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LICENCIATURA : ARQUITECTURA 1

MATERIA: TEORA DE CONOCIMIENTO CIENTIFICO

NOMBRE: SILVA GARCIA SELENE

LUGAR: H. VERACRUZ, VERACRUZ

FECHA: 15 DE OCTUBRE DEL 2022

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MARIO MOLINA

José Mario Molina Pasquel y Henríquez, mejor conocido como Mario Molina, nació
en la Ciudad de México en 1943; se tituló como Ingeniero químico en
la Universidad Nacional Autónoma de México, en 1965; dos años más tarde
realizó estudios de posgrado en la Universidad de Friburgo, Alemania (1967) y
recibió un doctorado en Fisicoquímica de la Universidad de California, Berkeley,
en Estados Unidos (1972).
Es pionero y uno de los principales investigadores a nivel mundial de la química
atmosférica; entre sus trabajos se encuentra el artículo que realizó junto con el
investigador estadounidense Frank Sherwood Rowland, con el que predijo el
adelgazamiento de la capa de ozono como consecuencia de la emisión de ciertos
gases industriales, los clorofluorocarburos (CFC). Dicha investigación les mereció
el Premio Nobel de Química en 1995, junto con el químico holandés Paul Crutzen,
por sus estudios sobre la capa de ozono.
Ganadores del Premio Nobel de Química 1995
El profesor Molina y su grupo de investigación publicaron una serie de artículos
entre 1976 y 1986 que identificaron las propiedades químicas de compuestos que
juegan un papel esencial en la descomposición del ozono de la estratosfera.
Subsecuentemente demostraron en el laboratorio la existencia de una nueva clase
de reacciones químicas que ocurren en la superficie de partículas de hielo
incluyendo aquellas que están presentes en la atmósfera. También propusieron y
demostraron en el laboratorio una nueva secuencia de reacciones catalíticas que
explican la mayor parte de la destrucción del ozono en la estratosfera polar.

El 4 de diciembre de 1995, Molina, Rowland y Crutzen fueron premiados además


por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) por su
contribución a la protección de la capa de ozono.

El 15 de octubre de 2015 se inauguró el Edificio Mario Molina en la Ciudad


Universitaria de la UNAM, un espacio que vincula la investigación entre la Facultad
de Química y la Industria. Fue construido como parte de la celebración de los 100
años de la Facultad de Química y está orientado a brindar soluciones a problemas
relacionados con la protección ambiental, el uso de energía y la prevención del
cambio climático
Doctor Mario Molina realiza investigaciones en laboratorio
El doctor Molina Pasquel también se desempeñó como profesor en el
Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en el periodo 1989-2004; y como

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docente e investigador de la UNAM entre 1967 y 1968; así como de la Universidad
de California, Irvine, entre 1975 y 1979 y del Laboratorio de Propulsión a Chorro
del Instituto Tecnológico de California (CALTECH) en el periodo 1982 a 1989.
Es miembro de la Academia Nacional de Ciencias y del Instituto de Medicina de
los Estados Unidos, y durante ocho años fue uno de los 21 científicos que
formaron parte del Consejo de Asesores de Ciencia y Tecnología del presidente
Barack Obama (PCAST); previamente había estado en el mismo Consejo del
presidente Bill Clinton.

Presidente Barack Obama entrega la Medalla Libertad a Mario Molina


Igualmente, el Molina es miembro distinguido de la Pontificia Academia de las
Ciencias del Vaticano, del Colegio Nacional, la Academia Mexicana de Ciencias y
la Academia Mexicana de Ingeniería, entre otras.

Por su labor y contribución a la Ciencia ha recibido numerosos galardones,


incluyendo más de 40 doctorados Honoris Causa, el Premio Tyler de Energía y
Ecología en 1983, el Premio Sasakawa de las Naciones Unidas en 1999,
el Premio Nobel de Química en 1995, el Premio Campeones de la Tierra que
otorga Naciones Unidas y es el primer mexicano en recibir la Medalla Presidencial
de la Libertad de Estados Unidos.
Fue investigador de la Universidad de California en San Diego (UCSD), donde
formó parte del Departamento de Química y Bioquímica y del Instituto de
Oceanografía SCRIPPS, una de las instituciones líderes en la investigación de los
fenómenos asociados al Cambio Climático.

