Está en la página 1de 17

TRABAJO ESCRITO – DERECHO CIVIL OBLIGACIONES I – GRUPO I

DOCENTE: Fernando López Carrera


ESTUDIANTE: Maryi Gómez Jurado

¿QUÉ ES UNA OBLIGACIÓN?


Es un vínculo jurídico entre el
deudor y el acreedor para el
cumplimiento de una prestación.

I. CLASIFICACIÓN DE LOS CONTRATOS

La clasificación de los contratos (regulados en los artículos 1496 al 1500 de


Código Civil Colombiano) depende de los siguientes factores:

Según quien adquiera la obligación: contrato unilateral y contrato


bilateral. La clasificación de estos contratos se refiere a los efectos
del contrato, es decir, a las obligaciones producidas; cuando solo
nacen obligaciones para una de las partes, como la donación, el
contrato es unilateral, pero cuando ambas partes quedan obligadas
recíprocamente, el contrato es bilateral.

a) Contrato unilateral: Los contratos unilaterales son aquellos en los


cuales quien se obliga es una parte, mientras que la otra no tiene
obligación alguna, los contratos unilaterales son tan vinculantes
como los bilaterales, pero en ellos solo se compromete una de las
partes. Son unilaterales: el mutuo, el comodato, el depósito, la
prenda, la fianza, la anticresis, la donación, el mandato gratuito, la
renta vitalicia.
b) Contrato bilateral: En este tipo de contrato ambas partes se
obligan, por ejemplo, en un contrato de compraventa el vendedor se
obliga a entregar la cosa y el comprador a pagar el precio. Entonces
el contrato bilateral o sinalagmático es aquel que establece
obligaciones para cada una de las partes, la compraventa es un
contrato bilateral porque tanto el vendedor como el comprador
contraen obligaciones, así mismo está el arrendamiento, la permuta,
etc.
Según quien reciba el beneficio: Contrato gratuito y Contrato
oneroso.

a) Contrato gratuito: según el artículo 1497 del código civil el contrato


gratuito o de beneficencia cuando solo tiene por objeto la utilidad de
una de las partes, sufriendo la otra el gravamen, en este contrato
solo se beneficia una de las partes, por ejemplo, una donación. El
comodato es contrato gratuito por cuanto redunda en beneficio de
una sola de las partes, el comodatario, e implica un gravamen para
el comodante; en efecto este contrato consiste en permitir al otro el
uso de una cosa a título gratuito.
b) Contrato oneroso: Es oneroso cuando tiene por objeto la utilidad
de ambos contratantes, gravándose cada uno en beneficio del otro,
entendiéndose como un contrato que beneficia a ambas partes
(contrato de trabajo). El arrendamiento es contrato oneroso, pues
ambas partes obtienen un beneficio y ambas sufren un gravamen.
Los precios del arriendo son el gravamen que sufre el arrendatario;
el uso y goce que tiene el arrendatario representan un gravamen
que debe tolerar el arrendador.

No debe confundirse esta clasificación con la anterior, pues un


contrato gratuito puede ser bilateral en el sentido en que ambas
partes resultan obligadas. El comodato es bilateral y a la vez
gratuito, ya que el comodante debe permitir que otro goce
gratuitamente una cosa, y el comodatario contrae la obligación de
restituir la cosa al comodante cuando el contrato termine. Sin
embargo, es importante esta clasificación desde el punto de vista de
la personalidad de las partes, pues como nadie sirve gratuitamente
a otro sin causa o fundamento, la ley presume que los contratos
gratuitos se celebran en consideración a las personas de los
contratantes, y por ello el error que se comete acerca de la persona
es causal suficiente para anular el contrato. Cosa diferente sucede
con los contratos oneroso, en que normalmente no se tiene en
cuenta la personalidad de los contratantes, y así, si un arrendador
entendió contratar con determinada persona, pero cometió un error
y contrato con otra, este error no sirve para anular el contrato. (art
1512 código civil).

Según la existencia del contrato: Principal y Accesorio.


a) Principal: Un contrato es principal cuando no depende de otro
para existir, cuando subsiste por sí mismo sin necesidad de otra
convención, este es el caso del contrato de arrendamiento.
b) Accesorio: Que necesitará de otro contrato para poder existir,
cuando tiene por objeto asegurar el cumplimiento de una
obligación principal, de manera que no pueda subsistir sin ella.
(prenda) contrato de prenda que se da para garantizar el pago de
un préstamo.

Según los requisitos de validez: Real, Solemne, Consensual.


