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UNIVERSIDAD RAFAEL LANDÍVAR

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES

“RÉGIMEN JURÍDICO APLICABLE A LOS ADOLESCENTES EN CONFLICTO CON LA


LEY PENAL, CON RELACIÓN AL DERECHO COMPARADO”

TESIS

LUIS FELIPE TELLO RAMÍREZ

CARNÉ 10053-03

GUATEMALA, MARZO DE 2012

CAMPUS CENTRAL
UNIVERSIDAD RAFAEL LANDIVAR

FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y SOCIALES

“REGIMEN JURIDICO APLICABLE A LOS ADOLESCENTES EN CONFLICTO CON LA


LEY PENAL, CON RELACION AL DERECHO COMPARADO”

TESIS

Presentada al Consejo de Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad


Rafael Landívar por:

LUIS FELIPE TELLO RAMIREZ

CARNE: 10053-03

Al conferirle el grado académico de:

LICENCIADO EN CIENCIAS JURIDICAS Y SOCIALES

Y los títulos profesionales de:

ABOGADO Y NOTARIO

GUATEMALA, MARZO DE 2012

CAMPUS CENTRAL
RESUMEN

El trabajo de investigación Tesis, se desarrolla con el objetivo general de comparar el


Proceso para Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal instituido en el Decreto 27-2003,
Ley de protección Integral de la Niñez y Adolescencia, en cuanto a sus principios, etapas de
desarrollo, plazos y estructura, a través de la utilización del Derecho Comparado en contra
posición a la legislación del mismo tema que se encuentra a la vanguardia, como lo es la
legislación de Colombia y Costa Rica.

Se desarrolla haciendo mención general de temas que dan origen a dicha rama del
Derecho, sus antecedentes, fuentes de derecho, así como teorías que lo ubican como parte
del derecho público y jurisdicción privativa. Explicando cada uno de los Procesos instituidos
para Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal, de cada uno de los cuerpos legales y
comparando las disposiciones en cada fase del Proceso en concreto.

Obteniendo con ello, en similitud de condiciones entre los países estudiados, sí las
disposiciones de la Ley en Guatemala atiende la trasgresión a la ley penal según el carácter
especialísimo y proteccionista del Derecho de la Niñez y Adolescencia, e identificar puntos
necesarios a implementar para mejorar las disposiciones que atienden el Sistema de
Justicia para Adolescentes en Guatemala.
INDICE
REGIMEN JURÍRIDICO APLICABLE A LOS ADOLESCENTES EN CONFLICTO CON LA
LEY PENAL, CON RELACIÓN AL DERECHO COMPARADO

INTRODUCCIÓN ......................................................................................................................6
CAPITULO 1 ............................................................................................................................8
DERECHO DE LA NIÑEZ Y ADOLESCENCIA .......................................................................8
1.1 Evolución Histórica ............................................................................................................................... 8
1.2 Naturaleza Jurídica y Carácter Jurídico ............................................................................................ 19
1.2.1 Principios que Atienden el Derecho de la Niñez y Adolescencia en Guatemala ................... 21
1.2.2 Principios que Atienden lo Relacionado al Adolescente Transgresor de la Ley Penal ......... 23
1.2.3 Principios Rectores establecidos en la Ley de Protección Integral de la Niñez y
Adolescencia ......................................................................................................................................... 24
1.3 Definición del Derecho de la Niñez y Adolescencia ........................................................................ 29
1.4 Fuentes del Derecho de la Niñez y Adolescencia ........................................................................... 34
1.5 Fuentes Históricas del Derecho de la Niñez y Adolescencia en el Mundo, y en Guatemala ..... 38
1.6 Fuentes Reales o Materiales del Derecho de la Niñez y Adolescencia......................................... 49
1.7 Fuentes Formales del Derecho de la Niñez y Adolescencia .......................................................... 51
1.8 Contenido del Derecho de la Niñez y Adolescencia ........................................................................ 51
1.8.1 Conducta Trasgresora ................................................................................................................. 52
1.8.2 Situación de Peligro ..................................................................................................................... 54
1.8.3 Problemas de Conducta .............................................................................................................. 55
1.8.4 Abandono Material....................................................................................................................... 56
1.8.5 Abandono Moral o Riesgo Moral ................................................................................................ 56
1.9 Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal .................................................................................... 57
CAPITULO 2 ..........................................................................................................................59
LEGISLACIÓN ATENIENTE A LA PROTECCIÓN DEL NIÑO O NIÑA Y ADOLESCENTE
EN GUATEMALA, COLOMBIA Y COSTA RICA ...................................................................59
2.1 Estructura y Principios del Proceso para Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal en
Guatemala ................................................................................................................................................. 59
2.1.1 En Caso Que el Asunto sea Competencia de Juez de Paz ..................................................... 61
2.1.2 En Caso que el Asunto sea Competencia de Juez de Primera Instancia .............................. 61
2.1.3 Recursos como Medios de Impugnación en el Proceso de Adolescentes en Conflicto con la
Ley Penal ............................................................................................................................................... 73
2.2 Estructura y Principios del Proceso para Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal en Costa
Rica ............................................................................................................................................................ 76
2.3 Estructura y Principios del Proceso para Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal en
Colombia .................................................................................................................................................. 109
CAPITULO FINAL ................................................................................................................ 127
PRESENTACION, ANALISIS Y DISCUSIÓN DE RESULTADOS ....................................... 127
3.1 Análisis Comparativo entre la Legislación de Guatemala, Colombia y Costa Rica,
Relativa al Tema de Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal .................................. 127
3.1 .1 Presentación y Análisis Comparativo de Resultados entre la Ley de Colombia y Guatemala
.................................................................................................................................................................. 127
3.1.2 Análisis Comparativo entre la Ley de Costa Rica y Guatemala ............................................... 140
3.2 Presentación y Análisis de Resultados Trabajo de Campo .......................................................... 166
CONCLUSIONES ................................................................................................................. 182
RECOMENDACIONES ......................................................................................................... 184
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS .................................................................................... 186
ANEXOS ............................................................................................................................... 188
INTRODUCCIÓN

Dentro de la presente investigación se pretende realizar un análisis jurídico comparativo del


Proceso para Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal contenido en el Decreto 27-2003
del Congreso de la República de Guatemala, Ley de Protección Integral de la Niñez y
Adolescencia, en contraposición a los cuerpos legales: Ley 7576 de Costa Rica denominada
Ley de Justicia Penal Juvenil y, el Código de la Infancia y Adolescencia de Colombia, Ley
1098 de 2006. Todo a través de la utilización de instrumentos de investigación, cuadro
comparativo y entrevistas, que amplían el acervo y contenido de la investigación.

De la necesidad imperante en Guatemala de mejorar el Sistema de Justicia para


dicho grupo poblacional surge la interrogante, sí la estructura del Proceso para
Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal, Decreto 27-2003, en cuanto a sus principios,
etapas de desarrollo, plazos y estructura, es correcta, idónea y atiende la trasgresión a la
ley penal según el carácter especialísimo y proteccionista del Derecho de la Niñez y
Adolescencia. Todo a través de la utilización del Derecho Comparado en contra posición a
la legislación del mismo tema, que se encuentra a la vanguardia, como lo es la legislación
de Colombia a nivel latinoamericano y Costa Rica a nivel centroamericano, cuyos avances
en el tema han sido significativos en cuanto a la funcionalidad y efectividad para el
cumplimiento de los fines y objetivos que persigue el Proceso.

En el Capítulo 1 se hace una breve reseña de la evolución histórica en general del


Derecho de la niñez y Adolescencia. Se aborda lo relativo a su naturaleza jurídica, principios
que atienden dicha rama del Derecho, así como los Principios que informan lo relativo al
Derecho del Adolescente en Conflicto con la Ley Penal. Se concretiza y define lo que es el
Derecho de la Niñez y Adolescencia, atendiendo sus fuentes, contenido y legislación a
través de la historia en Guatemala, que delimita y aporta un contexto real económico, jurídico
y social, proporcionando una idea de la evolución de dicha rama del Derecho en el país.
Para finalmente abordar tópicos concretos respecto a la Trasgresión Penal, como lo es la
Conducta Trasgresora, Situación de Peligro, Problemas de Conducta, Abandono Material,
Abandono Moral o Riesgo Moral. Cuyo objeto de análisis permite vislumbrar las situaciones
externas que influyen de forma directa a que el adolescente se convierta en un Trasgresor
de la Ley Penal.
En el Capítulo 2 se aborda de manera descriptiva y explicativa los Principios Rectores
que ilustran el Proceso en cada una de las legislaciones antes mencionadas y
posteriormente se hace igual alusión respecto a la estructura establecida para el desarrollo
de cada una de las etapas del Proceso. Siendo éste Capítulo fundamental y pilar necesario
para el análisis comparado entre las disposiciones de los distintos cuerpos legales.

De esta manera en el Capítulo Final, de Presentación, Análisis y Discusión de


Resultados, se hace el Análisis Comparativo entre la Legislación de Guatemala, Colombia y
Costa Rica, relativa al tema de Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal, medula y esencia
del trabajo de investigación. Logrando esto a través de un cuadro comparativo de principios
y narrativa descriptiva de los artículos conducentes del Proceso en general. Finalizando el
Análisis correspondiente a cada una de las legislaciones en similitud de condiciones, entre
los países estudiados, con el trabajo de campo consistente en encuestas dirigidas a jueces,
agentes y auxiliares fiscales de la Ciudad de Guatemala, departamento de Guatemala,
obteniendo con ello las conclusiones y recomendaciones de investigación.
CAPITULO 1

DERECHO DE LA NIÑEZ Y ADOLESCENCIA

1.1 Evolución Histórica

La ciencia del Derecho cuyos ámbitos de aplicación incursionan en todos los aspectos de la
vida del ser humano, para normar conductas individuales, así como conductas dirigidas a la
colectividad dentro de un devenir histórico social, con la finalidad de formular patrones
predeterminados o preceptos de cumplimiento obligatorio que evolucionan constantemente y
se adaptan a las necesidades para las que fueron creadas, con el afán de alcanzar la
Justicia, la Equidad y el Bien Común, entendiéndose este último como Bienestar de la
Colectividad. Siendo éste último necesario para la plena convivencia de toda sociedad y,
como ciencia se va especializando en aspectos concretos o grupos de personas
determinados, como lo es el caso del Derecho de la Niñez y Adolescencia, que no siendo la
excepción ha ido evolucionando y adaptándose a las distintas tendencias, acepciones del
Derecho y las Escuelas que estudian el mismo.

Para abordar concretamente el tema, es necesario hacer una retrospectiva de la


evolución de dicho Derecho y de los distintos elementos que componen el mismo, logrando
así plasmar una idea general del tema y posteriormente orientar la información al análisis
comparativo de la legislación nacional en contraposición a legislaciones extranjeras respecto
al tema de los Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal y el proceso que atiende a los
mismos cuando es necesario.

De las distintas ramas existentes dentro del conocimiento humano, el Derecho como
ciencia es sin duda una de las más antiguas. Partiendo de esto podemos establecer que los
Niños y Adolescentes, no siempre ha sido sujeto del Derecho, puesto que durante el
transcurso de miles de años no se le reconocía personalidad propia, no tenía como individuo
un valor autónomo, y por tanto, él mismo no contaba con el reconocimiento de Derechos, ni
existía un Derecho que reconociera y regulara su circunstancia personalísima, como bien lo
han desarrollado y contemplado estudiosos de la materia.

8
Como ejemplo de esto, se puede mencionar lo expuesto por la Licenciada Nilda Amparo
Ramírez Juárez en su Tesis titulada La Magistratura y La Segunda Instancia del Proceso de
Menores en la Legislación Guatemalteca, al aludir que, “en las sociedades orientales osciló
el pensamiento entre la negación de toda personalidad del niño y el deber de cultivar su
mente y espíritu.”1.

Así mismo se atentó contra la vida e igualdad de los nacidos en muchas culturas o
sociedades al establecer conductas inhumanas al sólo dejar vivir al que naciera sano y
desechar como simple objeto al que naciera débil y enfermo, como bien lo menciona la
Licenciada Ramírez Juárez al manifestar que “Otro ejemplo es lo acontecido en Roma y la
institución del Pater Familiae, siendo este un símbolo de la negación a todos los que
integrantes de una familia, y sobre todo el hijo, que era tomado como una simple propiedad
cuyo pleno dominio y disposición la ejercía el padre, pudiendo este disponer sí en
determinadas circunstancias moría o vivía. El padre disponía de su hijo por todos los medios,
teniendo la facultad de enajenarlo o abandonarlo, cuando le resultaba una carga pesada.”2

Posteriormente y avanzada la historia del ser humano se da un cambio significativo


respecto a la concepción de los menores de edad, tal es el caso de la aparición del
Cristianismo, como bien es citado por el Licenciado Gonzalo Horacio Díaz Siliezar, en su
Tesis titulada: “Régimen Jurídico Aplicable a los Menores de Conducta Irregular” al afirmar:
“Con la aparición del Cristianismo, surge una nueva postura y percepción del Niño y
Adolescente, reconociéndole un valor propio y un significado como persona intrínseco, La
familia empieza a ser apreciada en función de la procreación, de los hijos y su educación,
siendo así que sí se analiza el Nuevo Testamento de la Biblia Cristiana, se puede verificar

1
Ramírez Juárez, Nilda Amparo, La Magistratura y la Segunda Instancia del Proceso de Menores en la Legislación
Guatemalteca, Guatemala, 1986, Tesis de Licenciatura en Ciencias Jurídicas y Sociales Universidad de San Carlos de
Guatemala , Pág. 2

2
Loc. Cit.

9
que el mismo resultaría ser “La primera declaración de los derechos del niño,” en cuanto que
vino a santificar el Derecho fundamental de su libertad y dignidad. ”3

Otro avance importante en la evolución del reconocimiento de los derechos de los


Niños y Adolescentes, así como la formulación o creación de una rama especializada que
trate y regule los mismos, como lo es actualmente el Derecho de la Niñez y Adolescencia,
data de la época en que se encontraba en vigencia el Derecho Romano, específicamente
durante la vigencia de “Las Doce Tablas” que fundamentalmente distinguieron los impúberes
de los púberes.

Siendo así que se hizo la distinción de tres categorías o clasificaciones destinadas a


distinguir a los Niños, las mismas eran, según Mendizábal Oses: “a) infantes, b) impúberes y
c) menores, siendo así que la infantia en el derecho justinianeo, llegaba hasta los siete años,
durante esta época el niño era completamente irresponsable y aun en el caso de homicidio
no era castigado. B) Los impúberes, esta etapa llegaba hasta los diez años y medio de edad
en el género masculino, y hasta nueve y medio años de edad para el género femenino. La
condición de los infantes por considerarse que el impúber estaba “proximus infantia”, se
establecía desde los catorce años para el género masculino y desde los doce años para el
género femenino, siendo necesario para declarar la irresponsabilidad del Adolescente, en
este caso infante o menor, probar la ausencia de discernimiento, dado a que se tenía en
cuenta la máxima “malitia suplet aetatem” y se dejaba al arbitrio del juez, y este para poder y
formarse una apreciación, siempre y cuando se declarara la existencia del discernimiento en
el Adolescente se le imponía una pena, teniendo esta como característica fundamental que
era atenuada. Todo lo anterior tomando en cuenta los siguientes rangos de edad: de los
catorce a los dieciocho años y desde esta edad a los veinticinco, se les reputaba menores y
se les penaba con menor rigor que a los adultos.”4.

Otra connotación importante de mencionar, según lo establece el Licenciado Díaz


Siliezar, se produjo en el Derecho Germánico con relación al tema de la Niñez y
Adolescencia, que fijó la irresponsabilidad del menor en los doce años respecto de los actos
que este realizara y que tuvieran consecuencias jurídicas negativas dentro de la legislación

3
Ibíd., Pág. 4
4
Mendizábal Oses Luis , “Derecho de Menores, Teoría General, Ediciones Pirámide S.A. Madrid, 1977, pág. 20

10
establecida y de cumplimiento general. A la vez en el Derecho Canónico se tendió de
sobremanera imitar y copiar las doctrinas romanas.

Durante el siglo XVIII, se ve con claridad el gran avance respecto al Derecho de la


Niñez y Adolescencia, a través del movimiento iluminista, que exponía y reafirmaba la
libertad y características particulares de la infancia como tal, así como lo afirmaba Juan
Jacobo Rousseau, quién es citado por el tratadista español, Luis Mendizábal Oses, en su
obra Derecho de Menores, Teoría General, que sostenía “el valor absoluto de la personalidad
del niño, en su significado de autenticidad y autonomía; y que como sujeto de vigencias, de
modo de vida, presentaba un ritmo de desarrollo propio y particular.” 5

Durante el transcurso de todo el siglo XIX el régimen jurídico de los “Adolescentes


delincuentes” tuvo como base principal la división de la minoría penal en tres etapas o
periodos, dicha división es mencionada por el Doctor Mendizábal Oses en su libro antes
mencionado aludiendo que: “el primero hacía referencia a la completa irresponsabilidad, es
decir que el Niño que infringiera la ley penal o la ley en general, no era responsable de la
infracción o delito desde ninguna perspectiva. Posteriormente, debido al crecimiento físico e
intelectual del Adolescente, se establecía un período que se consideraba a consecuencia de
las características que atendían a la edad cronológica y cognoscitiva del individuo, al
momento de cometer un ilícito respecto a la manera de juzgamiento como de
responsabilidad dudosa; llamado de esa manera puesto que la condición imperativa para
juzgar al Adolescente era el establecer previamente la presencia o no de la capacidad de
discernimiento de este ultimo. Por último se establecía el tercer periodo, denominado como
responsabilidad atenuada, que era el juzgamiento del Adolescente que cometió un ilícito,
bajo las consideraciones y prerrogativas de su condición como Adolescente (menor).” 6

Más adelante en el transcurso del siglo XIX, específicamente en la segunda mitad del
mismo, y durante el siglo XX se fundamento y concretizo la utilización de la Biología,
Medicina, Psicología y el Derecho, a favor de la Ciencia Jurídica, a efectos de entender y
profundizar acerca de la naturaleza humana, la vida humana y muy particularmente la

5
Ibid Pág. 21
6
Ibid Pág. 22

11
condición especialísima del Niño y Adolescente, logrando así un proceder experimental que
lograba la mejor comprensión de lo anteriormente enfatizado.

Todo esto según lo expuesto por el Licenciado Díaz Siliezar, haciendo connotación de
lo manifestado por el autor Mendizábal Oses, al referir que: “en dicha época de manera
manifiesta se puede observar el avance científico respecto y en virtud del bienestar de la
Niñez y Adolescencia debido a la evolución constante de la sociedad en cuanto a su
proceder, pensar y visión del mundo en general, así como la necesidad, en el caso de la
Ciencia Jurídica de estar a la vanguardia para cumplir su función dentro del desarrollo de la
misma. Por haberse alcanzado a través del transcurrir del tiempo y la experiencia, según los
datos históricos que puntualmente se han mencionado, un gran impacto en cuanto a la
revolución pedagógica por la utilización de los conocimiento médicos y psicológicos
adquiridos.”Así la nueva concepción del Menor (Niño y Adolescente), no establecida en
función de la edad adulta o de la sociedad, sino en el significado evolutivo de una
personalidad en formación, en el de la dignidad y respeto que su persona ostenta y merece,
y en la esperanza que para la humanidad representa este colectivo”7

“Por la nueva concepción y perspectiva que se presenta del Niño y Adolescente en el


pasado siglo XX, con relación a su posición jurídico social, y dándose la necesidad de
priorizar de manera concreta, sostenible y sobre todo a nivel Jurídico Estatal, así como a
nivel Social, respecto al tema tratado en la presente investigación, emana el antecedente y
fuente de Derecho más antiguo que documenta un importante y trascendente avance en la
esfera del Derecho de la Niñez y Adolescencia. Dicho documento es La Primera Declaración
de los Derechos del Niño, que es conocida como la Carta de la Organización de Naciones
Unidas, Declaración de Ginebra, que fue suscrita el veinticuatro de septiembre de mil
novecientos veinticuatro.”8

Se puede contemplar la Declaración de Ginebra, como el documento que inicia y


provoca la efectiva configuración y establecimiento del Derecho de la Niñez y Adolescencia
como tal, ya que desde la vigencia del mismo se estimula y fomenta la protección; por parte

7
Díaz Siliezar, Gonzalo Horacio. Régimen Jurídico Aplicable a los Menores de Conducta Irregular, Guatemala,
1987, Tesis de Licenciatura en Ciencias Jurídicas y Sociales, Universidad de San Carlos de Guatemala, Pág. 5

8
Ramírez Juárez, Nilda Amparo. Op.CIt., Pág. 6

12
de los Estados, que por excelencia son los garantes del cumplimiento, resguardo y plena
vigencia de los Derechos de todos los seres humanos y la sociedad en general.

Siendo así, que dicha Declaración establece lo siguiente: “Por la presente declaración
de los Derechos del Niño, los hombres y las mujeres de todos los países reconocen que la
Humanidad debe dar al niño lo que ella tiene de mejor, afirman sus deberes de toda
consideración de raza, nacionalidad y creencia: I. El Niño debe ser puesto en condiciones de
desarrollarse de una manera normal, material y espiritualmente. II. El Niño hambriento debe
ser alimentado, el Niño enfermo debe ser asistido, el retrasado debe ser estimulado, el
extraviado debe ser conducido, el huérfano y el abandonado deben ser recogidos y
socorridos. III. El Niño debe ser el primero en recibir socorros en época de calamidad. IV. El
Niño debe ser dotado de medios con que ganarse su vida, y debe ser protegido contra toda
explotación. V. El Niño debe ser educado en el sentimiento de que sus mejores cualidades
deben ser puestas al servicio de sus hermanos.”9

Con posterioridad a la Declaración de Ginebra, se redactan y surgen a la vida Jurídica


y social de diversos Estados documentos en materia de la Niñez y Adolescencia, cuyo objeto
y razón de ser se concretiza en fortalecer, realzar y alimentar el Derecho ateniente a dicho
grupo poblacional, buscando de sobremanera la protección y desarrollo de los mismos.
Dentro de dichos documentos cabe resaltar los siguientes:

“La conferencia de la Casa Blanca celebrada en el año 1930, en Washington, se


aprueba la DECLARACION DE LOS DERECHOS DEL NIÑO. Cabe mencionar que dicho
documento, por su contenido, constituye un cuerpo legal completo de derechos, pues en el
se contemplan todos los deberes sociales de la familia, de la comunidad, y del Estado para la
defensa de la salud, de la educación y del bienestar del niño.” 10

Con relación a la circunscripción territorial que corresponde específicamente a los


Estados Americanos y las Declaraciones emitidas por los mismos en ocasión del bienestar y
desarrollo de la Niñez y Adolescencia, se debe hacer mención de los Congresos
Panamericanos del Niño los cuales se desarrollaron de la siguiente forma:

9
Mendizábal Oses Luis, Op Cit., Pág. 26
10
Ramírez Juárez, Nilda Amparo, Op. Cit., Pág. 4

13
“a) LA DECLARACIÓN DE OPORTUNIDADES PARA EL NIÑO. En el VII Congreso
celebrado en el mes de mayo de 1942 en Washington, por la que se regula la vida de familia,
la salud, la educación la responsabilidad, y el trabajo, la formación ciudadana y las
oportunidades para todo niño. b) LA DECLARACION SOBRE LA SALUD DEL NIÑO.
Aprobada por el IX Congreso, en su reunión en Caracas el año 1948, en el que se refleja el
alcance del derecho a la salud del niño, que se resume en tres obligaciones, importantes,
que vienen a constituir la plataforma del bienestar del niño: 1. Asistencia, 2. Alimentación, 3.
Defensa de la Salud. c) LA DECLARACION SOBRE LA PROTECCION DEL MENOR
ABANDONADO EN AMERICA. Adoptada en el seno del XI Congreso celebrado en Bogotá,
Colombia en el mes de noviembre de 1959.”11

Dicho Congreso, conjuntamente con el celebrado en Argentina en el año de 1963, es


de suma importancia y trascendencia, puesto que se dio por primera vez aprobación a la
denominación de “Actos Antisociales”, haciendo referencia a la conducta manifestada por el
Niño o Adolescente que fuera considerada como antisocial. Siendo así que dichos
Congresos tuvieron como tema central, a través de un amplio estudio la conducta antisocial
del Niño. A la vez dichos Congresos influyeron y sirvieron como inspiración para la redacción
y positivación de normas jurídicas, que se tradujeron y concretizaron en Codificaciones de
Menores.

Anteriormente a los Congresos celebrados en Colombia y Argentina se realizo el


congreso celebrado en la Habana, Cuba en el año de 1927, este congreso fue el
antecedente de los dos anteriormente citados puesto que toco la temática y
recomendaciones relativas a las medidas esenciales para la prevención y tratamiento de la
“Delincuencia Juvenil”, “siendo los aspectos fundamentales que trataron los relativos a:
primero, “La jurisdicción y competencia de los Tribunales para “Menores de edad” se fije
hasta los dieciocho años, teniendo estos Tribunales su procedimiento y ejecución especiales.
Segundo, los casos en materia de “Menores” deben conocerlos jueces con experiencia y
conocimiento, haciendo prevalecer el tratamiento y reeducación de los menores, sobre las
medidas represivas tomando en consideración los antecedentes familiares, sociales,
económicos y ambiente del menor. Tercero, Que las resoluciones de menores con problemas
de conducta deben archivarse con el respectivo cuidado para evitar su publicidad. Cuarto,

11
Loc., Cit.

14
que al conocer el caso el Juez de “Menores”, debe estimar que el hecho de conducta
irregular es producto de estados especiales de agente, que puede ser el resultado de
encontrarse en abandono, peligro o influenciado por delincuentes mayores o personas
inescrupulosas que explotan su calidad de menor de edad. Se hace imprescindible los
informes técnicos, especialmente el informe social, pedagógico, psicológico y medico.” 12

Otro antecedente del Derecho de la Niñez y Adolescencia, en cuanto a “Adolescentes


Transgresores” y que ayudaron a definir, así como a enmarcar el Derecho que trata las
conductas “antisociales” de los mismos, está el Seminario de Bienestar Social, celebrado en
Francia en 1949.

“En dicho Seminario se abordaron temas como lo es el de “La delincuencia Juvenil” y


la necesaria adaptación al medio social. Se tomo en cuenta como factor esencial la
influencia del medio en el acto delictivo, concluyendo que era inadecuado el uso de la
palabra delincuente al referirse al Niño o Adolescente, y a la vez se definió como “Conducta
13
Antisocial”, los actos antisociales ejecutados o realizados por Niños y Adolescentes.”

Como análisis conclusivo de dicho Seminario, que fuera celebrado en Francia, se


estableció que las infracciones a la Ley Penal cometidas por un Niño o Adolescente, no
puede ser considerada, analizada, juzgada y compensada sólo desde una perspectiva
meramente jurídica. Lo anterior tomando en consideración que la comisión de dichos actos
incluye y mantiene de manera intrínseca elementos externos, tales como lo son el entorno
familiar y social en el que se desenvuelve el Niño o Adolescente, así como cuestiones o
características físicas, psicológicas, que identifican a cada persona.

En la región Centro Americana también se da un acontecimiento de suma importancia,


que pone a los Países que lo conforman en un ambiente de iniciativa y actitud positiva para
concretar a través de la promulgación de leyes concernientes al Derecho de la Niñez y
Adolescencia, así como políticas de gobierno que tuvieran como finalidad la consolidación de
programas e instituciones encargadas de cumplir con los Principios y Fines del Derecho en
mención. Dicho acontecimiento es “La Convención Americana sobre Derechos Humanos”,
que fuera celebrada en el hermano país de Costa Rica, el 22 de noviembre de 1979, cuyos

12
Loc., Cit.
13
Ibid., Pág. 9.

15
temas a considerar fueron los siguientes: “Reconocimiento de la personalidad jurídica del
individuo, el derecho a la vida, a la integridad personal y prohibición a la esclavitud y la
servidumbre, el derecho a la libertad y a la seguridad personal, así como a las garantías
judiciales, etc. Como podemos observar son principios relevantes sobre la personalidad
humana. En lo que al “menor” (Niño o Adolescente) se refiere conviene transcribir lo que
sobre él sostienen o establecen los artículos: 4, 5, 12, 17, y 19 “(de La Convención
Americana sobre derechos Humanos)”. Artículo 4, 1. Toda persona tiene derecho a que se
respete su vida. Este derecho estará protegido por la ley y, en general, a partir del momento
de la concepción. Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente. 5. No se impondrá la
pena de muerte a persona que, en el momento de la comisión del delito, tuvieren menos de
dieciocho años de edad o más de setenta, ni se les aplicará a las mujeres en estado de
gravidez. Artículo 5, 5. Cuando los “menores”, (Niño o Adolescente), puedan ser procesados,
deben ser separados de los adultos y llevados ante tribunales especializados, con la mayor
celeridad posible, para su tratamiento. Artículo 12, 4. Los padres, y en su caso los tutores,
tienen derecho a que sus hijos o pupilos reciban educación religiosa y moral que esté de
acuerdo con sus propias convicciones. Artículo 17, 4. En caso de disolución (del matrimonio)
se adoptarán disposiciones que aseguren la protección necesaria a los hijos, sobre la base
única del interés y conveniencia de ellos. 5. La ley debe reconocer iguales derechos tanto a
los hijos nacidos fuera del matrimonio como a los nacidos dentro del mismo.” Artículo 19.
Todo Niño tiene derecho a las medidas de protección que su condición de “menor” requieren
por parte de su familia, de la sociedad y del Estado.”14

Como antecedente cuya importancia radica en el reconocimiento autónomo del


Derecho de la Niñez y Adolescencia a nivel mundial, es la “Declaración Universal de los
derechos del Niño”, aprobada por la Asamblea General de la Naciones Unidas, en la Ciudad
de Nueva York, el 20 de noviembre de 1959, Cuya estructura consta de un preámbulo de
cinco considerandos, y la declaración propiamente dicha, que contiene diez principios
fundamentales que informan y fundamentan el Derecho de la Niñez y Adolescencia, con la
finalidad de establecer de manera coherente y eficiente las condiciones necesarias e
inherentes que deben rodear el entorno social, familiar y personal del mismo para su

14
Ramírez Juárez, Nilda Amparo, Op. Cit., Pág. 8

16
desarrollo pleno e integral, reconociendo su valor autónomo, como persona que se está
desarrollando.

El último antecedente a mencionar es la “Convención sobre los Derechos del Niño”, siendo
esta Convención la base y fundamento que da origen a la actual legislación en materia de
Niñez y Adolescencia.

“La Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) es un tratado internacional de las
Naciones Unidas por el que los estados firmantes reconocen los derechos del niño. La
convención está compuesta por 54 artículos que consagran el derecho a la protección de la
sociedad y el gobierno, el derecho de los menores de 18 años a desarrollarse en medios
seguros y a participar activamente en la sociedad. La CDN reconoce a los niños como
sujetos de derecho, pero convierte a los adultos en sujetos de responsabilidades. Fue
adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989.”15

Esta Convención se encuentra complementada por los siguientes Protocolos:


“Protocolo facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a la venta de
niños, la prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía; Resolución
A/RES/54/263 del 25 de mayo de 2000, entrada en vigor el 18 de enero de 2002. Y el
Protocolo facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a la participación
de niños en los conflictos armados, Resolución A/RES/54/263 del 25 de mayo de 2000,
entrada en vigor el 12 de febrero de 2002.”16

Para analizar y profundizar sobre los principios que se dictan en la Declaración


Universal de los Derechos del Niño, es pertinente traer a colación la sistematización que
propusiera el jurisconsulto español Doctor Luis Mendizábal Oses, que con base a lo que la
Declaración establece formula lo siguiente: “a) Derecho a la Igualdad, b) Derecho a la Vida,
c) Derecho a la Educación y a la Instrucción, d) Derecho a la Libertad, e) Derecho a la
Prioridad, f) Derecho a la Salud Física, Intelectual, Espiritual y Moral, g) Derecho a la

15
United Nations Treaty Collection. Convention on the Rights of the Child, Organizacion de Naciones Unidas , 21 de
mayo de 2009. Pág. 33

16
http://www2.ohchr.org/spanish/law/crc-conflict.htm, Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Derechos Humanos, 2002, Pág. 3

17
comprensión y al Afecto, h) Derecho a una Vida Futura, Profesional y Social, conforme a sus
Exigencias y Aptitudes, i) Derecho a la Formación Cívica, j) Derecho a Beneficiarse de la
Técnicas Informativas y Publicitarias, k) Derecho al Juego y al Trabajo.” 17

Según la segmentación, o sistematización anteriormente mencionada, emitida


posteriormente a la Declaración Universal de los Derechos del Niño por el jurisconsulto
español, que atribuye a los Niños y Adolescentes derechos especiales y fundamentales para
su desarrollo, que resume las garantías que proclama y ratifica la Declaración Universal de
los Derechos del Niño, siendo estos mismos un marco jurídico de referencia para los Estados
que lo han ratificado, conformándose a la vez como parte del ordenamiento jurídico interno
de Guatemala.

También es el punto que marcó el inicio de las actuales corrientes y evolución del
Derecho de la Niñez y Adolescencia, en nuestro país y en los demás países que conforman
parte de la Organización de las Naciones Unidas.

Con el surgimiento de las nuevas corrientes del Derecho de la Niñez y Adolescencia,


con la evolución y especialización del mismo, se han ramificado los tópicos o materias en
concreto que ha de tratar el Derecho, denominado anteriormente como “Derecho de
Menores”. Siendo así que una de estas especialidades o ramas se ha constituido como el
Derecho de Niños y Adolescentes Trasgresores de la Ley Penal o como era denominado
anteriormente, “Derecho Penal del Menor Transgresor”.

La tendencia predominante es la separación absoluta del Derecho Penal como tal y el


Derecho que norma coherentemente y de manera exclusiva la transgresión o conducta
violatoria irregular del Niño y Adolescente. Normando las mismas en Códigos especializados
con la tendencia o finalidad proteccionista y tutelar que debe preverse para dichos casos.
Logrando así la reeducación, readaptación e incorporación de la persona a su entorno social,
procurándole así una mayor posibilidad de desarrollo, como elemento proactivo de la
sociedad, según se puede ver manifiesto en el ordenamiento jurídico guatemalteco y en
algunos otros países latinoamericanos.

17
Mendizábal Oses Luis, Op. Cit., Pág. 27

18
Además de la especialización del Derecho de la Niñez y Adolescencia en cuanto a la
transgresión de la Ley Penal o conducta irregular de los mismos, se ha podido inferir y
establecer que dicha rama no puede ser analizada para su aplicación únicamente desde una
perspectiva netamente jurídica, puesto que la conducta irregular de un Niño o Adolescente
conlleva un sin número de aspectos intrínsecos y extrínsecos propios de cada persona y que
deben de ser tomados en cuenta para que se cumpla de manera certera y eficaz las
motivaciones por las cuales se torna evidente la necesidad del tratamiento jurídico-social
especial para dicho grupo poblacional.

Por ende es necesaria la aplicación de otras ciencias como lo es la Psicología,


Sociología, Pedagogía, y Economía entre otras ciencias que coadyuvan a formular
metodologías, procesos y mecanismos idóneos para el correcto tratamiento de los casos de
adolescentes en conflicto con la Ley Penal.

1.2 Naturaleza Jurídica y Carácter Jurídico

Dentro del vasto haber del Derecho como ciencia y con el fin de lograr una comprensión
integral sobre un tópico determinado o rama que compone el mismo, es necesario
cuestionarnos acerca de la Naturaleza Jurídica que inspira o que motiva la existencia de la
misma; y que compone un universo único e integro del mundo del “deber ser”, que es
sencillamente el origen e ideal que persigue el Derecho dentro del conjunto de normas
naturales y positivas que buscan la armonía y facilitan la coexistencia de un entorno social
determinado.

Por ende al analizar la Naturaleza Jurídica del Derecho de la Niñez y Adolescencia, al


examinar su esencia y al verificar sus orígenes, así como su evolución hasta nuestros días;
se puede obtener un panorama más amplio y certero sobre la ubicación del mismo dentro del
mundo del “Ser” y de esta forma emitir una opinión responsable sobre el proceso que
conlleva su aplicación en Guatemala.

Con relación a la aplicación de un proceso instituido por otros Estados,


específicamente en la presente investigación Colombia y Costa Rica, dentro de un marco
jurídico positivo, logrando de ésta forma un análisis jurídico comparativo del proceso
instituido en la Ley para los Adolescentes que han transgredido la Ley Penal.

19
Siendo necesario verificar los principios doctrinales y esencia del Derecho de la Niñez
y Adolescencia, analizar las normas positivas que componen el mismo y su aplicación para
cumplir el cometido de la presente investigación. Por lo que para dicho efecto es necesario
mencionar cuestiones elementales y generales, para delimitar y concretizar la naturaleza
jurídica como tal del tema que atendemos dentro de la investigación. Siendo así oportuno
traer a colación los Principios Generales del Derecho.

“Se da el nombre de Principios Generales del Derecho a aquellos postulados del


Derecho Natural que son los pilares fundamentales sobre los que se erige la legislación
positiva o a los ideales jurídicos de la comunidad. Existen ciertos principios de derecho
Natural, que sin haber sido incorporados al Derecho Positivo, sirven para integrar o
complementar dicho Derecho.”18

“También se consideran Principios Generales del Derecho aquellos sobre los cuales
se ha creado el Derecho Positivo; es decir, los que le han servido de base para organizar
política, social y económicamente al Estado. Consideramos que los Principios Generales del
Derecho tienen una doble función, ya que por un lado constituyen el fundamento del Derecho
19
positivo y por otro vienen a ser fuente formal del Derecho.”

Además los principios que integran de manera General el Derecho, así como los
principios específicos que integran determinada rama del mismo, son los que nos ayudan a
verificar la Naturaleza Jurídica de dicha rama del Derecho, así como el espíritu jurídico de la
legislación perteneciente al ordenamiento jurídico interno de cada Estado. “Los
considerandos de las leyes y códigos consagran, generalmente, los principios propios de la
rama del Derecho, que se regula dentro de ellos.”20

Es por ello que tomando en consideración los Principios Generales del Derecho, tales
como: la Justicia, la Igualdad, la Equidad y el Bien Común, entre otros y tomando en
consideración los principios que consagran o atienden el Derecho de la Niñez y
Adolescencia; así como la ubicación que se le da a dicha rama del Derecho dentro de la

18
Gutiérrez de Colmenares, Carmen María, Josefina Chacón de Machado, Introducción al Derecho, Guatemala,
Editorial Serviprensa S.A. 2003, Pág. 64
19
Ibid., Pág. 65
20
Loc. Cit.

20
Clasificación Doctrinal pertinente y que se explicará posteriormente a los Principios
Específicos del tema en la presente investigación, para razonar y establecer su Naturaleza
Jurídica.

1.2.1 Principios que Atienden el Derecho de la Niñez y Adolescencia en Guatemala

Los Principios Específicos que atienden e informan el Derecho de la Niñez y Adolescencia,


resultantes de la Convención sobre los Derechos Humanos y regulados en la Ley de
Protección Integral de la Niñez y Adolescencia, Decreto 27-2003 son:

Tutelaridad: Según el artículo 6 del Decreto 27-2003, Ley de Protección Integral de la


Niñez y Adolescencia. El Derecho de la Niñez y Adolescencia es un Derecho tutelar de los
niños, niñas y adolescentes, otorgándoles una protección jurídica preferente.

Se puede ver de manera manifiesta que el Estado, como prioridad, procura el


bienestar, desarrollo y formación integral del segmento poblacional que conforma la Niñez y
Adolescencia, siendo estadísticamente la gran mayoría de la población de Guatemala;
estableciendo por ende una legislación especializada y privilegiada.

Interés de la Niñez y Adolescencia (interés superior del Niño y Adolescente): Este


principio, que se atribuye a la vez como una garantía, se aplicara o tomará en consideración
en toda decisión que se adopte con relación a la Niñez y Adolescencia. Tiene como finalidad
y evoca como interés el irrestricto cumplimiento, promoción y respeto de los derechos de los
mismos, así como el ejercicio y disfrute de sus derechos. Lo anterior, atendiendo y
respetando sus vínculos familiares, origen étnico, religioso, cultural, lingüístico; teniendo en
cuenta su opinión en función de su edad y madurez, sin poder en ningún caso disminuir,
tergiversar o restringir sus derechos y garantías reconocidos en la Constitución Política de la
República de Guatemala, los tratados y convenios en materia de Derechos Humanos
aceptados y ratificados por Guatemala, y la Ley de Protección Integral de la Niñez y
Adolescencia (artículo 5).

Proteccionista: Como principio relevante del Derecho de la Niñez y Adolescencia, éste


hace referencia a que toda legislación y decisión adoptada a favor de los Niños y
Adolescentes, debe sobre todas las cosas procurar su bienestar y desarrollo integral,
mediante la aplicación de toda normativa vigente que regule lo relativo al tema, desarrollando

21
políticas de gobierno, programas adecuados y personal capacitado para hacer de todo lo
anterior una realidad.

Autónomo: Cuando se hace referencia a éste principio, se puede tener una percepción desde
distintos puntos o aspectos que fundamentan el mismo. “Es decir, que puede hablarse de
autonomía con distintos significados: principalmente de autonomía legislativa, didáctica y
jurídica. En el estudio de nuestra disciplina se encuentra presente esta triple autonomía como
veremos a continuación: posee Autonomía Legislativa, porque trata de un conjunto de
disposiciones que son susceptibles de integrar un cuerpo orgánico, con independencia
formal…”21 llamada Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia.

Autonomía Didáctica, porque dicho cuerpo de normas puede ser motivo de una
enseñanza separada, para su conocimiento y aplicación, sólo tomando en consideración los
principios del Interés Superior del Niño y Adolescente, así como el irrestricto respeto,
garantía y cumplimiento de sus Derechos Humanos. Autonomía Jurídica, en virtud que el
mismo Derecho de la Niñez y Adolescencia posee sus principios rectores, así como
características particulares y especialísimas, que se traducen en la aplicación de medidas y
procesos únicos en su categoría, de aplicación exclusiva a las personas, como individuos,
que conforman el Derecho cuya investigación nos ocupa.

Especializado o Especialísimo: Éste principio que conforma parte de los cimientos y


fundamentos esenciales del Derecho de la Niñez y Adolescencia, profundiza y afirma que
bajo ninguna circunstancia o punto de vista debe prevalecer otro interés que no sea el que la
Ley tutelar; siendo este interés exclusivamente el Niño y Adolescente. Todo lo anterior en
virtud de su condición única, pues el mismo se encuentra en desarrollo y crecimiento
corporal, espiritual, intelectual.

Minoridad: La minoridad, como principio del Derecho de la Niñez y Adolescencia,


atiende y clasifica el grupo poblacional que comprende el mismo Derecho, siendo así que
establece específicamente quién es sujeto de este Derecho. Al respecto se puede verificar el
artículo 2 del Decreto 27-2003, Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia, que
establece: “Para los efectos de esta Ley se considera niño o niña a toda persona desde su

21
Ramírez Juárez, Op. Cit., Pág. 11

22
concepción hasta que cumple trece años de edad, y adolescente a toda aquella desde los
trece hasta que cumple dieciocho años de edad.”22

Inimputabilidad: Para fundamentar éste principio es necesario evocar y hacer mención


de lo que establece el Código Penal respecto al mismo en virtud de lo preceptuado en el
artículo 141 del Decreto 27-2007, Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia, que
literalmente dice así: “Todo lo que no se encuentra regulado de manera expresa en la
presente Ley, deberá aplicarse Supletoriamente la Legislación Penal y el Código Procesal
Penal, en tanto no contradigan normas expresas de esta Ley.” 23

1.2.2 Principios que Atienden lo Relacionado al Adolescente Transgresor de la Ley


Penal

Reeducativo: Buscando educar al Niño y Adolescente a través de pedagogía y didáctica


apropiadas, con espíritu de paz, dignidad, tolerancia, libertad e igualdad.

Orientador: Al velar por el Adolescente encause su vida y sea una persona íntegra, con
principios morales, proactiva para su entorno social y productiva.

Correctivo: Cuando la conducta de un adolescente es reprobable o atenta contra su


propia seguridad y la de los demás, siendo así que transgrede la normativa Penal, se busca
re orientar dicha conducta y corregir su actitud y forma de actuar, a través de los procesos,
sanciones y medidas estipuladas en la Ley.

Cooperación: “Principio que establece la necesidad y busca de manera primordial el


auxilio y ayuda no sólo de personal especializado y capacitado, para cumplir el cometido de
la legislación relativa al adolescente transgresor de la Ley Penal, sino la Ciencia Jurídica o
Derecho busca el complemento, subsidio y apoyo de otras ciencias que coadyuvan a
establecer correctamente lo pertinente a cada caso, según las necesidades del adolescente,
atendiendo a una totalidad compleja de la persona sujeta al mismo y que esta en pleno
desarrollo, físico, mental y espiritual.”24

22
Decreto 27-2003., Op. Cit., artículo 2.
23
Ibid., artículo 141
24
Guevara Solórzano, Yolanda Nineth. Instituciones que se Dedican a la Reinserción del Menor de Edad Transgresor a la Sociedad,
Guatemala, 2001, Tesis de Licenciatura en Ciencias Jurídicas y Sociales, Universidad de San Carlos de Guatemala, Pág. 33.

23
En los procesos, que la Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia Decreto 27-
2003, los principios de:

Oralidad: Principio que se establece en el Proceso de Adolescentes en Conflicto con la


Ley Penal, específicamente en el segundo párrafo del artículo 142, de la Ley de Protección
Integral de la Niñez y Adolescencia, que literalmente afirma: “Todas las actuaciones de
adolescentes en conflicto con la ley penal serán gratuitas y se efectuarán oralmente, de
forma sucinta se hará un relato escrito de la audiencia, relación que podrá tomarse
taquigráficamente o por otros medios técnicos, según las posibilidades y disposiciones del
juzgado.”25

Celeridad: Al establecer que el Proceso de Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal ha


de realizarse de manera oral, en cada una de sus audiencias y diligencias, se denota y va de
la mano a la vez la celeridad del Proceso en virtud que se evitan trámites burocráticos y
retardos innecesarios, siendo así que se busca la certeza jurídica y agilidad en la decisión a
tomar por parte de Juez en cuanto a la situación jurídica del adolescente sujeto a dicho
Proceso.

Inmediación: Dicho principio va aparejado y de la mano de los dos anteriormente citados


y que se establece de manera clara como principio del Proceso que hoy se investiga,
específicamente en el tercer párrafo del artículo 142 del Decreto 27-2003.

1.2.3 Principios Rectores establecidos en la Ley de Protección Integral de la Niñez y


Adolescencia

Protección Integral del Adolescente: El artículo 80 del Decreto 27-2003 regula: “La
protección integral de los niños, niñas y adolescentes, deberá realizarse a nivel social,
económico y jurídico. Las acciones administrativas que desarrolla el presente libro, (Libro II,
Titulo Único Organismos de Protección Integral, Capitulo I Disposiciones Generales), con el
fin de propiciar la vigencia efectiva de los derechos de la niñez y la adolescencia, se realizará
mediante la formulación, ejecución y control de las políticas públicas desarrolladas por el
Estado con participación de la sociedad.”26

25
Decreto 27-2003 Op. Cit., artículo 142.
26
Ibid., artículo 80.
24
A pesar que el artículo 80 antes citado, se encuentra dentro del articulado que hace
referencia a los Organismos de Protección Integral, dentro de las Disposiciones Generales,
resulta oportuno la mención que el mismo hace al definir a que se refiere la Protección
Integral de los niños, niñas y adolescentes, con relación al artículo 139 del Decreto 27-2007,
puesto que éste último en ningún momento define concretamente a que hace alusión dicho
Principio, sino más bien lo enlista como Principio Rector, dentro de las Disposiciones
Generales, de lo que se regula en dicha Ley de los Adolescentes en Conflicto con la Ley
Penal.