En México, dirigía desde 2005 el centro de investigación y promoción de políticas


públicas que lleva su nombre (Centro Mario Molina), donde realizan estudios
estratégicos sobre energía y medio ambiente, particularmente en los campos de
cambio climático y calidad del aire.
El doctor Molina realizó investigaciones sobre la química de la contaminación
atmosférica en la baja atmósfera y estuvo involucrado en trabajos
interdisciplinarios colaborando con expertos para enfrentar el problema de la
degradación de la calidad del aire en las grandes ciudades del planeta,
especialmente grupos de contaminantes del aire en zonas urbanas, realizando
importantes aportes al conocimiento y la solución de la contaminación atmosférica
de la Zona Metropolitana del Valle de México.
En los últimos años Mario Molina enfocó gran parte de su labor a la política de la
ciencia conectada con el creciente problema del cambio climático e impulsando
acciones globales a favor del desarrollo sustentable a la par de un desarrollo
económico vigoroso.

Entre sus últimas apariciones públicas, el doctor Molina presentó en junio pasado
sus investigaciones sobre la efectividad del uso de cubrebocas como medida para
prevenir el contagio de Covid-19.

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MANUEL SANDOVAL

Nació en la Ciudad de México el 11 de febrero de 1899. Realizó sus estudios en la


Escuela Nacional Preparatoria entre 1912 y 1916. En 1917 presentó de forma
sobresaliente sus exámenes de admisión en el Massachusetts Institute of
Technology (MIT, por sus siglas en inglés), del cual obtuvo el grado equivalente a
la licenciatura en 1921, y el doctorado en ciencias, con especialización en física
teórica, en 1924.

En 1927, como becario de la fundación Guggenheim, se trasladó a estudiar a


Alemania, al que en ese tiempo, era considerado el centro de investigación más
importante en física del mundo. Tomó cursos impartidos por Einstein, Planck,
Schröedinger y Heisenberg, en las universidades de Berlín y Leipzig.

Entre 1926 y 1946 ocupó sucesivamente los puestos de profesor adjunto,


asociado y titular en el MIT, y fue profesor visitante en muchas partes del mundo.
De 1943 a 1946 distribuyó su tiempo entre el MIT y diversas instituciones
mexicanas, para radicar permanentemente en la Ciudad de México.

Publicó alrededor de 60 trabajos, principalmente sobre métodos matemáticos,


mecánica cuántica, relatividad general y, a partir de 1932, rayos cósmicos, que es
donde se registran sus más valiosas aportaciones.

Sandoval Vallarta fue presidente y vocal de la Comisión Impulsora y Coordinadora


de la Investigación Científica (1943-1951) y del Instituto Nacional de la
Investigación Científica (1951-1963), Director del Instituto Politécnico Nacional
(IPN, 1944-1947), miembro de la Junta de Gobierno de la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM, 1946), Subsecretario de Educación Pública (1953-
1958).

A partir de 1956 participó activamente en el ámbito nuclear como vocal de la


Comisión Nacional de Energía Nuclear (1956-1972) y subdirector científico del
Instituto Nacional de Energía Nuclear (1972-1977), ambas instituciones
predecesoras del actual Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares, por lo
que es considerado un pilar en los orígenes de la ciencia nuclear en México y
fundador del Centro Nuclear de México (hoy, sede del ININ).

Se le otorgaron varios doctorados Honoris Causa. Fue uno de los Miembros


Fundadores de El Colegio Nacional, cargo del que tomó posesión el 15 de mayo
de 1943; recibió el Premio Nacional de Ciencias Exactas (1961).

Fue miembro de la Legión de Honor de Francia (1952), de la Academia Pontificia


de Ciencias (1961), de la Sociedad Mexicana de Física (fundador, 1952), de la
Asociación Canadiense de Físicos (1953), de la Sociedad de Física del Japón
(1953), la Sociedad Filosófica Americana (1954), de la Academia Americana de

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Artes y Ciencias y de muchas otras agrupaciones, además de representar a
México en reuniones internacionales.

Falleció el 18 de abril de 1977, en la Ciudad de México. Sus restos descansan en


la "Rotonda de las personas ilustres".

