3 Los Briefs

de Prodem

¿Por qué no se crean más

empresas de base
científico-tecnológica
(EBTs) en la región?
Un enfoque sistémico-
organizacional

Hugo Kantis

Premio StartUp Nations 2016

 PRÓLOGO

Hugo Kantis (PhD),

Director de Prodem

En Prodem nos
dedicamos a la El propósito de la serie Los Briefs de Prodem es lograr una comunicación más ágil con la
realización de
comunidad de profesionales de los ecosistemas emprendedores y la academia en torno a
estudios y
actividades de contenidos que juzgamos son de interés público. La idea se originó a partir de diversas
asistencia ocasiones en las que hemos compartido ideas, conceptos y reflexiones con otros colegas
técnica en las en seminarios, espacios informales o presentaciones realizadas en conferencias. Allí nos
áreas de
ocurría que despertaban interés y se nos consultaba la fuente. Pero como no estaban
emprendimiento
dinámico y publicados, no podíamos socializarlos más amplia y efectivamente.
ecosistemas.
Trabajamos Así surgió el concepto de Los Briefs de Prodem, como un producto de fácil lectura que
junto a los presenta marcos conceptuales y/o reflexiones; resultados parciales de estudios y
gobiernos, asistencias técnicas; desarrollos metodológicos y herramientas; lecciones aprendidas,
organismos
entre otros contenidos. Algunos de los temas abordados se refieren a cuestiones tales
internacionales y
otras como la comparación de ecosistemas desde una perspectiva evolutiva; los factores que
instituciones inciden en las políticas de emprendimiento; las condiciones para el emprendimiento en
que fomentan el ciudades; la lógica comportamental de las incubadoras; las condiciones para el
emprendimiento
emprendimiento desde las instituciones de ciencia y tecnología, entre otros.
y la innovación.
En un mundo tan veloz como el del emprendimiento y la innovación es fundamental
actuar como los emprendedores, acortando los tiempos de salida al mercado sin esperar
la perfección. La analogía parece ser válida. Al compartir conocimientos, aprendizajes y
reflexiones por esta vía también los estamos poniendo a prueba, permitiendo de este
modo avanzar hacia procesos de construcción colectiva más efectivos y eficientes.

Esperamos que este Brief, enfocado en las políticas y programas de fomento al

emprendimiento de base científico-tecnológica les resulte de interés y los invitamos a
escribirnos para hacernos llegar sus ideas e iniciar un debate constructivo en torno a estos
temas a través de prodem@ungs.edu.ar.
 Brief Nº 1 – Parte B – Octubre 2017

Nº
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¿Por qué no se crean más empresas de base
científico-tecnológica (EBTs) en la región? Un
enfoque sistémico-organizacional
Hugo Kantis (PhD), Director de Prodem

La creación de EBTs despierta gran interés por parte de los gobiernos, los organismos
Edición realizada internacionales y las instituciones del mundo científico latinoamericano. Sin embargo, en
por Uriel Fridman
el campo de las iniciativas de fomento no suele tenerse en cuenta la diversidad de factores
que intervienen a lo largo de un proceso de emprendimiento que comienza mucho antes
que lo que habitualmente se considera. Por lo general se apuesta a incrementar la I+D,
algo que sin duda resulta imprescindible, y a esperar que ella “derrame” en nuevos
proyectos de EBTs; a la creación de oficinas de transferencia; a la sanción de leyes para
fomentar el surgimiento de spin off de base académica, a apoyar con capital semilla; o a la
instalación de aceleradoras de base científica, por dar sólo algunos ejemplos. En este
marco, con respaldo en la literatura y en trabajos empíricos realizados por Prodem, este
Brief propone un enfoque sistémico-organizacional que desnuda la complejidad de la
agenda de transformaciones requeridas para que las EBTs ayuden, en el largo plazo, a
cambiar el paisaje de la región. Se busca, en definitiva, estimular el debate en torno a un
tema de importancia estratégica.

