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TRABAJO DE INICIACIÓN CRISTIANA

LOS EFECTOS DEL BAUTISMO EN EL CRISTIANISMO

Presentado por: Astrid Vallejo Miranda

Tutor: Néstor Martínez

Cartagena, Marzo 24 de 2023

Instituto Emaús
LOS EFECTOS DEL BAUTISMO EN EL CRISTIANISMO

La gracia del sacramento del bautismo nos da efectos que perduran en el sujeto en
forma de estados, situaciones, relaciones nuevas.

"Todo el organismo de la vida sobrenatural del cristiano tiene su raíz en el santo


bautismo" (CIC 1266).

El bautismo es ayuda para nuestra debilidad, es renuncia a la carne y docilidad al


Espíritu, comunión con el Verbo, restauración de la criatura, purificación del pecado,
participación en la luz, desaparición de las tinieblas.

Los diversos efectos están estrechamente relacionados entre sí. La integración de


estos efectos nos dará la gracia del sacramento del bautismo.

1. PERDÓN DE LOS PECADOS.

La eficacia del bautismo es destruir en quien lo recibe el pecado; es uno de los


elementos primordiales y esenciales de la teología bautismal en todos los tiempos.

La conexión entre bautismo y perdón de los pecados estaba ya presente en el


bautismo de Juan que era un gesto de conversión personal en busca de la
purificación de los pecados. Al caracterizarlo con el símbolo del fuego (os bautizará
en Espíritu Santo y fuego Mt 3, 11; Lc 3, 16), el Bautista le está atribuyendo este
efecto purificador de los pecados.

La atribución de la purificación de los pecados al bautismo seguirá siendo una de las


piezas maestras de la teología y catequesis bautismal.

El simbolismo del agua como elemento purificador sirve de punto de partida para
ahondar en la purificación del alma como efecto del bautismo. Con el sacramento
del bautismo se logra absolutamente la purificación del alma, se borran todos los
pecados, sin importar el número, género y gravedad; desaparecen hasta las huellas
y cicatrices del pecado.

La eficacia purificadora del bautismo se encuentra en el misterio de la muerte


redentora de Cristo, que actúa en el sacramento y la intervención del Espíritu Santo,
a partir de los símbolos de agua y fuego.

2. NUEVO NACIMIENTO, FILIACIÓN DIVINA, DIVINIZACIÓN

El bautismo es un principio de vida nueva. Es un nuevo nacimiento, Nacidos de


Dios, ser llamados hijos de Dios.
Jesús identifica nacer de nuevo con nacer del agua y del Espíritu Santo. Esta
expresión es frecuente en el Evangelio de Juan que lo utiliza para significar la nueva
condición en que se encuentra el bautizado.

A los bautizados se les puede llamar hijos de Dios, miembros de la Iglesia, templos
del Espíritu Santo porque el sacramento les otorga esta nueva condición.

Esta concepción del bautismo como nuevo nacimiento irá creciendo hasta alcanzar
su punto máximo en el pensamiento teológico de la tradición.

Al considerar la filiación divina como el objetivo que perseguía Dios con su proyecto
salvífico encontramos que:
a) La filiación adoptiva tiene su origen en la libre iniciativa del Padre y tiene en él
su destino.
b) La pieza clave es la mediación del Hijo en su humanidad. La filiación adoptiva
es obra de Cristo; el bautismo asegura una participación real en la
muerte-resurrección de Cristo: así como la resurrección significó para Cristo
un nuevo nacimiento, así también el bautismo para el cristiano. No puede ser
lo mismo la filiación adoptiva que la filiación natural del Hijo que es única; la
diferencia es que Él es el Hijo en pleno derecho, por naturaleza; el bautizado
lo es por adopción, por gracia.
c) Es grande e importante el papel activo que los Padres atribuyen al Espíritu
Santo; pues, es la mano que modela a la nueva criatura en el seno materno
de la Iglesia; él mismo es la semilla de vida que hace posible el nuevo
nacimiento y lo fortalece.

El bautismo nos confiere la vida eterna y nos hace partícipes de la naturaleza divina.
La divinización del cristiano por el bautismo resulta tan evidente, que la utilizan
como argumento para probar la divinidad del Espíritu Santo, autor de la misma. El
bautizado, al participar de la filiación natural de Cristo, participa de la plenitud de la
gracia que reside en Él. Es necesario recordar que el Hijo posee la divinidad por
naturaleza; el bautizado solo por gracia.

3. RENOVACIÓN (NUEVA CREACIÓN)

Por medio del bautismo se nace a una nueva creación. Del resultado de la
transformación bautismal nace un hombre nuevo, renovado en lo más profundo de
su ser. El autor de esta nueva creación es la Santísima Trinidad.

4. SANTIFICACIÓN, JUSTIFICACIÓN, CONSAGRACIÓN

El bautismo es llamado sacramento de la santificación. La santidad recibida en el


bautismo dará derecho a los bautizados para participar en la Eucaristía.
El bautismo viene a ser como una consagración, el bautizado queda convertido en
templo santo, objeto consagrado a Dios.

5. ILUMINACIÓN

El bautismo transforma al bautizado a la condición de hijos de la luz y marca el paso


de las tinieblas a la luz de Cristo.

6. VIDA EN CRISTO

Por medio del bautismo, el bautizado pasa al dominio de Cristo, bajo el amparo y la
protección del Señor. Esta relación entre el bautizado y Cristo se puede considerar
como un pacto, una alianza.

7. SELLO Y CARÁCTER

Con el bautismo el bautizado queda marcado con un sello indeleble. Esa marca
divina es signo de elección, pertenencia a Dios y a la Iglesia y la garantía de la
protección de Dios. Además, lo capacita para participar en el culto divino, en las
acciones sacramentales.

8. SACERDOTES, REYES Y PROFETAS

La tradición atribuye a los bautizados la condición de sacerdotes, reyes y profetas


movidos por la presencia del Espíritu Santo.

Los bautizados deben su condición de sacerdotes, reyes y profetas al bautismo


porque los incorpora a Cristo, Sacerdote, Rey y Profeta y los hace miembros de la
Iglesia en cuerpo sacerdotal.

9. SEGURIDAD Y OPTIMISMO

El bautismo coloca al creyente en una situación de completa seguridad y optimismo.


Entre los aspectos de la nueva condición creada por el bautismo encontramos:
a) La Parresía del bautizado: es la seguridad con que goza el cristiano en
relación con Dios, con los enemigos de su salvación. Es como una coraza
que hace al cristiano invulnerable frente a los ataques del enemigo.
b) La Alegría del bautizado: Lucas narra en Hch 8, 39; Hch 16, 34, las alegrías
del eunuco etíope y del carcelero de Filipos y sus allegados por haber
recibido el bautismo.
La alegría que se experimenta al recibir este sacramento es también la
alegría de la comunidad al recibir un nuevo miembro. Es tiempo de gozo y
alegría espiritual.

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