LUIS ERNESTO MIRAMONTES CARDENA

Luis Ernesto Miramontes Cárdenas (Tepic, Nayarit; 16 de marzo de 1925 - Ciudad


de México; 13 de septiembre de 2004)
Los grandes descubrimientos logran cambios trascendentes en la humanidad, y el
de Luis Ernesto Miramontes Cárdenas, estudiante de Química de la UNAM,
empoderó a las mujeres de todo el mundo, ayudó a los gobiernos en el control de
la natalidad y contribuyó la planeación familiar: sintetizó la noretisterona,
ingrediente activo de la píldora anticonceptiva que toman millones de mujeres en
casi todo el mundo.

Hace aproximadamente 70 años (15 de octubre de 1951), cuando apenas tenía 26


años de edad y estudiaba el posgrado en la UNAM, el investigador mexicano
desarrolló los primeros anticonceptivos orales, que contribuyeron al cambio de la
formación y concepción social de la sexualidad, con lo cual la mujer asumió el
control.
A 15 años de su deceso (13 de septiembre de 2004), y propuesto como candidato
a obtener la Medalla Belisario Domínguez, la Universidad Nacional recordó su
legado en conferencia de medios, a la que asistieron sus hijos Luis, Pedro y
Gabriela Miramontes Vidal; además de Blas Flores Pérez, jefe del Departamento
de Química Orgánica de la Facultad de Química (FQ); y Ruth Jaimez Melgoza,
coordinadora de Investigación en el Departamento de Farmacología, de la
Facultad de Medicina (FM).

El trabajo de Miramontes Cárdenas, alumno, académico e investigador de esta


casa de estudios, es equiparable con aquéllos que han logrado el Premio Nobel;
aunque no obtuvo el galardón, sí fue consciente del cambio social que generó, por
lo que se sentía muy orgulloso.

“El poder de la mujer para decidir qué hacer con su cuerpo le dio gran
satisfacción”, comentó su hijo Luis en el edificio Mario Molina, de la FQ. “Él decía
que no creó la píldora, pero sí la hizo posible”.

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Gabriela Miramontes añadió: “era una época diferente. La educación sexual no
existía, recibíamos orientación de la madre, de la abuela o las tías. Él manifestó su
orgullo al ver que en muchos países las mujeres podían controlaran su cuerpo y el
momento de tener o no tener hijos”, lo que las catapultó en el mercado de trabajo
y detonó su diversificación laboral.
Por su trabajo, Miramontes Cárdenas es considerado uno de los cinco
investigadores latinoamericanos más sobresalientes de todos los tiempos (BBC,
2009) y uno de los ingenieros químicos que cambiaron el mundo (revista TCE
Today, 2010).

En 2000, la noretisterona fue nominada una de las invenciones más significativas


en los últimos dos mil años por personajes que incluían a Premios Nobel. En 2003
fue nombrada una de las 17 moléculas más importantes en la historia. En 2004, la
vigésima más relevante de todos los tiempos, en Reino Unido. En su momento, la
oficina de patentes de Estados Unidos también consideró la píldora uno de los 60
inventos más importantes de la humanidad.

Jaimez Melgoza refirió que en los países en desarrollo hay unas 214 millones de
mujeres en edad fértil que desean posponer o detener la procreación, pero no
utilizan ningún método anticonceptivo moderno.

En México, una de cada dos adolescentes (12 a 19 años) ha iniciado su vida


sexual y podría quedar embarazada si no utiliza algún tratamiento preventivo, por
lo que el trabajo de Miramontes Cárdenas abrió la puerta para que tengan
mayores oportunidades, afirmó.

En 2005, una evaluación de la Academia Mexicana de Ciencias concluyó que la


síntesis de la noretisterona es la mayor contribución científica de nuestro país al
mundo, y en 2010, Innovadores de América nombró a Miramontes Cárdenas como
uno de los iconos y leyendas de este continente. En una lista de grandes
inventores, USA Inventors Hall of Fame, aparece junto a Pasteur, Alba Edison, los
hermanos Wright, Goodyear.

Hace algunos años surgió la iniciativa para que la Cámara de Senadores le


otorgue la Medalla Belisario Domínguez, por lo que sus hijos se han acercado a
las instituciones en las que trabajó, como la UNAM, laboratorios especializados y
otras instituciones, para apoyar la propuesta.

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Miramontes Cárdenas nació el Tepic, Nayarit (1925); sus primeros años los pasó
en un ambiente rural, con apoyo de su madre y su tía, ambas profesoras, quienes
fomentaron en él la curiosidad científica.

