Está en la página 1de 5

7 £ * U

ARTE

F W > ? * - \a pcr.-i-xtTt
^ S S Í ^ * ^ ¿ ¿ ^ í l í ffc¿W»M .toj-NA

si fall
|H iSrro tWsí S3

s-" ¡ss fts Wa


1

/>«r LAURA M A L O S E T T I C O S T A historiadora de arte UBA/CONICET

Producidas en una esfera específica, el campo artístico e inte-


Las obras de varios artistas lectual, fue tiene sus reglas, sus convenciones, sus jerarquías,
las obras se escapan y toman densidad peregrinando, a veces
jóvenes dialogan con pinturas
en períodos de larga duración, a través del mundo social.

del pasado, no para parodiarlas ni (ROGER CHARTER, El mundo como representación)

para legitimarse a sí mismas, sino


para reinventar la tradición en
función de los desafíos actuales.
Así es como Sin pan y sin trabajo, S k i o son pocas las reflexiones sobre el arte contempo-
raneo que asumen como supuesto básico el hermetis-
un icono del arte social del siglo mo de sus proposiciones, la oscuridad de sus significados,
la auser/.u de una vocación pública, la renuncia a la belle-
XIX, reaparece en trabajos
za o la voiaitad explícita de irritar o molestar al público.
recientes. Con estas intervencio- Tampoco raro escuchar a grandes artistas contempo-
ráneos afir.T.ar -con displicencia o con furia- que "el
nes, el arte encuentra vías de arte no cambia nada", que todos los males del mundo
siguen allí, induso estimulados por una maquinaria de
comunicación con las identidades industrias culturales que -desde una lectura más radical
LILIANA
en tránsito, con los movimientos aún- tienden a preservar y potenciar las desigualdades
sociales. PORTER
que se instalan en los márgenes Tal vez algunas de estas certezas puedan ponerse en cri-
Sin título
(pingüino), igoS
sis a partir de su cruce con cuestiones tan caras a la his- Cibadrrmne,
del campo cultural. 6o x 40 cm
toria del arte como el poder y la persistencia de las imá-

10Toda¥iA
genes y su capacidad para proyectarse por fuera del sistir en la memoria colectiva, encarnando ideas y senti-
ámbito artístico por medio de las cada vez más frecuentes mientos complejos.
prácticas de reapropiación, resignificación, parodia o cita Es posible pensar esos usos y reapropiaciones no como
de obras del pasado. meras parodias sino como acciones que apuntan a la
Aun cuando una imagen haya sido creada por su autor construcción de pautas identitarias de resistencia desde
con la intención de inscribirla e inscribirse en el campo lugares alternativos, en los márgenes -o los intersticios-
del arte, nada está dicho respecto de su vida histórica. del mapa cultural. En este sentido, y en el marco de los
Ciertas formas, una vez lanzadas al ruedo, tienen una debates suscitados en Buenos Aires alrededor de una
deriva propia que escapa o excede la voluntad de sus controvertida "vuelta a la política" en la escena artística
autores y que de ninguna manera parece prefijada por el contemporánea, quisiera aquí abordar algunos problemas
lugar que ocuparon en la cultura que las vio nacer. ligados a ciertas manifestaciones recientes de la protesta
Las palabras (la crítica, los relatos históricos) atraviesan social y a las actividades de algunos jóvenes artistas
las imágenes artísticas, las preservan y hasta las transfor- argentinos. No pretendo proponerlos como "casos repre-
man. Pero también lo hacen las prácticas que interactúan sentativos". Más bien creo que podrían pensarse como
y modifican, activan y desactivan el poder de las imáge- metáforas: plantean situaciones complejas y abiertas den-
nes como productos culturales. Operaciones tales como tro de la crisis argentina que se inició en 2001.
su inclusión o exclusión de museos, mercados de arte y Me referiré, en particular, a diversas estrategias de rea-
circuitos de exhibición y reproducción masiva son las propiación de una imagen instalada no sólo como una
más evidentes, pero podemos pensar también en un pieza importante de la tradición artística argentina sino
amplio rango de prácticas menos visibles relacionadas también como símbolo inaugural de la cuestión social y
con el uso, la reapropiación y la resignificación. Pienso las luchas obreras en la iconografía local: Sin pan y sin
en la capacidad quetienenciertas imágenes para "conta- trabajo, realizado por Ernesto de la Cárcova entre 1893 y
minar'' o atraer otras nuevas, capturar la atención y per- 1894, la obra que inmediatamente consagró al pintor a

