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en qsntd qúe ld mdyor parte de las obra están en ínglés y nada análogo

se encuentia en espafrol, c¡eemas que por esta ¡azón tenga utilidad'Pdt6


los estudiantes de oqu.eología, y también para los especialistas 'pteda sertit
como rnemorándum, yd que se dispone en un solo volum¿n de datos a
informes diserninados en las numerosas ob¡as que aparecen en la biblít
grcfía finol.
Teniendo como mira lo anterior, esta obra comprenderá, primeramente,
principios
'gráficas
sob¡e la Estratigrafía y su significado; las excavaciones es-tratí-
y l.a técnica de las mívnas; enseguída una sección relativa a los INTRODUCCIÓN
sístemds de fabricacíón de la cerámica, la propíedades del barro y ottos
aspectos inhe¡entss a'la elaboración de este producto y, finalmente, como
el estudio de 1a ce¡ámica en toda
pdrte más importdntu y nws tolumínosd, so inicía el estudio de las distintdl I,rr iurportancia que tiene en Ia actuaiidad y gtatlls^,:
'cerátnicas es innegabl"
representativas da las calturos más sígníficativas de Mesoaméricd., r l,sc ile irr,estigacion.r'i"-.rra"r"r arqueológico, a 1a consistencla
Esto se debe
de confonnídad con los diferentes horizontes y áreas culturalzs que se hArt i,llrr sc han obtenido ..r,io¿o' de gran valor'
a la"cual este material no stifre^t^1T?]"t'"t
establ¿cido y acompañado de la ilustracíones m-ás completas. ¡lrrPia de Ia cerámica, ñ;t
por 1o que se consewa casi intacto'
rlrlrrrmaciones y Pocas'"1tt""io"t', Gracias
condiciones a cuando fue fab¡icado'
v plicticarnente en iguales -ropá"n
de años y sigios' sin perder
,r r,rr calidacl y clureza, enterramie¡tos
de ,a cerámica' es que Por
;;,';;;,;, ;. sls cualiá^dei' Otra característica culturales entre'
,,,,,,ii" se pueden establecer contactos v relaciones
á.-ar,
ds s5l¡ nrorlucto motiva influencias
rlrvt'rsos pueblos, y, q,a e1 intercambio
;;;';;;;1"t modo' indica
mis.aieiaáos' En cierto
¡,, i1rLocas o estal'¡lecidas y decoraciones'
,,,,,',\¡i. .r medio ambie;i.,'q". se refleia .., t,t dibuios
.¡ ,.vñrcsa frun^ i.'ia
lr flora región; á1go p'ede saberse también de la
" la. fabricó' del adelanto que elcanz'ron
;',,;iliiJ; ;ropia áe) pueblo que
lrr su civilización, 1o *i* q"L podem-os adentrarnos en el conocimiento
están ilustrados los dioses
;l;' ;,, t.úi¿;, por el r.,"tr," ¿J q"" *oth's veces o estilizada' queda-
,',r.:i¿rá.i q".'r¿orrbr',,,-to' qu",
t" forma naturalista
o bien se obseroa una metamorfosis más o menos completa
lr;rrr clibujarlos,
naturalistas' para trocarse en
rlr los elementos que en un princípio fueron,
tias un análisis detenido' se ¡evelan como
,,',,,ret.l.or, q.r" fr.."t't"*t'ntt,
rllrivacionesa"figor"rt't"otts'gicasomástípicoeseidelaserpiente'
:i,,;, ;;;;t.tentaáa er, *u"h's fo¡mas y estilos
y' en menor escala' ocurre
li, ,nisr¡o con otros animales'
hornbre desde muy re-
l,l industria de la aifarería fue inventada por e1
en Fiuropa y en crianto a
rrrotr antigiiedad; desde la época neolítica ocurr'e
aPSre:e desde muy
l,rs gLandÁ civiiizaciones del Oriente y Mesoriente'
tr'rrrpranas edades. La vemos ya. en uso
en époc:rs pre-faraónicas y.en Amé-
¡rcrt tan'rbién se encuentra épo"" muy ántiguas' Si bien es cierto que
"'
l,r ;rgLiculttra .. ..rt",io' ^ t" "ite*i"' et' Nnesoa*érica'
tenemos pruebas
ya en el horizonte más
tlr. su existen.i, ¿.r¿. *.r1. i.*pr^n, e'lad, que
desrr¡ollada en
,,,,ti*r.r"" el p.etlásico,'apa'ece-la cerámicá sumamente
,.,
(rr:irrto a" técnica, f;;;-; ialidad, 1o que nos inclica que üo surgió de
lepente, sino que los primeros pasos deben haber sido muy lentos y I l,,,tlcoósitosestratigráficospuedenclasificarsecomo:19'arqueológicos;
trávés de muchos años; por 1o tanto, el inicio de este elemento debe scr
,, ,,,¡'','nlógicos y geológicos; y 39, geológicos'
re-
también de una gran antigiiedad. I , lrt rtilrrfia'aptlc,aa a la arqueología es un hecho ¡elativamente fue
En ¡ealidad fue hasta hace unos cuantos aíros, para precisar meior, haci[ ,,,. .,,*q"u" i.rtid,d J p"*"o'"de^la E'stratigrafía geológica'
"r, Smiü,-,tgú"' 1o refiere Sir Mo¡timer Wheeler' r quien
1as primeras décadas del siglo actual, que los arqueólogos se die¡on cuent:t .i ,ii,,,,, f'dtrata') por fósiles con
de ia importancia que tenía y el auxilio tan valioso que rePresentaba h , , i,,rri pubiicó'un estudio'titulado Estrata identificada
de las diferentes
inició una nueva era en el estudio
ceránica en las investigaciones de carácte¡ arqueológico, por lo que, a partir ,,, ,tttstt¡tiy con ello se
hemos visto en párrafos
de 1910, se tomó como base principai el análisis de la cerámica en los es- , l."fAii.as y de ,iti ,rt aplicación, como por el homtre (y
,,,r( riores. Así como qu.'los desperdicios dejados
tudios de esa materia. Con apoyo a esa anotación, hasta la fecha se ha ob- ".-ot a la lim-
tenido un conocimiento bastante detallado y correcto de los distintos ho- . ,,,,,rlto más primitiv" ,t""'"'' socieáad, será menos propensd
', .:r que se.van de-
¡izontes culturales dc N4esoamérica. i,,¡ v habrá un mayor acurnulamiento de desperdicios) por
ios ,i,,os y los siglos en un debido orden: es decir'
Como veremos en su oportunidad, las priilreras excavaciones de caráctcr
, ,'',';¿r.l'rrrr¿,
",;;.'.""r" a.p¿ginas
] ' irt de un libro' dcbcn quedar en ordén succsivo'
estratigráfico, en.rprendidas por cl docto¡ Nlanuel Gamio cn Azcapotzalcrr esiratos o caPas' es
y Teotihuacán, puecle decirse que constitu,ven el pririer escalón de_ caráctcr
, l, ,,,i motivo, en la práctica, la identificación de losbien' como esta acu-
,r j,,i,,.,p^t fin ¿el arqueólogo al descubrirlos' Ahóra
iientífico y iécnico en el estudio c1e ia cerámica arqueológica de Meso- de las mismas corresponden
,,,,rl,rr:iirn de estratos o a'p"" y los contelidos
américa. va:I cambiando o
,lrlt rcntes periodos y , á;,tii't^' clases y a obietos 11e
, ',,lucionando a través del tiempo, nos permrte
identificar la cultura o las
, Lrltrruts que en ese preciso lugar tuvióron su desarrollo' Este hecho se
d-e México'y sé ha podido
La rsln,tlrcnarͿ i, r,r,,tra con frecuenci, .rrtr. lasiulturas antiguas
pasó una de-
,rlr,,r,rvilf, no solamente-las distintas fases evolutivbs, forque
como se verá
r, r,¡rirrada cultura sino iami¡ié" y con bastante
frecúencia'
, ,,li l,*ro de este trabajo, se ]rai1a., superpuestas dos; tres o más ctrlturas
La estratigrafía aplicacla a la arqueología tiene por principal mira y ob- át.' pot indefiriidó'
jeto eI descubrirniento c1e las superposiciones de culturas. Así como eir te-
,l r ocuparon ia misrna -quetiemprl
o sucesión de capas'
I luy que tener en cuenta esta s.uperposición
rrenos geológicos aparecen diversos estratos superpuestos, que indican una horizontal' sino
,,,,,r,r lo hace notar Wheeler, no son slemPre en sentido
mayor antigüedad de los inferiores, otro tanto puede decirse que ocurre con ,, , rrnrs pueden §er menores qtrc otras o. iot*tt.¡tqt'tn']t TLl]:,iti""tt
los vestigios dejados por el hombre. Cuando un pueblo llega y se establece ,l ,,1,..c. irolongaciones de dete¡r¡rinada clase dc tierra o de
deposttos que
en una región, deposita sus desperdicios, que se van acumulando y ente- ., ,,,,iiio1,.i. totlo"el coniunto del terrcno estratigráfico. En las ilustraciones
rranclo en ei suelo. Al cabo de años o siglos, estos primeros pobladores ,,,lrpo'r¿r."tcs (figur;1f poa.*ot oltt:llt dos clases de estratificación
abandonan 1a región y otrcs nuevos liegan a poblarla y entonces éstos, a o-1ra. (figura 2) de
,,,rlural:la primera to;á; áe la ob¡a de Wheeler Y l-a
la distinción de suce-
su vez, depositan sus desechos, los que se sobreponen a los descartados por l, ,.xcavación xrrr de cholula. Aquí se puede observar
db'""'" la irregularidad de las caPas rv y vr
los habitantes anteriores. En consecuencia, al hacerse un corte estratigrá- r,»r de caPas: er ia primera
'"
,. r u el esgundo e¡eruplo, una completa regularidad cle las distintas
sucesio-
fico en ese lugar, se observan variaciones notables entre los vestigios de los
primeros, en comparación con ios clc los segundos. ,,, r;rle capás.
nivel y caPa'
Este hecho se registra con frecuencia constante entre los antiguos pue- A;,t.; á. seguir adelante conviene hacer la distinción entre
de arqueología se habla de nivel o de
blos y culturas de México, I se ha podido observar, no solamente las dis- r,r rlrre frecuentemente en las ob¡as
término, cuanclo en realidad son dos accpciones
tintas culttiras que se desarrollaron, sino que al n-rismo tiempo, indicaciones ,,,¡,,i si fuera igual
"o*o Capa
,t,i,,r..rtes.2 es s"inónin-ro de estrato, o sea' una fo¡mación mhs o ruenos
de diversas fases de desarrollo por las que Pasaron estos pueblos. Ocurie
con frecuencia que sc hallen snpcrpuestas dos, tres o más culturas quc ocu- I Wheeler, 1956, p. 57.
r ltll té¡mino nivel es usado especialrnente por_ arqueólogos ameticanos, P.ero por
paron la misma región por tiempo indcfinidr¡ y así se tiene la edad relativa |';' ho¡izontal equivalunte a Profundi-
¡r,r,cl debe entenderse .";;;;'f-i;;;
de esos vestigios, ya que solamente por medio de otros sistemas se obtiene el término "laycr" (capa)
,l.r,l. f:r canrl,rio, for rutor.r"i'igitttt "t" ''"'riablernenie
la edad absoluta de los vestigios antigtios. ¿. ".o"ti-";;"*e"sig;;tic' t¡mbién capa' Sin embargo' el ténnino
y Irs lranceses
"f

L
mezcla de dos culturas:
gruesa de acumulación de desechos,, en tanto que.uivel_esgq. espaciq-_¡giir ,1, rrtro <ie iierra n.ruy comPacta, se notó que había
la
tivamenié pegueñg,_rlga lineg, por Io que puede habei di§tinos niveies dentro ,,',','i'r,,L.r", y.f,ftutt.óa y conforme sé auat'"ba hacia abaio aparecíade
de üna misma capa y por lo tanto, és conveniente hacer clara distinciór¡ , ,,,,, rnás reciente. Esto iuvo su explicación por la inversión estra-
por
entre una y otra. r,,...,i lceptamos que en épocas ant\guas hubo remociones Provocadas
motiáron el rebajamiento de la pequeña construcción
Esta estratigrafía naturai como hemos visto, corresponde a un acumulit ¡, ¡rrl('s naturaies que
miento continuo y frecuente, de desperdicios dejados por agrupaciones ql¡c ,,, ,1,»rtle se hizo esta exploración, poi 1o que se fueron-depositando los
se establecen en un mismo lugar. Por otra parte, Ia situación, ordenamiento rrr rtr rirtlcs choiultecas conteniclos en
la parte superior de- la_estructula' en
tlcl
y colocación de las capas estratigráficas es variado. No siempre y no clr tr Ilrrlc rnás baia del ter¡eno. Por lo tanto, al continuar la'desirücción
-§obre
todos los casos, cada capa contiene restos del hombre. Puede ocurrir quc , ,,,i ,,:,, qu. J"r.r,rr"ba restos teotihuaianos' estos últimos quedaron
haya estratos estériles entre una y otra capa y no son siernpre de ura hori ,t, ¡,,,sitados en la parte a1ta.y apa'entaban ser los rrás recientes (figura 5)'
zontalidad absoluta. ,,lr,,.rrofrecuentedeestratigrafíaini'e¡tida,ocurreenelinterior-delas
Ocurre también Io que se ha clenoninado estratigrafía artificial. En este , il{ \'irs, conlo se conprobó ., iá dt "Cabaliito
Blanco"' cerca de Yagul'
caso, con frecuencia las capas estraiigráficas corresponden y estarán reprc. . ,,ít, distancia ¿á ltitlr, en do.cle se encontraron ta,rbién las capas
sentadas por superposiciones de edificios. Como sabemos, este caso es muy ,,,r,rlicias.Estosedebióaquttt'lapartesuperiorexistióunmontículode-
f¡ecuente en Mesoamérica. Tenemos muchísimos ejemplos ai respecto, los ,,,, r.-ir. clestruyenclo paulátina'nente y entonces los restos quedaron 6)'
cueva, Pero en sentido inve¡so (figura
más cercanos y conocidos son los de Tenayuca y Cholula en que existen en ,i,'i,,,.1o, en el interior de la
el primero, ocho superposiciones; en ei segundo, tres grandes, pirámides qucr l,0r lo t¿rnto es preciso clistinguir entre estratigrafía natural
y estratigrafía
perteneccn a distintas épocas. Esta estratigrafía artificial es muy vaiiosl formación natural y aqueilos de for-
iltrlic.ial, 1o mismo entre depósltos de
porque corresponde a distintas épocas; el relleno de cada uno de estos edi- ,,r.r, rtitt artificial.
ficios contiene restos de épocas anteriores. En efecto, en el relleno d8
cada uno de estos edificios, se encuentran por lo general fragmentos de ce-
rámica que venía dentro de la tierra utilizada para construir este preciso I :, t rttigrafía natural
edificio. En ia figura 3 se ilustra esta estratigrafía tan frecuente en las
( lonsiste en que las capas de formación natural, están hechas por agentes
construcciones de Mesoamérica y es ahí donde se ha explorado y se han
obtenido datos n-ruy irnportantes. il;rtrrr:lles tales como máteriales c1e acarreo, capas de arena, sedimentos,
, t r'óte ra.
Hay otro tipo de estratigrafía en parte geológica y en parte natural, como
es el caso en Copilco y otros iugares de donde han ocurrido erupciones vol-
cánicas en que los restos humanos quedaron sellados y tapados por cenizas I., t r<tI ígraf ía artificial
volcánicas o por lava. Es frecuelte t¿rmbiél que ocurran diferentes erup'
ciones cn distintas épocas que sellan estas superposiciones. Sc distingue en establecer capas arbitrarias o métricas de determinado
Existe otra clase de estratigrafía qrie se ha liamado "invertida" debido a r'ril)csor sobre esiratos naturales.
que ocurre una inversión cle estratos. De acuerdo con este hecho las capas
más recientes se encuentran abajo y las más antiguas en la parte superior; I)tpósitos naturales
esto se clebe a que ha habido una inversión de las distintás capas.
Este hecho es frecuente, especialmente al pie de Ias laderas, y se debe I Ian sido depositados por agentes naturales, por medio de deslizamientos,
a que en la parte superior ha habido un continuo deslizamiento de mate- ir( ilrrco por agua, etcétera.
riales que se van depositando en la parte inferior de esta elevación (fi-
gura 4).
I )r,fósítos ar tifíciales
En Cholula se presentó otro caso de estratigrafía in'r,ertida; al practicarse
varios pozos estratigráficos, en uno de ellos, al llegar a ias capas \? y 6a
Ac¡uéllos colocados directamente por ei hombre como es el caso en
1a

,,,r¡rcrposición de pisos o c1e estructufas que contienen material más antiguo


niyel cn ]a actualidad es usado con tal uranimidad que se ha aceptado corno sinó-
nimo de capa o cstrato. ,lrrc fue depositado en el relleno.

