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MONTEVI

Cuadernos
de MARCHA
NUMERO 22 FEBRERO 1969.

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CRONICA DE ·FIN DE SIGLO
Et riguiente trabajo fue leído por su autor
en eL paraninfo de nuestra universidad el
El coloniaje -continuación por inercia
Ji! de ago1to de 1943, en el XIJ9 ciclo de acto&
de la vida española- representa la gravi·
patrocinados por "Arte 11 Cultura popular" tación del orden y la razón como elemen-
~ste, así como los restantes artíeulos origi- tos directivos del equilibrio social.
nales que se publican en el presente Cuaderno, Ellos se apoyan en la religión - que im-
abarcan distintos aspectos de l período que se ha
dado en U.amar la "belle époque" montevideana, porta la revel·ación de la verdad absoluta
por comparación, -también por imitación- , con por la palabra divina- y el principio de
eL "fin de siglo" del novecientos francés, que autoridad, que organiza por un sistema de
irradió su pegadizo influjo a estas partes de Amé- jerarquías la mecánica social.
rica, en forma tanto más acentuada en nuestro
medio por la cortedad de su tradición colonial La e~istencia queda supeditada a estas
hispánica 11 ta debilidad de s1u valores autóc- dos fuerzas que la conducen y la guían. El
tonos. individuo permanece al servicio de lo social,
-familia, religión, Estado-, categorías fun-
SI tico
fuera dable fijar en un esquem a sinté-
el cuadro de la vida de nuestro
damentales que convierten la vida en una
función destinada a mantenerlas.
país, tomando naturalmente como pun- El romaniicismo constituyó la verdade-
to de partida el momento inicial de su in- ra revolución que experimentó la sociedad
dependencia como Estado soberano en 1830, colonial, en forma mucho más profunda
podríamos reducirlo durante el siglo XIX que la revolución política que nos liberó
a tres tipos distintos y antagónicos: el colo· de la metrópoli.
nial -que se extiende aproximadamente El romanticismo, con que el siglo X IX
desde 1800 hasta 1838 ó 1840; el romántico inicia su floración en el arte y en la vida
-que nace en aquella fecha y se prolonga y cuyos gérmenes y a aparecen a fines del
en dos décadas-, el romántico propiamente siglo XVIII, n o fue entre nosotros un mo-
dicho hasta 1860, y el posromántico, que vimiento propio y original, sino que, -co-
dura hasta el 80. Y el tipo esencialmente mo lo fueran t odas las demás corrientes ele
burgués -reflejo en parte de la opulencia renovación que agitaron el siglo-, repre-
y modos de vivir del Segundo Imperio y sentó un eco de la tormenta europea que
la III':l República Francesa -que llega un llega al Río de la Plata, en gran parte por
poco más allá del 1900- y cuyas últimas obra de la literatura, y que trasciende de
formas se quiebran con la crisis mundial inmediato a la vida en todos los órdenes de
que la guerra de 1914 provoca en el mundo la actividad.
civilizado. Al s~ntido de la razón rigiendo la exis-

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de seguro optimismo y de espontaneidad de la Reforma, el impulso igualltarlo de la
.encia, opone el triunfo del yo, e~ subjeti- servir de marco al drama que ha venido a Revolución .
vit~l.
vismo del espíritu. Una voluptuos1dad des- jugar en el mundo. Ente amor román~:::o, -ardiente en su En el 80, la naciente prosperidad econó-
conocida invade dolorosamente las almas: la El romanticismo en el orden social fue vocación de sacrificio- consagrado al in- mica del país que se va acentuando progre~
conciencia de los sentimientos en el p.ri~er una conmoción vital profunda y como si una fortunio y ·a l dolor, que aspira a la eterni- sivamente hasta llegar al período de máxi·
plano de la preferencia vital. Las conmocio- descarga fulgurante dinamizara todas las dad- ha modelado el heroísmo de algunas ma intensidad financiera, conocida con el
nes políticas de la hora, t~s~orn?ndo el potencias del vivir. existencias solitarias y ha sembrado las al- nombre de la época de Reus, -por el nom-
equilibrio social, le prestan ~acll asidero en "Como en todas las épocas de la vida in· mas de resplandores fugitivos, que en su bre del hacendista español don Emilio Reus,
las cosas. Aquel dolor que vibra en los poe- tensa -dice Ortega y Gasset- la gente es· brevedad, han iluminado toda una vida. fundador del Banco Nacional, de la Socie-
tas, aquellas lágrimas que derraman las. hr tá dispuesta a morir I??.r algo, pues. !a rea· La historia, la novela y el drama entre dad de Obras Públicas, y de múltiples em-
roínas de las novelas, aquella voluptuosidad lidad arroja la parado)ICa, observaci~n qu_e nosotros, podrían documentarlo largamente. presas industriales que tuvieron su liqui-
de la sensibilidad, no son fingidas ni el afán de morir es el smtoma mas evl- . Pero dejemos la blanca teoria de esas dación fatal en la crisis del año 90- la vida
1oñadas. dente de la en~rgía vital." almas desoladas que esperan en su círculo nacional cobra un tono de desusada abun-
El ser humano se funde en el fuego de dantesco la inmortalidad prometida por la dancia con relación a la "simplicidad estricta
Se lucha mortalmente, en una euforia del período colonial, y al despego román-
au vida interior. heroica, con una impiedad cruel. poesía y el arte, a la injusticia de que las
hizo víctimas la vida, y que ellas superaron tico por las cosas del orden material.
La sociedad entera vibra como encendi- El romanticismo es la época de nuestras La época de Santos -que el cuadro de
da en la pasión de un mundo en llamas. La" primeras guerras civiles, de las heroicidades por el sacrüicio sin redención.
Blanes nos evoca con su grupo de corone-
violencias de una tiranía que desde Buenos del Sitio Grande, de los combates cuerp? a Señalemos, siquiera sea brevemente, el les cubiertos de entorchados, sostenedores
Aires ensangrienta las riberas del Plata, cuerpo en que los jefes rivales se des~flan tono de la vida burguesa que sorprendió en de aquel orden político transitorio en que
que por diez años alienta la guerra civil, a singulares batallas -como los caballeros su llegada el siglo XX, y que arranca des- se apoyaba el poder-, destella el brillo fu-
producen una sacudida que rompe los círcu- del Medioevo-, de los duelos a muerte ele 1880, en la penúltima década del si- gitivo de una satrapía oriental. En el lujo
los estrechos de las formas coloniales de como el de José Cándido Bustamante con glo XIX. de los uniformes cuajados de oro, en el bri·
existir. Aquella quiebra no es sin desgarra- Servando Martínez, o el de las pistolas car· Si hay algún rasgo fundamental que ca· llo de las armas, de las bordadas monturas,
mientos y sin lágrimas y en ella encuentra gadas, tiradas a la suerte, de ~uan Carlos be señalar en esta época, es el dominio de y de los piafantes caballos¡ en los marciales
el romanticismo pábulo a la llama que va Gómez y Nicolás Calvo¡ es la epoc_~ de los la técnica en el instrumental que le es da- batallones -de bombacha roja como los
ensanchándose como una hoguera, al im- castigos inexpiables, como el deguello de do disponer a los hombres para disfrutar zuavos franceses- con sus bandas de mú·
pulso de loas ideas que soplan del lado ,d e los 400 prisioneros de India Muerta por las plenamente de los dones de la vida, la con- sica al frente, y su compañía de zapadores,
Francia y que nos llegan en las armomas tropas de Urquiza, y el fusilamien~o de los vicción generosa en el progreso humano co- los hacheros -revestidos con una piel de
de Lamartine, en las odas de Rugo, en las prisioneros rendidos como en Qumteros o mo ideal de rectificación y perfección de la tigre, que recuerda en parte el lujo de los
quejas de Musset, o en los cantos de Lara en la Florida· la de las asonadas en las ca.. especie, la fe en el triunfo de la democracia soldados de Murat- se presiente la abun-
o del Manfredo de Byron. lles como en l~ revolución de don José María como categoría política llamada a despla- dancia fácil del oro distribuido pródigamen-
Más accesible a la multitud que al ce- Muñoz en 1855 y el asalto al Fuerte en 1869 zar las formas de gobierno que como su- te por el jefe imperioso, con la generosidad
náculo debía ser la palabra en castellano por los partidarios de Bernardo Berro; la pervivencia del pasado todavía subsistían. ' de un P- · 1sul a s legionarios.
que en francés. Espronceda, Zorrilla, o Béc- del asesinato del general Flores en las calles En filosofía el desenvolvimiento del positi· De lo espiritual a lo material el cambio -
quer en el orden sucesivo del tiempo, se de Montevideo, y la defensa heroica de P?Y:- vismo, en arte el apogeo del naturalismo, no es menos sensible. La arquitectura ge-
adueñan de la lira de nuestros poetas. El sandú con Leandro Gómez; la del estenl en poesía todas las formas de la emoción, neral de la ciudad quiebra el severo perfil
último está redivivo en Zorrilla de San sacrificio de la legión oriental en los esteros parecen haber agotado la capacidad de sen- colonial con las líneas claras y luminosas
Martín -cuya Leyenda Patria clausura el paraguayos, del cual no nos queda ni un tir, con Zola en la novela del realismo, m ás del Renacimiento italiano.
ciclo romántico y a la cual sigue Tabaré, trofeo de la victoria cruenta, -devueltos tarde con Daudet y Guy de Maupassant, Los constructores -albañiles o arquitec-
que aparece en 1886. todos en un impulso sentimental al noble hasta que en las proximidades del1900, y en tos- ajustan a los modelos clásicos del Vig-
Pero el romanticismo no es puramente pueblo vencido- como no sea el recuerdo el 900 mismo, un ansia nueva es dable se· nola las líneas de la ciudad que se levanta
literario. Él reside en un modo particular de las hazañas legendarias, tal los honores ñalar. sobre las ruinas de las construcciones co-
de concepción vital en la que el individuo militares rendidos al general Palleja bajo Arte, vida, costumbres, todo se envuelve loniales. Así van surgiendo casas y quintas,
er'ge su personalidad en un fin su~remo; el fuego de la metralla enemiga. en esta nota voluptuosa del bienestar y la con perfiles de los palacios de Génova, de
su sentimiento en la norma del umverso, Hay otra modalidad vital en -que el ro· riqueza, que acaricia la vida con la promesa· Milán, de Turín, de Florencia.
y se entrega al libre juego de la pasión: ad- manticismo imprime su huella con caract~· de un mañana venturoso y la seguridad del El palacio Santos, hoy residencia del
mitiendo en ella una suerte de fatahsmo res imborrables creando una manera on- presente feliz. Se descubren en la existen- Ministerio de Gobierno, es un ejemplar tí-
-cuya ley es el azar, "némesis" que domina ginal y propia¡ ~s el amor romántic.~, cu~o cia material las delicias del confort, que la pico de aquella arquitectura de la época.
el destino de los mortales, caprichosa deidad módulo sentimental importa la reacc10n mas fortuna fácil pone al alcance de todos. La puerta de la casa de don Agustín de
que forja la felicidad o la desgracia, la glo- absoluta y profunda, tanto del tipo del si- La civilización europea crea la ilusión Castro -actual sede del Consejo del Niño,
ria o la condenación. glo XVIII, que asoma fes~iyo y sonriente, de una realidad que supera todas las épocas en la calle 25 de Mayo-, parece tallada
El individuo se convierte asf en centro entre las delicadezas exqulSltas y la pompa de la historia. En ella viven la Grecia de con la escrupulosidad de un obrero del Ba-
del universo, cuya realización circundante triunfal de Versalles y Trianón -sensua- Pericles, el saber universal de Alejandría, tisterio.
vale, tan sólo, en tanto está en relación lidad y gracia, erotismo e ironí~ ,en que el el sentido ecuménico de Roma, el ansia pa- En los alrededores de Montevideo
profunda con el yo, para quien el cielo y espíritu d irige el tono de la yas10n- co~o gana del Renacimiento, el espíritu crítico -Agraciada, Millán, Suárez, Castro, Reduc-
la tierra parecerían creados tan sólo para de la modalidad contemporanea, hench1do
PAQ. !1
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CUADERNOS C& MARCHA
to; ~ Prado, 8 de·Octubre, - surgen quin- mann, Battistini, Menatti; bajos como WuÍ~
tas suntuosas de tendidas escaleras de már~ man y Castelmury. de t9ros volvieton a constituil· en Monte~ no espíritu cdtico, unido a u.n prosista cas··
mol, con amplias logias y esbeltos mirado~ Hubo temporadas en que ao~aban al videQ uno de los espe~táculos populares q~1e tizo c;le los que mejor manejan el cas~ellano
1·es. Estatuas italianas velan en su sueño mismo tiempo celebridades líricas en ambos éOnt~ron con el entusiasmo d~ un numero- Lo dernás - y descontando muchos valo-.
de piedra el silencio de los jardines del Mi~ teatros, sin que nin~uno de ellos padeciera ~o ~úblico, que los domin~o~ -"si el tiem- res de desigual categoría pero que revelan
guelete. Otras veces, sobre el frontón de por falta de público. po no lo impide y 1~ autoddad lo permite", gusto por las letras y aun aplica;ción de un
las casas tllOdest-as, el constructor t oscano, En agosto de 1899 .sube por segunda vez como re:z;aban los carteles-, se congregaba talento positivo a la cultura-, pertenec~t
fiel a sus modelos clásicos o al recuerdo de a la escena una ópera nacional, La Parisi- en l~ Plaxa de Toros de la U:qión para ver a la política.
las cosas de su tierra, agrega el decorado · na del maestro Tomás Giribaldi, estrenada torear a Mazz~ntini. Es el periodismo -inclusive el periodis-
de bajos relieves, donde a través de la son. por primera vez en Montevideo con un éxi- Bajo la presidencia de don Manuel Ori- mo político-, la actividad más próxima a
risa del R~nacimiento entrevemos un deste- to sin precedente, en el Solís el 15 de se- be en 1836 se inician los trámites para ob- las letras, y es dentro de esa actividad don-
llo de Grecia, o aparece en un desborde gro- tiembre de 1878. tep.er la autorización correspondiente ·a fin d,e se destacan los primeros valores del in·
tesco una máscara pagana digna de sonreír También cabe incluir dentro de este pe· de construir una plaza de toros en la Unjón. telecto nacional: Carlos María y José Pe-
en las festividades del Decamerón. ríodo las primeras y tímidas audiciones En ese año se embarcó para Montevideo el dro Ramírez, Julio Herrera y Obes, Jos6
También el gusto francés, y aun el in- wagneri-anas -del Wagner de la primera tprero Manuel Domínguez y Campos, que Sienra Carranza, José Batlle y Ordóñez,
glés, se h acen sentir en el tono general de época- como el Buque Fantasma y Lohen- llegó a s~r más tarde y bajo el nombre tan Eduardo .A.cevedo, Eugenio Garzón, Anto-
la vida, pero es más bien en los artefac- grin, pero sólo contaban con el entusiasmo poco h~agüeño de "Desperdicios" uno de nio Bachini, Eduardo Aceveda Díaz, Daniel
tos y en los utensilios, en la decoración y de una reducida minoría. El gran público los matadores de _primera línea en España. Mqñoz, E. Kubly y Arteaga, Manuel Ber~
en el moblaje, en el confort íntimo del no sentía entonces sino la música italiana. La Guer.fa Grande determinó la suspensión nárdez, Nicolás Granada, Samuel Blixellt
"home". La ópera no era solamente una manifes- d~ los trab-ajo~. En 1854 y siguientes ya está etcétera.
Se vive una vida europea en la pienitud la.. plaza en plena faena. Se suceden diver- El diario es tribuna de propaganda, ór·
de sus comodidades y del bienest·a r físico,
a la que las invalorables conquistas del fe~
tación artística. Era al mismo tiempo una
reunión soci·al, la más suntuosa, la más dis- sa• temporadas con buenos toros de lidia.
El fecundo cronista don Francisco Acu-
gano de cultura, ateneo de c'ontroversia, cá..
tedra profana desde la cu~l se examinan to-
tinguida, la más brillante en su tiempo.
rrocarril, el telégrafo, el teléfono, el gas, ñ~ de Figueroa nos ha deJado en sus "To- dos los grandes problemas de la república.
Quién no recuerda, aunque no sea sino
el vapor y la electricidad, han agregado de años más tarde, el magnífico espectácu~ raidas" animadas estampas de la época. En 1890, don José Batlle y Ordóñez rea-
nuevas e imprevistas ventajas. lo de nuestro primer coliseo, deslumbrante Pero las corridas que··se llevan a cabo en liza la gran revolución económica, fijando
L9s grandes hoteles han impuesto la co- de luz y bellezas, con sus palcos tapizados el ochenta y tantos son las más completas, en un vintén (dos centésimos) el costo de
mida francesa. Los banquetes frecuentes se de terciopelo granate, sirviendo de severo por la calidad de los primeros espaqas que cada ejemplar de "El Día". Poco tiempo des-
caracterizan por la extensión de sus menús marco a las más hermosas y elegantes fi- interviellen, lidiándose además toros im- pués toda la prensa bajaba los precios.
que empiezan a circular con acuarelas de guras de mujer, ocupados todos, sin excep~ pottados de las más célebre~ ganaderías de La fisonomía del düirio de la época -la
Sannuy en las solemnidades oficiales. Se ción alguna, por las primeras familias de la península. . enorme sábana gris, de cuatro páginas-, se
constituye una sociedad gastronómica "The Montevideo, (no se había introducido toda- Lc;>s diarios de entonces dedicápanles ex- abría paso con el oblig;atorio editorial doc-
spoon", signo inequívoco de refinamiento, vía la costumbre de los palcos de la pren- tensas crónicas, y entre ellos "La 'Razón" trinario, a dos columnas, que el director o
ya que como lo afirma Brillat Savarin en sa). Y quién no tendrá presente también donde la castiza pluma de Sansón Carrasco, los principales redactores llenaban diaria-
su Filosofía del Gusto, "el animal come, y las animadas tertulias de los entreactos, -transparente seudónimo de Daniel Mu- mente, y se clausuraba con la "Gacetilla",
sólo el hombre csabe comer:.", donde los "connaisseurs" formulaban sus ñoz- halla oportunidad para trazar admi- suerte de cajón de sastre donde el cronista
elogios a la cavatina de la "prima donna" rables artículos, como la semblanza de daba entrada a las noticias de la ciudad.
¿Qué decir de la música, de los teatros, Mazzantini.
del arte, de los espectáculos y de las fiestas? o al aria del tenor. Allí las consideraciones
Aunque Montevideo ha disfrutado siem- de si Oxilia se- había mostrado superior a La muerte del torero Punteret en 1888 ¡1900!
Tamagno en el Otello, o el recuerdo de la sirvió de justificación al decreto gubernati~
pre de excelentes compañías, -el Solís fue
Patti en "Lucía" y "Puritani", no faltando vo prohibiendo las corridas de toros de Montevideo tiene 300.000 habitantes re.
empezado en 1846, durante el Sitio e inau~ punta.
gurado en 1856- , el periodo aúreo de los quien evocara a Tamberlick y Mlle. Lagran- ducidos al perímetro nominal de bulevar
conjuntos líricos puede fijarse entre los ge, momentos que la juventud aprovecha- La década de 1880 produce un gran poe- Artigas -magnífico trazado en los proyec-
años 1880 al 1914, y por lo tanto señalarse ba en temas menos musicalmente técnicos, ta, Zorrilla de San Martín, que se consagra tos para regularizar la ciudad- que fi~ura
coh:lo una característica del. gusto en el si- aunque movidos por esa música eterna que con la Leyenda PattJa recitada al pie del en todos los planos topográficos menos en
glo XIX, el entusiasmo por la ópera y la la esperanza y el amor despiertan en las al- monumento a la Independencia, en la Flo- la línea efectiva de sus arrabales. ,
música italiana. mas, en la primavera de 1a vida. En ta'hto rida en 1879, y realiza más tarde el amplio La ciudad se concentra en la península.
de la bulliciosa cazuela, -reservada exclu- esf1,1erzo lfrico de Tabaré donde busca pre- Allí residen los poderosos del Estado, los
Por los escenarios del Solís y de Cibils
sivamente al bello sexo- descendía el eco sentar el conflicto de las razas conquista- ministerios, los servicios públicos, la uni-
- particularmente por el primero-, desfi-
confuso de los miles de voces del alborota- dora y conquistada. Un gran novelista versidad y sus facultades, los grandes co-
lan los primeros cantantes del mundo y los
do cotarro; y los "lyons" de impecable frac, Eduardo Acevedo Díaz, ensaya con éxit~ mercios, los bancos, las empresas industria·
grandes directores de orquesta como Barzi la novela histórica y de costumbres nacio-
y Mascheroni. Sop!'anos como la Patti, la obstruyendo puert~s y pasillos, flechaban les, en una palabra, el poder, la riqueza, y
con sus anteojos las "beldades de la hora". nales, en la serie que se inicia con Brenda, el imperio del lujo, la elegancia y la civili-
Theodorini, la Darclée, la Borghi Mani, la
r einas triunfales de un instante fugaz . .. Jam.ael. Natlva. y se cierra con Grit~ de zación.
Pantaleoni, la Guerini, la Falelari; tenores Gloria.
como Tamagno, Stagno, De Lucia Massini Por aquellos tiempos -me refiero a la Puede decirse que en la calle Andes
Oxilia, Aramburo; barítonos co~o Recle~ década del 80 al 90- también las corridas Un escritor, Daniel Muñoz, revela en la termina, metros más o menos, la ciudad au-
aguda observación de nuestras 4=osas -qn fi- téntica. Más allá el montevideano presien-
I"AG. e CUADERNOS DE MARCHA
PAG>. 7
te ün conjunto de realidade~ que no le son das de las quintas, que irrumpen en Agra- crático de Montevideo. Alll se va !Os aa- cwn que calla su vergüenza en medio de Ul
afines. Es un mundo que le es extraño, co- ciada, el Prado, Millán y Atahualpa, inter- mingos a escuchar la Banda Municipal, a turba anónima que la marejada de la ciu-
mo para los atenienses el reino de los "esci- ceptando el crecimiento de la ciudad, m3r- mirar los estanques llenos de cisnes, y a la dad arroja sobre aquel acantilado del vicio,
tas" o de los "hiperbóreos". chando con el verde claro de sus masas de vuelta de las carreras -mientras los co- el organillo callejero que pasa, deja oír por
Por lo demás la ciudad está integrada bosques el blanco de sus edificios. ches se detienen en círculo,- se improvi- las esquinas, gangoso y destemplado, entre
por los diversos barrios, o núcleos actuales, A la altura de la Legación Argentin.a san entretenidas "garden partys". su repertorio trivial de cantos, la "donna e
pero conservan más su individualidad, su comienza la serie de suntuosas residencias, Desde 1895 -al año siguiente de la elec- móbile", vinculando sin buscarlo, con la
categoría de "faubourgs" unidos pero no continuándose hasta el Paso del Molino. Era ción presidencial de don Juan Idiarte Bor- condenación de la versatilidad impuesta por
completamente refundidos en el ambiente nuestro "faubourg Saint Germain". En Suá- da- "Colón" empieza a adquirir importan- la miseria de la v ida, la absolución del
colectivo. rez, a la altura del Paso de las ·nuranas, cia como sitio de residencia veraniega. Al eterno femenino:
Bien es cierto que el tr·anvía de caba- otro grupo de residencias aristocráticas hotel recién construido van las parejas de
llos no ata y estrecha las relaciones de la mantiene una cierta emulación con , el nú- recién casados a pasar la luna de miel. La Per mai non sentessi
ciudad como los ómnibus y trenes de los cleo de la calle Agraciada. avenida Lezica, con sus esbeltos eucaliptos Di felice a pieno
presentes días. En las tardes de primavera y en las no- ": que brindan agradable sombra, se presta Qui sopra il seno
El "Cordón" ya soldado con el damero ches de verano, el puente del Miguelete es 1
admirablemente para los paseos a caballo, Non liba amare
urbano peninsular, mantiene más que nin- lugar de reunión de la gente joven. Tam- y en bicicleta "sport", que por aquella épo-
gún otro barrio una autonomía sui géne- bién el puente del Paso del Molino se con- ca gozaba casi del prestigio actual. Los pro- ¡1900!
ris tanto en la linea arquitectónica de sus vierte en punto de cita de la juventud ele- gresistas de la época creen que Colón se-
casas, en los hábitos y costumbres de sus gante. Algunas veces, una banda de música rá centro de futura valorización. No faltan Los que hoy llegan a la plenitud de la
moradores, como hasta en ciertas caracte- deja oír las notas de Marina o el Vals de los que compran terrenos especulando sobre madurez podrían entonces repetir como el
rísticas de la indumentaria que los sastres las Olas. y para los entendidos, la Marcha el porvenir. poeta de "Las contemplaciones":
ue barrio persisten en defender con orgullo. de Aída. En el flanco sur de la ciudad, como una
Se conoce a un habitante del Cordón La playa Ramírez, con su puente ~ llaga vergonzosa que se oculta, el "Bajo" "Quand ajoutant non áge a son áge,
cuando atraviesa la calle 25 ó Sarandí, co- madera y sus casillas fijas, es gracias a su instala sus tabernas y sus tugurios, sus ca- Nous n'avions que quarante ans!!"
mo se reconoce a un residente de la penín- proximidad a la península un centro bal- lleJuelas medrosas, sus cerrados balcones
sula cuando cruza las calles del Cordón. neario que se estima de gran porvenir, muy de celosía permanentemente clausurados, y ¡1900!
Es la oposición de dos culturas, de dos superior a los baños de U~quía no lejos de sus puertas de cristales opacos perennemen-
dimensiones de vida. La una es la aproxi- la calle Treinta y Tres, y a los de Goun- te abiertas. Es el barrio de los tajos y las
mación de lo telúrico; la otra, la transpor- nuolhou, casi al lado de la Universid(ld (hoy ___,., Es la época de los trenes a caballo, de
pui'íaladas, del compadre y del matón, de
.,_~,..

sede de la Facultad de Matemáticas). la popularidad de la zarzuela de género chi-


tada por el mar. La primera ha nacido bajo los guapos de oficio, del ladrón y del co, del triunfo del "último Chulo" en el
el signo de Hércules; la segunda, bajo el Pocitos sólo posee un improvisado ho- "scrushante", donde Melibea asoma en tra- antiguo teatro de Verano (Andes y Merce-
signo de Apolo. "Ceci tuera cela'" tel, con una pequeña terraza sobre el mar, je de baile a mediodía, y Celestina realiza des), con más de 100 representaciones se-
La "Unión" con sus casas bajas, alinea- que se llena de gente los domingos y los su "sabbat" al conjuro de El'os y Satán. Allí guidas, del éxito de Mesa y Arsenio Perdí·
das a lo largo de Ía amplia avenida 8 de dias de fiesta. En sus proximidades algunos se vuelca el mundo trashumante, la ola hu- guero con sus famosos couplets, bisados in~
Octubre, vegeta en el recuerdo de su efí- chalets anticipan el progreso ful:tntnante. La mana que la fiebre del instinto aviva, los definidamente:
mera prosperidad en la década del Sitio, parte de la ciudad comprendida entre am- "sin patria" del amor. Allí llegan también
cuando en homenaje a los principios de su bos centros, y particularmente Punta Ca~ traídos por el vaivén oceánico, hambrientos El automóvil mam-9.
caudillo y protector se denominaba "Res- rreta -así como el paraje donde se levanta de un ideal que no existe, marinos de ofi- Es una cosa ...
tauración". Apenas sí rompiendo la unifor- la Penitenciaría- es un vasto campo abier- cio, viajeros del mar que vuelven de remo-
midad monótona del caserío, se alza el es- to que la artillería utiliza para ejercicios tP!.. latitudes y pasan sus días en la taberna que parecían anticipar el asombro ante el
belto mirador del edificio que fue por breve de tiro. y sus noches en el hogar improvisado que primer automóvil que en 1901 atravesaría
tiempo "Colegio Nacional" y uuniversidad Carrasco es una playa desierta, batida es la caricatura trágica del hogar. las calles de Montevideo, entre un estré·
menor de la República" - hoy convertido por las olas. Se necesitan tres horas de mar~ ,/ Una humanidad dolorosa y embrutecida, pito de hierros y la discordante percusión
en asilo- la maciza construcción de la Pla- cha -en un coche tirado por buenos caba- d1gna de la pintura de un Dostoievski, pa- de sus émbolos, con súbitas parálisis en los
za de Toros, y del lado opuesto, los viejos llos- para hacer el recorrido desde Pla~a dece la esclavitud de la miseria y las hu- repechos, curadas en círculo compacto de
molinos de Sierra. Independencia hasta el paraje donde está millaciones de la degradación, bajo el bri- curiosos; es la época de los fonógrafos de
En los descampados de la Aguada -más el hotel. Todavía no han surgido de sus llo fugitivo de las lentejuelas de oro falso discos de cera y latón, que en los salones de
allá de la playa solitaria donde van a monr arenas milagrosas, como por un conjuro má- y las sedas con que se adorna. Por sus ca- lustrar alternan el "Trovador" y la "Tra-
las embarcaciones viejas- se levantan ya, gico, los suntuosos palacios, ni sus bosques lles miserables, perros vagabundos y mucha- viata"; de la galera, el chaleco blanco y el
anuncio de la prosperidad futura, los gal- de pinos y eucaiiptus. chos enfermizos, con el estigma anticipado bastón de caña; de los sombreros femeni-
pones de las barracas de frutos .del país y De sus restantes sitios de recreo, el Prao de la muerte, comparten los despojos de la nos con plumas de avestruz africano y del
las primeras fábricas, que hasta aquel en- do, --entonces cuatro veces más pequeña sordidez, en una hermandad trashumante traje de cola; de la poesía decadentista, y
tonces se habían concentrado dentro del re- que lo que es en la actualidad, (como que que recuerda los barrios indígenas de las los versos de Julio Herrera y Reissig; la
cinto urbano peninsular por las caliés de en su trazado primitivo no pasaba de ser el ciudades de Africa y Oriente. época en que cada esquina de la ciudad tie~
Orillas del Plata y Cerro Largo plantel de la quinta de don José, de ~us~
1\ Y como expresivo contraste o imprevis- ne un "dragón" mirando el cielo como si

,._.
Ciñen su perímetro las frondosas arbole- chental-, figura como el paseo mas anstO<o

CUADERNOS OE MARCHA y ta ironía de las cosas, frente a esa humilla-

NUMERO 22/FEaRERO 1969


quisiéra a plena luz descubrir las estrellas,

.J.I 1 J
del torso femenino, aespojándol•a de sus ría- de cuya fusión surgiría más tarde el
y en la que cada balcón ostenta una mac:ela estratégicos, la concurrencia masculina for- adornos adventicios, buscando liberar el club Uruguay; y allí también estaba la sun-
de elaveles y de rosas, y una muchacha jo- maba concentraciones o reductos. La nw•r· cu2rpo de aquella falsa retórica de formas, tuosa casa de don Agustín de Castro; la de
ven y bonita; acaso para justificar aque- la del Club Uruguay y la confitería del para alcanzar la libre espontaneidad natu- don Juan Jackson; así como los grandes ro-
llo de La Rochefoucauld que "no vale la Jockey Club, la esquina de la casa de Iriart, ral. Las mangas ensanchadas hacia el hom- tativos de la época: "El Siglo" (frente al
pena de ser joven si no se es bella, y no la puerta del Telégrafo, reunían grupos de bro de 1899, y que perduran entre nosotros hospital Maciel); en la calle Bartolomé Mi-
v·a le la pena de ser bella si no se es joven"; los elegantes de la época ostentando el en 1900, sufren una brusca evolución cam- tre y casi a media cuadra de 25, "El Día" de
y h ay siempre un rin cón silencioso de la sombrero duro de alas rígidas y enarcadas, biándose el orden: ceñida al comienzo y m ás don José Batlle y Ordóñez, y "La Razón"
Ciudad Vieja que se abre sobre la perspec- luciendo el vistoso chaleco de fantasía, blan- a-rnplias en su extremo a principios de siglo. en los días gloriosos para el periodismo
tiva del mar anchuroso, y de su confín co o perla, los pantalones de estambre ra· En cuanto al sombrero, como en la épo- montevideano en que la dirigía Carlos
emerge un navío de velas desplegadas o un yado o de cheviot gris oscuro, como espejos ca dominaba el peinado alto, la moda lo María Ramírez.
vapor en marcha que parece que va a en- los zapatos de charol con botones y caña convirtió en un complemento de aquél, del Pero Sarandí era la calle de la política y
trar por el fondo de la calle desierta. de paño, la camisa blanca almidonada de cual era el ornamento adicional, general- de las asonadas. N o en balde funcionaban
Aquella impresión de escaso movimiento puños postizos; rígidos dentro del cuello al- mente amplio, adornado de flores y de cin- las cámaras en el viejo Cabildo, que ade-
de la vida urbana que se difunde de las to llevando la clásica corbata gris, con el tas, sin llegar en su exageración a los ex- más era asiento de la jefatura pol.ítica y de
fotografías de la época, no es sólo resultado ir~prescindible alfiler de brillantes o la tremos que alcanzó años más tarde -1912- la policía de la capital. En ella estaba ade-
de la poca densidad de población -aunque perla de subido valor, inequívoco testimo· por ejemplo. más la Matriz, el más puro monumento del
en buena parte provenga de ello- cuanto nio de la solvencia de su propietario y tha· Si bien en 1900 Montevid~o es ya una arte colonial español en Montevideo, y la
del tipo normal del vivir que la caracteriza. nejando con desenvoltura el bastón de caña gran ciudad, tres calles sin embargo bástan Facultad de Medicina instalada en el case-
La vida en general se desenvuelve en el de la India, o los guantes de gamuza o d& para definir su fisonomía: 18 de J ulio, eje rón, hoy demolido, que fue sede de la vieja
seno del hogar, que tiene entonces marcada piel, haciendo juego con el color deo la vital de la ciudad, 25 de Mayo, y Sarandí, Universidad, y en remotos tiempos antigua
intensidad, extraño a la modalidad presente corbata. paralelas y rivales en lujo, en distinción, en Capilla de Ejercicios de los conventuales
que hace de cada uno un huésped de pocas Y como en un suntuoso film de mode· elegancia. de la extinguida congregación de San Fran-
horas en el interior de la casa. N o se ha los seleccionados por un artista, van pa- Tan indispensable la una como la otra, cisco.
cwnplido ese proceso de socialización mun- sando las reinas de 1900. formaban el sistema circulatorio que asegu- Allí también estaba el conocido merca-
dana, rasgo permanente de estos tiempos, Podríamos nombrarlas con desmedro de raba el movimiento y el flujo y reflujo de do de Sostoa -en la calle hoy llamada del
en que el hombre afanosamente busca con- la galantería, porque -oh implacable vo- la marea colectiva. Mercado Viejo- y el cuartel de Dragones,
fundirse en la multitud viviendo en ella. tar del tiempo-, las beldades que engala- 25 de Mayo representaba la tradición pa- y todavía subsistía el aljibe de lo que ha-
sintiendo con ella, participando colectiva- naban la página del Rincón Azul del "Rojo tricia, los grandes nombres, el viej o comer- bía sido el antiguo patio de la policía vieja.
:mttnte de su mundanzas y de sus inq.uie- Blan co" -revista de la época- empiezan cj_o de h1j o, arraigados algunos desde los Allí frente al club Uruguay había caído
iudes. ya a ser abuelas. días del Sitio y otros más antiguos aún. asesinado el presidente de la república don
Especialmente la mujer permanece re- Vamos a olvidarnos por un instante de Allí - entre los edificios más notables- Juan Idiarte Borda, el 25 de agosto de 1897.
cluida -como las matronas romanas- sal- su realidad personal para no ver sino lo que eslaban el hospital fundado por Maciel, el Y en la plaz·a Constitución, el 10 de enero
vo las horas de paseo, o cuando sale para parecfa accidental, y sin embargo, y en es- viejo teatro de San Felipe, reconstruido en de 1875, en el atrio de la Matriz, se había
el teatro, las tiendas o las visitas, acompa- te caso, es lo permanente: la moda de la 1880 en el lugar que estuvo la antigua Casa originado el tumulto que sirvió de pretexto
ñada siempre de las personas de su familia, época, el imperio de lo pasajero, adquirien- de Comedias; la Junta Económico-Adminis- al movimiento militar que determinó la
padres o hermanos. Su aparición es siempre do categoría de perennidad. trativa, ya instalada en él edificio de estilo caída del gobierno del doctor José E. Ellaun.
fugaz o accidental, cuidando especialmente En la moda -y en particular en la mo~ gótico que construyó el ingeniero don J oa- Allí se concentraron los revolucionarios
de no mostrarse dos días seguidos, ni dos da femenina- se acusa en este fin de siglo quín Pedralves para aquel gran señor que que a las órdenes de don José María Mnñoz
veces en el mismo día. su carácter específico como expresión de se llamó don Francisco Gómez; el conocido se posesionaron del Cabildo en 1885. Allí,
La sola excepción de aquella clausura exigencias sociales, sicológicas, y ese su hotel Central asentado en la antigua con~ el 18 de julio de 1853, habían chocado la
que recuerda la de las ciudades árabes, y menosprecio del sentido de utilidad y :..'J .fitería Oriental, que fue por los años de Guardia Nacional y los batallones de línea
que presta tan singular tono a las rela- indiferencia a las formas prácticas, rasgo 1870 y tantos el punto de cita de ·la juven- que mandaba el coronel Palleja, bajo los
ciones de los sexos, en el paseo por 25 de común que divide con el arte. tud elegante, donde por esos años Julio He- balcones de la casa del general César Díaz
Mayo y Sarandí, que se cumple sistemá- Su carácter rítmico, que busca perpetua- rrera tenía su tertulia, y José Cándido Bus- que hacía poco regresara de Buenos Aires,
ticamente con la regularidad de un rito. mente el cambio y la reacción, .se marca tamante e Isaac de Tezanos su reunión. En frescos aún los laureles recogidos en la ba-
plenamente, tomando características opues- ]a calle 25 de Mayo no había sido demolida talla de Caseros.
En las últimas horas de la tarde iniciá-
tas a las que habían dominado la época todavía la casa en que habitó Garibaldi du- ¡Cuántos recuerdos más no cabría · evo-
base el obligado desfile por ambas calles,
desde Ciudadela hasta Zabala. Allí se con- anterior. rante el Sitio y donde nació su primer hijo car al hilo de la historia! Pero no es lo
centraba el mundo elegante, representado Al vestido estrecho y las faldas ajusta- Próximo a 25, en la calle Misiones, se con- anecdótico en sí mismo lo que nos interesa,
por el conjunto de mujeres más fascinado- das de los modistos de 1889, para adelgazar servaba el edificio en que vivió Florencia sino como expresión o signo de la vida.
ras que cabe imaginar, en su inmensa ma- la figura, 1900 agregará la falda lisa hasta Varela, el gran periodista director del "Co- Por aquellos tiempos en que el movi-
yoría en la plenitud dichosa de la juven- la rodilla ensanchándola en pliegues que mercio del Plata" asesinado en 1848. En la miento de la población en las calles reviste
tud y de la gracia -breve primavera, que obligaban ·a recogerla con elegancia y cier- calle 25 estuvieron instalados el casino 'c arácter inusitado, no deja de t ener algún
rescata lo efímero de su imperio al precio ta provocativa incitación. Oriental y el club Libertad -en otro tiem- interés señalar una característica muy pro-
de su mágico esplendor ... El siglo XX iniciará la reacción, ciñén- po los dos centros sociales de más catego- pia de Montevideo, que todavía persiste
En las aceras y especialmente en sitios dola cada vez con más esbeltez a la gracia
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F"AG. 10 CUADERNOS DE M~PQHA
Unos minutos más y el "film" habrá Flammarión respondía:
aunque bastante alejada del centro: la fe- trazado futuro. Y ¡oh mágica virtud de los cambiado. Se desplazaba la improvisada "Al mismo tiempo que los relojes de
ria dominical, punto de reunión esencial- sueños! ¡La quimera fue! ciudad de lona y madera. Se dispersaban " Par ís marquen la media noche, los de
mente popular en su am.PJ.ia acepción, y Barrios enteros de la ciudad fueron crea· los vendedores y el público, y sólo (lUeda- "San Petersburgo (así se llamaba entonces
\ donde se encontraban mezclados los más dos por este sistema de venta, que la legis· ban en la calle desierta los despojos de pa- " Leningrado), marcarán las dos de la ma-
diversos y variados grupos humanos. lación actual ha concluido por reconocer, peles y basuras, de los cuales daban rápida " drugada y serán ya las tres en Teherán y
Las ferias tienen en los países america- aceptando una modalidad particular de con- cuenta las barrenderas del municipio en " Tananarive, las cinco en Madrás y Co-
nos que colonizó España una antigua tra- trato. Así se fueron poblando esas secciones un estrepitoso desfile acompañado por el " lumbo; las seis en Mandala y Calcuta; las
dición, como que se remonta al siglo XVIII, alejadas de Montevideo, que en 1900 apa- estridor de las ruedas sacudidas en el em- " siete en Saigón y Hanoi; las ocho en Shan-
fecha en que se dictan los primeros regla- recen en las fotografías de la época como pedrado de cuña. " gai y Scoul; las nueve en Y edo; las diez
mentos especiales relativos a su funciona- descampados solitarios, " en Brisbana; las once en Nimea, y las
miento. En el 80, la feria pasa a la calle 18 de " doce del día 19 de enero en Chatham."
Julio, desde la plaza Independencia hasta "' * *
En Montevideo -en tiempo de la domi· Y en Montevideo, -agregaremos naso~
nación portuguesa- l·a feria dominical se Río Negro. Daniel Muñoz en uno de sus ar~ Se snele incurrir en un error bastante tros por nuestra cuenta-, a l as 3 hs. 54
celebraba en la calle actualmente denomi- tículos nos ha dejado un cuadro de costum- común, al contar la sucesión del tiempo. concluyó para nosotros el· siglo XIX, según
nada Mercado Viejo, y entonces Mercado bres, que poco ha de variar años más tardE." El de creer que el siglo XX empezó en el meridiano de París.
de Sostoa. Una lámina de la época -toma- en 1900. Desde Uruguay hasta Maldonado, 1900. No ha ocurrido tal cosa. En "El Día" correspondiente al 31 de di-
da por el acuarelista de "La Bonite"- ha a lo largo de toda la calle Río Negro, se ins· El siglo XX empezó con el primer mi- ciembre de 1900, el laborioso y modesto ca-
recogido el detalle pintoresco y animado. En talan los dominios del flotante mercado con nuto de tiempo transcurrido desde la O h . t edrático de Cosmografía don Nicolás Piag-
primer término una riña de gallos, unos su curiosa y abigarrada "péle~méle" de las de la noche del 31 de diciembre de 1900. gio, resolvía para el gran número de lecto-
burritos cargados con sus árganas, de es- más variadas y extravagantes actividades, Si al rayar el 19 de enero de 1900 algún res la incógnita del tiempo:
paldas, un soldado que mira al soslayo vi- desde la clásica venta de carnes, legumlDres montevideano podía dudar sobre si empe- "En el instante en que aquí sea media
gilando el orden. y frutas, hasta los puestos de flores; las me- zaba el siglo, el19 de enero de 1901los hom. noche, en París son ya las 3 h. 54 m . de la
Más tarde se convirtió en Mercado pú- sas de libros viejos, y las tiendas de géne- bres de ciencia habían aclarado el problema. mañana siguiente, y esto equiv-ale a afir-
blico la antigua ciudadela, emplazada en la ros y cerámica; las muestras de herratnien· Camilo Flammarión, director del Ob- mar que al verificarse en Montevideo el
actual plaza Independencia. 1as usadas, codeándose con los talleres de servatorio Astronómico de París, recibía so- comienzo del siglo XX, en París hace ya
La construcción del Mercado Central en remendones de zapatos, el vendedor de pá- bre el particular frecuentes consultas. Pe- 3 hs. 54 m. que tuvo lugar. Entretanto en San-
1866, bajo el gobierno del general Flores, jaros y el sacamuelas al aire libre; el bar- ro la curiosidad era inagotable. tiago de Chile, por ejemplo, se "Verificará
dejó libre la Ciudadela, cuyos locales se bero improvisado y el caramelero que des- "N os ha mostrado usted claramente y más tarde -58 minutos después- y en
arrendaban. Allí inició don Francisco Piria pacha sus dulces mientras desliza al oído " sin réplica posible, decíale uno de sus ig- Buenos Aires, 4 minutos, no adoptándose
-bajo el arco de salida del Mercado Vieja-- de la compradora -de planchado haje de " notos corresponsales- que el siglo XX co- la hora oficial del Observatorio de Córdoba
IU inmensa fortuna, rematando desde las percal- frases con no menos almíbar que " menzará el 19 de enero de 1901 a las O h. que en tal caso sería media hora más tarde
primeras horas de la mañana hasta las diez su mercadería. " O m. 1 s. y que el día 31 de diciembre de que entre nosotros. Pero antes que en Pa-
de la noche, sobretodos económicos y hasta En torno de aquel mundo pintoresco y " 1900 exactamente a media noche, el siglo rís se realizó en San Petersburgo, y en San-
perros teñidos. exótico, aparecían los personajes más ex· "XIX caerá en el abismo del pasado. tiago de Chile sucederá con anterioridad a
Aquella inici·ativa extravagante le dio traños, tipos populares que hoy se han per- "¿Pero a media noche de qué meridia- San Francisco de C-alifornia."
menos dinero que popularidad. Algún tiem- dido, mitad mendigos y mitad filósofos '' no? ¿Del de París, del de Londres, del de Y agregaba:
po más tarde su intuición descubría el ca- trashumantes, que disfrutaban del don in- " Roma, del de Jerusalén? Dicho de otro "Hay, como se ve, en todo esto anoma-
mino del éxito. superable de la celebridad obtenida al pre- "modo: ¿cuál es el pueblo que entrará pri- lías que a primera vista parecen inexpli-
En la plaza Independencia, al aire libre, cio de su permanente deambular por las ca. " mero en el siglo XX?" cables. No obstante la claridad se percibe
comenzó luego sus ventas de tierra. Una lar- lles y plazas de la muy fiel y reconquista- Y Flammarión respondía: bien, si se tiene en cuenta que las medias
ga mesa con los planos a la sombra de los dora Montevideo. " -A media noche de cada país el día noches a que me refiero son locales. Si por
paraísos, una murga de tres instrumentos, Tales ''Puchito", "Pedrín el enano", "Il "cambia de nombre, se pasa del 31 de di- ejemplo nuestros relojes se hallaran arre-
el sombrero echado a la nuca, allí estaba Cuoco" con su cohorte a menudo indiscipli- "ciembre al19 de enero, y se pasa también glados al meridiano de París, el aconteci-
el incansable martillero perorando sin des- nada, cuando no hostil de muchachos. " de un siglo a otro. miento tendría convencionalmente el mis-
canso ante un auditorio compuesto de algu- Otras veces la corriente de la feda se "-Conformes. Pero en el momento pre- mo toque para su comienzo, tanto en una
nos paisanos que habían llegado con ha- detenía en un remolino humano que en- " ciso en que es media noche en París el ciudad como en la otra, puesto que nues-
cienda para la tablada y entraban a pro- torpecía la libre circulación por las aceras. "31 de diciembre de 1900, será ya la una de tros relojes marcarán las 12 de la noche
veerse en las talabarterías de 18 de Julio, Era el homenaje de la credulidad al adivi- "la r.1adrugada en Viena del 19 de enero cuando solo será en la localidad uruguaya
algunos curiosos desocupados, y los lustra- nador de la suerte o la fortuna, con el paja- ''de 1901. Los vieneses llegarán, pues, al las 8 y 6m. de la noche.
botas que a la espera de marchantes repo- rillo amaestrado, que por una ínfima can- •• siglo antes que los franceses. "El hecho queda así perfectamente ex-
aaban en fila, a la sombra de los árboles tidad traía a los cándidos mortales la reve- "-Seguramente" -contestaba el emi- plicado, pero a pes·ar de eso surge una nue-
que bordeaban el vasto rectángulo desierto. lación de su destino; o la exhibición de la nente astrónomo-. va dificultad que es, a mi juicio, más difí-
Como un vidente anunciaba la ciudad mujer con barba, o del hombre que pesaba "-¿Qué país será el primero que vea la cil d.e resolver."
futura que iba modelando a golpes de mar- 200 kilos o de cualquier otra extravagancia " aurora del siglo XX? insistían· los cu- La siguiente pregunta envuelve esa di-
tillo. Aquí "está la escuela", "aquí la co- de la nat'uraleza, que despertaba la atención riosos. ficultad: ¿en qué meridiano debe tomarse
misaría", decía señalando en el papel el del público ingenuo y curioso.
NUMERQ 22 1 FE6RERO 1S61it PA~ . Ut
.!"~~. 12 CUADERNOS CE MARCH~
preferentemente el comienzo <1ei. stglo? una gran época de la historia se clausura- sus delicados productos y en alianza con Rubrican el aire los cohetes luminosos.
Cuando aquí son las doce de la noche, en ba para el mundo. ellos los de países europeos y del Nuevo Suenan las bandas de música en las pla-
nuestras latitudes antípodas son las 12 de) Todos sentían vagamente, oscuramente. Mundo; y al mismo tiempo que la confite- zas Constitución e Independencia. La ba-
día. ¿Se verificó ya ahí a las 12 el citado ins- que el término de la centuria representaría ría Americana aviva el fuego de sus hor- talla de flores en 18 de Julio y Saraudi
tante o bien se realizará dentro de 12 horas? algo más que una simple ordenación regu- nos para el•a borar todo género de golosinas, despliega la alegría del desfile de carruajes
Es e~idente que igual duda quedará para lar de días y de noches, organizados según y la Imperial es un hormiguero de parro- adornados, de las multicolores serpentinas
cualquier par de meridianos o semi-meri- la nueva ley del calendario. quianos entusiastas como igualmente el que cruzan dejando el resplandor trémulo
dianos que se considere. Una tensión imprevista de los espíritus Jockey Club, el Telégrafo, la Patisserie, y de sus flechas de luz.
El día que un meridiano universal ini- anticipaba ya en intuiciones fulgurantes tantos otros establecimientos consagrados a
las perspectivas de un cambio de la vida, En Pocitos, el Hotel, empavesado con
cie todas las longitudes geográficas, las di- las dulzuras multiformes del azúcar." gallardetes y banderas de todas las nacio·
ficultades mencionadas en los párrafos an- del arte, de la literatura, del pensamiento La ~oche del 31 de diciembre la gente
y de las costumbres. nes inicia la temporada con una fiesta
teriores, habrán, aunque siempre convencio- se lanza a la calle con la vaga inquietud de suntuosa.
nalmente, desaparecido por completo." Sutiles antenas del pensamiento, algu- que un hecho trascendente se cumple aje-
¿Qué acontecimiento universal señala el nas almas elegidas y geniales anticipaban el De la capitanía del puerto salen hasta
no a su propia voluntad, pero al mismo las 10 los vaporcitos que llevan los con-
fin del siglo? mensaje de la nueva aurora. tiempo con un optimismo generosq, noble
Internacionalmente, las coordenadas his- Aquel arte de líneas torturadas que sur- currentes hasta la espaciosa escalera que
y confiado. la empresa del balneario ha hecho cons-
tóricas que precisan las épocas nos parecen ge con la Exposición de París del 900, y que
empezó llamándose "art nouveau", hoy tan ¡El siglo XIX había traído tantos progre- truir expresamente.
en el momento actual, en que la catástrofe sos y ventajas para el género humano!
bélica envuelve al mundo en olas de fuego envejecido como todas las cosas que sólo Sobre la rambla de Pocitos desfilan las
y sangre, humildes episodios destituidos de aspiran a ser jóvenes y no eternas; aquella ¡La vida era tan bella! Las posibilidades bellezas triunfales de la hora, como las efí-
toda grandeza heroica al enfrentarnos a los literatura afiebrada y dolorosa que trans- de disfrutar en paz de su plenitud parecían meras en torno de la luz. Crecen el bulli-
del mundo contemporáneo. parenta su tensión en las nuevas asociacio- cada día acrecerse! . . . cio y la algazara. En el hotel resuenan los
La guerra anglo-boer se extingue con los nes de lenguaje, en el fulgurante resplan- Calles y plazas hierven de gente. La taponazos de champagne.
últimos esfuerzos del pueblo vencido, en lu- dor de sus metáforas, con sus héroes tris- Matriz echa a vuelo sus campanas. Sarandí Son las 12 de la noche del 31 de diciem-
cha desigual a la que el mundo asiste con tes y enfermizos en quienes palpita el can- y 18 de Julio disputan al día la claridad, bre de 1900. Ha muerto el siglo XIX. Co-
simpatía por el débil. sancio de la vida, antes de haber, sentido bajo la llama trémula del gas y el intenso mienza una nueva centuria.
En Inglater:ra, a raíz de la muerte de la la angustia de la lucha; la búsqueda de la .resplandor de los arcos voltaicos. En la terraza de madera entre el es-
reina Vktoria, que en un largo y próspero luz por las escuelas pictóricas desdeñando Los barrios apartados de la ciudad ce- truendo de las olas, se pierden las última~
J•elnado ha fundado el más grande imperio la forma y el volumen, eran los pre~agios lebran la fiest·a con fuegos de artificio. notas de un vals.
colonial que vieran los siglos, un nuevo rey, de la agonía de una cultura que encontra-
Eduardo VII, rige los destinos del gran ba en la fórmula del "mal de la vida" que
pueblo. cantaban sus poetas, la expresión de un es-
En Italia el rey Humberto I de Sabaya tado de espíritu, anuncio anticipado de la
es asesinado en Monza por una anarquista. evolución que el siglo iba a cumplir.
La revolución de los boxers en Pekín Entretanto Montevideo, al aproximarse
obliga a las potencias europeas a intervenir. el fin de siglo, celebra ingenua y jubilosa-
El misterio de Oriente se disuelve ante el mente el advenimiento de la nueva era.
avance de las fuerzas aliadas: ingleses, ger- Los poderes públicos se asocian a la ini-
ciativa particular propiciando fiestas, ilu-
manos, franceses y norteamericanos.
minaciones de las calles y las plazas, bata-
Se agita en Francia la campaña antise- llas de flores, bailes y saraos.
mita y se reabre el proceso Dreyfus. En los últimos días de diciembre la pren-
París, en pleno apogeo de su belleza y sa ·anuncia como el espectáculo principal la
de su gloria, convoca para la Exposición batalla de flores a realizarse en la calle 18
Universal a todas las naciones del orbe en de Julio, a cuyo efecto se han colocado guir-
una espléndida rivalidad de las artes y las naldas de lamparillas eléctricas multico-
industrias, que parecen augurar para el lores.
mundo las delicias de una paz más prolon- Dice "Fénix" en sus notas de "El Siglo":
gada que la del siglo de Augusto. "Las tiendas exteriorizan en las vidrie-
Santos Dumont ensaya su primer vuelo. ras sus ofrendas de telas que responden a
Se inicia así la conquista del aire, como todos los gustos y a todos los recursos; es-
hace 10 años la conquista del mundo sub- pléndidas unas, apuestas, atrayentes por su
marino. elegancia, las otras recomendadas por su
Llenos de confianza en el triunfo del baratura. Lo mismo sucede con las joyerías
proceso social, los contemporáneos asisten y en los bazares y en las confiterías. El Ja.
al fin del siglo, con la conciencia de que pón y la China despliegan respectivamente