Interés Superior: En el caso de este principio, aplicado directamente a los Adolescentes


en Conflicto con la Ley Penal, hace referencia, el Interés Superior, a la aplicación de la ley
más favorable y benevolente para el caso en concreto, en el caso que puedan aplicarse dos
leyes o normas diferentes, todo lo anterior con relación a la preeminencia, respeto y
verificación de sus derechos fundamentales.

Respeto a sus Derechos: De manera concreta y primordial, la ubicación de éste Principio


dentro del cuerpo legal Decreto 27-2003, hace referencia a que los Derechos Fundamentales
de los Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal, así como los Derechos que dicho cuerpo
legal establece dentro de su articulado, deben ser pilar y prevalecer dentro del proceso que
atiende a los Adolescentes que transgreden la Ley Penal; y por tanto es menester su
irrestricto cumplimiento y procuración, logrando así el cometido y finalidad que persigue el
Derecho de la Niñez y Adolescencia en cuanto al grupo poblacional que se encuentre sujeto
a dicho proceso.

Formación Integral: La Formación Integral como Principio Rector del Proceso de los
Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal, busca al instaurarse como tal, cumplir con el
objeto y finalidad de la existencia del mismo, así como el objeto y finalidad que persigue el
Derecho de la Niñez y Adolescencia; que busca la reeducación, reincorporación, adaptación,
ayuda y tratamiento especializado-multidisciplinario para todo adolescente, siendo todo este
proceso, con sus sanciones medidas, tratamientos, asistencia y planificaciones a nivel
general e individual la Formación Integral que se procura y que menciona el artículo 139 del
la Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia dentro del Titulo de Adolescentes en
Conflicto con la Ley Penal.

25
Reinserción a su familia y la sociedad: “Con el cumplimiento de todas las fases del Proceso
para Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal; desde la investigación de los hechos,
determinación de la autoría de los mismos, participación, aplicación de la sanción
correspondiente y desarrollo de los tratamientos especializados que se deben proporcionar al
adolescente sujeto a dicho proceso; se busca la efectiva incorporación o reinserción del
adolescente a su familia y partiendo de esto a la sociedad como una persona productiva y
27
bien orientada a educarse y desarrollar un trabajo digno orientado a sus capacidades.”

Se puede comprender a partir de lo expuesto que la Naturaleza Jurídica del Derecho que
se trata es sin duda alguna de una rama de la ciencia del Derecho de Jurisdicción Privativa;
siendo en esencia, la constante y necesaria evolución de su contenido, acepciones,
perspectivas y normas positivas a través de la historia. Hasta la consolidación de un Derecho
de la Niñez y Adolescencia con Principios eminentemente Proteccionistas, Tutelares,
Instructivos, Orientadores y Reeducadores, tendientes a atender a la población que en
determinados momentos como población no fue tomada en cuenta como la parte
trascendental, importante y sostenible de la sociedad que conforma la sobrevivencia,
continuidad y permanencia adecuada del ser humano, de sus estructuras sociales, culturales,
políticas, económicas, jurídicas y espirituales, con relación además a su entorno en donde se
desenvuelve de manera individual o personal, grupal o social.

A la vez, es necesario para el estudio del Derecho de la Niñez y Adolescencia,


determinar a qué clasificación dentro de las doctrinas que se han establecido dentro de la
ciencia del Derecho pertenece el mismo; tomando en consideración, en cuanto a su
ubicación por los sujetos que lo integran y las relaciones que regula, en concreto a que rama
del Derecho Positivo pertenece.

Por lo que es pertinente enfocarse en la división del Derecho Público y Derecho Privado,
logrando de ésta forma ampliar y establecer con mejor claridad su Naturaleza Jurídica.

El Derecho Público consecuentemente, “presenta como característica fundamental el ser


irrenunciable e inmodificable por aquellos que están obligados a cumplirlo; y el Derecho
Privado, por el contrario, puede ser modificado y renunciado en virtud del principio de la
autonomía de la voluntad, facultad jurídica que viene a ser una consecuencia de la libertad

27
Ibid., artículo 139.

26
natural de los seres humanos para intervenir o no en relaciones jurídicas voluntarias y para
darles a éstas el contenido que crean más conveniente dentro del marco autorizado por el
Derecho que regule la materia.”28

Para la distinción entre el Derecho Público y Privado han existido diversos criterios, los
mismos datan de la antigua época romana, cuya distinción entre uno y otro radicaba en que;
el primero regulaba lo relativo a la organización y administración de Estado, así como de la
“cosa pública”; el segundo hacía referencia y regulaba las relaciones existentes entre
particulares. Dicha división, de Derecho Público y de Derecho Privado, ha sido heredada por
la legislación y doctrinas de origen latino, siendo así que para establecer sus diferencias, se
han formulado tres teorías, siendo las siguientes:

“Teoría del Interés (Clásica): Viene del Derecho Romano e incluye dentro del Derecho
público toda rama del Derecho que regule los intereses de la colectividad, y dentro del
Derecho privado las que se refieren a los intereses de los particulares, al bien particular. ”29

“Teoría del Órgano: Los partidarios de esta teoría manifiestan, que serán de Derecho
público aquellas ramas del Derecho que regulen relaciones en que intervenga algún órgano
estatal; y de Derecho privado las que, por el contrario, regulen relaciones en que el Estado
no interviene.”30

“Teoría de la Naturaleza de la Relación: Es la doctrina que ha tenido mayor


aceptación; afirma que la distinción entre Derecho público y privado debe buscarse en la
naturaleza de la relación regulada. Existen básicamente tres clases de relaciones: De
coordinación. Se presentan cuando los sujetos –activo y pasivo- están colocados en el
mismo plano de igualdad; por ejemplo, cuando dos particulares celebran un contrato o
cuando un particular celebra ese contrato con el Estado en los casos en que éste actúe
desprovisto de su poder soberano. De subordinación. Estas relaciones se entablan entre el
Estado y un particular, siempre que éste último se encuentre jurídicamente subordinado a
aquél, es decir, cuando el Estado actúe como ente soberano, imponiéndose al particular si se
niega a actuar voluntariamente; por ejemplo: cuando se debe pagar un impuesto o cumplir
28
Gutiérrez de Colmenares, Carmen María, Josefina Chacón de Machado., Op. Cit., Pág. 17
29
Ibid., Pág. 18
30
Loc. Cit.

27
alguna orden dada por un tribunal. De supra ordinación. Son las que se entablan entre
Estados o entre dos o más órganos del Estado, quiénes actúan en un plano de igualdad,
pero superior a aquél en que se realizan las relaciones de coordinación entre los particulares;
tal el caso de los tratados internacionales o la sanción que el Ejecutivo da a los proyectos de
ley aprobados por el Legislativo, en donde actúan dos o más órganos estatales, los cuales, a
pesar de desenvolverse en situaciones de igualdad, lo hacen en un plano superior a aquél en
que lo realizan los particulares.”31

Las teorías según varios tratadistas de Derecho, no resuelven satisfactoriamente o en


su totalidad la diferenciación entre la clasificación doctrinal de lo que es el Derecho público y
privado, siendo así que es inexistente la formulación de un criterio uniforme que indique y
explique fehacientemente lo antes mencionado, pero que indistintamente son de suma
utilidad en virtud que las mismas nos ilustran y nos proporcionan un panorama para poder
conocer, analizar y exteriorizar un criterio fundado en Derecho, y así poder dilucidar la
Naturaleza Jurídica, en este caso, del Derecho de la Niñez y Adolescencia.

El Derecho de la Niñez y Adolescencia pertenece dentro del Derecho Positivo a la


rama del Derecho denominada Público, en virtud que las relaciones que se atribuyen,
desenvuelven y regulan en el mismo, específicamente en el artículo 6 del Decreto 27-2003,
Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia, establece: “TUTELARIDAD. El
derecho de la niñez y adolescencia es un derecho tutelar de los niños, niñas y adolescentes,
otorgándoles una protección jurídica preferente. Las disposiciones de la presente Ley son de
orden público y de carácter irrenunciable. El Estado deberá velar porque los niños, niñas y
adolescentes reciban entre otros: a) Protección y socorro especial en caso de desastres. b)
Atención especializada en los servicios públicos o de naturaleza pública. c) Formulación y
ejecución de políticas públicas específicas. d) Asignación específica de recursos públicos en
las áreas relacionadas con la protección a la niñez y juventud adolescencia.” 32

Por lo establecido en el artículo de la Ley anteriormente citado, y derivado del análisis


de las teorías doctrinarias, se puede afirmar que, la Naturaleza Jurídica del Derecho de la
Niñez y Adolescencia en cuanto a su ubicación dentro de la ciencia del Derecho como tal,

31
Loc. Cit.
32
Ibíd. Artículo 6.

28
por los sujetos que lo integran y en el participan, así como el rol o papel que le compete
desarrollar a cada uno de ellos, es de Derecho Público, desarrollando y cumpliendo con sus
fines y principios desde esta ubicación y perspectiva, cuyo carácter jurídico en consecuencia
es que sus normas y aplicación son: irrenunciables, de cumplimiento obligatorio y de
jurisdicción privativa.

1.3 Definición del Derecho de la Niñez y Adolescencia

Para poder de manera satisfactoria ofrecer una definición del Derecho de la Niñez y
Adolescencia, es necesario enunciar, argumentar y desarrollar determinados elementos y
situaciones puntuales que infieren en la acepción jurídica de la rama del Derecho que se
estudia.

Uno de los elementos o cuestiones a mencionar es que el Derecho que en la


actualidad se denomina “Derecho de la Niñez y Adolescencia”, era anteriormente
denominado “Derecho de Menores”, siendo de ésta forma conocido y atendido dentro de la
legislación de muchos Estados incluyendo el de Guatemala. Por lo que para llegar al punto
actual del tema que se aborda debemos conocer a que se hace referencia, desde una
perspectiva jurídica, cuando se menciona el vocablo “menor”; proviniendo dicha palabra de la
“voz latina MINOR, adjetivo comparativo que referido al ser humano, matiza para
diferenciarlo de la colectividad que aun no ha alcanzado el pleno desenvolvimiento de su
personalidad, de los demás que ya la han alcanzado.”33

Se entiende por menor de dieciocho años, toda aquella persona que se encuentra
desde una perspectiva jurídica, para la toma de decisiones que atañe a la misma y para la
plena vigencia y respeto de sus Derechos, sujeta a la Patria Potestad o a la tutela, según sea
el caso, hasta que dicha persona cumpla la mayoría de edad. El autor Guillermo Cabanellas,
al respecto informa que: “el menor es la persona que no ha cumplido todavía la edad que la
ley establece para gozar de la plena capacidad jurídica normal determinada por la mayoría
de edad, denotando estrictamente la situación de incapacidad jurídica plena o atenuada en

33
Guevara Solórzano, Yolanda Ninette, Op. Cit. Pág. 16

29
que se encuentran todas las personas desde el nacimiento hasta llegar a la mayoría de
edad.”34

Otra acepción importante respecto al termino “menor” la proporciona el tratadista español,


Luis Mendizábal Oses, que afirma: “Etapa de la vida que está caracterizada por una situación
de heteronimia frente a esa otra situación de autonomía, que es consustancial a quienes ya
normalmente desarrollados, alcanzaron la necesaria madurez de su personalidad para regir
su propio destino. Se es menor así en comparación con la persona que ya es mayor, y de
este modo, nos hallamos ante un adjetivo comparativo que al ser recogido por el Derecho,
determina una situación concreta de la vida humana la que se denomina Minoría de edad”.35

El Derecho de Menores, como rama de la ciencia del Derecho, surge como una
necesidad e inquietud de los pueblos que impulsados por diversos factores, que se han
mencionado en la presente investigación dentro de la Evolución Histórica del mismo,
empezaron a prestar mayor atención a los problemas que surgían de los hoy denominados
como Niños, Niñas y Adolescentes, y que anteriormente fueran llamados de distintas formas,
entre estas “Menor”, para generar políticas adecuadas cuya orientación consistiera en
proteger y asistir a todo aquel niño, niña y adolescente que lo necesitara.

De tal manera que para poder realizar una definición de lo que es el actual Derecho de
la Niñez y Adolescencia, debemos definir lo que era conocido anteriormente como “Derecho
de Menores”. Y como bien lo afirma el autor Mendizábal Oses, en su obra “El Derecho de
Menores”, “El Derecho de Menores, ha de estructurarse como un todo orgánico, en el que
garantizando el bien común y la paz social, prevalezca el carácter social en todos y cada una
de sus instituciones.”36

El mismo autor hace mención que es necesario y pertinente hacer una diferencia
marcada entre lo que es la “Minoridad”, al momento de normarla, y lo que es en sí el
“Derecho de Menores”. Por lo que se puede afirmar que el denominado Menor, “constituye

34
Cabanellas, Guillermo, Diccionario de Derecho Usual, Tomo II, Buenos Aires, 1999,

35
Mendizábal Oses Luis, Op. Cit., Pág. 136.
36
Ibid., Pág. 145

30
una persona individual cuyas características personales son especiales y diferentes, ya que
se encuentra en desarrollo físico, emocional y espiritual.”37

La Minoridad, hace referencia a la edad estipulada y considerada para que una


persona tenga las calidades de “Menor”; actualmente la edad comprendida para tener la
calidad de Niño, Niña o Adolescente; y que se encuentra normado en la Ley de Protección
Integral de la Niñez y Adolescencia, así como en el Código Civil, haciendo referencia de
manera concreta a un hecho que es palpable y que afecta el ámbito externo del ser humano,
por lo que afecta en concordancia de manera positiva el ámbito jurídico; que se traduce en el
Derecho de la Niñez y Adolescencia, (“Derecho de Menores”), a través de su legislación
pertinente.

Como parte del análisis correspondiente de los elementos a examinar para poder
definir y conceptualizar lo que es el Derecho de la Niñez y Adolescencia se debe establecer
que: “La Minoridad es objeto de estudio de la Sociología Jurídica, aprovechando los aportes
que para su estudio le da la Historia, la Biología, la Psicología, la Pedagogía y la
Antropología, concluyendo que corresponde a la ciencia del Derecho el estudio de su
Concepto.” 38

Cuando se hace la afirmación que la ciencia del Derecho, a través del Derecho de la
Niñez y Adolescencia, es la pertinente para definir lo que es la “Minoridad”, así como la
formulación de normas que la protejan, podemos entonces aseverar: “La Minoridad
constituye pues, fundamentalmente, la base que el Derecho de Menores (Derecho de la
Niñez y Adolescencia) tiende a proteger; por lo que aquellos menores que por diversas
circunstancias transgreden el orden social establecido y que consecuentemente se hacen
acreedores a una sanción, por principio de justicia social no deben sancionarse con normas
iguales a las que se aplican a los adultos; siendo por lo tanto, necesario e imperativo
establecer normas jurídico-sociales que no sólo tiendan a restablecer el orden jurídico
quebrantado, sino que estén de acuerdo con la edad y medio social del transgresor
permitiendo su reincorporación a la sociedad, con medidas atinentes al caso y creando las
instituciones gubernamentales que desarrollen programas de readaptación social, con el fin

37
Ibid., Pág. 147
38
Díaz Siliezar. Op. Cit., pág. 6.

31
de lograr al mismo tiempo el desarrollo integral de la personalidad de aquéllos que por
desajustes en la misma, se encuentran en situación de peligrosidad social.” 39

Otro aspecto importante a considerar para definir la rama del Derecho que ocupa, y
se ha mencionado como característica y principio fundamental de mismo, es la Tutelaridad
que conforma el Derecho de la Niñez y Adolescencia en sí, de manera especial la legislación
correspondiente a éste.

Al considerar al niño, niña y adolescente como sujeto de Derecho, y darle prevalencia


proteccionista, preventiva y educativa al mismo, es necesario incluir dentro del concepto o
definición a elaborar los aspectos anteriormente mencionados, que no necesariamente son
de carácter jurídico, como lo son aspectos eminentemente psicológicos, pedagógicos,
biológicos entre otros y, que afectan directamente a la ciencia del Derecho.

En síntesis al Derecho de la Niñez y Adolescencia; es necesario que se le visualice


desde una perspectiva proteccionista, especialista y tutelar, que como características y
principios han sido anteriormente mencionados y enmarcan la orientación, así como la
concepción de dicha rama del Derecho; partiendo de la razón de su existir, legislación o
reglamentación, función, aplicación y ejecución, cuyos resultados deben ser buscados a
través de la complejidad de las ciencias que coadyuvan al Derecho para establecer una
aplicación eficaz y coherente del todo orgánico del grupo poblacional al que va dirigido y de
las instituciones que son conformadas por personal multidisciplinario ad hoc para solucionar
la problemática que se presente.

De tal manera que a este punto ha de hacerse mención de las definiciones que
formularon varios autores sobre el tema, para posteriormente establecer y plasmar una
propia, según la percepción y conocimiento adquirido durante la presente investigación.

De los autores que exteriorizan una definición de dicha rama del Derecho se
encuentra el profesor Rafael Sajón, quién lo define de la siguiente manera: “El Derecho de
Menores es una rama del Derecho que regula la protección integral del menor, para
favorecer en la medida de lo posible, el mejor desarrollo de la personalidad del mismo y para

39
Ibid., Pág. 7

32
integrarlo, cuando llegue a su plena capacidad, en las mejores y más favorables condiciones
físicas, intelectuales y morales a la vida normal.”40

Otro autor que nos brinda una definición del Derecho de la Niñez y Adolescencia, que
él mismo denomina como “Derecho de Menores”, es la del Jurista Luis Mendizábal Oses, que
afirma lo siguiente: “El Derecho de Menores enraizado en la propia naturaleza humana y
consecuencia inmediata de la inmadurez que condiciona el proceso evolutivo de la
personalidad individual, es un Derecho singular, eminentemente tuitivo, que tiene por objeto
la protección integral del ser humano, desde su concepción hasta alcanzar, tras su
nacimiento, la plena capacidad de obrar, que se inicia con la mayoría de edad, para
integrarlo armónicamente y plenamente en la convivencia social.”41

Finalmente se afirma que el Derecho de la Niñez y Adolescencia pertenece al Derecho


Público y Jurisdicción Privativa, constituyéndose como un Derecho especialísimo,
proteccionista, tuitivo, orientador, así como reeducador de aquellas personas consideradas
como menores de edad y cuyo calificativo o característica como tal la establece la Ley, hasta
arribar a la mayoría de edad. El mismo goza de determinados privilegios concedidos en
virtud que se encuentra en pleno desarrollo de su personalidad, incluyéndose dentro de la
misma aspectos: físico, psicológico, emocional y espiritual. Calificándose dicha rama del
Derecho de interés primordial y general, tanto a nivel Estatal como garante, facilitador y
ejecutor del mismo, como a nivel social-familiar e individual buscando su cumplimiento y
generando todos las condiciones necesarias para su plena vigencia, puesto que su objeto y
finalidad en esencia es coadyuvar a la formación integral de todo niño, niña y adolescente; a
través de su protección respecto a situaciones de riesgo, abandono y peligro, velando por su
bienestar en cuanto a su entorno familiar y social; así como su corrección, y reeducación en
casos de encontrarse en conflicto o transgresión de la Ley Penal.

Debiéndose poner en práctica políticas de protección integral de la niñez y


adolescencia, la creación de organismos de protección integral de la niñez y adolescencia,
así como su correcto y eficaz funcionamiento; capacitación a nivel Estatal, social y familiar,
para lograr el cumplimiento de las garantías y derechos de los niños, niñas y adolescentes y

40
Sajón, Rafael, Nuevo Derecho de Menores, Editorial Humanitas, Argentina pág. 13
41
Mendizábal Oses, OP. Cit., pág. 61

33
la ejecución adecuada de las medidas y sanciones establecidas en la Ley para los casos
correspondientes.

Se puede inferir que la estructura del Derecho de la Niñez y Adolescencia se concreta


en el Derecho Sustantivo, “que lo constituyen todo aquel cuerpo legal que ampare sus
derechos y garantías, los principios que inspiran el Derecho de la Niñez y Adolescencia, y
que inspiran a la vez la legislación que regula el mismo. Y el Derecho Adjetivo, que está
conformado por los procedimientos, proceso, medios cautelares, sanciones y recursos
procesales que se instituyen dentro de la Ley de Protección Integral de la Niñez y
Adolescencia, cuya naturaleza responde a cuestiones meramente proteccionistas, tuitivas y
orientadoras para los niños, niñas y adolescentes, y que pueden ser de índole administrativo
o jurisdiccional.”42

A la vez se puede considerar y estructurar el Derecho de la Niñez y Adolescencia de la


siguiente manera: “Parte Preliminar: de fundamentación con el fin de establecer el concepto y
el método. Primera Parte: Teoría de la relación jurídica de menores, naturaleza y estructura.
Segunda Parte: consideración jurídica de la minoría de edad. Tercera Parte: estudio de las
instituciones de interés o de orden público de menores. Cuarta Parte: tutela del Estado sobre
la colectividad del menor. Quinta Parte: consideración de la situación irregular de los
menores. Sexta Parte: organización jurisdiccional y procedimiento de menores. Séptima
Parte: problemática internacional referida a los menores.”43

1.4 Fuentes del Derecho de la Niñez y Adolescencia

El Derecho como ciencia tiene sus fuentes u orígenes y de éstas obtiene su haber, razón de
ser y exigir como tal. Dichas circunstancias o factores externos son los que provocan la
aparición y determinan en sí el contenido de las normas jurídicas, las cuales pueden ser de
diversos tipos, y su división o clasificación se ha adoptado a lo largo de la evolución de la
ciencia del Derecho.

Entre estas denominadas Fuentes del Derecho, tenemos: Fuentes Históricas, Fuentes
Reales o Materiales y Fuentes Formales.

42
Gutiérrez Colmenares. Op. Cit., Pág. 17
43
Guevara Solórzano. Op. Cit., Pág. 22

34
“Etimológicamente la palabra fuente deriva de la voz latina FONS, FONTI, que a la vez
deriva de la palabra FUNDO, DERE, que significa DERRAMER. Por extensión de su
significado al referirse a otras cuestiones, FUENTE es el origen o el punto de procedencia de
estas.”44

Las Fuentes del Derecho son las causas que lo inician o lo generan; de tal forma que se
torna evidente la necesidad de verificar a través de las mismas sí el Derecho de la Niñez y
Adolescencia realmente se acopla y cumple con los fines ideales por los que fue creado y, a
la vez verificar en que aspectos se puede mejorar la aplicación y plena vigencia del mismo;
específicamente dentro de lo estipulado en el Proceso de Adolescentes en Conflicto con la
Ley Penal.

El Derecho de la Niñez y Adolescencia se ocupa de todo aquel Niño, Niña y


Adolescente, desde la concepción de la persona, para muchos desde el nacimiento de la
persona, siendo así que en nuestra legislación se establece, específicamente en la
Constitución Política de la República de Guatemala, que la personalidad del individuo se
reconoce desde la concepción del mismo y por ende desde ese instante es sujeto de
derechos. Todo esto en el artículo tercero de nuestra Carta Magna, la cual consagra el
“Derecho a la Vida” afirmando que: “El Estado garantiza y protege la vida humana desde su
concepción, así como la integridad y la seguridad de la persona.” 45

A la vez el Decreto Ley 106, Código Civil de Guatemala, en el artículo primero, se


enmarca lo relativo a la personalidad civil y el reconocimiento de la personalidad del
individuo, que literalmente dice de la siguiente manera: “La personalidad civil comienza con
el nacimiento y termina con la muerte; sin embargo, al que está por nacer se le considera
nacido para todo lo que le favorece, siempre que nazca con condiciones de viabilidad.”46

Partiendo de la premisa expuesta se debe acentuar que el Derecho de la Niñez y


Adolescencia como rama de la ciencia del Derecho que está en constante cambio y
evolución como sistema jurídico en sí, habrá de desdoblarse en dos períodos, siendo estos:
“el de gestación y el de nacimiento, y la expresión fuente, referida a este derecho, puede

44
Loc. Cit.
45
Decreto Ley 106, Código Civil de Guatemala, artículo sexto.
46
Ibid., Articulo primero.

35
hacer alusión a uno y otro instante, aun cuando la generalidad de la doctrina jurídica la
refiere al último de los señalados. De aquí que pueda afirmarse que son fuentes del Derecho
de Menores la causa que produce una regla jurídica como tal, los modos de producirse este
Derecho Objetivo, las formas en las cuales el Derecho Positivo de Menores se realiza, los
modos con que estas normas de conducta reciben determinación concreta y carácter
coactivo, los medios o formas por los que el Derecho de Menores, en absoluto, es
determinado por el Estado en preceptos concretos, o la causa generatriz o productora de las
instituciones del Derecho de Menores.”47

Por la importancia que deviene de las justificaciones analizadas y sustentadas por


juristas conocedores del tema abordado, se afirma que “El ser humano, dotado de
inteligencia y libre voluntad, es la causa directa del ordenamiento jurídico; es decir, el
48
Derecho es producto de la actividad humana, de su cultura.”

La primera fuente del Derecho en general son las Fuentes Históricas del Derecho,
considerando las mismas como: “Los lugares en donde el Derecho ha quedado plasmado.
Por ser el Derecho una obra humana, abstracta, de existencia ideal, se hace necesario
plasmarlo de alguna forma: en documentos, papiros, estelas, monumentos, los cuales
constituyen las fuentes históricas del Derecho.”49

Las Fuentes Reales o Materiales, responden a la interrogante: “¿Qué factores


determinan el contenido de las normas jurídicas?, incluyendo en ellas todos los factores y
circunstancias que provocan la aparición y determinan el contenido de las normas jurídicas.
Son pues ajenas al Derecho y simplemente constituyen su antecedente lógico y natural;
prefiguran su contenido y encierran, en potencia, las soluciones que pueden adoptar las
normas jurídicas, que no son un resultado casual de la evolución social, sino que obedecen a
múltiples causas de tipo político, religioso, económico, social y biológico.” 50

47
Díaz Siliezar. Op. Cit., Pág. 7
48
Gutiérrez Colmenares. Op. Cit., Pág. 38
49
Gutiérrez Colmenares. Op. Cit., Pág. 40
50
Loc. Cit.

36
Todos los factores que incluyen las Fuentes Reales o Materiales, hacen en conjunto y
definen el contenido, así como la finalidad de las normas jurídicas, tomando en consideración
las distintas épocas y lugares de donde emanaron o fueron creadas.

“Sin embargo, si bien es cierto que al elaborar la norma de Derecho el legislador


tomará en cuenta todos los factores reales mencionados con anterioridad. También deberá
considerar los datos ideales y racionales. Éstos constituyen los valores que el Derecho tiende
a realizar, buscando un punto de equilibrio entre los ideales de justicia y los factores
reales.”51

Dentro de los elementos a considerar o factores reales que influyen en el contenido de


las normas jurídicas se encuentran entre otros: “Datos biológicos. Ningún ordenamiento
jurídico puede dejar de tomar en cuenta los hechos básicos de la vida: el nacimiento, la
muerte, las necesidades naturales. Tampoco puede ignorar otros hechos de tipo biológico
como las diferencias de sexo, edad, o la herencia de ciertos caracteres. Otro factor
trascendental es el Económico, puesto que muchas normas de Derecho contienen un
contenido económico, así como ramas de Derecho cuya finalidad es eminentemente
económica, como por ejemplo el Derecho Mercantil, Fiscal, Financiero, entre otros.” 52

Los Datos o Factores Políticos, son definitivamente, otro aspecto a considerar y que
indudablemente tienen plena injerencia respecto a la formulación de normas jurídicas. Siendo
éstos “en los que se observa el fenómeno del poder; es decir, la diferenciación entre
gobernante y gobernados. Esta realidad influye necesariamente en el contenido de las
normas jurídicas, primordialmente en alguna de ellas como las de Derecho Constitucional,
Derecho Administrativo, Derecho Procesal.” 53

Se debe hacer énfasis también dentro de los aspectos relevantes de las Fuentes
Formales del Derecho que se clasifican en: Fuentes Directas y Fuentes Indirectas. “Son
fuentes formales Directas aquellas que contienen y exteriorizan la norma jurídica de
cumplimiento obligatorio. Se incluye dentro de ellas la legislación, la costumbre y la
jurisprudencia (doctrina legal). A la vez se consideran como fuentes formales Indirectas las
51
Ibid. Pág. 41
52
Loc. Cit.
53
Ibid., Pág. 42

37
que no contienen las normas de Derecho, pero contribuyen a su creación. Por ejemplo: la
54
doctrina de los juristas, los principios generales del Derecho.”

1.5 Fuentes Históricas del Derecho de la Niñez y Adolescencia en el Mundo, y en


Guatemala

Al establecer lo que son las Fuentes Históricas del Derecho y tener una idea general del
tema, se deben enfocar las mismas a lo que específicamente constituyen las Fuentes
Históricas del Derecho de la Niñez y Adolescencia.

Por lo que al hacer recuenta de dichas fuentes, las más antiguas y relevantes, que a
través del tiempo fueron alimentando y fortaleciendo lo que actualmente conocemos como el
Derecho que protege a todo niño, niña y adolescente y que si bien es cierto no regularon
específicamente lo relativo a dicha rama del Derecho como tal, fueron antecedentes que de
una u otra forma dieron pinceladas a la normativa que proporcionalmente regulaba el tema
en mención. “Dichas fuentes son entre otras: “los Diez Mandamientos, La Biblia Cristiana, el
Código de Hammurabi, la Ley de las XII Tablas, el Código de Manú, así como toda clase de
inscripciones, códices y otros documentos de contenido jurídico.” 55

Durante el transcurso de la historia del ser humano se ha regulado lo relativo a los


niños, niñas y adolescentes, como se ha ilustrado en la presente investigación, al desarrollar
la evolución histórica del Derecho de la Niñez y Adolescencia, siendo así que como Fuente
Histórica cabe mencionar que “La Ley de las XII Tablas que empieza por hacer una distinción
entre púberes e impúberes; las Institutas que admiten tres grupos de menores, agregando a
las anteriores a los infantes, ya en la época moderna y contemporánea podemos encontrar
otras leyes declaraciones que por su tiempo constituyen una fuente histórica, tales como La
Ley de Jóvenes Delincuentes, emitida en Rusia en 1837; la Ley que reglamentó el
tratamiento de Menores Abandonados, Descuidados y Delincuentes en EE.UU. en el año
1899; La Ley Previsora para Rescatar Jóvenes Delincuentes, de Alemania en el año 1900;
La Ley de Protección de Menores en el Uruguay en 1911; El Código del Niño de ese mismo

54
Ibid., Pág. 44
55
Díaz Siliezar. Op. Cit. Pág. 9

38
país en el año de 1934; LA Declaración de los Derechos Humanos; La Carta de Ginebra; LA
Declaración de los Derechos del Niño por las Naciones Unidas, etc.” 56

De las Fuentes Históricas que atienden directamente el Derecho de la Niñez y


Adolescencia en Guatemala, durante la época independiente, se encuentran: “El acuerdo de
fecha 21 de julio de 1854, que da vida a la “Escuela de Reforma para Menores de 18 años,
Convictos de delitos y los Vagos”, todo esto durante el gobierno del Doctor Mariano Gálvez.
Posteriormente surge el decreto 2043 emitido durante el transcurso del gobierno del General
Jorge Ubico Castañeda; quién en aquel entonces estaba facultado para legislar, según lo
estipulado en la Constitución de la República que se encontraba vigente en aquella época,
de manera concreta en el artículo 77, numeral 23. Todo lo anterior fue posible en virtud del
tipo de gobierno que se ejercía durante el tiempo en el que dicho personaje fue Jefe de
Estado, siendo así que con fecha 15 de noviembre de 1937, cobra vigencia el decreto que ya
ha sido identificado y que contenía la denominada, “Ley de Tribunales para Menores”.57

La importancia del decreto 2043 radica en que, a pesar que con anterioridad existía
alguna normativa respecto a los denominados: Menores de Edad, ninguna de ellas era
específica en cuanto a regular sólo lo relativo a este grupo poblacional; siendo por ende la
primera legislación que nace al ámbito jurídico guatemalteco y que contiene normas
especificas al tema en cuestión. Dicha Ley se componía de tres capítulos, con la totalidad de
veintitrés artículos.

Con la finalidad de comprender la evolución que ha sufrido la legislación de


Guatemala referente al tema de Niñez y Adolescencia, se hace análisis de la denominada
Ley de Tribunales para Menores y así poder entender el por qué de la orientación de
nuestras normas, con atención al proceso establecido en la actualidad en el Decreto 27-
2003, Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia.

Es importante recalcar que: “El decreto 2043, “Ley de Tribunales para Menores”, como
ya se mencionó, se componía de tres capítulos, de los cuales el primero atendía en cuatro
artículos lo concerniente a la exclusividad que tenían los Tribunales para Menores de

56
Guevara Solórzano. Op. Cit. Pág. 26
57
Loc. Cit.

39
conocer y resolver todos aquellos casos derivados de acciones u omisiones que eran
constitutivos de delito o falta contemplados en el Código Penal de la época.”58

“Los Órganos Jurisdiccionales que conocían en los casos que suscitaran, se


Conformaban con cinco personas, además del Juez de Primera Instancia del Ramo Penal,
que precedía el “Tribunal para Menores”; las cinco personas debían cumplir como requisitos
para ser parte de los mismos, el ser de por lo menos veinticinco años de edad, ser vecinos
del lugar donde tenía competencia el Tribunal, ser de reconocida honorabilidad, y tener
experiencia como padre de familia o maestro de la comunidad. Es decir que los mismos no
debían ser profesionales o especialistas en cuestiones de adolescentes o personas
59
denominadas por la Ley como menores de edad.”

“En el Capítulo II de dicha Ley, decreto 2043, se hacía alusión a que en el expediente
que se llevara en cada uno de los casos en concreto, únicamente debían contener los datos
y hechos indispensables; como informes médicos, psicológicos, pedagógicos, entre otros,
para Lograr de esta forma tomar una determinación, resolviendo al respecto” ”60.

Siendo así que desde ninguna perspectiva se exigía, en el Proceso seguido para los
Menores, acatar y cumplir con los trámites necesarios y rigurosos que señalaban las leyes
procedimentales respecto al Proceso Común.

Otro aspecto importante que señalaba la Ley comentada, es que los miembros de los
Tribunales para Menores, en la medida de lo posible, debían hacer sus gestiones y operar
aun fuera de su sede, con el objeto de evitar el causar daños o traumas innecesarios a el
joven que fuera sujeto a proceso por sus acciones u omisiones.

Como aspectos interesantes y que delimitaban la competencia de los Tribunales en


cuestión esta que: “sólo conocían los casos suscitados de las personas que cometieran un
hecho que transgrediera la Ley Penal comprendidas entre las edades de diez a quince años,
clasificando a los mismos como pervertidos a aquellos que reflejaban, posteriormente al
análisis de los hechos y expediente conformado, mayor peligrosidad y a quienes imponían

58
Ibid., Pág. 27
59
Loc. Cit.
60
Guevara Solórzano. Op. Cit., Pág. 26

40
como pena la de estar internos en un establecimiento correccional, cuya ubicación se
encontraba en la Ciudad Capital.”61

En casos menos graves o que el sujeto a proceso no tuviera o manifestara


peligrosidad social, era sometido únicamente a una amonestación, arresto en el
establecimiento escolar donde asistiera y la colocación del infante a los que ejercieran la
patria potestad o tutela en su caso.

“A la vez su educación quedaba bajo la supervisión y vigilancia, de manera oficial, del


juez que conoció del caso, pudiendo este delegar dicha responsabilidad al intendente
municipal, o autoridad competente, así como dejar al adolescente bajo cuidado de una
familia de la localidad en donde residiera anteriormente el menor, que fuera de reconocida
honorabilidad.”62

En todos los casos las medidas a tomar debían estar orientadas a buscar la
reincorporación del adolescente a la sociedad, eliminando las causas que lo mantuvieran en
riesgo o en reincidencia para cometer hechos contrarios a la ley.

Indistintamente, cualquiera que fuera el caso que se tratara respecto a hechos


contrarios a la Ley en que estuviera involucrado un adolescente o menor de edad, el mismo
era considerado un delincuente y la conducta de éste calificada como delictiva; a pesar que
el Proceso establecido para los adolescentes, en aquel entonces llamados “Menores”, era
distinto al Proceso Penal Común o cualquier otro proceso instituido en ley.

En la legislación actual, referente a los Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal,


ninguna de las anteriores consideraciones se encuentra vigente; puesto que al adolescente
en conflicto con la Ley Penal no se le considera como delincuente; y su conducta no es
llamada “delictiva”, sino más bien es considerada como una transgresión a la Ley Penal.

“El último Capítulo del decreto 2043, que era el tercero, establece algunas
formalidades para realizar la detención y reclusión de un adolescente transgresor; normando
que la detención y reclusión según el caso, debía ejecutarse en una prisión o centro de
detención común, sino en un centro especializado y preestablecido. A falta de un centro

61
Loc. Cit.
62
Loc. Cit.

41
especializado se debía proceder a entregar al adolescente a sus familiares o personas de
confianza, bajo una caución económica fijada por el juez competente. También el Capítulo III,
establece que se puede proceder a la detención de una persona menor de quince años de
edad.”63

En los casos de delitos cometidos por mayores de edad, en auxilio de menores de edad, el
procedimiento a seguir era análogo al que establece la legislación actual.

Para los casos que un adolescente incurriera en una Falta de las contempladas en la
Ley Penal, la Ley de Tribunales para Menores señalaba que los mismos no serían objeto de
detención; concretándose únicamente, la autoridad competente, a recabar el o los nombres
de los infractores y domicilio de sus padres o encargados; para que posteriormente éstos,
con acuerdo llegado con el juez competente, pudieran a través de medidas pertinentes,
suprimir la conducta inadecuada, así como violatoria de la Ley por parte de los adolescentes
en cuestión.

Además sí como consecuencia de los hechos ocurridos y que violentaran la Ley penal
existiese persona agraviada u ofendida; la misma en ningún caso podía constituirse como
acusador, puesto que sólo podía presentar denuncia contra el adolescente infractor, sin que
se considerara por lo último a dicha persona como parte del proceso. Todo esto por la
naturaleza especialísima del Proceso contemplado en la Ley en discusión.

Con el paso de los años, específicamente en el año 1966, se emite el Decreto 1601,
por el Congreso de la República de Guatemala. Derivado de la necesidad latente de regular
una laguna legal existente en el Decreto 2043, “Ley de Tribunales para Menores”, que era la
Ley que estaba vigente para la época.

Dicho Decreto subsano lo relativo a la situación en la que se encontraba toda aquella


persona que fuese mayor de quince años y que hubiera violentado la Ley Penal; puesto que
el decreto 2043, sólo normaba lo respectivo a los adolescentes comprendidos entre las
edades de diez años a quince años de edad, que se encontraran en esa situación.

Lo que contemplaba también el decreto 1601, esta lo relativo al trato del adolescente,
en cuanto a que el mismo no debía ser considerado como delincuente y por lo tanto, en

63
Ibid., Pág. 27

42
ningún caso debía ser remitido a cárceles y establecimientos destinados para mayores; sino
más bien se les debía tratar en establecimientos o instituciones especializadas en donde se
les procurara, educación integral, mecanismos de readaptación social y, tratamientos
médicos, psicológicos, así como pedagógicos. Todo lo anterior por lo contemplado en la
Constitución Política de 1965, que en el artículo 55, tercer párrafo, que en síntesis manifiesta
lo anteriormente expuesto.

Como ya se ha hecho mención el Derecho de la Niñez y Adolescencia es una rama de la


ciencia del Derecho que evoluciona rápida y constantemente, debido a que las necesidades
del ser humano, que vive en sociedad, van cambiando, a la vez que su conducta ante las
mismas; por ende y como función del Derecho, es necesario normar dichas conductas, para
lograr así la armonía, la justicia, la equidad y el bienestar común. “A las condiciones
manifestadas se suma una nueva Ley, la cual se creó con el Decreto 61-69 que se divulgó
como “Código de Menores”, el mismo surge con un contenido innovador y de suma
importancia para la regulación relacionada a los Niños, Niñas y Adolescentes, pues las
disposiciones del decreto 2043, ya no eran suficientes y coherentes con la realidad social
que vivía en aquel entonces nuestro país.”64

El Decreto 61-69 presenta como cuestiones importantes dentro de las motivaciones


que tuvo el legislador para la elaboración de la misma y que quedaron plasmadas de manera
especial en su parte considerativa: “La niñez y adolescencia como tal, son etapas
importantes, en virtud que conforman parte esencial para la formación de la personalidad del
individuo, ya que en estas etapas es cuando se afianza la personalidad y carácter de los
mismos. Por lo que el Estado a través de la legislación y principios filosóficos de ésta,
atribuye una importancia primordial y privilegiada, para el grupo poblacional que atiende el
Derecho de la Niñez y Adolescencia.”65

Esta percepción considerada a nivel Estatal, se deriva por la responsabilidad que el


mismo Estado tiene, en virtud del mandato que la Constitución de la República del año 1965,
contempla en el artículo 87 cuando la misma establece que el Estado es el que ostenta la
responsabilidad de velar por la salud física, mental y moral de los Menores, afirmando a la

64
Ibid, Pág. 28
65
Loc. Cit.

43
vez la imperiosa necesidad de la creación de entidades e instituciones pertinentes y
especializadas, que faciliten y velen por lo anterior, a favor de los niños,, niñas y
adolescentes de Guatemala.

De lo anterior se deriva que, la parte más importante del Decreto 61-69, fue derogada
por el Decreto 94-70 del Congreso de la República, en dicha disposición se consideraron los
aspectos ya mencionados en el párrafo anterior y que fueron determinantes para dejar sin
vigencia una legislación que probablemente hubiera marcado de manera significativa y
positiva el Derecho de la Niñez y Adolescencia en Guatemala, pues los aspectos que en el
Decreto 61-69 enmarcaba y regulaba eran la concreta evolución hacía el cambio de la
población guatemalteca respecto de la expectativa de vida de sus nuevas generaciones.

Otros aspectos que se contemplaron en el Código de Menores, Decreto 61-69, fueron


aspectos de protección a los Menores, las cuales fueron conceptualizadas y reguladas en el
Código como Acciones tales como: “Acción Protectora, Acción Preventiva y Acción
Correctora, cada una de ellas contemplando aspectos diferentes. La primera de ella hacía
referencia en proporcionar asistencia medico-social para amparar y defender la infancia
desviada, es decir a los menores que por cualquier motivo se encuentren en desamparo, mal
trato, explotación u otros peligros materiales y morales, que requieren intervención del
Estado en cuanto a su protección social”. 66

La segunda hace referencia a: “Proporcionar asistencia medico-social y educación


integral en forma anticipada, a los “menores”, que por el medio ambiente y actos de conducta
irregular que viven y en el que se encuentran de tal forma de prevenir que se conviertan en
personas negativas para la sociedad y para Guatemala. La tercera acción se refiere o hace
énfasis en dar asistencia medico-social, educación integral y medios de adaptación a todo
aquel infante que lo necesite, logrando con esto incorporarlos a la sociedad a todos aquellos
menores que se encuentran en riesgo o han incurrido en conducta irregular.”67

En cuanto a los Órganos Jurisdiccionales que atendían lo relativo a las cuestiones de


la niñez y adolescencia, se establecieron finalmente juzgados que efectivamente tuvieran

66
Ibid., Pág. 30
67
Loc. Cit.

44
competencia exclusiva para conocer, juzgar y ejecutar casos de adolescentes que incurrieran
en conducta irregular.

En el Titulo III, Capítulo I, Organización; se establecía como competencia exclusiva de


los Tribunales para Menores: “el conocimiento de casos de adolescentes transgresores de la
Ley Penal, que fueran puestos a disposición de los mismos. A la vez se facultaba a la Corte
Suprema de Justicia para poder disponer acerca del funcionamiento de los mismos tanto
dentro de la Ciudad de Capital, como de los Juzgados con Jurisdicción departamental, dentro
de las cabeceras departamentales; teniendo facultad también para poder unificar la
competencia para conocer de los casos que suscitaran de más de un departamento.” 68

Ocho años más tarde a la entrada en vigencia del decreto 94-70, surge por la
necesidad de adaptar las normas jurídicas a la realidad social de Guatemala, así como el
regular los casos que suscitaban respecto a los niños, niñas y adolescentes en riesgo,
peligro o en conflicto con la Ley Penal, y el aumento desmesurado de los mismos; una
normativa que respondiera a las situaciones mencionadas y que efectivamente se adaptaran
al entorno social de nuestro país; que evolucionara respecto a las necesidades reales de la
juventud, para orientarla y encaminarla de manera correcta, cumpliendo así con una de las
obligaciones fundamentales del Estado que por mandato constitucional debe velar por el
resguardo de la vida, el bienestar común, así como el desarrollo integral de la juventud.

De tal forma que en respuesta de esto, surge la nueva legislación en materia de niñez
y adolescencia, siendo este el Decreto 78-79, del Congreso de la República, denominado
nuevamente como Código de Menores.

Como aspectos relevantes de este nuevo Código de Menores, se puede hacer


mención lo siguiente: “Dio exclusividad y naturaleza esencialmente privativa a los Juzgados
de Menores, pues la legislación anterior establecía los Tribunales para Menores, pero no
eran conformados como tal, sino más bien eran los Juzgados Penales los encargados de
tomar el carácter de Tribunales para Menores y conocer, así como resolver, los casos que se

68
Loc. Cit.

45
les presentara. Por lo anterior el artículo 15 del decreto 78-79, establece la creación de los
Juzgados de Menores que funcionaban con carácter de juzgado de primera instancia.” 69

A la vez añade el legislador a dicho artículo, la creación de la Magistratura


Coordinadora de la Jurisdicción de Menores y el Tribunal de Menores, que funcionaría como
Tribunal de alzada, para conocer de los recursos resultantes de los procesos conocidos por
el juzgado de primera instancia competente. Añadiendo también en ese mismo artículo del
cuerpo legal comentado, que todos los órganos jurisdiccionales creados en el mismo,
pertenecen y conforman parte del Organismo Judicial.

Como se puede observar en este nuevo cuerpo legal, Código de Menores


Decreto 78-79, se establece de manera evidente una estructura mucho más sólida, concreta
y organizada; para conocer, resolver y ejecutar los casos que se presentaran con relación al
Derecho de la Niñez y Adolescencia.

Toda esta reorganización y creación de los órganos jurisdiccionales de menores,


encargados de la administración de justicia, a través de la aplicación del Derecho; es el
resultado, de un esfuerzo tardío y mediocre por parte de las autoridades estatales, por
solucionar una situación social que se pudo haber prevenido y evitado anteriormente y que
evidentemente se visualizaba como eminente en un futuro dentro de la realidad social del
país.

A raíz del aumento exponencial de casos relacionados con los niños, niñas y
adolescentes, que se encontraban en riesgo, peligro, abandono y conflicto con la Ley Penal;
consecuencia de la indiferencia, desinterés, apatía de toda la sociedad guatemalteca y
principalmente de los gobiernos de la época, en virtud que nunca tuvieron como menester la
implementación de políticas estatales tendientes al fortalecimiento de las Instituciones, que
legislaciones pasadas contemplaban dentro de sus disposiciones, cuya finalidad y objetivo
era hacer una realidad lo que la Constitución de la República siempre a mandado, en cuanto
al deber del Estado por velar y proteger la vida, la seguridad, el bien común y el desarrollo
integral de los habitantes de Guatemala.

69
Ibid., Pág. 32

46
Dichas normativas fueron derogadas por excusas que de una u otra manera; con un
poco de voluntad política, planeación, coordinación, control y administración adecuada de la
cosa pública; se hubieran podido subsanar; logrando así evitar que estas personas, que en
aquella época eran “menores”, se convirtieran en personas antisociales y no productivas para
sí mismas, su familia y su entorno social. Siendo por ende una carga adicional para el
Estado, que compromete por ello de manera palpable el futuro del país y la estabilidad
política del mismo, constituyendo como resultado de todo lo anterior un cáncer social, mucho
más difícil de curar; ya que las generaciones producto de las mencionadas, serán por
naturaleza antisociales, conflictivas y no productivas para el país, empeorando así las
condiciones de vida y desarrollo tendientes a propiciar el desarrollo en general de nuestra
amada Guatemala.