(artículo 1500 código civil).

a) Real: Es real cuando, para que sea perfecto, es necesaria la


entrega de la cosa a que se refiere. Además, como su nombre lo
indica, son los que requieren, además de las declaraciones de
voluntad, la entrega material de una cosa, como sucede en el
comodato, el mutuo, el deposito, la prenda y la anticresis. La
entrega material de la cosa en estos casos equivale a una
solemnidad.
b) Solemne: Es solemne cuando está sujeto a la observancia de
ciertas formalidades especiales, de manera que sin ella no
produce ningún efecto civil; es aquel en que las declaraciones
de voluntad deben someterse a una forma determinada, para
que tenga validez, como ocurre con los contratos de disposición
de inmuebles, que requieren una escritura pública (venta,
donación, permuta, aporte a una sociedad, constitución de
hipoteca, usufructo, uso o habitación). En este caso la
solemnidad de que las declaraciones de voluntad sean
recogidas por un funcionario público (el notario). Fuera de esta
solemnidad existen otras. Así, la promesa bilateral y unilateral
del contrato, el contrato de prenda agraria o industrial, requieren
un escrito o escritura privada. La solemnidad hace el contrato,
pues sin ella las declaraciones de voluntad carecen de todo
efecto jurídico.
c) Consensual: Es consensual cuando se perfecciona por el solo
consentimiento, es decir, que se hace perfecto solo con el
consentimiento de las partes (compra-venta).

Según su ejecución: Contratos de ejecución inmediata y Contratos


de ejecución sucesiva. Existen varios contratos que por su
naturaleza se cumplen inmediatamente y otros cuya ejecución se
hace por etapas.
a) Contratos de ejecución inmediata: aquellos que tienen un efecto
instantáneo (compra-venta). Aquellos cuyo contenido es una
prestación de dar, así en la venta, el vendedor con una sola acción
trasmite el dominio al comprador, y el comprador, también en un
acto o varios, cumple su obligación de pagar el precio. Estos
contratos pueden anularse o resolverse por cuanto en ellos es
posible restablecer las cosas a un estado anterior, como si el
contrato no se hubiere celebrado. Así, el vendedor y el comprador
pueden convenir en resolver la venta restituyendo el comprador la
cosa y el vendedor el precio recibido, no sucede lo mismo en los
contratos de ejecución sucesiva, si ya se han cumplido unas
obligaciones, ya que no puede hablarse de anulación o resolución
de un arrendamiento, de un contrato de suministro de energía, sino
de terminación. Los contratos de ejecución inmediata no pueden
ser objeto de revisión en caso que varíen posteriormente las
condiciones que los contratantes tuvieron presentes para
celebrarlos; en cambio en los de ejecución sucesiva es admisible la
revisión por imprevisión. Teoría de la imprevisión: un contrato de
arrendamiento celebrado por diez años puede dar lugar a su
revisión, si después de dos años, en virtud de una crisis, los
precios del arriendo bajan considerablemente, en forma que resulte
ruinoso para el arrendatario continuar pagando el precio
originariamente convenido.
b) Contratos de ejecución sucesiva: Estos contratos suponen una
serie escalonada de obligaciones, aquellos donde los efectos se
prolongan con el tiempo (arrendamiento), como en el arriendo, en
que el arrendatario adquiere tantas obligaciones de pagar precios
cuantos periodos de tiempo comprenda la duración del
arrendamiento, lo mismo ocurre con los contratos de trabajo, de
suministro, de energías, etc.

Contratos de libre discusión y de adhesión: contrato de libre


discusión es aquel en que ambas partes discuten libremente las
mutuas obligaciones que contraen. El comprador de una casa
discute con su vendedor libremente el precio, señala las condiciones
del contrato; se conviene en uno o varios plazos para pagar el
precio, etc. Ambas voluntades se manifiestan con libertad plena.
Al lado de este contrato existe el de adhesión, fruto de la época
actual, en el que se elimina toda discusión. Lo emplean las grandes
empresas y en general los comerciantes para la venta de sus
productos, para el suministro de energías, para el transporte de
personas o cosas. La empresa anuncia al público las condiciones del
contrato, sin permitir sobre ellas discusión alguna; es verdad que se
tiene libertad de celebrar el contrato o abstenerse de celebrarlo; pero
no se puede proponer cambios o condiciones, ya que se adhiere al
contrato o no se celebra. En el contrato por adhesión no cabe hablar
de vicios de la voluntad, y nadie ha soñado en solicitar la anulación
de un contrato de tal naturaleza. Quedan sin sentido ante esos
contratos, las medidas de protección que la ley establece en favor de
los incapaces, pues en igual condiciones de inferioridad se hallan
tanto las personas capaces como las incapaces. Tampoco puede
hablarse de la lesión en adhesión que se da al reglamento de la
empresa, pues todos los contratos son de una misma clase. A la
producción industrial en serie corresponde paralelamente en derecho
la producción en serie en contratos de adhesión.