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FERNANDO GARCIA ESTEBAN

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E t\ s_us lineamientos generales, la plás tica na-


cwnal se adscribe a ciertas directivas for-
males del movimiento europeo. Esta posi-
El den-otero de nuestro quehacer artístico
queda decidido a mediados del ochocientos. Y
ción puede advertirse claramente durante la5 es precisamente entonces cuando el mundo en-
últimas décadas del siglo XIX y su afirmación tero se nutre de incisivas y flagrantes incon-
decidida en tal sentido habTá que reconocerla gruencias en varios niveles. Las contradiccio-
sin ambages para bien ubicar la producción nes son autoritarias e impulsan una imprevisi-
vernácula de los años que preceden a la Pri- ble serie de reacciones en cadena, superponién-
mera Guerra Mundial. dose, (aunque no casen entre sí), pesando y dis-
torsionando destinos por el empuje de su vita·
Toda América muestra e~a vocación, pero lidad desbordada.
las razones sustentantes de nue5tra particular
actitud parecen muy válidas, múy justas. E im- Conviene considerar que el positivismo SI!
porta insistir en ello porque resulta precipita- ha impuesto en el plano del pensamiento; que
damente falso suponer que así se define un dís- la humanidad en el ecumene de Occidente se
minuyente colonialismo culturaL La patria es enorgullece del conquistado adelanto científi·
joven e integrada en mayoria por inmigran tes co y técnico al par que aguarda esperanzada
y sus descendientes de una o más generacio· sus consecuencias directas, proficuts, alentado-
nes. Por otr¡¡ parte, la Banda Oriental no ha ras. T odo queda incluido en tan o}1timista e~
descubier to pasado precolombino brillante m tructura que alcanza a !o estético: a-su an álisis,
recibe, en su dintorno, legado colonial de per- a su preparación, aJ ju irío, al hacer y al con-
files propios y notoria excelencia. Concr-eta- cepto.
mente, e! uruguayo carece de antecedentes plás- Ad111itamos los presupuesto3 que configu-
ticos relevantes. ¿Por qué, entonces, habría de ran y singularizan esta etapa. La lógi<?- y su~
extrañar que reconociera sin violencia !a valía aplicaciones son válidas e insoslayables; per·
de su raíz ·en los atributos y cara,teres del Vie- miten deducir leyes que demuestran y certifi·
jo Mundo, ese del que p roviene? Ha importa- can lo que llegó a mantenerse por tiempo cCP
do todo o casi todo, acondicionándolo a coor- mo asuñto controvertible; así se- explica -el pa~
denadas de comportamiento típicas de su condi- sado, confirma el presente y predice lo porve-
ción. Por tanto; !a mentada dependencia de di- nir. Par tiendo, pues, de la existencia y presión

'
de determinados hechos, de concretos puntos mendo enfrentamiento realista a esa libértad. ta el ~iglo, y llegan los comienzos del actual ; ~mgulanza ~10 trena 1lJ coana el comp1omt10
de apoyo, el destino a cumplir es uno; acaece- Pero es cierto que no existen encomenderos; no los artistas continúan frecuentando los cen- de ser amencanos en lo vital directo.
rá fatalmente. Ciertas situaciones y varios he- parece necesario que se documente con imáge- Lros europeos por vía jcs de perfeccionamiento
nes, ni hay obligación implícita de servir a ins- . Alg~na vez se hizo hincapié en la temática
chos imponen un derrotero coherente; a igual- para mantener la revisión cuidadosa de sus m a-
hgurat1va. Pero el asunto ha de ubicarse máJ
dad de factores condicionantes le sucederá la tituciones caducas o de vigencia controvertida. ) ores. hondo; calar profundamente a través de la su-
respuesta legítima, razonable, imperativa. Esas Se arranca de la destrucción para construir;. ~e QueJa admitido, pues, que la lógica no pe_rficie. Lo entiendo como t1po de comporta.
generalidades pueden aplicarse al Uruguay, ca- está contra el pasado y la exégesis que Jo1 nim- pe~a para justificar lo enunciado. Pero es que miento que responde a la realidad y al con-
~o definido. ,En esta zona de América, un nú- ba; la dura historia de Jos "macchiaioli" sigue la incongruencia también se agiganta, se impo- cepto. Debemos recordar que si Blane1 pinta
cleo humano complejo ha logrado su indepen- manteniéndose como viva estampa de tan ar- ne y logra significado. El cienti[icisnJO ha La Casta Susana, como pintor de academia
dencia fijando normas y aspiraciones que esta- ' dua problemática. orientado a la estética, uisci plina scparaua del también atiende al paisaje y al costumbrismo~
blecen un tipo de convivencia político-social. Pues bien: nada de Jo anotado para la cir- u ouco filosófico, de~de Baumgarten en el siglo Pero si va más allá, si realiza El Angel de lo1
Es pueblo joven; no pesan, para él, largas e cunstancia histórico--estética de esos centros eu- XV'IU. La clasificación jerárquica y el compor- Chanúas -una especie de pronunciamiento
importantes tradiciones o trayectorias de crea- ropeos debía haber pesado en el proceso de la ramiento formu lario de sus precisiones re-sulta ~ndigenista-, res~elve el tema como cualquier
ción, calificadas y clasificables; será universa- realidad plástica uruguaya. Pero no todo se conclu yente y autol"Ítario. Todo empuje irra- Ilustrador extranJero que conoce por referen-
lista, abierto, sin atadijos. Su compromiso vital aviene con la lógica. Lo cierto es que también ciona l creativo debe ser analizado con cautela cias literarias al héroe de su tela. Lo c1erto ~
reconoce, además, el valor y la importancia del aquí se establecen querellas de escuela; y el ar- ) puesto en duda. Las normas del oficio y sus que el indio charrúa es, ya para Blancs, una
espíritu progresista, signo de los tiempos. tista actúa con desplazamiento temporal, reza- condiciones visuales deben admitirse y ser aca- entelequia. Y el cuadro, como tal, no queda
Por el mismo período, en Europa, varias gado por relación con los pioneros y adalides t:ldas sin dudas. Es más: sirven; los teóricos se muy alejado de la solución que define a su
naciones construían sus propios mundos den- de promociones recientes. Como efecto del ra- ocupan concienzudamente de demostrarlo. La San Juan Bautista, estudio olvidable de taller.
tro de similares planteamientos de aspiración; cionalismo, es justo que quienes soportan ca- 'ida dirá otra cosa; y el artista será su mejol
denas esteticistas se vean compelidos a violen- intérprete; pero aquellas eran las ditect1vas ·SO· Ya propuesto el punto, hay que penetrar en
y para lograr sus fines, luchan. En arte -como él. Existe en América una espléndida cantet a
en otros capítulos culturales- hablan de co- tarlas, deciden la oposición sistemática hasta bresalientes, desl umbrantes. Y hay más: para el
caer en excesos. No obstante comprobamos, pintor uru guayo, vinculado o dispuesto a reen- de vastas proyecciones pára la modernidad; es
menzar por destruir. Les pesa, los ahoga, el su pasado precolombino, que conocemos mejor
prestigio brillante, la validez canónica, incon- además, que la problemática adviene por for- contrarse con su medio, cuenta otra alternativ:1
ma imitativa, sin p.aridad de planteas ni simili- La sociedad finisecular exige que el artista cum- cada vez, cuya documentación se va ampliando.
movible, paradigmática, del pasado universal-
mente entronizado, que oscurece toda , tentati- tud en los puntos de partida. Quienes no po- pla determinada misión y esté preparado para Pero ese empuje poderoso, -más que rescata-
va de realización opuesta o en pugna con la seen prejuicios formale!, aceptan importarlos encararla. Que sea, pues, sol vente y sin estri- ble, activo-, será descubierto, asimilado y bien
autori:lad de aquel prodigio. Si el artista mo- con toda su secuela represiva. dencias, capaz de satisfacer sus requerimientos: conducido por europeos, precisamente. Loa
derno se siente intérprete fiel de su tiempo, si Los JÓvenes uruguayos van a Europa. Rápi- el cuadro histórico, el retrato. Esa misión fue suramericanos o hispanohablantes del norte
da y naturalmente entran en contacto con la~ ~atisfactoriame nte cumplida en todos los beca- recogen, principalmente, la temática, Cierta•
está inmerso en él -sabe, lo siente, lo vive, lo
aprehende o le es impuesto- que ha de pre- academias, talleres y maestros más famosos o rlos, desde Car ba jal. {onnalidades, el preciosismo regional o particu-
pararse para presentar batalla; en tanto que de má& publicitada solvencia; ven museos; co- lari~a~es típicas que traducen con lenguaje
realiza y revisa los principios rectores del len- nocen y enjuician al par que aprenden. Form<l- 11 tradicionaL Son otros, algunos grandes, quienel
guaje que emplea, habrá de contribuir a alejar dos o en tránsito de formarse, rl"a lizan: sigtl('!1 llegan a la esencia; no imitarán ni domestica-
de su presente la permanente comparación haciendo; pero ya embarcado~, por decisión .\delanLé que la orientación europeístíca se rán la grandeza de aquellos valores. Y no sólo
con el pasado famoso. Porque otros hay que personal, en alguna tendencia. Se han emban- furtalcce y avanza decididamente en la etapa b:a de advertirse que la mayor parte de los plás-
acatan sus convenciones y logran éxito. No se derado en corrientes o esr·uelas más o meno~ que precede a la guena del catorce. Expuse ra- ticos que nacen con esa tradit ión cultural, se
trata, pues, de una actitud general; pero im- oficialistas, inobjetables por bien recibidas; no wnes para legi timar la actitud en lo que al formarán en Europa; para ciertos casos, ea a
porta para los pocos que habrán de integral la suelen comprometerse con la actualidad activa Urug uay se refiere, sin que ello constituya jui- partir del reencuentro con la versión interpre-
historia calificada de su tiempo; por cuanto la que niega !dolos y fórmulas periclitadas. In- cio de valor. Quiero, de todos modos, agregar, tativa de lo americano por extraños, que revi-
fama oficial o de venta, no siempre significa sisto en que es fácil comprobar con datos ¡us que esas razones no me parecen tan convjncen- san caminos para seguir los propios. Estos ya
1
calificación satisfaciente; y el juicio crítico pos- tos, cómo aquellos artistas, viajeros estudiosos, tes en otros medios culturales de América. Na- se habrán deformado. Y será, esa sí, inútil o~
terior habrá de corregir las preeminenci~s cir- son simples espectadores de la revolución com- turalmente que aludo a aquellos núcleos don- cu~ncia. O programática nacionalista; que no
cunstanciales. Quienes advierten, porque son pleja que está aconteciendo. No se asimilan a de el pasado inmediato, autóctono, feraz, tiene vahda por sus logros tanta preocupación acer-
lúcidos e intuitivos serios, que las fórmulag la juventud revisionista y contradictoria: pre- vi~ncia, donde se reconocen cauces magnífi- ca de lo autóctono. Ya sé que lo que vengo di-
plásticas recibidas resultan incapaces de conte- fieren el amparo de lo instituido. No olvide- cos para la autenticidad creativa. ciendo es harina de otro costaL Pero entendí
ner la carga emocional y el mensaje profundo mos que Juan Manuel Blanes, Diógenes Hec- que al menos debía plantearlo; vale la pena
Se ha culpado a Uruguay de dar la espalda
de una sociedad con compromisos revolucio- quet, Laporte o Pallejá -p_ara citar algunos que alguien que más sepa y quiera, lo enfrente
a su ~ontin~nte, de no integrarse a la inquie-
narios y claro intento de levantar otra existen- de los importantes del ochocientos- se hallan sin pudores; que desnude el problema; pues,
tud d1ferenciadora, autónoma, de lo americano. es efectivamente, problema.
cia p<lfa el futuro inmediato, buscan y hallan en Europa durante el movimiento impr~sio­ ¿Por qué aceptar los grandes movimientos ar-
nuevos cauces. No sirven a sus fines, ni la pu- nista y sus correlatos; pero no los roza. N1 ~\­ tísticos foráneos en vez de sentirse intensamen- Puede hilarse una larga línea de nombres
reza del dibujo, ni las virtudes eclécticas -po· quiera encaran o atíenden, para mejor ampli- te vinculado al ancho medio compartido por que demuestran la amplitud que tiene, en Ya
co exigentes fuera de la facundia técnica- del tud de oficio, los aportes y renovadas expenen- tazones geográficas y de relación histórica? El práctica, esa necesidad cumplida de aprendi·
academismo, ni los grandes temas. cias de quienes comparten con ~llos paralela fenómeno es cierto, en parte. Pero se plantea zaje en el extranjero. Algunos volverán; amo
Se ha logrado libertad e individualidad de raír. generacional. 1' mal. Porque no hay unidad cultural aborigen; pliarán hor:izontes; harán magisterio y cultiva-
lenguaje; con ello se impone, también, el treo Dicha propue&ta se mantiene cuando finali- porque el sentir universalista y abierto que nos rán el oficio con laa limitaciones inherentes a J

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son atendidas por la mayor parte de los litera- artículos periodísticos, en opúsculos, en encen-
la condición dd medio. Pero ha de tomarse en y sus características, con soltura. Constituye tos; entonces, existe la conciencia del compro- didas disputas por la prédica oral dentro de
consideración, asimismo, a los aficionados y al otra faceta cultural apreciable para una ciuda- miso; ciertos artistas lo registran. No es el los ceháculos y las tertulias de café. Asi con-
más reducido pero importante núcleo que de- danía sofisticada y medianamente aldeana. El compromiso con la llamada Patria Vieja. la movían el, chato ambie?te burgués; era lo que
cididamente emigra o se mantiene por lapso buen aficionado tiene mérito; y no se compro- exaltación de la gesta emancipadora, la afirma- se propoman; lo anunciaban; crearon el escán.
ex tenso fuera del país. mete. Grave en cambio, es que tampoco se ción de las personalidades de relumbrón; es el dalo. Pero no se anota, en esa serie de indivi-
comprometa el artista cabal. Y esto lo aflrmo que mueve y conmociona todo el anda mía je dualidades relevan tes, a los plásticos. Quedan
En aquella sociedad era de buen tono, para
pensando en la época que trato. No porque me mantenido: desde lo social hasta la prédica con- al margen; o actúan desde otro plano. Si con-
la alta burguesía, dedicarse a pintar o a hacer Vl'l ·~
ejercicios de ornato, coqueteando con el arte y imponga, hoy, premisas de juicio sociológico, curren a las reuniones o se interesan por esa
las artesanías. Muchos de entre ellos no pasa- bastante en boga, que coquetean con interpre- problemática, su posición será circunstancial 0
rán de esa etapa mínima que les permite ha- taciones marxistas y solo exaltan lo que entra 111 pasajera. De ahí que la actitud indicada resul-
blar con cierta soltura y varios preconceptos en dicha línea. Puesto que declaro reconocer te tan notoria y que necesite señalarse aparte
la importancia de lo irracional, si he analiza- El n\ovimiento cultural del período ha de al artista que cultiva la pintura, la ilustración
acerca de temas importantes en las tertulias y
do con amplitud las distintas formas y etapas tonsiderar muy especialmente a los escritores o la escultura. Comparten de otra forma la re-
visitas. En otros, la semilla dará frutos insos-
del arte plástico; si entiendo la historia con la y, en particular, a los poetas. :estos, que sienten lación con Europa rectora; pero se retraen al
pechados. ¿Por qué no traer a colación, ahora,
perspectiva de hoy, no voy a embarcarme en fuertemente el deslumbramiento de París, en- taller o a la divulgación docente, con notorio
que el ilustre abogado, don Pedro Figari y su
esquemas pasatistas. Porque el rigor cientificis.- troncan, con· la generalidad europeística, pero dejo exclusivista; con diferente compromiso.
esposa, de prosapia patricia, frecuentan las cla-
ta ha caducado; porque la sociología del arte resultan más excluyentes y conclusivos. Llegii;· Se mantiene, es cierto, la imagen escultórica
r;es de un maestro italiano tan solvente como
es un capítulo de la sociología, pero no tiene rán a interesarse en otras posiciones, pero son del propietario del Polo Bamba, café de escán-
inane? Ellos cumplirán asimismo y tal como
los otros, el viaje a Europa. Pues bien: de aque- entidad aparte. Las meditaciones de Guyau y extremistas hasta en el alarde de extranjerismo; dalo; precisamente, tal testimonio resulta po.
sus seguidores son lecturas olvidables. Y la ob· lo declaran abiertamente; y ello no daña a su bre, por aislado, cuando ha de ocurrir en el
lla época quedan firmados por Figari, algún
servancia de rigurosas leyes históricas respon- prod1.,1cción. Enaltecen continuamente a la Ciu- tiempo de una intelectualidad joven que se
retrato de sólida factura académica y hojas a
den a cierto empirismo superado. La realidad dad Luz, que los embriaga, aunque no la co- mueve con pujanza y no duda ante la audacia.
la acuarela con escenas italianas que parecen
del arte evidencia, precisamente, tle manera nozcan sino· por mentas o experiencias ajenas;
copias de ilustraciones. No apunta, en ellas el E?tonces, al analizar y ubicar al plástico,
concluyente, irrebatible, que por más normas y toda ádjetivación encendida se acompaña de
genio y la audacia creativa que habrá de singu- conviene observar Jos talleres, las pocas galeríaa
que inventan o elucubren los teóricos, el crea- denuestos a Montevideo, pobre toldería de in-
larizar al gran maestro. De todos modos, queda de exposición, la docencia más organizada. Y
dor auténtico seguirá su propio derrotero. Y dios. No tomo en cuenta el llamado Vicomte
demostrado cómo alentaba en él una directiva habrá que reconocer cuánto se interesan aque-
las circunstancias vitales contienen, a cada pa- de Lautréamont, que se establecerá en Fra n-
premiosa hacia el quehacer pictórico; como si l~os artistas por problemas formales y de temá·
so, variantes insólitas por acontecimientos im- cia y contribuirá a enaltecer la aventura ~s­
dijéramos, estaba forzado a cierta fatalidad vo- t1ca ; cuánto los inquieta ubicarse en determi-
previsibles; el hombre vive y utiliza reglas, pe- pléndida de los modernistas galos; él constitu-
cacional. Y se confirman tales directivas por nada linea par~digm~tica. Cambian o amplían
ro no se compadece de ellas cuando lasrcircuns· ye personalidad aparte, incluso porque contie-
los hechos que jalonan su existencia desde la el reper tono figurativo; por los procedimien-
tandas lo enfrentan a supuestos y concreciones ne y vuelca una carga imaginativa desbordante
indicada afición hasta que lo absorbe el pintar. tos; por los planteamientos de composición. Al
distintas. El hoy y aquí, el enfrentarse al com- poco común entre los artistas uruguayos. Pero,
Me refiero a trabajos teóricos; a la actividad recuerdo que Pablo Minelli González se Ie- retrato de los personajes, sucede el intimista o
promiso politico por la soluci6n estética, es
docente y directiva; a la relación mantenida bautizó como Paul Minely; pienso en los es- ambientado; persisten encomiendas de histo-
todo un programa y constituye una expectati-
con los plásticos jóvenes, a la frecuentación del cándalos que animaba Roberto de las Carre- rias y decoraciones, pero va imponiéndose cJ
va legítima; pero también empieza a desgastar-
Taller de Milo Beretta en el Prado, a la prác- ras; atiendo la presencia de Ruben Darío, el pa.isajismo y el género Se rompe con la acade-
se, a transformarse en muletilla por el empleo
tica espaciada de experiencias cromáticas que exquisito, en estas márgenes del Plata. ffil~;. y, no obstante, queda la preocupación es-
incondicional de sus factores. Permite negar a teticista.
cumple sin rigor ni intención escolástica, junto varios cultores de la plástica contemporánea; Como situación histórica, las incongruen-
a sus amigos, grandes coloristas. Si hoy recor- permite negar, incluso, varias etapas y obras o cias siguen superponiéndose. Aún existen las Con nuevos becarios y con la vuelta a Euro.
damos aquellas primeras tentativas y aquilata- posiciones del pasado. Pero se abusa de la fa- ~~er~illas o patriadas; todavía se enciende el pa- pa de los que ya habían bebido en aquella•
mos la preocupación que lo guía para asentar cilidad o-ítica que otorga; y se cae en renova- trtotlsmo y se entronizan los partidos tradicio- f~e~tes, el ~ordón umbilical que liga a la tra· ·
la formación que llegará a imponer, es por el das y más cargosas variaciones de otros rece- nales. Y nada de esto impide que, coetáneamen- dición , foranea se engruesa. Quienes viajan,
contraste y la tipicidad de esa línea de compor- tarios. te, se vayan difundiendo ideas de empuje uni- suelen volver fortalecidos en su posición; la
tamiento que sigue y que le permitirá la más vers¡¡.} por la acción de grandes líderes anar- han .~d?.ptado una vez y merece pocas varian-
Reitero entonces, que al proponer la obser· tes; dificdmente recogen transformaciones ra-
rotunda afirmación, desasida de compromisos. quistas italianos y españoles y la difusión de
vación, lo hago a sabiendas; y con las limita- dicales.
Muchos más hubo, por entonces, que se ideas de izquierda o de teorías importantes.
ciones de ubicación temporal que entiendo jus-
ejercitaron en el oficio sin tan serias conse- Esto acontece desde los Centros Político-Cul- . Al insistir en esta relación voluntaria, posi-
tas; y que interesan para el tiempo que trato.
cuencias. Desde profesionales que llenaban ra- turales y por las publicaciones periódicas pan- tiva, segura, habrá que recordar, ahora precisa-
En las pocas décadas de entorno al novecien- fletarías, la edición de libros baratos en buenas mente, a quienes se alejan del medio y se in·
tos de ocio o descanso con la práctica pictóri· tos con mayor ingreso al siglo actual, está in· tr~ducdones. de los vanguardistas del pensa- corporan al extranjero por largo tiempo o de-
ca, hasta quienes quisieron empinarse a cate· cluida una crisis violenta, agitada, que se sien- miento político. Pues bien; muchos de los lite- finitivamente. Porque algunos de esos nombres
goría artística; que no son contemplados en las te universal; que se vive y respira; de la que ratos se unieron a esta convencida misión: so~ demasiado importantes en el balance pos-
reseñas históricas; que no llegan ni entrevén la
parece imposible escapar. Los uruguayos partí· contribu.yeron a la revisión sistemática y a la tenor de nuestra historia. 'Uebieron pesar en
tierra prometida; que ya es hora de desco- cipamos de esa convulsión internacional; pero destruccrón audaz de principios tradicionales. París, Roma, Barcelona o Madrid. Pero su fuer-
nocer.
consta que varias ideas y directivas fermenta- La ag~tación, el n~rvio, la acción y el proceso za más activa habrá de ubicarse aquí y queda-
El arte a escala menor es cosa de moda; vis- rias de la agitación han sido importadas. Y esas se defmen en escntoi, en libros, en gestos, en rá pospuesta para el retomo que, en ciertos ca-
te a quien lo practica pues puede referirse a él condiciones, con la agresividad a que incitan,
.,
,s Artes. Esto es: no hay predisposiciones Pues bien, en la obra de Saez, -croquil, di-
~o• senaJaaos, aconrece bastante uempo aes- Carlos ::,a~z, en cam010, retornara muy jJIOII · 'icíalisLas; se acata la probtdad, responsabili- bu JOS o pinturas- todo ese andamiaje forma-
pués del período que tratamos. Conviene pun- to; se había mstalado en Roma ; tenía taller en ad y especialización dirigente de quienes ha- l isLa se destruye. El artista usará el contralus
tualizar y caracterizar algunos casos. vía Marguta; estaba seriamente ub~cado en la lÍan tomado sobre sí la tarea de formar en lo notorio; cultivará el inacabado repentista; tra-
Carlos Grethe es un uruguayo; figurará en- línea del modernismo peninsular y es uno de >lástico allí donde no existían talleres ni es· tará de fijar el instante dinámico, el gesto, la
tre los artistas que constituyen el envío na- sus mejores exponentes. El señorito de excelen- :uelas estables. transición temporal, la esencia de las cosa~o
cional a los festejos del Centenario Argentino, te formación,_ solvente y genial, agostará rápt- Pondrá énfasis en la evidencia material; sut
como habremos de recordar luego; pero no po- damente su vtda, encendido por la fiebre de la El Circulo se había constituido en 1905 p01
obras se construyen con pasta generosa, mode-
demos referirnos a él, ni juzgar su obra. Por- belle époque y quebrado por la tisis. Com'o en iniciativa de un gr upo serio ue artistas, aryut-
lada, con ritmos notorios, bien acusados por la
que se asentará en Alemania; quedará afinca- los otros 'casos, Europa no lo considerará púa tectos, intelectuales; la dirección del taller de-
contera del pincel; con abigarramiento de e~
do. en Munich para obtener, allí, cargo jerár- ubicarlo en su historial. De todos modos, coll~­ bió ser ejercida, desde el principio y por al-
Jor y alteracióh del tono. No describe los seret
qUico denuo de uno de sus museos; eso es casi ta que enriquecería a la generación romana. "'unos años, con breves interrupciones, por
ni las cosas; las apunta con gesto firme, segu-
todo lo que podemos decir a su respecto. La \ También resulta incomprensible que Barcelo- Carlos Maria Herrera, que traía savia renova-
ro ; se define con desenfado informal, aludien·
obra qt1e realizara y que mantiene el Museo na y París guarden escasísima obra de Torres da en el enfrentamiento a la pintura, en sus
do apenas a las cosas y figuras que agrupa. e~
Naci_ona~ c~e. Bellas Art:s, permite suponer que Carda y que de Barradas quede, e.NJ Espa 1i ;1, posibi lidades y directivas. Su vocación había de ]orea partes del di bu jo, intuye el tratamiento
admira Hl ulllmenLe y sJgue sin brío a Bocklin, el recuerdo emocionado acerca de s\J excepno- Jijar directivas importantes. del ól eo por partes; deja cantar la presencia
liUtor a quien muy pocos respetaban, ya en ton- nal condición humana por parte de Jos vwjo., Pero la acción vibrante, la más felizmente de la tela de fondo. Sorprende a la vida.
ces. Resulta, pues, como indicación, otro apor- que, siendo jóvenes, lo trataron. altiva en la afirmación renovadora que da es-
te a la condición desplazada de los autores uru- Por ese importante y generoso antecedente,
Algunos plásticos de esta etapa previa <~l paldas a Jos principios académicos, habrá de es que la presencia y actuación formativa de
guayos. reconocerse en la potente realización de Car-
año 14 merecerán atención especial; y habre· Herrera o Blanes Viale, derivados del luminis-
Pero tambrén por estos años enugran don mos de referirnos a ellos por su significado o su los Federico Saez, que muere demasiado pron- mo español, adalides del color, cultores de nue-
.Joaquín Torres García y Rafael Pérez Barra- proyección formativa, sin que a l señalarlos se to, pero que se distingue como creador en el vas y distintas premisas de realización, no re-
das; ellos ti enen den·otero intenso y se califi- proponga comparación jerárquica. Porque in- alto alcance del término. Si varios de los pocos sultará tan chocante, ni sorpresivo; y tendrá la
can con autoridad. El primero habrá de incor- teresa menos elaborar una lista de datos con co- ·años de su carrera no se fijan aquí y si no in- feracidad que efectivamente habrá de compro-
porarse a Jos movimientos de avanzada de Es- mentarios escuetos que ubicar las característi- terviene como docente, su magisterio resultará barse entre sus discípulos del Circulo.
palia y Francia; vivirá en varias ciudades de cas sobresalientes del período. Para ello con- fecundo por el ejemplo. Habrá de influir, a
Europa y en los Estados Unidos. Se comprome- vendrá de todos modos, partir de un documen- largo plazo, en otros artistas de relevancia in- Carlos María H errera hace sua primeras
te )' actúa con los lideres de toda activación re- to importante que fue recientemente aludido: discutida; que se apoyaron en sus desplantes armas en Buenos Aires; luego viaja a Europa:
novadora, sin perder autonomía. Es, pues, fu e- está en Francia, Italia, España; toma clases en
la sel~c~ión qu_e representó al Uruguay en la positivos sin perder, por eso, la individualidad
ra del país q ~e cumple el ciclo decisivo; y lo que h abría de caracterizarlos; me refiero espe- Roma, con dos pintores de origen hispano no-
ExposlClón Umversal de Buenos Aires dumnte
ha ~c. con se11t1do revolucionario, por obra, por los festejos del Centenario de 1910. ~a emb;¡- cialmente a don Pedro Figa.ri; quizá deba in- toriamente olvidables. Hace la preparación
pred1ca. Apoyará, entre otros, al muy discutido cluirse, para otro balance posterior en el tiem- académica del buen dibujo; se deslumbra con
jada estuvo presidida por Carlos A. Castellanos,
Piet Mondrian; publica con Se_uphor Cercle Carlos María Herrera y Milo Berreta; ]as obras po, a De Simone. el cromatismo brillante de Anglada Camarasa
<"t Cané; está, pues, en la vanguardia firme se seleccionaron por los dirigentes del Círculo
y de Sorolla. Será, pronto, campeón de los co-
Recordemos que el academ1smo se ampara- lonstas vivaces, cálidos; buen realizador del in--
del hacer pictórico. Seupbor no lo recuerda si- de Bellas Artes e incluía a los citados artistas ba en convencionalismos de solvencia irreba ti-
qu iera cuando escribe su libro sobre Mondriao junto con los pintores en actividad: Carmelo timismo. Y concluirá imponiendo su penon~
bie; por el dominio técnico y la adecuación de Jidad con una síntesis de antecedentes disparea
Y lo trata como si no lo conociera en su Díc- de Arzadum, Pedro Blanes ViaJe, Roberto Ca~­ Jus directivas, siempre se llegaba a la corree·
ciona1·io de la Pintura Moderna. Pero Torres y de diferente ubicación temporal que, no oh&·
tellanos, José Cúneo, Antonio 'Curci, Gutller· ción. Y entonces ese era un mérito; hoy resul·
G ::~rcía es persouaje de primera fila entre aque- mo De Pro, Carlos de Santiago, Andrés Etche- tante, logra unificar.
ta denigrante; tildar de correcto al hacer de
llos grupos revoltosos de las décadas primeras barne Bidart, Carlos Grethe, Guillermo Rodn- un pintor es, también, disminuirlo, desplazarlo Su producción será amplia, rica; no la de-
del novecientos __europeo. Volverá, maduro y guez, y otros fallecidos: Juan Manuel Blanes, con fácil elegancia. El académico no abandona bilitará el ejercicio de la docencia que a mil·
con renovada VISIÓn. Y, entonces, dejará su si- Al?erto Cas~~llanos, Manuel Larravide, José la realidad ni comparte la fe intensa del natu- chos suele adocenar. En su relativamente corta
miente. M1guel PalleJa, Carlos F. Saez y Máximo Sturla. existencia hay obra dispar y mucha importante.
ralismo: se tiñe de romántico, pero sin fuerza ;
Cuando Barradas emigra también ha hecho Para la sección escultura se eligieron obras de parte de lo clásico y no es integralmente con- Tanto que podrá olvidarse o relegarse en la es-
poco; en España se ubica rápidamente, orienta José Domingo Barbieri, José Belloni, Lu1s P. ceptual. Resulta ecléctico, selectivo; pondera- tima, a los envíos primeros tan vinculados al
y adopta posición desprejuiciada. Interviene en Cantú, Juan Carlos Navarro, Miguel Rienzi y do. Precisamente defiende la corrección del di- hacer de sus maP.sttos; tampoco tendrá que exal·
el medí~ intelectual hispánico como dibujante, José Luis Zorrilla de San Martín. Había, pues, bujo y el equilibrio compositivo; utiliza con tarse el cuadro histórico ni la mayor parte de
como pmtor, como creador de tiras cómicas nombres de reconocida trayectoria y ejemplo mesura el claroscuro, pesquisa el acabado, el los paisajes. La personalidad del artista está
para niños, como escenógrafo y figurinista en de otros muy jóvenes que mostraban talento, pulimento de 1~ superficie pintada; utiliza las intensamentt! ligada a la concepción y solución
el teatro de arte que dírigía Martínez Sierra. a quienes se reconocía temprano, aunque va normas de la perspectiva geométrica y aérea, el del retrato.
Volverá a Montevideo para morir, en el 28: ríos quedaran en promesa. De todos modos ad- modelado convincente. Ubica los modelos, des- No cabe vincularlo con los impresionistas.
poco antes de Torres García, con quien se man- viértese 'que ya entonces, quedaba afirmado el cubriendo el artificio de la pose que parece ex- Quienes siguen esforzándose en catalogar por
tiene vinculado desde Barcelona. En esta últi- valor y la distintez de quienes, posteriormente celente virtud; quizá porque es así que logra corrientes, pueden echar mano alluminismo es-
ma etapa, la nostalgia montevideana Jo lleva- -algunos viven- escalarían posición espec· elegancia o armonía. La luz se ubica arriba pañol, con el que notoriamente se emparenta.
rá a plantear y resolver la serie de estampo- table.
desde afuera, a la izquierda y hacia adentro del Aunque, en ese sentido, más decidida resulta
nes con la que se reincorpora sensiblememe a También interesa mucho advertir que se en· --como lenguaje y convenciones-la pintura de
la condición propia. espacio, aludido.
comienda la tarea selectiva al Círculo de Be-
Blanes Viale. Este arranca, además, de otro fuerzo ubicar sus proyecCiones en aquel Monte- y amplia del Círculo, de algu!-los maes?'os q_ue para señalar directivas sin imponerlas. Ade-
maestro de calidad señalada; Rusiñol; y tan n- video imitativo de una Europa decadente. Sa- se instituyen como tales con ciertas dosis de m- más, permite que el principiante de la aldea
eo apoyo beneficia su lenguaje. Es por la pré- tisface, entonces, la vanidad de damas y seño- dependencia, de la continuada búsqueda en montevideana frecuente y copie para aprender,
dica del último nombrado que se admite una res empingorotados, de algún intelectual de Europa y la prédica de quienes se reencuen- ejemplos de artistas cuya fama ha ido impo-
determinada sistematización de colores; el cro- luste; todos habían cumplido, repito, su viaje tran con sus coetáneos después del viaje, habrá \niéndose en el mundo entero. Los revoluciona-
matismo violado a las sombras llega a ser receta a Europa. De allí importaban mausoleos a bue· que anotar otro hecho trascendente. Me refie- rios revisionistas se han aceptado e integran laa
y a él se debe. Muchos de sus alumnos y ad- nos canteros italianos para adornar los cernen· ro al Taller, a la personalidad y a la acción de más calificadas colecciones de museos. De algu·
mirador{:s padecerán de esa conquista perversa terios con el ejemplo de Génova, caso flagran· Milo Beretta. na manera, la obra realizada por ellos es fuente
que impone cierta uniformidad a una muy lar- te del monstruismo efectista, insustancial y sa· estupenda para seguir la pericia renovadora;
ga serie de paisajistas. Por la influencia de es- Este es autor que no ha contado hasta aho-
tisfacicnte. Son quienes pretenden que la caso· así acontece doquiera. Y aquí ocurre con las li·
tos autores, la misma luminosidad nacional se na que levantan s·e parezca a palacios antiguos ra, con la atención que impone. Se trasladó a
París para completar su formación en música. mitaciones que al medio y a las circunstancias
vierte con vibración mediterránea, más posible o se ubique en alguna modalidad estilística ca· corresponden. Pero no es tema a dejar de la-
para la región mallorquina. talogada. Para enaltecer la solución importa· Pero hizo el aprendizaje de la escultura con
rviedardo Rosso, lo que indica una fuerte dosis do ni a tratar con superficialidad; porque ha
De todas maneras, cualquiera que se ha- ron, también, azulejos, apliques, réplicas de pesatlo en la formación de los artistas de aquel
bustos o atlantes. Ellos encontraban excelentes de compromiso renovador; y, estuvo muy rela-
ya enfrentado a algunas teorías sobre impresio- cion.ad_o con Jos pintores de avanzada. Al fin periodo. Y ha tenido diferentes consecuencias.
nismo y complete su saber con el análisis im- realizadores en el grupo de artistas que, como
Herrera, hundían sus raíces en aquella línea dedicará el mayor empeño a pintar. Los pocos Q ue muchos de los nombres que se citaron
pío de quienes constituyen el grupo, saben que ejemplos de estatuaria que de él se conocen le con relación a la Exposición Universal del 10
no hay manera de definirlo, de encuadrarlo eu tradicional. Pero Herrera superaba tan limita-
da aspiració n; porgue su capacidad estaba más señalan como un buen epígono del más exqui- en Buenos Aires no llegama a demostrar, en
alguna versión 'conceptual. Existen aspectos de sito revisionista de la escultura universal en su hechos, tanta distinción jerárquica, resulta me·
factura que se fijan como principios de com all á de lo imitativo. Y se nutría de savia pro-
pia, incluida su realidad nativa. tiempo. nor frente a la otra serie, la de aquellos, efec-
portamiento para instituir la escuela. Pero no tivamente prometientes, que persisten en la ac-
hay escuela. El hacer del grupo acontece; ocu- Claro que, dent10 del Círculo, ~i Herrera La actividad pictórica de Beretta está, ella
fue - como Blanes Viale y, circunstancialmen si, nutrida por ciertos principios técnicos del ción plástica y se imponen con altura. Siempre
rre y se impone. La base profunda es intensa- habrá de señalarse la "'ariedad de su lenguaje.
mente romántica; y, por tanto, las soluciones te, algún extranjero afincado, como l\fario Par· impresionismo. Pero, más allá de la serie de
pagnoli- campeón del cromatismo, de la pin· óleos que deja, inconclusos o no, interesa se- El plástico nacional difícilmente se ata a una
personales, pesan por encima de todas las pre manera concreta, formularía. Tampoco adopta
visiones; el buen román tico tiene y osten ta ce lada libre, de la paleta brillante y uso de co· ñalar que de aquella estancia en París, de la
lores contrastados, hubo otros, que enseñaban relación con los pintores del nuevo lenguaje, un procedimiento hasta agotar sus posibilida·
acento propio, impone la interpretación direc- des. Esto justifica, asimismo, que el panorama
el acatamien to a la pureza dibujfstica, a la or· trae a su Montevideo, información, dosis de
ta, reniega de propuestas formu larías o de con- de nuestro arte plástico, en aquel período que
venciones. Entre ellos cuaja la libertad más en- ganizacíón compositiva. Vicente Puig, se cuen· entusiasmo y un a breve pero muy importante
ta en tre ellos; y el ejemplo que adopta es Zu· serie de obras. Entre las pinturas que constitu- precede al año 14, contenga tantas facetas y se
cenclida. De ahí que, para el teórico o el anal IS· produzca, en el balance final, la comprobación
loaga. ye n esa colección está una Diligencia de Van
ta crítico, resulte difícil asir en un haz de fra.- de altibajos notorios. Por donde, aunque el
No interesa demasiado, ahora, se1ialar ca· Gogh y telas de Bonnard y Vuillard.
ses las condiciones exactas del movimiento; al plástico no demuestre, como lo hace el literato,
fin, no existen. racterísticas y consecuencias; importa advertir Los jóvenes de aquel período frecuentan su
e) hecho, porque es otro síntoma del desplaza. un compromiso directo con la crisis existencial
estudio de la calle Lugano, en el Prado. Allí se de su hora, si no lo manifiesta en imágenes,
Muchas veces, Herrera incluye la fuente miento. Efectivamente acontece en ese momen· realizan. intensas tertulias, se discuten proble-
luminosa en el interior de la tela o del cartón; to, v en Montevideo, una intensa polémica en- nada lo priva de incluirse en la agitación fértil
mas, mientras disfrutan y analizan la obi'a reco- de la etapa. Al fin, quizá, debamos reconocer
el espacio al que alude se enriquece con matl· tre los partidarios de la !mea y los cultores de gida por el limitado coleccionista. Más de uno que podía tener sólidas razones para ello. El
ces; es cambiante y amplio. Utiliza varia~ técn ¡. la eh p1osión colorística. Esto motivó sesudos copia a Van Gogh; otros asimilan la síntesis to- orador y el literato lograban posibilidades de
cas y entre otras, cultiva el pastel, que le per- discursos en la Academia de Luis XIV: fue r :ti, la sutil variante de los matices y la suntuo- acción efectiva que no corresponden a la mo·
mite rapidez en la factura, elegancia sobria y preocupación de varios teoricos del siglo XIX : sidad del empaste en los intimistas; o pesquisan da lidad del pintor o del escultor. Emplazado
amplia fijación de lo transitorio, dinámico. He- pero pa1ece excesivo p01 mútil que se plnntee caminos por las mágicas variaciones lumínicas, a la figuración y a las varias maneras de trans-
rrera está fuertemente interesado en la retlatís· con preocupación seria, aquí y ahora. De todas sugestivas, directas, de las cabezas de Medardo cribirla, evita el panfleto, la ilustración, lo ob-
tica; su facundia supera el mero dominw del maneras. la intensidad -mejor que las razo- Rosso, auténticamente cerúleas. También se di- vio. Cuando se advierte que decae el género
oficio; enaltece el asunto; lo nimba de sens1b1 nes- pesan para validar la cosa; porque tam- rigen al aire libre para plantar sus caballetes y histórico, también registra cómo interesa el
lidad y de calidades interpretativas. Incluyo a bién denuncia fuerte preocupación y alto em- superficies frente a una naturaleza con la que presente. Y qué enfática actitud adoptan para
las damas insustanciales que le posaron tanto peiio por parte de quienes están decidiendo el conviven. Y trasladan la asimilación europeística. rescatar lo fugaz de una existencia que mante-
como a los modelos de más entidad por cu ya acento de una plástica vernacula, no opuesta a
individualidad enriquece la trayectoria plás la linea europea pero sel'íaladamente individua- Les falta el gran bosque; pero quedan suce- nía el empeño de la felicidad por encima de ha-
tíca; y destaco la serie de niños donde impone hsta ; y cada vez mas auténtica. De todos mo- dáneos bastante ralos en la costa del este que líes controvertibles o incoherentes. Esa itnpot~>
una muy sutil síntesis. Es que la línea tradi- dos, guedan afirmado un organismo d~cente en permiten disponer el enfrentamiento con ellos tancia del inconíormtsmo, de la pesquisa segu-
cional que recoge y amalgama sin violencia, lo .plástico, con varias aperturas a la hbertad y v apresar la cualidad atmosférica propia. Tam· ra, de la experiencia sin exceso, del conflicto
revisa los mejores ejemplos en dicha temática. fecundo respeto por los alumnos. Estos no sien- bién exaltan los breves riscos rocosos, las eleva- entre artista y sociedad, se atenúa porque tam-
No es difícil ni parepe audaz vincularlo a los ten el compromiso de la versión canónica, de la ciones cerriles; o rescatan alguna ruina no muy bién logran desentenderse de la provocación
mejores exponentes del rococó, incluyendo a escuela oficial o su variante académica. perdida y de escasa solera. Los mueve, siempre, gratuita; he aqui el acento propio que enun-
pintores ingleses del XVIII. Y al a!egurar lo el potente empuje romántico. ciamos. Y asi llegarán a disponerse las bases pa-
que antecede no lo tildo de secuaz o imitadc6; IV La personalidad de Milo era atractiva; y ra legitimar lo hecho y la empresa que luego
la cantera sigue siendo feraz; y no le cuesta es- Ahora b1en, aparte de la enseñanza regula:r tenía don espedal para la relación convincente, tendrá que emprenderse.