El nuevo Código de Menores, decreto 78-79 del Congreso de la República, no cumple en su


totalidad con la expectativa de una legislación sólida que verdaderamente regule la
problemática en aumento de la niñez y adolescencia, en concordancia a las necesidades de
la sociedad guatemalteca. Lo anterior lo afirmo tomando en consideración, que la misma
después de ocho años, en que se pudieron haber realizado los estudios pertinentes de la
problemática vivida, como se manifestó por el legislador anteriormente para proceder a
derogar el “Código de Menores”, decreto 61-69, respecto al ámbito ateniente a la rama del
Derecho de la Niñez y Adolescencia, para poder adaptar una legislación coherente respecto
a los resultados de dichos estudios y de las necesidades que se vieran reflejadas en los
mismos, y así poder detener el aumento de casos suscitados por los menores afectados y
expuestos al ambiente social disfuncional, violento y desorientado; que como un flagelo
afectó y sigue afectando en la actualidad a nuestro país.

Con una normativa ad hoc y consiente, así como con una conciencia por parte del
legislador de la importancia de la misma, se podría obtener en verdad un camino trazado
para que a través de la implementación de políticas de gobierno, inversión y colaboración de
todos los sectores, tanto públicos como privados, se obtengan resultados palpables.
Tristemente todo lo expuesto no es el caso del Código de Menores, Decreto 78-79. Ya que a
pesar de la implementación de los Órganos Jurisdiccionales especializados, la creación de la
Magistratura de Coordinación y el Tribunal de Menores; no fueron suficientes para la realidad
que se enfrentaba en Guatemala, que como resultado, y afirmación de la poca productividad,

47
efectividad y funcionalidad de la Ley, se puede observar y reflejar en la situación actual del
país.

En conclusión como aporte de las disposiciones contenidas en el Decreto 78-79 del


Congreso de la República se destaca la creación de los Juzgados de Primera Instancia de
Menores, cuyos titulares gozaban de las mismas calidades y prerrogativas que los demás
juzgados de primera instancia preexistentes. Dentro de las características de dichos
juzgados, se encontraba que su organización se establecía según su reglamento, emitido por
la Corte Suprema de Justicia. Su integración exigía personal capacitado y especializado en
materia de Derecho de la Niñez y Adolescencia, incluyendo auxiliares dentro de su personal
como educadores o pedagogos, trabajadores sociales, médicos, psiquiatras y psicólogos
entre otros.

La función de los Jueces de Primera Instancia de Menores consistía en conocer respecto de


los casos de menores, en situación irregular, y dictar medidas de protección que
correspondieran de acuerdo a la Ley.

La Magistratura de Coordinación de la Competencia de Menores, regulaba lo relativo a


las funciones de los Juzgados de Menores y; cuando fuera necesario se constituía en
Tribunal de Menores, cuyas funciones y establecimiento era temporal, pues sólo se integraba
para conocer de los recursos de apelación interpuestos en contra de lo resuelto en los
Juzgados de Menores, siendo así que posteriormente a resolver los mismos el mismo se
disuelve.

Este último Decreto conforma la fuente histórica más cercana de lo que conforma la
actual legislación, en nuestro ordenamiento jurídico, respecto a lo que compete conocer en
materia de la niñez y adolescencia. Por lo que posteriormente a la derogación del Decreto
78-79, entra en vigencia nuestra actual denominada Ley de Protección Integral de la Niñez y
Adolescencia, Decreto 27-2003 del Congreso de la República de Guatemala.

Siendo así, que para poder conocer lo relacionado al Derecho de la Niñez y


Adolescencia en general en cuanto a su positivación como norma jurídica. Para poder
entender dicha rama del Derecho aplicada en Guatemala, así como la situación actual del
grupo poblacional que conforma la misma, fue necesario evocar las Fuentes Históricas que
atendieron el ordenamiento jurídico del país en una época determinada, y que de manera

48
directa contribuyeron a lo que actualmente acontece como realidad social del país, como la
realidad de la legislación guatemalteca, su aplicación y efectividad, dentro de los objetivos
que se buscan y anhelan alcanzar.

Al haber abordado el tema relativo a las Fuentes Históricas del Derecho de la Niñez y
Adolescencia, saber la importancia de las mismas y tener noción de ellas, deja la posibilidad
y la puerta abierta para poder profundizar respecto lo concerniente a las Fuentes Reales o
Materiales de la rama del Derecho que nos atañe.

1.6 Fuentes Reales o Materiales del Derecho de la Niñez y Adolescencia

De tal forma las Fuentes Reales, como se ha explicado, de manera general en este
Capítulo, dentro del tema de las Fuentes del Derecho; no son un resultado casual de la
evolución social, como muchas veces se afirma por particulares y hasta por personas que
afirman tener conocimiento del tema de la “Niñez y Adolescencia en Guatemala”. Sino que
son consecuencia de múltiples causas de tipo económico, político, religioso, biológico, étnico,
cultural, moral y educativo, entre otros aspectos, siendo los anteriores los más relevantes.

Por ende ésta constituye uno de los puntos de análisis elementales y de trascendencia
dentro de la presente investigación, para la comprensión de la situación actual en
Guatemala, respecto al “Régimen Jurídico Aplicable a los Adolescentes en Conflicto con la
Ley Penal, con relación al Derecho Comparado”; específicamente la legislación de Costa
Rica, como país hermano Centroamericano y la legislación de Colombia, como país
Latinoamericano.

Las Fuentes Reales o Materiales del Derecho de la Niñez y Adolescencia son en


concreto las siguientes: “La Fuente Real del Derecho de “Menores” está en la propia vida de
los niños, los adolescentes y los jóvenes menores de edad, con el fin de protegerlos desde
su nacimiento y aun antes del mismo, hasta la mayoría de edad, se debe conocer su
comportamiento, el ambiente que se desenvuelven; ver si los programas de estudio se
responden a las necesidades, inquietudes e intereses de los menores, si reciben educación
física, moral e intelectual que les permita cumplir con las obligaciones mínimas brindarles
una vida decorosa; si se cumple con la recreación del niño, si existe seguridad política que
permita el desarrollo de las clases existentes; así poder contar enumerando una gama de

49
aspectos que reflejan la realidad de la sociedad y los cuales constituyen una fuente real que
70
debe ser tomada por el derecho de menores.”

“Dentro de las Fuentes, ya directamente hablando, que conforman las Fuentes Reales
o Materiales, dentro de la rama de Derecho que se atiende, están primordialmente los
aspectos o datos Biológicos, como primer aspecto a mencionar se tiene el grupo poblacional
que conforma el Derecho de la Niñez y Adolescencia, pues el aspecto biológico en este caso
sería que el individuo considerado como menor de edad, es una persona que no ha
alcanzado su desarrollo integral y por ende es sujeto de derechos, siendo este la razón de
ser del Derecho y fin de la existencia de mismo.

En el caso de la rama del Derecho (Niñez y Adolescencia) se debe tener en


consideración el nacimiento de la persona, la vida en sí del ser humano, cuestiones como
diferencia de sexo, edad, o la herencia de ciertos caracteres; la edad de cada persona con el
fin de verificar la capacidad o incapacidad de las mismas y entre otras cosas de suma
importancia, la posibilidad de establecer determinados derechos de reconocimiento estatal y
protección del mismo, así como de la población en general.

Dentro de los datos económicos, específicos del Derecho de la Niñez y Adolescencia,


respecto a las Fuentes Reales o Materiales, ha de considerarse cuestiones como desarrollo
económico-patrimonial, en el que viven y se desarrollan la mayoría de los niños, niñas y
adolescentes de Guatemala, haciendo alusión que la gran mayoría de ésta población, no
tiene acceso a satisfacer sus necesidades básicas. Y por ende carecen del desarrollo integral
de sus personalidades; con relación a la premisa o dato económico con antelación
mencionado.

Agravado con falta de atención por parte de sus encargados y sumando el hecho que
no cuentan con el apoyo de una familia integrada, en muchos casos, acceso a la educación,
y a la realización personal a través de la práctica de deporte, pasatiempo o desarrollo de
habilidades de carácter artístico; y más bien ser sometidos a condiciones deplorables de
vida, tanto afectiva, como educacional.

70
Díaz Siliezar, Op. Cit., Pág. 15

50
Se puede afirmar que en conjunto, los factores descritos, conforman una influencia e
incidencia directa y trascendental en la formulación de la legislación relativa al tema, pues
determina indudablemente la orientación y finalidad de la misma, así como la forma de
establecer y aplicar las medidas tendientes a proteger al niño o niña, reorientar y educar al
adolescente, que definitivamente bajo las condiciones anteriormente descritas será más
propenso a encontrarse en problemas y necesitar el auxilio por parte de los órganos e
instituciones estatales creadas para el efecto.

1.7 Fuentes Formales del Derecho de la Niñez y Adolescencia

“Las Fuentes Formales que atienden el Derecho de la Niñez y Adolescencia son las formas
preestablecidas o predeterminadas y de cumplimiento obligatorio, que regulan conductas
externas de las personas y de todo aquel ente comprendido dentro de la conformación de un
país.”71

Las Fuentes Formales en Guatemala de dicha rama de la ciencia del Derecho son: La
Constitución Política de la República de Guatemala, como Ley suprema del ordenamiento
jurídico interno del país. Convenios, Tratados, Pactos y demás instrumentos internacionales
en materia de Derechos Humanos, aceptados y ratificados por Guatemala. Ley del
Organismo Judicial, como Ley de aplicación general y que regula el ordenamiento jurídico del
país como ley guía de preceptos y consideraciones amplias.

De manera supletoria se aplica el Código Penal y el Código Procesal Penal en las


partes conducentes y aplicables de los mismos al Derecho de la Niñez y Adolescencia, en
tanto no contravenga las normas expresas de la Ley específica. Finalmente la Ley de
Protección Integral de la Niñez y Adolescencia, decreto 27-2003, que es la Ley específica
que regula todo lo relativo al tema.

1.8 Contenido del Derecho de la Niñez y Adolescencia

Dentro de la amplia temática que constituye el Derecho del la Niñez y Adolescencia, que al
transcurrir del tiempo se torna en uno muy extenso y creciente, es imperante mencionar,
definir, así como delimitar elementos importantes para el tema tratado. Dichos elementos, en
la presente investigación se atenderán y enunciaran en virtud a los adolescentes en conflicto

71
Guevara Solórzano, OP. Cit., Pág. 11

51
con la Ley Penal. Por lo que el enfoque que se le dará a los mismos es a razón de entender
aspectos que concurren e influyen en las conductas ejecutadas por los adolescentes sujetos
al proceso instituido en Ley. Y que sin duda alguna son importantes de conocer, pues
coadyuvan a entender el proceso y el por que de su estructura y disposiciones; siendo a la
vez, la mención de dichos elementos un facilitador para el análisis comparativo de la
legislación nacional con los países de Costa Rica y Colombia, como ya se ha mencionado,
en virtud de poder establecer conclusiones acertadas respecto al tema central que aborda la
Tesis que se elabora.

De tal forma que el primer elemento a considerar es:

1.8.1 Conducta Trasgresora


La conducta calificada como antisocial de un adolescente, puede ser entendida e identificada
dentro de todas las manifestaciones del proceder de éste como todo aquel acto, hecho o
acción ejecutado por el mismo o del que efectivamente tomo parte y que contravienen las
estipulaciones o normativas contenidas dentro de la legislación penal, tal como lo establece
el artículo 132 del decreto 27-2003, Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia,
dentro del título II referente a los Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal.

Siendo así que el autor o sujeto pasivo del acto antisocial es el adolescente, pero dado
a las circunstancias y características especiales del mismo, se puede hace referencia que no
nos encontramos frente a un delincuente, porque no se dan el resto de elementos que la
doctrina del Derecho Penal exige y establece para la definición jurídica material del delito
como tal.

En otras palabras que se trate de un acto humano, típico, culpable, antijurídico y


punible, imputable a una persona, y que con anterioridad la conducta haya sido establecida y
tipificada como delito o falta dentro del ordenamiento jurídico penal. Lo anterior en virtud que
los mismo no tienen plena conciencia de las consecuencias de su obrar y no poseen
capacidad de derecho; ya que su visión de vida en cuanto a las realidades que vive en
general no le permiten analizar sus actos propiamente dichos y por ello no pueden ejercitar
sus derechos.

Por ende contraer y dar cumplimiento a obligaciones jurídicas, tendiendo como único
motivo la falta de evolución, es decir falta de desarrollo tanto físico como mental, así como

52
emocional. Por lo anterior el término correcto, como elemento constitutivo e integrante del
contenido del Proceso de Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal, y para denominar a un
joven que contraría la ley penal, es el de adolescente en conflicto con la ley penal o
adolescente trasgresor de la ley penal.

“La Trasgresión juvenil, constituye un problema neurálgico, que aqueja y afecta el


desarrollo del país. Con mucha frecuencia a través de los medios de comunicación social; y
especialmente en nuestro caso, como producto de nuestra experiencia como oficial de un
Juzgado de Menores, nos hemos dado cuenta de casos muy lamentables, cuyas víctimas
son indiscutiblemente nuestros “menores”, no debido tanto a la edad sino a la desidia,
pobreza, miseria y abandono. Niños, adolescentes y jóvenes que desde su nacimiento no
tuvieron la satisfacción de contar con poco tiempo para reír, para instruirse en la escuela a
veces mucho para vagar por la calle y el suficiente para alejarse de la normas de conducta.
Así también otros que inicialmente dispusieron de todo, pero a quienes determinado trauma o
perturbación en la vida, les influyó de tal manera que les privó la oportunidad de construir su
personalidad naciente.”72

Ante lo anteriormente considerado debemos hacer énfasis que las causas de conducta
antisocial que manifiesta un adolescente que ha transgredido o que se encuentra en conflicto
con la Ley Penal “pueden manifestarse de tres maneras: Agresividad, Aislamiento y
desviaciones de índole sexual.”73 Siendo así que las tres manifestaciones o situaciones
anteriormente enumeradas son y constituyen causas frecuentes que explican el por qué de la
inadaptación de los adolescentes; así como el por qué de la proyección de su sufrimiento a
través de las conductas antisociales y transgresoras de la Ley Penal.

La agresión como manifestación de una conducta, en éste caso por parte de un


adolescente, se conceptúa como básica e inherente al ser humano, siendo necesaria para su
supervivencia. De tal forma que dicha conducta puede hacerse presente con valores o
consideraciones positivas o negativas, por lo que de manera lógica podemos inferir que lo
ideal es que la misma se ejecute o manifieste desde una perspectiva positiva.

72
Ramírez Juárez. Op. Cit., Pág. 15
73
Tocaben, Roberto. Elementos de Criminología Infanto Juvenil. 1997. Pág. 76

53
Teniendo en cuenta que cuando es positiva, se debe a que la conducta realizada por
la persona tiene dominio, mesura, es proporcional a la situación enfrentada y es para lograr
un objetivo socialmente aceptado.

“Refiriéndonos a la agresividad en los niños, se manifiesta abiertamente, en virtud que


no están inhibidos como sucede con los adultos; y así ellos con mucha facilidad expresan
sentimientos, algunas veces por medio de actos hostiles de carácter antisocial.” 74

“El Aislamiento del menor se puede manifestar utilizando la fantasía como parte del
mecanismo de negación, sustituyendo a la realidad por la fantasía. Se manifiesta también por
medio de la falta de emociones, por el temor a un compromiso emocional. Es probable que lo
anterior se deba al hecho de que el niño tiene objetos que están más allá de su realización; y
antes de enfrentar su inadecuación y posible fracaso, reúsa a conocer sus objetivos
alejándose de sí mismo y de la sociedad.” 75

1.8.2 Situación de Peligro


Al igual que la conducta transgresora es una de las figuras o elementos principales que
aqueja la sociedad juvenil. Tanto la conducta transgresora, como la situación de peligro son
catalogadas como conductas antisociales. Pero una de otra se diferencia palpablemente en
virtud que: “la situación de peligro es la adopción de conductas, que si bien es cierto no
constituyen un delito, como es el caso de la conducta transgresora, denota una tendencia o
factor determinante que procura las condiciones necesarias para delinquir, o realizar
conductas que los adolescentes, niños en algunos casos, manifiestan externamente.”76

Las manifestaciones externas nos permiten deducir que los mismos cuentan con un
indicador y una característica proclive a tener conductas o acciones que pueden causar
daños a sí mismo, a su familia, a nivel social y en el peor de los casos transgredir la Ley
Penal, por la comisión de un delito o falta.”77

74
Loc. Cit.
75
Ibid,, Pág. 16
76
Díaz Siliezar. Op. Cit. Pág. 18

77
Loc. Cit.

54
“Las conductas más frecuentes que se hacen manifiestas dentro de la juventud
guatemalteca están las siguientes: drogadicción, vagancia, prostitución, mendicidad y
abandono. Todas estas conductas o situaciones en concreto se desarrollan y van
empeorando o haciéndose más frecuentes, así como arraigadas a la conducta habitual de los
adolescentes, cuando los adolescentes han sufrido traumas severos de violencia
intrafamiliar, violencia en general, marginación social y una gran dificultad en el desarrollo,
así como adaptación de la persona con su entorno social y de todo aquel ámbito en el que el
mismo se desenvuelve. Convirtiendo a todas aquellas personas que sufren de las
condiciones descritas con anterioridad, en personas en situación de peligro, es decir en
personas inadaptadas, antisociales y anti productivas para el desarrollo del país.”

Por lo general la situación en peligro de un adolescente es provocada por sus padres,


familiares, personas mayores que se encuentran a cargo de estos, personas encargadas de
su educación académica y problemas en el lugar de trabajo; con compañeros dentro del
mismo, o con el representante del patrono o directamente con éste.

En la Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia, decreto 27-2003 del


Congreso de la República de Guatemala, de manera específica en el Capítulo II, se
establece; haciendo referencia a la Situación en Peligro, término que se utilizaba en la
legislación pasada; que todo niño, niña y adolescente debe ser sujeto de Medidas de
Protección cuando estos son Amenazados o Violentados en sus Derechos Humanos, término
que usa la legislación vigente.

1.8.3 Problemas de Conducta


El problema de conducta como elemento a considerar dentro del Derecho de la Niñez y
Adolescencia, específicamente dentro del Proceso de Adolescentes en Conflicto con la Ley
Penal, se puede definir como: “Los menores que causan o generan dificultades y son
denominados como niños problema, problem children, a que se refiere el psicólogo H.
Maisch. “Estos menores pertenecen a un grupo familiar, a un hogar debidamente integrado,
pero no se ajustan o adaptan a las elementales normas de disciplina, respeto y obediencia;
por ejemplo: No asisten a la escuela; y sí asisten, se salen o fugan. Se desaparecen o fugan
de casa. Son caprichosos, y voluntariosos en extremo. Los padres, tutores o encargados se

55
sienten inútiles o impotentes para someterlos, controlarlos o dominarlos. Prácticamente ya no
tienen ni ejercen autoridad sobre ellos.”78

1.8.4 Abandono Material


“El Abandono Material, al referirse de manera exclusiva a los adolescentes que lo sufren, es
en concreto la situación que ocurre cuando los mismos carecen de hogar, no tienen familia, y
sí la tienen esta en ningún momento se ha hecho responsable por el adolescente que
conforma o debiera conformar la misma.” 79

El joven por el instinto de supervivencia y por las mismas carencias en las que vive y
se encuentra, empieza a deambular y a vagar en las calles, buscando de alguna manera
respaldo, refugio y un lugar donde cubrir sus necesidades básicas.

A la vez empiezan a conformar o a realizar asociaciones ilícitas con fines de supervivencia a


través de delinquir y realizar conductas antisociales que los empiezan a identificar y en
donde los mismos expresan su descontento con la sociedad y desahogan su frustración y su
poca felicidad.

1.8.5 Abandono Moral o Riesgo Moral


Este elemento se define en pocas palabras como la falta de preocupación por los padres,
tutores o encargados del adolescente en cuanto a los aspectos de educación, vigilancia, o
corrección del adolescente cuando el mismo la necesite, convirtiéndose por la falta de
atención por las personas responsables del mismo durante su minoría de edad en una
persona antisocial, y con problemas personales en virtud que el mismo al no tener instrucción
se pierden y viven a la deriva, considerando y valorando por sí mismos las situaciones que
se les presentan sin saber exactamente la diferencia fundamental de lo bueno y lo malo,
siendo de manera muy palpable y fácil que los mismos pierdan su camino y se conviertan en
adolescentes en conflicto con la ley penal y en un futuro delincuentes peligrosos que
conformarían elementos negativos de la sociedad y un peso más en contra del desarrollo del
país.

78
Ramírez Juárez. Op. Cit., Pág. 20
79
Tesis USAC, Díaz Siliezar., Op. Cit. Pág. 15

56
1.9 Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal

Al hablar de los Adolescentes que a través de sus acciones transgreden la Ley Penal,
encontrándose por ello en Conflicto con la misma y según lo establece nuestra legislación,
dentro de lo contemplado en el artículo 132 del Decreto 27-2003 denominado Ley de
Protección Integral de la Niñez y Adolescencia, dichas personas, se entienden como todas
aquellas que se encuentren en el supuesto antes mencionado. Además la misma Ley
establece, en el artículo 133, que son sujetos de las disposiciones relativas al tema todas las
personas que tengan una edad comprendida entre los trece años, hasta antes de cumplir los
dieciocho años al momento de incurrir en la transgresión a la Ley Penal.

“Serán sujetos al Proceso Especial los adolescentes que se encuentren en Conflicto con
la Ley Penal, según lo regulado en el artículo 134 de la Ley comentada, que afirma la
aplicación de las disposiciones pertinentes a todos los adolescentes “menores de edad”, así
como todos aquellos que en el transcurso del Proceso cumplan con la mayoría de edad. De
igual forma se aplicará la misma cuando los adolescentes sean acusados posteriormente a
haber cumplido los dieciocho años de edad; siempre y cuando el hecho que hubiese
realizado se establezca su efectiva comisión dentro del rango de edad fijada en la Ley para la
aplicación de la misma.”80

De igual forma el artículo 146, cuyo acápite hace referencia a los Grupos Etéreos del
Proceso Específico y que establece las disposiciones, así como la diferenciación para la
correcta aplicación de éstas últimas en casos concretos; clasifica en dos grupos a los
Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal. Todo esto al aplicar las medidas correctivas y
su ejecución. “Dividiendo el primero de los grupos en jóvenes desde los trece años, hasta
que cumplen quince años de edad. El segundo grupo que abarca los adolescentes entre los
81
quince años, hasta la mayoría de edad, es decir los dieciocho años de edad.”

Los adolescentes comprendidos dentro del primer grupo, antes mencionado, tomando en
cuenta el artículo 138 de la Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia. Se puede
referir que los actos que infrinjan la Ley Penal, que fueran cometidos por personas menores
de los trece años de edad, no serán sujetas al Proceso de Adolescentes en Conflicto con la

80
Decreto 27-2003. Op Cit., Artículo 146
81
Loc. Cit.

57
Ley penal. Quedando únicamente como posibilidad para proceder contra el responsable, la
acción civil ante los órganos jurisdiccionales competentes y de esta forma subsanar los
daños y perjuicios causados a consecuencia del delito o falta.

58
CAPITULO 2

LEGISLACIÓN ATENIENTE A LA PROTECCIÓN DEL NIÑO O NIÑA Y ADOLESCENTE


EN GUATEMALA, COLOMBIA Y COSTA RICA

2.1 Estructura y Principios del Proceso para Adolescentes en Conflicto con la Ley
Penal en Guatemala

Antes de dar explicación a la estructura del Proceso para Adolescentes en Conflicto con la
Ley Penal, habiendo mencionado en el Capitulo 1 los Principios Generales, es importante y
necesario hacer referencia a los Principios contenidos siempre en el Decreto 27-2007, Ley de
Protección Integral de la Niñez y Adolescencia, específicamente en el Título II, Adolescentes
en Conflicto con la Ley Penal, del Capítulo II, Derechos y Garantías Fundamentales en el
Proceso de Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal. Siendo estos:

Justicia Especializada, regulado en el artículo 144 y afirma que debe aplicarse en el uso
de la Ley, tanto en el proceso como en la ejecución, a cargo de órganos especializados en
materia de Derechos Humanos.

Legalidad, contenido en el artículo 145, haciendo referencia a que ninguno de los


adolescentes sometidos al Proceso podrán ser juzgados por hechos no tipificados como
delitos en el Código Penal. Ni podrán ser sometidos a procedimientos o medidas distintas a
las contempladas en la Ley.

Lesividad, en el artículo 146, en cuanto que ningún adolescente podrá ser sometido a
medida si no se comprueba que el mismo con su conducta pone en peligro algún bien
jurídico tutelado.

Presunción de Inocencia, contemplada en el artículo 147, siendo ésta fundamentalmente


una Garantía de índole Constitucional, que está plasmada en nuestra Carta Magna en el
artículo 14. Además nuestro ordenamiento jurídico interno establece esta Garantía
Constitucional como Principio Rector del Derecho de la Niñez y Adolescencia,
específicamente en el artículo antes mencionado, de la Ley de Protección Integral de la
Niñez y Adolescencia, que en su parte conducente establece: “Los adolescentes se

59
presumirán inocentes hasta tanto no se les compruebe, por los medios establecidos en esta
Ley u otros medios legales, su participación en los hechos que se le atribuyen.” 82

NON BIS IN IDEM, vocablo en Latín, que hace referencia en el Derecho Penal, así como
en el Derecho de la Niñez y Adolescencia, a que nadie puede ser perseguido más de una
vez, por un mismo hecho, aunque se modifique la calificación jurídica del mismo o se aporten
nuevas pruebas. Este último supuesto solamente en el Derecho de la Niñez y Adolescencia,
regulado en el artículo 150, Decreto 27-2003.

Interés Superior, “Cuando a un adolescente pueden aplicársele dos leyes o normas


diferentes, siempre se optará por la que resulte más favorable para sus derechos
fundamentales.”83

Privacidad, Principio excepcional y especialísimo, que se aplica en todo caso donde se


vean afectados los intereses de los Niños y Adolescentes o cuando un Adolescente es sujeto
de un Proceso por encontrarse el mismo, por sus acciones, en conflicto con la Ley Penal.
Todo esto dentro de lo regulado en el artículo 152.

Confidencialidad, en el artículo 153 de la Ley de Protección Integral de la Niñez y


Adolescencia, se hace mención de éste principio, afirmando de manera textual lo siguiente:
“Serán confidenciales los datos sobre los hechos cometidos por adolescentes sometidos a
esta Ley. En todo momento, deberá respetarse la identidad y la imagen del adolescente. Los
Jueces de Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal deberán procurar que la información
que brinden, sobre estadísticas judiciales, no contravenga el principio de confidencialidad, ni
el derecho a la privacidad, consagrados en esta Ley.”84

Inviolabilidad de la Defensa, regulado en el artículo 154.

Contradictorio, en el contenido del artículo 155.

Racionalidad y Proporcionalidad, principios establecidos en el Derecho de la Niñez y


Adolescencia, y en la legislación de Guatemala en el artículo 157, que norma: “las sanciones

82
Decreto 27-2003. Op. Cit., Artículo 147
83
Ibid., Artículo 150
84
Ibid., Artículo 153

60
que se determinen y establezcan en el proceso de la Ley de Protección Integral de la Niñez y
Adolescencia, deben ser racionales y proporcionales a la trasgresión que violente la Ley
Penal por parte del Adolescente sujeto al mismo.”85

Determinación de las Sanciones, en el artículo 158, establece como principio que las
sanciones que se interpongan en un caso concreto regulado dentro del Proceso para
Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal, deben ser únicamente las determinadas en la
Ley que regula la materia, y por ninguna circunstancia podrán variarse las mismas. Además
hace referencia a que no se excluye la posibilidad de que cese la sanción antes del tiempo
fijado o establecido para la misma.

Ya directamente y en cuanto a la estructura de dicho Proceso se regula:

2.1.1 En Caso Que el Asunto sea Competencia de Juez de Paz


Cuando el asunto que surja se deba ventilar ante un Juez de Paz, según lo regula el artículo
197, por cuestiones de competencia al tratarse de faltas o delitos sancionados con pena de
prisión que no fuere mayor de tres años o multa, según lo estipule el Código Penal, así como
cualquiera de las Leyes Penales especiales y en la declaración que preste el adolescente no
aceptara los hechos que se le atribuyen, y no fuere posible la aplicación del criterio de
oportunidad o en su caso la remisión. “El Juez de Paz deberá convocar, en un plazo no
mayor de diez días, a un debate con carácter de reservado. Todo esto en presencia, previa
notificación, del adolescente y su defensa, al ofendido, y a los agentes captores.” 86

Siendo así, que en el mismo artículo 197 se establece: “En debate se procederá a
recibir la prueba que fuera pertinente, posterior a esto se oirá de manera breve a los
comparecientes y al culminar lo anterior procederá el Juez de manera definitiva a dictar la
resolución correspondiente. Ya sea para absolver o imponiendo la sanción correspondiente
al transgresor, en el caso que fuera procedente.”87

2.1.2 En Caso que el Asunto sea Competencia de Juez de Primera Instancia


Habiendo comprobado la edad de la persona que podría ser sujeta al Proceso, al igual que
en los casos cuya competencia para conocer corresponde a un Juez de Paz, al darse el caso
85
Ibid., Artículo 157
86
Ibid., Artículo 197
87
Loc. Cit.

61
de la Comisión de un hecho constitutivo de Delito por parte de un Adolescente. Procede lo
siguiente:

En caso de Flagrancia, según lo estipula el artículo 195, es decir en caso de ser


sorprendido el adolescente en flagrante infracción a la Ley Penal, deberá la autoridad captora
presentar de manera INMEDIATA ante Juez competente dicha persona. De manera
simultánea deberá comunicarse al Ministerio Público la detención del adolescente, el cual a
través de la Fiscalía correspondiente deberá actuar.

En el mismo artículo se hace referencia que al estar presente el adolescente, el Juez


competente deberá escucharlo y sí fuera el caso, dictará el respectivo Auto de
Procesamiento, dicho Auto será procedente cuando exista información comprobable sobre la
existencia real de la comisión de un hecho constitutivo de delito y a la vez existan motivos
racionales suficientes para considerar y creer que el adolescente lo ha ejecutado o
participado en el.

“En el caso que no existiera fundamento suficiente para establecer que el adolescente
se encuentra en conflicto con la Ley Penal o que los hechos que acontecieran no fueran
constitutivos de Delito o Falta, el Juez de manera inmediata procederá a dictar un Auto de
Falta de Mérito. Concluyendo de esta manera la posible vinculación o sujeción de dicha
persona a un Proceso para Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal.” 88

El Auto de Procesamiento tiene como fin primordial sujetar al adolescente al Proceso.


Su contenido debe ser, según el artículo 195 párrafo quinto de la Ley de Protección Integral
de la Niñez y Adolescencia, su contenido deberá ser el siguiente: “datos de identificación del
adolescente sujeto al proceso. Enunciación de los hechos que se le atribuyen a dicha
persona. Calificación legal del delito o falta y su respectivo fundamento legal. Motivos y
fundamentos de la decisión. En la parte resolutiva, el Juez deberá pronunciarse sobre la
medida de coerción a adoptar y la justificación de ésta.”89

Habiendo cumplido con tomar la primera declaración, se pueden dar varios supuestos,
dependiendo el caso en concreto. Pude suceder que se le dé al adolescente la “Libertad

88
Ibid., articulo 195
89
Loc. Cit.

62
Provisional”, esta se da cuando el joven fuera puesto en libertad después de su declaración,
pero deberá presentarse cuantas veces fuere necesario ante juez competente o al Ministerio
Público, según se le solicite. Todo lo anterior regulado en el artículo 196.

La responsabilidad de cumplir con lo manifestado en el párrafo que antecede


corresponde a los padres, tutores o responsables del adolescente, cuando éste se encuentre
bajo su cuidado. Siendo así que si se da el incumplimiento a dicha obligación, el Juez podrá
solicitar su conducción.

En el caso que el adolescente se oculte o se encuentre en situación de rebeldía,


habiendo sido solicitada la misma previamente, que se regula siempre en el artículo antes
citado en el texto, procederá el Juez aun sin declaración previa, a ordenar su conducción.

Habiendo concluido la audiencia donde se tomó la primera declaración prestada por


el adolescente, habiendo fijado la medida de coerción y habiendo dictado el Auto de
Procesamiento correspondiente, sí fuera lo conducente, se da inicio a la “Etapa
Preparatoria”, regulada dentro de la Sección II, del Capítulo V referente al Proceso de
Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal, del Decreto 27-2003.

Dicha Etapa podrá comenzar a desarrollarse, de oficio, es decir por la


autodeterminación de las instituciones y órganos estatales en el cumplimiento de la función
que se les ha encomendado, entre éstas: velar por la seguridad pública, resguardar el orden
Constitucional, así como velar por el irrestricto cumplimiento de las Leyes del país. Y a la
vez, es imperativo mencionar que la Etapa Preparatoria podrá iniciarse de igual forma con la
presentación de una denuncia, según el contenido del artículo 198.

El Ministerio Público, como se ha manifestado, es encargado de la persecución penal


y por ello promoverá la investigación a través de la Fiscalía correspondiente. Debiendo ésta
realizar una serie de diligencias y peritajes, que tienen como fin el establecer sí existe el
hecho delictivo y por consiguiente, individualizar fehacientemente a la persona responsable.

Con la concretización de los medios de convicción, que posteriormente, en la Etapa


del Debate, se convertirán en los medios de prueba; cuyo objeto es fundamentar la
existencia real de la transgresión a la Ley Penal, en este caso por parte del adolescente y
partiendo de esto poder fijar las sanciones socioeducativas que el caso amerite.

63
Una vez se haya efectuado la denuncia, sí ese es el caso, deberá iniciarse la investigación,
como se ha traído a colación y según lo establece el artículo 200 del decreto 27-2003,
tendrá como objeto: “Establecer la existencia del hecho denunciado y de igual forma se
deberá proceder cuando el hecho suscitado sea perseguido de oficio.” 90

El plazo que se establece, en el mismo artículo que antes fuera citado, para el
cumplimiento de los objetivos de la “Etapa Preparatoria”, no podrá exceder de dos meses en
caso que el adolescente se encuentre bajo una medida de coerción, que no sea privativa de
libertad. El Ministerio Público podrá solicitar al Juez que conoce del asunto, por una sola vez,
la ampliación del plazo señalado hasta por el mismo tiempo de duración.

Con el objeto de realizar una investigación más profunda, tendiente a proporcionar


más medios de convicción, para posteriormente formular una acusación y solicitud de
apertura a debate oral. De tal forma que se logre cumplir con el objeto que persigue el
Proceso para Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal, que es el corregir las conductas
transgresoras.

Dentro de la investigación seguida por el Ministerio Público, el Juez que conoce del
asunto podrá ordenar, según lo establece la misma Ley, en el artículo que se comenta, lo
siguiente: “Que el Ministerio Público practique algunas otras diligencias. La recepción de
algunas otras pruebas, con carácter de prueba anticipada. Estableciendo que mientras no
exista vinculación procesal mediante el respectivo Auto de Procesamiento, la investigación
no esta sujeta a plazos.”91

Según se hace manifiesto en el artículo 202 de la Ley de Protección Integral de la


Niñez y Adolescencia, como parte de las Primeras Diligencias a ser realizadas por la
Institución responsable, se encuentra el cumplimiento obligado de lo siguiente: “Comprobar
de manera eficaz la edad de la persona que se sujeta al Proceso e informar seguidamente al
Juez que conoce, de los resultados. Informar al adolescente, a sus padres, tutor o
responsables del mismo, y al Juez sobre la infracción o transgresión que se trate o se le
impute al adolescente y sí fuera el caso, informar también sobre la persona que lo acusa. A
la vez podrá solicitar que se practique cualquier otro estudio, según sea necesario, con el fin

90
Ibid., Artículo 200.
91
Ibid., Artículo 200.

64
de establecer de manera concreta y segura la edad de la persona. Todo lo antes descrito
para los efectos de confirmar la factibilidad de sujetar a Proceso, que se instituye para los
que se encuentran dentro de la “minoría de edad”, a las o la persona que se haya
transgredido la Ley Penal.” 92

Cuando ha transcurrido el plazo otorgado o concedido por la Ley para la realización de


la Etapa Preparatoria, se establece en el artículo 203 de la misma Ley: “El Ministerio Público
deberá presentar una conclusión ante el Juez que conoce en el caso concreto. Debiendo
formular las conclusiones concordadas y deducidas de las diligencias que se han realizado,
en forma breve y razonada, según sea el caso.” 93

Dichos actos conclusivos podrán ser: El Sobreseimiento, la Clausura Provisional y el


Archivo. De los anteriores actos conclusivos, cuando fuera solicitado: El Archivo, Clausura
Provisional, o la Prorroga de la Investigación; el Juez, según lo establece el artículo 206,
resolverá al respecto en un plazo que no exceda las cuarenta y ocho horas.

De no proceder ninguno de los actos que terminan el Proceso, que han sido
mencionados, el Ministerio Público deberá presentar la Acusación y Apertura a Debate.

El contenido esencial, de la Acusación y Apertura a Debate, se enmarca en mencionar


los hechos sobre los cuales versará el Proceso. En dicha solicitud deberá el Órgano
Pesquisidor, a través del Agente Fiscal designado para la causa en concreto, adjuntar las
investigaciones y diligencias realizadas durante la Etapa Preparatoria. Dentro del apartado
de Acusación se tendrá que hacer alusión, a modo de proposición, la Sanción que
considere pertinente y adecuada para el adolescente. Como aspecto importante, a contener
el último apartado descrito, es que deberán razonarse los fundamentos jurídicos y
educativos de la solicitud formulada, todo según el artículo 203 literal “b”.

Sí por las condiciones y características del caso en concreto, no fuera posible la


formulación de la Acusación, pero sí fuera posible el poder continuar con la investigación o
se necesitare más tiempo para recabar los medios de convicción necesarios, el artículo y de

92
Ibid., Artículo 202.
93
Ibid., Artículo 203

65
esta forma poder formular la solicitud antes mencionada, se podrá también solicitar la
Prorroga de la Investigación.

Como última opción, que puede considerar el Ministerio Público dentro de su actuar,
es la solicitud del Procedimiento Abreviado. Cuyas estipulaciones y normativas se
encuentran en el articulado del Código Procesal Penal.

Cuando se dé el caso que la solicitud formulada por el Ministerio Público sea la


Acusación y requerimiento a la Apertura a Juicio, o el Sobreseimiento. El Juez a más tardar,
según el artículo 204, la realizará un día posterior a su presentación, ordenando la
notificación a todas las partes que tengan injerencia en el Proceso.

La resolución, que contendrá la orden de proceder a notificar, deberá indicar el lugar,


día y hora en que se llevará a cabo la Audiencia Oral y Reservada del Procedimiento
Intermedio. Dicha Audiencia se deberá celebrar en un plazo no mayor de diez días, plazo
establecido en el artículo 204 segundo párrafo, que se cuentan a partir de la fecha en que se
presentó el requerimiento, por parte del Órgano encargado de la Investigación.

Todo lo referente al procedimiento de Comunicación, que se ha descrito, se regula en


el artículo 204 del Decreto 27-2003. Así como lo normado en cuanto al plazo de por lo menos
cinco días, que deben mediar, entre la Audiencia del Procedimiento Intermedio y la
Notificación de la solicitud en cuestión, con el objeto que las partes dentro del Proceso
puedan ejercer su Derecho de Defensa.

Como último párrafo del artículo 204, se regula que los medios de investigación
practicados y la solicitud correspondiente, deberán permanecer en la sede del Juzgado
Contralor, con el objeto de poder consultar la Causa, a partir de la presentación de la
solicitud.

El artículo 205 del Decreto 27-2003, tiene como acápite: “Audiencia del Procedimiento
Intermedio”, “haciendo mención que una vez fijados el día y la hora para dicha Audiencia, el
Juez deberá constituirse en el lugar acordado.

Acto seguido: “Verificará la presencia: del Ministerio Público, a través del Fiscal
correspondiente. Del Adolescente al cual se le atribuyen los hechos y su defensor. Y el resto
de las partes que haya sido admitidas dentro del Proceso o en su caso que requieran su

66
admisión. Como paso siguiente el Juez declarará abierta la Audiencia, advirtiendo a las
partes sobre la gran importancia y significado de la misma; haciendo énfasis en lo que
sucederá; pidiendo por ende que presten suma atención. Siendo así que después le dará la
palabra al Fiscal para que fundamente su solicitud.”94

Posterior a la manifestación de lo conducente, por parte del Fiscal del Ministerio


Público, el Juez le dará la palabra al agraviado y en su caso al querellante para que se
manifiesten respecto sus pretensiones, y a la vez que reproduzcan los medios de convicción
que fundamenten lo que aseveran dentro de sus pretensiones.

Al terminar la intervención de éstos últimos, el Juez procederá a darles la palabra al


Adolescente y a su defensor. Con el objeto que expresen lo que consideren pertinente sobre
las pretensiones del Fiscal y del querellante, y sí fuera el caso que procedan a reproducir los
medios de convicción que funden su argumento, esto según lo regulado en el artículo 205,
tercer y cuarto párrafo.

El artículo 205 contempla que todos los asuntos o cuestiones que susciten dentro del
proceso, que sean incidentales, podrán ser tratados en un solo acto durante el transcurso de
la Audiencia, he indica a la vez que como única excepción a lo antes expuesto, el Juez podrá
diferir de alguno de dichos incidentes, o podrá resolver respecto a los mismos
sucesivamente, según convenga al orden de la Audiencia.

Al haber manifestado la posibilidad que se presenten dentro de la Audiencia del


Procedimiento Intermedio cuestiones incidentales, es menester establecer la manera de
discusión de las mismas. Por lo que la Ley dispone que: “al entrar a conocer sobre dichas
cuestiones, solamente por una vez y durante el tiempo que sea necesario, el Juez dará la
palabra al Fiscal, al defensor, y a las demás partes.”95

El Procedimiento Intermedio concluye cuando el Juez resuelve y notifica la aceptación


o la no aceptación de la solicitud de Acusación. Cuan dicha solicitud es aceptada, la
resolución que se emite debe contener, según se regula en el artículo 207 de la Ley de
Protección Integral de la Niñez y Adolescencia, lo siguiente: “La descripción precisa del

94
Ibid., Artículo 205
95
Loc. Cit.

67
hecho objeto del juicio y la identidad del o los adolescentes. La calificación jurídica del hecho.
La subsistencia o sustitución de las medidas preventivas. La descripción de prueba que
fundamenta la Acusación.” 96

Al culminar lo anterior, y ser favorable la concretización de los hechos, así como la


apertura del Proceso; el Juez mandará citar al Fiscal, las partes y los defensores, con el fin
que en un plazo de cinco días hábiles, comparezcan a juicio, examinen todas las
actuaciones, los documentos y las cosas secuestradas, ofrezcan pruebas e interpongan las
recusaciones que estimen pertinentes. Todo esto regulado en el artículo 208, cuyo acápite es
el de Citación a Juicio.

Posteriormente según lo dispuesto en el artículo 210 al haberse iniciado la Fase de


Juicio con la citación y diligencias, detalladas en el párrafo anterior, vencido el plazo
establecido para el ofrecimiento de pruebas que se encuentra normado en el artículo 209. El
Juez se deberá pronunciar mediante una resolución razonada, sobre la admisión o rechazo
de las ellas. De tal forma que el rechazo de una o varias de las pruebas que se ofrecieron en
el momento oportuno por las partes, podrán como ya se ha mencionado ser descartadas, por
se manifiestamente impertinentes y ordenar de oficio, la que considera a su criterio
pertinente.

Habiendo realizado lo anterior, se procederá por parte del Juez que conoce, dentro de
la misma resolución de admisión o rechazo de la prueba, a señalar día y hora para que se
lleve a cabo el Debate, que se tendrá que llevar a cabo en un plazo no mayor a diez días.
Dicho plazo y, la forma de proceder del Juez competente se encuentra en la Ley dentro del
contenido del artículo 211.

Como características especiales, que la Ley señala en el artículo 212, respecto a la


Audiencia de Debate, es que la misma se tramitará de manera Oral y Privada. Siendo así,
que de no respetar estas características, todo lo actuado será nulo.

Como requisito para que dicha Audiencia se tramite, por lo señalado en el artículo
antes citado, tendrán que estar presentes todas las partes, es decir: el adolescente y su
defensor, el ofendido, querellante y el Fiscal del Ministerio Público. Como otra cuestión

96
Ibid., Artículo 207

68
adicional que caracteriza el Proceso, según hace mención el artículo conducente, podrán
estar presentes en la Audiencia: los padres, representantes, o tutores del adolescente;
además de los testigos, peritos, intérpretes y otras personas que el Juez considere
necesarios.

Para el desarrollo de la Audiencia de Debate, se tomará como normativa aplicable


todo lo que establezca el Código Procesal Penal, en cuanto sea aplicable y no contravenga
los principios tutelares, así como proteccionistas que atienden el Derecho de la Niñez y
Adolescencia, según lo dispuesto en el artículo 213, y a la vez los principios establecidos de
manera especial y rectores dentro del Proceso para Adolescentes en Conflicto con la Ley
Penal.

Dentro de los pasos u orden que la Audiencia de Debate debe tener en su desarrollo y
según lo estipula el artículo 213 de la Ley en discusión, es oportuno considerar que: “Al
principiar la misma el Juez procederá a instruir al adolescente sobre la importancia de lo que
va a acontecer, y el significado en sí del Debate. Cuando durante el transcurso de la
Audiencia se diera el caso de situaciones o acontecimientos que pudiesen afectar al
adolescente, desde una perspectiva psicológica, causándole perjuicio. El Juez previa
consulta a este, a su defensor y a las partes, podrá disponer su retiro temporal o transitorio
de donde se este llevando a cabo la Audiencia. El adolescente podrá comunicarse de
manera abierta y en todo momento con su defensor, de tal forma que su ubicación en el
recinto debe ser coherente con esta afirmación. Y por último el artículo señala, que en la
medida de las posibilidades, la infraestructura y proceder, dentro de la Audiencia de Debate,
debe proporcionar de sobremanera y cumplir con el fin meramente educativo que persigue
dicho procedimiento especial.”97

La estructura o forma ordenada a desarrollar dicha Audiencia de Debate, deberá


cumplir con lo plasmado en el artículo 214, que de manera concreta norma la División de Dos
Etapas dentro del desarrollo de la misma. Cumpliendo lo anterior, el Juez establecerá y
decidirá, sobre el Grado de Responsabilidad del adolescente sujeto al Proceso, en el acto
que ejecutó y violento la Ley Penal; todo esto como Primera Etapa.

97
Ibid., Artículo 213

69
Como Segunda Etapa, decidirá sobre la Idoneidad y Justificación de la sanción. Dicho lo
anterior y para lograr efectivamente decidir sobre los tópicos abordados en la segunda etapa,
el Juez deberá asistirse de dos profesionales como lo son un Psicólogo y un Pedagogo.

