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Esta utilización masiva también tiene graves inconvenientes. Según la Organización Mundial de la Salud, en todo el
mundo fallecen casi un millón de personas al año como consecuencia de accidentes de tráfico. Pero esto no es todo,
la cifra de heridos graves llega a los veinte millones de personas. Sumando estas cifras año tras año no es de extrañar
que los accidentes de tráfico se hayan convertido en uno de los mayores problemas de salud pública en las
sociedades modernas.
El elemento que origina estos accidentes es, en la mayoría de los casos, el factor humano. En consecuencia, los
siniestros de circulación son en su mayoría evitables si se aplican las normas de Seguridad Vial. A lo largo de este
módulo formativo se verán detenidamente.
Los accidentes representan un grave problema para la sociedad, sobre todo si tienen consecuencias graves. La
seguridad es un beneficio para todos, por este motivo, debemos ser conscientes de la gran importancia que supone
prevenir este tipo de accidentes.
Factor humano
Según estudios realizados por el INTRAS (Instituto Universitario de Tráfico y Seguridad Vial de la Universidad de
Valencia), el factor humano ocasiona entre el 70 y el 90% de los accidentes de tráfico. Un comportamiento adecuado
tanto del peatón como del conductor es imprescindible para evitar accidentes.
Poseer las habilidades necesarias para el manejo de un vehículo, así como los conocimientos sobre las normas y
señales que regulan la circulación.
Estar suficientemente motivado y sensibilizado para respetar la normativa y las señales de tráfico, evitando
convertirse en un peligro u obstáculo para los demás usuarios de la vía.
El peatón también interviene de forma determinante en la vía pública, pudiendo ser un riesgo para los demás
conductores y peatones si no adopta las medidas adecuadas.
Factor técnico
Se refiere fundamentalmente al vehículo, que si está en malas condiciones o no cumple la normativa puede suponer
un grave riesgo de accidente o puede no proteger de forma adecuada a los viajeros. En cualquier caso, el conductor
debe mantener y revisar el vehículo para asegurarse de que la circulación con él es segura. Aproximadamente el 10%
de los accidentes de tráfico se deben a un mal estado del vehículo.
El número de vehículos matriculados en España aumenta año tras año. Este hecho podría hacer pensar que el
número de fallecidos por accidentes de tráfico también aumenta, pero no es así. La siguiente tabla muestra cómo el
número de fallecidos disminuye a lo largo de los años.
Aunque este hecho es positivo, no se puede olvidar que el número de fallecidos sigue siendo muy numeroso. Cada
víctima mortal es también un drama familiar. Además, cada herido leve o grave supone un coste para la sociedad y
para su empresa si se trata de un accidente laboral.
Las cifras sobre accidentes "in itinere”, es decir al ir o al volver del trabajo, o en los traslados que éste requiera en
horario y trayecto lógico.
Alguno datos sobre accidentes de trabajo in itinere son los que se muestran en el cuadro de la página siguiente:
El peatón
El peatón
Todos utilizamos las calles, y por lo tanto, todos somos peatones, por esta razón, nuestro deber es comportarnos
correctamente. De este modo evitaremos posibles riesgos para los demás conductores y peatones.
Camina por las aceras, no lo hagas nunca por el borde de la calzada y evita en lo posible pasar por debajo de
lugares que sugieran peligro de caída de objetos.
Cruza por los pasos señalizados, si no lo están, cruza por las esquinas y en línea recta, en sentido
perpendicular a las aceras, de modo que permanezcas en la calzada el mínimo tiempo posible.
Cruza cuando tengas vía libre. No te precipites. Una vez hayas comprobado que puedes cruzar mira primero
hacia tu izquierda para ver los vehículos que vienen por ese lado. Al llegar al centro de la calzada mira hacia tu
derecha para prevenir que ningún vehículo se aproxime lo suficientemente cerca como para provocar un
accidente mientras estemos cruzando.