CUADERNOS O~ MARCHA NUMER~ 22/FESRERO !969


Dos notas necesaria$ reproducción en blanco y negro del óleo de
.Juan Manuel Blanes "Historia del Tuuon" que
Después de escrito lo q ue antecede tuv~ ac- se repr oduce en el tomo II del Catálogo de la
ceso a dos importantes docwnentos que alteran gran Exposición homenaje de 1941, no permite ART URO S . VJS C A
y llevan a revisar - parcialmente al menos- reconocer el interés de compromiso, de ácida
algunas afirmaciones de lo enunciado. toma de posición que, en la alegor1a simplislt
Sobro Carlos Grethe. - El Dr. Carlos A. se desarrolla. La versión de esta obra que man-
Bauzá que volviera h ace poco de Alemania, in· tiene en su colección privada la Sra. Hilda S.
vestig6 seriamente acerca de nuestro pintor du- de Slowak y que pude ver t·ecientemente, cons-
rante su voluntario alejamiento del pals y la títu;ye, no obstante, un hecho plástico realrnen·
notable incidencia de su personalidad en aquel te msólito y de mantenida actualidad. Si ha
medio. Ha escr ito un texto bien documentado, de entenderse como excepción en la trayecto·
que espero sea impreso pronto y que amplía
aus tanc1almente el necesario análisis de la ac-
tividad y aportes del artista. Realizador acti-
vo, maestro, Líder, se afirma en Karlsruhe y
luego en Stuttgart, ciudad donde muere y don-
ría del taller del maestro, vale con tal alcance;
y mUcho. Sobre el poncho patrio, el gato blan-
co se enfrenta al cuzco colorado; ambos osten-
tan similares manchas negras; y rodean un li -
bro abierto que se distingue por el titulo de la
VIDA LITERARIA, UNA VISION
de una calle lleva su nombre; ese nombre que,
en la putida de nacimiento montevideana era
Karl y él mantuvo como Carlos, sosteniendo
siempre ademá11 y con orgullo, su origen uru -
¡uayo.
Sob1e t~it~Sura c:le incidem:i11 políiica. Lt
pintura. Como, por otra parte, está autorltaria-
mentc pintado, sobrepasa la simple visualiza-
ción de . un enfoque sarcástico :sobre una histo-
ria de partidos a los que, entonces, la vená sll·
tlrica del pintor no reconocía pureza de color
ni decidido e:nfrcnta:mientn
DEL NOVECIENTOS
J. VJSlON GENERAL

E L ambiente intelectual del Uruguay, en la


última década del stglo X I X y la pnmera
del siglo XX, se caracteriza por la gran vane-
da que algunos de estos creadores imf>llsitron
a su orientación literaria golpes bruscos de ti-
món que varió su trayectoria. Y se acrectenta
dad de tendencias que se entrecruzan y que aún mds si se recuerda -quedan citadas sola·
lan pronto parecen converger hacza un centro mente las figuras prominentes de la llamada
común como fJartir ele un centro común para generación del novecientos- ~ue se hallan aún
diverger bien pront o. Esta heterogeneidad hace en pleno at·dor creador algunos de los máxt-
que el perlado indicado sea un período extre- mos escrttores de la promoción antertor. j uarr.
madamen te complejo. Para intuir esta comple- Zorrilla dfJ San Martín (1855-1931) publica ese
¡idad es suficiente recordar los tmzos de la obra gran mural épico-histórico que es La ej>?peya
'' personaltdad de las figuras más represenlali· de Artigas (1910) y Eduardo Acevedo Día:.
vo.t. El periodo se dibttja, entonces, con lo.r (1851-1921) cierra con Lanza y sable (1914) w
rasgos de una fisonomía intelectual que aúna tetralogía épico novelesca, iniciada con bmacl
muy diversos matices. ]1mto al naturalismo (1888}, seguida con Nativa (1890) y contmuadll
:.oleano de gran parte de la obra de Javier con Grito de gloria (189J).
de Viana (1868-1926) y al realismo del teatro
de Florencia Sánchez (1875-1910) se halla la SENSIBILIDAD FIN DE SIGLO
enmrectda atmósfem l{?·ica de la obra de J ulio
H errem y R eissig (1875-1910); junto al pensa· Esta físonomia intelectual tan nca 1 m11
miento denso y serio de ] osé Enrique R odó tizada adquiere, sin ~mbargo, en el núcleo de
(1871-1917), las distorsionadas creaciones de los la generación del n ovecientos, · una cierta coh~
primeros libros de H oracío Quiroga (1878-1937); rencia. Y la adquiere a través de un rasgo,
jun to a la penetración crítica para el análisis que de un modo u otro, en todos se manifiesta.
f ilosófico de Carlos Vaz Ferreira (1872-1958), T odos viven la convicción de que en esos ai'íos
el erotismo, p or momentos narcisista y desme- en que un siglo muere y otro nace han surgido
lenado, de la poesía de Delmira A gustini un nuevo modo de sentir la vida y una nuevtJ
( 1886-1914 ); junto a la narrativa de Carlos sensibilidad complejísima y refinada. D os tex-
R eyles (1868-1938), empeñado en penetrar en tos son extremadamente ilustrativos al respecto.
el corazón de stt época, la poesía de Maria El primero es el notable ensayo de ]osé Enn·
Eugenia Vaz Ferreira (1875-1924), enclaustrada qtAe R odó titulado El q ue vendrá (1896). El
en una orgullosa soledad a la que n o es ajena joven ensayista añora alll el advenimiento del
la angustia ex istencial o metafísica. La comple- R evelador profético en cuya obra plasmarán
jidad de este cuadro se acrecienta si se recuer- f!.ras ansias del cMawn y del pensamiento a la,,
P AG ~R
1
se muestra mtls at aesnudo es en las creaciont:;t la! obras perd,, r., ülcs, están como traspasadtu
qu~ todavía "nadie ha dado !onna", esos "es· polémicas no trataban de dilucidar nada tm- de algunos creado1·es menoTes, no desp~iados de momentaneidad y, por lo mismo, t:l signo
tremecimientos cuya vibración no ha llegado a portante. Eran explosiones de vanidad herida ciertamente de talento, y en las obras 1ntcwles
ningún labio", esas "inquietudes para las que y un anhelo impeTia.lista de afirmar el propio esteticista se manifiesta sin velos. La breve ~~­
de algunos de los creadores mayores. Esas obras,
todavía no se ha inventado un nombre". El otro ego. En la mayoría, quede bien aparte el tan por carecer, preci~amente, de ~as cualidades y lección de textos que sigue procura nid••
texto ~~ la pdgina titulada Al lector, que Car· noble Rafael Barret (1875-1910), el mismo anar- t:alidades hasta czerto punto mtemporales de darlo.
[r¡r Reyles puso al frente de la primem de sus quismo se 1·educía a una peculiar manifes-
Arlt¡t,....,:,.c; I'Pr;mitivo, 1896), y reiteró, con al- tación egolátrica. Más que un anarquismo so-
guntts ompliaciones, al frente dt: la segunda, cial se trataba de una especie de anarquismo
El extraño ( 1897 ). Se lee allí lo siguiente: "Me mosqueteril y estético. El esteticismo, en ver-
propongo escribir, bajo el título de Academias, dad, tanto en la vida como en la creación, es 11. SELE·CCION DE TEXTOS
una serie de novelas cortas, a modo de tanteos el signo caracterizante de esos núcleos intelec-
o ensayos de arte, de un arte que no sea indi· tuales. Lo Bello era el objeto de adoración su-
__ l..~_.._,necJimentos e inquietudes de
la sensibilidad fin de siglo, refinada y comple·
prema, aunque con ello se desgonzara la inte-
gridad de la vida espiritual, y noto el equilibrio,
No che blanca
jísima, que transmita el eco de las ansias y dolo- la vida entera -en el plano de la realidad y En el álbum de la señor-ita Clotilde Stajano
res innombrables que experimentan las almas en el de la creación,- quedara como obturada,
atormentadas de nuestra época, y esté pronto Esa adoración por Lo Bello, considerado como
a escuchar hasta los más débiles latidos del co- objeto independiente, limita y constriñe la vi-
e Tres poemas, Noche blanca, Pontifical y Caen las hoJas. apareet.
dos en el hebdomanario La Revista que dirigía Julio Herrera '1
razón moderno, tan enfermo y gastado. En sus· da, y toda ráfaga vital poderosa es sentida co-
tan ...=a: un fruto de la estación."
Reissig, y unas páginas en prosa poemática, De mis prosas de tabern•
mo una amenaza. Sólo se desea realizar Lo y última página, constituyen la exigua producción literaria conocida de
Este sentir qut: la vida renacla con forma Bello a través de una exaceTbación de los sen-
nueva st: traduce en muchos núcleos intelec- Toribio Vidal Belo. Raúl Montero Bustamante, que recogió los tres poe-
tidos; se elude lo sustancial humano; se carga mas citados en El Parnaso Oriental (1905), manifiesta que Vidal Belo
tuales, formados especialmente por hombres el acento en el hallazgo de ritmos verbales ex-
muy jóvenes, en una serie de ademanes vitales fue "tal vez el primer divulgador en Montevideo de la escuela de Ver-.
tra·ños y novedosos; se intenta efectos sorpre-
que dan una tónica o coloración particular a sivos e inconsistentes; los medios llegan a ser
laine y Darío". Este carácter de iniciador y la indudable influencia ejer-
la vida intelectual de esos años. Para la mavo· cida por Vidal Belo en la evolución poética de Julio Herrera y Reissi¡
sustantivos, y adjetivos los fines; se hace del yo
,.ia de los jóvenes escritores t:l máximo esfÚer- un objeto imperial. Por los mismos años, otros
dan significación a su figura en la historia de la literatura uruguaya.
zo creador debía can.alizarse hacia el hallazgo hombres nada esteticistas, se desan{!rnban en
Por otra parte, las pocas páginas publicadas por Vidal Belo reve~an un
de nuevas formas de expresión, formas inno- las cuchillas, en las revoluciones de 1897 y 1904,
temperamento poético bien dotado, cuidadoso de lo formal y ans~oso de
vadoras que permitieran dar voz a ese nuevo perfilar una sensibilidad exquisita. Sus versos y sus prosas son b1en ex-
modo de sentir la .vida y a esa presuntamente presivos del esteticismo de esos años. Decorativismo, búsqueda del rit-
MATICES mo verbal, deseo de mostrarse como un raro caracterizan su actitud
nueva sensibilidad. Para esos jóvenes, que en
su mayor/a mds que sentir, con todo lo que el Este esteticismo es uno de los signos detec- poética.
sentir tiene de rica carnalidad, pre-sentían, con tables en el ambten te intelectual del Uruguay
todo lo qut: el pre-sentir tiene dt: vago anhelo en el cruce de los siglos XIX y XX. No es, Plenos claros de luna opalizan "Carne tibia de azahares y nardos
~ indeciso t·umbo vital, ser artista em ser un desde luego, el único, pero colora intensamen· la acuarela de un lago de plata, "aromados en mirra de Arabia!
raro. Ser artista era ser un exquisito y hallarst: tt: la vida intelectual de esos años. Tanto, qut: que en la bruma azogada del cielo
como traspasado o aguijo1teado por las más ex- infiltraciones esteticistas se da en la obra de borda el tul de las ágatas pálidas. "Quiero arder en tus labios de hostia
trañas sensaciones. No es extraño, pues, que e1·eadores a los cuales no se les podría adjudi- "y encenderme en tus líricas ánforas,
muchos de esos jóvenes al descender por pri- car con justicia el adjetivo. Piénsese, por ejem- Por la tersa epidermis del lago, "y en tu vida de polvos de espejos
mem vez a la arena literaria la convirtieran plo, en Rodó y Reyles: ambos viviemn una · bogan cándidas góndolas diáfanas, "consumirme en neblinas opacas.
en la arena dt: un circo donde afanosamente obsesiva, devoradora pasión por lo formal e tn• mientras cantan los castos violines,
pmcticaban posturas clownescas. Para muchos, cluso en sus ideologías hay trazos de esteticzs- la canción flbrestal de las almas. "¡Oh eucarística sangre de cirios!
la vida intelectual se convierte en una nebulo- mo, aunque ello no les impidió la creac1ón "¡Oh la angélica albura soñada!
sa. Los viejos sentimientos eternos, la salud de un orbe intelectual complejo y serio, en el Suenan suaves las risas gris perla , "¿No podrán descansar mis promesu
moral, la viril visión normal de la vida se con- que. tienen eco múltiples resonancias, y qut: del · gentil rimador de las aguas: "hamacando en tu seno sus ansias?
IJideran sólo dignos del vil buen burgués, sobre t1·asciende ampliamente la actitud esteticista; y a los golpes del remo se enrulan ••• • •• 1 •••••• " ••••••• ' ••••••• •••• • • ••
el que rt:caen todos los desprecios, o del "vulgo
municipal y espeso", que seguramente no era
piénsese en Javier de Viana: su fuerte realismo
no lo hace proclive al esteticismo, pero es po·
las pelucas de espuma de ámbar. .....................................
n_i tan espeso, ni municipal ni vulgo. Al mismo sible descubTir en su obra la huella esteticista, En la barca de nieve de un sueño
especialmente en algunos toques de precrocis-
Y en la misa orquestal de la n oche¡.
ttem_po, aparee: el intelectual de ca(é, que es• va Pierrot con su máscara blanca,
treptta el ambzentt: con su anarquismo {talo- mo descriptivo no infrecuentes en su narrativa. llora y ríe la gris serenata:
escribiendo en un ala de cisne mientras. suenan los suaves violines
catalán que dard lugar a la fundación del Cen· El Supremo Sacerdote del Esteticismo es, sin la romántica triste romanza:
tro Jntemacional de Esturlios Sociales. y se pro- · duda, Julio Herrem y Reissig, cuya pot:sia. a la canción otoñal de las almas.
muevt:n esoondalosas polémicas literéias en las pesm· de ello, muestra, en ciertos aspectos, ~a­ ",·_ -• _._, ~-~~ d~ Jl.!B 1U:1a::: lH.lpCH' 1'::,
tfUe los polt:mistas hadan gala, entre otras co- lidades de primer m·den que la hacen peTdu- , ·-.~1.1 ::::r.:ur de lt.s lirjos d-:-e:ldas' Toriblo Vidd Belo
34S peores, de un repulsivo compadrismo. Estas rablt:. Pero donde el esteticismo novecentista.• '
Y al p1sar sobre el estrado del Olimpo, Y supieron la doctrina de los labios de
El Consistorio del Gay Saber [Melpomene,
Que conoce los secretos de los signos
(Verlaine.

• De los cenáculos literarios del novecientos, dos han adquirido ca- [cabalísticos, (Tren del Paso Molmo - Tarde
racteres casi míticos: el Consistorio del Gay Saber y La Torre de Les señala la avenida de los triunfos de verano - Noviembre 14 de
los Panoramas. El primero, cuyos integrantes recibían denominaciones [eucarísticos. 1900 - Pontífice, Sacristano.
que los j :rarquiza~an, era capitaneado por Horacio Quir oga (Pontífice) ••• o. o ••••••• o ••• o ••• • •••••••••• • •• o. Campanero)
y lo segman Fedenco Ferrando (Arcediano), Julio J . Jauretche (Sacris~
tano)! Alberto J. _Brignole (Campanero), Asdrúbal E. Delgado y José M.
Fe1~nande~ Sal?ana (1;Io~?gos menores). El afán de innovación y or igi.
nahdad hterana conv1rt1o el Consistorio en un mar de extravagancias. Los a r.r e e i fes de e oral
En su libro Vid~ Y obra de Horacio Ouiroga (1939), José María Delgado
y Alberto J . Bngnole detallan pormenorizadamente la vida del Consis· O La publicación de Los arrecifes de coral (1901) de Horado Quiroga
t~rio. Quiroga proporcionó a Fernández Saldaña una copia mecanogra- .fue, para su autor, un doloroso fracaso, y, para el medio literario
fiada de los textos relativos al Consistorio. Donada por el último di~ platense, motivo de un peq ueño escándalo. El libro fue una de 1as pri-
cha copia se custodia en el Departamento de Investigaciones de la' Bi- meras manifestaciones de modernismo (o decadentismo, según térmi'no
blioteca Nacional. Los dos textos que se ofrece dan una idea de lo de la época) de la literatura u ruguaya. Ambidextro, en Los arrecifes de
que el Consistorio fue y de lo que eran algunas de las orientaciones coral el autor pulsaba, con parejo anhelo de originalidad e idéntica ex-
estéticas de esos años. ttavagancia, la prosa y el verso: 18 poemas, 30 prosas poemáticas y cua-
tro cuentos componen el libro (muy pulcramente editado y con una lla-
Ya las nuevas campanas del Consistorio mativa carátula del joven dibujante español Vicertte Puig). Todo lo que
El sacristán cuidará los archivos, donde el modernismo, en sus aspectos menos perdurables, muestra como más
congregan a los fieles del nuevo rito en el están encerradas las tablas de la Ley.
templete de la calle 25. característico (ansia de singularidad, gusto por lo exótico y pretendida-
Prestad juramento, envueltos en el mente exquisito, búsqueda de las sensaciones estimadas raras o refina·
N uestro notable Arcediano ha d ado las manto talar de cuadros rojos y negros -en das, afán de originalidad expresiva a cualquier precio) se halla hiper-
órdenes con su ademán hierático. Todos he- nombre del que vendrá. trofiado en Los arrecifes de coral. La crítica no fue benévola con el
mos comprendido que en él está lo estrafa- Y yo, el campanero, toco las n uevas libro. Y no le faltaron razones para no serlo. El libro revela una ima-
lario; y al verlo, algo así como la' intuición campanas del consistorio que congrega a gi nación tan vivaz como afiebrada. Y no carece de originalidad expre-
de todo l o que vendrá, raramente pasó por los fieles del nuevo rito, en el templete de siva. Hoy es sólo un testimonio del clima literario de esos años y un
el aire. la calle 25. tex to interesante para el estudio de la carrera literaria de Quiroga. La
Est o fue en vísperas. ~·
(Campanero) página que sigue, tan cínicamente morbosa, da clara idea de la postura
N uestro gran pontífice hizo entonces lli literaria de Quiroga en ese período.
misa y el ritual. Con la casulla blanca de
nuestro moderno rito, oficiará dentro de u n TE GAUDEAMUS quería estar sola, -ya de lejos para no
A LA SERORITA ISABEL ~UREMONDE
momento. Oidlo en pié. Así lo establecen avergonzar a la señorita, bajo los profusos
nuestros cánones, que ordenó eruditamente Seis garzones febricientes mtentaron encajes que asc~ndían a ratos, sus piernas
Cogiéndome las manos, me decía a me-
nuestro sabio Arcediano. Luna noche l'l.udo: -Venga, amigo mío, ya sabe cuánto tan delgadas llevaban consigo, como una
Veneradlo. Galopar sobre un Pegaso de modérnica le queremos. ¡Ha sido usted tan bueno con promesa asaz melancólica, la sonrisa de los
En las vísperas, llovió la bendición de [escultur a, la pobre enferma! caballeros.
l os cielos. Prepara la tierra para recibir la a horcajadas en la elipse de su atlétic~ Pálida, débil, vestida siempre de helio- ¡Señorita, senonta! qué motivo de pena
nueva cosecha. Tal lo anunció nuestro as- [pe ura tropo de que era el claro perfume, un po- iba a ser usted para su familia!
trólogo, que vio en Nadir pasar el puntito Dibujan a lo lejos un hamlético fantocne. co triste, aún en los días que fueron menos Velaba sola, en la luz de hi lámpara ca-
rojo y la cabrita blan ca. severos para su enfermedad, su alma se riñosamente descendida.
Con la brida entre los dientes - roto e1 perdió en una corta vida que ella misma Me había acercado en silencio. ¡Oh, sí,
Extended las m anos en señal de gracia. [nudo de su broc' ·- - ¡oh pobre criatura!- agostó deliciosa- muy enferma estaba! Bl·a ncas las m ejillas,
Quien no entendiere que lo que es pro- y cruzando a la carrera la fantás.tica mente.
fano es venerable, peca. Quien no penetra l os labios ya sin bondad, los oj os puros aún,
[espesura, Fue largo tiempo desconocido el mal en que la abusada agonía había fijado una
en la sombra con alegria, fenece. Quien no que la aquejaba: ¿Sufres, mi hija? ¿qué
Escalaron el Olimpo de verlénica a una -como violetas de amor- impercep-
se da cuenta de que el gusano es luminoso, [estructura, sientes, querida mia? -Nada, mamá. Y, no
yerra. Quien yerra, peca. tibles desgracias.
galopando febricientes en el dorso de la obstante, bien visible era su delgadez, y
Señorita imprudente - repito- ¿es per-
No pecar en vano: he aquí uno de los (noche. bien se notaba que mentía, la enferma se-
ñorita. donable que hiciera usted tan poco caso de
mandamientos. Que los monagos son hacee
de luz sobre la capa fluvial del Pontífice En Niza, cuando la estación enfriaba los la vida?
Los fakires de la Ind;a los miraban con - ¿Es usted, amigo mío? -Sí, querida,
es un artículo de fe. ' [asomi:>ro. teatros y en el aire cálido eran los pañue-
los más suaves en las bocas, su plácida ago- soy yo; Y como era ya hora propicia, ex-
Creed lo todos, cruzad los brazos e in- En la docta Salpe~rü:re los mil :1ban sobre
c-linad la cabeza. nía se acentuaba más, la dañaba ser vista, tendí el vaso hacia su sensible boca.
[el homb ro.
NUMRRCI aa1 JI'II:SRiitRQ 1~6j¡
PACi. 3f
C UADERNOS CE MARCHA
-Pero -me dijo sonriéndome dolorosa- prendí sus manos, manos queridas y culpa- vo, totrentoso y siempre jovial, en los la- en su chalse longe, envuelto en su acolcha-
mente- mis manos ... bles, manos malas, que el médico mandó bios el cigarrillo de legítima fabricación do de plumas, mientras su palabra fácil y
-¡Ah, es verdad! -Y acariciando casi sujetar a fin de que no martirizaran más casera - no en balde llevaba ell el bolsillo su oportunismo contagioso ediiicaban casti-
para no lastimarla, la ancha pulsera de oro a la pobre nü'ía. su paquete de tabaco filipino y su librillo llos en el aire ..•
que las unía sobre los almohadones, des- Horacio Ouiroga. de papel jaramago, doce centésimos de cos-
to en total. Aún me parece verlo extendido César Miranda

La Torre de los Panoramas


Mujeres flacas .
e Horacio Quiroga, pontífice juvenil y alocado de una alocada y juve~
nil tropa de aspirantes a poetas, acaudillaba a los iniciados del Con- e Otro libro típicamente representativo del modernismo o decadentis-
sistorio del Gay Saber. En La Torre de los Panoramas, el otro míti:co mo de la poesía uruguaya es Mujeres flacas (1904), de Pablo Miw
cenáculo literario de la época, Julio Herrera y Reissig oficiaba de Sumo nelli González (que literariamente se hacia conocer, galamente, como
Sacerdote de la Belleza. También aquí una tropa juvenil, aunque apa- Paul Minely). El libro está dedicado a Julio Herrera y Reissig: "-Para
rentemente menos alocada, rodeaba al Sumo Sacerdote y se embebía Ud. que ea mi Maestro. -Para ti que eres mi amigo. -Para vos que
de sus palabras (aunque no faltaron las disidencias, como la mantenida tols mi POETA." Una página en prosa, Irón.i co y galante, abre el libro
con Roberto de las Carreras, que culminó con una escandalosa polémi- y da la tónica de su contenido. Las mujeres del libro, dice el poeta, son
ca). César Miranda describió La Torre de los Panoramas en una confe- todas de París, y son "noctámbulas finas, ojerosas y espectrales, fantas·
rencia dictada en Salto en el a!'ío 1913. La conferencia fue publicada males, exangües, erolomaníacas", El libro es, dice el poeta, infinitamen-
en folleto y luego recogida en el libro titulado Prosas (1918). La descrip- te galante, erótico, enfermo, audaz y hasta "podría servir de aphrodi-
ción de La Torre de los Panoramas escrita por quien fue contertulio siaco a las muJercitas cloróiicas". En cuanto a la literatura es para Paul
del cenáculo, discípulo y amigo de Reissig (y casi su albacea literario) Minely un tóxico. Manifiesta haber absorbido "todo el poison de la u.
es un testimonio inevitable sobre el ambiente literario de comienzos . de teratu.ra francesa" y haber sido influido per "los envenenadores de
siglo. Aunque muy conocida, no está de más transcribir esa página. Amérilc::a". El autor mismo bebió ajenjo para parecerse a Verlaine, se
pintó la cara de negro para parecerse a Charles Cros y procuró ponerse
La "Torre de los Panoramas", la famosa fluvial, el puerto sembrado de steamers, y tísico para parecerse a Corbiere. Así lo expresa. MuJeres flacaa quiso
torre que la imaginación de unos cuantos sobre todo el Cerro con su cono color pi- ser terrible y hoy - ¡a tantos años!- lo sentimos ingenuo. Pl¡!ro revela
soñadores erigiera poéticamente, es una zarra y sus casitas frágiles de cal o terra- evidente ingenio poético y se le lee con gusto. Posteriormente, Minelli
bella impostura. Pero no por eso dejó de cota. . . De ahí lo de torre de los pano- González publicó otros libros: El alma del rapsoda (1905), Todos loa <:a•
ser una realidad para todos. Aquella torre ramas ... 1. tnlnos (1928), PaluJes y marinaa de Iberia (1949).
era simplemente un altillo, casi decrépito, En el ambiente amigo y fraternal las
que apenas surgía del nivel de las azoteas, ·horás eran ligeras. Nuestro huésped, el ma- L'ARTISTA cayó; e incrustóse fiel
sus paredes tapizadas de estampas y foto- yor soñador de tal colonia, Julio Herrera y en la ojera episcopal.
grafías, mostraban a la larga el gusto y la Reissig, con su sonrisa de buen hombre y Les sanglota longs
pobreza de los familiares. Un bonete turco, su palabra cordial, hacía los honores de la Y toda blanca d'esplín,
un par de floretes enmohecidos, una mesa des violons
torre, di'sertando con aquella verba inau- la transparente Ninón,
pequeña y dos sillas claudicantes, comple- dita, sobre los temas más variados, o reci- de l'automne nos dice con su violín
taban decoración y mobiliario. En ese esce- Laba, casi cantando, sus siempre renovados que le duele el corazón.
nario reducido y humilde, Florencia Sán- poemas. Aquella época fue sin duda algu-
chez, ave de paso, hizo nido un momento; na, la más feliz del Héroe. Sin preocupa. VERLAINE
INVITATION
en ese cubo de mampostería, las rimas más ciones materiales, ya que vivía en casa de
extrañas resonaron; en ese cuartucho des- sus padres, contando lo s uficiente para ci· Hay un átomo de esplin Y tú estabas atacada de un extraño
mantelado se elaboró la renovación litera- garrillos y lo bastante para gastos de loco- en los ojos de Ninón, [nerv iasismo,
ria del Uruguay. Bien es cierto que el es- moción, ¡oh, sus infatigables piernas de al- que suspira en el violín y besaste mis pupilas de moderno trovador,
pacio era reducido, pero a dos pasos el pai- pinista!, y para colmo de dichá, hasta con un sueño de Mendelsson. y tus manos -mis enfermas, mis
saje se ampliaba. La azotea ofrecía un vas- novia, a la vuelta, en la calle Buenos Ai· [queridas-, del abismo
to panorama: al sur el río color de sangre, res, en ~sa calle histórica donde fueron sus de mis besos arrancaron un océano de
pasos de enamorado y por donde, en una En su histérico mirar
color turquesa o color estaño, al norte el [amor.
macizo de la edificación urbana, al este la mañana de gran sol, se fue para siempre se lee un débil mal de Amor,
entre lágrimas .. y su bucle, por azar, ¡Pobre noche! Mala noche, yo adivino en
línea quebrada de la costa, con sus· magní-
cubre el diamante traidor [el abismo
ficas rompientes, y más leios el Cemente- ¡Pobre gran poeta! Aún me parece ver= color malva que circunda de tus ojos el
rio, Ramírez y el semicírculo de la Estan- lo con su americana negra, su plastrón de [ardor,
zuela, hasta el mojón blanco de la farola faya, su sombrero blando y sus guantes que argentino en alba piel, y es tu cruel y aphrodisiaco y morboso
de Punta Carretas, al oeste más paisaJe gnses. Aún me parece verlo y oírlo, efusi- de su párpado ducal [nerviosismo

NUMERO 22 1 FESRii;RQ 1SUISI PAG. a:.


qUii clespieri&t de mis antros al divino Ven enfenna semi-virgen a. 111pannar entro
(pecador [mi fiebre cida por capricho más que por pasión, la llete alevoso, un hechizo sobre el pañuelo,
la clorosis de tu cuerpo - yo te ofrezco, Ninette "charmeuse" que hará sienpre llo- o en una liga olvidada. Y al mismo tiempo
Ven, noctámbula querida, a inundar mi rar y reir a los corazones que amaron sólo un verso cuyas rimas fuesen como el cho·
rostro pálido [artista-orfebre
una noche larga y roja, una gran noche una noche. que de los " ..sos en una taberna de Chio y
del esciarro de tu aliento, intoxicador Para estas mujeres, para estas burbujas
[de Amor! como un cancán sardónico de campanillas
[y cálido, del alma, para estos epigramas de los sen-
nsianando de tua ansiu el hystérico dolor, locas.
Pablo Mhlelll-Goa•Ü•!I tidos, se necesitaba un verso fácil, jugue-
Y este verso lo ha inventado Paul Mi·
tón, irregular, defectuoso, frufrutante, frí-
volo, respingado, libre, bien libre hasta in- nely; un verso volador, histérico, sensual,
solente; una minatura fetninil, una mueca hilatidante, venusino, saltarín, canalla, de-
Lírica invernal procaz, un puñado de nieve ál rostro de un generado, en continua crisis nerviosa. ¡HO<>
nor a él, guiños a él, flores a él! ( . .• )
. "gamin", polvo de arroz, cintas, confituras,
e Mujeres flacas, de Paul Minely, mereció la aprobación del gran algo muy París, una tosecita fútil ·de hada
Sacerdote de La Torre de loa Panoramas. Julio Herrera y Reissig callejera, un parloteo, una intriga, un bi- Julio Herrera y Bel~l¡
escribió sobre el libro de quien se consideraba su discípulo un largo
trabajo que apareció como folletones de La Razón de Montevideo en los
días 30 de junio y 1<?, 2 y 4 de julio de 1904. El trabajo, ya que no ma-
duro juicio, revela una imaginación prodigiosa y se lee con gusto y en-
tre sonrisas. El trabajo de Reissig se publicó con el siguiente título:
·Anfora de alabastro
Lírica invernal - "Mujeres flacas", obra pensada en francés y eacrlla e Para los contertulios de La Torre de loa Panoramas. Julio Herrera
en americano. Vale la pena leerlo íntegro. Como aperitivo, se transcri- y Reissig era el Gran Hacedor de Toda Belleza. Pablo de Grecia
ben dos pasajes. fue su Profeta. Combatió denodadamente en defensa del lírico de La
Torre y tras su muerte tuvo parte activísima en la publicación de su
( . . . ) Viene de París. velo, en su gracia pecadora y en su flaque- obra. Pablo de .Grecia era el nombre literario del doctor César Miranda,
La personalidad violenta de este sensi- za desnudas. El título bien sugerente de su autor de dos libros de poemas: Letanías simbólicas (1904) y Las leyen·
tivo degenerado despide rayos negros y "bouquet" literario expresa la doble natu- das del alma (1907), y de otro libro, Prosas (1918), donde, junto con
oblicuos de aquella cosmópolis, que absor- raleza de una adorable feminidad que no otros trabajos menores, recoge su conferencia sobre Herrera y Reissig
bió sus ocios y encendió su vida en inolvi- es la de Carlota hacendosa, ni la de Ifige- y un hennoso ensayo sobre Ornar Khayyam. Pablo de Grecia, que dejó
dables peregrinaciones por la aventura y nia contemplativa, ni la de Leonc¡~r sabia, también muchos trabajos en la prensa diariit, escribía una prosa rica
el deleite mórbido. Su temperamento ori- ni la de Brunilda musculosa y pura, la do- y fluída, llena de impulso lírico pero muy nítida. Sus poemas encua-
ginal por sí, se asimiló las miasmas y los madora de los Nibelungos que con el pro- dran íntegramente dentro del modernismo. Exotismo. Chinerías, Japo-
vapores del sub-suelo de aquel gran mun- pio cinturón de su virginidad azota y liga nerías. Hélade pasada a -través de París. Hay en ellos imaginación me-
do; sumergióse hasta asfixiarse en la carro- al esposo que va a abrazarla, colgándole al tafórica, sensibilidad, sentido del ritmo verbal. Debe contársele entre
ña pesimista; bebió fuego satánico como un fin en un clavo, sobre su lecho nupcial. los más sólidos de los poetas menores del modernismo uruguayo. Aun-
prestidigitador en la teurgia blasfematoria; Ellas son la mujer moderna, el inflama- que en sus poemas se siente demasiado el eco de las voces de Rubén
durmió una noche sacrílega en un ataúd ble amuleto, la sonrisa inspirada de casa Darío y Herrera y Reissig. El poema que se transcribe pertenece a Laa
con Mademoiselle La Muerte; quiso ser lo- de fuego, la psiquis morbosa de amable Ca- leyendas del almao
co y lo fue; rle vértigo en vértigo y de ex- sino, la sirena del arroyo, la yedra noctur-
centricidad en ex centricidad rodó por to- na, la Loreley de la encrucijada, la dama Anfora de alabastro Tu adolescencia rosa, insinúa pecados.
das las crujías de los paraísos musulmanes de noche, la golondrina errabunda de los milagroso, lis, 'astro, ¡Quién gustara al tramonto la bondad de
y por todos los calabozos de los infiernos tálamos voluptuosos, la flor de baile "demi- lirio, hostia, nieve, cisne o copo de espuma. [esa poma
neo-místicos. mondaine", el encanto fugaz de las Gret- Y o percibo tu rastro en la hierba frondosa de los vírgenes prados
Luego río, amó, lloró. Vio el lado sano chenes del amor bohemio que piden posada en la brisa, en la fuente, en el mar y en o en cojines de Persia o triclinios de Roma!
de la vida; sentóse a suspirar junto al fres- a unos brazos por unas horas y se desva- [la bruma.
co surtidor de las nostalgias; abandonó el necen luego suspirando al florecer el día. Tu dentadura breve, hecha de luz de luna,
pito diabólico y las castañuelas de la orgía Ellas son: Manón, la vanidosa y dulce; Li- tiene el tallado armónico de una clave
por el divino violoncelo humano, y ahí lo lí, la versátil y sentimental; Clara, la infan- En tus ojos, que velan las pestañas sombrías,
conjeturo visiones de Nínive y Bolonia, [pagana
tenéis, mezcla r arísima de Verlaine, Mu- til flamenca, la heroica costurerilla que
sset y Minely, compuesto macabro de mor- y en tu boca, sedienta de púrpuras bravías, y ante su esmalte joven se experimenta una
adora a un príncipe; las dos Margaritas, pu-
bosismo, de sensualidad, de travesura y de hay auroras del Indo y arreboles de Jonia. hora reparadora en ociosa mañana.
ras y frescas eternamente; Delia, la trave-
sufrimiento: un mito indiano de varios ros- sura infiel de Tíbulo; Mignón, la monería
tros de los cuales unos sacan la lengua El esfumino sabio ha dejado en tu nuca Los ópalos pulidos de tus dedos delgados
acrobática de los adoquines de París, la ce-
otros ríen, otros lloran, otros escupen. ( . . . ) la penumbra inquietante de los regios ve- irísanse de luces marítimas. Tus yemas
losa bailarina que ondula como una víbora
.. ............ .. ...... ... .. ... .... .... .... y salta como una pantera; Ninette, la fu- [lures tienen reflejos blondos, vislumbres
Sus mujeres son flacas a través de su nambulesca del vicio simpático, que se sui- y la sombra indecisa de la tarde caduca [encarnados,
florece en tus ojeras complicados azures. tonos crepusculares y resplandores cremas.
CUACERNOS DE MARCH~
NUMERQ aa 1 ...&aRERO 11iUi& PA<i. a8
·'
1
Apenas se qu1er¡ eras y mt corazon está ttet.osa m1 corazon, sube a m1s labios
nustio como las hojas de Otoño .. . como una ola que contiene toda la aspera-.
·Tta mano, oh tu adorada mano da infanta, Ánfora de alabastro za de los vastos océanos amargos. Quiero
[atrista! milagroso, lis, astro, El Amor vaga exiliado sobre la tierra,
una vez más maldito . . . Aletean en torno llorar por tí, tierna heroína de las más be-
Porqué? N o sé decirlo, es tan frágil tu lirio, hostia, nieve, cisne o copo de espuma.
fúnebres presagios .. . ¡Oh diose~! El faler- . llas cosas. Tus labios que derramaron la
[mano! Yo percibo tu rastro dicha, para siempre están cerrados po_r la
Y luego los hoyuelos. Oh, cuán bella en la brisa, en la fuente, en el mar y en no de mi crátera se ha convertido en san-
gre! _ Injusticia brutal, ¡y a tu fosa entreab1e~ta
[conquista [la bruma. llegan la imprecación, el anatema, el veJa·
para loa soñadores del Helicón pagano! Hermana olímpica que como yo sonaste
el beso, ebria Francesca que supiste amar, roen hipócrita, el insulto!
César Miranda Sobre tu féretro se reclina, lacerada, mi
tus ojos se cerraron una ~oche en ,espera
de las caricias y a la onlla del lug~bre nostalgia de los mundos en que el amor no
Aqueronte, ¡belleza traicionada! el Odw te fue delito _. . ¡Rueden sobre tí, mis rosas,
a puñados! ¡Con ellas mi desol-ación, mi pro.
Oración Pagana condujo dormida ...
El que tuvo el cobarde valo! de herirte testa! . . ,
No importa que te ultraJen. M1 corazon
e Roberto de las Carreras, que se aútotituló doctor en Anarquismo y no fue, cierto, un amante. Qmen no supo pagano te guarda coro~ un escud~ . . • i Es
Voluptuosidad, y que, enarbolando la bandera del Amor Libre, pre· devorar mil punzadas no supo nunca a~ar. más grande que el odw de los vlles .. 1
~1
dicó la Revolución Sensual, escandalizó al Montevideo más o Ipenos al· N o tienen derecho a invocarte ¡oh de1dad lamento es más alto que el clamoreo ml·
deano de aquellos años con su satanismo criollo aunque de importación misteriosa de los deleites! sino los que ve- cuo de la turba cristiana, celebrando tu
:francesa. Su personalidad puede valer como un símbolo de lo que eran neran su trágico ananké: los que sabemos partida! ¡Aún más resonante que el aullido
algunos circulas intelectuales de esos años y de ahí el carácter casi que escondes hieles tan amargas como son feroz de los caníbales regocijados por tu
mitieo con que se ha ido diseñando su figura a lo largo del tiempo. dulces los besos, los que marchamos sere-
s·angre!
Promovió varios incidentes escandalosos que hícieron de él "el prota• nos, sonrientes, al luminoso martirio . .. Amaste fuera de la Ley y de los torpes
gontsta ele UDa crónica novelesca en cuyo carácter se mezclaran la ele· -Quién habla de asesinar a la Belleza? moldes. . . ¡Por eso tu cada, ver h osti gan.'
gaDte ironía de Alcibladea, la tebeldia romántica de Lord Byron y el ¿qulén es bas,tante débil ~a~a ultra,ar a la ¡Por eso aullan los fieros chacales del Pre-
cmlco llberUnaJe de Casanova", (Alberto Zurn Felde). Sus libros de Fuerza, invitandola a estup1das venganzas juicio!
prosa poemática y rittnlca (t~nto el sehSual Paalmo a Venus Cavalieri :;obre las gráciles infieles? No fuiste tú, fue la gran Naturaleza
como el casi mistico La Venus Celeste) sólo se pueden leer entre jadeos. Tú, que eliges el crimen. . . ¿El dolor es quien extendió los brazos entusiastas al de-
Dotado de un infernal talento para la diatriba, son, en cambio, amenos más bello! ¿Qué consuelo te depara la san- leite único.
y divierten sus páginas polémicas o de libelista defensor del amor li- gre? 'l'u corazón ávido ¿qué recoge en _la Sobre mi crátera erigida evocando a V e-
bre, publicadas en los diarios o en formu de folleto. Inéditos quedaron muerte? Si amas ¿cómo puedes destrmr? nus veo gotear tu sangre . ..
tres trabajos de esta índole, donde trataba de la vida galante de Mon- ¿Cómo atentar al ídolo si te arrodillas? :La altiva soledad de mi estetismo, ml
tevideo, defendía el amor libre y se refería a la producción literaria (es- 1 0 ol

Si fuiste lastimado, mil corazones de


0 0

hondo amor a la Grecia, m1 msp1racwn, so-


pecialmente la poesía uruguaya de la época. Decía allí, con nombres y mujer comprenden tu pena y te llaman pa- llozan!
apell1dos, cosas terribles sobre sus contemporáneos. Los manuscritos se- ra consolarte. ¿Por qué matas? Te sorprendió la muerte, aleve . . . Re-
guramente se han perdido. Según recuerda don Alberto Zuro Felde, di- Sibarita de Extasis, liana de amor, enre· ¡zocíiate: ¡te han vengado los dioses!
chos trabajos se titulaban El sátiro. ¡Fuego al Ateneo!, y •Antología de dedor de tu féretro, vagan las sombras de
la Aldea. Roberto de laa Carreru
las amantes griegas ..•
Oración pagana apareció en un folleto titulado La tragedia del Pra·
clo. nombre dado a un escandaloso suceso de la época. Una esposa in-
fiel. Alevosa actitud del marido, que finge una reconciliación, lleva a
J.a mujer al hotel del Prado y allí la mata. Reacción del abogado de la
señora, que fue el Dr. Teófilo Díaz (Tax), que a su vez mató al homi-
cida, al comprobar que éste, deslealmente, habia traicionado la palabra
empefi·a da. Tal los hechos. La Oración Pagana fue escrita con intención
de ser leida en el sepelio de la dama

¡Yo te arrojo todas mis rosas helénicas, , Enmudece de <;ongoja mi corazón de


Qh amante arrebatada a la gloria del beso! amante y perlan sobre ti ¡oh flor pagana!
mis lágrimas de esteta.
¡No se concibe que una mano sacrílega ¿Cómo, frente a la hermosura, no se
haya podido herirte! ¡Si algo existe con arrodilló la Muerte? ¿Qué mano fue bas-
un derecho supremo a la vida es la belleza tante torpe, qué voluntad bastante ciega
inviolable, dispensadora de las lágrimas y para herir en tu seno, ¡oh peregrina! a la
de las sonrisas! dulzura de amar? ¿Qué aberración mons-
truosa te arrancó la dicha, flor augusta de
El ara de los dioses ha sido profanada tu apasionado corazón? ¿Qué bárbaro de·
y el Olimpo está triste. recho pudo disputarte la vida?
NUMER6 2:a 1 FEBRERQ 196~

CUAO~RN09 CE MAACH~
SUSANA SALGADO GOME2 "

..

DE LA OPERA
1\ LA MUSICA SINFONICA
E L casi cuarto de siglo que comprende los
límites extremos de 1890 y de 1914 sig-
. nifican musicalmente · para el Uruguay
desde el doble aspecto de excelentes y varios
conjuntos instrumentales hasta la calidad de los
programas, subrayada por cantidad realmente
una época que atada todavía por un lado a abrumadora de primeras audiciones de obras
ciertos gustos e influencias coloniales se ve sa- contemporáneas, y de reciente factura muchas
\' cudida a su fin por el reflejo de las nuevas veces.
técnicas que surgen en Europa y de las obras
que allí mismo causan revoluciones estéticas. óPERA ITALiANA Y DRAMA WAGNERIA·
Tal el caso del "Pierrot lunaire" de Schonberg NO. - Los directores. Los cantantes.
de 1912, y de la "Consagración de la primave-
ra", estrenada por Stravinsky en París un año
Los estrenos.
después.
La ópera italiana que había penetrado en el
Esto hace que no sólo en la composición si-
Uruguay en los años de la Independencia des-
no en todas las manifestaciones musicales, des-
plazando violentamente a la tonadilla escénica
de la ópera y la música de cámara hasta el sin-
española hasta quedar dueña absoluta del pa·
tonismo y los conciertos vivan un momento de
norama musical por el resto del siglo XIX,
gran interés, pues, como toda época de transi-
había llegado, ya antes de 1890 tal vez, a su
ción, está plena de inquietudes y de novedades.
punto máximo en lo referente a hegemonía
Si bien por un lado la gran era de la ópera musical. La era de ~a trilogía Rossini-Bellini-
italiana comienza a palidecer lentamente, el Donizetti que cede su paso a partir de la inau-
nuevo siglo traerá el arraigo del sinfonismo y guración del teatro "Salís" en 1856 a la tem•
en general de la música instrumental, para de- prana producción verdiana, se ve continuada
sembocar como última consecuencia en el na- en estos postreros momentos del · siglo y en los
cimiento del nacionalismo. primeros años del actual, por el surgimiento de
Creo que al lado de una labor musical ma- ese milagro de frescura y genio musical que se
yor ha tenido en ese momento una trascenden- llama "Falstaff", y por toda la nueva genera·
cia bastante grande, aunque su difusión haya si- ción encabezada por Puccini, Giordano, Mas•
do más silenciosa, la obra de formación de las cagni, Leoncavallo y otros.
primeras instituciones de enseñanza, que en sus Pero, indudablemente, la novedad de la épo-
comienzos fueron, asimismo, el sustituto de la ca que nos ocupa la constituye la irrupción del
sala de· conciertos más amplia. · drama musical wagneriano.
Algo más a destacar es el incremento que Concretando, en este lapso de casi un cuar·
durante ese lapso tomó la música de cámara to de siglo pueden señalarse cuatro años cul·