IO il
indicaciór¡
En tal virtud, como vemos, la tendencia de la estratigrafía es la recor¡s ,,1 rrtos alusivos a la antigua religión de esos pueblos. una.buena
trucción del desanollo cultural de un determinado sitio, por medio dcl ,',,,,,,.t.,1ora de muchá resultado, es la gran abundancia de fragmentos'
t,
estudio de los contenidos de las capas o estratos que allí se encuentran, ,lrr! jl)iLrece[ en ta superficie, como es el hecho frecuente en ]ocaiirlades
teniendo como norma principal, Ia circunstancia de que las capas inferiorcs ,,,,lrsicas de la parte norte del Vaile de México, en especial et Za'
son las más antiguas y las más recientes las superiores, a menos que hay:r , ,,,1,,, fi.o*án'y El Arbolillo. Una vez encontraCo y elegido el lugar
cantidaú de material' se principia el corte
habido remociones como ya hemos indicado. Este enunciado de la "Lcy ,,,', ,.'pt.tu* e ariplará mayor
«Ie Supe¡posiciones" como lo indica Haury, fue primeramente empleado , , iu,ifi.o qtr. pr"d. ser de 2, 4 t más metros cuadrados; un ténnino
en Inglaterra por los geólogos, hará unos 150 años, a fin de establecer r:l ,,,,,lirr rle 2.50 metros Por iado, es mu,r' adecuado Porque-permite obte-
a3
según que
¡elaüvo orden de las capas terrestres. En 1836, C. |. Thompson, en Dina, ,,, 1,,, ¿rtot necesatios, rri,qu. este pozo puede ser más ampiio' con el
marca, aplicó este principio, pero ahora con el fin áe deteráinar la crono. . 1 L ',pcsor c1e la tier¡a uegetal sea más o'*é-t'ot gruesa, y de acuerdo
-r. de iniciar
persiga' Sin embargo,,qoq-vlele.ante-s
logía de los artefactos humanos. ¡,,,,1,i.,,t, específico qu.
Por otra parte, el estudio estratigráfico permite reconocer 14 edad relativ:¡ i , , ,,,r,,ación, recogei un buen muestrario de los tiestos superficiales para
de los contenidos, ya que la edad absoluta solamente por medio de otros r,,( r ura idea de la últi*a cultura que allí se estableció'
l,or l]rcdio dc un cordel y 4 estacas se cletermina la extensión cn los
lados
procedimientos como es Ia Geocromología, el análisis del polen, el estudio d«:
las varvas sedimentarias, la Dendrocronología, el Carbono 14 y otros más, i i¡,,,rn y en seguida se inicia el corte por medio de capas convencionales'
',,r.rro de tratarse de estratigrafía natural,.puede ser de 20' 30 o 50 cms'
se llegan a obtener datos más exactos. La estratigrafía nos permite reconoccr ¡, ,
la edad relativa de ios contenidos, de los estratos en que, por regla general, ,l ,.,,1r"ro, c1e conformidacl con la abundancia de fragmentos que ocurlen
, rr ,'l terreno o de acuerclo con'otras circunstancias (figura 7)''
son más antiguos los que se encuentran en las capas inferiores. Podemos El co"te-
establecer Ia edad relativa de estos contenidos, comparándolos cou material ,,',1,r cle cad¿r estrato.es inmediatamenté cernido y separado, y a continua-
, r,,n colocado en bolsas. Al terminar ia primera caPa y que se
de otras áreas cuya edad ya se conoce. hará suce-
rr,rrucrte con iás siguientes: se limpia perfectamente, se emPalejan tanio
I l,rso cono irs prádes del pozo y p'i' controlar la profundidad de las
Técnícas de excayacíón ,,1l,,r,.rp.ror.le las misnias y a "ruet e-n qrle se encuentren los obietos
1,,', ,,1rrrira^r, se tiende
u, cárciel a nivel en los extremos superiores y al
Las técnicas empleadas en la estratigrafía, consisten en abrir pozos, trin-
,',,,t,,i clel pozo, que se fiia por meriio de estacas o gruesos clavos. Ésta
cheras u otra ciase de cortes. Lo más f¡ecuente y 1o más económico a Ia rri,: de base para^de allí tomar todas las medidas que vayan siendo nece*
vez que eI sistema más rápido que por lo común es e1 más usado, es el dc rri;rs, lirs profurdidades y los nil'cles'
abrir pozos, después de escoger el preciso lugar que pron.reta dar el mejor que se recomienda sean
I )c prirnera importancia es marcar las bolsas,
resultado. En el caso de las grandes zonas arqueológicas o ciudades, elr ,1, llr,,esa -anta y de un tamaño aproximado de 0'40 cms' dé fondo por
general los edificios y otras construcciones se hallan agrupados, como ocu- l t0 cle arrcho q,ré quedará aseguracli por n.redio de sólida cuerda. En caso'
rre en la zona ÍDaya, en l\{onte Albán, Xochicalco, Teotihuacán, etcétera, ,lr lr.atarse c1e una corta y prelin-rinar cxploración o cuando ei laboratorio se
y es frecuente que los desperdicios estén situados en las orillas, preferente- , rrt rrcnire cerca de pueden usárse bolsas de papel' que tienen la
U ,ánÁ,
mente cerca de las pendientes, va.que casi nunca aparecen en.las plazas de maneiarse .o, *iyot facilidad-y ser más económicas' pero de
o centros ceremoniales por estar más bien cuidados y lirrpios. por 1o tanto, ' nlrja exploiación forlral I'detenida, y sobretoclo crrando'
¡,,,,.,r cluración. Para una
en el caso de localidades de elaborado urbanismo, es más difícil localizar , I rrreterial rleba de transpoitarse a grandes distancias, debert usarse de tela.
los basureros o Iugares dc desecho, por lo que es conveniente hacer varios Annque las indicaciones son convencionales v apropiadas para cada tipo
cortes preliminares, a fin de encontrar el sitio propicio. En zonas arqueo- ,1,, cxpltración, se reco,riendan las anotaciones siguientes que deberán
mar-
Iógicas de menor desarrollo o bien situadas en lugaies planos, como plede ,,,,r. .. el exterior con tinta indeleble y en el interior por rnedio de una
scr Teotihuacán y cholula, sus vestigios se hallan colocados en grandes l,rrje l:r indicadora.
porciones de terreno. De preferencia hay que excavar en terrenos que
correspondan a la zona residencial del lugar, donde hubo mayor ocupación en cuenta más
:t l,e cscuela euroPeA, err eSpecial la inglesa, recomienda no tomar
^ior-"rirrto,
humana ), .diaria, por lo q,e es ahí donde deben encontrarse más cantidad ,rriorál.r, sin sistematizár ni aplicar el método de capas co,ven-
1,,
de desechos, sin dejar de explorar eJ, centro religioso, el que puede contener , r()lr:rlcs o métricas.

t2 13
Nombre del lugar que se explora.
t'llll()dclUéxicooseaelpreciáSico,elclásicovenlasCaPassuPelloles,
POZO NS
,l r.lrcca y azteca 1rlg"' áñ;;; fueron óápiltá que contiene restos del
CaPa N9 y *Jio, ío' que
"" t"u^¿oi Por grueso- manto de
Nombre del arqueólogo o ayudante encargado directamente ¡*r,t'lirsico inferior ocuPado
muy posteriores fue Por Pue-
i¿r'.r sobre ,up","tá "" epoi"
de Ia excavación. "uy,
I'1il,, ltz.tccas.
Fecha. cuidado en que los
( )rrruo dijirnos, es muy necesario que se tenga especial
regulares' muy fre-
Es
En esa forma se continúa hasta llegar a tereno geológico. Muchas veccl ,,,rl.s de cada lado dti ;;;;;;'ip"'r"tt"ítntálos op"t"iot en ir reduciendo
r rrlrrlc y hay muchas
t" tendenóia entre
ocurre que se encuent¡an capas estériles, por 1o que se pre_sume que yá no ""t"
r.1 nozo de tal maneru qo" ti
se tiene suficiente cuiilado' se
convierte en
habrá más vestigios,.pero no debe detenerse allí la excavación, precisa coil. "o que, al Practicar un
tinuar hasta abajo, a fin de agotar todas las posibilidades, es decir, lleglt ,,:,,,1:#¿;;'";;;;. también ocurre ocasionalmente
este hallazgo ei sumame¡te inte-
a terreno geológico, que puede ser ioca o tepetate, o aiguna otra formt. se ilegan a
1,,,¡o
rr',,rlntc, aunque
"".";;;;;-;tie"os;
viene a destruir la secuencia de las
capas;
, ción que indique definitivamente que no puede haber material más abajo, ",. "'"'io-*odo o bien se dedica al
litl motivo, r" rlgut""'" áá ""t' dos alternativas;
Muy frecuentemente, y cosa que ocurre en especial en los valles centralel ¡r,rr
,1,'',r'ttl;rimiento total, ;;Plti; áLl
e"tierro' desechando todos los datos
de México, el nivel del agua muchas veces es muy alto, pero esto no es uÍ hace un nuevo Pozo' siendo aconse-
,impedimento para continuar la excavación del pozo, ya que pueden ocurrif ,trl('riores que se t,t' o¡it'"i¿o, o se
csto último. Si" ;;;;;;,'"1 t?s: de no encontrir tetreno suficiente-
restos abajo de este nivel de agua, como ha ocurrido en varios sitios dond€ l,rlrl. hacer una pequeña extensión del
aparecen cuituras más antiguas abajo de ese nivel. En tal caso, si se disponO nrt'tttc g¡ande, .rrto"t'-'Ji"pttft'Oft y practicar un pequeño
de medios, es conveniente bombear el agua hasta agotar todas las posibili. ,r¿o. Ír fin de no p*d", i;:.á;encia estratigráfica
'dades. AI llegar al final del pozo, que puede ser, según las condiciones del i',,,,'l lrrm encontrar la ofrenda'
terreno, de pocos o muchos metros, se empareja el piso y las paredes a fin ()lro Pr-qcedisrlento e¡ et-de3!¡!¡-una trinchera en vez de,¡¡JlloJ-en
,,.,,f i,1á-"", tri.,Chéra'cortéspónde
á uáá serie ile pozos aunque esto es
de estudiar la secuencia de las capas, ilustrándolas en gráficas adecuadas, explorar o también
,como las que' se iiustran en la figura 2 tomadas de las exploracionci r¡r;is ntilizable á"-u'n montículo que se quiára
-trinchera
"r, "l ",,o L r.."rq*Ufe abrir una que para facili-
hechas en Cholula.
' Es aconsejable algunas .r lt:rrenos accidentado"s en forma facilita el trabajo
veces dejar una peqüeña columna en,uno de lot lrl t:i trabaio puede ser-escalorrada' ya clle esta
de trincheras ha sido
rlt' t'xploraciór, y ,"ti'o áti t"o*Uio'
Éste sistema
costados del pozo, con objeto de poder estudiar más claramente los con, como lo vemos en el Cerro
tenidos v la estructura de cada una de las capas. Hay también un sistema rrrrrv rrtilizado por los -tq.tOl"g"lamericanos' 5 o por Mac Neish
a á Pánuco por Eklolm
consistente eü sacar una réplica exacta de las condiciones y estructura de :t,l'l,;'ü;;; ;;; D;*k;';
los estratos en el pozo, a fin de lleva¡la a1 laboratorio para su estudio. Bstc lir¡nl;ién en Pánuco'
6 Hay otro sistema que seña1a Bernaf en su Manual
Schaeffer: practicar
procedimiento consiste en limpiar una porción de una de las paredes que .,,r1¡rc Introducción a l^ i'qototogía que recomienda
un tablero, del que se exploran 1os
l¡irr<:hcras que$e ¿*iárr.'o*o
ár,
se deja secar; se le aplica en seguida üna laca especial y sobre esta superfi.
r rmrlros blancos;
t ha sido empleado en Tiatilco en la
cie se extiende una tela comprimiéndola contra el corte. Una vez seca la ",t;;l;; 'i't"*" q-,. 9t pueden,explorar los
traca se arranca y se obtiene una copia del estrato del terreno. De todag ,,x.l.r¡ción de tr*Uas; y"i;;-i;;;"taia de
,." r.rür," ¿;iado sin tocar' con el iin de ionfrontar los resul-
'maneras, al arqueóiogo le compete el medír, dibujar cada uno de los estra. ilil:l t:;
tos que componen las distintas capas y que como hemos visto en la sección l;rrlos de los otros Pozos'
hay varios sistemas' Desde
anterior, no siempre son regulares ni de una horizontalidad perfecta. Para l'or )o que se refiere a excavaciones en cuevas'
,ese efecto, en la figura 7 se ofrece el dibujo de un corte estratigráfico, que lr,t:go, el empleado ñ;;;1;";-]auretche
y L' Meroc que describe detalla-
indica los distintos tipos de terreno y su debida superposición, según se rlirrncnteLorenzo8delascoo'denad'scartesianas'Hayotrosistemausado
encontró en Cholula.
Es indudable que no necesariamente cada capa corresponde a una cultura 4 f)rucker, 19$. Lám' 12'
distinta, ya que una sola puede .ocupar un lugar durante muchos siglos y s likholm, 1944. Fig. 2, P. 3)4'
deiar gruesos depósitos. EI caso más conocid6 es el de Azcapotzalco, dondl o Mac Neish, 1954. Figs' 6-10'
se han encontrado la superposición de los tres principales horizcntes del ? Rernal, 1952. Fig- 2.
N Lorenzo, 1956.