Llegó a la Ciudad de México becado por el gobierno de Nayarit para ingresar a la


Escuela Nacional Preparatoria, en San Ildefonso, y después a la Escuela Nacional
de Ciencias Químicas, hoy Facultad de Química, donde se tituló como ingeniero
químico.

Luego de la Segunda Guerra Mundial se buscaban mejores fármacos para el


control y curación de diversas enfermedades, entre las sustancias de interés se
encontraba la norestisterona, poderoso agente antiovulatorio que se podía obtener
del barbasco o cabeza de negro (Dioscorea composita), utilizada por mujeres
indígenas por sus efectos en la reproducción.

Pero obtenerla era sumamente costoso, por tratarse de una planta trepadora
silvestre que difícilmente puede ser domesticada, lo que hacía urgente conocer el
compuesto activo que tenía el efecto antiovulatorio, expuso Flores Pérez.

Hacia 1949, George Rosenkranz (químico mexicano especialista en esteroides)


recibió el encargo del laboratorio Syntex para integrar un equipo de trabajo en
México y hacer estudios de síntesis de progesterona; así, en colaboración con la
UNAM iniciaron este trabajo en el que se incluyó a Miramontes, entonces
estudiante de posgrado, quien dos años después sintetizó la noretisterona.

En agosto de 1961 salió al mercado de Estados Unidos la píldora anticonceptiva y


generó polémica con los conservadores y la Iglesia. Hubo una oposición más
grande que la de ahora sobre la legalización de drogas como la mariguana.

Usar “la pastilla” era pecado y era causa de excomunión. Muchas feministas, que
tenían clínicas de educación sexual, acabaron en la cárcel. Un caso muy sonado
fue el de Margaret Sanger, que fundó una clínica de planificación familiar, algo
prohibido.

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Finalmente, Pedro Miramontes Vidal rememoró: “sintetizar la noretisterona no le
representó ingresos adicionales, aun así siempre fue generoso. Ayudaba a quien
se lo pidiera. Mi mamá le decía que debía cobrar porque iban a patentar, pero a él
no le importaba. Hace falta gente como él, con su nivel de conocimiento, humildad
y generosidad”.

Miramontes Cárdenas tuvo 10 hijos, muchos dedicados a la ciencia: químicos,


científicos, médicos, historiadores, bibliotecólogos, veterinarios; nueve de ellos
estudiaron en la UNAM. Sus 15 nietos son resultado del poder de decisión que
otorga el anticonceptivo; dos de ellos, José Antonio e Isabel (geofísico e
historiadora, respectivamente), acompañaron a su madre, Gabriela Miramontes,
experta del Instituto de Investigaciones Estéticas.

Carlos Graef Fernández


Nació en Guanaceví, Durango, el 25 de Febrero de 1911, y murió en la Ciudad de
México el 13 de enero de 1988. Fueron sus padres Carlos Graef Ziehl y Gudelia
Fernández Espinosa. En 1938 desposó a Alicia Sánchez Castell. El joven Carlos
pasó su infancia y adolescencia en la Ciudad de México en donde estudió la
primaria y la preparatoria en el Colegio Alemán hasta obtener el Abitur (1922 –
1928). Al finalizar estos estudios viajó a Alemania e ingresó al Departamento de
Ingeniería Civil de la Escuela Técnica Superior de Darmstadt (1929-1930). La
crisis económica lo hizo volver a México e ingresó a la Escuela Nacional de
Ingenieros (1931 – 1933) de la Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM) y a la Sección de Matemáticas y Física de la Escuela Nacional de
Ciencias Físicas y Matemáticas de la misma Universidad, en donde realizó
estudios de física teórica y matemáticas (1934 – 1937). En 1937 obtuvo la beca de
la John Simon Guggenheim Memorial Foundation con la cual viajo a los Estados
Unidos e ingreso al Instituto Tecnológico de Massachusset (MIT) en donde,
después de cuatro años de estudios e investigación, obtuvo el grado de Doctor en
Ciencias en la especialidad de física teórica (1937-1940). También asistió a
algunos de los cursos avanzados de astronomía y astrofísica en la Universidad de
Harvard en 1940.
Graef Fernández inició sus múltiples e importantes tareas académicas y docentes
como profesor de geometría analítica y cálculo en la Escuela Superior de
Construcción de la Secretaría de Educación Pública (1934) y profesor de
geometría superior en el Departamento de Física y Matemáticas de la Escuela
Nacional de Ingenieros de la UNAM (1937). A su vuelta de los Estados Unidos, en
1941, fue nombrado profesor titular de física en la Facultad de Ciencias de la
UNAM, cátedra que ocupó hasta su muerte. En el mismo año fu nombrado
subdirector (fundador) del Observatorio Astronómico de Tonantzintla, Puebla