II. EXPLICACIÓN DE LOS TIPOS DE CUASICONTRATOS

1) Aceptación de herencia
La aceptación de la herencia es el acto voluntario y libre por el cual un heredero
manifiesta su voluntad de aceptar la herencia. Las personas nombradas herederos
podrán aceptar o repudiar la herencia.
¿Qué es la aceptación de la herencia?
La persona llamada a una herencia puede aceptarla pura y simplemente o a
beneficio de inventario, y también puede rechazarla. La aceptación está regulada
en los artículos 988 a 1034 del Código Civil.
La aceptación de la herencia se caracteriza por una serie de elementos regulados
en los mencionados artículos. Son los siguientes:
 Unilateralidad. No se requiere conformidad de otra parte.
 Voluntariedad. La aceptación es un acto completamente voluntario y libre.
 Retroactividad. Los efectos de la aceptación de la herencia se retrotraen al
momento de la muerte del causante.
 Indivisibilidad e incondicionalidad. La aceptación no podrá hacerse en
parte, a plazo ni condicionalmente.
 Certeza de la delación. El llamado a heredar tendrá que tener certeza
acerca del fallecimiento del causante y de la apertura de la sucesión.
 Irrevocabilidad. Una vez hecha la aceptación, esta es irrevocable.
 Vicios de la voluntad. La aceptación solo podrá ser impugnada cuando
exista alguno de los vicios que anulan el consentimiento o si aparece un
testamento desconocido.
 No personalidad. La herencia puede aceptarse a través de representante
legal con poder específico para ello.
¿Cómo se acepta la herencia?
Existen dos formas de aceptación de la herencia: pura y simple o a beneficio
de inventario.
A. Aceptación pura y simple: La aceptación pura y simple puede ser expresa
o tácita.
 Aceptación expresa. Es la que se hace en documento público o
privado. En otras palabras: se exige forma escrita. Se podrá emitir
ante notario o ante una autoridad judicial o gubernativa.
 Aceptación tácita. Es la aceptación que se emite mediante actos
que suponen necesariamente la voluntad de aceptar o actos que no
se podrían hacer si no fuera a título de heredero.
La aceptación pura y simple puede ser expresa o tácita. Expresa es
la que se hace en documento público o privado. Tácita es la que se
hace por actos que suponen necesariamente la voluntad de aceptar,
o que no habría derecho a ejecutar sino con la cualidad de heredero.
Los actos de mera conservación o administración provisional no
implican la aceptación de la herencia, si con ellos no se ha tomado el
título o la cualidad de heredero.

B. Aceptación a beneficio de inventario: Por otro lado, la aceptación de la


herencia a beneficio de inventario desprende efectos limitados. En este
caso el heredero responde de las deudas del causante, pero solo hasta
donde alcance el caudal hereditario.
Esto implica que no responderá con sus propios bienes. La administración y
liquidación se hace de forma separada hasta que se hayan extinguido todas
las deudas y cargas de la herencia.
Con la aceptación a beneficio de inventario solo respondes de las deudas
que has adquirido, no respondes más allá, asegurándote no perder tu
propio capital, a diferencia de la aceptación pura y simplemente, donde
respondes con tu patrimonio de las deudas del causante.
La aceptación a beneficio de inventario es ideal en casos donde hay
desconocimiento, y también en casos de herencias de un familiar que haya
tenido algún negocio del que se desconoce si hay deudas pendientes.
Hay que tener en cuenta que acudir a la vía del beneficio de inventario tiene
unos costes extra para poder hacer una valoración de los bienes, derechos
y obligaciones. La declaración de la aceptación a beneficio de inventario
deberá hacerse ante notario. Sin embargo, no basta con hacer la solicitud,
sino que también se tendrá que realizar un inventario fiel y exacto de todos
los bienes que componen la herencia.

¿Qué pasa si un heredero no manifiesta su voluntad?


