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CAPITULO II MARCO TEÓRICO

2.1 Antecedentes
La construcción de sismógrafos nace de la necesidad de estudiar los
movimientos del terreno en el que habitamos, para lo cual, se han creado numerables
modelos de sismógrafos, permitiendo así a los laboratorios tecnológicos e inclusive
personas comunes, construir este instrumento.
Zhang Heng, nativo de Nanyang, en la provincia de Henan, fue un estudioso e
inventor especializado en astronomía, matemáticas y calendarios. En el año 132 de
nuestra era fabricó en Luoyang, que en aquel momento era la capital del imperio, un
aparato capaz de determinar la direccionalidad de un terremoto. Contradiciendo la
creencia popular de aquella época, Zhang Heng sostenía que los terremotos no eran
señales de la cólera celeste, sino tan sólo desastres de origen natural.
El sismógrafo, fabricado en cobre de alta calidad, tenía una forma similar a la de
una urna con un péndulo central. El instrumento estaba modelado con el dibujo de ocho
dragones en su superficie, que apuntaban con sus cabezas a las ocho direcciones y
sostenían en sus bocas ocho bolas de cobre. Debajo de ellos, había ocho sapos con
las cabezas levantadas y las bocas abiertas en sentido opuesto al de las bocas de los
dragones. El interior del sismógrafo fue construido de una manera muy ingeniosa:
durante un terremoto, el temblor hacía que el péndulo perdiera su estabilidad y de este
modo se activaba en el interior una serie de palancas. Esto haría que uno de los ocho
dragones exteriores liberase la bola de cobre que sostenía en su boca, que a su vez
caería en la boca del sapo situado justo debajo del dragón, emitiendo un sonido que
ayudaría a la gente a determinar en qué dirección había tenido lugar el terremoto.
Un día, en 138 D.C., el dragón que apuntaba al oeste dejó caer su bola de
cobre. Como el dragón anunció, un terremoto tuvo lugar aquel mismo día en Longxi, en
lo que hoy es la provincia occidental de Gansu, a miles de kilómetros de distancia. Fue
la primera vez que el ser humano fue capaz de detectar con antelación un terremoto.
Tan sólo unos 1700 años más tarde, un instrumento similar vería la luz en Europa.
Primer sismógrafo. Diseñado por Zhang Heng

2.2 Bases teóricas


2.2.1 Sismología
La sismología es una disciplina científica que forma parte de la geofísica y que
estudia la propagación de las ondas sísmicas (ondas de movimiento) en el interior y la
superficie del planeta, fruto de los movimientos de las placas tectónicas de la corteza
terrestre. Dicho de un modo más simple, es la ciencia que estudia los terremotos y
otros fenómenos similares.
Los intereses de la sismología son diversos, no solo se interesa por los
temblores y terremotos, sino también por la dinámica tectónica que da origen a
diversas clases de relieve en la superficie terrestre, los maremotos, los tsunamis y las
vibraciones que acompañan a las erupciones volcánicas. En general, puede decirse
que se trata de una disciplina interesada en los movimientos de la corteza terrestre, las
tensiones que estos ocasionan y el impacto que todo esto tiene, o puede tener, en la
vida y en especial en la humanidad.
Se trata de una disciplina en contacto con otras ramas de la geofísica, como la
geología, y con otras ciencias como la geografía, la mecánica de ondas y la química.
Por un lado, aporta conocimientos para la comprensión de las dinámicas del planeta, y,
por otro, permite anticipar eventos catastróficos y minimizar su impacto en la sociedad.
Los propósitos de la sismología son:
 Estudiar la propagación de las ondas sísmicas en el interior del planeta, lo
cual revela información respecto de cómo se compone el interior de la Tierra:
qué materiales, en qué disposición, según qué estructuras.
 Dar respuesta a la pregunta sobre el origen de los sismos y conocer los distintos
tipos que existen: temblores, terremotos, maremotos, entre otros, así como sus
fenómenos asociados: tsunamis, deslizamientos de tierra, etcétera. Esto con el
fin de entenderlos mejor.
 Diseñar estrategias para la prevención de sismos que permitan salvar vidas y
minimizar el daño de los temblores. Esto puede darse, por ejemplo, mediante el
aporte de información clave sobre materiales y técnicas para la industria de la
construcción, o el diseño de manuales de conducta en caso de terremoto.
 Reunir información sísmica que pueda ser útil a otras disciplinas y saberes, para
expandir los conocimientos científicos.