t4 t5
cn In§laterra, según Place e el que consiste en 1evantar el plano antes rlr
Ia exploración de la cueva; algunas veces es difícil por Iás sinuosidado ..ltinrohechoesmuyfrecuenteerrlosvallescentralesdeMéxicoendonde
urren superposiciones de cuituras empezando po¡
,rr
teoti-
el preclásico'
de la misma. El procedimiento más usual consiste en construir una ctr;¡ r-rI-rII-Iv' etcétera'
drícula formando cuad¡ados por medio de una cuerda. Tomando como bas. ;,',,',;;,-¿iáa, chichimeca, azleca, o §ean periodos
y lomanos para las
l'.rr;r designar las capas, áebtá u""" números
"ábigot'
un puntq de preferencia el fondo de Ia misma cueva, se tiende un cord«'l
, ,ltrr¡as ácontradai.
de Ia entrada al fondo_ mayor, cuya dirección es señalada por brújula. sr. ]as notas de campo
traza otra línea a ángulos rectos en la entrada. sobre esta últi*, ie trrz:r
ij;;;"i; el proceso de las excavaciones, deben llevarse
los meno¡es,detalles de la
otra paraiela y así sucesivamente hasta el fondo de la fo¡mación. En csrr
,(,, el mayor cuidado;;;tt't" anotai todos la procedencia
,.,, ucla de la excavaci¿r, vez que registrar exactámente
forma queda dividida en cuadrados, de manera que la posición de carlr¡ "'ta
obieto puede indicarse con exactitud. La ilustracion
,l( (ada uno de to, oU¡áto, qt'"'p"t'"-' 1o mismo de piezas.compietas
1figuia 9) indica .lr :;, ,':ü-;;i;uier otro h,li"gá digno de mencionarse'
Es conveniente tam-
jetivamente este procedimiento. hay que cernir la tierra'
l,rin, además de recoger todo"s los"tiestos por lo que
-Eglltgqe se refiere a Ia _eEt¡_alier-afía-a¡túicia_l o- §ea a Ia exploración tlt. . l;,, ¿" qu. ,ro se fierda ninguno, tener en cuenta y registrar cualquier
edificios o construccioqes sup_e_pgj-stas, hay qr" segoi. otros piiñ^effiGñ[rs.
,,1r. hallazgo, Ui., s., JJ *aicti'l'de cerámica o de las condiciones del
r.
H.éiie g$_Ill_"3p-r¡ .itáuÉ¡¿at.oíuJr,¿ionátmente y los estratos . t(r('lrodondese.r.rr,rqu",sin-ruchasvecesnotienesignificativo,porel
.varianles dei terreno.porfo.s diitintos pisos gabinete, son de interés.
Que se van encontrando; muclus rrr.rncnto, más tarde,.i'uá..ir" el estudio c1el
veces la separación de los pisos es de pocos centímetro o de más de un nrc que se ha.llegado
tr9 yIq difeieucia de eqEaio esti!_detq,.Lqrneaq p9i los pirgq.f üsu:it0:). Irls Al terminar el pozo, una vez que se-ha asegurado de
completa certi-
.r l('.eno estéril, al ,r.1o 'oto'o'o a lugares lot'de
haya
r11gy frecu_e¡!_e g-ue
9a_da
ung de estos-pisoi reiresént¿^ü;'efr., y, pb, r,,
,r,,,,,1rr. ¿. que'no .*ir,." r"estigios, ñttt un nüevo arreglo de aplana-
!94q, qq*b,_,os de cu1!gg!.-De Cüalquier manéra, Ia piesénc-iá de'ú.,-¡is,, las parede,
"
á.i p"- y".o' .l cordel se van tomando las medidas
,ril(.rto r1e
.o" -ayoi-i.gññ"á4 q"" .n Lr de ra estátigrafía naturar, qu. en el pozo' de.conformidad
]n¿ica "rrosido removidbi y se encuentrarr ,l, roclos los diferentes estratos que aParecen
Ios- contenidos abaio de cada piso no han
sellados. Esta clase de estratigrafía es muy frecuente en Teotihuacán y
,,,, iablrs q,re se han señalaáo anteriormcnte y se )evant1,:l:toquit
l; (figuras
,1, l.s estratos naturales ,v de las capas métricas conveucionales
Tenayuca o en ios grandes centros ceremoniales.
como eiemplo de estratigrafía artificiar es f¡ecuente que ocurra.
It)y 11).
-También l,rrs hachuras que pueden usarse para representar
las distintas clases de
ofrendas dentro de edificios supe¡puestos. En ese caso precisa observar en la figura 12 que es una adaptación de la
que
, l¡rrtos naturales la
ciertas reglas para su descubrimiento e interpretación. A ese efecto, Ber- ^p"r*L" EItos símbolos indican claramente clase
nal 10 ilustra y explica cómo deben entenderse las ofrendas encontradas 1,,,:r,r,. Sir Mortimer-iVt.ttt''
dentro de esa clase de construcciones. ofrendas situadas a alturas muy di-
,l, ticrra, arena o tepetate, etcétera, es, decir' todos los componentes r1e las
,1,,,.r rít"r*fes. Er,'caso ie ocu"i' alguno distinto a los que se ilustran'
ferentes dentro de Ios edificios, pueden ser contemporáneas por haliarsc
.Icn usarse otros signos apropiados'
dentro de la misma estructura, pero por regra generai las más antiguas sc 1,,,,
de la zona ar-
hallan en t)cspués de practicir rarios poros en distiiltos rumbos
más profundo ¿el é¿ificio de mayor antigüedad y 1, iás r.- obtenido todos
-lo ,¡,r,'ológica escogida p.r" ru estudio y una.vez qYt-:" han
ciente en la parte superior del último. del lugar, entonces se Pro-
1,,,, ,latás inherentes para el mejor conocimiento
En cuanto a la forma de cómo deben registrarse ,las capas, se ha acos- o sea a,álisis de laboratorio en
,,,rlc: al estudio del material récolectado,
tumbrado, axnqlre esto no es 1o ]ógico, de que Ia superior sea Ia número I de toda la ceránrica que ha sido
"-;;;.rdát t'p''.Ésta, puede decirse' es 1a parte más im-
,l,,rr<lc se inicia el clasificación
y er ese orden hacia abajo, y aunque en realidad Iá primera capa debería
ser la de_ más abajo o inferior. Sin embargo, al iniciarse el poro, se van
,,,,,gia., cliferenciando
que por nredio de,1s11,;¡tudio Y
nume¡arldo según van ocur¡iendo las distintas capas y, poi otra parte, ¡,,,,ti.i. y trascendental del traba¡o,la ya presencia de una o niás culturas que
como no se sabe con anticipación qué número le coriespondéría ala titima, r,,,llisis r. 11"g, al conocimiento de
..'tlcsarrollaronene]lugar,alavezquelasrnoda]idadesyfasesevolutivas
cuando se llega a terreno estéril, se sigue ese orden dé ar¡iba hacia abafo.
,lc curla una de elias en particular'
En cambio, sí podemos asignarle un orden de abajo hacia arriba en lo re-
ferente a las distintas l,ara ese objeto es necesario entonces, tener el material perfectarnente
culturas que ocurren deniro de cada pozo. Este alguna-práctica'
lrrrr¡rio. Este tábaio, aunqüe al parecer es sencillo, requiere
e Place, 1955. Fig. 57. r,, ,1,r" muchas ué.., pu.d." erlcontrarse tepalcates de tal calidad,que no
lavarse, sino sirnplemente iimpiarse, como son aquellos
ro Be¡nal, 1952, p.. 58, fig. 4. ,1, 1,:u-r
de- suma

16 t7
fragilidad o que llevan decoración al fresco; es conveniente enhenar algrlrr ,,,ilr,r|(s y otras vasijas utilitarias y ceremoniales, refleian el progreso a que
ayudante, pera que a la vez que observe las precauciones debidas, adquicr:r l, ,l,i;rrr liegado, a la l¡ez que los cambios culturales'
suficiente práctica. Naturalmente, cada bolsa debe ser lavada por separtdo
\/( inr)os en qué consiste ia fabricación de la cerámica:
y hasta que no esté perfectamente seca, volverse a coloca¡ en el saco yrr
l ), stlc luego, los pueblos antiguos, en su mayoría, no conocían ni enten-
debidamente numerado y con las otras anctaciones que se indicaron antcs.
, Lr, :rcerca rle la composición química del barro, sino que Poco á Poco,
En lugar adecuado y sobre aurplias mesas, se van clasificando los tiestos.
En el siguiente capítulo se indican ampliamente las observaciones que hay , tl¡r,ós cle la experienii, fr.to, aprendiendo que determinadas clases de
l, rr ro cr:rn más apropiadas que otras.
que hacer como son las clases de barro, en seguida se toman en cuenta lu
decoración que lleven y, de ser posible, debido a 1o pequeño de los frag.
rnentos, hasta donde alcance su tamaño, observar las forrnas que puecllrrr I tttnl)()flel'Ltes del barto
corresponder a caietes, a ollas, etcétera, según los bordes lo señalen. I-t¡
decoración puede ser pintada, esgrafiada, modelada, etcétera. Hay que tomlr No todas las clases cle barro son útiles para Ia manufactura de la cerámica;
en cuenta el. número de los fragmentos que ocurran en cada capa, ya qr¡(. ,,, ,,rrrbargo, ios antiguos aifareros recogían el barro 1o más cerca de donde
muchas veces es un indicador del volumen de la población, 1o mismo qut, , r\ r,ilr, 2iun(luc en ocasiones tenían que hacer grandes recorridos para

el sentimiento artístico de los fabricantes de este producto industrial, ul I rrt.r c1 b:irio apropiado. Para que sea útil, debc tener determinaclos com-
obse¡var su decoración. 1,,
,rr|rrlcs quíillióos,tya que faltando alguno de éstos no da el rnismo rendi-
Con todos estos datos debidamente registrados y las anotaciones que s(: ,,,r,.rrlo. Scgún la descripción que dan los mineralogistas, el bar¡o es un
vayan tomando, se procede a la formación de tablas que llevan por prirci , r,:rlo alurnírico, en e1 que las partículas son tan pequeñas que Se acercan
pal nira el registro en columnas horizontales de las excavaciones practica , I |; climensiones coloidales, ei decir, al tamaño de algunas moléculas
1,,.rrrtlcs. Algunos barros tienen la propiedad de absorber mucha
das y en columnas verticales los tipos de cerámica que aparecen en cadrr agua y
capa. A1 fínalizar el recuento de todos los tiestos, se pgocede a hacer cl 1o tanto, se hacen plásticos de manera de pocler modeiarse sin romperse
¡,,,r
porciento que revelará entonces el significado de las culturas allí deposi ',', r pcgajo-.os.
tadas; es decir, se observará cuál es el tipo de ce¡ámica más abundantc, eI barro en un estado plásiico, es decir: ni dcn-rasiado tieso
1,,,,,r óbtener
qué decoración fue la preferida, el número de figurillas y en esa forma sc rrL ¡r|grrjoso, esnecesario agregarle ciento por ciento de agua. Es uua sustan-
estudia objetivamente la evolución y los cambios que sufrió cada tipo dc , , r rlc grano fino c¡yos principales componentes, collo veremos ai señalar
cerámica o la continuación o sustitución de un tipo deterr¡rinado. Así pucs, ,l;i,,,,,,s fórrnulas, son sílica, alúmin^ y rg.t^; algunas veces contiene cierta
por medio de este cstudio se puede saber cuál es la caractcrística de cadl , rrrtitlacl de hierro, álcalis y tierras alcalinas. Uno de los principales compo-
una de las culturas, cuál cerámica es la más predominante y en cierto mockr r,.llcs es caolín que es usado ahora en la fab¡icación de la porcelana, Pero
el adelanto artístico a que habían llegaclo; también por medio de la fre- .rlr,uuls veces estlplesente en Ios barros. El Caolín Se forma Por Ia dcsconl-
¡,,r,it'irin de1 fel<lespato; se observa que en el curso dc su descomposición
el
cuencia mayor o menor de una decoración simbólica, puede adivinarsc
lLir':rto cle la roca feldespáclica ,oft. ,t, cambio-debido a la acción dcl
cuál era la actitud mental de estas antiguas gentes.
Naturalmente este trabaio debe ir acompañado de muy profusas ilustra- r,r,l,r carbónico del aire y se cOnvierte en un carbonato. En este PIOceSo
ciones y explicaciones de los distintos tipos de cerámica, junto con las tablas ,I silic¡to de aluminio no afectado por ei ácido c¿irbónico se separa en
estadísticas, cuyo estudio y análisis permitirá conocer muchos datos de estos l,,rrrrl cle un polvo insoluble en el agu:r. 11
pueblos desaparecidos. St. necesita, por 1o tanto, qtie ei barro tenga detern.rinados con'rponentes
En la bibliografía adjunta se señalan algunas obras que tratan sobre estos ,¡rrírrricos para que dé el rendimiento buscaclo.
puntos con mayor detenimiento con objeto de que el estu<Iiante pueda
ampliar sus conocimientos al consultar estas obras. , \ r,í/isís

li,lsnrclcróN or ra cnnÁl,r¡c¡, A continuación se ofrecen algunas fórnlulas de barro de distintos lugares


, rr lrrs quc se podrá apreciar nu[ca fa]tan detern'rinados componentcs
Hemos ya indicado que la cerámica es un excelente medio para reconocer
civilización de sus fabricantes. Sus utensilios de cocina, ollas, caietes, 1925, p.
como es la sílica y el óxido de aluminio; así pues, disponiendo del bo$C plástico' Por otra parte'
rlecir, desengrasantg o sea, quitarle grasa, hacerlo
con esos determinados componentes, se obüenen las propiedades esenchli ;,r;;;" aI bárro le falta plrsfi.id,d, Jomúnmente sé le agtega-mica molida'
del barr.o, o sea plasticidad cuando se moia y dureza cuandb se cuece. ,f.iri¿" , qo" ,o, cristales son laminados, y entle las 1áminas hay partículas
;;; ,;;;q;" hace se adhieran, lo mismo se obtiene con el caolín'
'
I. Barro procedente de la región del Amazonas: ü;;-¿ que se ha obtenido e! Qayo,-e¡ llevado al lugar donde se va
a \a vez que se retirau
u frlrric", la cerámica. Allí se lava, sé le deia secar,
Sílica . 46.3)% l,r:; niedras y otros materiales q,,é vienen mezclados; se muele y se le
óxido de,aluminio 39.06Vo
,,,,,üri las'sustancias que le hicen falta'-Existen muchos datos acerca
,, dehieno . . huellas ,i,1 li *r"ufrctura de Ia cerámica por pueblos primitivos. Para-seguir este
de calcio 0.ll% ,,,,,..ro se recomienda consultar ,lgun* de las-obras que señalan detalla-
, magnecio
de huellas il,',,,cnte todo el Proceso de Ia elaboración'
12

