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Combate naval de Angamos

El combate naval de Angamos fue un enfrentamiento de la campaña naval de la Guerra


del Pacífico en la que fue capturado el monitor blindado Huáscar por el núcleo de la
escuadra chilena mediante una maniobra envolvente.
Si bien en los hechos estuvieron presentes los buques peruanos Huáscar y Unión, y los
chilenos Lord Cochrane, Blanco Encalada, O'Higgins, Loa, Covadonga y Matías Cousiño,
en las acciones concretas el Huáscar se enfrentó a dos buques chilenos: en un comienzo
al Cochrane, y luego entraría en la acción el Blanco Encalada con lo que la lucha
finalmente terminaría. La Covadonga que estaba cerca del Blanco Encalada no tuvo
fortaleza significativa al atacar al Huáscar, mientras que la O'Higgins y el Loa se limitaron a
perseguir a la Unión, a la que no lograron capturar debido a su superior velocidad.
El Matías Cousiño al ser solo un buque que abastecía con carbón (desarmado) a la naves
chilenas no participó en la acción.
Este combate naval fue un punto decisivo en la guerra naval que favoreció a Chile ya que
puso fin a las correrías del buque peruano, que hasta ese momento había sabido evitar a
sus buques capitales gracias a su mayor andar y entorpecer sus líneas de abastecimiento
marítimo para dificultar las acciones terrestres. También aumentó el poder naval chileno
con esta nueva unidad capturada, y principalmente, le dio a Chile el control definitivo del
mar para poder proyectar en forma adecuada sus fuerzas militares en territorio peruano.

Los objetivos navales de la campaña eran para ambas partes los mismos: transportar,
defender y abastecer sus fuerzas terrestres e impedir los desembarcos y abastecimientos
enemigos en el desierto de Atacama y, también, impedir los abastecimientos de armas por
mar desde el exterior, principalmente Europa y los Estados Unidos. Perú y Chile tenían
además que defender los respectivos puertos de exportación de salitre y guano, ya que
desde la ocupación de Antofagasta, el puerto era controlado por Chile.
Como veremos más adelante, Bolivia no participó en la combate naval, por lo que las
fuerzas enfrentadas eran solamente las Armadas de Perú y Chile.
Naves de guerra No era posible en el siglo XIX diferenciar estrictamente entre una nave de
guerra y una mercante ya que los cañones eran relativamente fácil de montar o desmontar.
Igualmente las características técnicas de las naves beligerantes fueron cambiando
durante la guerra por lo que no es posible dar valores definitivos. Es decir, cada lista o los
criterios de selección, pueden ser considerados arbitrarios. La siguiente tabla muestra la
elección hecha por el historiador estadounidense William Sater en su obra Andean
Tragedy en la edición de 2007. El autor divide las naves en "blindados" (ironclads) y
"barcos de madera" (wooden vessels). Para mejor entendimiento se ha subdividido la
primera en "blindados" y "monitores fluviales" y la segunda en "corbetas", "cañoneras",
"torpederas" y "transportes artillados"

El monitor peruano Huáscar se encontraba en su 4.ª expedición sobre las costas chilenas


junto con la corbeta Unión, en un convoy al mando del contraalmirante Miguel Grau
Seminario. Ambos buques fueron vistos al sur de Huasco el 4 de octubre en la mañana y
la noticia llegó a Antofagasta y a Santiago de Chile por telégrafo. El 6 de octubre, la red
telegráfica chilena informó que los buques peruanos estaban en Chañaral y navegaban al
norte. Los buques peruanos avistaron luces en la noche del 7 de octubre en Antofagasta y
el Huáscar ingresó al puerto a la 01:00, pero al no encontrar ningún buque chileno, se
retiró a las 02:00 y se reunió con la Unión en Punta Tetas,2: 496  al norte de Antofagasta, a
las 3:15.
El 20 de septiembre había zarpado desde Valparaíso un convoy de tropas de 2740
hombres en los transportes Matías Cousiño, Toltén, Huanay, Paquete de Maule, Santa
Lucía y Limarí, escoltado por el blindado Cochrane, la corbeta O'Higgins y los transportes
artillados Amazonas y Loa. Todos estos buques habían sido reparados recientemente. El
convoy arribó a Antofagasta el 25 y desembarcó a partir del 26, mientras ese día llegó
el Cochrane a Mejillones para proteger al blindado Blanco Encalada, que estaba en
mantenimiento en ese puerto, a diferencia de los demás buques chilenos que lo hicieron
en Valparaíso. En el Amazonas viajaba el capitán de navío Galvarino Riveros Cárdenas,
recién nombrado comandante en jefe de la escuadra de Chile. El comandante Riveros
había recibido instrucciones del gobierno el 17 de septiembre, firmadas por el ministro del
interior Domingo Santa María, sobre incursionar de inmediato a Arica en un período de
doce días, y apoyar, luego, la invasión del territorio peruano.
En la noche del 26 de septiembre hubo una Junta de Guerra en Antofagasta presidida
por Rafael Sotomayor, ministro de guerra y marina en campaña. En la junta se concluyó
que era posible efectuar una expedición del ejército en territorio peruano con toda la
escuadra escoltando el convoy. Se formaron dos divisiones: la 1.ª División, al mando del
propio Riveros y conformada por los buques Blanco Encalada, Covadonga y Matías
Cousiño; y la 2.ª División, al mando del capitán de fragata Juan José Latorre Benavente,
conformada por el Cochrane, el O'Higgins y el Loa. Latorre había sido nombrado, días
atrás, comandante del Cochrane y su división estaba conformada por los buques más
rápidos.
El 28 de septiembre, el comandante Riveros asumió el mando del Blanco Encalada, al
mismo tiempo que renunciaba el capitán de navío Juan Esteban López, su comandante
desde antes de la guerra. Ese mismo día, zarpaba de Mejillones el transporte
artillado Amazonas, al mando del capitán de fragata Manuel Thomson, para ir a Panamá a
dar caza al transporte peruano Oroya, del que se sabía navegaba a Panamá a recoger un
cargamento de armas, razón por la cual el capitán Thomson no estuvo en la caza
del Huáscar. La noticia recibida el 30, era que sólo el Huáscar estaba en Arica.
El miércoles 1 de octubre, la escuadra Chilena se reunió en Mejillones y el comandante
Riveros realizó un Consejo de Guerra, en donde se acordó que la escuadra zarparía el 2
de octubre a las 1:20, navegaría lejos de la costa y se situaría a 50 millas de Arica.
[cita  requerida]
 En este punto, se prepararían las lanchas a vapor de los blindados, armadas
con torpedos de botalón y la escuadra navegaría detrás de ellos hasta llegar a 6 millas del
puerto, mientras las lanchas intentarían torpedear, protegidas por la noche, a los buques
peruanos. Si el ataque tuviera éxito, la escuadra atacaría los buques que quedasen y las
baterías de tierra. Si el ataque fracasara, los blindados atacarían al Huáscar o cualquier
otro buque de guerra y el resto, atacaría las baterías. Si no hubiera ningún buque, se
debería mandar a la 2.ª División junto con el Matías Cousiño a recorrer los puertos
peruanos hasta el Callao a buscar al Huáscar, mientras el Blanco Encalada y
la Covadonga regresarían a Antofagasta.

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