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(1941 – 1944). Volvió a los Estados Unidos por un breve tiempo y dio un curso de
teoría de la relatividad y gravitación en la Universidad de Harvard (1944 – 1945).
De vuelta a México fue nombrado investigador titular del Instituto de Física de la
Universidad Nacional Autónoma de México (1945 – 1976), y más tarde director del
Instituto de Física (1945 – 1957) y director de la Facultad de ciencias de la UNAM
(1957 – 1959). También fue director fundador de la División de Ciencias Básicas e
Ingeniería de la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana
(1974 – 1976).
Como investigador científico, Carlos Graef Fernández concentró su atención en
dos campos de la física teórica: I. El estudio de las órbitas de las partículas
cargadas de electricidad que se mueven en el campo magnético de la tierra, y II.
La teoría de la gravitación y la teoría general de la relatividad. En 1936 fue
aceptado como miembro de número de la Sociedad Científica Antonio Alzate en la
que presentó su primer trabajo titulado “Representación de un tensor por medio de
seis vectores”, publicado ese mismo año en la revista Ingeniería. En este primer
trabajo se anuncia su interés de medio siglo en las matemáticas y la física de la
relatividad general.
A su llegada al MIT en 1937, Graef Fernández inició un intenso programa de
investigación científica. Por sugerencia de Manuel Sandoval Vallarta, su asesor
académico en el MIT, dirigió su atención al esclarecimiento de la teoría
matemática del movimiento de las partículas cargadas de electricidad en el campo
magnético de un imán o dipolo magnético, un problema cuya solución es esencial
para el desarrollo de la teoría de los efectos geomagnéticos de la radiación
cósmica.
En su primer trabajo, hecho en colaboración con S. Kusaka, estudió el movimiento
de dichas cargas en el plano que contiene el ecuador magnético de la Tierra.
Demostró que hay una infinidad de movimientos posibles en este plano. Clasificó
los tipos de movimiento y logró encontrar expresiones matemáticas simples para
describir las órbitas periódicas ecuatoriales. En 1938, con el propósito de
determinar si la radiación cósmica que llega a la Tierra tiene su origen fuera de
nuestra propia galaxia, Graef Fernández, Kusaka y Sandoval Vallarta usaron los
resultados del trabajo anterior para calcular el cambio de dirección de las
partículas de la radiación cósmica que se mueven el plano del ecuador magnético
terrestre y, tomando en cuenta la pequeña variación en el movimiento de la Tierra
debida a la rotación de nuestra galaxia (la Vía Láctea), determinaron la variación
diurna de la intensidad de la radiación cósmica que llega verticalmente a un punto
del ecuador geomagnético.

En el trabajo que sería su tesis doctoral, Graef Fernández se ocupó del análisis de
las órbitas periódicas en el caso general del movimiento en tres dimensiones.
Logró reducir el problema general al estudio de las soluciones de una ecuación
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diferencial no lineal de segundo orden, con lo que redujo la dificultad del problema
a su mínima expresión. A partir de aquí demostró que hay una infinidad de
movimientos posibles. Estudió la forma de las órbitas y logró clasificar los tipos de
movimientos posibles con un método matemático de su invención basado en el
uso de las relaciones geométricas que quedan invariantes cuando se hacen
deformaciones continuas del espacio. Los resultados de esta serie de trabajos
fueron publicados en cuatro artículos en las revistas Jornal of Mathematics and
Physics, Physical Reviews y Mathematical Reviews entre 1938 y 1944. A más de
medio siglo de su publicación estos trabajos de Graef Fernández siguen siendo de
actualidad y son citados con frecuencia por los investigadores que estudian los
movimientos caóticos de los sistemas dinámicos que cumplen con el principio de
reflexión en el tiempo. En 1943, Graef Fernández se reunió en México con el gran
matemático estadounidense G. D. Birkhoff, quien el año anterior había propuesto
una nueva teoría de la gravitación como una alternativa a la teoría de la relatividad
general de Einstein. La teoría de Birkhoff tenía la virtud de ser matemáticamente
más simple y de contenido físico más transparente que la teoría de Einstein, que
en aquella época parecía oscura por las dificultades de interpretación inherentes a
una estructura matemática que aún no había sido suficientemente desarrollada.