Para proceder al reparto de los bienes de una herencia es necesario que
todos los llamados a heredar acepten o renuncien a la misma.
Puede darse el caso de que uno de los herederos no manifieste su voluntad
en ninguno de los dos sentidos, lo que implica que se no se puede proceder
a la partición y reparto de los bienes hereditarios.
En estos supuestos, después de nueve días desde la muerte del causante,
cualquier interesado podrá requerir notarialmente al heredero para que se
pronuncie en un plazo de 30 días naturales para aceptar pura o
simplemente, o a beneficio de inventario, o repudiar la herencia. Asimismo,
si no manifiesta su voluntad en dicho plazo se entenderá aceptada la
herencia pura y simplemente.

2) Agencia oficiosa

La agencia oficiosa es un contrato de carácter civil que se encuentra


establecido en el artículo 2304 del código civil, a través del cual una persona
que se denomina agente oficioso o gerente administra sin que medie un
contrato de mandato los negocios de una persona respecto a la cual se obliga
y al cual obliga en ciertos casos. Es decir que, en la agencia oficiosa no existe
un mandato, aunque las obligaciones del agente oficioso son las mismas que
las del mandatario.

Requisitos de la agencia oficiosa.


Para que este contrato exista según lo establecido por la Corte Suprema de
Justicia en sentencia de 15 de octubre de 1941, es necesario que concurran
los siguientes requisitos:

 Que se administren negocios ajenos.


 La ausencia de mandato para la gestión de los negocios.
 La intención de obligarse para con el interesado a quien se le
administran los bienes.
 La posibilidad de obligar al interesado en ciertos casos.
Características de la agencia oficiosa.
La agencia oficiosa es un contrato que se caracteriza por ser de carácter
unilateral, ya que la responsabilidad recae en sobre al agente oficioso.
La responsabilidad del agente oficioso o del gerente como también lo denomina el
código civil, depende de las circunstancias de la gestión de los negocios. Si se
encargó de la gestión de los negocios para evitar un daño a los intereses ajenos,
su responsabilidad se limita al dolo o culpa grave, pero si por el contrario tomo de
manera voluntaria el encargo es responsable hasta de la culpa leve. Si se ha
ofrecido a la gestión impidiendo que otros la ejerzan será responsable de toda
clase de culpa.
Cuasicontrato de agencia oficiosa.
Pese a que el código civil en su artículo 2304 define la agencia oficiosa como un
contrato, la agencia oficiosa es un cuasicontrato, es decir, que la obligación surge
sin que medie acuerdo entre las partes como lo establece el artículo 2302 por
ende el agente actúa de manera voluntaria incluso sin que así se lo haya
encomendado el interesado.

De igual forma el código civil establece que en los cuasicontratos la obligación


nace por la ley o del hecho voluntario de las partes y establece como
cuasicontrato la agencia oficiosa. Bajo estos términos el interesado solo se
obligará respecto a la gestión del agente oficioso cuando ratifica su gestión, pero
sin embargo cuando la gestión ha sido bien hecha o el negocio fue bien
administrado el interesado debe cumplir las obligaciones que haya contraído el
agente en la realización de la gestión.
Sentencia T-029 de 2016 Corte Constitucional de Colombia:
La agencia oficiosa se configura con la concurrencia de dos elementos: (i) que el
titular de los derechos no esté en condiciones de defenderlos y, (ii) que en la tutela
se manifieste esa circunstancia. En cuanto a esta última exigencia, su
cumplimiento sólo se puede verificar en presencia de personas en estado de
vulnerabilidad extrema, en circunstancias de debilidad manifiesta o de especial
sujeción constitucional. La agencia oficiosa en tutela se ha admitido entonces en
casos en los cuales los titulares de los derechos son menores de edad; personas
de la tercera edad; personas amenazadas ilegítimamente en su vida o integridad
personal; individuos en condiciones relevantes de discapacidad física, psíquica o
sensorial; personas pertenecientes a determinadas minorías étnicas y culturales.
Tratándose de la representación de un cónyuge enfermo, la jurisprudencia
constitucional ha sostenido que los deberes y derechos que tienen los consortes
entre sí, como el socorro y la ayuda mutua en todas las circunstancias de la vida,
llegan inclusive a volver obligatoria la agencia oficiosa cuando uno de los
integrantes de la pareja se encuentra bajo una grave enfermedad que le impida
actuar por sí mismo, siempre que medie por lo menos prueba del diagnóstico
médico para determinar la incapacidad en que se encuentra el agenciado.
3) Pago de lo no debido

