Está en la página 1de 7

Arturo Flores Barragán

ARMONÍA DIATÓNICA
1-Tendencia armónica y secuencias
La armonía tonal se fue construyendo mediante el establecimiento de dos tipos de progresiones: las
conformadas por la tendencia armónica y las conformadas por secuencias armónicas.
I.- TENDENCIA ARMÓNICA
Se denomina así a la propensión que tienen determinados acordes a progresar hacia otros.
La tónica es el acorde hacia el que tienden a progresar, o en torno al cual, gravitan todos los demás acordes.
Los acordes con función de dominante (el V y el vii◦) tienden a progresar directamente hacia la tónica.
Los acordes con función pre-dominante (el ii y el IV) tienden a progresar hacia a un acorde con función de
dominante.
Los acordes de mediante y de submediante (del tercer y del sexto grado) son menos definidos y más variables
en cuanto a su función armónica. Pueden progresar hacia un acorde con función de pre-dominante, pero
también pueden funcionar como sustitutos de la tónica o servir como acordes de enlace entre acordes con otra
función.

LOS ACORDES I Y V
El objetivo final de cualquier obra tonal es el acorde de tónica. Con mucha frecuencia, la tónica es precedida por
el acorde de dominante. Estos dos acordes establecen una relación de tensión-distensión que conforma la
esencia de una obra tonal.
El siguiente es un ejemplo tomado de un fragmento de una Sinfonía de Mozart. En este fragmento, la armonía
consiste solamente en los acordes I y V (incluyendo inversiones de dichos acordes). A pesar de esto, hay que
señalar que no todos los acordes de dominante funcionan de la misma manera. Los primeros cuatro compases
consisten en un proceso denominado extensión de la tónica. La tónica inicial es extendida con la ayuda de un
acorde de dominante en primera inversión. Los siguientes cuatro compases también inician con una extensión
de la tónica, ahora con la ayuda de otras inversiones. Hacia el final de la frase, entre el penúltimo y el último
compás, ocurre la cadencia. La cadencia es más consistente y conclusiva cuando ocurre con acordes en estado
fundamental. El esquema armónico del ejemplo es como se indica debajo del mismo, en él se señala el proceso
de extensión de la tónica.

1
Audio 1.1

EL ACORDE II
La función del acorde de segundo grado o acorde de supertónica es como un acorde pre-dominante. Es común
entonces, que este acorde progrese hacia el acorde de dominante y éste último hacia un acorde de tónica,
estableciendo una distancia interválica de quinta justa entre un acorde y otro.
También es frecuente encontrar el acorde de supertónica con séptima. Y de las inversiones posibles, la primera
es tal vez la que aparece con más frecuencia, como en el siguiente ejemplo, tomado de un fragmento de un
minueto de Beethoven.
AUDIO 1.2

2
EL ACORDE VI
El acorde de sexto grado no tiene una función definida y puede jugar más de un papel a la vez. Es bastante
común encontrarlo como un acorde que antecede a un acorde pre-dominante.
Una progresión frecuente en la música popular que incluye el acorde de sexto grado es la progresión I-vi-ii-V-I.
Existe un tipo de cadencia denominada cadencia rota que, en teoría, consiste en la falta de resolución de un
acorde de dominante hacia la tónica, por lo que en lugar de la tónica, puede encontrarse cualquier otro acorde,
pues la intención es romper con la expectativa de la llegada a la tónica que genera el acorde de dominante. Sin
embargo, es muy frecuente encontrar el acorde de sexto grado en las cadencias rotas. Cuando esta progresión
V-vi, o V-VI en modo menor, ocurre en cualquier punto de la obra que no es la cadencia, simplemente se le llama
progresión rota.
El siguiente ejemplo es tomado de un fragmento de una obra de Verdi.
AUDIO 1.3

EL ACORDE III
El acorde de mediante es mucho más frecuente encontrarlo en el modo menor. Al igual que el acorde de sexto
grado, no tiene una función definida. Puede también funcionar como un acorde que antecede a un acorde de
pre-dominante y en ocasiones progresa hacia un acorde de sexto grado, como en el siguiente ejemplo de un
coral de Bach. Cuando aparece de esta forma, el tercer grado es parte de una progresión armónica que avanza
por intervalos de quintas descendentes hacia la tónica.
AUDIO 1.4