Obedece a los agentes de tráfico, en los casos en que la circulación esté regulada por ellos, cruzaremos
únicamente cuando se nos indique.
No cruces nunca con luz amarilla, ya que en un semáforo indica que va a cambiar a rojo (color que obliga a la
detención de los vehículos que se acercan) y sirve para dar tiempo a los vehículos que se aproximan a detenerse.
El color amarillo no obliga a la detención del vehículo, por esto, debemos tener en cuenta que alguno de los
vehículos que se aproximen no se detendrán.
No cruces por delante de un vehículo parado, sobretodo si es voluminoso, ya que tu visibilidad quedará
reducida y aumentará el riesgo de ser atropellado por otro vehículo que no verás llegar. Es recomendable cruzar
siempre por detrás.
Camina por tu izquierda en carreteras, esto te permitirá observar siempre los vehículos que se aproximen de
frente.
Usa un reflectante de noche si caminas por una zona mal iluminada. Puedes usar un brazalete blanco o
reflectante, o una linterna.
El conductor I
No sólo los peatones deben contemplar normas básicas de seguridad, los conductores intervienen de forma directa en
la seguridad de los peatones.
Prever los posibles movimientos de los peatones para anticipar posibles sucesos.
Moderar la velocidad: Un choque a 50 Km./h con un peatón implica un 90% de probabilidades de que éste
fallezca.
No realizar señales a los peatones para que crucen la calzada, de este modo, evitaremos posibles confusiones
o peligros por parte de otros conductores.
Estas recomendaciones serán decisivas para una correcta seguridad vial. El conductor debe actuar siempre con
prudencia y respetar las normas de circulación.
Además de las recomendaciones de seguridad antes mencionadas, el conductor, debe tener en cuenta otros factores
que pueden influir negativamente en su conducción. Estos factores son:
La velocidad
La fatiga
Las distracciones
La agresividad
El alcohol
Según estudios realizados, el alcohol, consumido incluso en pequeñas cantidades, causa un alto nivel de errores en la
conducción. Estos errores suelen ser la causa de numerosos accidentes de tráfico.
El índice de alcoholemia
El índice de alcoholemia indica la concentración de alcohol puro presente en la sangre. Esta cantidad se expresa en
gramos de alcohol por cada mil centímetros cúbicos de sangre.
La tasa de alcoholemia
La tasa de alcoholemia es la medida para evaluar la intensidad de concentración alcohólica en el organismo del
conductor.
Tasas permitidas
El Reglamento General de Circulación, establece los siguientes niveles máximos de alcohol por litro de sangre:
Vehículos de transporte de mercancías con un peso superior a 3500Kg, vehículos de viajeros de más de nueve
plazas, vehículos de servicio público, escolares o de menores, vehículos de transporte de mercancías peligrosas,
vehículos de servicios de urgencias y conductores noveles durante los dos años siguientes a la obtención del
carné de conducir:
Los conductores de cualquier vehículo no podrán superar la tasa de alcohol en sangre de 0,3 gramos por litro, ni
de alcohol en aire respirado de 0,15 miligramos por litro, durante los dos años siguientes a la obtención del
permiso o licencia que les habilita para conducir.
De forma orientativa, se puede calcular el índice de alcoholemia que presenta una persona que ha consumido alcohol
en un intervalo corto de tiempo. Conocer nuestra tasa de alcoholemia es muy sencillo, a continuación te mostramos la
formula para calcularla.
TA =
Hombres 0.69
Mujeres 0.55
Peso en gramos de alcohol puro ingerido: cuanta más cantidad de alcohol se ingiera mayor alcoholemia.
La graduación de una bebida alcohólica depende de la cantidad de alcohol puro que contenga. Por ejemplo,
un litro de vino (1000 ml) de 12 grados contiene 120 ml de alcohol, si la densidad del alcohol es de 0,8 g/l, el
vino contiene 0,8x120=96 gramos de alcohol puro.