Carbonato de natrón . 0-27%


,, de potasa 2.22%
ltílodos de f abricación
Asua 11.74% A

llay la vasija
varios métodos para hacer las vasiias: primero es modelar
II. Barro procedente de Río negro, Brasil: de barro; como §e- aprecia en-la figura 12 de
,li,;;á*;;ü a. un uroque 'Campeche' El segundo, por medio de-
rrrr alfarero de Lerma, -enrollado
Sílica 49.50% (lilo cs un sistema muy usado en las culturas primitivas (tigura 11 proceso
óxido de aluminio )0.05% ,ir, la alfarería en Tápalapa, Chis.). También Colton ofrece excelentes
,, de hierro 3.40% rlrrst¡aciones de todo ál pro".to hecho por este sistema,
hasta sus fases
Carbonato de potasa 3.LIVo lirrrrles;13 un t-ercer método, el más avár'zado, es
hace¡lo en moldes y'
óxido de calcio 0.s0% los prehispánicos' es Por
lirralmente, eI cuarto, gue no conocían pueblos
,, de magneslo 0.50% ¡rrrdio del torno.
Carbonato de natrón . huellas
Manganeso . 0-50% l'rimero. Por lo que se refiere al primer método, muchas de las-vasijas
dedos y- dándose
Agua 12.99% r,, hechas modeHnáose Ia base de la futura vasiia, con los(figura 12, l'3)'
1,, fur*a deseada como se observa en las ilusiraciones
muchas v-eces estos
III. Barro utilizado para la fabricación de la loza de Talavera, Puebla. l,istc método ei el que se usó con mayor antigüedad;
Irozos de barro se rpoyrt sobre píedras o sobre canastos' por'lo que es

Sílica 45.60%
rrury frecuent" qu" I*ét impresiones det telido del cesto'
en largo
Alúmina 17.70% Sogundo. 1l segundo, o sea el de enrollado, pueile consistir 'urr
para formár las paredes-de la vasiia,
óxido de fierro 2.10% ¡,llo de barro que se va enrollando "hasta
' conseguirse un rol1l de uno a
,, de calciq '78.05Vo x: v.a comprimiéndo entre las manos
tlrs centíáetros de diámetro y en forma de espiral se ¡a haciendo
Ia
,, de magnesio L.6l%
de los o con
vrrsiia. Estos rollos se p.g"., unbt con ot¡os por medio
dedos
Anhídrido carbónico 14.14%
Agua 0.80% ;i;,i; ;;ñ*á"iá teie,i* 13). En-11gunoi casos, como entre Ia cultura
este sistema
l,trcbios del suroeste de los rsta¿os unidos, es f¡ecuente que_
generalmente estos rollos quedan adheridos entre
Con la experiencia, los antiguos alfareros arreglaban su barro con los ,iru, á. decoración, pero
,lgáas veces es muy difícil saber cuándo se empleó
componentes que le faltaban. Muy frecuentemente, en su estailo natural, sl, de tal manera que
el ba¡ro era demasiado plástico, razón por la que se pegaba a las manos y ,lít" pro""¿i*iento'. Se á.rur.r.."n los rollos por medio de algírn instru-
era difícil de trabajar; para subsanar ese defeclo, le agregaban arena, cuarzq
tepalcates molidos, conciras o diferentes ot¡as sustancias para hacer que 12Linné, 1925; Guthe, 1925; Malcolm, 19)6; Rendón, 1950; Colton' l95V;
obtuviera plasticidad adecuada. Existe eI término francés "dégraissant", e§ Shcpard,1956.
r3 Colton, 1953.
z0 2l
A continuación se inculye una breve descripción qú" t'ot ha legado
mento, un pedazo de calabaza o bien como es frecuente en los pueblos
i,rlrrrgírn acerca de Ia cerámica azleca'76
de Arizona que describen Colton, el alfarero con una mano sostiene unn
piedra en el interior de la vasiia en tanto que el exterior lo golpea con una vacincs'
l'.1 atre ]race loza, verrde ollas' tinaias, cántrros' cant-arillrs'
paleta, por Io que se ha dado el nomb¡e de paleta yunque. y todos ios u'sos de ciralguior msnera'
1,,,;';t;.,- ,lr"iliot bruñidos,
Otro sistema que es similar al de enrollado, es por medio de anillos ;,,;i;r;;, caruelrs, ;;á;i;"í unos estaban bien cocidos y otras mal;
superpuestos para formar las paredes de Ia vasiia, que luego son suavizados otras neclio cocidas' y Porque.no están
';.};;;Jái- ¿.i-]uego,'y
,rruts requebrrir¿rt
"rn:ri sonido, bucnas v
en la pared interior de estos anillos. i;;;';, u i"n., Pe.ra .que Parezcan
'Ierce¡o. EI método por molde es frecuente en culturas más avanzadas; rrrrr-v bien cocidas, échales alguna color, o tíirelas con amartllo'
enliFlos chinos, los egipcios y los pueblos Post-c]ásicos de Méxicg. Estc
¡\rrtes de proseguir cont'iene inclicar que el origen de la cerámica se suPone
método tiene menos originalidad y mayor estandarüación, es decir, cotl]o "sugerido
lr(. un inr,énto por un accidente. Como sea que las canastas
si fueran hechos a máquina y ya 9,orresPonde a gremios de artesanos. una teoría muy plausible
f l|(.r()r conocidas con anterioridad a la
cerámica, eS
Es muy frecuente tn el caso de las vasijas hechas en molde, que estén
,¡r('rrna cie éstas conteniendo barro, se incendió, 1o que produio el fenó-
hechas en uno o dos moldes. Los meiores eiemplares gue tenemos dc
,1,,,,,, de1 cocimiento de ese n.raterial, que al nota¡ su cambio en
dureza y
productos de cerámica hecho§ Por ese sistema, son las figurillas, a partir
,,rrrsistencia fue inmediata y eficazmente aprovechado'
del Horizonte Ciásico, el Post-Ciásico y eI Periodo Azteca,la 1o mismo quc
[Jna vez que se ha formado la vasija por alguno de esos métodos
seña-
la manufactura de vasiias en algunas cultu¡as de México y en el Períl. ot¡o
l r,los, sc procede a uni¡ las asas, los soportes 1' cualquier ldit¡¡tento
Así, por eiemplo, hay moldes para toda Ia vasiia y moldes para las partcs
decorativas que se adherían. Pa¡a retirarlo se le unta grása o alguna materil
,1,,,'r. ,rád.la por separado y se pcgan a1 l¡orrlc, o bien se hacen taladros
,],, 1,,, 1rrr.d.s d. 1o vasija io"o-to muestra Linné en la ilustración que
secadora, pero 1o más probabie era someterlas a calo¡ intenso, con el resul- excavando el fondo' los
tado de que la pieza que se fabricaba se reducía en tamaño, en tanto 1r',r."rá"r"t ifigrr, 14).'i-os soportes se.aiustan
,¡rr. se hacel por r.p,,rJdo y r. p"gnt' o bien por e1 método del enrollad"o'
que el molde que había sido quemado en otras ocasiones no sufría contrac-
ción alguna. Los otros detalles de la vasija se hacían después de sacarla il ,,c,,bar está proceso, ya que ie tiene la vasila teminada y.entonces se
*niores de los rol1os el1 caso
¡,,r,:, á.rpuet q,r" r. Lan suáviz,rdo todas
las
del molde y eran hechos a mano- Los moldes eran de una o va¡ias piezas:
,1r'c¡re fucra por este métoc1o, o haciendo desaparecer las huellas de
los
dos mitades para las asas, cuellos, etcétera, y las uniones entre los distintos A el alfarero-
,,,,,1(:Ies .r. .r* de continuación
molcleacla. se
ha.ber siclo
moldes se pueden ver en algunas vasijas. 15 Es curioso observar cómo quc bien puede
,1' riica a suavizar y pulir la vasija corr aigír" instrumento
algunas \¡eces se usó un solo molde para hacer dos o más vasiias, resultando
con ello diferencias pequeñas en el tamaño y aspecto de las mismas. , ,;t ;.drro de criabara, una pieclra c1e fo¡ma esPecial' trozosdedecultu¡as
cuero
r :rrin se usan los olotes, por eso es que en muchas vasijas
Cuqtg. El método giratorio o sea el de torno, ai parecer no Io llegaron huellas de1 instrun-rento'
l,rirrritivas se obsen'an las
a usar los pueblos prehispánicos tai como se coñoce, pero posiiiemente sí ( )tr:r cos¿r uruy importante es el engobe o sea el baño que en inglés lleva
había un sistema giratorio como 1o hacen hoy día algunos pueblos primi- islip;. para lograr que las
, l nombre cle !l baño o e'tgobe se clestinauna
tivos, es decir, se colocaban las vasijas sobre piedras, planchas de made¡a r;rsijrrs tengan ei.oio, frc se L" deseaclo, y consiste en
solución creüosa
o fondos de canásta y con los pies o una mano se hacía girar, .l,l ,ig"^ yirrro muv fino;,este barro generalmente se obtiene de diferentes
En la actualidad muchos pueblos, sobre todo en agrupaciones indígenas, i,,,',ries i' po, 1o cór,ún ?, .1. t"" iombinació, c1uímica ciistinta que 1a
siempre muy consewadoras, no han adoptado el torno para aProvechar las ,l,tlrarró *r,1o prr, la La superficic, el color y la textura se n-rejoran
fuerzas centrífugas. A este respecto conviene recordar que los pueblos meso- 'asiia. r7 primeramente dcbe
, i)n este baño y corrro 1o clescribe la señorita Sl.repard,
americanos no conocieron las apiicaciones de la rueda, aunque sí parece .r,llrcri¡se bien a la vasiia, después el baño debe endurecerse a 1a
misma
que conocieron los principios de rotación pot los objetos de iuego con rue- no es muy buen-o' ya que
Ir rrrperatura, por 1o que'un batto muy refractario
das que se han encontrado. primitivos lo usaron'
¡,, r,ir..... rurr. r
1a temperatura en que los.alfareros
)\,l.rr,ás el .baño debe de tener suficiente poder para cubrir todo el cuerpo
14 Como es sabido, es frecuente encontrar los molcles entiguos en las zonas
arqueológicas, lcs que son aprovechados por los falsificadores para hacer repro-
. t{; Sahagún, 1918, Lib¡o décimo, caP. xxr'
ducciones con lo que resulta un producto en parte original y en parte falsificado-
15 Linné, 1925, p. 82, Bl.
¡z She.pard, 1956, pp. 67 68'