Como parte integrante de la Primera Etapa, el artículo 215 del Decreto 27-2003 norma
en su texto: “Una vez constatado que el adolescente comprende lo que está sucediendo, así
como el contenido de la Acusación y se ha podido también verificar la identidad de dicha
persona. El Juez indicará a éste que puede proporcionar su respectiva Declaración o
abstenerse de ella, sin que esto último, implique o manifieste algún grado de culpabilidad.” 98

Si de los dos supuestos, que se han descrito, sucediera que el adolescente acepta
declarar. Podrá a continuación formular interrogatorio, derivado de lo manifestado por parte
adolescente: “el Fiscal, su Defensor, el ofendido o su representante legal. Teniendo que ser
las preguntas, al momento de dirigirse, claras y directas, constatando consecuentemente que
el adolescente comprenda el contenido de las mismas.”99

“En el transcurrir de la Audiencia, el adolescente podrá, en cualquier momento, rendir


las declaraciones que considere necesarias, y a la vez las partes podrán formular y dirigir
preguntas, con el fin de aclarar las manifestaciones de éste.”100

Siempre como parte integrante de la Primera Etapa del Debate, y lo estipulado en el


artículo 216 del Decreto 27-2003, el Juez procederá a recibir la prueba en el orden que se
establece dentro del articulado del Código Procesal Penal, con la única salvedad que el
mismo Juez decida alterar dicho orden.

Como un complemento según lo preceptuado en el artículo 216 de la Ley, se debe


traer a colación el contenido del artículo 217, cuyo acápite hace manifiesto lo normado
respecto a la posibilidad de aportar Nuevas Pruebas. Siendo así que el Tribunal podrá
ordenar a petición de parte, la recepción de nuevos medios probatorios. Todo lo antes
manifestado en virtud que se diera la necesidad dentro del transcurso del Debate y que los

98
Ibid., Artículo 215
99
Loc. Cit.
100
Loc. Cit.

70
mismos fueran indispensables, o manifiestamente útiles para esclarecer los hechos y
determinar la verdad.

A consecuencia de la solicitud de dichos medios de prueba la Audiencia se


suspenderá por un plazo que no sea mayor a cinco días, dicho plazo establecido también en
el artículo 217.

También se podrá mandar a llamar, como parte de las diligencias que involucran los
medios de prueba que se han incorporado dentro del Proceso, a los peritos. Todo esto, si las
diligencias periciales no resultaran suficientes, es decir que el Juez mandará a comparecer a
dichos expertos, sí los informes que estos hubieran presentado de los peritajes
correspondientes necesitaran una ampliación, explicación o exposición para su entera
comprensión y valoración.

Al haberse cumplido la fase de diligenciamiento de la prueba, el Juez podrá con el fin


de concluir la Primera Etapa correspondiente a la división de la Audiencia de Debate y
habiendo ya comprobado la existencia del hecho violatorio de la Ley Penal que se esclarecía,
así como el grado de responsabilidad o participación del adolescente, emitir declaración
respecto a estos aspectos, según lo regula el artículo 218.

En el artículo 219 se hace referencia al proceder para que se hagan las respectivas
Conclusiones. Siendo así que: “el Juez concederá la palabra al Ministerio Público y al
defensor, para que en ese orden emitan sus respectivas conclusiones, tipo de sanción
aplicable a su criterio, y la duración que esta debe tener, en el momento procesal
oportuno.”101

En el mismo artículo se indica que: “el Juez invitará para que el transgresor y el
ofendido se pronuncien sobre lo acontecido en la Audiencia. Y por último las partes, podrán
hacer uso de su derecho de réplica, limitándose a exponer y refutar únicamente sobre los
argumentos adversos presentados en la fase de las conclusiones.” 102

Para dar inicio a la Segunda Etapa de la Audiencia de Debate y cumplir el objetivo de


la misma, en concordancia con el artículo 220 de la Ley, se procederá a discutir y determinar

101
Ibid., Artículo 219
102
Loc. Cit.

71
concretamente la Idoneidad de la sanción, siendo así por consiguiente, que el Juez
determinará el Grado de Exigibilidad y Justificará la Sanción. En este mismo acto el Juez
establece la Finalidad, el tiempo de duración, las condiciones en que debe ser cumplida,
acompañándose para tales efectos de un Psicólogo y un Pedagogo.

La resolución final, artículo 221 del Decreto 27-2003, denominada como: “Resolución
sobre la Responsabilidad Trasgresional del Adolescente. Se dicta de manera inmediata,
después de concluida la Audiencia de Debate, con base a los hechos probados, la
existencia del hecho o su atipicidad, la autoría, participación por parte del adolescente, la
existencia o no de causales excluyentes de la responsabilidad Penal, las circunstancias o
gravedad del hecho y el grado de exigibilidad, teniendo como plazo perentorio el Juez para
dictar dicha resolución hasta tres días después de finalizada la Audiencia.” 103

Los requisitos, que se tienen que cumplir dentro de la Sentencia, se establecen dentro
de lo estipulado en el artículo 223. Siendo estos los que se describen a continuación: “El
nombre, fecha y ubicación del Juzgado que dicta la resolución final. Los datos personales del
adolescente y cualquier otro dato de identificación relevante. El razonamiento y la decisión
del Juez sobre cada una de las conclusiones, planteadas durante la Audiencia final, con
exposición expresa de los motivos del hecho y de derecho en que se basa. La determinación
precisa del hecho que el Juez tenga por probado y no probado. Las sanciones legales
aplicables. La determinación clara precisa y fundamentada de la sanción impuesta. Deberán
determinarse el tipo de sanción, su duración y lugar de ejecución. Y por último la firma del
Juez” 104

La notificación del contenido de la Sentencia, consecuentemente con lo estipulado en


el artículo 224 de la Ley, deberá hacerse de manera personal a cada una de las partes en las
mismas Audiencias. Debiéndose dejar constancia por escrito, indicando la hora en que se
llevó a cabo el acto.

103
Ibid., Artículo 221
104
Ibid., Artículo 223

72
2.1.3 Recursos como Medios de Impugnación en el Proceso de Adolescentes en
Conflicto con la Ley Penal
Tomando en cuenta las opciones que la Ley proporciona, como resultado de cumplir y
concluir el trámite correspondiente al Proceso para Adolescentes en Conflicto con la Ley
Penal, respecto a recurrir conforme Ley e impugnar, cuando se considere necesario, la
resolución ya notificada, que pone fin al Proceso o cualquier resolución judicial que pueda ser
objeto de dicha acción. Es necesario primeramente, establecer lo que el Decreto 27-2003
regula sobre la Prescripción de la Acción, artículo 225, al igual que la Prescripción de la
Sanción, artículo 226.

Ambas prescripciones se constituyen como requisitos indispensables a considerar y


con ello hacer fáctico, posible e infalible el cumplimiento de los objetivos, así como
características del Proceso específico y posteriormente poder accionar el uso adecuado y
eficaz de los Recursos, como medios de impugnación por excelencia.

La Prescripción de la Acción, en cuanto a las infracciones de la Ley Penal, cometidas


por los adolescentes se cumple: “a los cinco años, en el caso de Delitos Contra la Vida,
Delitos Sexuales y Delitos Contra la Integridad Física. Prescribirá en tres años, cuando se
trate de cualquier otro tipo de Delito de Acción Pública. Con respecto a los Delitos de Acción
Privada y Contravenciones, procederá la Prescripción en seis meses. Siendo así, que los
plazos antes mencionados empezaran a correr, para la Prescripción de la Acción, a partir de
la comisión de la trasgresión de la Ley Penal o desde el día en que se decretó la suspensión
del Proceso.” 105

Las Sanciones que fueran ordenadas de forma definitiva, respecto a la prescripción


del plazo de estas se regula en el artículo 226, siendo igual al ordenado para cumplirlas.
Dicho plazo se computa a correr desde la fecha en que se encuentre firme la resolución o
desde la fecha que se compruebe inició el incumplimiento de la misma.

El Capítulo VII de la Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia, dentro de


lo estipulado en el artículo 227, se hace mención que los Recursos que se pueden utilizar,
con el objeto de recurrir las resoluciones del Juzgado de Adolescentes en Conflicto con la
Ley Penal. Siendo estos: el de Revocatoria, Apelación, Casación y Revisión.

105
Ibid., Artículo 225

73
Para recurrir y atacar las resoluciones del Juzgado competente, es menester describir el
trámite que se le da a cada uno de ellos, haciendo énfasis a la vez en los casos de
procedencia.

El Recurso de Revocatoria, reglado en el artículo 228 de la Ley, establece que todas


las resoluciones son revocables, ya sea de Oficio por el Juez que las dictó o por instancia de
parte, con excepción de las que ponen fin al Proceso. Para interponer el Recurso en mención
se puede proceder de forma verbal o por escrito indistintamente, todo dentro de las cuarenta
y ocho horas posteriores a la notificación. LA resolución de éste deberá realizarse sin más
trámite, dentro del plazo de veinticuatro horas siguientes a la interposición.

“El Recurso de Reposición, se tramita en las formas establecidas en el Código


Procesal Penal.”106

Como tercer Recurso que la Ley establece se encuentra el de Apelación, siendo así
que las resoluciones apelables son las siguientes: “Las que resuelvan el conflicto de
competencia. Las que ordene una restricción provisional, un derecho provisional. La que
ordene la remisión. La que termine el proceso. La que modifique o sustituya cualquier tipo de
sanción, en la etapa de ejecución. Las demás que causen daños irreparables.” 107

El derecho de recurrir en Apelación resulta de los casos señalados expresamente en


el artículo 230 y sólo se podrá recurrir bajo la premisa que la resolución le produzca agravio a
la parte interponerte. Cuando la resolución haya sido emitida en agravio del adolescente,
esta no podrá ser cambiada en su perjuicio, sí la misma fue recurrida.

Como trámite de la Apelación, que se establece en el artículo 232 de la Ley, se


estipula que la interposición debe efectuarse por escrito, dentro del plazo de tres días a partir
de la notificación de la resolución que causa agravios para la parte que acciona. Todo esto
ante el Juez de Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal, que conoce del asunto en
concreto.

Dicho escrito de solicitud e interposición de la Apelación, debe cumplir con los


siguientes requisitos: “Expresar los motivos por los que se procede a interponer el Recurso,

106
Ibid., Artículo 229
107
Ibid., Artículo 230

74
así como las disposiciones legales del caso. Se deberá ofrecer los Medios de Prueba
pertinentes, sí es necesario.”108

Posteriormente a la recepción del escrito de interposición del Recurso de Apelación,


según se dispone en el mismo artículo 232 tercer párrafo, el Juzgado correspondiente de
manera inmediata, remitirá el mismo a la Sala de Apelaciones de la Niñez y Adolescencia.
Habiendo admitido el Recurso, el Tribunal Jurisdiccional y competente, procederá a emplazar
a las que fueran partes dentro del Proceso en Primera Instancia.

Con el fin de llevar a cabo una Audiencia Oral en donde el interponente deberá
fundamentar el Recurso. Lo anterior en un plazo de cinco días a partir de la notificación de la
Resolución Final que se está impugnando. Con la salvedad de los Autos que no ponen fin al
Proceso, en cuyo caso el Tribunal que conoce, deberá resolver en el plazo de tres días y con
certificación de lo resuelto, remitirá el expediente inmediatamente al Juzgado competente. El
plazo será de diez días, cuando existan razones por el término de la distancia.

En el mismo artículo se regula para los casos que hayan sido conocidos por los
Jueces de Paz, el procedimiento y plazos del Recurso de Apelación, serán los mismos.
Cuando este proceda por interponerse contra las resoluciones dictadas en ésta materia y que
sea competencia de los mismos.

El artículo 233 del Decreto 27-2003, hace referencia a la Decisión del Recurso de
Apelación. Siendo así, que inmediatamente después de celebrada la Audiencia Oral, la Sala
de la Corte de Apelaciones de la Niñez y Adolescencia resolverá lo planteado. A salvedad de
los casos complicados, en cuyo caso, a criterio del Órgano Jurisdiccional, podrá resolver en
un plazo no mayor de tres días.

Dentro de los Recursos, enlistados con anterioridad en el texto, corresponde


desarrollar, para cumplir el orden establecido en la Ley, el Recurso de Revisión. Cuyas
estipulaciones, que se encuentran en el artículo 236 establecen que el trámite y motivos de
procedencia del mismo, y que al mismo tiempo deberá cumplir con lo que norma el Código
Procesal Penal, en su parte conducente. Siendo el competente para conocer el Tribunal de
Casación.

108
Ibid., Artículo 232

75
Por último el Recurso Extraordinario, que es el de Casación, cuya procedencia y trámite será
en concordancia a lo que dicta el Código Procesal Penal, esto en virtud del artículo 234 del
Decreto 27-2003.

2.2 Estructura y Principios del Proceso para Adolescentes en Conflicto con la Ley
Penal en Costa Rica

Los Principios que rigen y se establecen en la Ley 7576 de Costa Rica denominada Ley de
Justicia Penal Juvenil, que se encuentran dentro del Titulo Primero Capitulo I Disposiciones
Generales, son los que se describen a continuación:

El artículo 7 de dicha Ley, establece los Principios Rectores relativos al tema que
regula, el cual expresamente establece: “Serán principios rectores de la presente Ley, la
protección integral del menor de edad, su interés superior, el respeto a sus derechos, su
formación integral y la reinserción en su familia y la sociedad. El Estado, en asocio con las
organizaciones no gubernamentales y las comunidades, promoverá tanto los programas
orientados a estos fines como la protección de los derechos e intereses de las víctimas del
hecho.”109

Al enlistar los Principios antes transcritos del artículo séptimo, se tiene que los mismos
son:

Interés Superior

Respeto a sus Derechos

Formación Integral

Reinserción en su Familia y la Sociedad.

El artículo 10 de la Ley 7576, regula las Garantías Básicas y Especiales que han de
acatarse en las disposiciones referentes a la Justicia Juvenil, el cual dicta: “Desde la
investigación policial, y durante el tramite del proceso judicial a los menores de edad les
serán respetadas todas la garantías procesales de los adultos y las que correspondan a su
condición especial. Se consideran como fundamentales las garantías consagradas en la

109
Ley 7576, Ley Justicia Penal Juvenil, Asamblea Legislativa de la República de Costa Rica, 1996. artículo 7

76
Constitución Política, en los instrumentos internacionales ratificados por Costa Rica, y las
leyes relacionadas con la materia objeto de esta Ley.”110

Posteriormente en la Ley 7576, Ley de Justicia Penal Juvenil, se establece una serie
de derechos y principios fundamentales que se detallan como parte trascendental para la
aplicación de dicho cuerpo legal y para atender dentro del desarrollo del proceso establecido
como “La Justicia Penal Juvenil”. Todo esto a partir del artículo 11 hasta el artículo 26.

Dichos Derechos y Principios se enlistan a continuación:

Derecho de Igualdad y no ser Discriminados, artículo 11

Justicia Especializada, articulo 12

Principio de Legalidad, artículo 13

Principio de Lesividad, articulo 14

Presunción de Inocencia, artículo 15

Derecho de Debido Proceso, artículo 16

Derecho a Abstenerse a Declarar, artículo 17

Principio Non Bis In Idem, artículo 18

Principio de Aplicación Ley y Norma, artículo 19

Derecho de Privacidad, articulo 20

Principio de Confidencialidad, artículo 21

Principio de Inviolabilidad de la Defensa, artículo 22

Derecho de Defensa, artículo 23

Principio Contradictorio, artículo 24

Principio de Racionalidad y Proporcionalidad, artículo 25

110
Ibid., Artículo 10

77
Principio de Determinación de las Sanciones, artículo 26

Como parte de las consideraciones que la Ley costarricense enmarca dentro del
sistema instituido para la aplicación de la Justicia Penal Juvenil, se tiene lo dispuesto dentro
del artículo 31, cuyo acápite es “Menores de Edad”, y que establece una serie de Derechos,
para los menores de edad a los que se les atribuye un delito o contravención, tales como: “a
ser representados desde el inicio de la investigación, a ser oídos en el ejercicio de su
defensa, a proponer prueba, a interponer recursos y a que se motive la sanción que se les
aplicará.”111

Los derechos, que se establecen dentro del cuerpo legal como principios dentro del
contenido del artículo 31 son:

Derecho de Representación

Derecho a ser Oído

Derecho a Proponer Prueba (del Contradictorio)

Derecho a Interponer Recursos (a Recurrir)

Derecho a una Sentencia Motivada (con Exposición de Motivos)

En el desarrollo de los procesos en la Jurisdicción Tutelar de Menores, en la Ley


Costarricense, el artículo 7 regula: “al menor le serán respetadas las garantías procesales
básicas consagradas en la Constitución Política, en los instrumentos internacionales
ratificados por Costa Rica y en las leyes.” 112

El mismo artículo regula determinadas garantías que de manera imperativa han de


respetarse a todo Menor, las cuales se enlistan a continuación:

El principio de inocencia

La no privación de libertad

111
Ibid., Artículo 31
112
Ibid., Artículo 7

78
El no ser obligado a declarar contra sí mismo ni contra sus ascendientes, descendientes o
parientes colaterales hasta el tercer grado, inclusive, de consanguinidad o afinidad

El respeto de su vida privada y de la de su familia

La defensa

El tener conocimiento de la infracción o del delito que se le atribuye

El ser tratado sin discriminación durante el proceso, con el fin de que pueda presentar todas
las pruebas necesarias para su defensa y rebatir las que le sean contrarias

El refutar todos los argumentos que le sean contrarios durante el proceso.

El ser oído por la autoridad competente.

El contar con la presencia de sus padres o de sus representantes en cualquier fase del
proceso

El no ser reseñado ni que para su identificación se le tome huella dactilar

El que la sanción que se le imponga una vez comprobada su participación en el hecho que
se le atribuya, sea proporcional a la infracción o al delito cometido

El recurrir, ante un superior en grado, las resoluciones dictadas en su contra

El de no ser declarado autor ni partícipe de una infracción, que no esté expresamente


consagrada en la ley penal vigente en el momento en que se cometió.

En el caso, ya dentro de la estructura del Proceso para Adolescentes en Conflicto con


la Ley Penal instituido en la legislación Costarricense, se tiene que existe un cuerpo legal
específico que atiende dicho tema, tal es el caso de la “Ley de Justicia Penal Juvenil”, de la
Asamblea Legislativa de Costa Rica Ley 7576 del 08 de marzo del año 1996. Siendo así que
dicha normativa derogó en su totalidad la denominada “Ley Orgánica de la Jurisdicción
Tutelar de Menores”, Ley 3260, que constituía un Código genérico de la legislación ateniente
al Derecho de la Niñez y Adolescencia.

Dicho código trataba el tema de los jóvenes en contravención con la Ley Penal de una
manera muy somera, poco específica, sin darle la importancia y especialidad que necesita en

79
concordancia a los principios, así como características que identifican dicha rama del
Derecho.

Por lo anterior entra en vigor la Ley de Justicia Penal Juvenil, que contiene el Proceso
de Jurisdicción Tutelar de Menores para quienes se les atribuya la comisión de una
contravención o delito, y que a continuación se desarrolla.

Dentro del contenido de la Ley 7576, en el Titulo Segundo, se dispone lo referente a


los Órganos y Sujetos que intervienen en el Proceso; siendo los órganos competentes y
encargados de administrar justicia, citando el artículo 28: “Sobre los hechos ilícitos cometidos
por menores, decidirán, en primera instancia, los Juzgados Penales Juveniles y en segunda
instancia, los Tribunales Penales Juveniles. Además, el Tribunal Superior de Casación Penal
será competente para conocer de los recursos que por esta ley le corresponden y el Juez de
Ejecución de la Sanción Penal Juvenil tendrá competencia para la fase de cumplimiento.” 113

Posteriormente en el artículo 29 del mismo cuerpo legal se regula las Funciones del
Juzgado Penal Juvenil y en el artículo 30 se crea el Tribunal Superior Penal Juvenil,
estableciendo a la vez sus funciones.

Como sujetos procesales dentro de la Ley costarricense en lo relacionado al tema de


la Justicia Penal Juvenil, en el Capitulo Segundo, empezando en el artículo 31, se señala
como tales: “los menores de edad a quienes se les atribuya la comisión o participación en
un delito o contravención, tendrán derecho, desde el inicio de la investigación, a ser
representados y oídos en el ejercicio de su defensa, a proponer prueba y a interponer
recursos, así como a que se motive la sanción que se les aplicará, sin perjuicio de los
demás derechos reconocidos en la presente ley.”114

Los padres, tutores o responsables, del menor de edad, según lo establece el artículo
33, podrán intervenir en el procedimiento, como coadyuvantes en la defensa o como
testigos calificados que complementen el estudio psicosocial del acusado. Esto no evita que
participen también en su condición de testigos del hecho investigado.

113
Ley 7576, Ley de Justicia Penal Juvenil, Asamblea Legislativa de la Republica de Costa Rica, 1996, artículo 28
114
Ibid., Artículo 31

80
A la vez el Ofendido o Víctima, como lo dispone el artículo 35, de la Ley que se comenta,
podrá participar en el proceso y podrá formular los recursos correspondientes cuando lo
crea necesario para la defensa de sus intereses; podrá estar representada por sí mismo o
por un abogado.

Dentro de la clasificación que se establece en la teoría del Derecho Penal, respecto a


la forma en que son perseguibles los delitos, y dependiendo de que tipo sea; la Ley
especifica de Costa Rica en artículo 35 establece: “Si un ofendido se considera perjudicado
por un delito de acción privada podrá denunciarlo, directamente o por medio de un
representante legal, ante el Juez Penal Juvenil, con las facultades y funciones del Ministerio
Público, en cuanto sean aplicables. Todo esto sin perjuicio del derecho del ofendido de
recurrir a la vía civil correspondiente, para que se le reparen los daños.” 115

En cuanto al Ofendido en delitos de acción pública perseguibles a instancia privada,


“en la tramitación de éstos, se requerirá la denuncia conforme a las reglas establecidas en
la legislación penal y procesal penal.”116

Los Defensores, que figuran como parte importante en el Proceso, desde el inicio de
la investigación y durante el transcurso de este, deberán asistir a los menores edad, siendo
así, que no se podrá documentar ninguna declaración sin la asistencia de estos, según lo
establece el artículo 37. A la vez, al igual que en las disposiciones de otros cuerpos legales
que regulan respecto a la materia, “el acusado o cualquiera de sus padres, tutores o
responsables podrán nombrar un defensor particular. Si no cuentan con recursos
económicos, el Estado les brindará un defensor público. Para tal efecto, el Departamento de
Defensores Públicos deberá tener una sección o grupo de defensores especializados en la
materia.”117

115
Ibid., Artículo 35
116
Ibid., Artículo 36
117
Loc. Cit.

81
Como otra de las partes en el Proceso, contemplado en el artículo 38, el Ministerio Público
será el encargado de solicitar ante los tribunales penales juveniles la aplicación de la
presente ley, teniendo como responsabilidad llevar a cabo los actos necesarios para
promover y ejercer, de oficio, la acción penal pública; salvo las excepciones establecidas en
el Código Procesal Penal y en el cuerpo legal que se comenta. Para cumplir su función
dicha Institución deberá contar con fiscales especializados en la materia.

Dentro de las funciones y atribuciones del Ministerio Público el artículo 39 de la Ley


7576 regula específicamente éstas para las fiscalías especializadas con relación al Proceso
de Justicia Penal Juvenil.

Además para cumplir con los fines, principios y características específicas que
identifican el Derecho de la Niñez y Adolescencia, la legislación específica de Costa Rica,
dentro del articulado dispone la participación activa de diversas entidades e instituciones
que coadyuvan al Sistema de Justicia Penal Juvenil, con el objeto de lograr la efectiva
aplicación del mismo.

Entre estas entidades e instituciones que pertenecen al sector público se encuentran:


La Policía Judicial Juvenil, cuyo origen es normado en el artículo 40 de la Ley 7576, y que
expresamente afirma: “La Policía Judicial Juvenil será un órgano especializado que se
encargará de auxiliar al Ministerio Público y a los tribunales penales juveniles, en el
descubrimiento y la verificación científica de los delitos y de sus presuntos responsables.
Funcionará dentro de la estructura del Organismo de Investigación Judicial y sus
integrantes deberán estar especialmente capacitados para trabajar con menores.” 118

Como función especial e importante, contemplada en el artículo 41, la Policía


Judicial Juvenil podrá citar o aprehender a los presuntos responsables de los hechos
denunciados. Pero a pesar de ésta potestad, por ningún motivo, dicha Policía podrá vedar
al menor de edad para que pueda comunicarse libremente. Sí se diera el caso de la
detención en flagrancia deberá remitir al menor responsable ante Juez Penal Juvenil.

118
Ibid., Artículo 40

82
Además en el artículo 42 se establece de manera somera que: “Si un menor de edad es
aprehendido por los miembros de la policía administrativa, de inmediato deberá ponerlo a la
orden del Juez Penal Juvenil.”119

Otra de las características importantes que identifican la Ley de Costa Rica, es lo


regulado dentro del artículo 43, pues da origen al denominado Patronato Nacional de la
Infancia. Siendo esta una Institución pública que funge como un refuerzo al sistema de
justicia penal juvenil, por medio de su representante legal, que podrá participar con carácter
de interesado en todas las etapas del proceso y con ello de controlar, vigilar, así garantizar
el fiel cumplimiento de las disposiciones legales en beneficio del menor de edad, sea
víctima o victimario.

Atendiendo el Proceso en sí y, la finalidad que persigue, en el artículo 44


textualmente se regula: “El proceso penal juvenil tendrá como objetivo establecer la
existencia de un hecho delictivo, determinar quién es su autor o partícipe y ordenar la
aplicación de las sanciones correspondientes. Asimismo, buscará la reinserción del menor
de edad en su familia y en la sociedad, según los principios rectores establecidos en esta
ley.”120

Al igual que en la legislación de Guatemala, en la Ley 7576 de Costa Rica, para


establecer la calificación legal de los delitos o contravenciones cometidas por menores, se
hará por las descripciones de conductas prohibidas que se establecen en el Código Penal y
en las leyes especiales del ordenamiento jurídico interno de dicho país.

Al ser presentado el adolescente ante la autoridad judicial competente por la


supuesta comisión de un hecho ilícito, se procederá inmediatamente a determinar la edad
de dicha persona, hasta ese momento considerado como menor de edad. Para establecer
dichos extremos de manera fehaciente, en el artículo 46, se dispone la manera de proceder
al respecto, tanto para menores nacionales, como menores extranjeros.

119
Ibid., Artículo 42
120
Ibid., Artículo 43

83
Sí se diera el caso que no fuera posible identificar al menor y este no proporcionara de
manera clara su datos de identificación, en el mismo artículo se estima que se procederá a
través de una oficina técnica que para tales efectos practicará la identificación física,
utilizando los datos personales, las impresiones digitales y señas particulares. De igual
forma se podrá recurrir a la identificación por testigos, en la forma prescrita para los
reconocimientos, o a otros medios que se consideren útiles.

La duda sobre los datos obtenidos, según la Ley 7576 en el mismo artículo, no
alterará el curso del procedimiento siempre y cuando se trate efectivamente de un menor de
edad. Siendo así que los datos podrán ser corregidos en cualquier momento, aún durante la
ejecución penal juvenil y las medidas respectivas podrán aplicarse en contra de la voluntad
del imputado.

En cuanto al tema de la Incompetencia por parte del Órgano Jurisdiccional para


conocer en un caso concreto, se establecen en el artículo 47 dos supuestos en los que el
Juez debe inhibirse de conocer y remitir el expediente a donde corresponda. El primero, es
en caso que la persona que haya cometido el ilícito al momento de hacerlo fuera ya mayor
de edad, siendo así que el Juez deberá remitir el caso a la jurisdicción para adultos. El
segundo caso hacer referencia a la comisión del ilícito por una persona menor de doce años
de edad, por lo que de ser así el Juez deberá enviar el caso al Patronato Nacional de la
Infancia, para que le brinde una asistencia adecuada.

A la vez el artículo 48 del mismo cuerpo legal regula que “las actuaciones que se
remitan por causas de incompetencia, tanto en la jurisdicción penal juvenil como en la de
jurisdicción de adultos, serán válidas para su utilización en cada uno de los procesos,
siempre que no contravengan los fines de esta ley ni los derechos fundamentales de los
menores de edad.”121

El artículo subsiguiente de la Ley 7576 regula de igual forma, que en la Norma


específica de Guatemala, lo relativo a la comisión de un ilícito en donde hayan participado o
intervenido, uno o más menores con uno o más adultos. Otro aspecto importante a

121
Ibid., Artículo 48

84
considerar de la Ley es el hecho que en el artículo 50 regula la forma de proceder si el
hecho investigado es atribuido a un menor de edad ausente.

“Iniciada la etapa de investigación, el Ministerio Público podrá continuar con las


demás diligencias hasta concluir esta etapa y ordenar la localización del menor de edad,
para continuar con la tramitación de la acusación. Si es posible concluir la investigación,
solicitará la apertura del proceso y pedirá al Juez que ordene localizar al menor de edad. El
proceso se mantendrá suspendido hasta que el menor de edad comparezca personalmente
ante el Juez Penal Juvenil.”122

El artículo 51 de la Ley 7576 regula la forma de documentar toda diligencia que se


realice durante todas las etapas del Proceso. Y en el artículo 52 se establece la forma en
que se contabilizan los plazos durante todo el Proceso, que resulta ser similar a la forma
que establece el Decreto 27-2003 del Congreso de la República de Guatemala.

Con respecto a los medios de convicción y su forma de valoración, posteriormente en


el debate oral como medios de prueba, que servirán para dilucidar el caso en concreto y
poder emitir la sentencia correspondiente. En el artículo 54 se establece que: “En el
Proceso serán admisibles todos los medios probatorios regulados en el Código Procesal
Penal, en la medida en que no afecten los fines y derechos consagrados en esta ley. Las
pruebas se valorarán de acuerdo con las reglas de la sana crítica.” 123

En cuanto a la responsabilidad civil, el artículo 55 de la Ley de Justicia Penal Juvenil,


se establece que dicha acción, para el pago de daños y perjuicios ocasionados por los
hechos atribuidos al menor de edad, deberá promoverse ante Juez competente. Todo lo
anterior en atención a la normativa del proceso civil de Costa Rica, y que no tiene relación
alguna de lo que finalmente se resuelva en el Proceso Penal Juvenil.

El mismo cuerpo legal, en el artículo 56, se establece como medida


desjudicializadora, el Criterio de Oportunidad Reglado, siendo así que: “Los funcionarios del
122
Ibid., Artículo 50
123
Ibid., Artículo 54

85
Ministerio Público tendrán la obligación de ejercer la acción penal pública en los casos en
los que sea procedente, con arreglo a las disposiciones de esta ley.”124

Además dentro de la disposición que se comenta respecto al Criterio de Oportunidad


Normado, el Ministerio Público podrá solicitar al Juez Contralor que se prescinda, total o
parcialmente, de la persecución penal. Estableciendo la posibilidad que se limite la
persecución ya sea de las infracciones o de las personas que hayan participado en el ilícito
cometido, fijando una serie de posibilidades de la literal “a” hasta la literal “d”.

A la vez el Juez, de oficio, a través de la aplicación de su sana crítica razonada al


análisis del caso concreto, determina la necesidad y factibilidad para la utilización de la
medida desjudicializadora, deberá: “solicitar la opinión del Fiscal quien deberá dictaminar
dentro de los tres días siguientes. El Juez no podrá aplicar un criterio de oportunidad sin el
acuerdo del Fiscal.”125

Como medida desjudicializadora, se establece el Desistimiento de la Acusación. Y se


da “en los casos señalados en el artículo 56, si la acción ya ha sido ejercida, el Juez Penal
Juvenil, a solicitud del Ministerio Público, podrá dictar el desistimiento en cualquier etapa del
proceso.”126

Posteriormente cuando se presente ante el órgano jurisdiccional el escrito de


acusación, el Juez Penal Juvenil que conoce del caso podrá decretar la detención
provisional como una medida cautelar, atendiendo a circunstancias que la Ley contempla en
el contenido del artículo 58. Teniéndose que practicar la detención, con carácter
excepcional, de manera obligatoria en centros especializados separados de los menores
que hayan sido sentenciados. Con un plazo máximo de dos meses, con la opción de
prórroga sí el Juez así lo considera conveniente, estableciendo para ello un nuevo plazo
que no podrá exceder del máximo de dos meses y las razones que justifican dicha acción.

124
Ibid., Artículo 56
125
Loc. Cit.
126
Ibid., Artículo 57

86
Debiendo a la vez poner a consideración el Auto emitido ante el Tribunal Superior Penal
Juvenil, así como toda actuación que respalde la motivación de la prorroga.

El artículo 60 de la Ley que se comenta formula un Principio, siendo éste el Principio


de Máxima Prioridad, que es importante dentro del desarrollo del Proceso, específicamente
cuando se da la detención provisional. Puesto que su puesta en práctica representa que la
detención provisional sea lo más breve posible, los Tribunales Penales Juveniles y los
órganos de investigación tienen la obligación de catalogar de máxima prioridad la
tramitación efectiva de los casos en que se recurra a detener provisionalmente a un menor.

Otras de las formas que la Ley establece como medida desjudicializadora, para evitar
el trámite del Proceso, es la Conciliación, contemplada en el Título Tercero Capítulo II,
siendo así que según el contenido del artículo 61, la misma constituye “un acto jurisdiccional
voluntario entre el ofendido o su representante y el menor de edad, quienes serán las partes
necesarias en ella.”127

La Convocatoria para poder llevar a cabo la misma se realizará durante los diez días
posteriores al establecimiento de la acusación y cuando sea posible por la existencia de la
persona ofendida, el Juez Penal Juvenil citará a las partes a una audiencia de conciliación,
tal y como lo dicta el procedimiento del artículo 62.

El Juez Penal Juvenil, en su carácter de conciliador, invitará a las partes,


previamente asesoradas, a un acuerdo. Si el ofendido no tiene asesoramiento y quiere
participar en la audiencia de conciliación, el Ministerio Público le asignará un asesor.
Además podrá llegarse a un acuerdo de conciliación en cualquiera de las fases del Proceso,
siempre y cuando no se haya emitido la resolución que ponga fin al Proceso en Primera
Instancia. A dicha audiencia podrán acudir todas las partes interesadas.

En cuanto a la forma de documentar y hacer constar los acuerdos arribados dentro


de la Conciliación, en un caso concreto, tenemos que la normativa correspondiente dentro
del contenido del artículo 65 establece: “Presentes las partes y los demás interesados,

127
Ibid., Artículo 61

87
deberá explicárseles el objeto de la diligencia. El Juez deberá instar a las partes a
conciliarse y buscar un arreglo al conflicto planteado. Luego se escucharán las propuestas
del menor de edad y del ofendido.”128

Si Fuera el caso que se llegue a un acuerdo derivado de la Conciliación y éste fuera


aprobado por el Juez Contralor, todos los que hayan participado en el procedimiento
deberán firmar el acta correspondiente. Si alguno no firmara el acta deberá dejarse
constancia de ello y se continuará el trámite normal del Proceso.

Dicha acta suscrita por todas las partes contendrá las obligaciones que se pactaron
para resarcir los daños y perjuicios que se causaron a consecuencia de los hechos
delictivos, a la vez el deber de informar al Juez sobre el desarrollo y cumplimiento del
Acuerdo de Conciliación.

Como consecuencia y efecto del Arreglo de Conciliación se suspenderá el Proceso e


interrumpirá la prescripción de la acción, mientras el Acuerdo éste vigente o sujeto a un
plazo determinado de cumplimiento. Siendo el caso que: “Cuando el menor de edad
incumpla, injustificadamente, las obligaciones pactadas en el acta de conciliación, el
129
procedimiento deberá continuar como si no hubiera existido conciliación.”

En caso contrario, el artículo 67 regula: “cuando el menor de edad cumpla con las
obligaciones pactadas en la audiencia de conciliación, el Juez dictará una resolución dando
por terminado el proceso y ordenando que se archive.”130

Directamente con relación al Proceso Penal Juvenil, “la acción penal juvenil
corresponderá al Ministerio Público, sin perjuicio de la participación que esta ley y el Código

128
Ibid., Artículo 65
129
Ibid., Artículo 66
130
Ibid., Artículo 67

88
Procesal Penal concedan al ofendido, tratándose de delitos de acción privada y de acción
pública a instancia privada.”131

En el artículo 69 de la Ley, se enlista las razones por las cuales se extingue la acción
penal, siendo estas: Sentencia Firme, Sobreseimiento definitivo, Muerte del Menor de Edad,
Prescripción, Renuncia o abandono de la causa cuando se trate de delitos de acción
privada, y la conciliación al finalizar el cumplimiento del acuerdo con la emisión de la
resolución que mande a archivar el expediente.

Para que se pueda dar inicio a la investigación se deberá actuar de oficio, por
funcionario o empleado público, o presentar una denuncia por cualquier persona ante el
Ministerio Público, esto cuando sea un delito de acción pública y también los delitos de
acción pública a instancia de parte o instancia privada.

Al iniciar la fase de investigación, cuando se haya realizado la denuncia de las


formas antes mencionadas, según el artículo 72, tendrá como finalidad el recabar todos
aquellos medios de convicción que demuestren la existencia de la comisión de un hecho
ilícito, así como individualizar a los autores, cómplices y toda persona que incite a la
infracción a la Ley Penal. También podrá determinarse en esta fase el daño causado
consecuencia de lo antes expuesto.

En cuanto a las Instituciones Estatales que participan y son responsables del


desarrollo del Proceso. El artículo 73, cuyo acápite es “Órgano Investigador”, establece las
funciones del Ministerio Público, que son exactamente las mismas que se establecen para
éste en la legislación de Guatemala. Y en el mismo artículo también se establece de forma
general la función contralora y supervisora del Juez para con el ente acusador.

Al finalizar la etapa de investigación, el Ministerio Público a través de la Fiscalía


correspondiente podrá solicitar como acto conclusivo de la misma: “a) La apertura del
proceso, formulando la acusación si estima que la investigación proporciona fundamento
suficiente. b) La desestimación del proceso, cuando considere que no existe fundamento

131
Ibid., Artículo 68

89
para promover la acusación, que debe aplicarse un criterio de oportunidad o por cualquier
condición objetiva o subjetiva de los hechos. c) El sobreseimiento provisional o definitivo.”132

Si fuera el caso que el Ministerio Público, a través de la investigación y las


particularidades del hecho en concreto, decidiera presentar Acusación como acto
conclusivo de la primera etapa del Proceso, el artículo 75 de la Ley 7576, dispone los
requisitos que deberá contener el escrito que se presente para tales efectos.

“El escrito de acusación deberá reunir los siguientes requisitos: a) Las condiciones
personales del menor de edad acusado o, si se ignoran, las señas o los datos por los que
se pueda identificar. b) La edad y el domicilio del menor de edad si se cuenta con esa
información. c) La relación de hechos, con indicación, si es posible, del tiempo y modo de
ejecución. d) La indicación y el aporte de todas las pruebas evacuadas durante la etapa de
investigación. e) La calificación provisional del presunto delito cometido. f) Cualquier otro
dato o información que el Ministerio Público considere indispensable para mantener la
acusación.”133

Como una medida adicional la legislación en el artículo 76 regula un Sobreseimiento


Provisional. “Si no corresponde el sobreseimiento definitivo y los elementos de prueba
resultan insuficientes para realizar el juicio, se ordenará el sobreseimiento provisional,
mediante auto fundado que mencione concretamente los elementos de prueba específicos
que se espera incorporar. En tales casos, se hará cesar cualquier medida cautelar impuesta
al menor de edad.”134

Sí por la investigación realizada o las circunstancias que se presentaran


posteriormente al plazo perentorio para la fase de investigación aparecieran nuevos
elementos de prueba que permitieran continuar el procedimiento, el Juez, a solicitud de
parte, admitirá que se continúe con la investigación. Lo anterior con la salvedad que si

132
Ibid., Artículo 74
133
Ibid., Artículo 75
134
Ibid., Artículo 76

90
dentro del término de un año no se efectúa la solicitud de reapertura el Juez de oficio
declarará la extinción de la acción penal.

El Sobreseimiento Definitivo en concordancia con el artículo 77 procederá cuando:


“a) Resulte evidente la falta de una condición necesaria para imponer la sanción. b) A pesar
de la falta de certeza, no exista, razonablemente, la posibilidad de incorporar nuevos
135
elementos de prueba y sea imposible requerir fundadamente la apertura del juicio.”

Como medida de equilibrio y protegiendo el Derecho de Defensa y de Igualdad ante


la Ley, se contempla en el artículo 78 la manifestación de Disconformidad respecto a la
solicitud planteada por el Ministerio Público, ya sea esta la de Desestimación o
Sobreseimiento, por cualquiera de las partes. Si fuera el Juez el que se manifestara
Disconforme procederá a remitir al Ministerio Público nuevamente las actuaciones para que
modifique su petición, en el plazo máximo de cinco días.

De lo anterior, sí el Fiscal ratifica su solicitud y el Juez sostiene su postura, procederá


éste enviar las actuaciones al Fiscal General o Fiscal de Sección para que nuevamente
peticione o ratifique lo planteado por el Fiscal encargado del expediente en concreto.
Siendo así que de existir persistencia en la solicitud formulada, el Juez en definitiva deberá
resolver según lo solicitado, teniendo con ello la potestad el agraviado de poder impugnar la
resolución.

En el artículo 79 se regulan los hechos que se cometan en Flagrancia, siendo la


normativa similar, en cuanto a la forma de proceder, de la Ley en Guatemala, estipulando
un plazo de 5 días; posteriormente a haber sido puesto el menor a disposición de Juez
competente con el objeto que en un plazo de veinticuatro horas máximo le tome
declaración; para presentar Acusación. Procediendo el Juez a notificar a las partes a la
audiencia conciliatoria de ser procedente y de no ser así se continuara con el Proceso. El
artículo 80 fija el plazo de diez día posteriores a presentada la Acusación para que el Juez
Penal Juvenil practique la Audiencia Conciliatoria.

135
Ibid., Artículo 77

91
Cuando la libertad del menor de edad no se encuentre restringida, como lo dispone el
artículo 81, la declaración se le tomará posteriormente a la audiencia de conciliación. En los
casos en que esta no proceda, se realizará dentro de los cinco días siguientes de recibida la
acusación.

Al igual que en la legislación guatemalteca el menor al momento de la Declaración,


podrá abstenerse de hacerla. Siendo así que bajo ninguna circunstancia podrá pedírsele a
éste promesa o juramento alguno para coaccionarlo a decir la verdad, ni podrá obligársele a
declarar contra su voluntad o imputarle responsabilidades penales con el afán de ejercer
presión sobre él, por lo que de incurrir en lo anterior el acto procedimental será declarado
nulo.

Dentro del Proceso instituido en la legislación de Costa Rica, se da la denominada


Declaración Indagatoria, en el caso del artículo 82, se trata de la Declaración Indagatoria
del mayor de doce años, pero menor de quince años de edad. “La cual deberá realizarse en
presencia de su defensor y, de ser posible, de sus padres o tutores, guardadores o
representantes; además, podrá asistir el Fiscal del Ministerio Público. El propósito de esta
diligencia será averiguar los motivos del hecho que se le atribuyen al mayor de doce años y
menor de quince años de edad, estudiar su participación e investigar las condiciones
familiares y sociales en que se desenvuelve.”136

En cuanto a los requisitos y procedimiento para llevar a cabo la Audiencia de


Declaración el mismo artículo 82 dispone que: “no tendrá las formalidades de la declaración
indagatoria del proceso penal de adultos, en cuanto lo perjudiquen y deberá prevalecer, en
todo momento, el interés superior del mayor de doce años, pero menor de quince años de
edad.”137

Para la Declaración Indagatoria del mayor de quince años, pero menor de dieciocho
años de edad, el artículo 83 da las directrices para que se lleve a cabo. Teniendo como
diferencia de la Declaración regulada por el artículo 82 que en el caso de los guardadores o
136
Ibid., Artículo 82
137
Loc. Cit.

92
representantes podrán estar presentes en la misma únicamente sí así lo solicita el menor
sujeto al Proceso, y que las características y formalismos que han de tomarse en cuenta
para el desarrollo de dicha Declaración son los mismos que se consideran para el Proceso
Penal para Adultos, siempre y cuando no se violenten los derechos y principios que
informan el Derecho de la Niñez y Adolescencia, especialmente los que informan el Proceso
de Justicia Penal Juvenil.

La Resolución sobre la procedencia de la Acusación, será dictada inmediatamente


después de recibida la declaración indagatoria. Sí el Juez, considera procedente el escrito
de Acusación presentado, continuará con el Proceso y notificará a juicio a las partes. Sí por
el contrario el Juez considera improcedente el escrito de Acusación presentado, pero que
fueran vicios de forma, remitirá dicho escrito al Ministerio Público para que de manera
obligada subsane los vicios señalados en un plazo no mayor de veinticuatro horas, según lo
regula el artículo 85. Pero sí a con secuencia de los vicios de forma se modificara
sustancialmente los hechos y por ende la calificación legal, deberá realizarse de nuevo la
Declaración Indagatoria. En el caso que el Juez señalara vicios de fondo, en el escrito de
Acusación presentado y por ende fuera improcedente la Acusación, deberá dictar el
Sobreseimiento o la Suspensión del Proceso a Prueba.

“Recibida por el Juez la acusación, con los vicios de forma corregidos y practicada la
declaración indagatoria por los motivos señalados en el artículo anterior, el Juez deberá
admitir la procedencia de la acusación en un plazo no mayor de tres días y continuar con la
tramitación del proceso.” 138

Dentro de la resolución antes mencionada se pueden dar restricciones a


determinados derechos, siendo así que “en la misma resolución donde se admite la
procedencia de la acusación o posteriormente, el Juez podrá ordenar la detención
provisional del menor de edad o la imposición provisional de cualquier orden de orientación
y supervisión de las que se establecen en esta ley. Las órdenes de orientación y
supervisión provisionales no podrán exceder de seis semanas.” 139

138
Ibid., Artículo 86
139
Ibid., Artículo 87

93
“Resuelta la procedencia de la acusación, el Juez, o a solicitud de parte, podrá ordenar la
suspensión del proceso a prueba, en todos los casos en que proceda la ejecución
condicional de la sanción para el menor de edad. (Texto modificado e interpretado por
Resolución de la Sala Constitucional Nº 6857-98 de las 16:27 horas del 24 de setiembre de
1998). Junto con la suspensión del proceso a prueba, el Juez podrá decretar cualquiera de
las órdenes de orientación y supervisión establecidas en esta ley. Esta suspensión
interrumpirá el plazo de la prescripción.”140

En cuanto a las Ordenes de Orientación y Supervisión, aplicadas desde la óptica del


artículo 89, tomando en cuenta la resolución de la Sala Constitucional 6857-98 de las 16:27
horas de fecha 24 de septiembre del año 1998. Se establece que: “Las Órdenes de
Orientación y Supervisión no son una pena sino un requisito para la suspensión del
prosecución penal que en caso de ser cumplido genera la extinción de acción penal. Tales
reglas de conducta no comportan una respuesta sancionatoria a la comprobación judicial de
un hecho delictivo.”141

Según esta misma Resolución de la Sala Constitucional: “Acordar de oficio la


suspensión del proceso a prueba sí resulta violatorio al debido proceso y al derecho de
defensa, pues sí las reglas de conducta a imponerse no son penas o sanciones, sí implica
una restricción de Derechos, pues es indispensable la existencia de una manifestación de
voluntad de quién resulte afectado por esas reglas de conducta, es decir que las asuma
libremente. Al menor se le obliga en la Ley 7576 a esto porque se declara la suspensión de
oficio en virtud de la naturaleza de la regla y el menor no tiene que aceptar culpabilidad de
los hechos, pues la medida no es a consecuencia de un juicio, sino más bien como medida
cautelar que sí se cumple extingue la responsabilidad penal.”142

El artículo 90 establece los requisitos que debe contener la Resolución que ordena la
suspensión del Proceso a Prueba, y el artículo 91 regula lo relativo al Incumplimiento de

140
Ibid., Artículo 89
141
Resolución de la Sala Constitucional 6857-98 de las 16:27 horas de fecha 24 de septiembre del año 1998.
142
Loc. Cit.

94
condiciones fijadas para suspender el proceso a prueba, que traerá como consecuencia que
se revoque la Suspensión y continúe con el Proceso de Justicia Penal Juvenil. La solicitud
para que se declare dicho Incumplimiento podrá ser formulada a solicitud de parte o de
oficio por el Juez que conoce del caso concreto.