CONTENIDO DE ALCOHOL
BEBIDA DOSIS
(gramos)
1. Cerveza Quinto. 10
5. Cava Copa 10
7. Licores/combinados Copa/vaso 22
El género: las mujeres, aunque consuman la misma cantidad de alcohol que un hombre, presentan niveles
más elevados de alcoholemia. Las razones fisiológicas del motivo por el que las mujeres presentan mayores
niveles de alcoholemia, a pesar de ingerir las mismas cantidades son:
El organismo de la mujer contiene una cantidad de agua inferior a la de un hombre del mismo peso.
Como consecuencia de ello, las mujeres presentan concentraciones de alcohol en sangre (niveles
de alcoholemia) ligeramente superiores después de haber consumido bebidas alcohólicas.
El alcohol deshidrogenasa (un enzima implicado en el metabolismo del alcohol) está presente en
cantidades más bajas en el estómago de las mujeres. En consecuencia, hay una proporción más
elevada del alcohol ingerido que pasa al intestino, donde será absorbido.
Las fluctuaciones de los niveles de algunas hormonas durante el ciclo menstrual pueden provocar
cambios en la susceptibilidad a los efectos del alcohol.
Probablemente, los efectos tóxicos del alcohol sobre el hígado son más graves en la mujer.
El peso: la misma cantidad de alcohol afecta más a una persona delgada que a una gruesa.
La hora del día: por la noche el alcohol afecta más y sus efectos tardan más en desaparecer.
La edad: las personas menores de 18 años y mayores de 65 son más sensibles a los efectos del alcohol
debido a las características de sus defensas.
El estado físico: estar débiles, cansados o enfermos puede potenciar los efectos del alcohol.
El tiempo de ingesta: la cantidad de alcohol en sangre desciende de manera lenta y progresiva, a razón de
0,10 – 0,20 gramos por hora.
El alcohol es probablemente el mayor factor de riesgo en la conducción. Existen numerosos efectos negativos del
alcohol, sobre todo en el comportamiento y en las capacidades psicofísicas de los conductores. A continuación te
mostramos los más importantes:
Aumento de las infracciones: las infracciones más comunes provocadas bajo los efectos del alcohol son el
aumento de velocidad, salirse fuera de las zonas de circulación, circular en dirección contraria, señalizar
incorrectamente las maniobras y realizar adelantamientos inadecuados.
Alteraciones del comportamiento: el alcohol produce una euforia que hace ser imprudentes a los conductores,
esto sucede porque disminuye su percepción del riesgo.
Trastornos motrices: el alcohol puede producir trastornos del equilibrio, descoordinación motora, reducción del
rendimiento muscular de todo el organismo y disminución de los movimientos precisos que requiere la
conducción.
Aumento del tiempo de reacción y de frenada: el alcohol reduce las capacidades de reacción y de apreciación
de las distancias. Un conductor bebido, ante la acción de frenar, aumenta un 10% más la distancia que el vehículo
debe recorrer para detenerse.
Disfunciones sensoriales: el alcohol afecta al organismo, sobre todo a la vista, disminuyendo muchas de las
facultades sensoriales necesarias en la conducción:
Visión periférica: reduce sensible y progresivamente el ángulo de visión, que normalmente abarca una amplitud
de 180º.
Problemas de adaptación ocular a los cambios de luz, los colores y los deslumbramientos.
Depresión general: el alcohol es un depresor del sistema nervioso lo que facilita la aparición de fatiga y
somnolencia.
A continuación te mostramos una tabla de referencia que expresa el aumento del riesgo de accidente con distintos
niveles de alcoholemia, y sus efectos más comunes.
El riesgo de accidente
Alcoholemia (g/l) Efectos
se multiplica por:
Subestimación de la velocidad.
0,30 2,0
Perturbación de los movimientos.
Euforia.