NUMERO ~3/FEBRERO 18Ge


mlnantes en el panorama operlstico. Son ellos Bernhard la sala del "U rquiza" pasó a ocupar
los de 1894, 1903, 1905 y 1915. un lugar de preferencia junto a la del "Solís." bajo la batuta de Manuel Pérez Badía; la otra, al1o 1890 con la pre~entac10n, en el teatro
La primer fecha trae el triple acontecimien- Desde las primeras arias y oberturas de 1827, que fuera premiada anteriormente con la Me- "Solís", de la Orquesta Nacional Húngara que
to que supone la presentación de Luisa Tetraz- pasando por el auge de la segunda mitad del dalla de Oro en la Exposición Internacional de nos visitó conjuntamente con su director Kili
zini en "Lucia di Lamermoor"; el estreno de siglo, para desvanecerse luego muy lentamente, Milán de 1906, es el drama mlstico "San Fran- Jancsi.
"Falstaff" a apenas un año del absoluto en la impulsada por el mundo del sinfonismo y del cisco de Asís" para solistas, coro y orque· ta. La orquesta del " Instituto Vetdi", formada
••scala" de Milán, y la primera audición del concierto, la ópera, en especial la italiana, mar- En lo referente a las demás obras de Sam· en gran parte por sus alumnos más aventajados,
..Tannhaüser." có en nuestro país un momento de gran tras- bucetti y Ribeiro, así como a una buena parte comenzó sus actuaciones en 1893 y fue dirigida
1903 señala la llegada de la compañía lírica cendencia e influencia. Difícil sería drcir con de la producción de Glribaldl, las mismas no se du ran te mucho tiempo por Juan José Sambucetti.
italiana de la Empresa Nardi Bonetti que traía exactitud cuál fue el período más brillante, y 111encionan por estar sus fechas de estreno colo- Una época de trascendencia por ser la de la
por primera vez como maestro concertador y di- si bien esta época que estamos tratando fue de cadas antes de este año de 1890 que hemos to- propagación en el ambiente de las grandes for-
rector de orquesta a Arturo Toscanini, a la sa- evolución, mantuvo siempre un nivel de alta ca- mado como punto de partida. mas sinfónicas, es la que se inicia en 1897 al
zón de 36 años, que nos hizo conocer otra no- lidad artística. crearse y dar su primer concierto la orquesta de
vedad wagneriana: se trataba de "Los maestros lA ENSEÑANZA MUSICAL - Los conser- la "Sociedad Beethoven". Durante casi cinco
cantores de Nürenberg", estrenada en el "Solís" LOS COMPOSITORES URUGUAYOS. - años fue el maestro español Manuel Pérez Badía
vatorios.
el 27 de agosto de ese año con Hariclée Darclée, quien estuvo a su frente y en conciertos perió-
Los intérpretes de sus obras. Sus pri-
Zenatello y Giraldoni entre otros. Se completa el Prácticamente al despuntar el siglo estaban dicos realizados con bastante asiduidad, mucho•
año con la primera presentación, tal Vf'Z tm po- meras audiciones. de ellos en el teatro "Solís" y con intervención
ya inaugurados los institutos de enseñanza que
co inadvertida entonces, del joven tenor F.nrique iban a regir la formación musical de u n amplio de solistas nacionales, cumplió una labor no só-
Caruso. El año de 1890 marca justamente el naCÍ· lo didáctica sino de un respetable nivel artístico.
miento de un compositor ttruguayo: César Co t' sector del que surgirían, por un lado, los com-
El tercer momento de este rápido vistazo lo positores nacionalistas, y por otro, importantes A su muerte, acaecida en 1901, fue remplazado
constituye la visita, en 1905, del compositor tinas. en las últimas presentaciones de esa temporada
No obstnntr, Pste pt>ríodo que nos ataíie coniuntos instrumentales.
Giácomo Puccini dirigif'ndo varias de sus ópe- Verdaderos semilleros de actividad musical por Luis Sambucetti.
ras y estrenando, asimismo, "Edgar." prrsenta como in!Prés principal la labor de tres Alrededor de esa época, 1902, Montevideo
músicos: Tomás Giribaldi, Lt•6n Ribeiro y Lui~ encauzada fueron los conservatorios del siglo
Finalmente 1915 señala el memorahle en· pasado. Con el nombre de "Sociedad Musical de debe lamentar el fallecimiento de Luis Preti.
Sambucetti. Y agregaríamos que, en especial, los Este director fue uno de los que tuvo una par-
cuentro de dos célebres cantantes: Titta Ruffo y momrntos culminantrs de la carrera creadora aficionados La Lira" se Ü1augura en dicie111bre
Enrique Caruso en un "T pagliaccl" qttt> conmo- de 1873 el primero de ellos, al que seguiría seis ticipación más amplia en la vida musical del
del ítltimo de ellos. país durante más de cincuenta años. A la direc-
vió al público montevideano. Como hechos colaterales y que tienen igual- años más tarde la sección de nlúsica de la vieja
Escuela de Artes y Oficios. ción de la orquesta del teatro "Solís", -recorde-
Al lado de estos hechos medulares debemos mente su valor sr desenvuelven: por un lado, la
f...fuy próximos unos del olro en el tiempo mos que fue él quien la condujo en la función
destacar la actuación del tenor .José Oxilia en doblt> faceta de pianista y compositor de Dal-
dos músicos que iban a tomar parte muy acti va in au~ural de agosto de 1856-, hay que agrega;
1890, las primeras audiciones del " Don Cario" miro Costa iniciada ya casi mf'dio siglo antes, v
en nuestro desenvolvimiento musical fundan se11- una larga labor a1 frente de las Sociedades FI-
de Verdi dos años después, y de "Andrea Che- por p] otro, los trmpranos ensayo~ neativos de
nier'' de Giordano en 1897. Asimismo dos exce- dos institutos: en 1890. Luis Sambucetti el " I ns- larmónicas, en especial la que actuó desde 1868
los jóvPnes como Cortinas, Rroqua, Fabini, t'ic. hasta 1893. Fue ese conjunto sinfónico con Preti
lentes sopranos fueron rscuchadas en el "Solís" y que trataremos más adelante. tituto Verdi" y en 1895 Camilo Giucci el "Liceo
1\1usical Franz Liszt". Para valorizar esos esfue~ a su frente quien nos dio a conocer por primera
antes de terminar el siglo; son ellas Hariclée Volviendo al período central de esta época.
Darclée y Regina Paccini, fallecida esta última zos recordemos que la "Schola cantot11m" de vez una sinfonía de Beethoven: la " H eroica"
diremos que en él tienen lugar varios estrenos París fue iuaugurada también en esa misma épo- en 1875.
hace muy poco en Buenos Aires. nacionales. León Ribeiro, autor ya de varias ca, es decir en 1894. Pero, volvamos a la época que nos interesa.
1902 nos hizo conocer,. como adelanto a la obra~ sinfónicas, de cámara y religiosas, y ocu- Tal como dijimos al tratar los conservatorios y
YA entrado 1900, en la primera década, la
posterior visita del autor, una memorable "Tos- pando también la dirección de "La lira", cuya su obra colateral a la enseñanza, es otra orques·
enseñanza musical recibe dos nuevos aportes al
ca"; dos años más tarde y bajo la batuta de orquesta dirigía periódicamente, estrenó en 1912 ta surgida del seno de un grupo de alumnos, en
fundarse el "Conservatorio Musical de Monte-
Toscanini subió a escena "La wally" de Gata- su ópera "Liropeya" que había sido compuesta este caso la de '~La Lira", la que hace que se
lani. video" y luego el "Conservatorio Musical del
treinta años antes. Esta obra subió a escena ~"n Uruguay." conozcan tres obras capitales de la música en
Siguiendo la iniciada trayectoria wagneria- el teatro "Solí~" el 28 de agosto del mencionado Sin desmerecer la labor de cada uno de ellos Montevideo. Y le cabe al mismo director, el
na el 6 de marzo de 1906 es nuevamente Tosca- año bajo la dirección del maestro Gino Mari- es indudable que tanto "La Lira" como el "Ins· maestro Adolfo Errante, el honor de dirigir en
nini quien dirige "Tristán e !solda" en el Solís. nuzzt. tituto Verdi", dadas las actividádes múltiples 1903 la primera audición de "La creación" de
A esta importante novedad debe agregarse la vi- Ya que de óperas estamos hablando, tre8 q ue desplegaron, tuvieron un lu~ar muy estima- Haydn, en 1909 la de "El Mesías" de Haendel,
sita de Pietro Mascagni que llegó, poco después, producciones líricas de Luis Samh11cetti sr co- ble en el desenvolvimiento de la vida musical y finalmente en octubre de 1910, con la inter-
para conducir óperas suyas y del repertorio ita- nocieron en el 93 y 94 rrspectivamente; son del país. En ambos y paralelamente a la ense· vención de solistas y el coro del propio conser-
liano. ellas "Colombinson", " El diablo rojo" y "El vatorio, la de la "Novena sinfonfa" de Beethoven.
ñanza se organizaron conciertos periódicos en
Todo este desenvolvimiento musical, en ver- fantasma". base a sus propios elementos, y a: orquestas, con- Tratamiento muy especial merece la creación
dad operistico, tenía lugar a través de seis tea- Pero las dos obras capitales de este composi- juntos instrumentales y coros que allí tuvieron y la actuación de la Orquesta Nacional en sus
tros, a saber, "Salís"_ "Politeama", "San Felipe", tor, a quien por su labor múltiple tanto deb~ su gestación. Dada la importancia de muchos de dos períodos: 1908-10 y 1912-14-. Nacida gracias
"Cibils", "Stella d'Italia" y "Urquiza". Existien- la vida musical uruguaya, fueron estrenadas e:n "Uos, los mismos serán revistos al tratar el sin- al tesón inigualable de Luis Sambucetti que fus
tiendo ya los cuatro primeros antes de 1890 son 1899 y en 1910. La primera de ellas, tal vez su fonismo y la música de cámara re~pectivamente. asimismo su director, tuvo, especialmente en la
incorporados a la actividad teatral los dos úl- mejor obra sinfónica, es el tríptico "Suite d'or- segunda época (r 189 conciertos en tres años!) la.
t!mos en 1895 y en 1905 respectivamente. A par- chestre" y fue dada a conocer en el teatro "So- El MOVIMIENTO SINFóNICO virtud de dar a conocer aparte del repertorio
tir de su relevante inauguración a cargo de Sara lís" por la orquesta de la "Sociedad B~:ethoven., clásico una buena eantidad de la m&sica sin!6--
Este período parece abrirse justamente m .-t nica contemporánea, en especial la de Jos im ·
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eUACERNOE CE MARCHA
promotores para la creación de la Banda Muni· y gracias a ella se conocen una buena parte del
presionistas y muchos franceses, sin olvidar toda diciones con obras ya conocida1 dentro de la cipal. Finalmente, formada en gra~ parte. por repertorio de obras para piano y orquesta.
obra uruguaya que se hubiera compuesto en esos literatura camerística. músicos de la Escuela de Artes y Ohc1os, d10 su Al lado de las actuaciones de Santiago
momentos, Apenas un año antes de la formación de la primer concierto en el. año 19~7 ~ctuando a. s~ Fabini en el violín y de Bassano Mazzuchi en
precitada "Sociedad de conciertos", un grupo frente el maestro Aqu1les Gubito3I, su otro IDI· el violoncelo, cabe señalar la primera presenta•
LA MúSICA DE CÁMARA de jóvenes músicos que suman a su capacidad ciador y quien la dirigió por bastantes años. . . ción dé un joven discípulo de este último he-
instrumental un entusiasta espíritu, se unen pa· Es de interés señalar, igualmente, la partlCI· cha en 1892; se trataba de Avelino Baños quien
ra formar una nueva institución a la que deno- pación de un joven trombonista, recién llegado tuvo más adelante una relevante labor en con·
La segunda época del cuarteto de "La Lira"
minan "Asociación uruguaya de música de cá· a Montevideo como músico de este nuevo orga· juntos de música de cámara.
fundado ya en 1878, que abarca justamente una
mara". Son ellos Eduardo Fabini, Vicente Pa· nismo· se tra~aba de Benone Calcavecchia que Dos pianistas que apenas alcanzan la adoles-
década (1884-1894) en medio del lapso que es-
blo, Florencia Mora, Avelino Baños, Virgilio
'
contaba entonces 21 años de edad y que vemt1·
.. cencia se destacan por sobre todo en la genera•
tamos tratando, puede considerarse como la ción de esa época; son ellos Agar Fálleri y Héc-
edad adulta de dicho organismo. Se caracterizó Scarabelli y Rómulo Fiammengo. El 15 de octu· cinco años más tarde ocuparía, a su vez, la di-
bre de 1910 y en el teatro "Cibils" dieron su pri· rección de la mencionada Banda Municipal. tor Cluzeau Mortet que realizan, ya solos, ya con
por la alta calidad musical de sus integrantes, orquesta, muchas presentaciones.
en especial del primer violín Alejandro U guccio- mer concierto en base a obras de Saint Saens,
Brahms y Franck, que estuvieron a cargo de los El nuevo siglo nos trae junto a los artistas ya
ni, músico de extraordinarias condiciones téc· LOS CONCIERTOS consagrados como Luis Sambucetti, que volvía de
ni cas e interpretativas;_por la asiduidad de los violinistas Eduardo Fabini y Florencia Mora,
del violista Rómulo Fiammengo, del violonce· Tanto los instrumentistas como los cantan- Francia lueO'o de ocupar el puesto de primer vio-
conciertos y por la casi invariable integración lín en la o~questa del teatro "Chatelet", a jó·
del conjunto durante esos diez años. Al roen· lista Avelino Baños y del pianista Vicente Pablo. tes efectuaron sus conciertos no sólo en los tea·
venes violinistas tales como Eduardo Fabini, Os-
cionado primer violín acompañaban, la mayo- Este conjunto iba a tener más de veinte años tros, en especial "Solís" y "San Felipe", sino en
ear Chiolo y Camilo Guicci (hijo) y a los pía·
ría de las veces, Luis Cremonesi como segundo, de vida y lógicamente sufrió varios cambios, sien• las amplias salas de los conservatorios y de algu·
nistas Luis Cluzeau Mortet, Vicente Pablo,
!talo Casella como viola, y Bassano Mazzuchi do los más importantes los de 1914, año en que nas prestigiosas instituciones particulares tales
César Cortinas, María Verninck, a las cantantes
como violoncelo. se incorporan Osear Chiolo como violín y Luis como el Club Católico y el Club Uruguay.
L uisa Valdés, Rosa Carril de Fernández y Me-
Los primeros conciertos del "Cuarteto Sam- Cluzeau Mortet como viola. En lo referente a Tres músicos extranjeros muy importantes dina y las muy jóvenes María Piccioli y Socorro
bucetti'' fueron iniciados en marzo de 1891 ba- lugares de actuación el cuarteto lo hizo en tea· nos visitan en el siglo pasado. El primero de ellos Morales que hacían sus primeras presentacionel
jo la siguiente declaración: <1 > "El deseo de con- tros, en conservatorios y en diversos centros cul· lo hace en 1893 y es el violinista Joan Manén,
turales. Se caracterizó, por sobre todo, por el públicas.
trihuir en la esfera de nuestras facultades al de- gran virtuoso catalán que en esos momentos A ellos debemos sumar la figura del violi·
sarrollo y fomento del gusto musical nos ha im· extraordinario número de obras que dio a cono- asombraba al mundo por sus insólitas condicio- nista chileno Florencia Mora radicado en Mon-
pulsado a organizar un cuarteto con el propó- cer durante sus dos décadas de vida, pero la nes pues tenía solamente 10 años de edad. El tevideo y que tuvo una actuación muy desta·
sito de celebrar una serie de conciertos". Tales nómina de las mismas escapa a esta reseña por imoacto fue tal que su recuerdo perduró largos cada como solista y como integrante de con·
palabras eran el pensamiento de sus integra.ntes ocupar, en su gran mayoría, fechas posteriores añ~s y todavía hoy el concierto de Juanito Ma- juntos instrumentales. . •
Luis y Juan José Sambucetti (violines), Miguel a este año de 1914 que hemos tomado como nén en el "Solís", y más aún los comentarios, Si la llegada, en 1903, de Eduar~o Fab1.m , a
F erroni (viola) y Enrique Moreschi (violoncelo). punto terminal. viven en la memoria de algunos pocos. Montevideo trayendo el Primer Premio de vwhn
A cinco años de la creación de ese organismo · En esa misma sala y durante tres tempora- del Conservatorio de Bruselas conmovió el am-
que dio, efectivamente, un ciclo de conciertos,
LAS BANDAS. - La "Banda municipal" das seguidas José Vianrra da Motta, el e':ce· biente musical, cuál no sería la sorpresa que pro-
surge un segundo cuarteto que, en parte, iba a lente pianista portugués, realizó sendos recita· dujo el anuncio de que lo acompañaba su maes•
En los diez últimos años del siglo pasado el les. El tercero es el famoso arpista italiano Fé· tro el venerable César Thomson, y de que am-
conservar instrumentistas del anterior. Los nue·
vos eran Pedro Baridón como viola, y Avelino montevideano amante de los conciertos al aire lix Lébano que efectuó su presentación, también .
bos' actuarían en un concierto conJuntamente,
Baños en el violoncelo; el conjunto se comple- libre tuvo ocasión, en especial on la temporada en el "Solís", en el año 1898. Ese acontecimiento tuvo lugar en el "Solís" en
taba con la pianista María Verninck de Sambu- que el tiempo lo permitfa, de asistir a audicio- Junto a ellos se desenvuelven los conciertos noviembre de ese año, y maestro y alumno nos
cetti. Deben señalarse como hechos salientes de nes que diversas bandas, militares un~~. civiles pianísticos de Dalmiro Costa, de Irigoyen y de entregaron un Dúo para dos violines solos, de
esa época las primeras audiciones del Concierto otras, daban periódicamente en la Plaza Consti· Logheder, y los de violín que nos ofrecen Gaos, Leonard y el Concierto para dos violines y o~
para dos violines de J. S. Bach, del Quinteto tución, en Pocitos o en Ramírez. Díaz Albertini y Moreira del Sa. questa de J . S. Bach. Thomson ejecutó, además.
Op. 81 de Dvorack, del Cuarteto Op. 47 de Entre gran diversidad de. directores deben Merece párrafo aparte un excelente recital la Sonata "Trino del diablo" de Tartini con
Sclnunann y del quinteto "La muerte y la niña" destacarse Spinelli y Gerardo Grasso, ·conductor de guitarra realizado por Antonio M anjon en el Vicente Pablo, y la parte solista del Concierto
de Srhubert. estable éste último de la Banda de la Escuela de teatrl) "San Felipe" en 1893. N9 1 de Vieuxtemps para violín y orquesta ~i­
Artes y Oficios, por poseer ambos un nivel ar- rigido por · Virgilio Scarabelli.
Luis Sambucetti está dedU:ado en esos mo- Las numerosas presentaciones de Alejan•
tístico y selectivo mucho más elevado en rela· O sear Pfeiffer, tal vez el primrr concertista
rnentos a la Orquesta Nacional pero no por ello dro U guccioni, tanto como solista como haden·
ción a otros músicos. uruguayo, cuyas presentaciones en mediados del
abandona la actividad camerística, y es entonces do música de cámara, se ven lamentablemente
Asimismo, en el año 1894 se llevó a cabo un siglo pasado fuero n memora?les, fallece a los 82
que propicia, ya no como ejecutante, la crea- truncadas por su muerte acaecida en 1895. El
concurso de bandas militares y en él tuvo opor- notable ejecutante, del que se había dicho un a años, en 1906, en Buenos A1res.
ción de un tercer conjunto. Este cristalizaría a
fines de 1911 con el nombre de "Sociedad de tunidad de e .. cucharse una obra· del maestro vez que "era demasiado violín para nosotros" 1908 nos ofrece la presentación 'de- dos artis·
corciertos" y está integrado por Pedro Baridón Giribaldi, escrita para la ocasión y ganadora de tenía entonces 54 años. tas que ven1an al Rio de la Plata con una bien
y Antonio Labrocca, violines; Félix Peyrallo, vio- un premio. El mencionado compositor, que co· cimentada fama; fueron el pianista Ernesto
La pianista Luisa Gallo de Giucci que ha-
la; Juan Castorina, violoncelo y María V. de mo ya hemos dicho se preocupó constantemente Drangosh y el barítono Emilio Sagi Barba.
bía sorprendido al público montevideano años
Sambucetti, piano. A ellos debemos el conocí· dtJ la cultura artística del país, fue uno de los Al año siguiente en "La Lira" tiene lugar
antes, cuando era una niña, se destaca en esos
miento de los cuartetos de Debussy y de Ricardo momoPt0S por SUS intervenciones COrnO solista la actuación de la pianista brasileña Magdalena
Strauss, así como de bs q__.intetos de Saint Saens (1) "Montevideo Musical". 16 de marzo de junto a la orquesta de la "Sociedad Beethoven" Tagliaferro. Esta excelente artista, en esos mo-
y de L., 1'1 además de un nutrido número de a u· 1891.
NUM~Rd aaiF~BR~~Q teea
CUACE~N08 DE MARCHA
ANGE:L CUROTTO
mentos Primer Premio del Conservatorio de D'Indy a las que agrega otras de César Franck
París, ofreció tres conciertos, dedicado el últi- recibidas en Bruselas, retorna súbitamente a
mo de ellos a obras de Chopin. Montevideo y compone y estrena en 1908 en el
Para finalizar, y como característica de una teatro "Solís" el poema lírico "Tabaré" sobre
época, es interesante señalar los conciertos man- texto de Zorrilla de San Martín. A esta obra
dolinísticos que se celebraban con bastante fre- seguirá a apenas un año de distancia "El poema
cuencia y con la participación de conjuntos que de las lomas", tríptico para piano. Con ''Taba-
llegaban a más de cincuenta integrantes. ré", digno precursor de "Campo", se afirmaban
los nuevos conceptos nacionalistas mostrados
LOS NACIONALISTAS. - CORTINAS hasta esos momentos sólo en obras breves.
Cluzeau Mortet, todavía en una época ex-
El nuevo siglo XX nos presenta los albores perimental influida por los románticos y por los
de la generación de los nacionalistas. Los que impresionistas france•es, comienza una etapa de
iban a ser luego los tres iniciadores de este pe- transición, camino hacia el nacionalism·o, a1
ríodo en la música uruguaya, es decir Broqua,
Fabini, y Cluzeau Mortet es taban, en esos mo-
mentos, en el comienzo de sus respectivas ca-
rreras. No obstante, dos de ellos, los mayores,
componer en 1914 "Lloraban las campanas". Es-
ta obra para canto y piano sobre poesía de Julio
Lerena Joanicó es la primera del autor sobre
texto en español.
VIDATEATRAL
ya recogían enseñanzas en Europa. E11 efecto,
Alfonso Broqua que tenía entonces 24 años, ha-
da ya seis que concurría a la Schola Cantorum
como discípulo de Vincent D'Indy, en tanto que
Eduardo Fabini, a la sazón con 18 años, ingre-
César Cortinas, que da a conocer su "Ba-
lada" para piano a los 14 años, vuelve después
de una temporada de estudios en la Real Acade·
mía de Berlín, y estrena en 1912 en el teatro
"Solís" 1 una composición sinfónica; se trataba
rjO
MONTEVIDEANA
es em~resa ricil evocar la vida teatral rico, porque es la expresión <!e la eultu~ de Jaa
saba en el Conservatot io Real de Bruselas como de "Idilio" inspirada en la obra de María Euge·
n;tontevJdeana de la. "belle époque", limi- pasiones, de la libertad, y, a veces, de la ~sclavi
alumno de violín de César Thomson. tada enl~e la última década del siglo pa- lud. Y si es importante por las manifestacionet
nia Vaz Ferreira. Al igual que su producción an- ~ado y la Pnmera Guerra Mundial. Fuimo11
Luis Cluzeau Mortet con 11 años solamente, terior y posterior, nos presenta una fuerte y ex· de teatro uni~ersal, que en obras e intérpretes
testigos infantiles del atardecer de esa eta- puede aplaudJr un pueblo, lo es también por 18
recibía leccionP~ de piano y otros conocimien- presiva personalidad que se desenvuelve en tor· pa y conservamos latentes la sllueta de los últí·
tos musicales de su abuelo Paul Faget. no a una corriente de raíz ecléctica. labor de sus escritores y sus comediantes.
mos tr~nvías de caballos y la emoció1;1 que nos
César Cortinas, que como compositor tuvo En lo relativo á la obra medular de los tre~ produc1a cuando en los repechos de Agraciada El ~u~r~o 'd e ~iglo d~ la " belle époque", {u~
un e~tilo ecléctic-o y alejado completamente del nacionalistas, Broqua, Fabini, y Cluzeau Mortet, o de Rcmdeau, se le agregaban las yuntas de ron vemt1cmco anos felices pava la vida teatr(ll
nacionalismo, tt>nÍa entonces sólo 1O años pero ella escapa en su parte de desarrollo y madu- caden.eros para ayudar la subida, estimulada por montevideana. Pasaron por sus salas los :tná.s
ya asombraba con sus condiciones planísticas que rez al límite cronológico de esta reseña. l o~ gnt0s de los cocheros o el clásico cometín . . . g~·andes elencos europeos, y los hompres del país
eran guiadas por Camilo Giucci y con alguno En lo que respecta a Ramón Rodríguez So- Recordarnos los bigotes retorcidos los puños y Cimentaron la, escena nacional buscando un de..
que otro temprano ensayo de composición. cas, que luego iba a componer dentro del estilo cuellos almidonados, las polainas ~Jaras, el bas- !in? en la lite~atura dram~tica con sus propio1
Pero muy pronto estos jóvenes comenzarán nacionalista, por estos años que nos ocupan to tón y la media galera de los elegantes de enton- mteq~retes, umdos todos en la conquista de e¡.
a revelarse como creadores. Fabini escribe sus davia se encontraba en las etapas preliminares ces, que no querían ser menos que las damas cenanos, en las fuentes de trabajo y en las pri-
primeros "Tristes" en Bruselas, en 1901. Estas ' con un estilo operístico fuertemente influido por que con tanto orgullo ludan sus sombreros ati- meras luchas gremiales.
obras y "Las flores del campo" son, por otra la lírica italiana. Recordemos, asimismo, que borrados de cintas, pájaros, flores. . . Record a·
parte, la iniciación de su producción musical. desde los 18 años se hallaba estudiando en Mi- mos aquellos cupés que pasaban a todo galope Si ~ubiéramos de hacer historia no podría•
con las cortinas bajas, ocultando una aventur~ mos deJar de tener un recuerdo para los prim«to
Lógicamente que todavía faltaban más de vein- lánJ había nacido en 1886, y que justamente en
galante que nuestras tías comentaban con un ros autores teatrales del país: Juan Francisco
te años para llegar al estreno de "Campo". esos momentos varias óperas suyas se estrenaban
golpecito de codos y una mal <!isimulada mira- Martínez, designado después en 1808 "censor do '
Broqua, luego de las mencionadas clases de en los teatros de Milán, Spezia y Venecia.
teat~o" _por el gobernador Elío; el poeta Barto-"
da .. : Y aquella "Gatita blanca" con que des·
lome H1dalgo que en la Casa de Comedias estreo
cubrm~os en el teatro Cibib, allá por el año 1910,
los pnmeros síntomas de esta enfermedad del
na "Sentimiento de un patricio"; Manuel AraÚ•
c~o ( 1830); Joaquín Culebras ( 1831); Carlo1
teatro que, por suerte, no es mortal y nos acom-
paña todavía .. . V lllademoros ( 1835) ; a los que siguieron loa
estrenos -según la documentada información
Entre recuerdos de in(ancia relatos de gran· de Walter Rela- de Francisco Xavier de Acha
des amigos mayores en la hora' del café o de la Heraclio Fajardo, Pedro Pablo Bennúdez Al;
cena cordial, recortes amontonados de nuestro jandro Magariños Cervantes Antonio Dí~ Jo-
archivo y documentos, o
de la época procurare-
, sé Cándido Bustamante, José Pedro Ramir~z, y
lllos hacer una cromca -y no una crítica- de Eduardo Gordon que fue a mediados del siglo
aquella etapa de la vida escénica nacional. El pasado uno de l01 eomedi6graf01 nacionalet mál
teatro et1 siempre, en cada pafs, un hecho hist6- difundidos.
APARECE LA FAMILIA PODESTÁ El Centro Catalá y Teatro Popular, ubicado
este último en la Aguada y en la calle Goes, SE ESTRENA EN ITALIANO EUAS REc;;ULES Y SAMUEL BLIXEN
La familia Podestá, uruguayos unos y argen- actual avenida Gral. Flores, fueron centros de UNA OBRA NACIONAL
actuaciones de distintos elencos y cuadros de afi· En 1892 se inicia Elías Regules con "F,l en·
tinos otros, fue en la penúltima década la base
cionados, primeros pasos escénicos de Vittone, tenao". Amante de la tradición gauchesca, e!
inicial de la escena teatral rioplatense. Bajo la No olvidemos un hecho significativo, impor-
Fradiletti, Ramos "Cotorrita", unas veces en los nombre de este poeta dramático se incorpora 1
lona del circo, entre payasos y malabaristas, sur· tante. Se estrena en nuestro primer coliseo, en la escena nacional con sucesivas obras que lot
gió el teatro nacional. El sainete improvisado o circos que se levantaban en Bartolomé Mitre y lengua italiana, una obra nacional, por la com-
Goes -hoy Blandengues y General Flores- o Podestá agregan a su repertorio, como "Las yj.
el drama criollo -"Juan Moreira" fue el primer pañía de Armando Falcone. Se titula "Honoria vezas de Juancito", una adaptación de "Martín
grito de protesta por una justicia mejor- con en Reducto e Isidoro de María, o en la esquina Blanchard" y revela a un comediógrafo moder-
de Libres y Goes donde existiera la vieja quinta Fierro", y "Los gauchitos", su mejor triunfas
que comenzaban o finalizaban los espectáculos, no que tuvo amplia repercusión en el teatro rio- obra que pasó del tinglado de la carpa al esce-
fueron la cuna de los primeros actores y autores de los Aguirre, como muy bien lo evoca Juan platense: Alfredo Duhau, oriundo de San José.
Carlos Patrón en su reciente libro sobre la po- nario del Salís. La actuación en el Nuevo Po-
nacionales, en un trabajo orgánico, continuado, liteama de los Podestá cuenta en esa temporada
permanente. pular zona. La obra fue estrenada en el Teatro Politea-
ma, y la primera actriz del elenco, Adelaida Tes· con la presencia del famoso moreno Gabino
Fue bajo esa lona que surgieron las prime- Ezeiza, cuyas virtudes de payador señalan toda
JOS~ OXILIA, LA VOZ DE ORO sero, una de las grandes intérpretes de la época,
ras figuras de nuestra escena. El circo tuvo acle· una época de la canción popular rioplatense.
DE LA ~POCA fue la encargada de .la traducción.
más de los Podestá, a dos familias uruguayas Ese mismo año revela a uno de los come-
que, con sus caravanas de carros y carretas, re- Fue Duhau una figura importante de las le- diógrafos nacionales más difundidos y más fa-
corrieron el Uruguay y la Argentina llevando El teatro Solís, que tres años antes había tras, que repite su éxito en el mismo escenario miliarizados con el éxito, Samuel Blixen, coa
un programa mixto de acróbatas y payasos, de inaugurado, con gran pompa, su instalación al año siguiente con "El duelo". Gran periodis- su comedia en un acto "El cuento de tío Ma~
dramas y comedias: la familia Anselmi, y la fa- eléctrica, brinda a nuestro público en 1890 un ta, integró el personal de "La Razón", pasando celo", que todavía hoy integra algunos progra-
milia Queirolo. Cabe a esta última el honor de acontecimiento nacional: el triunfo del tenor después a "El Diario" de la vecina orilla. Ra- mas. Samuel Blixen fue el crítico más prestigio-
haber sido el primer elenco nacional rioplatense compatriota José Oxilia, que a los veintinueve dicado allí se dedica de lleno al teatro estre- so de su hora y uno de los que más influyeron
que, a principios de siglo, actuó en Europa y años, de regreso de Europa, canta la ópera "La nando, siempre con éxito, una veintena de co- con sus juicios en la vida teatral rioplatense.
Norteamérica, gira que se prolongó durante Favorita" en una versión que provoca el entu· medias que se destacaron por su fina crítica a Su seudónimo de "Suplente" gozó de merecido
varios años y donde los dramas de chiripá y siasmo de la crítica y del público, que al finali· las costumbres de la época y por la pureza del renombre por su labor periodística en "El Si·
facón provocaron la atención de otros públicos. zar la función lo esperó a la -salida, sacándolo lenguaje. Alfredo Duhau falleció en nuestra ca- glo", "El Día" y "La Razón". A "El cuento
Pero entremos dentro de los límites de este en andas por el propileo. De los valores de pital, en el año 1938. de tío Marcelo" representado posteriormente
trabajo, para referirnos a los episodios más des- este cantante, basta recordar la opinión del pro· como otras comedias suyas, en francés e italiano
tacados, ya que la crónica sería interminable si pio maestro Verdi, que lo llegó a considerar SURGE EN EL CIRCO OTRO por elencos visitantes -no pasaba un elenco por
fuéramos a relatar cuanto ha ocurrido en los como uno de los mejores intérpretes de su la capital que no hiciera una de sus obras- de-
"Otello". Pocos meses después, en .u na tempo- AUTOR NACIONAL
teatros del país. bemos agregar sus comedias "Verano", "Invie~
rada realizada en .el Nuevo Politeama, stt anun· no", "Otoño", " Primavera", "Frente a la muer•
ciaba a grandes letras "un abono a ocho óperas Y COI.llO siempre, las carpas de los circos, en te", "El violín mágico", "La muerte loca" y
ALLÁ POR 1890 su trajinar por el interior de nuestro país y de
en las que el gran Oxilia intervendrá en seis". "Ajena", esta última estrenada anteriormente en
la Argentina, llegaban varias veces al año hasta el año 1893, en el teatro Solís, con el título de
Montevideo brindaba sus espectáculos a tra- Ese mismo año pasó por nuestra capital una nuestra· capital.
vés de distintos escenarios. Las principales salas compañía lírica inglesa que se presentó con "El "El cumpleaños de Marta", interpretada por la
eran "Solís", "Cibils", Nuevo Politeama" en Co- mikado". y el gran actor italiano Ermette No- Al año siguiente, 1892, se incorpora a la his- compañía española de María Tubau.
lonia y Paraguay, "Teatro Oriental", en Mer- velli, en dos temporadas, cumplidas en nuestro toria de nuestro teatro Abdón Arozteguy, con su
cedes y Andes. y teatro "San Felipe" que ocu primer coliseo y en el Nuevo Politeama, con su obra "Julián ·Giménez", que con "Juan Moreira" OTRO ~XITO NACIONAL: ..JUAN
paba la manzana del Palacio Taranco, hasta gran repertorio de teatro trágico y sus tan co- para a ser otro de los caballos de batalla del re- SOLDAO", DE MORATORIO
hace pocos años sede del Ministerio de Instruc- mentados monólogos cómicos con que acostum- pertorio de los hermanos Podestá. Fue Arozte-
ción Pública y Previsión Social. braba finalizar sus espectáculos. La temporada guy autor y periodista de agitada vida. Soldado Es en este año de 1893 que debemos señalar
Distintos circos cumplían sus temporadas a francesa estuvo a cargo de un elenco encabe- a los diecisiete años en las filas de Timoteo Apa- que los Podestá estrenan "Juan Soldao" de
pocas cuadras del centro capitalino, siendo los zado por dos grandes de la época: Coquelin y ricio, al terminar la revolución emigró a la Ar- Orosmán Moratoria, cuya acción se ubica en
lugares más utilizados la avenida 18 de Julio Félix Huguenet, con un repertorio que iba de~· gentina, de donde regresara más tarde, siendo nuestra campaña, grito de prote~ta en tono me-
frente a la plaza Artola, donde el Gran Circo de "Las preciosas ridículas" a "Felipe Derblay". electo diputado por el departamento de Canelo- lodramático contra los fraudes electorales. La
Sud Americano representó durante muchas no- nes. Las contingencias políticas de aquellos años obra despertó vivo interés en las rr4(1sas popu·
Además se aclamó a otro gran captante,
ches la pantomi~a "Giuseppe Garibaldi en el lo llevaron a cruzar el Plata muchas veces. In- lares, y puede- decirse que con "Cobard"" de
Francisco Tamagno, cuyas intervenciones ago-
Aspromonte". tegró el personal de redacción de "El Pueblo", Pérez Petit, estrenarla al año si~uiente, completa
taron varias veces las localidades, a doce pesos
Pablo Rafetto, uno de los animadores cir- la platea. Y acotemos aquí. quP mientras las "El Diario" y "La Reacción", de Montevideo, el ciclo de teatro criollo iniciado por "luan Mo-
censes de más tesonera actuación, con sus gim· localidades de los teatros mon tevideano<, su estrenando después, siempre con los Podestá, los reira" y cultivado por Arosteguv y Regules, al
nastas, pantomimas, y a"limales amaestrados tra- precio. en el término de ochenta años se ha dramas "Heroísmo", "Ituzaingó", "Las hijas del que puso broche final el escritor entrerriano
bajaba genel'!llment!' en un predio de Río Negro multiplicado diez, veinte o treinta veces, el im• virrey", y otra~ piezas cuyos títulos de por sí Leguizamon con su "Calandria", aue trajo una
y Canelones, lugar preferido también por el porte de la locomoción, de los diarios o de un denotan la modalidad de este escritor, uno de voz y un estilo nuevos, anunciando así el cre-
Gn·.n Circo Oriental, mientras que el Circo café, se paga actualmente mil veces más. A los más representaclos oor los elenco~ de circos pú~culo dPI pintoresco picadero.
Willians lQ hacia en la calle Piedras frente al los estudiosos corresponde analizar causas y <le entonces. St>n;tm las P·tc-dístiras t~atral<>s. Pero no olvidemos que ese mismo año 1893
f.futel Nacional. efectos. ".T ulián Giménez" sobr epasó el millar de repre- pasaron por nuestra capital elencos extranjeros
sentaciones. que, por su repertorio y la calidad de sus intér·
pretes, iban a gravitar en la vida de nuestro tea· varo "Gauchos y g~leras", ''Salus corpus" y La popular zarzuela que aún hoy sigt1.e siendo Circense, un pavoroso incendia se llevó el Nue-
tro como una lección: Sarah Bemhardt, Eleonora "Los lanzamientos", y estimulado por el éxito en su estilo una alta expresión, se representó vo Politeama.
Duse, Gustavo Módena, Antonio Vico, y María parte para Buenos Aires donde encuentra el durante muchas noches con el Teatro Solís des· Los grandes conjuntos extranjeros no deja-
Tubau, verdaderas cumbres del teatro francés, camino para su vocación, estrenando con la bor danle, pasando después al Teatro San Fe- ron de visitarnos, y ese mismo año fueron aplau-
español e italiano. Temporadas todas, que se compañía española de Rogelio Juárez o con los üpe, donde Enrique Gil, otro intérprete del gé- didos: la gran actriz italiana Tina Di Loren-
prolongaban semanas. La majestuosa araña del Podestá, obras chicas que alcanzaron retunde nero chico español, siguió la zarzuela del maes· zo ("La dama de las camelias", "Federa", "Lu 4

Teatro Solís se encendió por primera vez en uno suces·o como "Ensalada criolla", "A vuelo de lro Bretón, que alternaba las carteleras con "La crezia Borgia", "Adriana Lecouvreur" y ..Ro-
de esos espectáculos. Y no faltando, como de pájaro" y tantas otras, con música de los maes· grao vía", " La marcha de Cádiz" y otras. meo y Julieta", pero que, en este elenco, por
costwnbre, la habitual temporada de zarzuelas tros Podestá1 Reynoso o García Lalane. Fu e El éxito de "La verbena de la paloma", que respetar la categoría de la gran diva, se anun·
y sainetes españoles, en esta ocasión por la com- uno de los autores más populares del teatro nuestro público conoció a pocos meses de su ciaba como "J ulieta y Romeo" ... ) ; Flavio An-
pañía de Avelino Aguirre y Carlota Millanes. breve rioplatense de principiOs de siglo. Enri· estreno en Madrid, tuvo trascendencia tan po· dó, otro de los delirios de la temporada, po1
¿El repertorio !' Todo lo heterogéneo que co- que De María falleció en Montevideo en ma- puJar, que la gente, aprovechando cualquier sus condiciones de comedian te y su "asombro-
rrespondía a la época; desde "La dama de las yo de 1943. pretexto, en la calle y en los salones, aplicaba sa elegancia", según los cronistas sociales de la
camelias" por la divina Sarah, a "Teresa Ra- como un comentario o como un piropo sus fra- época. Acompañaba al divo italiano una ex·
quin" por Eleonora Duse, "El conde de Mon- En cuanto a Ulises Favaro, debemos citarlo
en forma especial. Periodista incisivo, comedió· ses más conocidas: "Julián, ¡qué «ties» ma- traordinaria actriz, Virginia Reiter ("El honor"
~e Cristo" por Gustavo Módena, "El dueño de dre!", "Hoy las ciencias adelantan que es una
grafo popular, fue uno de los más auténticos de Suderman, "Fedor11-" y "Odette" de Sardou,
las herrerías" por María Tubau, "El alcalde barbaridad ... ", "Ya lo sé, señá Rita .. , " o
de Zalamea" por Vico, o "La toma de Casti- hombres de . teatro. La tónica de sus primeros "El romance de un joven pobre", "La dama
triunfos en nuestro medio, lo llevó a Buenos "Hay que comprimirse", "¿Dónde vas con man- de las cameli.as" y. . . "La tía de Carlos") . Ro-
llejos por el general Prim" en la temporada de , tón de manila?", "También la gente del pue·
Aires, capital que supo con quist~r de inmedia- gelio Juárez y su compañía ligera hicieron
zarzuelas. Y las plateas a uno, dos o tres pe· • blo tiene su corazoncito ... "
to con aquel don de simpatía que emanaba de el gasto del teatro español con un repertorio
sos, este último precio para la temporada de
su figura, Inteligente, bien enterado, dominan- 1\ través de todas las épocas, las repercu- en que alternaron desde la zarzuela "El tam·
Sarah. Era el momento en que las batallas en-
te en la~ TIJedas de cafés porque sabía alternar siones de un éxito no tienen límite. Y durante bor de granaderos" a las comedias de Vital Aza,
tre los asistentes a la cazuela y el paraíso de
con las figuras importantes que cada noc.be in- mucho~ años, ninguna compañía de zarzuelas y algunas obras de autores nacionales, como
nuestros teatros, en su demostración de simpa-
tegraban las tertulias . . . Así llegó f.!. ocupa r en que pasó po1 Montevideo dPjó de hacer la obra Sarnuel Blixen, repertorio mixto que ta.mbié:Q_
tías hacia los artistas preferidos, provocaban es-
m¡¡estm de Bretón y. Ricardo de la Vega .
cándalos en la sala que se renovaban en cada
poco tiempo la dirección del elenco de los Po·
destá y las de otros conjuntos en años poste·
brindara otro buen comediante español ligado
posteriormente al teatro rioplatense: Mariano
intervalo y, sobre todo, al finalizar las funcio-
riore5. Ulises Favaro estaba siempre en todo~ SE INAUGURA EL TEATRO "STELLA Oalé.
nes. Las grandes temporadas extranjeras pro-
VDcaban lucidas reuniones SDciales que comen- los proyectos y combinaciones teatrales. F1¡e D'ITALIA". . Y SE INCENDIA Pero el gran éxito del año 1895 lo constituy~
periodista satírico y mordaz, y desptJés de e5· la presencia de Leopoldo Frégoli, el ~trtista it:at
taban detenidamente los cronistas de la época, EL POLITEAMA
tar al frente de la página teatral de "última Hano creador del transformismo, llenando b
'' era costumbre asistir a los espectáculos con
media hora de anticipación a fin de que las Hora", voJvió a Montevideo, aslf!IÜendo cou escena durante tres horas con su sola presen-
Áng~l Méndez la dirección del diaño ''La No-
De la importancia que el teatro significaba
damas pudieran lucir sus " toilattes" ... en la vida nacional, recordemos que en el año cia a través de distintos tipos. Fu~ up.a :nuevll
che", clitigiendo h.mbién la C(!)mpañfa teatral modalidad~ repetida posteriormente por. F~tima
1895 Montevideo celebra la inauguración de
"Rieplatense'1 dutrante muchos afíos. Oansa,do, Mlris, ejercicio físico admirable pero sin signi-
P~REl PETIT, FAVARO,-DE MARrA enfenno, desilusionado, puso fin a su vida en una nueva sala, que, afortunadamente, aún
~obre'lr:ive: el Teatro Stella D'Italia, :inaugu-
ficación artística, que tuvo en la "belle époque,.
mayo ele 1924, en los mismos días que tres un tendal de imitadores aunque, por suerte, un
E N el año 1894, en que, como ya hemos di-
cho, se incorpora Víctor Pérez Petit a la
dramaturgia nacional con su obra "Cobarde"
grande~ figuras de la escena nacional - Parra·
viccini, Cailaux y Vittone- estaban represen·
rado la nDche del 29 de junio, y en cuya
construcción invirtió veinte mil pesos la Socie-
dad de Socorros Mutuos "Stella D'Italia", edi-
solo Frégoli.
Está demás decir que no :Calt6 la anual
tando con gran éxito producciones que lleva 4
temporada lírica de agosto, con cantantes da
y "Las tribulaciones de un criollo", ambas es- ficio levantado sobre proyectos y dirección del
han su firma. la categoda de Ercolari o De Marchi, cum-
trenadas por Po~está-Scotti, se aplaude tam· arquitecto Luis Andrem1i. Aunque la ciudad to-
bién "Fausto criollo" de Benjam!n Fernández y Pero Montevideo, entre conciertos de im· davía se iluminaba a gas, el nuevo teatro lució pliéndose la habitual "gran gala" de la nocha
Medina, "Flor del pago" y "Polleras y chiripá" portancia en los que se estrenan una sinfonía guirnaldas de bombitas eléctricas. Esa noche, del 25, fiesta clásica del "bell canto" y de la so-
de Orosmán Moratoria, y conúenza el auge del del maestro Ribeiro, o "El fantasma" del maes- después de ejecutar la orquesta del Conserva- ciedad mont-evideana, en esta ocasi6n con "La
teatro por secciones, a treinta centésimos la en- tro S~mbucetti, recibe también la visita de torio "La Lira", el Himno Nacional y la Mar- Gioconda". Los atuendos de las damas y de los
trada. El género chico nacional puede decirse Ermetti Novelli, cuyas interpretaciones de cha Real Italiana, siguieron los discursos del caballeros de la sala para estas clásicas funcio-
que se inició entonces, y fue Antonio Podestá, "Kean", "Otello", "El mercader de Venecia", caso, a cargo de los señores Destéffanis y Ca- nes eran ensayadós con más anticipaci6n y cui-
actor y compositor de sencilla inspiración, quien " Papá Lebonnard", y "L~ bisbetica domata", viglia, completando el programa inaugural dis· dado que los de la escena, al decir de la gente
creara la música de las obras, cuyos textos se cau~~n admiraei6n, la que se repite también tintos números a cargo del cuadro lírico-c;lra- de entonces.
debían a Moratorio, Regules, Félix Sáenz, En- frente a los recitales de canto del gran tenor mático de la institución. Largo sería enumerar Y con una hwnorada de Samuel Blixen y
rique De Maria o Ulises Favaro. vasco A. Aramburu la historia de la popular sala del Cordón, ya el maestro Adolfo Errante, "Jauja", se ~
Por su !=apacidad y dedicación, señalemos Cfue por su escenario desfilaron grandes elen- plió, a beneficio del Ateneo, un ciclo de fun-
la importancia que en él teatro rioplatense han LLEGA "LA VERBENA DE LA PALOMA" cos europeos v fue cnna, también, de muy im- ciones a teatro desbordante, éxito determinadn
tl'nido Enrique De Maria y Ulises Favaro. En- portantes mani fe~taciones del teatro nacional, por un libro escrito con gracia e interpretado
rique De Ma ría -nieto del historiador Isidoro Y no dejemos el año 1894 sin recordar que Vf'rdarlero pu nto de partida de artista~ y escri· con brío por señoritas y j6venes montevideanos.
De María e hijo del poeta y periodista Alcides en él se estrena "La ve rbena de la paloma" tores uruguayos. Manifestaciones artísticas de este estilo se re-
De Maria- se inició en el mundo literario ~n y nada menos que con su creador madrileño Pero la alegría de una nueva sala duró po· pitieron posteriormente con frecqencia hasta lat
la rrdflcción de "El Fogón". Escribe con Fa· .Julián Romea, uno de los grandes del género. ro. El 6 de octubre, al finalizar un espectáculo primeras dP.cadae del presente siglo, una temí-

CUADERNOa OE MARCHA NUMERO a2 1 FEBRERO \lój6Q

1
das en honor a las figuras de un conjunto es• arrojaron sus bombas incendiarias sobre el con·
lla más de los posteriores "teatros indepen- italianas !tala Vitaliani, Alfredo De Sanctis, pañol, noche a noche, al terminar los esp.e~­ junto de prejuicios, mentiras e iniquidades qut
dientes". Genaro Módena, y Genaro Pantalena, que com• táculos. El éxito de María Guerrero se rep1t16 fotmaban la monstruosa sociedad capitalista. ..•
Los circos de Podestá-Scotti, Anselmi, y partieron la atención del público con los con· después cuantas veces nos visitara: María Gue-
Q ueirolo reiteraban sus visitas y con ellas la juntos españoles de Clara Millanes v Mariano rrero conoció el fausto de la glona muy mer;; APARECE EL GRAN FLORENCIO
'
oportunidad para que nuestros autores p•erez Galé. cidamente. También es cierto que no merec10
Petit Sáenz De María, Cione, Moratoria y Los conciertos del maestro Pérez Badía fue- la amargura de las salas vacías de sus últimos En ese clima y en ese escenario, se inici6 la
otros,' estrenaran
' sus nuevos dramas y comed'1as. ron durante muchos años una de los notas má• años ni la ingratitud del público de España vida teatral del primer dramaturgo suda-
Es así que en 1896 se representa con éxito serias de la vida musical nacional. y d; América de sus últimos días, después de mericano: "Ladrones", boceto de pieza brev.,
"Julián Giménez" de Arósteguy, "Por la pa- haber luchado con tanto talento y honradez que años después, en una nueva versión, se ~n­
tria" de Moratorio, "A vuelo de pájaro" de por la grandeza del teatro ~spañ~l. . virtió en "Canillita", al estrenarse en la ciu~ad
AQUELLOS BAILES DE CARNAVAL ..• de Rosario (República Argentina).
De María con música del maestro Videgain, y El mismo año un gran tragico Italiano con-
"Aventuras" de Félix Sáenz con música de An- Y no olvidemos que los bailes de carnaval, movió nuevamente a Montevideo: Ermette No- Al año siguiente -1898- los, ~utore1 n'!".
tonio Podestá, esta última estrenada anteiior- los famosos "veglioni", tuvieron también en el velli, al decir de los críticos, "el más grande cionales siguen produciendo. La cnt1ca de épo-
mente en Paysandú. El movimiento teatral na- teatro Solís su historia . . . Costumbre que se entre los grandes". , • . ca señala los estrenos de "María de la gloria•
cional estaba a cargo de los circos que ya cita- venía cumpliendo desde hacía varios lustros, ca- Y la gran temporada hr_tca .traJO en su ~ua­ de Benjamín Fern~ndez y ~e~!na, y "~~salad•
mos, o cuadros dramáticos en distintas zonas da año congregaban mayor concurrencia. Fue dro dos cantantes extraordmanos: De Lucta y criolla" una " revista callejera con mus1ca del
de la capital, siendo el que dirigía Enrique De en muchas ocasiones la "gran nota" de nuestras Sanmarco. Temporada importante en que los maestro' García Lalane, que tuvo amp1'ta reper•
María uno de los que gozaba de mayor presti· carnestolendas, donde los lujosos disfraces o los uruguayos conocieron "W:rther"? Y. en que no cusión popular en ambas márgenes ~el PlatL
gio. Fue entonces cuando se conoció un payaso clásicos dominós, ocultaban a una gran dama nos resistimos a reproducir la sigutente anota- Y otro periodista se incorpora a la f1la de 1~
que por su gracia y su habilidad logró la in- o a una vivaz "derni-mondaine" que, al ritmo ción que figura en el borderaux del t;atro autores nacionales que tuvo después larga aeo
mediata adhesión del público: Pippo. Surgió ba- de un vals o de una mazurka, vivían una so- Solís del día 25 de agosto en la que se tba a tuación en el ambiente teatral rioplatense com•·
jo la lona del Circo Oriental, de los hermanos ñada aventura estimulada por el champagne cantar en gran función extraordinaria, "La Bo- crítico comediógrafo y director de conjuntoa:
Queirolo, que actuaba en la zona de Goes, o que corría en los palcos -y ante palcos ... - héme"; "Nota: Esta función fué suspendida por Enriq~e Crosa. Conviene señalar el comienzo
en calle Tacuarembó, o en el predio de Mer- o en el foyer del Solís. Fueron los "veglioni" orden superior, por asesinato del Presidente. de en el teatro de este escritor. En colaboraci6a
. cedes y Olimar. De esas pistas "lo sacaron" un con sus consecuencias naturales -bodas y se• la República D. Juan Idiarte Borda, a la sahda con el periodista Ernesto ~ópez ~abandera e..
día Ulises Favaro y De María con destino a paraciones conyugales- la gran fuente de los del T e-Deum, por Avelino Arredondo, a las ho- trenó "República", comedia satínca de cará~
Buenos Aires; y "Pippo" pasó a ser Luis Vit- ras 2 y 50 p.m., d e este d1a• "• ter político, pieza que provocó la noche de su.
comentarios y de los chismes de la época. Re·
tone, uno de los más populares actores riopla- cordamos siempre la expresión popular de uno "premiére" un gra~ tumul!o en la sala: el a~
tenses, verdadero pionero del sainete nacional, de los viejos conserjes del gran teatro: "En EL 11 CENTRO INTERNACIONAL", tor Félix Mesa, pnmera f1gura del elenco, en-
género surgido como consecuencia del auge del carnando a un funcionario policial, entró por
género chico español y que legó verdaderas jo-
aquellos bailes de carnaval encontrábamos siem- TRIBUNA DE PROTESTA
pre, al limpiar la sala, muchos objetos perdí· el fondo de la platea, intentando detener a uno.
yas en el género, piezas costumbristas que los dos, pero nunca aparec10·, un anti·raz. . . " s·tgnol Es en ese año 1897 que el "Centro In- del público que, también era •otro intérpr?te¡
mejores autores de la época, uruguayos y ar- del pudor y del recato con que ocultaban o ternacional", ubicado en la calle Río Negro, los espectadores no lo reconocieron y cons1de-.·
gentinos, habrían de prestigiar con sus firmas : llamado después "Ateneo Popu1ar" , rea 1'1za pa- rando aquel acto como un atropello de la }lO"
disimulaban sus vidas las mujeres de fin de ai·
Pacheco, García Velloso, Sánchez, Discépolo, ra m cuadro filodramático un concurso tea- licía la emprendieron a golpes e insultos coa
glo.
Favaro, Novión y tantos otros. tral. Después de las jornadas eliminatorias del el a~tor. Esta incidencia determinó que el pre.
jurado, tres obras se djsputan el primer pre- sidente de la república, Juan Lindolfo Cue~
EL ESTRENO DE 11LA BOH~ME" PRESENCIA DE UNA GRAN ACTRIZ: mio: "Desquite" de Eulogio T. Peyró, "Noble- tas reclamara el libro original. y de su prop1a
MARfA GUERRERO za de esclavo" de Edmundo Bianchi, y "Ladro- m;no suprimiera escenas ~ a.tusio~es que pu-
Ese mismo año 1896 el público montevideano nes !", que resultó la obra laureada y que lle- dieran determinar nuevas mctdenc1as. 1Ah, la
aplaudió una nueva ópera que todavía hoy, 1897 señala otros hechos importantes. :Se vaba la firma ae Florencio Sánchez. Fue esa censura . .. !
en la era atómica, conmueve con su sencillo- presenta por primera vez la Compañía Dramá- pieza, con "Los derechos de la salud", "Un Y llegamos a.t fin del siglo p~sado frente. a
romanticismo: "La Bohéme" del maestro Gia· tica del Teatro Español de Madrid, epcabeza· buen negocio", "Marta Gruni" y "Puertas una capital progresista con una vtda te.atral lit'
como Puccini. Y si de lírica hablamos, recor- da por María Guerrero y Fernández Díaz de adentro", las únicas obras de Florencia que se tensa donde intérpretes y autores c~ten:r:an ll
demos que mientras en la noche del 18 de julio Mendoza. Ella gran actriz, y su esposo, a sus estrenaron en Montevideo, ya que todas las enco~trar un destino propio, mirando hacia eM
canta el gran Tamagno "Guillermo Tell", po- títulos de comediante agregaba su sello de no- otras lo fueron en Buenos Aires. El paso de Buenos Aires que lentamente iba acogiéndolos,
cos días después se oye por primera vez en bleza de "Grande de España, Conde de Lalain Sáne<hez por el Centro Internacional fue desta· para fortalecer un teatro nacional formado por
Montevideo "Sansón y Dalila", realizándose y Balazote y Marqués de Fontanar". Nada más cado no solamente como autor, sino también dos pueblos tan estrechamente unidos .. Autores •
también en el Teatro Solís, en la misma tem· ni nada menos. Repertorio: "La niña boba", como intérprete de su propia obra, y también
. . " , "L as de S an Qum . t'm " , intérpretes que abandc;maban la hum1.lde .carpa
porada, una función de "gran gala" en honor "Mancha que l1mp1a como orador y conferencista. "Allí Florencia en que habían surgido. para buscar ub!cac1ón e111
de su alteza real el duque de los Abruzzos. "El gran galeoto", "Don Juan T enorto . " , "Lo-
,.. Sánchez -según Alberto Zum Felde- desen· los e•cenarios de tos teatros de las cap1tales do~
Y digamos de paso, como nota interesante, que cura de amor" y otras. El sillón de platea cos- gañado de la política tradicional y renegando de tanta~ noches habian soñac'o. admirando "f
en acto público realizado en nuestro primer co- taba $ 2. 00 y sus abonos eran a quince fnn· de su nacionalismo, hizo una memorable noche aplaudiendo desde un rincón ~el "paraiso" r¿ 1~
liseo, se entrega una noche al dioutado Eva- cioncs. Fue una gran temporada por la a] t·a profesión de fe anarquista; allí Roberto dC: las
calid'ld de los esoect~cu!o~ v por el car.( ~ .. ,. figuras estelares del teatro umver11al.
risto Ciganda un cuadro de Blanes, romo Carreras proclamó los derechos del amor hbre;
reconocimiento a su gestión pública en favor social oue nuestr~ sociedad le .dis?ensó. ~ l llllí Ángel Falco, Armando Vasseur, Edmundo Clara Delta Guardia, Guerreró-Dias: de Me&
del mctgisterio nacional. Con distinta fortuna, punto, que P"""p rl.,..r;r e qne por IJrimer: '· ." Bianchi, Jos6 Peyrot, López Campaña y otros, doza, Rogelio Juires, los Podetti, la cornpal\fa
:actuaron también en la capital las compañías las familias de más prestigio ofrecieron conu-
portuguesa de Lucmda Moraes, .l"élix Mesa, Ro- g¡osos, con sus mterpretacwnes de característica.
berto Gil, fueron quienes arrancaron los últimos Actriz genuinamente popular, sobria en la com·
aplaus01 del 99. posición de sus tipos, de espontánea gracia, gan6 dad, la paz y el engrandecimiento de la patna." cerse sentir, esporádicamente, también en Mon-
un sitio de honor en la galería de las primeras Pero no nos resistimos a agregar algo más. El tevideo. Ya los teatros no funcionaban perma-
Y ENTRAMOS EN EL NOVECIENTOS figuras de nuestro teatro. mismo diario, al dia siguiente, decía que el es- nentemente como tales. Dentro de las progra-
Y con el siglo, se aplaude con "Blancos y pectáculo comenzó una hora después de lo anun- maciones normales, cada vez con mál frecuen-
En el nuevo siglo, Montevideo teatral ofrece colorados'' a Carlos María Pacheco, que pasaría ciado esperando la presencia del presidente de cia, empezaban a ofrecerse también funciones
.rus programas desde los escenarios de los teatros a convertirse, en pocos años, en el primer sai· la república Juan Lindolfo . Cuestas que a úl- de ."biógrafo". . . Así vemos que el Teatro San
Solís, San Felipe, Cibils, Stella d'Italia, y el Ca- netero de nuestra literatura dramática. Perio· timo momento desistió de concurrir al mismo, Fehpe en 1902 anuncia en la prensa "Gran
sino Oriental ubicado en la calle Florida a pocos dista y comediógrafo nacido en nuestro país, debiendo ocupar su lugar en el palco de honor, Cinematógrafo Universal", con "Los funeralea
metros de Soriano, sala de variedades por donde vivió casi toda su vida en Buenos Aires, donde junto a los mu1istros del Ejecutivo, el señor J osé de la reina Victoria" y "El casamiento de la rei·
desfilaban en un programa de music-hall, impor- después de hacer en el periodismo su escuela, Ballle y Ordóñez, presidente del Senado de la na Gui1lem1ina de Holanda" en colores, y "Cria·
tantes atracciones que venían del Viejo Mundo: encontró su verdadero derrotero en el género República. Es de supouer que los comentarios to caminando sobre las aguas" según la misma
dúos de cantores, malabaristas, ilusionistas, las chico. Montevideo aplaudió sus sainetes "Los de esa noche, más que a los intérpretes de prensa, "de un efecto grandioso".
clásicas "chanteuses", canzonetistas . . _ y conjun- disfrazados", "Las romerías", "Música criolla", "Otello", se habrán referido a la política nacio- La gran actriz francesa Madame Réjane, en
"La recoba", "El pan amargo" y varias dece- nal, no sola1 nente en el teatro, sino en el habi- su temporada con "Zazá", "Madame Sans Gé-
tos de pequeños animales amaestrados. Fue un
nas de títulos más, interpretados por los Podes· tual buifet q ue en estas ocasiones las autorida- ne", "La parisienne" y "La dama de las came-
género muy de moda entonces, que contó años
tá, Parravicini, Vittone-Pomar y otros co.njun- des del Sulís ofrecían a los poderes públicos e lias" señala un nuevo y gran estilo de intérprets
más tarde con dos nuevos escenarios: el teatro invi tados oficiales. .
Casino -actua.l cine-teatro Artigas- y eJ. Royal tos durante varias décadas. en contraste con la opereta italiana -"Bocao-
El género chico español, con sus espectácu• El año 1901 11os trae la grata nueva de la cio" y "La fille de Madame Angot"- , que la
Theatre, que antes fuera Teatro Odeón, en Bar-
los de obras en un acto -se hadan cuatro sec· reaperlura del Teatro Politeama, sala popular compañía Cyro Sconamiglio, con su tono pica-
tolomé Mitre y Reconquista.
dones por noche a treinta centésimos- indinó por donde desfilarían distintos elencos, sobre resco, parecía alarmar. . . y divertir a nuestro
En el aspecto musical, un importante movi-
un nuevo camino a nuestro teatro. Los prime- todo nacionales, campo siempre propicio para público.
miento conquistaba día a día nuevos auditores,
ros éxitos en Buenos Aires alcanzados por Tre- la labor de nuestros autores. El nuevo Politeama Pasan también en esos meses las compañia&
y recordemos en ese sentido, con justicia, a los
jo, Soria y Garda Velloso, interpretados por los estaba ubicado en Colonia y Paraguay, donde de Teresa Mariani y de Andrés Cordero, actor
grandes animadores que con tanta capacidad co-
elencos españoles del género, fueron lentamente actualmente está el Ministerio de Hacienda. La español este último que durante muchos añoa
mo ~acrificio, crearon el clima musical del país:
formando el género chico nacional con sus pro- vida de esta sala parecía marcada por un fatí- consecutivos sacudiera la fibra religiosa de los
los maestros León Ribeiro desde 1'La Lira", Fran- rlico destino, ya que en el año 19 19, como ocu-
CI SCO Sambucetti desde d "Instituto Verdi" y la
pios autores y comediantes. Y el chulo espafiol montevideanos con sus veristas y habituales re-
pasó a ser el compadrito, al que se fueron agre- rriera a finrs del siglo pasado, fue arrasado por presentaciones en Semana Santa de "La vida.
Sociedad "Beethoven" dirigida por el maestro ol ro voraz incendio.
Pérez Badía que tenía su sede en la ca lle Ron- gando el gallego, el "cocoliche", en una gai~1Ía pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo".
de tipos populares de la calle o el convcmt1llo, Plisa n en esta época por 'Montevideo tos Fue además un año importante para la es·
deau casi Colonia. Tres nombres con quienes el Plrnc0s de María Guerre ro v Fernández Díaz
pa1s tiene una larga deuda. con sus dramas sencillo~, cuadros de la vid;¡ cena lí rica porque se oyó por primera vez "Don
ciudadana en que no faltaba nunca la pr0testa de l'vlendoza, Cla ra della Guardia, Leopoldo J uan" de Mozart, y porque actuaron cantantes
Los aficionados tenían sus humildes escena- Buron. y la rompañía de comedias y zarzuelas·
'lics en el Centro Gallego, Centro Internacional, social. de la talla del tenor Anselmi y de la soprano
La compañía francesa de Madame Siu)the- de Bonifacio Pineda. Entte los autores naciona- Darclée, y la revelación de un nuevo barítono
Centro Comercial de la Unión, "La Fraternal les, se \ uelve a aplaud ir a Samuel Blixen en
Unida" del camino Millán, Club Artesano de nay, el elenco de Z(!.rzuelas de Celia Del¡;';ado que no tardaría en convertirse en la primera
y José Maristany, la compañía italiana de Tina su comedia "Invierno". figura mundial en su género: Titta Ruffo.
Prñarol, "Le. Comedia" de Paso Molinfl v otros, U na gran actriz italiana, que iba a vincu-
de donde salieron actrices y actores q~r más di Lorenzo y Flavio Ancló, y la gran lírica que La vida teatral cobraba cada año más inten-
en esta ocasión contaba con un cantante pres· larse más tarde con nuestro teatro, la señora sidad. En 1903 el teatro señala hechos muy im·
tarde gravitaron en la vida del teatro nacional. J acinta Pezzana, q ue se había aplaudido antes
tigioso como Ghilardini, elencos todos cuyas tem· portantes.
poradas tenían más de un mes de duración, junto a Eleonora Duse, arranca cálidos juicios Comencemos por decir q ue se inicia la cons-
ORFILIA RICO, NUEVA FIGURA contaron entonces con la adhesión de nuestro de nuestros críticos con sus interpretaciones de trucción del teatro Urquiza -actual sala del
DEL TEATRO NACIONAL público. "Magda" de Suderman, y "Teresa Raquin" de Sodre- proyectada por el arquitecto Hora·
Zola. cio Acosta y Lara y construida por el arquitecto
Los imprevistos en el teatro fueron siempre
UNA FUNCióN DE GALA La presencia del socialista italiano Pietro general Guillermo West, propiedad de Justo
grandes oportunidades para la revelación de nue-
Gori sacudió la platea de nuestro coliseo con su Gualberto de Urquiza.
vas figuras. La enfermedad de una actriz brin~ SIN PRESIDENTE encendida palabra.. Esa misma sala gozó de los
dó la ocasión a una joven de pocos años para Antoine y su Teatro Libre, con la escuela
gorjeos de la más grande cantante de la época, de su naturalismo, trae al Río de la Plata una
que revelara condiciones que habían apuntado Pero no terminemos la evocación de e~te la gran María Barrientos, en una temporada lí-
promisoriamente desde su infancia. Nacida en 1900 sin reproducir un comentario de "El Si· n ueva tendencia que discuten apasionadamente
rica de un mes de duración en que se cantaron los críticos y escritores, teoría q ue lentamente
Montevideo, hija de una actriz española que se glo" referente a la gran función de gala del desde "La sonámbula" hasta "Lakmé" y "Los comenzaría a encontrar eco en nuestras lati-
t haoía radicado en nuestro país, Orfilia Rico vi-
vió el teatro. El acierto de sus sucesivas crea-
25 de agosto, que denota un estilo del perio-
dismo y de la vida nacional: "Cuando esta no-
Hugonotes". El público llenaba las salas de la
capital y de los circos que, casi permanentemen-
tudes.
ciones la llevaron a ocupar un primer puesto che la concurrencia se ponga de pie pal'a escu•
te, con sus acróbatas y dramas criollos, se repe- PRIMER GRAN TRIUNFO
r n el momento de más auge del teatro riopla- char nuestro himno nacional, las mujeres con tían en las proximidades del centro.
tense Su éxito en "Pica-Pica" de Enrique De sus magníficas «toilettes:. cubiertas de brillan- DE FLORENCIO
'M aría, hizo que este autor la animara a trasla- tes y los hombres bajo sus irrep~chable.s fra9';1es, APARECE UN ENEMIGO
dar5e a Buenos Aires, vinculándo~e su nombre todos tendrán un solo pensam¡ento tdentthca- DEL TEATRO Se estrena en :Suen01 A~ ..M'hijo el do-
11 lo~ eatrenos de los comediógrafos más presti- dos por una sola y grande aspiraci6n: la felici- tor'' de Florencio Sánchez, marcando esa obr.J
\
• Pero el. pequeño enemigo del. teatro que ha- una nueva etapa del teatro rioplatense. Una
t=UAQPNQII N Mh~ bla apareCido en otras eapitales empezaba a ha- erítica entusiasta y UJl gran &ltó de públiCGJ