Sí sucediera que se da efectivamente el cumplimiento de las condiciones fijadas para


suspender el proceso a prueba, por parte del menor de edad, al realizar las obligaciones
pactadas en la resolución respectiva; el Juez procederá a dictar una resolución que las
apruebe y declarará concluido el Proceso, ordenando su Archivo.

Como parte trascendental y sumamente importante dentro del Proceso de Justicia


Penal Juvenil, específicamente cuando ya se ha declarado la procedencia de la Acusación,
en cumplimiento del carácter proteccionista y especialísimo que caracteriza el Derecho de
la Niñez y Adolescencia, la necesidad de realizar un estudio Psicosocial, según lo refiere el
artículo 93. Todo lo anterior considerando la aplicación de una sanción privativa de libertad,
por lo que las Clínicas Psicológicas y de Trabajo Social del Poder Judicial deberán
efectuarlo a solicitud del Juez. También como parte de las diligencias a realizar para poder
determinar la sanción a imponer el Juez deberá solicitar, en concordancia con el artículo 94,
que se le realice al menor un estudio Clínico ante el Departamento de Medicina Legal del
Organismo de Investigación Judicial, para que se le efectúen exámenes psiquiátricos,
físicos y químicos; en especial, para detectar su adicción a sustancias psicotrópicas.

Cuando se haya cumplido con todos los requisitos antes mencionados, se declare la
procedencia de la Acusación y la Apertura del Proceso, “el Juez citará al Fiscal, las partes y
los defensores, a fin de que, en el término de cinco días hábiles, comparezcan a juicio,
examinen las actuaciones, los documentos y las cosas secuestradas, ofrezcan pruebas e
interpongan las recusaciones que estimen pertinentes.”143

Dentro del plazo antes indicado, se procede con el Ofrecimiento de Prueba, regulado
en el artículo 96. En el artículo 97 se establece lo referente a la Admisión y Rechazo de la
Prueba. Dentro del artículo 98 se señala lo relacionado a la apertura a Debate, que deberá

143
Ibid., Artículo 95

95
indicar día y hora para que se lleve a cabo en un plazo que no deberá exceder los quince
días de la fecha contenida en la resolución de Admisión de la Prueba, pues es una sola
resolución que contiene lo antes explicado.

Como características esenciales el artículo 99 de la Ley 7576 señala que: “La


audiencia deberá ser oral y privada, so pena de nulidad. Se realizará con la presencia del
menor de edad, su defensor, el ofendido y el Fiscal. Además, podrán estar presentes los
padres o representantes del menor, si es posible; los testigos, peritos, intérpretes y otras
personas que el Juez considere conveniente.”144

A continuación se da la apertura de la audiencia oral, “La que se realizará el día y la


hora señalados. Verificada la presencia del menor de edad, del Fiscal, del defensor, de los
testigos, peritos e intérpretes, el Juez declarará abierta la audiencia e informará al menor de
edad sobre la importancia y el significado del acto y procederá a ordenar la lectura de los
cargos que se le atribuyen. El Juez deberá preguntarle si comprende o entiende la
acusación que se le imputa. Si responde afirmativamente, se continuará con el debate; si,
por el contrario, manifiesta no comprender o entender la acusación, volverá a explicarle el
contenido de los hechos que se le atribuyen.”145

Posteriormente a la apertura de la audiencia y verificado todo lo dispuesto en el


artículo anterior, una vez que el Juez haya verificado que el menor de edad comprende el
contenido de la acusación y seguros de la identidad del menor de edad, en cumplimiento de
lo regulado en el artículo 101, le hará saber que puede declarar o abstenerse de ello, sin
que su silencio implique presunción de culpabilidad.

“Si el menor de edad acepta declarar, después de hacerlo podrá ser interrogado por
el Fiscal y por su defensor. Igualmente podrá ser interrogado por el ofendido o su
representante legal. Las preguntas deberán ser claras y directas y deberá constatarse que
el menor de edad las entiende. Durante el transcurso de la audiencia, el menor de edad

144
Ibid., Artículo 99
145
Ibid., Artículo 100

96
podrá rendir las declaraciones que considere oportunas, y las partes podrán formularle
preguntas, con el objetivo de aclarar sus manifestaciones.”146

Como figura novedosa dentro del Proceso que se comenta, existe la posibilidad de
ampliar la Acusación dispuesta en el artículo 102. Dicha posibilidad será fáctica si de la
investigación efectuada o del desarrollo de la fase de juicio resulta un hecho que integre el
delito continuado o una circunstancia de agravamiento no mencionado en la acusación,
siendo así que el Fiscal tendrá la posibilidad de ampliarla.

De la Solicitud de Ampliación de la Acusación, se pueden presentar varios


escenarios. El primero de ellos resulta por la inclusión del hecho y de ser que no modifica
los cargos que se le atribuyen al menor de edad, ni provoca indefensión, se tratará en la
misma audiencia. Segundo, sí por el contrario, “se modifican los cargos, nuevamente
deberá oírse en declaración al menor de edad y se informará a las partes de que tienen
derecho a pedir la suspensión de la audiencia para ofrecer nuevas pruebas o preparar la
defensa. El Juez deberá resolver, inmediatamente, sobre la suspensión y fijará nueva fecha
para la continuación, dentro de un término que no exceda de diez días.” 147

La recepción de pruebas se da justamente después de la declaración del menor de


edad, en concordancia con el artículo 103, siendo así que el orden de recepción y
diligenciamiento de la Prueba presentada se realizará de acuerdo a lo dispuesto para la
fase de debate en Código Procesal Penal costarricense. A la vez se maneja la figura de
Prueba para Mejor Proveer en el artículo 104, la cual es ordenada por el Juez según crea
conveniente en el desarrollo del debate, así como la citación de los peritos para la
explicación y ampliación de sus dictámenes, previamente presentados.

El artículo 105 indica en su contenido que terminada la recepción de pruebas se


procederá a la recepción de las Conclusiones y posteriormente podrán las partes ejercer el
Derecho a Réplica para refutar los argumentos adversos presentados en estas. Por lo que
el Juez le dará la palabra para tales efectos: “al Ministerio Público y al defensor para que,
146
Ibid., Artículo 101
147
Ibid., Artículo 102

97
en ese orden, emitan sus conclusiones respecto a la culpabilidad o responsabilidad del
menor de edad y se refieran al tipo de sanción aplicable y su duración. Además, invitará al
acusado y al ofendido a pronunciarse sobre lo que aconteció durante la audiencia.” 148

Llevado a cabo lo anterior, para dictar la Resolución Sobre la Culpabilidad del Menor
de Edad, “el Juez que conoce podrá proceder a dictar Sentencia inmediatamente después
de concluida la audiencia, con base en los hechos probados, la existencia del hecho o su
atipicidad, la autoría o la participación del menor de edad, la existencia o la inexistencia de
causales excluyentes de responsabilidad, las circunstancias o gravedad del hecho y el
grado de responsabilidad. El Juez podrá diferir el dictado de la sentencia hasta tres días
después de finalizar la audiencia.”149

El artículo 107 de la Ley de Justicia Penal Juvenil establece de manera específica los
requisitos que ha de contener la Sentencia, siendo estos los siguientes: “a) El nombre y la
ubicación del Juzgado Penal Juvenil que dicta la resolución y la fecha en que se dicta. b)
Los datos personales del menor de edad y cualquier otro dato de identificación relevante. c)
El razonamiento y la decisión del Juez sobre cada una de las cuestiones planteadas
durante la audiencia final, con exposición expresa de los motivos de hecho y de derecho en
que se basa. d) La determinación precisa del hecho que el Juez tenga por probado o no
probado. e) Las medidas legales aplicables. f) La determinación clara, precisa y
fundamentada de la sanción impuesta. Deberán determinarse el tipo de sanción, su
duración y el lugar donde debe ejecutarse. g) La firma del Juez y la de cualquiera de las
partes, si se requiere su consentimiento.”150

Para notificar la Sentencia, que contiene la decisión sobre la culpabilidad del Menor
de Edad y la sanción a imponer, se hará de forma personal a las partes en la misma
Audiencia, y la Sentencia Definitiva por escrito en el lugar señalado por cada una de las
partes para ser notificado.

148
Ibid., Artículo 105
149
Ibid., Artículo 106
150
Ibid., Artículo 107

98
El Capítulo IV, trata el tema de la Prescripción, siendo así que el artículo 109 dispone
los plazos y los casos para la Prescripción de la Acción y el artículo 110 regula lo relativo a
la Prescripción de las Sanciones. Dichas disposiciones sobre el tema son exactamente
iguales a lo normado por el Decreto 27-2003 de la legislación guatemalteca.

Habiendo culminado el Proceso con la sentencia, legalmente notificada, las partes


podrán hacer uso de los Recursos establecidos en la Ley, dentro del Capítulo V. Siendo así
que el artículo 111 establece los Tipos de Recursos, con el objeto de atacar las
resoluciones del Juzgado Penal Juvenil, a través de: Revocatoria, Apelación, Casación y
Revisión.

El Recurso de Apelación que está regulado en el artículo 112 de la Ley 7576


establece: “Serán apelables las siguientes resoluciones: a) La que resuelva el conflicto de
competencia. b) La que ordene una restricción provisional a un derecho fundamental. c) La
que ordene o revoque la suspensión del proceso a prueba. d) La que termine el proceso, si
se trata de contravenciones. e) La que modifique o sustituya cualquier tipo de sanción en la
etapa de ejecución, si se trata de contravenciones. f) Las demás que causen gravamen
irreparable.”151

La facultad para recurrir en Apelación procede sólo en los casos establecidos en el


artículo antes citado y sólo podrán hacer uso del recurso, quienes tengan interés directo
sobre el asunto impugnado, estableciendo el artículo 113 quiénes son dichas personas
interesadas, que en conclusión son los que hayan sido parte en el Proceso. Como
característica especial para hacer uso del Recurso, ha de considerarse que: “el abogado y
los padres de menores con edades comprendidas entre los doce y los quince años podrán
recurrir en forma autónoma. En el caso de menores con edades comprendidas entre los
quince y los dieciocho años, estas personas sólo podrán apelar subsidiariamente.” 152

151
Ibid., Artículo 112
152
Ibid., Articulo 113

99
El trámite del recurso se encuentra dentro del contenido del artículo 114 que deberá
interponerse por escrito, dentro del término de tres días, ante el Juez Penal Juvenil que
conoce del asunto. En el escrito deben mencionarse fundamentos legales aplicables a las
causales de interposición del recurso, con medios de prueba cuando sean cuestiones de
hecho.

“Admitido el recurso, el Tribunal emplazará a las partes para que comparezcan a una
audiencia oral y fundamenten el recurso en un plazo de tres a cinco días a partir de la
notificación. El plazo será de diez días cuando existan razones de lejanía.” 153

En el artículo 115 se regula respecto a la Decisión del Recurso de Apelación. Por lo


que terminada la audiencia orla de manera inmediata emitirá resolución al respecto. En los
casos que se consideren complejos, a criterio del Tribunal, podrá resolver en un plazo no
mayor a tres días.

Posteriormente la Ley de Costa Rica establece en el artículo 116 la posibilidad de


recurrir a través del recurso de casación. “El cual procede contra las resoluciones que
terminen el proceso y contra las fijaciones ulteriores de la pena, siempre que el hecho no
constituya una contravención.”154

La Potestad para recurrir a través de éste recurso es exclusiva del Ministerio Público,
el menor de edad, su defensor y el ofendido, con patrocinio de abogado. Y las formalidades
del Recurso, según el artículo 118, serán las mismas que dicta el Código Procesal Penal,
siendo el Tribunal Superior de Casación Penal será competente para conocer de este
recurso.

Respecto al Recurso de Revisión el artículo 119 hace manifiesto que dicho Recurso
será procedente según los motivos y regulaciones del Código Procesal Penal. Al igual que
el Recurso de Casación, el Tribunal Superior de Casación Penal será el competente para
conocer y resolver el mismo.
153
Ibid., Artículo 114
154
Ibid., Artículo 116

100
Dicho Recurso, podrá promoverse por: “a) El menor de edad sentenciado o su defensor. b)
El cónyuge, los ascendientes, los descendientes o los hermanos del menor de edad, si este
ha fallecido. c) El Ministerio Público.” 155

Posteriormente el Título IV, Capítulo I de la Ley 7576, regula dentro de las


Disposiciones Generales, lo relativo a las Sanciones. Siendo así que el artículo 121 dispone
que habiéndose verificado la comisión o participación de un adolescente en un hecho que
contravenga la Ley Penal, y transcurrido el Proceso de Justicia Penal Juvenil, el Juez
dictará la aplicación de las siguientes Sanciones: “a) Sanciones socio-educativas. Se fijan
las siguientes: 1.- Amonestación y advertencia. 2.- Libertad asistida. 3.- Prestación de
servicios a la comunidad. 4.- Reparación de los daños a la víctima. b) Ordenes de
orientación y supervisión. El Juez Penal Juvenil podrá imponer las siguientes órdenes de
orientación y supervisión: 1.- Instalarse en un lugar de residencia determinado o cambiarse
de él. 2.- Abandonar el trato con determinadas personas. 3.- Eliminar la visita a bares y
discotecas o centros de diversión determinados. 4.- Matricularse en un centro de educación
formal o en otro cuyo objetivo sea enseñarle alguna profesión u oficio. 5.- Adquirir trabajo.
6.- Abstenerse de ingerir bebidas alcohólicas, sustancias alucinógenas, enervantes,
estupefacientes o tóxicos que produzcan adicción o hábito. 7.- Ordenar el internamiento del
menor de edad o el tratamiento ambulatorio en un centro de salud, público o privado, para
desintoxicarlo o eliminar su adicción a las drogas antes mencionadas. c) Sanciones
privativas de libertad. Se fijan las siguientes: 1.- Internamiento domiciliario. 2.- Internamiento
durante tiempo libre. 3.- Internamiento en centros especializados.”156

Como parámetros que la misma Ley establece para determinar cualquiera de las
Sanciones antes mencionadas se tomara en cuenta: “a) La vida del menor de edad antes
de la conducta punible. b) La comprobación del acto delictivo. c) La comprobación de que el
menor de edad ha participado en el hecho delictivo. d) La capacidad para cumplir la
sanción; asimismo, la proporcionalidad, racionalidad e idoneidad de esta. e) La edad del

155
Ibid., Artículo 120
156
Ibid., Artículo 121

101
menor y sus circunstancias personales, familiares y sociales. f) Los esfuerzos del menor de
edad por reparar los daños.”157

Las sanciones señaladas para ser aplicadas deberán tener una finalidad
primordialmente educativa y aplicarse, en su caso, con la intervención de la familia y el
apoyo de los especialistas que se determinen. La aplicación de las sanciones podrá
ordenarse en forma provisional o definitiva. En cualquier caso a solicitud de parte o de oficio
la sanción impuesta podrá suspenderse, revocarse o sustituirse por alguna otra más
beneficiosa para el Menor de Edad. La aplicación se establece que podrá ser ordenanda
por el Juez en forma simultánea, sucesiva o alternativa. Todo lo anterior según el artículo
123 de la Ley 7576.

En el Capítulo II se definen de manera individual cada una de las Sanciones


establecidas anteriormente en la Ley, como tipos de Sanciones, en el artículo 121. De lo
anterior se deriva que el artículo 124 se regula que: “La amonestación es la llamada de
atención que el Juez dirige oralmente al menor de edad exhortándolo para que, en lo
sucesivo, se acoja a las normas de trato familiar y convivencia social. Cuando corresponda,
deberá advertirles a los padres, tutores o responsables sobre la conducta seguida y les
indicará que deben colaborar al respeto de las normas legales y sociales. La amonestación
y la advertencia deberán ser claras y directas, de manera que el menor de edad y los
responsables de su conducta comprendan la ilicitud de los hechos cometidos.” 158

Como segunda definición de las Sanciones esta la regulada en el artículo 125 como
Libertad Asistida, “Esta medida, cuya duración máxima será de dos años, consiste en
otorgar la libertad al menor de edad, quien queda obligado a cumplir con programas
educativos y recibir orientación y seguimiento del Juzgado, con la asistencia de
especialistas del Programa de menores de edad de la Dirección General de Adaptación
Social.” 159

157
Ibid., Artículo 122
158
Ibid., Artículo 124
159
Ibid., Artículo 125

102
Otra de las Sanciones que se destaca es la Prestación de Servicios a la Comunidad, que
resulta ser una medida que afecta de manera positiva el mundo externo social, cuando el
bien jurídico tutelado que ha sido violentado por el menor de edad a afectado a la general y
su impacto es moderado. “Las tareas deberán asignarse según las aptitudes de los
menores de edad, los cuales las cumplirán durante una jornada máxima de ocho horas
semanales, los sábados, domingos y días feriados o en días hábiles, pero sin perjudicar la
asistencia a la escuela o la jornada normal de trabajo, prestándose durante un período
máximo de seis meses, durante el tiempo necesario para que el servicio fijado se realice
efectivamente o sea sustituido.”160

Como Sanción accesoria y necesaria para el caso que del hecho ilícito cometido
exista víctima directamente afectada, se da la Reparación de Daños en el artículo 127.
Consistiendo está en la prestación directa de trabajo a que figure como víctima, con efectos
de restituir o resarcir el daño causado, todo con el pleno consentimiento del interesado y
aprobación del Juez. Dicha Sanción podrá ser conmutada por suma monetaria.

Las Órdenes de Orientación y Supervisión, como Sanción, resulta una medida


meramente restrictiva y prohibitiva, en concordancia con el artículo 128 en la que el Juez
Penal Juvenil impone la obligación de realizar o no realizar determinadas actividades, de no
presentarse a determinados lugares o frecuentar determinadas personas. Monitoreando e
informando por parte del encargado del menor de edad sobre la evolución y cumplimiento
de la medida, al mismo Juez o Autoridad competente que éste designe. Todo lo anterior con
el objeto de controlar y reorientar el modus vivendi del menor de edad, logrando así
fomentar y asegurar su correcta formación. Las órdenes o prohibiciones que se impongan
al menor de edad tendrán una duración máxima de dos años, debiéndose cumplir las
mismas a más tardar un mes después de haberse ordenado.

Las Sanciones restrictivas de Libertad impuestas al menor de edad, reguladas en la


Ley 7576 en orden paulatino respecto a su intensidad, según la gravedad del caso concreto

160
Ibid., Artículo 126

103
y el tipo de trasgresión Penal que se haya ejecutado. Se empiezan a regular en el artículo
129 con el Internamiento Domiciliario.

“El internamiento domiciliario es el arresto del menor de edad en su casa de


habitación, con su familia. De no poder cumplirse en su casa de habitación, por razones de
inconveniencia o imposibilidad, se practicará en la casa de cualquier familiar. Cuando no se
cuente con ningún familiar, podrá ordenarse el internamiento en una vivienda o ente
privados, de comprobada responsabilidad y solvencia moral, que se ocupe de cuidar al
menor de edad. En este último caso, deberá contarse con su consentimiento.”161

Dicho Internamiento tiene como características especiales, para ser impuesto, que
desde ninguna perspectiva debe afectar las actividades cotidianas del menor de edad,
como la asistencia a un centro educativo, a su trabajo, y cualquier otra actividad
extracurricular artística y deportiva que fomente su desarrollo integral. Por lo que para el fiel
cumplimiento de la Sanción, un trabajador social del Departamento de menores de edad de
la Dirección de Adaptación Social, será el encargado de supervisar su desarrollo, cuya
duración no será mayor de un año.

La Sanción de Privación de Libertad de Cumplimiento en un Centro Especializado


Durante el Tiempo Libre, dispuesta en el artículo 130, ha de entenderse como aquel tiempo,
durante el transcurso de la semana, en que el menor de edad no deba presentarse a sus
actividades educativas, laborales o de otra índole, y en cambio deba permanecer en el
Centro Especializado que le asignen para el cumplimiento de la Sanción. Siendo el caso
que la duración de este Internamiento no podrá exceder de un año.

La Sanción de Internamiento en Centro Especializado, es de carácter excepcional, y


su aplicación está restringida a determinados casos: “a) Cuando se trate de delitos dolosos
sancionados en el Código Penal o leyes especiales, para mayores de edad con pena de
prisión superior a seis años. b) Cuando haya incumplido injustificadamente las sanciones
socioeducativas o las órdenes de orientación y supervisión impuestas.” 162

161
Ibid., Artículo 129
162
Ibid., Artículo 131

104
Como elementos esenciales del Internamiento contemplado en el artículo 131, es que su
duración máxima será de quince años para menores entre los quince y los dieciocho años,
y de diez años para menores con edades entre los doce y los quince años. Además deberá
considerarse que la medida no es procedente cuando así no lo fuera para un adulto, en
atención al tipo penal, y de igual forma al imponerse ha de considerarse y computarse el
tiempo que haya permanecido en detención provisional.

El artículo 132 regula la Ejecución Condicional de la Sanción de Internamiento. Dicha


ejecución condicional es dictada por el Juez que conoce del caso y será ordenada
únicamente por un período igual al doble de la Sanción que se haya impuesto, bajo los
supuestos siguientes: “a) Los esfuerzos del menor de edad por reparar el daño causado. b)
La falta de gravedad de los hechos cometidos. c) La conveniencia para el desarrollo
educativo o laboral del menor de edad. d) La situación familiar y social en que se
desenvuelve. e) El hecho de que el menor de edad haya podido constituir,
independientemente, un proyecto de vida alternativo. Si, durante el cumplimiento de la
ejecución condicional, el menor de edad comete un nuevo delito, se le revocará la ejecución
163
condicional y cumplirá con la sanción impuesta.”

Dentro del Capítulo III de la Ley 7576, se regula el tema de la Ejecución y Control de
las Sanciones. Indicando en el artículo 133 el Objeto de la Ejecución, que resulta ser muy
similar al que se indica en el Decreto 27-2003 de Guatemala. Siendo así que la Sanción
que se imponga deberá perseguir la reorientación del menor de edad, su educación y
desarrollo personal integro a nivel personal, familiar y social, procurando el desarrollo de
sus capacidades para que sea una persona proactiva.

Para lograr dichos fines la Ejecución de la Sanción impuesta se realizará a través de


la formulación de un plan especializado individual. Según el contenido normativo del artículo
134, el plan deberá incluir elementos que coadyuven a fomentar y orientar todos los
factores individuales que caracterizan al menor de edad, logrando así su efectiva Ejecución,

163
Ibid., Artículo 132

105
debiendo estar completo a más tardar un mes posterior al ingreso del menor al Centro
Especializado.

El Órgano Jurisdiccional especializado para conocer respecto al tema es, atendiendo


a lo dispuesto en el artículo 135, el Juzgado de Ejecución de las Sanciones Penales
Juveniles. Siendo éste el facultado para controlar la correcta Ejecución de las Sanciones y
conocer sobre los asuntos e incidentes que susciten durante el período efectivo de
Ejecución, además velará por el fiel cumplimiento de los objetivos que la Ley a fijado.

Como atribuciones específicas, para el Juez de Ejecución de las Sanciones Penales


Juveniles, se detallan las siguientes: “a) Controlar que la ejecución de cualquier sanción no
restrinja derechos fundamentales que no se encuentren fijados en la sentencia
condenatoria. b) Vigilar que el plan individual para la ejecución de las sanciones esté acorde
con los objetivos fijados en esta ley. c) Velar porque no se vulneren los derechos del menor
de edad mientras cumple las sanciones, especialmente en el caso del internamiento. d)
Vigilar que las sanciones se cumplan de acuerdo con lo dispuesto en la resolución que las
ordena. e) Revisar las sanciones por lo menos una vez cada seis meses, para modificarlas
o sustituirlas por otras menos gravosas, cuando no cumplan con los objetivos para los que
fueron impuestas o por ser contrarias al proceso de reinserción social del menor de edad. f)
Controlar el otorgamiento o denegación de cualquier beneficio relacionado con las medidas
impuestas en sentencia. g) Decretar la cesación de la sanción. h) Las demás atribuciones
que esta u otras leyes le asignen.”164

Como Funcionarios dentro de los Centro Especializados para la Atención de los


Menores de Edad, se indica en el artículo 137 que: “Serán seleccionados de acuerdo con
sus aptitudes y capacidades idóneas para el trabajo con menores de edad. Para el trabajo
en los centros de mujeres se preferirá, en igualdad de condiciones, a las mujeres. En el
centro, la portación y el uso de armas de fuego por parte de los funcionarios deberá
reglamentarse y restringirse solo a casos excepcionales y de necesidad.”165

164
Ibid., Artículo 136
165
Ibid., Artículo 137

106
La Ley 7576 tiene consideraciones adicionales para el Menor de Edad que haya sido
sentenciado y esté cumpliendo con la Sanción decidida. Siendo estas consideraciones una
serie de Derechos tales como: “a) Derecho a la vida, la dignidad y la integridad física y
moral. b) Derecho a la igualdad ante la ley y a no ser discriminado. c) Derecho a
permanecer, preferiblemente, en su medio familiar, si este reúne los requisitos adecuados
para el desarrollo del menor de edad. d) Derecho a recibir los servicios de salud, educativos
y sociales adecuados a su edad y condiciones y a que se los proporcionen personas con la
formación profesional requerida. e) Derecho a recibir información, desde el inicio de la
ejecución de la sanción, sobre: 1.- Los reglamentos internos sobre comportamiento y vida
en el centro, en especial la relativa a las sanciones disciplinarias que puedan aplicársele. 2.-
Sus derechos en relación con los funcionarios penitenciarios responsables del centro de
detención. 3.- El contenido del plan individual de ejecución para reinsertarlo en la sociedad.
4.- La forma y los medios de comunicación con el mundo exterior, los permisos de salida y
el régimen de visitas. f) Derecho a presentar peticiones ante cualquier autoridad y a que se
le garantice respuesta. g) Derecho a que se le mantenga, en cualquier caso, separado de
los delincuentes condenados por la legislación penal común. h) Derecho a que se le ubique
en un lugar apto para el cumplimiento del plan de ejecución individual y a que no se le
traslade arbitrariamente. i) Derecho a no ser incomunicado en ningún caso, ni a ser
sometido al régimen de aislamiento ni a la imposición de penas corporales. Cuando la
incomunicación o el aislamiento deben ser aplicados para evitar actos de violencia contra el
menor de edad o terceros, esta medida se comunicará al Juez de Ejecución y al Defensor
de los Habitantes, para que, de ser necesario, la revisen y la fiscalicen. j) Los demás
derechos, especialmente los penitenciarios, establecidos para los adultos y que sean
aplicables a los menores.”166

El artículo 139 de la Ley 7576 regula que los Centros Especializados e Internamiento
para los Menores de Edad, deben ser distintos a los destinados para los adultos, deberán
existir como mínimo dos de dichos Centros Especializados en el país, siendo uno para
mujeres y uno para hombres. Para la admisión de los Menores de Edad ha de mediar una
autorización por escrito previa de la autoridad competente, y deberá considerarse su
agrupación por edades.

166
Ibid., Artículo 138

107
El mismo artículo señala que la ubicación de los Menores de Edad dentro del Centro se
hará de la manera siguiente: “los menores con edades comprendidas entre los quince y los
dieciocho años en lugar diferente del destinado a los menores con edades comprendidas
entre los doce y los quince años; igualmente, se separarán los que se encuentren en
internamiento provisional y los de internamiento definitivo.”167

Sí se diera el caso que durante el cumplimiento de la Sanción de privación de


Libertad el Menor de Edad cumpliera la mayoría de edad, se le deberá trasladar a un Centro
Penal para Adultos, con la salvedad que permanecerá separado de éstos.

Como medida de Control por parte del Juez de Ejecución Penal Juvenil y para
facilitar su función fiscalizadora, respecto al pleno cumplimiento de las Sanciones y objeto
de la imposición de las mismas, el artículo 141 dispone que el Director del Centro
Especializado de Internamiento deberá rendir un Informe sobre la situación del sentenciado,
el estado de desarrollo del Plan de Ejecución Individua, así como recomendaciones para
alcanzar los objetivos que persigue la Ley. Deberá presentarse trimestralmente al Juez de
Ejecución Penal Juvenil, siendo así que el incumplimiento de la obligación antes descrita,
será comunicado al superior jerárquico administrativo para que tome las medidas
sancionatorias pertinentes.

Cuando el Menor de Edad haya cumplido efectivamente su Sanción y se encuentre


próximo a su egreso del Centro de Internamiento, el artículo 142 regula que con la
asistencia de facultativos, como trabajadores sociales, psicólogos y psiquiatras, que presten
sus servicios profesionales dentro del Centro en que haya cumplido la Sanción impuesta,
deberá ser preparado para su salida e incorporación a su vida cotidiana personal, familiar y
social. Todo lo anterior con el auxilio de sus encargados, tutores o padres.

167
Ibid., Artículo 139

108
2.3 Estructura y Principios del Proceso para Adolescentes en Conflicto con la Ley
Penal en Colombia

Establece como principios o premisas principales según se interpreta de los primeros


artículos de la Ley 1098-2006, específicamente del artículo 2,el respeto y la prevalencia, así
como el cumplimiento de:

Derechos Humanos ratificados por el Estado de Colombia

Constitución Política y Leyes internas del país.

Atendiendo sobre cualquier norma los Principios Generales del Derecho, de los
cuales ya se ha tratado en el presente trabajo de investigación. Siendo dichos Principios
Generales contemplados en la legislación de Colombia, los siguientes:

Igualdad, en el artículo 1.

Vida, calidad de vida y ambiente sano, en el artículo 17.

Seguridad y Justicia Social, en el artículo 2.

Además Colombia contempla como principios pilares de su legislación en materia de


niñez y adolescencia los siguientes:

Solidaridad

Prevalencia de derechos humanos, artículo 9.

Interés superior, artículo 8

Y participación, en asuntos relativos al tema que sean de interés

Ley prioritaria, artículo 5

Aplicación y concordancia de la legislación interna vigente, en materia de Derecho de la


Niñez y Adolescencia, respecto convenciones y tratados internacionales aceptados y
ratificados por Colombia, artículo 6.

Desarrollo Integral, en armonía con el Ejercicio Pleno de sus Derechos Humanos, artículo 18.

109
Como Principios establecidos explícita y concretamente para la aplicación de la Ley 1098 de
2006, de Colombia; cuya función primordial es la de orientar la misma se encuentran los
siguientes:

Protección Integral, artículo 18.

Prevención de la Amenaza y vulneración de los Derechos de todo Niño, Niña y Adolescente


Colombiano,

Seguridad en cuanto al Restablecimiento Inmediato, en caso de vulneración de sus Derechos

Interés Superior de los Niños, Niñas y Adolescentes.

A la vez el Código de la Niñez y Adolescencia, Ley 1098 de Colombia, indica como


principios que fundamentan el tema de la Protección Integral los que a continuación se
enlistan:

Prevalencia de sus Derechos Humanos, artículo 9.

Corresponsabilidad, artículo 10.

Exigibilidad de sus Derechos Humanos, artículo 11.

Perspectiva de Género, que como principio novedoso en comparación con la legislación de


Guatemala en el artículo 12 establece: “Se entiende por perspectiva de género el
reconocimiento de las diferencias sociales, biológicas y psicológicas en las relaciones entre
las personas según el sexo, la edad, la etnia y el rol que desempeñan en la familia y en el
grupo social. Esta perspectiva se debe tener en cuenta en la aplicación de este código, en
todos los ámbitos en donde se desenvuelven los niños, las niñas y los adolescentes, para
alcanzar la equidad.” 168

Participación, artículo 4.

Normas de carácter o de orden público, artículo 5.

Responsabilidad Parental, artículo 14.

168
Ley 1098-2006, Artículo 12

110
La legislación Colombiana en materia de la Niñez y Adolescencia, denominada Código de la
Infancia y Adolescencia, Ley 1098 de 2006, dedica los primeros artículos a establecer la
finalidad, objetivos, sujetos a quien se aplica y va dirigida dicha Ley, así como las formas de
interpretación de sus disposiciones. Además contiene los procesos para solventar los casos
que se presenten y que atañen a dicha rama del Derecho. Como lo es el caso del artículo
141 que indica los Principios aplicables al sistema de Responsabilidad Penal para
Adolescentes, cuyo contenido es el siguiente: “Los principios y definiciones consagrados en
la Constitución Política, en los instrumentos internacionales de derechos humanos y en la
presente ley se aplicarán en el Sistema de Responsabilidad para Adolescentes.”169

También el artículo 151, enfatiza que dentro del Proceso de adolescentes en Conflicto
con la Ley Penal se debe velar por: “El derecho al debido proceso y a las garantías
procesales, siendo así que los adolescentes que cometan delitos tienen derecho, como ya se
ha hecho mención, al debido proceso penal y a las garantías procesales básicas tales como:
la presunción de inocencia, el derecho a ser notificado de las imputaciones, el derecho de
defensa y de contradicción, el derecho al asesoramiento, el derecho a la presencia de los
padres o tutores, el derecho a guardar silencio, el derecho a la confrontación con los testigos
e interrogar a estos, el derecho de apelación ante autoridad superior y, las demás garantías
consagradas en la Constitución, la ley y los tratados internacionales.” 170

Como principios que atienden directamente el procedimiento de adolescentes en


conflicto con la Ley Penal, se encuentran los de: Legalidad, contenido en el artículo 152.
Reserva de las Diligencias, contenido en el artículo 153. Derecho de Defensa, dispuesto en
el artículo 154. Principio de Inmediación en el artículo 155. Protección especial y específica
para los adolescentes indígenas y demás grupos étnicos, todo dentro del artículo 156.
Prohibiciones especiales respecto a procesos seguidos por responsabilidad Penal para
adolescentes y los acuerdos que podrían celebrarse entre la Fiscalía y la Defensa,
disposición contenida en el artículo 157. Prohibición de juzgamiento en ausencia, artículo
158. Y prohibición de antecedentes, en el artículo 159.

169
Ibid., Artículo 141
170
Ibid., Artículo 151

111
Para afianzar, aun más, lo antes afirmado es necesario traer a colación los artículos: primero,
segundo y tercero de la Ley comentada. A la vez entender lo que el legislador plasmo en la
Ley como fines, necesidades, justificaciones y objetivos de la creación y puesta en vigencia
del Código de la Infancia y Adolescencia.

Por lo que dichos artículos en su contenido manifiestan. En el artículo primero, la


finalidad de la existencia de dicho Cuerpo Legal, que en esencia es “la garantía a los niños,
niñas y adolescentes de su desarrollo integral dentro de su núcleo familiar y comunitario,
prevaleciendo el Derecho a la Igualdad y la Dignidad Humana sin discriminación.” 171

El artículo segundo delimita el objeto que persigue el Código, que es: “Establecer
normas sustantivas y procesales para la protección integral de los niños, las niñas y los
adolescentes, garantizar el ejercicio de sus derechos y libertades consagrados en los
instrumentos internacionales de Derechos Humanos, en la Constitución Política y en las
leyes, así como su restablecimiento. Dicha garantía y protección será obligación de la familia,
la sociedad y el Estado.”172

Finalmente el artículo tercero regula lo relativo a los sujetos titulares de derechos.


“Siendo estas las personas menores de 18 años, entendiéndose por niño o niña las
personas entre los 0 y los 12 años, y por adolescente las personas entre 12 y 18 años de
edad.”173

Antes de conocer con detalle la estructura del Proceso en sí, que se ventila dentro de
la Legislación específica en Colombia, dentro del Libro II, Titulo I, Capitulo I, artículo 139 del
Código de la Infancia y Adolescencia, Ley 1098-2006, se plasma lo relativo al Sistema de
Responsabilidad Penal para Adolescentes. El cual expresamente establece: “El sistema de
responsabilidad penal para adolescentes es el conjunto de principios, normas,
procedimientos, autoridades judiciales especializadas y entes administrativos que rigen o

171
Ibid., Artículo 1
172
Ibid., Artículo 2
173
Ibid., Artículo 3

112
intervienen en la investigación y juzgamiento de delitos cometidos por personas que tengan
entre catorce (14) y dieciocho (18) años al momento de cometer el hecho punible.”174

A la vez el artículo 140 del mismo cuerpo legal, hace hincapié en la finalidad del
Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes, afirmando que: “En materia de
responsabilidad penal para adolescentes tanto el proceso como las medidas que se tomen
son de carácter pedagógico, específico y diferenciado respecto del sistema de adultos,
conforme a la protección integral. El proceso deberá garantizar la justicia restaurativa, la
verdad y la reparación del daño”175.

Para la aplicación del Código de la Infancia y Adolescencia, en caso de conflictos


normativos entre las disposiciones de esta ley y otras leyes del ordenamiento jurídico interno
de Colombia, las autoridades judiciales deberán en todo momento dar primacía a la primera
norma. Todo ello en atención del Principio de Interés Superior que informa al Derecho de la
Niñez y Adolescencia, los Principios de Protección Integral, así como las características
especiales que rigen el Sistema en general de la legislación colombiana.

Dentro del grupo etario que se considera en la Ley, para ser sujeto a Proceso por
responsabilidad Penal, se tiene que son personas comprendidas entre los catorce hasta los
dieciocho años de edad, en el momento de la comisión del hecho ilícito. Siendo así que el
artículo 142 de la Ley 1098, establece la Exclusión de la Responsabilidad Penal para
Adolescentes de la siguiente manera: “Sin perjuicio de la responsabilidad civil de los padres o
representantes legales, así como la responsabilidad penal consagrada en el numeral 2 del
artículo 25 del Código Penal, las personas menores de catorce (14) años, no serán juzgadas
ni declaradas responsables penalmente, privadas de libertad, bajo denuncia o sindicación de
haber cometido una conducta punible. La persona menor de catorce (14) años deberá ser
entregada inmediatamente por la policía de infancia y adolescencia ante la autoridad
competente para la verificación de la garantía de sus derechos de acuerdo con lo establecido

174
Ley 1098-2006, Código de la Infancia y Adolescencia del Congreso de Colombia, articulo 139
175
Ibid., Artículo 140

113
en esta ley. La policía procederá a su identificación y a la recolección de los datos de la
conducta punible.”176

A la vez el artículo antes citado regula también que excluye de la responsabilidad


penal juvenil, a toda aquella persona comprendida entre las edades del grupo etario que
puede ser sujeto a Proceso, pero que padece alguna discapacidad psíquico o mental que
haya sido plenamente comprobada en el desarrollo del mismo. Por lo que por tales motivos
sólo se les impondrá alguna medida de seguridad.

Al verificarse cualquiera de los casos de exclusión que la Ley estipula, el artículo 143
establece que a dichas personas deberán aplicársele medidas de verificación, con la
finalidad de garantizar sus derechos y el restablecimiento de éstos cuando hayan sido
violentados. Además deberá velarse porque los menores de edad sean insertados en
programas educativos y de protección dentro del Sistema Nacional de Bienestar Familiar,
que cumplan con las garantías de Debido Proceso y Derecho de Defensa que se contemplan
para los menores sujetos al Sistema de Responsabilidad Penal.

En cuanto a los casos en que un menor de edad, comprendido entre las edades
inferiores a los catorce años, sea sorprendido en flagrancia por autoridad policiaca, esta
deberá proceder de manera inmediata a trasladar al menor con el fin de ponerlo a disposición
de autoridad competente, que vele por la protección y restablecimiento de sus derechos. Si
se diera el caso que fuera un particular quien lo sorprendiera, deberá ponerlo de manera
inmediata a disposición de autoridad policial para que ésta proceda de la forma antes
descrita.

Sí de la investigación realizada se encontrara evidencia que en la comisión de un


hecho ilícito hubo participación de un menor de catorce años de edad, se procederá a remitir
copia de las actuaciones a las autoridades encargadas de protección y restablecimiento de
derechos de los menores de edad, para que actúen según corresponda.

El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar como parte de sus funciones, según lo


regula el párrafo segundo del artículo 143 de la Ley 1098, será el encargado de fijar los

176
Ibid., Artículo 142

114
lineamientos técnicos específicos para cada uno de los programas especiales de protección
y restablecimiento de derechos destinados a la atención de los menores de catorce años de
edad.

La Ley 1098 en el contenido del artículo 144, cuyo acápite es Procedimiento Aplicable,
establece: “Salvo las reglas especiales de procedimiento definidas en el presente libro, el
procedimiento del sistema de responsabilidad penal para adolescentes se regirá por las
normas consagradas en la Ley 906 de 2004 (Sistema Penal Acusatorio), exceptuando
aquellas que sean contrarias al interés superior del adolescente.” 177

Como parte de las autoridades involucradas dentro de las primeras diligencias a


realizarse por la comisión de un hecho ilícito, por parte de un adolescente, se encuentra: la
Policía Judicial en el Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes. El artículo 145
informa al respecto que: “En los procesos en que estén involucrados niños, niñas o
adolescentes como autores o partícipes de un delito, o como víctimas de los mismos, hará
las veces de policía judicial la policía de infancia y adolescencia, o en su defecto los
miembros de la policía judicial que sean capacitados en derechos humanos y de infancia. En
todo caso en las diligencias que se adelanten estará presente un Defensor de Familia.” 178

El artículo 146, define la figura del Defensor de Familia en el Sistema de


Responsabilidad Penal para Adolescentes. Siendo su función principal la de estar presente
en todas las etapas del proceso, es decir en todas las actuaciones y diligencias que se
realicen dentro de éste, verificando la plena vigencia de garantías y derechos del menor de
edad.

Respecto a las Audiencias que se realicen dentro del Sistema de Responsabilidad


Penal para Adolescentes, el carácter de las mismas será privado, es decir cerradas al
público. El Juez, ya sea de Control de Garantías o de Conocimiento, decidirá dichos
extremos en consideración a que sí el menor de edad es expuesto a la publicidad del
Proceso podría verse afectado a daños psicológicos. De ser cerrada la audiencia sólo podrán
participar en ella los que hayan sido reconocidos como partes procesales.

177
Ibid., Artículo 144
178
Ibid., Artículo 145

115
Por lo antes expuesto se hace notar el carácter especializado que caracteriza al Derecho de
la Niñez y Adolescencia. En este caso la aplicación de la Ley tanto en el Proceso, así como
en la Ejecución de medidas por responsabilidad Penal para adolescentes. Estando todo
procedimiento a cargo de autoridades y órganos especializados en materia de infancia y
adolescencia, como lo indica el artículo 148.

Otro aspecto importante que se debe considerar, dentro del mismo artículo es: “Para
el cumplimiento de las medidas de restablecimiento de derechos de los menores de 14 años
y ejecución de sanciones impuestas a los adolescentes de 14 a 16 años y de 16 a 18 años
que cometan delitos, el ICBF diseñará los lineamientos de los programas especializados en
los que tendrán prevalencia los principios de política pública de fortalecimiento a la familia de
conformidad con la Constitución Política y los Tratados, Convenios y Reglas Internacionales
que rigen la materia.”179

Previamente a considerar la aplicación de las disposiciones legales contempladas en


el proceso para adolescentes, que se encuentran en conflicto con la Ley Penal, es necesario
esclarecer la edad de la persona que probablemente es responsable de los hechos ilícitos. Al
respecto el artículo 149 de la Ley contempla: “La Presunción de edad, es decir que cuando
exista duda en relación con la edad del adolescente y mientras la autoridad pericial
competente lo define, se presume que es menor de 18 años. En todo caso se presumirá la
edad inferior.”180

Como figura jurídica innovadora y proteccionista, contemplada en la Ley 1098, se


regula en el artículo 150, respecto a la Práctica de Testimonios. “Los niños, las niñas y los
adolescentes podrán ser citados como testigos en los procesos penales que se adelanten
contra los adultos. Sus declaraciones solo las podrá tomar el Defensor de Familia con
cuestionario enviado previamente por el fiscal o el juez. El defensor sólo formulará las
preguntas que no sean contrarias a su interés superior.”181

179
Ibid., Artículo 148
180
Ibid., Artículo 149
181
Ibid., Artículo 150

116
Como medida adicional se dicta en la Ley que excepcionalmente, el juez podrá intervenir en
el interrogatorio del menor de edad con el objeto de procurar que éste responda las
preguntas que se le formulen y que se haga de manera clara y precisa. La diligencia se
realizará fuera del lugar donde se lleve a cabo la Audiencia y como se ha mencionado en
presencia del Defensor de Familia, para que se vele por el irrestricto cumplimiento de sus
derechos. De igual forma se seguirá el procedimiento para las declaraciones y entrevistas
que han de rendirse ante autoridades como la Policía Judicial y la Fiscalía del Ministerio
Público en la etapa de investigación.

Dentro del proceso comentado y según el contenido del artículo 152 de la normativa
correspondiente, se hace mención nuevamente del principio de legalidad, que de manera
expresa manifiesta: “Ningún adolescente podrá ser investigado acusado, ni juzgado por acto
u omisión, al momento de la comisión del delito que no esté previamente definido en la ley
penal vigente, de manera expresa e inequívoca. El adolescente declarado responsable por la
autoridad judicial de la comisión de un delito sólo podrá ser sancionado con la imposición de
las medidas definidas en la presente ley.” 182

La Ley en los artículos subsiguientes establece una serie de conceptos que


concretizan y definen cuestiones relacionadas con la Medida de Privación de libertad.
Empezando con la Definición en el artículo 160, que literalmente establece: “Se entiende por
privación de la libertad toda forma de internamiento, en un establecimiento público o privado,
ordenada por autoridad judicial, del que no se permite al adolescente salir por su propia
voluntad.”183

Posteriormente en el artículo 161 en cuanto a la Excepcionalidad para la aplicación de


la Privación de Libertad, se dicta que: “Para los efectos de la responsabilidad penal para
adolescentes, la privación de la libertad sólo procede para las personas que al momento de
cometer el hecho hayan cumplido catorce (14) y sean menores de dieciocho (18) años. La
privación de la libertad sólo procederá como medida pedagógica.” 184

182
Ibid., Artículo 152
183
Ibid., Artículo 160
184
Ibid., Artículo 161

117
El artículo 162 regula la Separación de los Adolescentes Privados de Libertad, por lo que la
medida será cumplida en Centros de Atención Especializada en Programas del Sistema
Nacional de Bienestar Familiar, con la salvedad imperativa de estar separados de los
adultos. Si no existieran en la localidad Centros de Atención Especializada el Juez dictará
libertad provisional o detención domiciliaria.

Las autoridades y entidades que conforman el Sistema de Responsabilidad Penal para


Adolescentes se detallan en el artículo 163. Cuyo contenido normativo delimita a cada una
de las personas que intervienen dentro del Proceso, así como sus funciones específicas. De
tal forma que para conocer al respecto, se transcribe el artículo que literalmente establece:

“Forman parte del sistema de responsabilidad penal para adolescentes:

1. Los Fiscales Delegados ante los Jueces Penales para adolescentes, quienes se ocuparán
de la dirección de las investigaciones en las cuales se encuentren presuntamente
comprometidos adolescentes, como autores o partícipes de conductas delictivas. 2. Los
Jueces Penales para adolescentes, Promiscuos de Familia y los Municipales quienes
adelantarán las actuaciones y funciones judiciales que les asigna la ley. 3. Las Salas Penales
y de Familia de los Tribunales Superiores de Distrito Judicial que integrarán la Sala de
Asuntos Penales para adolescentes en los mismos tribunales, ante quienes se surtirá la
segunda instancia. 4. La Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, ante la cual se
tramitará el recurso extraordinario de casación, y la acción de revisión. 5. La Policía Judicial y
el Cuerpo Técnico Especializados adscritos a la Fiscalía delegada ante los jueces Penales
para adolescentes y Promiscuos de Familia. 6. La Policía Nacional con su personal
especializado quien deberá apoyar las acciones de las autoridades judiciales y entidades del
sistema. 7. Los Defensores Públicos del Sistema Nacional de Defensoría Pública de la
Defensoría del Pueblo, quienes deben asumir la defensa técnica del proceso, cuando el niño,
niña o adolescente carezca de apoderado. 8. Las Defensorías de Familia del Instituto
Colombiano de Bienestar Familiar, y las Comisarías de Familia, o los Inspectores de Policía,
cuando deban tomar las medidas para la verificación de la garantía de derechos, y las
medidas para su restablecimiento. 9. El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar quien
responderá por los lineamientos técnicos para la ejecución de las medidas pedagógicas

118
dispuestas en este Libro. 10. Las demás Instituciones que formen parte del Sistema Nacional
de Bienestar Familiar.”185

Como parte de las medidas a tomar para el proceso de implementaciones y


modernización del Sistema de Justicia en Colombia, el artículo 164 prevé la competencia de
los órganos jurisdiccionales, siendo así que crea los Juzgados Penales para Adolescentes en
todo el territorio de Colombia, dentro de la jurisdicción penal ordinaria. La Competencia de
los Jueces Promiscuos de Familia en materia penal se establece en los sitios en los que no
hubiera un juez penal para adolescentes. A falta de juez penal para adolescentes o
promiscuo de familia, el juez municipal conocerá de los procesos por responsabilidad penal
para adolescentes.