Fatiga intensa.
1,20 9,0
Perdida de visión.
3,5 Coma -
4,5 Muerte -
Un conductor responsable, consciente del daño que puede causar a los demás y a sí mismo, no debe beber cuando
tiene que conducir, o si ha bebido no debe conducir. Sé un conductor responsable.
Índices de consumo de alcohol entre los jóvenes según los últimos datos del Plan Nacional sobre Drogas:
Consumo habitual de alcohol: el 58% de los jóvenes de 14 a 18 años bebe alcohol los fines de semana de
forma habitual y el 15% a diario.
Cantidad de alcohol: el 11,8% de los jóvenes que consumen alcohol los fines de semana lo hacen de forma
abusiva.
Edad de inicio al consumo de alcohol: la media de inicio al consumo de alcohol es de 13,6 años.
Sexo: las chicas beben actualmente algo más que los chicos.
Según lo previsto en el código penal, si el conductor se niega a someterse a las pruebas de alcoholemia, será
considerado como autor de un delito de desobediencia, pudiendo cumplir una pena de prisión de seis meses a un año
y privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores, por tiempo superior a uno y hasta cuatro años.
Los agentes de tráfico tendrán derecho a inmovilizar los vehículos cuyos conductores se nieguen a realizar la prueba
de alcoholemia y los de aquellos que hayan dado un resultado positivo.
La Ley determina que están obligados a someterse a las pruebas de alcoholemia establecidas:
Los conductores que presenten claros síntomas de hallarse bajo la influencia de bebidas alcohólicas.
La velocidad
La velocidad durante la conducción es uno de los principales factores de accidentalidad. Más del 30% de los
accidentes que se producen en carreteras y más del 13% en vías urbanas, son motivados por un exceso de velocidad.
Las altas velocidades exigen una mayor vigilancia, por ello, el conductor de un vehículo debe siempre circular a una
velocidad que le permita controlar y detenerse con seguridad ante cualquier circunstancia.
Al aumentar la velocidad en la circulación, no solo aumentan los kilómetros por hora sino también la distancia de
frenado y el tiempo de reacción.
El tiempo de reacción es el tiempo que tarda un conductor desde el momento en que percibe el peligro hasta que
comienza a accionar el pedal de freno. Normalmente el tiempo de reacción es de ¾ de segundo, este tiempo aunque
puede parecer insignificante, es suficiente para que un vehículo que circule a 40 Km por hora, por ejemplo, recorra
durante el tiempo de reacción 8 metros sin que su conductor haya accionado el freno.
La distancia de frenado es el espacio que recorre un vehículo desde el momento en que accionamos el freno hasta
su detención total.
20 Km/h 6 2 8
30 Km/h 9 4 13
40 Km/h 11 8 19
50 Km/h 14 12 26
60 Km/h 17 18 35
70 Km/h 19 24 43
80 Km/h 22 31 53
90 Km/h 25 40 65
110 Km/h 31 59 90
Las recomendaciones que debe seguir todo conductor con relación a la velocidad son:
Recordar que respetar los límites de velocidad no es suficiente para una conducción segura ya que siempre hay
situaciones que nos obligarán a amoldar la velocidad a las diferentes condiciones de la vía. Normalmente
deberemos ser más precavidos cuando las condiciones atmosféricas sean desfavorables.
Recordar que ningún conductor circula sólo por la vía y que hay que colaborar con los demás sin obligarles a
asumir riesgos.
Recordar que es importante conocer las posibilidades de nuestro vehículo, sobretodo en los adelantamientos.
La fatiga
Conducir es una actividad que requiere un gran esfuerzo físico y mental, por ello, es habitual que pasado un tiempo el
conductor detecte algún síntoma de fatiga y alerte que sus niveles de atención y/ o reacción están disminuyendo. En
estos casos es aconsejable seguir una serie de recomendaciones que prevengan su aparición.