En un importante trabajo, hecho en 1943 en colaboración con A. Barajas, C. Graef


Fernández y M. Sandoval Vallarta, Birkhoff respondió desde México a las críticas
hechas por H. Weyl a su nueva teoría. La muerte, en noviembre de 1944, le
impidió proseguir con el desarrollo de sus ideas sobre la gravitación. Para Graef
Fernández este trabajo fue el inicio de la tarea a la que dedicaría la mayor parte
de su vida activa como investigador. En diecinueve artículos, escritos entre 1944 y
1968, Graef Fernández desarrolló sistemáticamente la teoría de la gravitación
propuesta por Birkhoff. Abordó y resolvió problemas tan importantes como son: los
principios de conservación en la teoría; el movimiento de dos cuerpos en
interacción gravitacional; el campo gravitacional que produce un punto masa en
movimiento arbitrario; los principios variacionales para el movimiento de los
planetas; la expansión del Universo; el movimiento de una masa que aniquila su
propio campo gravitacional; del potencial de un punto masa a las ecuaciones del
campo, y varios más. Estos trabajos fueron publicados en la Revista Mexicana de
Física, el Boletín de la Sociedad Matemática Mexicana, los Annals of the American
Mathematical Society y otras.

Aunque ahora casi todos los físicos admiten que la teoría de la relatividad general
de Einstein es correcta y la teoría de Birkhoff ha caído en desuso, las ideas
fundamentales de esta teoría, desarrolladas por Graef Fernández, tuvieron un
gran alcance en su época y siguen siendo importantes hoy día pues aclaran el
significado físico de las teorías de la gravitación y permiten buscar nuevos

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caminos para la solución de las cuestiones que aún no encuentran una respuesta
satisfactoria en la teoría de Einstein.