La segunda instancia que conoce del Proceso y que tiene competencia para tales
efectos son las Salas de Asuntos Penales para Adolescentes, siendo los encargados los
Tribunales Superiores de Distrito Judicial, integrándose dichas Salas por un Magistrado de la
Sala Penal y dos Magistrados de la Sala de Familia o en su defecto de la Sala Civil.

El Capítulo III de la Ley 1098 regula lo relativo a la Reparación del Daño causado a
consecuencia de actos punibles cometidos por menores de edad comprendidos entre los
catorce hasta antes de cumplidos los dieciocho años de edad. Siendo así que estos actos
generan dos tipos de responsabilidades, la penal y civil.

El artículo 170 regula lo relativo al Incidente de Reparación, en el cual los padres,


representantes legales o tutores, son solidariamente responsables de los daños causados,
por lo que en tal calidad serán citados a solicitud de la víctima, del condenado o su defensor,
debiéndose formular dicha citación en la audiencia que aperture el trámite de dicho incidente.
En cuanto la acción penal se iniciará de oficio, con la salvedad de aquellos delitos que sean
de acción pública a instancia particular, o acción privada y que obligadamente se necesite su
denuncia o querella.

De lo anterior la Ley regula también los casos en que se da la Extinción de la Acción Penal.
Siendo en el artículo 173 que se hace manifiesto: “Se extingue por muerte, desistimiento,

185
Ibid., Artículo 163

119
prescripción, conciliación y reparación integral de los daños cuando haya lugar, aplicación del
principio de oportunidad, y en los demás casos contemplados en esta ley y en el Código de
Procedimiento Penal.”186

Como medidas desjudicializadoras el artículo 174 de la Ley 1098 regula como tales, el
Principio de Oportunidad, la Conciliación y la Reparación Integral de los Daños. “Las
autoridades judiciales deberán facilitar en todo momento el logro de acuerdos que permitan
la conciliación y la reparación de los daños, y tendrán como principio rector la aplicación
preferente del principio de oportunidad. Estas se realizarán con el consentimiento de ambas
partes y se llevarán a cabo con una visión pedagógica y formativa mediante la cual el niño, la
niña o el adolescente pueda tomar conciencia de las consecuencias de su actuación delictiva
y de las responsabilidades que de ella se derivan. Así mismo, el conciliador buscará la
reconciliación con la víctima.”187

Dentro de las Sanciones que el legislador contemplo aplicables dentro de la Ley 1098,
se encuentran las reguladas en el Capítulo V. Siendo así que en el artículo 177 se
establecen como Sanciones aplicables: “1. La amonestación. 2. La imposición de reglas de
conducta. 3. La prestación de servicios a la comunidad. 4. La libertad asistida. 5. La
internación en medio semi-cerrado. 6. La privación de libertad en centro de atención
especializado.”188

Para la correcta aplicación y desarrollo de las sanciones previstas en Ley deberán ser
cumplidas en Programas de Atención Especializados, procedentes del Sistema Nacional de
Bienestar Familiar, que a la vez deberán llenar los parámetros técnicos establecidos por el
Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. Siendo el Juez que dictó la Medida el
responsable de velar su correcta ejecución.

La finalidad que persigue cada una de las Sanciones, aplicables como resultado del
desarrollo del Proceso y la culminación de este al determinar la responsabilidad penal del
adolescente, según lo dicta el artículo 178, es de carácter educativo, restaurativo y protector,

186
Ibid., Artículo 173
187
Ibid., Artículo 174
188
Ibid., Artículo 177

120
con el efectivo apoyo de la familia o representantes legales de éste. Todo ello en atención a
los principios que atienden e informan el Derecho de la Niñez y Adolescencia.

En cada caso concreto, el Juez, para poder fijar y delimitar aspectos como: el tipo,
parámetro, intensidad y necesidad de la Sanción deberá tomar en cuenta los aspectos
siguientes: “1. La naturaleza y gravedad de los hechos. 2. La proporcionalidad e idoneidad de
la sanción atendidas las circunstancias y gravedad de los hechos; las circunstancias y
necesidades del adolescente y las necesidades de la sociedad. 3. La edad del adolescente.
4. La aceptación de cargos por el adolescente. 5. El incumplimiento de los compromisos
adquiridos con el Juez. 6. El incumplimiento de las sanciones.” 189

Al igual que las otras dos legislaciones comentadas referentes al tema, la legislación
colombiana, regula que el Juez deberá atender cuestiones como el cómputo del tiempo que
el adolescente haya permanecido en internamiento preventivo para descontarlo de la
Sanción impuesta. Que los adolescentes entre catorce y dieciocho años de edad que
incurran en incumplimiento de la Sanción que le fuera impuesta terminarán el tiempo de la
Sanción en internamiento. Así como el incumplimiento por parte del adolescente de no
infringir la Ley Penal ocasionará forzosamente la imposición de una Sanción privativa de
libertad.

De tal forma que las sanciones durante el transcurso del Proceso deben ser aplicables
atendiendo la finalidad y objeto del mismo. Siendo así que para dichos fines el legislador
facilita una descripción y definición de cada una de las mismas, a partir del artículo 182 al
artículo 187.

Comenzando con la Amonestación, que es en concreto una llamada de atención por


parte de la autoridad judicial sobre las consecuencias negativas de los hechos cometidos que
resultan ser violatorios de la Ley Penal, y la necesidad latente de resarcir los daños causados
a consecuencia de dichos actos. En todos los casos, según lo establece el artículo 182, el
adolescente deberá acudir a talleres o cursos educativos que versen sobre tópicos como el
respeto a los Derechos Humanos, así como convivencia ciudadana. Impartidos y
coordinados por el Instituto de Estudios del Ministerio Público. Si se diera además la condena

189
Ibid., Artículo 179

121
al pago de perjuicios resultantes de todo lo actuado, el Juez procederá a incentivar al niño o
adolescente, o padres encargados al pago según lo dicte la sentencia.

Como parte de las Sanciones definidas en la Ley, el artículo 183 dentro de su


contenido, desarrolla lo relativo a las denominadas reglas de conducta. Siendo estas
ordenanzas impuestas por el Juez competente al adolescente trasgresor respecto
obligaciones de hacer o no hacer que buscan regular, así como controlar proactivamente su
modo de vida, así como sus actividades con el fin de fomentar y asegurar su correcta
formación, teniendo como límite temporal máximo dos años.

La Prestación de Servicios Sociales a la Comunidad es otra de las posibles


Sanciones a imponer, estableciéndose en el artículo 184, que la misma es la ejecución de un
oficio o tarea específica que al ser realizada beneficia a la comunidad. Teniendo como
característica que su prestación es gratuita, de interés o beneficio comunitario, por un límite
temporal de seis meses y sin exceder la jornada máxima de ocho horas semanales,
atendiéndose preferentemente para su cumplimiento los fines de semana, con el fin de no
interrumpir sus actividades escolares o extracurriculares de crecimiento corporal y espiritual.

Dentro de las sanciones imponibles que afectan la libertad del adolescente la Ley
define en el artículo 185. La libertad Vigilada, que es la libertad del adolescente bajo la
salvedad de someterse obligatoriamente al control, supervisión, asistencia y orientación de
un programa de atención especializada durante un plazo máximo de dos años. A la vez en el
artículo 186 se dispone la Libertad Medio Semi-Cerrado, que consiste en ligar al adolescente
a un programa de atención especializado al que deberán asistir obligadamente durante las
horas que no se encuentren en su centro de estudios, así como los fines de semana, con un
plazo máximo de aplicación de tres años.

Como Sanciones más estrictas, el artículo 187 regula la Privación de Libertad de


cumplimiento en un centro de atención especializada, que se aplicará a adolescentes
comprendidos entre las edades de dieciséis a menores de dieciocho años que sean
responsables de la comisión de un hecho contrario a la Ley Penal, cuya pena mínima según
el Código Penal sea de seis años de prisión o más. La duración de la Sanción podrá ser de
uno a cinco años máximos.

122
Con relación a la Sanción de Privación de Libertad, si el caso fuera respecto a la
responsabilidad del adolescente mayor de catorce, pero menor de dieciocho años de edad, y
se hallara culpable de homicidio doloso, secuestro o extorción en todas las formas en que se
encuentran regulados dichos delitos, la Sanción de Privación de Libertad en un centro de
atención especializada tendrá una duración según el caso de dos a ocho años.

La Sanción que se comenta podrá ser sustituía en parte por el establecimiento de


presentaciones periódicas, servicios a la comunidad, el compromiso de no volver a delinquir
y guardar buen comportamiento. Todo lo anterior por el tiempo que fije el Juez competente.
Siendo el caso que sí se diera el incumplimiento de los compromisos adquiridos por el
adolescente automáticamente perderá los beneficios y deberá cumplir con la Sanción que le
fuera impuesta inicialmente.

Sí durante el cumplimiento de la sanción de privación de libertad interpuesta a un


adolescente este cumpliera los dieciocho años de edad, podrá continuar en el Centro
Especializado hasta que cumpla los veintiún años de edad. Dicho Centro Especializado
deberá contar con una separación y distinción física de este grupo de personas que se
encuentren comprendidas en las edades antes mencionadas, del resto de adolescentes.

Además de los derechos que se les reconoce a los Niños y Adolescentes, a los
adolescentes en contravención de la Ley Penal, a los adolescentes ya sujetos a Proceso y a
los adolescentes en cumplimiento de una sanción. La Ley colombiana reconoce, en aras del
carácter Tutelar y condiciones Especialísimas que acompañan al Derecho de la Niñez y
Adolescencia, los derechos de los adolescentes que se encuentran privados de libertad
contemplados en el artículo 188, siendo estos:

“1. Permanecer internado en la misma localidad, municipio o distrito o en la más


próxima al domicilio de sus padres, representantes o responsables. 2. Que el lugar de
internamiento satisfaga las exigencias de higiene, seguridad y salubridad, cuente con acceso
a los servicios públicos esenciales y sea adecuado para lograr su formación integral. 3. Ser
examinado por un médico inmediatamente después de su ingreso al programa de atención
especializada, con el objeto de comprobar anteriores vulneraciones a su integridad personal
y verificar el estado físico o mental que requiera tratamiento. 4. Continuar su proceso
educativo de acuerdo con su edad y grado académico. 5. Que se le mantenga en cualquier
123
caso separado de los adultos 6. Derecho a participar en la elaboración del plan individual
para la ejecución de la sanción. 7. Derecho a recibir información sobre el régimen interno de
la institución, especialmente sobre las sanciones disciplinarias que puedan serle aplicables y
sobre los procedimientos para imponerlas y ejecutarlas 8. No ser trasladado arbitrariamente
del programa donde cumple la sanción. El traslado sólo podrá realizarse por una orden
escrita de la autoridad judicial. 9. No ser sometido a ningún tipo de aislamiento.10. Mantener
correspondencia y comunicación con sus familiares y amigos, y recibir visitas por lo menos
una vez a la semana. 11. Tener acceso a la información de los medios de comunicación.” 190

Al tener conocimiento de las sanciones, descripción de cada una de ellas,


motivaciones, así como fines perseguidos para interponer cada una, según el caso y conocer
los derechos que resguardan el bienestar o bien superior del adolescente; es necesario
describir el procedimiento de interposición de la sanción una vez agotado el Proceso, según
la legislación colombiana en el artículo 189 se dispone:

Una vez terminados los alegatos presentados por cada una de las partes en la
Audiencia Oral el Juez procederá sí fuera el caso a la imposición de una medida de
protección y posteriormente citará a una audiencia con el objeto de imponer la sanción
correspondiente. A dicha Audiencia deberá asistir la Defensoría de Familia para presentar un
estudio que contendrá, según dicta el artículo antes mencionado, como mínimo: “Situación
familiar, económica, social, psicológica y cultural del adolescente y cualquier otra materia que
a juicio del funcionario sea de relevancia para imposición de la sanción.” 191 Al ser recibido el
estudio y ser escuchada la Defensoría de Familia, a través de su representante, el Juez
impondrá la sanción que corresponda.

En el mismo artículo se indica que la Audiencia Oral deberá ser continuada y privada,
siendo así que en caso contrario lo actuado será nulo. Sí la Audiencia no puede ser
concluida en una sola sesión, podrá el Juez celebrar Audiencias consecutivas hasta que se
concluya la misma. Entre la celebración de una Audiencia y otra podrá mediar un plazo
máximo de diez días. De no cumplir el plazo máximo establecido en la Ley, deberá iniciarse
nuevamente el debate desde el inicio.

190
Ibid., Artículo 188
191
Ibid., Artículo 189

124
En el contenido del artículo 190 de la Ley 1098, de manera específica se regula la
Trasgresión Penal del adolescente cuando ésta es constitutiva de Falta o Contravenciones
de Transito cometidas por adolescentes entre los quince y dieciocho años de edad. De tal
forma que la competencia para conocer en el Proceso e interponer la sanción que
corresponda en dichos casos será del Comisario de Familia de la localidad donde se haya
cometido la contravención o en su defecto del Alcalde Municipal.

De ser necesaria la interposición de una Sanción Pecuniaria a consecuencia de la


contravención, deberá ser pagada por quién ejerza la patria potestad o tenga la custodia del
adolescente infractor, y podrá hacerse efectiva por jurisdicción coactiva.

“Para la sanción de contravenciones cometidas por adolescentes se seguirán los mismos


procedimientos establecidos para los mayores de edad, siempre que sean compatibles con
los principios de este Código y especialmente con los contemplados en el presente título.” 192

Es importante mencionar que la legislación colombiana establece en la Ley 1098,


Código de la Infancia y adolescencia, de manera específica en el Libro II, Título I, relativo al
Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescente un conjunto de aspectos jurídicos,
técnicos y doctrinales a considerar dentro del Proceso especial y tutelar que ha de agotarse.
Ya que el Proceso en sí es el mismo que se regula en la Ley 906 de 2004, Sistema Penal
Acusatorio. Y solamente cambiará cuando la Ley 1098 así lo disponga por ser la norma
específica que regula el tema.

Lo anterior tiene su sustento jurídico legal en el artículo 144, que expresamente


establece: “Procedimiento aplicable. Salvo las reglas especiales de procedimiento definidas
en el presente libro, el procedimiento del sistema de responsabilidad penal para
adolescentes se regirá por las normas consagradas en la Ley 906 de 2004 (Sistema Penal
Acusatorio), exceptuando aquellas que sean contrarias al interés superior del
adolescente.”193

192
Ibid., artículo 190
193
Ibid., artículo 144

125
Es importante mencionar que la legislación colombiana establece en la Ley 1098, Código de
la Infancia y adolescencia, de manera específica en el Libro II, Título I, relativo al Sistema de
Responsabilidad Penal para Adolescente un conjunto de aspectos jurídicos, técnicos y
doctrinales a considerar dentro del Proceso especial y tutelar que ha de agotarse. Ya que el
Proceso en sí es el mismo que se regula en la Ley 906 de 2004, Sistema Penal Acusatorio. Y
solamente cambiará cuando la Ley 1098 así lo disponga por ser la norma específica que
regula el tema.

Lo anterior tiene su sustento jurídico legal en el artículo 144, que expresamente


establece: “Procedimiento aplicable. Salvo las reglas especiales de procedimiento definidas
en el presente libro, el procedimiento del sistema de responsabilidad penal para
adolescentes se regirá por las normas consagradas en la Ley 906 de 2004 (Sistema Penal
Acusatorio), exceptuando aquellas que sean contrarias al interés superior del
adolescente.”194

Por último el artículo 191 regula la detención en flagrancia: “El adolescente


sorprendido en flagrancia será conducido de inmediato ante el Fiscal Delegado para la
autoridad judicial, quien dentro de las 36 horas siguientes lo presentará al Juez de Control de
Garantías y le expondrá cómo se produjo la aprehensión. Por solicitud del fiscal, la cual
contendrá la acusación, el juez de control de garantías enviará la actuación al juez de
conocimiento para que este cite a audiencia de juicio oral dentro de los 10 días hábiles
siguientes. En lo demás se seguirá el procedimiento penal vigente, con las reglas especiales
del proceso para adolescentes establecidas en el presente libro.” 195

194
Ibid., artículo 144
195
Ibid., artículo 191

126
CAPITULO FINAL

PRESENTACION, ANALISIS Y DISCUSIÓN DE RESULTADOS

3.1 Análisis Comparativo entre la Legislación de Guatemala, Colombia y Costa Rica,


Relativa al Tema de Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal

3.1 .1 Presentación y Análisis Comparativo de Resultados entre la Ley de Colombia y


Guatemala

Antes de empezar y abordar el tema del análisis comparativo entre las legislaciones que
regulan el Proceso de Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal de Guatemala en
contraposición a la de Colombia y, a continuación entre la legislación relacionada al mismo
tema de Costa Rica, ambas en contraposición a la legislación de Guatemala, es necesario
entender, definir y establecer que finalidades persigue el Derecho Comparado. Todo esto
como preámbulo importante para concretizar en el tópico que interesa agotar.

De tal forma que se puede afirmar que la esencia, la función y los propósitos del
Derecho Comparado, como expresión en sí, implica una actividad intelectual que no se limita
únicamente a comparar cuerpos legales de un mismo sistema jurídico, aunque esto conforma
parte del mismo, es evidente que dicha rama del derecho a la vez se ocupa de hacer
comparaciones entre leyes o cuerpos legales de distintos Estados. Se tiene que el mismo
debe proponer alternativas, innovaciones y mejoras en los sistemas jurídicos de los Estados,
así como reducir la cantidad de divergencias en materia legal, que podrían atribuirse a las
estructuras administrativas, contenido normativo, características políticas, morales o sociales
de los diferentes países.

“Esta rama del derecho nos permite atisbar la forma y la formación de las instituciones
de derecho que se desenvuelven de manera paralela, quizá por leyes que no se han
formulado aun, asimismo, nos permite visualizar, mediante diferencias detalladas, las
similitudes más significativas, con lo cual podemos fortalecer nuestra fe en la posibilidad de
un sentido de justicia unitario.” 196

196
Zweigert, Konrad, Introducción al Derecho Comparado, Oxford University Press, México D.F. 2002. pág. 5

127
Teniendo en consideración lo antes expuesto es posible decir que el derecho comparado nos
permite vislumbrar los principios generales que sirven para conocer, abordar y estudiar
cualquier tema de la ciencia del Derecho.

Los principios que atienden y fundamentan cada uno de los cuerpos legales, en
cuanto al Proceso estudiado de Colombia y Costa Rica en contra posición a la Ley de
Protección Integral de la Niñez y Adolescencia, que contiene el Proceso de Adolescentes en
Conflicto con la Ley Penal de Guatemala, se puede afirmar que en Colombia los Principios
que se plasman en su legislación, son muy similares a los que se establecen en la legislación
de Guatemala.

Dicha afirmación se puede comprobar en el contenido del artículo 150 de la Ley 1098,
Código de la Infancia y Adolescencia. Dicho artículo reconoce el derecho al debido proceso,
como lo es el caso del artículo 148 de la Ley de Protección Integral de la Niñez y
Adolescencia, de Guatemala, Decreto 27-2003.

Además en el mismo artículo 150, de la Ley colombiana, se resume dentro del


contenido del mismo las garantías procesales que tienen los adolescentes trasgresores,
reconociendo para ellos: la presunción de inocencia, que en la Ley guatemalteca sería lo
dispuesto en el artículo 147. El derecho a ser notificado de las imputaciones, que en la
legislación guatemalteca no está regulado de manera implícita pero que se evidencia en el
contenido del artículo 142 en el tercer párrafo y artículo 144 tercer párrafo.

El derecho de defensa y de contradicción, que se encuentra contemplado en el


artículo 155 y 156, respectivamente, en la norma de Guatemala. El derecho al
asesoramiento, que en la legislación de Guatemala no se establece como tal, pero que sí
hace mención del asesoramiento. No precisamente de un auxilio profesional por parte de un
abogado, sino más bien del apoyo y permanencia de los padres, tutores o responsables del
adolescente que se encuentre sujeto a Proceso, quiénes coadyuvaran al irrestricto
cumplimiento de los derechos de dicha persona y a la vez fungirán como parte importante
dentro del sustento moral y psicológico del menor.

El derecho a guardar silencio, que es en la legislación guatemalteca lo acotado, en el


artículo 149, como Derecho a Abstenerse de Declarar. El derecho a la confrontación con los

128
testigos e interrogar a estos, que en el ordenamiento jurídico guatemalteco respectivo es lo
contemplado en el artículo 156 como Principio Contradictorio.

El derecho de apelación ante autoridad superior y, las demás garantías consagradas


en la Constitución, la ley y los tratados internacionales; que en Guatemala, dentro de la Ley
de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia, no se considera expresamente dentro del
apartado de principios y derechos que atienden el Proceso específico, pero que sí regula en
el Capítulo VII lo concerniente a la interposición de Recursos.

El Principio del artículo 153 de la Ley Colombiana contempla la Reserva de


Diligencias. Dicho principio procesal es conocido en nuestra legislación guatemalteca, según
el artículo 153, como Principio de Confidencialidad. Además el artículo 152 complementa
dicho Principio disponiendo él: Derecho a la Privacidad, que está relacionado con la
Confidencialidad, protegiendo al individuo sujeto a proceso y a su familia. Y en el artículo
154, relativo al Principio de Inviolabilidad de la Defensa, se establece una sanción pecuniaria
o multa por la divulgación de información que violente lo reglado en los dos artículos
anteriores.

Como Figura Jurídica novedosa, que se hace presente en la legislación colombiana,


se encuentra el Apoderado Judicial. Dicha figura se dispone como principio elemental de
todo el Sistema de Responsabilidad Penal en Colombia y su función es: “Que el adolescente
durante toda la actuación procesal y aún antes de la imputación deberá tener un apoderado
que adelante su defensa técnica. Afirmando que ninguna actuación procesal tendrá validez sí
no estuviese éste presente. Dentro de sus atribuciones esta el poder revisar las diligencias y
actuar desde que se tenga noticias del hecho punible. En caso de no contar con apoderado,
el mismo adolescente, el Ministerio Público, o la policía judicial, solicitarán la asignación de
un defensor del Sistema de Defensoría Pública de la Defensoría del Pueblo.”197

En el caso de Guatemala se dispone de la Defensa Técnica, para el adolescente en


conflicto con la Ley Penal que esté sujeto a Proceso, en virtud del Derecho de Defensa. Pero
es el caso, que en Colombia, la figura del Apoderado responde más a la idea de algo
permanente; como por ejemplo y a manera de analogía funge como un médico de cabecera.

197
Ley 1098-2006. OP. Cit., artículo 154

129
Es decir que antes de cualquier eventualidad se sabe quién se encargará de los asuntos de
éste.

Como novedad del Principio de Inmediación dentro de la legislación colombiana en


comparación a la guatemalteca, se puede ver que el artículo 155 establece la prohibición de
actuar en el Proceso o realizar cualquier diligencia si no interviene directamente el juez
competente, siendo causal de destitución del cargo en caso de infracción de lo antes
dispuesto.

Con relación a los aspectos característicos de los países latinoamericanos,


especialmente aspectos étnicos y culturales, al hablar de Colombia y Guatemala resultan
muy similares. Siendo así que se puede vislumbrar que la legislación colombiana da un paso
adelante respecto al tema, siempre en comparación con Guatemala, puesto que en su
articulado 156 da lugar a la alterabilidad del Proceso que se ventila dentro del Sistema de
Responsabilidad Penal para el caso de los adolescentes, al normar:

“Los adolescentes pertenecientes a las comunidades indígenas serán juzgados según


las normas y procedimientos de sus propias comunidades conforme en la legislación especial
indígena consagrada en el artículo 246 de la Constitución Política, los tratados
internacionales de derechos humanos ratificados por Colombia y la ley. Siempre y cuando la
sanción impuesta no sea contraria a su dignidad, tampoco se permitirá que sea sometido a
maltrato ni a vejaciones y se informará a la autoridad judicial sobre la actuación o
procedimiento a seguir por parte de la comunidad frente a la medida que sea tomada. A la
vez los niños, las niñas y los adolescentes que se encuentren fuera del ámbito de su
comunidad y que cometan delitos, serán sometidos al sistema de responsabilidad penal para
198
adolescentes, si no quieren retornar a sus comunidades de origen.”

También otro aspecto que en la legislación guatemalteca no se considera es la


posibilidad que el adolescente al que se le ha atribuido la comisión de un hecho ilícito acepte
expresamente la responsabilidad de los hechos imputados y con esto lograr que se le aplique
directamente una medida proporcional a la gravedad de los actos y las consecuencias
ulteriores de los mismos, a criterio del juez competente, todo lo anterior según la disposición

198
Ibid., artículo 156

130
del artículo 157. Obteniendo como resultado evitar pasar por un Proceso, que a pesar de ser
especializado y cuyas características atienden a la condición especialísima de dicho grupo
poblacional, resulta sumamente desgastante para el adolescente, además de traer consigo
implícitamente consecuencias de índole psicológica y emocional.

Como aspecto negativo de lo comentado en el párrafo anterior, y que la legislación de


Colombia no prevé, es que debiera existir algún mecanismo para que con suma cautela se
verifique de forma fehaciente que la aceptación de la responsabilidad penal no sea a
consecuencia de factores externos que estén coaccionando la voluntad del adolescente. Otro
aspecto que se debe tomar en consideración, antes de dar por sentado que el adolescente
ha aceptado la responsabilidad de los hechos ilícitos, es la gravedad, móvil, condiciones y
consecuencias posteriores que acarrea el hecho ilícito, pues no todos los casos que se
presenten tendrán la misma simplicidad para resolverse.

Dentro del Proceso en sí, que se desarrolla en el ordenamiento jurídico colombiano, se


establece en el artículo 158 la Prohibición de Juzgamiento en Ausencia. Al igual que en
Guatemala, la Ley específica norma que el adolescente no puede ser juzgado, ni podrá
realizarse diligencia alguna sí no están presentes las partes procesales, todo esto dentro del
artículo 142 de la Ley de Protección Integral De la Niñez y Adolescencia. Así como el
artículo 162, del mismo cuerpo legal, que expresamente regula: “Rebeldía. Serán declarados
rebeldes los adolescentes que sin grave y legítimo impedimento, no comparezcan a la
citación judicial, se fuguen del establecimiento o lugar donde estén detenidos o se ausenten
del lugar asignado para su residencia. Comprobada la fuga o la ausencia, se declarará en
auto razonado la rebeldía y se expedirá una orden de presentación. Sí ésta se incumple o no
puede practicarse, se ordenará su conducción.”199

La legislación de Guatemala regula de manera detallada el proceder en caso de darse


la rebeldía del adolescente frente al Proceso al cual se le pretende ligar. Pero en ningún
momento detalla o regula de manera concreta que hacer en caso el adolescente no fuera
capturado posteriormente a girada la orden de aprensión. Caso contrario sucede con la Ley
colombiana, pues en el artículo 158, se hace alusión a que: “En caso de no lograrse su
comparecencia se continuará la investigación y el defensor público o apoderado asumirá

199
Decreto 27-2003. Op. Cit., artículo 162

131
plenamente su defensa hasta la acusación o la preclusión. Si hay acusación, se notificará al
defensor público o apoderado y al Defensor de Familia. El proceso se suspenderá mientras
se logra la comparecencia del procesado. En estos eventos la prescripción de la acción penal
se aumentará en una tercera parte.”200

Todo esto es posible debido a la doble protección que otorga el Código de la Infancia y
Adolescencia de Colombia a los adolescentes que se encuentren en conflicto con la Ley
penal. Esta doble protección se da a través de la figura del defensor público o apoderado y
del defensor de familia, contemplados en los artículos 146 y 163, que en supuesto que el
adolescente no sea habido o no comparezca podrá seguirse la investigación y diligencias
necesarias, hasta el momento de la preclusión o acusación, de lo cual cada uno de ellos será
debidamente notificado.

Por último, al hacer mención de las figuras jurídicas que el Código de la Infancia y
Adolescencia establece dentro de su contenido, la disposición del artículo 159 es de suma
importancia, todo esto en virtud que prohíbe la creación de antecedentes judiciales a razón
de la emisión de una sentencia por un Proceso fenecido del Sistema de Responsabilidad
Penal para Adolescentes. Aduciendo que dichos registros tendrán únicamente como fin
establecer la naturaleza y gravedad de las conductas, así como fijar la medida idónea y su
duración.

Como una perspectiva meramente político-administrativa, el mismo artículo regula:


“Las entidades competentes deberán hacer compatibles los sistemas de información para
llevar el registro de los adolescentes que han cometido delitos, con el objeto de definir los
lineamientos de la política criminal para adolescentes y jóvenes.”201

En Guatemala al respecto se hace mención del tratamiento que merecen las


actuaciones dentro del Proceso de Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal como lo es el
caso del artículo 153 que establece el Principio de Confidencialidad. A la vez el artículo 154
que norma la prohibición de divulgar la identidad e imagen del adolescente acusado y a la
vez establece la multa a quién violenta ésta disposición, pero es el caso que en ningún

200
Ibid., artículo 158
201
Ibid., artículo 159

132
momento se reglamenta expresamente sí la sentencia que se emite derivada del Proceso:
conformara un antecedente judicial, así como tampoco hace mención de que fines persigue
si se hace un expediente de cada caso que se resuelva o que limitantes se tiene con esa
información obtenida, así como quiénes tienen acceso a la misma.

De los principios que atienden el Derecho de la Niñez y Adolescencia en la legislación


de Colombia, plasmados en sus normas positivas, se manifiestan muy similares a los
principios que se reconocen y fundamentan dicha rama del Derecho en la legislación
guatemalteca. Por lo que debe explicarse únicamente aquellos aspectos que resultan
novedosos e importantes y que no se encuentran dentro de la legislación referente al tema
en el país.

De tal forma que los Principios que cumplen dichas características son: El Principio de
Exigibilidad de los Derechos, que en el artículo 11, refiere que salvo las limitantes
procesales en cuanto al derecho de petición y legitimidad para accionar el órgano
jurisdiccional, cualquier persona que tenga interés puede exigir de la autoridad competente
el cumplimiento y el restablecimiento de los derechos de los niños, las niñas y los
adolescentes.

A la vez se adiciona, como ente encargado del cumplimiento, de lo manifestado en el


artículo 11 de la Ley 1098-2006, lo estipulado a continuación: “Parágrafo. El Instituto
Colombiano de Bienestar Familiar, como ente coordinador del Sistema Nacional de
Bienestar Familiar, mantendrá todas las funciones que hoy tiene (Ley 75/68 y Ley 7ª/79) y
definirá los lineamientos técnicos que las entidades deben cumplir para garantizar los
derechos de los niños, las niñas y los adolescentes, y para asegurar su restablecimiento. Así
mismo coadyuvará a los entes nacionales, departamentales, distritales y municipales en la
ejecución de sus políticas públicas, sin perjuicio de las competencias y funciones
constitucionales y legales propias de cada una de ellas.”202

Sí bien es cierto que la Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia de


Guatemala, establece y hace manifiesto cuales son las entidades e instituciones que se
encargaran de velar por el cumplimiento de las disposiciones de la misma, en ningún

202
Ibid., artículo 11

133
momento establece un órgano específico y único con funciones exclusivas que se dedique a
lo relativo al tema.

Otro Principio reconocido expresamente en la Ley colombiana, que no se regula en la


legislación guatemalteca, es la Perspectiva de género, entendiéndose como tal el conjunto
de diferencias y características de índole: social, biológicas y psicológicas. En cuanto a sus
relaciones interpersonales se considera el sexo, edad, etnia y rol familiar, así como social,
que desempeñan. Todo lo anterior para la aplicación de las normas del Código de forma
correcta y buscando primordialmente la equidad.

En el artículo 14 se hace referencia a La Responsabilidad Parental, como Principio


Rector, y figura como refuerzo al ejercicio de la patria potestad contemplada en la legislación
civil. Siendo ésta una obligación inmersa y referida al cuidado, educación, tutoría y
acompañamiento en el desarrollo de todo niño, niña y adolescente por parte de sus
progenitores, siendo una responsabilidad compartida y solidaria.

Como parte del papel que debe desempeñar el Estado se regula en el artículo 16 que
lleva como acápite, Deber de vigilancia del Estado, que todas las personas naturales o
jurídicas, que cuenten con personería jurídica expedida por el Instituto Colombiano de
Bienestar Familiar o con autorización de los padres o representantes legales, deben
albergar y cuidar a los niños, las niñas o los adolescentes, y que el Estado estará en
constante vigilancia del irrestricto cumplimiento de sus derechos. Y de acuerdo con las
normas que regulan la prestación del servicio público de Bienestar Familiar compete al
Instituto Colombiano de Bienestar Familiar como ente rector, coordinador y articulador del
Sistema Nacional de Bienestar Familiar, reconocer, otorgar, suspender y cancelar
personerías jurídicas y licencias de funcionamiento a las Instituciones del Sistema que
prestan servicios de protección a los menores de edad o la familia y a las que desarrollen el
programa de adopción.

Los artículos antes citados por su contenido conforman principios necesarios y parte
esencial para la correcta aplicación, así como la plena vigencia del resto de disposiciones
establecidas en el Código de la Infancia y Adolescencia Ley 1098-2006 de Colombia. Y como
se ha mencionado, dichos principios resultan novedosos, pues no los considera, ni estipula la
legislación guatemalteca, específicamente la Ley de Protección Integral de la Niñez y
Adolescencia, decreto 27-2003 del Congreso de la República de Guatemala.
134
Concluyendo, al efectuar el análisis comparativo entre ambas normativas, tomando como
primer punto que los principios plasmados en la Ley colombiana, son trascendentales e
importantes, en virtud de los fines proteccionistas y especiales, que se instituyen e identifican
al Derecho de todos los niños, niñas y adolescentes. Se afirma que los mismos coadyuvan y
fungen como plataforma y fundamento, además de los ya enlistados e individualizados en
esta investigación, dentro del tema “La Naturaleza Jurídica y Carácter Jurídico”, al hacer
referencia al Derecho de la Niñez y Adolescencia en general, y que fortalecen la correcta
aplicación de la Ley, debiendo ser considerados y adicionados a la Ley de protección Integral
de la Niñez y Adolescencia.

Sí bien es cierto, la Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia de


Guatemala, establece en el artículo 5 dentro del principio de Interés Superior, y el artículo 10,
cuyo acápite es el principio de Igualdad, cuestiones relativas a garantizar el ejercicio y
disfrute de sus derechos, con respeto de su origen étnico, religioso, cultural y lingüístico; así
como la aplicación de los derechos establecidos dentro de la Ley, a todo niño, niña y
adolescente, sin discriminación de raza, color, sexo, idioma, religión, origen nacional, étnico o
social, posición económica, discapacidad física, mental o sensorial, nacimiento o de cualquier
otra índole. Deja a un lado o sin mencionar, de manera clara, aspectos que el artículo 12 del
Código de la Infancia y Adolescencia de Colombia sí atiende, como lo son aspectos
psicológicos y rol social que desempeña en los ámbitos familiares, y dentro de los grupos
sociales donde se mueve y, que en sí es muy similar a las características poblacionales de
Guatemala. Por lo que debiera considerarse la “Diferencia de Genero”, como principio de la
Ley de Guatemala.

Como figura jurídica que la legislación de Colombia establece, dentro de las


disposiciones del Código de la Infancia y Adolescencia, es la que se puede contemplar en el
artículo 14 de dicho Código, denominada “La Responsabilidad Parental”. Estableciendo que
la misma constituye un elemento adicional y complemento de la patria potestad, que
establece la legislación civil. Comprendiendo la obligación inherente relativa al cuidado,
educación, acompañamiento, crianza, de todos los niños, niñas y adolescentes, en todo el
proceso de formación. A la vez prevé la formación compartida en cuanto a la
responsabilidad de ambos padres en virtud y aras de buscar el completo y pleno desarrollo
de sus derechos.

135
Como característica novedosa e importante que norma la Ley en Colombia, Código de la
Infancia y Adolescencia dentro del Capítulo III, está el Principio de oportunidad en los
procesos seguidos a los adolescentes como partícipes de los delitos cometidos por grupos
armados al margen de la ley. En estos casos la Fiscalía General de la Nación podrá
renunciar a la persecución penal, en los casos en que los adolescentes, en cualquier
condición hayan hecho parte de grupos armados al margen de la ley, o hayan participado
directa o indirectamente en las hostilidades o en acciones armadas o en los delitos
cometidos por grupos armados al margen de la ley cuando:

“1. Se establezca que el adolescente tuvo como fundamento de su decisión las


condiciones sociales, económicas y culturales de su medio para haber estimado como de
mayor valor la pertenencia a un grupo armado al margen de la ley. 2. Se establezca que la
situación de marginamiento social, económico y cultural no le permitían al adolescente contar
con otras alternativas de desarrollo de su personalidad. 3. Se establezca que el adolescente
no estaba en capacidad de orientar sus esfuerzos a conocer otra forma de participación
social. 4. Por fuerza, amenaza, coacción y constreñimiento.” 203

Como parte integrante y garante del principio antes explicado se extiende una
prohibición, contenida en el artículo 176, que dicta de la siguiente forma: “Queda prohibida la
entrevista y la utilización en actividades de inteligencia de los niños, las niñas y los
adolescentes desvinculados de los grupos armados al margen de la ley por parte de
autoridades de la fuerza pública. El incumplimiento de esta disposición será sancionado con
la destitución del cargo, sin perjuicio de las acciones penales a que haya lugar.” 204

Respecto a dicho Principio, establecido en el artículo 175 de la Ley colombiana, no


hay nada normado al respecto en la legislación de menores de Guatemala. Todo esto en
virtud que no existen grupos subversivos o armados beligerantes en la actualidad dentro del
territorio nacional guatemalteco, por los Acuerdos de Paz suscritos en el año de 1996. Sin
embargo es necesario tomar como patrón la disposición colombiana y, hacerla aplicable en la
normativa guatemalteca, pero en función de la situación que actualmente vive a nivel social.
Es decir que debiera aplicarse el artículo 175 y 176 del Código de la Infancia y Adolescencia
203
Ibid., artículo 175
204
Ibid., articulo 176

136
de Colombia, en cuanto a los casos en que los adolescentes, por cualquier condición hayan
o conformen parte de los grupos juveniles denominados “maras”, cuya actividad se encuentre
al margen de la ley o hayan participado directa o indirectamente en actividades meramente
delictivas a consecuencia de la actividad colectiva o individual producto de integrar una
“mara”, teniendo como parámetros para determinar la aplicación, en el caso de Guatemala,
del Criterio de Oportunidad los mismos que contempla el artículo 175.

También es factible tomar en consideración, para aplicar a la Ley de Protección


Integral de la Niñez y Adolescencia, lo que se dispone con relación a que sí los adolescentes
se desvinculan de las “maras” (grupos armados en el caso de Colombia), tendrán como
beneficio el ser remitidos al programa de atención especializada, en Colombia: el Instituto
Colombiano de Bienestar Familiar, para niños, niñas y adolescentes desvinculados de grupos
armados irregulares. En el caso de Guatemala tendría que establecerse de manera concreta,
sería y eficaz, que institución debiera ser la encargada y, de no existir alguna que pudiese
cumplir con dicha función, crear una cuyas atribuciones sean similares a las del Instituto
Colombiano de Bienestar Familiar.

Otro aspecto importante dentro de la comparación que ha de realizarse entre ambas


legislaciones es la doble función que la Ley colombiana les otorga a los jueces competentes
para conocer sobre los asuntos relativos al sistema de responsabilidad penal en dicho país.
Dicha disposición se encuentra en el artículo 165, siendo estas funciones las de: fungir como
juez de conocimiento en casos específicos y fungir en otros casos como juez contralor de las
garantías en procesos de responsabilidad penal para adolescentes que no sean de su
conocimiento.

Es decir que es una competencia cruzada de control, entre los jueces que conocen lo
relativo al sistema de responsabilidad penal y dilucidan un caso concreto y el control
respectivo que se brinda por parte de otro juez especializado en la misma materia respecto
de las garantías que han de respetarse durante todo el proceso hasta el cumplimiento
efectivo de las medidas. Mientras uno conoce del caso el otro verifica que las garantías
dentro del proceso sean las adecuadas y las que efectivamente reconoce la ley dentro del
proceso que se le lleva los adolescentes que se encuentren en conflicto con la ley penal.

137
En Guatemala el control cruzado entre jueces que conocen de la materia no se da, a pesar
de ser ésta una forma eficaz y económica de procurar la efectiva aplicación del Derecho.
Teniendo como única opción para hacer valer el derecho a un debido proceso y el irrestricto
respeto a todos los derechos procesales, logrando de alguna forma un control entre órganos
jurisdiccionales, el accionar a través de los Recursos que la Ley permite y regula según el
caso concreto. Y como parte del control que se podría ejercer en Guatemala, respecto a todo
lo que se ha mencionado, se puede verificar lo que consecuentemente norma y establece el
artículo 167.

El legislador colombiano con el fin de garantizar la doble función que les asigna dentro
de lo dispuesto en el Código de la Infancia y Adolescencia a los Jueces Penales para
Adolescentes, el artículo 167 contempla la denominada: “Diferenciación Funcional de los
jueces. A través de la cual se garantizará que al funcionario que haya ejercido la función de
juez de control de garantías en un determinado proceso de responsabilidad penal juvenil
respecto por determinado delito, no se le asigne el juzgamiento del mismo.

Para verificar lo anterior el Consejo Superior de la Judicatura y, por delegación, los


Consejos Seccionales de la Judicatura, adoptarán las medidas generales y particulares que
aseguren una adecuada distribución de competencias entre los jueces penales para
adolescentes, Jueces Promiscuos de Familia y jueces municipales.

Como generalidades de los procesos en ambas legislaciones se pueden establecer


como diferencias, en cuanto a grupos etéreos y aplicación de la misma, que el Código de la
Infancia y Adolescencia de Colombia en el artículo tercero afirma: “Para todos los efectos de
esta ley son sujetos titulares de derechos todas las personas menores de 18 años. Sin
perjuicio de lo establecido en el artículo 34 del Código Civil, se entiende por niño o niña las
personas entre los 0 y los 12 años, y por adolescente las personas entre 12 y 18 años de
edad.”205

Cosa que en Guatemala, dentro de la Ley de Protección Integral de la Niñez y


Adolescencia, artículo segundo, define niñez y adolescencia de la siguiente manera: “Para
los efectos de esta Ley se considera niño o niña a toda persona desde su concepción hasta

205
Ibid., artículo 167

138
que cumple trece años de edad, y adolescente a toda aquella desde los trece hasta que
cumple dieciocho años de edad.”206

En cuanto lo referente a la exclusión de la responsabilidad penal para adolescentes en


el caso de Colombia el artículo 142 dispone que sin perjuicio de la responsabilidad civil de los
padres o representantes legales, así como la responsabilidad penal consagrada en el
numeral 2 del artículo 25 del Código Penal, las personas menores de catorce años, no serán
juzgadas ni declaradas responsables penalmente, privadas de libertad, bajo denuncia o
sindicación de haber cometido una conducta punible. La persona menor de catorce años
deberá ser entregada inmediatamente por la policía de infancia y adolescencia ante la
autoridad competente para la verificación de la garantía de sus derechos de acuerdo con lo
establecido en esta ley. La policía procederá a su identificación y a la recolección de los
datos de la conducta punible.

Tampoco serán juzgadas, declaradas penalmente responsables ni sometidas a


sanciones penales las personas mayores de catorce y menores de dieciocho años con
discapacidad psíquico o mental, pero se les aplicará la respectiva medida de seguridad.
Estas situaciones deben probarse debidamente en el proceso, siempre y cuando la conducta
punible guarde relación con la discapacidad.

Al respecto, la Ley de Guatemala en el artículo 133, informa: “Serán sujetos de esta


Ley todas las personas que, tengan una edad comprendida entre los trece y menos de
dieciocho años al momento de incurrir en una acción en conflicto con la ley penal o leyes
especiales.”207

Al comparar el articulado de ambos cuerpos legales se puede ver que la norma


guatemalteca aplica a una edad mucho más temprana el Proceso para adolescentes en
conflicto con la Ley Penal, además divide en dos grupos, para tales efectos, los grupos
etáreos susceptibles a la aplicación del mismo. Lo anterior dentro del artículo 136 que
establece: “Para su aplicación, esta Ley diferenciará en cuanto al proceso, las medidas y su

206
Ibid., artículo 133
207
Loc. Cit.

139
ejecución entre dos grupos, a partir de los trece y hasta los quince años de edad, y a partir
de los quince hasta tanto no se hayan cumplido los dieciocho años de edad.” 208

Con lo anterior se afirma que la Ley en Guatemala especializa y clasifica de manera


más minuciosa y detallada las edades de las personas que en algún momento podrían ser
sujetas a las disposiciones del Decreto 27-2003, en contraposición de lo dispuesto dentro del
cuerpo jurídico colombiano.

Para terminar con el análisis comparado entre las Leyes que se han comentado, se
establece en el Código de la Infancia y Adolescencia de Colombia, específicamente en el
artículo 144 que como procedimiento aplicable, salvo las reglas especiales de procedimiento
definidas en el presente libro, el procedimiento del sistema de responsabilidad penal para
adolescentes se regirá por las normas consagradas en la Ley 906 de 2004, Sistema Penal
Acusatorio, exceptuando aquellas que sean contrarias al interés superior del adolescente. Es
decir que en la legislación de dicho país no existe un proceso específico y concreto para
solventar los casos de los adolescentes en conflicto con la Ley Penal y se remiten al proceso
estipulado en la Ley Penal genérica para atender el tema tan delicado como lo es el que se
ha desarrollado y simplemente establecen una serie de directrices, principios, derechos y
procedimientos especiales para guiar al juez a través de tan ardua responsabilidad. Siendo al
contrario lo que sucede en Guatemala, pues dentro de su cuerpo legal establece un Proceso
específico y adecuado para los casos de los adolescentes en conflicto con la Ley Penal y
Leyes Especiales.

3.1.2 Análisis Comparativo entre la Ley de Costa Rica y Guatemala

Para empezar el análisis respectivo se hará mención de los Principios que atienden y
sustentan la legislación de Costa Rica, y que se encuentran enunciados, dentro de la Ley de
Justicia Penal Juvenil, dentro del artículo séptimo, cuyo acápite es, Principios Rectores.

Dicho artículo establece que como Principios Rectores la Protección Integral del
Menor de Edad, su Interés Superior, el Respeto a sus Derechos, su Formación Integral y la
Reinserción en su Familia y la Sociedad. El Estado, en coordinación con las organizaciones
no gubernamentales y las comunidades, promoverá programas orientados a esos fines como

208
Ibid., artículo 136

140
la protección de los derechos e intereses de las víctimas del los hechos que contravengan la
Ley Penal.