3
Cuando los acordes de mediante y de submediante aparecen en primera inversión, es común que en realidad
representen acordes de dominante y tónica respectivamente. Las notas del bajo, o las notas más graves, son el
quinto grado en un acorde de mediante en primera inversión y la tónica en un acorde de submediante en
primera inversión. Es por ello que tendemos a escucharlos en realidad como acordes de dominante o de tónica,
según sea el caso.
Los siguientes dos ejemplos de fragmentos de obras de Schubert, muestran estos acordes de tercer y sexto
grado en primera inversión que se interpretan más bien como acordes de dominante y tónica. Al lado de cada
ejemplo se encuentra una reducción armónica.
AUDIOS 1.5 Y 1.6

EL ACORDE VII
El acorde de sensible comparte con el acorde V la función de dominante, por lo tanto, es un acorde que tiende
a progresar hacia la tónica. Cuando aparecen juntos, el acorde vii◦ progresa hacia un acorde V, ya que éste tiene
una tendencia mayor y más fuerte de progresar hacia la tónica.
Un uso muy frecuente del acorde de sensible es como un acorde que extiende el acorde de tónica, pasando de
un acorde de tónica en fundamental a un acorde de tónica en primera inversión con la ayuda de un acorde de
sensible en primera inversión. El siguiente ejemplo de un coral de Bach muestra este procedimiento. El audio
se encuentra en dos versiones, vocal e instrumental.

4
AUDIOS 1.7 Y 1.8

En el modo menor, el acorde de séptimo grado puede ser también un acorde mayor, denominado acorde de
subtónica. Este acorde suele funcionar como un acorde de dominante del tercer grado del modo menor.

EL ACORDE IV
El acorde de subdominante, al igual que el acorde de supertónica, tiene una función de pre-dominante, por lo
que suele progresar a un acorde V o a un acorde vii◦.
El siguiente ejemplo, de un fragmento de una sonata de Haydn, muestra esta función.
AUDIO 1.9

En ocasiones, el acorde de subdominante ayuda a la extensión de la tónica. Es más habitual que esta extensión
ocurra a través de un acorde V o un acorde vii◦ por su mayor tendencia de progresar hacia la tónica, pero el
acorde de subdominante también puede jugar ese papel. Cuando la extensión de la tónica ocurre de esta
manera, suele denominarse progresión plagal.
Por otro lado, también podemos encontrar lo que se denomina cadencia plagal. Se trata de una cadencia poco
común en la música tonal, en la que es el acorde de subdominante el que resuelve a la tónica. Cuando ocurre la
cadencia de esta manera, es habitual que aparezca después de una cadencia en la que el V resuelve al acorde
de tónica, llamada cadencia auténtica. El ejemplo siguiente, también tomado de una sonata de Haydn, muestra
el uso del acorde de subdominante como un acorde que extiende la tónica. En el mismo ejemplo podemos
observar el uso de un acorde de tónica de segunda inversión. Este último acorde suele interpretarse en realidad
como un acorde de dominante, pues al tener el quinto grado como nota más grave, existe una fuerte tendencia
a ser escuchado de esta manera. La llegada a un acorde de dominante que no resuelve inmediatamente hacia
la tónica en la cadencia se denomina semicadencia.

5
AUDIO 1.10

II.- SECUENCIA ARMÓNICA


Una progresión secuencial se establece cuando existe un patrón interválico que determina la distancia entre un
acorde y otro. Aunque este patrón puede ser establecido con cualquier intervalo, la secuencia por quintas
descendentes es uno de los más utilizados.
Observa en el siguiente ejemplo, de un Concerto Grosso de Vivaldi, como a partir del segundo tiempo del primer
compás, se establece una progresión secuencial por quintas descendentes, es decir, el intervalo entre un acorde
y otro es de una quinta descendente. La progresión secuencial está indicada por los corchetes.
AUDIO 1.11

Como en el ejemplo anterior, es común que la progresión secuencial vaya acompañada por una secuencia
melódica.
En este caso, la secuencia armónica se establece con un patrón de quintas descendentes (o cuartas
ascendentes), sin importar si las quintas son justas o no.

6
En el siguiente fragmento, de la Obertura de Guillermo Tell, Rossini elabora una sucesión de quintas que es
adornado con un motivo cromático que alterna entre el bajo y la soprano.
AUDIO 11. 12

También en la música popular es común encontrar progresiones secuenciales.

AUDIO 1.13

La sucesión de acordes que ocurre al interior de una progresión secuencial puede coincidir o no con la tendencia armónica
de los acordes. Pero esta tendencia tiene aquí un papel secundario, pues lo que motiva e impulsa la progresión es el patrón
interválico.

Aunque las secuencias por quintas descendentes son de las más utilizadas en la música tonal, la progresión secuencial
puede establecerse por cualquier patrón interválico.

También podría gustarte