Artículo 2313. Pago de lo no debido


Si el que por error ha hecho un pago, prueba que no lo debía, tiene derecho
para repetir lo pagado. Sin embargo, cuando una persona, a consecuencia de
un error suyo, ha pagado una deuda ajena, no tendrá derecho de repetición
contra el que, a consecuencia del pago, ha suprimido o cancelado un título
necesario para el cobro de su crédito, pero podrá intentar contra el deudor las
acciones del acreedor.
El pago de lo no debido se da cuando pagamos una deuda que no teníamos o
cumplimos una obligación que no teníamos. Se da cuando la obligación o
deuda no existía o cuando existiendo se pagó en exceso, más de lo que se
debía pagar. Pagar lo que no se debe supone un problema, sobre todo si quien
recibe el pago no reconoce tal error y se niega a devolver el pago.

¿Qué hacer si se paga lo no debido?

Cuando pagamos lo que no debemos o a quien no debemos, debemos recurrir


al artículo 2313 del código civil colombiano que señala en su primer inciso:

«Si el que por error ha hecho un pago, prueba que no lo debía, tiene
derecho para repetir lo pagado».
Es decir que el que pague lo que no debe puede repetir contra la persona a
quien pagó a fin de recuperar lo pagado. De la figura del pago de lo no debido
se desprende la acción de repetición, que no es más que la forma judicial de
obtener que se restituya lo que se ha pagado indebidamente.
La carga de la prueba en la acción de repetición le corresponde al
demandante, si el demandado confiesa el pago le corresponde al demandante
probar que fue indebido. Si el demandado niega el pago le corresponde
probarlo al demandante y este caso una vez probado se considerará indebido,
según lo establecido en el artículo 2316 del código civil.

¿Qué hacer si se paga una deuda ajena?


De otra parte, si se paga lo no debido a una deuda ajena, que es distinto a
pagar a quien no debía, se aplica el inciso según del mismo artículo que
señala:

«Sin embrago, cuando una persona, a consecuencia de un error suyo, ha


pagado una deuda ajena, no tendrá derecho de repetición contra el que, a
consecuencia del pago, ha suprimido o cancelado un título necesario
para el cobro de su crédito, pero podrá intentar contra el deudor las
acciones del acreedor.»

Esta norma plasma algo muy plasma algo muy interesante, pues si una
persona ha hecho un pago indebido y cancela con este pago una deuda ajena,
no tendrá acción de repetición contra el acreedor que ha destruido el título en
que constaba su crédito, sino contra el deudor. Es decir que operó algo así
como una sustitución del acreedor, como manera de comparación. Esto debido
a que el acreedor no tenía conocimiento que ese pago fue indebido y creyendo
saldado el crédito destruye el título que contenía la obligación.
Entonces, teniendo en cuenta lo anteriormente mencionado se privilegia en
este inciso al acreedor que destruye su título, pues este no tenía conocimiento
que el pago no lo realizó su deudor y se castiga a la persona que realizo el
pago indebido en el sentido que no tiene acción contra el acreedor, pero sigue
teniendo contra el deudor de la obligación todas las acciones que tendría el
acreedor.

Al respecto la Corte Suprema de Justicia Sala de Casación Civil y Agraria en


su sentencia de abril 23 de 2003, expediente 7651 se ha referido de la
siguiente manera:

«cumple el pago entonces por excelencia una función de satisfacer al


acreedor que, a su vez, constituye motivo de la extinción de toda
obligación. Significa lo anterior que un pago adecuado, a la par que
conforma o satisface al acreedor, extingue la obligación; ya librándose al
deudor del vínculo que contrajo, si fue el mismo u otro en su nombre
quien hizo el pago; o ya, sin que opere tal liberación, como ocurre en
aquellos casos en que el tercero que paga toma la posición del a creedor
con relación al deudor, lo cual no obsta para reconocer el efecto extintivo
definitivo respecto del original acreedor.(…) aun habiendo obrado a
sabiendas de que la deuda es ajena, puede acudir a la acción de
repetición, particularmente cuando en ejercicio de una intervención
legalmente aceptada, ha efectuado el pago de lo que lo que ciertamente
no se debía, siendo ella modo expedito para ser restituido en el
patrimonio que de ese modo le resulta menoscabado.»

Por ejemplo, Carlos debe a Catalina $100.000, y Ramiro por error paga esos
$100.000, así que Carlos salda la deuda con Catalina. Una vez Ramiro
advierte el error no puede cobrar a Catalina, sino que puede intentar contra
Carlos las acciones que tenía Catalina que es la acreedora, con el
inconveniente que no cuenta con un título valor firmado por ella como sí lo
tenía Catalina.