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Cada vez más, existe la inquietud por parte
de los gobiernos, las universidades y otros
actores del ecosistema acerca de cómo
promover la creación de emprendimientos
innovadores. Una de las fuentes son las
empresas de base científico-tecnológica
(EBTs). En los últimos años, la creación de
estas empresas ha cobrado un creciente
interés por ser un vehículo para la
transferencia del conocimiento generado a
partir de investigaciones de las
universidades y de otras instituciones de
ciencia y tecnología, contribuyendo así a la
innovación, el crecimiento y la
diversificación productiva (Gómez Gras, J. et
al 2007; Di Gregorio and Shane 2003).
Cabe destacar, en primer lugar, que la
creación de EBTs es un fenómeno más
amplio que el de los spin-offs de las
instituciones científicas y que estos últimos
involucran a un porcentaje muy limitado del
total de los investigadores. En su conjunto,
representan una proporción reducida de los
emprendimientos, pero contribuyen de una
manera muy importante a la generación de
innovaciones profundas y de
emprendimientos con alto potencial de
crecimiento.
Entre las razones de la baja presencia de
EBTs hay que señalar un primer déficit
insoslayable, el que existe en materia de
intensidad y direccionalidad de los
esfuerzos de I+D y de formación de recursos
humanos avanzados. Sin desconocer su
importancia, no es éste sin embargo el foco
del Brief.
El propósito de este Brief es plantear un
marco conceptual que ayude a diagnosticar
e impulsar agendas de cambio en favor del
emprendimiento de base científica y
tecnológica. Entender el proceso de
creación de una EBT desde una institución
académica o de ciencia requiere de un
Brief Nº 3 –Febrero 2018
análisis acerca de los factores que traban su
potencial.
En primer lugar, el proceso de
emprendimiento tiene dos ejes: el
surgimiento del emprendedor (o equipo
emprendedor) y la gestación de la idea y,
luego, todo el desarrollo del proyecto y el
lanzamiento al mercado para transformarse
en una EBT. En estos casos, junto con el
proceso de emprendimiento debe
contemplarse cómo el mismo se combina
con la carrera académica.
Por eso, es fundamental comprender que
hay toda una fase en la que no ha surgido
aún ni la motivación ni la idea
emprendedora en el investigador y que
forma parte de “la película” por analizar. En
esta fase, es clave entender cómo inciden
las reglas de juego del mundo académico
sobre el surgimiento de vocaciones e ideas
emprendedoras (Sandström et al. 2016). Sin
embargo, muy frecuentemente, el fomento
de la creación de las EBTs se circunscribe a
las iniciativas que, deliberadamente,
implementan los gobiernos y/o las
organizaciones académicas y científicas
para apoyar a los proyectos de creación de
empresas existentes (por ejemplo, las
incubadoras) omitiendo que hay una parte
clave del proceso que ocurre más
tempranamente.
Por eso, la literatura habla de las reglas de
juego en un sentido más amplio
denominándolas “precondiciones
organizacionales” (Quince 2002). Ellas
influyen de manera decisiva en lo que acaba
ocurriendo después en el proceso
emprendedor. Desde ya, la direccionalidad
de los efectos no es de una sola vía, dado
que las iniciativas para apoyar a los que
desean crear una EBT puede acabar
afectando a las reglas de juego, esto es, que
también pueden incidir en el surgimiento de
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vocaciones emprendedoras a través de la
generación de efectos de demostración y
modelos de rol sobre otros académicos. Sin
embargo, la fuerza de las precondiciones
organizacionales es muy importante y debe
ser tenida en cuenta a la hora del
diagnóstico y de la acción.
En rigor, la película no empieza con la
aparición de uno o más científicos que
desean crear una EBT, sino desde la misma
formación en las universidades. Y ya más
cerca de la carrera científica, continúa con
ese joven que quiere hacer un doctorado. El
formateo de estos recursos humanos
avanzados empieza a darse desde esa
instancia. Por lo general, los científicos
suelen estar “seteados” de un modo
distinto a los emprendedores. Esto no es
nuevo (Jong 2006; Lundqvist and Williams
Middleton 2013; Sandström et al. 2016). Por
ejemplo, sus preferencias temáticas, el
horizonte de tiempo entre el pensamiento y
el pasaje a la acción, su actitud ante el
riesgo, entre otras cuestiones (Jong 2006).
Por otra parte, cuando terminan el
doctorado e ingresan a la carrera dentro de
una institución científica, hay un conjunto
de normas, incentivos, reglas de juego que
potencian este punto de partida.
LA FASE FORMATIVA Y EL SURGIMIENTO DE
LA MOTIVACIÓN E IDEA EMPRENDEDORA
El sistema educativo, en particular el
universitario, tanto de grado como de
posgrado, tiene un rol clave en la formación
y el desarrollo de capacidades y vocaciones.
Es allí donde el investigador da sus primeros
pasos antes de ingresar a la carrera como
académico e incluso donde se desarrolla
buena parte de su experiencia previa. Lo
anterior no implica, sin embargo,
desconocer la existencia de otros ámbitos
previos que inciden en sus vocaciones y