23
z2
y el sigúiente Paso es la fabricación de la
de la vasija y así constituir y darle más impermeabilidad. No hay que ,rrr encogimiento de la vasiia
19
confundir cuándo es baño y cuándo es pintura. Hay vasijas que llevan sim- ,"'l"r;;;
,,,rrcelana'
decir, la forma y
plemente un grueso baño, pero no necesa¡iamente pinfura. tambien muy importante es el cocimiento; es
1,,, medios Para cocer las vasii4s'
Clocimiento pri*e.r*átt í'i'" libre' Éste' naturalmente' es el usado
EI cocimiento ,,rrr la maYor parte de los pueblos primitivos'
que no tenían una avanzade
de que las
Ahora vamos a pasar al aspecto quüá más importante en la manufactura
l',ri,á.r".iá-."-u"rtrtri es imperfecta, con-la circunstancia
La mayor parte de la
u,¡siias se vuelven ,r"gr,, po' el hollín del carbón'
control
de Ia ce¡ámica, o sea el cocimiento. Primeramente la cerámica se secá en un
lugar a la sombra y luego al sol; es necesario, pof lo tantq gue las vasijas
l;:lr';1* ,;';;fii;;; io, est" procedimiento' ve que nohav uu
y al fuego alrededor de las
,l, laire. Las vasijas r".átt"'U"' sobre piedras.
estén lo más secas posible para qué sean cocid3s. Gran parte del agua que se iban a cocer. ocasionalmente el interior
de la vasiia es negro,
rlrczas Que
se ha utilizado en la manufactura o sea un j07o de sg pe,sor. desaparece al
'se lll' i;¿";;; .i?ilá' .s á" u" 'olo' más claro,.lo que,se -1*.1j," es "'
secarse por su exposición al sol, pero, la evaporación luego' la ,combusuon
hace completa a , rlirior ha sido completamente oxidado' Desde
una temperatura, de, más o menos 1209 centígrados; por 1o tanto, es impor- oxidante'
en llama
,,r¡rcrfecta: pero si estas mismas vasiias se vuelven a cocer
tante que se evapore la rnayor cantidad de agua antes de pasar al coci- por lo de pueblos muy pri-
miento, de lo contrario se rajaría la vasija. A los 4004 el agua molecular
,,'i:"i"r".]áü;;;;i;. ger,árrl, tas cerámicas
,,,iiir"i qre h"r, sidá cocidas ti f"tgo al aire libre' son de este estilo' de
se elimina y entonces dos fenómenos ocurren: primeramente pierde su ,,,r,,r^.i¿ri oscura. La cerámica cocidá en cámaras o espacios cerrados, por
piasticidad ya que antes del cocimiento, si se moiara Ia vasija, adquiriría
,r,,clecirhornos,seapilanlasvasijasalrededordelfuegoroderdasdeE"
otra vez plasticidad y seguudo, se contrae en su volumen; este fenómeno .,r,t,i,, *rt"¡d no inflainable, gene'aímente piedras u otros -itt-iil-:t'
ocurre porque la expulsión del agua molecular que se gncuentra entre ]os
,,,lls condiciones se obtiene una fuerte corriente y' en consecuencu' una
cristales de Ia mica y la caolinita, provoca que el barro ya no sea plásüco. más alta que puede llegar hasta los 9009'é este
respecto
I.as vasijas que se cuecen
.a una temperatura a¡riba de 4009 y minos de ',';r,p;,r*
|llv t|ue distinguir entre lo qu" ," liama almósfera reducible o reducida o
800s los autores franceses le dan el nombre de "dégourdie" que podemos ,,' ;';;d" ;o"re estrlrle.e corriente de aire y no hay suficiente oxígeno
traducir por "desentumecer" o sea que se calienta a una baja temperatura .rrlaatmósfera,encuyocasolacerámicaesdeunacoloraclÓngrlsacea;en
,.rrrrbio, cuando el aire circula y hay exceso de oxígeno en la
como principio del cocimiento, pero a esa temperatura tan baja reiulta un atmósfera'
producto poroso. .De cualquier manera, Ias vasijas que han estado "desen- que ha sido
, ,,lriiérr. cerámica roja, café o a*aiillenta y se dice entonces
la que se
tumecidas" o sea el primer paso del proceso de cocimiento, están todavía , ,,t irla en una atmósfeia oxidante.
20 Sin embargo, la atmósfera en
POTOSaS, por lo que se necesita una más alta temperatura para que adquieran piimitivos, nunca es constante' En un prin'
, rrt'cc la cerámica por medios
más impermeabilidad a los líquidos. La impermeabilidad ie obfiene .ór, ,.r, reducida con-
blwada- temperatura con Io que se desarrolla un proceso físico, por medio
,i,¡,, Á*. ""^ "t^*órf.r" oxidante que poco a Po:o se hace
vuelve oxidante'
l,l, ,,,"--aumetta e1 fuego y finalmenie eita atmósfera se
que son:
del cual las partículas, formando Ia masa del barro, se sintetizani esta tem- l'or otra parte hay quJt".r.t en cuenta las tres zonas de la ilama
peratura media es de 8009. Por otra parte, la duración del cocimiento tam- 1", z.t>nalentrá1: !r**r' de temperatura baja; /4, zona media: combustión
bién juega un papel muy importante, ya que pastas de distintos componentes ,,,,l,,,rrfi.tt rica eí carbón y 74, iona que es rica en oxígeno, de combustión
se cuecen de acuerdo con diferentes temperaturas y según sus compo- ,,,,,,plita..,Todos estos fe.róme.,os fuerón probablemente observados por
los
nentes. Linné hace una descripción muy detenida respecto a los com- .,ll,rrcros ántiguos que trataron de ir meiorando sus procedimientos que
los
ponentes químicos de las pastas y de las reacciones que tienen du¡ante el r.rrlrastan con los más perfectos que no tenemos pruebas hayan usado
cocimiento. según que el barro tenga por componentés hierro, calcio, mag- o'se, .1 co-cimiento en homo, por medio.del cual
¡,rr,'lrlos prehispánicos
',,' olrtienen temperaturas mucho más aitas y, naturalmente' productos
nesio, potasio, sodio, etcétera, será más o menos fusible. 18 Las pastas ricas de
en sílica tienen un tono metáiico, sobre todo si er carbonato áe cal está , r.r'lcnte acabaáo. Es posible, sin embargo, que algunos pueblos meso-
presente.v si la temperatura es de 900a, se obtiene el producto que llama-
mos cerámicai si se eleva a I 000-1 400 grados centígiados, las partículas r1r('olton, registra que enhe,,lo-s P"9!1:t Tewa de San Ildefonso y^Santa Clara'
se juntan todívía más, llenando el espacio entre ]as *"oié.ulrs y ,l obti..r. r, ,,.,,¡r..riúr, fibt"nial,es de 625" a 770. y^e"^los pueblos K^e¡es de !1a y Cochití,
, .rl, ,urzaron leinperaturas hasta de 825' a 940" (Colton, 1951',p' 25) '
r8 :o S|cpard, 195-6, pp. B5-86, describe este proceso con Inayor detenrmlento'
Linné, |Qls, p. I I 5.
25
24
que. puede ser un
f'rrliurento, como hemos visto, con un implemento
americenos, én especial los aztecas, tuvieran el_Conocimiento de una-cám$¡ t,';;;:';;;;i¿rts cor,"h,, madera, pedazo de calabaza' etcétera' pero éste
o ,rn horrro, y, qr" teníaá el temazcalli que, en cierto modo ct d de pastas finas'
""i;rJ, ' ,,pliirtt. a barros
,i,lt,"
remedo de un horno. i,:r,,,igr..ido por los sistemas gue se acala.n de describir'
Por lo anterior se observará que el cocimiento requiere un glal cuidOilOr i,,;;i;; p". fátamiento y entonces se obtienen sup,erficies contrastadas:
,ur,ouu tr*tién es Cierto, aún en la actualidad, muchas vatii*l y las otras brillantes'
"o*o'o"orr. ,,,,,,u 0...i*", de la vasija pueden ser mate
," a perder, ,riót, qru explica Ia enorme cantidad de tepalcates qul lás técnicas decoraiivas, en primer térmiaolas que
"áhrn Á c,ntinuación
hay en *u.io, dá ocupación prehispánica. También está compfo 'ienen esgrafiado o inciso,
lugares ,rltr.ilrn la superficie que va a ser deco¡ada, tales como
baáo qrre este hecño ohedecía a costumbres ceremonialgs'
¡i,rl,,,,io, rasirilleo raspado, tallado, relieve o champ-levé' muesca§ o
o
En pánafos anteriores se indicó que debido a cocimiento defectuoSOr.lt estrías, Punteo,'perforación, impresiones, punzonado' líneas
,-,,,,,r,,r,''.o,
im-
produc'ía la cerámica nega, pero háy otros procedimientos para- fabric¡fh 'ruedecilü dentada, deóoración dé "mecedora" (rocker
,,,,'r,,0 urr,
í"i"".i"";f*ente. Hay ,ñ pri*.r r;it.*, qo" consiste en mezclar cerból It,,,,,1,¡. Las otras técnicas consisten en agtegailos a la superficie
como es'
a la pasta y que"ñrti ligeámente; al frotarse se pone brillante-, p€ro ü0 ,,,' i,ilír,., lugar, la pintura con.sus múltiples variedades de estilos decora-
tanto'como Ia ahumada I un poco gris. A una temperatura de 550e f ltoirorrré, decoración negatirá, polícroma, al fresco' etcétera'
"r
hace más brillante al froiarla; peio la p"sta debe ser fina y algo hrlmedl,
t,,,,,1,,
"or-,oprotuberancias, eminencias, abultamientos, pigmento rolo en las
1,,rriit,¡.,
Este procedimiento se usó en Europa en la época neolítica' i,,, iri,,,ies v aú, otros sistemas menos frecuentemente empleados' Some-
En'el segundo procedimiento se áhu*a totalmente la pasta, y se colorOl r,un('nt'c se describirán los más importantes de esos sistemas'
deiegro, .oso qui sE consigue a1 someter la cerámica desde un principlg
urrr*irri.rrra aóción del humo. Esta es la típica cerámica etrusca llamad¡
,..Buchero,.nero". tt grabada .n
I t't)t ttciót-t
Esta ce¡ámióá es ahumada superficialmente, se abrillant¡
lffiófái§e, pefo el núcleo de las paredes es menos negro' 5r. cntiende por esta técnica cuando la decoración se practica
estando
El tercer iirt"*, consiste en q,ri*ar superficialmente por medio de dOl ,l l,;rrro fresco,iuave y plástico, de ta1 manera qu9 e-l instrumento que se
.o"i*i"rtor, pero en este caso ióto ln superficie de Ia vasiia es negra! Él rrtrlrzrr 1:enetr^.or r,,rriárd dentro de las paredeJ de 1^ vasija y ias partícu-
núcleo queda de una tonalidad más clara- l i,, ,lrrrirs que constituyen el desgrasante de la pasta
(granos de cuarzo'
l,'l,k'spato,'concha, etcétera) se Jewían-y se hunden en el fondo de las
r,,rrcrL:s del surco que va dejando el cuai queda terso, pro-fundo y regular
La »scon¡cróN I ;; ,, Con éste sistema el lnterior y exterior de las Iíneas
',,,rr';;i;,
tlcl tnismo color.""i*rt,ir.
En seguida viene el paso importantísimo como es la decoración de L
cerámical Esta se ejecuta despuéi que la vasiia ha sido hecha, que se le hAn
I ttt't¡rdción incisa o raspada il
agregado los soportls, las asai y otios aditame¡tos. Como veremos, hay
,i.rí ¿" decoráción que se aplican antes del cocimiento y otras. desl Sr'¡rracticacuandoelbarroestáduro,bienseaantesodespuésdel
El método más primitivo coÁo 1o dice Linné, e! Por:ln--ir!Pry§ló93. r,rt.irrricnto, o sea una vez que ha perriido plasticidad y suavidad' En tal
cledos, 1o mismo que el raspado. intencional de la superficie que muoj rrrtrrrl el instrumento qu" t" .*pÉ' va rÁpando o-haciendo
incisiones
r
GóCI1 ¡-¿ a ¿o- o=ii g¿n- cierto- üpn dé-¡rnámé-n táCión, p'éro iCue de , ,, t,,, pr...t.s de la vasija, ,esultarrdo et, surcos irregulares
y de Poca PIo-
rarse como rasgo general que la decoración pintada, corresponde a lrrrrtlirlad ya que resistencia por parte de los compone¡tes de la
de cultura muy avanzada, ya que presupone que las vasijas gue llet ".r"o.rri.á decoración se practica .ante.s {e1, conoci-
decoracién, están destinadas á otros oios qo" no son los ordinarios de coci
i;,,:ir,'t; L.,d"r¡ecida. cuando ladel fondo del st"co es igual al de1 resto
i,,i,',,io, se observa Quelel color
Por otra ilarte, es importante distinguir entre lo que es verdadera ,i,'i ,'l.,,rplrt,-." .ráuiá, cuando se hace-después,u" o-l:t^:llo cocida
y
pintura y ias diferentei tonalidades de una vasiia que se obtiene a rr,rlrrrahnente ya que ha sido cubierta de bañq entonces el color del surco
del cocimiento. r',, rld mismo'color que el de Ia pasta ya que el resto de
la vasija es del
Veamos a grandes rasgos cuáles son los tipos de decoración más rrrl,r clue se le ha aplicado, él baño o-la pintura. Numerosas son las
salientes. "or,
para producir está decoración incisa. Pueden
ti , lricn's y los proceclimientos
-Pulimento con la mano mojada.
27
26
. ser simplemente marcas producidas por ei pulimento gue deia gruesar mlfr I tr,r or taión cloísonné 2L

cas, o bien aplicarse por medio de instrumentos, ya sea háciendo punter@


l,i,,lrr decoración es muy típica y característica de
la perámica de Meso'
líneas o bien pequeñas marcas en la superficie de la vasija. Esta técri,icr ü
una a. Úarro fino puesta después del cocimiento'
incisión corresponde a las culturas más antiguas y se usó probablemolts lrrtlri('l. Consiste eu ""p" en la forma uzua1 hasta que adqrriría una to-
con mucha anterioridad a la pintura. 11,,,,,ru la vasiia.r, qu"*rá"
,,,,f,,f,,,i roiiza á anarrn¡"dr' A continuación se cubría
la superficie--con una
de un espesor de. varios milímetros'
/ ,,,1,,, ,crclóra o negruzca de pigmento
Du"ordc¡ón en relieye era excavadriot o, instrumento agudo,
i,:,i i,u,ll,,i¿r, parte áe est, sopárlicie
,1, ,,,,,ir.r, de producir figuias realistas o geométricas, los espacios_ sumidos
Esta decoración en relieve üene los mismos principios que el raspado O con ro,os, ama-
inciso, es decir, sobre la superficie de la vasija, se raspa o se Ie quitan partH
,1,, f,,¡; q* se había sacado la pasta, se ¡ellenan pigm-entos
verdes. En consecuencia, esta ce¡ámica da un aspecto
de
,iit,,,,, ujrrr.o, y
de esta superficie, pero en el caso de la de relieve los espacios son mucho línea de coloración neuha'
*r,,,r,,'i.,o, de diferentes colotes, separados Por una
mayores, formándose verdacleros bajorrelieves, profundas muescas decart. qr"-,' la Esta deco¡ación que lleva el
ttt,,,i,,,n veces se volvía a vasija'
tivas que se conocen también con el nombre de "Champ-levé". Esta dcoo, nómbre usado desde la edad media en que se
,,,,,,,1rr. de "Cloisonné",
ración actualmente corresponde a pueblos de cultura más avanzada y €n En México puede
rtir{ tic¿lba en bronce, páserrta cou éste cierta analogía'
Ias civilizaciones mesoamericanas Ia decoración más famosa corresponde a ll
l,l, ,ii .rqr.tipo de Íri b*t.rt de uruapan en las que se sigue el
mismo
cultura cIásica, especialmente en vasijas teotihuacanap. geogrática muy grande como
,,,,u't'rlimiento. Ti.rr. además, una extensiótt
La Costa
i. l,,t,f,rr¿n, Xalapazco,
'f Cholula, falisco, Quemada' Jiquilpan'
/ Decoración modelada o de pastiltaje It,, ,r y puede ctnstituir a §u vez el aiqueiipo de la cerámica
polícroma que
llrr',, i,,igran desarrollo en culturas posteriores'
Es aquella practicada con la mano o con un inst¡umento. Esta puedc
consistir en grandes porciones de barro que se adhieren a Ia vasija en Éstatle 22
plástico figurando algún motivo naturalista o geométrico o simples tiral I ttt't»'<tción al fresco

de barro agregadas por separado, simulando cuerdas o figuras análogas quo el sentido de que se
I )ccoración al fresco es análoga a la "cloisonné" en
cornplementan un conjunto decorativo.
¡,rlir.rrcle una capa de barro fino después del cocimiento a la que
se Ie
Esta técnica decorativa es muy común y ocuue desde épocas muy anti. no se
guas, desde el preclásico en Mesoamérica. Se usó mucho en la decoración
r[:r('grrr pigmentos de distintos colo¡es para formar las figuras, Pero
Tanto una como otra tienen un
tiu, ,i t, exi-avación en esta capa superficial.
de las figurillas. También puede considera¡se de este tipo las peqdefiaü que distinguir en qué son en realidad
,ru1,,,c,to muy parecido, Pero-hay
fajas u otros motivos que van agregados en la base de las vasijas de culturo
lór'rricas un poco diferentes.
teotihuacana.

ltt<'<¡ración negatfua o color perdído23


/ De"oración sellada

La deco¡ación sellada corresponde también a cultu¡as más avanzada§. l)cscle 1B8B Holmes la describe, y en 1896 Hartman explica este proce-
Consiste en aplicar un sello con un determinado motivo cuando el bar¡o rl¡rrricnto relativo a 7as calabazas, guaies que hacían los indios de Izalco,
r¡rrir.ncs la pulen con brocha, dibujan con_cela derretida, pintan de negro
estaba plástico.
,i" c,ar.bón, y I.r porr.r, en agua hi¡viendo. Lothrop manifiesta que su origen
,',, ¿ suresie de Sudamérica, debido a que allá es muy abundante y va
{ Decoración incrustoda ruror:iada con la metalurgia y con los metales trabaiados por el procedi-
¡r¡iutto de la cera perdida. Sin embargo, gracias a las excavaciones que se
Se trata de agregadog incrustados en la superficie de la vasija. Esta
decoración es bastante rara en Mesoamérica, se'han encontrado ocasional. rrl,inné hace una descripción muy extensa de estas técnicas (Linné, 1!34).
mente en vasijas teotihuacanas. Por lo comú'n, se agregan pedazos de con. :rrLinné hace una descripción.nuy extensa de estas técnicas (Linné, 1934).
cha, hueso o pedemal. xll'Iambién Linné hace üna descripción de esta técnica'

