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13001-23-31-000-2010-00221-01 (50580) - Peligrosa Riesgo Excepcional
13001-23-31-000-2010-00221-01 (50580) - Peligrosa Riesgo Excepcional
FUENTE FORMAL: DECRETO 01 DE 1984 - ARTÍCULO 82, 129, 132 / LEY 1107
DE 2006 - ARTÍCULO 1 / DECRETO 1400 DE 1970 - ARTÍCULO 20 NUMERAL 2
Como la sentencia fue recurrida por ambas partes, la Sala resolverá sin
limitaciones, en los términos del artículo 357 CPC.
Según el artículo 251 CPC (retomado por el art. 243 CGP), documento público es
el otorgado por el funcionario público en ejercicio de su cargo o con su
intervención y se presume auténtico, es decir, existe certeza sobre la persona que
lo ha elaborado, manuscrito o firmado. Esa presunción puede desvirtuarse a
través de la tacha de falsedad, de conformidad con el artículo 252 CPC. El mérito
probatorio de los documentos públicos lo asignará el juez, luego de la apreciación
de las pruebas en su conjunto, de acuerdo con las reglas de la sana crítica, en los
términos del artículo 187 CPC.
CONSEJO DE ESTADO
SECCIÓN TERCERA
SUBSECCIÓN C
Bogotá D. C., treinta y uno (31) de mayo de dos mil veintiuno (2021)
La Sala, de acuerdo con lo dispuesto en sesión del 5 de junio de 2020 1, decide los
recursos de apelación interpuestos por las partes contra la sentencia del 31 de
octubre de 2013 proferida por el Tribunal Administrativo de Bolívar, que accedió
parcialmente a las pretensiones.
1
Según el Acta nº. 5 de esa fecha.
El 31 de enero de 2008, una camioneta de propiedad de la DIAN y una motocicleta
colisionaron en una intersección en la ciudad de Cartagena. Alegan que la
conducta imprudente del conductor de la camioneta causó el accidente, pues
cruzó por un lugar que no estaba permitido.
ANTECEDENTES
CONSIDERACIONES
I. Presupuestos procesales
Jurisdicción y competencia
1. La jurisdicción administrativa, como guardián del orden jurídico, conoce de las
controversias cuando se demande la ocurrencia de un daño cuya causa sea una
acción u omisión de una entidad estatal según el artículo 82 CCA, modificado por
el artículo 1º de la Ley 1107 de 2006. El Consejo de Estado es competente en
segunda instancia para estudiar este asunto de conformidad con el artículo 129
CCA, según el cual conoce de los recursos de apelación contra las sentencias
dictadas en primera instancia por los Tribunales Administrativos. Así mismo, esta
Corporación es competente en razón a la cuantía pues, de conformidad con el
artículo 20.2 CPC, el valor de la pretensión mayor supera los 500 SMLMV exigidos
por el artículo 132.6 CCA, esto es, $257.500.0002.
Acción procedente
Demanda en tiempo
2
Suma que se obtiene de multiplicar el salario mínimo de 2010, $515.000, por 500.
3
Excepcionalmente la jurisprudencia ha aceptado la procedencia de dicha acción por daños causados por
actos administrativos. Cfr. Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 17 de junio de 1993, Rad. 7.303
[fundamentos jurídicos 10 y 11] y sentencia del 8 de marzo de 2007, Rad. 16.421 [fundamento jurídico 3], en
Antología Jurisprudencias y Conceptos, Consejo de Estado 1817-2017 Sección Tercera Tomo B, Bogotá,
Imprenta Nacional, 2018, pp. 744, 746 y 747, disponible en https://bit.ly/3gjjduK.
2010.
Legitimación en la causa
Por su parte, en los eventos en los que una de las partes del contrato de seguro
sea una de las entidades enlistadas en el artículo 2 de la Ley 80 de 1993, el
contrato será solemne, pues los artículos 39 y 41 del Estatuto de Contratación,
4
Cfr. Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil, sentencia del 16 de octubre de 1980, en Gaceta
Judicial, Tomo CLXVI, nº. 2407, p. 183 [fundamento jurídico 2], y sentencia de 8 de marzo de 1995, Rad 4473
[fundamento jurídico 4].
exigen que se eleve a escrito. En tal sentido, para que se perfeccione el contrato
de seguro deberá constar en una póliza o, en general, en cualquier medio escrito.
6. Como la sentencia fue recurrida por ambas partes, la Sala resolverá sin
limitaciones, en los términos del artículo 357 CPC.
