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–Ansiedad.

Los jóvenes desarrollan una dependencia al móvil porque es su


herramienta más fácil para acceder a las redes sociales. Necesitan comprobar
cada poco tiempo si alguien les ha escrito o les ha dejado un “me gusta” y ello
les crea ansiedad. Ansiedad por contestar al momento cuando oyen que han
recibido un mensaje. Ansiedad cuando no pueden acceder a su móvil, bien
porque se lo han olvidado en casa, bien porque están en un lugar en el que no
pueden consultarlo.
–Trastornos del sueño. Muchos jóvenes reconocen despertarse de
madrugada para comprobar si alguien les ha escrito. Sienten ansiedad por no
perderse nada, estar a la última, enterarse de si alguien ha dejado algún
comentario nuevo, o saber qué está pasando en las redes. Por lo que muchos
de ellos comienzan a cambiar sus hábitos de sueño, comienzan a tener
dificultades para dormir, y su concentración y rendimiento académico
comienza a caer.
–Inseguridad respecto a su aspecto físico. La imagen corporal importa, y
mucho, en una edad como la adolescencia. Pero esta presión por cumplir con
ciertos cánones de belleza se ve incrementada cuando su imagen está
expuesta constantemente al criterio de los demás, a los comentarios que
amigos y no tan amigos puedan hacer, y a la constante comparación con
fotografías de iconos sexuales o famosos que marcan cómo debe y cómo no
debe ser un cuerpo. (Sin acordarse de que las fotografías de estos famosos
son irreales ya que han pasado antes por una buena sesión de Photoshop
antes de quedar impolutas). Sin embargo los jóvenes perciben esa perfección
como natural y se exigen a sí mismos dicha “perfección”.
–Víctima de ciberacoso. La exposición en estas redes convierte al joven en
una posible víctima de ciberacoso, ya que sus fotografías pueden ser
reenviadas a otros grupos de estas redes y utilizadas para burlarse de él o ella.
Recordemos que el compartir o dar a “me gusta” en ciertos posts que se
burlan de alguien también es ciberacoso. Por no hablar del peligro que
entraña retransmitir su vida en tiempo real: qué hacen, dónde están, si están
solos… lo cual da demasiada información a gente que quiera utilizarlo en su
contra.
Hay una asociación internacional Ditch the Label (Deshazte de la etiqueta)
que lleva a cabo campañas muy buenas contra el bullying y el ciberacoso.

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