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El círculo de Viena

La filosofía de la ciencia surge como disciplina, profesionalizándose


a partir de la conformación del Círculo de Viena (denominado así
desde 1929)

El Círculo de Viena: concepción científica del mundo

Antecedentes históricos: El pensamiento metafísico y teologizante


está creciendo, afectando a la ciencia y no solamente a la vida
diaria. Aunque por otro lado: “En algunos círculos, el modo de
pensar fundado en la experiencia y contrario a la especulación se
halla más vivo que nunca, y se ha fortalecido precisamente por la
nueva oposición que ha surgido.” Este reconocimiento de la
creciente influencia de un pensamiento metafísico, obliga al Círculo
de Viena, a hacer públicos sus puntos de vista.

El objetivo común de los integrantes de este círculo tenía un


objetivo claro, el cual era que si bien querían lograr cierta posición
libre de metafísica, querían más que nada, lograr una anti-
metafísica, siendo uno de los puntos más importantes del
manifiesto, la crítica al pensamiento metafísico y la justificación
de la superioridad que existe de la Concepción Científica del Mundo
sobre las concepciones de tipo metafísica.
Esta crítica está basada en que la metafísica no puede formular una
proposición que pueda estar sometido a pruebas empíricas.

“El metafísico y el teólogo creen, incomprendiéndose a sí mismos


afirmar algo con sus oraciones, representar un estado de cosas. Sin
embargo, el análisis muestra que estas oraciones no dicen nada,
sino que sólo son expresión de cierto sentimiento sobre la vida. La
expresión de tal sentimiento puede ser una tarea importante en la
vida. Pero el medio adecuado de expresión para ello es el arte (…)
Si en lugar de ello se escoge la apariencia lingüística de una teoría
se corre un peligro: se simula un contenido teórico donde no radica
ninguno”
Esto quiere decir que no podemos conocer al mundo real a partir de
los enunciados metafísicos o teológicos, ya que la verificación
empírica de estos es imposible. Se intenta relacionar a la metafísica
con el arte en general, abstrayéndola del campo científico.
El Círculo de Viena no pretende solamente desarrollar un trabajo en
grupo de forma “cerrada”, sino que también existe interés por
ponerse en contacto con otros movimientos que estén dispuestos
hacia una concepción científica del mundo, y que se apartan de la
metafísica y la teología.
Esta concepción científica del mundo es claramente empirista y
positivista, ya que establece que solo hay conocimiento de la
experiencia, que está basado en lo dado inmediatamente.

La concepción científica del mundo utiliza un método del análisis


lógico, el cual radica en indagar sobre el significado de los
enunciados; “El criterio que empleamos para poner a prueba la
autenticidad de aparentes enunciados sobre hechos es el criterio de
verificabilidad. Decimos que una sentencia tiene significado fáctico
para un sujeto determinado si, y solo si, éste sabe cómo verificar la
proposición que aquélla intenta expresar, es decir, si sabe cuáles
son las observaciones que, cumplidas ciertas condiciones, lo han de
conducir a aceptar la proposición como verdadera, o a rechazarla
por falsa”
Un enunciado es significativo si sus términos pueden ser
interpretados mediante objetos físicos observables, susceptibles de
observación directa
El significado del enunciado es el método de su verificación, o sea,
la aplicación de este método a todos los enunciados es la condición
para la elaboración de una “ciencia unificada”; “El metafísico y el
teólogo creen, incomprendiéndose a sí mismos, afirmar algo con
sus oraciones, representar un estado de cosas. Sin embargo, el
análisis muestra que estas oraciones no dicen nada, sino que só- lo
son expresión de cierto sentimiento sobre la vida.”

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