Además el artículo décimo de la Ley 7576 establece que han de sumarse a los
principios fundamentales ya mencionados, y que son idénticos a los que se plasman como
principios fundamentales en la legislación específica de Guatemala, lo normado en su
contenido en cuanto al respeto de las garantías procesales que dicta la normativa de
juzgamiento penal para adultos, además de tener presente la condición especial del grupo
etario que incluye el Proceso para Adolescentes, tomando como fundamentales las garantías
consagradas en la Constitución Política, en los instrumentos internacionales ratificados por
Costa Rica y en las leyes relacionadas con la materia objeto de esta ley.

En los artículos posteriores, es decir los artículos del 11 al 27, se establecen una
serie de Derechos que se reconocen a los adolescentes sujetos a proceso, los cuales de
igual forma son regulados en la Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia de
Guatemala.

Dentro de los órganos que intervienen en el desarrollo del Proceso para la Justicia
Penal de los Menores en Costa Rica y que resultan novedosos para la legislación sobre el
mismo tema en Guatemala se encuentra: la creación de una policía especializada cuya
función es la de ser un órgano especializado que se encargará de auxiliar al Ministerio
Público y a los tribunales penales juveniles, en el descubrimiento y la verificación científica de
los delitos y de sus presuntos responsables, siendo así que la misma funcionará dentro de la
estructura del Organismo de Investigación Judicial y sus integrantes tendrán conocimiento
especial para trabajar con menores.

Para empezar el análisis respectivo se hará mención de los Principios que atienden y
sustentan la legislación de Costa Rica, y que se encuentran enunciados, dentro de la Ley de
Justicia Penal Juvenil, dentro del artículo séptimo, cuyo acápite es, Principios Rectores.

Dicho artículo establece que como Principios Rectores la Protección Integral del
Menor de Edad, su Interés Superior, el Respeto a sus Derechos, su Formación Integral y la
Reinserción en su Familia y la Sociedad. El Estado, en coordinación con las organizaciones
no gubernamentales y las comunidades, promoverá programas orientados a esos fines como

141
la protección de los derechos e intereses de las víctimas del los hechos que contravengan la
Ley Penal.

Además el artículo décimo de la Ley 7576 establece que han de sumarse a los
principios fundamentales ya mencionados, y que son idénticos a los que se plasman como
principios fundamentales en la legislación específica de Guatemala, lo normado en su
contenido en cuanto al respeto de las garantías procesales que dicta la normativa de
juzgamiento penal para adultos, además de tener presente la condición especial del grupo
etario que incluye el Proceso para Adolescentes, tomando como fundamentales las garantías
consagradas en la Constitución Política, en los instrumentos internacionales ratificados por
Costa Rica y en las leyes relacionadas con la materia objeto de esta ley.

En los artículos posteriores, es decir los artículos del 11 al 27, se establecen una
serie de Derechos que se reconocen a los adolescentes sujetos a proceso, los cuales de
igual forma son regulados en la Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia de
Guatemala.

Dentro de los órganos que intervienen en el desarrollo del Proceso para la Justicia
Penal de los Menores en Costa Rica y que resultan novedosos para la legislación sobre el
mismo tema en Guatemala se encuentra: la creación de una policía especializada cuya
función es la de ser un órgano especializado que se encargará de auxiliar al Ministerio
Público y a los tribunales penales juveniles, en el descubrimiento y la verificación científica de
los delitos y de sus presuntos responsables, siendo así que la misma funcionará dentro de la
estructura del Organismo de Investigación Judicial y sus integrantes tendrán conocimiento
especial para trabajar con menores.

En Guatemala la ley solamente ordena la creación de un departamento de la Policía


Nacional Civil, dependiente del Ministerio de Gobernación, que deberá ser especializado en
asuntos de menores de edad y adolescentes en caso de contravención de la Ley Penal. En
cambio la denominada Policía Judicial Juvenil de Costa Rica, es una entidad estatal
especializada y dedicada exclusivamente a los tópicos relacionados con la investigación,
descubrimiento, verificación científica, detención, así como conducción de los menores y
adolescentes que fueran posibles responsables de la comisión de hechos delictivos,
debiendo finalmente coadyuvar a individualizar los responsables.
142
Dentro de las atribuciones que la Ley 7576 establece para la Policía Judicial Juvenil, se
encuentran las siguientes: “citar o aprehender a los presuntos responsables de los hechos
denunciados; pero, por ninguna circunstancia, podrá disponer la incomunicación de ningún
menor de edad. En caso de la detención en flagrancia, lo remitirá inmediatamente al Juez
Penal Juvenil.”209

Otra entidad que participa de manera activa en el Proceso de Justicia Penal Juvenil en
Costa Rica, y como tal es inexistente en la legislación guatemalteca, es el Patronato Nacional
de la Infancia que a través de su representante legal, podrá participar, con carácter de
interesado, en todas las etapas del proceso, con el fin de controlar, vigilar y garantizar el fiel
cumplimiento de las disposiciones legales en beneficio del menor de edad, según se indica
en el contenido del artículo 43.

En el mismo artículo se regula que en caso que la transgresión a la Ley Penal fuera
cometida por una persona menor de doce años de edad, y esto fuera determinado durante
el transcurso del proceso, el Juez Penal Juvenil se declarará incompetente y remitirá el
expediente al Patronato Nacional de la Infancia, para que se tomen las medidas necesarias.
En Guatemala se regula de similar manera, pero a diferencia de Costa Rica, no existe una
institución especializada estatal que verifique de manera exclusiva asuntos como los que
trata el Patronato Nacional de la Infancia colombiano.

Así como en Guatemala, la legislación costarricense regula, en la Ley 7576 en el


artículo 48, que las actuaciones que se remitan por causas de incompetencia, tanto en la
jurisdicción penal juvenil como en la de jurisdicción de adultos podrán ser utilizadas en cada
uno de los procesos, con la salvedad que estas actuaciones no vulneren los derechos de
los menores y naturaleza jurídica del Proceso.

La legislación de Costa Rica, específicamente en el artículo 50, regula lo relacionado


a los menores ausentes, situación que no es contemplada dentro de la Ley de Protección
Integral de la Niñez y Adolescencia en Guatemala.

209
Ley 7576, Ley de Justicia Penal Juvenil, Op. Cit., artículo 41

143
Siendo así que dicho artículo dispone: “Si el hecho investigado es atribuido a un menor de
edad ausente, se recabarán los indicios y evidencias y, si procede, se promoverá la acción.
Iniciada la etapa de investigación, el Ministerio Público podrá continuar con las demás
diligencias hasta concluir esta etapa y ordenar la localización del menor de edad, para
continuar con la tramitación de la acusación. Si es posible concluir la investigación,
solicitará la apertura del proceso y pedirá al Juez que ordene localizar al menor de edad. El
proceso se mantendrá suspendido hasta que el menor de edad comparezca personalmente
ante el Juez Penal Juvenil.” 210

Con relación a la forma de hacer constar todos los actos y hechos suscitados dentro
del Proceso de Justicia Penal juvenil, que deben documentarse para respaldar todas y cada
una de las actuaciones, el artículo 51 de la Ley 7576, al igual que lo establece la legislación
pertinente en Guatemala. Todos los actos y diligencias que hayan de realizarse, deberán
ser documentados y hacerse constar en cuantas Actas sean necesarias, las cuales deberán
elaborarse por el funcionario a cargo de la diligencia asistido por el secretario, siguiendo el
patrón dictado en el Código Procesal Penal colombiano.

Respecto a los plazos que se regulan en la Ley, articulo 52, durante el Proceso hace
referencia que los mismos se contabilizaran en días hábiles, pudiendo ser estos
prorrogables. Caso contrario, cuando se trate de adolescentes privados de su libertad, los
plazos serán improrrogables, por lo que a su vencimiento provocará la prescripción de la
acción a que otorgaba derecho. Si el menor de edad se encuentra en libertad, los plazos
serán prorrogables conforme lo establece esta ley.

Siendo así que respecto a la regulación de plazos en el articulado de la Ley 7576


resulta ser idéntica a la regulación de plazos en la legislación guatemalteca que norma el
mismo tema.

En Costa Rica se regula en la Ley la posibilidad de la fijación judicial de los plazos,


cosa que en la legislación de Guatemala no está contemplado, pues los plazos que han de
considerarse dentro del proceso están determinados expresamente. Todo esto, es decir la

210
Ibid., artículo 50

144
fijación de plazos judiciales, se establece en el artículo 53, indicando que cuando no se
indique expresamente un plazo y su duración, el juez que conozca deberá fijarlo según lo
considere necesario.

Dentro de las figuras jurídicas de des judicialización establecidas dentro de la Ley


7576 se encuentra lo normado en el artículo 56 como Criterio de Oportunidad Reglado, el
cual de manera textual establece:

“Los funcionarios del Ministerio Público tendrán la obligación de ejercer la acción


penal pública en los casos en los que sea procedente, con arreglo a las disposiciones de
esta ley. No obstante, podrán solicitar al Juez que se prescinda, total o parcialmente, de la
persecución penal; la limite a una o varias infracciones o a alguna de las personas que
hayan participado en el hecho, cuando: a) Se trate de un hecho que, por su insignificancia,
lo exiguo de la contribución del partícipe o su mínima culpabilidad, no afecte el interés
público. b) El menor de edad colabore eficazmente con la investigación, brinde información
esencial para evitar la consumación o la perpetración de otros hechos, ayude a esclarecer
el hecho investigado u otros conexos o brinde información útil para probar la participación
de otras personas. c) El menor de edad haya sufrido, a consecuencia del hecho, un daño
físico o moral grave. d) La sanción que se espera, por el hecho o infracción de cuya
persecución se prescinde, carezca de importancia en consideración a la sanción ya
impuesta o a la que se debe esperar por los restantes hechos o infracciones.”211

Si el Juez, de oficio, considera conveniente la aplicación de los anteriores criterios,


deberá solicitar la opinión del Fiscal quien deberá dictaminar dentro de los tres días
siguientes. El Juez no podrá aplicar un criterio de oportunidad sin el acuerdo del Fiscal.

Otra figura jurídica que funciona como medida des judicializándola es el


Desistimiento de la Acusación y esta se da en los casos señalados en el artículo anterior, si
la acción ya ha sido ejercida, el Juez Penal Juvenil, a solicitud del Ministerio Público, podrá
dictar el desistimiento en cualquier etapa del proceso.

211
Ibid., artículo 56

145
Otra figura jurídica que funciona como medida des judicializándola es el Desistimiento de la
Acusación y esta se da en los casos señalados en el artículo anterior, si la acción ya ha sido
ejercida, el Juez Penal Juvenil, a solicitud del Ministerio Público, podrá dictar el
desistimiento en cualquier etapa del proceso.

Respecto al tiempo y forma de proceder para la detención provisional, como medida


cautelar, posteriormente a presentarse la Acusación el Juez Penal Juvenil podrá decretar la
misma siempre que se presenten las siguientes circunstancias: “a) Exista el riesgo
razonable de que el menor de edad evada la acción de la justicia. b) Exista peligro de
destrucción u obstaculización de la prueba. c) Exista peligro para la víctima, el denunciante
o el testigo.” 212

La detención se practicará en centros de internamiento especializados, en éstos los


menores deberán estar separados de los ya sentenciados. Como característica que
identifica la detención provisional es que la misma es de carácter excepcional, según lo
dispone el artículo 59, especialmente para los mayores de doce años y menores de quince,
aplicándose la misma cuando las condiciones del caso concreto no permitan la aplicación
de alguna otra medida cautelar. Siendo así que el plazo máximo que podrá durar la medida
es de dos meses, pudiendo el Juez que conoce prorrogar la misma, exponiendo las razones
que motivan la acción, por un plazo que en ningún caso podrá ser mayor de los dos meses
y deberá consultar al Tribunal Superior Penal Juvenil sobre el Auto emitido debiendo
acompañar copia de las actuaciones contenidas dentro del expediente, con el fin que se
valore y disponga respecto a la prorroga.

Como principio aplicable directamente a la Detención Provisional y que identifica en


general el Derecho de la Niñez y Adolescencia, así como en Guatemala, está el de Máxima
Prioridad. Siendo este principio importante para procurar que la detención provisional sea
breve, pues deberá ser considerado por todos los funcionarios que intervienen en el
Proceso como máxima prioridad.

212
Ibid., artículo 58

146
Dentro del proceso instituido en la Ley de Costa Rica, Capítulo II, se encuentra normada en
el artículo 61 la Conciliación. Siendo así que dicho artículo define que “la conciliación es un
acto jurisdiccional voluntario entre el ofendido o su representante y el menor de edad,
quienes serán las partes necesarias en ella.”213

La forma en que esta ópera inicialmente es a través de la convocatoria, por lo que


durante los diez días posteriores al establecimiento de la acusación y cuando sea posible
por la existencia de la persona ofendida, el Juez Penal Juvenil citará a las partes a una
audiencia de conciliación. El Juez Penal Juvenil como agente conciliador invitará a las
partes arribar a un acuerdo. Como característica que beneficia la agilidad del trámite para el
Proceso, según el artículo 62, sí se da el caso que el ofendido carece de asesoramiento y
manifiesta su intención de participar en la audiencia, el Ministerio Público le asignara un
asesor.

También podrá llegarse a un acuerdo de conciliación en cualquier otra etapa del


proceso, en tanto no se haya dictado sentencia en primera instancia. Siendo esta
característica en específico la que hace que la conciliación sea tan importante y eficaz, no
sólo para descongestionar el sistema de justicia, sino también para favorecer al
adolescente, en cuanto a aspectos: emocionales, físicos, educativos y de desarrollo integral
como persona, pues se evita hasta cierto punto el tener que ser sometido directamente ante
el órgano jurisdiccional competente que llevaría el proceso legal que representa una carga y
un desgaste de los aspectos antes connotados para el menor de edad, siendo posible la
admisibilidad de la conciliación en todos aquellos casos que la Ley Penal costarricense lo
permita y establezca en el proceso para adultos.

La finalidad de la conciliación como tal es arribar a un acuerdo y documentar el


mismo, para que se haga constar en las actuaciones. Si se llega a un acuerdo y el Juez lo
aprueba, las partes procederán a firmar el acta de conciliación. Pero de no haberlo, se
dejará constancia de ello y se continuará con la tramitación del proceso. El Acta de
Conciliación contendrá las obligaciones pactadas, el plazo de cumplimiento, así como la
obligación de informar al Juez sobre la evolución del acuerdo.

213
Ibid., artículo 61

147
Teniendo como consecuencia lo antes expuesto, por el arreglo conciliatorio, la suspensión
del Proceso, la prescripción de la acción mientras esté su cumplimiento sujeto a plazo. Sí se
da el incumplimiento sucederá lo mismo que se regula en la legislación guatemalteca, es
decir que quedará sin efecto el acuerdo conciliatorio y se continuará con el trámite del
Proceso. Al cumplimiento de la obligación u obligaciones convenidas se procederá al
archivo del expediente.

La conciliación de la normativa comentada funciona de igual forma que la regulada


en la legislación de Guatemala, siendo en ambas legislaciones una figura jurídica de suma
importancia pues coadyuva a sustentar los principios que la Ley enmarca y que hacen
especialísimo el Derecho de la Niñez y Adolescencia.

En la Ley 7576 de Costa Rica se regula también de manera concreta la forma de


proceder cuando se diera la Disconformidad en cuanto a lo solicitado por el ente encargado
de la investigación y formulación de un acto conclusivo.

En la Ley 7576 de Costa Rica se regula de manera concreta la forma de proceder


cuando se diera la Disconformidad en cuanto a lo solicitado por el ente encargado de la
investigación y formulación de un acto conclusivo. Esta Disconformidad versa sobre la
solicitud efectuada por el Fiscal para el Sobreseimiento o Desestimación del Proceso, y el
no acuerdo del Juez sobre lo solicitado. Siendo así que este último procederá a remitir
nuevamente las actuaciones para que modifique su petición, en el plazo máximo de cinco
días, según lo refiere el artículo 78.

Si el Fiscal ratifica su solicitud y el Juez sostiene su postura, deberán enviarse las


actuaciones al Fiscal General, para que rectifique lo solicitado. Sí en caso contrario en vez
de rectificar lo solicitado, procede el Fiscal General, confirma la solicitud efectuada, el Juez
deberá resolver según corresponda, sin perjuicio de la facultad que tiene el ofendido de
impugnar la resolución. Siendo así que de lo anterior se puede concluir que en la legislación
de Guatemala no se encuentra regulada de manera específica la Disconformidad por parte
del juez contralor cuando se diera el caso.

148
Los hechos cometidos en flagrancia son regulados en la Ley 7576 dentro del artículo 79 y
como particularidad en cuanto a lo normado se puede ver que la celeridad del proceso y la
máxima prioridad del mismo se hacen visiblemente manifiestas puesto que cuando los
hechos son cometidos bajo estas circunstancias, el menor de edad será puesto a la orden
del Juez Penal Juvenil y si procede el Ministerio Público deberá presentar la acusación, a
más tardar dentro de los cinco días siguientes. Posteriormente el Juez convocará a las
partes a la audiencia de conciliación; luego, si procede, se continuará con el trámite del
proceso.

De lo anterior se puede diferencias que en la Ley de Guatemala no establece un


plazo concreto para la formulación de la acusación cuando los hechos son cometidos en
flagrancia, y por ende se utiliza el plazo normal que la Ley que regula el Proceso para
Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal estipula para cualquier hecho que no tenga
estas características.

En cuanto a la declaración que puede prestar el menor de edad, el cual se supone


cometió un hecho que contraviene la Ley penal, la legislación de Costa Rica cuenta con
disposiciones especiales según el tipo de declaración que brinde en concordancia con las
características de la persona en concreto. En el artículo 81 se dispone respecto a la
Declaración del Menor de Edad, ordenando que una vez sea puesto el menor de edad a
disposición del Juez Penal Juvenil, este deberá dentro de las veinticuatro horas siguientes
tomarle la Primera Declaración.

Cuando la libertad del menor de edad no se encuentre restringida, la declaración se


le tomará después de la audiencia de conciliación. Siendo así que en los casos que la
conciliación no sea procedente, dicha declaración se tomará dentro de los cinco días
posteriores a que se haya recibido efectivamente el escrito de Acusación y al igual que en la
legislación de Guatemala los menores de edad podrán abstenerse de declarar y cuando
declaren lo harán sin necesidad de prestar juramento o promesa, ni se hará alusión al delito
de perjurio, además no procederá la misma hasta que dicha persona manifieste que
comprende a cabalidad todo lo que está sucediendo en cuanto a la razón, importancia y
significado de las actuaciones, siendo así que no podrá sometérsele, ni obligársele a que
preste declaración en contra de su voluntad.
149
El artículo 82 establece la Declaración Indagatoria para el menor mayor de doce años, pero
menor de quince, siendo así que el articulo acentúa: “La declaración del mayor de doce
años, pero menor de quince años de edad deberá realizarse en presencia de su defensor y,
de ser posible, de sus padres o tutores, guardadores o representantes; además, podrá
asistir el Fiscal del Ministerio Público. El propósito de esta diligencia será averiguar los
motivos del hecho que se le atribuyen al mayor de doce años y menor de quince años de
edad, estudiar su participación e investigar las condiciones familiares y sociales en que se
desenvuelve. La declaración de este tipo no tendrá las formalidades de la declaración
indagatoria del proceso penal de adultos, en cuanto lo perjudiquen y deberá prevalecer, en
todo momento, el interés superior del mayor de doce años, pero menor de quince años de
edad.”214

Este tipo de regulación específica no se encuentra contemplada en la legislación


guatemalteca. Es decir que la diferenciación o categorización del tipo de declaración a
prestar por parte del adolescente, según sus características personales, no está detallada
como en el artículo que se transcribe up supra. Por lo que resulta interesante observar
como parte innovadora del proceso contemplado en cuanto a la justicia penal para los
menores de edad en Costa Rica y, que podría considerarse en la legislación de Guatemala,
como un diferencial en cuanto objetivos, finalidades y forma de proceder en un caso
concreto, atendiendo las características personalísimas del individuo como lo es la edad.

El artículo 83 de la Ley 7576, regula también otro tipo de declaración indagatoria, en


este caso para el menor de quince años, pero menor de dieciocho años de edad. Dicho
artículo establece: “La declaración del mayor de quince años, pero menor de dieciocho años
de edad deberá realizarse en presencia de su defensor y sus padres o tutores, guardadores
o representantes solo podrán asistir cuando el menor de edad lo solicite. También podrá
asistir el representante del Ministerio Público. La declaración del mayor de quince años,
pero menor de dieciocho años de edad deberá tener las características de la declaración
indagatoria del proceso penal de adultos, siempre y cuando no se violen los principios ni las
garantías que esta ley enuncia.”215

214
Ibid., artículo 82
215
Ibid., artículo 83

150
En este caso se establece la declaración respectiva con todos los componentes de la
indagatoria o primera declaración para un adulto, es decir que se regula de igual manera a
lo dispuesto en el Código Procesal Penal de Costa Rica, con la única salvedad de atender
las características que hacen el Derecho de la Niñez y Adolescencia, específicamente en
materia Penal, una rama del Derecho especial y única, atendiendo a la vez los principios
que sustentan la misma, de una manera proteccionista y prioritaria. En Guatemala esta
sería la norma que se asemeja a las disposiciones relacionadas a la primera declaración del
adolescente que podría estar sujeto al proceso para adolescentes en conflicto con la Ley
Penal.

El artículo 84 de la Ley 7576 establece que de manera inmediata a ser recibida la


declaración indagatoria, el Juez procederá a emitir resolución sobre la procedencia o no de
la Acusación. De proceder la misma, a criterio del Juez, continuará con ella y citará a juicio
a las partes, si fuera el caso de no ser procedente por vicios de forma, deberá remitir el
escrito de nuevo al Ministerio Público para sus correcciones pertinentes en un plazo que no
exceda las veinticuatro horas. Sí los errores fueran de fondo, el Juez dictará el
Sobreseimiento o la suspensión del diligenciamiento de la prueba. Si los errores de fondo a
criterio del Juez, al ser corregidos modifican los hechos o la calificación legal, se ordenará
nuevamente la declaración indagatoria del menor de edad.

En el caso de Guatemala la declaración indagatoria no está normada como tal, es


decir que en el Proceso de Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal no existe tal
declaración, pues el adolescente solo presta su primera declaración previo a verificar la
necesidad de conformar un expediente para iniciar la fase de investigación, pudiendo
declarar posteriormente cuantas veces el Juez considere necesario, siempre y cuando su
declaración verse sobre diferentes extremos. Finalmente declarará cuando se haya
aperturado el debate respectivo, pudiendo éste participar en el desarrollo del
diligenciamiento de los medios de prueba, pero en ningún momento se le somete a una
indagatoria, ni realiza declaración alguna previo a la presentación de la acusación.

En este caso al hacer referencia al artículo antes transcrito y comparar la disposición


a lo dispuesto en la Ley de Guatemala, se puede establecer que de igual forma se procede

151
en caso de vicios de forma y de fondo, con la única salvedad que la contabilización de
plazos no es igual y que el adolescente en ningún momento presta indagatoria.

Como medida que la Ley de Costa Rica establece y que se constata en la misma se
regula: “En la misma resolución donde se admite la procedencia de la acusación o
posteriormente, el Juez podrá ordenar la detención provisional del menor de edad o la
imposición provisional de cualquier orden de orientación y supervisión de las que se
establecen en esta ley. Las órdenes de orientación y supervisión provisionales no podrán
exceder de seis semanas.” 216

Estas medidas cautelares contenidas en el artículo 87, cuyo acápite es el de


Restricción de Derechos Fundamentales, contraviene lo referente a la inviolabilidad,
irrestricto respeto a los Derechos Fundamentales del menor de edad, y primacía de los
mismos, en virtud que el título o referencia que el artículo manifiesta es la de restricción de
dichos Derechos. Caso contrario se da en Guatemala, pues dichas medidas no son
restrictivas, es decir que su objetivo no es el de limitar los Derechos del adolescente, sino
más bien tienen un espíritu proteccionista, reorientador y reeducativo, respetando así los
principios que atienden y orientan en general el Derecho de la Niñez y Adolescencia, así
como en concreto el Proceso de Adolescentes en Conflicto con la Ley penal.

El sobreseimiento, según el artículo 88 de la Ley 7576, es procedente también antes


de iniciarse el Juicio, cosa que no se regula expresamente en la legislación guatemalteca,
cuando surja cualquiera de las circunstancias objetivas, subjetivas o extintivas señaladas en
el Código Procesal Penal. Igualmente, cuando se cumpla con el período a prueba.
“Resuelta la procedencia de la acusación, el Juez, o a solicitud de parte, podrá ordenar la
suspensión del proceso a prueba, en todos los casos en que proceda la ejecución
condicional de la sanción para el menor de edad. (Texto modificado e interpretado por
Resolución de la Sala Constitucional Nº 6857-98 de las 16:27 horas del 24 de setiembre de
1998). Junto con la suspensión del proceso a prueba, el Juez podrá decretar cualquiera de

216
Ibid., artículo 87

152
las órdenes de orientación y supervisión establecidas en esta ley. Esta suspensión
interrumpirá el plazo de la prescripción.”217

Con atención a esta figura jurídica, que en la legislación costarricense se utiliza como
una medida desjudicializadora, se puede decir que la misma resulta novedosa en la
legislación guatemalteca puesto que la misma es inexistente. Pero la misma ha sido objeto
de análisis Constitucional, siendo así que en la resolución de la Sala Constitucional 6857-98
de las 16:27 horas con fecha 24 de septiembre del año 1998, se ha hecho manifiesto que:
las Ordenes de Orientación y Supervisión al no ser una pena o sanción, sino más bien un
requisito para la suspensión de la prosecución penal, que en caso de ser cumplido genera
la extinción de la acción penal, las cuales se encuentran contempladas del artículo 89 al
artículo 92 de la Ley 7576.

Pero lo que sí resulta violatorio del principio al debido proceso y el derecho de


defensa, es lo relacionado a la suspensión declarada de oficio del proceso a prueba, en
virtud de la postura manifestada en la resolución de la Sala Constitucional antes
identificada, pues se afirma que al no solicitar el consentimiento de la persona que se va a
ver afectada por las ordenes de orientación o supervisión, hace que el accionar del Juez
adolezca de vicio y se quebranten derechos que tiene dicha persona. Por lo demás y, ya no
siendo de oficio la resolución que ordena la suspensión, resultan aplicables los artículos que
desarrollan la figura jurídica como medida de des judicialización.

Respecto a lo establecido en el artículo 93 cuyo acápite hace referencia al Estudio


Psicosocial, se regula que una vez admitida la Acusación y el Juez considere necesario
interponer una medida privativa de libertad, previamente deberá solicitar dicho estudio a las
unidades profesionales en psicología y trabajo social del Poder Judicial. También las partes,
a su costa, podrán proponer a facultativos para los efectos antes mencionados, pues para
poder dictar sentencia es indispensable que se realice dicho estudio psicosocial.

En el artículo antes mencionado se hace presente el espíritu proteccionista,


prioritario y especialísimo del Derecho de la Niñez y Adolescencia al proceder a asegurar la

217
Ibid., artículo 89

153
necesidad de una sanción que implique la privación de libertad del menor de edad pues
crea la necesidad de acudir con un facultativo que dictamine desde una perspectiva
psicológica si es factible o correcta la aplicación de dicha sanción.

A la vez el artículo 94 establece la necesidad de efectuar un estudio clínico, para


determinar y escoger la sanción, el Juez podrá remitir al menor de edad al Departamento de
Medicina Legal del Organismo de Investigación Judicial, para que se le efectúen exámenes
psiquiátricos, físicos y químicos; en especial, para detectar su adicción a sustancias
psicotrópicas.

El artículo 100 relacionado a la apertura de la audiencia oral, al final del contenido del
mismo, se indica: “… que el día y la hora señalados… El Juez deberá preguntarle (al menor
de edad) si comprende o entiende la acusación que se le imputa. Si responde
afirmativamente, se continuará con el debate; si, por el contrario, manifiesta no comprender
o entender la acusación, volverá a explicarle el contenido de los hechos que se le
atribuyen.”218

Como punto importante, del párrafo del artículo antes transcrito, ha de hacerse
mención que se realza la manifiesta necesidad que el menor de edad comprenda la
naturaleza, objeto, finalidad y consecuencia de la audiencia del juicio. Siendo así que se
regula específicamente la manera de proceder por parte del Juez para lograr tales efectos.
En el caso de Guatemala se vela por cumplir con los principios que atienden el Proceso
para Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal, pero no se realza tan puntualmente la
manera de proceder por parte del Juez, para lograr que el adolescente comprenda todo lo
que conlleva y repercusiones derivadas del Debate oral que ha de agotarse.

El proceder del Juez durante la Audiencia Oral y Privada de debate según lo regula
la Ley 7576 es exactamente idéntico a las regulaciones del Decreto 27-2003, en cuanto a la
declaración del menor de edad, interrogatorio por el Fiscal y por su Defensor, así como las
declaraciones posteriores que se consideren necesarias.

218
Ibid., artículo 100

154
Como comentario de la normativa que se ha analizado es oportuno mencionar que la
presencia, participación y contacto del menor de edad con el órgano jurisdiccional hasta
este punto es bastante amplia, desgastante y tediosa. Siendo así que no es conveniente
que sea de esta forma, pues al analizar de manera global las condiciones y características
especialísimas de las personas que son sujetas al Proceso, se puede deducir que afectan la
vida normal del menor de edad y su desarrollo integral; a nivel emocional, físico e
intelectual.

Otra de las figuras jurídicas que integran el proceso dentro de la Ley de Justicia
Penal Juvenil en Costa Rica es la Ampliación de la Acusación, la cual funciona de la
siguiente manera:

“Si de la investigación o de la fase de juicio resulta un hecho que integre el delito


continuado o una circunstancia de agravamiento no mencionados en la acusación, el Fiscal
tendrá la posibilidad de ampliarla. Si la inclusión de ese hecho no modifica esencialmente
los cargos que se le atribuyen al menor de edad, ni provoca indefensión, se tratará en la
misma audiencia. Si, por el contrario, se modifican los cargos, nuevamente deberá oírse en
declaración al menor de edad y se informará a las partes de que tienen derecho a pedir la
suspensión de la audiencia para ofrecer nuevas pruebas o preparar la defensa. El Juez
deberá resolver, inmediatamente, sobre la suspensión y fijará nueva fecha para la
continuación, dentro de un término que no exceda de diez días.” 219

Esta ampliación de la acusación que regula el artículo 102 de la Ley 7576, no se


encuentra regulada de manera expresa en la Ley de Protección Integral de la Niñez y
Adolescencia de Guatemala, considerando que su aplicación habitual resultaría sumamente
tardada, anti producente y desgastante para el adolescente. Por lo que para evitar las
causas que motivan la ampliación de la acusación, en las etapas anteriores del proceso, se
han de llevar meticulosamente cada una de las diligencias investigativas y deductivas para
la averiguación, así como el esclarecimiento de los hechos que se atribuyen, atendiendo a
los principios específicos que la Ley reconoce.

219
Ibid., artículo 102

155
Dentro de las particularidades del Juicio en la Ley 7576 está la posibilidad o potestad que el
Juez tiene de solicitar prueba para mejor proveer. Siendo así que podrá solicitarla de oficio
cuando sea indispensable y manifiestamente necesario para esclarecer la verdad, a la vez
podrá citar a los peritos cuando sus dictámenes tengan que ser ampliados o explicados.
Siendo así que el artículo 105 establece que terminada la recepción de pruebas el Juez
procederá a otorgar la palabra, con el objeto que emitan sus conclusiones, al Ministerio
Público y al defensor, y se manifiesten respecto a la responsabilidad del menor de edad, al
tipo de sanción aplicable y su duración. Además exhortara al acusado, así como al ofendido
a expresarse sobre lo acontecido durante la Audiencia. Al igual que en el Proceso para
Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal regulado en Guatemala, el Proceso de Costa
Rica regla el derecho a Réplica, cuyo límite expositivo se da a la refutación de los
argumentos adversos presentados en las conclusiones.

En el artículo 106 de la Ley 7576 se indica que al concluir la Audiencia el Juez de


manera inmediata deberá dictar Sentencia, tomando en cuenta los hechos probados,
valorando cada una de las pruebas y de esta forma determinar la existencia efectiva de
contravención a la Ley Penal, determinar la autoría o participación del menor de edad y
finalmente establecer sí concurren causales excluyentes de responsabilidad, circunstancias
y gravedad del hecho, así como el grado de responsabilidad. Pudiendo diferir de dictar
sentencia hasta un plazo máximo de tres días de finalizada la Audiencia.

En el Proceso contenido en el Decreto 27-2003, a diferencia del proceso de la Ley


7576, se hace una división de las fases decisivas en la audiencia de debate oral. Es decir
que se da la cisura en la deliberación para imponer la medida reeducadora, re orientadora
y que inserte al adolescente dentro de su ámbito social de manera proactiva; siendo así que
primero se establece la efectiva responsabilidad penal por parte de la persona, así como el
grado de participación y cuál ha de ser la medida a aplicar, justificando la misma.
Posteriormente se decide la forma y tiempo de duración en que deberá ser cumplida.

En cuanto a la sentencia en sí, el contenido, requisitos y forma de realizarse, tanto en


la legislación de Costa Rica, como en la de Guatemala es muy similar. La única diferencia
es con relación a la forma de notificación, pues en Guatemala la notificación podrá ser
diferida o notificada en la misma audiencia, entregando copias a cada una de las partes.

156
Mientras que la forma de realizar la notificación según lo normado en la Ley de Costa Rica,
en concordancia con el artículo 108, es primeramente que las partes serán notificadas
personalmente en la Audiencia sobre la culpabilidad y la sanción a imponer. Mientras que
la sentencia definitiva, será notificada por escrito en el lugar señalado, por lo que la
notificación sería parcial y por ende perdería sus calidades de notificación personal, lo que
sería motivo de impugnación en la legislación contrapuesta.

La acción penal regulada en el artículo 109 de la Ley 7576, al igual que lo contempla
el Decreto 27-2003, prescribirá a los cinco años en el caso de delitos contra la vida, delitos
sexuales y delitos contra la integridad física; en tres años, cuando se trate de cualquier otro
tipo de delito de acción pública. En delitos de acción privada y contravenciones, prescribirá
en seis meses. Los términos señalados para la prescripción de la acción, se contarán a
partir del día en que se cometió el delito o la contravención o desde el día en que se decretó
la suspensión del proceso.

De igual forma prescribirán las sanciones ordenadas en forma definitiva, para ambas
legislaciones, Costa Rica y Guatemala, en un término igual al ordenado para cumplirlas.
Este plazo empezará a contarse desde la fecha en que se encuentre firme la resolución
respectiva, o desde aquella en que se compruebe que comenzó el incumplimiento, artículo
110 de la Ley 7576 y artículo 226 del Decreto 27.2003, respectivamente.

En cuanto a los recursos a través de los cuales las partes podrán recurrir las
resoluciones del juzgado contralor que ha conocido respecto a un caso concreto son: el de
revocatoria, apelación, casación y revisión. Siendo estos recursos aplicables de igual forma
en la Ley costarricense, como en la Ley guatemalteca, artículos 111 y 227 respectivamente.
Siendo así que el Capítulo V de la Ley 7576 es el que contempla todo lo relacionado a los
recursos a través de los cuales las partes pueden oponerse a las resoluciones dictadas
dentro del Proceso. Pero es el caso que a pesar que en el artículo 111 se enlista cuales
pueden ser utilizados, dentro de éstos el de revocatoria, en ningún momento dicho cuerpo
legal desarrolla en qué casos es aplicable, ni establece la forma y proceder para su
interposición.

157
Posteriormente en el artículo 112 se regula lo relativo al recurso de apelación el cual
establece exactamente los mismos casos de procedencia para su interposición que los que
establece el Decreto 27-2003, además indica el mismo procedimiento para correcta y
efectiva interposición. En cuanto a la facultad de recurrir en apelación, la Ley de Costa Rica
en el artículo 113 resulta mucho más amplia y detallada que la Ley de Guatemala, puesto
que no sólo regula que será procedente el mismo en los casos y por los medios
establecidos de manera expresa, cuando le produzca agravio a las partes, sino que también
delimita quiénes son las partes, que deberán tener interés directo en el asunto. Siendo los
interesados: el Ministerio Público, el ofendido, el menor de edad, su abogado, sus padres y
el Patronato Nacional de la Infancia.

Además regula, en el artículo 113, que el abogado y los padres de menores de edad
comprendidos entre los doce y los quince años podrán hacer uso del recurso de manera
automática. En el caso de menores de edad comprendidos entre los quince y los dieciocho
años, las personas antes indicadas podrán hacer uso del recurso de forma subsidiaria.

Al comparar el trámite del Recurso de Apelación de la legislación costarricense, en


contraposición con el artículo 232 del Decreto 27-2003, se verifica que el trámite es idéntico.
Con la única excepción que dicho recurso en Guatemala es un recurso de alzada, es decir,
que no lo conoce el mismo Juez Contralor del Proceso, sino que el competente para dilucidar
el mismo, una vez recibido el escrito correspondiente por el Juez de Primera Instancia y
elevado de manera inmediata, será la Sala de la Corte de Apelaciones de la Niñez y
Adolescencia.

En cuanto al Recurso de Casación, en ambas legislaciones, procede cuando la


resolución ponga fin al proceso y contra las fijaciones ulteriores de la pena, siempre que el
hecho no constituya una falta. Esto se encuentra dispuesto en el artículo 116 de la Ley 7576
y el artículo 234 del Decreto 27-2003. De igual forma el Recurso de Revisión procederá por
los motivos fijados en el Código Procesal Penal. El Tribunal Superior de Casación Penal
será competente para conocer de este recurso.

Respecto a las Sanciones de aplicación al agotar el Proceso, una vez verificada la


comisión o la participación del menor de edad o adolescente en un hecho que sea contrario
158
a la Ley Penal, las sanciones de tipo socio-educativas, en las legislaciones que se
comparan son iguales. Además las órdenes de orientación y supervisión, que se enlistan en
los artículos conducentes en ambas legislaciones, se puede establecer que el inciso b del
artículo 121 de la Ley 7576, en el numeral 5 se ordena si fuere el caso Adquirir un Trabajo.
Cosa que en el Decreto 27-2003 en el artículo 238 no se menciona expresamente.

En la regulación de las sanciones de tipo Privativas de Libertad el Decreto 27-2003


resulta ser mucho más amplio, pues a diferencia de la Ley 7576 enumera como tales, la
Privación del Permiso de Conducir, Privación de Libertad en Centros Especializados
Durante Fines de Semana, comprendido desde el sábado de las ocho horas hasta el
domingo a las dieciocho horas. Estableciendo también la Privación de Libertad en Centros
Especializados de Cumplimiento en Régimen Abierto, Semiabierto y Cerrado.

Para determinar la sanción aplicable, artículo 122 de la Ley 7576 y artículo 239 del
Decreto 27-2003, se toma en cuenta a manera de principio, en la primera de las leyes
mencionadas en el inciso “a”, la vida del menor de edad antes de la conducta punible. En la
Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia, dentro de los aspectos a considerar
para la determinación de la sanción aplicable, además de las que establece la Ley 7576,
regula adicionalmente aspectos como, la edad del adolescente, sexo, origen cultural y sus
circunstancias personales. Además en el inciso se establece para los efectos que se
comentan, los efectos de la sanción para la vida futura del adolescente.

Con relación a la forma de aplicación de las sanciones, el artículo 123 de la Ley


7576, dicta que podrán ser en forma provisional o definitiva, que podrán suspenderse,
revocarse o sustituirse por otras más beneficiosas y además el Juez podrá ordenar la
aplicación de las sanciones previstas en esta Ley en forma simultánea, sucesiva o
alternativa. En cambio la forma de aplicación de las sanciones según el Decreto 27-2003,
artículo 240, deberá ser atendiendo simplemente una finalidad primordialmente educativa,
con la intervención de la familia y el apoyo de los especialistas que sean necesarios.

Por el contenido del artículo que ha sido citado y en contraposición a la Ley de


Justicia Penal Juvenil en su artículo 123, se infiere que ésta última es más amplia, pues
menciona concretamente la forma de aplicación al clasificar la sanción. Sin embargo en
159
ningún momento explica o define como se puede interpretar dicha clasificación, ni regula en
qué casos opera cada una de ellas, dejando a criterio del Juez la interpretación de la norma
en un caso concreto.

Al comparar la libertad asistida, como tal, dentro del Capítulo de Sanciones en


ambas legislaciones, se verifica que la Ley de Costa Rica cumple con las disposiciones que
en el contenido del artículo 125 establece; a través de la asistencia de la Dirección General
de Adaptación Social, así mismo con facultativos que coadyuvan al órgano jurisdiccional.
Mientras que en el artículo 242 de la legislación de Guatemala no cuenta con la
infraestructura necesaria para verificar la correcta aplicación y cumplimiento de la sanción
más que el órgano jurisdiccional, en su momento contralor y posteriormente de ejecución.

Haciendo alusión a la diferencia de lo regulado por ambas legislaciones, referente a


la Reparación del Daño Causado por el menor de edad o el adolescente, a raíz de un hecho
contrario a la Ley Penal, es que la legislación de Costa Rica en el artículo 127 tiene como
eje central para la reparación del mismo la prestación, por parte del menor de edad a la
víctima directamente, de un trabajo. Mientras que el artículo 244 de la Ley de Guatemala
hace referencia a la reparación del daño mediante la prestación de una obligación de hacer,
que resulta mucho más amplio en cuanto a la posibilidad de actividades a realizar y se
acopla a la naturaleza de la sanción de mejor forma.

Dentro de las limitantes que el Decreto 27-2003 establece como sanciones o


medidas reeducativas en el artículo 246, que no se encuentra regulada en la Ley 7576, y
resulta ser una medida muy importante es la Privación del Permiso de Conducir. Siendo así
que éste consiste en privar temporalmente al adolescente de su permiso de conducir o de
su derecho a obtenerlo cuando el delito o falta se hubiere cometido utilizando un vehículo
automotor, con una duración de un máximo de dos años.

Otra de las disposiciones que regula la Ley de Protección Integral de la Niñez y


Adolescencia en Guatemala, que es sumamente importante e innovadora, es el Tratamiento
Ambulatorio o Internamiento Terapéutico, dentro del contenido del artículo 247, el cual
establece: “El tratamiento ambulatorio terapéutico consiste en someter al adolescente a un
tratamiento a cargo de un profesional o centro especializado. El adolescente queda obligado
160
a asistir al lugar designado con la periodicidad requerida por los facultativos que lo atiendan,
así como a seguir las pautas fijadas para el adecuado tratamiento de la adicción que
padezca, o de las alteraciones en su percepción o anomalías o alteraciones psíquicas.” 220

“El internamiento terapéutico consiste en el internamiento en un centro de atención


terapéutica para que le brinden al adolescente una educación especializada o un tratamiento
específico para la adicción o dependencia que padezca, o para tratar el padecimiento de
anomalías o alteraciones psíquicas, o alteraciones en la percepción que determinen una
alteración grave de la conciencia de la realidad.”221

En ambos casos habrá de informarse periódicamente al Juez de los avances


obtenidos con el tratamiento. Sí fuera el caso que el adolescente rechaza o incumple con el
tratamiento que le fuese impuesto, el Juez procederá adoptar otra sanción adecuada, siendo
la duración máxima para el tratamiento ambulatorio doce meses, y en el caso de
internamiento terapéutico no podrá superar los cuatro meses.

En la legislación guatemalteca se regula en el artículo 248 que la Sanción Privativa


de Libertad se utilizará como último recurso y sólo cuando no sea posible aplicar otro tipo
de sanción y como una de las sanciones privativas de libertad, específicamente la de
Internamiento en Tiempo Libre, en la Ley de Guatemala la vigencia al interponerla no podrá
exceder de ocho meses. Mientras que en Costa Rica la duración de ésta última no podrá
exceder de un año, siendo la única diferencia entre las disposiciones alusivas al tema en
ambos cuerpos legales, artículos 250 y 130 respectivamente.

Además en Guatemala se estipula adicionalmente, en el artículo 251 Decreto 27-


2003, la Privación de Libertad Durante los Fines de Semana. Dicho artículo expresamente
establece: “La privación de libertad durante los fines de semana debe cumplirse en un
centro especializado, desde el sábado a las ocho horas hasta el domingo a las dieciocho
horas. Durante ese período se programarán actividades individuales para promover el

220
Decreto 27-2003. Op. Cit., Artículo 247
221
Loc. Cit.

161
proceso de responsabilización del adolescente. La duración máxima de esta sanción será
de ocho meses.” 222

En cuanto a la Privación de Libertad en Centro Especializado de Cumplimiento, en el


caso de Guatemala artículo 252, y el Internamiento en Centro Especializado en el caso de
Costa Rica artículo 131. Son sanciones de carácter excepcional y cuya aplicación resulta de
supuestos que la misma Ley regula. En Guatemala los puntos que se consideran son: “a)
Cuando se trate de una conducta realizada mediante grave amenaza o violencia hacia las
personas y la propiedad y se trate de un delito contra la vida, la libertad sexual, la libertad
individual, robo agravado y tráfico de estupefacientes. b) Cuando se trate de delitos dolosos
sancionados en el Código Penal o leyes especiales, para mayores de edad con pena de
prisión superior a seis años.”223

En Costa Rica se atienden para su aplicación los siguientes casos: “a) Cuando se
trate de delitos dolosos sancionados en el Código Penal o leyes especiales, para mayores
de edad con pena de prisión superior a seis años. b) Cuando haya incumplido
injustificadamente las sanciones socioeducativas o las órdenes de orientación y supervisión
impuestas.”224

La diferencia entre ambas legislaciones sería únicamente que en el inciso “a” del
artículo 252 contempla la forma en que fuera realizada la conducta, es decir, mediante
amenaza o violencia hacia las personas y la propiedad, tratándose de los delitos contra la
vida, libertad sexual, libertad individual, robo agravado y tráfico de estupefacientes. Mientras
que en Costa Rica se tiene como caso de aplicación la inobservancia o incumplimiento que
no esté justificado de las sanciones socioeducativas o las ordenes de orientación y
supervisión que le fueran impuestas previamente.

El tiempo de duración para establecer la privación de libertad que se comenta, son


diferentes en ambas legislaciones. En Guatemala será de un período máximo de seis años

222
Ibid., artículo 251
223
Ibid., artículo 252
224
Ley 7576, Op. Cit., artículo 131

162
para adolescentes entre los quince y los dieciocho años, y de dos años para adolescentes
con edades entre los trece y los quince años. En Costa Rica la medida de internamiento
durará un período máximo de quince años para menores entre los quince y los dieciocho
años, y de diez años para menores con edades entre los doce y los quince años. El Juez
deberá considerar el sustituir esta sanción por una menos drástica cuando sea conveniente.

Lo regulado en ambas legislaciones sobre la Ejecución de la Sanción, tanto de


Privación o Internamiento, como en el Capítulo de Ejecución y Control de Sanciones, es
igual en cuanto a lo que en ella se dispone. Pero la Ley de Protección Integral de la Niñez y
Adolescencia de Guatemala adicionalmente, dentro del objeto de la ejecución, regula que
para el cumplimiento de éste, deberá atender como mínimo, satisfacer las necesidades
básicas de la persona sancionada, posibilitar su desarrollo personal, reforzar su sentido de
dignidad y autoestima, fomentar la participación del adolescente sancionado, en la
elaboración y ejecución de su plan individual y proyecto educativo de cumplimiento,
minimizar los efectos negativos que la ejecución de la sanción pudieran provocar en la vida
futura del adolescente, fomentar, cuando sea posible y conveniente, los vínculos familiares
del adolescente, promover contactos directos e indirectos entre el adolescente y la
comunidad local y sociedad en general.

El Plan de Ejecución contemplado en el artículo 134 de la Ley 7576 es sumamente


escueto en cuanto a lo que se dispone al respecto. Caso contrario sucede en el decreto
27-2033 en su artículo 256 en donde se establece, sobre el tema, un Plan Individual y
Proyecto Educativo para el Cumplimiento de la Sanción y su Ejecución que resulta
sumamente ambicioso, tomando en cuenta que no existen instituciones como la Dirección
de Adaptación Social o una institución análoga como es en el caso de Costa Rica.