i
aore un nuevo canuno para nuestra escena. gentino en el teatro Opera de liuenos Aires.
Meses después la obra llega a Montevideo y, Los ecos de los nuevos triunfos de Florencio Carlos Travieso, Samuel Blixen, Daniel Martí- p~ís- difun_dieron en Montevideo desde el Ci-
en el teatro Solís, Gerónimo Podestá la ofrece Sánchez con "La gringa", "La pobre gente" y nez Vigil, Pedro Manini Ríos y Ubaldo Ramón bils y el Pohteama, los grandes éxitos bonaeren-
a nuestro público la noche del 14 de octubre, "Cédulas de San Juan", estrenadas en la capital Guerra.
ses y l~s nuevas obras que nuestros autores ibaa
repitiéndose el entusiasmo también en nuestra porteña, merecen extensos comentarios perio· Fue el citado año de intensa actividad tea· productendo y que llevaban la firma de Pé~
capital. La gente de teatro de ambas márgenes, dísticos en la prensa montevideana. En el tea· tral. Desfilaron por nuestra capital la compañía Petit, Crosa, Cione y otros.
ae siente fortalecida ante la adhesión que intér- tro Odeón, la compañía de Enrique Gil inter- italiana Bolognesi-Pirovano, y en distintas tem· !ue entonces q~e dentro del programa de
pretes y comediógrafos nacionales reciben -¡al cala en su repertorio de género chico español, poradas líricas se contó con la presencia nue· v~ne~ades . del ~a~:.no Oriental se presentó ~
fin!- del públ'ico y de la crítica. En medio de las obras de autores nacionales "Ensalada crio- vamente de María Barrientos, Rosina Storchio, duo Neg~t-.:'-PP?aru que con sus canciones ~
este clima, se forma en Montevideo la sociedad lla" de De María, "Casos y cosas" de Favaro Anselmi, Toscanini y el gran compositor ita· p~lares e u~utac1?nes, durante muchos años COIIII-
de autores teatrales denominada "Fomento del y Alfredo Varzi, y otras de Enrique Queirolo liano Giacomo Puccini, que asistió a las repre- to con la s1mpat1a de los .montevideanos.
Teatro Uruguayo", cuya comisión directiva se y Otto Miguel Cione. sentaciones de "Tosca" y "Manón Lescaut". Y con la ya casi permanente actuación de
constituyó así: presidente, José Enrique Rodó; La gran temporada lírica de todos los añ~s "L'amica" del maestro Mascagni fue una nove· Montefusco en el teatro Odeón, y algunas tem-
vices, Samuel Blixen y Washington Bermúdez; se cumplió como siempre, y aunque las auton· dad, así como "Loreley" del maestro Catalani poradas de teatro picaresco del elenco "Royal
secretario, Enrique Crosa; tesorero, Arturo Gi-
ménez Pastor, y vocales, Eduardo Ferreira,
maestro Tomás Giribaldi, Enrique Kubly y Ar-
dades oficiales, por las circunstancias menci~na·
das no asistieron como era costumbre, el mvel
ardstico fue de primera categoría. Basta con
,, y "Romeo y Julieta" de Gounod.

SARAH BERNHARDT INAUGURA


Theatre" en el teatro San Felipe que llegaron a
merecer, algunas noches, multas "de hasta vein-
ticinco pesos, por atentados a la moral", pas•
teaga, Enrique De María, Emilio Frugoni, Guz- mencionar los nombres de Toscanini, Rosina EL TEATRO URQUIZA mos a evocar algunos acontecimientos del siguien•
mán Papini y Zaz, Enrique Queirolo y los maes- Storchio, Farnetti, Garbin, Borgatti, Sanmarco te año 1906.
tros Antonio Reynoso y Vicente Miraglia. Para y recordar que se efectuó ese año la primera El5 de setiembre de 1905 se inaugura el teatro El teatro de "género libre,. a través de como
el primer espectáculo patrocinado por la enti- representación ante nuestro público de "Mada· Urquiza, correspondiendo el honor a la gran pañías españolas y francesas se había convertido
dad se eligió la obra histórica "Artigas", ha- me Butterfly", y que la visita a Montevideo del Sarah Bernhardt, que lo hizo en una velada me· en nuevo filón para nuestros empresarios, 1
biendo interpretado a nuestro héroe una pres- maestro Saint Saens señaló otra alta expresión morable con la obra de Sardou "La sorciere". mientras nuestras damas brillaban por su au-
tigiosa figura del teatro español, el primer actor musical de categoría. Como primet: actor venía De Max, y la tempo- sencia, los "caballeros" se las arreglaban para
Manuel Díaz de la Haza. Una temporada francesa de pochades V co- rada que comprendía cinco funciones -el abono estar al día con el género picaresco. "Floren,
La temporada lírica de ese año fue memora- medias realizada en el teatro Cibils, puso la nota a la platea para los cinco espectáculos costaba e~ ~atapón" y "Las píldoras de Hércules", ~~
ble, con un cuadro de cantantes excepcional: de buen humor y picardía con el repertorio del veinte pesos- fue interrumpida dos días para V1rt1eron muchas noches en el Solís y en el Ur-
Caruso, Gilardoni, De Luca, Zeñalello, y en el Palais Royal de París de las obras de Feydeau, ceder el escenario a otro elenco francés encabe· quiza, las mismas salas que días después iba11
atril la presencia de un director que por extra· Gavault y Bissón, comedias que entonces escan· zado por el gran Cocquelin, con su extraordina· a ocupar María Guerrero, Suzanne Després ~
ordinarias condiciones artísticas y su conducta dalizaron, las mismas que hoy fes tejan nuestras ria creación de "Cyrano de Bergerac", el poema Cora Laparcería, y el poeta Jacques Richepin,
ciudadana se iba a convertir en uno de los gran- familias. de Edmundo Rostand, que la misma noche in- ' José Vico, Adelaida Ristori, la compañia Mi-
des del siglo: el maestro Arturo Toscanini. El atentado contra el presidente Batlle, la terpretaba en español, en el teatro Cibils, el guel Muñoz·Concepción Olona ... o las opere-
muerte de Saravia y la paz de Aceguá que puso primer actor Emilio Thuiller y su conjunto del tas francesas de Madame Courtenay, asf tam•
SE LEVANTA APARICIO SARAVIA fin a la revolución, fueron acontecimientos que teatro Princesa de Madrid. bién como una recordada actuación de un coJ~po
conmovieron al pueblo y por varias semanas, La apertura del teatro Urquiza brindó a la junto del mismo género procedente de la c..
El estallido revolucionario dirigido por Apa· alejaron al público de los espectáculos. Recupe· capital, una sala importante y su proo-ramación pita! alemana.
t:> •
ricio Saravia contra el gobierno constitucional rada la tranquilidad, volvió a volcarse a los s~pero, muchas veces, la de nuestro primer co· Fue este mismo año que se estren6 una 6pera
del presidente Batlle y Ordóñez, que estallara teatros, en un año en que, además, habían pa~ hseo. A Sarah Bernhardt y Cocquelin, siguieron en un acto titulada "Alda", del compositor na.-
el primer día del año siguiente -1904- no sado por nuestros escenari?s . Loie Fuller t~~n Gustavo Salvini con sus creaciones de "T artu· cional Rodríguez Socas, y que la e11cena Iíri~
alteró la fisonomía de la capital. El pueblo, su conjunto de danzas fantasttcas, la compama fo" y "El rey Lear'~, elencos franceses e italia- volvió a contar en el atril con el maestro Tos-
acaso por querer olvidar las angustias que lo to- del teatro Lara de Madrid, y distintos elencos nos de operetas con Jos sucesos del género, como c~nini y grandes versiones de 6peras wagneo
caban tan de cerca, buscaba en los espectáculos rioplatenses que, año a año, iban ganando posi· "La poupée", "La belle Helene", "La fille de nanas.
unas horas de olvido y .los teatros Solís, Cibils, dones difundiendo los primeros éxitos de Sán· Madame Angot", etc. Emilio Sagi Barba y Luisa Vela, eon N
San Felipe, Politeama, Casino Oriental -que chez, 'Granada, García Velloso, Lafferrére, ~1 célebre payaso Frank Brown y su esposa, compañía de zarzuelas y operetas, y O¡¡.rlos Sal>
más tarde pasará a ser el Teatro Nacional y Sánchez Gardel, Pérez Petit, Soria, Payró y otros Rostta del Plata, con su circo en el Politeama vany con las tiples lrma Gasperi11 y Pilar MIPP
Odeón, que no tardará en transformarse en Ro- comediógrafos que acaparaban las carteleras cumplió. otro de sus afortunad~s espectáculos, y dorell, pusieron la nota típica de un género tea--
yal Theatre- renovaban constantemente sus porteñas. en. el m1smo __teatro la compañía de zarzuelas y tral que durante tantos años eont6 con las p~
programas con nuevos elencos y atracciones. Como nota interesante y curiosa queremor sametes espanoles de Félix Mesa reeditó éxitos ferencias de Jos espectadores.
Los conjuntos de Clara Delia Guardia, de recordar que el 2 de julio de 1905 se realiz( anteriores, así como la transformista Fátima Mi-
Ermette Zacconi, y Ermette Novelli actúan du- en el teatro Solís un gran homenaje a Melcho! ris, q~ien siguiendo la escuela de Frégoli, inte· LLEGA A MONTEVIDEO
Pacheco y Obes, cuyo programa estaba dividid< res6 VIvamente a nuestro público. ..LA BELLA OTERO"
rante tres y hasta cuatro semanas y pasan del
Solís al Politeama, y en un momento determina· en tres partes: un acto musical con la interven- Los triunfos en Buenos Aires de Florencia
do los dos grandes del teatro italiano actúan al ción de Agar Fálleri, P. Baridon, L. Sambucet- Sánchez con sus obras "Barranca abajo" "En Pero también pas6 en el año t 9M por d
mismo tiempo ante salas desbordantes. Novelli ti y M. Mortet; una demostración de esgrima faml.lt"a"
. y "Los muer tos" repercutieron
· '.mme·
escenario del Urquiza la famosa "bella Otero".
estrena en su lengua una obra de autor uru· dirigida por el profesor Nic?l~s ~;vello, y un dtat~mente en nuestro medio. La compaiiia de Los amores principescos, su comentada belleza
guayo, "El enemigo", de Andrés Demarchi, que acto de oratoria con la partJc1p~c1on del poeta Ennque Arellano y Ángela T esada -una actriz que exponia con audacia, la leyenda de aven•
poco después representaría ante el público ar- Leoncio Lasso de la Vega y de ·los doctores nuestra de gran temperamento y personalidad, turas que decoraban su vida, provocaron en
estrechamente ligada a la historia del teatro del nuestro público inusitado interés. "Suplente", el
C~AOERNOS DE MARCHA
poracta en ese escenano de Sagi Barba y Luisa y "Prisma", fueron aplaudidas en distintas tem-
gran critico de la época, termina así la crónica .núsJca del maestro Francisco Payá, estrenada Vela con zarzuela~ y operetas, y las cien represen· poradas.
de su debut: "Quien no haya visto anoche a por Parravicini siete años después. También tacione~ de "La gatita hlanca" por la compañía El nomhre de Pérez Petit no faltó, con sus
«La Bella Otero», vaya hoy. Como artista y Orosmán Mora torio (hijo) estrena en 1907 su Salvany en el Cibils, dan el panorama anual, sin estrenos di' "El esclavo rl'y" y "Yorick", así romo
como mujer, produce una p rofunda impresión primera comedia, titulada "La jaula", a la que olvidar la compañía de Lorenzo Valero, el ring tampoco el de Otto Miguel Cione que, con
estética, con la cual conviene aumentar el te· seguirían posteriormente "El hijo del otro", que se levantaba en el Casino Oriental para los "El arlequín", su mayor éxito, se convirtió en
soro de los grandes recuerdos ... " "Dulce calma", "Sol de otoño" y "La otra Mag· grandes matches de box o lucha romana, y la el caballo de batalla de los primeros actores de
No terminemos el año sin recordar que en dalena". apertura de una nueva sala, el "Teatro Come- la época Pablo Podestá, Arellano y Battaglia,
Buenos Aires se realizó el Concurso Labardén U lises Favaro con "El panete" de~c.:ubre en dia, e!l la zona del Paso Molino, en la calle Pú- cuyas vigorosas interpretaciones fueron fuente
auspiciado por el conservatorio del mismo nom~ Buenos Aires a Florencia Parravicini, y Eduatdo blica esquina Aurora, a una cuadra del puente de inspiración para los más destacados aficio-
bre, y para el que los autores rioplatenses debían Facio Hebequer, en colaboración con Moratoria de Paso Molino" -según se anunciaba en la nados de entonces, como Carlos Brussa y Hera-
escribir sus obras con títulos impuestos por sor- estrena "El señot Guillot" y más tarde, con su prensa- pequeño local de donde habrían de clio Sena.
teo. El fallo, que fue la rgamente protestado, sola firma, "Bajo el ombú", "El decir de las flo- salir los conjuntos de aficionados, actrices y
consagró a Otto Miguel Cione por su obra res", "Los mansos", "El rancho de las viole· actores que se incorporarían más tarde, por sus BE~LANPROTESTA Y FLORENCIO
"Presente griego", como primer premio; "Ga- tas". . . Facio Hebequer fue otro de los come· méritos, a la farándula rioplatense. A LA COMISAR[A
nador y placé'' de At-turo Giménez Pastor en diógrafos uruguayos que marcharon un día a Y asi llegamos a Jos dos (¡!timos años de la
segundo lugar, y "Fuego fatuo" de García Buenos Aires y no regresaron más. primera década. La vida teatral de la capital es En todas las épocas los autores teatrales tu-
Velloso, en tercer ténnino. Sánchez, Pérez Pe· cada vez más intensa, a través di" los escenar:ios vieron exigencias, y es asi como entonces, ante
tit, Pacheco, Queirolo, Novión, Maturana, Pico, NOCHES DEL POLO BAMBA de Jos teatros Solís, Urquiza, Politeama, C ibils, los cortes que a su obra había realizado el señor
Sánchez Gardell y tantos otros de importante San Felipe, Coliseo Florida, Stella d'Italia, Ca- Arellano, un joven e~critor, José Pedro Bellán,
labor en el teatro riopla tense, no figuraron con sino, Marconi. Nacional, Royal. . . En los dia· retiró su primera pieza teatral titulada "Amor·•
Noches felices de los comediógrafos nacio11a·
sus obras en el marcador. A través de los años, rios, ya empiezan a figurar las carteleras con los en vísperas de su e-s treno en el teatro Salís, para
les, cuando después de los estrenos hacían co·
los concursos siguen siendo. . . concursos programas de los pt'imeros cines: Parlan te, Ideal, entregársela a la rompaíiía Mateu que artuaba
mentarías y discutían en las mesas del Polo
Bamba, bajo la égida de Severíno San Román, Mundial, Instituto Verdi, Buckingan, Sucursal en ese momento en el Stella D'Italia.
AUGE DE LOS AUTORES dueño generoso y autor de "El chimpancé hoy ldeal. Pero en la misma temporada de Arellano en
NACIONALES amapola". En sus mesas se congregaba la bohe· el Solís, ocurrió otro episodio digno de mencio-
mia intelectual, con muchos libro~ bajo e1 bra- UN CONCURSO QUE :1ar. Ante una solicitud de Florencio al actor
Montevideo se había conYertido teatralmen- zo, que se esglim!an en los debates sobre las dis- '\rellano para que no estrenara su obra "Nues·
,p en una plaza fuerte, como lo señala la impor· tintas teorías filosóficas y poHticas que se agi· TUVO RESONANCIA tros hijos'' que estaba anunciada, prometif.ndole
tilncra de los elencos e>;tran jeros que nos visi- taban entonces. Allí estaban, noche a noche, Flo- en su lugar la obra "M;¡trta Gruni", el actor y t>l
' " ban anualmente. Y el teatro nacional, día a rencia Sánchez -cuando ya venía de v~:lta a El teatro nacional sigue concp1istando pí¡bli· empresarío no respetaron el pedido del gran
día, conquistaba nuevos escenarios en ambas nuestra capital- Ángel Falco, Edmundo Bian- co. Enrique Arellano, buen artor que t11vo es· dramaturgo. quien envió 11na carta a los dia·
márgenes del Plata. " Los disfrazados" de Car· chi, Alberto Lasplaces, Ernesto Herrera, Jos~ pPcial preocupación por estimular a los autores rios en que decía: "Yo, dueño de esa obra y oja-
los María Pacheco paso a ser en el teatro por Pedro Bellán, Emilio Frugoni, Lasso de la Ve· del país, junto con Lina Estévez y Ángela Te~ada, lá pudiera decir lo mismo de sus compañeras,
~ecc10nes un éxito merecido, ya que afirmaba ga, Fernández Ríos, Antuña. cumplió distintas actuaciones en el Salís, Na· sacrificadas a la avaricia de cómicos y empre-
las posibilidades de un género que en autores cional, Cibils y Coliseo Florida con obras de sarios que se han enriquecido con mis éxitos y
Guillermo Battaglia entusiasma a nuestro
r- intérpretes iba a brindar muchos triunfos. nue~tros comediógrafos, y las comedias que ha·
público afecto al teatro nacional con sus vigo- mi miseria, yo, Florencia Sánchez, el decente
bían sido premiadas en un concurso, cuyo ju- autor. ordeno y dispongo que no estrene una
Fue 1907, en nuestra capital, un g ran año rosas interpretaciones de las obras de Sánchez,
rado integraban José Enrique Rodó, Samuel obra mía en el Solís y es como si no hablara
para Florencia Sánchez. Sus obras "Barranca Maturana, García Velloso, autores que alter·
a baJO . " , "N uestros 1UJCI>
. . " y "L os muertos'' a tra- Blíxen y Víctor Pérez Petit, con los siguientes nadie". La empresa alegaba que Sánchez había
nan en su repertorio con Braceo, Shakespeare,
galardones: Primer premio, "El credo" de Is·
vés de Pablo Podestá y Arellano Tesad~, con· Guimerá y Rusiñol. cobrado los derechos y éste contesta, a su vez,
mael Cortinas; segundo premio "Cabecita loca" que todo lo que había recibido eran sesenta y
sagraron la personalidad del g'fan dramaturgo Giovanni Grasso y M imí Aguglia trajeron di' Luis Scarzolo T ravieso, y en tercer lugar, cinco pesos del señor Arellano por la utilizac1ón
a punto de que uno de los grandes del teatro ese año una fuerte expresión del teatro dialectal " Pobre hombre" de Nicasio Bahrens. Los se- de todo su repertorio. "N uestros hijos" subio a
español, el gran actor J osé Tallaví, con Máría italiano, elenco éste ~ue repitió el su ceso en Sal- ñores Cortinas y Scarzolo T ravieso repitieron la escena, y esa noche Sánchez, desde un palco, hi·
Gámez y Manuel Díaz de la Haza en su con· to y Paysandú, ciudades que con frecuencia re- SUPJ'te en eo] tl"atro en los años sucesivos, y que·
junto, estrenaron en el teatro Solí~ " Los dere- cibían la visita de las compañías importantes zo oír stt protesta, que fue contestada por la pri-
dan de ellos un importante aporte a nuestra Ji. mera actriz. El escándalo fue mayúsculo, y Flo-
chos de la salud", que calificara "Suplente" co- que trabajaban en Montevideo, hechos que, des- teratura dramática. "Farsa cmel", "Renée Ma· rencia fue sacado del teatro por la policía v rP·
mo "un drama formidable como el choque de graciadamente, ya no se repiten. . . Coquelin,
dos acorazados". son". "La rosa n ~tural", "Fuego sagrado" y "Co·
-pero "el otro", como lo llamaban al hermano mitido.
sas de América" de Cortinas, fueron aplaudidas
y~ct?r Pérez Petit, dramaturgo que estaba del creador de Cyrano- explotó su ilustre ape- en ambas márgenes del Plata. La pasión de la ¿Quién iba a decir al gran Florencia q u~
fanuhanzado con el éxito se hizo a plaudir con llido con una actuación regular, pero los mon· vida política que llev6 a este comediógrafo a en el hall de ese mismo teatro, en el de\enir
"La rondalla", - una de ;u s obras más difundi- tevideanos se conmovieron ese mismo año con las más altas esferas del gobierno, privó al tea· del tiempo, se le iba a honrar con un busto suyo?
das. durante. mucho~ años- y "El esclavo rey". dos intérpretes excepcionales: Eleonora Duse , tro de un escritor que pudo haber brindado Samuel Blixen -"Suplente" - escritor, ci'Í-
Javter de V1ana se mcorpora a la literatnra tea· (lUe se pre"entó con "Ma¡rda" en el Urquiza, y mejores ·muestras de su talento. En cuanto a tico y comediógrafo cuya intensa actividad e in-
t1 a1 con "La dolora", estrenada por los Podestú. Enrique Borrás. otro de los grandes españole~ Scarzolo Travieso, como crítico y como autor, teligencia tanto habían pesado en la vida tea·
" la que seg uirían años desuu ~s "T.os cltin!'>'O- quP actuó también en la misma ~ala . cultivó con acierto la comedia, y "Guerra de ve- tral rioplatense, fallece en plena madurez. a
Ios" "El~ .t tuco
· " , " P u.ro caliii.Jo " y otra~; pero ,,•ll
Un éxito de Ulises Favam en el Politeama rano" "Como las olas", "Montiel de la$ flores" los cuarenta y dos años, el 22 de mayo di' 190q.
nHt\'01 r-xtlo In constttuyó " Pial de volcao", co u ron ~u obra "Al hipódromo", otra larga tem-
NUMERO 22/FEQRERO 196~
FAG. t>"
OUAOERNOS oa MARCHA
Tumb!fn ~rcfl6 Montevideo en ~so~ afios el metida beca, partió para el Viejo Mundo en el
'&eatro San Felipe, en una de cuyas ultimas fun· "Príncipe de Udine", calurosamente despedido cialista con los temas de sus dos conferencias: LAS NOCHES DEL CASINO
Cione1 al celebrar su beneficio la tiple Irma por amigos y admiradores. ¡Cuántas ilusiones "Las tres corrientes de la Revolución France· Y DEL ROYAL
cu.pe'n., de gran popularidad, ~ aparecer . una habían puesto en este viaje el gran bohemio y sa" y "Tradición y revolución". . .
iaoc:he en escena, fue tal la cant1dad de objetos su pueblo! La presencia del maestro P1etro Mascagm
Hay otro aspecto de la vida teatral monte-
que arrojaron al escenar-io -flores, bolsas de Y con "El derrumbe" de Vicente Martínez O torgó especial interés a la temporada lírica de
, ''Jns
• n, videana al que no podemos dejar de referirnos&
lbornbonea y caramelos, ab~nicos, palomas, estu- Cuitiño, y " La ciega" de Aurelio del Hebrón, nuestro primer coliseo con sus operas los teatros Casino y Royal Theatre, salas carac-
~es y cajitas- que el resto del elenco huyó del seudónimo que ocultaba a Alberto Zum Felde,
11 · "
lsabeau" y "Cavallería rusticana , m1en · tras
terísticas de la época, con sus palcos "grillés"
MCenario. dos importantes escritores nacidos en el país que· Titta Ruffo volvia a repetir sus. virtudes, de donde se ocultaban muchas aventuras. . . Sus
Los conjuntos extranjeros estuvieron repre- daron incorporados al teatro rioplatense, cuyos gran "divo" en el Urquiza, y .Ennque Borras y programas de «variedades» con las mejores atrac-
sentados por las compañías de Guerrero-Díaz nombres, a través de su obra posterior, habrán José Tallaví enseñaban una vez_ más el reperto- ciones mundiales del género; su público, a veces
de Mendoza. Clara Delta Guardia, Ermette No- de mencionarse muchas veces. rio español que se adaptaba meJOr a sus tempe- borrascoso, que no dejaba terminar la actua-
velli, Lambert·Silvain, Suzanne Després, Emma Los grandes festejos del centenario de la in- ramentos ("El místico", "Tierra baja", "Juan ción de una cantante que no le habia eaido en
Gramática, Ruggero Ruggeri-Lyda Borelli, Leo dependencia argentina, hicieron del año 1910 José"). gracia; sus funciones nocturnas en que se po-
Orlandini, Madame Gabrielle Rejanne, Serra· una fecha importante para la vida escénica rio- Otro gran actor francés s; aplaud: en Mon· día fumar, y sus matinés para familias, señalan
clo~Mari, Rosario Pino, Emilio Thuiller, Pedro platense. La categoría de los elencos europeos tevideo: Lucien Guitry qu1en, al 1gual que una expresión muy particular d; es?s esp~ctácu­
Codina, Rogelio Juárez, Ettore Vitalle, Sagi- venidos y la importancia cada vez mayor que el conjunto galo de •Marthe Regnier, contaron los que se prolongaron por cas1 vemte anos.
llatba, Gabina de la Muela y Charles le Bargy. iba tomando el teatro autóctono, brindaron es~ no solamente con la larga lista de abonados que
Este último que era el "gran actor elegante del eta costumbre difundir en extensas columnas pe- El Casino con su "dancing" y au restaurant,
pecial significación a las distintas temporadas y el Royal con su Pigall, fueron en .aque~las no-
teatro francés de ese momento", al igual que la cumplidas en nuestra capital, que desde ese año riodísticas, sino también con los elogios de nues-
presencia de Lyda Borelli, no solamente sirvie- tros críticos. ches la última escala de las barras JUvemles, de
contaba con una nueva sala: el teatro 18 de los hombres de negocios y de ciencia, de los al·
ron para grandes noches artísticas, sino también Julio, que durante casi medio siglo gozó de la11 En los últimos meses de 1910 -7 de noviem·
para traer los últimos gritos de las modas eu· tos militares . . . sin uniforme, de todos aquellor
preferencias de nuestro público. bre- una noticia telegráfica sacudió al teatr?
ropeas, que damas y caballeros montevideanos rioplatense y al alma popular: la muerte, en MI- que buscaban una .dist~acción i?tr~scendente o
una posible aventunta sm comphcac1ones • .. Un
IÍlO tardaron en imitar.
tiERRERITA lán, de Florencia Sánchez. Páginas e~teras en
los diarios de Montevideo y Buenos An·es, con- empresario Francisco Visconti Romano, por su
donaire, s~ cultura, su porte y sus finas mane-
APARECE ~ CENSURA Es en estos primeros años de la segunda dé- ferencias, homenajes. . . Sus obras en todos los
ras, fue el majestuoso emperador del Royal.
cada, que los espectadores se emocionan con los teatros y en numerosas ediciones.
La Liga de la Censura Católica intentó va· versos de Eduardo Marquina de "En Flandes se
rias arremetidas contra distintas temporadas y ~ PRIMERA ESCUELA
ha puesto el sol" a través de la voz de María LOS AUTORES SE AGREMIAN
obras -"Salomé", "El marqués de Priola", "Ca- Guerrero; cuando una noche se aplaude e~ ~~ DE ARTE DRAMÁTICO
la de muñeca", "La marcha nupcial"- pero los Solís "San Francisco de Asís" del maestro Lms La explotación que se hacía del trabajo de
críticos 'teatrales, unidos, impidieron los propó- Sambucetti, con letra de Benjamín Fernández y los autores, quienes se veían obligados a vender El presidente Batlle y Ordóñez, al ocu_Par
litos de la agrupación que, sin quererlo, favore· Medina; cuando los elencos encabezados por sus obras por pocos pesos, que cobr~ban tarde o por segunda vez la pres.idencia de. la repúbhca,
eieron el éxito de muchas comedias. Eran enton- Pablo Podestá, Vittone-Pomar, Blanca Podestá nunca, y la angustia de tanto~ s?metlda a .la. ava- demuestra su preocupaciÓn por est1mular e!
tea-
~s ~os críticos Emilio Frugoni (El Día), Eduar· y Florencio Parravicini, ocupan nuestros mejo- ricia de unos pocos, determmo un mov1ID1ento tro y la música, en dos importantes resoluc10ne~:
do Rodríguez Larreta y Luis Scarzolo Travie~ res escenarios alternando con los grandes elen- gremial al que no fueron aje~as, sin .q~ererlo, la en octubre de 1911 funda la Escuela Expen-
fo (El Siglo), Julián Nogueira (El Tiempo) , Lo- cos extranjeros; cuando Arellano-Tesada revelan vida y la muerte de Florenc1o, m~,v1m1ento qu; mental de Arte Dramático, que tendrá después
renzo Thevenin (La Razón), Ismael Cortinas y dos dramaturgos uruguayos de distinta signifi- trajo en el año 1911 la consagrac10n de la aspi- su ubicación en el teatro Colón, cuya direc-
Enrique Crosa (La Tribuna Popular), Gastón cación pero de importante labor, cómo Ernesto ración de la Sociedad Argentina de Autores de ción confía a la gran trágica Jacinta Pezzana y,
~laucia (La Democracia), Juan P. Lavagnini Herrera ("El estanque" en 191 O, y "El león cie- la obligación de todos los conjuntos de abonar el al renunciar ésta, al señor Atilio Supparo. No
(El Liberal), Arturo Pozzilli (L'Italia del Plata), go" en 1911, que debe considerarse como la 10% de las entradas por concepto de derechos de digamos más, ya que ~~ espacio no ~os lo per·
y Elzear Giuffra (El Telégrafo.) obra fundamental de nuestra dramaturgia) y autor. La medida también repercutió en nuestro mite, que de ella surg10 una generacl?n de ar-
Y si hemos de referirnos a las temporadas lí· Edmundo Bianchi ("La quiebra" y "Orgullo e país y es así como el 1º de julio del mismo año, tistas que se incorporó a la escena noplatense
ricas del Solís y del Urquiza, volveremos a re· pobre") escritores, ambos, surgidos de los cen- se constituye en el Círculo de la Prensa la «8?" con figuras de primer plano, como Carmen
petir los nombres de Titta Ruffo, el tenor Bond, tros anarquistas, siempre activos en las campa- ciedad Uruguaya de Autores», con la presencia Méndez Teresa Lacannau, Gloria Ferrandiz,
el bajo Mansuetto y otros grandes del género. ñas doctrinarias que contribuyeron a tantas con- de los comediógrafos Otto Miguel Cione, Ed- Berta Eirin, María A. Reissig, Orestes Caviglia,
Fueron los mismos años en que nuestro público quistas sociales. Fue también el elenco de Are- mundo Bianchi, Ismael Cortinas, Víctor Pérez Pedro Becco, Domingo Sapelli, Humberto Na~•
11e emocionó frente a la presencia de los nove- llano quien estrenó las primeras ohras de Alberto Petit, Enr,i que Crosa, Orosmán Morat.o~io, E~ zari y muchos otros. En otro aspecto, el p~es1·
listas Anatole France y Vicente Blasco Ib~ñez, Lasplaces, ("El despertar" ) de Ovidio Fernán· nesto Herrera, Carlos M. Cantú, Üv1d10 Fer· dente Batlle estimuló el movimiento musical,
y del vibrante orador socialista Enrique Ferri. dez Ríos ("Los gatos" y. "El fracaso") , de Vi· nández Ríos, Enrique De María, Félix Sáenz, subvencionando las grandes temporadas lírica!
Años en que no faltaron las permanentes tempo- cente Salaverry ("La mala vida"), y de Oros- Luis Bertrán, Vicente Salaverry, María Eugenia y obligando a los conjuntos a cobrar cincuenta
radas de Ramos "Cotorrita" en el Royal con su mán Moratorio ("Dulce calma") . Vaz Ferreira, Ramón Vázquez, Faustino Tey- centésimos la platea, a fin de que el pueblo pu·
..Conde de Chimi Churria". y Montefusco en Y es entonces que nuestros escenarios sir- sera, Santiago Dallegri, Alfredo Varzi, Esther diera asistir a espectáculos que, por sus re·
el Stella d'Italia con su pintoresco repertorio vieron para las conferencias que, a su paso por Parodi Uriarte, José P. Montero Bustamante y cursos, no podía presenciar. Y. poder hace~lc
de óperas, operetas, dramas y comedias. Fue Montevideo, brindaron Madame Catulle Men- Fermín Rojas, que eran los autores del país que vistiendo trajes de calle. No ol~I?;mos los. cm
también el instante en que -setiembre de 1909- dcs y Víctor Margueritte, y en que la oratoria ocupaban reiteradamente las carteleras de nues· cuenta conciertos que, por declSlon del c1tado
Florencio Sánchez, lograda -¡al fin!- la pro- de Jean Jaurés arrebata a nuestra juventud so- tras salas, ya que otros compatriotas estaban ra· gobernante, se ofreci.eron e~ el ~?lís por la Or
dicados en Buenos Aires. questa Nacional, baJO la d1recc10n del maestro
1-Ac.. ae
CUADERNOS CE MARCHA
NUMERCI a a 1 ,..ESRERO 18ee ...Gl.••
Sambucetti, ant~ aalas desbordantes, a treinta cha nupcial". .f'ue nuestra Ley del Divorcio, la menech. . . Y los conjuntos nacionales de Are·
que había permitido que la boda se efectuara en Fueron comienzos difíciles, recorriendo la cam-
centésimos la platea (1912). paña en diligencias, trenes, carros y hasta en llano-Tesada, Angelina Pagano, Pedro Gialdro-
nuestro país. ni, Florencia P arravicini, Vittone... Estrena
lanchas por el Uruguay, para actuar en las pla-
BODA EN UN TEATRO zas del litoral. Su elenco de veinte personas -la Bellán "El cetro" y reafirma sus condiciones de
PRESENCIA DE OTRA GRAN familia Arrieta, Zabalúa, Fernández, Rodríguez dramaturgo de primera línea. Ismael Cortinas
Distintos episodios y acontecimientos dieron ACTRIZ: MARGARITA XIRGú Lasalle, las hermanas Méndez y tantos otros- obtiene otro triunfo con "Farsa cruel", Prin·
eapeciales características a la vida teatral mon· emprendió una aventura cuyos resultados eran civalle con "El último hijo del sol", y Papini con
tevideana en aquellos años, y sus escenarios fue- El año 1913 señala dos fechas importantes de temer. . . Pero la fe, la perseverancia, la hu· "El último don Juan".
ron campo propicio para distintas emociones. para la vida de nuestro teatro: en sctirmbre se mildad, fueron abriendo caminos, y bien se pue· El pueblo que había abandonado a uno de
Frente a la presencia, entonces normal, de las presenta por primera vez ante nuestro público de decir que el interior del país conoció el tea- sus ídolos populares, el bufo Monteíusco, se
más grandes figuras del teatro universal en una una actriz española que vl'nía precf'dida de tro por Carlos Brussa. Y nuestros autores tu- conmueve ante su muerte y la pobreza en que
aucesi6n de actuaciones que no se repitió más, la gran renombre por sus relevantes condicionr~ vieron en él a un propulsor heroico y sacrificado, vivió sus últimos días. . . Ernesto Herrera, que
intensidad de la vida teatral montevideana se temperamentales y la audacia de un repel'to· consagrado cuarenta años al teatro nacional. con una misión oficial había viajado por Espa·
manifestó también en otros aspectos, algunos rio a que no nos tenían acostumbrados los con· Eran los tiempos que en el Nacional o en el ña, Francia, Suiza y Alemania, regresa enfel'"
muy pintorescos que no nos resistimos a relatar. juntos hispanos: Margarita Xirgú ("Electra" de Politeama, las compañías Arellano-Tesada con mo. La compañía Serrador estrena en el 18 de
TaJ el caso de la boda de la hija del popu· Hoffmanstal, "Salomé" de Wilde, y otras). Mon- Enrique Muiño, Podestá-Vittone, Angelina Pa- _Tuli0 "El pan nuestro", fruto de una inteligen-
lar bufo Enrique Montefusco con el tenor del tevideo acogió a esta intérprete como sus mfri· gano, Pablo Podestá, Gialdroni y otros conjun· cia ya madura, que se iba a apagar tres añot
elenco, boda que se realizó en el mismo teatro tos lo merrcían, sin sospechar que !'n f'l correr tos nacionales, estrenaban las nuevas obras de después.
, y que no se efectuó en rl escenario por la deci- del tiempo sería esa gran act riz quil'n iha Bianchi, Pérez Petit, Buranelli, Vázquez, Sáenz, Todos estos estrenos eran difundidos de in·
dida oposición del juez, lo que no impidió que a formar desde la Escuela Municipal df' Arte Dallegri, Crosa, Pollo Darraque, Viana, Sala- mediato por - el país, por el elenco de Carl01
una vez firmada el acta nupcial, los novios se Dramático, una estupf'nda gf'nl'rarión df' arto· verry, Papini, Pascual, Teysera, Favaro, Varzi Brussa.
presentaran en escena, frente al público, con sus rl's uruguayos, y que In gran intérpretl' se iha Princivalle, y otros. Y así llegamos a mediados de' año, con un
trajes de bodas y ante los delirantes aplausos a identificar tanto con nosotros, qt~c adquiri-
país inquieto ante el clima que reinaba eu
bailaron admirablemente el vals dl' "La viuda ría después hasta n uestra propia ciudadanía. AUGE DE LAS TONADILLERAS Europa.
alegre" .. , A pocas semanas d!' la tl'mporada de Mal'
Un violento incendio arrasó la noche dl'l 1o A pocos días del trágico fin de Delmira Agus·
garita f'n el teatro Urquiz¡¡_, nuf'~tro público rf'· Era la época en que fueron estrellas de tini, que tanto conmovió a nuestro pueblo, se
de julio de 191 2, al terminar un espectáculo df ci bía otro gran impacto: la prf'sentación de 1~ atracción las bailarinas, «cantaoras» y cupletistas
-&arzuelas, el teatro Cibils (Ituzaingó entre Ce produce el atentado de Sarajevo . . . y el asesi·
Compañía de Ballets Rusos. Dos únicas funcio- que, con guiñaditas picarescas enseñaban me- nato de Jr.an Jaurés . .. Y la invasión de Fran-
rrito y Piedras) , sala a la que tantas veces nos nes en el teatro Solís lo~ días 7 y 8 de octubre1 dia pantorrilla, mientras cantaban " El soldadi-
hemos referido y donde dieran sus primeros pa- cia . . . Es la guerra, el principio del fin.
bastaron para provocar una ola de entusiasmo. to", o "Adiós Ninón". La hora de los éxitos de
sos artistas y escritores que cimentaron nuestro Y se explica. Recordf'mos los nombres: Sf'rg-f' de Como no podía ser de otra manera, el im·
"I ,a Goya". Amalia Isaura, La malagueña. Pas- pacto castiga violentamente al teatro. "Anoche
te-atro. Diaghileff, Nijinsky, Tamara Karsavina, Rakst, tora Imperio, Tórtola Valencia y otras gloria~
Fue en ese mismo año, que la fiesta magna Michel Fokine. . . Quienes tuvieron la dicha de los teatros estaban vacíos. La gente -seguía di-
del género. ciendo "El Siglo"- no se siente con ánimo de
del 25 de agosto se cumplió en el teatro Solí~ ver "Sílfidf's", "Siwherazadf'" , "El espectro de Y cuando los últimos bailes de Carnaval se
con un gran acto literario musical, en el que in- la rosa", hoy, con sus cabellos blanrm ... o ~in diversiones. Ni ánimo, ni disposiciones para gas-
hacían en la Plazoleta del teatro Solís "con tar en espectáculos teatrales el dinero que hace
tervino la Orquesta Nacional, dirigida en esa ellos, recuerdan aquel acontecimiento como una dos bandas militares y refrescos gratis a la con·
circunstancia por el maestro Gino Marimtzzi. dr las graneles fiestns artística~ rle h época. falta en las cajas económicas del hogar. El es-
currencia", según se anunciaba en la prensa. píritu de previsión se ha impuesto en estos difí-
que años después sería una de las primeras ba-
tutas del mundo, cumpliéndose otros números Tiempos en que eran empresarios o anima· ciles momentos. Por eso, las salas desmantela-
CARLOS BRUSSA Y LOS dores de nuestras salas los hermanos José y Luis da~, ofrecen un aspecto desolante y enterne-
musicales y líricos a cargo de la soprano Rosina
Storchio y el barítono Stracciari, un solo de vio- HERMANOS ARRIETA Crodara, Bonelli y Nardi, Barbagelata, Buela cedor."
lín por la señorita Fontana, un cuarteto de Diana, Visconti. . . Fue junto a los hermanos Es que aquellos lejanos bombardeos, que ha-
música de cámara del que era integrante Eduardo En cuanto al tf'UtiO nacional, siguió c0bran- Crodara que hicieron "su bachillerato empresa· bían empezado una guerra cruel que duraría
Fabini, el recitado de trozos de "La leyenda pa- do intensiJad. Los elenc0s cruzaban el Plata ril" los hermanos Domingo, José y Nicolás M e· cuatro años, terminarían también con un estilo
tria" por Berta Eirin y Roberto Longo de la llevando obras de autores 1111cstros. qtw incor' sutti, de larga trayectoria después al frente de universal de vida, quebrando las estructuras de
Escuela Dramática, finalizando con un acto de poraban a su pa ~o por nuestra capi tal. El mo· Jos teatros montevideanos. un estado económico y social que no podía pro-
oratoria en que intervinieron Eduardo Rodrí- vimiento aumf' ntaba d1a a día. Murhos dl' lm seguir.· Sobre las ruinas y la desolación, surgiría
guez Larreta, Héctor Gerona, Guzmán Papini y elencos extranieros visitaban las capitales del rn· ESTALLA LA GUERRA un nuevo amanecer.
Zaz, Juan Andrés Ramírez, José G. Antuña. terior, espPcialrnente San .To~é, Salto, Pavsand ú
y Melo. Y esa ansia del público dr tierra aden- Era el fin de las castas, de las fiestas prin·
Coronel Manuel Dubra y Daniel Martínez Vigil. Llegamos a 1914, con cuya evocación da· cipescas, de los adormecidos por el vals y el
Cuatro días después, en el hotel Barcelona, tro decidió a un actor montevideano a orga- remos por terminado nuestro trabajo. El año
nizar un elenco para llevar las obras de los es· champagne que no sabían del dolor y del ham·
se celebró la boda de dos figuras de la zarzuela comienza bien. Salas llenas. Desfilan ante nues-
cri tores del país. bre del pueblo.
y opereta españolas que gozaban de extraordi- tro público los elencos de Virgina Fábregas, Ly-
Hemos nombrado a Carlos Brussa, que con da Borelli, Cittá di Milano, Sagi Barba, Thuil- Todo cambiaría, todo. Hasta el teatro. Aun-
naria simpatía: Luisa Vela y Emilio Sagi Barba. que no todo lo que se soñaba . . . y Sl' sueña.
La orquesta del teatro, bajo la dirección del su "Compañía de Teatro Uruguayo", inició el ]r.r, Guerrero-Díaz de Mendoza, Serrador, Do-
maestro Baldomir - padre del que después fue· 1º de enero de 191 3, en la ciudad de Rocha, su
ra presidente de la república- agasajó a los actividad en forma orgánica y permanente, que
populares cantantes con los acordes de la "Mar- habría de prolongarse hasta el fin de sus días.