Además de artículos científicos, Graef Fernández escribió una veintena de


interesantes ensayos en los que muestra a la física y las matemáticas como una
parte integral de la cultura. Entre estos destacan “Afinidades morfológicas entre
las matemáticas y la pintura” [Cuadernos Americanos 6: 105 (1946)]; “Escultura y
ciencia” [Revista de Arquitectura 31:35 (1950)]; “Espacio matemático y espacio
físico” [Seminario de Problemas Científicos y Filosóficos, UNAM, núm. 2 (1955)];
Alejandro Humboldt” [Anuario del Seminario de Cultura Mexicana (1963)]; “Niels
Bohr” [Bol. Soc. Mex. Fís. 8:13 (1963)]; “Mi discusión con Alberto Einstein” (The
American Scientist 44:204 (1956)]; “Viejos episodios de la ciencia en México”
(Naturaleza 6:204 (1975); “La serendipidad” [Anuario del Seminario de Cultura
Mexicana (1975)]; “The Texcoco Project” en Water Production Using Nuclear
Power [The University of Arizona Press, Tucson (1966)]; “Nuclear Power and
Water Desalting Plants in Southern United States and Northwestern Mexico”
[Atomic Energy Comission (1968)] y “Reminiscencias” [Rev. Mex. Fís. 30:615
(1984)].
Dedicó Graef Fernández gran parte de su esfuerzo y atención al desarrollo de la
ciencia y de la industria nuclear en México. En 1946 fue delegado de México ante
la Comisión de Energía Atómica de las Naciones Unidas y, años más tarde,
miembro de la delegación mexicana a las conferencias sobre los usos pacíficos de
la energía atómica de las naciones Unidas, en agosto de 1955 y septiembre de
1958.
Entre otros cargos importantes fue asesor científico coordinador de la Comisión
Nacional de Energía Nuclear (1956 – 1963); director del Centro Nuclear de México
(1964 – 1970); gobernador por México del Organismo Internacional de la Energía
Atómica (1960 – 1961); delegado de México a la Conferencia sobre el Estatuto del
Organismo Internacional de la Energía Atómica (1956); presidente del Grupo de
Expertos en Energía Nuclear (1971 – 1977); coordinador general del Instituto
Nacional de Energía Nuclear (1977 – 1978), y coordinador general de Uranio
Mexicano (1980 – 1983). Contribuyó también a la formulación y discusión de los
proyectos de desalación de agua por medio de la energía nuclear como jefe de la
Sección Mexicana del Grupo de Estudio sobre Desalación de Agua de Mar para el
Noroeste de México y Suroeste de los Estados Unidos (1967 – 1970).
La distinguida carrera científica de Carlos Graef Fernández fue ampliamente
reconocida; entre los muchos honores y distinciones de que fue objeto cabe
mencionar el Premio Manuel Ávila Camacho del Instituto del libro(1945), la
Medalla Francisco Zarco, el Premio Nacional de Ciencias(1970), la Medalla
Académica de la Sociedad Mexicana de Física y el Premio Nabor Carrillo de
Ciencia y Tecnología Nucleares(1982). En 1979 la Universidad Nacional
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Autónoma de México lo hizo Profesor Emérito de la Facultad de Ciencias, y en
1978 su ciudad natal lo distinguió con el título de hijo predilecto de Guanaceví,
Durango.
Alfonso Luis Herrera
Alfonso Luis Herrera nació en la ciudad de México en 1868 y falleció en el mismo
lugar el año de 1943. Se tituló médico farmacéutico y se especializó en biología.
De 1900 a 1907 estuvo al frente de la Comisión de Parasitología Agrícola y en
1915 fue director del Museo Nacional de Historia Natural de la ciudad de México.
En 1922 creo el Jardín Botánico y al año siguiente coadyuvó en el establecimiento
del Zoológico de Chapultepec.
Ya en 1884 participó del grupo de científicos quienes publicaron la tercera versión
de la Farmacopea Mexicana, revisando y actualizando los trabajos realizados en
1846 y 1874.
Fue profesor en diversos centros educativos como: el Colegio Militar, la Escuela
Nacional Preparatoria y la Escuela Normal de Maestros. Las Ciencias Naturales
fue su campo profesional; destacan sus estudios en torno al protoplasma. Le
corresponde el mérito de haber creado la Plasmogenia, cuyo objeto de estudio es
la generación artificial de células vivas mediante procedimientos físico-químicos;
de sus investigaciones se derivaron notables aportaciones sobre el origen de la
vida.
Realizó importantes obras sobre biología, botánica y zoología, destacándose: La
vida en las altas mesetas.
Participó activamente en la comisión de Paleontología Agrícola y contribuyó en la
formación del Museo de Plagas Mexicanas de la Agricultura. Autor de La Vie
surles Hantus plateaux (1899) y en colaboración con Vergara Lope, Nociones de
Biología (1904) Estudios sobre algunos puntos de física-química (1916), La
Biología en México durante un siglo (1921) y El hibridismo del hombre y el mono.
(España, 1933.)

Ocupó distintos puestos en el Museo Nacional y en el Instituto Nacional de


Medicina hasta 1900, cuando fue nombrado director de Parasitología en el
departamento de Agricultura. Allí logró fundar, en 1915, la Dirección General de
Estudios Biológicos, la cual pronto se convirtió en el centro más importante de
investigación biológica del país.

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Seguidor de Charles Darwin, Herrera explicó sus propios conceptos evolucionistas
en dos libros importantes, ambos publicados en francés. En Recueil des lois de la
biología general (1897), explica las leyes de la variación y adaptación.

Se le considera un gran precursor de la enseñanza de las ciencias naturales


porque efectuó algunos trabajos, como: La exposición de cactáceas mexicanas y
Aclimatación de plantas útiles para el desarrollo del hombre y sus actividades.
Publicó en cuatro tomos su obra Boletín, en la cual escribió diversos artículos
acerca de cómo combatir plagas de diversas plantas y ganado. Fue el fundador de
la Sociedad de Estudios Biológicos.

Alfonso Luis Herrera es un personaje muy interesante y una muestra clara de que
en México siempre han existido grandes hombres que como él, se han dedicado a
las ciencias; hombres que han hecho posible que nuestro país siga progresando y
creciendo en diferentes investigaciones en beneficio de la humanidad.
Fundador del Zoológico de Chapultepec consideró recrear el Zoológico de
Moctezuma; quería enseñar las especies nativas a los mexicanos, además de
otras especies provenientes del resto del mundo. Desde 1945, el Zoológico de
Chapultepec lleva el nombre de su fundador y creador. Murió en la Ciudad de
México en 1942.

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