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capacidades, como las familias, o el haber
realizado experiencias académicas en otros
países, en contextos organizacionales
diferentes. Varios casos de académicos
emprendedores que hemos estudiado en
Prodem han identificado que su vocación
emprendedora ha surgido en este tipo de
ambientes.
Además, durante esta fase formativa es
cuando se van forjando los principales
intereses del investigador y su red de
contactos. Un protagonista clave en esta
etapa inicial y que seguirá acompañando el
proceso en sus inicios es el Director, aquél
investigador con mayor experiencia que
participó en la dirección de tesis o en
trabajos de graduación y quien influirá de
manera más o menos directa sobre ciertas
decisiones que tome el investigador al
ingresar a su carrera (por ejemplo, temas,
orientaciones, etc.).
En otros términos, lo que ocurrirá años más
tarde con las decisiones del investigador
comienza a ser moldeado desde más
temprano, en función de las experiencias y
ámbitos formativos a los que ha estado
expuesto. Un perfil más tradicional versus
una mayor inclusión de la opción
emprendedora en estas instancias podrán
afectar, por lo tanto, su futuro. Es por eso
que algunos países desarrollados están
incluyendo en sus doctorados instancias de
formación emprendedora.
Por otra parte, el ingreso a la carrera de
investigador implica, entre otras cosas,
asumir determinadas reglas de juego
definidas por la organización en la que se
inserta. En este sentido, la misión y visión de
estas instituciones pueden ser más o menos
amigables o estar más o menos orientadas
hacia la transferencia de conocimiento. A su
vez su agenda de investigación puede estar
más o menos vinculada a los desafíos de la
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sociedad y de las empresas, y contemplar en
distinto grado la opción del
emprendimiento (Jong 2006; Moray and
Clarysse 2005).
De todas formas, este contexto no es
estático y si bien la etapa fundacional es
fundamental para entender a una
organización, en el transcurso de su
evolución las instituciones van forjando su
propia cultura, es decir, los valores y
creencias que afectan las conductas de su
gente (Moray and Clarysse 2005). En el caso
de los institutos, la impronta que le suelen
dar sus fundadores es clave, pero luego
vienen aquellas personas que le sucederán
en la Dirección de la organización, quienes
también podrán ir jugando un papel clave.
El proceso de surgimiento de emprendedores
y empresas de base científico-tecnológica
Brief Nº 3 –Febrero 2018
Además, como se dijo, están las reglas e
incentivos y los dispositivos
organizacionales que gobiernan el ingreso,
la permanencia y promoción de la carrera
como investigador (Moray and Clarysse
2005; Quince 2002). En muchos países
existen órganos rectores nacionales que
definen estas cuestiones. Por ejemplo, si
como suele suceder, los resultados que se
premian en las evaluaciones son sólo los
papers publicados en revistas científicas y si
ése es el incentivo omnisciente, el margen
para destinar tiempo y esfuerzos a las
actividades de transferencia, incluyendo la
creación de EBTs será muy limitado.
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Por otra parte, estas normas e incentivos
son administrados y regulados por una
estructura compuesta por órganos clave
(Comisiones, Juntas, Directorios, etc). El
perfil, las experiencias y las capacidades de
sus integrantes son muy relevantes en la
definición y aplicación de estas normativas.
A la hora de la verdad, sus decisiones
acaban incidiendo fuertemente en el lugar y
grado de legitimación de las actividades del
investigador a lo largo de su carrera.
En este contexto, la orientación de las
reglas de juego, por lo general más claras en
lo que respecta al camino académico
tradicional que en lo que se refiere a la
opción de la transferencia y del
emprendimiento, definen estímulos y
desestímulos en uno y otro sentido, que
suelen ser desfavorables para el
surgimiento de ideas de creación de EBTs
(Quince 2002).
En resumen, existen precondiciones
organizacionales que, dependiendo de
cómo estén definidas e implementadas,
pueden favorecer o bloquear el surgimiento
de vocaciones e ideas emprendedoras en el
mundo académico y científico. Esto es lo
que suele ocurrir en los ambientes más
tradicionales, que son los que predominan
en la región. Del otro lado, las instituciones
y países más innovadores, por el contrario,
están impulsando procesos de cambio en
estas reglas de juego para desbloquear el
potencial de innovación encerrado en los
esfuerzos que se hacen desde la ciencia y la
tecnología y lograr que se conviertan en
EBTs (Moray and Clarysse 2005).
EL PROCESO DE CREACIÓN DE LA EBT Y SU
DESARROLLO
Desde el punto de vista analítico, el marco
conceptual propuesto plantea que una vez
que contamos con académicos que reúnen
Brief Nº 3 –Febrero 2018
la motivación y la idea del emprendimiento
es hora de concentrarse en entender cómo
inciden las condiciones organizacionales, es
decir, las reglas de juego que, en forma
explícita o implícita, afectan el proceso de
creación de la EBT. Por un lado, seguirán