12 TodaVíA
Hoy el recurso cíe volver a los 'viejos maestros" parece ¡a clave con ía

cuai algunos artistas procuran explorar y encontrar un espacio entre su

propia subjetividad y las nuevas vías para la intervención en ¡a política,

su regreso del viaje de estudios en Europa. De la Más tarde, Carlos Alonso retomó Sin pan y sin trabajo en
Cárcova había decidido exhibir su gran cuadro al óleo, una interesante serie de dibujos y pinturas realizados en
obrero y socialista, en el Salón del Ateneo, lugar emble- 1968. En ella parece crecer un abismo entre los persona-
mático de sociabilidad "elegante" y único ámbito legiti- jes del drama: el obrero sigue congelado en su gesto
mador por entonces para un artista que regresaba de su decimonónico, en tanto la mujer y el niño parecen
formación europea. En ese momento, sin embargo, el observarlo desde un siglo de distancia. Ella ya no es la
Partido Socialista cuestionó la pertinencia del público víctima doliente y agobiada de rostro inexpresivo: levanta
frente al cual el pintor decidía exponerlo. una mirada inteligente del libro que sostiene en las
Este reproche introduce una de las cuestiones que qui- manos para dirigirla al hombre o interpelar al espectador,
siera discutir a partir de reapropiaciones recientes de la cuestionando las relaciones de género y clase que apare-
imagen, ya que Sin pan y sin trabajo ha mostrado tener cían cristalizadas en el cuadro de Ernesto de la Cárcova.
una extraordinaria persistencia en la memoria y el Por su parte, la obra presentada por Tomás Espina al
poder de reactivarse sobre todo en momentos de crisis. Premio Banco Ciudad en 2002 (2* mención) parece
En exhibición permanente en el Museo Nacional de seguir la línea de esa reflexión. Dibujó a carbonilla el
Bellas Artes y reproducida en libros, revistas, calenda- cuadro de De la Cárcova en la pared de su estudio y dejó
rios, textos escolares, postales, afiches, etcétera, esta vacante el lugar de la mujer: allí se fotografió a sí mismo,
pintura es una de las obras del arte argentino más admi- desnudo, en un gesto de interpelación al obrero (y tam-
radas y recordadas. bién, claro, al artista). Espina se introdujo en la imagen
No sorprende, entonces, que los dos artistas argentinos desde el espacio de la mujer, que es -dice- el de la inti-
del siglo XX que con mayor eficacia simbólica conjugaron midad, el más flexible, el único que deja abierta la posibi-
en sus obras un fuerte compromiso político con una reno- lidad creativa en oposición al estereotipo del obrero en
vación singular de lafiguracióny el lenguaje plásticos, lucha, petrificado en el tiempo. Su imagen desafía la rigi-
plantearan, en diferentes períodos, una suerte de diálogo dez de aquellos roles que el imaginario social ha perpe-
crítico con el maestro del cuadro obrero del siglo XK. tuado hasta el cansancio y parece reclamar, desde ese
Antonio Berni lo hizo en un par de grandes telas de 1934; cansancio, un espacio propio en un lugar que representa
Manifestación y Desocupados. En la primera recuperaba las en muchos sentidos la tradición. Su cuerpo entra en el
palabras "Pan y trabajo" como una cita textual de aquel marco de la composición produciendo un quiebre en el
cuadro emblemático desde una perspectiva más optimista, orden de las relaciones allí congeladas.
confiando en el poder de la rebelión. En Desocupados, en Tomás Espina imprimió su obra como afiches con la
cambio, introdujo un clima onírico para presentar a los intención de pegarlos por la ciudad. Finalmente decidió
personajes sumidos en un sopor casi sobrenatural, como no hacerlo sino en aquellas situaciones en las que pudiera
efigies de un gigantesco vacío de poder. acompañar la imagen con su presencia. La exhibió en

TodaWia 13
ARTE

(desocupado, desposeído), es menos eficaz que la expre-


sión "sin" (trabajo) tanto para indicar una transitoriedad

adelante fundaciones como deseada en esa situación como para enfatizar el derecho a
poseer aquello que no se posee. Quizás por ello, varias
reapropiaciones actuales del cuadro de De la Cárcova
"Crear vale ia pena" en zonas muy retoman -a veces como única referencia- las palabras del
título, como había hecho Berni en los '30. La cita tex-
marginales de Buenos Aires como tual, por otra parte, remite directamente al cuadro y a su
lugar en una tradición en la que se reinscribe el reclamo

La Cava o el Barrio San Roque, popular.