70

han practicado en Mesoamérica en los úlümos años, se ha comprobado
tiene una gran antigüedad. Vaillant informa que desde el periodo Tic0* Iror,umión pintddd
hay pequeños indicios de ese procedimiento decorativo; posteriormento f.
ll,ry <¡ue distinguir desde luego entre las técnicas de decoración pintaila
comprobó que esta técnica se ha usado de manera persisteute dSll
el preclásico superior. Primeramsnte se hizo el descubrímiento en teplcHl J¡' l,r,; tie decoración incisa, sellada, grabada, punteada, etcétera, ya que
encontrados dentro de los adobes de la pirámide del SoI y recien *rl,rr rrrrplican, aunque sea en forma muy pequeña, que se ie ha retirado
en Cuicuilco ha aparecido también en forma muy abundante. Esta ,*,,u ¡,,,rt. del peso de la vasija; en cambio, las decoraciones pintadas sir
según Linné, está relacionada con el batik y el ikat. Este procedimiÉüü, *llr,.rrr rrn agrégado a la vasija. La decoración más sencilla es pintar de
consiste en figurar con cera 1o gue se desea decorar con motivos que Fu* ¡1 ,,o|r color. Las vasijas se pintan, por 1o general antes de la cocción;
den ser realistas o geométricos. La vasiia queda en parte cubierta en 0t ¡¡rr llrs vcces despuéS de una primera cocción son quemadas otra vez- La
forma e inmediatamente el resto de la pieza se pinta de otro color. E* r1,,, aplica con los dedos o por medio de brochazoS. Muchas veces
r,ul<,ir'rn se
seguida, se mete al horno y al derretirse la cera, el color natural clo h sr l,i,,il confundir la pintura con el baño ya que este último es comúnmente
vasija es el que forma los motivos decorativos. Esta técnica decoratha rlr, ¡rrr t.olor distinto al barro, p€Io soble este último punto nos ocuparemos
como hemos visto, tiene una antigüedad muy grande, lo mismo que ufil rlr,i', rrrlt'lante,
extensión geográfica extensa. Se encuentra en Mesoamérica, en el Am¡ryü
nas, en Perú, Altiplano de Colombia, Ecuador, Panamá y Costa Bl{, t*rortr:ión poti"ro*a
/
I
Las investigaciones más recientes sobre esta técnica decoraüva lae lil
hecho con mucho detenimiento el estudiante de arqueología, |ames R, l,,l riiguiente paso es la decoración a dos colores o tres colores o sea la
Forster ya desaparecido, en su estudio sobre la arqueología de Tehunn¡ r1,.,,,r;rr:ir1n policroma. Por iegla general las decoraciones pintadas son más
tepc. z+ Hace varias distinciones respecto a los procedimientos de c¡h fr,r rrt'¡rtes en periodos más recientes, pero iambién se usó en épocas a*ti-
decoración.y aclara algunos puntos que habían pasado desapercibidor, I yir que en el caso de Mesoamérica la decoración pintada aParece
gurr,,,
la.vez que propone los siguientes:
rl,',,rit'cl preclásico inferior. Sin embargo el énfasis más grande tanto en
t,rnlrtlrrrl calidad de la decoración pintada, se observa en las.cul-
Decoración negativa. Cualquier proceso o técnica según Ia cual el colot "o-o.t especialmente cuando destacan las famosas celámicas
tlrari postclásicas,
propio del fondo del objeto o vasija constituye los motivos decorativmt,
En algunos casos el colo¡ del fondo es más obscuro que el do lot lrlrrlt'rio-Puebla, que es de una magnífica decoración policroma, 1o mismo
rnotivos de decoración. r¡rrl lrr de Casas Órandes, Chupícuaro, culturas del noroeste de México y
r',r',r lodas las del complejo tolteca, donde se observa una abundancia de
Contorno negativo. Cualguier proceso o técnica, excluyendo el de l¡ rln olrr;ión policroma, firme, mate y laca. Esta cerámica policromá que
cera perdida, según el cual el color del fondo constituye los motivgl f ¡ uuly caraiterística de ese periodo especial, la Mixteco-Puebla, se consi-
decorativos y no implica pérdida del color. ¡lr'r;r r:r)rno la más artística de la época prehispánica y de una gran exten-
riirrr 6t:ográfica, ala vez que de individualidad en cuanto a la decoración.
Cera perdída. Substancia colocada sobre el objeto o la vasija que se vn l,n r';r¡acterístico de la deco¡ación policroma firme, es el brillo, firmeza de
a colorear, de manera que ciertas porciones perrnanezcafl ]ibres do ur ¡rirrtura policroma; la policroma mate que e§ una variante de la anterior,
pintura. Esta substancia desaparecr por fusión cuando la vasija tl
cocida.
r,'ili,;tingué por su apariéncia desplovista de brillo. Esta decoración no es
¡rrry rrlruirdante ni tampoco muy caracteríStice, pero sí se halla Plesente en
Reyersión. Este término se aplica cuando los motivos decorativos hecho¡ ¡,,,1t' Irorizonte. La cerámica policroma que seguramente es la más bella de
en color se han vuelto blancos y las porciones de la vasija que no esün trr r.stilo, procede de los pueblos del centro de México, es de brillantes
decoradas quedan ahumadas si la cocción se hace en un fuego coo r,[rros, elaborada decoración y elegantes formas. Se distingue Porque su
¡urtrrra es una verdadera laca aplicada sobre las paredes de la vasija,
mucho humo. Un efecto contrario se obtendría por medio de un fuego ya
sin humo.25 , rr,rrr,lo estaba quemada y perfectamente pulida. La pintura €s de gruesa
r orrsislcncia qr" re aplicaba a la vasiia antes de someterla a una segunda
z+ Forster, 1955. trrllir'»r, por 1o qoe esta pintura ofrece varias capas sobre las que se eie-
ir
z5 Forste¡, L955, pp. 92-8. urlrrba una elaborada decoración, pero ilebido a su propia consistencia de

30 3r
estar aplicada sobre las paredes pulidas, no tiene suficieqte adhesión; bm§
Qrreda por decir, resPecto a la
fabricación de la cerámica, que se pueden
27 Para ese objeto,
una ligera presión de Ia uña para hacer caer la capa superficiai de pintutl l',,,['r tamiién vasiias porosas según lo describe Linné'
que-estaba dispuesta sobre otra capa de color blanco, Ia que constitup d , rr lrr mezcla se ,gregJ aserrín, corteza de árbol o algún otro material
in'
fondo básico de la decoración. Esta, a su vez, descansaba iobre las paiadr ll.rurable que al cóceise la vasiia, deian un hueco, además, el ag,a, al eva-
puli@s de la vasiia. Muy variados colo¡es se emplearon en los qüe plO porosidad. O-tro punto es el relativo a la
lil¡t;lrsc en el cocimiento deia
domina el rojo, café, amarillo, negro, blanco, como colores p.incipalú
. ¡ l,,,,,rLación de las vasiias.o*o ré ha observ'ado entre los más antiguos alfa-
muchas tonalidades de estos mismos colores básicos. ,,,,,,r. Cuando se trataba de vasiias de cierto valor, ellos mismos las com-
¡r,rrriirn agregando o tapando las grietas con otro
barro o con alguna sus-
Pintura fugitita i.,,,,,i. ,d"h.i.nte, y frécuentemente, cuando eran vasifas no destinadas a
rorrlcner líquidos, se hacían una serie de perforaciones que servían para
Consiste en ejecutar moüvos decorativos sobre las paredes de Ia vcdlt rlulirrrát los pedazos entre sí- A este resPecto no hay que confundir en los
cuando ésta ya ha sido cocida y sin someterla a nuevo cocimiento, dando Iiltlluzgos de vasifas arqueológicas aquellas que están "matadas", ya que
,,.,1,1 obedece , ur, .a."*oniaÍismo fuaerario, o sea que destruían
o "ma-
por res rltado que se desprenda con suma facilidad y por Io tanto se Ie npll.
l,rllrn" la vasija que iba a servir para el desaparecido en el otro mtrndo.
ca muchas veces el nombre de pintura fugitiv3. En las excavaciones il
muy frecuente encontrar vasijas que conservan una porción de esta pinturr
y que están a punto de desprenderse.
Muchas veces es difícil hacer el análisis de las pinturas, pero de un*
DsscmPcróN oa l¡' ctn-Á.rt¡c¡.

manera general se puede decir que el blanco se obtiene de,un barro dol
o
,roómo clescribir una colección de vasijas?, ¿cómo
hacer Ia descripción
mismo color, quizá .el mismo caolín que casi siempre se usa como fonds
rlr. lll cerámica fragmentada (tiestos) que ha sido recogida en una explo-
o también puede servir de capa impermeable o engobe, pero en este caüo
r,r, ir'l¡r?
se extiende por toda la superficie de Ia vasija y no €n una parte que servb
ría entonces de decoración; el color negro, además de los métodos descritol lirrt vez que §e ha reconcentrado el material recogido en las explora-
en la fabricación de Ia cerámica negra, se obtiene de substancias mineralgl r rr)n¡s, colocrdo en las bolsas debidamente marcadas, es remitida al labo-

o vegetales. El hollín sacado de otras vasijas siwe de pintura o también s0 r.rtrrrio en donde se lava cuidadosamente, aunque en ocasiones es posibtre
obtiene de minerales negros o de pizarra molida; cle óxidos de hierro o tl6 lr:rr't'rlo en el lugar mismo de la exploración con 1o que se ahorra tiempo
manganeso. El rojo que es el color más favorecido por loi puebios prehi* lr;llI cl análisis posterior. Cada bolsa es vaciada y colocada en largas
para la clasifi-
pánicos, se saca de minerales o vegetales. Se obtiene de barro rojo o tlo ,,,,,r,,r.o. el fin de poder extender bien todos los tiestos
alguna roca rica en óxido de hierro, bermellón, de cochinilla, o de otrol r ,r,,ir,rn inicial. Se coáenzatá cort seleccionar aquellos fragmentos que a
vegetales. En las ofrendas prehispánicas es muy frecuente encontrar vasijál I,rilrr(,ra vista tengan simiiitud, que poco a Poco, al cabo de varias tenta-
llenas de polvo rojo de cinabrio. Fl amarillo se saca de bárros ferruginosot i,,,,,li y examen detenido se irá conociendo rnejor sus diferencias y reco'
o vegetales. El verde y azul de los minerales Conteniendo cobre. Las pin, rr,,,,icriclo lcs tidstos que son del mismo tipo de cerámica que se describirá
turas trituradás, molidas, ya preparadas, se mezclan con água o con ácidol rlr.conformidad con las características que más adelante se señalarán
vegetales. 26 ,,,rr dctenimiento. Conviene y es aconseiable usar Para la clasificación de
En vista de que los pueblos prehispánicos no usaron ni el vidriado ni el rilhrl.cs en especial, y en genéral es preferible la luz natural. La incandes-
barnizado, pasaremos por alto estas técnicas de fabricación de cerámica; ,,,rrlc debe descartarse poiqo" impoiibilita reconocer los verdaderos colo'
falta mencionar el hecho de'Ia frecuente combinación de estas técnicas o tr.r;, ya que da siempre una coloración amalillenta. La fluoreScente es un
¡,,,,',i rr.¡o. p.ro ourrca Puede comPararse
con la natural, ya que aquella
sean vasijas pintadas acompañadas de decoración incisa; vasijas pintadar
con decoración modelada; modeladas pintadas, etcétera, combinaciones muy i,.,, ,l,r cierta coloración grisácea a los tiestos y no permite reconocer o
numerosas y que sirven de característica y es rasgo distintivo en determi. rlrstinguir las tonalidades de cada variedad de ellos.
nadas culturas. l,rrs clistinciones más elementales son de tiestos que encajan dentro de
Irrr tlcte¡minado color y que posiblemente corresponden a vasiias para
m Los cronistas Sahagún y Clavijer-o üerre, lefere.rcias amplias a las pintuft{
empleadas en la ce¡ámica y los cóilices-por los pueblos prehispánicos. r? Linné, 1925, p. 63.

)2 11
-,,, r'rrrbargo, cuando éste no sea visible, es meior recurrir al examen con
úsos ordinarios. Los üestos con decoración son de enorme utilidad para la lr rrlls o al análisis.
identificación de las culturas represeutadas, y los bo¡des de las vasijas Aquí se hará notar si es
J',1 scgundo elemento de la pasta, es la textura.
sugieren las formas. En todos los casos es preciso hacer varias clasificaciones
t,,,,r .r gruesa, lo mismo que se observará Ia proporción del desgrasante con
tentativas antes de llegar a distinguir los verdaderos tipos de cerámica, y
,, .¡,,cto al resto de la pista, el tamaño de los granos que-la comPoren
sólo al cabo de varios ensayos y largo experimento, se consigue manejar
,¡,,, ¡r,,eden ser muy finos, medianos,.ásperos o muy álptt-op Según Colton,
este importante material arqueológico con facilidad 28 y a clasificarlo de
t,,', ¡i"r,os en caso de ser muy finos, son de menos de 10 milímehos que
acuerdo con las caracteísticas que más adelante se describi¡án.
,,,',,.',,tan hasta que son sumamente ásperos o sea un grano de 2'0 a
En efecto, todas esas distinciones y modalidades de los tipos de cerá' t{){) rnm. El coloide Ia pasta y del desgrásante se determina por ]as reglas
mica, como 1o dice Guthe 2e en su introducción al método de describir (olores de que se hablará adelante-
cerámica, en las ciencias biológicas hay ciertas nornas de descripción, '1,
l',1 tcrcer ahibuto de la pasta es su dureza que se debe en gran-parte
debido a que son obras de la naturaleza rígidas y gobernadas y que üenden
,l ¡,r:r«lo de cocimiento qo" ha estado sometida, y en cuanto a la dureza
a una razonable estabilidad e idéntica repetición; en cambio al tratarse de " sigún la facilidad que ofrece al ser raspada por
,1, l:r superficie se mide
obras hechas por el hombre, y al referirnos a Ia cerámica, sus diferentes
,,,,., ,,,,ui¡r. Se ha empleado la escala de Moh, basaila en 1a de los metales
formas, estructuras y demás componentes no están sujetas a una ley fiia
,1,r'rrr la .oit l, durez-a va desde la más suave o sea 19, talco; 29, selenio o
sino que son consecuencia de los gustos o los caprichos del alfarero que
rigen sobre determinadas formas y colores, es decir, probablemente hay
,,,,,lit.; lQ, calcita; {9, fluorita; §9, apatita; 6Q, adularia; Jg, atamo;89, cÚ'
mayor libertad, mayor variedad en las producciones humanas que en lás lrrr,lrrrrr;99, topacio; lQ9, diamante.so Hay algunos autores qu€ usan escÍr-
hechas por la naturaleza que están sujetos a una determinada regla que lr', rulcrmedias como son 2.5, 3.5, 4.5, etcétera. Otra maneia, como lo
.r,r)¡rscia Colton, se mide la dureza rallando la pasta primero con el mineral
se repite.
,,,,,, .luro para acabar con el más suave y así se puede-calcular. la dureza
A pesar de ello, existen ciertas características, ciertas determinantes que del fragmento que se está examinando. Otra obsewación además
¡,r,,¡rirt
tienen que concurrir en la fabricación de la cerámica como hemos visto ,1,
'1,,
.lureza, ás la fraciura, es decir, si se rompe en ángulos agudos o si
en páginas anteriores y basándose en esos componentes, se llega a Ia des" .., ,lt sntotona..
cripción más exacta de este producto industrial.
f,il cuarto componente de Ia pasta, es su coloración que se puede des-
Las características primordiales en toda la cerámica son: su pasta, cl ,rrl,ir.dc aCuerdo cOn lOs coloreS aparenteS, o Sea Clalo, ObSCuIO O Si tiene
color, el acabado exterior, superficie, la decoración y su fo¡ma, que puedc ,,n (olor fuerte, indicarlo. Otro elemento muy importante que hay que
variar mucho, pero su variación no puede ser infinita ya que tiene quc lr r( (.r notar también, es cuando eI núcleo del barro aPafece negruzco de-
suietarse a determinados cánones, proporciones y sujetarse a fiias con' l,¡,10:r cocimiento imperfecto; en ese caso las porciones inmediatas a la
diciones para que preste utilidad; por 1o tanto, para una descripción acer- . ,,¡,,.r f icie son de otrá coloración debido a que estaban más cerca de]
tada de la cerámica, hay que tomar en cuenta esos atributos señalados. lrrr'¡io y tuvieron un cocimiento meior.

