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CICLO : X CICLO.
PUCALLPA – PERÚ
2023
ÍNDICE
ÍNDICE...............................................................................................................2
INTRODUCCIÓN...............................................................................................3
Economía Política: El concepto......................................................................4
Apertura comercial :
. Objetivos e instrumentos de la política económica de Estado
.Estabilidad macroeconómica :
CONCLUSIONES............................................................................................10
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS................................................................11
Introducción:
Este capítulo pretende ser solo una breve introducción a la Economía Política. Para
ello, el capítulo se propone dos objetivos. Primero, contextualizar históricamente el
significado del concepto “economía política” y, con ello, analizar cómo éste ha variado
a lo largo del tiempo. Segundo, reflexionar sobre el solapamiento que existe entre
economía y política, una preocupación constante entre los investigadores de ambas
disciplinas. El capítulo está estructurado de la siguiente forma. En primer lugar, se
presenta un bosquejo de la división que surge en el siglo XVI entre política y economía,
y cómo dicha división sienta las bases de lo que hoy se entiende por economía política.
En segundo lugar, el capítulo introduce tres temáticas comunes entre los economistas
políticos: una primera, de naturaleza normativa, que indaga sobre el rol del Estado y
sus límites en la esfera económica, haciendo hincapié en las teorías liberales y en sus
contradictores. Una segunda temática, de carácter positivo, indaga.
sobre los efectos que tiene el desarrollo económico sobre la legitimidad, la disidencia
política y la democracia. Finalmente, se aborda un último punto que se enmarca
dentro de la epistemología de la ciencia política, particularmente la influencia que
tienen las teorías económicas de la elección racional en el entendimiento del campo
electoral. Este capítulo deja de lado un gran abanico de cuestiones importantes que
suelen abordarse en los cursos de economía política, entre ellas las ideas más
emblemáticas de autores como Adam Smith, David Ricardo, Karl Marx y John Maynard
Keynes, así como también temas de gran interés entre los economistas políticos como
lo son las teorías políticas de la desigualdad, del comercio exterior, de las finanzas
públicas y de la tributación, y de las transiciones entre modos de producción, entre
otros. Con todo, este capítulo aspira únicamente a dejar abierto el interés del lector
por la Economía Política y conocer el lugar que ésta ha alcanzado dentro de las ciencias
sociales.
1. ECONOMÍA POLÍTICA : EL CONCEPTO
Desde sus comienzos, la Economía Política es concebida como la disciplina cuyo objeto
de estudio es la administración y gestión de los recursos con el fin de que quienes
gobiernen dirijan con éxito, sujetos a una estructura institucional, políticas para el
bienestar y el enriquecimiento de la población, una concepción muy cercana a la de
Adam Smith (1994), así como de autores más contemporáneos como John Reitz
(2012). Esta demarcación conceptual tiene una explicación histórica, ya que no solo es
el resultado del cambio conceptual que se da en el siglo XVI de las palabras política y
economía, particularmente con las obras de Nicolás Maquiavelo (2009) y François
Quesnay (2018), respectivamente, sino también de la cada vez más difusa división
existente entre ambos significados debido a la mayor expansión del Estado.
En el siglo XVI, la política designa las acciones comandadas por el soberano para
prevalecer la seguridad estatal. La economía, por su parte, se concibe como el
conjunto de acciones humanas, cuya interacción conduce, sorpresivamente, a leyes
sociales que aseguran el bienestar material de la población. Así, los conceptos de
política como de economía se distancian sustancialmente de las palabras griegas de
Politeia: la organización de la polis que se sostiene gracias a la igualdad de derechos de
los ciudadanos, y de Oikos: la administración de la familia. Debido a esta nueva
distinción, filósofos liberales establecen así una diferencia radical entre las acciones
políticas, aquellas que se ejercen en las prácticas del gobierno y del Estado, y las
acciones económicas, ejercidas por la sociedad civil esencialmente a través del
mercado.
El Estado, de hecho, penetra de lleno en la esfera económica, primero con la
expansión de los impuestos y segundo interviniendo en los procesos asociados al
bienestar de la población. El entendimiento de la relación existente entre las leyes de
la economía, una esfera considerada como social y pre-política, y la práctica del
gobierno será, en esencia, lo que constituirá el objetivo de la economía política. De ahí
la importancia de que quienes gobiernen se instruya en su conocimiento. Así, Adam
Smith (1994) escribe: La economía política, considerada como una rama de la ciencia
de un hombre de Estado o legislador, se propone dos objetivos claramente definidos;
el primero, suministrar un amplio ingreso o subsistencia para la población o, más
propiamente, habilitarla para que provea a tal ingreso o subsistencia por su propia
cuenta; y el segundo, proveer al Estado o nación de una renta suficiente para el
servicio público. De esta manera, su propósito es enriquecer tanto a la población como
al soberano (énfasis añadido en cursivas).
El desarrollo del capitalismo como modo de producción se presentaba como la mejor
opción no solo para alcanzar el tan anhelado bienestar social, sino también como
medio de poder dentro de la geopolítica mundial. Ese proceso histórico, sus causas y
consecuencias, fue un punto de encuentro entre las primeras obras de los economistas
políticos, así como también de sus más férreos críticos.
- Fines internos:
- Fines externos:
Objetivos generales
Concreción de los fines de carácter más general porque implican una especificación y
cuantificación de las metas concretas a lograr para mejorar el bienestar. Generalmente
se distinguen entre dos grupos: económicos y de carácter social.
• Tener una visión integral que defina con precisión las necesidades básicas de la sociedad y
establezca programas concretos para atender dichas necesidades de la manera más adecuada,
unificando criterios y articulando las tareas de las distintas dependencias e instituciones
gubernamentales.
• Que impulse el desarrollo autosuficiente de la sociedad, para evitar que se cree una
dependencia permanente de la ayuda gubernamental.
• Que sea federalista, es decir, que sea respetuosa de la soberanía estatal y la autonomía
municipal, mediante la ejecución descentralizada de los programas.
Ante estas circunstancias, a partir de 1985 se fue configurando gradualmente una nueva
estrategia de desarrollo económico que, si bien se inscribe en una tendencia mundial de la cual
México no puede sustraerse, fue producto fundamentalmente de una motivación interna y su
configuración no ha sido ni voluntariosa ni dogmática, sino que ha surgido de las propias
experiencias del país.
El financiamiento de un déficit fiscal , por definición, implica transferir ahorro privado para
sufragar el gasto público; de ahí que el déficit público se traduzca en una limitación para el
consumo y la inversión privados. La emisión de deuda pública presiona las tasas de interés y
hace más atractiva la compra de títulos que la inversión en el sector productivo.
6. DEUDA PÚBLICA
El objetivo de la política de deuda pública ha sido, en el corto plazo, disminuir el monto de los
recursos fiscales destinados a su servicio y, en el mediano plazo, inducir un nivel de deuda
como proporción del PIB congruente con la capacidad de pago y la generación de divisas del
país. Para conseguir lo anterior, la contratación de la deuda se ha realizado en los términos
más favorables posibles, tanto de costo como de plazo. Es importante alcanzar un equilibrio
adecuado entre la deuda colocada en el mercado nacional y la deuda externa.
Con respecto a esta última, se ha procurado diversificar su composición por divisas, buscar los
menores márgenes y extender los plazos de vencimiento. Estos elementos contribuyen a una
mejor programación del presupuesto y, en consecuencia, dan certidumbre a los participantes
en el mercado financiero respecto de los requerimientos del sector público. Un adecuado
manejo de la deuda pública coadyuva a la estabilidad del entorno macroeconómico.
7. APERTURA COMERCIAL:
El proceso de apertura de la economía mexicana al comercio y la inversión externos ha tenido
como objetivo permitir a México explotar sus ventajas competitivas y, de este modo,
integrarse a la economía internacional desde una posición sólida. La apertura, además de
haberse constituido en un poderoso estímulo para elevar la eficiencia, ha propiciado que un
porcentaje cada vez mayor de la producción se destine al mercado externo y sirva de acicate
para la generación de empleo
Promover el empleo digno y bien remunerado. Sólo mediante el empleo se puede avanzar
hacia una distribución más equitativa del ingreso. Más aún, sólo con empleo en e l sector
formal la población ti ene acceso a los beneficios de la seguridad social.
ii) Promoverla superación de la pobreza extrema. Para las familias que sobreviven en
condiciones de marginación, el Estado deberá ofrecer opciones que les permitan asegurar un
nivel mínimo de bienestar a la vez que obtener, mediante la educación y la capacitación, los
elementos para incorporarse al mercado de trabajo formal.
A continuación se hace una síntesis de los factores que conformarían cada uno de los ante ri
ores lineamientos.
9. ESTABILIDAD MACROECONÓMICA :
La estabilidad macroeconómica no constituye un fin en sí mismo. Representa un poderoso e
indispensable instrumento para infundir confianza; la necesidad de dirigir los esfuerzos de la
sociedad hacia la ampliación de la capacidad productiva obliga a las autoridades a procurar un
marco de estabilidad en el nivel de precios, en la tasa de expansión económica y en las cuentas
con el exterior. La estabilidad macroeconómica es resultado de un manejo adecuado,
congruente y perseverante de las políticas fiscal y monetaria .
Por el contrario, un consenso sobre este tema ayuda a legitimar el nivel, la composición y la
tendencia del gasto público y de la carga tributaria necesaria para el adecuado funcionamiento
del Estado. A pesar de que durante la última década se ha realizado un esfuerzo serio para
fortalecer las finan zas públicas, los problemas fiscales no se han resuelto del todo. La severa
reducción de los precios internacionales del petróleo durante 1998 puso en evidencia la
vulnerabilidad de la actual estructura de los ingresos tributarios, por lo que será necesario
avanzar en una reforma fiscal integral. Por otra parte, habrá que dar continuidad a los
programas apoyados con recursos públicos, sean éstos proyectos de inversión o de gasto
corriente, así como definir sus fuentes de financiamiento, ya que no es deseable que queden
sujetos a circunstancias coyunturales. Temas como la reconducción presupuestaria y la
ampliación del período de análisis de las propuestas que somete el poder ejecutivo al
legislativo son fundamentales.
Los avances en los próximos años en el ámbito tributario deberán privilegiar los siguientes
objetivos:
i) Fortalecer los ingresos fiscales en sus componentes menos volátiles, es decir, los tributarios.
No cabe duda de que la principal aportación del sistema tributario a la estabilidad y eficiencia
de la economía es su capacidad para generar un nivel adecuado de recursos estables y
permanentes que permitan al Estado desarrollar y planear sus tareas básicas, como son la
educación, la seguridad pública, la salud y el desarrollo de infraestructura básica.
ii) Aumentar la eficiencia del sistema tributario. Todo sistema trihutario debe buscar que la
forma de obtener recursos interfiera lo menos posible con el correcto funcionamiento de las
actividades económicas, tanto de los particulares como de las empresas. En este sentido se
debe guardar un equilibrio con los objetivos de simplificación y de control.
iii) Avanzar hacia una estructura impositiva que propicie un mayor ahorro e inversión. Un
sistema impositivo equilibrado debe contar con gravámenes tanto al consumo como al
ingreso.
iv) Fortalecer la equidad tributaria. Existen di versos instrumentos de política fiscal para incidir
en la distribución del ingreso.
Con base en nuestras experiencias y con el apoyo de los valores que nos definen como nación
y que se han decantado a lo largo de nuestra historia, podremos dotar al país de un sentido de
futuro en su economía, de una política económica de conciliación y promoción de los grandes
intereses nacional es.
Resta trabajar intensamente en un ejercicio democrático de diálogo para discutir sin prejuicios,
sin dogmas ni rigideces intelectuales, los lineamientos de una política económica de esa
naturaleza. A pesar de los desafío s que entraña esta tarea, debemos persistir, ya que ésta será
la vía para consolidar e l progreso con justicia social que reclama e l país.