En este sentido avanza otro ejemplo que quiero comen-
tar. En junio de 2001, el entonces estudiante de Bellas
o "Enda Brasil" en Rio de Janeiro, Artes Jorge Pérez tradujo el cuadro a un mensaje gráfico
en blanco y negro y preparó un taco para imprimir xilo-
se han mostrado capaces de grafías. Pintó también una bandera con la obra en blanco
y negro. Ambos soportes incluían la imagen y el título

derribar muros, construir puentes Sm pan y sin trabajo. Se acercó con su bandera a un
piquete de desocupados frente a la quinta presidencial de
Olivos y allí se conectó con un movimiento del barrio de
y crear nuevos ámbitos de San Fernando, al cual le ofreció sus afiches. No conocían
la imagen, pero inmediatamente les entusiasmó y la
crecimiento con la música, el teatro adoptaron pan identificarse. Jorge Pérez propuso poco
después realizar una acción de arte: ir juntos al Museo de

y la danza. Bellas Artes a ver la obra, dialogar frente a ella y donar al


museo un afiche.
Desde la perspectiva de Pérez y el movimiento barrial de
San Fernando, puede pensarse en un redescubrimiento
(o más bien un descubrimiento por parte de los vecinos
de la zona) de un pasado común que aparece como una
vía para desactivar mecanismos de marginación y exclu-
sión cultural.
Es posible considerar a estos y a otros artistas (músicos,
algunas ocasiones en la calle, parado junto a ella, y parti- actores, fotógrafos, cineastas, artistas plásticos) como
cipó con la obra en acciones como el apoyo a las obreras intermediarios culturales. Pienso en un movimiento de
de la fábrica textil Brukman en mayo de 2003. ida y vuelta que permea lugares tradicionalmente estable-
Ese espacio de la mtimidad desde el cual interpelaba cidos mediante acciones que, entre otras cosas, buscan
Espina a Sin pan y sin trabajo abre una serie de interro- romper estereotipos y dicotomías instaladas. Son accio-
gantes respecto de la posibilidad de construir una identi- nes que parecen abrir una brecha en la organización
dad como desocupado. No parece un tema menor pre- social y cultural al permitir pensar una identidad en la
guntarse qué imágenes de sí mismo y de su situación ela- carencia. No una identidad "otra'' ni "afuera" ni "des", .
bora quien probablemente se ubicó o se ubicaría con sino "SIN".
comodidad como perteneciente a la clase trabajadora, El arte en las calles, en las villas, en las cárceles, en los
pero se ve excluido de ella y empujado a la situación de muros, puede ser pensado también como una brecha en el
desocupado. descreimiento de unos y otros. En este sentido, los pro-
Podría pensarse que el prefijo "des", que señala carencia yectos culturales que llevan adelante fundaciones como

H TodaViA
GRUPO LA P I E D R A , 7992 LEONEL LUNA, La conquista del desierto, 2002
Registro fitografía de acción callejera con el movimiento de piiiluk Impresión sobre vmilo

"Crear vale la pena" en zonas muy marginales de Buenos apunta en este mismo sentido es el del grupo La Piedra,
Aires como La Cava o el Barrio San Roque, o "Enda que entre 1992 y 1993 acompañó con sus acciones los
Brasil" en Rio de Janeiro, se han mostrado capaces de reclamos de los jubilados frente al Congreso, parodiando
derribar muros, construir puentes y crear nuevos ámbitos en la escena urbana el Monumento al trabajo de Rogelio
de crecimiento con la música, el teatro y la danza. Yrurtia (1907-1922).
Al comienzo mencionaba una "vuelta a la política" en la Hoy el recurso de volver a los "viejos maestros" parece la
escena artística argentina. Desde la asociación de talleres clave con la cual algunos artistas procuran explorar y
de artistas y operarios que pusieron en marcha de mane- encontrar un espacio entre su propia subjetividad y las
ra autogesrionada la laminadora de alurninio IMPA, hasta nuevas vías para la intervención en la política. En este
las actividades en la calle en apoyo a las obreras y obre- sentido, cabe mencionar otros ejemplos, como las acua-
ros de las fabricas Brukman o Zanón, o las exposiciones relas de Fermín Eguía, las composiciones fotográficas de
en Grisinópolis y las intervenciones de grupos de artistas Leonel Luna o las videoinstalaciones del uruguayo Pablo
callejeros en marchas y jornadas de desocupados y mani- Uribe, que parten de una inclusión personal en aquellos
festaciones por los derechos humanos, muchos se han cuadros consagrados y canónicos para avanzar con pro-
volcado con sus obras y performances a formas de partici- puestas que resignifican los sentidos tradicionales (es el
pación en el escenario político que plantean rasgos nove- caso de la polaridad "civilización/barbarie" en obras que
dosos. Esas formas de intervención tienen una trayecto- retoman e invierten las connotaciones más habituales de
ria que se remonta a los años '60 fTucumán Arde) y en malones, raptos y_campañasmilitares al desierto). Estas y
los '80 y "90 a grupos como Capataco, Gastar o Por el otras recientes y numerosas reapropiaciones de imágenes
Ojo, que comprometieron su actividad con la lucha por populares de la historia del arte local pueden ser inter-
los derechos humanos. En la búsqueda de nuevos recur- pretadas como indicios de una renovada reflexión acerca
sos y poéticas para tales intervenciones, la reapropiación del rol de los artistas -y de las obras que ellos crean- en
de imágenes del pasado es frecuente. Un ejemplo que la vida cotidiana. •

TodaVÍA 15

También podría gustarte