I-o pastd II t'<¡lot

En primer lugar está la pasta, cuyos componentes más irnportantes son: I .r t.rrracterística predominante más aparente a \a vez la que causa mayol
la Eomposición del barro y su desgrasantg en muchos casos es aconsejablc ,,,,¡rrcsión, es el óolor. Si es cierto que el aspecto de 1a vasiia más sobre'
un análisis químico, pero de cualquier manera una obse¡vación directa .,.,l,,,rrtc es su forma, la calidad y acabado de Ia misrira, siemPre se reconoce
permite reconocer la clase de desgrasante de que está compuesto. Se ob' ¡,,,r tl color. !a clase de pasta de
que está hecha, determina en principio,
servará si el desgrasante es de arena, de concha, mica, o de cualquiera dc i I ,.,,Iur, pero-el cocimienio también puede provocar cambios de tonalidq¡!
los distintos componentes de que se ha hecho mención y que son aparentes; ,,, 1,,, Áir*rs partes de la vasiia, y, qre frecuentemente aparecen "r¡ub-es"
, il;[r(lo se trata de cocimientos imperfeitos. También sucede que cuando hay
28 Es de recomendarse el método que señala Canby para la descripción de la
cerámica (Canby, 1950). :rlr (lolton, I953, pp. 40-41.
2s Guthe, 1934.
35
34
variacioens en el cocimien to, es dscir dif ere_ntes_t_emp-eraturas,
igualmente coloraciones distintas como se ha podido comprobar en e*plú
t t ruPerficie

méntos recieñtE-.-D?: cualquier manera, el color es el que sirve de crlt#


l',lsegundoatributoquevieneíntimamente-relacionadoconelcolor'es
para su pronta identificación. En términos generales se distingue ccrÁm* que sirve para hacer
*ti,rt,ririe.rto exterior. Ér, po' otra parte, el elemento
roja, amarilla, café, negra, blanca, etcétbra, etcétera, es decir, los colatf exte¡ior es el
ir,,,f ,i¡r, una clasifica.io". b" primer 9l
lugar tratamiento
básicos, pero la coloración es sumamente variadir, prácücamente no hey &l Go.,the, de la*manipulación sobre. la superficie
,...,,t,,,¿o, como 1o describe
vasijas idénticas de color y los nombres de los ñlores genéricos no son dü procedimiento que hemos visto de suavisar' rasPar y
,t, 1,, ,ra§ta. uor el
finitivos en asignarle la verdade¡a tonalidad. Puede servir también dc t¡Ef ,1,,,,,'ti'.":.lri¿r rit el recubrimiánto de la pasta cón una variedad de
para describir el color de una vasija en tonalidades aproximadas cout0 t varias
:,,i:,,, 1,.t;:,;-r., i,r baño o el engobq, que-
puede_comprender
negn)zco, verduzco, blancuzco, etcétera, etcétera, o bien ¡eferirse a comp$
, ,,,.,, ,1. áifere.,tes colores y diferentes materialcs'
A1 describir la parte
ración con objetos naturales conocidos corno color manzana, color blyq á.¡." ,.ñr1^rr., hasta donde sea posible- reconocerlo
: :i;:;,,;;.-'i;^
etcétera, que pueden ay:dar. Sin embargo, para llegar a una exactltud
nr','l "lrit,
.*^*.r, inmediato' la forma como esta hecha' si por e1 sistema de
más completa al respecto, hay varias obras especializadas. Desde hleü *,,,,,11,,,1o, por golpeo, si está pulida, si no 1o está' si es áspera -o
granulosa'
varios años muchas instituciones que patrocinan estudios arqueológicos, h§H fugosa, hasta el más
,l lr;rl:rrniento exterior.o*práa" desde una superficie de Ia
tomado como base Ia obra de Robert Ridgeway "Color Standards and Gol# ,,,r.,l(ito pulimento. gtra' catacterística que ie requiere observar
Nomenclature" escrita en 1912 que ha sido también aceptada por l€l ,,;;;] i; es- si está colrugrd,, raspada, incisa, grabad4o etcétera' aunque
geólogos y botánicos como referencia en vista de que contiene má¡ d¡ ,;,;;;;lr-bi;" .orrÁpo,d" á ta. deco.ación que trataremo.s adelante.
;,1;:
1,115 colores y tonalidades. Una obra más reciente es el diccionario de ctp 'f por el
l,,,rf
,il. puecle ayudar-^ áif.r.n.la¡ las distintrr._i1rr"t de,vasiias,
lor, por A. Maertz ar y la última obra es la de Munsell.32 Si no se dispottc ,'.;;,,,,,r-;J;r, pri.d", que se puede hacer en milímetros' de acuerdo con
de'esos trabajos se tratará de indicar el color y lis tonalidades lo"rnál ilrr ilriiximo Y un mintmo.
aproxirnadamente posible a fin de tener un concepto lo más cercano n h { lrilro resultado de los efectos naturales de ia
erosión, ia superficie exte'
realidad. Io que su decolo¡ación' cambio de textura'
,,,,, ,ir.,.a, afectada, Provoca
que vienen a alte'
Ahora bien, el color se dete¡mina en primer lugar por la clase de l¡urro r,r'l,rtlttras. grietas, oxidacibn, á'pt"" y otros elementos
pasta cuya coloración se ha producido por el cocimiento ¡nás o ár,et"rt q,rá .r'r,"."raiio describir ai identificar una colec-
o sea la li i,;';;;.:ft.*
menos perfecto a que se ha sometido. Se determina enseguida por d r rrrr (lc vasijas.
engobe de que va recubierta Ia superficie, y poi último, por la cai:a do
pintura que recibe, pero esto último forma parte ya de la decoraciór¡* I r lornta
Por 1o tanto precisa, después de determinar la coJoracióh de la paslu
al describir una
averiguar el color del engobe, que generalmente es de una tonaliéad rnát l,lil seguida, y como atributo de primerísima importancia
su forma, te qot ay,uda a ieñalar las costumbres de
oscura que Ia pasta propiamente. I{ay que observar si el engobe es grues$ ,,,llt'ción de vasijas, es
o sea que se puede reconocer a la simple vista, y si es delgado, Pot l,r ¡i.rtte qu. l, .orrtruyá. .f ñ'i"" de vasilas de elaborad.a,manufac-
"aá
i,,,',, .o. álegarte d.*r'r.ñ,, que se dedicaron a fines
ceremoniales o bien
medio de una lupa. Por otra parte, algunos autores; establecen la distinción En cualquiera de los
rlr¡rclh destínada á usos o'ái''^'io' Pará o cocinar'
entre el engobe que corresponde al término "slip" en inglés y ei baño, quo los métodos con que fue hecha
, ,r:,os la primera .onriá.,,.i¿" es indicar
es rnás delgado, y que también tie¡e su equivalente inglés en 'lwa§h",
il hizo por e1 método directo, por enrollado' en molde' en tomo'
r-('il que'se
Además puede ser que 1a superficie vaya solamente muy pulida y sin éngobe
,lll¡l(ltlesabemosqueestoúltimonolopracticaronlospueblosprehispáni.
o baño. El engobe, generalmente es, de un color distinto al de la pasta, no
,,,,,,, al *"rror rrdhay pruebas de que sí lo tuvieron'
ocurie.en el interior de la vasija y tiende a desprenderse. En cambio cl ( irn_ro hemos dichá,'la obra de la doctora Shepard p,uede parangonafse
baño es casi del mismo color que Ia pasta, o diferente, Pero se aplica en ,rllt cl Breviarlo det reugioso, el Baedeker del turista, Ia Farmacopea
del
imprescindible y de
capas delgadas e irregulares. t',r,r,acéutico, etcétera,.i oti" palabras, es un libro
r nustante consulta, .í qo. se con detalle a la manufactura y todo
31 Maertz, A. y. Paul, M. R., 1910. ¿ 'efiere considera 1a forn-ra como
1,, r.oncerniente a la cerá*icr. La dcctora Sheparcl
32 Munsell, A. H., 1942.
rk.tr:rminante de la función de la pieza, 1o mismo que Ia proporción y

36 77
eI contomo y atahza las características generales der contorno y establoo l' Vasiia con una sola asa.
f rrrra:
comparación con fonnas específicas de figuras geométricas. En subchnd¡ (lrrclrarat Plato o taza con una asa alargada'
sas páginas procede al análisis y la derivación de las principales format
t ir,iril*r antropomorfas, zoomorfas, esqueyomorfas, etcétera'
Ias diferentes características de las vasijas en general. aa verte-
Moríificacionés: §qlo¡tes -de variable fQuna' base circular' asas'
se ha supuesto, también como teoría plausible respecto a cómo fuo l§. it"ét"t,, ovaladas,
,1, ;;;;,' h5t;ñáitrin""tot,
caias, vasijas
-cua{1da¡'
grrida Ia forma en las vasiias. ¿En qué sé inspirarou ios antiguos alfarcra?
,.,, ¿,.*, variedades de formas flue se irán'
considerando al tratar los dife-
De algún objeto de la nafuraleza, de una planta, se sugirió una formg qut
r,'rrlt:s tipos de cerámica de las culturas prehispánir"as'.
9l primitivo alfarero üató de reproducir. se ha intentado señarar quo k l)c cualquier manera es preciso para la desctiWign {e la cerámica.indicar
inspiración de las formas más elementales fue tomada de una cucurbitáooq
l,¡ for¡na gerreral de la vaiiia que §e está describiendo;
hay también que
según se observa en la ilustración (figura 15) que de acuerdo coo el cortó
f,,,o,,i.¡i¡e¡_t, Ias variant'és óómo son los boriles de la vasija,,la forma
en determinado lugar de esa planta se obtienen üversas formas de v*dft,
;i"i ;;.il", cuyas diferentes en la figura número 19
va¡iedade§ aParecen
En efectq come se observará en la ilustración, el corte superior hecho en'h pueden observar las
l,,nurcl¿r de la'obra ya citada de Colton'3a Aquí se
calabaza,produciría una olla,-más bajo, un tecomate, un cajete,
¡fcan y de la vasijá, los bordes o labios, y estas variantes constrtuyen
plat! I el corte transversal de la calabaza constituiría un cuchaá. Esia ggml i.lrrrrc:terísticas, como,veremos, de determínadas culturas y son diagnósticas
de formas se irán viendo al tratar las diferentes curturas de Mesoamórlcq '¡lt(,(les
,le rlctcrmínado Periodo'
ya que determinada forma acompañada de ciertos soportes y aditamento[ que constituyen
t ii* tanto puede decirse con respecto a los bordes
o sea que los cajetes pueden llevar rebordes en la parte superior o en li lrrrortnntes raüos culturales de ,coádo con Su forma especial y los so-
base, constituyen también rasgos culturales ,de detérminadás regiones dl
;;;;;i;;'¿. ;"tü seo*étrico, es decir, cilíndricos, esféricos, doble esfera'
Mesoamérica. respecto
l,t, iit.rr, o en forÁa de animal y humanos; 1o mismo Puede decirse
La forma, ?!es, gs una característica muy importante que aunque ofr@ ,ro ,or, tan variadas como los soportes' ofrecen
u llrs asas que aunque
una gran variedad de formas, ya que como hemos dicho, no esuín sujetor
rlr¡ ;rctcrísticas esPeciales-
a.una regla general sino al capricho del alfarero, después de hacer notsr 'l'rrrnbién hay que especificar la dimensión, de la vasiia para tener. com-
cómo está hecha la vasija, es decir, en molde, enrolladó o directo, hay qüo Ésia debe de ser no sólo de su tamaño general sino
¡rlt'rrr la descriicián.
_algunas forma¡ Msicas, que ocunen eu todas Ias ce.ámicasi y rilr('un corte del cuerpo de la vasiia sería muy útil' Hay además aparatos
considerar
cada una de ellas ofrece innumerables variaciones.
1i,,¡,t'ciales para medir las vasiias. Hay uno qte recomienda March
o sea
Aunque es cierto que hE intervenido mucho Ia crasific¿ción individual de ce¡ámic, u btrot más sencillos qo! se han. adoptado en
,,,i rr."tágáfo
que cada arqueólogo empleh, hay términos generales básicos que podemol el
describir en la forma siguiente y que se observan obietivamentá en hr
rl Museo Nacional de Antropoiogía, con lo que se obtiene rápidamente
l;rrurño exacto de las vasijas.
l,or todo lo anterior sá observará que la clasificación de la cerámica es
ilustraciones (Figs. 1618)
Vasija: Objeto propio para contener líquidos. r,,,'is complicada que la de las, ciencial biológicas las que
obedecen a deter-

- Plato: vasija grandg abierta, cuya altura es menor que ra cuarta partÉ ¡rri,ldas i.y., y no a caprichos del hombre como es Ia cerámica. Una espe-
de su diámetro. lic biológiéa plede desctibirse con cierta aproximación; en cambio' en una
Cajete: gran abertura cuyo diámetro es mayor que su alture, v,rsija vaíía el color, la forma, 1a decoración de mane¡a absoluta,
si se
Jfii, dede¡educida
vasiia
]arro: boca o abertura cuya altura y ,"órro es aproxl. ( oulpara con otra.
madamdnte igual, y cuyo mayor diámetro es más o ric.ros la mitád dc
su altura.
Vaso: Vasija cuya alttra es mucho meyor flue su ancho.
l,t decoración
Taza: Pequeio vaso hemisférico, que se u1a especialmente para
y a veces piovista de asas.
bebetr Iis uno de los atributos de mayor importancia, polque, desde luego, es
kr más aparente 1o que destaca más al contemplar, una vasiia. I-a. decora-
OIla: Vasija de altura proporcional a su dúmeho mayor..
r,ión sugi'ere algo acé^rca de la vida y hasta la psicología propia del pueblo
Botella: Vasija provista de angosto cuello cilindrico. rlrrc la iabricó, sus gustoü y, en cierto modo, poilemos aún adentrarnos
ss Shepard, 1956.
sa Colton, i953, fig. 10'

38 l9
en su religión. Hay que distinguir ante todq las vasijas para uso di¡rlg
de empleo ordinario o para cocinar, en las que, nafuralmente, la decorl"
ción es mínima o van simplemente pintadas. En sensible contraste t€fli.
mos las vasijas rituales, ceremoniales que fueron destinadas a objetoo mfu
nobles que acompañaron a su dueño"durante Ia vida y muchas veccs l0
siguieron en Ia otra, ya que es frecuente enterra¡ las vasijas en forma dl
ofrendas funerarias. Precisa tener en cuenta y distinguir entre 1o quc Ét
motivo decorativo, y técnica decorativa; hay que establecer la diferench
de los distintos sistemas de técnicas decorativas; como hemos üsto son, üt PREAMBULO
primer lugar, aquellas que provocan pequeñas alteraciones en la superficla
de la vasija, o sea la decoración por esgrafiado o inciso, grabado, rastrillqo
rclaciones de los antiguos cronistas hablan de la existencia de pueblos
o raspado, tallado, champ-levé o relievg muescas o ranuras, estrías, puntoo, 1,,1,,
,,,',,,,'rnror, de tribus con variedad de nombres, de los que no se sabía la
perforáciones, impresiones, punzonado, en otras palabras, procedimiento
por el cual se altera la súperficie de la vasija. En contraste, tenemos Il i,r,,,,a que pe.tenecían, ni las relaciones que guardaban entre 5i. I,o que
chalcas,
óha técnica que consiste e., agregar algo sobre la superficie como es, otl *J ,,,,,,o.i', con el nombre de chichimecas, acolhuas, xochimilcas,
1'lcra, etcétera, por lo que se refiere al centro de México, o bien a agru-
primer término, la técnica más común que es Ia pintura; hay también sl 'tr que todos ellos
rir( i()ncs anteriores .o*o io, toltecas, se 1legó a comprobar
Iaquéado, lo mismo que el incrustado, que es de menor frecuencia en lHl
y participaban de Ia misma cultura, de costumbres análogas
cerámicas de Mesoamérica, que puede consistir en fragmentos de conehg l,,,t,rrccían
como ocurre en Ias vasijas teotihuacanas, o pequeña§ piedrecillas. I ,r;¡,iraciones muY semejantes.
A i:onsecuencia de las investigaciones, exploraciones y estudios que
desde
Por 1o que se refiere a la pintura policroma, si no se dispone de suficientcf
siglo se iniciaron respecto a 1a arqueología de México, estos
elementos para hacer una reproducción en color, se usaron diferentes tipol lrru.:; rlel pasado
de hachuras para indicar los distintos colores. lr, , lr,,s quedarbn compiobados, pero no fue sino
hasta la primera década

Otro aspecto que hay que hacer resaltar, es el relativo a 1a distinciól¡ ,1, I ,,.tuá1 y gracias a 1as exploraciones arqueológicas
qtie se emprendieron'
,,,,,, ., .rp.".lrt las llevadai a cabo por él doctor Manuel Gamio' quien
entre motivos naturalistas o sea una reproducción exacta de la fauna y lu
flora, y motivos simbólicos, que pueden ser simples estilizaciones de 1,r,. t,l verdadero iniciador de la arquiología moderna en Méxicc, cuando

dibujos naturalistas o bien dibujos altamente simbólicos de ideas absttnc. ,,,, ,r¡,licaronmétodos y técnicas adecuados. Pbro fueron necesarios ürtrchos
tas, relacionadas con la religión de esos antiguos pueblos. Por último, el irtr):l y numerorn, .*piornciones e investigaciones Para llegar a determinar
,1" r,,ánera precisa y óompleta los tres grandes horizontes culturales que
en
estilo geométrico que puede constar muchas veces de motivos convencionn.
l,r rrr:tualidad re cono..niomo el Preclásico que es el más antiguo, al que
Ies o lai más de las veces, de simples motivos geométricos. Ocurre cotl
frecuencia que algunos efemplares de cerámica tienen estas técnicas mezcls. ilillc un periodo de gran apogeo o sea el Horizonte clásico, a continuacióD
, l"Oomplejo Tolteca'y el i{árizonte Histórico, cuando ya se tienen
datos
das en un solo ejemplar, o sea, la pintura acompañada de incisiones o una
Estos'mismos horizontes están subdivirlidos
vasija pintada y champlevé que también la decoración cloisonné en quo ¡,,,,,.isns'de carácter histórico.
hemos visto se rebaja parte de la capa de estuco de que va cubierta ls i,rr tliferentes fases de desarrollo, por Io que en la actualidad ya se tiene
vasija. Para profundizar este aspecto tanto Colton, como la señora Shepard, ilr c:oncepto más preciso de la eválución cultural de los pueblos prehispá-
nr,.,,s. Es'te conocimiento está basado especialmente en la cerámica,
pero
señaIan en varias páginas la evolución, significado, simetria y otros detallos
de Ia decoración. t,rr¡rl>ién se han obtenido buenos datos por la arquitectura y
por otros
rrrr.tlios que se han acla¡ado y precisado por meilio cle reuniones de varias
Tomando en cuenta todos estos rasgos:la pasta, textura, dureza, colof
del barro, grado del cocimiento, aspecto de la superficie, forma y decoración, ,,,,'s,rs reáondas que han tenido lugar en los últimos años'

se obtiene una clara visión de cómo y en qué se caracteriza determinado Apoyándonos en esta básica división, esta obra de cerámica prehispánica,
tipo de cerámica que se está describiendo. ,." .itrdirrá de acuerdo con 1os tres grandes horizontes culturales, los que
, tir,ncn extensiones geográficas muy extensas. Para mayor ciaridad en el
rkrsurrollo de horizontes con especial
la materia, se tratarán estos tres
hirrcapié en las culturas del centro de México, pero también se tratarán

41
40
con suficiente detalle las otras cultu¡as que ocuperon diversas regioa{
Mesoamérica. Con ese fin y de acuerdo con dicha diüsión, se
las diferentes áreas culturales conforme ya han sido defir¡idas. I¡¡
importantes son las siguientes: Ios Valles Centrales que compreudül
de México, Morelos, Puebla y Toluca; segundo, el Estado de
donde tuüeron desarrollo grandes e importantes culturas; tercero, le
del Golfo, que incluye precisamente el Estado de Veracmz, y
'extensiones hacia Tabasco, Puebla y Tamaulipas, o seau los Estadol
trofes; cuarto, el Occidente de México que abarca las costas del Pgdñü PRECLASICO
I, EL HORIZONTE
los estados de Sinaloa, Nayarit, Colima, faliscq Michoacán y poftl
Guerrero; quintq el norte de México que comprende Zacatecas,' en el siglo pasado ace¡ca.de la exis-
Chihuahua y Sonora; sexto, el área maya. Esta rlltima y tan exten8 l,rrs sospechas muy fundadas que-había
hombrÉ prehistóricá, han sido confirmadas en los
ultimos años
incluye parte de Tabasco, Campeche, Yucatán, Chiapas y Quintanr i.,""-áa
É 11)nsecuencia de las *ry ,.títt'tts exploraciones que-se han emprendido'
en territorio mexícano; también se tratará por ser parte de de Tepexpan y el de
Guatemala, El Salvador y porciones de Honduras. ilrir" i^ más notables f'r..i.nt., figuia el Hombieajena a la cerámica' no
De conformidad con esa división, iniciaremos el estudio de las l,,,,in ItrUA lztapanar que, por trataise de materia
prehispánicas de México, según se hallan representadas por su cerámicr. rf, locará en esta obra.
"'
iin l*Urtgo, existía una laguna enorqe entre aquellas culturas,Primitivas
rlecazadores"ylasculturasdesarrolladasdelHorizonterlecláSlcoque
enoÍne
,,,,,,1uio va malníficas obras de cerámica, es decir,
hay-un periodo
y
:;;;ilñ ; il al parecer no hubo ninguna manifestación humana
rxrr lo tanto las culturas preclásicas 'p"ec"t' en
forma repentina. y ya

li,'r,t*,rárt. stt"-tá "-Priá, po'q"t, o bien el origen de estas-civilizacio'


r¡r's <lesarrolladas deben É,rr",'i" fuera
del Valle de México' o el verdadero
;;;i;;;-;; ,; ha descubierro. A este respecto, los investigadores que con
tur,ü"i t-i," t rn t en la prehistoria de México son el doctor Hel'
y Arturo
itr,í ¿" Terra y to, piot.ro,"s I-u¡ Aveleyra Arroyo de Aanda
^u"¡"áá
it,;;,;. En 1á actáidad investigan ese preciso Plnto a fin. de llenar
las primeras.p'rimitivas culturas y las
rl lrueco tan grande que existe entie con el
,,itm d.rrrrolládrs culto.rs con cerámica q'e se iniciau
Horizonte

'l'r cclásico.
iil pri*., Horizonte, el más antiguos de todos es' a su vez' e\ que ha
rirlo investigado con *ryo, i,,ttt'sida-d, que ha llamado mayor la atención
,1,'lo,
- irru.lqadores y sobre el que existe une enoÍne literatura'
Desde hacá un siglo, en 1g6i, el Abate Brasseur de Bourbour
señala
baio una capa de lava en
l* cxistencia de ,.rtigoas ciudades sepultadas

8¡r El descubrimiento del hombre de Tepexpan, hec\o por el doctor


He-lmut de
'l'"rri-covrs investigaciones emPezaron úcü I945, demostraron la,contempora-
en 1953,
,;tá;e á;-i;*Ui. ?r ü¿-iá iá" animales desaparecidos. Más .tarde, asociación
;;;;"tttó en Santa IrrU.i i,i,p'"' nodeleios de Tépexpan' artefactos.en
lbs últimoi años son de artefactos en el
; ;-;;rt.-Ot o, a.r.oüri;ü,;rBrand; en Baia. california, p:r ]vfT,s= y d:s-
i;_i_iá--á. ór,üuahua q""-á;üiu" -(Una
;,;;;;;"ñ;r iü"" ñ.itir,1, fruiaulipas. révisión y comentario sobre todos
.-t,--áá¿'rUrimientos ú.d."-;;r;; án Avelelra, Prehisioria de
México, 1950)-

4)
42
38
en una área de 25 la entonces lddrillera
metros en
el_Pedregal (¿Copilco?). En 188i, el Museo del Trocadero en Prdt 'l,lt.lrloctor
pueblo
Gamio,
de san Miguel Amantla, Azcapotzalco, se excavaron 17 capas
exhibía una colección de figurillas humarras que decían "tipo arcaico" y
procedenies de un cerro cerca de Tacuba. Posiblemente éstos fueron hi ,,,,, lrn espesor de 10 cÁ. las primeras y de 60 en las últimas como se pueile
restos descubiertos por la comisión científica F¡ancesa en años anteriñtfi, \r'r' en eli croquis que se acompaña (figura 20) sobre 1a superficie del
Por su parte Holmes, en sú obra publicada en 1885, hace mención dd llil(:no rprr..ió poca cerámica, Pero restos de la cuJtura azteca fueron
,.¡rcontrad'os desde ]a segunda hasta la cualta caPa; más abaio, en las capas
descubrimiento de muy antiguos vestigios sobre ]os que é1 no hüo ningunl
rrrfcriores, desde la 5 hasta la 14? ocurrió material clásico o teotihua-
interpretación. "rpr"
, ,,r,, y aúajo de ese nivel hasta la capa L74 se encontró la entonces
llamada
Más adelantq entre 1886 y 1890, en Atoto, cerca del pueblo de §rl ',t :iviÍizacián de los cerros"i primer nombre que le dio Boas a quien corres-
]oaquín Coacalco, perteneciente a Tacuba, el Obispo Plancarte descubt! descripción de esta iltlsua-cultu¡a debido a que Seler y
cierto-tipo de cabecitas. También en Tetelpa, Morelos, y Tlaquiltenango dd ¡,orrrle la primera
-Boas
,,1 rrrismo la ..r.o.rlt.rro., en las faldas de los cerros que circundan el
mismo Estado, Reyna descubre figurillas semejantes que más tarde oÉ
\/rrlle de México, muy especialmente en zacatenco, Ticomán y El Arbolillo.
mismo tipo se encontró en Ozumba, Malinanco, Chimalhuacán, del Estndó
l,,slrrs excavaciones sé hicieron por cuenta de la Escuela Internacional
de
de México; en Itzacan y Tezmelucan de Puebla, Tlazmalac, Guerrerq 0¡ 3e
Arr¡ueología y Etnología Americanas.
Chalco y Papalotla; este tipo de figurjllas cuya semejanza reconocen diehol t')tras áctiüdades de esta Escuela en la misma época, fue el reconoci-
investigadores, y Del Paso y Troncoso las define como "olmecgs". n¡ir:l:to hecho por el doctor Boas acerca de los tipos de cerámica que aPa-
Sin embargo, el primer intento de resolver este problema bajo el puntO se llegó
¡r.r,íirn en las faidas de dichos, cerros. Por medio de esa investigación,
de vista arqueológico, fue iniciado por Ia doctora Zelía Nuttall; quien dudt ,r ttconocer la existencia de ias zonas de Zacatencq Ticomán, El Arbolillo,
1902 observa la existencia de fig_urillas {e baro que aparecían debajo dol r¡irrt urás tarde hatrían de revelar datos de 1o más valiosos. Por cuenta de
PedregaJ; más tarde, en 1907 en Culhuacán, en Pánuco y en Tampico, lt ,1,,r ¡nisma Escuela, el doctor Gamio emprendió las exploraciones
que_hemos
misma investigadora encuentra figg¡lUas que se asernejan a las descubie¡. tr¡rrncionado en san Miguel Amantla. Hacia 1917, el profesor Herman
tas bajo Ia capa del Pedregal y las clasifica como de un estilo muy difercutt It,'yer, arrte el cúmulo de datos que ya se habían reunido, publica toda la
al de las áztecas. r,,l,,'mación que se tenía hasta ése momento, e intenta un principio de
Estos iniciales descubrimientos hicieron sospechar la existencia dc cul. , l;rsificación.
turas muy anteriores a Ia de 1os pueblos .on q.ri.n., lucharon los conc¡rrir. I,lrr ese mismo año de entonces Dirección de Antropologia, er¡r'
l9I7,7a
tad,ores en el siglo xvr. Así fue com.o el docto¡ Manuel Gamio, el verdh«lero
lrr(]ucle una sistemática
exploración en la Cantera de Copilco que resultó
iniciador de la arqueología científica en México, llegó a establecer la exi¡, il,'l ,,.,ryo, interés, porque^abaio de un manto de la.va de alrededor rle 8
-er,co¡tirron
tencia de esas figurillas en su verdadero estrato geológico y por lo tanto r.r'tros de esPesor, se restos de ia "Cultura de los cetros"'
su antigüedad arqueológica y representativas de culturas más antiguas. sÍ l;t que estaba por completo aislada de las de los horizontes posteriores. A
Para ese fin, durante el año 1909, hizo un reconocimiento en diversos sitior ,.,;lrr cultura, á ¿octoi Gamio sugirió que debería de llama¡se "Cultura
de la entonces municipalidad de Azcapotzalco, observando, la existencia tlo ,,rrlr
1>edregalense". Actualmente
se ha formado un Pequeño museo en este
vestigios grehispánicos contenidos en terrenos sedimentarios. 37 r,ilio tan importante.
Por tratarse de la verdadera base que ha servido para el establecimientu Jtrnto con este hallazgo, el doctor
Gamio intentó identificar ]os restos
de los horizontes culturales en el Valle de México, será preciso referirse colt ,,,,ir,.o1Ogi.or con pueblás históricos, por lo que atribuyó esta civilización
cierto detenimiento a esta primera investigación. Efectivamente como refiere , ,,,',,o pródr.to de ios pueblos históricós otomies, teoría que
no ha podido
',r'r corrrprobada.
. 36 Las antiguas crónicas hablan de tribus o naciones pobladoras que fueron Inr Ii, viita del número tan crecido de designaciones que se habían aplicado
últimas en llegar al centro de México. Antes estaban lós toltecas, y todavía con rr csta primera cultura, el doctor Tozzet desde 1915, a su vez, la nombra
anterio¡idad a ellos, los gigantes (quinames). Esta creencia se debió al hallargo ,,¡iviláción arcaíca", aunque ello, como él mismo afirma, no implica
rllrc se trataba de una cultura precisamente- primitiva ni poco desarollada,
de grandes huesos fósiles, hasta el siglo xvrrr cuando Humboldt, siguiendo a Cuviür,
demuestra que eran de grandes animales, pero también se ha preténdido idenüficgr
a los quinames con los teotihuacanos, quienes produjeron obras gigantescas.. ,,'i,,u qr" ese término como se empleó én la arqueología gtiega o egiPcia
3'7 Aunque se ha afirmado que fue Nelson el primero en utilizar
el sistema de l¡
estratigrafía en Norte América, este lugar le corresponde a Gamio., quien aplicó ol rrr¡ Gam'o, 1913, 1924'
sistema en Azcapolzalco en 1911; Nelson no lo hizo sino hasta 1914. fle !,6¿5, l9ll-12; 1912.

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