los
cuerpos policiales e incluso la creación de nuevas policías a nivel de alcaldía o
municipios.

Es indispensable, incrementar los requisitos educativos y mejorar el entrenamiento


y capacitación de la policía, crear planes estratégicos para que la policía sea capaz de
prevenir escenarios potenciales de crimen, también Reducir las funciones de la
policía, especialmente las administrativas, un factor importante es elevar la
remuneración salarial de los policías. El ente rector de primer mando municipal es la
Alcaldía que debe hacerse cargo. El liderazgo por parte de las autoridades locales es
esencial. La sugerencia final es reforzar la educación en valores esto debe ser
practicado por la sociedad donde, porque aprender a convivir es una finalidad básica
de la educación. Se trata de sumar esfuerzos para dar respuestas favorables,
conscientes de que la educación para la convivencia democrática y la ciudadanía, para
la igualdad entre hombres y mujeres, en definitiva, la educación para una cultura de
141

paz, son desafíos que la escuela no puede obviar si quiere encontrar alternativas,
positivas y constructivas, a los problemas escolares y sociales del siglo XXI.

Las políticas de participación deberían de tener tres objetivos específicos: primero,


mejorar la deteriorada relación entre la comunidad y la policía, con la esperanza de
consolidar un lazo de trabajo donde la comunidad participe en la prevención de la
criminalidad. Segundo, fortalecer las redes sociales existentes bajo la tesis que ello
permitirá el desarrollo y consolidación del capital social y a su vez esto se convertiría
en una estrategia central de prevención de la violencia. Tercero, consolidar el proceso
de descentralización, que otorga a los municipios un rol cada vez más activo en la
formulación e implementación de dichas estrategias. Por último, conocer de la mejor
manera los lugares, actores sociales, realidades sociales y culturales de la comunidad,
con la finalidad de obtener los elementos necesarios para la elaboración de
diagnósticos participativos, así como la ejecución de planes y proyectos de seguridad.
142

REFERENCIAS

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México, D. F.: El Colegio de México.
Universidad Nacional Experimental Rómulo Gallegos (2006). Normas para la
elaboración y aprobación de trabajos técnicos, trabajos especiales de grado,
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Vid Colectivo de autores (2006) Criminología. Editorial Félix Valera, La Habana,
Violencia y criminalidad en el Área Metropolitana de Caracas
https://library.fes.de › pdf.
145

Anexos
146

ANEXO A
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL
“RÓMULO GALLEGOS”
AREA DE POSTGRADO
ESPECIALIZACIÓN EN CIENCIAS PENALES Y CRIMINOLÓGICAS

INSTRUMENTO DE RECOLECCIÓN DE DATOS

San Juan de los Morros, junio de 2021


147

Instrumento Suministrado a los ciudadanos


Estimado Ciudadano(a):

Después de saludarle cordialmente, solicito su colaboración para la realización de


un trabajo de investigación como requisito de los estudios que en la actualidad
realizo. Consiste en darle respuesta al cuestionario. La investigación tiene como
objetivo, realizar una descripción de los factores que inciden en el mejoramiento de la
Seguridad Ciudadana para la convivencia y la paz social en el municipio Piar del
estado Bolívar.

Esta información solo contribuirá en forma importante en la ejecución del


mencionado trabajo investigativo, por lo que tiene carácter anónimo.

INSTRUCCIONES:

El cuestionario está conformado por 18 (dieciocho) Ítems.


La alternativa de respuestas es Sí y No.
Lea cuidadosamente y marque con una equis (X) la alternativa que usted considere.
Responda todas las preguntas, en caso de dudas consulte al encuestador.

Gracias por su colaboración.


148

CUESTIONARIO
N.º Ítems Si No
Variable: Seguridad Ciudadana. Dimensión: Protección ciudadana.

1 Cree Ud. ¿Que existe Protección ciudadana en los lugares públicos de la


Ciudad de Upata Municipio Piar?

2 ¿Se siente Ud. Protegido en los espacios públicos que visita en la Ciudad?

3 ¿Considera que hay seguridad Ciudadana en la Ciudad?

4 Cree Ud. ¿Que la protección ciudadana está en manos de los organismos


de seguridad pública de la ciudad?

5 ¿Considera que los espacios públicos de la Ciudad son focos para la


violencia y la inseguridad?