CUAD~RNOS DE !~ARCHA
NUMERd ll2 1 ..-EBRERO UUI.
CARL,OS M. RAM A

LA "CUESTION SOCIAL"
mundo, -o el infierno-, de los "tra- Las grandes revoluciones sociales de eo.
. bajadores manuales", su miseria, sus mienzos del siglo, (las rusas de 1905 y 1917,
enfermedades, sus vicios, así como sus la mexicana de 1910 y la china de la misma
lnquietudes, luchas, intentos de superación, época), barrerán con esta denominación casi
protesta o rebelión, era llamado por los · po- peyorativa, pero que en definitiva es una
líticos, en las tesis de los "doctores", y por etapa de la historia del movimiento obrero
los tratadistas finiseculares burgueses: la y social contemporáneo, como dicen a la
cuestión social. vez, en su jerga los historiadores profe..
También se hablaba de la cuestión de la sionales.
tierra. o de la cuestión femenina. . . y esas
denominaciones -que hoy suenan anticua- • • •
das- fueron resistidas por los mismos obre. El Uruguay de entonces era un mundo
ros y los teóricos revolucionarios. de 1.110. 000 habitantes (año 1908), y sólo
No las emplean, por cierto, Marx y En- en Montevideo había unos 50 .000 obreros.
gels, o Bakunin, por ejemplo, y los prime- En el país, según sus contemporáneos, no
ros periódicos de los sindicatos o grupos de faltaban los problemas: las crisis económi-
ideas platenses, hasta en sus títulos, (La cas, - extranjeras y locales-, azotaban li-
Protesta Humana. El derecho a la vida. El teralmente al pueblo; la introducción d e
perseguido. Voz de los explotados. La mise- los motores eléctricos y de explosión inter-
ria, El oprimido. El descamisado. La fuerza na moderniza la industria, decretando el
de la razón. El emancipado). reivindican el paro de minares de obreros, (saladeristas,
carácter humano de la clase obrera, recla:- zapateros, tipógrafos, carreros, etc.); la igno-
man por su calidad de parias modernos, o rancia era mucho más grande que hoy, y
muestran su voluntad de ascenso y reivin- también eran peores las condiciones higié-
dicación. nicas, (especialmente decisiva era la tu-
Pero como tantas " invenciones" de las berculosis para asegurar un breve promedio
clases o grupos superiores de una sociedad, de vida a los humildes). Las garantías le-
finalmente ya en los primeros años del si- gales y las libertades no llegaban práctica-
glo l·a s mujeres admiten considerarse la mente a los trabajadores, llegaban sí, en
cuestión femenina, los campesinos la cues· forma de "leva", muerte o hambre, las "gue-
tlón de la tierra, y los obreros la cuestión rras civiles" que libraban por el poder po-
aociaL lítico los "caudillos". <1)
P.AG. ea
'
Un mun.áo ~ ~guro, donde la ex~ Vla, y otros paises que viVJan la misma "En el transcurso de los meses de octu-
plotación del hombre por el hombre se mos- ciende el plano meramente sindicalista puea
etapa, bre y noviembre (de 1901) se organizaron se acuerda "un saludo fraternal a todos loa
traba desnudamente, (hay jornadas de 15 y E_n mayor esca~a, por ejemplo, que Ar. en sociedades de resistencia los siguientes proletarios del universo en lucha por la
hasta de 19 horas ... ), en un Uruguay toda- g~ntma, el anarqutsmo uruguayo se ben~fi­ gremios: sastres, peones de barracas, alba- emancipación económica y social, haciendo
vía atrasado, podría ser un balance. De .po- ctaba con ser constaPtemente dominante ñiles y anexos, foguistas, estibadores, agri- votos por que la solidaridad internacional
co o nada valía a los obreros y artesanos desde los orígenes del movimiento obrero cultores (?} peluqueros, constructores de ca- sobrepase las fronteras, estableciendo la ar-
del 900 saber que el Uruguay era potencial- y social nacional en 1865. De filiación liber- rruajes, carboneros, curtidores, ladrilleros, monía sobre la tierra" (sic).
mente muy rico, y que sus tradiciones de taria, en efecto, habían sido los "internacio- constructores de vehículos y anexos, fosfo- Simultáneamente en Buenos Aires la
libertad le hacían un país mejor, o superior nalistas" de 1875 que se afiliaron a la Aso~ reros, zapateros, lanchoneros, alfareros, ho- FORA celebra su V9 Congreso, y en el
a los otros de América. jalateros, planchadoras y anexos, carpinte-
ciación Internacional de los Trabajadores mismo -con el voto del delegado de la
A la distancia vemos, sin embargo, que anti-autoritaria en el Congreso de Verviers ros, obreros en cigarrillos, cigarreros en ho- FORU del Uruguay(!?)- se acuerda decla-
fue una ''J?elle époque" por la calidad de la y que diez años más tarde se reorganiza~ ja, panaderos, pintores, dependientes de al- rar: "Que (la FORA) aprueba y recomien-
valentía, original iniciativa, y la tenacidad con el nombre de Federación de los 'tra- macén, verduleros, varaleros, cortadores de da a todos sus adherentes la propaganda
con que aquellos hombres vivieron sus pro- baj-adores del Uruguay. 12J carne y anexos y peones de saladeros." más amplia en el sentido de inculcar en los
blemas.
. Este predominio anarquista se extiende La represión del gobierno de Cuestas y obreros los principios económicos y filosó-
El Uruguay moderno, democrático de de 1875 a 1922 -e incluso a 1928 si se con- la guerra civil de 1904 frenaron este movi- ficos del comunismo anárquico. Esta edu-
alto nivel de vida popular, de instituci~nes
sidera la variante del anarco-si~dicalismo miento, pero a fines de 1904 y comienzos cación, impidiendo que se . detengan en la
~urídicas sólidas nace en ese cuarto de siglo. de 1905 se reanuda el proceso de organiza- conquista de las ocho horas, les llevará a su
pro-soviético-, pero su edad de oro coincide
De entonces arranca nuestra reputación in- con nuestro período. ción obrera, creándose 38 sindicatos en completa emancipación y por consiguiente
ternacional. En 1905, Alfredo L. Palacios Montevideo y en localidades como Salto, a la evolución social que se persigue" <'J.
dice en la Cámara de Representantes de l a Especialmente en tres sectores sociales
b~sicos, se puede -a nuestro parecer- me-
Paysandú, Colonia y Mercedes ,(casi siem- La preocupación por impedir lo que aho-
República Argentina que debiera llamarse
al Uruguay por su cultura y libertad, la ?lr la profund_idad con que el anarquismo pre sociedades de oficios varios).
Superando la etapa de la sindicaliza-
ra llamaríamos el "aburguesamiento" del
movimiento obrero es clara. También de-
Francia o la Suiza de América. tmpregna la vtda de la sociedad uruguaya
de 1890 a 1914. ción por oficios, surge en enero de 1905 con muestra que las bases del anarquismo son
Cuando se piensa que el Uruguay afron- la Federación de los Trabajadores del casi exclusivamente obreras. Para ocupar
tó al imperialismo inglés ¡el más formida- ~n ~~imer lugar en el campo de la or- Puerto la primera federación de industria, cargos en la dirección federal o de gremio
ble poder económico y militar hasta enton- gamzacwn obrera, en que prácticamente que abarca a las antiguas sociedades de re- era imprescindible ser obrero manual.
ces conocido! ¡Cuando se recuerda que fue movimiento sindical y anarquismo se con- sistencia de calafates y carpinteros de ri- Pero en la medida que no intervenían
llamado entonces "el refugio protector de vierten en sinónimos, y el proletariado uru- bera, caldereros y anexos, marítimos y pa- en la dirección de los sindicatos obreros de
los libres" por la firmeza con que defe11dió guayo es conducido al triunfo en un pujan- trones de lanchas, mecánicos y anexos, es- otras tendencias, y que no existía (como en
libertades propias y ajenas, mientras los te ascenso por los militantes libertarios a tibadores y carboneros. Le siguen en simi- Europa era usual), un movimiento "especí-
países vecinos vivian horas tan negras de través de una lucha firme, brillante 'en lar pr0ceso los gremios de la construcción. fico" anarquista paralelo, terminó por ha-
su historia! aciertos tácticos, y con una devoción ética Es la Federación de los Trabajadores cerse del sindicalismo forista una suerte
Esto fue posible gracias al movimiento a la causa del pueblo verdaderamente ejem- del Puerto quien toma la iniciativa de con- de "partido anarquista", inevitablemente
plar. <8 J
obrero y social, sólo sobrevivió porque el vocar en n1arzo de 1905 a los representan- sectario.
pueblo trabajador lo sintió suyo, y se hizo Por 1895 existían organizados sindical- tes de los demás sindicatos, y se decide en En Uruguay el planteo del V9 Con-
carne de la sociedad uruguaya en la medi- ment~ los gremios de carpinteros, del hie- agosto del mismo año fundar una federa- greso de la FORA se aceptó de plano, y se
da en que las masas reclamaron y cumplie- rro, ptcapedreros, marmolistas, sastres, cons- ción nacional de sindicatos. reiteró cuidadosamente en los sucesivos
ron los usos, leyes e instituciones que sig- tructores de carruajes, lecheros y tambe- Será la F.O.R.U. (Federación Obrera Re- congresos de la FORU en los años 1906 y
nificaban progreso. ros, fideleros, zapateros, peluqueros, tipó- gional Uruguaya), en cuya constitución se 1911. "Nuestra organización puramente eco-
grafo~, tabacaleros, albañiles, pintores y abstienen de intervenir los socialistas, con- nómica, es distinta y opuesta a la de todos
De los muchos temas posibles sobre este
trabaJadores de la bahía de Montevirleo. firmando la hegemonía anarquista, cuyas los partidos políticos burgueses y obreros,
período destaquemos la historia del anar-
En el interior se organizaron los mineros bases sindicales son las mismas de las ante- puesto que así como ellos se organizan para
quismo, el surgimiento .del socialismo, las
del oro en Cuñapirú, los trabajadores del riores federaciones de 1875 y 1885. la conquista del poder político, nosotros nos
grandes huelgas, el movimiento intelectual
puerto de Paysandú, los picapedreros en A la FORU corresponde sin lugar a du- organizamos por que los Estados políticos,
de inspiración social, las relaciones de este todas partes, etc.
con la política nacional uruguaya, y los das la representación sindical obrera na- y jurídicos, actualmente (JXistentes, queden
grandes sucesos internacionales de la época. Los sucesos del 95-97 destrozan la in- cional entre 1905 y 1922, y la ejercerá en reducidos a funciones puramente econóe
cipiente organización obrera, y su reorga- todas sus dimensiones. micas, estableciéndose en su lugar una lio
LA EDAD DE ORO DEL ANARQUISMO nización se cumple en 1901; de ella Infor- En este primer congreso los sindicatos bre Federación de libres asociaciones d8
1 ma casi líricamente Tribuna Libertaria consideran especialmente el tema de la jor- Productores libres" (art. 6<?).
del 7 de enero de 1902, "No hubo trabaja~ nada de 8 horas, y la abolición del trabajo Este y otros conceptos figuran en la "De..
LA ideología dominante en el movimiento
dor en Montevideo que no se sintiera agi- a destajo, que interesaba a un número con- claración y Pacto de Solidaridad" que los
obrero y social uruguayo de los años
tado por aquel soplo gigantesco de entu- siderable de gremios. También de la aboli- sindicatos ratifican en estos segundo y terc
1890 a 1914 era el anarquismo y en
siasmo que, como un primer formidable ción del trabajo nocturno, reclamado espe- cer congresos obreros.
~sto Uruguay se alineaba con Espafia, Ita-
ha, Argentina, Chile, México, Brasil, Boli- estremecimiento de lucha pasó por todo el cialmente por los panaderos. En la Argentina recién en el IX<? Con~
pueblo". El prim~r congreso de la FORU tras~ greso de la FORA (abril de 1915), y ha~
,.AG. 64
CUADERNO~ DE MARCHA

j_
biendo mgtesado en esta orgamzacwn los Los obreros de 1911 aprovechan su ("Revista mensual de sociología y letras"), de los per10a1cos anarqulSlas del Uruguay.
sindicatos organizados por los socialistas en Congreso para apoyar a la Revolución Me- que aparece entre 1906 y 1907. La Batalla, que animará Antonio Mano-
la C.O.R.A. (Confederación Obrera Regional xicana, entonces tan mal comprendida, y Cada uno de los grqpos o corrientes villa durante quince años.
Argentina), se abandonó la declaración de declaran "de suma necesidad la celebra- anárquicas cuenta con periódicos de rela-
1905 y no por mucho tiempo. En Uruguay ción de un congreso internacional sudame- tiva regularidad. Entre los más importan- • • •
-si 'hemos de aceptar la información de ricano. . . viendo con agrado la reorganiza- les del siglo XIX recordamos El derecho a ¿De que se habla en esa prensa? ¿Qué
Roberto Cotelo- recién en 1919 se consti- ción de la masa obrera de la República la vida (1893-1898), que en una segunda se enseña en esos centenares y centenare.t
tuyó por 20 núcleos regulares el Comité de Argentina". época llega a 1900; La luz, ."periódico co- de conferencias, polémicas, discusiones,
Relaciones de Agrupaciones Anarquistas, Algunas cuestiones que se resumen en munista-anárquico", que se publica por asambleas?
una especie de 'F AI (Federación Anarquis- acuerdos son todavía actualísimas y otras l o93; La antorcha es de 1898, y La verdad Estas gentes tlenen una confianza cit~
ta Española), antecedente de la F.A.U. (Fe- curiosamen te arcaicas. Entre las primeras de un año antes. Por el 900 se publican ga en la educación, que recuerda la de loJ
deración Anarquista del Uruguay) del año el "tema 5<?: ¿Qué actitud asumirán los tra- El amigo del pueblo y La aurora anarquis- " buenos burgueses" del siglo XVIII. •'Edu-
1926. (G) bajadores ant.e la reacción gubernamen- ta, y al final de nuestro período El anar- car para la organización" en primer térmi-
En el citado Terce·r Congreso de 1911 de tal? .. . se resuelve ... que los trabajado- quista e Idea libre. no dicen los "comunistas-anárquicos", pe-
la FORU intervienen los representantes de res usen en sus actos la acción directa, em- l'O además -en palabras de un periódico
unos 80.000 obreros, entre los que se desta- pleando como medios de lucha el boicot y Hay inten tos de mantener revistas "de de l a época- "hacer anarquistas y anar-
can como organizaciones: la Federación Me- el sabotaj e y como último recurso, la huel- tondo", q ue provean de lectura teórica, en- quizar todo."
talúrgica, la Federación Obrera de la Cons- ga general". Entre los segundos, se desta- tre las que se destacan Vida nueva de Pas- Estos "comunistas anarquistas" podian
trucción y la Sociedad Obrera de los Fri- ca la iniciativa de la Sociedad Obreros cual Guaglianone, argentino obligado a re- disentir de los "anarquistas individualistas"
goríficos del Cerro, así como el combativo Sastres (Secretario general: Pascual Lo- sidir en Montevideo durante pocos años; sobre la cuestión de la organización obre-
Sindicato de Tranviarios. Aparte de los ci- renzo), aprobada por el congreso, protes- Futuro, que dirige Edmundo Bianchi ("re- ra, pero coincidían no solamente entre ellos,
tados (y de la Federación de los Picape- tando: "contra la ley de vacunación obli- vista m ensual de ciencia, sociología y le- sino con los socialistas y demás grupos, en
dl·eros que decaía, a pesar de su excelente gatoria, pues ve en ella una medida coer- tras") entre 1904 y 1905; Tiempos Nuevos, la necesidad de "despertar en los corazo-
organización interna), la mayoría de los citiva de la libertad individual, sin entrar quincenal en 1903, y bimensual entre 1910 nes l a fe y en los cerebros la luz", como
sindicatos eran de oficio, y a veces de acti- a discutir si es beneficiosa o no" (sic). y 1912, que además publica numerosos fo- dice Jean J a urés en 1911.
vidades industriales reducidas o correspon- lletos; Ideas ("revista sociológica interna- A nuestro parecer, éste es el terce1 gran
dían al interior de la República (Salto con "' * • cional"), que dirige Eduardo García Gili- aspecto que muestra la importancia del
una federación obrera local, Minas, Car- J no de los hechos más sorprendentes món y q ue fue revista y hasta semanario anarquismo de la época. Consigue e rear
melo, Maldonado, Florida, Nueva Palmira, cuando se estudia este período es compr(!)- entre 191O y 19J 2. una suerte de ética popular, independiente
San Carlos, Piriápolis, Rocha, estos últimos
animados por los infatigables picapedreros
bar la profusión de la prensa del mov+-
miento obrero y social.
.... La empresa mas ambiciosa fue la pu-
blicación de un 41 diario anarq uista", el pri-
de la ética religiosa de la Iglesia, pero
también de la ética utilitaria de la burgue-
de las canteras cercanas). Especialmente los anarquista:. alentaron mer cotidiano de extrema izquierda que ha sía positivista. En este mundo de "compa-
Los asuntos que .se tratan y las mocio- una floración periodística inimaginable, existido en el Uruguay, El Trabajo, que en ñeros", como también entre los "ciudada-
nes aprobadas son muy ilustrativas. En prueba de inquietud propagandística y do- setiembre de 1901 se empezó a publicar en nos" socialistas, hay usos, instituciones,
cuestiones estrictamente laborales se insis- cente de la militancia obrera. Montevideo y q ue no murió por fa lta de principios, opciones vitales, "valores" (co~
te en la abolición del tr;1bajo nocturno, ac- Los gremios más organizados tienen sus lectores, sino de recursos. <6 ) mo decimos hoy), que enfrentan al mundo
cidentes de trabajo, trabajo a destajo, des- hojas de propaganda a partir de 1895 en Hay que tener en cuenta asimismo, la de los ricos y pr ivilegiados.
canso dominical, trabajo de los menor es, que aparece El obrero panadero. prensa en lengua extranjera, especialmen- "Levantar el espíritu de rebeldía que
higiene de los talleres, y se inicia la caro- El órgano oficial de la F.O.R.U. era des- 1 e en !laliano, y las hojas únicas, como la existe en todo individuo y procurar que el
palia por la jornada de seis horas .. . de 1907 Emancipación, que aparecía men- que se publica contra José Enrique Rodó trabajador se emancipe de todo prejuicio
El Congreso procura la elevación de la sualmente, que pasa' a llamarse La Fe· {quE' había osado criticar a Ferre•·), o el y falto preconcepto patt·iótico, religioso o
condición obrera atacando el alcoholismo, deración en 1911, y al año siguiente Soli· Pro-Zola del Centro Internacional. Final- patronal, perdiendo todo respeto a las ins-
apoyando la escuela racionalista, enfren- daridad. Con este nombre, y desde 1912 a mente no se puede olvidar los periódicos tituciones y las leyes, son nuestras ansias",
tando el alza del costo de la vida, reco- la fecha, ha seguido apareciendo semanal, impresos en el ext ranjero, como la famosa expresa en su primer editorial El Surco
mienda las bibliotecas obreras, pero se opo- quincenal, mensualmente, etc. Para la Revista Blanca de Feder ico Urales, publi- (25 de junio de 1909).
ne a las cooperativas. "propaganda sociológica y orientación pro- cada en Barcelona. · Angel Falco, haciendo uso de la palabra
La madurez del movimiento se mues- letaria", la F .O.R.U. publica una revista, En el interior no fa ltan periódicos r e- en un gran acto contra el presidente Wil-
tra en el elevado número de acuerdos so- Cultura Proletaria, desde 1911. volucion arios, entre los que se destacan liman en la Sociedad Francesa, el 27 de:
bre organización y movilización de los tra- Tanto o más difundidos que los órga- Germinal. de Salto (anarq uista); hay· inclu- julio de 1909, dice: "El orden antes que la
bajadores; por ejemplo, se apoya las huel- nos de la federación obrera, son los perió- so un quincena l anarq uista (Avanzando), libertad. ¿Puede darse mayor estupidez? El
gas con ocupación de fábricas, se nombra dicos del Centro Internacional de Estudios en. . . Nico Pérez, y son varios los perió- orden es únicamente respetable cuando se
una comisión para crear un diario obrero, se Sociales, que serán Tribuna Proletaria ("to- dicos impor tantes de la Villa del Cerro, ba,sa en la libertad, ya que esta libertad
discute sobre secretarios rentados, se rei- do por el pueblo y para el pueblo", dice como el citado Acción Obrera de 1896, por es la resultante del ejercicio armónico de
tera el apoyo a las federaciones de oficios su divisa), de 1900 a 1907, y en su segunda eJem;)lo. los derechos de cada uno; p ero cuando sur-
r se auspicia medidas para resolver los con- época, 1909-1924, con el nombre de El Sur· Durante la guena, exactamente en 1915, ge como ahora la fórmula cel orden antes
flictos entre los gremios. co. Además el centro mantiene En marcha l\Taría Collazo [undará el más impor t ;~ nte que la libertad•, es porque hay que hacer
PAQ. 66 C UADERN08 DE M4RCHA
NUMli:.RO 1 22 1 FEBHERO 1969 '
callar un e1erecno, es porque hay que sa- puestos, y esto no es extraordinario en un los poetas Alvaro Armando Vasseur, An- ~n este cuma se Iorma un nuevo tipo de
crificar una libertad en holocausto al mie- país todavía poco integrado. gel Falco, Emilio Frugoni, Leoncio Lasso mtelectual uruguayo, "el autodidacta de
do colectivo." Por una parte los círculos cultos de 1& de la Vega y Roberto de las Carreras. orientación social avanzada", y tambiéll
Libertad, rebeldía, desprejuicio, usados antigua burguesía se dividen en los espi- Aquí encuentran su público más devoto que "entre los individuos de origen obre-
por hombres responsables, dignos y justos. ritualistas católicos, cada día más sectari- los intelectuales extranjeros de la izquier- ro, artesanal e incluso de la clase media,
José Ingenieros, hijo de un ácrata ma- zados y al margen de los grandes aconte- da de entonces, como los criminalistas ita- que alcanzan la juventud entre 1895 y 1910
aón, y socialista él mismo, cuando la re- cimientos nacionales, y los positivistas has- lianos Pietro Gori (que viene a Montevi- es difícil encontrar quienes de alguna ma· .
vista Mundo Argentino de Buenos Aires ta 1890 a:rincherados en la Universidad y deo en 1901), y Enrico Ferri, que hace el nera no se encuentren influidos directa • .
le pregunta "¿Qué medio le parece más sus aledanos culturales. A principio de si- mismo viaje tres años más tarde Jean indirectamente por las ideas avanzadas• 1 .
glo la Universidad es neo-idealista (Berg- . 1
eficaz y expeditivo para mejorar la vida?",. Jaurés (1911) y más tarde Anatole France. especia mente por el anarquismo".
responde: "Tener dos ideales. Uno para son, William James) y allí enseña Carlos Con más razóri los anarquistas argentinos,
consigo mismo: la dignidad; otro para la Vaz Ferreira. como el poeta Alberto Ghiraldo, el drama- SURGIMIENTO DEL SOCIALISMO
sociedad: la justicia. El hombre sin digni- Hay además la clásica "generación del turgo Rodolfo González Pacheco y tam-
dad es un lacayo; el hombre sin justicia 900", citada invariablemente en las aulas bién el doctor Juan B. Justo, fundador del través de un largo proceso, es de és-
o sea el conjunto integrado por José Enri~
es un corruptor o un corrompido."
q.ue R~dó, Julio Herrera y Reissig, Hora-
Partido ·· socialista Argentino, su diputado
el doctor Alfredo L. Palacios, y el ensayista
A tos años el surgimiento y organiz·ación.
del Partido Socialista, el primer parti-
Se discuten las ventajas de la "escuela Cio QUiroga, Juan Zorrilla de San Martín José Ingenieros, por tantos motivos rela- do clasista uruguayo.
r~cionalista',' de Francisco Ferrer, y Anto- Delmira Agustini y María Eugenia Va~ cionado con el Uruguay.
ruo Marzovillo, uno de los más calificados Ferreira. Su público es inicialmente redu- El 25 de agosto de 1895 apareció el nli•
militantes de l·a época, responde citando a cido, pero de calidad. Su prestigio grande En ese círculo de cultura, y para este mero inicial de "El Defensor del Obrero•.
Jean Grave: "Es necesario enseñar a los pero confiando en sus fieles y respaldad~ tipo de público, hacen sus armas como pe- rotulado "primer periódico socialista cien•
individuos que deben pensar y obrar bajo por el aplquso extranjero. <7 > riodistas o escritores, una pléyade de hom- tífico", que dedica el 15 de setiembre una
su propia responsabilidad sin aguardar im- bres y mujeres -muchos de ellos nacidos edición especial a la muerte de Federic,-
Pe~o los obreros, artesanos y gentes de en el extranjero, como son: Adrián Troiti-
pulso de nadie. Si se acostumbran a con- la baJa clase media, que han sido alfabe- Engels, acaecida el 5 de agosto de ese mis-
~ar solamen~e consigo mismos para mane- ño, Pascual Guaglianone, Julio R. Barcos, mo año.
tizados en las escuelas varelianas, creadas Juan Llorca, María Collazo, Vicente A. Sa-
Jar sus propws asuntos, si saben hacer que por la ley de 1878, o que se han instruido En el correspondiente al 22 de ·setiem-
se respete su autonomía y respetar la de laverry, Belén de Sárraga, Orsini Bertani bre, se publica un "Programa del Partido
en las "escuelas racionalistas" o nocturnas Nicolás Amoroso, Antonio Marzovillo, A:
los demás, eso será un elemento de buen de los sindicatos, así como los parroquia- Socialista", donde se destaca que éste "tie-
éxito para la realización de su felicidad fu- Tedesco, Francisco Corney, Carlos Balsán, ne por aspiraciones: 1) la posesión política
nos .~e los. "cafés revolucionarios", la po- Ovidio Fernández Ríos, Pérez y Curis Ale-
tura." blacwn flotante en que predominan los el(• del poder por la clase obrera; 2) la trans• ·
jandro Sux, Enrique Crosa, Juana Buela, formación de la propiedad privada indivi•
¡Cuántas veces encontramos en estas tranjeros, etc., no lee ni se interesa mayor-
hojas periódicas la frase del apóstol (y ex- Edmundo Bianchi, Orestes Baroffio, S. Gar- dual o corpor.ativa de los instrumentos d•
mente por los autores de los niveles an- cía Mallarini, Bertotto, Juan B. Medina
empleado de nuestro consulado en Nueva trabajo en propiedad colectiva, social. Se
teriormente citados. Tienen, sin embargo José Tato Lorenzo, Roberto Cotelo, Pabl~
York) José Martí: 01La libertad no se pide una activísima vida cultural, con indepen~ Minelli González, L. Vigil, Carlos T. Gam-
entiende por instrumentos de trabajo: laa
ae conquista"! ' dencia tanto de la Universidad como de la tierras, las minas, los transportes, las fá-
ba, Ernesto Carril, Raúl N'oriega, Cayafa bricas, las maquinarias, capital, moneda,
~ue existier~n en el pueblo hombres y Iglesia, y también de los círculos de exqui- Soca, Macció, Octavio Moratorio, E. Barte-
muJeres co~o estos, explica en buena par- sitos de la época, que se manifiesta en la etcétera".
nós, Juan Más y Pi, Antonio Zamboni Jo-
te que pudieran aprobarse y cumplirse le- prensa obrera y ·social, en los ateneos 11- sé Peyrot, Perfecto López Campaña, Guz- Este movimiento culmina en abril de
yes audaces, como la abolición de la pena bertarios, en los clubes socialistas, en las mán Papini, Manuel Medina Betancort Al- 1896 cuando se funda el "Centro Obrero
de muerte, la de divorcio, la separación de veladas de los sindicatos y, especialmente, berto Lasplaces, Antonio Morelli, C. M. de Socialista", que organiza la celebración del
la Iglesia del Estado, el voto secreto ini- en el Centro Internacional de Estudios So· Vallejo, Otto Niemann, Natalio Botana, C. 19 de Mayo· ese mismo año, con una ma-
ciación de~ sistema de pensiones, el ingreso clalea, fundado en 1898. Esta benemérita García Balsas, E. Vida!, Salvador Denudo, nifestación callejera. <9 >
de las muJeres a las profesiones, etc. institución, de una manera incontestable Romanoff, etc. (S) El 9 de agosto del 96 el .órgano del Cen•
es el centro de la vida cultural uruguaya' tro Obrero Socialista pasa a llamarse "El
de la extrema izquierda durante quince Estas gentes proveen la masa de lecto- -
f!L AUTODIDACTA res que hace el suceso de las ediciones grito del pueblo" ("periódico obrero") y
años. aparece semanalmente. La crisis económi•
DE ORIENTACióN SOCIAL Sempere, que editaba en Valencia Vicente
En ella se encuentran las diferentes ten- Blasco Ibáñez, que se vendían a "cuatro ca de 1896 y los levantamientos armado1
dencias (aunque siempre predominando sus reales" (españoles) y traducían malamente de los caudillos nacionalistas Aparicio Sa-
roMO .uno de los aportes más valiosos funda8ores,
'
los anarco-comunistas obreros), del francés a autores que rebautizaban co- ravia y Diego Lamas en 1897 desbarataroll
a la historia del Uruguav del movi- alh se libran grandes batallas contra bur- este movimiente, en que predominan obre-
miento obrero de estos ~f.os es que mo "Bakunine" 'o "Kropotkine". Gracias . a
gueses, clericales, reaccionarios, y sus asis- la existencia de este público lector, activo ros montevideanos, entre los que se recuer-
·animó una intensa y origi:ttal sub'cultura. tentes se instruye.n en la admiración a los da a Mario Lazzoni, Pedro Denis, José Ca-
y ávido, ·se iniciaron las actividades edito-
Si se examina la vida cultural de la grandes escritores del 900 del pueblo: los riales uruguayas cuando el ácrata Orsini pelans, Juan B. Fontán, Nani y Alejandro
República Oriental del Uruguay durante cl)·am\'ltur-ros Florencio Sánchez y Erne~::t J Bertani publica en libros las páginas inimi- Garibaldi.
estos años, podría decirse que eÜa se cum- Fterrera (Herrerita), Rafael Barret (mab - tables de Rafael Barret. Por 1901 el poeta Alvaro Armando Vu-
ple en, p or lo menos, tres planos super- mático, poeta, periodista, revolucionario}, Hemos dicho en otra oportunidad que ileur resucita la iniciativa con IU ••Manl-
CUA OERNOS OF" MA.RCI-IA

1 •
qu~no comercio, mteresaao en la elevaClOI) ques entre huelguistas y policta. Frente a
. fiesta ae constitucion del Partido Socia- "El Congreso Socialista, intérprete de la de 1os salarios obreros, y, a veces, por los estos hechos, la F .O.R.U. proclamó el 23 de
lista". conciencia y las aspiraciones del proleta. elementos progresistas de la burguesía que mayo la huelga general, que duró 48 ho-
A fines de dicie~bre de 1904 se vuelve riado, protesta indignado contra la prepo- luchaban contra lÓs terratenientes y con· ras, terminando con el triunfo obrero. Un
a hablar del Partido Socialista al fundarse tencia militar y burguesa, que en contien- tra el capital británico, que tenía ya en episodio fue especialmente comentado en
un club denominado "Carlos Marx". Este da armada sacrifica a las masas laboriosas sus mános las palancas principales de la la época y lo relata "El Socialista,, en es-
gl'Upo fracasa en su intento de crear fren- como instrumento ciego de sus ambiciones, economíá del país." <11 > tos términos: "Los obreros en manifesta·
te a la F.O.R.U. la Unión General de Tra- de predominio de clase, y asegura que, a De estas primeras grandes huelgas sé ción van a la Plaza Independencia y piden
bajadores, pero se reorganiza para apoyar raíz de esta sangrienta contienda, los obre- destacan las de los tranviarios de noviem- al presidente Batlle que les hable, y el ciu-
la candidatura del doctor Emilio FrugonL ros todos, sin distinción de nacionalidad, bre de 1895, y de los portuarios de enero dadano Batlle y Ordóñez accedió al pedi-
junto a la del doctor Pedro Díaz, del Club hallarán suficientes energías y persever-an- de 1896, en que el gobierno apoyó a las do y dijo que los obreros hacían bien en
Liberal, en las elecciones de 1910. Esta cia para libertarse de toda tiranía política, empresas. Terminan ·en derrotas, pero no unirse y organizarse y que serían respeta-
alianza socialista-liberal derrota al Club religiosa y económica; expresa su solidari- abatieron la éampafi.a proletaria por las ocho dos por la autoridad pública en el ejercí·
Católico y obtiene las dos bancas de la mi·· dad con todos los obreros que protestan horas; ese año las impusieron en sus ac- cio de sus derechos, declarando que halla-
noría. El candidato socialista con el título contra la masacre, saluda a las víctimas tividades los obreros albañiles y mann.olis- rían un amparo en ella mientras se man-
El manifiesto socialista. El Centro Carlos caídas y condena la obra reaccionaria de tas, y los gráficos en los diarios las siete tuvieran en el terreno de la legalidad. La
Marx al pueblo, expresa sus ideas reto- los gobiernos europeos, negación de los prin· horas. manüestación disolvióse poco después en
.lnando conceptos ya apuntados en artícu- cipios de civilización y progreso." medio del mayor entusiasmo." <n>
los publicados entre 1906 y 1909 en la También son reprimidas policialmente
Entre los afiliados más recientes repre· las grandes huelgas del período 1901-1902, Pocos días más tarde el presidente Batlle
prensa de Montevideo y Buenos Aires. (lo¡ sentados en este congreso estaban el obre-
El periódico "El Socialista" se había en que participan picapedreros, molineros, reitera el proyecto de ley de ocho horas
ro gráfico Félix Ramírez, ingresado en su panaderos y, de nuevo, tranviarios. y sefi.ala: 11Desde la fecha en que fue pre-
empezado a publicar en 1906, bajo la di- Mercedes natal en 1912; la obrera tabaca-
rección de Adolfo Vázquez Gómez y rea- Particularmente importantes fueron las sentado este proyecto (setiembre de 1906)
lera montevideana Julia Arévalo, que in- hasta el presente, el constante esfuerzo de
parece entonces como órgano del Partido gresara al año siguiente, casi al tiempo que triunfales huelgas del año 1905 (en total
Socialista en agosto de 1912. veintiuna en Montevideo y seis en el in· -las clases trabajadoras ha reducido consi.
el peluquero Eugenio Gómez, en su ciudad
La estructuración definitiva del Partido terior), entre las que se destaca la primera derablemente la duración del t!'abajo dia--
natal de Minas, y Francisco R. Pintos, que
Socialista se complementa recién en agos- en junio de 1914, en Tacuarembó, abando- huelga general ferroviaria (10 de enero) y rio."
to de 1912 al cumplirse el primer Congreso na al anarquismo. Integrarán el grupo de lá de los obreros que trabajan en el puerto Mediante huelgas, a finales de 1911, lm«
con la intervención de representantes de los "internacionalistas", fundadores pocos de Montevideo (18 de mayo). ponen las ocho horas los gremios de ase-
seis centros, que nucleaban a 368 afiliados. años más tard~ del Partido Comunista. Cuando el presidente Batlle y Ordóñez, rradores, ebanistas, curtidores, obreros de
En estos '.años hay grupos de obreros so- en noviembre de 1906, envfa el proyecto los frigorüicos, y, en el interior, los alba-
cialistas q'le participan en el nrew. Congreso LAS GRANDES HUELGAS de reglamentación de la jornada laboral, ñiles de Panda, Paysandú, Tacuarembó y
de la F.O.R.U., donde entablan con los observa: "Actualmente la jornada de ocho San Ramón. En enero de 1912 se registra
obreros ácratas una larga polémica sobre horas ha sido ya conquistada por numero- una de las mu·c has infructuosas huf!lgas de
la lucha de clases. Más tarde consiguen or-
ganizar el Sindicato de gráficos, éste gana
TRATANDOSE de gremios de reciente
organización, siendo tan inciertas las sos gremios entre nosotros"; esto es un ba-
lance positivo del intenso movimiento sin·
obreros panaderos para suprimir e]J horario
nocturno.
condiciones de trabajo, en un momento
una huelga importante y la polémica aho- en que menudea la crisis económica y se dical de los diez años anteriores.
ra se sigue por los marxist,a s desde Acción N o faltaban las discusiones doctrinaria'
introducen nuevas maquinarias que provo- Durante el gobierno del doctor Claudia sobre la "acción directa" y su utilización
Proletaria {"periódico revolucionario con- can el paro tecnológico, cada huelga es un Williman, de nuevo la policía se pone a
1ra la explotación capitalista, contra la le-
como "gimnasia revolucionaria" para la
acontecimiento y comportaba una suma de las órdenes de las empresas, especialmente transformación de las estructuras sociales.
_pra sectaria y contra todos los convencio- esfuerzos y sacrificios de los militantes y las de los ferrocarriles ingleses, contra las
nalismos sociales"). obreros más politizados. A menudo la cau- cuales se alzaron en huelga sus obreros el Los socialistas criticaron muchas veces
Cuando se reúne el segundo Congreso sa patronal (incluso de las empresas ex- 22 de febrero de 1908. Después que el go- el recurso de la huelga, defendiendo tác-
del P .S., los afiliados son 433, organizados tranjeras), era apoyada abierta y violenta- bierno arrestara a los dirigentes y clausu- ticas más reformistas. Particularmente fue·
en siete centros, pero sus fuerzas electora- mente por los gobiernos, y este hecho m ul- rara los locales de la Unión Ferrocarrilera, ron críticos de "la huelga general'', que el
les (775 votos en Montevideo, 60 en Pay- tiplicaba los conflictos. 1$ hueJga debió levantarse el 3 de abril. sindicalismo revolucionario francés de es-
sandú y 30 en Soriano), no son bastantes N o faltan, sin embargo, las grandes Al mes siguiente se ejerció violencia con- tos años popularizaba como un arma capaz
para mantener la banca del doctor Frugo- huelgas, algunas importantes, que llegan a tra los obreros de las canteras de El Mi- de quebrar al mundo capitalista. C18>
ni en las elecciones en que reaparece el adqufrir dimensiones de acontecimientos nuano. Dentro de los anarquistas no faltaron
Partido Nacional. nacionales. Muy famosa fue la huelga de tranvia- los "íntegros", "puros" o meramente "in.
El tercer Congreso del socialismo uru- Francisco R. Pintos ha observado que rios, que, contra las compañías de capita- dividualistas" que criticaron a la F.O.R.U.
guayo (12 centros, de los cuales nueve en mientras en el período 1880-1886 se cum- les ingleses y alemanes, sostuvieron los por su "economismo", que llevaba a la lu-
Montevideo), que marca progresos impor- plían pequeñas huelgas aisladas en los ta- ccmotormen" y guardas desde el 1<? de cha a los obreros por mejoras inmediatas
tantes, Sli cumple ya iniciada la Primera lleres, hacia 1895-1896 "se pasó a las huel- abril de 1910. Las empresas, respaldadas que, en definitiva, aburguesarían a los tra-
G:uerra Mundial, contra la cual se pronun- gas de gremios enteros, sostenidas con vi- por la prensa reaccionaria, reclamaron la bajadores uruguayos, haciendo olvidar "la
c·1an los congresistas, expresando, entre gor y energía y apoyadas por los demás represi6n, y en mayo se registraron cho• Anarquía del Porvenir".
ot.ras cosas· trabajadores, en muchos casos por el pe--
{'J\q. '70
EL URUGUAY Y EL MUNDO en octubre se conoce el veredicto judicial apoyo del anárquico Centro Internacional ~spontáneo, activo, vigoroso, arraigado ell
y más tarde la noticia del fusilamiento del de Estudios Sociales, de clubes colorados y el pueblo y celoso defensor de l•a s liber-
STE mundo de jóvenes sindicalistas, re- "mártir de la libertad" en el castillo de blancos, de la revista "Tabaré", y hasta del
E volucionarios de todas las tendencias.
intelectuales autodidactas de avanzada, en
Montjuich, en todo el mundo hay inmen-
sas manifestaciones de protesta, y' no es
propio José E. Rodó, cuyas ideas de "Ariel"
se confirmaban en los hechos.
tades públicas y sindicales.
Incluso en el gran plano de la vida po-
lítica nacional, no se entendería la historia
que se destaca un núcleo considerable de la menor la que se hace en Montevideo. La manifestación callejera de apoyo a del Uruguay de la primera mitad del si-
personas nacidas en Argentina, España e La colonia española, la masonería, los · do- México revolucionario y contra los yan- glo XX omitiendo este movimiento obrero
Italia, tuvo constante interés por los asun- centes, los intelectuales, los batllistas, se quis (a los gritos de "Viva México" y y social.
tos extranjeros. unieron a los anarquistas, socialistas y mi~ "Mueran los Estados Unidos"), se cumplió El fin de la guerra civil (1904) en nuea-
El Uruguay adquirió en estos años. su litantes obreros en una demostración nun- el sábado 25 de abril de 1914, y, termina- tro país -hemos señalado hace unos años-
vocación de pueblo informado, y las ca. ca vista en Montevideo, que se cumplió por do el acto, se pretendió incendiar la emba- resulta de un cambio de actitud de la bur-
pas conscientes de sus militantes popula- la avenida 18 de Julio, al tiempo que se jada 'de los EE.UU. y los comercios esta- guesía, que admite el abandono de la "tie-
res comprendieron que la primera línea de declaraba una huelga general. C15 > dounidenses. Para · reprimir a los manifes- rra .P.urpúrea" P.o~ , la , disputa electoral,
su lucha se libraba muchas veces en el ex. Menos conocida, pero igualmente dig- tantes fue necesaria una carga de un ba- movilizando la opm10n publica. Pero no me.
tranjero; y que la solidaridad era un fac- na de recordarse, es la resonancia · en el tallón de caballería, y en la batalla cam- nos importante es la existencia del movi-
tor históricamente activo. Uruguay de la Revolución Mexicana di! pal con los manifestantes se registraron cin- miento obrero en las ciudades y especial-
En primer lugar apasionaban los -suce- 1910 a 1917. cuenta heridos. ( 17) mente en Montevideo, así como la actitud
sos de la Argentina, donde durante estos La derecha burguesa y católica vio con Ya en este período no faltaron las co- de la izquierda social frente a las "patria-
años se libra una continua, y, a menudo. alarma la instalación de la revolución .so- nexiones orgánicas de tipo internacionaL El das". El manifiesto socialista de 1910 es
sangrienta represión del movimiento social cial en América Latina, no escatimó su Partido Socialista uruguayo fue, junto con categórico: (hacemos} "constar una vez más
y obrero. La ley N<? 4.144 "de residencia" crítica y procuró difundir una imagen ca~ el argentino, fundado en 1895, el único la- (nuestra) protesta contra los movimientos
autoriza al Poder Ejecutivo a expulsar de] ricaturesca de los sucesos mexicanos. ! 16 l tinoamericano regularmente adherido ::~ la armados que con desalentadora frecuencia
país en 1902 a "todo extranjero cuya con- Tuvo, en cambio, el apoyo de los sindi- Segunda InternacionaL conmueven y devastan al país sin respon-
ducta comprometa la seguridad nacional o catos y del medio revolucionario, en el cual Obreros gráficos, marítimos, sombrere- der a ideales levantados ni siquiera defi·
perturbe el orden p~ico" (art. 29), y al los anarquistas tenían, ya antes de 1910, ros y picapedreros, intentan federaciones nidos" . .. Dice sumarse a "los obreros que
año siguiente el gobierno argentino decla- relación con el Partido Liberal Mexicano sudamericanas durante estos años, para lu- lanzan manifiestos acusando el crímen de
ra por tres veces el "estado de sitio", ata- de los hermanos Flores Magón. Del Plata char contra las grandes empresas interna- la insurrección", y se hace solidario d e "los
cando a los obreros con las tropas, con el partieron voluntarios, se hicieron colectas cionales y asegurar la elevación de sus obreros conscientes", "los operarios del fee
concurso de bandas de jóvenes "naciona- para dotar de fondos a los zapatistas, vi- condiciones laborales. c1s¡ rrocarril, desvalijados, robados y abandüe
listas". En 1909 es el atentado de Simón llistas y magonistas, y hasta se discutió ~ados.. . u obligados a engrosar las filas
Radowitzky contra el coronel Falcón, jefe prolijamente si la táctica d·e la violel).cia DE "SALUD Y R. S." insurrectas" o "el numeroso grupo de asae
de policía de Buenos Aires; y en 1910 los revolucionaria que ponían en práctica lo~ AL URUGUAY BATLLISTA lariados que. . . huyeron del país con el es-
llamados "sucesos del Centenario" engen- mexicanos, era o no la más adecuada, etc. panto y el asombro de la expoliación bru-
dran la ley de "defensa social", que cas- Los socialistas, por la pluma de Evaristo LOS revolucionarios de 1890 a 191'4 no tal", etc.
tiga a los "instigadores intelectuales" de Bozas Urrutia (argentinó, residente enton- consiguieron que "el poder político fue- Hemos dicho en otra parte que "el ex-
filiación extremista, etc. ces en Montevideo), critican a los revolu- ra de la clase trabajadora" (como decían tremismo socializante, como el reformismo
Muchos de los militantes uruguayos de cionarios mexicanos, pues ~'solamente una los obreros socialistas de 1895), ni triunfa- proletario, había comenzado por descreer
·estos años son· ex-residentes argentinos ex- lenta evolución y la autoconciencia del pr0- ron "los principios económicos y filosófi.- de la «revolución• de los burgueses. Nada
·pulsados por las autoridades de Buenos Ai- letariado pueden lograr el advenimiento cos del comunismo anárquico" (como se es más elocuente que confrontar las págie
res.· El presidente Batlle se creó una só- del socialismo", etc. En tanto, los anar- proclamara en el congreso de la F.O.R.U. nas de encendido lirismo ,de los c:revolucio-.
'lida reputación en el ambiente sindical, al quistas, y seguramente los socialistas de de 1905). narios• de los partidos tradicionalistas, con
autorizar la libertad en el puerto de Mon- extrema izquierda que no· aceptaban e1 re- Después· de esperar la Revolución So- los que en las mismas fechas y sobre los
tevideo de los presos sociales que depor- formismo, apoyaron calurosamenfe a loS' cial (así en mayúsculas, como se acostum- mismos asuntos y personajes escriben los
taba para Europa el gobierno argentino. C14 > mexicanos. braba escribir entonces) y avizorarla in- autores del naciente movimiento obrero y
Un contenido particularmente emotivo Hay un momento, sin embargo, en que 'ructuosamente tras los movimientos his- sodal". C19 > ·
tuvieron para los uruguayos los sucesos de la causa de México adquiere notoriedad tSricos de principios del siglo, el mun- Tenemos el testimonio de Florencia Sá.ne
España, y, en especial, los relacionados con más allá del círculo de los militanteQ y do - y con él Ur uguay- entró en la car- chez, que como "blanco" combatió en el le=
el proceso y fusilamiento del pedagogo de los tácticos revolucionarios de los cafés :rucería de 1914. vantamiento de 1897 ("pisábamos las cuchi=
anarquista Francisco Ferrer y Guardia. El literarios, gracias a la alianza con los es- Si no tuvieron el triunfo "finalista", no llas de la patria ~¡viva la patria! ¡abajo los
fundador de la "Escuela Moderna" de Bar- tudiantes arielistas. Esto ocurre el desem- les faltaron, sin embargo, grandes victorias. salvajes! ¡abajo los ladrones!- y nos en-
celona, fue acusado por el gobierno de Ma- barcar tropas norteamericanas en la ciu~ Gradas, en primer lugar, a esta promo~ tregábamos a matar gente, a carnear vacas
drid como instigador intelectual de la "se- dad de Veracruz el 21 de abril de 1914, a cíón, de sindicalistas y revolucionarios, el y a destruir haciendas, alambrados, puen~
mana trágica" (desórdenes acaecidos en ju- las cuales resisten los cadetes mexicanos, Uruguay se convirtió en el prímer país de tes, telégrafos y vías férreas, en nombr@!
lio de 1909 en Cataluña y otras regiones encarnando la defensa de la soberanía J:'!a- .A_l!lérica por el nivel de vic1a de su- prole~ de nuestros hollados der~hos", etc.)
ante el reclutamiento de conscript6s para cional. Un comité estudiantil pr~-México tariado, por la protección legal de los gre- Después se Í..l'lcorpora al anarquismq,
la guerra colon~al de Matruecos). Cuando de la Federación de Estudiantes; obtiep.e el mios, y se consolidó un movimiento obrero ejerciendo en Buenos Aires la direc.ción de1

\
periódico La Protesta, y escribe una cr ~­ Pero Batlle, e n la medida que ll evó a 1(:1
tica feroz de Aparicio Saravia, y de la polt- práctica "el programa mínimo" del sociali:-- suficiente de s1 misma. Ta l lo que habla ma Izquierda d1eron a "la cuestión social"
tica bur guesa oriental, en sus Cartas de un
flojo, leídas en el Centro Internacional de
Estudios Sociales, en setiembre de 1900, por
el mismo autor .
mo reformista, alentó una especie de popu·
lismo que mató por muchos años las posi-
bilidades d e desarrollo de un partido social-
demócrata.
"' ..
pasado en el Uruguay dc:l 900.