estando aquellas comentadas que refieren a
la carrera de investigador. Ellas continúan
incidiendo dado que, en forma paralela al
desarrollo de la idea o proyecto, la vida del
“emprendedor potencial” sigue regida por
estas normas. Del otro están las que se
refieren a la creación de las EBTs. Unas y
otras pueden ser más o menos amigables
con la opción del emprendimiento y
coherentes entre sí.
Por ejemplo, están las regulaciones sobre la
propiedad intelectual y las normas que
definen la participación relativa en los
beneficios de la innovación a través del
patentamiento, el licenciamiento, la
prestación de servicios y/o la creación de
una nueva empresa (Di Gregorio and Shane
2003; Sandström et al. 2016). La existencia
de reglas claras y estimulantes para generar
propiedad intelectual por parte de los
investigadores puede jugar un papel clave.
También son relevantes las normas que
inciden sobre la asignación de los tiempos
de la agenda de los investigadores,
pudiendo ellas ser más rígidas, en el sentido
de favorecer la concentración excluyente en
actividades tradicionales que buscan la
producción científica pura; más flexibles o
inclusive facilitar, deliberadamente, la
participación en procesos de creación de
EBTs, por ejemplo, como parte de una
estrategia que busque disminuirles el riesgo
de quedar fuera de la carrera de
investigación en caso de no tener éxito con
el emprendimiento (Quince 2002;
Sandström et al. 2016).
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Es que el proceso emprendedor requiere
asignar tiempos para validar a nivel técnico
y comercial el producto o servicio,
desarrollar el equipo y los contactos, y
acceder y organizar los recursos para poder
concretar la innovación y la empresa (Jong
2006). En todo este proceso son claves las
normas y reglamentaciones que le
permitan/inhiban al investigador
compatibilizar estas actividades con su
carrera de investigador. Otro tanto sucede
con las reglas que definen la participación
en la propiedad y en los procesos de gestión
y decisión de la empresa.
En todos estos aspectos es fundamental
entender que, necesariamente, existirá un
período de transición más o menos
prolongado en el cual exigir definiciones
muy tempranas acerca del rumbo a seguir,
esto es, qué tanto de su vida futura
destinará a la academia y cuánto a la
empresa resultará inhibitorio del
emprendimiento. Es inevitable que ambas
figuras coexistan, especialmente en
ecosistemas en vías en desarrollo, en los
cuales la construcción de equipos para
liderar las EBTs no es tan sencilla como en
ambientes más sofisticados, en los cuales es
habitual conseguir gerentes, inversores y
socios con perfiles técnicos a nivel
empresarial o gerencial. Por lo tanto,
mientras se busca e insiste para encontrar
este tipo de aportes y
complementariedades, el académico-
emprendedor deberá estar involucrado en
la gestión del emprendimiento (aún cuando
no sea la opción ideal) y será natural
entonces que detente una porción
significativa del capital accionario.
Pasando al análisis de los dispositivos
organizacionales que suelen jugar un rol en
esta fase, el apoyo al emprendimiento y la
innovación de base científica suele dar lugar
a la creación de oficinas de transferencia, de
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vinculación y/o de comercialización del
conocimiento (según la denominación y
formato que adopten en cada país), así
como también a los centros de
emprendimiento, las incubadoras y las
aceleradoras (Lundqvist and Williams
Middleton 2013; Sandström et al. 2016). Su
rol es clave en diferentes fases y actividades
que buscan incentivar y generar puentes
entre los investigadores y los desafíos de la
sociedad así como también para acompañar
los procesos que permiten desarrollar y
concretar las innovaciones (Moray and
Clarysse 2005). Incluyen apoyos, según el
caso, en la identificación y evaluación de
oportunidades, la asistencia para definir el
proyecto y llevar adelante la estrategia de
transferencia más adecuada, la gestión de la
propiedad intelectual, la orientación acerca
de la mejor opción de transferencia
(licenciar versus crear una EBT) y la
asistencia al desarrollo de las ideas de
emprendimientos y de sus modelos de
negocios. Es fundamental que cada una de
las organizaciones tenga claro donde
empieza y dónde concluye su rol y contar
con los perfiles de recursos humanos
apropiados. Esta suele ser una de las
debilidades más comúnmente encontradas
en los países latinoamericanos.
Un capítulo especialmente relevante es el
de la vinculación con el resto de los actores
del ecosistema (gobiernos, inversores,
empresas, etc.) y el fortalecimiento del
equipo, frecuentemente a través de la
búsqueda de socios o gerentes con perfiles
complementarios y/o más adecuados a los
requerimientos del negocio y la facilitación
del acceso a las fuentes de financiamiento
público y privado (Moray and Clarysse
2005). El proceso incluye el apoyo para
ingresar al mercado y el desarrollo en fases
tempranas. Por su parte, es clave
considerar la cuestión del acceso al
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 Brief Nº 3 –Febrero 2018