Excepción cobro de lo no debido.


Cuando en un proceso ordinario o ejecutivo no están cobrando algo que no
debemos, se puede interponer la excepción de cobro de lo no debido, lo cual
se debe probar, ya sea acreditando que ya se realizó el pago, o demostrando
que la obligación no existía.
Recodemos que las excepciones deben ser probadas por quien las alega, y se
debe acreditar que no están cobrando algo que no debemos.

4) Comunidad
Artículo 2322. Cuasicontrato de comunidad
La comunidad de una cosa universal o singular, entre dos o más personas, sin
que ninguna de ellas haya contratado sociedad, o celebrado otra convención
relativa a la misma cosa, es una especie de cuasicontrato.

NO TODA COMUNIDAD ES CUASICONTRATO


Precisando los conceptos, la doctrina previene que no toda comunidad
constituye un cuasicontrato. Hay claridad en cuanto a que no existe comunidad
desde el momento que se ha pactado un contrato de sociedad: los bienes no
pertenecen en común a los socios, sino a un ente ficticio, dotado de
personalidad jurídica y por ende de patrimonio propio. Pero el cuasicontrato de
comunidad requiere, además, que tampoco se haya celebrado otra convención
relativa a la cosa universal o singular que se tiene entre dos o más personas.
Así, Claro Solar destaca que, si los comuneros estipulan la forma de
administrar la cosa en común, la distribución de los frutos, la manera de
contribuir a los gastos, etc., la comunidad subsiste, pero no bajo la forma de un
cuasicontrato de comunidad. Las estipulaciones de las partes prevalecerán
sobre las reglas legales a propósito del cuasicontrato de comunidad. Si las
partes, nada han pactado, se aplicarán estas normas legales para los efectos
de determinar cómo debe efectuarse la administración y en general de qué
forma se distribuyen los derechos y obligaciones entre los comuneros.

LA COMUNIDAD NO ES UNA PERSONA JURÍDICA


A diferencia de lo que acontece tratándose de la sociedad, la comunidad no es
una persona jurídica; carece de un patrimonio propio, perteneciendo los bienes
en común a los comuneros proindiviso.
Debemos sí tener presente que el derecho de los comuneros sobre los bienes
proindiviso o comunes, debe ser de la misma naturaleza: por ejemplo, todos
dueños o todos usufructuarios; por tal razón, no hay comunidad entre el nudo
propietario y el usufructuario, porque sus derechos son de distinta naturaleza,
no obstante recaer sobre una misma cosa.
A su vez, por ser el derecho de los comuneros de la misma naturaleza, su
ejercicio estará limitado por el derecho de los restantes partícipes.

EXTINCIÓN DE LA COMUNIDAD

 El artículo 2.312 establece las causales.


 Reunión de las cuotas de todos los comuneros en una sola persona.
 Por la destrucción de la cosa común;
 Por la división del haber común.

III. RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL Y EXTRACONTRACTUAL


Las acciones de responsabilidad contractual por inejecución de la obligación, o por
ejecución tardía, o defectuosa ejecución, lo mismo que las acciones de
responsabilidad extracontractual, persiguen la indemnización por el daño
efectivamente causado.

