La muerte anunciaba su llegada. Velas y flores hacían su invitación Para que así la huesuda se uniera a la celebración
Los altares estaban colocados
Los invitados estaban muy entusiasmados. La parca también se encontraba emocionada, pues tenía planes de retirarse acompañada.
Iba echando ojos por todos los presentes,
Pero solo encontraba puros adolescentes. La pelona estaba a punto de desistir Pero antes escuchó a alguien que la hizo reír.
Sus cuencas vacías buscaban al chistoso,
Pues quería conocer a aquel joven tan gracioso. En forma de doncella se fue acercando Y a él poco a poco fue caminando.
- Mi nombre es Axel - dijo el muchacho muy contento
- El mío Catalina - contestó ella al momento Las palabras amigables brotaban sin detenerse Ambos tenían interés de conocerse.
Transcurrió la velada y ellos aún conversaban,
El tiempo pasaba, pero no lo notaban. Catalina hizo una propuesta un poco inesperada - Ven conmigo al mundo de los muertos - dijo clavando la mirada
Axel la escuchó desconcertado,
- ¿De qué estás hablando? - preguntó un poco acelerado. Confesó Catalina su verdadera identidad, Pero el confundido joven no creía dicha realidad.
Pálido se negó y se apresuró a alejarse
Y la muerte gritó antes de marcharse: - ¡Vendré por ti el año siguiente! - Para luego desvanecerse en el ambiente
Al año posterior se volvió a presentar un festival
Y un concurso de calaveritas habría en la zona central. Axel entusiasmado fue a escuchar Pero helado como muerto quedó por lo que logró presenciar Catalina expuso su calaverita titulada “La Muerte quiere un amigo encontrar”