financiamiento, donde las políticas que

buscan incentivar el surgimiento de EBTs
(por ejemplo subsidios al prototipado, a la
propiedad intelectual, etc.) y al desarrollo
de una oferta de financiamiento de riesgo
es clave. Y la cosa no termina ahí, los
desafíos de la EBT continúan en la fase de
desarrollo temprano como organización
que opera en el mercado y que, como tal,
debe conquistar su lugar. No es sólo una
“cuestión de plata” sino de contar con las
estrategias y las capacidades, recursos y
redes de apoyo adecuadas. Pero esa ya es
una historia más conocida (aunque no por
ello resuelta en los países de la región).

Algunas deficiencias típicas en los países de la región:

En síntesis, hay que entender que el
surgimiento de nuevas empresas de base
 Perfil poco emprendedor de los académicos.
científico tecnológica es un proceso largo,
 Ausencia de instancias formativas que promuevan la orientación
aún más extenso al emprendimiento
que el que habitualmente
en los académicos. se considera. Por eso, las políticas de
 Precondiciones organizacionales poco estimulantes
fomento debenpara ser entendidas
emprender comoreglas,
(cultura, esas
películas interesantes y de gran calidad,
incentivos, perfil de quienes los administran).
capaces de ganar grandes premios. Pero
 Carencia de plataformas de transferencia especializadas en el desarrollo de negocios
que, a la hora de tomar la decisión de ir al
de base científico-tecnológica.
cine, requieren armarse de tiempo y
 Falta de integración del mundo de los “académicos emprendedores”
paciencia por su complejidad.con el resto
Y sólo hastadel
ecosistema. acá nos sirve la metáfora. Porque, a
 Débil desarrollo de una industria de capital diferencia de ella,especialmente
emprendedor, en esta películaenno
lohay
que
lugar para
respecta a los emprendimientos caracterizados porespectadores, sólo para actores
procesos de maduración
protagónicos.
extendidos.
 Carencia de gerentes con experiencia en el mundo de los negocios científico-
tecnológicos y de servicios de desarrollo empresarial específicos.

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 Brief Nº 3 –Febrero 2018

BIBLIOGRAFÍA

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