Responsabilidad contractual
La responsabilidad contractual tiene su origen en el incumplimiento de cierta
obligación, derivada de un contrato establecido entre dos o más partes. Existe una
responsabilidad contractual que nace de no haberse cumplido un acuerdo de
voluntades plasmadas. Se crea así una obligación de reparar el daño. Se trata de
la responsabilidad civil que viene de la culpa por no cumplir las obligaciones,
generando la obligación de indemnizar.
El incumplimiento de la responsabilidad contractual deriva en una indemnización
de los daños causados por no cumplir las normas si se incurre en dolo,
negligencia o morosidad. Se supone que las partes contratantes deben cumplir
con lo que se estipula en el contrato y si se incumple, existe la obligación de
indemnizar cuando se demuestre la culpa. La culpa está en la falta de diligencia y
de previsión del autor de cierto acto. Se presenta como una acción o una omisión
de carácter voluntario, realizada sin tener malicia, pero que impide que se cumpla
el contrato o documento de forma normal.
Elementos:
Para que haya un resarcimiento por culpa y que prospere, se deben acreditar los
siguientes elementos:
 Una relación jurídica o un contrato entre partes.
 Un incumplimiento en la relación, ya sea parcial o total, de alguna de las
obligaciones. Que haya un incumplimiento culposo que suponga una acción
carente de las diligencias habituales, no ajustada a lo exigido en atención a
la circunstancia.
 Imputación de los daños a una persona que debe justificar sus acciones
para ser exonerada, probando que su actividad se encaminó a obrar con
prudencia y la diligencia para evitarlos.
 Un incumplimiento producido por falta de diligencia o previsión en un
accionar.
 Un nexo, o una relación de causa y efecto entre el hecho y su resultado. En
lo referido a la culpa en lo contractual destaca una doctrina moderna de la
preeminencia de la relación de causalidad, perfilada en la causalidad
adecuada y eficiente, donde hay un punto de inflexión y una trascendencia
de la prueba, un nexo causal que presupone la existencia de culpa.
 En el nexo causal que existe entre la conducta del agente y una producción
del daño, se debe declarar la imputabilidad del agente y la obligación de
reparar el daño.
 Generación de un daño o perjuicio que sea reparable y cuantificable. La
indemnización de los daños y perjuicios implica el valor de la pérdida, y el
de la ganancia que el acreedor haya dejado de obtener. Los daños pueden
ser económicos, materiales, y morales.
 Hay daños resarcibles que están limitados por lo que se ha previsto al
constituirse la obligación y los que son consecuencia necesaria de la falta
del cumplimiento.
Probar la responsabilidad contractual
En la culpa contractual el acreedor está en una situación ventajosa, si se lo
compara con la culpa extracontractual, donde no hay un contrato escrito, por
existir una presunción de que el deudor no cumple una obligación porque no
quiere y es responsable del cumplimiento, sin necesidad de que se pruebe otra
cosa aparte de que existe una obligación entre ellos. El deudor tiene que probar,
en todo caso, para eximir su responsabilidad, que si no cumplió con el contrato no
fue su culpa.
Al causante del daño le corresponde probar su forma de actuar diligente. Y no es
menos cierto que la causalidad de ese actuar no se presume ni se basa en
conjeturas, deducciones, ni probabilidades, sino que debe estar probada de forma
indiscutible.
Esta prueba corresponde a la parte demandante, quien debe acreditar que las
acciones de la parte demandada ocasionaron el resultado dañoso generador de
una indemnización. Acreditada la relación causal, se presume la culpa del agente.
Requisitos para la prosperidad de la responsabilidad contractual
 Existencia de un vínculo concreto entre quien como demandante reclama
por la inapropiada conducta frente a la ejecución de un convenio y aquel
que, señalado como demandado, es la persona a quien dicha conducta se
le imputa (existencia de un contrato.
 Que la conducta consista en la inejecución o en la ejecución retardada o
defectuosa de una obligación que por mandato de la ley o por disposición
convencional es parte integrante del ameritado vínculo (incumplimiento
culposo).
 Que el daño cuya reparación económica se exige consista, básicamente en
la privación injusta de una ventaja a la cual el demandante habría tenido
derecho (daño) de no mediar la relación de causalidad entre el
incumplimiento y el daño.
¿Cuáles son las consecuencias jurídicas de la relación contractual?
El incumplimiento deriva en una serie de acciones que tiene por finalidad exigir las
obligaciones y/o resarcir los daños ocasionados:
1) Ejecución forzada: cuando la obligación no se cumple de manera exacta,
íntegra y oportuna. El acreedor solicita a la justicia que se exija el cumplimiento
voluntario o la afectación de los bienes embargables del deudor.
2) La ejecución forzada de la obligación de hacer: el artículo 705 de la Ley de
Enjuiciamiento Civil, faculta al juez para otorgar al deudor un plazo para hacer lo
obligado en el título ejecutivo.
3) Ejecución forzada de la obligación de dar: el Tribunal o figura competente
ejecuta un remate o subasta pública, por la cual se enajenan los bienes del deudor
para resarcir el incumplimiento de la obligación.
4) Ejecución de la obligación de no hacer: las normativas españolas establecen la
posibilidad de otorgar al deudor un plazo para deshacer lo hecho. Una vez
transcurrido ese tiempo, se habilita el derecho del ejecutante de hacer cumplir la
obligación por un tercero a costa del deudor o, si no es posible, se ejecuta la
obligación de dar.
5) Indemnización de perjuicios: es la cantidad de dinero que debe pagar el deudor
por el incumplimiento de la relación contractual.
Indemnización de perjuicios
Es la cantidad de dinero que debe pagar el deudor al acreedor y que equivalga o
represente lo que este habría obtenido con el cumplimiento efectivo, íntegro y
oportuno de la obligación. También se ha dicho que es el derecho que tiene el
acreedor para exigir del deudor el pago de una cantidad de dinero equivalente a la
ventaja o beneficio que le habría procurado el cumplimiento efectivo y oportuno de
la obligación.
Los requisitos de la indemnización de perjuicios son cinco en sede
contractual:
 El deudor debe haber incumplido su obligación.
 El incumplimiento debe causarle perjuicios al acreedor.
 Los perjuicios deben ser imputables al deudor.
 Los perjuicios deben ser resultado del incumplimiento.
 El deudor debe estar constituido en mora.

Responsabilidad civil extracontractual


Para explicar qué es la responsabilidad civil extracontractual, es necesario
detenerse primero en el concepto de responsabilidad civil, entendiendo como tal la
obligación que se genera por causa de un acto lesivo hacia los intereses o
derechos de otra persona derivado de nuestras actuaciones o conductas
negligentes.
Responsabilidad civil extracontractual, que es la obligación derivada de un daño
ocasionado con independencia de que preexistiera una relación jurídica entre
causante y damnificado. Es decir, aunque no hubiera contrato previo entre las
partes. También se define como aquella que no tiene origen en el incumplimiento
de una obligación, sino en un hecho jurídico, ya sea un delito o un ilícito de
carácter civil. Así mismo, otra de las características de la responsabilidad civil
extracontractual indica que el responsable de causar el daño está obligado a
repararlo, aunque no exista intención en la realización del prejuicio, pues el hecho
jurídico trajo consecuencias negativas causando afectaciones a quien recibió
dicho daño, generando un lucro cesante y/o un daño emergente que obliga al
responsable a reconocer el derecho de los perjuicios mediante el pago de una
indemnización.
La indemnización por perjuicios está contemplada en el artículo 1613 del Código
Civil, y se traduce en la acción que el causante del perjuicio reconoce a la víctima
o persona receptora del daño. Se materializa con una cantidad determinada de
dinero que, mediante el pago del daño emergente y el lucro cesante, contribuya a
reparar al afectado. Por último, cumple la función de resarcir el daño que de
manera dolosa o culposa se ha causado a una persona como consecuencia de
una acción u omisión por parte de quien ejecuta el daño.
A su vez, en esta responsabilidad civil cabe distinguir dos clases:
 la penal, cuando el perjuicio originado está tipificado como delito.
 la no dolosa, si el daño procede de un acto involuntario.
Requisitos de la responsabilidad civil extracontractual
Para que la responsabilidad extracontractual exista se deben cumplir los requisitos
siguientes:
 Debe haber un daño provocado sobre una cosa, sobre un derecho o una
persona.
 La responsabilidad no está expresada en un contrato.
 La causa del daño debe imputarse a una persona o a varias.
En materia de derecho civil se consagra la obligación de indemnizar la acción de
reparación de perjuicios, que debe ser reclamada.
En el derecho administrativo, cuando es el Estado quien causa un perjuicio a una
persona particular, también se puede considerar como una responsabilidad
extracontractual. Debe responder por los daños que le sean imputables y que se
consideren antijurídicos. En los procedimientos administrativos y contencioso
administrativos se consagran medios de control de reparación directa, por los que
los particulares pueden hacer reclamaciones de indemnizaciones por los daños
causados. También se consideran otras figuras, como la falla de servicio o el daño
moral, cuando se trata de indemnizar un daño.
Ante la comisión de un daño, se debe siempre reclamar una forma de
indemnización. La responsabilidad ante ese daño o perjuicio se debe asumir, en la
forma en que sea, ya se trate de un contrato incumplido o de una responsabilidad
que no figura en ningún contrato, pero que legalmente se asume.
Ejemplo de esta clase de responsabilidad civil extracontractual
Casi todos los actos amparados por un seguro se incluyen en este tipo de
responsabilidad civil.
Por ejemplo, el conductor que causa un accidente y perjudica a terceros. Podría
pensarse que, al existir un contrato entre aseguradora y cliente, se trata del tipo
contractual. Pero no es así, ya que entre los conductores implicados en el
accidente no media ningún tipo de relación. Distinto es que, cuando el culpable
tenga que hacer frente al coste del siniestro, este sea cubierto por su compañía
aseguradora, tal como han pactado previamente.

GRACIAS.

También podría gustarte