La fatiga se encuentra entre los principales factores de riesgo al volante. Aproximadamente entre el 20% y el 30% de
los accidentes de tráfico que se producen anualmente son consecuencia de la fatiga.
Produce cambios de conducta. Genera agresividad y sobre valoración de las propias capacidades.
Existen ciertos signos muy claros que nos indican que estamos fatigados, algunos de los cuáles pueden ser incluso
captados por las personas que nos acompañan dentro del coche. Estos síntomas son:
Parpadeo constante.
Fallos en la audición.
Zumbidos extraños.
Sobresaltos injustificados.
Otros de los síntomas que nos indican que estamos fatigados se pueden observar claramente en la conducción
del vehículo. Probablemente tendremos algún signo de fatiga:
Las investigaciones realizadas sobre la fatiga nos proporcionan numerosos datos sobre los factores que pueden
incrementar su aparición.
Entre estos factores destacan los relativos al vehículo, a la carretera y a las condiciones ambientales, pero sobretodo
destacan los relacionados con el propio conductor. Veamos a continuación algunos de los más importantes:
La iluminación insuficiente.
Conducción nocturna.
Conducción por carreteras desconocidas, muy transitadas o en las que sean frecuente los adelantamientos.
Conducir requiere estar siempre alerta de lo que pase en la carretera, un simple despiste puede costarnos la vida.
No debemos conducir más de ocho horas cada día, cada hora de más multiplica el riesgo de sufrir un accidente.
Debemos parar como mínimo cada dos horas o cada 150-200 Km.
Debemos aprovechar las paradas para hacer ejercicio durante unos quince minutos, o en su lugar dar un pequeño
paseo.
Debemos conducir con ropa cómoda y a una temperatura agradable (21 ó 22 grados).
El conductor II
Las distracciones
El conductor recibe la información del entorno mediante estímulos que percibe a través de los sentidos (la vista y el
oído principalmente). Una vez percibidos, los valora y los transforma en actuaciones que serán decisivas para su
seguridad y para los demás.
Una buena capacidad de respuesta del conductor no está sólo influenciada por la información que recibe y cómo la
recibe, sino que además, el tiempo empleado en recibirla, valorarla y transformarla en decisiones y acciones, es
fundamental.
Un buen conductor debe estar siempre preparado para dar una respuesta adecuada a cualquiera de las exigencias
que le imponga la vía adaptando constantemente su capacidad de actuación, pero en muchas ocasiones esta
capacidad de actuación disminuye a causa de las distracciones.
La distracción del conductor está presente en uno de cada tres accidentes de tráfico y causa, habitualmente, dos
tipos de accidentes:
Salida de la vía
Las distracciones se producen por una acción determinada del conductor, por ejemplo:
Encender un cigarrillo.
Mirar un mapa.
Cuando el conductor padece estados psicológicos transitorios debidos a la fatiga, depresión, sueño, etc…
Cuando el conductor está bajo los efectos del alcohol o de determinados fármacos.
Buscar informaciones ajenas a la conducción, por ejemplo, un bar, un hotel o una cabina de teléfonos, suelen
ser causas frecuentes de que aparezcan distracciones.
Circular por una carretera muy conocida puede provocar en el conductor una reducción injustificada de su
atención.
Prestar demasiada atención a algún elemento del paisaje, anuncio u objeto, impide la atención de las
señales, de la carretera o de los demás vehículos.
La agresividad
El conducir un vehículo implica para nuestro organismo una gran activación de mecanismos psicofisiológicos, que
además de servirnos para reaccionar adecuadamente a las situaciones constituyen un buen disparador de la
violencia.
El anonimato que proporciona el interior del vehículo permite la realización de conductas inapropiadas, además
de la impunidad con que pueden realizarse dichas conductas y la facilidad para huir una vez realizadas.
El valor que se le otorga al vehículo. Es una de las propiedades más valiosas que se poseen y no se puede
permitir que nada ni nadie consiga dañarla.