Entre los ensayistas de filiación nacio-


fueron suyas, y las llevar on adelante contra
la opinión de enemigos, (incluso antepasa-
Jos de sus críticos de hoy), y hasta de IUJ
propios amigos de los países industriales, o
En el censo de 1908 ya hay en el Ur u- Entre los adeptos del anarquismo el (e. nalista o reaccionaria no han faltado quie- más adelantados.
guay más obreros y empleados urbanos que nómeno no es menos grave. La Protesta nes ha n buscado explicar el fracaso histó-
trabajadores rurales, y los 50.000 obreros dE! Buenos Aires, dirigida entonces por Tea- rico de los extremistas de la "belle époque" :;oTA S
!abriles de la capital representan muchísi- doro Antillí, lo estigmatizará como "la des- rioplatense, en una pretendida imitación de
mo más que los cinco mil montoneros de viación uruguaya", o sea la tendencia a con- cánones e uropeos. Fundar sindicatos, o par- 1) La vida política giraba en el interior d•
tidos clasistas de izq uierda, era no sola- un núcleo de familias antiguas. 'l'odavía en 1907
Tupambaé. fiar "en un político burguésH, etc. Miles d~ el pe~·iód ico ácrata, La Acción Obrera, jnfonnan-
familias educadas en las ideas libertarias, men te un enor sino u na t r aición al "alma", do de una campaña abstencionista popular cri- '
José Batlle y Ordóñez no solamente in- o al "ser" la tinoamericano, gauchesco, caudi- ticaba la "farsa electoral" señ.alancio que para
terpretaba al sector más esclarecido de la no solamente votaron a Batlle en las elec-
Ucsco, nacion alista, etc. por la imitación todo Montevideo (300.000 habitantes) votaban
burguesía oriental, sino a su naciente pro- ciones de 1911 y siguientes, sino que inte- ocho mil personas, y en la Villa del Cerro, en-
foránea.
letariado, al pacificar al país y cerrar el ci- graron los cuadros del "anarco-batllismo", tonces con 13.000 habitantes, los votantes eran
un fenómeno histórico-político importante Lo curioso, sin embargo, es que justa- sólo doscientos.
clo de las patriadas. La transformación y el 2) Véase nuestro artículo, Los lnternaclona·
de estos afí.os. Batlle reclutó entre estas gen- roen te esa misma opinión explicativa ha si-
poderío del Partido Colorado estarán vincu- les del 75, Montevideo revista Nuestr o Tiempo,
tes algunos de sus colaboradores de con- do lo que predominó entre los colegas de n9 2, febrero de 1955, p. 114 y sigs,
lados, a través de la visión democrática de
Batlle al reconocimiento de la existencia fianza, funcionarios para la nueva Oficina socialistas y anarquistas radicados en los 3) "Desde 1901 y por varios afíos, ya no es
del Trabajo y otras reparticiones nuevas, y países europeos. posible hablar del movimiento anarquista en el
de ese nuevo sector de la sociedad. Uruguar. como un movimiento aparte de la or-
nunca les escatimó su simpatía y apoyo Por ejemplo, las cabezas más importan-
La libertad sindical, consagrada en las personal. ganización de los trabajadores, y no ea posible
tes del an':lrquismo italiano de principios de hablar del movimiento sindical como una cues-
Ordenanzas de Policía de 1903, la extensión siglo (Errico Malatesta y L uigi Fabbri, que tión separada por completo de la actuación de
del derecho de asilo a los extranjeros de Hemos dicho en nuestro trabajo Batlle los anarquistas", dice Francisco R. Pintos, p. 57,
y el movimiento obrero y social que este por otra parte vivieron entre nosotros), cri- Historia del movimiento obrero del Uruguay,
los grupos de avanzada; y ante todo, el res- ticaron abiertamente el "forismo" platense.
peto riguroso que Batlle tuvo de las liber- fenómeno ideológico en buena parte se ex- Montevideo, Gaceta de Cultura, 1960.
plica por un proceso simultáneo de movi- Estos a utores eran partidarios de la unidad 4) Ver pá~s. 153 y 154 de Diego Abad de San·
tades públicas frente a las organizaciones d e la clase obrera organizada, y de la pres- tillán, La F. O.R .A ., Bs. As., Nervio, 1933.
y publicaciones de ácratas, socialistas y de- lidad vertical ascendente.
cindencia doctrinaria del m ovimiento sindi- 5) Pág. 21 del artículo Nuestra realidad sin·
más revolucionarios, fue un acontecimiento Muchos de los gallegos y napolitanos cal, y sobre esa pauta se construyó en se- dical y anarquista, revista Esfuerzo, Montevideo,
en la historia política del país. que "bajaban del brazo desdtr Villa Munoz año I, n 9 6, julio de 1936, y Antonio Marzovillot
tiem bre de 1911 l a Confeder ación Nacional un militante anarquista art. en Lucha Liberta-
La alianza de José Batlle con l os obre- cantando la Internacional los Primeros de del Trabajo, de Espaila, el organismo de ria, Montevideo, n9 195, enero 1960.
ros y artesanos f ue decisiva: había nacido Mayo", - como dice en. un poema Frugo'ni- masas más importante creado por los anar- 6) Corresponde destacar que en Buenos Aire•
el ba tllismo. Hasta pr ovocó reagrupamien- se mudan al Prado, y envidian Trouville. quis tas en el siglo XX. <2 1 > La Protesta Humana, (también libertaria), fun-
tos políticos a largo plazo. En primer lugar dada en 1897, comenzó a ser cotidiana recién en
De los obreros y artesanos del 900 salió Todavía son rhás notorias las disidenci·as 1904, ahora con el nombre de La Protesta, y se
las sucesivas escisiones del Partido Colo- buena parte de la clase media de los años en el seno del socialismo, pues se ven tila- vendió mucho en Montevideo, especialmente sus
rado, en que los sectores r eaccionarios (ri- siguientes. Los hijos de los revolucionarios ron en públicas polémicas en Buenos Aires suplementos mensuales, con secciones literaria,
veristas, vieristas, etc.) iniciaron el "contu- artística, etc.
extranjeros, frecuentar on los liceos (exten· y Río de Janeir o. En 1909, el sabio italiano 7) Obsérvese que los tratadistas tienen ten·
bernio" con el Partido Blanco, para enfren- didos en 1912 a toda la república), se hicie- Emico Ferri le decía al fundador del Parti- dencia a reducir su visión del 900 a este sector.
tar al batllismo y su política social. r on empleados de las empresas económicas do Socialista Obrero Argentino, doctor Juan V.g. La literatura uruguaya del 900, revista
estatales, o consiguieron ingresar a las fa- B. J usto: "Me parece que el P. S. (aqui) es Número. Montevideo, enero-julio de 1950 por
L as masas trabajadas por la pr opaganda E. Rodríguez Monegal, C. Real de Azúa y otros.
revolucionaria y socializante, que han ad- cultades renovadas por el viento de la Re· importado por los socialistas de Europa que 8) Diego Abad de Santillán al intentar para
quirido conciencia en las luchas cotidianas forma cordobesa. Explicablemente "la ideo. emigran a l a Argentina, e imitado por los Argentina un balance similar, (aunque con un
por el s alario, la jornada de ocho hor as, o logía revolucionaria es entonces sustituida argen tinos al traducir l os libros y folletos esquema conceptual sociológico distinto), véase:
el derecho a la sindicalización, darán su por el progresismo batllista". <20 > socialistas de Europa". Su solución política El anarquismo en la vida intelectual argentina,
París, periódico Solidaridad Obrera, del 24 de
apoyo a este nuevo tipo de tribuno demo- Todo esto no estaba previsto por los tri- recaía en la necesidad de que los obreros agosto de 1961, p. 8, vuelve a citar a muchos de
crático, dispuesto a institucionalizar y le- bunos del Centro Internacional de Estudios apoyaran a partidos liberales o radicales, estos personajes que participaron asimismo del
galizar las conquistas populares. abandonando su propia organización. ambiente cultural anárquico bonaerense.
Sociales ni del Centro Obrero Socialista, 9) Pintos la con.<:idera la primera celebra-
En el seno del movimiento obrero y so- pero la historia a menudo transcurre de una F rugoni enérgicamente hace suya la ar- ción, pero según resÚlta de El Día, Montevideo,
cial la atracción de Batlle provocó una com- suerte en que el fruto del esfuerzo de unos, gumentación de Justo, que por lo ~emás del 30 de abril de 1890, ya se conocían socialis-
r espaldaba la reciente revolución r usa de tas desde entonces y éstos celebraban el 11' de
pl€ja serie de situaciones. P or una par te se se cosecha en las manos de otros. Sucede Mayo. Véase C. M. Rama, Ensayo de Sociología
decantó un núcleo radic1:1lizado, (soci<> l hta esto, en materia de clases sociales, cuando 1905, y confirmarían las revoluciones mexi- uruguaya, Montevideo, Medina, 1956, p. 135 a
o anarquista), par a quien la "cuestión so- una clase inferior, y some tida, aun habien- canas de 1910, y .finalmente las grandes re- 139.
cial" solamente se resolvía por el cum nli- do comprendido los mecn ismos del poder voluciones r usas del año 17. (22 > 10) Véase nuestra nota, El manifiesto inicial
del Partido Socialista, en revista Nuestro Tiempo.
miento "finalista" de la r evolución social. y la riqueza, no alcanza la autoconciencia En otras palabras, buenas o malas, las Montevideo, no 3, abril 1955, p. 179 y sgtes.
soluciones que l os rioplatenses de la extre- 11) Pág. 48, ob. clt
12) El Socialista (Montevideo), n 9 11 del 6 16) Seguimos el ensayo, La revolución _meXt·
de junio de 1911. cana en el Uruguay. incluido en el Apéndice de
13) Francisco R. Pintos, ob. cit. p. 70, expre- nuestro libro Historia del movimiento obrero y .JULIO C. ABELLA TRIAS
sa: "Entablada la huelga de lo.s obreros portua- social latinoamericano contemporáneo, Montevi·
rios en mayo de 190~, .el ConseJO de .1~ UGT (so- deo-Buenos Aires, Palestra, 1967, p. 116 y sgtes.
cialista) dio a pubhcidad un ma~fiesto, oi?o- 17) Entre los manifestantes, o patrocinado-
niéndose a ella. Igualmente se opusieron en JU- res, del acto figuraban, por ejemplo José Enri9ue
lio de ese año a que los obreros de 1~ construc- Rodó Julio Raúl Mendilarharzu, Fernán Silva
ción reclamaran la adopción de la jorna?a ~e Valdés, Enrique Casaravilla Lemos, Miguel A.
ocho horas, no obstante ser la voluntad casi una- Páez Formoso, Eduardo Rodríguez Larreta, José
nime del gremio." G. Antuña, José Pedro Blixen Ramírez, Alberto
14) "Es asi q ue ingresaron al país, entre otros Reyes Thevenet, Enrique Cluzeau Mortet, Eduar-
muchos de 1901 a 1912, los socialistas Bartolomé do Acevedo Alvarez, Vicente H. Salaverry, Bar-
Bossio Luis Bernard, Castor García Balsas y Al- tolomé Vignale, Humberto Boggiano, Eduardo Te-
fredo Caramella y los anarquistas Pascual Gua- rra Arocena, Eustaquio Tomé, Osear Bellán, jun-
glianone Antoni~ Marzovillo, Orsini Bertani, Car- to a dirigentes de extrem1;1 izquierda como Angel
los Bals~n Juan Llorca, Francisco Corney, Ores- Falco, Evaristo Bouzas Urrutia (!), el _tambié?
te Ristori,' Eduardo G. Gilimón, Joaquín Hucha, argentino Manuel Ugarte, Angel Morelh, J . VI·
dal, etc.
Adrián Troitifio, F . B. Basterra, etc. que en los

ARQUITECTURA
años siguientes los encontram_os entre los confe- 18) Recordemos que los estudiantes de Amé-
rencistas del Centro InternaciOnal. y del Centro ,.tca Latina celebran en Montevideo (1908) el
Carlos Marx organizando nuevos sindicatos o Primer Congreso Interamericano de Estudiantes.
colaborando Ém la prensa, la labor editorial, etc. 'Raltasar Brum, entonces estudiante de Derecho,
Esta medida lleva a la prensa reaccionaria a pre- dirige su periódico llamado Evolución.
decir que los ácratas extranjeros recién llegados,
promoverían una ola de atentados. E~ notorio que
en el Uruguay no ha habido atentados políticos
en todos esos años", p. 45 de Carlos M. Rama,
Batlle y el movimiento obrero y social en el vo-
lumen colectivo, Batlle, su vida. su obra, Mon-
tevideo, Acción, 1956.
19) be Ensayo de sociología uruguaya, ob.
~it. p. 207, en que se abunda sobre el fin de las
guerras civiles.
20) Ob. cit., páginas 54-56.
:'.1) E. López Arango y D. A. de Santillán en
El anarquismo en el movimiento obrero, Barce- O
t URBANISMO
M ont~ ;ideo ha sufrido una profunda transformación arquttectónictJ '1
lrma, Cosmos, 1925, discuten ampliamente este urbanística. Las generaciones anteriores han construido una ciudad -la
15) La yfe et l'oeuvre de Francisco Ferrer, problema. más europea de Latinoamérica-, que ha c1·ecido extraordinariamente, en ex•
Un martyr au XXe. siecle, de su hija Sol Ferrer, ?.2) Emilio Frugoni, Génesis. esencia y fun-
Paris, Fischbacher, 1962, en p. 251, alude al Uru- tenstón, a consecuencia de la falta de planes orgdnicos y del parcelamiento dtt-
damentos del socialismo. Buenos Aires, América senfrenado de la zona rural.
guay. · lee, 1947, tomo II, cap. XLIII, págs. 283 y sgtes.
El "Gran Montevzdeo" es ya una realidad y las vivzendas se dispersan era
una bajísima densidad de población en un enorme arco de ' mds de 30 kiló-
'f
metros, creando problemas insolubles a las autoridades municipales, incap,._
ces de dar los 1ervicios públicos mínimos a una localización habitacional ta1t
dispersa.
La ciudad frente a esta realidad urbanfstica, ha perdido la audacia qu•
tuvo la generación de la "belle époque", ent1·e Los años 1890 a 1914, que con·
moviera a Montevideo con grandes obras que hoy nos admiran, y cuyo costo
actual hace que parezcan inimitables.
Montevideo a partir del sabio plan de Guidmi, se guió por el urbanismo
vial, tmzando sólo calles, avenidas y plazas, o por la megalomanla estética d•
las grandes diagonales.
Hoy los problemas son tan graves que hay que dar paso a los hombre•
que quieren construir una nueva ciudad dentro de las dtrectiVas del moderno
planteamiento urbano; una ciudad orgamzada con el principio de la centra-
lización descentralizada, tendiendo a crear o realzar los centros ya existente11
para dotarlos de una implementación que les permita dar a los habitantet
de los bm-rios una vida plena y feliz.
El estudio de aquella gran época debe servtrnos para afirmar la voluntad
de los monteVI:deanos de reconquistar de esta bella ciudad, la audacia de SUI
aeaciones urbanísticas, para construir la Autoptsta de la Avenida Italia, la am-
pliaoón del Puerto de Montevideo, el saneamiento del Pantanoso y de las playaJ
urbana.s, y terminar esos edifzcios públicos paralzzados durante atios, mientras
sus habitantes han sabido construir el hecho u1·banistico más notable de Lo1
últimos cincuenta años, La Rambla de los Pocitos, crear la mds bella ctudad-far-
din de América Latina en Carrasco, y levantar las hermosas vtviendas de Punta
Goraa y M aLvin.
Que las ensetianzas del pasado nos sirvan para mantener para esta ctudad,

~ ..... su caráctet· humano desentrnñando de su cuerpo palpitante y vivo y de su al-


rna, las aspiraciones de su población.
'· . •.· .. .
Laa obras realizadas en el período de la "be- dencia, con un toco con ti lámparas en una vienda; sumo y mezcló todos los estilos, bajo tas negras nubes que presagiaban al mundo la
lle époque" son de una magnitud tal, que corre de 47 mts. de altura. Los teléfonos tenían la influencia de los maestros extranjeros que guerra de 1914, para que recién entonces la d
muestran la visión de los hombres que las im- 3.000 abonados. los trajeron al pequeño poblado, que naciera dad despertara, terminando con un período :;-
pulsaron ; ell a correspondía a una gran ciudad, .En 1890, el 90% de los habitantes de la CIU - en un luminoso día de diciembre de 1726, increíble audacia. e
cuando en realidad Montevideo era todavía dad se encontraban comprendidos en un am- cuando el Capitán de Corazas, Pedro Millán, ..Lentamente la ciudad iba creando las con-
u ha ciudad pequeña que al comenzar el año plio arco d e círculo de 6 kmts. de radio toman- repartiera los solares entre los primeros 130 po· diciones para que naciera una nueva arquiteer
l 890 albergaba 234.018 habitantes. do como eje la calle Sarandí en su comienzo bladores, que asistían al nacimiento de la nue- tura. Los arquitectos uruguayos ya comenzaban
De la realidad física de la ciudad da buena en la península, y sólo el 10% de la población va ciudad. a visitar Europa, y algunos de ellos habían vis-
cuenta aquel magnífico documento del Censo no esta ba servida por los tranvías a caballos. Montevideo despué~ de las grandes obras to la sorprendente revolución del Palacio de
ele 1889, levan tado por la sabiduría d e Carlos Han pasado muchos años desde aqueJJa le- militares de la Colonia y de la arquitectura Cristal ~e Joseph Paxton, en 1854, y luego 1a
María d~ Pena, Domingo Lamas, Juan María · jana época y hoy Montevideo con un millón civil y religiosa de la "época hispánica", pasó T orre E1ffel, de 1990. En Estados Unidos, por
Pérez, Jacobo A. Varela, Honoré Roustan, trescientos mil habitantes, y 316.000 viviendas, por el "academismo neoclasista", de 1830 a esa época surgía el primer rascacielo moderno,
Eduardo Acevedo, y Martín C. Martinez, qu e presenta problemas muy serios d e congestiona- 1852, con la casa de Roosen, la casa de Rive- el Monadock Block, en 1891, mucho más nuevo
tantas enseñanzas nos depara y que todavía no miento y exte nsión indiscriminada de la ciudad , ra, el Templo Inglés, obra del lng. Paullier, y que el Home Insurance Compan y que había
hemos sido capaces de imi tar para tener un q11e ocupa ya un área urbana de 5.800 hectáreas. el Teatro Solfs, del Arq. Garmendia, inspirado ocultado una estructura moderna bajo viejat
Censo actual que nos d é como aquél un a vi- con una muy baja densidad de población, d~ en las construciones italianas del siglo XVIII, formas.
sióu tan com pleta de lo que era Montevideo. unos 125 habitantes por hectárea; un área sub· hasta la notable influencia de los maestros Debía ser la vieja Facultad de Matemática•
El censo de 1899 mostraba ya una predo- u1·bana de 11 .200 hectáreas, con una densidad de Carlos Zucchi y Bernardo Poncini; Zucchi con la que al.b ergara en sus comienzos a los prime-
tnmancia completa de la cubierta de azotea, unos 30 habitantes por hectárea, la que da para su ambicioso plan urbanístico de 1837 -el se- ros arquitectos uruguayos. Fundada en 1885
pues de un total de 20.788 edificios con qu e la ciudad una densidad de población muy baja gundo que tenía Montevideo-, y Poncini con por el ingeniero D. Juan Monteverde, con la
contaba Montevideo, 14.840 estaban cu biertos de sólo 68 habitantes por hectárea. Con un a sus tan conocidas "arquerías" de la Plaza Inde- c?Iaboración del ingeniero arquitecto D. Igna·
en aquella forma; 1.979 con tejas francesas; 93 densidad d e población como la de Buenos Ai- pendencia, de 1860, y el Cementerio Central. c1o Pedralbes, ocupó la Cátedra de Historia de
wn pizarras; 976 con paja; 2.892 con zinc, y 8 res, Montevideo con su enorme extensión po- Después Montevideo había visto realzadas la Arquitectura el profesor arquitecto D. Emi·
con made1a. dría hoy albergar tres millones de habitantes. ~ us calles con el estilo del "renacimiento fran- lio Boix, y la Cátedra de Proyectos de Arqui·
La ciudad todav1a no p1esenta ba sus ~ubur­ Puede decirse que si en 1890 la ciudad ocu- cés", y la influencia del arquitecto Víctor Ra- tectura el profesor arquitecto D. Julián Mu-
bios sometidos al aluvión ininterrumpido del paba la zona limitada por el citado arco de 6 bú. con la Iglesia de San Francisco y el Asilo quelez compatriota que fue alumno de la E,.
Larrañaga. cuela de Bellas Artes de París
éxodo del campo hacia ella, y los "cantegriles" kilómetros, ahora el "Gran Montevideo" llega
d e aqnellos años estaban formados solamente hasta treinta kilómetros, habiéndose ex tendido Pero la mezcla de todos lo& estilos de la gran En 1896, el arquitecto D. Horado Acosta y
po r un millar de ranchos de terrón disemina- en forma sorprendente a partir de 1947. arquitectura tuvo su punto culmin ante en los Lara, uno de los pioneros de su profesión, OCU•
d os en Coló n, el Cerro, Miguelete, Marofias y Pero lo más grave es que el área urban a y últimos años del siglo pasado, y Montevideo pó la Cá tedra de Proyectos q ue regenteara Mat·
la barra de San ta Luda. suburbana montevideanas tienen una superfi- entre 1870 y 1900 vio con el "eclecticismo his- quelez, y en 1898 fue nombrado Catedrático
La Unión, Pocitos, Paso del Molino, T res cie de 169 kilómetros cuadrados con sólo 68 toricista" trasplantados a sus calles los más de Arquitectura, obteniendo la cátedra en pro-
Cruces y el Reducto, mostraban ya una impor- l1abitantes por hectárea, mientras que Buenos diferentes ejemplos de la arquitectura de las piedad en 1907.
tancia creciente, contando con 6.882 edificios. Aire,; con sus cuatro millones de habitantes grandes ciudades europeas, con el neo-gótico
El núcleo urbano era predominante, y ron- ocupa 197 kmts.2; San Pablo tiene 220 kiló· de la Legación Argentina y la funta Departa· OBRAS NOTABLES DE LA ~POCA
taba con el 54.32% de los edificios, unos 11 .292; m etros cuadrados, y París 78 kmts.2 con una mental del Ing. Ignacio Pedralbes, has ta las
obras del arquitecto Juan A. Capurro como ser De las obras del comienzo de esa época, lt.
el suburbano con un 3!U l %. unos 6.882, y el d ensidad de 384 ha bitantes por hectárea. Esta
su tan conocida casa de Estévez,- actual Pa- más notable es sin duda el Hospital Italiano,
núcleo nnal con el 12.57%, unos 2.614 edi- enorme extensión de Montevideo, una de las
lacio de Gobierno- en la Plaza Independen- del Ingeniero Luis Andreoni, autor también
ficios mayores del mundo, r es ponde a la falta de un
cia, y la Cárcel Preventiva de la calle Migue- de otro típico edificio, la Estación del Ferroca-
r.a zona urbana hab1a sido extendida en plan orgánico y a la sola aplicación de un ur-
lete, con pabellones radiales de acuerdo a la rril Central del Uruguay.
1887 y llegaba desde el Bulevar Artigas hasta banismo vial, que no cons1deró más qu e el tra-
técnica más moderna de aquella época. El Hospital I taliano fue construido entre
el Camino Propws, y arrancando del Cemen- zado de calles sin tratar de nuclear la ciudad,
los años 1885 y 1890, en el Bulevar Artigaa,
terio del Buceo seguía en dirección norte, hasta evi tando así. la extensión desmesurada de la La revolución industrial y sus consecuen-
Avenida 8 de Octubre y Jorge Canning, en el
el arroyo Miguelete, pasando por la Unión y misma. cias urbanísticas, que en .Europa ya se habían
histórico paraje de Las Tres Cruces. Fue ade-
la falda del Cen·ito; desde el Camino Propios manifestado con todas sus fuerzas, debían lle-
más precursor del desplazamiento del centro
y el arroyo Miguelete seguía este arroyo hasta LA EVOLUCIÓN DE LA gar recién a Montevideo ton el siglo XX; la
de la ciudad, y su ubicación un desafío al fu.
su desembocadura en la bahía. ARQUITECTURA MONTEVIDEANA arquitectura montevideana del siglo XIX estu-
turo que hiciera su proyectista, quien lo levan·
La ciudad contaba con seis plazas públicas vo en armonía con una cultura que unía a la
tó en una zona que era todo campo en aque-
en la zona 'nueva", -ex tensión de la vieja ciu- La arquitectura de Montevideo en la se· concepción romántica, la epidémica fiebre ama- llos tiempos.
dad colonial- , y en la "novísima" se proyec· gunda mitad del siglo XIX, había sido incapaz rilla y la falta de higiene.
Fue "concebido y ejecutado sin hacer eC()o
taba otras plazas. Circulaban )la en Montevi- de responder al programa edilicio planteado Este período que ha dado en denominarse nomía ni de terreno ni de materiales", dice
deo siete líneas de tranvías de caballos, en tan· por las exigencias de la vida moderna y los d e la "belle époque" de Montevideo y que co- Giuria, y su arquería repetida en las fachadas
to que en la campaña dominaba la carreta y la ade lanto~ técnicos. mienza en 1890, es la expresión de una ciudad, · de Bulevar. y 8 de Octubre, con sus graciosas
d iligencia. El alumbrado público eléctrico ha- Tuvo nostalgias del palacio renacentista, o que era el pafs, que vivía sus mejores años, dobles columnas dóricas que soporta los arcot.
bía sido m augurado en 1887, -después del en· de la mística atmósfera del medioevo, y aplicó ajena a los profundos cambios que la indus- La concepción del proyecto es de índole mo-
sayo realizado en 1886-, en la plaza Indepen· las formas tradicionales del palacio a la vi· trialización había engendrado en Europa, y a numental y su acceso se destaca por una esca-
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linata de mármol, material del cual el proyec. Otra de sus obras fue la actual sede del
tista sacara partido para dar a su obra un ca· t'vfuseo Municipal "Juan M. Blanes" en el Pra· 450. viviendas, esfuerzo notable para esa época, menre la l'acuuaa ae .tlumamctaaes; antenor·
rácter imperecedero y de gran nobleza, que ha- do, -en aquella época la quinta de Morales, y.a que en Montevideo no se ha hecho ningún mente el edificio fue ocupado por las Faculta·
ce que aún hoy mantenga un puesto de honor antes de R affo- con .un recuerdo muy claro Je conjunto de viviendas de esta magnitud; sólo des de Derecho, y de Matemáticas, y la Sección
entre los grandes edificios de la ciudad, como las "villas" italianas construidas por Palladio el del Municipio y del Banco Hipotecario, de Enseñanza Secundaria.
una de las obras que se deba conservar eterna- y sus discípulos. iniciado en 1965, en la Unidad Habitacional Es un gran edificio de cuatro plantas y un
mente. Capurro se contrajo a la arquitectura civil, del Buceo, tendrá 630 unidades. gran subsuelo, con una superficie de unos
La otra gran construcción que cauctenza a mientras que Andreoni proyectó y construyó ~e trataba además de construcciones de dos 3.500 metros cuadrados. Estuvo coronado por al-
Andreoni, es la Estación d~l Ferrocarril Cen- gr andes edificios públicos, respondiendo a !os plantas; con tres a seis habitaciones. Un verda- tas "mansardas" que fueron demolidas en 1913.
tral. nuevos programas que la ciudad tenía que der o conjunto orgánico de viviendas, construido De esta misma época es el Hospital Mili-
Cuando fue inaugurado el Ferrocarr il eu abordar con el progreso de la técnica y la cien- de una sola vez, con unidad arquitectónica que tar, cuya construcción marcó un evidente pro-
1869, la primera estación ' se hallaba ubicada Cl a. su proyectista, el -arquitecto Tosi, consiguió greso con respecto al Maciel y al Vilardebó.
en las calles Paraíso, O livos y Río Grande, en Tosi fue, en cambio, el arquitecto de grat1· cdn Jfneas clásicas; corona la ordenación un a También la enseñanza levantaba ·grandes
el paraje denominado Bella Vista, lejano arra- des proyectos, que no fueron realizados, enlr6 azotea y. añade un motivo pintoresco con al- edificios, entre ellos el del Institu to Normal de
bal de la ciudad. Más tarde, a consecuencia de ellos un Teatro Nacional y un Gran Hotel; guna$ " ma-nsardas" y sus correspondientes ."]u- Señoritas, en la esquina de las cal1es Colonia y
que los caminos de acceso a la Estación resul- pero quedan algunas de sus obras, como ser e: carnaS'-'.. Cuareim, obra del arquitecto polaco Lukasie·
taban poco menos que intransitables, se deci- edificio de la Adminisu·ación de Loterías, y la · El ótrb grupo del Barrio Reus 'al 'Sur ocu- wicks, con sus tres plantas de gran simplicidad.
dió prolongar las vías hasta la calle Miguelete, Iglesia de los P .P. Jesuitas (ex-Seminario). pa una sola manzana dividida en dos por la Como otra influencia de Garnier se puede
(hoy La Paz) pero para ello hubo que terraple- calle Ansina; la composición es parecida a la citar la fachada posterior del Hospital de Ca~
nar la bahía, construyendo un muro de conten- NUEVOS TIPOS DE VIVIENDA del anterior pero toda ella ha sido coronada ridad, de clara influencia neo-griega, obra de
ción a la altura de la calle Río Negro, relle- por "mansardas" creándose así u n tercer piso Masquelez.
nando la zona hasta la calle Pampas. Durante la segunda mitad del siglo XIX, habitable. Hemos querido citar sólo algunas de las más
En 1871, ya estaba construida la nueva esta· había surgido en Montevideo un tipo de vi- típicas obras de aquella época, porque la ver·
ción terminal, en el mismo sitio en qu e se le- vienda - que recibió el nombre de "conven- LOS GRANDES EDIFICIOS dad es que se estaba preparando la eclosión de
vanta hoy, y aunque el local era muy modes- tillo- como solución para las gentes pobres. un movimiento que debía cristalizar en el nue-
to, prestó sus servicios durante varios años, has- Se trataba ele casas colectivas, divididas en pe· La ·ciudad comenzaba en aquell a época a vo siglo que ya anunciaba su presencia.
ta que en 1893 fue destruido por un incendio. queñas piezas que se alquilaban separadam en· levantar sus edificios a mayor altura, ya que la
Andreoni fue el encargado de proyectar la te, y de servicios agrupados para baños y cocí· sensible valorización del terreno hizo que las EL MUNICIPIO Y LA CIUDAD
actual estación, que f ue construida de inme- nas; a menudo grandes piletas para lavado de construciones debieran e)evarse verti calmente,
diato,· e inaugurada en 1897; esta rapidez en ropa en medio del patio caracterizaban· tllll· en · dos, tres o cuatro pisos. Montevideo que había crecido ya mucho en
construir una obra enorme para aquellos años, chas de estas construcciones las que todavía . Entre tales construcciones r epresentativas de 1890, habías!'! extendido sin contar con un ré·
nos mueve a hacer alguna reflexión, no muy a puede verse en el viejo barrio Sur. este período, ~e encuentra el Palacio fackson, gimen municipal eficien te, y fueron las propias
favor de la época en que vivimos. El programa er a un interesante tntento ar· en la esquina de la Plaza Cagancha, actua l se- Jun tas .Económico · Administrativas las que
La Estación Central es un buen ejemplo de de del Ministerio de Ohras Públicas; obra de plantearon al Parlamento la necesidad de la
quitectónico para dar vivienda a la gente más
arquitectura renacentista italiana, con las mo- modesta, pero la falta de servicios indispensa- los arquitectos alemanes Parcus y Siegerist, qnf sanción de leyes orgánicas en la materia.
dificaciones que le introdujo Andreoni en el dieron a ·su obra cierto aire germanizante, fue
bles y la •promiscuidad ambiente fueron con- En 1889 se aprobó la Carta Orgánica de la
uso de las 'mansardas" y las "lucarnas", ele- virtiéndolos en lugares de miseria, en la peor uno de los primeros grandes erlificios de ren~a Junta Económico . Administrativa de Monte-
mentos poco usados hasta entonces. de la ciudad.
habitación de la ciudad. video, inspirada en las ideas de Carlos María
En esa época fueron expresión de la arqui-
Históricamente surge con la libertad de: lo! ' Una gran obra se terminó en 1895, el Ate- de Pena; pero fue recién en 1903 que se votó
tectura montevideana, otros dos grandes técni la ley respectiva, promulgada en 1909.
negros esclavos, y una corr1ente poderosa de m- neo de Montevideo, que se levanta actualmen
cos: Juan A. Capurro y Juan Tosi.
migración que solo encontraba al llegar a nues- te en el costado norte de la Plaza Cag<~ncha. Los municipios han carecido siempre de fa-
Capurro fue autor del Palacio San tos, -ac-
tras playas una pieza en el "conventillo". Es sin duda una construcción de grandes pre- cultades claras para abordar los problemas de
tual sede del Ministerio de Relaciones Ex teno·
De estos conventillos, uno es d igno de men- tensiones, con un orden colosal de pilastras dó- la ciudad, y si en aquella época eso podía no
res, en la Avenida 18 de Julio esquina Cua-
ción, porque en él, en 1891, el ingeniero Aqui- ricas en los ángulos, y corintias en el centro, ser tan importante, es indudable que hoy el
reim- un ejemplo del Renacimiento italiano
les Monzani, verdadero precursor de un nuevo e~presión de la poderosa influencia 'lU f ejer- Municipio no puede seguir sin la Ley Orgáni-
del siglo XVI; y de la casa de D. Carlos de Cas-
material, cons u·uyó la primera estructura de Ciera, tanto acá como en Buenos Aires, el au- ca, -que todavía no ha conseguido ser dicta·
tro, actu al sede del Consejo del Niño, en la
hormigón armado: era el denominado "Lafo- tor de la Opera de París, Charles Garnier; tres da- para poder abordar los problemas de la
calle 25 de Mayo. En ambos edificios, com o en
ne··. en la calle Paraguay, esquina Gral. Tajes, arqui€ctos fueron los autores de esta obra de metrópoli, que son ya acuciantes y para en.
casi todos los de su época, hay una profusión
demolido en el año 1943. fuerte tendencia neo-griego francés, los técnicos frentarlos se carece de los instrumentos legalet
de mármoles y otros buenos materiales, que
Pero es a Emilio Reus a quien corresponde José M. Claret, Masquelez, y Boix. que la moderna planificación urbana necesita.
los hacen de una calidad que hoy resulta muy
haber iniciado en Montevideo una época ver- De las ambiciones de Montevideo en esa Montevideo carecía de planos de fracciona-
difícil imitar, por los elevados costos de la
daderamente revolucionaria en materia de vi- época, da cuenta la construcción del ex-Hotel miento, y desde el año 1887 se había extendido
construcción; son notables en ese aspecto las
vienda, con sus casas colectivas en los barrios ~acional" en las calles Piedras, Cerrito, Juan hasta Propios y el arroyo Miguelete sin inter·
escaleras de mármol blanco italiano, en tre !as
Reus al Norte -actual Villa Muñoz- y Reus L . Cuestas e Ing. Monteverde. Fue una obra vención municipal alguna; la Junta Económi.
cuales la de !a casa de Castro es UJ;! ejemplo
digno de ser admirado como un alarde de ar- a! Sur, en la tan conocida calle Ansina. impulsada por Don Emilio Reus, y en ella fun- co - Administrativa recién el 29 de agosto de
tesanía, de fina y depw-ada terminación'. El barrio de Reus al Norte se componía de- cionaron luego, durante muchos años, las Fa- 1905, aprobaba los planos definitivos del aman·
cultades de Ingeniería y Arquitectura y actual- zanamiento de la ciudad
l..ol primeros estudiO!l del amanzanamiento todavía con sus 268.000 habitanted, y iU corr.~ a1c10nes de ronfor1 y adecuación a los .fi ne:~. bitantes, el Paso del Mohno y el Paso de la~
fueron realizados por el Director de Obras M u existencia, ya quf ~ ó1o contaba 174 año~ dt docentes. Duranas, con suntuosas quintas. Villa Colón
afcipales, arquitecto Horado Acosta y Lara. fundada. La Facultad de Veterinana, - en aque!la Jugar de grandes residencias. '
Dentro de los planes para el desarrollo ur El nuevo siglo trajo además el descubr i- época Escuela de Veterinaria- fue construida Pero ya los Pocitos comenzaba a pelfilarsc:
bano, debe mencionarse el del ingeniero pai- miento de nuestras magníficas playas, y la po- en la Avda. Larrañaga según el proyecto del como un hecho urbano nuevo, un verdadero
•ajista francés Eduardo André de "Embelleci- blación se fue orientando definitivamente ha- arquitecto D. Emilio Conforte, autor también puebl~ con. varios va liosos chalets y hoteles.
miento de la ciudad", de 1890, y el de "Par cia el este para crear un hecho urbano nuevo. de otro destacado edificio de la ciudad, por sus T rouvllle, ~naugurado en l 897, era un pequt-
ques de la ciudad", del mismo André y su de gran potencialidad. A partir de 1947 el cre- valores arquitectónicos, su reciedumbre y adap- no . balneano, con her~nosos edificios, que aho.
compatriota el arquitecto paisajista Ernesto cimiento de Montevideo ha sido tal que en tación de la arquitectura al destino de la edi. ra mtegra una sola umdad con los Pocitos, con-
Racine. una organización lineal a l.o largo de la ln- Ii cación, la actual Cárcel Penitenciaria de formando con la gran ordenación de 1950 al
El primero de estos parques fue el "Prado terbalnearia, puede decirse que llega hasta el Punta Carreta inaugurada en 1910. El destino 1955, el hecho urbano má.s notable de los úl·
Oriental", hoy Prado. Pinar. La ciudad que habla crecido hacia el <1 ctual de este edificio es su demolición, ya <J ue timos cincuenta años.
En 1896 la Municipalidad recibió los terri- norte, cambió su rumbo h acia el este. lo que en aquell a época era un descampado, es CapulTO, lugar de balneario al norte de ]:¡
torios próximos a la playa Ramírez por la ley Las viejas quintas del Prado y del Paso del hoy una de las zonas residenciales más carac- ciudad, era la playa elegante donde nuestra•
de liquidación del Banco Nacional, para crear Molino pasaron a integrar la historia román- terísticas de la ciudad. La Cárcel deberá ser mujeres iban a lucir las modas.
un parque urbano; en 1903 se dio comienzo a tica de Montevideo y fueron la base de los ba- trasladada al Penal de Libertad, construido con L a playa Ramírez que contaba desde finea
laa plantaciones, formándose así el actual Par- rrios del Paso del Molino, Paso de las D.ura- otra técnica, en que se trata de incorporar el de 1909 con un gran hotel de 4 pisos, en el que
que Rodó. Finalmente, en 1912, el insigne Jtr- nas, Aires Puros, Atahualpa, etc. preso al trabajo, dándole libertad de movimien- se gastó más de un millón de pesos, rodeado
quitecto paisajista francés Carlos Thays pro- Pero además en el nuevo siglo, el crecimletl- tos en un gran predio, y haciendo de la celda del Parque Urbano (actual parque Rodó) era
yectó el hermoso balneario de Carrasco, si- to de la ciudad, impulsado por la extensión un lugar de reposo, y de sanción solamente en un lugar de turismo bonaerense.
guiendo las teorías de la ciudad jardín de Ebe- de las líneas de tranvías, trajo la necesidad de:' casos especiales. El Hotel-Casino del Parque Urbano ~e
nezer Howard; y en 1916, el Arq. Raúl Lerena una zonificación para impedir los inconvenien- consideraba entonces digno de una gran ciu·
Acevedo y D. Carlos Racine trazaron el par· tes que causaba las industr-ias en los barrios d~: LA REACCIÓN CLÁSICA dad. La legalización de la ruleta permitió la
que de Carrasco. vivjenda. DE 1905 A 1914 erección de este gra n edificio, uno de los m~
Montevideo al finalizar el siglo pasado pre- No hay en la época actual un conjunto de- jores en su género de América Latina para su
Jentaba un adelanto arquitectónico muy consi- obras como las que se construyeron en Monte· A partir de 1905 la influencia francesa en época, y que justificaba que los argentinos ~e
derable con obras que no correspondían a su video entre los años 1903 y 1914. Montevi- ~ontev i.deo vu ~lve a afirmarse, ahora bajo la trasladaran a Montevideo para d1strutar de
densidad de población ya que pretendía imitar deo, que era en esa época la ciudad de América cl1recta mvocaCJón de los maestros MasquelP·t., sus magnfficas salas.
las gTandes construcciones europeas, siendo en Latina que marcaba metas en edificios de ~s­ y Juan P. Ca rré, este lÍltimo a partir de 1907 L as constr ucciones habían comenzado tt
este aspecto la ciudad de América Latina que parcimiento, cultura y públicos, ha quedado desde la Facultad de Arquitectura: surgen así el ev;1rse por Ja aprobación -de alturas mínima:~
en esas épocas paredase más a las ciudades del ya definitivamente atrás de casi todos los pai- todas las gamas del Luis XVI. para la edificación, que se fijaron en once me-
Viejo Mundo. ses latinoamericanos. Dentro de este estilo es tipico el palacete tros para la Rambla de Pocitos, .Bulevar Arti·
El pafs entonces vivía mirando hacia Euro- En materia de edificios de enseñanza .~e Taranco, sede hasta hace poco del Ministerio gas, y avenida Brasil; en 1912 se extendió esta
pa, y desconocía a nuestra América que recién construyó la actual Facultad de Medicina en la de Instrucción Pública; la quinta de la familia ordenanza a Bulevar España.
ha comenzado a "descubrir" en los treinta u1- zona de la vieja plaza Sarandí, obra del arqui· Carda Fonticella, en 8 de Octubr~, obra del Por ley NQ 3170, de lO de junio de 1907, se
timos años. tecto Jacobo Vázquez Varela inaugurada en Arq. Carré. Mientras tanto Louis Gardelle, otro • fijaron las. alturas mínimas para los edificios
Pero Montevideo estaba ya preparada para 1908. Es un conjunto que respondía a las técni- de los arquitectos que caracteriza este período, !rentistas a las plazas Constitución, Indepen-
la gran eclosión del nuevo siglo, y las grandes cas más modernas en materia de enseñanza construía el Palacio Piria, en la plaza Cagan- dencia, Cagancha, Treinta y Tres, y avenida 18
obras que se iban a iniciar eran el reflejo de superior de la Medicina y que a ún hoy presta ~h~, actual sede ~le la Suprema Corte de Jus- de Julio.
una vida intelectual y artística que dejó pro- servicios, si bien los cursos hospitalarios se han tlcla, el Palacio P1etracaprina en la esquina de En 1909 surgen los primeros intentos para
fundas huellas en la cultura nacional y que desplazado al nuevo Ho5pital de Clínicas. Ocu- Rivera y bulevar Artigas, actual sede de la caracterizar determinc~das avenidas, fijando re-
había florecido en el genio de Vaz Ferreira, pa unos 7.000 metros cuadrados,¡ en las dos pe· Emb~jada del Brasil, y ~lejandro Christopher· tiros en las mismas; se fijó un retiro de 4 mts.
Zorrilla de San Martín, Florencio Sánchez, He- queñas manzanas frentistas a la avenida Gral, sen ejecutaba en la esquma transversa un típico para todas las edificaciones de Bulevar Arti-
rrera y Reissig, Blanes, Carlos M. Herrera. H e- Flores y cuenta con numerosos laboratorios, edificio a la manera de Adams, una gran casa gas, 8 de Octubre, Maldonado, Larrañaga, Pro-
quet, Carbajal, Livi y Ferrari. salón de actos, biblioteca, etc. residencial con buhardillas, actual sede de la pios, Suárez, Burgues, etc.
La actual Facultad de Derecho, obra de los Asociación Estudiantil Femenina Católica.
No podemos menos que comentar breve-
MONTEVIDEO EN El SIGLO XX arquitectos Silvio Geranio y Juan M. Aubriot, En aquella época Montevideo con taba ya mente esta medida, a Ja cual se debe algunos
lue inaugurada en 1911; en la misma fecha fue con setenta y seis pueblos y barrios que la ro· barrios muy pintorescos, como ser los de la zo-
La "be1le époque" montevid~ana debía cul- inaugurado el edificio de la Sección de Ense- deahan; el más importante era el de la Unión, na interna de Pocitos, dondy se nota la enorme
minar en el siglo que recién comenzaba, para ñanza Secundaria, proyecto del arquitecto Al· con 15.000 habitantes; una villa, se decía, en- diferencia entre las calles sin retiro y las que
vivir una de sus épocas más memorables en to· Iredo Jones Brown, actualmente ocupada J>Ol' el tonces, con calles de un kilómetro de exten- lo tienen, siendo en éstas la vida m{!s agrada-
dos los aspectos; también en materia de arqui- Instituto Vázquez Acevedo. La ciudad ha sión, buenos edificios y espléndidas quintas, ble, con jardines al frente de las rasa~, y 11 na
tectónica y urbanística aunque todavía faltara sido tan incapaz de construir los locales que la donde además se hallaba ubicado el Asilo de mayor amplitud de las calles.
la visión orgánica de la ciudad. enseñanza necesita, que la capacidad de este Mendigos, cuyo edificio fue construido entre Sin embargo, la falta de una planificaci(m
Se abordó algunas de las realizaciones más edificio ha sido ampliada habilitándose las bu· 1847 y 1850. vial adecuada hizo que algunos retiros fnerau
ambiciosas para una ciudad pequeña que era hardillas con salones de clase en pésimas con· Le seguía la Villa del Cerro con 10.000 ha· insu ficientes, como en el caso de Propw~ f'n