2.2.2 Sismos
Se denomina sismo (o seísmo), temblor, terremoto o movimiento telúrico a las
sacudidas violentas, repentinas y pasajeras de la superficie de la Tierra, producida por
la liberación de energía acumulada en el subsuelo, en forma de ondas sísmicas que
viajan hacia el exterior. Es decir, se trata de movimientos regulares y repentinos de la
corteza terrestre, que se producen como consecuencia de diversos fenómenos
geológicos naturales.
Dependiendo de su intensidad, los sismos pueden ser casi imperceptibles o traer
consigo gigantescos desastres, no sólo por su impacto directo sobre la vida en la
superficie terrestre, sino porque pueden acarrear otros fenómenos destructivos, como
los tsunamis, erupciones volcánicas o resquebrajamientos terrestres.
Los sismos se producen cuando, por algún fenómeno subterráneo
(generalmente la propia tectónica de placas), se acumula energía en el subsuelo
terrestre, debido al conjunto de fuerzas que allí tienen lugar, entre los que figuran la
gravedad, la presión, las altas temperaturas de la materia y la resistencia de materiales
compactados con el pasar de los milenios.
Dicha energía eventualmente deberá liberarse a través de ondas que sacuden la
materia. Lo hará siempre de acuerdo a la física de los elementos del subsuelo,
desplazándose en todas las direcciones, y que conforme avanzan hacia la superficie
terrestre aumentan de intensidad, al dar con materiales más blandos.

2.2.3 Sismógrafo
El sismógrafo o sismómetro es un instrumento para medir terremotos o
pequeños temblores provocados por los movimientos de las placas tectónicas o
litosféricas. Fue inventado en 1842 por el físico escocés James David Forbes.
Este aparato, consiste en un péndulo que por su masa permanece inmóvil
debido a la inercia, mientras todo a su alrededor se mueve; dicho péndulo lleva un
punzón que va escribiendo sobre un rodillo de papel pautado en tiempo, de modo que
al empezar la vibración se registra el movimiento.
Diversas mejoras con péndulos horizontales fueron re instrumentos universales.
En años anteriores, los sismómetros podrían “quedarse cortos” o ir fuera de la escala
para el movimiento de la Tierra que es suficientemente fuerte para ser sentido por la
gente. En este caso, solo los instrumentos que podrían trabajar serían los
acelerómetros menos sensibles.
Los modernos sismómetros de banda ancha (llamados así por la capacidad de
registro en un ancho rango de frecuencias) consisten de una pequeña ‘masa de
prueba’, confinada por fuerzas eléctricas, manejada por electrónica sofisticada. Cuando
la Tierra se mueve, electrónicamente se trata de mantener la masa fija a través de la
retroalimentación del circuito. La cantidad de fuerza necesaria para conseguir esto es
entonces registrada.
La salida de los acelerómetros es una tensión proporcional a la aceleración del
suelo (recordando F=ma de Newton), mientras que los sismómetros usan un circuito
integrado para lograr una salida que es proporcional a la velocidad del suelo.
Los sismómetros espaciados en un arreglo pueden ser usados para localizar a
precisión, en tres dimensiones, la fuente del terremoto, usando el tiempo que toma a
las ondas sísmicas propagarse hacia fuera desde el epicentro, el punto de la ruptura de
la falla. Los sismógrafos son también usados para detectar explosiones de pruebas
nucleares. Al estudiar las ondas sísmicas, los geólogos pueden también hacer mapas
del interior de la Tierra.
Cuando ocurre un temblor, los sismógrafos que se encuentran cerca del
epicentro son capaces de registrar las ondas S y las P, pero del otro lado de la Tierra
solo pueden registrarse las ondas P.
Sismógrafo quinemétrico del Departamento del Interior de Estados Unidos.

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