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Tiempos salvajes

Millennials. Hace tiempo que no escucho esa palabra. En mis últimos alientos
recuerdo eso, porque será, nostalgia, melancolía, que tiempos vividos, en la
inconciencia vivíamos, el desequilibrio del mundo se partió y solo de esos
momentos vividos reminiscencias quedan.

Ahora mi respiración es agobiante y cansada. Despacio tomo tal vez los que
serán mis últimos alientos, malditas lámparas como las odio, maldita humanidad
como la aborrezco y al lado mío mi estúpido nieto, tengo muchos sentimientos que
a diario me esclavizan.

Mi memoria me falla, pero en simples palabras el hombre perdió su cordura,


cuando la unión y la lucha de la humanidad más necesitaban ser escuchadas, fue
callada por las altas personas.
Los sables al aire todos demente, pasan muchas vidas estúpidamente, pasan los
vivos, pasan los muertos, pasa el país y el continente.
Llegaron las guerras de un lado y del otro, por esto y por aquello, una
supervivencia, un bunker se convirtió en mi casa, ya no se alcanzaba el cielo, se
construía una ciudad subterránea. La humanidad abandono la superficie, oh mi
piel tan tosca tan áspera, igual de fría que estos muros, no sé cuál es mi edad ni
en qué año estamos no tuve tiempo para fijarme en eso.
Ha sido muy larga mi vida pero muy corto mi viaje, a mis pies una vida, sus manos
se sienten tan diferentes, tan suaves, que triste es este momento, nunca lo vi venir
ni mucho menos este futuro, tiempos difíciles.
Compartí mi voz, mis pocos conocimiento, les enseñe lo maravillosa que puede
ser la vida y lo que el amor puede hacer por el mundo, sembré la semilla de un
nuevo renacer, para superar las civilizaciones del pasado y volver a sentir la
libertad y el sol.

Esteban Santa Jiménez.

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