Estas son, fundamentalmente las razones por las que llegan a producirse conductas violentas en el desarrollo de la
circulación.
Las reacciones violentas de los conductores están influenciadas por múltiples factores que habitualmente tienen que
ver mucho con los estereotipos y prejuicios sociales y que lógicamente se trasladan con bastante facilidad al ámbito
del tráfico.
A continuación enumeramos algunos de los factores que determinan el nivel de agresividad de los conductores:
El estado del conductor: el conductor, si está bajo los efectos del alcohol o tiene prisa, suele reaccionar con
mayor violencia.
La edad-género: generalmente se reacciona peor ante las infracciones de los conductores más jóvenes y más
mayores. Además, también se reacciona peor ante las mujeres que ante los hombres.
Tipo de vehículo: se reacciona peor ante colectivos como los taxistas o ante aquellos conductores que circulan
con un coche viejo.
% AGRESIONES
53 Ráfagas de luz
43 Acercamiento excesivo
Es importante que todos adquiramos una correcta educación vial, empezando por reflexionar sobre la gravedad de
este asunto y promoviendo actitudes correctas entre los demás, con el objetivo de conseguir una mayor
responsabilidad ante este hecho.
El vehículo
La seguridad activa es el conjunto de condiciones técnicas que permiten evitar o minimizar actos y comportamientos
inseguros del conductor y del propio vehículo, es decir, son las medidas de seguridad que debe poseer un vehículo
para evitar en lo posible que se produzca un accidente.
La seguridad pasiva es el conjunto de condiciones técnicas que contribuyen a minimizar los daños producidos a las
personas que ocupen el vehículo, en caso de accidente, es decir son el conjunto de medidas de seguridad que
debe poseer un vehículo para que en caso de accidente, se reduzca la gravedad de las lesiones tanto de los
ocupantes del vehículo como de otras posibles víctimas.
El continuo uso y el paso del tiempo pueden provocar en el vehículo un desgaste de sus elementos. Para prevenir
cualquier incidente o posible avería es recomendable que estos elementos sean revisados y reparados en su
momento. La conducción de un vehículo en perfecto estado limita considerablemente estos riesgos.
Los neumáticos
Los neumáticos de los vehículos comprendidos en las categorías M1, N1, O1 y O2 deben presentar, durante
toda su utilización en las vías públicas, una profundidad en las ranuras principales de la banda de rodamiento
que, como mínimo, debe ser de 1,6 mm.
M1: Vehículos de ocho plazas como máximo (excluida la del conductor) diseñados y fabricados para el transporte
de pasajeros.
N1: Vehículos cuya masa máxima no supere las 3,5 toneladas diseñados y fabricados para el transporte de
mercancías.
O1: Remolques con una masa máxima que no supere las 0,75 toneladas.
O2: Remolques cuya masa máxima sea superior a 0,75 toneladas e inferior a 3,5 toneladas.
La presión del neumático debe ser revisada por lo menos una vez al mes.
No cruzar los neumáticos en posibles intercambios de los traseros con los delanteros y viceversa, con el fin
de alargar su duración, ya que se invierte el sentido de giro lo que facilita un mayor y más rápido deterioro.
El alumbrado
La suspensión
Amortiguadores: normalmente, la duración de los amortiguadores puede oscilar entre 40.000 y 80.000 Km.
Su mantenimiento es muy sencillo, simplemente, necesitan el engrase recomendado en el manual de
instrucciones del vehículo.
Los frenos
Líquido de frenos: se recomienda que se compruebe el líquido de frenos mensualmente o cada 2.000 Km.
Se debe cambiar cada 40.000 Km o cada dos años.
Los limpiaparabrisas
Se recomienda que se revisen con periodicidad las escobillas y el nivel de líquido de los limpiaparabrisas.
La dirección
Es muy importante que de vez en cuando realices algunas comprobaciones para asegurar el correcto
funcionamiento de la dirección. A continuación te mostramos tres pruebas que te serán muy útiles para
detectar posibles anomalías en la dirección.
Gira el volante de forma suave con un movimiento de vaivén, si detectas holguras, revisa tu vehículo.
Gira el volante hacia cualquiera de los lados, si cuando el giro supere los 30º aún no se han movido las
ruedas delanteras es muy probable que existan holguras peligrosas, en tal caso, se recomienda revisar
el vehículo.
Realiza un giro completo del volante lentamente y observa si se produce algún salto. Si notas la
dirección dura o da un salto revisa tu vehículo.
Las correas
Los filtros
La tarea de mantenimiento de nuestro vehículo es una labor que necesita de unos mínimos conocimientos y, en
algunos casos, de preparación. Es recomendable que no realices operaciones de mantenimiento si no sabes
perfectamente como llevarlas a cabo. En este caso, te recomendamos que acudas a un mecánico.
En caso de emprender un viaje es necesario realizar una completa puesta a punto del vehículo comprobando que
éste se encuentra en perfectas condiciones.
Documentación
La documentación que la legislación española exige a cualquier conductor y que debe llevar siempre en el vehículo es
la siguiente:
El permiso de conducción: para conducir vehículos a motor y/ o motocicletas es necesario haber obtenido
previamente el correspondiente permiso de conducción. Este permiso de conducción verificará que el conductor
reúne las características de capacidad, conocimiento y habilidad necesarios, de acuerdo con lo que se determine
reglamentariamente.
El certificado del seguro obligatorio en vigor y el recibo del último pago: Cualquier propietario de un
vehículo está obligado a realizar un contrato de seguro, que cubra la responsabilidad civil, para cada uno de los
vehículos del que sea titular.
El permiso de circulación del vehículo: para circular con un vehículo es necesario, que éste haya obtenido
previamente la correspondiente autorización administrativa que garantice su perfecto estado de funcionamiento, y
que se ajuste en sus características a las prescripciones técnicas que se fijen reglamentariamente.
La tarjeta de Inspección Técnica del Vehículo (ITV), en caso que el vehículo la requiera.
Accesorios
Para poder circular con un vehículo por las vías públicas son necesarios, además de los pertinentes permisos
administrativos, una serie de accesorios y recambios que permitan al conductor salir de ciertas situaciones
comprometidas.
El actual Reglamento General de Vehículos establece, en su anexo XII, cuáles deben ser los accesorios, repuestos y
herramientas obligatorios para los vehículos en circulación:
Dotación obligatoria:
Juego de lámparas.
Juego de cadenas para la nieve. Depende de la época del año y de la zona geográfica. Además de los
accesorios y recambios a los que obliga la ley existen otros que, aunque no son obligatorios, pueden resultar
muy útiles:
Dotación aconsejable:
Linterna.
Retro-reflectante, por alguna avería Nos obliga a circular por la calzada como peatón.
Gafas de sol.
Todos los vehículos puestos en circulación deberán someterse a una inspección técnica que verifique el correcto
estado de sus condiciones de seguridad y protección.
En caso que los agentes de tráfico comprueben que un vehículo no tenga la correspondiente tarjeta de ITV, los
agentes intervendrán el permiso o licencia de circulación del vehículo, entregando en su sustitución un volante en el
que se refleje al menos la matrícula, la fecha de la primera matriculación y servicio que presta, concediéndosele al
titular del vehículo un plazo de diez días, con el único objetivo de continuar el viaje y proceder a su traslado para
someterse a la inspección técnica, y si transcurriese el plazo indicado sin que se haya justificado haber presentado el
vehículo a la citada inspección, se acordará por el órgano competente que tramita la denuncia el precintado del
mencionado vehículo.
FRECUENCIA DE LA
TIPO DE VEHÍCULO ANTIGUEDAD
ITV