Variable: Seguridad Ciudadana. Dimensión: Violencia física

6 ¿Conoce de qué trata la seguridad ciudadana?

7 ¿Durante el último año ha sido Ud. Víctima de robo o intento de robo en


los espacios públicos que visita?

8 ¿Ha sido víctima de violencia psicológica en algún sitio público que Ud.
Visita en la ciudad?

9 ¿Ha sido Ud. víctima de Agresión en algún espacio público de la ciudad ¿

10 ¿Ha denunciado alguna agresión sufrida a algún organismo de seguridad


ciudadana?

Variable: Seguridad ciudadana. Dimensión: Espacios públicos.

11 Considera Ud. ¿Que las autoridades deben tomar acciones urgentes para
disminuir la inseguridad ciudadana en los espacios públicos?

12 ¿Considera Ud. que la ciudad dispone de un personal policial en calidad y


149

cantidad adecuada para un alto estándar de seguridad ciudadana?

13 Considera Ud. ¿qué se siente protegido por la policía cuando visita o se


encuentra en un espacio público (plazas, calles, estaciones u otros).?

14 Considera Ud. ¿Qué para que la convivencia en un espacio público sea


pacífica, la policía tiene que realizar acciones de vigilancia permanente?

Variable: Convivencia y la seguridad Dimensión: Valores humanos.

15 Considera ¿Que el Respeto, Solidaridad, la paz son valores


imprescindibles para que la convivencia armónica sea posible?

16 Cree Ud. ¿Que el cumplimiento de las Leyes garantiza y regulen en la


convivencia social?

17 Considera Ud. ¿Que el mejoramiento en la seguridad ciudadana en los


espacios públicos contribuye a fortalecer la convivencia social y la paz de
los individuos que hacen vida en estos lugares?

18 Consideras ¿Que los espacios públicos facilitan y fortalecen la


convivencia y la paz social?

19 Considera Ud. ¿Que la droga, el alcohol, el desempleo, promueven la


criminalidad y afectan la convivencia social en los espacios públicos?
150

ANEXO B
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL
“RÓMULO GALLEGOS”
AREA DE POSTGRADO
ESPECIALIZACIÓN EN CIENCIAS PENALES Y CRIMINOLÓGICAS

Formato para juicio de expertos


151

San Juan de los Morros, junio de 2021


Formato para el juicio de expertos
Instrucciones: marque con una (x) la opción cualitativa que usted considere, reúne
cada documento en cada ítem, para cada uno de los aspectos señalados.
REDACCION DE LOS ITEMS PERTINENCIA DE LOS ITEMS CON LOS
OBJETIVOS
ITEMS CLARA CONFUSA TENDENCIOSA ALTA MEDIA BAJA
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
OBSERVACIONES:
____________________________________________________________________
____________________________________________________________________
____________________________________________________________________
____________________________________________________________________
152

____________________________________________________________________
____________________________________________________________________
____________________________________________________________________

Nombre y Apellido del experto: _____________________________________


Lugar de Trabajo: _________________________________________________
Profesión: _______________________________________________________
Lugar y fecha: ____________________________________________________

____________________________________
Firma

Escala
REDACCIÓN VALOR PERTINENCIA DECISIÓN
CLARA 1 ALTA DEJAR
CONFUSA 2 MEDIA MODIFICAR
TENDENCIOSA 3 BAJA ELIMINAR
153

ítem ítem ítem ítem ítem ítem ítem ítem ítem ítem ítem ítem ítem ítem ítem ítem ítem ítem ítem
  1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 TOTAL
1 1 1 1 0 1 1 1 1 1 1 0 1 1 1 1 1 1 1 1 17
2 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 0 1 1 18
3 1 1 1 1 1 1 0 1 1 1 1 0 1 1 1 0 1 1 1 16
4 1 1 1 1 1 1 1 0 1 1 1 1 1 1 0 1 1 0 1 16
5 1 0 1 1 1 1 0 0 1 0 1 1 1 0 1 1 1 1 1 14
6 1 1 1 0 1 1 1 1 0 1 1 1 1 1 1 1 1 0 1 16
7 0 1 0 1 1 1 1 1 1 1 0 1 0 1 1 1 1 1 0 14
8 1 1 1 1 1 0 1 1 1 1 1 0 1 1 1 0 1 0 1 15
9 1 1 1 1 1 1 0 1 1 1 0 1 1 0 1 1 1 1 1 16
10 1 1 1 1 0 1 1 1 1 1 1 0 1 1 1 0 1 1 0 15
  9 9 9 8 9 9 7 8 9 9 7 7 9 8 9 7 9 7 8 1.41
p 0.9 0.9 0.9 0.9 0.9 0.9 0.7 0.9 0.9 0.9 0.7 0.7 0.9 0.8 0.9 0.7 0.9 0.7 0.8  
q 0.1 0.1 0.1 0.1 0.1 0.1 0.3 0.1 0.1 0.1 0.3 0.3 0.1 0.2 0.1 0.3 0.1 0.3 0.2  
p*q 0.09 0.09 0.09 0.09 0.09 0.09 0.21 0.09 0.09 0.09 0.21 0.21 0.09 0.16 0.09 0.21 0.1 0.2 0.16 2.45
       
