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Desarrollo sustentable

Betancourt Sanchez Luis Uriel


l11
electromecanica
EL IMPACTO EN LA FLORA Y LA FAUNA
LA FAUNA
La pérdida del hábitat es la razón más importante por la que muchos
animales se encuentran en peligro de extinción. Además, muchas de las
actividades que efectúan los seres humanos pueden causar la pérdida del
hábitat. Las construcciones y carreteras nuevas, así como los centros
comerciales nuevos, a menudo obligan a los animales a abandonar los
lugares donde viven. La construcción de una presa en un río para
proporcionar energía o agua para las zonas de riego y las ciudades es una
amenaza para el hábitat de los peces y de toda la fauna y flora que dependen
de ese afluente. Las operaciones que conciernen a la industria de la madera.

Cada año se cortan o queman 16 millones de hectáreas de bosque. En el


curso de esta destrucción se pierden especies y un valioso y amplio abanico
de recursos, al tiempo que se altera la composición de la atmósfera y se
degradan los ecosistemas en forma brutal.

Es posible que muchas de las fronteras forestales que han sobrevivido hasta
el presente siglo no logren llegar al próximo. Los resultados de este estudio
indican que 39% de los bosques restantes del mundo están amenazados —
moderada o gravemente— debido a la tala indiscriminada, al desmonte para
la agricultura y a otras actividades que por lo general tienen lugar en los
límites del bosque. Muchas fronteras forestales que aún no están
amenazadas más que nada en los trópicos son de todas maneras
vulnerables porque contienen especies de madera valiosas, petróleo o
minerales. Las amenazas más importantes que confrontan las fronteras
forestales son:

Impactos sobre aire, agua y suelo

AIRE

La emisión de sustancias nocivas a la atmósfera afecta tanto a la salud


humana como a los ecosistemas. Se considera que la contaminación del aire
libre y de locales cerrados es responsable de casi 5% de la carga mundial de
enfermedades. La contaminación atmosférica agrava, y posiblemente causa,
el asma y otros padecimientos respiratorios alergénicos. Los resultados
negativos de los embarazos, como el alumbramiento de bebés con bajo peso
o muertos, también se relacionan con la contaminación atmosférica.

Todos los organismos que habitan el planeta necesitan agua para vivir. Sin
agua, los microorganismos que descomponen la materia orgánica no podrían
existir, se interrumpiría el ciclo ecológico de la materia y la energía, y todos
los ecosistemas se derrumbarían. Los ríos, lagos y humedales contienen
aproximadamente 0.01% del agua dulce del planeta y cubren menos de 1%
de la superficie terrestre. La infraestructura que el hombre ha creado para
controlar este recurso tiene efectos de distinta índole.

El proceso de deterioro de estas tierras afecta 40% de la superficie terrestre y


su degradación amenaza directamente la supervivencia de 250 millones de
personas y, de manera indirecta, la de más de 1 000 millones que encuentran
en ellas el sustento. Las zonas más amenazadas son las sabanas de África,
las grandes llanuras y pampas de América, las estepas de Europa sudoriental
y Asia, los territorios despoblados de Australia y las márgenes del
Mediterráneo. En total, 110 países son particularmente susceptibles de
erosión hídrica. Por último, a los fenómenos anteriores se suma la
degradación de las tierras debida a una deficiente gestión agrícola y de los
recursos hídricos, al uso excesivo de fertilizantes y plaguicidas, a los vertidos
incontrolados ya la contaminación atmosférica.La sociedad humana está
condicionada de modo significativo, aunque no siempre decisivo, por la
naturaleza. A su vez, poco a poco, el hombre la modifica en parte y en forma
creciente mediante las actividades de producción. En rigor, la relación entre
sociedad y naturaleza está mediada por la producción. Desde que el hombre
apareció sobre la Tierra, hay una naturaleza socialmente mediada por la
producción de bienes materiales, distinta de la naturaleza que preexistía a la
humanidad. Esta “segunda naturaleza” tiene su dinámica propia, pero es
cada vez más modificada por la acción de la sociedad. En esta acción se
gesta, parafraseando a Indira Ghandi, la pobreza social, económica y cultural
como la peor forma de la contaminación.

Actividades antropogénicas: historia y


consecuencias
Las grandes civilizaciones de Egipto y Mesopotamia se alzaron poco después
de que se iniciara el cultivo de cereales. Se emprendieron grandes proyectos
de ingeniería, entre ellos la construcción de complejos sistemas hidráulicos
para la irrigación de los campos. Las mujeres inventaron la cerámica y así
proporcionaron recipientes donde colocar los excedentes de cereal para su
almacenamiento y/o comercialización. Las artes metalúrgicas contribuyeron
al desarrollo de armas más sofisticadas para la conquista y la captura de
nuevas tierras y esclavos.
¿Puede la Tierra producir alimentos suficientes para 8 000 millones de
personas? ¿Y para 10 000 millones? Al iniciarse el siglo XXI, los informes
que publican la ONU sobre el panorama mundial del medio ambiente y la
FAO sobre la disponibilidad de recursos para producir alimentos, subrayan
que los recursos naturales están sometidos a presiones cada vez mayores, lo
cual amenaza la salud pública y el desarrollo. La escasez de agua, el
agotamiento de los suelos, la pérdida de bosques, la contaminación del aire y
del agua y la degradación de las costas afectan a numerosas zonas y, en
consecuencia, a la producción de alimentos.

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