Hechos probados
9.6. El 31 de enero de 2008, Julio Alfredo París Echeverría ingresó la Clínica Ami
SA IPS. Los gastos médicos -según un oficio- fueron asumidos por Seguros del
Estado en virtud de la póliza n°. TVZ91AAT1329-19421816-1, según da cuenta la
respuesta al oficio (f. 204 c. 1).
9.7. Víctor Manuel Acosta Medina era funcionario de la DIAN desde el 7 de junio
de 2005. El 31 de enero de 2008 estaba en servicio y se desempeñaba en el
cargo de Facilitador II Nivel 102 Grado 02, como empleado temporal con funciones
de conductor, según da cuenta copia simple del oficio n°. 148000201-125 (f. 191
c.1).
9.9 Julio Alfredo París Echeverría estuvo afiliado a la ARP Sura. Según
comunicación de la ARP, el 31 de enero de 2008 el afiliado sufrió un accidente
que fue catalogado como profesional, se estableció un porcentaje de pérdida del
13.10% y se le pagó una indemnización de $3.011.781. Además, se pagaron
incapacidades por $12.844.158 y prestaciones asistenciales por $37.150.593,
según da cuenta la respuesta al oficio (f. 209-221 c. 1).
9.10. Julio Alfredo París Echeverría es esposo de Fátima Rangel Ortiz, hijo de
Julio César París Arango y Leonor Echeverría Echeverría y hermano de Mauricio
Alberto París Echeverría, según da cuenta copia auténtica de los registros civiles
de nacimiento y matrimonio (f. 11-13 c. 1).
7
Cfr. Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 8 de noviembre de 1984, Rad. 3.050 [fundamento
jurídico 2], en Antología Jurisprudencias y Conceptos, Consejo de Estado 1817-2017 Sección Tercera Tomo
B, Bogotá, Imprenta Nacional, 2018, p. 346 y 347, disponible en https://bit.ly/3gjjduK.
8
Cfr. Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 19 de diciembre de 1989, Rad. 4.484 [fundamento
jurídico 2], en Antología Jurisprudencias y Conceptos, Consejo de Estado 1817-2017 Sección Tercera Tomo
B, Bogotá, Imprenta Nacional, 2018, p. 347, disponible en https://bit.ly/3gjjduK.
9
Cfr. Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 24 de agosto de 1992, Rad. 6.754 [fundamento
jurídico 3], en Antología Jurisprudencias y Conceptos, Consejo de Estado 1817-2017 Sección Tercera Tomo
B, Bogotá, Imprenta Nacional, 2018, p. 309, disponible en https://bit.ly/3gjjduK.
servicio médico, la Sala estableció diferencias entre el régimen aplicable a esos
casos y el que debía regir frente a los daños causados por actividades peligrosas.
Concluyó que como la conducción de vehículos ha sido tradicionalmente una
actividad peligrosa, resulta aplicable la teoría del riesgo excepcional como un tipo
de régimen de responsabilidad objetiva.
Esta última posición ha sido reiterada en fallos posteriores de la Sala al definir los
asuntos relacionados con la responsabilidad por el ejercicio de actividades
peligrosas, siempre que no se esté en presencia de una falla probada del servicio.
De manera que al demandante solo le corresponde probar que el daño fue
producto del ejercicio de una actividad peligrosa a cargo de la entidad
demandada10.
En los eventos en los que se presenta una colisión de vehículos, como el riesgo
fue creado recíprocamente por el conductor del vehículo oficial y el conductor del
vehículo particular, no hay lugar a estudiar la controversia bajo el régimen de
riesgo excepcional. Surge, entonces, la necesidad de establecer cuál fue la causa
que dio lugar al accidente para determinar si se presentó por la actividad que
ejerció la administración o por la ejercida por el particular 11.
11. Según la demanda, la DIAN era responsable de los daños sufridos por Julio
Alfredo París Echeverría, porque un funcionario en la camioneta de la entidad
causó el accidente de tránsito al hacer un cruce prohibido.
El daño está demostrado porque Julio Alfredo París Echeverría tuvo lesiones en
su columna vertebral y cadera por el accidente de tránsito [hechos probados 9.3 y
9.4].
12. Según el artículo 251 CPC (retomado por el art. 243 CGP), documento público
es el otorgado por el funcionario público en ejercicio de su cargo o con su
intervención y se presume auténtico, es decir, existe certeza sobre la persona que
lo ha elaborado, manuscrito o firmado. Esa presunción puede desvirtuarse a
través de la tacha de falsedad, de conformidad con el artículo 252 CPC. El mérito
probatorio de los documentos públicos lo asignará el juez, luego de la apreciación
de las pruebas en su conjunto, de acuerdo con las reglas de la sana crítica, en los
términos del artículo 187 CPC.
