Está en la página 1de 2

Durante la Revolución Industrial en Inglaterra, el cambio tecnológico fue un factor clave en la

aceleración del proceso de innovación. La Revolución Industrial consistió en la combinación de dos


factores: los inventos y la iniciativa de los empresarios para adoptarlos. La invención se refiere al
descubrimiento o acceso al conocimiento teórico o práctico que hace posible un cambio en los
métodos de producción, mientras que la innovación se refiere a la aplicación de este nuevo
conocimiento o el uso de nuevas máquinas en la actividad económica práctica, lo que multiplica la
posibilidad de producción.

La Gran Bretaña del siglo XVIII desarrolló mucho más la actividad inventiva que cualquier otro país
del continente europeo, y se patentaron la mayor parte de las máquinas que revolucionaron la
industria y el transporte. Muchos inventos fueron llevados a cabo por artesanos habilidosos o
técnicos sin formación científica o universitaria. En muchos casos, los inventos respondieron a la
necesidad de resolver problemas muy concretos o consistieron en mejoras a máquinas ya
existentes. La innovación tecnológica es un proceso acumulativo, y hubo dos sectores que
experimentaron los primeros cambios revolucionarios en la tecnología y la organización
económica: la industria del algodón y la industria del hierro.

La industria del algodón pasó en pocas décadas de tener un papel insignificante a ser la principal
actividad industrial, y fue el primer sector que utilizó máquinas en gran escala. Era necesario que
se conjugaran diversos factores para que tuviera lugar la Revolución Industrial: por un lado, eran
necesarias máquinas que no solo sustituyeran al trabajo manual, sino que impusieran la
concentración de la producción en las fábricas, y por el otro, era imprescindible una gran industria
que produjese una mercancía sujeta a una demanda amplia y elástica, en la que la mecanización
de cualquiera de sus procesos de manufactura creara fuertes tensiones en los otros y en la que el
efecto de las mejoras introducidas repercutiera en toda la economía. La industria del algodón
presentaba una serie de ventajas desde el punto de vista tecnológico: se prestaba mejor que la
lana a la mecanización, tenía un mercado de consumo más amplio, por la diversidad de usos que
se le daba y por ser adecuada para todo tipo de clima, y la elasticidad de la oferta de materia
prima era mayor que la de la lana.

Los inventos dieron lugar a una secuencia de desafíos y respuestas, en la que la aceleración de una
fase del proceso de industrialización llevaba a la necesidad de innovar en las otras fases. La
primera gran innovación tuvo lugar en el tejido, con la invención de la lanzadera volante de John
Kay en la década de 1730. También simplificaba el tejido de telas anchas, para el que
anteriormente se necesitaban dos tejedores por cada telar. Para satisfacer la creciente demanda
de hilado, se inventaron los primeros modelos de hiladoras mecánicas, entre los que se destacó la
jenny, patentada por James Hargreaves en 1770. La jenny multiplicó la cantidad de hilado que
podía ...tuvo lugar en 1769, cuando RICHARD ARKWRIGHT patentó el primer telar hidráulico,
conocido como "water frame". Este telar permitía tejer más rápidamente y con mayor precisión
que los telares manuales, y podía ser accionado por la energía del agua, lo que lo hacía más
eficiente que los telares accionados manualmente. Además, el "water frame" podía tejer hilos más
finos, lo que permitió la producción de telas más suaves y resistentes. La invención de este telar
hidráulico fue un gran paso adelante en la mecanización de la industria textil, y supuso el inicio de
la producción en masa de telas de algodón.

La innovación en la industria del hierro también fue un factor clave en la Revolución Industrial.
Durante mucho tiempo, la producción de hierro se había basado en la fundición de hierro colado
en pequeñas fraguas. Sin embargo, en el siglo xviii se produjo una serie de innovaciones que
permitieron mejorar la calidad del hierro y reducir los costos de producción. En 1709, ABRAHAM
DARBY desarrolló un proceso para producir hierro fundido en grandes cantidades utilizando coque
en lugar de carbón vegetal. Este proceso, conocido como "proceso de coque", permitió producir
hierro de mejor calidad y a un menor costo. Posteriormente, en 1784, HENRY CORT patentó un
proceso para producir hierro forjado en grandes cantidades, conocido como "proceso de
pudelado". Este proceso permitió producir hierro forjado de mayor calidad y a un menor costo, lo
que impulsó el desarrollo de nuevas aplicaciones para el hierro, como la construcción de puentes y
barcos de hierro.

En resumen, la Revolución Industrial en Inglaterra fue impulsada por una fuerte aceleración del
proceso de innovación tecnológica, que se combinó con la iniciativa empresarial para adoptar y
aplicar las nuevas tecnologías. La industria textil, en particular la producción de algodón, y la
industria del hierro fueron los sectores que experimentaron los primeros cambios revolucionarios
en la tecnología y en la organización económica. La mecanización de la producción de telas de
algodón fue posible gracias a la invención de máquinas como la lanzadera volante, la jenny y el
telar hidráulico. En la industria del hierro, la invención del proceso de coque y el proceso de
pudelado permitieron producir hierro de mejor calidad y a menor costo, lo que impulsó el
desarrollo de nuevas aplicaciones para el hierro. Estos avances tecnológicos fueron clave para el
desarrollo de la economía industrial y para el posterior crecimiento económico en el mundo
occidental.

Mas resumido:

Durante la Revolución Industrial en Inglaterra, la innovación tecnológica y la iniciativa empresarial


fueron los principales impulsores del cambio en los métodos de producción. Los inventos y la
aplicación de nuevas máquinas en la actividad económica multiplicaron la posibilidad de
producción. La industria textil, especialmente la del algodón, fue el primer sector que utilizó
máquinas en gran escala y experimentó los primeros cambios revolucionarios en la tecnología y la
organización económica. La innovación en la industria del hierro también fue un factor clave en la
Revolución Industrial, con el desarrollo de nuevos procesos que mejoraron la calidad del hierro y
redujeron los costos de producción. La innovación tecnológica es un proceso acumulativo, en el
que los inventos dieron lugar a una secuencia de desafíos y respuestas, en la que la aceleración de
una fase del proceso de industrialización llevaba a la necesidad de innovar en las otras fases.

También podría gustarte