euAOERNOS Dr MARCHA
qu• cuando en 1957 ae pretendió llevar dicha antes que en Montevideo pudiera darse un e&-
avenida a 50 mts. antes de pavimentar la do- tudio sistemático de su plan regulador, y fue t:L PALACIO LEGISLATIVO LA CIUDAD EN 1910
ble calzada actual, no se pudiera obtener el ca- el profesor Arq. Horado Acosta y Lara que en
na} suficiente por la pequeñez de los retiros 1905 propusiera a la Junta la creación de una En 1910 se estaba construyenao en la viep El libro de ·Reginald Lloyd, publicado en
fijadoa. oficina destinada a la formulación de los pla- plaza Flores, antiguamente de las Carretas, el Londres en 1912, da una idea muy completa
Entonces la ciudad carecía de un plan orgá- nos definitivos de amanzanamientos. En Palacio Legislativo, iniciado en el año 1908, de lo que era Montevideo en el año 1910.
nico vial, y recién en 1957 debía aprobarlo co- 1939, siendo intendente de Montevideo, creó que es uno de los edificios más pretenciosos de "Están por terminarse --expresa- los tra~
mo columna vertebral del "Plan Director" de la Dirección del Plan Regulador, echando las esa gran época. bajos del Bulevar Gral. Artigas, al sur de la
ese mismo año. bases para la formu.lación del Plan Director de La primera comisión del Palacio nombrada calle 18 de Julio hasta llegar a Punta Carreta,
1957, y los estudios de la planificación urbana. en 1902, es componía de los legisladores, José donde empalmará con la Rambla de los Poci·
La propiedad privada comienza por otra
part~ a ser limitada y se fijan servidumbres Obligada por el crecimiento desordenado Batlle y Ordóñez, presidente de la misma, Ar- tos. La Avenida Brasil está terminada por com-
••non edificandi", sabia medida que lamenta- de la ciudad, la Junta Económico-Administra- tagaveytia, Romeu, Pereda y Serrato. El proyec- pleto, habiéndose expropiado y macadamizado
blemente en muchos casos ha resultado insufi- tiva, el 16 de diciembre de 1905, impuso la to fue elegido en concurso público internacio- 27.500 m etros cuadrados. La Rambla de los
ciente. aunque en algunas calles se llevara a obligación a los particulares de solicitar per- nal en que intervinieron arquitectos ingleses, Pocitos, ha exigido importantes desembolsos
diez metros, sin indemnización alguna lo que miso para abrir ca lles en la planta urbana, de- franceses, norteamericanos, italianos, belgas, con las expropiaciones desde la calle Masini
representaba un enorme progreso frente al de- biendo presentar un plano, y el agrimensor o españoles y argentinos, y en el que resultara hasta la punta de Trouville. La calle Constitu·
recho de propiedad sin límites, que la ciudad ingeniero solicitar las instrucciones para el tra· triunfante el proyecto del arquitecto Meano, yente ha sido prolongada, habiéndose macada.
moderna ya se veía obligada a li~itar. zado de las mismas, autor de los planos del Congreso Argentino. mizado su prolongación hasta la Rambla de
Por ley sancionada el 22 de agosto de 1902, los Pocitos. Se proyectaba la construcción de
Así en muchos aspectos la ciudad pro- la Rambla Sur con un costo de un millón tres.
cedía con un criterio más progresista que ac- INFLUENCIA DE LA se había decretado la construcción del Palacio
en la manzana frentista a la Iglesia de la cientas treinta y cinco mil libras esterlinas. Las
tualmente, en que la aparición de la teoría del FACULTAD DE ARQUITECTUR.6 primitivas casas de un solo piso estaban desa.
•alor de reposición del bien amenaza a toda Aguada, donde hoy se,levanta el Instituto Bat-
Ile y Ordóñez. Muerto trágicamente el autor pareciendo rápidamente, no solo del centro de
la obra pública municipal, y es un retroceso en En 1907 ocupa en la Facultad de Matemá- la ciudad sino también en las afueras y de es-
la limitación de los derechos individuales que ticas la cátedra de Arquitectura el maestro del proyecto, se suscitó una discusión sobre la
ubicación del edificio, que se consideraba falto te modo el antiguo aspecto colonial de Monte-
el moderno derecho urbano reclama en bien de francés Arq. José P. Carré, que debía ser el video está desapareciendo, convirtiéndose la
b colectividad. orientador de varias generaciones de arquitec- de perspectiva en dicho lugar. Finalmente se
resolvió cambiarla llevándolo a la manzana ciudad en una urbe moderna. Durante el año
tos uruguayos, y que con devoción guiara a la 1908 se concedieron permisos para construir
ocupada por la plaza Flores y un triángulo
LA ZONIFICACIÓN EN LA CIUDAC juventud de la época hacia la belleza.
ocupado por modestas viviendas. 3.135 edificios; durante 1909, 3.403 edificios, y
Formado en la Escuela de Bellas Artes de en 1910, 3.479 permisos avaluados en 20.400.000
Surgen en Montevideo por 1902 los prime- París, supo sin embargo dejar en libertad a sus Licitado el edificio correspondió el triunfo pesos.
ros decretos sobre ubicación de establecimien- alumnos, bajo su sabia dirección, para que en- a la propuesta del arquitecto Jacobo Vázquez
Varela, en colaboración con el arquitecto Anto- Toda la ciudad estaba iluminada a. gas, o
tos insalubres y peligrosos, casas de inquilinato, traran en la búsqueda de las nuevas formas de con luz eléctrica, y abundantemente abastecida
cementerios, etc., como un primer paso hacia la arquitectura, más en consonancia con la vida nio Bachini, que presentaron los planos para
de agua corriente traída desde el Santa Lucía.
la zonificación en la ciudad. moderna, creando así las bases para el triunfo las obras, introduciéndoles importantes modi-
ficaciones. Existían tres compañías de tranvías eléctricos".
La Junta Económico - Administrativa men- del racionalismo arq uitectónico. Esta realidad que la ciudad comenzaba a
. cióna por primera vez el "plano regulador", Fue, en realidad, más un maestro que un En 1913 el arquitecto Moretti, dio las ca- mostrar creciendo cada día más sin orden al-
estableciendo que este constituye el factor más creador, y su obra más importante en la ciu- racterísticas finales al edificio, agregó el ático guno, y el aumento del ntimero de autos que
trascendental del desarrollo, crecimiento y pro- dad, el Jockey Club, no guarda relación con la central, dio mayor amplitud a las plataformas habían aparecido en 1905,· complicado a partir
gl'eso material de la ciudad. sabiduría de su enseñanza; construyó también exteriores, modificó las salas de sesiones y her- de 1906 con el transporte .electrificado, no po·
La Dirección General de Obras Públicas, al la quinta de la familia García Fonticella, en moseó los pórticos, vestíbulo~, biblioteca y salÓn día escapar a la visión de aquel gran estadista
aprobar el mencionado plano establecía algu- 8 de Octubre. Durante 1a presidencia de Willi- de fiestas. En 1915 presentó el proyecto de or- que tan profunda influencia tuvo en la forma-
nas observaciones de interés, haciendo notar man fue designado para proyectar el Palacio denación en torno del Palacio, que fue apro- ción del Estado moderno uruguayo, don José
que se carecía de grandes plazas bien ubicadas, de Gobierno, cuya comisión integrara; su pro· bado, y por ley se dispuso la expropiación de Batlle y Ordóñez, quien comprendió que Mon-
como pulmones de la ciudad, y refiriéndose a yecto que hubiera sido su más grande obra, las áreas circundantes. Más tarde, en 1920, el tevideo necesitaba un plan general que pre-
las manzanas de Monteviqeo, decía que hubie- nunca fue realizado por haberse abandonado arquitecto Moretti dio forma definitiva a la viera su crecimiento. ·
ra sido preferible que fueran de doscientos me- la idea. plaza exterior, se plantearon esquemáticamen- Este plan es un hecho histórico en el desa-
tros en lugar de cien metros, destacando las Ese impulso hacia el racionalismo debía re- te los edificios que debían rodear al Palacio, rollo de la ciudad, y algún día debe ser comen-
venta.ias que tendrían para la seguridad en la cibir forma definitiva en el año I 917 con la y trazó la _.,Avenida Agraciada hasta la calle tado extensamente, ya que las ideas expuestas
tirculación al impedir los continuos atravesa- creación de la Facultad de Arquitectura; y re- Rondeau. Los edificios que rodeaban al Pala- en el concurso público internacional que Bat-
mientos, reñidos con el tránsito vehicular cién en 1923, Montevideo ve los primeros ejem- cio tendrían una altura de 20 a 22 metros. lle resolviera promover, son todavía los puntos
que en esa época ya se veía crearía problemas, plos en los grandes edificios públicos, con el fundamentales alrededor de· los cuales gira la
a los que la .Junta con sabiduría daba una so- Todavía hoy frente a aquella época que fue
Concurso para la Aduana, con los vía jes a Eu- planificación urbana, y las modernas teorías
lución preconizada por la moderna planifica· ropa de los primeros Grandes Premios: Mauri- capaz de no sólo proyectar, sino construir esos han concretado en el Plan Director de 1957
c:ión urbana. cio Cravotto, en 1918: Julio Vilamajó, en 1920; enor~es edificios, la ciudad ha sido incapaz de muchas de las proposiciones que se hicieron en
Pero debían pasar todavía muchos años Rodolfo Amargos, en 1921, etc.. termmar el contorno del Palacio que es un aquel concurso y que la ciudad lamentablemen-
baldío que lo afrenta. te no pudo realizar totalmente.
~AQ. 84 ~UACERNOS CE ~ARCHA
NUMERO 22/FEBRERO 1~68 f'ACi. 88
que cuando en 1957 ae pretendió llevar dicha antes que en Montevideo pudiera darse un es-
avenida a 50 mts. antes de pavimentar la do- tudio sistemático de su plan regulador, y fue fl PALACIO LEGISLATIVO LA CIUDAD EN 1910
ble calzada actual, no se pudiera obtener el ca- el profesor Arq. Horacio Acosta y Lara que en
na} suficiente por la pequeñez de los retiros 1905 propusiera a la Junta la creación de una En 1910 se estaba construyenao en !a vieJa El libro de Reginald Lloyd, publicado en
fijados. oficina destinada a la formulación de los pla- plaza Flores, antiguamente de las Carretas, el Londres en 1912, da una idea muy completa
Entonces la ciudad carecía de un plan orgá- nos definitivos de amanzanamientos. En Palacio Legislativo, iniciado en el año 1908, de lo que era Montevideo en el año 1910.
nico vial, y recién en 1957 debía aprobarlo co- 1939, siendo intendente de Montevideo, creó que es uno de los edificios más pretenciosos de "Están por terminarse -expresa- los tra~
mo columna vertebral del "Plan Director" de la Dirección del Plan Regulador, echando las esa gran época. bajos del Bulevar Gral. Artigas, al sur de la
ese mismo año. bases para la formulación del Plan Director de La primera comisi<'>n del Palacio nombrada calle 18 de Julio hasta llegar a Punta Carreta,
1957, y los estudios de la planificación urbana. en 1902, es componía de los legisladores, José donde empalmará con la Rambla de los Poci-
La propiedad privada comienza por otra
Obligada por el crecimiento desordenado Batlle y Ordóñez, presidente de la misma, Ar- tos. La Avenida Brasil está terminada por com-
r._att:e a ser limitada y se fijan servidumbres
de la ciudad, la Junta Económico-Administra- tagaveytia, Romeu, Pereda y Serrato. El proyec- pleto, habiéndose expropiado y macadamizado
'non edificandi", sabia medida que lamenta-
tiva, el 16 de diciembre de 1905, impuso la to fue elegido en concurso público internacio- 27.500 metros cuadrados. La Rambla de los
blemente en muchos casos ha resultado insufi-
obligación a los particulares de solicitar per- nal en que intervinieron arquitectos ingleses, Poci'tos, ha exigido importantes desembolsos
tiente, aunque en algunas calles se llevara a
miso para abrir calles en la planta urbana, de- franceses, norteamericanos, italianos, belgas, con las expropiaciones desde la calle Masini
diez metros, sin indemnización alguna lo que
representaba un enorme progreso frente al de- biendo presentar un plano, y el agrimensor o españoles y argentinos, y en el que resultara hasta la punta de Trouville. La calle Constitu·
ingeniero solicitar las instrucciones para el tra- triunfante el proyecto del arquitecto Meano, yente ha sido prolongada, habiéndose macada·
recho de propiedad sin límites, que la ciudad
zado de las mismas. ilutor de los planos del Congreso Argentino. mizado su prolongación hasta la Rambla de
moderna ya se veía obligada a limitar.
Por ley sancionada el 22 de agosto de 1902, los Pocitos. Se proyectaba la construcción de
Así en muchos aspectos la ciudad pro- la Rambla Sur con un costo de un millón tres-
cedía con un criterio más progresista que ac- INFLUENCIA DE LA se había decretado la construcción del Palacio
cientas treinta y cinco mil libras esterlinas. Las
tualmente, en que la aparición de la teoría del FACULTAD DE ARQUITECTUR.6 en la manzana frentista a la Iglesia de la
Aguada, donde hoy se.Jevanta el Instituto Bat- primitivas casas de un solo piso estaban desa·
valor de reposición del bien amenaza a toda pareciendo rápidamente, no solo del centro de
la obra pública municipal, y es un retroceso en lle y Ordóñez. Muerto trágicamente el autor
En 1907 ocupa en la Facultad de Matemi- la ciudad sino también en las afueras y de es·
la limitación de los derechos individuales que del proyecto, se suscitó una discusión sobre la
ticas la cátedra de Arquitectura el maestro te modo el antiguo aspecto colonial de Monte-
el moderno derecho urbano reclama en bien de ubicación del edificio, que se consideraba falto
francés Arq. José P. Carré, que debía ser el video está desapareciendo, convirtiéndose la
lA colectividad. de perspectiva en dicho lugar. Finalmente se
orientador de varias generaciones de arquitec- ciudad en una urbe moderna. Durante el año
resolvió cambiarla llevándolo a la manzana
tos uruguayos, y que con devoción guiara a la 1908 se concedieron permisos para construir
ocupada por la plaza Flores y un triángulo
lA ZONIFICACIÓN EN LA CIUDAC juventud de la época hacia la belleza.
ocupado por modestas viviendas. 3.1 35 edificios; durante 1909, 3.403 edificios, y
Formado en la Escuela de Bellas Artes de en 1910, 3.479 permisos avaluados en 20.400.000
Surgen en Montevideo por 1902 los prime- Licitado el edificio correspondió el triunfo pesos.
París, supo sin embargo dejar en libertad a sus
ros decretos sobre ubicación de establecimien- a la propuesta del arquitecto Jacobo Vázquez
alumnos, bajo su sabia dirección, para que en- Toda la ciudad estaba iluminada a gas, o
tos insalubres y peligrosos, casas de inquilinato, Varela, en colaboración con el arquitecto Anto-
traran en la búsqueda de las nuevas formas de con luz eléctrica, y abundantemente abastecida
t:ementerios, etc., como un primer paso hacia la arquitectura, más en consonancia con la vida nio Bachini, que presentaron los planos para de agua corriente traída desde el Santa Lucía,
la zonificación en la ciudad. moderna, creando así las bases para el triunfo las obras, introduciéndoles importantes modi- Existían tres compañías de tranvías eléctricos".
ficaciones.
La Junta Económico . Administrativa men- del racionalismo arquitectónico. Esta realidad que la ciudad comenzaba a
. cióna por primera vez el "plano ,-egulador", Fue, en realidad, más un maestro que un En 1913 el arquitecto Moretti, dio las ca- mostrar creciendo cada día más sin orden al-
estableciendo que este constituye el factor más creador, y su obra más importante en la ciu- racterísticas finales al edificio, agregó el ático guno, y el aumento del número de autos que
trascendental del desarrollo, crecimiento y pro- dad, el Jockey Club, no guarda relación con la central, dio mayor amplitud a las plataformas habían aparecido en 1905,' complicado a partir
g¡·eso material de la dudad. sabiduría de su enseñanza; construyó también exteriores, modificó las salas de sesiones y her- de 1906 con el transporte .electrificado, no po-
La Dirección General de Obras Públicas, al la quinta de la familia Garda Fonticella, en moseó los pórticos, ves tíbulo~, biblioteca y salÓn día escapar a la visión de aquel gran estadista
aprobar el mencionado plano establecía algu- 8 de Octubre. Durante la presidencia de Willi· de fiestas. En 1915 presentó el proyecto de or- que tan profunda influencia tuvo en la forma·
nas observaciones de interés, haciendo notar man fue designado para proyectar el Palacio denación en torno del Palacio, que fue apro- ción del Estado moderno uruguayo, don José
que se carecía de grandes plazas bien ubicadas, de Gobierno, cuya comisión integrara; su pro- bado, y por ley se dispuso la expropiación de Batlle y Ordóñez, quien comprendió que Mon-
tomo pulmones de la ciudad, y refiriéndose a yecto que hubiera sido su más grande obra, las áreas circundantes. Más tarde, en 1920, el tevideo necesitaba un plan general que pre-
las manzanas de Montevideo, decía que hubie· nunca fue realizado por haberse abandonado arquitecto Moretti dio forma definitiva a la viera su crecimiento. ·
ra sido preferible que fueran de doscientos me- la idea. plaza exterior, se plantearon esquemáticamen- Este plan es un hecho histórico en el desa-
tros en lugar de cien metros, destacando las Ese impulso hacia el racionalismo debía re- te los edificios que debían rodear al Palacio, rollo de la ciudad, y algún día debe ser comen·
ventajas que tendrían para la seguridad en la cibir forma definitiva en el año 1917 con la y trazó la __Avenida Agraciada hasta la calle tado extensamente, ya que las ideas expuestas
circulación al impedir los continuos atravesa- creación de la Facultad de Arquitectura; y re- Rondeau. Los edificios que rodeaban al Pala- en el concurso público internacional que Bat·
mientos, reñidos con el tránsito vehicu lar cién en 1923, Montevideo ve los primeros ejem- cio tendrían una altura de 20 a 22 metros. He resolviera promover, son todavía los puntos
que en esa época ya se veía crearía problemas, plos en los· grandes edificios públicos, con el fundamentales alrededor de' los cuales gira la
a los que la Junta con sabiduría daba una so- Todavía hoy frente a aquella época que fue planificación urbana, y las modernas teorías
Concurso para la Aduana, con los viajes a Eu-
lución preconizada por la moderna planifica- ca paz de no sólo proyectar, sino construir esos han concretado en el Plan Director de 1957
ropa de los primeros Grandes Premios: Mauri-
ción urbana. enor~es edificios, la ciudad ha sido incapaz de muchas de las proposiciones que se hicieron en
cio Cravotto, en 1918: Julio Vilamajó, en 1920;
Pero debían pasar todavía muchos años Rodolfo Amargos, en 1921, etc.. termmar el contorno del Palacio que es un aquel concurso y que la ciudad lamentablemen-
baldío que Jo afrenta. te no pudo realizar totalmente.
eUACERNOS OE MARCHA
NUMERO 22 / FESRERO 1QG8 t"AQ• • •
En 1911 Je abrió el concurso 1m:emactonal Jongaba y unía Punta Gorda con el Cerro, ver-
de proyectos para el "Trazado General de Ave- dadera Gran ColettOla marginal de la c1udad f1 ancés Brix, y el tercero de aquel arqullecto la c.i11dad que ha ~rec1do sin nmgún plltn 01.
nidas y Ubicación de Edificios Públicos", y pot que todav1a no ha podido set term•nada, e~­ r0mp· triola que tanto conociera a l\fon tt"video, g:lnJCo. qut" ha ub1cado sus barrios por cual.
tl Montevideo habría de contar con su Tt!rcet tando cenada a la altura de la calk Ing. i\ l on- n. l· llgenio lb ll'ltl io, (011lélhan con icfeas qu(' •, .•:!'1 1: o, y ~m líne<J~ de transporte colectivo
Plan TJrbanistico. teverde por el varadero de la A.l':. P y el Sen•i orientaron en muchos aspectos el desarrollo de han sido trazadas por las propias compañía~
Con la firma del ministro Victor Soudríers. cio de Balizamiento, los que deben ser demo- la ciudad. El proyecto de Brix creaba el Centro interesadas, llegando hoy a un caos tal, que la
decía el llamado a concurso: "El Gobierno Na- lidos para unir la Rambla Francia con la Roo- de Gobierno en la zona de Tres Cruces, donde explotación del mismo es antieconómica y re-
cional consciente de las cargas que la función ~evell y llegar por Capurro hasta el Ceno. 'lahía de proyt"ctarlo, en 1951, el arquitecto Gni- quiere una coordinación total, resistida por las
de capitalidad imponían a la ciudad, se adelan Otra de las proposiciones de aquel gran ll.:rmo Jones Odriozola. Baroffio destinaba la t"mpres<!S, qu e sólo buscan las líneas de mayor
ta a poner orden en su esfera de acción y acude urbanista ele amplia visión, fue la construccJón Lona ele barracas de la calle Rondeau a una beneficio.
en ayuda de las autoridades comunales, facili de la Galería Central que unirí a las pla tas extensión de la vivienda enjardinada en el cen- El desorden en el nacimiento de los prime·
tándole los medios de aprovechar de una encues- Independencia y Constitución. iclca qne ha ~i­ tro de Montevidao, idea a la que ahora ~e ros bat·rios, que pareció un enorme progreso, y
ta abieTta a todas las sugestiones de los más do mantenida en el Plan actua l [Xlta la Pt"nln- quiere volver ex propiando esta zona, y ale- la sistemática construcción de pavimentos atráa
reputados técnicos del momento". sula, dando a la ralle Sarandí un carácter p~·a­ jando las barracas del centro. de cada barrio que nacía, ha creado u n gran
Montevideo colonial había nacido con una tonal, aunque ahora sea impo~ible constrnir 1a Como resultado del concurso, el gobierno problema, frente al cual el Municipio no cuen.
galería que proyectara Guidini y el arquitecto en comendó a Guidini y Baroffio la formula- ta con recursos suficientes para atender una
planificación militar de acuerdo al trazado del
Ing. Domingo Petrarca, de 1724, como una ver- uruguayo Carlos Ricci. ción del plan para la ciudad. En el proyecto ci11dad de una bajísima densidad de pobla.
El Cerro rodeado de un gran parque, co- lt> a justaron los trazados de la Rambla Sur ga- ción.
dadera fortaleza, con sus calles bien orienta-
das que después cambiaría el Ing. Diego Car- mo el creado en 1957 por el arquüecto Fresnedo nando más terreno al mar, creando el Centro El " Plan Direccor"' no es una meta sino una
doso dándoles la mala orientación actual que Siri, se prolongaba con sus notables caracterís- d~ 18 cle fulio y Sierra, y proyectando una dirección. No es un plan fonnulado para siem·
exponia a la Ciudadela a los tiros desde Punta ticas escénicas en una zona de parqucs y pla- avenida en la vaguada de la Aguada, suficien- pre, sino la selección consciente de planes su·
Carretas. yas sobre el do, t"n toda la faja comprendida temente ale jada de 18 de rulio, que es el pri. cesivos, a medida que cambien las necesidade1
Pero en realidad su Primer Plan Urban{s- en tre la Punta del Cerro y Punra \egué!~. mer antecedente de lo que después había de de la ciudad.
lico lo fijó Millán en 1726 al establecer las zo- La 70na y el barrio indmu ial estaban pre- ser la Avenida La Paz, Avellaneda, y actu:ll- Las bases fundamentales del "Plan Director
nas, urbana, de " propios" y de " dehesas", para vistos desde la Barra de Santa Luda a lo lar- mente la segunda rama de la proyectada auto- de 1957" son las siguientes:
el futuro crecimiento de la ciudad; de "cha go. aproximadamentt", de la aveuida Simón pista de la Avenida Italia 1) División de la ciudad en zonas.
eras", para su alimentación, verdadero cintu l\ lartí nez, lo que ha sido resprtado en el plan Después de Gu idini la ciudad sólo fue con. 2) Organización de Ja ciudad en unidadea
rón \lerde entre los arroyos Miguelete, Ma11g-a act ual qne ubica la dicha 10nn en el r~u•­ sideracla desde e l p unto de vista del tránsito, vecinales, distritos y sectores.
y Toledo y de "estancias" más a[nera. Lanoso con la ca nalización clr este <11'1 oyo, y la 1eoría que a hora ha reverd ecido para oponerse 3) Plan Vi al.
creación de un a planta de depuración. ~~ la autopista de la Avenida lta tia. . 4) Plan de reorganización del transporLe ccr
El Segundo Plan Urban{stico Jo fijó el inge- El plan de Guidi n i teuh un concepto or-
niero .arquitecto Carlos Zucchi en 1837, con so- Pero la realidad es que el ordenamiento, la lectivo.
g:\ niro de la ciudad a la q11e considt"rab:-t tornl.l- distribución en la ciudad de los diferentes edi- 5) Plan de revaluación histórica.
luciones sobre el destino de la Ciudadela, plan da pot· una St"rie ele centros de interés conrui:J-
de vialidad, y una plaza de frutos en la Aguada. ficios, viviendas, fábricas, industrias, centros 6) Uso del suelo.
dos por grandes avt"nidas, el Parqur de Colón, r l cívicos, etc. es decir, el uso del suelo, es lo que
Algunas de las mejores ideas expuestas en Parque del Hipódromo, unidos d i1 rctame nt e :1 Con el respaldo de los antes nombrados ca-
genera el tránsito.
aquella época tuvieron expresión en este con- Carrasco, cerrando la ciudad en el Píu que del reclráticos de las Facultades de Ingeniería y de
curso de 1911, como la del licenciado D. Fran- Cerro. Tenía además un sistema viario cl<lro, Lo primero, pues, es considerar a la ciudad Arquitectura y de ingenieros especializados ca-
cisco Garda de Salazar, en 1829, quien propo- formando nt'!cleos satélites en el Ccn·o, Vilh como un complejo orgánico, pero para que este como Ponciano Torrado, Luis Uboldi, etc. y de
nía crear un espacio verde en la zona que de- Colón, el l'vl an~a, e tc.; n ea ha v vuH u la b;'l ron p lanteamiento fuera hecho debían pasar 50 los técnicos municipales en planeamiento ur-
Jara la demolición de la Ciudadela, y una Ave- gra11des avenida~. cspaoos vcrdes y p<~rc¡ue~. de años, y recién e n 1957 con el Plan Director de bano, el "Plan Vial" ha sido concebido como
nida Central que uniría la vieja ciudad y la los C]UC tanto necesita ahora la cillCbd y, hnal- Montevideo se fijó un plan orgánico para la parte del "Plan Director" y como una herra-
nueva, en la que proyectaba una gran plaza m cn te, establecía circulaoones transversales y ciudad. mienta muy importante en la construcción de
aproximadamente en el Centro d e Tres Cruces. periféricas de que la ciudad carece todavía. la nueva ciudad que se pretende realizar, par-
Ocurre así el Concurso internacional propi- Las ideas de G uidim fueron abantlomltla\ y El PLAN DIRECTOR DE MONTEVIDEO tiendo para estructurarlo de Jos problemas ge-
ciado por Batlle, en que intervinieron destaca- recién se estudiaron cuando se creó la Direc- nerales de la misma.
dos urbanistas italianos, alemanes, franceses y ción del Plan Regulador en el año 1939; pero En 1955 tu vimos el honor de proponer en La teoría actual de organización urbanlsti-
uruguayos, y en él resultó triunfante el pro- ya era demasiado tard e y h ablase segu ido un el ex-Concejo Departamental de Montevideo, ca, de planteamiento urbano para ciudades co-
yecto del arquitecto Augusto Guidini quien as{ urbanismo vial, que hiciera que aquel gr:m 111'- desde la dirección del Departamento de Planea- mo Montevideo, es igual tanto en Jos EE.UU.
concretaba una larga campaña realizada en el banista, Leónjaussely, dijera en 1924 q ue Mon- miento, la creación de la Com isión del Plan como en Europa, aunque a veces partan de di-
diario "La Razón" con el títt1lo de "Montevi- tevideo no alcan,<tba a defi11irse romo "g1 an Director integrada, como ase~ores, con los dos ferentes premisas.
deo en su aspecto de ciudad", donde desarrolla- ciudad", por la enorme extensión ele !a m ism.J, catedráticos de las facultades especializadas, el Tanto la teor/a americana como la europe:t
ra un verdadero plan regulador qe ésta. la pequeñez de sus manzann~. la mala nivrln- arquitecto Carlos Gómez Gavazzo y el ingeniero parten del principio de que los problemas del
Sus características más notables son las pro- ción de las calles y por falta de parques y p:trk- Julio C. Roig. Se agregó as{ a los técnicos muni- tr~nsito no pueden resolvt"rse por sí mismo, sino
posiciones referentes al Puerto de Montevideo wavs. Hacía n otar que el deta lle nos había he- cipales del Equipo Técnico de Planificación y a en la planificación de la ciudad y la región.
fa Avenida Central que un{a el acrual Palaci~ cho perclt"r de v1sta el conjunto urbano, como la importante gestión de la Dirección del Plan En la evolución urbana que hemos visto .-
Municipal con el Palacio Legislativo, la Ave- lo habla pt evisto G uídini . Regulador, la opi nión de la Universidad so- vut"lo de pájaro, faltó la visión del fnturo de
nida del Mar, actu al Rambla Sur, que se p1o- Los dos premios s1guientes, el segundo del bre los problemas d el crecimiento de la ciudad. Montevideo, porque hasta comienzos de este
El "Plan Director" es una orientación para siglo solo se consideraba a nuestra capital ro-
CUADERNOS DE MARCHA
NUMERO 22/FEBRERO ,950
mo un conjunto de calles, plazas y parques; por los institutos de Enseñanza Media, centros de tos, Y sólo en. Punta del Este se ven surgir a'r-
Dtra parte tal vez nadie pensara que Montevi- distribución de alimentos, campos de juegos y gunas aberraCiones arquitectónicas frente a los des ép~cas de la historia lmmana expresión del
lleo iba a llegar al millón trescientos mil ha- deportes, edificios de espectáculos, banca y co- nu evos materiales de construcción. orden Imper an te, y ha sido grande cuando ex-
~itantes actuales. mercio. Finalmente varios "distritos" forman p:esab;,¡ un orden social definido, llámese me.
los grandes "sectores", de hasta 2.000 hectáreas Confiamos en que nuestra Facultad pueda dtoevo, r enacimiento, o capitalismo.
La planificación vial con los ambiciosos
enc~uzar a nuestros arquitectos en el difícil
~lanes de la época del Ing. Juan P. Fabini, de superficie y una población de 120.000 a Sólo en el camino de buscar para el hom.
200.000 habitantes, donde se ubicarán los edi- cammo de la súperación, permanente ambición
tólo tendía a mostrar los edificios como cul- bre su morada, ya sea la casa o la ciudad esa
del hombre, sin llegar a las torturantes formas
ninación de grandes avenidas, o las ordenacio- ficios para una descentralización administrativa
?e un~ arquitectura que mira hacia el año form~ revolucionaria del asentamiento h~ma­
tes monumentales, sin que la vida misma de del departamento, grandes centros con hoteles, no, sm perder el sentido primario de la vida
2000., s1n que las condiciones sociales se encuen-
a ciudad nada tuviera que ver con el trazado espectáculos, banca y comercio, y la red de encontraremos la felicidad y el conformism~
gran circulación. tren .dadas como para qu e florezca una nueva
Le aquellas. para ~uestra gente, que e$ al fin, la meta de la
arquitectura, que siempre ha sido en las gran-
El "Plan Director" trata de hacer una nue- Arq u1tectura.
ra ciudad en que podamos salir de nuestras HACIA PROFUNDAS
rasas sin tener que evitar las corrientes circu- TRANSFORMACIONES
Jltorias; en la que se pueda circular sin que
cada 80 metros una trampa mortal aceche la Es indudable que el Uruguay va hacia un
rida de sus habitantes, por las esquinas que cambio de sus estructuras, como todos los paí-
atraviesa. ses de América Latina. Vendrá quizás por el
camino de la evolución, en algunos de ellos;
Para organizar una ciudad en esta forma pero si no llega de esta forma los pueblos
lo que propone el "Plan Vial" es que el trán- impondrán por métodos revolucionarios sus
aito vehicular penetre solo cuando tenga como aspiraciones de terminar .con el subC.-esarrollo,
destino la ciudad misma, y no que lo haga pa- y ganar para nuestros países el lugar que les
ra ir a otro pueblo o ciudad. Hay áreas que se- corresponde en el mundo moderno.
rán sólo de habitación, con sus lugares de
En medio de todo este panorama de pro-
aprovisionamiento, de reunión, sin que el trán-
fundos cambios, la arquitectura, expresión del
aito las atraviese como ahora, para ir a otro medio social, es indudable que ha tomado el
punto. camino de las grandes realizaciones colectivas.
Grandes vías en amplios arcos, las "colecto- Llámense vi~enda en bloque, estadi~s, escu.,el.as
ras", fiabrán de evitar que la ciudad sea invadi- o liceos, es mdudable que la expresión def m-
da, como ahora, por los transportes pesados dividuo en la colectividad se integra como un
que van a otro pueblo, los que deberán pasar valor para darle a los sentimientos colectivos
lejos de ella en su periferia. En cambio otras mayor jerarquía.
vías habrán de penetrar al corazón mismo de la Montevideo que ha sido hasta ahora la ciu-
ciudad y según su importancia, deberán hacer- dad de la vivienda individual, a partir de 1955
lo sin interferencias, es decir, a desnivel con se ha transformado, aunque deformada por h~s
las calles que atraviesan, 1como la proyectada ordenanzas municipales vigentes que han im-
autopista de la Avenida Italia. pedido la aparición de edificios torres de m:is
Finalmente el "Plan Director" es una téc- de 12 pisos. La ciudad muestra ya sus grandes
nica nueva que Montevideo ha incorporado edificios en propiedad horizontal dando fiso-
definitivamente, a pesar de la incomprensión nomía especial a muchos barrios.
de los que se aferran todavía al urbanismo vial ; Se mantiene el carácter de ciudad-jardín en
pretende hacer una nueva ciudad donde toda- Carrasco y en Punta Gorda, y en los nuevos
vía es posible hacerlo fraccionamientos de Carrasco se han levantado
La ciudad sería dividida en "unidades veci- cientos de viviendas individuales, en que los
nales", de una superficie de hasta 100 hectá- uruguayos pueden encontrar una respuesta de
reas, y una población de hasta 10.000 habitan- una arquitectura brillante y humana.
te!, en las que la vida familiar será preservada La arquitectura moderna ha triunfado, pe·
tratando de que las grandes vías de circulación ro la gran interrogante es si ella será también
no las atraviesen y sólo las sirva la red local; pulverizada como la vieja sociedad.
en ellas los traslados serán a pie, de tal forma En Europa han aparecido signos de que c;a-
que la red de transportes colectivos sea fácil- da arquitecto de talento sigue a la postre un
mente accesible a los habitantes de la "unidad camino solitario, hacia una enorme confusión
vecinal" y el elemento nucleador la escuela. de las ciudades, que reflejan asf la de la propia
Varias unidades vecinales forman un "dis- sociedad.
trito" de hasta 500 hectáreas, y una población Todavía Montevideo no ha tenido mues-
de hasta 50.000 habitantes, en que se ubicarán tras de esta vuelta al pasado en tanto~ aspec;:-

?~G sa CUADERNOS DE MARCHA


ALFREDO R. CASTELLANOS

GUION ,CRONOLOGICO
1890 Elección presidencial de D. Julio He- Heria Rusticana", de Mascagni. - Funaa•
rrera y Obes (1890-1894). - Habilita- ción del "Albion Club". - Fundación del
ción del nuevo edificio de la. Escuela N. de .(Central Uruguay Railway Cricket Club"
Artes y Oficios (actual Universidad del Tra- (Club A. Peñarol). - "Anales de la U ni·
bajo). - Debut de José Oxilia (1861-1919). versidad."
/' ' en el Teatto Solís - Aparición de "Caras
y Catetas".- Fundación del "Instituto Ver- 1892 Inauguración instalaciones balneariaa
di"; Luis Sambucetti (1860-1926), director. de Ramírez y Pocitos. - Inaugura·
- Habilitación del "Hotel Nacional" (ac- ción del barrio Belvedere. - . Inauguración
tual sede de la Facultad de Humanidades), del nuevo edificio del Hospital Italiano. -
y de los baños de Gounoulhiu (Guruyú). - Estreno de "El entenao", de Elías Regules
Inauguración del "Nuevo Politeama Orien- (1861-1929). - Inauguración de la Rotisserie
tal". - Primera presentación de Ermette Charpentier. - Inauguración del P alacio
Novelli.- Inauguración de la plaza Zabala. Jackson. - Primera audición de "Don Car·
- "Revista de la Academia Literaria del lo", de Verdi. - Primera audición de
Uruguay" (1890-1892). "Nativa". de "L'amico Fritz", de Mascagni. - Primera
Eduardo Acevedo Díaz (1851-1921). - "Co- audición de "Lohengrin", de Wagner. -
bre viejo", de Samuel Blixen (1867-1909). - Primera representación "Tosca" y de "Teo•
"Geografia elemental de la República O. dora", de Sardou. - Fundación de la So·
del Uruguay", por Isidoro De-María (1815- ciedad Filantrópica "Cristóbal Colón". -
1906.) Fundación del "Colegio de Abogados del
Uruguay". - Primera colación de grados
1891 Presentación del Circo Ecuestre y en la Facultad de Matemáticas. - Fiestas
Compañía Gimnástica Podestá-Scotti. conmemorativas del IV Centenario del Des-
- Primera exposición de Manolo Larravide cubrimiento dP América. - Inauguración
(1871-1910). - Consagración de la Iglesia del parque y Hotel Giot (Villa Colón). -
del Sgdo. Corazón, de los P . P. Jesuitas (ex- "Pensamientos rurales", de Domingo Ordo-
Seminario). - Primera exposición de Ro- ñana (1829-1897}. - "Charamuscas", deBen-
berto Castellanos (1871-1942). - Primeras jamín Fernández y Medina (1873-1960). -
audiciones del fonógrafo Edison en la Uni- "Los primitivos habitantes del Uruguay". y
versidad. - El "Ejército de Salvación" en "¿Quieres leer?'', de José H. Figueira (1860-
Montevideo. - Primera audición de "Cava· 1946.)

NUMERO 22/F~BRERO 1969

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IIft Estreno de "'.Juan •soldao... de Oros- Aparición de "La Alborada..; Constancia 1900 Inaugurac. del "Salón París Select". - más hondo", de EmUlo Frugonf.- "'VIda'"'.
mán Moratorio (1852-1897}. - Fun- Vigil (1876-1954), director. - Pri~eras exh~· Fundac. de la "Liga Uruguaya de de José H. Figueira.
dación de la "Asociación de Estudiantes de biclones del cinematógrafo Lum1ere. - Pn- Football". - Primera exposición de Carlos
Montevideo,. - Estreno de "Colombison", mera audición de "La Boheme", de Puccini. F. Saez (1878-1901). - Aparición de "Roio 1903 Elección presidencial de D. José Bat-
de Luis Sambucetti. - Sarah Bernhardt en - Inaugurac. del Observatorio del Colegio r Blanco"; Samuel Blixen, director. - Pri- . lle y Ordóñez (1903-1907). - Funda..
el Teatro Solís. - Estreno de "El cumple· Pío (Villa Colón). - Instalación del Banco mera exposición de Pedro Blanes Viale ción del "Centro Militar". - Primera pre-
años de Marta". de Samuel Blixen. - "Nau· de la República. - "Campo", de Javier de (1879-1926). - Primer match entre Peña- sentación de Arturo Toscanini, y de Enrico
fragios célebres", de Antonio Lussich (1848- Viana (1868-1926). ~ "Cuadros históricos de rol (2) y Nacional (0). - "rnaugurac. del Caruso. - Primera audición de "Los maes·
1928). - "ViaJe bíblico por Asirla y Caldea", episodios de la independencia nacional" • de nuevo edificio del "Ateneo del Uruguay".- tros cantores de Nuremberg", de Wagner.
Diógenes Hequet (1866-1902).- "Academias. [naugurac. del Parque Central. - Inaugu- - Inauguración del "Hotel Lanata". - Pri-
ele Mons. Mariano Soler (1864-1908.) mera presentación de Eduardo Fabini (1882-
Primitivo", de Carlos Reyles. - "Atlas ración del Museo Histórico. - Primera
., 1894 Ele~ción presidencial de D. Juan geográfico y descripción geográfica del Uru· "Fiesta del Arbol". - Instalac. del Club 1950). - Exhibic. de "Un viaje a la luna",
· Idiarte Borda (1894-1897}. - Funda- guay" de Luís C. Bollo (1862-1942.) "Vida Nueva". - Aparición de "Vida mo· de Melies. - Charcot en Montevideo. -
ción de la Sociedad Nativista "La Criolla". derna"; Alberto Palomeque (1852-1937), y "Los modernistas", de Víctor Pérez Petit. -
- Primera presentación de Luisa Tetraz- 1897 Revolución de A~aricio Saravia; ase- Raúl Montero Bustamante, directores. - "El ideal nuevo", de Carlos Reyles. - "Con-
zini. - Primera audición de "Manon Les· sinato del Pte. Id1arte Borda. - lnau~ Inaugurac. instalac. balnearias de Capurro. tribución a la historia económica y finan•
•aut" de Puccini. - Primera audición de guración de los barrios "La Industrial" y - "Ariel", de José E. Rodó. - ''Bajo tu ciera de la República", de Eduardo Aceve-
... •
''Tanhauser". de Wagner. - Estreno de "Co· "Trouville". - Inaugurac. de la Estación ventana", de Emilio Frugoni. - "Confe¡~en· do (1857-1948.)
barde", de V. Pérez Petit (1871-1947). - Es- del Ferrocarril Central. - Debut de la Cía. cias y discursos", de Juan Zorrilla de San
treno de "Los guachitos", de Elías Regules. María Guerrero-Fernando Díaz de Mendo· Martín (1855-1931). -"La raza de Caín", de 1904 Revolución, y muerte de Aparicio
- "Beba", de Carlos Reyles (1868-1938). - za. - Exposición de Federico Renom (1862- Carlos Reyles. - "Diccionario Geográfico Saravia (1856-1904). - Primeros cur-
"'Soledad", de Edo. Acevedo Diaz.- "Versi· 1897).- Mons. Mariano Soler, primer Arzo~ del Uruguay", de Orestes Araújo. - "Un sos en la Escuela de Comercio (actual Fa-
tos criollos". de E lías Regules. - "I6mael" hispo de Montevideo. - "Tres Arboles'' buen amigo", y "Trabajo", de J. H. Figuei- cultad de Ciencias Económicas). - Primeros
(2c;t edición), de Edo. Acevedo Díaz. - "Des· (marcha) de Jesús M. Riviere. - "La vida ra. - "Tierra de promisión", de Carlos M. focos de alumbrado público a "arco voltai-
d.e ml butaca", de Samuel Blixen. - "Cuen· nueva", de José E. Rodó (1871-1917). - Maeso (1855-1912). - "Historia de la Repú- co". -Atentado contra el presidente Batlle
tos del pago", y "Camperas y serranas", "Curso expositivo de Psicología elemental", blica O. del Uruguay", de Pablo Blanco Ace- y Ordóñez. - Fundación del Centro "Car-
de Benjamín Fernández y Medina. - de Carlos Vaz Ferreira (1872-1958.) vedo (1880-1935). - Festejos del Nuevo los Marx". - Primera audición de "Lohen·
•Efemérides uruguayas". de Orestes Araú- Siglo. grin", de Wagner. - Saint-Saens en Mon-
Jo (1853-1916). 1898 Golpe de estado, y dictadura de Juan tevideo. - Aparición de "La Democracia":
Luis A. de Herrera, director. - El "Señor
1895 Exposición y Primer Congreso N. de L. Cuestas (1898-1899). - Funq·ac. de \.._ 1901 Inaugurac. del Teatro Politeama. de la Paciencia" en San Francisco. - "Los
· Ganadería y Agricultura. - Inaugu- la Asociación de la Prensa. - Exposición Inaugurac. del barrio Kruger. - Exe-
de Felipe P. Menini (1873-1940). - Primer éxtasis de la montaña", de Julio Herrera y
ración del barrio "Jacinto Vera". - "Re· quias de Juan M. Blanes (1830-1901). - Pri- Reissig. - "Cantos augurales", de Alvaro
Yista Nacional de Literatura y Ciencias So· Campeonato Nacional de ciclismo. - Fun- meros automóviles en Montevideo. - Pri-
dación de la "Unión Industrial Uruguaya". A. Vasseur. - "Muieres flacas", de Pablo
ciales"; José E. Rodó, Víctor Pérez Petit, mera presentación de María Barrientos. - Minelli González.
Carlos y Daniel Martínez Vigil, redactores. - Fundac. del "Centro Internacional de Es- Fundación del "Foto Club del Uruguay". -
- Exhibición del "kinestoscopio" de Edison. tudios Sociales". - "Mi bandera" (marcha), Primera audición de "Le maschere", de 1905 Fundac. de la "Federación de Traba·
- Primera presentación de Tina di Loren- de Antonio Cap1ps. -"El sueño de rapiña", Mascagni. - Incendio del molino Gianelli. jadores del Puerto". - Primera huel-
zo.- Inaugurac. del Teatro "Stella d'Italia" de Carlos Reyles. - "El partido de la Fra· ga de obreros ferroviarios. - Santos Cho-
-"El Trabajo", primer cotidiano obrero del
- Primera presentación de Leopoldo Fré- ternidad Uruguaya", de Domingo Arambu- cano en Montevideo. - Traslado del "Cris-
Uruguay. - "Ensayo de Historia Patria",
goli. - Inaugurac. del nuevo edifici_o del ru (1~43-1902.) del Hermano Damasceno (H. D.). - "Los to del Cordón".- Giacomo Puccini en Mon-
"Instituto Verdi" (actual Sala' Verd1). arrecifes de coral", de Horacio Quiroga tevideo. - Fundación de la "Federación
Primera audición de "Manon", de Massenet. 1899 Elección presidencial de p. Juan L. (1878-1938). - "La tierra charrúa", de Luis
Obrera Regional Uruguaya" (FORU). -
- Inaugurac. del "Pabellón Pippo". - Apa- Cuestas (1899-1903). - Prrmera expo- Primera presentación de Fátima Miris. -
rición de "El Defensor del Obrero", primer sición de Carlos M9 Herrera (1875-1914). - A. de Herrera (1873-1959). - "Diccionario .Inaugurac. del Teatro Urquiza. - Inaugu·
periódico socialista científico. - Habilita- Aparición de "El Amigo del Obrero", órga- popular de Historia del Uruguay", de Ores- ración del "Círculo de Bellas Artes"; Carlos
ción del Hotel del Prado. - Aparición de no de los Círculos Católicos de Obreros. - tes Araújo. Mc;t Herrera, director. - Primera compañía
"El Fogón": Alcides De-María (1839-1928), Fundación del "Club Nacional de Football" de autos de alquiler. - "Salmo a Venus
director.- Incendió del Teatro "Nuevo Po- - Primera exposición de Luis Queirolo 1902 Fundación del "Montevideo Polo Cavalieri", de Roberto de las Carreras. -
liteama" (1889-1895). - Fundación del Li- Repetto. - Primera "Fiesta de la Locomo- Club" - "Uruguay Football", primer "El Parnaso Oriental", de Raúl Montero
eeo "Franz Litz"·' Camilo Giucci (1850-1913),
, ,.
ción". - Estreno de "Verano", de Samuel periódico futbolístico. - Inaugurac. del Bustamante. - "Luces y sombras", de Car-
director. - El ..crimen de la calle Chana . Blixen. - Primera presentación de Regin;a "Victoria Hall" - "Los parques abandona- los Roxlo. - "Historia de la Escuela Uru·
- Primera huelga de obreros tranviarios. Paccini. -Primera exhibición cinematogra- dos", de Julio Herrera y Reissig (1875-1910). guaya", de Orestes Araújo.
. 1"
fica de "actualidades nacwna es . - "G au· - "Amor libre". de Roberto de las Carreras
1896 Primera huelga de obreros portuarios.
cha", de Javier de Viana. -Visita del pre- (1873-1963). - "Cantos de la tierra", de Car- 1906 Inaugurac. de "Villa Española". -
- Ley de municipalización de la Cia.
de Luz Eléctrica. - Primera presentación sidente argentino, Gral. Julio A. Roca. - los Roxlo (1861-1926). - "Catolicismo y Pro- Primera presentación de la Cia. dra-
de Hericlea Darclée y de Feo. Tamagno. - "Adelante", de J. H. Figueira. testantismo", de Mariano Soler. - "De lo mática Serrador-Mari. Exhibiciones del

CUADERNOS CE MARCHA NUMERO a:a 1 ...EBRERO UUUt PAQ. e•


,.bioscopo lírico". - Retil·o de los crucüijos Petit. - Inaugurac. del "Nuevo Casino". H;alley sobre Montevideo. - Primera ex-
de los hospitales públicos; "Liberalismo y Inaugurac. del Hospital Militar. - Estreno - Primera exposiCión de Rafael Barradas
posición de José Cúneo.- Santiago Rusiñol
J&c:obinismo", de José E. Rodó. - Primera de "Marta Gruni", de Flon:-ncio Sánch~z - (189~-1922). - Jean Jaurés, y Víctor Mar·
en Montevideo. - Estreno sinfonía "Taba-
audición de "Tristán e Isolda", de Wagner. Primer·a .:-tudición de "La Wallciria", de R. gu.er.Itte, en Montevideo. - Primeros auto-
r.", de Alfonso Broqua (1876-1946). - Inau-
- Primera presentación de "La bella Ote- Wagner.- Enrico Ferri en Montevideo. - moviles "Ford". - Creación del Banco de
gurac. del "Victoria Salón". - Ramón del
ro".- Primera representación de "El genio Inaugurac. del Teatro ''Marconi" - Inicia- s.eguros del Estado. - Inat,lgurac. de las "fe.
Valle Inclán en Montevideo. - Estreno ab-
alegre", de los Quintero. - Inaugurac. de ción de conciertos populares de la "Orques- nas fr~ncas" municipales. - "Leña seca".
soluto de "En Flandes se ha puesto ,1 sol",
la primera línea de tranvías eléctricos: So- ta Nacional"; Luis Sambncetti, director. - de Javier de Viana. - "Cuentos breves",
de Eduardo Marquina. - Emmanuel Las- de Rafael Barret.
ciedad "La Comercial". - "Cantos rojos", Exhibic. cuadro "Artigas en el Cerrito", de ker en Montevideo. - Primera presentación
de Angel Falco. Carlos M9 Herrera. - Censo general de la de Amelia Galli Curci. - Primera presen-
República: Depto. de Montevideo, 309.231 tación de "El crepúsculo de los dioses", de 1912 Fundac. del "Club Médico". - Pri-
1907 Inagurac. edificio de la Sociedad habitantes; Capital, 291.465 habitantes. - Wagner. - Inaugurac. oficial del nuevo meras instalaciones para diversiones
' "Cristóbal Colón". - Inaugurac. del Exequias de Mons. Mariano Soler. - "So· Puerto de Montevideo. - Georges Clemen- en el Parque Urbano. -Exhibición del "ki-
Pabellón de la Exposición de Higiene (ac- netos vascos", de Julio Herreira y Reissig. ceau en MontevidP.o. - Estreno del oratorio nema.:color". - Aparición de "El Diario del
tual Museo N. de Bellas Artes). -Elección -"Moral para intelectuales", de Carlos Vaz ·~sa.n .Francisco de Asís", de Luis Sambu- Plata : Antonio Bachini (1860-1932), director
presidencial del Dr. Claudio Williman . Ferreira. cetti. - Adolf() Posada en Montevideo. - - R?ald Amundsen en Montevideo. - In•
(1907-1911). - Estreno en Montevideo de F~ndación de la "Asociación de Música de c~ndw d;l Teatro Cibils (1871-1912). - Ru-
"Nuestros hijos", "En familia", "Los muer· 1900 Primera presentación de Florencia Camara",- Primera audición de la "Nove- ben Dano en Montevideo. - Primer Con·
tos", y "Barranca abajo", de Florencio Sán- Parravicini. - Daniel Munez, primer na Sinf~nía", ~e Beethoven. - Inaugurac. gre.so del Partido Socialista. - Estreno de
"" chez (1875-1910).- Inaugurac. de la prime- Intendente de Montevideo (1909-1911). - 9-el barr10 Tonkinson. - Inaugurac. del par- la opera "Liropeya". de León Ribeiro (1854
ra línea de tranvías eléctricos de "La Tran- Inaugurac. del "Buckingam Salón". - lnau- que Capurro. - "Lógica viva", de Carlos 1~31). - !naugurac. del tranvía eléctrico a
satlántica". - Estreno de "Yorick", de Víc- gurac. del "Círculo de la Prensa"; José E. Y.az Ferreira. - "Moralidades actuales", de VIlla Colon. - Inaugurac. primer servicio
tor Pérez Petit. - Primera presentación de Rodó, presidente. - Primera representa- Rafael. Bar;;et (1876-1910). - "La Epopeya de autobuses. ,- Inaugurac. del Hotel de)
Coquelin (ainé). - Fundación de la Socie- ción de "Los iniereses creados". de Bena· ~e Art.~gas , de Juan Zorrilla de San Mar- Prado. - Inaugurac. del nuevo Hotel de los
dad de Señoritas "Entre Nous". - Guiller- vente. - Inaugura c. del Hospital-Asilo Es- tm. - La muerte del cisne", de Carlos Rey. Pocitos. - Primera travesía aérea del Río
mo Ferrero en Montevideo. - Ley de di- pañol. - Inaugurac. de la "Asociación Cris- les. - "Flores de ceibo", de Carlos Roxlo de la Plata, por Teodoro Felz. - Inaugurac.
vorcio. - Primera presentación de Eleono- tiana de Jóvenes". - Inaugurac. del nueyo - "<?,eografía de la República O. del Uru: del "rosarium" del Prado. - "Historia crÍ•
ra Duse. - Estreno en Montevideo de "Los Mercado de la Abundancia. - Aparición de guay • de Orestes Araújo. - "Las Instruc- tica de la literatura uruguaya", de Garlos
derechos de la salud", de Florencio Sánchez "La Semana"; O. Fernández Ríos y O. Ac- ciones del Año XIII", de Héctor Miranda Roxlo. - "Yuyos", de Javier de Viana -
- Primer concierto de la "Banda Mu- quarone, directores. - Ley de legitimación (1887-.1915). - "Cantos de la mañana", de "Teatro", de Víctor Pérez Petit. - "A~te
nicipal"; Aquiles Gubitossi, director. - de los hijos natúrales. - Primera presen- ~elmira Agu.s tini. - "Macachines', de Ja- estética e ideal", de Pedro Figari (1861-1938.)
Fundación del "Yacht Club del Uru- tación de Emma Gramatica. - Anatole VIer de Viana. - "Gramática razonada del
guay".- "Cantos del Nuevo Mundo", y "A France en Montevideo. - Primera presen- Idio~a castellano", de Francisco Gámez 1913 Exposic. bocetos monumento a Arti-
flor de alma", de Alvaro A. Vasseur. - tación de Ruggero Ruggeri y Lydia Borel- M~n.n.. - "Revista Histórica", del Archivo gas. - Fundac. del "Aero Club Uru-
"Historia compendiada. de la civilización li. - Naufragio del "Columbia" en la bahía. Histonco Nacional (1910-1924.) g~ayo". - El "Diccionario Enciclopédico
uruguaya", de Orestes Araújo.- "Los pro- - Inaugurac. del edificio de la Escuela de !Í!spa~o-Ame~icano". - Inaug. del Templo
blemas de la libertad", de Carlos Vaz Fe- Agronomía (actual Facultad de Agronomía). 1911 Inaugurac. edificios Facultad de De- Metodista Episcot'al. - Cincuentenario de
rreira. - "El libro blanco", de Delmira - Rafael Altamira en Montevideo. - Inau- "El Siglo" (1863-1913). - Los "Apuntes" de
recho, Y Sección Central de Enseñan-
Agustini (1886-1914). - "Revista Histórica guración nueva Usina Eléctrica del Arroyo za Secundaria (actual Instituto Vásquez B.atlle y Ordóñez sobre el Ejecutivo cole-
de la Universidad." (1907-1909.) Seco. - Fundac. del "Centro de Proteccion Acevedo). - I~augurac. Primer Congreso g~ado. - Ina~gura~. del Servicio de Urgen-
de Choferes". - Vicente Blasco Ibáñez en Postal Sudamencano. - Primeros vuelos de Cia d7, la Asistencia P. Nacional. - Inau-
1908 Primer Congreso Internacional de Es- Montevideo. - Inaugurac. del "Buckingam Bart?lom~ Cattaneo. - Segunda elección guraciOn de la Secc. Femenina de Enseñanza
Secundaria (Universidad de Mujeres). _
tudiantes Americanos. - Inaugurac. Park". - Inaugurac. del "Parque Hotel". - presidencial de D. José Batlle y Ordóñez
edificio de la Caja N. de Ahorros y Des- "Motivos de Proteo", de José E. Rodó. - ( 1911• 1915). - Conmemorac. del Centenario La "Casa Lepage" de Max Glucksmann en
cuentos. - Inaugurac. del Hospital de Ni- "Artigas. Alegato histórico", de Eduardo de la batalla de Las Piedras _"A t' Montevideo. - Iniciación obras de asf;lta-
ños (actual Pereita-Rosell). - Inaugurac. Acevedo. -"La torre de las esfinges", "Las la M t .. d C · r tgas en do de la calle 18 de Julio. - Inaugurac. del
. .ese a •" e arios M9. Herrera. - Inau-
del biógrafo "Ideal". - Paulina Luisi, pri- clepsidras", y "Los peregrinos de piedra", de r~cwn del ~arque Central", del Club Na- monumento a Samuel Blixen. - El "caso
mera médico uruguaya. - Exhibic. cuadros J. Herrera y Reissig. - "El Uruguay a tra· c~onal de Futbol. - Constituc. de la "So- Irma Avegno". - Primera exposición de
''La batalla de Sarandí", y " ArUgas en la vés de un siglo", de Carlos M. Maeso. Ciedad ?e Autores del Uruguay"; Otto Mi- Manuel Bart~old. - . Apertura al público
Ciudadela". de Juan M. Blanes. - Habilit. g~ey C~~ne (1875-1945), presidente. _ Ma- d~l parque Gwt, de VIlla Colón. - Colocac.
del palacio de la "Standard Life". - Inau- 1910 Fundación de la primera Federación mfes~aclOn pro separación del Estado y 1 p1edra fundamental del Hotel Carrasco. _
gurac. edificio del Instit .. de Química (actual de Estudiantes. - Presentación del Iglesia .. -;- ~r~ación de la Comisión N. d: C:arlos Vaz Ferreira, Maestro de Conferen·
Facultad de Química y Farmacia). - Inau- torero "Bomba". - Inaugurac. del Salón EducaclOn FlSlca. - Estreno de "Elleon
, c1e·
. Cias. - Inaugurac. del Hospital Británico.
" d - Inaugurac. primera pla~a vecinal de de-
guración del Cinema "Parlante". - Inau- "Excelsior". - Inaugurac. del Teatro "18 go ' '; Ernesto Herrera (1877-1917). _ Es-
guración nuevo edificio del Banco Italiano. de Julio". - Inaugurac. de la Cárcel Peni- tr:no opera .''Fata Morgana", de Raf·a el De portes. - Inaugurac. del Museo. N. de Be-
- Estreno de "La rondalla", de V. Pérez tenciaría (Punta Carretas). - El cometa Mlero. - Pietro Mascagni en Montevideo. llas Artes. - Primera audición de "P·a rsi·
fal", de Wagner. - Inaugurac. instaJ.acio-
CUADERNOS DE MARCHA
nes de la Asociación Rural, en el Prado. - "La malquerida", de· Benavente. - Inau-
Primeros "films" de Max Linder. - Inau- ración del cine "Doré". - Arribo del tran-
guración del "Royal Pigall".- Primera pre- satlántico "Cap Arcona". - Vuelos acrobá-
sentación de Margarita Xirgu. - Aparición ticos de Silvio Pettirosi. - Primera pre-
del Libro de "El Siglo" (1863-1913). - Teo- sentación de "La Goya". - Inaugurac. del
doro Roosevelt, en Montevideo. - Arribo Instituto de Radiología. -El "Ariigas". de
del transatlántico "Lutetia". - Inaugurac. José Belloni (1882-1965). - Primer Concur-
del "Moulin Rouge". - Exhibic. de "Fan- >o Nacional de Tangos. - Exhibic. del "ki-
tomas", de L . Feuillade. - El "radium" en netófano" de Edison. - Estreno de "El pan
Montevideo. - "Tierra uruguaya". de Ores- nuestro". de Ernesto Herrera. - Comienza
tes Araújo. - "El Mirador de Próspero". de la Primera Guerra Mundial (1914-1918). -
JOI!é E. Rodó. - "Los cálices vacíos", de Primera presentación de Tito Schipa. -
Delmira Agustini. Primeros "matchs" de "basket-ball" en
Montevideo. - La victrola "Víctor". - La
1914 Exhibic. de "La madrugada de Asen· máquina de afeitar "Gillette". - Exhibic.
cio", de Carlos M<:I Herrera. - Pri- de "Cabiria". de Pastrone. - Primeros no-
meras pruebas aéreas de "looping the loop" ticieros "Gaumont" sobre la Guerra euro-
en Montevideo, - Primera re.t>resent. de pea. - "Lanza y sable", de E. Acevedo Díaz.

'
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- - .. .. ! Montevideo - Uruguay
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