Obra en el expediente el informe del accidente de tránsito n°. 63830 elaborado por
el Departamento Administrativo de Tránsito y Transporte de Cartagena. Conforme
al documento, el 31 de enero de 2008, a las 5:10 p.m., la motocicleta de placas
TZV91A -conducida por Julio Alfredo París- y la camioneta de placas OIL710 -
conducida por Víctor Manuel Acosta- colisionaron en la avenida “El Bosque”
diagonal 21 transversal 52 en la ciudad de Cartagena. El accidente ocurrió en una
intersección, en zona urbana, comercial y con tiempo normal. Conforme al
informe, la vía por donde venía la moto era recta, plana, de un sentido, con
aceras, de cuatro carriles, de asfalto, seca y con señales de sentido vial y
velocidad. La vía por donde venía la camioneta era recta, plana, de doble sentido,
de dos carriles, de concreto y con señal de pare. De acuerdo con el croquis del
accidente, la camioneta venía en sentido occidente-oriente por el carril derecho y
la motocicleta en sentido norte-sur en el carril izquierdo. Los vehículos colisionaron
en la intersección entre las dos vías, cuando la camioneta intentaba atravesar la
vía por donde venía la motocicleta. Por la posición de los vehículos después de la
colisión, la camioneta ya había cruzado tres carriles y medio y le faltaba la mitad
del último para terminar de atravesar la intersección. En el carril por donde
transitaba la camioneta -antes de la intersección- había señales de pare y de
prohibido girar a la izquierda. En el documento no quedaron consignadas huellas
de frenado de los vehículos, ni la causa probable del accidente. Según el
documento, la versión del conductor de la motocicleta era que “había un vehículo
por mi derecha, yo venía en mi carril izquierdo y los carros tratan de pasar cuando
yo veo que se mete la camioneta” y la del conductor de la camioneta que “venía
suave, había unos carros dándome la vía, cuando lo alcanzo a ver yo freno, pero
él con la velocidad que traía se reventó contra el carro” (f. 225-226 c. 1).
13. José Francisco Fuentes Hernández -vecino- declaró que Julio Alfredo París
Echeverría tuvo un accidente en 2008 y que desde entonces había tenido
problemas de movilidad. Estuvo en recuperación en la casa de su madre y
después volvió a la casa con su esposa, pero nunca volvió a ser el mismo (f. 199-
200 c. 1). Rafael Alberto Canchilla Chávez -amigo- declaró que desde el accidente
el núcleo familiar de Julio Alfredo París se ha visto muy afectado. Afirmó que no
supo cómo ocurrió el accidente (f. 201-202 c. 1). Las declaraciones de los testigos
corresponden al relato de los hechos que les constaron, al ver la recuperación del
demandante después del accidente. Sin embargo, como admiten que no tuvieron
conocimiento de lo ocurrido el 31 de enero de 2008, no permiten establecer las
circunstancias de tiempo, modo y lugar del accidente y sus causas.
15. Conforme a las pruebas, una motocicleta -conducida por Julio Alfredo París- y
12
Cfr. Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 16 de marzo de 2000, Rad. 11.609 [fundamento
jurídico 9].
13
Cfr. Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 27 de noviembre de 2002, Rad. 14.142
[fundamento jurídico B].
una camioneta de la DIAN -conducida por el funcionario Víctor Manuel Acosta-
colisionaron en la ciudad de Cartagena. La camioneta venía en sentido occidente-
oriente por el carril derecho -vía de dos carriles- y la motocicleta en sentido norte-
sur en el carril izquierdo -vía de cuatro carriles-. Los vehículos colisionaron en la
intersección entre las dos vías, cuando la camioneta intentaba atravesar la vía por
donde venía la motocicleta.
En la vía por donde venía la camioneta había una señal de pare antes de la
intersección y de prohibido cruzar a la izquierda. No quedó demostrado que el
conductor de la camioneta desconoció esas señales. Por el contrario, se acreditó
que el conductor atravesó tres carriles sin impactar otro vehículo y que no giró a la
izquierda, sino que atravesó la intersección.
Según el artículo 177 CPC, aplicable por remisión expresa de los artículos 168 y
267 CCA, incumbe a las partes probar el supuesto de hecho de las normas que
prevén el efecto jurídico que persiguen y, por tanto, quien alega un hecho debe
demostrar su ocurrencia para que se produzca el efecto pretendido, ya que la sola
afirmación de la demandante no es suficiente para acreditarlo. Como no obra
prueba que acredite que la actividad peligrosa ejecutada por la entidad demandada
fue la causa del accidente, no se probó el nexo de causalidad entre el daño y la
acción endilgada a la demandada. Por ello, la Sala revocará la sentencia apelada.
FALLA: