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¿Qué es un producto?

En el mundo de la economía y los negocios, un producto es el bien o servicio


obtenido al final de la cadena productiva, o sea, a partir de la transformación de
materias primas en bienes elaborados o en servicios que prestar. Todo a nuestro
alrededor ha sido producido de una manera u otra, natural o artificial, gracias a la
intervención humana. Incluso si esto último se limita a la recolección o la
extracción. Y por ese motivo, hoy en día, prácticamente todo es un producto,
equiparable a un bien.
En el circuito comercial, los productos son elaborados, distribuidos y finalmente
consumidos por las personas naturales y personas jurídicas que los necesiten, a
cambio del pago de su precio en dinero o crédito.
Para ello debe competir con los demás productos de otras empresas. Por eso, la
mercadotecnia o marketing se encarga de visibilizarlo, considerándolo uno de sus
“cuatro P” o aspectos fundamentales: producto, plaza, precio y promoción.
Ahora bien, los productos como tal pueden ser objetos de muy diversa naturaleza,
tangibles o intangibles, desde bienes, servicios, ideas, experiencias, eventos,
derechos de propiedad o acciones en una empresa, por citar apenas algunos
ejemplos.

Tipos de producto
Los productos pueden clasificarse en tangibles o intangibles, dependiendo de si
son cosas físicas o no. Por otro lado, según su finalidad o “situación de compra”,
se clasifican en:
Bienes de consumo. De usabilidad limitada, se consumen de manera rápida y
tienen vida corta, como alimentos, frutas, víveres, etc.
Servicios. Actividades, usos y beneficios que se consumen al momento mismo de
prestarse, como son el corte de cabello, las labores domésticas, las reparaciones
de electrodomésticos, etc.
Bienes de uso común. Aquellos productos que forman parte de la canasta habitual
y se consumen rápido, como son los textiles, zapatos, etc.
Bienes de emergencia. Productos que la ciudadanía consume en situaciones
extraordinarias, pero que normalmente están disponibles en caso de necesidad,
como son los extintores de incendios, repuestos de artefactos, etc.
Bienes durables. Productos con un ciclo de vida muy extenso, cuya necesidad de
reposición abarca años o incluso décadas.
Bienes de especialidad. Aquellos bienes dotados de características muy
particulares destinados a un mercado de consumo hiperespecífico, como los
insumos médicos, la tecnología militar, etc.

Principales propiedades mecánicas


Dentro de este campo existen multitud de propiedades que se pueden
medir. Algunas de las más comunes son las siguientes:
Resistencia. Se opone a la deformación o ruptura del material en presencia
de fuerzas o cargas externas.
Tenacidad. Es la capacidad de un material para absorber la energía y
deformarse plásticamente sin fracturarse.
Dureza. Es la capacidad para resistir el cambio de forma permanente
debido a la tensión externa.
Fragilidad. Indica la facilidad con la que se fractura un material cuando se
somete a una fuerza o carga.
Maleabilidad. La facilidad con la que un material se deforma bajo tensión de
compresión en forma de lámina.
Ductilidad. Es la deformación bajo tensión de un material. La mayoría de los
aceros comunes son bastante dúctiles y pueden soportar concentraciones locales
de tensión. En cambio, los materiales frágiles, como el vidrio, no pueden soportar
concentraciones de tensión porque carecen de ductilidad y se fracturan fácilmente.
Fluencia. La tendencia del material a moverse lentamente y a deformarse
permanentemente bajo la influencia de una tensión mecánica externa.
Resiliencia. Es la capacidad que posee el material de absorber la energía
cuando se deforma elásticamente aplicando una tensión y liberar la energía
cuando se elimina la tensión. La resiliencia probada se define como la energía
máxima que puede ser absorbida sin que se produzca una deformación
permanente.
Fatiga. Se trata del debilitamiento del material causado por la carga repetida
del mismo. Cuando un material se somete a cargas cíclicas y a cargas superiores
a un determinado valor umbral, pero muy por debajo de la resistencia del material,
límite de resistencia a la tracción o límite de fluencia, comienzan a formarse
grietas microscópicas en los límites del grano y en las interfaces. Finalmente, la
grieta alcanza un tamaño crítico. Esta grieta se propaga repentinamente y la
estructura se fractura.
Clasificación de las propiedades de los materiales
Los materiales poseen diferentes propiedades que los hacen únicos.
Conocerlas nos garantizará que seleccionemos los materiales con las propiedades
adecuadas para desarrollar un producto determinado. En este artículo veremos
qué y cuáles son las propiedades de los materiales que necesitamos conocer en la
industria.
¿Qué son las propiedades de los materiales?
Las propiedades son factores que influyen cualitativa o cuantitativamente en
la respuesta de un determinado material a la imposición de estímulos y
restricciones, por ejemplo, fuerzas, temperatura, etc. Del mismo modo, las
propiedades hacen que un material sea adecuado o inadecuado para un uso
industrial concreto. En otras palabras, cuando nos referimos a las propiedades de
un material, hablamos de características que podemos percibir, medir o probar.
Las propiedades mecánicas y físicas de los materiales vienen determinadas
por su composición química y su estructura interna, como el tamaño del grano o la
estructura cristalina. Sin embargo, estas propiedades pueden alterarse bajo
determinadas condiciones. Por ejemplo, los procesos de trabajo del metal y el
tratamiento térmico pueden modificar los materiales y sus propiedades físicas
como la densidad y la conductividad eléctrica. Esto resulta realmente útil, ya que
las nuevas propiedades pueden ser más adecuadas para ciertas aplicaciones.
En ese sentido, expertos en materiales, como los que contamos en Infinitia
Research, dispondrán del conocimiento necesario para seleccionar las materias
primas y aplicar técnicas de caracterización de materiales. Como veremos a
continuación, existen diferentes tipos de propiedades que proporcionan
características específicas a la materia.

Tipos de propiedades de los materiales de ingeniería


Propiedades físicas de los materiales
Son aquellas que se pueden observar sin que cambie la composición del
material. Por ejemplo, algunas de las propiedades físicas más importantes de los
metales son la densidad, el color, el tamaño y la forma, el peso específico del
material y la porosidad entre otras.
Propiedades químicas de los materiales
Producen cambios en la composición química del material porque
interactúan con otras sustancias. Se trata de una tipología muy interesante en
innovación, puesto que la mayoría de los materiales, cuando entran en contacto
con otras sustancias, pueden reaccionar creando nuevos materiales. Del mismo
modo, se puede utilizar en ingeniería forense para descubrir el deterioro y
envejecimiento del material por reacción química con el entorno.

Clasificación de los materiales


Existen muchas formas de clasificar los materiales:
 Según su naturaleza u origen. Así, los materiales se pueden clasificar en
materiales naturales, artificiales y sintéticos, dependiendo de si se
encuentran directamente en el medio natural (el algodón, el petróleo, la
madera, etc.), de si se obtienen a partir de varios materiales naturales (el
hormigón, el acero, etc.), o de si son creados por el hombre a partir de
materiales artificiales y de reacciones químicas (los plásticos, etc.).

 Según su aplicación. Según si van destinados a aplicaciones sanitarias, en


energía, en micro-eletrónica, en aplicaciones de aeronautica, etc.

 Según su composición. Los materiales se pueden clasificar en homogéneos


y heterogéneos, metálicos y no metálicos, inorgánicos y orgánicos, etc.

 Según sus propiedades físico-químicas. Se diferencian así materiales


rígidos y flexibles, tenaces y frágiles, conductores y aislantes, reciclables y
no reciclables, etc.
Sin embargo, y desde el punto de vista industrial, los materiales se
clasifican generalmente en cinco grupos (metales, cerámicos, polímeros,
semiconductores y materiales compuestos), de manera que los materiales de cada
uno de estos grupos poseen estructuras y propiedades que los diferencian.

Metálicos.
Los materiales metálicos son sustancias inorgánicas que están compuestas
de uno o más elementos metálicos, los cuales se obtienen por procesado de
minerales con compuestos metálicos, presentes en la Naturaleza. Los materiales
metálicos están compuestos por elementos metálicos como son el hierro, aluminio,
magnesio, cobre, etc.
Aunque en ocasiones se utilizan los metales puros, las aleaciones metálicas
proporcionan mejoras en alguna propiedad particularmente deseable o permiten
una mejor combinación de propiedades. Además, pueden contener también otros
elementos no metálicos en su composición, bien como impurezas o con el fin de
mejorar las características de las aleaciones.
Estos materiales, a pesar de presentar características específicas,
presentan una serie de propiedades físicas generales que los identifican:
 buena conductividad eléctrica y térmica,
 resistencia relativamente alta hasta media temperatura,
 alta rigidez,
 alta densidad,
 alta tenacidad, ductilidad y deformabilidad en general,
 buena resistencia al impacto.
A temperatura ambiente, los metales se presentan en estado solido, con un
brillo característico.
Los materiales metálicos se clasifican en:
 Materiales metálicos ferrosos: el componente principal es el hierro.
 Hierro.
 Aceros.
 Fundiciones.
 Ferroaleaciones.
 Aleaciones férreas especiales.
 Conglomerados férreos.
Materiales metálicos no ferrosos: se obtienen de otros metales que no es el
hierro.
 Aluminio y aleaciones.
 Cobre y aleaciones.
 Magnesio y aleaciones.
 Níquel y aleaciones.
 Titanio y aleaciones.
 Aleaciones de Zinc, plomo y estaño.

Cerámicos.
Los materiales cerámicos son aquellos materiales químicamente definidos
como inorgánicos y no metálicos (compuestos por elementos metálicos y no
metálicos), obtenidos por compactación de un polvo en la forma deseada para su
uso, y consolidación de esa geometría mediante un proceso de cocción a alta
temperatura, denominado sinterización.
Los cerámicos son compuestos inorgánicos de elementos metálicos y no
metálicos; dado el elevado número de combinaciones posibles de elementos
existe una gran variedad de cerámicos, con una amplia gama de propiedades y
disponibles para una amplia gama de aplicaciones.
No obstante, los materiales cerámicos, generalmente, son duros, frágiles,
de alto punto de fusión, de baja conductividad térmica y eléctrica, con una cierta
estabilidad química y térmica, y alta resistencia a la compresión.
Desde el punto de vista químico, sus átomos se unen mediante enlaces
iónicos y covalentes, estos enlaces son más fuertes que los metálicos, por lo tanto
son materiales con mayor dureza, resistencia eléctrica y térmica.
Además, poseen:
 baja conductividad eléctrica y térmica,
 gran resistencia mecánica al rozamiento, al desgaste y a la cizalladura,
 resistencia a las altas temperaturas,
 mantenimiento de propiedades mecánicas a altas temperaturas,
 gran estabilidad química y resistencia a la corrosión,
 amplia gama de cualidades eléctricas,
 alta dureza, fragilidad, e indeformabilidad en general,
 densidad media - baja (varía según el grado de compacidad o porosidad del
material),
 buenas propiedades ópticas.
En general, los materiales cerámicos se suelen dividir en estos dos grandes
grupos:
 cerámicos tradicionales: son los ladrillos y tejas utilizados en la industria de
la construcción y las porcelanas eléctricas de uso en la industria eléctrica.

 cerámicos avanzados o industriales: constituidas por compuestos puros o


casi puros (óxido de aluminio, carburo de silicio, nitruro de silicio, etc.),
proporcionan alta resistencia a temperaturas extremadamente altas, bajo
peso, alta dureza y alta resistencia a la corrosión. Se emplean para
componentes para turbinas, para automóviles, para usos aeroespaciales,
intercambiadores de calor, prótesis, herramientas de corte, etc.

Compuestos.
Se denomina material compuesto a todo material combinado a partir de una
unión (no química) de dos o más componentes que da lugar a una combinación de
propiedades específicas que no es posible de obtener en los materiales originales.
A menudo la tecnología actual exige materiales con elevados
requerimientos, como por ejemplo, materiales con propiedades mecánicas y
térmicas elevadas y densidades mínimas, o materiales de elevada dureza y
también elevada tenacidad; en estos casos, se recurre a los materiales
compuestos, denominándose como tal los materiales formados por dos o más
componentes que manteniendo su identidad bien diferenciada a nivel
microscópico, dan lugar a un material macroscópicamente homogéneo.
En cualquier material compuesto se diferencian la matriz (o fase matriz),
que es el elemento más abundante y cuyas propiedades hay que potenciar, y el
refuerzo (agente reforzante), siendo éste el elemento que está en menor
proporción y el que potencia.

Las características que definen a los materiales compuestos son:


 Deben estar formados por dos (o más) materiales distintos y separables
mecánicamente. Los componentes de un material compuesto no deben
disolverse ni fusionarse completamente unos con otros.

 Deben poder fabricarse por medio de la mezcla de aquellos, de manera que


la dispersión de uno en otro se pueda efectuar de manera controlada.

 Deben dar lugar a una combinación de propiedades que sea superior a las
de sus componentes por separado (efecto sinérgico).

 Detalle de carrocería de fórmula 1, fabricada en resina epoxy reforzada con


fibra de carbono.
La selección de una u otra matriz depende de los requerimientos de la
aplicación, diferenciándose en función del tipo de matriz, diferentes tipos de
materiales compuestos:
 Compuestos de matriz polimérica. Se combinan (como refuerzo) con fibras
de vidrio, de carbono...y son los de mayor importancia tecnológica.

 Compuestos de matriz metálica. Aluminio y partículas de SiC, titanio con


SiC,...para aplicaciones donde se requiere alta rigidez, resistencia y módulo
específico, asimismo, los materiales para corte de metales son compuestos
de matriz metálica con refuerzos cerámicos. También se utilizan en el
sector eléctrico y electrónico, para obtener materiales con una máxima
transferencia de calor, combinada con una mínima distorsión térmica.
 Compuestos de matriz cerámica. Se suelen utilizar como materiales con
resistencia a elevadas temperaturas normalmente con matriz de alúmina
(Al2O3) o carburo de silicio (SiC), reforzado con fibras metálicas, fibra de
carbono o fibras cerámicas.
El campo de aplicación de estos materiales es amplísimo, con materiales
compuestos podemos producir materiales ligeros, fuertes, dúctiles, resistentes a
altas temperaturas, o bien, podemos producir herramientas de corte duras y a la
vez resistentes al impacto, que de otra manera se harían añicos, etc. Los
vehículos aéreos y aeroespaciales modernos por ejemplo, dependen de manera
importante de materiales compuestos como los polímeros reforzados de fibra de
carbono.
Otros ejemplos de materiales compuestos sintéticos son el hormigón (grava,
arena y cemento), el hormigón armado (hormigón con refuerzos estructurales
metálicos), la madera contrachapada, la fibra de vidrio (plástico reforzado con
vidrio), etc.

Semiconductores.
Los semiconductores son materiales cuya conductividad eléctrica puede ser
controlada, de manera que pueden comportarse como conductores o como
aislantes.
La resistencia al paso de la corriente de los semiconductores depende de
diversos factores como la temperatura, la presión, el campo eléctrico o magnético,
el grado de iluminación que se aplica, etc. en cualquiera de los casos, se trata de
un aporte de energía.
Es decir, los semiconductores puros, como silicio y germanio, tienen
conductividades similares a los aislantes, pero mediante una aportación de
energía pueden adquirir un comportamiento conductor. Lo que se hace es
añadirles pequeñas cantidades de otros elementos, y así, el material
semiconductor presenta una conductividad controlable eléctricamente. A esta
modificación de los semiconductores puros, se le denomina dopado, y a los
átomos que se introducen se les llama dopantes; y cuanto mayor sea el número
de esos dopantes, más conductividad tendrá el semiconductor final.
Así por ejemplo, en el germanio, como en todos los semiconductores puros,
a temperaturas muy bajas la conductividad es prácticamente nula, y aumenta
considerablemente al aumentar la temperatura. De igual manera, cuando se
ilumina un semiconductor con una radiación luminosa de energía variable, su
conductividad varía. En cualquiera de los casos, al iluminar o aumentar la
temperatura del material, en realidad se aporta energía.
El material semiconductor más utilizado es el Silicio (Si), seguido del
Germanio (Ge). El silicio tiene buenas propiedades mecánicas y eléctricas (que se
pueden modificar y mejorar y está presente en la arena por lo que se encuentra
con abundancia en la naturaleza. La aplicación tecnológica más importante de los
semiconductores son los transistores, y en general resultan esenciales para
aplicaciones electrónicas, de computadoras y de comunicaciones.
Asimismo, los semiconductores son componentes esenciales en sistemas
de fibras ópticas; la información se transmite por luz a través de sistemas de fibras
ópticas, y los semiconductores, convierten las señales eléctricas en luz y
viceversa.

Polímeros.
Los polímeros son producidos mediante un proceso de polimerización; bajo
la acción de la presión y una temperatura adecuada, miles de pequeñas moléculas
orgánicas denominadas monómeros (o meros) reaccionan formando largas
cadenas moleculares, es decir, las macromoléculas.
Las moléculas orgánicas son sustancias químicas que contienen carbono e
hidrógeno, y también pueden contener otros elementos como: oxígeno, nitrógeno,
azufre, fósforo, boro, etc.
Los polímeros se utilizan prácticamente en todos los sectores industriales
por su versatilidad, facilidad de fabricación, bajo coste, resistencia a los factores
ambientales, etc.
Los polímeros pueden ser naturales, como el algodón, formado por fibras
de celulosas (presente en la madera y en los tallos de muchas plantas), la seda,
que es una poliamida semejante al nylon, la lana, proteína del pelo de las ovejas,
o el hule, proveniente de los árboles.
Sin embargo, hay que precisar que la mayor parte los polímeros
comerciales son materiales sintéticos (lo que se conoce como plásticos), con
propiedades y aplicaciones variadas, producidos por síntesis directa de productos
extraídos del petróleo, gas natural, carbón o de otras materias minerales, algunos
ejemplos son el polietileno, poliéster, nylon, plásticos, hule (también puede ser
sintético), muchos tipos de adhesivos, etc.
En los últimos años, la industria química viene desarrollando polímeros con
grandes diferencias de composición y estructura, que les confieren características
diferentes y variadísimas aplicaciones. Sin embargo, los polímeros clásicos
poseen una serie de características comunes que los diferencian claramente del
resto de materiales analizados:
 baja densidad: su densidad es varias veces inferior a la de otros
materiales a los que sustituyen en algunas aplicaciones, como es el
caso del aluminio o del acero, lo que supone una ventaja en el
diseño de piezas en las que el peso es una limitación, a la vez que
permite que sean materiales fáciles de manejar.

 mala conductividad eléctrica y térmica: presentan por ejemplo,


conductividades térmicas 2000 veces inferiores a las de los metales
(debido a la ausencia de electrones libres en los polímeros), y ello los
convierte en muy buenos aislantes térmicos. También son malos
conductores de electricidad, aunque la resistencia eléctrica es
función de la temperatura, y a elevadas temperaturas conducen
mejor. De ahí que los polímeros se utilicen también como aislantes
eléctricos en conectores, interruptores, relés, bobinas, circuitos
integrados y componentes de ordenadores.

 baja resistencia a las altas temperaturas.

 resistencia a la humedad, a los agentes químicos, y a la corrosión en


general.

 reducida resistencia mecánica.

 fragilidad, en algunos casos, y ductilidad y plasticidad, en otros.

 elaboración rápida, sencilla y de bajo coste: la utilización de los


polímeros en el diseño mecánico permite la eliminación de muchas
operaciones finales, simplificaciones de montaje, de ruido y en
algunos casos incluso se elimina la necesidad de lubricación de
ciertos componentes, además de, como ya se ha comentado,
reducción de peso. Son cada vez más utilizados en automoción.
En cuanto a sus propiedades ópticas, los plásticos que no contienen
aditivos son por lo general bastante traslúcidos, aunque esta propiedad está
influenciada por la cristalinidad del material: los polímeros amorfos son
transparentes, y los cristalinos son opacos. Hay termoplásticos amorfos, como el
PVC que presentan una transparencia muy similar a la del propio vidrio.
Los polímeros pueden clasificarse según diferentes criterios, bien sea por
su origen (naturales, sintéticos, semisintéticos), por la reacción de polimerización
(por adición, por condensación), por su estructura (lineales, ramificados,
entrecruzados, reticulados), composición química (homopolímeros, hetero-
polímeros), por sus aplicaciones, o por su comportamiento frente al calor. Según
este último criterio, se diferencian los termoplásticos, los termoestables y los
elastómeros, cuyas principales características analizarás en los apartados que
siguen.

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