∑ p. Rkr20=K/k- 1 - ∑ p.
q 2.45 1 q/items  
σ 1.41   ST (aciertos)   Kr20= -0.8
K 19 KR20  
154

ENNIS RAFAEL MAURERA


Nombre y Apellido: Ennis Rafael Maurera
Cédula de Identidad: 12052623
Fecha de Nacimiento: 19/11/1973
Lugar de Nacimiento: Upata – Estado Bolívar
Nacionalidad: venezolana
Estado civil: Casado
Edad: 47 años
Dirección y Teléfono: Urb. Ezequiel Zamora calle Victoria Upata - Edo. Bolívar.
Correo electrónico: Email: ennismadrid@hotmail.com: Teléfono: 0414 – 7674112 -0288-4154559
ESTUDIOS REALIZADOS
PRIMARIA
 Escuela Básica “José Luis Ariztigueta” 1980-1986). TITULO OBTENIDO: Educación Primaria
EDUCACIÓN SECUNDARIA
 Liceo Nacional “Tavera Acosta” (1993-1994). TITULO OBTENIDO: Bachiller en Ciencias.
EDUCACIÓN SUPERIOR
 U.N.E. “Simón Rodríguez” (1999-2004) TITULO OBETENIDO: Lic. En Administración
 “Misión Sucre” (2008-2013). TITULO OBTENIDO: Abogado.
 “UNEFA”. (200 horas). Diplomado de capacitación Docente
 Escuela de Administración y Hacienda Pública (ENAHP) (2014-2016) Especialización en
Control de Gestión Pública (Posgrado).
 Universidad Nacional Experimental “Rómulo Gallegos” (UNESR). Actualmente. TITULO POR
OBTENER: Especialista en Ciencias Penales y Criminalísticas.
EXPERIENCIA LABORAL
EMPRESAS CARGOS LAPSO
Contraloría Municipal de Piar Contralor Municipal 10/08/2017
—10/08/2022
Contraloría Municipal de Piar Auditor Interno 01/05/2011
-2017
Universidad Nacional Experimental de Docente 05/09/2010
las Fuerzas Armadas (UNEFA)
Universidad Experimental Simón Docente 02/02/2010
Rodríguez (UNESR)
Contraloría Municipal de Piar Director de los Servicios 04-08-08-
Administrativos (E 30-04-2011
Contraloría del Municipio Piar Jefe de Unidad 01-05-06 –
Administrativa 01-08-06
Contraloría del Municipio Piar Asistente de Ingeniería 02-01-03-
31-04-06
Contraloría del Municipio Piar Asistente de Auditoria 20-04-01-
31-12-02
Vesevica, C.A. Inspector de Seguridad 09- 11-95 –
02-04-99
Farvenca Guayana, S. A Jefe de Deposito 10-01-94 –
30-07-94
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“La no violencia es una condición necesaria para actuar con


justicia y llegar a la paz social.”

“No hay un camino para la paz, la paz es el camino, como bien


lo señala Gandhi.”

“Si vienes a reclamar tus derechos, conoce primero tus


deberes” “La verdadera fuente de los derechos es el deber. Si
todos cumplimos nuestros deberes no habrá que buscar lejos los
derechos. Sí, descuidando nuestros deberes, corremos tras
nuestros derechos, éstos se nos escaparán como un fuego fatuo.
Cuanto más los persigamos, más se alejarán.” Gandhi

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