La Competencia que se regula para los Juzgados de Ejecución en Guatemala, hace


mención que para verificar o controlar la ejecución de sanciones podrá delegarse a las
juntas municipales u organizaciones gubernamentales y no gubernamentales que
desarrollan programas en el municipio, quienes estarán obligados a rendir informes
periódicos sobre el cumplimento de las mismas. En la legislación de Costa Rica, artículo
135, la competencia de los Juzgados de Ejecución corresponde exclusivamente a estos y

163
no delegan sus funciones respecto a controlar la ejecución de las sanciones impuestas al
menor de edad a otras instituciones u organizaciones.

Posteriormente ambas legislaciones establecen regulaciones respecto a los


funcionarios de los centros especializados para adolescentes o menores de edad.
Adicionalmente la Ley de protección Integral de la Niñez y Adolescencia de Guatemala, en el
artículo 259, regula la Autoridad competente en Reinserción y Resocialización, aspecto que
no se considera en la Ley costarricense, por lo que la Secretaría de Bienestar Social de la
Presidencia de la República es la autoridad competente y responsable de llevar a cabo todas
las acciones relativas al cumplimiento de las sanciones impuestas a los adolescentes y de
las sanciones de protección.

En materia de responsabilidad penal de la adolescencia tendrá como atribuciones: “a)


Organizar y administrar los programas que sean necesarios para el cumplimiento de las
sanciones establecidas en esta Ley. b) Brindar servicios de atención terapéutica y orientación
psicosocial a los adolescentes que se encuentren cumpliendo una sanción o medida
cautelar, así como a sus familiares o responsables. c) Informar periódicamente al juez sobre
el avance del proceso de reinserción y resocialización del adolescente. d) Organizar y
administrar los centros especiales de custodia y de cumplimiento de privación de libertad, en
sus distintos regímenes, así como velar por el cumplimiento de sus reglamentos, bajo la
corresponsabilidad del Secretario de Bienestar Social y el director de cada centro. e)
Promover, organizar y crear, en concertación con la sociedad civil y participación activa de
las comunidades, asociaciones y organizaciones privadas, públicas y no gubernamentales,
programas y unidades de apoyo para la reinserción y resocialización de los adolescentes en
conflicto con la ley penal.” 225

Además deberá garantizar que el personal encargado de la ejecución de las sanciones


y en contacto directo con los adolescentes, sea competente y suficiente, conformado por
especialistas profesionales de los campos de educación, salud, trabajo social, psicología,
psiquiatría y derecho, con formación especializada en derechos humanos de la niñez y
adolescencia, por lo que se les facilitará capacitación continua.

225
Decreto 27-2003, Op. Cit., articulo 259

164
En cuanto a la disposición referente a los adolescentes que se encuentran privados de
libertad, que cumplen dieciocho años de edad y cuyo internamiento debe continuar debido a
la sanción que le fuera impuesta, deberá ser ubicado separadamente de los adolescentes o
ser trasladado a un centro especial para este fin. Por ningún motivo será trasladado a un
centro penal de adultos. En los centros no se admitirán adolescentes sin orden previa y
escrita de la autoridad competente. Deberán existir, dentro de estos centros, las
separaciones necesarias según la edad, ubicando a los adolescentes con edades
comprendidas entre los quince y los dieciocho años, en lugar diferente del destinado a los
adolescentes con edades comprendidas entre los trece y los quince años; igualmente, se
separarán los que se encuentren en internamiento provisional y los de internamiento
definitivo, los infractores primarios y los reincidentes.

Sobre el mismo tema, Costa Rica en su Ley, regula que dichas personas serán
trasladadas a un centro de cumplimiento de penas para mayores de edad, con la salvedad
que estarán separados de los demás reclusos del lugar. Además en dicha Ley no se
establece la separación por edades de los adolescentes que se encuentren privados de su
libertad, cumpliendo una sanción.

Como disposición, que funciona como un medio de control auxiliar para las
atribuciones que debe cumplir el Juez de Ejecución, se dispone la presentación de un
informe por parte del Director de cada uno de los centros que funcionen para el cumplimiento
de las sanciones de privación de libertad para los adolescentes.

En Guatemala dicha disposición se encuentra en el artículo 262 del Decreto 27-2003,


haciendo énfasis que el informe deberá versar sobre: “La situación del sancionado y el
desarrollo del plan de ejecución individual, con recomendaciones para el cumplimiento de los
objetivos de esta Ley. Además, indicará las posibilidades de que el adolescente sea sujeto a
un régimen distinto, lo cual se hará de forma progresiva según los adelantos de éste.”226

El informe que deberá rendir el Director de los Centros en Costa Rica, artículo 141, no
contiene todos los aspectos antes mencionados en la legislación guatemalteca, pues no

226
Ibid., artículo 262

165
menciona las recomendaciones que debe formular para el mejoramiento de la aplicación de
la Ley, y no dispone la posibilidad que informe sobre la mejoría de la conducta del
adolescente para disponer una sanción distinta a la que se encuentra cumpliendo. Siendo el
tiempo para presentar el informe es diferente en ambas Leyes, puesto que en Guatemala es
un informe bimensual, en Costa Rica es Trimestral.

Finalmente cuando sea tiempo del egreso del menor las dos Leyes que se comparan
disponen que el adolescente deberá ser preparado para ello, atendiéndolo para el efecto
diversos especialistas.

3.2 Presentación y Análisis de Resultados Trabajo de Campo

Derivado de la investigación es necesario enmarcar e incluir los resultados obtenidos en el


trabajo de campo. Siendo así que del análisis jurídico comparado de la Ley de Protección
Integral de la Niñez y Adolescencia, Decreto 23-2007 del Congreso de la República de
Guatemala, en contraposición a la Ley 1098-2006, Código de la Infancia y Adolescencia, del
Congreso de Colombia y la Ley 7576, Ley de Justicia Penal Juvenil, Asamblea Legislativa
de la República de Costa Rica, 1996, surge la necesidad de realizar encuestas como
instrumento de investigación.

Dichas encuestas se utilizaron para la recolección de datos e información que fuera


proporcionada por expertos en la materia, que fueron encuestados, y que trabajan
directamente en las Instituciones y órganos estatales competentes. Logrando así tener un
estadístico para poder determinar la eficacia o ineficacia, efectividad o inefectividad de la
aplicación de la Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia, partiendo de la
opinión y percepción de los expertos respecto a las preguntas planteadas.

La Población para el estudio consistió de Fiscales del Ministerio Público, (Fiscalía de


Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal), Abogados de la Defensa Pública Penal,
(Defensores de Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal), y Jueces de los Juzgados y
Tribunales de Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal, todos dentro del departamento
de Guatemala, municipio de Guatemala.

166
Las encuestas antes identificadas constan de diez preguntas, a continuación se describe
cada una de ellas y se realiza la discusión correspondiente.

Pregunta 1
¿Cuáles son los Centros Especiales de Custodia, existentes en Guatemala, destinados
para la estadía de adolescentes, cuando éstos son sujetos de una Medida Cautelar de
Privación de Libertad Provisional, enunciada como medida excepcional en el artículo 180
literal g de la Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia dentro del Proceso
para Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal?
Resultado: De un total de quince personas encuestadas, once personas equivalentes al
setenta y tres por ciento de la muestra respondió lo siguiente: CEJUPLIM, CEJUDEP y
anexos.
Tres personas, equivalentes al veinte por ciento de la muestra respondió lo siguiente:
Santa Elisa, Fase I, Fase II, Gaviotas, Gorriones.
Una de las personas encuestadas, equivalente al siete por ciento de la muestra, no
contesto la pregunta.
Análisis: De las quince personas encuestadas, que son conocedoras de la Ley de
Protección Integral de la Niñez y Adolescencia, específicamente del Proceso para
Adolescentes en Conflicto de la Ley Penal, once de ellas contestaron de manera acertada
al aludir que los Centros Especiales de Custodia, existentes en Guatemala, destinados
para la estadía de adolescentes cuando éstos son sujetos de una Medida Cautelar de
Privación de Libertad Provisional son CEJUPLIM, CEJUDEP y anexos. Tres de las
personas encuestadas mencionaron centros del sistema penitenciario para el cumplimiento
de penas para adultos. Finalmente una de las personas encuestadas no contesto la
primera pregunta.

167
Pregunta 2
¿A su criterio se cumple con lo dispuesto en la Ley en la parte que regula el Proceso de
Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal, en cuanto plazo y el objeto, así como
finalidades que persigue dicho Proceso?
Resultado: De un total de quince personas encuestadas, diez personas equivalentes al
sesenta y siete por ciento de la muestra respondió: Sí, siendo la tendencia y razón en
general por formulaban dicha afirmación que las instituciones que trabajan en el Proceso
para Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal cumplen los plazos, al ser los Jueces
sumamente estrictos en el desarrollo del mismo. En cuanto al objeto y finalidad que
persigue el Proceso la tendencia afirmativa en general responde a que las sanciones que se
imponen buscan la reinserción del adolescente a su familia y a la sociedad. Cinco personas,
equivalentes al treinta y tres por ciento de la muestra respondieron que No, bajo la
tendencia que sí bien es cierto se cumplía con el Proceso para Adolescentes en Conflicto
con la Ley Penal, en cuanto a plazos y el Proceso como tal, el objeto y finalidad del mismo
se veía truncado y limitado pues al imponer las sanciones correspondientes no existe una
infraestructura adecuada y suficiente para que se cumplan las mismas, ni existe personal
suficiente que permita el seguimiento y fortalecimiento de la educación de los adolescentes
para su debida reinserción.
Análisis: La percepción del Sistema de Justicia en materia Penal para adolescentes en
Guatemala es positiva en cuanto a la forma de cumplimiento de los plazos y en cuanto a la
objetividad, así como finalidad que persigue el mismo. Siendo así que menos de la mitad de
las personas que han sido encuestadas piensan que dicho Sistema es deficiente en cuanto
a los aspectos comentados. Por lo que se puede verificar, por las respuestas
proporcionadas, que las disposiciones en Ley y su estructura también se consideran como
positivas.

168
Pregunta 3
¿A su criterio cree usted se cumple con lo dispuesto en el artículo 183 de la Ley PINA en
cuanto a la máxima prioridad que han de tener los órganos jurisdiccionales en el tratamiento
de los casos concretos, para que el internamiento sea lo más breve posible, cuando se
decrete para el adolescente una medida cautelar de privación de libertad provisional?
Resultado: De un total de quince personas encuestadas, trece personas que equivalen al
ochenta y siete por ciento de la muestra, respondió: Sí, en virtud que la aplicación del
artículo 183 resulta de la comisión de un delito grave, por lo que se le da máxima prioridad a
su trámite y consecuentemente el internamiento es breve. Dos personas que equivalen al
trece por ciento de la muestra respondieron: No, en virtud que la aplicación del artículo 183
en el Proceso se da dependiendo del criterio del Juez que conoce, pues no todos los casos
son iguales y su duración dependerá de las características particulares del caso.
Análisis: Como se ha podido observar, en las respuestas obtenidas, la prioridad que se le
da a la tramitación del Proceso es bastante buena cuando se trata de delitos considerados
como graves por el bien jurídico tutelado que violentan. Siendo el caso que un porcentaje
muy bajo afirma lo contrario, no por las disposiciones de la Ley, Sistema de Justicia o el
Proceso en sí, sino más bien por las características y particularidades que identifican a cada
caso que se conozca, que podrían influir para que éste demore más.

169
Pregunta 4
¿Existe un control efectivo entre los órganos jurisdiccionales que se encargan de conocer
respecto a los Procesos de Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal, durante el trámite,
interposición de la sanción socioeducativa y la ejecución de la misma?
Resultado: De un total de quince personas encuestadas, catorce personas que equivalen
al noventa y tres por ciento de la muestra contestaron: Sí, atendiendo a la tendencia que el
Ministerio Público cumple efectivamente con la Ley y con el Proceso en sí. Verificando que
se resguarde al menor en sus derechos y que se imponga la sanción adecuada e idónea
según el caso concreto. Además infieren que el Juez de Ejecución cumple con la función de
velar por el fiel cumplimiento de lo resuelto en sentencia, al punto que requieren informes de
autoridades y encargados de los adolescentes para verificar el debido cumplimiento de la
sanción.
Una persona que equivale al siete por ciento de la muestra respondió: No, en virtud
que los Jueces de Ejecución, las Instituciones que se encargan de velar por el cumplimiento
de las sanciones impuestas, son muy pocos en comparación a la cantidad de casos que se
presentan.
Análisis: El control del cumplimiento de las sanciones pareciera ser efectivo, según las
respuestas de las personas encuestadas. Pero en contraposición a lo que estas personas
afirman, la realidad social de Guatemala demuestra lo contrario, pues el índice de
transgresión a la Ley Penal por parte de los adolescentes, no disminuye o se mantiene, sino
más bien aumenta desmesuradamente

170
Pregunta 5
¿Cree que la estructura del Proceso de Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal, que se
ha contemplado en la Ley PINA, cumple con los objetivos especialísimos y finalidades
concretas que han de observarse en el Derecho de la Niñez y Adolescencia en cuanto al
tema trasgresional de los jóvenes?
Resultado: De un total de quince personas encuestadas, seis personas que equivalen al
cuarenta por ciento de la muestra contestaron: Sí, teniendo como tendencia que la Ley es
muy dinámica y los plazos son cortos. Además toda la normativa; en cuanto contenido,
principios y filosofía; se encuentra en plena concordancia con los convenios y pactos
internacionales en materia de Derecho de la Niñez y Adolescencia, buscando ante todo la
reinserción del adolescente y no la penalización. Nueve de las personas que equivalen al
sesenta por ciento de la muestra contestaron: No, justificando su respuesta en atención a
que hacen falta programas de rehabilitación para los adolescentes, las sanciones que se
imponen a dichas personas son muy bajas y por ello el crimen organizado los recluta para
delinquir. También cuando el adolescente es sentenciado y cumple los dieciocho años de
edad, éste sigue recluido en el centro especializado para adolescentes que se encuentran
aun en la minoría de edad.
Análisis: Las respuestas obtenidas por parte de los expertos hace manifiesta la necesidad
que existe en Guatemala de efectivamente fortalecer el Sistema de Justicia para
Adolescentes e invertir más recursos para el fortalecimiento de los Programas de
Rehabilitación, además de adecuar las sanciones tomando en cuenta la realidad social de
Guatemala.

171
Pregunta 6
¿Cree que es oportuna y necesaria la división del debate, en dos etapas, como lo establece
el artículo 214 de la Ley PINA. Para establecer en la primera el grado de responsabilidad y
posteriormente en la segunda, la idoneidad y justificación de la sanción?
Resultado: De un total de quince personas encuestadas, catorce personas que equivalen
al noventa y tres por ciento de la muestra contestaron: Sí, dado que a través de la división
del debate se extiende el tiempo de análisis para decidir mejor, se da la oportunidad de
realizar estudios psicológicos, sociológicos y médicos en general que coadyuvaran a poder
imponer la sanción más idónea, estableciendo primeramente la responsabilidad del
adolescente y posteriormente la sanción y su debida justificación. Una persona que equivale
al siete por ciento de la muestra contestó: No, dado a que por esta división del debate se
puede retrasar considerablemente el desarrollo y finalización del Proceso, contraviniendo
los principios que atienden el mismo.
Análisis: La división del debate para determinar primeramente el grado de responsabilidad
del adolescente, respecto a la comisión de un hecho que contravenga la Ley Penal, y
posteriormente la justificación de una sanción a imponer con atención a la retroalimentación
y justificación debida para hacerla efectiva, resulta importante y necesaria al atender los
criterios de las personas encuestadas. Pero es necesario que a pesar de la división del
debate se de seguridad y certeza jurídica para poder cumplir con el principio de celeridad y
prioridad que caracterizan el Proceso de Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal.

172
Pregunta 7
¿Cree usted que es conveniente que exista acceso a los recursos establecidos, desde el
artículo 227 al artículo 237 de la misma Ley, cuando la celeridad, brevedad del Proceso y
cuidados especializados, así como las características exclusivas contenidas en cada norma
que regula el Proceso son atendidas durante el transcurso de éste para tomar la decisión e
interponer una sanción y posteriormente ejecutar la misma. Todo lo anterior atendiendo a
que sí se le da trámite a éstos, se podría desvirtuar totalmente lo antes manifestado,
extendiendo el tiempo en que el adolescente se encuentre vinculado a un órgano
jurisdiccional, y atendiendo a la vez que las sanciones son socioeducativas y no punitivas?
Resultado: De un total de quince personas encuestadas, ocho personas que equivalen al
cincuenta y tres por ciento de la muestra contestaron: Sí, según la tendencia que la
existencia de los recursos dentro del Proceso son necesarios para poder tomar una
decisión ecuánime, debiendo cumplir, a través de la interposición de éstos, las garantías
procesales y constitucionales. Dos personas que equivalen al trece por ciento de la muestra
contestaron: Sí, pero no explicaron el motivo de su respuesta. Cinco personas que
equivalen al treinta y tres por ciento de la muestra contestaron: No, puesto que el
adolescente se encuentra sujeto a estar frecuentando el órgano jurisdiccional por un tiempo
más prolongado.
Análisis: La interposición de los recursos, que la Ley regula en un caso concreto dentro del
Proceso para Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal, son necesarios e indispensables
para el efectivo cumplimiento de los principios del debido proceso, derecho de defensa y,
específicamente los principios que la Ley reconoce en virtud de las características
especialísimas del Derecho de la Niñez y Adolescencia. Aunque para que ésta afirmación
se cumpla es imperativo tomar en cuenta que se necesita crear más órganos
jurisdiccionales que conozcan de dichos recursos, puesto que el Sistema de Justicia se
encuentra saturado y copado de expedientes, dificultando el irrestricto cumplimiento de los
plazos y disposiciones contenidas en Ley.

173
Pregunta 8
¿A su criterio, y de ser necesario, que aspectos abría de implementarse con el objeto de dar
pleno cumplimiento a los fines y principios que atienden el Proceso de Adolescentes en
Conflicto con la Ley Penal logrando, a través de éstas, mejorar el sistema de justicia para
dichas personas?
Resultado: De un total de quince personas encuestadas, el cien por ciento de la muestra
contesto: Sí, resumiéndose las motivaciones de la respuesta en la necesidad de aumentar
recursos dirigidos a las instituciones y órganos jurisdiccionales, aumentar y capacitar al
personal técnico, generar las condiciones optimas en los Centros de cumplimiento de
Sanciones para que puedan realizar sus atribuciones y centros de privación de libertad
provisional, crear más órganos jurisdiccionales.
Análisis: Considerando las respuestas de las personas encuestadas se hace evidente que
existen deficiencias grandes en el Proceso de Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal,
pero no dentro del cuerpo legal en sí, Ley de Protección Integral de la Niñez y
Adolescencia. Sino más bien dichas deficiencias se dan a consecuencia de la débil y poca
infraestructura del Sistema Legal en Guatemala, especialmente respecto al tema de los
adolescentes en conflicto con la Ley Penal.

174
Pregunta 9
¿Considera que existen medidas a implementar para reducir el índice de trasgresiones a la
Ley penal, por parte de los jóvenes?
Resultado: De un total de quince personas encuestadas, trece personas equivalentes al
ochenta y siete por ciento de la muestra contesto: Sí, manifestando que las medidas a
implementar debieran ser relacionadas con infraestructura, educación, mejores
oportunidades de desarrollo, aumento de las sanciones, reforma de los lugares de
cumplimiento de las sanciones. Dos personas equivalentes al trece por ciento de la muestra
contesto: No, tomando en cuenta, según los encuestados, que no se erradica el problema
antes que éste suceda. A la vez manifiestan que el gobierno no tiene voluntad política para
enfocar esfuerzos dirigidos a mejorar la calidad de vida de los adolescentes y con esto
reducir verdaderamente el índice de trasgresiones a la Ley Penal.
Análisis: Con las respuestas obtenidas, por los expertos en la pregunta número nueve, se
puede nuevamente evidenciar que las mejoras e implementaciones que se necesitan, con el
fin de mejorar el Sistema de Justicia para Adolescentes en Guatemala, son de orden
estructural, institucional y organizacional. Dejando a un lado la legislación, en cuanto a sus
disposiciones, contenido y estructura del Proceso para Adolescentes en Conflicto con la Ley
Penal.

175
Pregunta 10
¿Cree usted que es necesario considerar la aplicación de la normativa del Proceso para
Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal a jóvenes de menor edad a la comprendida
dentro de los grupos etarios que establece la Ley, en virtud de la incidencia en la comisión
de hechos tipificados como delitos, por dichas personas, desde más temprana edad?
Resultado: De un total de quince personas encuestadas, seis personas equivalentes al
cuarenta por ciento de la muestra contestaron: Sí, con la salvedad que al aplicar el Proceso
a personas de menor edad a la que actualmente está contemplada en Ley para ser sujetos
a Proceso, deberá ser aun más proteccionista, orientando y educando no sólo al niño, sino
a su núcleo familiar y especialmente a sus padres. También afirman que deberán
implementarse medidas rehabilitadoras mejor estructuradas y más prolongadas para el
niño, así como para las personas responsables de éste, con el fin de generar mejores
condiciones para que el niño se desarrollo de manera integral. Nueve personas
equivalentes al sesenta por ciento del total de la muestra contestaron: No, con fundamento
en que la aplicación del Proceso para Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal resulta
improcedente en virtud que existen convenios internacionales que regulan el tema y
establecen las edades límite para que puedan ser juzgados.
Análisis: A pesar que actualmente en Guatemala la comisión de hechos ilícitos y
trasgresiones a la Ley Penal en gran número se da por personas menores de edad, que se
encuentran por debajo de las edades consideradas en la Ley para ser juzgados, las
encuestas realizadas demuestran a consideración de los expertos que no es factible la
176
aplicación del Proceso para Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal, por convenios
internacionales que lo impiden. Siendo así que la solución a la problemática respecto al alto
índice de trasgresión a la Ley Penal, por parte de los menores de edad, no va orientada a la
aplicación de ésta a más temprana edad.

3.2.1 Discusión de Resultados, Trabajo de Campo

Lo expuesto anteriormente conduce a que la Ley de Protección Integral de la Niñez y


Adolescencia, específicamente el Proceso para Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal,
en cuanto a su estructura, contenido, procedimientos y plazos, no representa un obstáculo
para su efectiva aplicación en Guatemala, en virtud de los resultados del trabajo de campo y
el análisis comparativo realizado entre las legislaciones de Colombia y Costa Rica. Quedando
claro que la estructura del Proceso según lo regula el Decreto 27-2003, Ley de Protección
Integral de la Niñez y Adolescencia, resulta muy similar a los cuerpos legales comparados en
su contenido, estructura y plazos al desarrollarse el Proceso, siendo a nivel latinoamericano
las dos más desarrolladas.

Al comparar la situación de los adolescentes en cuanto a Trasgresiones a la Ley


Penal, a través de los medios informativos noticiosos, de manera general, de los tres
Estados cuya Ley referente al tema ha sido analizada, resulta evidente que en Guatemala
son mucho más frecuentes a pesar de la diferencia en los índices poblacionales. Siendo así
que los factores y causales influyentes en ésta afirmación se deben a factores ajenos al
cuerpo legal que regula el tema en el país.

177
La legislación que pone en plena vigencia todo el contenido en sí de la rama del
Derecho tratado, como normas positivas dentro de la estructura jurídica de un Estado, tiene
como función otorgar a los niños, niñas y adolescentes una protección integral. Aludiendo
que dicha legislación, de carácter especial, busca la defensa, protección, tutela, irrestricto
respeto y plena vigencia de los derechos que se les reconoce y que se encuentran
contemplados dentro de la misma Ley, con el objeto de lograr y cumplir con los Principios
que rigen el Derecho de la Niñez y Adolescencia. Lo que confirma que se debe velar, sin
excepción alguna, que los niños, niñas y adolescentes no sean expuestos a todas aquellas
situaciones y circunstancias en que los mismos vean en riesgo o peligro su persona, sus
bienes, derechos, y a la vez impedir la ejecución de acciones en las que puedan verse
perjudicados.

Los Principios y el contenido del Derecho de la Niñez y Adolescencia, en general,


informan el por qué de la existencia de la Legislación que regula dicha rama del derecho y
que se encuentra claramente definida en el Decreto 27-2003 del Congreso de la República
de Guatemala, Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia. El artículo 1 de dicho
cuerpo legal afirma: “La presente Ley es un instrumento jurídico de integración familiar y
sostenible de la niñez y adolescencia guatemalteca, dentro de un marco democrático e
irrestricto respeto a los derechos humanos.” 227

La finalidad que persigue específicamente el Proceso para Adolescentes en Conflicto


con la Ley Penal se encuentra enmarcada en el artículo 171 de la misma Ley, y que
textualmente dice de la siguiente manera: “El proceso de adolescentes en conflicto con la ley
penal, tendrá como objetivos establecer la existencia de una transgresión a la ley penal,
determinar quién es el autor o partícipe y ordenar la aplicación de las sanciones
correspondientes. Asimismo, buscará la reinserción del adolescente en su familia y en la
sociedad, según los principios rectores establecidos en la Ley.”228

Por lo antes expuesto se puede establecer que el Decreto 27-2003 enmarca los
aspectos necesarios e imperantes que demanda el carácter especialísimo y tutelar del

227
Decreto 27-2003. Op. Cit., artículo 1
228
Ibid., artículo 171

178
Derecho de la Niñez y Adolescencia. Su contenido es completo y apto para afrontar la
situación de trasgresión a la Ley Penal que se da por los adolescentes en Guatemala.

De tal forma que durante el transcurso de la historia de Guatemala las políticas


represivas, violentas y llenas de fines egoístas, que buscaban únicamente el crecimiento y
bienestar de unos cuantos, ha resultado ser un cáncer social, en virtud que tras varias
generaciones de posturas retrogradas, carentes de visión, con poca capacidad y miras al
crecimiento, fortalecimiento de la sociedad y del país, han logrado únicamente que la
población se degenere, que guarde sentimientos de odio, represión y deseos de venganza;
fomentando en general la falta de voluntad para poder crecer y desarrollarse de manera
coherente y proactiva. Procurando con lo anterior a las generaciones venideras la
incapacidad de formarse de manera íntegra, para poder conducirse en la vida como
individuos y personas sociales, correctas en su proceder y con esto propiciar su crecimiento
a nivel individual y colectivo.

Como complemento del análisis efectuado, las políticas estatales que se han
vislumbrado en los últimos gobiernos que han pasado, y que se ven en el actual gobierno, no
han sido coherentes con la realidad social del país y a la situación actual que viven todos los
jóvenes en Guatemala. Siendo el grupo poblacional más afectado, en todos los aspectos
negativos que sufre Guatemala, a raíz de la violencia, inseguridad, pobreza, falta de
educación y salud, así como políticas de gobierno que no prometen nada.

Por último dentro de los factores que influyen, directamente en el mejoramiento y


crecimiento del Sistema de Justicia para adolescentes en Guatemala, están los datos
sociales y culturales, que juegan un papel sumamente importante, en atención a que
indudablemente Guatemala es un país con una diversidad abundante y muy rica, en cuanto a
características o aspectos étnicos y culturales.

Al hacer hincapié en lo anterior, se afirma que los datos Sociales y Culturales, que
comprenden específicamente la sociedad de Guatemala dentro de la rama del Derecho que
se discute, son la diversidad étnica, cuestiones como la pluriculturalidad de los pueblos, que
a la vez son multilingües. Todo esto influye en la legislación nacional y su efectiva aplicación,
como se ha hecho mención, pues los aspectos que identifican y caracterizan nuestro país,
traen como consecuencia diversidad de creencias, costumbres, forma de pensar, así como
formas de solventar problemas y en general diversa cosmovisión del entorno que nos rodea,
179
pudiendo ser un factor positivo a considerar para desjudicializar el sistema de justicia y
ponerlo en manos de las organizaciones comunitarias de una forma más sería y acertada.

Además cuestiones como estatus socioeconómico, nivel educativo, creencia religiosa,


condición de vida; en cuanto a si el niño, niña o adolescente reside en el interior de la
República o reside en la Ciudad de Guatemala, si dicha persona proviene de una comunidad
rural o proviene de una comunidad urbana, si se ha desarrollado dentro de una familia
integrada o dentro de una familia disfuncional.

Los datos Sociales y Culturales que se han descrito, tienen plena injerencia en el
Derecho y sobre todo en el tema que se documenta en el presente trabajo de tesis; dado que
la aplicación de la legislación vigente se ve limitada en muchos casos a consecuencia de no
poder cumplir con aspectos como: infraestructura, personal capacitado y especializado,
instituciones que se ocupen del cumplimiento de lo decidido en casos concretos,
organización jurisdiccional en toda la República, organización departamental, municipal y
comunitaria; que verdaderamente se encuentre consiente, anuente y comprometida con su
trabajo y con la visión, así como objetivos de lo que realizan.

Como antecedente de la legislación, que se identificó como Decreto 61-69, que reguló
el Derecho de la Niñez y Adolescencia en Guatemala, durante muy poco tiempo, se puede
afirmar que es uno de los instrumentos legales más importantes que surgieron a la vida
jurídica de nuestro país, pues es el único que ha propuesto el establecimiento y creación de
instituciones que atendieran las necesidades de los niños, niñas y adolescentes, ya que
propuso la creación del Instituto Nacional para la Protección de Menores. Dicha institución
jamás se concretizo y surgió a la vida institucional de nuestro país. Otro de los avances
obtenidos por el Código de Menores, Decreto 61-69, fue el instituir a través de sus
disposiciones preliminares la conformación del Sistema Nacional de Tutela de Menores.

De las anteriores Instituciones que se mencionan en el párrafo anterior han sido las más
complejas y novedosas que la legislación de Guatemala ha intentado implementar en cuanto
a la tutela, cuidado y cumplimiento de los principios generales que enmarcan el Derecho de
la Niñez y Adolescencia como tal. Lamentablemente, se da el caso que debido a la falta de
voluntad y políticas estatales, así como programas de desarrollo para el fomento y puesta en
vigencia de dichas Instituciones, las mismas nunca surgen como tal a la vida jurídica e
institucional de Guatemala. Con excusas como la falta de presupuesto, la inoperancia real de
180
las instituciones que contemplaba el Código de Menores en contraste con la realidad social
de nuestro país, la poca agilidad y productividad de las mismas, además de una gran falta de
intención política por parte de los gobernantes de sacar adelántenle las mismas; a través de
estudios y análisis de la realidad que se enfrentaba socialmente en la época y las
necesidades reales de la niñez y adolescencia en cuanto a la prevención de la conducta
irregular, situaciones de riesgo, abandono y peligro de todos los denominados menores de
edad.

181
CONCLUSIONES
El Derecho que protege a los Niños, Niñas y Adolescentes en la actualidad, que
es conocido como Derecho de la Niñez y Adolescencia, es una rama
especialísima producto de la constante evolución del Derecho durante el
transcurso de la historia del ser humano, en especial lo relacionado al
resguardo, educación y reinserción de los jóvenes que trasgreden la Ley
Penal.

El Derecho de la Niñez y Adolescencia pertenece al Derecho Público,


constituyéndose como un Derecho especialísimo, proteccionista, tuitivo,
orientador, así como reeducador de aquellas personas consideradas como
menores de edad y cuyo calificativo o característica como tal la establece la ley
hasta arribar a la mayoría de edad.

El Derecho de la Niñez y Adolescencia, en esencia, tiene como objeto o


finalidad coadyuvar a la formación integral de todo niño, niña y adolescente a
través de su protección respecto a situaciones de riesgo, abandono y peligro.
Velando por su bienestar dentro de su entorno familiar y social, así como su
corrección y reeducación en casos de encontrarse en conflicto o trasgresión de
la Ley Penal.

Para cumplir los fines que se persiguen dentro del Derecho de la Niñez y
Adolescencia, en cuanto a la aplicación de la Legislación pertinente, otorga a
los denominados “menores de edad” privilegios, concedidos en virtud que
dichas personas se encuentran en pleno desarrollo de su personalidad,
incluyéndose dentro de la misma aspectos: físico, psicológico, emocional y
espiritual.

La legislación es positiva pero su impacto se ve reducido debido a los factores


que actualmente se ven reflejados en los hogares distorsionados, en la
sociedad violenta, falta de oportunidades y desarrollo sostenible. Todo lo
anterior por años de guerra, injusticia y sufrimiento, a causa de un conflicto
armado que duró más de cuarenta años y que acarreo pobreza, orfandad y
daños invaluables en toda la población en Guatemala.

182
La problemática que se presenta, en cuanto a la real y efectiva reincorporación
a su núcleo familiar, así como a la esfera social en la que se desenvuelven los
adolescentes que se han encontrado en conflicto con la Ley Penal, se da como
resultado de la historia social y política de Guatemala.

El panorama político de Guatemala, ha sido durante gran parte de su historia


como nación, uno tendiente a infundir posturas represivas, vengativas y
sumamente violentas. Carente de dialogo abierto, libre emisión de pensamiento
y apertura respecto a acceder a proyectos que engrandezcan al país.

El Proceso instituido para Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal, como


marco legal, dentro del Decreto 27-2003, Ley de Protección Integral de la
Niñez y Adolescencia, resulta ser sumamente parecido a los Procesos sobre el
mismo tema de los ordenamientos jurídicos de Colombia y Costa Rica. Por lo
que al realizar el análisis jurídico comparado y el trabajo de campo, se concluye
que el mismo sí responde a la necesidad y realidad social de Guatemala,
siendo así que su estructura, contenido, sanciones y plazos contemplados son
más favorables para los adolescentes, en contraposición a las otras dos
legislaciones.

183
RECOMENDACIONES
Para mejorar la efectividad y funcionalidad de la legislación de la niñez y
adolescencia, es importante tomar como premisa la creación de políticas
tendientes a la implementación de condiciones favorables y prioritarias en la
atención de los tópicos que trata y regula el Derecho de la Niñez y
Adolescencia. En pocas palabras inversión estatal y mayor gasto público
dedicado al sostenimiento de programas y proyectos de desarrollo para los
adolescentes y la niñez en general, que son la gran mayoría de la población
guatemalteca.

Para mantener a la vanguardia la legislación nacional existente, su aplicación


real y correcta, es necesario entre otras cosas realizar análisis comparativos de
modelos legislativos y normativos de otros países que se han encontrado en
situaciones similares a la de nuestro país y que con el apoyo de políticas
gubernamentales acertadas han logrado superar su estatus o situación
adversa. Desarrollando proyectos y políticas de gobierno, que han mejorado de
manera exponencial la no transgresión penal por parte de los adolescentes y a
la vez han proporcionado mejores oportunidades de desarrollo para todos los
niños, niñas y adolescentes que así lo han necesitado, favoreciendo la situación
en general del país.

Para fortalecer el Sistema de Justicia dirigido a adolescentes es necesario


establecer pilares básicos y fundamentales que procuren condiciones
sostenibles para el desarrollo de la generalidad o mayoría. Sin buscar intereses
particulares, egoístas y puramente degenerativos de la realidad, finalidad y
existencia de la cosa pública, así como su administración y gestión como tal.
Tomando en consideración que el fin supremo del Estado de Guatemala, según
lo estipula la Constitución Política de la República, al afirmar que el Estado
debe garantizar la vida, la seguridad, la justicia, la igualdad y el bien común,
traducido como el bienestar de la generalidad, predominando este sobre el bien
particular o individual.

184
Para agilizar los casos que sean puestos a conocimiento de la Sala de la Niñez
y Adolescencia, de la Corte Suprema de Justicia, es necesario que se creen
más Tribunales de dicha investidura en virtud que actualmente sólo existe uno.

Para coadyuvar el Sistema de Justicia para adolescentes, en cuanto al


cumplimiento de sus fines y principios, así como la protección en general de la
Niñez y Adolescencia, es necesario crear instituciones como las que fueran
reguladas anteriormente en el Código de Menores, decreto 61-69, como lo
fueron: el Instituto Nacional para la Protección de Menores y el Sistema
Nacional de Tutela de Menores.

185
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Porrúa Pérez, Francisco, “Teoría del Estado”, México, Editorial Porrúa, 1999.
Ossorio, Manuel, “Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales”, Editorial
Heliasta, 28 edición, Buenos Aires, Argentina, 2001.
Mendizábal Oses, Luis; “Derecho de Menores, Teoría General”, Ediciones Pirámide
S.A. Madrid, 1977,
Gutiérrez de Colmenares, Carmen María, Josefina Chacón de Machado, “Introducción
al Derecho”, Guatemala, Editorial Serviprensa S.A. 2003

Cabanellas, Guillermo, Diccionario de Derecho Usual, Tomo II, Buenos Aires, 1999,

Tocaben, Roberto. Elementos de Criminología Infanto Juvenil. 1997.

Zweigert, Konrad, “Introducción al Derecho Comparado”, Oxford University Press,


México D.F. 2002.

Cantero, Rocío; “Delincuencia Juvenil y Sociedad en Transformación” editorial Monte


Corvo, Madrid, España, 1988.
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Otras Referencias

Organismo Judicial, Proyecto “Implementación de la Convención sobre los derechos


del Niño”, UNICEF, Guatemala, 10 de noviembre del año 2000.
PRONICE, “La Doctrina sobre la Protección Integral de la Niñez” edición 1995.
Secretaria de Bienestar Social de la Presidencia, “Memoria de Labores de 1998”,
Licenciado Marco Tulio Cajas López, edición 1998.
Secretaria de Bienestar Social de la Presidencia, “Memoria de Labores de 1999”,
Licenciado Marco Tulio Cajas López, edición 1998.
Solórzano, Justo Vinicio, “Procedimiento de Justicia Penal Juvenil: Principios y
Garantías. Manual para operadores de justicia. Secretaria de Bienestar Social de la
Presidencia, UNICEF, Guatemala, edición 2000.
Viñas, Raúl Horacio; “Delincuencia Juvenil y Derecho Penal de Menores”, Argentina,
1984.

186
PRODEN, “Entre el Olvido y la Esperanza, la Niñez de Guatemala”. Subcomisión
regional de la Comisión Pro-Convención sobre los derechos de la Niñez, editorial
Higsa Gala, Guatemala, edición noviembre 1996.
González del Soler, José H; “Delincuencia y Derecho de Menores”, Argentina, 1986.
Guevara Solórzano, Yolanda Nineth. “Instituciones que se Dedican a la Reinserción
del Menor de Edad Transgresor a la Sociedad”, Guatemala, 2001,Tesis de
Licenciatura en Ciencias Jurídicas y Sociales, Universidad de San Carlos de
Guatemala
Díaz Siliezar, Gonzalo Horacio. “Régimen Jurídico Aplicable a los Menores de
Conducta Irregular”, Guatemala, 1987, Tesis de Licenciatura en Ciencias Jurídicas y
Sociales, Universidad de San Carlos de Guatemala
Ramírez Juárez, Nilda Amparo, “La Magistratura y la Segunda Instancia del Proceso
de Menores en la Legislación Guatemalteca”, Guatemala, 1986, Tesis de Licenciatura
en Ciencias Jurídicas y Sociales Universidad de San Carlos de Guatemala

Referencias Normativas

Constitución Política de la República de Guatemala


Decreto Ley 106, Código Civil de Guatemala, artículo sexto.

Decreto 27-2003 del Congreso de la Republica de Guatemala, “Ley de Protección


Integral de la Niñez y Adolescencia”

Ley 1098-2006, Código de la Infancia y Adolescencia, del Congreso de Colombia,

Ley 7576, Ley Justicia Penal Juvenil, Asamblea Legislativa de la República de Costa
Rica, 1996.

Resolución de la Sala Constitucional 6857-98 de las 16:27 horas de fecha 24 de


septiembre del año 1998, (Costa Rica).

Referencias Electrónicas

Entrevista Doctor Justo Solórzano, Oficial de Protección UNICEF Guatemala, 16 de


septiembre de 2008. www.unicef.org.gt/1_recursos_entrevistadoctorjustosolorzano

Entrevista Doctor Justo Solórzano, 03 de octubre 2008, UNICEF-RENAP.


www.unicef.org.gt/1.recursos_unicefguatemala

187
ANEXOS

188
UNIVERSIDAD RAFAEL LANDIVAR

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES

TRABAJO DE INVESTIGACIÓN DE GRADUACIÓN

Encuesta

Muy buen día, el motivo por el cual le quito unos minutos de su valioso tiempo es porque
estoy en proceso de realización del trabajo de Tesis, previo al otorgamiento del título de
Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales, dicho trabajo de investigación se titula:
“Régimen Jurídico Aplicable a los Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal, con
Relación al Derecho Comparado”, y en virtud que usted tiene conocimiento respecto al
tema, por el desempeño de su cargo, solicito su amable y valiosa colaboración al responder
la presente encuesta.

1. ¿Cuáles son los Centros Especiales de Custodia, existentes en Guatemala,


destinados para la estadía de adolescentes, cuando éstos son sujetos de una
Medida Cautelar de Privación de Libertad Provisional, enunciada como medida
excepcional en el artículo 180 literal g de la Ley de Protección Integral de la
Niñez y Adolescencia dentro del Proceso para Adolescentes en Conflicto con la
Ley Penal?
________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
____________________________________________________.

2. ¿A su criterio se cumple con lo dispuesto en la Ley en la parte que regula el


Proceso de Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal, en cuanto plazo y el
objeto, así como finalidades que persigue dicho Proceso?

SI__________. NO________.

¿Por Qué?

________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
_____________________________________________________.

189
3. ¿A su criterio cree usted se cumple con lo dispuesto en el artículo 183 de la Ley
PINA respecto a lo dispuesto a la máxima prioridad que han de tener los
órganos jurisdiccionales en el tratamiento de los casos concretos, para que el
internamiento sea lo mas breve posible, cuando se decrete para el adolescente
una medida cautelar de privación de libertad provisional?

SI__________. NO________.

¿Por Qué?

________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
_____________________________________________________.

4. ¿Existe un control efectivo entre los órganos jurisdiccionales que se encargan


de conocer respecto a los procesos de adolescentes en conflicto con la ley
penal, durante el trámite, interposición de la sanción socioeducativa y la
ejecución de la misma?

SI__________. NO________.

¿Por Qué?

________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
_____________________________________________________.

5. ¿Cree que la estructura del Proceso de Adolescentes en Conflicto con la Ley


Penal, que se ha contemplado en la Ley PINA, cumple con los objetivos
especialísimos y finalidades concretas que han de observarse en el Derecho de
la Niñez y Adolescencia en cuanto al tema trasgresional de los jóvenes?

SI__________. NO________.

¿Por Qué?

________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
________________________________________________________________________

190
________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
_____________________________________________________.

6. ¿Cree que es oportuna y necesaria la división de debate, en dos etapas, como


lo establece el artículo 214 de la Ley PINA. Para establecer en la primera el grado
de responsabilidad y posteriormente en la segunda, la idoneidad y justificación
de la sanción?

SI__________. NO________.

¿Por Qué?

________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
_____________________________________________________.

7. ¿Cree usted que es conveniente que exista acceso a los recursos establecidos,
desde el artículo 227 al artículo 237 de la misma Ley, cuando la celeridad,
brevedad del proceso y los cuidados especialísimos, así como las
características exclusivas contenidas en cada norma que regula el Proceso son
atendidas durante el transcurso de éste para tomar la decisión e interponer una
sanción y posteriormente ejecutar la misma. Todo lo anterior atendiendo a que
si se le da tramite a éstos, se podría desvirtuar totalmente lo antes manifestado,
extendiendo el tiempo en que el adolescente se encuentre vinculado a un
órgano jurisdiccional, y atendiendo a la vez que las sanciones son
socioeducativas y no punitivas?

SI__________. NO________.

¿Por Qué?

________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
_____________________________________________________.

191
8. ¿A su criterio, consideraría hay aspectos que abría de atenderse o
implementarse para dar pleno cumplimiento a los fines del Proceso y mejorar el
sistema de justicia para los adolescentes en conflicto con la Ley Penal?

SI__________. NO________.

¿Por Qué?

________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
_______________________________________________.

9. ¿Considera que existen medidas a implementar para reducir el índice de


trasgresiones a la Ley Penal, por parte de los jóvenes?

SI__________. NO________.

¿Po Qué?

________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
_____________________________________________________.

10. ¿Cree usted que es necesario considerar la aplicación de la normativa del


Proceso de Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal a jóvenes de menor
edad a la comprendida dentro de los grupos etáreos que establece la Ley, en
virtud de la incidencia en la comisión de hechos tipificados como delitos, por
dichas personas, desde más temprana edad?

SI__________. NO________.

¿Po Qué?

________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
192
Formato de Cuadro Comparativo
PRINCIPIOS GUATEMALA COLOMBIA COSTA RICA
ARTICULO ARTÍCULO ARTÍCULO
Debido Proceso
Principio de
Legalidad
Presunción de
Inocencia
Derecho a ser
Notificado
Inmediación
Alterabilidad
Adolescentes
Indígenas y demás
grupos étnicos
Aceptación de
Responsabilidad
Juzgamiento en
Ausencia
Derecho de Defensa
Derecho de
Contradicción
Derecho Abstenerse
a Declarar
Derecho de
Apelación
Reserva de
Diligencias
Derecho a la
Privacidad
Rebeldía
Doble Protección
Antecedentes
Judiciales
Protección Integral
Perspectiva de
Genero
Responsabilidad
Parental
Interés Superior
Igualdad
Principio
Oportunidad (delitos
grupos armados)
193
Principio de
determinación de la
Sanción
Doble Función para
Jueces
Principio de
Oportunidad,
Conciliación y
Reparación de Daños
Grupo Etario
Proceso Aplicable

Sanciones

Ejecución de
Sanciones
Derechos
Reconocidos
(ejecución de
Sanciones)
Plazos

Instituciones
Encargadas
Recursos

194
Cuadro Comparativo
PRINCIPIOS GUATEMALA COLOMBIA COSTA RICA
ARTÍCULO ARTÍCULO ARTÍCULO
Debido Proceso 148 150 16
Principio de 145 152 13
Legalidad
Presunción de 147 150 15
Inocencia
Derecho a ser 142 tercer párrafo 151 X
Notificado 144 tercer párrafo
Inmediación 155
Alterabilidad X 157 X
Adolescentes 14 156 X
Indígenas y demás
grupos étnicos
Aceptación de X 175 X
Responsabilidad
Juzgamiento en 142 158 50
Ausencia
Derecho de Defensa 155 y 156 151 y 154 22, 23 y 37
Derecho de 156 151 24
Contradicción
Derecho Abstenerse 149 X 17
a Declarar
Derecho de 230 151 X
Apelación
Reserva de 153 153 X
Diligencias
Derecho a la 152 X 20
Privacidad
Rebeldía 162 158 32
Doble Protección X 146 X
Antecedentes X 159 X
Judiciales
Protección Integral 50 y 80 X 11
Perspectiva de X 12 X
Genero
Responsabilidad 163 14 33
Parental
Interés Superior 5 y 151 X 7
Igualdad 10 , 24 y 143 X 11
Principio X 175 X
Oportunidad (delitos
grupos armados)
195
Principio de 158 179 26
determinación de la
Sanción
Doble Función para X 167 X
Jueces
Principio de 178, 185 Y 194 170 y 174 55, 56, 75,76 , 77 y
Oportunidad, 127
Conciliación y
Reparación de Daños
Grupo Etario 133 y 136 143 y 169 4y6
Proceso Aplicable Capítulo V 144 8y9

Sanciones Capítulo VIII Capítulo V Capítulo II

Ejecución de Sección III 179 Capítulo III


Sanciones
Derechos 260 180 138
Reconocidos
(ejecución de
Sanciones)
Plazos 200 144 52 y 53

Instituciones 85 y 163 Libro III; Capítulo I 43


Encargadas
Recursos Capítulo VII 151 Capítulo V

196

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